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TEORÍAS PSICOLÓGICAS Y SU INFLUENCIA EN LA

EDUCACIÓN.

AUTORES:

DrC. MARÍA ELENA SEGURA SUÁREZ.

DrC. DIEGO GONZÁLEZ SERRA

MSc. MARÍA ELENA GONZÁLEZ GONZÁLEZ

MSc. MARÍA ISABEL ÁLVAREZ ECHEVERRÍA

Introducción:
Este libro de texto está dirigido a los estudiantes que se preparan en la carrera de Pedagogía
Psicología en la Licenciatura en Educación de los Institutos Superiores Pedagógicos.

El objetivo es brindar una sistematización de las teorías psicológicas que se han desarrollado
internacionalmente, en América Latina y particularmente en Cuba; y su influencia en la
educación.

Ha sido el propósito de los autores, revisar toda la bibliografía con que cuenta el país, y poder
presentar nuestros criterios a partir de nuestra posición dialéctico materialista, cómo las
diferentes teorías surgidas han contribuido al conocimiento más profundo de esta ciencia así
como su aplicación a la educación.

Consideramos que la Psicología es una ciencia, que ha surgido y se ha desarrollado,


nutriéndose de todos los conocimientos aportados por las diferentes concepciones
psicológicas, tanto con una orientación idealista como dialéctica materialista.

En Cuba existen publicaciones que abordan las teorías psicológicas, escritas por autores
principalmente norteamericanos y de la extinta Unión Soviética, pero no son considerados libros
de textos. Hay autores cubanos, como Carolina de la Torre, Manuel Calviño, Orlando Valera,
Roberto Corral, entre otros, que abordan estas teorías pero no tienen el propósito de
relacionarlos directamente con la educación, aunque tratan aspectos vinculados con esto.

En este libro, nos referiremos a las teorías psicológicas que más han incidido en la educación,
aunque abordaremos otras, que aunque no aportan elementos significativos que permitan la
preparación del maestro, si les brinda una vasta cultura psicológica, necesaria para todo
profesional de la educación. Además, se incorporan las teorías psicológicas que se han puesto
de manifiesto en América Latina y en Cuba.
Los autores de los capítulos son los siguientes:

Capítulo I: DrC. María Elena Segura Suárez.

Capítulo II: DrC. María Elena Segura Suárez- Estructuralismo y Funcionalismo

MsC. María Elena González González- Conductismo y Psicoanálisis.

MsC. María Isabel Álvarez Echeverría- Humanismo y la Gestalt

DrC. María Elena Segura Suárez- Movimiento cognitivo.

Capítulo III: DrC. Diego González Serra.

Capítulo IV: DrC. María Elena Segura Suárez.


INDICE

Introducción

Capítulo I: Fundamentos generales para el estudio de las teorías psicológicas y su influencia en


la educación.
1.1. Fundamentos teóricos para el estudio de las teorías psicológicas.
1.1.1. Las teorías psicológicas
1.1.2. Escuela psicológica
1.1.3. Corrientes psicológicas
1.1.4. Leyes y principios psicológicos
1.1.5. Las categorías psicológicas
1.1.6. Tendencias del desarrollo de la Psicología
1.2. Fundamentos generales de la investigación histórica psicológica
1.3. Premisas filosóficas para el surgimiento y desarrollo de las teorías psicológicas.
1.4. Premisas científicas naturales para el surgimiento y desarrollo de la psicología como
ciencia independiente.
1.5. Programas de estructuración de la Psicología como ciencia independiente.
1.6. Importancia del estudio de las teorías psicológicas para la educación.

Capítulo II: Teorías psicológicas de orientación idealista y su influencia en la educación.


2.1. El Estructuralismo.
2.1.1. Objeto de la Psicología Estructuralista.
2.1.2. Problemas y métodos de la Psicología Estructuralista.
2.1.3. Caracterización del Estructuralismo y valoración crítica.
2.2. El movimiento funcionalista.
2.2.1. Objeto de estudio del funcionalismo.
2.2.2. El problema de la función y la estructura.
2.2.3. Caracterización del movimiento funcionalista y valoración crítica.
2.2.3.1. John Dewey y el instrumentalismo.
2.2.3.2. Edward Lee Thordinke y el conexionismo.
2.3. La Psicología de la Gestalt
2.3.1. Principales influencias teóricas y metodológicas.
2.3.2. Sus representantes principales
2.3.3. Aportes teóricos principales
2.3.4. Valoración crítica.
2.4. El Psicoanálisis
2.4.1. Antecedentes
2.4.2. Surgimiento del psicoanálisis. S. Freud
2.4.3. La Psicología analítica de C. Jung.
2.4.4. A. Adler y la psicología individual.
2.4.5. Métodos de estudio del psicoanálisis
2.4.6. Valoración crítica
2.5. El conductismo.
2.5.1. Antecedentes
2.5.2. La Escuela Conductista
2.5.2.1. El condicionamiento clásico de J. Watson
2.5.2.2. El condicionamiento operante de B. F. Skinner
2.5.2.3. El aprendizaje por observación de A. Bandura
2.5.2.4. Métodos de investigación.
2.5.3. Valoración crítica.
2.6. El movimiento humanista.
2.6.1. Principales influencias teóricas y metodológicas.
2.6.2. Posiciones teóricas y metodológicas de la psicología humanista o tercera fuerza.
2.6.3. Algunos de sus representantes principales.
2.6.3.1. Gordon W. Allport
2.6.3.2. Abraham Harold Maslow
2.6.3.3. Carl Rogers
2.6.4. La psicología humanista: valoración crítica. Su influencia en la educación.
2.7. El movimiento cognitivo.
2.7.1. La epistemología de J. Piaget. Valoración crítica
2.7.2. La Psicología cognitiva norteamericana. Valoración crítica
2.7.3. Reflexiones sobre el constructivismo.

Capítulo III: La Psicología de orientación dialéctica materialista soviética.


3.1. Génesis y principales posiciones teóricas de la Psicología Soviética.
3.1.1. Lev Seminovich Vigotski y la escuela histórico- cultural.
3.1.2. S. L. Rubinstein y la dialéctica en Psicología.
3.1.3. La teoría de la actividad en A. N. Leontiev.
3.1.4. D. N. Uznadze y la teoría del set o actitud.
3.1.5. B. G. Anániev.
3.1.6. P. Ya. Galperin
3.1.7. Boris Féderovich Lómov.
3.2. La categoría personalidad en la Psicología Soviética.
3.2.1. La personalidad en la obra de S. L. Rubinstein.
3.2.2. La categoría personalidad en la teoría de A. N. Leontiev.
3.2.3. La categoría personalidad en la obra de L. I. Bozhovich.

Capítulo IV: Las teorías psicológicas en América Latina y en Cuba.


4.1. Teorías psicológicas que se han manifestado históricamente en
América Latina.
4.2. Teorías psicológicas que se han reflejado históricamente en Cuba.
4.2.1. Período de gestación del conocimiento psicológico cubano (etapa colonial hasta la
década del 70. Siglo XIX).
4.2.2. Período de surgimiento de la Psicología como ciencia en Cuba (últimas dos décadas del
siglo XIX).
4.2.3. Período de establecimiento de la Psicología como ciencia en Cuba (tres primeras
décadas del siglo XX).
4.2.4. Período de desarrollo de la Psicología como ciencia y profesión (décadas del 40 y el 50.
Siglo XX)
4.2.5. Bosquejo general de las teorías psicológicas que se han desarrollado después del triunfo
de la Revolución en 1959 y su influencia en la educación.
Capítulo I: Fundamentos generales para el estudio de las teorías psicológicas y su
influencia en la educación.

Este capítulo está dirigido al conocimiento de categorías fundamentales que son


imprescindibles para el estudio de las teorías psicológicas. Para ello, se parte de conceptos
fundamentales elaborados por la autora a partir de una sistematización de los estudios
realizados sobre la evolución que ha tenido el pensamiento psicológico en el plano universal,
los programas de estructuración de la Psicología como ciencia independiente, así como las
premisas filosóficas y científicos naturales para el surgimiento y el desarrollo de las teorías
psicológicas. Se tratan los fundamentos generales para la investigación histórico- psicológica y
su importancia en la educación.

1.1. Fundamentos teóricos para el estudio de las teorías psicológicas.

La Psicología se distingue de otras ciencias porque su objeto es una parte del sujeto, su
psiquis, de la cual muchas veces no tiene información suficiente, solo vivencia su propia
realidad psicológica, no se la explica. Al entrar en contacto con los conocimientos psicológicos,
inmediatamente se despierta la curiosidad del sujeto y este intenta profundizar el conocimiento
que tiene de sí mismo y explicarse su propio proceso de aprendizaje. En esto consiste el
carácter heurístico de los conocimientos psicológicos, lo cual ha sido aprovechado
históricamente.

El conocimiento psicológico es el conjunto de hechos, conceptos, leyes y regularidades de


la vida psíquica obtenida en una práctica socio-histórica determinada.

Los conocimientos psicológicos se expresan en el estudio de las teorías, las escuelas, las
categorías, así como las leyes y principios que intervienen en el desarrollo psíquico. En el
transcurso de la historia, el análisis de estos conocimientos ha dependido principalmente del
desarrollo alcanzado por la ciencia psicológica y las condiciones concretas en que se
manifiesta.

1.1.1. Las teorías psicológicas.


En la filosofía dialéctico materialista se define la teoría “como un sistema de un saber
generalizado, explicación sistemática de determinados aspectos de la realidad. Constituye un
reflejo y una reproducción mental, ideal de la verdadera realidad. Por otra parte, se halla
indisolublemente ligada a la práctica, que plantea al conocimiento problemas acuciantes y exige
su solución.” (1)

La teoría no es algo absoluta, es un sistema cognoscitivo relativamente perfecto, que se


modifica en el transcurso de su desarrollo. Los cambios en la teoría se efectúan incluyendo en
ella nuevos hechos y los conceptos que los expresan y precisando los principios que sustentan
dicha construcción.

Con relación a la teoría psicológica, en la literatura científica de orientación idealista se


encuentran autores como B. Wolman (1967), E. Heidbreder (1964), W. Sahakian (1982), entre
otros, que consideran a la teoría como herramientas funcionales que ayudan a describir,
entender, predecir y cambiar la personalidad y la conducta humana. Es un modelo
esencialmente descriptivo, cuantitativo y experimental, apareciendo en él la construcción
teórica, más como conceptualización de lo empírico, que como elaboración que le da un
sentido a éste, trascendiendo el plano de los hechos y penetrando en sus relaciones, las cuales
resultan inaccesibles al plano sensorial.

Desde esta posición se considera la teoría como la agrupación u ordenamiento de los


resultados aportados por el método, los cuales permiten describir la realidad. De esta manera lo
teórico es la conceptualización y organización de los datos que los instrumentos reportan, o
sea, que en el nivel teórico no se construyen conocimientos, sólo se conceptualizan los
hallazgos de las inducciones empíricas.

El Dr. C. Orlando Valera define la teoría científica como “el extenso dominio del saber que
muestra las regularidades del funcionamiento y desarrollo de un determinado conjunto de
fenómenos del mundo material o espiritual, describe y explica estos fenómenos y está
destinado a la transformación progresiva de la naturaleza, de las relaciones sociales y del
propio hombre.” (2)

Fundamenta que es un sistema complicado y lógicamente armonioso de conocimientos que


incluye una serie de elementos, los cuales constituyen formas más simples de expresión del
saber.
Expresa Valera: “Los elementos y estructura de la teoría: principio (su elemento esencial,
núcleo básico de orientación filosófica), leyes (núcleo de subordinación o de coordinación),
aparato categorial- cognitivo, juicios, hechos, datos, postulados y teoremas, cálculos formales y
presupuestos o hipótesis”. (3)

En contraposición a la concepción de teoría psicológica que aborda la orientación idealista, el


Dr. Fernando González (1993) señala que la teoría psicológica es una construcción
permanente, constituyendo la relación de lo subjetivo y lo objetivo una condición para la
configuración progresiva de la objetividad del conocimiento, la cual se explica y se interpreta; el
conocimiento particular de la subjetividad humana, en cualesquiera de sus niveles, integra, por
su propia condición, reflexiones filosóficas e ideológicas, que de forma explícita o implícita
condicionan el propio avance en el conocimiento del objeto.

