Está en la página 1de 9

Tema 3: La cultura

Antecedentes históricos: La cultura como evolución, como función


y como herencia.
La noción de cultura es central en el planteo de la antropología Cultural y va unida
indisolublemente al problema de su relación con la naturaleza biofísica del hombre; es por
ello que se hace indispensable hacer una revisión histórica de las principales tendencias de la
concepción de cultura en la Antropología de los siglos XIX y XX.

1. El Evolucionismo
La búsqueda de leyes y el afán de explicar la naturaleza humana como tal, llevó a los
pensadores del siglo XVIII a bucear en las ciencias naturales. Pero es interesante aclarar que,
en realidad, el modelo de perfección y rigurosidad científica, lo constituía la Física mecánica
de Newton. La ley de gravedad cumplió, por así decirlo, las expectativas de los pensadores
sociales, que intentaban establecer leyes similares para el comportamiento humano. Esta
influencia se manifestó en lo que se llamó mecanicismo de las ciencias sociales.
La otra ciencia que tomó parte en este proceso fue la Biología, admirada también por
los científicos sociales por su rigurosidad. Las leyes de la evolución biológica, que rompieron
con el fijismo de las especies, lograron una síntesis de gran alcance explicativo.
Puede decirse que la teoría de la evolución significó el desplazamiento del interés de
los filósofos sociales por las leyes de la Física, hacia el nuevo modelo biológico que sirvió de
nexo entre las ciencias de la naturaleza y las ciencias humanas.
El Evolucionismo forma parte de una tradición que se remonta al siglo XVIII. Existe
una continuidad entre algunas ideas de la Ilustración y el Evolucionismo; por ejemplo, la idea
de progreso, la evolución, la reconstrucción de la historia universal, las fuentes etnográficas
usadas… Así, los teóricos del siglo XIX completaron los esquemas anteriores de la historia
universal usando el método comparativo.

El esfuerzo de Spencer —uno de los más importantes autores del Evolucionismo— por
probar que la naturaleza humana, como todo lo demás en el universo era un producto de la
evolución, abrió el camino, más o menos directamente, al determinismo racial.

Otro gran exponente del Evolucionismo, especialmente en Biología, fue Charles


Darwin. Su obra, El origen de las especies, reafirma la existencia de leyes de la naturaleza,
la inevitabilidad del progreso y la justicia del sistema de la lucha, sin la cual no se puede
alcanzar el progreso. Aunque en esta obra no se hace mención a la evolución humana, se
deduce que ella obedece a las mismas reglas que la evolución animal. Su aporte fundamental
lo recogen las ciencias naturales, al incluir al hombre como una especie más entre las otras
especies.

Según M. Harris, fue Spencer y no Darwin quien popularizó el término evolución y la


expresión supervivencia del más apto. La idea de que existía una ley universal de desarrollo,
lo llevó a sostener que “la civilización en lugar de ser un artefacto, es parte de la naturaleza”.

La diversidad de la conducta y de la cultura humanas se incluyen, por lo tanto, en esta


ley universal. La consecuencia más radical de este pensamiento consistió en la
sobreestimación de los factores hereditarios como elementos causales de la conducta
humana. En este sentido, el siglo XIX es el autor y el responsable de la discriminación racial
basada en supuestas y poco probadas causas científicas. No hay que olvidar el contexto de
producción de las teorías, ya que el colonialismo aprovechó esta situación. Ha recibido
muchas críticas, sobre todo por mezclar la idea de evolución con el determinismo racial. Esta
biologización es el resultado de su intento de oponerse al ecologismo del siglo XVIII. Una de
las críticas se refiere a que representaría una racionalización del status quo imperialista,
hecho que constata con sus afirmaciones acerca de que “aparecerá una nueva clase de
naturaleza humana”.

La extrapolación que hizo Spencer de las leyes biológicas rigiendo también la vida
social del hombre costó mucho a las ciencias sociales. Aún hoy, la vulgarización de este
concepto genera muchos conflictos que carecen de base científica.

Otra de las críticas que se le han realizado a Spencer es su reduccionismo biológico.


Analiza aspectos sociales como si fueran hechos naturales. Expone que la evolución es una
cuestión de materia y energía y, así, estudia la guerra y la subsistencia, en referencia a esta
concepción.

