Antropología Corporativa.

Reflexiones.
En las últimas décadas el antropólogo ha demostrado ser un recurso valioso para
las empresas en la medida de que permite percibir una realidad que los pequeños
grupos de la sociedad aprisionan y a su vez se presentan como un recurso
importante a la hora de ligar una marca con el cliente. “El consumo de la
antropología nos lleva a tomar otros aspectos de una identidad de marca, con los
diversos dilemas, incertidumbres y posibilidades que tales posicionamientos
implican”.
Prueba de ello en las últimas décadas este hecho se reseña como un fenómeno
cada vez más global por parte de periodistas y revistas de todo el mundo. Desde
el New York Times hasta la Bussines Week. En sus títulos las palabras exótica,
tribal y hasta salvaje aparecen como un intento de explicar la invasión del
antropólogo en la corporación.
Observar el comportamiento social y cultural de un grupo determinado de
personas es vital, la etnografía es vital ya que es la que se va a encargar de dar el
suficiente conocimiento para la reestructuración de los negocios.
La teoría contemporánea sobre las relaciones de consumo es una nueva
alternativa y permite a las empresas hacerse de una identidad y hacerse de un
mercado propiamente dicho. Un estudio bien realizado nos otorga las
herramientas necesarias para lidiar con los nuevos desafíos multiculturales que
vienen ligados a la globalización y paralelamente la expansión hacia nuevos
mercados. Así pues el antropólogo últimamente se vuelve la opción lógica para
ayudar en proceso de aprender a lidiar con desafíos multiculturales.
En otro orden de cosas el antropólogo es ahora llamativo por los medios debido a
que promete “acceso especial al usuario / consumidor” por otro lado pasa de lo
común a lo extravagante. Con su “mirada antropológica” prueba que el lugar más
banal es indirectamente el más exótico y misterioso. Por ejemplo los hogares de
clase media y las oficinas corporativas presentan un ecosistema propicio para la
aparición de comportamientos y costumbres relevantes para las corporaciones.
Por eso se dice que una buena empresa marca un producto. Crea una marca. Se
apropia de una idea la toma como suya y asimismo atrae a más gente que genere
una ganancia real.
Ahora queda claro que el antropólogo no debe ser tomado de broma. Como si de
un cazador en un safari se tratase. El estudio del comportamiento humano se
vuelve imprescindible y una ventaja condicional para la victoria y el éxito.

Kevin Rojas