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Ingenieria Sanitaria A4 Capitulo 09 Conduccion de Liquidos Residuales PDF
Ingenieria Sanitaria A4 Capitulo 09 Conduccion de Liquidos Residuales PDF
Orellana
Unidad Temática Nº 9
Definiciones
En el capitulo anterior vimos las distintas características de los líquidos residuales según sea su origen.
En el presente capítulo estudiaremos las técnicas y cálculos necesarios para conducir los residuos líquidos desde su
generación a las plantas de tratamiento y posterior volcado a las aguas receptoras.
La red de alcantarillado tiene la misión de recoger las aguas o líquidos residuales de las zonas habitadas y conducirlas
hasta las plantas de tratamiento. A veces, y en especial si se trata de líquidos residuales industriales, estos deberán someterse a
un tratamiento mas o menos intenso antes de su vertido a la red de alcantarillado, de modo que no puedan causar daños a la
salud pública.
Recordando que se llaman aguas o líquidos residuales a los líquidos conducidos por las alcantarillas y que están
constituidos por uno varios de los líquidos residuales vistos en el capítulo anterior y que recordaremos brevemente aquí:
Las aguas residuales domésticas o aguas negras, son las originadas en los elementos sanitarios de viviendas,
edificios comerciales, fábricas o instituciones.
Las aguas residuales industriales, son los líquidos producidos en los establecimientos industriales y
comerciales.
Las aguas de lluvia o pluviales son los líquidos que recogen las alcantarillas debido a la precipitación pluvial.
Las aguas de infiltración son la que penetran en las alcantarillas por filtración desde el suelo en donde están
ubicadas.
Sistemas de alcantarillado
El diseño de un alcantarillado adecuado para una población exige un cuidadoso trabajo de ingeniería. Las alcantarillas
deben ser de dimensiones convenientes, dado que su colapso puede producir daños a la propiedad y salud de las personas. La
determinación de las dimensiones del alcantarillado exige una estimación de las cantidades de agua residual y la topografía del
lugar, para que utilizando las leyes de la hidráulica podamos establecer las dimensiones y pendientes del alcantarillado.
Una de las consideraciones muy importante es la velocidad del agua dentro de las cañerías , ya que si no es
suficientemente grande, se depositarán los sólidos con la subsiguiente producción de olores y obstrucciones.
Por definición una alcantarilla es un caño o conducto, ordinariamente cerrado, que en general no fluye a sección llena.
Las alcantarillas de aguas negras son las destinadas a las aguas residuales domésticas, excluyendo las aguas de lluvia, y
ordinariamente se emplean también para recoger las aguas residuales industriales siempre y cuando cumplan con las
condiciones de volcado. La alcantarillas para aguas pluviales se destinan a la conducción del agua de lluvia, incluyendo la
escorrentía superficial y las aguas de limpieza de las calles.
Las redes separativas son aquellas que conducen separadamente las aguas residuales domésticas e industriales
de las aguas de lluvia.
Las redes unitarias son las que conducen conjuntamente las aguas residuales domesticas e industriales y las
aguas de lluvia.
Las redes mixtas son aquella que conducen separadamente las aguas domésticas e industriales de las de lluvia,
pero los conductos de gran diámetro son unitarios.
Dado que las alcantarillas transportan líquidos residuales con material orgánico y esta va cambiando con el correr del
tiempo, en función de la acción de los microorganismos presentes en el líquido residual.
Idealmente, una red de alcantarillado debería cumplir su función en forma efectiva y sin crear inconvenientes a la
población, lamentablemente en muchos casos no ocurre así. Los problemas que pueden reducir la eficiencia de una red
incluyen la infiltración, la corrosión excesiva de las alcantarillas e instalaciones complementarias y la producción de olores.
Veremos a continuación los siguientes puntos:
Las principales transformaciones biológicas, especialmente la producción de sulfuro de hidrógeno
La corrosión de las alcantarillas y los métodos de control de la misma.
La producción de gases en el interior de las alcantarillas, incluyendo los que dan lugar a malos olores, su efecto
y control.
Transformaciones biológicas
Dos de los problemas mas importantes asociados al funcionamiento de una red de alcantarillas son:
La corrosión de las alcantarillas y sus instalaciones complementarias
El control de las emanaciones de gases malolientes en las alcantarillas
Ambos problemas están fundamentalmente relacionados con la producción de sulfuro de hidrógeno.
realiza en la parte sumergida de la película biológica que se desarrolla en las paredes de las alcantarillas.
En las figuras 9-1 y 9-2 se muestra una representación esquemática de la misma, donde en la figura 9-1 se supone que el
agua residual tiene un bajo contenido de oxígeno disuelto, menor de 1 mg/l, y en la figura 9-2 que el contenido es nulo.
Generalmente, el espesor de la película biológica varía entre 1 y 1,5 mm dependiendo de la velocidad de circulación del
agua dentro de la alcantarilla. Cuando la velocidad es muy baja, pueden desarrollarse películas de hasta 3 mm de espesor o
mas. Si el agua residual tiene alto contenido de sólidos o materias abrasivas, puede ser que la película biológica no llegue a
desarrollarse.
La película biológica contiene normalmente, una población heterogénea de microorganismos, incluyendo formas
filamentosas, que sobresalen de la película. El espesor de la capa inerte va decreciendo gradualmente, desprendiéndose
periódicamente una parte de la misma como resultado de la acción de arrastre del agua o de su propio peso.
El proceso de corrosión por el sulfuro de hidrógeno se ilustra en la figura 9-3. Aunque en la misma se muestra una
sección de alcantarillado de hormigón, el proceso de corrosión en estaciones de bombeo e instalaciones de tratamiento es
esencialmente el mismo.
La cantidad de sulfuro de hidrógeno disuelto presente, aumenta al disminuir el pH. Una vez en solución, el sulfuro de
hidrógeno escapa a la atmósfera de la alcantarilla. La cantidad presente en ella está directamente relacionada con la
concentración de sulfuro de hidrógeno en la fase acuosa y con el valor de saturación relativa de la atmósfera de la alcantarilla.
Control de la corrosión
La corrosión debida al sulfuro de hidrógeno puede ser controlada por eliminación o limitación de la producción de
aquel. Los principales métodos de control son los siguientes:
Control en origen de las descargas que aportan materias orgánicas y azufre
Aireación
Adición de productos químicos tales como el cloro, peróxido de hidrógeno y otros agentes oxidantes, nitrato
sódico y substancias tóxicas
Limpieza periódicas, tanto mecánica como química
Ventilación
Buen diseño
Los métodos mas utilizados en redes de alcantarillados existentes son la aireación, cloración y limpieza mecánica. En
redes nuevas el sistema mas económico es el buen diseño.
En redes en que no se produce sulfuro de hidrógeno pueden utilizarse conductos de hormigón y fribrocemento sin
revestir. En aquellos en que existan condiciones de corrosión suave intermitente, se puede usar conductos de hormigón siempre
que se aumente el recubrimiento de las armaduras y si se incrementa la alcalinidad del material utilizando áridos calizos en
lugar de graníticos. Estos cambios contribuyen a extender el ataque del ácido sobre una masa de material mayor, lo cual ayuda
a prolongar la vida de los conductos.
Cuando se prevea que se van a presentar condiciones que den lugar a corrosiones elevadas y no pueda eliminarse
utilizando los métodos de control previamente mencionados, debe usarse conductos de gres, de material plástico o
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revestimientos protectores de probada eficacia. Los resultados obtenidos en la utilización de revestimientos a base de pinturas
bituminosas o de resinas epoxy han sido muy variables, el ácido, puede difundirse a través de los agujeros del sistema de
fijación del revestimiento y atacar el cemento de las tuberías de hormigón. En tuberías de hormigón de gran diámetro se han
utilizado satisfactoriamente laminas de cloruro de polivinilo con nervios en forma de T, que quedan inmersos en la masa del
hormigón como un encofrado perdido.
A medida que el agua residual circula por una red de alcantarillado, la composición de los gases que constituyen la
atmósfera interior se ve alterada por el ingresos de gases, presentes en los efluentes de origen domiciliario, comercial e
industrial. También sufre una alteración por la liberación de gases producidos por las transformaciones bacteriana que tienen
lugar en las paredes de las alcantarillas y dentro de la masa de agua residual. A menudo, los gases liberados son muy
malolientes. El sulfuro de hidrógeno, que es el gas mas importante de los denominados gases de las alcantarillas, ha sido
estudiado con detalle recientemente. El desarrollo de gases malolientes y de otro tipo se verán a continuación.
Con el desarrollo de métodos modernos de análisis se han detectado mas de cincuenta substancias gaseosas diferentes
en la atmósfera de las alcantarillas, desconociéndose por el momento, si todas ellas contribuyen al mal olor.
Entre los gases recientemente identificados, alguno de los que se sabe son malolientes incluyen hidrocarburos simples,
aldehídos y cetonas, parafínicos y aromáticos, ácidos carboxílicos y esteres. La presencia de este segundo grupo de compuestos
malolientes en el agua residual suele atribuirse, normalmente, mas a los vertidos de origen comercial e industrial que a
transformaciones biológicas en el seno del agua residual.
Además de los gases malolientes producidos en las alcantarillas, hay otros que son producidos en reacciones bacterianas
de conversión. En condiciones aerobias hay que esperar producción de pequeñas cantidades de dióxido de carbono y amoníaco.
En condiciones anaerobias es de esperar la producción de dióxido de carbono, metano y pequeñas cantidades de amoníaco.
Nivel de olor
Dependiendo del estado del agua residual y de la localización dentro de la red de alcantarillado, se han podido medir
concentraciones de sulfuro de hidrógeno de hasta 500 ppm en volumen. No es posible dar valores típicos, ya que la cantidad de
sulfuro de hidrógeno existente es altamente dependiente de las características de la red de alcantarillado y de la temperatura.
Por ejemplo, debido a que los microorganismos responsables de la producción de sulfuro de hidrógeno son muy sensibles a la
temperatura, este no se producirá en la mayoría de las redes de alcantarillado situadas en climas fríos.
Otro peligro que debe ser tenido en cuenta en la gestión de una red de alcantarillado es el de las explosiones que pueden
producirse por la ignición de algunos gases acumulados en el interior, fundamentalmente metano y varios de los gases
malolientes.
diferencia de niveles entre los diversos puntos de acceso del aire a la red. Otros factores incluyen el arrastre de
aire producido por el agua residual en su circulación y el efecto creado por el viento en los puntos de
comunicación de la red con el exterior, especialmente en las salidas de grandes colectores.
En invierno, los gases de la atmósfera interior tienen tendencia a desplazarse hacia los extremos superiores de
los ramales secundarios, ya que estos están situados a cotas mas elevadas que los colectores, de manera que el
aire mas frío penetra por los puntos inferiores. Sin embargo en la práctica, el viento y el arrastre creado por el
flujo del agua residual tienen el efecto de contrarrestar el movimiento del aire hacia los extremos superiores de
las alcantarillas, dando como resultado la creación, en ocasiones de desplazamientos hacia los puntos
inferiores, especialmente en verano cuando se invierte la diferencia de temperatura.
Normalmente, las conexiones domiciliarias están conectadas a su vez a conductos de ventilación con lo que
aquellas contribuyen a crear la ventilación necesaria en las redes sanitarias. En algunas ocasiones, puede ser
necesario recurrir a ventilación forzada, especialmente cuando se instalan sifones entre las alcantarillas y las
instalaciones domiciliarias.
No es conveniente ventilar las redes sanitarias por medio de imbornales o sumideros sin sifón, ya que estos
permiten la salida al exterior de olores desagradables. De ser posible no debe abusarse de la ventilación por las
tapas de registro perforadas ya que además de permitir que puedan escaparse olores desagradables, sino
también permiten el ingreso de aguas exteriores a la res, por ejemplo las aguas de lluvia.
Cuando la salida de la alcantarilla sea sumergida y haya pocas conexiones domiciliarias ventiladas,
normalmente será preciso instalar algún tipo de dispositivo de ventilación. Un sistema adecuado puede
consistir en la construcción de una chimenea de ventilación cuya sección transversal, al menos, la mitad de la
alcantarilla, y cuya altura exceda a la de las construcciones cercanas.
Los cambios de sección de las alcantarillas en zonas bajas deben incorporar un dispositivo de venteo aguas
arriba del punto bajo para evitar la compresión de la atmósfera interna que haría que el aires se desplazara tanto
aguas arriba como aguas abajo del punto en cuestión. En colectores que incluyen uno o mas sifones invertidos,
las cámaras de entrada de los mismos deben ir provistas de un dispositivo de venteo, y si es posible con
ventiladores extractores, y equiparse con una instalación de desodorización de los gases de la alcantarilla.
Otros métodos de control: en algunos casos, incluso en redes bien proyectadas y dotadas de ventilación,
pueden producirse y acumularse ciertos gases. Por ejemplo, en muchas redes antiguas en las que no es posible
introducir modificaciones para controlar y eliminar la producción de olores, es preciso recurrir a otros
métodos. En la tabla 9-6 se resumen los métodos físicos, químicos y biológicos utilizados en tales casos. El
método a usar debe ser seleccionado después de un cuidadoso análisis de las condiciones locales.
Como resumen de todo lo expuesto, es importante recordar que además del papel puramente funcional de transportar las
aguas residuales, el proyecto y operación de una red de alcantarillado puede afectar sustancialmente a las transformaciones
biológicas que tienen lugar en el seno de la corriente de agua residual y en las paredes de las alcantarillas. A su vez, estas
transformaciones pueden ocasionar la corrosión de aquellas, la producción de olores y la alteración de la composición del agua
residual a tratar. No es habitual que estos temas sean tenidos en cuenta en el diseño de las instalaciones de alcantarillado y
tratamiento. De tener en cuenta estos problemas en un diseño integral de la red de alcantarillado y plantas de tratamiento, se
mejora la eficiencia de ambas instalaciones.
Cálculo de caudales
La determinación de las cantidad de aguas residuales a eliminar de una comunidad es fundamentalmente para el
proyecto de instalaciones de recolección, bombeo y tratamiento. Es importante poder disponer de datos precisos sobre
cantidades actuales y las previstas para la población futura.
Desarrollaremos a continuación los parámetros para determinar el caudal de las aguas residuales:
Definición de los componentes que forman el agua residual.
El agua utilizada para abastecimiento público y sus relaciones con el caudal de agua residual.
Origen de las aguas residuales y sus caudales.
Análisis de los datos relativos a los caudales
Métodos para reducir los caudales de agua residual
Métodos de medida de caudales de agua residual
Cuando adoptamos este último criterio hay que considerar los aportes puntuales y específicos de las instalaciones
industriales y comerciales.
Con respecto a las instalaciones industriales lo que normalmente se hace es aforar o medir los caudales de las aguas
residuales que producen.
Los caudales de agua residual comercial pueden expresarse en metros cúbicos por hectárea por día. Las dotaciones
pueden variar de 14 hasta 1.500 m3/h/d y su estimación se hace por comparación con otras instalaciones aforadas. La tabla 9-8
nos brinda estimaciones de caudales de ciertas actividades comerciales.
Las aguas residuales de instituciones públicas son de naturaleza esencialmente doméstica. En la tabla 9-9 se presentan
algunos valores típicos que puede utilizarse en ausencia de otros datos.
Los caudales procedentes de las instalaciones recreativas tienen un carácter estacional y en la tabla 9-10 se dan algunos
valores típicos.
La segunda categoría consiste en estos tipos de conexiones incontroladas que están directamente relacionados con la
escorrentía de aguas pluviales, y como resultado de la precipitación, ocasiona un aumento casi inmediato en los caudales de las
alcantarillas sanitarias.
Los posibles orígenes son las bajadas de los tejados, desagües de patios, tapas de bocas de registro, conexiones erróneas
con desagües pluviales, imbornales y alcantarillas unitarias.
Los caudales medios a utilizar en el proyecto de plantas de tratamiento de aguas residuales y estaciones de bombeo,
pueden estimarse añadiendo a los caudales medios domésticos, comerciales e industriales, la magnitud de los caudales medios
previstos para la infiltración derivados de conexiones incontroladas, a causa de su naturaleza esporádica, no afectan
apreciablemente los caudales medios de proyecto.
Los caudales de aguas residuales, cualquiera sea su origen sufren variaciones en su caudal tanto sea horarias como
estacionales. Esto implica la existencia de caudales de punta o de pico que veremos mas adelante.
Variaciones horarias
La variación de los caudales de agua residual observados, tienden a seguir una cierta pauta diaria, como la mostrada en
la figura 9-12.
Los caudales mínimos se producen durante loas primeras horas, cuando el consumo de agua es mas bajo y cuando el
caudal circulante se debe, principalmente, a escapes, infiltraciones y pequeñas cantidades de agua residual sanitaria. La
primera punta del caudal se presenta, ene general, inmediatamente después del máximo uso de agua, producido a última hora
de la mañana. Una segunda punta se presenta, normalmente, en las últimas horas de la tarde, entre las 19 :00 y las 21:00 horas,
aunque dicho entorno es muy variable, según el tamaño de la población servida y la longitud de la red de alcantarillado.
