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Teoría Microeconómica: algunos elementos de la ideología liberal

Basada en los postulados (ideológicos) económicos liberales como la propiedad


privada y el interés individual como causa del bien común[CITATION Pop00 \l
9226 ] la teoría micro económica clásica intenta explicar, el comportamiento de los
participantes en un mercado de bienes y sus consecuencias sociales, con
abstracciones o formulaciones matemáticas. Lo anterior deja, en la práctica, a la
ideología liberal revestida de un cuerpo de conocimientos rigurosos con pretensión
de objetividad sobre los hechos sociales en un contexto de recursos finitos y
necesidades ilimitadas.

De acuerdo con las leyes de oferta y demanda, la teoría microeconómica pretende


predecir el comportamiento de productores y consumidores tomando como
variable principal el precio. El concepto de precio subyace, sino a todas, a la
mayoría de postulados de esta corriente de pensamiento. Bajo el supuesto del
“precio”, se entiende que hay bienes que tienen un valor y que este se encuentra
expresado por el precio, al mismo tiempo, se entiende que el valor está dado o se
fundamenta en los participantes del mercado, en esencia quiere decir, que está
dado por quienes demandan el bien o por el deseo del comprador[CITATION
Dus12 \l 9226 ]. Las leyes de oferta y demanda tienen en cuenta otras variables
pero su formulación gira en torno al precio principalmente.

Lo anterior quiere decir que para el entendimiento de las dinámicas sociales la


microeconomía enmarca las relaciones en el mercado y separa los actores del
mercado en productores y consumidores. Las leyes de oferta y demanda intentan
explicar el comportamiento de productores y consumidores respectivamente.
[CITATION Nor00 \l 9226 ]

Otra de las premisas de la teoría microeconómica clásica es la intención del


productor de maximizar su beneficio y minimizar sus costos, esto puede decirse,
es la extensión del postulado ideológico sobre el interés individual, que es con el
que actuamos todos en la sociedad, es decir, cada individuo en la sociedad no
desea otra cosa que su propio beneficio, en términos económicos esto puede
significar que cada individuo dese acrecentar su riqueza y en el caso de ser
necesario sacrificar recursos para conseguirlo, que dichos recursos sean los
mínimos posibles. Lo trascendental de estos supuestos es que dicha búsqueda de
la satisfacción del interés individual no tendrá otra consecuencia que el bien
común.

Dicho postulado permite la formulación de la teoría del consumidor y la teoría de la


producción. La teoría del consumidor (clásica) se establece sobre la base de la
racionalidad del consumidor en la toma de decisiones la cual está encaminada
hacia su máxima satisfacción (satisfacción dada por el consumo) y se encuentra
restringida por su nivel de renta. La teoría de la producción por su lado establece
las condiciones necesarias para la maximización de los beneficios para los
productores.

La teoría microeconómica plantea varios escenarios sobre el funcionamiento de


los mercados y sobre uno en particular, llamado mercado perfecto, bosqueja la
situación ideal para el entendimiento del modelo microeconómico de oferta y
demanda. Este escenario ideal es, como todo ideal, abstracto, y en este caso,
necesario para el desarrollo del modelo. El escenario del mercado perfecto incluye
las premisas sobre el tamaño y el número de las empresas que participan en el
mercado, la homogeneidad de los bienes que se ofertan en el mercado[ CITATION
Sar12 \l 9226 ] y, muy importante, la condición que tienen los productores de ser
precio-aceptantes.

Esta última condición del modelo es coherente con la afirmación ideológica sobre
el fundamento del valor reflejado en el precio, el cual es para este caso, el deseo
del comprador. Esto quiere decir que los productores aceptan que el precio de los
bienes que ofertan es el que los consumidores (demanda) están dispuestos a
pagar, siempre que ninguno influya intencionalmente sobre el mismo. A partir de
este punto los productores compiten por producir un bien para venderlo al precio
que el mercado está dispuesto a pagar y que aun así les genere beneficios.

Los otros escenarios planteados, considerados como competencia imperfecta, no


cumplen con alguna de las condiciones del mercado perfecto, lo cual genera para
el modelo los escenarios de monopolio, oligopolio, duopolio y competencia
monopolística. Estos escenarios son, lógicamente, más comunes en la realidad.

El caso del monopolio aunque situación totalmente opuesta a las condiciones de


mercado perfecto no deja de reflejar los fundamentos del modelo consistentes en
la consecución de la satisfacción del interés individual, es decir, todos los
productores del mercado perfecto perseguirán maximizar su beneficio y eso
requerirá producir al menor costo posible y dado que no tienen influencia en el
precio y aceptan el precio del mercado, en síntesis, deben igualar su costo
marginal al precio, siempre que este, sea mayor que su costo medio de
producción.

Por su parte el monopolista, aunque no acepte el precio del mercado, esto no


desaparecerá su interés en incrementar sus beneficios. El monopolista podrá
influir en el precio del bien o sobre la cantidad producida pero no sobre
ambas[ CITATION Sar12 \l 9226 ], en este sentido, si influye sobre el precio y
decide vender por debajo del mercado tendrá que producir más para alcanzar
situación de equilibrio o maximización de beneficios, en este caso el monopolista
deberá igualar su ingreso marginal con su costo marginal, siempre que este sea
mayor que su costo medio de producción.

Para concluir puede decirse que la teoría clásica sienta las bases para la
comprensión del comportamiento de consumidores y productores en un mercado
de bienes determinado, sin embargo, el liberalismo económico como ideología y
aún como cuerpo de conocimientos económicos ha estado en constante
construcción y generado diferentes vertientes.

Hoy se habla, en algunos casos, de libre mercado con cero intervenciones del
Estado, pero también se habla de una intervención moderada cuando el
mecanismo del mercado no sea suficiente. También se han formulado alternativas
a la afirmación sobre la racionalidad del consumidor y sus limitaciones[ CITATION
Her03 \l 9226 ] y existen otros conceptos que dejan de lado el consumo y la
maximización de beneficios como ejes de cualquier economía y bajo el
cuestionamiento a la ideología liberal como la única posible.

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