El Dr. Diego González Serra define a la teoría psicológica como el “reflejo generalizado de los
diferentes aspectos y leyes del psiquismo que nos ofrece una imagen multilateral y diversa de
este (lo concreto pensado). La teoría es el producto, el resultado de la investigación teórica, o
sea del proceso del pensamiento y de comunicación entre diferentes investigadores en virtud
del cual se obtiene una imagen generalizada, multilateral, lo más completa posible, de aquellos
aspectos y leyes que se investigan en los fenómenos psíquicos.” (4)

Del análisis de estos autores que abordan la teoría con una orientación dialéctico materialista,
se asume en este libro como teoría psicológica, el sistema de construcciones del
conocimiento psicológico a partir de los cuales se explican e interpretan las categorías,
principios y leyes generales de la subjetividad humana.

Consideramos lo teórico y lo empírico como momentos indisolubles del conocimiento científico,


cuya independencia es relativa. La teoría crece y se desarrolla en su momento empírico,
mostrando su capacidad para conducir hacia nuevas explicaciones sobre la realidad que se van
integrando en un cuerpo teórico único, capaz de actuar en áreas que permanecen inaccesibles
al conocimiento. El momento empírico corrobora la capacidad de las teorías para mantener su
desarrollo y la estimula en este proceso, en el cual va creciendo el conocimiento sobre la
realidad y se van abriendo regiones desconocidas de ésta al paso de la ciencia. “Es en la
práctica donde el hombre tiene que demostrar la verdad, es decir, la realidad y el poderío, la
terrenalidad de su pensamiento.” (5) Coincidimos con el Dr. Calviño cuando expresa: “Pero
como toda praxis, la práctica de la Psicología Marxista expresa la necesidad de una unidad
dialéctica indisoluble: la unidad Teoría-Práctica. No hay ni puede haber una práctica consciente,
orientada y productiva sin un marco teórico en el que la misma se inscribe, marco teórico que
surge de una práctica y que vuelve a ella no sólo para confirmarse sino para perfeccionarse y
permitir así un verdadero crecimiento científico” (6)

Se debe distinguir entre teoría científica y teoría del desarrollo de la ciencia. Toda ciencia
contiene un conjunto de teorías. En la Psicología se encuentra la teoría del reflejo, la teoría
asociativa, la teoría de las sensaciones, la teoría del desarrollo intelectual, la teoría de
aprendizaje, entre otras; son consideradas teorías psicológicas. Todas estas teorías tienen por
objeto la vida psíquica o alguna de sus facetas. El proceso de sustitución de una teoría por otra
se realiza según determinadas leyes, surge la necesidad de comprender estas leyes y de
concebirlas teóricamente, es decir, surge la necesidad de elaborar la teoría de la génesis y
sustitución de las representaciones teóricas, las cuales son consideradas teorías del
desarrollo de la ciencia psicológica. Las teorías pueden conducir a la formación de escuelas
psicológicas.

1.1.2. Escuela psicológica.

Cuando surge la Psicología científica, se desarrollan diferentes teorías, las cuales van a dar
lugar a las escuelas psicológicas, al plantearse un objeto de estudio definido y la utilización de
métodos y procedimientos que permiten interpretar la realidad psíquica a partir de la posición
filosófica que adoptan los investigadores.

El Dr. C. Valera define que las escuelas “son agrupaciones científicas que desde las posiciones
generales de las corrientes definen su propio objeto y contenido de estudio y su metodología de
abordaje, muchas veces agrupadas, al menos en sus inicios, en una institución científica o
universidad de determinado país y nucleadas por científicos de avanzada que se instalan como
principales representantes. También se puede decir que la escuela es todo un cuerpo de
doctrina o sistema creado por un científico o más, aceptado, seguido y aún reelaborado por
otros.” (7)

Desde el punto de vista histórico, las diferentes escuelas psicológicas que se fueron
desarrollando partían de considerar la delimitación de un objeto de estudio bien definido. Su
investigación se lograba mediante la utilización de métodos y procedimientos capaces de
interpretar ese objeto, de los cuales se planteaban determinados principios y leyes que
respondían a la concepción filosófica adoptada por el autor o autores y respondían a las
necesidades sociales en ese contexto.

Así surgieron escuelas que fueron conformando su sistema categorial para dar solución a los
problemas relacionados con el psiquismo humano, como el estructuralismo, el conductismo, el
psicoanálisis, la Gestalt, para enumerar algunas de las más importantes. Se observa que cada
una de ellas tratan de estudiar una faceta de la realidad psicológica del hombre; en ellas, el
objeto de estudio se mueve entre el estudio instrospectivo de la conciencia, la conducta
observable en el sujeto, los motivos inconscientes que impulsan la actuación del hombre, hasta
el estudio de la imagen representada en la conciencia. Cada una de ellas parte de leyes y
principios fundamentales y de la utilización de sus métodos propios, para la elaboración de un
sistema teórico.

Definimos como escuela psicológica, un sistema más o menos organizado, de teorías


elaboradas (y reelaboradas) que delimitan su objeto de estudio, poseen un cuerpo
teórico conceptual y se apoyan en los principios fundamentales que sustentan de
acuerdo al enfoque filosófico adoptado por uno o varios autores, utilizan métodos y
procedimientos de investigación para su estudio y brinda desde las posiciones teóricas
que adopta, solución a problemas relacionados con el psiquismo humano.

En la evolución de la Psicología han surgido escuelas psicológicas, que se han mantenido en el


transcurso de la historia, ya que han permitido dar respuestas a problemas relacionados con la
actuación del propio sujeto; han surgido algunas variantes, que en esencia han mantenido la
plataforma teórica de sus orígenes y se conocen como los grandes sistemas psicológicos, entre
ellas tenemos el conductismo y el psicoanálisis Otras poseen vigencia en la actualidad al tratar
aspectos muy puntuales de la psiquis del hombre; por ejemplo, la escuela de la Gestalt ha
influido en el estudio sobre la imagen, específicamente su teoría de la percepción, así como
estudios realizados sobre el aprendizaje, el pensamiento y la terapia grupal. La trascendencia
de las escuelas está determinada por la solución que han dado a los problemas relacionados
con el psiquismo humano.

La Psicología de orientación dialéctico materialista se desarrolló principalmente en la Unión


Soviética, las escuelas que surgieron trataron de dar respuestas a problemas puntuales
relacionados con el mundo psicológico del hombre, así se elaboraron teorías tan importantes
como la de la actividad, la comunicación, la motivación, los procesos cognoscitivos, la
conciencia y otras. Su valor más importante es que establecieron los principios fundamentales
para la interpretación de la vida psíquica del hombre con una orientación dialéctico materialista.
De ella surgieron escuelas que sirvieron de plataforma teórica para el desarrollo de la
Psicología como ciencia en el plano universal, como la concepción histórico- cultural de S. L.
Vigotsky.

Así todas las escuelas psicológicas que han surgido y se han desarrollado hasta la actualidad,
han elaborado sus propias teorías y su sistema categorial, y han establecido los principios y las
leyes para su estudio, como su metodología con vista a interpretar la realidad psicológica del
hombre en su contexto histórico social.

Debemos distinguir entre escuela y movimiento psicológico. Cuando hablamos de


movimiento en la Psicología nos referimos a diferentes concepciones generales que unen a una
comunidad de científicos al tratar determinados aspectos de la vida psíquica, pero no poseen
una unidad conceptual, metodológica y de acción común. Nos referimos al movimiento
funcionalista, al movimiento cognitivista y al movimiento humanista. Por ejemplo, el movimiento
humanista reúne un conjunto de concepciones generales sobre la naturaleza humana y el
mundo, que refutan el enfoque mecanicista de la teoría del hombre del conductismo y el
fatalismo, pesimismo del psicoanálisis. Como elemento común de estas teorías es que se
centran en el estudio del hombre y de su desarrollo.

1.1.3. Corrientes psicológicas.

En el desarrollo de la Psicología se encuentra que el término corriente es utilizado por los


autores de forma diferente. En la historiografía burguesa se trabaja con el objetivo de designar
variantes de escuelas psicológicas clásicas. Así se observa que los autores E. Heidbreder
(1964), B. Wolman (1967), W. Sahakian (1982), llaman corrientes psicológicas al
neoconductismo y el neopsicoanálisis como nuevas concepciones derivadas del conductismo
de J. Watson y el psicoanálisis de S. Freud. Esto lo explican porque las nuevas teorías surgidas
mantienen la misma plataforma teórica que dio origen, aunque incorporan nuevos elementos
para la interpretación de ese objeto. En realidad consideramos que las nuevas posiciones que
van surgiendo, por ejemplo dentro del conductismo, la reacción retardada de W. Hunter, los
mediadores de la conducta de E. Tolman, las variables intermedias de C. Hull y el conductismo
operante de B. F. Skinner, por citar algunos de los más importantes, responden a posiciones
teóricas y metodológicas planteadas por el conductismo clásico, son nuevas variantes de
estudiar la conducta.

Por su parte, M. G. Yaroschevsky, en sus obras relacionadas con la historia de la Psicología,


designa como corriente al funcionalismo norteamericano, esto se debe a que las teorías
elaboradas por su creador W. James, no conforman un cuerpo conceptual estructurado y
coherente que permita explicar su objeto de estudio.

En la literatura científica revisada no se encuentran trabajos dirigidos a dilucidar las diferencias


existentes entre escuelas y corrientes psicológicas, aunque se trabaja con estos términos. En
las obras elaboradas por los Dres. Carolina de la Torre y Manuel Calviño se trasluce que las
corrientes psicológicas son movimientos más generales del pensamiento y en ellas se expresan
las diversas teorías y escuelas psicológicas.

En la actualidad, el Dr. Valera, que ha investigado con este fin, define por corriente "aquella
tendencia de carácter general y filosófico que desde una interpretación de la relación del
hombre con el mundo, determina la naturaleza de lo psicológico, produciendo una orientación
global en la práctica investigativa y las elaboraciones teóricas de la Psicología." (8)

Coincidimos con este autor y consideramos que la corriente psicológica es un conjunto de


posiciones teóricas de carácter general, enlazadas por un núcleo común, que
generalmente agrupa a varios seguidores quienes desde su posición filosófica la
sustentan, divulgan, aplican y trascienden de los marcos de la comunidad científica
específica. Cuando hablamos por ejemplo, de la corriente conductista, hacemos referencia a la
escuela conductista desde su surgimiento y sus diferentes variantes, hasta llegar a los
momentos actuales: el conductismo social de Albert Bandura y el movimiento conductista
norteamericano. El núcleo común es el estudio de la conducta, opera con métodos objetivos
para la modificación del comportamiento y no toman en cuenta el estudio de la subjetividad del
hombre.

1.1.4. Leyes y principios psicológicos.

La ley es definida por la filosofía marxista leninista como “el vínculo esencial, reiterativo y
necesario que se dan en un grupo de fenómenos con carácter de regularidad.” (9)
F. Engels señaló que “(...) la materia, en su ciclo último, se mueve con sujeción a leyes que, al
llegar a determinada fase (…) produce necesariamente, en los seres orgánicos, el espíritu
pensante.” (10) Añade, “(…) las leyes del pensamiento y las leyes naturales coinciden
necesariamente entre sí, cuando se las conoce de un modo certero.” (11)

El sistema de conceptos formados por el hombre en el proceso cognoscitivo no es otra cosa


que el reflejo de los nexos internos de los fenómenos y procesos entre sí. Los filósofos
idealistas intentan negar el carácter objetivo de las leyes, considerando que son fruto de la
razón humana, mientras que la dialéctica materialista señala que la ciencia tiene la tarea de
descubrir sus leyes en el mundo objetivo.