Cuando los caudales de aguas extrañas a la red, infiltración y conexiones incontroladas, son mínimos, los caudales de
descarga de aguas residuales son casi paralelos con los de provisión de agua potable, pero con un defasaje de tiempo como se
observa en la figura 9-13
Variaciones estacionales
Las variaciones estacionales en los caudales de agua residual ocurren normalmente en zonas turísticas, en pequeñas
comunidades con establecimientos educativos, y en aquellas cuyas actividades comerciales o industriales, tienen un carácter
estacional. La magnitud de estas variaciones depende tanto del tamaño de la comunidad como de la actividad estacional.
Los caudales provenientes de la infiltración y conexiones incontroladas también pueden variar estacionalmente. El agua
pluvial y subterránea que penetra por infiltraciones tiene variaciones estacionales según el régimen de lluvias de la región.
Cualquiera que sea la metodología del diseño hidráulico de la red de alcantarillado viene afectado por las variaciones de
los caudales de agua residual, es preciso adoptar valores de proyecto para los caudales permanentes y los caudales de punta
previsibles.
La buena práctica de la ingeniería exige la estimación por separado de los factores de punta, para los caudales de agua
residual doméstica, industrial y comercial y para la infiltración y las conexiones incontroladas.
Cuando las aguas residuales de procedencia institucional o industrial supongan una proporción significativa de los
caudales medios, es decir aproximadamente el 25 % o mas de todos los caudales, con excepción de la infiltración, los factores
de punta para las diversas categorías de caudales deben ser estimados por separado. Siempre que sea posible, los factores de
punta para aguas residuales industriales deben ser estimados a partir de la media del agua utilizada, del número de turnos de
trabajo y de los detalles específicos de la operación de la industria.
En ausencia de mediciones específicas, usaremos la curva A para zonas con alcantarillas antiguas y la curva B se refiere
a zonas con cualquier tipo de alcantarillas, ya sean nuevas o antiguas.
La elección entre las curvas A y B, para alcantarillas antiguas depende de las condiciones actuales y futuras de la red de
alcantarillado, de la profundidad del nivel freático y del método de construcción de las juntas. Por ejemplo, si se sabe que las
juntas del alcantarillado están realizadas con mortero de cemento y se detecta una capa freática alta, debería usarse la curva A o
incluso valores superiores a ella.
En el caso de que se disponga de curvas de caudales medios de infiltración, justificadas por mediciones significativas, la
magnitud de la infiltración de punta puede obtenerse multiplicando los valores medios por un coeficiente entre 1,5 y 2,0.
Medición de caudales
La posibilidad de medir los caudales de agua residual es de fundamental importancia a la hora de proyectar los sistemas
de saneamiento. Los dos métodos principales de medición de caudales son:
De descarga directa
De velocidad-área
Los métodos de descarga directa son aquellos en que la magnitud de la descarga es función de una o dos variables
fácilmente medibles. En los casos en que se vaya a realizar varias determinaciones de caudales, vale la pena construir curvas
de calibración para simplificar el trabajo. Los principales métodos y aplicaciones se describen en la tabla 9-16.
Utilizando el método velocidad-área, se determina el caudal multiplicando la velocidad del flujo (m/s) por la superficie
de la sección recta (m2), a través de la que circula el caudal. Los principales métodos y aparatos utilizados para la obtención de
las velocidades se resumen en la tabla 9-18
El proyecto de una red de alcantarillado debe tener en cuenta los siguientes pasos:
Recopilar la información básica
Revisar los condicionantes del proyecto y seleccionar las bases de diseño
Proyectar las alcantarillas, lo que implica la selección del trazado de la red y dimensionamiento de las cañerías
Ejecutar los planos y redactar los pliegos de condiciones del proyecto
Para llevar a cabo estos trabajos se requiere una dosis importante de conocimiento y experiencia que trataremos de
explicitar a continuación
número de sondeos a efectuar en aquellas zonas en donde `puede haber problemas constructivos tales como cruces de ríos, de
ferrocarril o carreteros, excavaciones profundas o puntos con capa freática alta y donde las zanjas y excavaciones estén
próximas a otras estructuras existentes.
La preparación de planos y perfiles preliminares deberá comenzar tan pronto como sea posible durante la ejecución de
los trabajos de campo, de modo que puedan comenzarse los estudios previos antes de que aquellos hayan terminado. Por regla
general los planos a escala 1:2500 son suficientes para mostrar los datos al nivel de detalle necesario para el anteproyecto, pero
cuando existan muchas estructuras subterráneas, se puede precisar escalas de 1:500 o menores. En los perfiles longitudinales
deben señalarse las cotas de los ejes de las calles a distancias de 15 m aproximadamente y en todos los puntos en que haya
cambios bruscos de la pendiente. Las curvas de nivel, cuando estén disponibles, deberán representarse con separaciones de 0,5
m. Deberán señalarse los puntos altos de las calles y los puntos bajos o depresiones, dando su cotas al centímetro.
Los planos a usar en informes de planificación o de viabilidad se derivan de los del anteproyecto y, generalmente. Se
preparan a escalas de 1:1000 a 1:20000. Los perfiles a incluir en estos informes se suelen preparar a escalas tan pequeñas como
sea posible que permitan mostrar la información pertinente.
1 δS – δL 1/2
Vautolim = — RH1/6 ———— dK
n δL
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Donde:
n = coeficiente de Manning
RH = radio hidráulico
δS = peso específico de sólidos
δL = peso específico del líquido
d = diámetro de la partícula
K = coeficiente que depende de la forma de la partícula
Resulta entonces:
1
Vautolim = —— RH1/6 * 0,011
n
Diámetro Vautolim
150 0,49
200 0,51
250 0,53
300 0,55
La acción erosiva de la materia en suspensión del agua residual depende, no solo de la velocidad a que es arrastrada a lo
largo del alcantarillado, sino también de su naturaleza. Puesto que esta acción erosiva es el factor mas importante a los efectos
de la determinación de la velocidad máxima de las aguas residuales, se debe prestar atención a la naturaleza de la materia en
suspensión. En general, las velocidades máximas están dentro del rango de 3,0 a 3,6 m/s.
En cuanto a las pendientes de las alcantarillas, es conveniente que tengan pendientes suaves para evitar tener que hacer
grandes excavaciones en zonas en que el terreno es llano o las variaciones de cotas del mismo son pequeñas. En tales casos las
pendientes y secciones de las alcantarillas deben proyectarse de modo que las velocidades se mantengan los mas constantes
posibles para evitar la decantación de los sólidos en el recorrido de las mismas.
Es importante tener en cuenta que la pendiente adoptada permita obtener la velocidad de autolimpieza en todo el
recorrido de las alcantarillas, tal como se indica en las siguientes formulaciones:
δS – δL 1
iautolim = ———— d k ——
δL RH
Donde:
δS = peso específico de sólidos
δL = peso específico del líquido
d = diámetro de la partícula
k = coeficiente que depende de la forma de la partícula
RH = radio hidráulico
Para los líquidos cloacales los valores típicos son:
δS = 1,200 kg/l
δL = 1,000 kg/l
d = 0,75 mm
K = 0,8
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D
RH = ——
4
1
iautolim = 0,48 x 10-3 ——
D
Para conductos circulares la pendiente de autolimpieza a sección llena es:
Diámetro i
150 0,32 %
200 0,24 %
250 0,19%
300 0,16 %
El tema de la pendiente mínima es muy importante pues en alcantarillas dispuestas con poca pendiente y de gran
longitud puede producirse una acumulación de sulfuro de hidrógeno cuyos efectos ya vimos anteriormente.
Es importante poder contar con trazados y soluciones alternativas, para poder elegir o fundamentar la que mejor se
adapte a la zona a servir, tanto técnica como económicamente.
Algunas soluciones pueden incluir alcantarillas de trazado de curvo. Tradicionalmente, las alcantarillas se construyen en
tramos rectos entre bocas de registro, de manera que el personal de mantenimiento pueda inspeccionar y limpiar aquellas de la
forma mas sencilla. Asimismo, el tramo recto ha sido considerado como condición necesaria para mantener las características
deseadas del flujo. No obstante, el trazado curvo en aquellas calles cuyo trazado es curvo, permite la construcción si salirse de
la zona de dominio público, tener menos interferencia con otros servicios y reducir el número de bocas de registro.
Algunas desventajas asociadas al trazado curvo son que no se puede utilizar el equipo laser, para controlar la alineación
y la pendiente durante la construcción de la alcantarillas y si las curvas son muy pronunciadas, son difíciles de inspeccionar
mediante cámaras de televisión y las pérdidas no pueden localizarse usualmente, excepto en la proximidad de las bocas de
registro.
Las principales instalaciones complementarias de las redes de alcantarillado son las bocas de registro, pozos con caída
incorporada, acometidas para desagües de edificios, y cámaras de conexión. Además, según sea la topografía del lugar son
necesarias otras estructuras tales como estaciones de bombeo. Mas adelante estudiaremos en detalle estas instalaciones por lo
que a continuación veremos algunas consideraciones sobre las bocas de registro.
En alcantarillas de diámetro hasta 1.200 mm, las bocas de registro deben ubicarse en los puntos en que se produzcan
cambios de sección, pendiente o dirección. En las alcantarillas de mayor diámetro, dichos cambios pueden realizarse sin
necesidad de construir una boca de registro. Siempre que sea posible se evitarán las caídas verticales del agua residual para
reducir al mínimo las salpicaduras. Cuando sean necesarias, deberán hacerse pozos de caída u otros métodos para conducir las
aguas residuales a la cota inferior.
El número de bocas de registro debe ser suficiente para que las alcantarillas puedan ser inspeccionadas y mantenidas
con facilidad
Cuando se construyeron las primeras redes de alcantarillado, se prestó mucha atención a la ventilación de las mismas,
habiéndose desarrollado una serie de teorías sobre la manera de resolver el problema. Hubo una época en que se pensó que las
alcantarillas debía ventilarse por las bocas de registro para evitar la acumulación de gases y su ingreso a la viviendas, que
podía poner en peligro la salud de sus moradores. Sin embargo, la necesidad real de ventilación reside en el peligro de asfixia
de los operadores de la red, en la posibilidad de que se produzcan explosiones y en el desprendimientos de malos olores según
ya vimos anteriormente.
Trataremos aquí los aspectos constructivos de las redes de alcantarillado y comenzaremos con las siguientes
definiciones:
Conexión domiciliaria: las conexiones domiciliarias se realizan con ramales a 45 º con el alcantarillado. En
general las conexiones son de diámetro 100 mm y excepcionalmente de 150 mm.
Colectoras: es la cañería encargada de recibir las conexiones domiciliarias. Su diámetro mínimo es de 150 mm
y pueden recibir las conexiones domiciliarias con un diámetro máximo de 300 mm. Si la colectora supera
dicho diámetro, al no poder recibir conexiones domiciliarias, de deberá colocar paralelamente una cañería
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subsidiaria de diámetro mínimo, para recibir las mismas. Dicha cañería se conecta a la colectora en las bocas
de registro. Además hay que tener en cuenta que las colectoras no admiten conexiones domiciliarias cuando la
tapada supera los 3 metros, independientemente del diámetro de la mismas, por lo que en estos casos hay que
proceder de la misma manera que en el caso anterior.
Colector principal: son las cañerías que no reciben conexiones domiciliarias, pero sí el aporte de caudales de
otras cañerías de menor diámetro, en las bocas de registro ubicadas a lo largo de su desarrollo. Su diámetro
mínimo es de 300 mm.
Cloaca máxima: es el conducto de diámetro mayor del sistema. Permite vincular la red de colectoras y
colectores con la planta de tratamiento o, si esta no existe, con el lugar de disposición final. No recibe
conexiones domiciliarias, ni aportes de colectoras, solamente descargan en ella los colectores principales.
Bocas de registro: funcionalmente sirven para acceder a la cañería, permitiendo realizar tareas de inspección,
mantenimiento o desobstrucción. Se colocan en las bocacalles, ya sea en la calzada, cuando se proyecta una
sola colectora o en vereda, cuando se emplee doble colectora. La distancia mínima entre bocas de registro, para
cañerías de hasta 600 mm de diámetro es de 120 a 130 metros. En caso de diámetros superiores estas distancias
pueden ser mayores. Las bocas de registro permiten realizar los cambios de dirección, pendiente, diámetro e
intersección de cañerías entre sí.
Materiales
En esta sección vamos a estudiar los tipos de materiales que se usaron y se usan algunas en la actualidad.
La necesidad de conocer los materiales usados antes se debe a que podemos tener que reparar, reformar o conectarnos a
redes de alcantarillados existentes.
Si bien se pueden utilizar los mismos materiales que los vistos para las redes de distribución de agua, por lo general se
usan materiales mas económicos como gres, hormigón o plástico. Solo se utilizan materiales como fundición, acero,
fibrocemento o plásticos especiales, cuando se proyecten alcantarillados en las que las aguas residuales son impulsadas por
bombeo a presión.
Cañerías de gres
Estas cañerías se confeccionaban con arcilla molida mezclada con agua, conformada en moldes, secado en los mismos y
finalmente cocida en un horno a alta temperatura, poco antes de terminar el tiempo de cocción se añade sal común al horno,
que debido a la alta temperatura, se vaporiza, reaccionando con la arcilla, de modo que se forma sobre ella una capa dura e
impermeable. El calor produce también una fusión o vitrificación de la arcilla que se vuelve muy densa y pétrea. La cañería de
arcilla vitrificada no está sujeta a corrosión de origen mineral o bacteriano, tal cual se produce normalmente en los
alcantarillados.
En la tabla 9-20 se indican las dimensiones de las cañerías de gres.
Los accesorios para este tipo de cañerías se indican en la figura 9-21. Las piezas en Y y en T se emplean para unir las
alcantarillas con las conexiones domiciliarias. Cuando no es posible utilizar las piezas especiales, se abren agujeros en las
alcantarillas y se hacen las uniones con mortero de cemento u hormigón en la cantidad suficiente para evitar los punto débiles y
las posibles pérdidas.
En la figura 9-22 se muestran las características de los métodos de colocación de las cañerías de gres.
El sistema de colocación de las cañerías es de gran importancia para asegurarnos que la misma esté bien puesta y para
prevenir asentamientos posteriores. En zonas donde el suelo sea de baja calidad, por ejemplo, turbas, suelos muy arcillosos,
etc., el sistema de asiento es crítico y puede llegar a ser necesario disponer de pilotes para evitar asentamientos excesivos que
dañen las conducciones.
Las juntas o uniones son de tipo enchufe y espiga, y las juntas se realizan con mortero de cemento o bien por medio de
juntas mecánicas o de aro de coma como las indicadas en la figura 9-27.
Con las cañerías de hormigón armado no suelen emplearse piezas especiales. Para grandes diámetros, las curvas se
ejecutan abriendo ligeramente las juntas y rellenando el espacio resultante con hormigón in situ. Las conexiones se realizan por
corte y formación de agujero y unión con morteros de ambas alcantarillas.
Cuando se usan cañerías de hormigón armado para el transporte de aguas residuales, hay que tener en cuenta que el
material está sujeto a la corrosión de la misma manera que el hormigón de masa. Las alcantarillas de gran diámetro deben
recubrirse internamente con materiales resistentes a la corrosión.
Cañerías de fibrocemento
Las cañerías de fibrocemento se fabrican en los tamaños indicados en la tabla 9-28.
Las juntas se hacen con enchufe y espiga con aro de goma. Existen piezas especiales tales como ramales a 45º y curvas
a 45º y 90 º.
Las cañerías de fibrocemento está expuesta a los mismos mecanismos de corrosión comunes a las alcantarillas de
hormigón.
Las uniones se realizan mediante un aro rígido con anillos de goma tal como se aprecia en la figura 9-30.
Esta uniones permiten cambios de dirección como se indica en la figura 9-31 y en la tabla 9-32 se indican las
desviaciones máximas que permite la unión.
Cañería de PVC
Las cañerías de PVC se fabrican en los tamaños que se indican en la tabla 9-33.
No hay piezas especiales para estas cañerías, pero como de grandes diámetros no pueden servir como colectoras
domiciliarias.
Cañerías de polietileno
Las cañerías de polietileno se fabrican en los diámetros que se indican en la tabla 9-35 con una longitud de 1 a 6 metros.
Para hacerlos mas resistentes a las cargas mecánicas con un mismo espesor de pared, se fabrican con un perfilado como
se indica en la figura 9-36.
Las cañerías pueden ser fabricadas con el tipo de unión de enchufe y espiga o a topa.
Tabla 9-35 Diámetros y espesores de cañerías de
polietileno
Diámetro (mm) Espesor (mm)
300 2,0
400 2,5
500 3,0
600 3,5
700 3,5
800 4,5
900 4,5
1.000 5,0
1.100 5,0
1.200 5,0
1.300 5,0
1.400 5,0
1.500 5,0
1.600 5,0
1.700 5,0
1.800 5,0
1.900 5,0
2.000 5,0
2.100 5,0
2.200 5,0
2.300 5,0
2.400 5,0
2.500 5,0
2.600 5,0
2.700 5,0
2.800 5,0
2.900 5,0
3.000 5,0
Las características del polietileno, permite uniones por soldadura denominada electrofusión en el cual las cañerías
llevan un dispositivo de soldadura insertado en el enchufe tal como muestra la figura 9-37.
