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Documentos del Concilio Vaticano II

Las constituciones son los documentos principales y fundamentales porque en ellas se


contienen las grandes preposiciones doctrinales, los principios de reforma y renovación y
las opciones pastorales
Tras un largo y duro trabajo, se redactaron 16 documentos, cuyo conjunto constituye una
toma de conciencia de la situación actual de la Iglesia y define las orientaciones que se
imponen.
A su vez, estos documentos están divididos en 4 constituciones, 3 declaraciones y 9
decretos, entre los cuales tenemos:
Las constituciones son los documentos principales y fundamentales porque en ellas se
contienen las grandes preposiciones doctrinales, los principios de reforma y renovación y
las opciones pastorales (1). De las cuatro constituciones, dos de ellas son dogmáticas,
una pastoral y la otra no recibe ninguna calificación, y estas son:

Dei Verbum (Constitución Dogmática sobre la Divina Revelación)

Lumen Gentium (Constitución Dogmática sobre la Iglesia)

Sacrosanctum Concilium (Constitución sobre la Sagrada Liturgia)

Gaudium et Spes (Constitución Pastoral sobre la Iglesia en el mundo actual)


De todas ellas, la Constitución Dogmática sobre la Iglesia es considerada la espina dorsal
del Concilio.

Declaraciones

Las declaraciones son manifestaciones solemnes del Concilio ante la Iglesia y el mundo
sobre cuestiones de importancia sobre su misión en el mundo y su relación con las
religiones no cristianas, sociedades y estados. Las declaraciones permiten dar a conocer
cuál es la postura de la Iglesia para que sus interlocutores sepan autorizadamente a qué
atenerse, y se apoyan en la conciencia renovada de la Iglesia sobre su naturaleza y
misión, teniendo muy en cuenta la situación histórica actual (2).
Gravissimum Educationis (Declaración sobre la Educación Cristiana

Nostra Aetate (Declaración sobre las relaciones de la Iglesia con las Religiones no
cristianas)

Dignitatis Humanae (Declaración sobre la libertad religiosa)

Decretos

Los decretos suponen, desarrollan y concretan las constituciones. No son simples


aplicaciones disciplinares de la doctrina de las constituciones, sino que ellos mismos
contienen elementos doctrinales que prolongan y determinan perspectivas más amplias
(3). Entre ellas tenemos:

Ad Gentes (Decreto sobre la actividad misionera de la Iglesia)

Presbyterorum Ordinis (Decreto sobre el ministerio y vida de los presbíteros)

Apostolicam Actuositatem (Decreto sobre el apostolado de los laicos)

Optatam Totius(Decreto sobre la formación sacerdotal)

Perfectae Caritatis (Decreto sobre la adecuada renovación de la vida religiosa)

Christus Dominus (Decreto sobre el ministerio pastoral de los Obispos)

Unitatis Redintegratio (Decreto sobre el ecumenismo)


Orientalium Ecclesiarum (Decreto sobre las Iglesias orientales católicas)

Inter Mirifica (Decreto sobre los Medios de comunicación social)

Características de los documentos

Una de las características de los documentos del Concilio Vaticano II es su extensión con
respecto a los documentos de los concilios anteriores. En extensión es 21 veces más
extenso que el Concilio Vaticano I, casi 3 veces el Concilio de Trento, y poco más de dos
veces los siete primeros concilios.

Esto se debe a su carácter preeminentemente pastoral, lo cual no se opone a lo doctrinal


ni lo rebaja en su verdad. Su finalidad es acercarse de manera comprensible al pueblo de
Dios transmitiendo la doctrina intacta y sin atenuaciones, y esto lo logra en ocasiones
mediante una forma expositiva densa o distendida, o en otras ocasiones mediante textos
teológicos compactos.

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