La Psicología, lo mismo que otros campos de investigación, se halla subordinada en su


desarrollo a una ley determinada, a la lógica del desarrollo de la ciencia. Se indica también, que
este determinante no orienta unívocamente el movimiento del pensar, sino en interacción con
otros determinantes de orden social, ideológico y personal. La propia realidad psíquica no es
una esencia aislada, sino algo condicionado desde un principio por otros procesos biológicos y
sociales.

Las leyes psicológicas son los nexos internos esenciales, reiterativos y necesarios que se
dan en los fenómenos psicológicos.

Desde el punto de vista histórico, al surgir el hombre y con él su psiquis, se intentó explicar el
funcionamiento psicológico del hombre y por ende las relaciones que se establecen entre los
fenómenos psíquicos. La interpretación causal estaba determinada por el propio desarrollo de
la Filosofía y de otras ciencias en cada época. El conocimiento sobre las leyes que establecían
esos nexos evolucionó, de las leyes naturales, a leyes espirituales, a leyes de la mecánica, a
las biológicas y sociales. La propia concepción filosófica que subyace para el análisis del
psiquismo humano determina el desarrollo de las leyes. El desarrollo de la Psicología como
ciencia trajo aparejado el análisis de las leyes que establecen la conexión entre los fenómenos
psicológicos. Así por ejemplo podemos señalar, que las primeras escuelas psicológicas
establecieron las leyes psicofísica (y paralelismo), la psicofisiológica, de la asociación
(combinación, contigüidad, degradación, progresión, contraste, entre otras); y posteriormente
las leyes biogenéticas (instintivas) y sociogenéticas (dentro de ella se plantean leyes
específicas para el aprendizaje: asimilación, combinación, predisposición, efecto y ejercicio).
La Psicología de orientación dialéctico materialista realiza un análisis crítico de las teorías
psicológicas de orientación idealista; las que son contradictorias y no conciliables y lastradas
por una concepción filosófica que no les permiten una visión objetiva de la realidad, que
plantean como determinantes las leyes biológicas o las leyes sociales. La Psicología Marxista
reconoce tanto las leyes biológicas como sociales, y considera que las leyes histórico-sociales
son las determinantes en el desarrollo de la psiquis, en tanto que las leyes biológicas se
encuentran subordinadas a éstas. “Las leyes del pensar abstracto que se eleva de lo simple a
lo complejo, responden al proceso histórico real.” (12)

Las leyes se materializan mediante los principios. La filosofía dialéctica materialista define que
el principio “es un concepto central, el fundamento de un sistema, concepto y fundamento que
constituyen una generalización y la aplicación de algún principio a todos los fenómenos que se
producen en la esfera de la que ha sido abstraído el principio dado.” (13) En el principio
subyace la concepción filosófica de que se parte para la explicación de los conocimientos
científicos y es la concreción de la ley.

Los principios de la Psicología son los fundamentos teóricos y metodológicos generales


que permiten la descripción, explicación e interpretación del funcionamiento de la
actividad psíquica, por lo que responden a un enfoque filosófico determinado.

En el desarrollo histórico de la Psicología, en un inicio dentro de la Filosofía (y la Teología) el


paso de las representaciones empíricas a las teóricas estuvo dirigido a dos direcciones: la
consolidación del principio de la dependencia universal de los fenómenos psíquicos que se
observan con respecto a las causas naturales; y el principio del espiritualismo, donde las
fuerzas sobrenaturales rigen la psiquis humana. Más adelante, en la época del capitalismo pre-
monopolista, se plantean principios que brindan los fundamentos para la interpretación de los
fenómenos psíquicos como el sensualista, racionalista, empirista y asociacionista.

Con el surgimiento de la Psicología como ciencia independiente y el establecimiento de


escuelas psicológicas se manifiestan otros principios: el mecánico-atomista, el de integración,
el irracionalista, el asociacionista, el de la causalidad mecánica externa, entre otros. La
Psicología de orientación dialéctico materialista es la que plantea por primera vez un sistema de
principios: principio del determinismo materialista- dialéctico, principio de la naturaleza social de
la psiquis humana, del desarrollo, del historicismo y el principio de la unidad psiquis- actividad.
En los principios se revelan posiciones idealistas (subjetiva u objetiva) o materialistas
(espontáneo, mecánico, biologicista o dialéctico), para la explicación de la actividad psicológica
humana, en dependencia del desarrollo de la Filosofía, las Ciencias Naturales y la propia
Psicología.

La Psicología dialéctico materialista plantea que en el desarrollo de las teorías psicológicas


existe correspondencia entre las leyes y los principios. De una ley psicológica se pueden
derivar varios principios, y un mismo principio psicológico responde a la concreción de varias
leyes.

Consideramos que el punto de partida para el análisis de los principios en el desarrollo histórico
de la Psicología lo constituye el principio del determinismo, que revela el condicionamiento
causal y regulado de los fenómenos psíquicos, y responde a las leyes histórico- sociales. S. L.
Rubinstein planteó: “El desarrollo de la Psicología científica es la historia de la lucha por el
determinismo.” (14)

1.1.5. Las categorías psicológicas.

Para la filosofía dialéctico materialista las categorías “son principios organizativos del
pensamiento, puntos clave de la relación del sujeto y el objeto, que abarcan toda la riqueza de
objetos y fenómenos.” (15), las cuales se encuentran vinculadas entre sí de tal modo que cada
una de ellas puede ser comprendida sólo como elemento de un determinado sistema. “El todo
tal como aparece en el cerebro, como un todo mental, es un producto del cerebro pensante que
se apropia el mundo.”(16) Es decir, son los conceptos fundamentales que reflejan las
propiedades, facetas y relaciones más generales y esenciales de los fenómenos de la realidad
y de la cognición. Ellas se han formado en el proceso de desarrollo histórico del conocimiento
sobre la base de la práctica social.

Coincidimos con el criterio de M. G. Yaroschevsky que define las categorías psicológicas como
“las formas y organizadores más generales y estables del pensamiento, que están
interrelacionados entre sí y que no son reducibles unas a otras. Ellas no son una
creación espontánea del pensamiento, sino un reflejo activo de la independencia de la
realidad respecto del pensamiento.” (17)
La Psicología ha elaborado sus categorías, las cuales reflejan las propiedades más generales
de la actividad psíquica. La interconexión interna de estas categorías está condicionada por el
hecho de reflejar distintas facetas de una realidad psíquica única.

Desde tiempos inmemoriales, las necesidades de la vida en sociedad obligaron al hombre a


distinguir sutilmente, empíricamente, los motivos de la conducta y las propiedades del carácter
de sus conocidos. Las acciones del hombre, su memoria o su atención, las resoluciones
tomadas o el curso de los pensamientos se explicaban mediante una representación mitológica
sobre la categoría alma como fuerza oculta, principio explicativo de los fenómenos internos. A
finales del Siglo XIX, estas representaciones mitológicas dieron pasos a representaciones
científicas, debido al desarrollo alcanzado por las Ciencias Naturales; la realización de
experimentos, observaciones y mediciones en los laboratorios fisiológicos, en las clínicas para
enfermos nerviosos, entre otros; produjo la construcción de un sistema de categorías del
conocimiento psicológico como conocimiento objetivo y causal, surgiendo la Psicología como
ciencia.

El análisis categorial abrió amplias perspectivas para la investigación de la dinámica de las


ideas científicas, de la lógica de su desarrollo, de la elaboración de los problemas radicales de
la historia, la teoría y la organización de la actividad investigativa. Además, comprendió los
acontecimientos más importantes que registra la Psicología del siglo XX, en particular su
integración en escuelas y la desintegración de las escuelas mismas. Así surge el estudio de
categorías importantes como imagen, conciencia, acción, conducta, motivo, inconsciente, entre
otros.

La lógica del desarrollo de la ciencia se distingue de otras direcciones, por su tendencia


histórico- objetal. Su fin estriba en descubrir la evolución de categorías y principios mediante los
cuales se forma el conocimiento acerca de una determinada esfera de la realidad, en este
caso, acerca de los actos psíquicos. La ciencia psicológica opera con su propio aparato
categorial y con conceptos adecuados al contenido de su objeto de estudio.

1.1.6. Tendencias del desarrollo de la Psicología.

En el Diccionario de Psicología se comprende como tendencia la “característica de ciertos


movimientos, cambios, cursos de acontecimientos o masas de datos de cualquier índole, por la
cual muestran una línea definida o dirección de progresión, o un acercamiento a algún punto o
meta que los fenómenos o datos observados pueden no lograr. Suele usarse en relación con
una especificación de punto o meta que los datos parecen perseguir.” (18)

El Dr. C. Orlando Valera plantea que “las tendencias pueden clasificarse en corrientes,
escuelas y teorías, según el grado de generalidad y penetración científica en el análisis del
fenómeno psíquico.” (19) Sin embargo, en la evolución de las teorías psicológicas no aparece
definido este término.

El criterio fundamental para la conceptualización de tendencia del desarrollo de la Psicología


se basa en los postulados de la Filosofía Marxista Leninista relacionados con la dialéctica del
desarrollo. Engels expresó: “La dialéctica de la mente es simplemente la imagen refleja de las
formas de movimiento del mundo real, así en la naturaleza como en la historia.” (20)

La dialéctica materialista examina el pensamiento y la cognición en su devenir en el proceso de


su desarrollo, y en ellos está contenida, como tendencia, su futuro, es decir, aquello que
devendrá. En este sentido, ve también la teoría del conocimiento como generalización de la
historia del conocimiento, en que cada concepto, cada categoría, a pesar de su carácter
mínimo de generalidad, llevan la impronta de la historicidad.

Engels señaló: “La dialéctica llamada objetiva domina toda la naturaleza, y la que se llama
dialéctica subjetiva, el pensamiento dialéctico no es sino un reflejo del movimiento a través de
contradicciones que, en su pugna en la que acaba siempre desapareciendo lo uno en lo otro
que lo contradice elevándose ambos términos a una forma superior.” (21)

La categoría principal de la dialéctica materialista es la contradicción, donde se descubre la


fuerza motriz y la fuente de todo desarrollo. En esta categoría se encuentra la clave de todos
los demás principios y categorías del desarrollo dialéctico, es decir, el desarrollo por medio de
la transformación de los cambios cuantitativos en cualitativos, la interrupción de la gradualidad,
los saltos, la negación del momento inicial del desarrollo y la negación de esta misma negación,
la repetición, sobre una base superior, de ciertas facetas y rasgos del estado inicial.

Todo proceso singular del desarrollo tiene principio y fin, con la particularidad de que ya en el
comienzo, en la tendencia se halla contenido el fin del desarrollo, y la culminación de
determinado ciclo establece el principio de uno nuevo en el que pueden repetirse algunas
particularidades del primero. Esta particularidad del desarrollo puede representarse como la
imagen gráfica de un espiral que se desarrolla verticalmente, de modo que cada nueva espira
parece repetir lo anterior pero a un nivel más alto y en su conjunto se obtiene la imagen de un
desarrollo ascendente, progresista. Engels señaló: “El movimiento, en el sentido más general
de la palabra, concebido como una modalidad o un atributo de la materia, abarca todos y cada
uno de los cambios y procesos que se operan en el universo, desde el simple desplazamiento
de lugar hasta el pensamiento.” (22)

Así cuando se habla de desarrollo, abarca aspectos estrechamente interrelacionados y en


interdependencia uno de los otros, cuando el movimiento o variación conducen a formas
nuevas y superiores, a estructura y conexiones funcionales más complejas, mejor adaptadas y
de una mayor eficacia, cualidades nuevas que se originan dada la concatenación universal de
los fenómenos y procesos de la realidad objetiva y a las contradicciones internas inherentes a
todo lo existente, que mediante paulatinas transformaciones cuantitativas posibilitan, a través
de “saltos”, la aparición de lo nuevo, que niega dialécticamente lo que le dio origen.