Su pensamiento puede caracterizarse como materialista, reduccionista biológico y


portavoz del capitalismo industrial. Sus ideas concuerdan con el liberalismo económico. Se
oponía a la intervención del Estado y a la beneficencia porque están en contra de las leyes de
la naturaleza. A la larga aumentan el sufrimiento de los débiles.
Apuntes de Antropología Cultural 1
A partir de su pensamiento podemos deducir uno de los postulados evolucionistas más
importantes en el plano teórico: “Existe continuidad entre las leyes de la evolución biológica
y las de la evolución cultural”.

El error fundamental de Spencer fue que sobrestimó el valor de los factores


hereditarios como elementos causales en la explicación de la diversidad de conductas
observables en las poblaciones de Homo sapiens sapiens. A cada estadio de la evolución
socio-cultural corresponde una versión adecuada de la naturaleza humana, y a la inversa,
uno no puede cambiar sin afectar la otra.
Este concepto de la naturaleza humana confunde dos aspectos radicalmente
diferentes, las tendencias y capacidades de refuerzo biológicamente transmitidas, y por otro
las respuestas, tendencias y capacidades de refuerzo socialmente transmitidas. La cuestión
del determinismo social depende del alcance de la relación entre los componentes
hereditarios y los componentes socialmente transmitidos de la conducta humana. Spencer,
Darwin y otros llegaron a la conclusión correcta de que la evolución biológica y la evolución
cultural están íntimamente relacionadas. En efecto, la mayor parte de los antropólogos
sostienen que en la transición del hominoide al homínido tienen lugar cambios biológicos y
socio-culturales que se refuerzan mutuamente. Sin embargo, ni Spencer ni sus
contemporáneos aceptaban que la propia relación entre lo heredado biológicamente y lo
aprendido culturalmente ha sufrido una evolución a lo largo de la cual la modificación de las
formas culturales se ha hecho cada vez menos dependiente de cambios genéticos.
Hoy se acepta como verdadero y como válido para todas las poblaciones conocidas de
Homo sapiens sapiens, que en el estadio de desarrollo biológico y socio cultural en que se
encuentran actualmente, un grupo cualquiera puede adquirir el repertorio aprendido de otro
grupo diferente sin que sea necesaria ninguna innovación genética. Más aún, la dirección y el
cambio cultural en los diversos grupos de Homo sapiens sapiens no está afectada en lo
absoluto por diferencias genéticas apreciables.
Las afirmaciones de Spencer son aplicables en un período de tiempo superior al millón
y medio de años, en el que se produjo al evolución desde el Australopithecus al Homo
erectus y de éste al Homo sapiens; o a las diferencias existentes entre los grandes monos y
el hombre moderno; pero no permiten explicar el “contraste” entre los “salvajes” y los
colonizadores ingleses.
En el siglo XIX los estudios sobre las sociedades consideradas “primitivas” se
incrementaron. Los datos obtenidos fueron utilizados para elaborar cuadros evolutivos. Una
de sus más importantes manifestaciones es el denominado “Evolucionismo clásico o
unilineal”, cuyos representantes son Morgan (1818 - 1881) en Estados Unidos y Tylor (1834
- 1917) en Inglaterra.
Consideraban que cada cultura había pasado por los mismo estadios1 fijos y, de este
modo, podría ser ubicada reconstruyendo la historia universal. Este tipo de reconstrucción –
diacrónica, hipotética y especulativa– se basa en los siguientes postulados:
− Existe una unidad psíquica de la humanidad, expresada en la sucesión unilineal
de diferentes culturas.
− La supervivencia de costumbres antiguas en las sociedades más avanzadas,
son vestigios que prueban el paso por etapas anteriores primitivas.
− El método comparativo es válido para reconstruir esta sucesión, siendo la
última etapa la representada por la sociedad más “avanzada”: la occidental.
− El progreso humano hacia un estadio más desarrollado, pasando en forma
unidireccional por las mismas etapas socioculturales, es un principio fundamental.
El evolucionismo unilineal explica la pluralidad de culturas atribuyéndoles una unidad
de origen e interpreta que existe un desarrollo progresivo hasta el estadio más avanzado.
En relación a TYLOR, es necesario situar el contexto en el que este autor expresa sus
ideas que surgen en plena colonización inglesa y colocan a la cultura occidental como estadio
último y más desarrollado en la historia universal.

Su esquema posee tres estadios:

Estadio Salvajismo Barbarie Civilización

Agricultura y empleo Aparición de la


Caracterizado por Recolección y caza
del metal escritura

El paso de un estadio a otro se produce por el desarrollo tecnológico. Este desarrollo


se corresponde con otros aspectos socioculturales, por ejemplo: la tecnología simple se
corresponde con un parentesco específico, con una economía y una religión simple.

1
Se entiende por “estadio” cada una de las etapas atravesadas por una cultura en su evolución.
Apuntes de Antropología Cultural 2
MORGAN elaboró un esquema de siete etapas sucesivas. Una de sus preocupaciones era
caracterizar cada una de ellas y establecer por qué una cultura había pasado de una etapa a
la otra.

Etapa Características
Salvajismo inferior Recolección de frutos silvestres.
Salvajismo medio Pesca, origen del lenguaje y uso del fuego.
Salvajismo superior Arco y flecha.
Barbarie inferior Invención de la cerámica.
Domesticación en Europa y Asia.
Barbarie media
Regadío en América.
Barbarie superior Utilización de armas e instrumentos de metal.
Civilización Invención de la escritura. +
En esta secuencia se observa un carácter progresivo basado en adquisiciones
tecnológicas. Para definir cada etapa, tuvo en cuenta cuatro aspectos básicos: la tecnología,
el parentesco, el derecho a la propiedad y el sistema político. De estos aspectos, la invención
tecnológica es la causa del pasaje de una etapa a otra. Este proceso de evolución tecnológica
es acumulativo. Los otros tres aspectos considerados tienen una mecánica diferente de
cambio, ya que éste se da por sustitución o recombinación:
Aspecto cambio por
Tecnología Acumulación
Parentesco
Sustitución y
Derecho de propiedad
recombinación.
Sistema político

A diferencia de Tylor, Morgan no coloca a la civilización occidental como cúspide de


este proceso, sino que establece una profunda crítica contra ella, considerando que muchas
veces las sociedades primitivas eran superiores en determinados aspectos, como la
inexistencia de la propiedad privada y del Estado. Por este motivo proclamaba que, cuando la
sociedad occidental se liberara de la propiedad privada estableciendo la colectiva, podría
alcanzar una etapa superior.
Una de sus contribuciones más importantes es el estudio del parentesco. Realizó
estudios comparativos de los términos empleados para designar las relaciones sociales en
diversos grupos humanos. Suponía que estas terminologías eran producto de las diferentes
formas de la familia y de la organización del grupo. Con el tiempo, los antropólogos han
probado esta visión. Además subrayó la importancia de las reglas de matrimonio y demostró
que éste constituía un intercambio de mujeres entre distintos grupos. Algo similar podemos
observar hasta hoy en pueblos nómades, como el pueblo Gitano, que sigue aceptando el
intercambio de mujeres.

Intentó relacionar las formas de organización social y familiar con los avances
tecnológicos, de modo que a una clase de familia le correspondiera una etapa de organización
socio-política y de desarrollo tecnológico. Obtuvo así un ordenamiento diacrónico y sincrónico
que, sin embargo, presenta defectos, ya que muchas relaciones entre etapas son erróneas.

El método comparativo
Morgan, Tylor y Spencer eran historiadores universales que utilizaban para sus
reconstrucciones de las secuencias de cambio sociocultural el método comparativo. Una de
las críticas más importantes que se han realizado a este método, es la de atomizar la realidad
al tratar los hechos separados de su contexto global.
Una característica del método comparativo es el supuesto teórico de que los culturas
presentes tienen un grado de semejanza con las desaparecidas. En este sentido, los grupos
cazadores y recolectores actuales son semejantes a los grupos cazadores y recolectores
desaparecidos.
Ordenan las instituciones contemporáneas en una secuencia de antigüedad creciente,
mediante una lógica deductiva, asumiendo como criterio que las formas más simples son las
más antiguas.
Las raíces de este método hay que buscarlas en el siglo anterior, el siglo XVIII, en la
Geología, la Lingüística, la noción de progreso de la Ilustración y la creencia de los filósofos
sociales, que pensaban que la sociedad europea poseía un avance importante en relación con
las sociedades anteriores.

Apuntes de Antropología Cultural 3


Tanto Morgan como Tylor acumularon gran cantidad de datos descriptivos y de
ejemplos etnográficos para elaborar sus conclusiones. Por ejemplo, Morgan tuvo en cuenta
una muestra de 300 a 400 sociedades para su trabajo, usando así un método comparativo de
base estadística.
Con el avance del trabajo de campo –usado de manera intensiva por los
funcionalistas– el método comparativo fue dejado de lado junto con estos intentos
diacrónicos.

2. La Escuela Funcionalista
La escuela funcionalista surge en Inglaterra alrededor de 1920. