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Desarrollo

1) Para Aristóteles el “principio” “… es aquello de lo cual proceden originariamente y en lo


cual acaban por resolverse todos los seres, una realidad que permanece idéntica durante
la transmutación de sus afecciones, es decir, una realidad que continúa existiendo
inmutada, a través del proceso generador de todas las cosas…”
El principio es: la fuente y el origen de todas las cosas; la desembocadura o el término
último de todas las cosas y; el respaldo permanente que rige todas las cosas.
En pocas palabras, es aquello por el cual provienen, aquello en lo que acaban y aquello por
lo cual son y subsisten todas las cosas. El principio no “cambia”, siempre es igual. La parte
esencial y primera de donde vienen las cosas, permaneciendo la sustancia mientras
cambian los accidentes.

2) El “Arkhe” según Tales:


Tales es considerado el primer filósofo por cuanto, frente a las explicaciones de la realidad
de carácter mítico y religioso, nos ofrece por primera vez una explicación basada en la
razón, es decir, en la que no se apela a entidades sobrenaturales para explicar lo real ni se
admite lo contradictorio.
Afirmaba, según las referencias que se han transmitido los antiguos, que la tierra estaba
sobre el agua, flotando. Se le atribuye la afirmación "todo es agua", que se ha interpretado
en el sentido de que Tales afirmaba que el agua era el elemento originario de la realidad,
el principio de todas las cosas, tal vez llegó a esta concepción tras observar que todas las
cosas estaban constituidas o formadas por agua, el sustento de todas las cosas es húmedo
y que el calor se produce y se mantiene en la humedad ( y a su vez todo finaliza en el
agua) y por consiguiente la desecación total provoca la muerte.
Fue el primero que planteó la cuestión de la naturaleza última del mundo, concibiendo las
cosas como formas cambiantes de un primer y único elemento: el agua.
Lo importante de lo que nos ha llegado de su pensamiento es, pues, que concibió la
noción de la unidad en la diversidad, que dicho principio o "arkhé" era de carácter
material.
Según las referencias, Tales prestó atención al aspecto generador, nutritivo, cohesionador
y vivificante del agua.
El “Arkhe” según Anaximandro:
Anaximandro considera que el agua ya es algo derivado, es por esto que para él la
substancia originaria es lo a-peiron (lo indefinido e infinito). Es importante, ya de entrada,
señalar el paso importante que Anaximandro da sobre Tales. Y es que, en el afán racional
de la búsqueda de lo permanente (esencia), Anaximandro, sitúa esa esencia no en los
elementos (tierra, agua, aire, fuego), que podían ser percibidos por los sentidos, sino
detrás de esa capa aparencial, con lo que realmente tiene lugar, por primera vez en la
historia del pensamiento, una abstracción clara que va desde lo sensible hasta lo
inteligible; lo que no quiere decir que Anaximandro considerara a  lo a-peiron como una
realidad espiritual. Este infinito “aparece como lo divino, porque es inmortal e
indestructible”; la inmortalidad del principio debe ser tal que no admita un fin, pero
tampoco un inicio, lo divino de Anaximandro no nace, al igual que no muere.
En consecuencia, a-peiron, podría definirse como lo indefinido, es decir, aquello que no es
definible con un nombre determinado y que, al mismo tiempo, posee una extensión
ilimitada, de él se engendran todas las cosas, todo sale y todo vuelve al a-peiron según un
ciclo necesario. De él se separan las sustancias opuestas entre sí en el mundo y, cuando
prevalece la una sobre la otra, se produce una reacción que restablece el equilibrio según
la necesidad, se pagan mutua pena y retribución por su injusticia según la disposición del
tiempo.

El “Arkhe” según Anaxímenes:


Se opone a Anaximandro y a Tales, Anaxímenes considera ser el aire anterior al agua y
primer principio entre los cuerpos simples. Probablemente haya tomado esta elección a
partir de la experiencia, influyendo la observación de los seres vivos y la importancia del
fenómeno de la respiración; en cuanto toma como "arkhe" un elemento particular, su
pensamiento supone un retroceso con respecto a Anaximandro; pero Anaxímenes nos
ofrece un mecanismo de explicación de la generación de las cosas a partir de otro
elemento distinto de ellas: ese mecanismo de generación se apoya en las nociones de
"condensación" y "rarefacción". Por condensación del aire, dice Anaxímenes, se forman
las nubes; si las nubes se condensan se forma el agua; la condensación del agua da lugar a
la constitución del hielo, de la tierra; y la condensación de la tierra da lugar a la
constitución de las piedras y los minerales; el proceso inverso lo representa la rarefacción:
si la piedra pierde condensación dará lugar a la formación de tierra; a su vez, si la tierra
pierde condensación se transforma en agua; y siguiendo el proceso de pérdida de
condensación o rarificación, del agua surgirían las nubes, de éstas el aire y, por último, la
rarefacción del aire produciría el fuego.
Podemos decir que Anaxímenes está intentando basar la explicación de lo cualitativo en lo
cuantitativo; encontramos en él, por lo tanto, un intento de explicar el mecanismo de
transformación de unos elementos en otros, del que no disponían Tales ni Anaximandro.
Al igual que ellos insiste, sin embargo, en afirmar una causa material como principio del
mundo y, por lo tanto, en tratar de llevar a la unidad la diversidad de la realidad
observable.