Marx expresó: “La llamada evolución histórica descansa en general en el hecho de que la
última forma considera a las formas pasadas como grados que conducen a ella, siendo capaz
de criticarse a sí misma alguna vez, y solamente en condiciones muy determinadas, (…) incluso
como tiempos de decadencia.” (23)

Definimos como tendencia del desarrollo de la Psicología, la dirección u orientación que


asume el pensamiento psicológico en su devenir, tiene un enfoque filosófico que la
sustenta, está determinada socio-históricamente; se expresan concretamente en las
diferentes interpretaciones de ideas, teorías, escuelas y categorías psicológicas que se
adoptan, desarrollan y construyen en la ciencia, en dependencia de las condiciones
socio-históricas concretas.

Se define el pensamiento psicológico, como el sistema de ideas, juicios y generalizaciones


acerca del psiquismo que como resultado del proceso de la actividad teórica refleja la
práctica social y orienta su transformación.

Cuando, desde lo histórico, se estudian los conocimientos psicológicos inmersos dentro de la


Filosofía, la Pedagogía y las Ciencias Naturales, al no haber surgido la Psicología como
ciencia, se hace referencia a ideas psicológicas.
Entendemos como ideas psicológicas, a “las reflexiones de contenido psicológico
presentes en un pensador y que no tienen como base un objetivo declarado en este
sentido.” (24)

Los aspectos de la ciencia que van a ser tomados como unidades de análisis para fundamentar
los conocimientos psicológicos serán: las ideas, teorías, categorías, leyes y principios
psicológicos, que se trabajarán en dependencia del período en que se analizan, con el objetivo
de interpretar las tendencias del desarrollo en la Psicología en los diferentes períodos históricos
y determinar cuáles contribuyeron al desarrollo de la enseñanza y la educación en función de
los intereses y necesidades de la sociedad.

1.2. Fundamentos generales de la investigación histórica psicológica.

La investigación histórica requiere de una serie de operaciones tendientes a enriquecer el


conocimiento acerca del origen y desarrollo de las distintas sociedades humanas.

La Filosofía Marxista- Leninista es la base metodológica para interpretar el desarrollo histórico


de la ciencia psicológica, partiendo de los principios del materialismo dialéctico e histórico.

El materialismo dialéctico brinda el basamento metodológico para interpretar de forma


adecuada el objeto de estudio de la Psicología, se puede conocer desde las condiciones
históricas en que se desarrolla, el estudio del fenómeno psíquico en su concatenación,
desarrollo y en su devenir histórico, y brindar una valoración crítica de acuerdo a los enfoques
adoptados por pensadores, teorías y escuelas psicológicas. Para ello el método fundamental
que se debe utilizar es la ascensión de lo abstracto a lo concreto pensado, con el objetivo
de abstraer e integrar los nexos esenciales del conocimiento psicológico en su desarrollo
histórico y revelar las tendencias del desarrollo, que es lo concreto pensado.

Marx señaló “(…) el método que consiste en elevarse de lo abstracto a lo concreto no es sino la
manera de proceder del pensamiento para apropiarse lo concreto, para reproducirlo
mentalmente como cosa concreta.” (25) El análisis y la síntesis están presentes como
procedimientos del pensamiento.

El método histórico lógico aplicado a la Psicología, permite determinar la trayectoria de la


evolución del estudio de los fenómenos psicológicos, del pensamiento y de las teorías
psicológicas en su devenir. El método lógico se utiliza para investigar las leyes más generales
del funcionamiento y desarrollo de los fenómenos psicológicos. Lo lógico reproduce lo histórico,
despojado de lo casual y de lo individual que no es esencial en la comprensión del fenómeno
psíquico, lo que constituye su esencia.

Lo lógico se encuentra unido a lo histórico como método, debido a que se analiza la trayectoria
del objeto de estudio tomando en cuenta las condiciones, políticas y sociales en que se
desarrollaron. Permite poder interpretar y valorar críticamente las diferentes posiciones
adoptadas por los pensadores de acuerdo al contexto histórico y la lógica de su desarrollo.

El método de estudio documental, permite apreciar muchos aspectos importantes del


desarrollo alcanzado en la Psicología en los períodos en que se estudia, ayuda a establecer los
vínculos y valores propios de la Psicología en esos momentos y seguir la dinámica de la
interacción entre los diversos aspectos en esta ciencia. Brinda información auténtica y
confiable, fundamentalmente mediante publicaciones como libros, artículos, investigaciones,
documentos; se interpreta el contenido bajo determinada óptica establecida en cada caso
concreto y con espíritu crítico.

Las fuentes históricas son los mediadores entre el investigador y el hecho histórico. Son los
portadores de los datos históricos del pasado y además resultado de la actividad humana; es
fuente histórica todo lo que ha llegado hasta nosotros como efecto cognoscible de los hechos
(documentos, libros, cartas, eventos, entre otros); y su utilización está en dependencia del
objeto que se investiga.

En su obra Problemas Filosóficos de la Psicología (1984), el Dr. Diego González Serra


fundamenta la unidad existente entre la investigación teórica, la empírica y la práctica
profesional. Si entendemos como práctica profesional psicológica a toda aquella labor en la
cual tiene una aplicación la teoría psicológica y la investigación científica en que esta se
expresa y desarrolla, consideramos que resulta importante analizar cómo se manifiesta esta
relación entre teoría y práctica en el estudio de las teorías psicológicas por los diferentes
pensadores.

La práctica psicológica posee como fin inmediato el satisfacer necesidades que le plantea la
vida social, es decir, solucionar determinado problema, para lograr un conocimiento lo más
objetivo y completo posible acerca de las diferentes concepciones teóricas y metodológicas que
han existido a lo largo del desarrollo histórico de la Psicología, pero fundamentalmente para
transformar dicho objeto, es decir, para poder valorar críticamente estas concepciones a partir
de un análisis de lo que pueda haber de positivo o negativo en cada una de ellas, lo cual
permitirá a su vez profundizar, enriquecer o modificar la teoría psicológica.

Para ello, es necesario tanto la investigación empírica como la teórica, ya que los resultados de
ambas permiten enriquecer y fundamentar todos aquellos contenidos que aplicamos en nuestra
práctica profesional, pero a su vez ésta le proporciona los hechos, los datos, y
fundamentalmente la demostración de la veracidad o no de los resultados obtenidos a través de
la investigación científica. Por ejemplo, valorar y verificar la validez de las diferentes teorías del
aprendizaje surgidas en la Psicología.

Sin embargo, se hace necesario diferenciar entre la investigación empírica y la teórica, y


destacar la forma particular que estas adoptan en el estudio de la Psicología.

La investigación empírica, va de lo concreto a lo abstracto, es decir, del hecho único al


descubrimiento de leyes generales empíricas en que en él se manifiestan. La investigación
teórica va de lo abstracto a lo concreto pensado, es decir, apoyándose en las investigaciones
empíricas y en los hechos generalizados que estas han establecidos, partiendo de estas
generalizaciones empíricas establece generalizaciones teóricas, que en su unidad dialéctica
nos descubren el objeto en su multilateralidad y diversidad concretas.

Existen diversas manifestaciones de la investigación empírica en el campo de la historia de la


Psicología:

- los hechos científicos obtenidos mediante la observación externa u objetiva, no lo constituyen


los registros fisiológicos o conductuales de un sujeto, ya que esto resulta imposible cuando
queremos investigar acerca de un autor o de una escuela determinada. Los hechos científicos
en este caso lo constituyen los documentos históricos, los acontecimientos políticos,
económicos, sociales y los descubrimientos científicos (no solo sociales sino también los
conocimientos naturales), que se producen en el lugar y en el momento histórico en que el
autor vivió y desarrolló su obra, recogidas en libros, materiales de prensa, obras de otros
científicos, biografías, entre otros.
- los hechos científicos que son producto de la introspección, lo constituyen en la mayoría de
los casos, las obras del propio autor que queremos investigar, en las cuales expresa sus
reflexiones, sus ideas, su pensamiento, sus vivencias, o bien, en los casos en que se investigue
sobre un autor que se encuentre vivo, sus propios reportes acerca de estos aspectos.

Sin embargo, para conocer el objeto en su integridad, en su diversidad, contradictoria y


concreta, se debe investigar dichos objeto en todas sus relaciones, en la unidad dialéctica de
contradicciones internas y externas, en su génesis y desarrollo, en sus diversas relaciones, y
así podemos descubrir en qué momento o relación se aprecia su naturaleza específica y
dominante, y en qué otra relación contiene su opuesto y cómo cambia, cómo se transforma en
su contrario. Es decir, a través de la investigación teórica y mediante la aplicación del método
dialéctico materialista, que en nuestro caso, se expresa en el método histórico lógico, es
posible integrar las generalizaciones o abstracciones basadas en determinados hechos que nos
aportan las investigaciones empíricas, y elaborar conceptos y leyes a un nivel teórico.

Así vemos como a partir de los resultados de investigaciones empíricas anteriores, podemos
llegar a conocer por ejemplo, las concepciones teóricas, metodológicas y filosóficas de
diferentes autores, así como el conocimiento de las condiciones históricas en que estas
concepciones se desarrollaron, pero sólo con la utilización del método histórico lógico es
posible llegar a comprender las leyes, las regularidades del pensamiento psicológico del autor,
en una etapa, en una escuela, y aún en toda la historia del pensamiento psicológico, desde su
surgimiento hasta la actualidad.

La investigación histórica implica por lo tanto, la revisión y el análisis de las teorías


precedentes, lo que permite estudiar el fenómeno en su génesis y desarrollo, en lo que tiene de
contradictorio respecto a concepciones anteriores y a su vez, lo que tiene de novedoso, de
transformador, y por tanto, nos permite apreciar su naturaleza específica y dominante, teniendo
en cuenta el momento y el lugar en que ésta se desarrolla.

La investigación psicológica debe desarrollarse en su unidad, la penetración y la determinación


recíproca entre la investigación teórica y la investigación empírica, conjuntamente con la
práctica profesional. De no ser así, se puede caer en un empirismo exagerado, que desprecie
la importancia de la teoría o de la investigación teórica para el análisis de los hechos (ejemplo,
el conductismo), o bien en una interpretación especulativa donde se trata de someter los
hechos a la teoría y no de verificar o comprobar la teoría a través de los hechos, de la
comprobación empírica de la teoría (ejemplo, el psicoanálisis).

Para que la historia del conocimiento psicológico esté al servicio de la elaboración de la teoría
de este conocimiento (y por tanto, al servicio del surgimiento de nuevos conocimientos
históricos y del progreso de las investigaciones psicológicas concretas), ella misma, es decir,
esta historia, debe estar revisada desde el punto de vista teórico.

El Marxismo ha demostrado la falsedad de la interpretación del desarrollo del conocimiento


científico como desarrollo espontáneo de las estructurales intelectuales. El movimiento del
pensamiento científico se deriva de la práctica histórico- social, observando el largo proceso
histórico, uno de los cuales es el cuadro de la actividad psíquica, descubrimos su carácter por
etapas, donde el tránsito de una fase a otra se pone de manifiesto la lógica del desarrollo de la
Psicología.

El principio del determinismo como condicionalidad regular, causal, conveniente y sistemática


de los fenómenos, por la interacción de los factores materiales, forma el nervio vital del
conocimiento científico. Como principio explicativo, el determinismo no es algo invariable y dado
de una vez para siempre, para todas las épocas. El mismo se transforma, se profundiza, se
enriquece bajo la influencia de la práctica social, incluyendo la práctica de las investigaciones
científicas.

Otro aspecto que queremos referirnos, es el estudio realizado por diferentes autores que se
han dedicado a la historia de esta ciencia, revelan la determinación de etapas que se
corresponden con las diferentes formaciones económicas y sociales. Para el estudio de las
teorías psicológicas que se han manifestado históricamente en América Latina y
particularmente en Cuba se trabaja con periodizaciones.

Se entiende por periodización en el estudio histórico de la Psicología “las etapas o períodos


históricos en que se divide el análisis del conocimiento psicológico, donde se reflejan las
condiciones económicas, políticas y sociales que marcan hitos para su estudio y el desarrollo
alcanzado por la ciencia del psiquismo.” (26) Se fundamenta una periodización teniendo en
cuenta determinados criterios: el marco socio- histórico, las tendencias filosóficas, las
características de la educación, las tendencias de la Psicología universal; lo que permitió el
estudio de las teorías psicológicas más relevantes que establecieron pautas para el surgimiento
y el desarrollo de la Psicología en Cuba.

1.3. Premisas filosóficas para el surgimiento y


desarrollo de las teorías psicológicas.

Las teorías psicológicas que se desarrollan a partir del surgimiento de la Psicología como
ciencia, poseen como premisas filosóficas el voluntarismo y el irracionalismo, el positivismo y el
materialismo que a su vez evolucionaron y dieron lugar a otras concepciones filosóficas.

El voluntarismo es una corriente idealista subjetiva que supone que la voluntad constituye el
fundamento primario del mundo. La contrapone a las leyes objetivas, y niega que la
voluntad humana está condicionada por el medio circundante. Las teorías psicológicas que
se desarrollan a partir de esta posición filosófica es la escuela estructuralista, la escuela
de Würzburgo y la Psicología de la Gestalt.

El irracionalismo es una corriente idealista subjetiva que declara que el mundo es caótico,
irracional e incognoscible. Sitúan en primer plano la fe (irracionalismo fideísta), el instinto
(freudismo), la voluntad inconsciente (Schopenhauer), la intuición (Bergson, James), la
existencia (Kierkegaard). Orientación que niega la posibilidad del conocimiento adecuado de las
leyes objetivas del desarrollo social. La teoría psicológica que se desarrolla a partir de esta
concepción es el psicoanálisis.

De estas corrientes filosóficas se derivan además, el pragmatismo y el existencialismo.

El pragmatismo es una doctrina según la cual todo el significado de un concepto se expresa en


consecuencias práctica. Corriente idealista subjetiva que parte del denominado “principio del
pragmatismo”, que determina el significado de la verdad por su utilidad práctica. La concepción
subjetivista de la práctica y de la verdad, conduce al pragmatismo a definir el concepto (idea)
como “instrumento” de la acción (J. Dewey) y el conocimiento como conjunto de verdades
subjetivas. Por utilidad práctica entiende aquello que satisface los intereses subjetivos del
individuo. La división entre sujeto y objeto del conocimiento se establece únicamente dentro de
la experiencia.
El existencialismo es una corriente irracionalista que intenta crear una nueva concepción del
mundo en consonancia con los estados de ánimo de la sociedad burguesa. Parte de la unidad
entre el sujeto y el objeto, dicha unidad se haya encarnada en la “existencia”, es decir, en cierta
realidad irracional. Para adquirir conciencia de sí mismo como “existencia”, el hombre ha de
encontrarse en una “situación límite”. El procedimiento verdadero de cognición, de penetración
en el mundo de la “existencia” es la intuición (experiencia existencial) que es el método
fenomenológico para solucionar el problema de la libertad definida como elección que hace el
hombre de su posibilidad. Esta corriente representa el sustento filosófico del movimiento
humanista en la Psicología.

El positivismo es una corriente idealista subjetiva, que plantea que el objetivo de la ciencia se
cifra en la descripción pura de los hechos dados por las sensaciones. Limita el conocimiento a
la experiencia inmediata. La teoría psicológica que adopta esta posición filosófica es el
conductismo norteamericano.

El materialismo es la doctrina filosófica que se opone al idealismo, afirma el carácter primario


de la materia y el carácter secundario de lo espiritual, de lo ideal. Entiende que la conciencia es
un producto de la materia y la concibe como un reflejo del mundo exterior, con lo cual afirma
que la naturaleza es cognoscible. En la Psicología se encuentran diferentes manifestaciones de
materialismo, el mecanicista, el biológico, y el dialéctico materialista. Las principales teorías
psicológicas que parten de esta concepción son: el conductismo ruso como reflexología y
reactología y la psicología de orientación dialéctica materialista.

El siguiente cuadro resume las ideas expresadas anteriormente:

Premisas Filosofía Teorías Objeto de Métodos Representantes


filosóficas psicológicas estudio

Irracionalismo Pragmatismo Funcionalismo Actos de la Introspección W. James


y voluntarismo conciencia
J. Dewey

E. Thordinke
Inconsciente
Irracionalismo Psicoanálisis Asociación S. Freud
Libre
A. Adler

C. Jung

Voluntarismo Estructuralismo Estructura de la W. Wundt


conciencia Introspección
E. Titchener
Conciencia
Würzburgo K. Margo
Fenomenológic
o A. Mayer
Imagen de la
Gestalt conciencia Whertheimer

Fenomenológic W. Kohler
o
Koffka

K. Lewin

Positivismo Positivista Conductismo Conducta Métodos J. Watson


norteamericano objetivos
B. F. Skinner

A. Bandura

Materialismo Materialismo Reflexología Conducta Métodos V. M. Bejterev


Mecánico objetivos

Métodos
Reactología Conducta objetivos K. N. Kornilov

Materialismo
Dialéctico Psicología de Psiquis como Dialéctico L.S. Vigotsky
orientación un reflejo de la materialista
A.N. Leontiev
dialéctico realidad.
materialista
L.I. Bozhovich

S. L. Rubinstein

1.4. Premisas científicas naturales para el


surgimiento y desarrollo de la Psicología como ciencia independiente.

La independencia de la Psicología como ciencia se halla unida a la labor de los fisiólogos


naturalistas y el desarrollo alcanzado por las ciencias naturales, especialmente la Biología y la
Fisiología.

Existen líneas principales de desarrollo del pensamiento psicológico y en dependencia del


desarrollo alcanzado por las Ciencias Naturales, dentro de ellas tenemos:

- Representada por los naturalistas alemanes: Helmholtz, Weber, Fechner y por el


holandés Donders, se hallaba vinculada al análisis experimental y matemático de las
sensaciones y de los actos motores, de la sensibilidad y de la reactividad del organismo. Los
resultados de esta orientación se convirtieron en la base del primer programa de psicología
experimental representado por Wundt.

- La teoría evolucionista de Ch. Darwin, que produjo hondas transformaciones en las


ciencias no ya de la vida, sino además, del hombre.

- El estudio de la neurosis y del hipnotismo, representada por los neurólogos franceses.

- Los estudios realizados por Séchenov considerado el padre de la fisiología rusa, quien
creó un nuevo sistema de ideas psicológicas apoyándose en la teoría del reflejo.

Cada una de estas líneas u orientación aportó a la elaboración de las categorías que, habiendo
transformado la realidad psíquica en objeto del conocimiento científico, también determinan el
pensamiento del investigador contemporáneo.
Entre las premisas científicos naturalistas de la transformación de la Psicología como ciencia
independiente, tenemos:

- La Escuela físico- química en la Biología

- El darwinismo

- La teoría del reflejo

- La Psicofisiología de los órganos de los sentidos

- La Psicofísica

- Las investigaciones sobre el tiempo de reacción

- La Psicología Asociacionista a mediados del siglo XIX.

- La Escuela físico- química en la Biología.

A mediados del siglo XIX existieron grandes cambios en la Fisiología, estuvieron condicionados
por una serie de descubrimientos, entre los cuales es necesario señalar, en primer lugar, la
difusión de la ley de la conservación de la energía de la naturaleza viva. Se demostró que el
organismo extrae la energía desde fuera, y en el mismo no hay nada excepto las
transformaciones de los distintos tipos de energía.

El principio de la conservación de la energía estimuló el auge de las investigaciones


fisiológicas. En la década del 40, un grupo de jóvenes discípulos del científico de orientación
vitalista I. Müller, hizo en contra de su maestro un juramento solemne de explicar todos los
fenómenos de la naturaleza viva exclusivamente en categorías de la Física y de la Química.
Estos discípulos que entraron en la historia con el nombre de escuela físico-química,
destruyeron los prejuicios vitalistas y ejercieron la posición de incluir lo psíquico en el sistema
general de la naturaleza. Los máximos representantes fueron Helmholtz, Du Bois- Raymond,
Karl Ludwig, entre otros; fueron inspiradores de aquellos que en un período posterior hicieron
de la psicología una ciencia experimental.

La idea de que el organismo es un subsistema energético- molecular incluido en la energética


general de la naturaleza, cobró importancia para la Psicología en varios sentidos:

- En su base, la concepción determinista de la actividad vital, recibió una nueva expresión


que confirmó la unidad del organismo y el medio al nivel de la interacción energética y no de la
macro mecánica, como se planteaba hasta esos momentos.

- Comenzaron a buscarse métodos para combinar la nueva ley con la realidad de los
procesos psíquicos.

El enfoque físico- matemático de los fenómenos orgánicos cultivado por la nueva escuela, creó
las premisas para aplicar los métodos experimentales y matemáticos al análisis de los actos
neuro- psíquicos.

La escuela físico- química en la Biología, adquirió un gran significado para la Psicología, donde
afirmaba la unidad del organismo y el medio en el nivel energético y la búsqueda de aplicar la
ley con la realidad de los procesos psíquicos. No obstante, las leyes universales de la
naturaleza, conservando su irrevocabilidad en relación con los objetos cualitativamente
diferentes de los cuerpos inorgánicos, adquieren en el nivel biológico un modo de actuar
específico, por eso las leyes de la actividad neuro- psíquica no pueden deducirse directamente
de las físico- químicas.

- El darwinismo.

Para la escuela físico- química el determinismo era identificable con el concepto de causalidad
mecánica. Este concepto fue diferenciado por la teoría de Charles Darwin, la cual descubrió la
determinación específica de sistemas de un orden más complejo que los mecánicos.

Esta doctrina planteó un nuevo principio explicativo, según el cual la fuerza motriz del desarrollo
del organismo vivo no está en las interrelaciones mecánicas con el medio, sino en las
interrelaciones de adaptación.
El darwinismo planteó un nuevo esquema de relaciones deterministas entre el organismo y el
medio. El medio ha resultado una fuerza no sólo capaz de provocar sino también, de modificar
la actividad vital, es decir, el medio se ha manifestado no sólo como fuente de influencias sobre
el organismo, sino también como objeto de las acciones del organismo, las cuales lo ayudan a
mantener la correspondencia necesaria de lo externo y de lo interno para sobrevivir.

Otra idea importante de la teoría de Darwin fue que varió el concepto de organismo. Hasta
estos momentos se consideraba el cuerpo vivo como una máquina fijada de una vez y para
siempre por la construcción física y psíquica. A partir de esta teoría evolucionista, resultó que el
organismo es el producto de la interacción con el medio en el desarrollo filogenético y
ontogenético, y las particularidades orgánicas internas inherentes a él están condicionadas por
las leyes de la evolución. La vida de la especie se convirtió, mediante el mecanismo de la
herencia, en la determinante principal de la vida del individuo.

La teoría de Darwin planteó un nuevo modelo de análisis de la conducta en general y de sus


componentes en particular. Al igual que los modelos anteriores, este explicaba lo psíquico
partiendo de los factores que actúan sobre él; sin embargo tomó como punto de partida las
interrelaciones del organismo íntegro con las condiciones de su existencia, concediendo el
papel principal a las últimas. Centrando la atención en la importancia de las funciones psíquicas
en el proceso de la vida, la teoría de Darwin asestó un serio golpe al epifenomenismo que
concomitaba con el cuadro mecánico del mundo.

Como resultado, significó un acercamiento de los fenómenos psíquicos y orgánicos desde el


punto de vista de un parentesco biológico real. La Psicología comenzó a tomar sus ideas
deterministas no de la mecánica, sino de la biología evolucionista; varió todo el estilo de pensar
psicológico.

El resultado más importante del cambio producido fue la introducción de los métodos objetivos,
genéticos y estadísticos, así como el surgimiento de la categoría de conducta.

La aplicación directa de los principios de la herencia, la mutabilidad y la selección natural al


estudio de lo psíquico resultó insuficiente, y hasta reaccionaria en la esfera de la conducta
humana, pero el nuevo criterio sobre el organismo y su lugar en la naturaleza, ampliando
sustancialmente las posibilidades del conocimiento científico de la actividad psíquica, se
convirtió en aquel peldaño necesario hacia la psicología determinista, como lo fue en su época,
la mecánica con relación a la propia biología.

- La teoría del reflejo.

El darwinismo sintetizó lo que había surgido en las distintas esferas del conocimiento biológico.
Se acumularon datos, incluso en la esfera de la investigación de los actos reflejos, los cuales
contradecían el criterio sobre el organismo como estructura permanente e invariable, criterio
que se había consolidado en la época en que predominaba el “principio anatómico”. Hall y
Müller consideraban el arco reflejo como la relación simple e invariable de las vías nerviosas y,
por eso se vieron obligados a explicar la coordinación de las reacciones con el medio mutable
por la intervención de la conciencia.

La afirmación de que el movimiento reflejo se distingue en principio del movimiento que resulta
de la psiquis, dio el esquema del reflejo un sentido estrictamente fisiológico.

Teniendo en cuenta la imprecisión de los conceptos psicológicos de entonces, heredados de


las teorías idealistas, tenemos que reconocer que la nueva concepción significó cierto éxito en
el camino de la consolidación del determinismo en la neurofisiología, pero este éxito se logró a
un alto precio, el sistema nervioso se dividió en dos partes: la médula espinal y el encéfalo. La
primera de ellas se consideraba el centro, funcionando según las leyes de la fisiología; el
segundo se ponía en dependencia del alma inmaterial. Se obtuvo, según palabras de Pavlov,
un “organismo en dos partes”.

En el año 1853 el famoso fisiólogo alemán E. P. Pflüger, demostró experimentalmente la


inconsistencia de la concepción de reflejo de Hall. El le amputó la cabeza a una rana, es decir,
la privó del órgano del que parten, como se suponía las influencias psíquicas. Parecía que el
fragmento restante del organismo íntegro debía comportarse como un aparato automático
reflejo simple. Sin embargo, las reacciones de la rana sin cabeza no correspondieron al
pronóstico derivado de la teoría de Hall. Ella produjo las reacciones defensivas convenientes:
trató de librarse del estímulo nocivo arrastrándose por la mesa, evadió los obstáculos, etc.
Resumiendo, la rana puso de manifiesto todos los rasgos de la conducta que aparece
generalmente cuando el encéfalo realiza las acciones psíquicas.
Resultó evidente que la teoría puramente fisiológica del reflejo en su variante mecánica no
puede explicar las reacciones de adaptación de un vertebrado sin cabeza, Por consiguiente
aquí actúa un factor complementario, Pflüger llamó a este factor “mecánica sensorial” y tituló su
trabajo Sobre las funciones sensoriales de la médula espinal de los vertebrados. La conclusión
de este científico provocó una conmoción. Las funciones psíquicas (sensoriales), que se
consideraban una propiedad del alma, resultaron ser inherentes a la médula espinal de la rana.
A esta conclusión no se llegó mediante razonamientos teóricos, sino sobre una mesa de
laboratorio.

Hacia la década del 60 de siglo XIX, la concepción tradicional del reflejo como principio único
del funcionamiento de la médula espinal pierde sus partidarios en los círculos científicos-
naturalistas. Cobra fuerza la idea acerca de que no solamente la médula espinal, sino también
el cerebro, constituye el órgano de reflejo de las influencias sensitivas, de su paso matemático
a reacciones motrices. Surge el concepto de “cerebración inconsciente”, es decir, la actividad
psíquica inconsciente pero del cerebro.

La prioridad a la introducción de este concepto perteneció al profesor de medicina práctica en


Edimburgo, Tomás Leucoch, quien defendió la tesis acerca de que la fisiología del cerebro
constituye la base para la ciencia de lo psíquico, de la cual el misticismo debe ser eliminado con
la misma decisión que en la ciencia de la naturaleza. El plantea la necesidad de extender el
principio del reflejo a la actividad del cerebro. “Los centros nerviosos que se encuentran en el
cráneo- señala este autor- como continuación de la médula espinal, son dirigidos, en lo que
respecta a su reacción, contra los agentes externos por leyes idénticas a aquellas que dirigen
los centros de la médula espinal y por sus análogos en los animales inferiores” (27) Comienza a
interpretar el reflejo como acto psicofisiológico y no como acto psíquico. Se reconocen como
centros del reflejo los ganglios de la médula espinal y del cerebro. De aquí surgió la idea acerca
de los diferentes niveles de la actividad refleja y su jerarquía.

En la teoría sobre la “cerebración inconsciente” vino en sustitución del dualismo del reflejo y la
conciencia, una nueva forma de dualismo: el acto psíquico inconsciente como acto reflejo por la
forma de realizarse y el acto consciente- volitivo que parte del sujeto que no se basa en nada,
excepto en sí mismo. Dos destacados investigadores dieron fin por primera vez a este nuevo
esquema dualista: en los Estados Unidos J. Rusch y en Rusia I. M. Séchenov.
Rusch elaboró un sistema, estructurados sobre dos principios fundamentales: el reflejo y la
acción real. En el “espejo” de los órganos de lo sentidos y del cerebro se reflejan, según este
autor, los objetos de la naturaleza y del arte. Si la retina del ojo de los animales, formada de
puntos materiales, refleja los objetos exteriores, ¿por qué no podemos suponer que las células
del cerebro puedan ser una especie de puntos capaces de reflejar las imágenes de las cosas?
Señaló: “La materia sensorial y la cerebral en algunas de sus formas o condiciones peculiares,
pueden reflejar o percibir el objeto” (28)

Rusch destacaba que no utilizaba el término “reflejo” con su significado físico, sino sólo como
“analogía alentadora” y que es necesaria una comprobación experimental y una demostración
rigurosa con medios físicos de “cómo las imágenes y los tipos cumpliendo sus funciones en el
cerebro, son no sólo la causa más próxima de la idea, sino la propia idea”. No se entendía por
imágenes o ideas los fenómenos o actos que surgen “dentro” de la conciencia, sino los
fenómenos que incluyen como elemento constituyente la actividad motriz del organismo.

Rusch no pudo elaborar una concepción histórico- materialista del hombre y solo consideraba la
acción articulatoria el único factor que condiciona la diferencia entre del hombre y los animales.
Sin embargo, el principio del paso de la imagen a la acción real (entendido como principio del
reflejo) se extendió a la formación de la conducta humana en general.

- La psicofisiología de los órganos de los sentidos.

La psicofisiología de los órganos de los sentidos reveló la ineluctable dependencia causal de


los fenómenos subjetivos (sensaciones) respecto a las condiciones objetivas (físicas y
orgánicas) que determinan su aparición en la conciencia. En la investigación de la dependencia
causal de los fenómenos subjetivos respecto a las condiciones objetivas, correspondió un lugar
importante al alemán Hermann Helmholtz (1821- 1894).

Anteriormente nos habíamos referido a la formulación matemática de la ley de la conservación


de la energía. Se demuestra que el organismo toma su energía del exterior y que en el
organismo no hay nada aparte de las transformaciones de distintas especies de energía. Si el
organismo es una máquina energética, el único camino de su estudio científico es el de aplicar
métodos y conceptos físico- químicos. Animado por estos métodos, Helmholtz los aplicó
también a órganos tan finos como los de la vista y el oído.
Partiendo de que la sensación es resultado de la acción de un estímulo sobre un órgano de los
sentidos, Helmholtz se vio ante la necesidad de explicar de qué modo tal sensación es capaz
de comunicar algo acerca de las propiedades del objeto que la provoca.

Siguiendo a su maestro Müller, consideraba a cada ó9rgnoa de los sentidos como un sistema
peculiar cargado de “energía específica”. La teoría de la “energía específica” afirmaba que la
sensación de color, de sonido, etc., por su contenido, no es más que una descarga de energía
latente en el filamento nervioso y no el reflejo de las propiedades objetivas del objeto. Esta
errónea interpretación teórica de los hechos condujo, en último término, al denominado
idealismo “fisiológico”, según el cual el mundo sensorial es un espejismo creado por nuestra
organización neuropsíquica.

Intentando relacionar la sensación con las condiciones externas, sin renunciar a la idea de que
aquella anida en la estructura del órgano, y que es independiente de tales condiciones,
Helmholtz presenta la teoría de los símbolos o de los signos. Según esta teoría, la sensación
denota el objeto de modo análogo a como el nombre denota al individuo. Los nombres no son
semejantes a las cosas denotadas, más, permiten diferenciarlas. Es decir, la relación de las
sensaciones con el mundo objetivo tiene forma de símbolo o de signo, en cuyo contenido no
hay nada semejante a las propiedades reales de los objetos, pero el cual es suficiente ara
garantizar el éxito de la acción.

Al mismo tiempo, como contrapeso a la teoría del nativismo, la cual supone que la imagen, por
ejemplo, del espacio, de las relaciones espaciales en que se perciben las cosas, se halla
“programada” desde un principio en el órgano de los sentidos, Helmholtz, apelando a los
hechos, demostraba que la imagen tiene un origen empírico.

Esta concepción introdujo dos hipótesis que se convirtieron en objeto de largas discusiones
entre los fisiólogos y los filósofos; la hipótesis de la “deducción inconsciente” y la hipótesis
sobre las “sensaciones de inervación”.

La hipótesis de la deducción inconsciente, surgió por la necesidad de explicar hechos tales


como la constancia de la magnitud de los objetos percibidos a diversas distancias desde las
posiciones naturalistas, sin recurrir a la hipótesis del intelecto o de la conciencia, es decir,
partiendo de las acciones del mecanismo corporal como tal. Cuando cambia la distancia en que
se halla situado un objeto, cambia también, según las leyes ópticas, su representación en la
retina. Pero al mismo tiempo cambia la tensión de los músculos oculares que adaptan el ojo a
la visión clara. Es como si el aparato visual hiciera cada vez la deducción: “si…., entonces”, y
esto ya es una verdadera operación lógica que la realiza, no el intelecto, sino el sistema visual,
que- a diferencia del pensamiento abstracto- la realiza inconscientemente; más, para realizar
esta operación es necesario una experiencia que presume una actividad muscular motora y,
dado que el hombre puede dirigir a su voluntad el trabajo de sus músculos, han de existir según
Helmholtz, sensaciones especiales que acompañen al esfuerzo que crea la tensión muscular, el
cual las llamó sensaciones de inervación.

De esta forma fueron experimentos exactos y no consideraciones especulativas, los que


obligaron a Helmholtz a reconocer la importancia del factor psíquico y la insuficiencia de las
explicaciones puramente fisiológicas. El papel del factor psíquico reveló en la tesis relativa al
carácter de señal de las imágenes sensoriales, y además en las hipótesis concernientes a las
sensaciones de inervación que regulan el trabajo de los músculos y de los razonamientos
inconscientes.

En esta tesis se reflejaban en cierto modo, particularidades reales de la actividad psíquica, cuya
descripción requería el empleo de categorías propias, inexistentes en el pensamiento
fisiológico, específicamente nos referimos a dos categorías: la imagen sensorial y la de acción.

Si el objeto exterior estuviera representado en el organismo solo bajo el aspecto de flujo de


impulsos surgidos como resultado de la acción del objeto sobre el sistema nervioso, sería
posible limitarse al esquema fisiológico. Si la reacción de respuesta consistía tan solo en la
reducción del músculo, tampoco sería necesario franquear los límites de la fisiología; sin
embargo, la experiencia obligó a Helmholtz a abandonar estos límites y a elaborar la
concepción de que el estímulo externo engendra en el sistema nervioso no solo procesos
musculares, sino, además, signos sensoriales que permiten diferenciar los objetos del medio
circundante. La experiencia también lo condujo a la conclusión de que pueden dirigir el trabajo
del músculo no solo al estímulo externo, sino, además, una tendencia interior. Ambas
conclusiones era una prueba de que el fisiólogo había chocado con una nueva realidad y el
conocimiento de esta realidad requería nuevos medios.