Para realizar la soldadura un dispositivo especifico entrega la cantidad de energía eléctrica necesaria y suficiente para
realizar la soldadura.
Las otras posibilidades de unión que pueden solicitarse son:
Fusión a tope: las cañerías y accesorios son unidos a través de un equipo de fusión a tope como se indica en la
figura 9-40. Este sistema es solo recomendable para cañerías con un espesor máximo de 150 mm y diámetro
entre 300 y 2.500 mm.
Conexión elastomérica: esta unión unas enchufe y espiga, pero incluyendo un sello de goma que se inserta en
el enchufe tal como se indica en la figura 9-42. Este sistema también es desmontable, pero con mayores
dificultades que el anterior.
Cuando el tamaño de las alcantarillas excede del que puede prefabricarse, se emplean alcantarillas construidas in situ.
Las alcantarillas de hormigón de gran tamaño pueden calcularse asimilándolas a anillos cerrados o arcos y aplicando las
técnicas de calculo de estructuras. La forma de la sección de la alcantarilla depende de factores hidráulicos, constructivos y del
espacio disponible. La solera suele ser curva para concentrar los caudales bajos y poder mantener la velocidad de autolimpieza.
Las alcantarillas deben proyectarse teniendo en cuenta la capacidad portante del suelo, realizando, de ser necesario
fundaciones especiales, como por ejemplo pilotes.
El hormigón se suele colocar en dos o mas fases, por lo que es preciso disponer de juntas de trabajo estancas.
Alcantarillas de hormigón
Si la excavación está seca y el fondo es firme, se dará a este la forma exterior de la solera. En material blando debe
construirse un fondo plano o un apoyo que, en algunos, casos deberá soportarse sobre pilotes. Si la solera es prácticamente
plana, se construye completamente en una sola operación en tramos de 5 a 6 metros. La parte de solera previamente construida
sirve como encofrado en un extremo del tramo. Con una regla o plantilla, se da la forma de la solera al hormigón que se va
colocando. En las uniones entre la solera y los hastiales se hacen unas llaves de hormigonado, así como en las uniones
verticales de enlace entre dos tramos.
El encofrado de la bóveda lo soporta la solera, y consisten en unas nervaduras plegables o cimbras construidas en acero.
La separación entre ellas se establece de acuerdo con la carga que deben soportar y están en contacto inmediato con las tablas
machihembradas o los listones que sostienen el hormigón. También pueden usarse encofrados plegables totalmente metálicos.
Si los lados de la excavación lo permiten, puede prescindirse del contraencofrado y la forma de la parte superior de la bóveda
se da forma con una plantilla adaptada a la forma de la misma. Los encofrados, después de desarmados, pueden disponerse
sobre una plataforma que se mueve sobre carriles colocados sobre la solera y armarse en los tramos siguientes. Las
alcantarillas de dimensiones muy grandes se hormigonan, a veces, en tres etapas: la solera, los hastiales y finalmente la bóveda.
Las alcantarillas circulares se construyen generalmente en dos operaciones. Se coloca un encofrado abatible para toda la
superficie interior, de manera que la mitad inferior del tubo pueda hormigonarse entre el encofrado y la excavación. Después
que el hormigón ha fraguado, se coloca un encofrado exterior apoyado sobre las paredes de hormigón de la mitad inferior,
hormigonándose por una abertura por encima del encofrado exterior y utilizando procesos de vibrado interiores y exteriores al
encofrado. El trabajo se hace por tramos y se necesita disponer de cierres laterales del encofrado.
Los encofrados deben se siempre impermeables y ha de cuidarse de que estén limpios y engrasados antes de emplearlos.
Es recomendable no desencofrar hasta que la alcantarilla esté cubierta con suelo hasta una altura mínima de 60 cm. La
armadura debe colocarse cuidadosamente comprobando su recubrimiento o distancia del encofrado. Debe tenerse mucho
cuidado a fin de que el hormigón se cuele perfectamente y que no presente oquedades ni vacíos, es decir que el interior sea lo
mas uniforme posible.
En algunos casos las soleras suelen estar revestidas para evitar su erosión.
Túneles
Cuando la profundidad excede de 8 metros debe tomarse en consideración el costo relativo del túnel comparado con la
construcción ordinarias. Si el túnel es aconsejable o necesario, el método empleado dependerá del terreno. En roca sólida no
será preciso disponer de puntales ni riostras; la excavación se realizará con barrenos, y la sección recta del tunes podrá ser de la
misma forma que la parte exterior de la alcantarilla. Si la roca es estratificada puede ser necesario el arriostramiento. Los
túneles en roca deben ventilarse cuidadosamente para eliminar humos y polvo producido al perforar los agujeros con los
barrenos.
Si es probable que se produzcan hundimientos, será necesario entibar el túnel. Si el terreno se sostiene algún tiempo, se
emplean marcos para sostener las tablas dispuestas en contacto con él. En terreno blando, los tablones se biselan en introducen
en él cuando se excava. Cuando se sobrepasa el límite de seguridad de los tablones acodados sin marcos, se coloca otro y se
hinca otra serie de tablas. Si el túnel es grande, se excava por partes, iniciándolo generalmente por la parte superior.
El hormigón se prepara siempre fuera del túnel y se transporta generalmente mediante bombeo. En general, todos los
huecos entre la alcantarillas y las paredes de la excavación se rellenan con hormigón. Es necesarios disponer pozos de acceso
al túnel, para extraer la tierra excavada e introducir los materiales.
Cuando el terreno el blando se utiliza frecuentemente el método del escudo, consistente en un cilindro de acero que
tiene un borde cortante en el extremo anterior, Se impulsa hacia delante por medio de gatos hidráulicos apoyados en las
paredes ya construidas de la alcantarilla o en las del túnel rígidamente entibado. La excavación se realiza en el borde delantero
del escudo.
En terrenos húmedos se cierra el extremo posterior del escudo formando un cajón, y mediante aire comprimido se
elimina el agua, lo que requiere disponer de una cámara auxiliar o esclusa de aire, por intermedio de la cual entran o salen del
cajón los materiales y los operarios. Los operarios al salir deben permanecer en la esclusa durante algún tiempo, que depende
de la presión del aire a que han estado sometidos durante el trabajo; durante este tiempo la presión va reduciéndose lentamente.
Esta precaución es necesaria para evitar las enfermedades producidas por los cambios bruscos de presión.
Instalaciones complementarias
Las redes de alcantarillado requieren una variedad de instalaciones complementarias para asegurar un funcionamiento
apropiado. Estas instalaciones incluyen bocas de registro, sifones invertidos, cámaras de descarga y estaciones de bombeo.
Veremos a continuación las características principales de ellos, excepto las estaciones de bombeo que se estudiarán mas
adelante.
Bocas de registro
Las bocas de registro se emplean como medio de acceso para la inspección y limpieza. Se colocan a intervalos de 90 a
150 metros y en los puntos donde se produzca un cambio de dirección o de sección de la cañería, o una considerable variación
de pendiente.
Las grandes alcantarillas cuyo diámetro sea de 1,50 metros en adelante, son visitables, por lo que necesitan pocas bocas
de registro.
La forma constructiva de las bocas de registro se ha normalizado considerablemente, tienen un marco y tapa de hierro
fundido con una abertura neta de 50 a 60 cm. El marco descansa sobre una mampostería u hormigón que se ensancha hasta
alcanzar un diámetro de no menos de 1 metros y generalmente de 1,25 metros a una distancia de 1 metro de la tapa,
continuando con ese diámetro hasta que llega al alcantarillado.
El fondo de las bocas de registro se hacen de hormigón, dando a su cara superior una ligera pendiente hacia el canal o
los canales abiertos que forman la continuación del alcantarillado, tal como se indica en la figura 9-44.
Los canales se recubren a veces con las cañerías del alcantarillado seccionadas por su diámetro. En todo caso, la
profundidad del canal debe ser casi igual al diámetro de la cañería, para evitar que las aguas de la alcantarilla se extiendan
sobre el fondo de la boca de registro, ya que si así ocurre, pueden quedar retenidas materias sólidas con probable producción de
olores, a pesar de que la inclinación del fondo tiende a evitar este peligro.
En la figura 9-45 se observa una boca de registro construida en hormigón armado y en la figura 9-46 una construida en
mampostería.
Figura 9-45 Boca de registro en hormigón armado Figura 9-46 Boca de registro de mampostería
En el espaciamiento entre las bocas de registro se debe tener en cuenta las siguientes recomendaciones. En las
alcantarillas de menos de 600 mm de diámetro, las bocas de registro deben situarse a intervalos no mayores de 100 m, si el
diámetro está comprendido entre 700 y 1.200 mm, el intervalo máximo debe ser de 120 m, para diámetros mayores de 1.200
mm, las bocas de registro pueden situarse a intervalos mayores, dependiendo de las circunstancias locales, tales como
desniveles de la superficie del terreno y la situación de las intersecciones de las calles. En cualquier caso, la distancia entre dos
bocas de registro, no deberá exceder la longitud que pueda limpiarse con el equipo a utilizar por el servicio de alcantarillado
local u organismos responsables del mantenimiento de la red de alcantarillado.
Los cambios de tamaño o forma de la sección transversal de la alcantarilla en una boca de registro producen
perturbaciones en el flujo con la consiguiente pérdida de carga. Los cambios de sección realizados en transiciones graduales
ayudan a reducir estas pérdidas, tal como se observa en la figura 9-47.
En las alcantarillas de hasta 600 mm, puede realizarse una curva a 90º en el interior de una boca de registro
convencional. En alcantarillas de diámetro entre 600 y 1.200 mm, el cambio de dirección de 90º puede realizarse entre dos
bocas de registro, cada una situada a luna distancia de al menos dos diámetros de la boca de registro desde el punto de
intersección, con una alineación recta entre boca y boca, tal como se aprecia en la figura 9-48.
En la práctica es común construir una sola boca de registro, pero con las dimensiones necesarias en la base, para
respetar las distancias y características recién vistas.
En alcantarillas mayores de 1.200 mm, las curvas se resuelven empleando tramos de cañerías biseladas, con piezas
especiales o construidas in situ. El radio del eje de las curvas construidas in situ, puede variar entre cuatro y ocho veces el
diámetro de la alcantarilla con el objeto de reducir al mínimo las pérdidas de carga. El radio mínimo utilizado en la práctica
para una alcantarilla construida con tramos de cañería biselada es de 15 m aproximadamente.
Cuando la curva se realiza en el interior de una boca, es deseable compensar la pérdida de carga que se produce.
Asimismo, cuando el trazado incluye cambios de dirección debe efectuarse la compensación de la pérdida de carga adicional
requerida. Sin embargo, a causa de la naturaleza aproximada de los cálculos hidráulicos implicados en el proyecto de
alcantarillado, raramente se incluyen estos refinamientos.
En las bocas de registro llegan también las alcantarillas, que si bien no descargan en la boca, sirven para ventilación de
las mismas, según se observa en la figura 9-49.
Notar que la diferencia de notar entre cañerías es de por lo menos el diámetro de las mismas.
Puede ocurrir, que debido a la gran pendiente del terreno o en los puntos en donde las alcantarillas deben unirse con
otras que están a mayor profundidad en la boca de registro debe realizarse una caída controlada de las aguas residuales tal
como se observa en la figura 9-50.
Si bien en la bibliografía se indica como límite de caída libre de las aguas residuales a los 60 cm, en la Argentina se
permite por reglamento hasta 2 metros.
Por último, los factores que deben tenerse en cuenta al elegir los marcos y tapas de las bocas de registro son:
Seguridad, de modo que las tapas no se suelten
Facilidad de reparación y sustitución, requeridas por el desgaste del tráfico
Resistencia, suficiente para soportar el peso de vehículos pesados
Que no sean ruidosas ni trepiden
Costo
Posibilidad de ajuste con el desgaste de los pavimentos para corregir las desigualdades
Protección contra la entrada de aguas pluviales y cigarrillos encendidos que puedan caer a través de ellas
Protección mediante dispositivos de cierre que eviten que pueda arrojarse basura a través de ellas.
La tapa será plana y se colocarán en la rasante de la calzada de forma que no interfiera con el tráfico, ni cause
demasiado deterioro del pavimento. Las tapas deben ser normalizadas de modo que las que se pierdan por robo o rotura puedan
ser sustituidas fácilmente. Además deberán tener una rugosidad o dibujo que evite que sean resbaladizas. Suelen ser circulares
en la mayoría de los casos, debido a que son mas fuertes que las rectangulares y poseen la ventaja de que no pueden caerse
dentro de la boca de registro.
Sifones invertidos
En las redes de alcantarillado, se denominan sifones invertidos a los tramos de las alcantarillas que quedan por debajo
de la línea piezométrica para salvar un obstáculo, tal como un paso subterráneo, un desmonte ferroviario o un río. En estos
casos, la cañería que se utilice ha de ser capaz de resistir la presión interior que se crea, siendo también importante para su
establecimiento la velocidad del agua, la cual debe mantenerse tal alta como sea posible, con un mínimo de 0,90 m/seg. En los
casos en que la carga disponible es suficiente para dar buenas velocidades, se han empleado cañerías únicas de 300 a 600 mm
de diámetro, sin mayores dificultades. Cuando la altura disponible es reducida y el caudal desaguado por las alcantarillas muy
variable, hacen que sea difícil conseguir un valor favorable para la velocidad, una cañería suficientemente grande para
desaguar el caudal máximo haría que el movimiento del agua en la alcantarilla en los períodos de aguas bajas resultaría
demasiado lento. Disponiendo de varias cañerías puede solucionarse, en gran parte, esta dificultad.
En una alcantarilla unitaria, por ejemplo, puede disponerse de un tubo sifón invertido de tamaño suficiente para
desaguar el caudal mínimo en tiempo seco con una determinada velocidad, un segundo tubo para evacuar la diferencia entre
los caudales mínimo y máximo, y un tercero para conducir las aguas de lluvia si el sistema fuera mixto o unitario.
Los sifones invertidos se construyen con cañerías de los mismos materiales que el alcantarillado, con la precaución de
que si se construyen con cañerías de hormigón o gres, deben envolverse en hormigón para evitar las fugas. En la figura 9-51
vemos un esquema de un sifón invertido.
Cámaras de descarga
Antiguamente se construían cámaras de descargas automáticas, también denominadas tanques de inundación, en las
cabeceras de los ramales con poca pendiente o en aquellos con poco caudal de aguas residuales, pero actualmente se usan muy
rara vez.
En la figura 9-52, se observa una de estas cámaras, que, como puede verse, se parece mucho a una boca de registro,
pero está equipado con un sifón dispuesto en el fondo.
Mediante una toma de la red de suministro de agua, la cámara recibe un pequeño, pero constante caudal de agua,
regulado de manera que el tanque se llene por lo menos una vez al día. Cuando está lleno, se ceba el sifón y se produce una
brusca descarga del agua en la alcantarilla. El volumen usual es de unos 750 litros.
El sifón actúa de la siguiente manera, inmediatamente después que el depósito se ha vaciado a través del sifón, el nivel
del agua en ambas ramas de la U es el mismo que el de la boca de salida A, y en el tanque queda a la altura del pequeño
orificio de ventilación B. Cuando el tanque se llena, el agujero se cubre, y el agua sube por la campana C, comprimiendo el
aire contenido en ella, con lo que baja el nivel del agua en la rama mayor de la U del sifón. Este proceso continúa hasta que el
agua del depósito alcanza la altura máxima o nivel de descarga, y en el sifón el agua toma el nivel indicado en la figura 9-52.
La entrada de un poco mas de agua en el depósito produce primeramente la compresión del aire contenido en la campana, lo
que da lugar a que una parte de él escape por la boca A, con considerable violencia. Esta rápida disminución de la presión del
aire da lugar a que el agua del tanque se precipite dentro de la campana y baje por el tubo, iniciando la descarga del sifón, que
continúa hasta que el nivel del agua del depósito alcanza el orificio de ventilación. El aire a la presión atmosférica puede
penetrar entonces en la campana anulando el efecto de vacío, con lo que se interrumpe la descarga del sifón, repitiéndose de
nuevo el ciclo. El orificio de salida A debe quedar por encima del fondo de esta, pues en caso contrario el sifón no hará mas
que gotear sin producir el vaciado del tanque. La obstrucción del agujero de ventilación producirá el mismo efecto. La
disposición de un tubo aliviador, impide que una obstrucción del sifón de lugar a que la calle se inunde.
Actualmente la tendencia es construir pozos de limpieza no automáticos, disponiendo en las bocas de registro una
conexión a manguera o a una toma permanente de la red de distribución de manera que periódicamente, personal realiza el
volcamiento de agua para limpieza de los materiales sedimentados.