3) Anaximandro critica al arkhe de Tales ya que consideraba que el agua no puede ser el
principio debido a que ya es algo derivado; Anaximandro dirá que no puede ser nada
determinado porque es infinito y si alguno de los elementos fuera infinito sus contrarios
serían destruidos por él. Desde esta perspectiva la tentativa de Tales habría sido
completamente estéril. Dejando en manifiesto un ejemplo, como una “osadía” de
representar la tierra sin necesidad de un sostén material y regida por un equilibrio de
fuerzas.
La diferencia que se establece en relación a los dioses es que lo “divino” en Anaximandro
no nace pero tampoco muere. Es decir, esto infinito al que se refiere aparece como lo
divino, ya que es inmortal e indestructible, no refiriéndose exclusivamente a “algún dios”,
pero lo vincula “cómo”. En Homero y la tradición antigua atribuían a los dioses la
inmortalidad y el regir y gobernarlo todo; las deidades no morían, pero nacían. En
Anaximandro, vuelvo a repetir, el principio no admite un fin, pero tampoco un inicio.

4) Anaximandro pensaba que el mundo está constituido por contrarios que tienden a
predominar unos sobre otros. Dice que, como ese predominio es injusto, el tiempo actúa
como un juez que establece un límite a los contrarios y pone fin a la preponderancia de
uno sobre otro. La injusticia va más allá del simple problema de la alternancia en el
predominio que se establece entre los contrarios. El hecho mismo de existir como
contrarios sería de por sí injusto, ya que para cada uno de ellos el nacimiento implica
inmediatamente la contraposición a otro contrario. Puesto que el mundo nace de la
separación de los contrarios, el nacimiento del mundo sería entonces la primera injusticia,
que deberá ser expiada con la muerte (el fin) del mundo mismo, que, entonces, renace
según determinados ciclos de tiempo infinito. En este sentido, lo que nace del a-peiron
vuelve finalmente al a-peiron.

“No explica las generaciones por alteración del sustrato, sino por separación. En efecto, las
contrariedades están contenidas en el sustrato, que es un cuerpo infinito, y se separan,
dice Anaximandro, el primero que llamo principio al sustrato. Ahora bien, contrariedades
son: caliente-frío, seco-húmedo, etc.”

También podemos hablar de contrariedades por ejemplo cuando pasamos por momentos
de profunda tristeza, su contrariedad va a ser los momentos de felicidad; es ahí donde se
comprende la diferencia entre ellos y al conocer ambas podemos distinguirlas, al
vivenciarlas las identificamos como dos antagonismos.

5) Parecido al a-peiron que hablaba Anaximandro, para Anaxímenes fue el aire, asimismo
eterno e ilimitado, pero que no sólo abarca la totalidad, sino que además está
determinado.

Tal vez Anaxímenes vio en el aire el arkhe al observar que la respiración, en la que el aire
juega un papel fundamental, permite la vida al hombre; en efecto, el hombre vive
mientras respira. Pero Anaxímenes va más allá: el aire no sólo es responsable de la vida
humana, sino de todo cuanto existe, porque "así como nuestra alma, siendo aire, nos
mantiene unidos, así también el aliento y el aire circundan todo el Cosmos". Del aire se
formaron, pues, todo lo que existió, existe y existirá.

Pero, ¿cómo explicar el origen de sustancias tan sólidas como una roca o un pedazo de
hierro partiendo de algo tan etéreo como el aire? Es aquí cuando Anaxímenes demuestra,
que precisamos de dos conceptos concretos: condensación y rarefacción. Si bien al aire
es, por definición, invisible, puede dejar de serlo si se difumina y rarifica, y entonces se
convierte en fuego, o bien puede sufrir un proceso gradual de condensación, con lo cual se
obtiene a partir de él viento, nubes, agua y tierra, así como piedra cuando termina
completamente condensado.

Este procedimiento tiene sentido porque si el aire se dilata se vuelve más cálido
(transformándose, pues, en fuego), pero si se condensa se enfría y, por ello, dispone de
cierta propensión a convertirse en una sustancia sólida.

Para Anaxímenes el aire es dios y, también, nuestra propia alma. Si el alma es el principio
de vida y movimiento (como se sostenía en las tierras de la Jonia) y el aire, como hemos
dicho al inicio, es a su vez principio de vida al permitir la respiración, entonces la
consecuencia es, lógicamente, que el alma es aire. Así, el aire todo es y todo abarca; toda
materia, toda alma.

En definitiva, éste representa la manifestación más rigurosa y más lógica del pensamiento
de la Escuela de Mileto, porque con el proceso de condensación y enrarecimiento se
introduce la causa dinámica de la que Tales aún no había hablado y que Anaximandro
había determinado apelando exclusivamente a concepciones órficas. Como así también, se
da un pleno acuerdo con el significado de la physis.
Guía de Trabajo Nº I

Los Filósofos Naturalistas

Fecha de entrega: 16 de Mayo de 2017

1- Caracteriza el concepto de “principio” según Aristóteles.


2- Caracteriza el “Arkhe”, según: Tales, Anaximandro y Anaxímenes, teniendo en cuenta la
teoría de cada filósofo.
3- ¿Qué crítica realiza Anaximandro al “arkhe” de Tales? ¿Qué diferencia al “arkhe” de
Anaximandro de los dioses?.
4- Explica el problema de los contrarios que constituyen al mundo según Anaximandro.
5- ¿Por qué se considera que Anaxímenes representa la manifestación más rigurosa de la
escuela de Mileto?.

Bibliografía:

Conrado,E(1978). Los Filósofos Presocráticos. Madrid: Gredos.Tomo I.Cap.I

Reale, G. y Antiseri, D.(1983) Historia del Pensamiento Filosófico y Científico. Barcelona: Herder.
Tomo I. 2° Parte. Cap.II.

Alumna: Affranchino, Micaela

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