Sin embargo, la categoría imagen no aparecía en Helmholtz como representación, sino como
signo; la acción, como impulso espontáneo que partía del sujeto, y no en forma de actividad
determinada por las condiciones de la vida. Tanto lo uno como lo otro indicaba que la realidad
psíquica se interpretaba teóricamente de manera inadecuada. Es decir, or una parte considera
los colores, los sonidos y los olores como resultado de la influencia que la fuente material
externa ejerce sobre las estructuras nerviosas, y por otra, afirma que semejante influencia
produce un signo, no una imagen, y que entre la fuente y su efecto psíquico no existen
semejanzas.

Las conclusiones de Helmholtz sobre la facultad del sujeto de regular sus propias sensaciones,
fueron sugeridas por la “voz de la introspección”, por una impresión subjetiva y no por el
análisis objetivo.

- La Psicofísica.

La idea de que los fenómenos psíquicos se subordinan a determinada regularidad, accesible a


la experiencia, y que puede ser expresado por la matemática, fue manifestada y apoyada por la
orientación investigativa que recibió el nombre de psicofísica.

El iniciador de esta escuela fue el fisiólogo alemán Gustavo Fechner (1801- 1887). Se apoyaba
en las investigaciones del fisiólogo Ernest Weber (1795- 1878), quien intentó determinar cuál
era la diferencia mínima entre la magnitud de dos estímulos (ópticos, acústicos, mecánicos,
etc.) para que el hombre pudiera percibirla. Weber explicó esta relación después de elaborar el
método de las “diferencias mínimas perceptibles”.

La magnitud del estímulo se modificaba gradualmente hasta que el sujeto comunicaba que
percibía la diferencia entre el peso de los objetos, la longitud de las líneas, etc. Así se
determinaba el umbral de discriminación (la diferencia entre dos estímulos, que da origen a una
diferencia mínima perceptible en la sensación).

La ley establecida hablaba de una correspondencia rigurosa entre lo subjetivo y lo objetivo,


entre lo psíquico y lo físico. Las sensaciones por sí mismas, como hechos de la conciencia, no
podían medirse, pero indirectamente, mediante la correlación con los estímulos exteriores, se
convirtieron en objeto de procedimiento de medición. Generalizando las conclusiones de
Weber, Fechner dedujo la fórmula según la cual la intensidad de la sensación es igual al
logaritmo de la fuerza del estímulo.
Los métodos psicofísicos de medición de la sensibilidad se convirtieron en un importante
instrumento del trabajo de laboratorio. Debido a ellos se formaron asimismo, nuevos criterios
para estimular la certeza del conocimiento psicológico, dado que la tabla de logaritmo resultó
también aplicable a los fenómenos de la vida anímica.

Fechner suponía que medía las sensaciones como tales, como unidades independientes de la
conciencia. Sin embargo, lo que en realidad investigaba era la capacidad de los órganos de los
sentidos para diferenciar los estímulos, puesto que de dicha capacidad depende la eficacia de
la conducta del organismo en el medio circundante.

La importancia de Weber y Fechner para la Psicología radica en que introdujeron


procedimientos exactos cuantitativos y experimentales, con lo cual la ciencia psicológica se
nutre para su fundamentación teórica.

- Investigaciones del tiempo de reacción.

En 1850, Helmholtz investigó la velocidad de propagación del proceso nervioso, mediante el


estudio de la velocidad de la reacción muscular ante las estimulaciones de regiones del nervio.
Su objetivo era rigurosamente fisiológico, quería estudiar un proceso nervioso, no psíquico, es
decir, el paso del impulso por un conductor y no la respuesta rápida posible a un estímulo.

Más al pasar del preparado neuromuscular de la rana al hombre, se adentró en el campo de la


Psicología, la velocidad con que circula el impulso nervioso en el hombre, se determinaba
partiendo de la rapidez con que el sujeto producía una reacción motriz por indicación del
experimentador, es decir, guiándose por un fin consciente, realizaba una acción, y la acción ya
era una categoría psicológica. Nada tiene de sorprendente que los resultados de las
mediciones variaron mucho; en ello se reflejaba la influencia de numerosos factores, no solo
fisiológicos, sino además, psicológicos.

El esquema experimental de Helmholtz, impropio para determinar la velocidad de los procesos


complejos del sistema nervioso, resultó válido para medir el tiempo de reacción del hombre a
un estímulo externo.

El fisiólogo holandés Francis Donders (1818- 1889) prosiguió las investigaciones en esta
dirección. Suponía que en el cambio que va de la señal externa a la correspondiente respuesta
motora, se realiza el trabajo de nudos nerviosos (ganglios) que sirven como órganos de la
representación y de la voluntad. El tiempo de este trabajo (que forma un eslabón psíquico),
puede medirse complicando las tareas que se le encomiendan al sujeto del experimento.
Donders planteaba que variándolas, podía medirse el tiempo tomado para actos como la
diferenciación de los estímulos y la elección. La diferencia de tiempo obtenida mostraba la
velocidad de los diversos procesos psíquicos.

El significado de los experimentos realizados por los fisiólogos, aportaba elementos


metodológico y científico a la Psicología. En el plano metodológico, los experimentos indicados
demostraban que lo psíquico es un proceso, el cual como los procesos materiales, se realiza en
el tiempo y puede ser medido.

En el plano científico concreto, los experimentos para determinar el tiempo de reacción, dieron
un fuerte impulso al desarrollo de la Psicología experimental. Más tarde se puso en evidencia
que la velocidad de la reacción depende de un conjunto de variables.

-La Psicología asociacionista a mediados del siglo XIX.

El proceso de consolidación de la Psicología como ciencia independiente se produjo no sólo por


las investigaciones fisiológicas, sino además, en el campo de la Filosofía, principalmente por la
teoría de la actividad psíquica asociativa.

Los principales representantes de esta orientación fueron los filósofos ingleses John Stuart Mill
(1806- 1873), Alexander Bain (1818- 1903) y Herbart Spencer (1806- 1930).

John Stuart Mill se manifestó como partidario de una tendencia que recibió el nombre de
psicologismo, consideraba que la economía, la política, la moral, el derecho, la educación y
otras esferas eran efectos de la acción de las leyes psicológicas. La asociación se interpretaba
como la llave de todos los fenómenos y problemas humanos.

Sin embargo, no fue esta idea lo que ejerció más influencia sobre la Psicología, sino su
“Lógica”, que colocó en un primer plano los problemas de la metodología de la investigación
científica.

En esta obra, Stuart Mill dedujo el trabajo cognoscitivo de la mente humana de la particularidad
de las estructuras lógicas. Precisamente estas estructuras supraindividuales se manifestaron
como reguladores de los procesos de la conciencia individual, lo cual incidió posteriormente en
la concepción de las “deducciones inconscientes” de Helmholtz, en la cual la imagen sensitiva
del objeto se consideraba como el producto de la actividad, de un mecanismo que une las
sensaciones según reglas semejantes a las reglas de la deducción lógica.

Lo lógico no se explicaba por lo subjetivo- psicológico, al contrario, el orden y la relación de las


ideas estaban en dependencia de las leyes no ya de la mecánica y de la psicología individual,
sino de la lógica. En este plano resulta evidente que la tendencia caracterizada como
psicologismo, a pesar de toda su limitación histórica, contenía un elemento positivista.

Lo importante no fue que la conciencia se consideraba a través del prisma del esquema
asociacionista, sino que ella en su funcionamiento psicológico concreto estaba en dependencia
de la lógica. El acercamiento de la lógica a la Psicología provocó una síntesis interdisciplinaria
cuya eficiencia quedó demostrada por las teorías de Helmholtz y Séchenov.

Alexander Bain trazó una línea de acercamiento de la Psicología a la Fisiología. Prestó especial
atención a aquellos niveles de la actividad psíquica cuya relación con la estructura corpórea y la
dependencia respecto a la conciencia es mínima: los reflejos, los hábitos e instintos.

Cuando Bain traslada su atención de los estados internos de la conciencia a la actividad motriz
objetivamente observable del organismo, choca con la antigua dicotomía de las acciones
directas (reflejas) y voluntarias (dependientes sólo del propio sujeto). Para resolver esto,
planteó la idea de los “ensayos errores” como principio particular de la organización de la
conducta. Entre lo “puramente” reflejo y lo “puramente” voluntario, existe un vasto espectro de
acciones, gracias al cual paulatinamente, paso a paso, a veces a un alto precio, se logra el
objetivo buscado. La concepción de los ensayos y errores, sus reglas se subordinan no
solamente la actividad motriz externa, sino también la actividad mental interna.

Bain explica las “asociaciones constructivas” por los ensayos y errores, e introduce en la
Psicología el principio de probabilidad de la explicación de los fenómenos, principio que se
había consolidado ya en la Biología. Al mismo tiempo, la actividad de la conciencia se
aproximaba a la actividad del organismo. Las regularidades propias de toda la naturaleza
orgánica resultaron ser también las regularidades del “mundo interior”. Este es el sentido
objetivo y categorial de las innovaciones de Bain.
Herbart Spencer realizó la primera tentativa de unir la Psicología con la teoría de la evolución
biológica. Confirmó que el desarrollo del intelecto depende en gran medida de una ley que
establece: “cuando dos estados psíquicos siguen uno inmediatamente detrás del otro, durante
la reproducción del primero existe la tendencia de que el segundo siga infaliblemente detrás de
él.” (29)

Según Spencer, la vida es una “constante adaptación de las relaciones internas a las externas”.
Desde este punto de vista debe analizarse también el proceso psíquico como variedad del
proceso vital. La conciencia se analizaba, al mismo tiempo, en el plano de la adaptación
biológica. Su existencia y desarrollo no puede tener otro sentido que no sea el de adaptación.

Spencer se inclinó hacia el análisis de los actos de la conciencia no en su correlación con los
vínculos intracorporales (nerviosos), sino con los vínculos exteriores en relación con el
organismo, es decir, con el medio externo. Considera el objeto de la Psicología a la relación
entre los fenómenos internos y los fenómenos externos. Consecuentemente, dentro de este
objeto se catalogaba ahora la interacción del organismo con el medio y no los procesos
interiores sin sustrato, cuyo rasgo determinante es la supervivencia por parte del sujeto. Sin
embargo, en Spencer la metodología del positivismo neutralizó esta importante conclusión. La
Psicología objetiva, según su opinión, no puede existir como tal sin adoptar sus datos de la
Psicología subjetiva, cuyo instrumento es “la conciencia que mira dentro de sí misma”.

La teoría de Spencer es considerado el primer intento serio y sistemático realizado para


explicar la vida psíquica no sólo en cuanto a su contenido, sino también en cuanto al desarrollo
progresivo a partir de los principios generales de la evolución orgánica. La psiquis se
manifestaba en general como el instrumento de adaptación del organismo al medio, al habitat.

1.3. Programas de estructuración de la Psicología como ciencia independiente.

Desde el punto de vista histórico, cuando se vislumbró la posibilidad de estudiar las funciones
psíquicas por medios científicos naturalistas, se aceleró el proceso de emancipación de la
Psicología. Este proceso tuvo lugar de manera objetiva. En la práctica investigativa se formaron
las primeras categorías del pensamiento propiamente psicológico diferente del pensamiento
fisiológico. Aparecieron entonces varios planes teóricos de estructuración de la Psicología
como ciencia experimental independiente. No es casual que surjan programas de
estructuración de la Psicología en Europa, está determinado por la maduración de esas
condiciones.

El contenido de los proyectos difería del carácter de los procesos de la esfera de la práctica
investigativa de entonces, ya que respondían a orientaciones filosóficas y posiciones de los
autores diferentes, estos fueron:

- W. Wundt, que interpretaba la psicología como ciencia de la experiencia directa

- F. Brentano, que la entendía como observación empírica de los actos de la

conciencia

- I. M. Séchenov, que la consideraba la ciencia del origen de las actividades psíquicas.

De cada uno de estos programas surgen determinadas escuelas o movimientos psicológicos.


Estos caminos han sido superados, pero abrieron una forma de proyectarse para la Psicología.

- La Psicología como ciencia de la experiencia directa:

Wilhelm Wundt (1832- 1920), alemán, pertenece al idealismo subjetivo.

Considera el objeto de estudio de la Psicología como la experiencia directa e inmediata del


sujeto alcanzado mediante la introspección y la autoobservación, por lo que sus métodos son la
introspección y el experimento entrenado.

Su programa dirigido a determinar los componentes que forman la conciencia y el carácter de


la estructuración de los mismos.

Su mérito está dado en que la Psicología se consolida en su estado de ciencia experimental


independiente.

La experiencia fisiológica y objetiva permite desmembrar la experiencia directa y subjetiva y al


mismo tiempo, reconstruir en los conceptos científicos la arquitectónica de la conciencia del
individuo, es decir, crear una psicología experimental que llamó fisiológica.
Consideraba que la Fisiología como tal no contiene ningún dato que amplía las posibilidades de
explicación psicológica. Los procesos psíquicos son paralelos a los corporales, pero no están
determinados por ellos (paralelismo psicofísico).

Las críticas a este programa están dirigidos al fracaso del método subjetivo (el fenomenalismo),
la representación acerca de la conciencia como un conjunto de fenómenos ajenos a todo lo
externo, el “atomismo”, el introspeccionismo, y el cuasi- determinismo.

Wundt subordinó el trabajo psicológico al fortalecimiento de su doctrina filosófica.

- La Psicología como teoría de los actos intencionales de la conciencia.

Este programa fue desarrollado por el filósofo austriaco Franz Brentano (1838- 1917). Partió de
las ideas aristotélicas, elaboró el plan de una nueva psicología en su libro inconcluso “La
Psicología desde el punto de vista empírico”.

Consideró el objeto de estudio, los actos, “acciones” que realiza el sujeto (actos de
representación, del juicio y de la valoración emocional) cuando transforma algo en objeto de
conciencia. Fuera del acto, el objeto no existe. El acto presupone necesariamente “la
proyección a”, la llamada intención.

Para Brentano el punto de partida no era el concepto de elemento de la conciencia, sino acerca
de su acto de conciencia, entendido como una función del sujeto expresada en su proyección
hacia el objeto.

Los fenómenos psíquicos son aquellos fenómenos que contienen intencionalmente, en sí


mismos el objeto. Entendió que el proceso psíquico se caracteriza poro el hecho de que en él
siempre coexiste su objeto. Esta “coexistencia” está expresada en tres momentos:

- La ideación (representación del objeto en forma de imagen)

- El juicio acerca del objeto como verdadero o falso

- La valoración emocional de la imagen como deseable o rechazable.

Los métodos fundamentales son el experimental y la observación


Su programa dirigido a describir las acciones, actos y operaciones internas de la conciencia
influye en el pensamiento psicológico del occidente capitalista:

- Nacimiento de la Psicología de la Gestalt (influencia de la fenomenología de Husserl,


discípulo de Brentano)

- El principio de la actividad del sujeto en el funcionalismo europeo: Alemania (C. Stumpf y T.


Tipps), en Austria (A. Meining y Ch. Ehrenfels) e Inglaterra (Word y H. Stout).

- El concepto de intención, en la tendencia de la energía psíquica sobre los objetos externos


(S. Freud)

Comparación del programa de Wundt y de Brentano.

Wundt Brentano

Similitud

Objeto de estudio Conciencia instrospectiva Conciencia instrospectiva

Diferencia Determinar la composición de la Describir los actos, las acciones


conciencia con ayuda de la y las operaciones internas de la
introspección refinada y de conciencia
aparatos fisiológicos auxiliares.

La Psicología es una ciencia de


experiencias y experimentos. La Psicología es una ciencia
experimental y de
observaciones (es necesario
los procesos reales de la
conciencia observada
cuidadosamente en su
desarrollo natural y en su
composición).

Método

Similitud Enfoque fenomenológico Enfoque fenomenológico (actos


de la conciencia)
(estructura de la conciencia)

Se centraba en la investigación
Diferencia Se centraba en elementos de la conciencia en su
estructurales hipotéticos que no integridad y autenticidad, libre
se pueden observar de una de esquemas preconcebidos.
manera asequible.

- La Psicología como teoría del origen de las actividades psíquicas.

Representada por I. M. Séchenov (1829- 1905), fisiólogo materialista ruso.

El objeto de estudio es la conciencia determinada y se estudia mediante métodos objetivos;


observaciones de la génesis y evolución de la conducta individual.

Su programa estructura una nueva psicología sobre aquellos principios por los que se guiaban
los naturalistas: el principio del determinismo y sobre el método objetivo. La teoría del reflejo es
la base para elaborar el concepto de acto psíquico.

Para Séchenov la idea del acto psíquico como proceso, movimiento que tiene determinado
principio, desarrollo y fin, debe mantenerse como la idea fundamental.

El objeto de la investigación psicológica como tal, debe ser el proceso que se desarrolla no en
la conciencia (o en el inconsciente), sino en el sistema objetivo de relaciones. Lo psíquico
constituye uno de los niveles de regulación de señales de la conducta.

Séchenov no pudo transformar su modelo teórico en un programa experimental, debido a dos


problemas: el sujeto actúa por su libre albedrío o determinado, aspecto que es muy antiguo.
Este autor quiere desconocer las fuerzas mentales, que el hombre pueda actuar libremente.
Enfrenta las tendencias que hacen énfasis en el carácter intencional (que parte del mundo
subjetivo del hombre hacia fuera: Brentano). Hace énfasis mayor en las influencias del mundo
exterior repercutiendo no sólo en lo fisiológico, sino además en el mundo subjetivo. Ve el
mundo proyectándose e incidiendo en la conciencia.

Esto se manifiesta:

- en el objeto de estudio de la Psicología

- la libertad y el determinismo, lo más discutido en la Psicología en los últimos años.

El programa de Séchenov pone en evidencia el problema de la libertad y determinación, si


actúa por su libre voluntad o determinado.

¿Cómo lo resuelve? La conducta del hombre es un reflejo pero no niega la voluntad del
hombre, la libertad de su conciencia. El actuar libremente no implica el ser determinado, y el
determinado implica que puede actuar libremente. Plantea que no tiene por qué ser antagónico
estos términos. El hombre decide, toma posiciones sobre las bases de ideas que han sido
determinadas.

La tendencia de Séchenov es más conductual para la época en que se desarrolló. Lo


consciente era parte de un proceso de reflejo.

Es reduccionista, al ser fisiólogo, profundiza más en esto, y no le permite hacer un estudio


como especificidad psíquica.

Comparación entre los programas de Wundt, Brentano y Séchenov.

Similitud:

- Acogieron el mismo requerimiento de la época

- Delimitaron la esfera propia de la Psicología.

- Determinaron la naturaleza de los fenómenos que estudian.


- Determinaron su objeto y métodos.

Wundt Brentano Séchenov

Diferencias

-Condiciones concretas

-Influencias Filosóficas Filosofía Idealista Filosofía Idealista Filosofía Materialista

-Influencias biológicas Biología de Descartes Biología de Aristóteles Biología de Darwin.

Caminos que abren Estructuralismo Funcionalismo Reflexología

Escuela de Würzburgo Reactología

Gestalt, Psicoanálisis,

Humanismo

1.4. Importancia del estudio de las teorías psicológicas para la educación.

En este capítulo les hemos presentado una visión general de cómo se fue construyendo la
Psicología como ciencia independiente de la Filosofía y de las Ciencias Naturales, y nos hemos
referidos a fundamentos teóricos y metodológicos necesarios para el estudio de las teorías
psicológicas.

Nuestro objetivo no es brindar una concepción acabada, sino determinados puntos de vistas
que les permita a los estudiantes profundizar y reflexionar sobre la significación de estos
aspectos.

La importancia del estudio de las diferentes teorías psicológicas para la educación está dada,
porque brinda los fundamentos psicológicos para la comprensión de la educación y del proceso
de enseñanza aprendizaje.
El estudio de las teorías psicológicas permite al futuro profesional de la educación, comprender
el funcionamiento psicológico del hombre, conocer las diferentes teorías que se han dedicado
al estudio de la personalidad, las diferentes concepciones de aprendizaje, el desarrollo de los
procesos cognoscitivos, volitivos y afectivos, así como entender los mecanismos del
funcionamiento de la vida psicológica, para asumir determinadas posiciones teóricas y
metodológicas que les permita conocer, interpretar, orientar e incidir en la actuación de sus
educandos.

Referencias bibliográficas:

(1) Rosental, M. e Iudin, P.: Diccionario Filosófico. Editora Política, La Habana. 1981 página.
451.

(2) Valera Alfonso, O.: Fundamentos generales de las tendencias pedagógicas


contemporáneas. ICCP. Soporte magnético. C. de La Habana, 1999 página 4.

(3) Ibidem 1999, página 5

(4) González Serra, D.: Problemas filosóficos de la Psicología. Editorial Pueblo y Educación. La
Habana, 1984, página 20.

(5) Marx, C.: Obras Escogidas en tres tomos. Editorial Progreso. Moscú. 1973, página 8.

(6) Calviño Fauly, M.: La historia de la Psicología en sus manuales de estudio. En Temas de
Psicología. Universidad de la Habana. Ciudad de La Habana, 1986, página 6.

(7) Valera Alfonso, O.: Estudio crítico de las principales corrientes de la Psicología
Contemporánea. Teppic. Nayarit. Colombia. 1995, página 13.

(8) Ibidem. 1995, página 13.

(9) Konstantinov, N. A. y otros: Fundamentos de Filosofía Marxista- Leninista. Parte I.


Materialismo Dialéctico. Editorial Pueblo y Educación. La Habana. 1984 página 114.

(10) Engels, F.: Dialéctica de la Naturaleza. Editorial Pueblo y Educación. Ciudad de La


Habana. 2002, página 165.
(11) Ibidem. 2002, página 191.

(12) Marx, C.: Contribución a la crítica de la Economía Política. Editora Política. La Habana.
1966, página 261.

(13) Rosental e Iudin, citada, página 374)

(14) Rubinstein, S. L.: Principios de Psicología General. Edición Revolucionaria. Instituto


Cubano del Libro. La Habana. 1972, página 77.

(15) Konstantinov, citado, página 148)

(16) Marx, C., 1966, citado, páginas 259-260.

(17) Yaroschevsky, M. G.: Psicología del Siglo XX. Editorial Pueblo y Educación. C. de La
Habana. 1983, página 14.

(18) Warren, H. C.: Diccionario de Psicología. Fondo de Cultura Económica. D. F. México.


1948, página 351.

(19) Valera, 1995, citado, página 13.

(20) Engels, página 172

(21) Ibidem, página 178.

(22) Ibidem, página 47

(23) Marx, 1966, página 265

(24) Herrera Guevara, N. Ideas psicológicas de Félix Varela y Morales en algunas de sus obras.
Trabajo de Diploma, ISPEJV. C. de La Habana. 1992, página 15.

(25) Marx, C, 1966, página 258.


(26) Segura Suárez, M. E.: Una propuesta de periodización para el estudio de la Psicología en
Cuba en el período prerrevolucionario. Tesis en opción al Título Académico de Master en
Educación. ISPEJV. C. de La Habana, 1988, página 14.

(27) Yaroschevsky, página 31

(28) Ibidem, página 32

(29) Ibidem, página 37

Bibliografía del capítulo I:

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