Una vez recopilada la información que ya hemos visto, podemos comenzar con el diseño y posterior cálculo del
proyecto de alcantarillado.
Se deberá extraer el máximo provecho de los siguientes criterios:
Aprovechamiento de la pendiente natural del terreno: considerándose que la pendiente del conducto está
correctamente diseñada cuando coincide con la pendiente del terreno.
Desagüe directo al punto de descarga: de manera que los líquidos residuales permanezcan el menor tiempo
posible dentro del alcantarillado, ya que se corre el riesgo de que el líquido cloacal se septice dentro de la
cañería. En verano este tiempo máximo de permanencia se estima en 6 hs.
Máxima utilización de cañerías de diámetro mínimo: antes de su descarga a los colectores. A modo de
ejemplo, se han estudiado dos soluciones para sanear una misma área. Suponemos un caudal de 1 l/seg y
conociendo que si utilizamos la pendiente mínima de 0,3 % la capacidad de transporte es:
o Diámetro 150 mm = 8,0 l/seg
o Diámetro 200 mm = 16,5 l/seg
Es decir que las cañerías que transporten un caudal acumulado menor de 8,0 l/seg sean de diámetro 150 mm,
en tanto que las que lo superen tendrán un diámetro de 200 mm. En la figura 9-53 vemos dos diseños que
cubren la misma área. Se indican los caudales acumulados, y de la comparación de las soluciones I y II, surge
que la segunda de ellas es la mejor, ya que necesita menor longitud de cañería de diámetro superior al diámetro
mínimo.
También debemos tener en cuenta que no siempre la solución encontrarla de esta manera. Por ejemplo podemos
encontrarnos en situaciones de terrenos con muy poca pendiente y en algunos casos a contrapendiente con respecto al punto de
recolección de líquidos residuales o de conexión con sistemas existentes.
Recordemos que siempre hay soluciones técnicas para los distintos problemas con los que nos encontraremos en cada
proyecto, pero como ingenieros debemos encontrar la solución más económica de todas las opciones técnicas encontradas para
el proyecto.
Veremos ahora los casos que se pueden presentar respecto de las pendientes de terreo y de las cañerías. En las figuras
que siguen nos encontramos con las siguientes referencias:
ic = pendiente de la cañería
it = pendiente del terreno
t1 = tapada inicial
t2 = tapada final
S = saltos en cañerías
En los ejemplo siguientes no utilizaremos medidas sino que estableceremos criterios de soluciones:
La pendiente de la cañería es mayor que la del terreno (ic > it): según se observa en la figura 9-54 la cañería
va incrementando la profundidad, con en consiguiente aumento de los volúmenes de excavación. Por ello se
debe utilizar las pendientes mínimas para reducir la tapada final. Además es conveniente analizar los casos
particulares en función de la profundidad de capas freáticas, consistencia de suelos, etc.
La pendiente de la cañería es igual que la del terreno (ic = it): según se aprecia en la figura 9-55 es casi el
caso ideal, ya que la profundidad de la cañería es igual en todo su recorrido, por lo que no se incrementan los
volúmenes de excavación. Es una situación que es muy difícil de encontrar en la realidad.
La pendiente de la cañería es menor que la del terreno (ic < it): tal como se observa en la figura 9-56, el
terreno tiene mayor pendiente que la cañería, por lo que tenemos que controlar que la tapada final no sea
menor que la mínima. Una de las formas de adaptarse es hacer coincidir la pendiente de la cañería con la del
terreno, pero controlando que la velocidad de los líquidos residuales no supere la velocidad máxima permitida.
Si este parámetro no es superado entonces debemos tener en cuenta que la mayor pendiente implica un
aumento de la capacidad o caudal de transporte de la cañería. Otra forma de solucionar este problema es hacer
saltos en la cañería tal como se indica en la figura 9-57, siempre teniendo en cuenta las condiciones
reglamentarias en cuanto a pendiente máximas y salto máximos que se pueden realizar en las bocas de registro.
Figura 9-57 Pendiente cañería menor que la del terreno con saltos
Caudales a desaguar
Recordemos que para calcular los caudales que circularán en el alcantarillado debemos tener en cuenta lo siguiente:
Caudal de provisión de agua por red de distribución
Infiltraciones
Existencia de sistemas particulares de provisión de agua
Al existir una red de provisión de agua, podemos tener la dotación que se le asigna a la población. De idéntica manera a
que cuando calculamos la red de distribución de agua establecemos un gasto o caudal hectométrico. La relación entre el caudal
proporcionado por la red de distribución de agua y el caudal que se desagua se denomina coeficiente de desagüe y tiene el
valor de:
El coeficiente de desagüe es menor que la unidad, pues existe una cantidad de agua utilizada en riegos, lavado que van a
los desagües pluviales, evaporación por cocción, etc.
Con respecto a las infiltraciones, hay que tener en cuenta las pluviales que pueden ingresar por las bocas de registro
ventiladas y teniendo en cuenta el valor siguiente por cada una de ellas:
Si existen instituciones o industrias que posean sistemas propios de abastecimiento debe tenerse en cuenta que el
coeficiente de desagüe a utilizar es el siguiente:
Siempre tomando como base la dotación asignada como consumo de agua de red.
Recordemos que la red de alcantarillado se calcula con los gastos hectométricos, teniendo como aportes puntuales los
caudales de infiltración y los de instituciones o industrias que realicen aportes importantes
La mayor parte de las alcantarillas se proyectan como canales abiertos y no como cañerías a presión, aunque en
ocasiones puedan ir llenas. Existen excepciones, como los sifones invertidos y las cañerías de impulsión de las estaciones de
bombeo de aguas residuales, que trabajan siempre a presión. Puede ocurrir, accidentalmente que la capacidad de las
alcantarillas sea superada por infiltraciones incontroladas, con lo que se llenarán, anegando las bocas de registro. Se dice
entonces que las alcantarillas están sobrecargadas.
Fórmulas de circulación
Cuando el agua entra por un tubo o canal a caudal constante y sale libremente por el otro extremo, se establecerá
enseguida un régimen de corriente permanente y uniforme. Un régimen de corriente se denomina permanente cuando, por un
punto cualquiera dato, pasa el mismo volumen de líquido por cada unidad de tiempo. Se llama régimen de corriente uniforme a
aquel en que no se producen variaciones de su velocidad a lo largo del trayecto.
En los casos normales de los proyectos de alcantarillas, la corriente puede suponerse permanente pudiendo considerarse
que es uniforme en los tramos rectos de las alcantarillas, si bien es de esperar que se produzcan variaciones de velocidad en los
obstáculos y cambios de sección.
Si bien las presunciones anteriores no se cumplen en los comienzos de los trazados de las alcantarillas, se calculan todas
de idéntica manera.
El agua se mueve en sentido descendente en las cañerías o canales, por efecto de la fuerza de gravedad, y con la
velocidad tal que la carga hidráulica disponible, compensen los rozamientos, y una pequeña fracción de la misma se transforme
en energía cinética. El rozamiento o resistencia que debe vencerse será directamente proporcional a la rugosidad de la
superficie de tubo o canal, a la superficie de contacto, a la densidad del líquido y, aproximadamente, al cuadrado de la
velocidad. La superficie de contacto viene determinada por el producto del perímetro mojado por su longitud. Estas relaciones
pueden expresarse por la fórmula de Chezy:
V C Rs
Donde:
V = es la velocidad media en m/seg
R = es el radio hidráulico
s = es la pendiente o gradiente hidráulico
C = es el coeficiente experimental
Como los efectos de la rugosidad, velocidad y otros factores, son solo aproximados, el valor de C no es constante sino
que varía con V, R y s de acuerdo con la fórmula de Kuttrer que es:
Donde n es función de la rugosidad de la superficie de la cañería, y afecta a la velocidad por el inverso de su valor. En
la tabla 9-58 se dan los valores de n determinados por experimentación.
Para alcantarillas de tubos de gres u hormigón, a veces se toma para n el valor de 0,015. Si se han seguido buenos
métodos de construcción, con cuidadosas alineaciones de las cañerías y uniones lisas, n puede tomarse igual a 0,013, valor que
es el normalmente adoptado. Para grandes cañerías de hormigón de cuidadosa construcción n vale 0,013 y todavía menos.
Algunos organismos permite valores de n hasta 0,0125 para cualquier cañería lisa y duradero de longitud de 1,5 a 3 m. y de
0,012 en longitudes mayores de 3 m. Para los canales abiertos, con frecuencia se usa la fórmula de Manning:
1 3/4 1/2
V R s
n
El valor del parámetro n de esta fórmula es igual al que toma en la de Kutter por lo que pueden usarse los valores de la
tabla 9-58. El empleo de la fórmula de Manning para el cálculo de alcantarillas da resultados tan satisfactorios como los
obtenidos con la Chezy y considerando como valor de C el proporcionado por la fórmula de Kutter. El valor de n de la fórmula
de Manning no es constante ya que si se observan las ecuaciones, sirve para reemplazar el valor de C de la fórmula de Kutter,
el cual varía con el radio hidráulico y, por tanto, con la profundidad del agua. Camp ha presentado una relación entre n y la
profundidad del agua, la cual se muestra en la figura 9-59. La fórmula también puede aplicarse a la circulación por tubos
cerrados tomando los valores de n que se dan en la tabla 9-58.
El proyecto de alcantarillas exige muchas determinaciones de velocidades, por lo que es de interés llegar rápidamente a
soluciones convenientes, con cuyo objeto se ha diseñado ábacos que simplifican el proceso del proyecto cuando se dispone de
ellos.
Especialmente, la fórmula de Chezy es engorrosa de emplear sin estos métodos abreviados. Mas adelante dispondremos
de los ábacos basados en la fórmula de Manning.
La línea piezométrica
En la circulación por canales abiertos, la línea piezométrica coincide con la superficie del agua y el gradiente o
pendiente es igual a la caída de esta por unidad de longitud. En condiciones ordinarias, se toma como pendiente de una
alcantarilla la de su solera, lo que implica que el perfil hidráulico o la superficie del agua, serán paralelas a aquella. La mayor
parte de las alcantarillas se encuentra en este caso, pero debe tenerse en cuenta que la presencia de cualquier obstáculo que
modifique la pendiente superficial del agua modificará la capacidad de conducción de la alcantarilla, con independencia de la
pendiente de la solera.
Puede ser necesario el considerar esta posibilidad en los puntos en que se crucen alcantarillas grandes o donde se
produzcan cambios de velocidad que afecten a la línea piezométrica, debido a la conversión de la energía potencial en cinética
o viceversa. Los desagües de las alcantarillas en ríos o lagos, pueden a veces, estar sumergidos, lo que da origen a una
pendiente de la línea de carga menor que la de la solera, y a una reducción efectiva de la capacidad de transporte.
Las alcantarillas de grandes dimensiones se curvan a veces con grandes radios, lo que incrementa la pérdida de carga
afectando la línea piezométrica. Existen pocos datos experimentarles que puedan servir de base para llegar a conclusiones con
respecto a cual será la pérdida de carga. Un procedimiento consiste en aumentar el valor del coeficiente n de rugosidad en los
tramos en curva, sumándole de 0,003 a 0,005, para determinar la pérdida de carga en el tramo.
Los cambios de dirección en las alcantarillas pequeñas se realizan en las bocas de registro como ya vimos, mediante un
canal curvado de radio muy pequeño. Es poco lo que se sabe respecto a la pérdida de carga que estas condiciones producen en
los canales abiertos, pero puede considerarse que se aproximará a la que a la que se ocasiona en un codo cerrado. Esta pérdida
se expresa en forma de fracciones de su energía cinética, siendo su valor probable, en este caso como sigue:
2
1,25(V /2g)
Con las velocidades corrientes, esta pérdida justificaría el dar a la solera de la boca de registro, una caída de unos 30
mm, por lo que es práctica corriente el hacerlo así en los registros en los que se produzca un considerable cambio de dirección.
Algunos ingenieros disminuyen la rasante de la solera a partir de cada boca de registro, cuando el tamaño de la alcantarilla
aumenta, en una cantidad igual a la diferencia de diámetros, es decir las claves de ambas alcantarillas quedan a la misma cota.
Puesto que los aumentos de diámetro o sección suelen darse en aquellos puntos en que los ramales desembocan en las
alcantarillas principales, la pendiente de la solera disminuye el peligro de que el agua residual retroceda hacia los ramales,
inundándolos. Si las alcantarillas se proyectan para fluir a sección llena, el gradiente hidráulico no será paralelo a la solera en
el entronque, y puede darse la inundación parcial de la alcantarilla a menos que se haga una caída de este tipo.
Velocidades necesarias
La velocidad de las aguas residuales tiene gran importancia en los proyectos de alcantarillas, por que recordaremos y
ampliaremos lo visto anteriormente.
La experiencia indica que en las alcantarillas de aguas negras se requiere una velocidad no inferior a 0,6 m/seg para
evitar la sedimentación de los sólidos. La pendiente mínima admisible, es por ello, la que produzca esta velocidad cuando la
alcantarilla fluya a sección llena, pero si la topografía del terreno lo permite, deben proyectarse pendientes mayores.
En las alcantarillas de aguas de lluvia se requieren mayores velocidades que en las de aguas negras, debido a la
presencia de arena gruesa y cascajo que arrastran las aguas. La mínima velocidad admisible es de 0,75 m/seg, pero conviene
llegar a 0,90 m/seg. Debido al carácter abrasivo de los materiales sólidos, debe evitarse que la velocidad sea excesivamente
alta, considerándose como valor límite la de 2,4 m/seg. Incluso dentro de dichos límites, algunas alcantarillas importantes, de
gran sección, se recubren frecuentemente por su parte baja con bloques de gres y otros materiales duros para evitar que se
deterioren.
En terrenos muy llanos, donde es difícil conseguir la pendiente mínima, se tiene la tendencia a emplear cañerías de
mayor diámetro debido a que así se puede obtener la velocidad de 0,6 m/seg con pendientes mas reducidas. Debe tenerse en
cuenta, sin embargo, que la velocidad de 0,6 m/seg conveniente para su autolimpieza, solo se alcanzará cuando las cañerías
estén llenas. En la figura 9-59 se observará que las cañerías que fluyen a menos de la mitad tienen velocidades menores que las
llenas o casi llenas, por lo tanto, con el empleo de cañerías de mayor diámetro no se consigue mas que empeorar las
condiciones. Así pues, el caudal previsto debe considerarse en relación con al pendiente y la velocidad real que se obtendrá.
Quizás sea necesario adoptar pendientes que son demasiado bajas para obtener buenas velocidades de arrastre, en cuyo caso
hay que tomar las precauciones necesarias para conseguir que la limpieza y su frecuencia, sean los convenientes con el fin de
evitar obstrucciones y eliminar las que puedan producirse.
Diagramas de flujo
En las figuras 9-60, 9-61 y 9-62, se presentan nomogramas, que resuelven la fórmula de Manning, para diversos
caudales y diámetros de cañería, considerando n = 0,013. La forma de usar estos nomogramas se explica mejor por medio de
un ejemplo.
Se desea determinar el diámetro de la cañería necesaria para conducir 3,4 m3/min con una pendiente media de 0,003. Se
utiliza para ello la figura 9-60, uniendo mediante una regla el 3,4 de la escala de caudales con el 0,003 de la de pendientes,
cortará a la escala de diámetros en 305 mm y la de velocidades en 0,77, lo que indica que será necesaria una cañería de 305 cm
y que la velocidad será de 0,77 m/seg.
De manera análoga, si se conocen dos de los datos que figuran en el nomograma, pueden obtenerse los otros dos. Si el
diámetro que se obtiene, no corresponde con uno comercial, se usará la cañería del diámetro inmediato superior.
Recordemos siempre que estos nomogramas se calcularon considerando que las alcantarillas funcionan a sección llena.
Esto en la realidad no es así, ya que las alcantarillas funcionan con secciones parcialmente llenas, en vista de esta diferencia
debemos corroborar el cálculo de la siguiente manera.
Una vez elegido el diámetro comercial correspondiente, obtendremos la capacidad de transporte correspondiente para
ese diámetro y para la misma pendiente. Luego establecemos la relación entre los caudales reales a transportar y la capacidad
máxima de la cañería elegida, denominada relación de caudales:
Q
Relación de caudales = ——
QLL
Con ese valor ingresamos en el diagrama de elementos hidráulicos de la figura 9-63 por el eje horizontal, y cortar la
curva de caudales. Luego trazamos una horizontal y donde corta el eje vertical nos da la relación entre el calado y el diámetro y
con la misma horizontal cortamos la curva de velocidades; al trazar la vertical en ese punto, podemos hacer intersección con el
eje horizontal y obtenemos la relación de velocidades que es:
V
Relación de velocidades = ——
VLL
Figura 9-62 Diagrama para cañerías circulares a sección llena (c) Figura 9-61 Diagrama para cañerías circulares a sección llena (b)
Figura 9-60 Diagrama para cañerías circulares a sección llena (a)
Como nosotros habíamos obtenido la velocidad a sección llena del nomograma, tenemos que multiplicar dicha
velocidad por la relación de velocidades obtenida con el diagrama de elementos hidráulicos, para obtener la velocidad real. Es
esta última velocidad que debemos tener en cuenta para compararla con la velocidad mínima de autolimpieza.
La figura 9-64 es un nomograma basado en la fórmula de Manning, referido a varios valores de n. Puede emplearse para
cañerías y conducciones de cualquier forma y para canales abiertos. Se emplea como sigue:
Una cañería de 1,83 m de diámetro está realizada en mampostería, muy antigua y rugosa. El valor de n se supone por
tanto 0,017. La pendiente de la alcantarilla es de 0,003. ¿Cuál será el caudal conducido y la velocidad del agua, cuando
funciona a sección llena?. El radio hidráulico, cuando esta llena, será de 0,46 m. Uniendo con una regla los puntos n = 0,017 y
s = 0,003 se encontrará la intersección con el eje que, una vez determinado, se una mediante una regla, con el punto 0,46 de la
escala de radio hidráulico. Esta línea corta a la escala de velocidades en 1,83 m/seg. Con esa velocidad y la cañería llena, el
caudal conducido será de 4,8 m3/seg.
Por supuesto son válidas para este ejemplo lo visto anteriormente para el diagrama de elementos hidráulicos para
determinar velocidades a secciones no llenas.
Colectoras generales
Las colectoras generales con aquellas que reúnen los caudales de aguas residuales de las colectoras y las vuelcan a la
cloaca máxima. Todas se calcula de idéntica manera que ya hemos visto para las colectoras mas pequeñas.
Es muy probable que los diámetros comerciales resulten pequeños para los volúmenes de aguas residuales a transportar,
por lo que en general se recurre a alcantarillas construidas in situ.
Si bien podemos construirlas de sección circular en general se construyen con secciones no circulares como se observa
en la figura 9-65.
Figura 9-65 Alcantarillas de secciones no cirulares: (a) Ovoide, (b) Semielíptica, (c) De
herradura , (d) de arco de tres centros
En la tabla 9-66 se aprecian los datos de sección, perímetro mojado y radio hidráulico de las secciones de la figura 9-65.
Para los cálculos correspondientes utilizaremos la fórmula de Manning y los diagramas de elementos hidráulicos
correspondientes a las secciones vistas, tal como se muestran en la figura 9-67
Figura 9-67 Diagramas de elementos hidráulicos de alcantarillas no circulares: (a) ovoide, (b)
semielíptica, (c) De herradura, (d) De arco de tres centros
Estaciones de bombeo
Puede resultar que el proyecto de alcantarillado necesite la instalación y diseño de Estación de Bombeo de aguas
residuales. Las principales condiciones y factores que afectan la necesidad de recurrir al uso de estaciones de bombeo son las
siguientes:
Cuando la cota de la toma a servir es demasiado baja para que sus aguas residuales puedan ser evacuadas por
gravedad a los colectores existentes o en proyecto.
Cuando se requiere dar servicio a zonas situadas en el exterior de la cuenca.
Cuando la omisión de un bombeo, aún en el caso de que ello sea factible, supone un costo de construcción
excesivo debido a la necesidad de efectuar grandes excavaciones para la construcción de la alcantarilla que de
servicio a una zona determinada.
Las estaciones de bombeo modernas están completamente automatizadas. Las de pequeño tamaño no suelen tener
personal adscrito a ellas, no requiriendo mas atención que la necesaria inspección diaria de funcionamiento y del
mantenimiento de los equipos instalados. Las estaciones de mayor importancia, especialmente aquellas que sirven grandes
zonas de ciudades de gran tamaño, suelen tener operarios que las atienden permanentemente, aunque el número de los mismos
es, normalmente pequeño. En la mayoría de los casos, es suficiente disponer de turnos compuestos por una o dos personas.
Las estaciones de bombeo prefabricadas son suministradas en módulos que incluyen todos los equipos y componentes
ya montados. Normalmente, se encuentran disponibles tres tipos de equipos de bombeo:
Eyectores neumáticos: los eyectores neumáticos trabajan con aire comprimido. La figura 9-69 muestra un
tipo de eyector, el cual cosiste en un tanque o depósito receptor en el que viene el agua residual hasta que se
llena saliendo el aire por un orificio de ventilación. La campana superior contiene aire atrapado lo cual crea un
efecto de flotación que hace elevar una varilla que cierra la salida del aire al tiempo que abre la entrada de aire
comprimido, el cual fuerza el agua residual hacia la cañería de descarga. Cuando se vacía el tanque, el peso de
la campana inferior es suficiente para tirar de la varilla hacia abajo, lo cual tiene el efecto de cerrar la entrada
de aire comprimido y abrir la salida del aire. En la entrada y en el conducto de descarga se disponen válvulas
de retención. Aunque los eyectores han sido empleados para el bombeo de caudales importante, las bombas
centrífugas los han prácticamente desplazado. Tienen la importante ventaja de que no presentan, en la práctica,
problemas de atascamiento y, por tanto, puede elevar aguas residuales que no hayan sufrido desbaste previo. El
sitio donde puede producirse atascos es el la válvulas.
Bombas sumergidas: las bombas sumergidas trabajan inmersas en el agua residual, tal como lo indica la
figura 9-70. Básicamente son motobombas centrífugas de eje vertical que pueden extraerse de sus
acoplamientos a las cañerías sin necesidad de entrar en el pozo de bombeo.
Bombas de cámara seca: en las bombas de cámara seca, el motor y el rotor de la bombas se encuentran
separados, es decir, el rotor sumergido en las aguas residuales y el motor por encima del pozo de bombeo. En
la figura 9-71 vemos un modelo de bomba de cámara seca.
Los eyectores neumáticos se suelen emplear para caudales pequeños, ya que las bombas centrífugas cuya sección de
paso sea de 75 mm, no pueden funcionar a caudales menores de 0,006 m3/seg. Para caudales pequeños también se pueden
emplear bombas sumergidas que pueden ser extraídas para su mantenimiento sin afectar al sistema de impulsión. Ambos tipos
de bombas pueden usarse en instalaciones prefabricadas o convencionales. En el curso de los últimos años, la capacidad de las
instalaciones prefabricadas se ha visto incrementada, pudiendo conseguirse, instalaciones de capacidades superiores a 0,3
m3/seg. La capacidad de las estaciones de bombeo convencionales puede oscilar entre 0,02 a 0,65 m3/seg. y se emplean
cuando:
Las condiciones locales impiden el uso de estaciones prefabricadas
La magnitud o variación del caudal es tal que excede las capacidades disponibles de las instalaciones
prefabricadas.
Aunque se emplea el término de convencionales para describir este tipo de estaciones, cada una de ellas se proyecta
para adecuarla a las condiciones locales.
Las estaciones de bombeo convencionales se usan cuando los caudales son importantes, o bien cuando el agua residual
debe ser desbastada para proteger a las bombas. Al contrario de lo que ocurre con las estaciones prefabricadas, en las que la
zona de ubicación debe adaptarse a ellas, las estaciones convencionales, tienen un diseño específico para cada situación.
Cámara de aspiración
En la cámara de aspiración o pozo de bombeo se realiza el almacenamiento del agua residual antes de su bombeo. El
volumen de almacenamiento depende del tipo de bombas, ya sean de velocidad constante o variable. Si se eligen bombas de
velocidad constante, el volumen debe ser suficiente para evitar que los ciclos de funcionamiento sean demasiado cortos, lo cual
supone una frecuencia elevada de arranques y paradas.
Otras funciones importantes de la cámara de aspiración son conseguir que existe suficiente sumersión en la aspiración
de las bombas para eliminar la formación de vórtices y hacer que la transición del caudal desde la alcantarilla a las cañerías de
aspiración de las bombas sea lo mas gradual posible. Muchos problemas de funcionamiento de las bombas resultan del diseño
inadecuado de la cámara de aspiración. Entre los principales se pueden citar la prerotación del agua y la formación de
turbulencias que afectan a la altura de aspiración y al rendimiento de las bombas.
Como el agua residual penetra en la estación de bombeo a través de la cámara de aspiración, los gases de la alcantarilla
y los materiales inflamables que pueda contener el agua residual deben ser venteados al exterior desde la cámara de aspiración,
el diseño incorrecto de la misma ha sido causa de explosiones en muchas estaciones de bombeo. Para reducir este riesgo, todas
las instalaciones eléctricas de la cámara de aspiración deben ser antideflagrantes y a prueba de explosiones.
Es una buena práctica, dividir la cámara de aspiración en dos o mas compartimentos, de manera que pueda dejarse fuera
de servicio una parte de la cámara de aspiración para su inspección y limpieza. Debido al tamaño de la cámara de aspiración, el
flujo en la misma no siempre es turbulento, por lo que suele producirse la sedimentación de arena y sólidos, razón importante
para que la solera de la cámara debe tener una inclinación hacia la zona de aspiración de las bombas.
Cada compartimiento de la cámara de aspiración debe tener entrada y compuerta de aislamiento individuales que
permitan derivar el caudal al otro u otros compartimientos, cuando se desee dejarlo fuera de servicio. No obstante, los
compartimientos deben estar interconectados entre sí por medio de compuertas a fin de poder disponer de la totalidad del
volumen de almacenamiento para evitar una excesiva frecuencia de arranques y paradas de las bombas. Si la cámara de
aspiración está cubierta, cada compartimiento debe disponer de un acceso independiente.
En la figura 9-72 se muestra una pequeña estación que incorpora dos cámaras de aspiración.
En las figuras 9-75 y 9-76 observamos la planta y el corte de una estación de bombeo grande con una cámara de
aspiración que consta de cuatro bombas y espacio para una quinta bomba futura. Como puede verse, la cámara de aspiración
está dividida en tres compartimientos, cada uno de los cuales incluye una reja de limpieza mecánica independiente.
producción de olores si el nivel mínimo del agua en la cámara de aspiración se encuentra por encima de la zona de la misma
que tiene el fondo inclinado. Esto se puede conseguir haciendo que ese nivel sea el punto de parada de la primera bomba
dentro de la secuencia de bombeo.
El problema mas frecuente es obtener suficiente volumen de cámara de aspiración a un costo razonable. En las
estaciones importantes que sirven a grandes colectores, puede conseguirse un volumen efectivo adicional utilizando la
capacidad de almacenamiento de los colectores. Si el punto de arranque de las bombas en la cámara de aspiración está situado
por debajo de la solera de los colectores, no hay posibilidad de utilizar la capacidad de almacenamiento de éstos. Sin embargo,
cuando se encuentra por encima, se pueden obtener las curvas de remanso para calcular el volumen de almacenamiento
efectivo de los colectores entre los diversos escalones de control. Este volumen, a menudo ascienda hasta por encima del 50 %
del total. Este sistema es mas comúnmente utilizado en estaciones de bombeo que incorporan rejas de limpieza automática.
Cuando se piensa usar la capacidad de almacenamiento de las almacenamiento de las alcantarillas, debe asegurarse que
se mantienen las velocidades de circulación adecuadas, tanto en las alcantarillas como en las rejas, este uso de las alcantarillas
no es común en las estaciones de bombeo pequeñas dotadas de dilaceradores, debido a que la capacidad de las alcantarillas
pequeñas es baja ya que pueden inundarse los dilaceradores.
Cámara seca
En las estaciones de bombeo convencionales, la cámara seca está situada adyacente a la de aspiración y alberga las
bombas y el conjunto de cañerías de aspiración e impulsión y sus correspondientes válvulas. A lo largo de la pared de
separación entre las cámaras debe haber un canal de drenaje para recoger y transportar las pérdidas que puedan producirse, así
como el agua procedente del drenaje de las bombas y el de la limpieza de la cámara seca hasta un sumidero. La solera de la
cámara seca debe tener pendiente hacia el canal de drenaje y éste, a su vez, debe tener una pendiente de 10 mm./m. Hacia el
sumidero. En las figuras 9-72 y 9-76 se muestran ejemplos típicos de cámaras secas.
En todas las estaciones de bombeo, con excepción de las de tamaño mas pequeño, deben instalarse escaleras de acceso,
construidas en acero galvanizado o de aluminio de rigidez suficiente. Las escaleras de mano deben instalarse solo cuando lo
permitan las normas vigentes y no se posible construir una escalera convencional. No debe utilizarse escaleras circulares.
En las estaciones de bombeo profundas, se suele disponer una planta intermedia entre la superficie del terreno y la
solera de la cámara. Los motores de accionamiento de las bombas suelen situarse en la planta intermedia. En estaciones poco
profundas, los motores se colocan sobre la solera de la cámara. Al diseñar la cámara seca debe cuidarse la disposición de los
accesos y trampas de la solera de manera que permitan la extracción de motores, bombas, cañerías y otros componentes. A fin
de facilitar las labores de mantenimiento y reparación de las bombas, deben estar suficientemente separadas.
El extremo de la cañería de aspiración dentro de la cámara, suele incluir un codo embridado de 90º a 45º con
boca acampanada o bien un codo embridado de 90º o 45º con una pieza recta, de boca acampanada. Si el
diámetro del extremo acampanado es D, el punto medio de la boca debe estar a una distancia de la solera de la
Versión: 2005 Página 54
Ingeniería Sanitaria- UTN - FRRO Docente: Ing. Jorge A. Orellana
Es preciso que el extremo de la cañería de aspiración se encuentre sumergido en todo momento para evitar la
entrada de aire pro razón del vórtice que se produce cuando el nivel del agua en la cámara de aspiración es
bajo. La altura del agua por encima de la boca acampanada es función de la velocidad de entrada. En la tabla 9-
79 se indican las sumersiones requeridas para diversas velocidades de entrada.
Conducto de descarga: la velocidad del agua en el conducto de descarga para el máximo caudal de bombeo
debe variar dentro 1,8 a 2,4 m./seg. En el extremo de la descarga hay que instalar un cono de ampliación
concéntrico, tal como se indica en la figura 9-77, seguido de una válvula de retención y una válvula esclusa, la
cual, preferiblemente, conviene que sea del tipo de compuerta de cuña con volante y husillo. La válvula de
retención debe ser necesariamente, de una de los tipos siguientes: válvula de retención de clapeta, válvula
cónica, válvula de disco basculante o bien válvula mariposa. Estos cuatro tipos de válvulas vienen descriptas
en la tabla 9-80. La descarga de la bomba debe conectarse horizontalmente a la cañería de impulsión, ya que si
la conexión fuera vertical podría producirse la sedimentación de los sólidos y obturación de la descarga.
Tabla 9-81 Dispositivos de control del nivel de agua de las cámaras de aspiración
Tipo de Descripción Instalación
dispositivo
de control
Flotador Se emplean en instalaciones sencillas Hay interruptores de flotador que puede ejercer
que requieren únicamente, control de diversas acciones de control como por ejemplo:
paro y arranque. Un tipo de flotador 1) un interruptor de mercurio que suele
consiste en un interruptor de mercurio instalarse en estaciones de bombeo
situado dentro de un elemento flotante prefabricadas o pozos de bombeo de bombas
que se encuentra suspendido de la parte sumergidas y 2) un flotador situado en una
superior de la cámara de aspiración. A cañería que puede conectarse a un tambor con
medida que asciende el líquido en esta, resorte por medio de un cable o cinta. Este
el flotador se va inclinando hasta cerrar dispositivo indica en nivel de la cámara de
(o abrir) el interruptor de mercurio aspiración pero no es muy utilizado debido a
que puede verse afectado por la presencia de
acumulaciones de grasa dentro del tubo
Electrodo Un sistema de control mediante A menudo se emplean en estaciones de
electrodos utiliza un conjunto de eyectores neumáticos en donde se emplea aire
electrodos montados a diferentes cotas comprimido de la fase de trabajo del eyector
en la cámara de aspiración. Cuando se para mantener limpio los electrodos, aunque
eleva el nivel del líquido en ésta y por lo general no suelen utilizarse en las
entra en contacto con los electrodos se estaciones de bombeo. Las grasas y otros
activan los circuitos eléctricos materiales presentes en el agua residual pueden
recubrir los electrodos colocados en la cámara
de aspiración, por lo que necesitan limpieza
frecuente
Tubo de Este método es, probablemente, el mas Como la presión diferencial existente en el tubo
burbujeo utilizado para el control de niveles de es pequeña, a menudo se utiliza un transmisor
cámaras de aspiración. Consiste en la de nivel para amplificar la presión diferencial
introducción de un pequeño caudal de entre los niveles máximo y mínimo de la
aire comprimido en un conducto cuyo cámara de aspiración. Este sistema requiere
extremo está abierto y sumergido en la poco mantenimiento, el aire comprimido
cámara de aspiración. La presión a mantiene el tubo libre de suciedad y de grasa.
aplicar depende la altura del líquido Si el tubo llegara a obturarse, puede limpiarse
Controles manuales: además del control automático, las bombas deben poder ser accionadas manualmente
durante las emergencias en las que los controles automáticos no funcionan y para su mantenimiento. El control
debe incluir tanto el relativo al funcionamiento a velocidad constante como a velocidad variable. El sistema de
control manual debe permitir el bypass del control de paro de nivel mínimo pero la alarma correspondiente al
mismo.
Alarmas: el sistema de control debe incluir alarmas. Las estaciones que no cuentan con personal permanente
deben disponer de una alarma que se transmita telemétricamente, o por cualquier otro método, hasta un punto
en el que haya vigilancia continua. Las alarmas deben incluir los siguientes elementos:
o Nivel máximo del agua en la cámara de aspiración
o Nivel mínimo del agua en la cámara de aspiración
o Fallo de las bombas en estaciones dotadas de bombas de velocidad variable o con sistema de control
complejos.
La alarma de nivel máximo debe estar por encima del de arranque de la última bomba dentro de la secuencia
normal de bombeo, pero por debajo del arranque de la bomba de reserva. Esta disposición permite identificar el
fallo de una de las bombas de funcionamiento normal cuando se dispone de la de reserva. La alarma de nivel
mínimo se dispone por debajo del punto de paro de la primera bomba de la secuencia para indicar un mal
funcionamiento del sistema de control del bombeo. Normalmente, la instalación debe incorporar un dispositivo
de paro de emergencia por bajo nivel del agua que deja fuera de servicio todas la bombas antes de que vacíen
la cámara de aspiración. Este sistema de paro debe situarse por debajo de la alarma de nivel mínimo.
Las alarmas de fallo de las bombas suelen instalarse, normalmente, para las de velocidad variable, indicando
un mal funcionamiento de los controles de velocidad. El origen de la señal depende del tipo de bomba de
velocidad variable de que se trate.
Diseño del panel de control: En las estaciones de gran capacidad debe instalarse un panel de control en el que
se centralice la instrumentación del control. El panel debe incluir los siguientes elementos:
o Indicador del nivel del agua de la cámara de aspiración
o Indicador de funcionamiento del medidor de caudal
o Interruptores para la selección de la secuencia de bombeo que permita fijar el orden de
funcionamiento de las bombas normales y la de reserva
o Controles de funcionamiento para cada bomba incluyendo:
Interruptor de tres posiciones: manual, paro y automático
Señales luminosas indicadoras de funcionamiento o parada
Controles de la velocidad variable si las bombas son de este tipo:
Control manual – automático de velocidad
Indicador de la velocidad
Amperímetro para cada bomba o medidores de potencia consumida
o Panel indicador de alarmas en que se señalen las alarmas individuales o los mandos de las señales
acústicas
Versión: 2005 Página 57
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El número de elementos a incluir en el panel de control depende de la complejidad y las necesidades de cada
sistema.
Medida de caudal: en ocasiones, las estaciones de bombeo incorporan medidores de caudal. Para bombas de
velocidad constante, el sistema de medida mas sencillo es el luso de contadores horarios en los arrancadores de
los motores. Puesto que este tipo de bombas tiene una descarga relativamente constante, si se conoce el tiempo
de funcionamiento puede tenerse una estimación bastante aproximada del volumen bombeado. Es estaciones
de gran capacidad, la medida de caudal se lleva a cabo mediante medidores tipo Venturi o tubos de flujo. En la
actualidad es raro utilizar medidores Venturi porque no suele disponerse de espacio suficiente para el tramo
recto de cañería donde ha de alojarse el medidor. Los tubos de flujo son de uso mas común debido a que
requieren tramos rectos antes del medidor de muy poca longitud.
Equipo eléctrico
Las estaciones de bombeo funcionan con energía trifásica y en la actualidad, para las de mediano y gran tamaño, suele
exigirse que tengan grupos electrógenos de reserva.
Las estaciones cuyo funcionamiento es esencial, pueden tener dos alimentaciones independiente de distintos
transformadores de la compañía eléctrica. Si una de ellas falla, la otra entra en servicio automáticamente. Si no es posible
conseguir dos alimentaciones independientes, debe suministrarse energía mediante uno o mas grupos electrógenos
dimensionados para arrancar y hacer funcionar suficientes bombas para evitar la inundación de la estación de bombeo.
Los arrancadores de los motores y los controles deben situarse en un conjunto de control situado a nivel del terreno en
una zona seca. Esta forma de situación es mas segura y satisfactoria que los tableros de pared con arrancadores individuales e
interruptores de servicio que se utilizaban antes.
Las estaciones de gran tamaño deben disponer de una cámara independiente para la instrumentación eléctrica, en donde
se sitúen los arrancadores de los motores, interruptores, medidores, instrumentos y el cuadro de control, dotada de ventilación
y calefacción adecuadas.
Todos los equipos eléctricos y de iluminación de la cámara de aspiración deben ser antideflagrantes para evitar el
peligro potencial de explosión de los vapores y gases arrastrados por el agua residual. Debe instalarse una iluminación
adecuada y un número conveniente de tomas de corriente, asimismo antideflagrantes.
Calefacción y ventilación
La inclusión de instalaciones de ventilación y calefacción es normal en las grandes estaciones de bombeo.
Todas las estaciones de bombeo, excepto las situadas en climas cálidos, deben tener una instalación de calefacción con
control automático para evitar el riesgo de congelación del agua durante la época fría. En la cámara seca de estaciones con
personal permanente es conveniente tener una temperatura agradable mientras que en aquellas que no tienen personal
permanente la temperatura puede ser algo inferior.
Bajo ciertas condiciones de temperatura, es posible que se produzcan condensaciones en las paredes, e incluso nieblas
en la cámara de aspiración y, en los climas mas fríos, puede llegar a formarse hielo en la parte del piso superior y las puertas de
acceso. En consecuencia, en climas fríos se recomienda la utilización de unidades de calefacción en la cámara de aspiración,
dotadas de sistemas termostáticos de control antideflagrantes.
El tipo de instalación de calefacción a utilizar depende del tamaño de la estación y de las necesidades caloríficas. En
grandes estaciones se suelen emplear radiadores alimentados con agua caliente mediante calderas que use gas u otro
combustible. En las estaciones pequeñas la cámara seca puede calentarse por medio de convectores de aire caliente alimentado
con gas u otros combustibles que incluyen un doble circuito para calentar independientemente la cámara de aspiración.
La instalación de ventilación de las cámaras de aspiración y seca debe estar totalmente independizadas y todos los
orificios de paso de cañerías o cables eléctricos han de estar perfectamente impermeabilizados para conseguir la estanqueidad a
prueba de gas.
Es esencial disponer de una buena ventilación de aire exterior. Las cámaras de aspiración deben incluir sistemas de
ventilación mecánica bien distribuidos por todo el recinto, la salida del aire forzado se realiza por la parte superior de la
estación. El sistema debe ser capaz de mantener una presión positiva en la cámara de aspiración con el fin de reducir al mínimo
la entrada a la misma de aire procedente de las alcantarillas. La salida del aire de la cámara debe situarse a la entrada de la
alcantarilla.
En estaciones de pequeño tamaño sin personal permanente, es normal disponer de un sistema de ventilación
intermitente. En las grandes estaciones o en la que existan rejas de limpieza automática u otros equipos de costo elevado, es
conveniente que la ventilación sea continua para evitar atmósferas húmedas que suelen producirse en las cámaras de aspiración
dotadas de ventilación intermitente. Se recomienda, y los organismos de control lo están exigiendo en la actualidad, que el
caudal de aire de ventilación a suministrar a la cámara de aspiración basado en el volumen existente por debajo del terreno y
por encima del nivel mínimo de líquido en la cámara, se tal que se produzca:
Un mínimo de 30 renovaciones por hora si el ventilador no funciona continuamente
Un mínimo de 12 renovaciones por hora si el funcionamiento es continuo
La cifra de 30 renovaciones por hora para funcionamiento intermitente, es necesaria por razones de seguridad. Este
caudal de aire produce un rápido arrastre o la dilución de los gases y aire contaminado acumulados en la estación.
Cuando la estación tenga un sistema de ventilación intermitente es conveniente equipar al ventilador con un motor de
dos velocidades, de manera que sea posible funcionar en continua a baja velocidad, utilizando la alta únicamente cuando se
visite la estación. En zonas urbanizadas esta modalidad de funcionamiento puede producir una dilución suficiente de los malos
olores de forma que cuando se ponga en marcha el ventilador a velocidad alta no se produzca una descarga masiva de aquellos.
El interruptor de maniobra del ventilador debe colocarse junto a la puerta de acceso, como precaución adicional, el ventilador
puede estar interconectado con el interruptor de la luz.
La cámara seca debe tener buena ventilación, ya sea con ventiladores que fuercen el aire o lo extraigan, o bien mediante
ambos métodos, lo cual se utiliza en grandes estaciones. Se recomienda, y la mayor parte de los organismos así lo exigen en la
actualidad que el caudal de aire de ventilación basado en el volumen de la cámara seca situado por debajo del terreno, sea tal
que produzca:
15 renovaciones de aire por hora cuando el ventilador funcione intermitente
6 renovaciones de aire por hora cuando el ventilador funcione continuamente
Las estaciones con personal permanente suel disponer, normalmente, de ventilación continua.
Es posible que se requiera una capacidad adicional de ventilación para eliminar el calor generado por las bombas, los
equipos eléctricos y artefactos de iluminación. En ciertos casos, dependiendo del tipo de equipos utilizados, puede pensarse en
aprovechar ese calor para la calefacción. En cualquier caso, el sistema de ventilación ha de tener un control automático para
procurar una refrigeración adecuada cuando la temperatura ambiente se eleve por encima de niveles aceptables.
Instalaciones de agua
Es recomendable que todas las estaciones de bombeo cuenten con suministro de agua potable. Esta es utilizada para el
aseo y como agua de soporte a aquellas bombas, que incluyen juntas hidráulicas. Como mínimo, se recomienda instalar un
sanitario con agua caliente para el aseo del personal. Asimismo, deben instalarse tomas de agua para manguera, tanto en la
cámara de aspiración como en la seca, para la limpieza de los suelos, así como bocas incongelables para el riego del césped.
Cuando las normas de edificación lo permitan y la presión del agua sea suficiente, es posible utilizar un único
suministro de agua a partir de la red de distribución urbana, el cual mediante un sistema de control de retorno del agua, permita
su empleo en todos los usos comentados. Como opción se puede realizar un tanque de reserva para suministrar agua a la
estación de bombeo.
En estaciones con personal permanente es necesario disponer de cuartos de baño y vestuarios. Ambas instalaciones
deben situarse a nivel del terreno de manera que puedan descargar directamente a la cámara de aspiración.
Las estaciones de bombeo prefabricadas son de uso corriente en redes de alcantarillado en las que los caudales son
pequeños y la necesidad de protección de las bombas frente a atascamientos son mínimas. En este apartado se estudian los
detalles de diseño de tres tipos de estaciones prefabricadas:
Las de eyectores neumáticos
Las de bombas sumergidas
Las de cámara seca
Características físicas
Las estaciones de bombeo prefabricadas son suministradas en módulos que incluyen todos los componentes y elementos
ya montados y acoplados. Una vez en obra, se interconectan los módulos, se instalan las cañerías y conexiones eléctricas y la
estación está lista para entrar en servicio. Como este tipo de estaciones suele usar, normalmente, como cámara de aspiración
una boca de registro, no es posible incorporar rejas ni dilaceradores.
La mayoría de las estaciones prefabricadas son lo suficientemente pequeñas para que la integren los siguientes módulos:
La estación propiamente dicha, que aloja bombas, controles y equipos auxiliares
El módulo de acceso que sobresale del terreno.
Para evitar inundaciones, la parte superior de este último módulo debe situarse por encima del máximo nivel de
inundación de la zona circundante. Las estaciones prefabricadas de gran tamaño suelen constar de tres o cuatro módulos. En
algunas de las mas grandes, en cada módulo independiente se instalan una bomba, el motor y las cañerías correspondientes, el
sistema de control se sitúa en otro módulo y hay dos módulos de acceso.
El módulo de acceso suele consistir en un tubo de diámetro mínimo de 1 m, aunque puede necesitarse diámetros
mayores para permitir la extracción de los equipos instalados. Este módulo puede proporcionar, asimismo, la ventilación de la
estación.
El cuadro de control eléctrico se sitúa en el módulo de bombeo, pero el medidor eléctrico y el interruptor general se
colocan en un poste adyacente a la estación, la cual recibe la alimentación de energía por medio de una conexión aérea o
subterránea al módulo de acceso.
Las estaciones de bombeo prefabricadas suelen construirse en chapa de acero reforzadas con perfiles. Sin embargo,
también pueden suministrarse en placas de hormigón armado o de fibra de vidrio, que son materiales que resisten mejor la
corrosión y cuyo uso es recomendable cuando los suelos tengan carácter de corrosivos. Las estaciones metálicas incorporan
ánodos de magnesio ligados eléctricamente a la clapa y enterrados en la parte exterior a la estación para conseguir la
protección catódica. En lo que sigue se describen los tres tipos de estaciones previamente mencionadas
Las estaciones de eyectores neumáticos se suelen utilizar para el bombeo de caudales pequeños originados en zonas
aisladas. La capacidad de los eyectores disponible oscila entre 0,005 y 0,0125 m3/seg., siendo muy raro encontrar unidades de
capacidad superior a 0,2 m3/seg. En la figura 9-82 se muestra una estación de bombeo típica con eyectores neumáticos de la
cual analizaremos los siguientes ítem:
Elementos de la instalación: como puede verse en la figura 9-82, es una instalación con dos unidades y tiene
un conducto de aspiración único que sirve a ambas. El sistema de aire consta de dos compresores y un calderín.
Las estaciones de este tipo pueden suministrarse con entradas individuales desde la boca de registro a las dos
unidades.
La cámara de aspiración ilustrada en la figura 9-82 es una boca de registro convencional de hormigón y la
cañería de entrada está dispuesta con una inclinación hacia la estación. La entrada a la estación debe estar por
debajo de la solera de la boca de registro a fin de tener carga suficiente para que el flujo del agua pueda abrir
completamente la válvula de retención de la entrada. El tamaño de la cañería de alimentación debe ser
uniforme en toda su longitud, ya que si se utilizaran dos tamaños distintos, con un reductor de acoplamiento
enterrado, podría producirse la obturación de la cañería. Al contrario de lo que ocurre con las bombas
centrífugas, las cuales pueden crear una presión adicional sobre la cañería de aspiración parcialmente
obstruida, un eyector depende de la carga estática para eliminar la obturación.
El punto con mayor posibilidad de obturación está en la cañería de entrada y conexión con la boca de registro,
por lo que a menudo se suele instalar una pieza en T en la cañería, disponiendo una segunda conexión a cota
superior con la boca de registro, de manera que en caso de que se obture la inferior, la superior permite la
alimentación de la estación de bombeo. Este método de conexión se ilustra en la figura 9-82 y se recomienda
su utilización cuando la unión entre la boca de registro y la estación se realiza con una cañería.
Compresores de aire: los compresores pueden descargar el aire directamente en la cámara receptora del agua
residual, o bien el aire puede almacenarse en un calderín hasta que produzca el bombeo. Los compresores de
conexión directa ha de ser de mayor capacidad, ya que deben suministrar la totalidad del aire necesario para
llenar la cámara durante el ciclo de descarga, mientras que los sistemas con calderín puede suministrar el aire
necesario durante los ciclos de llenado y descarga. Este sistema tiene la ventaja adicional de reducir la
frecuencia de arranques del motor del compresor debido a que el aire se almacena a presión mas elevada que la
necesaria para la descarga del agua residual.
En las estaciones de bombeo con eyectores se utilizan compresores de aire de pistón o rotativos. Son
preferibles los primero ya que los rotativos tiene que estar permanentemente lubricados y con un mayor
control.
Control del sistema: el control del funcionamiento de los eyectores neumáticos se lleva a cabo mediante
flotadores o electrodos. Ambos elementos deben situarse en zonas accesibles para su limpieza. Los sensores
captan el nivel máximo del agua residual en la cámara receptora e inicial el ciclo de descarga, el cual puede
finalizarse por:
o Medio de sensores de nivel mínimo del agua residual en la cámara
o Mediante un temporizador que desconecte la alimentación de aire y permite su salida una vez que se
haya vaciado la cámara
Este tipo de estaciones puede sufrir sobrecalentamientos. Al contrario de lo que sucede en un sistema de bombeo en el
que la energía mecánica es transferida al fluido que se bombea, el calor de compresión que se desarrolla en un eyector
neumático es disipado al ambiente de la estación, a través del compresor y del calderín, cuando este existe. En consecuencia, el
ventilador debe tener un control termostático para evitar el sobrecalentamiento o bien el extractor de aire debe estar
interconectado con el compresor.
Las estaciones de bombeo con bombas sumergibles inatascables están en el mercado desde hace muchos años, aunque
su uso en redes de alcantarillado ha estado restringido debido a los problemas de mantenimiento que conllevas. Sin embargo,
este tipo de bombas ha experimentado una notable mejora al incorporar un sistema de fijación que permite su extracción sin
afectar a la cañería de descarga, mediante una guías a lo largo de las cuales se desliza la bomba. En la figura 9-83 se muestra
una instalación típica.
Este tipo de estación puede suministrarse prefabricada en chapa de acero, aunque lo normal es instalar los equipos de
bombeo y auxiliares en pozos convencionales de mampostería u hormigón. Las válvulas pueden instalarse en la misma cámara
de bombeo, pero el mantenimiento es mas sencillo cuando se colocan en una cámara independiente como se muestra en la
figura 9-83.
En la figura 9-73 se ilustra una estación de bombeo de cámara seca de aspiración consistente en una boca de registro de
dimensiones superiores a las normales con solera inclinada. El nivel mínimo del agua se sitúa a una coata tal que no pueda
entrar aire en la cañería de aspiración por formación de vórtices. La parte superior de la voluta se encuentra por debajo del
nivel mínimo del agua para eliminar la posibilidad de que el aire agarrote la bomba. Debe procurarse un volumen de
almacenamiento adecuado en la cámara de aspiración entre los niveles máximo y mínimo para evitar el arranque frecuente de
las bombas.
Cada bomba tiene su cañería de aspiración independiente. Se instalan válvulas de aislamiento entre la bomba y la
cámara de aspiración, así como a continuación de la válvula de retención en la descarga, a fin de poder dejar la bomba fuera de
servicio para su mantenimiento. Las válvulas de retención utilizadas son, normalmente, del tipo de resorte, ya que el espacio
disponible en la estación es limitado.
Una variante de este diseño consiste en utilizar bombas inatascables autocebantes en lugar de las centrífugas de voluta.
Con esta variante es posible reducir la profundidad de la estación. Las bombas autocebantes tienen juntas mecánicas para
minimizar la entrada de aire cuando no están en funcionamiento y es preciso incluir un dispositivo de venteo del aire evacuado
de la cañería de succión durante el ciclo de cebado.
En la red de alcantarillado la cañería que debe recibir el agua residual descargada por una estación de bombeo y
transportarla bajo presión hasta el punto de descarga, el cual puede ser una colector de circulación por gravedad, un tanque de
almacenamiento o una planta de tratamiento, recibe el nombre de cañerías de impulsión. La presión interna en una cañería de
impulsión es máxima en el tramo adyacente a la estación de bombeo y disminuye hasta la presión atmosférica en el punto de
descarga o cerca de ella. La cañería de impulsión es parte integrante del sistema de bombeo y su diseño está necesariamente
influido por el número, tamaño y tipo de bombas existentes en la estación de bombeo.
Otros factores que tienen influencia sobre el diseño de las cañerías de impulsión son la necesidad de velocidades
mínimas del agua residual y la capacidad para resistir las presiones internas máximas incluyendo las temporales debidas al
golpe de ariete. También es preciso considerar las sobrecargas exteriores debidas a los suelos y otras que actúan sobre la
cañería. Estudiaremos el diseño hidráulico de las cañerías de impulsión y de los elementos asociados a las mismas o
instalaciones complementarias como también la teoría, análisis y control del golpe de ariete, mientras que los aspectos
estructurales deben tomarse de conocimientos previos o de otra bibliografía.
Determinación del diámetro de la cañería de impulsión: Teóricamente el diámetro mas económico debe
basarse en los costos de energía de bombeo, junto con los de amortización de la inversión correspondiente a la
cañería de impulsión y estación de bombeo. En la práctica, la selección del diámetro viene gobernada
normalmente, por la:
o Necesidad de mantener una velocidad adecuada para el caudal mínimo, que evite la deposición de
sólidos.
o Necesidad de mantener una velocidad capaz de arrastrar los sólidos depositados al menos una vez al
día.
En consecuencia, la selección de las bombas depende de si estas son capaces de descargar los caudales
deseados a las alturas manométricas necesarias según el diámetro de la cañería de impulsión.
Sin embargo, ocurre que, a menudo, no es factible dimensionar las cañerías de impulsión de gran longitud,
basándose, exclusivamente, en las limitaciones de la velocidad para el caudal mínimo. En tales casos, lo mas
conveniente es elegir el tamaño mas económico de la cañería que consiga velocidades de flujo adecuadas para
el intervalo total de caudales, actuales y futuros y, a continuación, seleccionar las bombas.
Una vez efectuado este predimensionamiento, puede resultar que sea necesario emplear un diámetro mayor,
para reducir las pérdidas por rozamiento, de manera que pueda hacerse una selección mas adecuada de las
bombas. Cuando la diferencia entre los caudales iniciales y futuros se considerable, puede ser necesario
instalar, en la primera etapa, una cañería de impulsión de menor tamaño e instalar mas adelante una segunda de
mayor tamaño.
Las cañerías de impulsión suelen tener, por lo general, diámetros superior a 200 mm. En algunos casos pueden
utilizarse cañerías de 150 mm en estaciones de bombeo de pequeño tamaño y cañerías de impulsión de poca
longitud y de 100 mm en estaciones de eyectores de pequeño tamaño.
Pérdida de carga en las cañerías de impulsión: Como hemos visto anteriormente, la curva del sistema es una
representación gráfica de la altura manométrica total, es decir la altura geométrica mas las pérdidas de energía
cinética, respecto a los caudales correspondientes. Las pérdidas por rozamiento en las cañerías de impulsión
suelen determinarse mediante la fórmula de Hazen-Williams. Se recomienda utilizar los siguientes valores de
C para las condiciones de proyecto:
o C = 100 para cañerías de fundición y fundición dúctil sin revestimiento
o C = 120 para cañerías de fundición y fundición dúctil con revestimiento de cemento, cañerías de
hormigón armado y pretensado, cañerías de acero de diámetro igual o superior a 500 mm con
revestimiento bituminoso o mortero de cemento y para cañerías de plástico.
Las pérdidas singulares producidas por válvulas y piezas especiales, embocaduras y descargas, pueden
calcularse utilizando las tablas vistas en el capítulo 7. Las pérdidas singulares, junto con las debidas al
rozamiento constituyen las pérdidas de energía cinética en la cañerías de impulsión.
En muchos casos, una bomba diseñada para funcionar satisfactoriamente de acuerdo con la curva del sistema
para el caudal del proyecto, puede cavitar durante el inicio de su puesta en servicio. La cavitación se produce
debido a que las pérdidas de carga de una cañería de impulsión nueva son menores que las calculadas para el
futuro. En consecuencia, es necesario obtener las curvas del sistema tanto para la cañería vieja como para la
nueva. Para las cañerías de fundición dúctil y hormigón, se recomienda unas un valor de C = 140, y para las
cañerías nuevas de plástico un C = 150 o superior.
Velocidades de la cañería de impulsión: Los criterios relativos a las velocidades de las cañerías de impulsión
han sido desarrollados basándose en que los sólidos no se depositan cuando la velocidad de circulación es igual
o mayor de 0,6 m./seg. A velocidades inferiores o cuando se produce el paro de las bombas, los sólidos se
sedimentan, por lo que es preciso conseguir una velocidad igual o superior a 1,1 m./seg. para arrastrarlos de
nuevo.
En las estaciones de bombeo de tamaño medio o pequeño, que sirven únicamente a parte de una zona dotada de
red de alcantarillado en donde el caudal puede ser bombeado de forma intermitente, las velocidades deseables
en las cañerías de impulsión varían entre 1,1 m./seg. a 1,5 m./seg. Una estación pequeña suele tener dos
bombas, una de las cuales está de reserva, de manera que el caudal de bombeo es el máximo o nada. En
estaciones de pequeño tamaño que funcionan intermitentemente, los sólidos del agua residual se depositan en
la cañería de impulsión cuando se para el bombeo. Es deseable que la velocidad de circulación sea de 1,1
m./seg., para asegurar el arrastre de los sólidos depositados.
En una estación pequeña que conste de dos bombas, debe ser posible el funcionamiento simultáneo de ambas,
aún cuando solo se precise una de ellas para bombear el caudal de proyecto. Si los caudales son demasiado
pequeños para garantizar que la velocidad de circulación para el caudal de proyecto sea de 1,1 m./seg., se
pueden seleccionar las bombas de manera que su funcionamiento conjunto produzca la velocidad mínima
deseada de 1,1 m./seg. En este caso, las dos bombas se hacen funcionar simultáneamente mediante control
manual una vez por semana durante un tiempo suficientemente largo para limpiar la cañerías.
Las estaciones de este tipo de mayor tamaño pueden tener tres o cuatro bombas iguales, de las cuales una está
de reserva. En una estación de tres bombas, se pueden conseguir velocidades en una cañería de impulsión de
aproximadamente 0,9 m./seg. y 1,5 m./seg. con una o dos bombas en funcionamiento, respectivamente. En
estaciones con cuatro bombas se pueden obtener velocidades del orden de 0,7 m./seg., 1,2 m./seg. y 1,7 m./seg.
con una, dos o tres bombas en funcionamiento. Estas velocidades tienen en cuenta la ligera reducción de la
Versión: 2005 Página 63
Ingeniería Sanitaria- UTN - FRRO Docente: Ing. Jorge A. Orellana
capacidad de las bombas que se produce por razón de las mayores pérdidas por fricción resultantes al aumentar
los caudales.
En la tabla 9-84 se indican las capacidades necesarias de las bombas para mantener velocidades de 0,6 m./seg.
y 1,1 m./seg. en cañerías de impulsión de 150 a 300 mm. de diámetro.
Tabla 9-84 Caudal de las bombas para mantener las velocidades mínimas en
las cañerías de impulsión
Diámetro de la cañería Caudal de la bomba (m3/h)
de impulsión (mm) V = 0,6 m/s V = 1,1 m/s
150 0,011 0,019
200 0,020 0,035
250 0,031 0,054
300 0,045 0,076
El proyecto de una cañería de impulsión se torna mas complicado en las estaciones que hayan de prestar
servicio a toda, o una parte importante de una cuenca en donde se requiera bombear continuamente y
ajustándose lo mas posible al caudal de la misma. Estas estaciones pueden incluir bombas de diversas
capacidades, algunas de ellas de velocidad constante y otras de velocidad variable. Las bombas deben
funcionar en continuo y han de dimensionarse de forma tal que puedan impulsar, en funcionamiento aislado o
simultáneo, toda la gama de caudales, iniciales y futuros.
El intervalo de valores de los caudales de descarga y las velocidades necesarias para conseguir los indicados en
la tabla 9-84 pueden ser del orden 7 a 1 u 8 a 1. Si se fija la velocidad máxima en el conducto de impulsión en
1,8 m-/seg., el caudal mínimo inicial daría lugar a una velocidad de, únicamente 0,22 m./seg. a 0,26 m./seg. Si
el bombeo ha de hacerse en continuo, deberá instalarse una bomba de esta capacidad. Como quiera que tal
velocidad no segura la autolimpieza de la cañería se producirá cierta deposición de sólidos, aunque ello puede
ser aceptable por las siguientes razones:
o A caudal mínimo, el contenido de sólidos y arenas del agua residual es también mínimo y solo se
depositarán estas últimas.
o Para los caudales de punta diarios, el caudal de bombeo será de 1,5 a 2 veces el medio diario, dando
lugar a velocidades que arrastraran cualquier depósito de sólidos que se haya producido durante el
período de caudal mínimo.
o La solución alternativa de instalar dos cañerías de impulsión es mas cara y desventajosa desde el
punto de vista de funcionamiento, por lo que debe evitarse siempre que sea posible.
o Las estaciones de bombeo y cañerías de impulsión diseñadas de acuerdo con los principios expuestos
han funcionado satisfactoriamente.
En el pasado, el sistema mas empleado para resistir los empujes horizontales era el empleo de macizos de
anclaje de hormigón en los que se embebía la pieza para empotrarla en la zanja. Si se utiliza este método de
anclaje, debe especificarse claramente en los planto. En la figura 9-87 se muestra un macizo de anclaje típico.
A partir del desarrollo de juntas reforzadas de gran fiabilidad, los macizos de anclaje están cayendo,
progresivamente en desuso. De hecho, en algunos casos, el empleo de macizos de anclaje no es recomendable
o posible. La capacidad resistente del terreno puede no ser fiable debido a que el mismo sea de mala calidad,
como ocurre en el caso de zonas de relleno o capa freática elevada. También existe la posibilidad de que la
capacidad portante del suelo pueda verse reducida por excavaciones futuras que puedan realizarse próximas a
la cañería de impulsión.
El funcionamiento satisfactorio de las juntas reforzadas depende de la resistencia de fricción existente entre la
cañería y el suelo, mientras que el de un macizo de anclaje depende de la capacidad portante del suelo en el
que se construye. En consecuencia, es necesario disponer de buena información sobre las características del
suelo de la zona y acudir a un experto en geotecnia cuando se requiera el uso de anclajes. Los codos verticales,
en los que el empuje que se produce sobre la cañería es, asimismo vertical, deben evitarse siempre que sea
posible. Si ello no es así, la pieza especial debe sujetarse mediante juntas reforzadas o macizos de anclaje de
hormigón. El macizo de anclaje depende, únicamente, de su propio peso para resistir el empuje. Si el macizo
está situado por debajo del nivel de la capa freática, solo debe contarse con el peso efectivo del hormigón
sumergido.
Reducción de la turbulencia en la descarga: Debe prestarse especial atención a la disposición horizontal y
vertical del extremo de descarga de la cañería de impulsión para minimizar la turbulencia y la liberación
resultante de sulfuro de hidrógeno, el cual no solamente produce malos olores, sino que puede ser oxidado a
ácido sulfúrico, que puede atacar el hormigón y mortero de cemento de la obra de fábrica de la descarga e,
incluso en ciertos casos, a la alcantarilla aguas abajo. Esta situación puede agravarse si se produce un
almacenamiento prolongado del agua residual en la cámara de aspiración y cañería de impulsión. Un método
muy utilizado para reducir la turbulencia consiste en situar a la misma cota las claves de la cañería de
impulsión y de la alcantarilla, en la boca de registro donde se verifica la descarga. En estos casos, la solera de
la boca de registro debe tener una ligera inclinación entre las correspondientes de la cañería de impulsión y de
la alcantarilla. Si la velocidad del agua en la cañería de impulsión es superior a 2 m./seg., o si existe mas de
una cañería de impulsión, puede ser necesario proyectar una sistema de descarga especial para reducir la
turbulencia, así como un elemento disipador de energía. Si la cota de implantación de la alcantarilla está
bastante por debajo de la cañería de impulsión, especialmente cuando está sobre roca, la cañería puede acabar
en una boca de registro de profundidad normal y conectarse con la alcantarilla mediante un conducto por
gravedad de corta longitud y un pozo de caída convencional. Si la conexión debe hacerse a una boca de
registro u otra estructura existente, puede utilizarse un sistema de caída interna o controlada, cuando sea
posible.
Como precaución adicional contra los problemas que puede crear el sulfuro de hidrógeno, especialmente en
climas cálidos, puede ser conveniente sellar hidráulicamente mediante un sifón el extremo de descarga de la
cañería de impulsión. La alcantarilla puede sellarse colocando la clave de la cañería a la misma cota que la
solera de la alcantarilla, haciendo que la solera de la boca de registro tenga una inclinación ascendente desde el
extremo de la descarga hacia la alcantarilla. El sistema de sellado puede hacerse también utilizando accesorios
de la cañería
Los elementos complementarios de uso mas común incluyen las purgas, bocas de registro y válvulas de purga y
admisión de aire.
Purgas: Una purga es una salida controlada de una cañería dispuesta de tal modo que puede utilizarse para
drenarla o inyectar agua a presión para su limpieza. Las cañerías de impulsión no requieren, normalmente, la
instalación de purgas. Sin embargo, cuando exista un tramo deprimido suficientemente largo entre dos puntos
altos, puede ser conveniente instalar una purga que permita el drenaje de la cañería y el bombeo del agua
extraída.
Una purga suele consistir en una conexión provista de válvula situada en una boca de registro construida en un
punto bajo y que descarga a un pozo o arqueta que puede servir como pozo de bombeo para una bomba
portátil. El tamaño de la purga no suele ser inferior a 150 mm, pero si es posible debe permitir el
establecimiento de velocidades suficientes del agua en la cañería de impulsión que permitan su limpieza.
Válvulas de purga y admisión de aire: Las cañerías de impulsión suelen construirse, normalmente, a
profundidades por debajo del nivel del terreno. Esta práctica produce, a menudo, la existencia de puntos altos y
bajos a lo largo del trazado. En tales casos, puede ser necesario, instalar una válvulas para eliminar el aire
acumulado durante la puesta en servicio de la cañería, es decir su llenado, su funcionamiento normal o bien
para la admisión de aire durante el vaciado. La purga o admisión de aire puede llevarse a cabo mediante una
válvula de funcionamiento manual, aunque también se han utilizado válvulas automáticas especialmente
diseñadas para purgar el aire de los puntos altos cuando la cañería está bajo presión.
Cuando sea factible, las cañerías de impulsión deben proyectarse sin puntos altos y con su clave situada por
debajo de la línea de carga para el caudal mínimo de bombeo, de manera que no sea preciso instalar válvulas
de purga de aire. Si ello no es posible, debe instalarse una válvula de purga manual en cada punto alto
importante donde pueda acumularse el aire. Un punto alto puede considerarse importante si está a 60 cm o mas
por encima de la mínima línea de carga o cuando el bombeo es intermitente, por encima de una línea de carga
estática. Las válvulas de purga no deben ser de diámetro inferior a 20 mm ni superior a 50 mm, aunque pueden
utilizarse diámetros superiores en cañerías de impulsión grandes. Preferiblemente estas válvulas deben
colocarse en arquetas, aunque las válvulas de 40 mm o mayores pueden enterrarse y hacerlas funcionar
mediante una llave a través de una caja. La válvula de purga puede descargas a una boca de registro, a una
cámara seca bien ventilada o a cualquier sitio adecuado. Debe prestarse atención a la posibilidad de poder
introducir una varilla o agua a presión para la limpieza de la válvula. En la figura 9-88 se muestra una
instalación típica de una válvula de purga de aire en una cañería de impulsión.
Las válvulas de purga automáticas no deben instalarse a menos que sea inevitable. La experiencia ha
demostrado que este tipo de válvulas requieren un mantenimiento frecuente si se quiere que funcionen
correctamente. Si el mantenimiento no es adecuado, las válvulas se obturan y funcionan mal, a menudo muy
poco tiempo después de su instalación. En la mayoría de los casos, si una vez que se ha puesto en servicio la
cañería de impulsión se ve que es necesario hacer funcionar muy frecuentemente una válvula manual para
eliminar el aire acumulado, esta puede dejarse parcialmente abierta para que exista una purga continua. En
última instancia, puede instalarse una válvula automática. Cuando se instalen válvulas automáticas deben tener
un diseño especial que mantenga el mecanismo de accionamiento fuera del contacto con el agua residual para
evitar su obturación y mal funcionamiento. Deben colocarse en una boca de registro o arqueta y estar
protegidas contra las heladas e instalarse en la parte superior de la cañería de impulsión, cerca de una válvula
de aislamiento. Se debe instalar una purga de 25 mm de diámetro por encima de la válvula de aislamiento o en
el cuerpo de la bomba. El fabricante de la válvula debe incluir una conexión para la limpieza de la válvula con
agua a presión. Las válvulas automáticas de admisión de aire se han utilizado para procurar una entrada rápida
de aire en la cañería, para evitar su aplastamiento cuando la pared de la misma es muy delgada, durante un
vaciado rápido que pueda producirse como consecuencia de una rotura de la cañería de impulsión, o durante la
fase de separación de la columna líquida siguiente a un corte de energía. Sin embargo, estas válvulas están
sujetas a un mantenimiento frecuente, al igual que las de purga de aire y puede ocurrir que un mal funcionando
de las mismas cree problemas adicionales de golpe de ariete.
En general, las válvulas automáticas de admisión de aire no deben usarse en cañerías de impulsión de aguas
residuales. En su lugar del problema del posible aplastamiento de las cañerías por razón de presiones internar
inferiores a la atmosférica puede ser resuelto mediante el empleo de cañerías con paredes de espesor suficiente
para soportar estos esfuerzos.
Las variaciones rápidas de la velocidad que tiene lugar en las cañerías de impulsión tienen su origen en los arranques de
las bombas, en las paradas o fallos del suministro de energía, y pueden dar lugar a cambios importantes de la presión. Estos
cambios pueden ser positivos, por encima del valor normal, o negativos, por debajo y, a menudo, van acompañados de un ruido
característico como de un golpe. Esta situación transitoria de la presión y velocidad en las cañerías de impulsión y conductos a
presión se conoce como golpe de ariete. Las condiciones mas severas de golpe de ariete suelen producirse por paradas de las
bombas o por fallo del suministro eléctrico. En este capítulo se estudia la teoría, análisis y control del golpe de ariete.
Donde:
T = tiempo crítico en segundos
L = longitud de la cañería de impulsión entre el punto de cambio de caudal y el de reflexión en metros
a = velocidad de la onda de presión en m./s.
La magnitud del incremento de la presión en el punto de cambio de caudal es función de si el flujo se detiene al cabo de
un intervalo de tiempo igual, menor o mayor que el tiempo crítico. La velocidad de la onda de presión y la magnitud del
incremento de la presión se estudian a continuación.
La velocidad de la onda de presión del golpe de ariete depende de las propiedades físicas del fluido y de la cañería de
impulsión y de la aceleración de la gravedad. Puede calcularse por medio de la siguiente ecuación:
1440
a
1 C1( Kd / Ee)
Donde:
a = Velocidad de la onda de presión en m./s.
C1 = Valor 1, para cañerías con junta de expansión
C1 = Valor 1 – µ2, para cañerías con movimiento axial impedido, por ejemplo, cañerías enterradas
C1 = Valor 5/4 - µ2, para cañerías sin juntas de expansión y ancladas en el extremo de aguas arriba
µ = módulo de Poisson
K = módulo de la masa de agua estimada en 2.070 MN/m2
E = módulo de elasticidad de la cañería en MN/m2
e = espesor de la pared de la cañería en mm
En la tabla 9-89 se resumen los valores de los módulos de elasticidad, de Poisson, los intervalos normales de la relación
de diámetros y espesores de cañerías y los intervalos normales, de velocidades de la onda de golpe de ariete para cañerías de
diversos materiales. Cada proyecto exige el cálculo de la velocidad de la onda mediante la ecuación vista mas arriba, utilizando
los datos de los fabricantes de cañerías, relativos al espesor de la pared y a las propiedades de los materiales cuando se trata de
materiales no convencionales.
gH
V
a
Donde H es la diferencia de carga existente entre los extremos de la cañería mas la pérdida por fricción a la velocidad
media durante el paso de la onda de presión. Durante este tiempo, la carga hidráulica en el extremo de la cañería permanece
constante, mientras que en la válvula de retención varía ligeramente hasta el nivel del agua en la cámara de aspiración.
Una vez que la velocidad se ha reducido a cero, ocurren tres sucesos:
Se cierra la válvula de retención
Una pasada de la onda de presión positiva desde el extremo de la cañería hasta la bomba eleva la presión hasta
el valor normal y la velocidad en sentido opuesto a ΔV, donde ΔV = g/a veces la altura geométrica
La velocidad en sentido opuesto, ΔV, choca contra la válvula cerrada dando lugar a un incremento adicional de
presión de valor ΔH = (a/g) ΔV y resultando en una presión de golpe de ariete de valor doble del de la altura
geométrica
Válvulas de control positivo: Idealmente, la cañería de impulsión debería salir de la estación de bombeo a la
misma cota que las bombas y su trazado debería ser plano o ligeramente ascendente, con inclinación uniforme,
hasta cerca de su extremo final en donde se elevaría rápidamente hasta el punto de descarga. Sin embargo, este
tipo de trazado no suele ser posible. Por razones de economía, el perfil de la cañería de impulsión suele
adaptarse al del terreno, por lo que incluye tanto puntos bajos como altos. Mas aún, en muchas estaciones de
bombeo profundas, cada bomba descarga mediante una cañería vertical hasta la cañería de impulsión, la cual
sale de la estación a poca profundidad respecto a la superficie del terreno, o bien es la propia cañería de
impulsión la que se eleva dentro o fuera de la estación hasta una cota próxima a la superficie del terreno.
Incluso en una estación de bombeo de tamaño pequeño o medio pueden producirse sobrepresiones importantes
debidas al golpe de ariete, si la cañería de impulsión se alza bruscamente dentro de la estación o si tiene puntos
altos a lo largo de su trazado. En ambos casos, durante los momentos iniciales que siguen a un corte de energía,
o a un paro de la bomba, la presión absoluta puede disminuir hasta el vacío total igual a la presión de vapor
dando lugar a la formación de cavidades de vapor y a separaciones de la columna de agua en los puntos altos.
Las dos partes de la columna de agua existentes a ambos lados de una cavidad se comportan
independientemente, parándose y produciéndose la inversión del flujo, mientras las presiones en los puntos
altos permanece a la presión de vapor.
Si la columna de agua en la descarga de la bomba continúa su movimiento durante unos segundos, la cavidad
puede no ser lo suficientemente grande por lo que las dos columnas entran en contacto, pero con muy pequeña
diferencia de velocidad entre las mismas, con lo que la sobrepresión producida es de poca importancia. Si la
columna de agua en la descarga de la bomba se para rápidamente, la cavidad puede extenderse los suficiente
como para hacer que la otra columna se acelere en dirección contraria hasta alcanzar prácticamente su
velocidad inicial en el momento que entra en contacto con la primera. Si cualquiera de las columnas con flujo
invertido llega hasta la válvula cerrada o una columna de agua estática, el incremento de presión puede ser
elevado y viene dado por las fórmulas ya vistas.
En estaciones de gran tamaño, las válvulas de retención deben ser de cono con control positivo, de macho o de
mariposa. Estas últimas no deben emplearse a menos que se hayan eliminado o dilacerado los trapos u otros
sólidos antes de la aspiración de las bombas.
El paro normal de las bombas debe realizarse cerrando lentamente la válvula mientras el motor continúa
funcionando, de manera que, una vez que la válvula se encuentra en posición cerrada, produce un contacto que
para el motor. En el caso de fallo de suministro eléctrico, la válvula está totalmente abierta y se utiliza la
presión hidráulica procedente de otra fuente fiable, o un acumulador hidráulico que funciona con un cilindro,
para cerrar la válvula. Los tiempos de cierre normal o de emergencia y de apertura de la válvula pueden ser
diferentes y deben ajustarse independientemente.
El tiempo de cierre de las válvulas es de extraordinaria importancia por que si se cierran demasiado
rápidamente, pueden ocasionar la rotura de la columna de agua de las descarga de la bomba, lo cual puede
producir el desarrollo de sobrepresiones importantes en la cañería de impulsión. En consecuencia, las válvulas
deben maniobrarse lentamente y estar en posición semiabiertas cuando se anule la velocidad en la cañería de
impulsión y comience el flujo en sentido inverso.
En la cañería de impulsión en la que no existan puntos altos, la velocidad de la onda a puede expresarse como
L/Δt, donde Δt = L/a es el tiempo requerido para que la onda se desplace a lo largo de la cañería.
LV
t
gHmed
Donde:
t = tiempo necesario para que se anule la velocidad
Hmed = desaceleración media de la presión incluyendo el rozamiento
Esta ecuación proporciona el tiempo que ha de transcurrir para que se anule la velocidad del agua en la cañería
de impulsión en el extremo de la estación de bombeo. Si se utilizan válvulas de control positivo, el tiempo de
cierre necesario sería de 2t. Las especificaciones deben exigir que el tiempo de maniobra sea ajustable al
menos dentro de un intervalo de t a 4t. Alternativamente, el tiempo requerido para que la velocidad se anule
puede determinarse mediante una primera pasada en el ordenador, suponiendo que existen válvulas de
retención en la descarga de la bomba. El método es especialmente adecuado para el caso que exista un punto
alto en la cañería de impulsión que origina la separación de la columna de agua, ya que también proporciona el
tiempo transcurrido hasta que las dos columnas vuelven a encontrarse y la máxima sobrepresión resultante.
Este último tiempo, se emplearía en lugar del primero, para seleccionar el de cierra de la válvula por la primera
pasad del ordenador cuando se empleen las válvulas de control positivo y mediante pasadas sucesiva se puede
determinar el tiempo óptimo de cierre. Con esta disposición se producirá una inversión del flujo cuando se
produzca un fallo del suministro de energía. En tales condiciones, las bombas podrían alcanzar una velocidad
contraria del 60 al 125 % de su velocidad normal, dependiendo del número de bombas de que conste la
estación y del número en funcionamiento simultáneo en el momento de fallo del suministro. Las bombas y
motores deben especificarse para poder soportar una velocidad en sentido inverso del 150 % de su velocidad de
régimen. La máxima sobrepresión desarrollada por un fallo del suministro de energía no debe exceder del 175
% de la presión normal, medida por encima de la parte superior de la voluta. Mediante un análisis detallado y
elección correcta del tiempo, la sobrepresión puede limitarse hasta un valor de 125 % de la normal.
Válvulas reguladores de presión: En algunas estaciones de bombeo de gran tamaño el empleo exclusivo de
válvulas de control positivo puede no proporcionar suficiente control para limitar las presiones debidas al
golpe de ariete. En estaciones de bombeo grandes con cañerías de impulsión de gran longitud en las que
únicamente existan las válvulas en la descarga de las bombas para controlar el golpe de ariete, el tiempo
necesario para el cierre de las válvulas de control positivo puede ser demasiado largo produciéndose un flujo
excesivo en sentido contrario a la cámara de aspiración, así como una rotación indeseable excesiva en sentido
contrario de la bomba y el motor. Estas condiciones pueden presentarse en una cañería de impulsión que tenga
puntos altos en donde se produzca la separación de la columna de agua. En tales casos, se emplean válvulas
reguladoras de presión en bypass, en conjunción con las de control positivo situadas en la descarga de las
bombas.
Cuando ambas válvulas se usan conjuntamente, las de control positivo se diseñan de modo que puedan cerrarse
en el momento en que al descarga de la bomba se anule, de manera que se evite que el flujo invertido pase a
través de la bomba. Las válvulas reguladoras de presión en bypass suelen ser cónicas de control positivo o de
mariposa y se diseñan para estar totalmente abiertas en el momento en que se cierre la válvula de descarga, de
manera que permiten que el flujo de sentido contrario pase directamente a la cámara de aspiración a caudal
reducido mediante bypass de las bombas. Generalmente, se suele colocar mas de una válvula reguladora de
presión en bypass para asegurar que, por lo menos, se abrirá una válvula en cado de fallo de las otras. Estas
válvulas se fabrican de modo que puedan cerrarse lentamente para mantener la presión en el interior de la
cañería de aspiración dentro de los límites admisibles.
Válvulas de purga y admisión de aire: Este tipo de válvulas se ha utilizado en las cañerías de impulsión para
evitar la formación de vacíos en la estación de bombeo y en los puntos altos. Cuando la presión en la cañería
de impulsión descienda por debajo de la atmosférica, las válvulas permiten la entrada de aire suficiente para
mantener la presión próxima a la atmosférica, con lo que la velocidad a la que se juntan las columnas de agua
de ambos lados de la cavidad se ve reducida y se obtiene un cierto efecto de colchón de aire. Ello limita el
incremento de presión que se produce en la cañería de impulsión después de la rotura de la cavidad de vapor.
También se pueden instalar válvulas de aire de apertura rápida y cierre lento en los puntos altos de la cañería
de impulsión. Estas válvulas permiten una pequeña descarga del contenido de la cañería en cada operación.
Debido a que son susceptibles a problemas de funcionamiento, el empleo de válvulas de purga y admisión de
aire o válvulas de apertura rápida y cierre lento debe restringirse a conductos de impulsión que transporten
agua residual tratada.
Otros sistemas de control: En estaciones de bombeo de tamaño pequeño y mediano se han utilizado en cierta
medida los calderines hidroneumáticos para el control del golpe de ariete. El calderín se conecta a la cañería de
impulsión y las bombas se equipan con válvulas de retención preferiblemente con amortiguadores. Cuando se
produce el paro de la bomba o el fallo del suministro eléctrico, el calderín suministra agua a la cañería de
impulsión para limitar la depresión y evitar la separación de la columna de agua. Una vez que se han cerrado
las válvulas de retención, la onda de presión que retorna fuerza al agua residual hacia el calderín, donde se
produce el efecto de colchón de aire. Cuando la altura manométrica de elevación máxima en estado
estacionario no excede de la del techo en la estación de bombeo, que de conseguirse el control colocando una o
más chimeneas verticales conectadas a la cañería de impulsión y de altura superior a la del techo, incluyendo
una conexión de retorna a la cámara de aspiración. La parte superior del codo existente entre la chimenea y el
retorno ha de estar venteada para impedir el sifonamiento. Este sistema, no precisa mas válvulas que las
normales de retención y compuerta en la descarga de cada bomba y limita, de manera efectiva, las
sobrepresiones que se producen en los arranques y fallos de energía, habiéndose uilizado satisfactoriamente,
tanto en bombeo de aguas residuales como elevaciones de poca altura de aguas potables.
Es preciso reconocer que muchos de los dispositivos empleados para controlar el golpe de ariete en estaciones de
bombeo, tales como supresores y válvulas de sobrepresión, no son aplicables a los de aguas residuales debido a los sólidos
contenidos en estas.
En el proyecto de sistemas de estaciones de bombeo y cañerías de impulsión, es esencial que todas las cañerías y
equipos, incluyendo las juntas, sean capaces de resistir las presiones esperadas del golpe de ariete, así como las nominales del
sistemas. Ello también es de aplicación a los soportes de las cañerías, anclajes y apoyos, tanto dentro como fuera de la estación,
estando enterradas o no. Los codos y piezas especiales enterradas deben embeberse en hormigón o reforzarse
convenientemente para soportar las presiones previsibles.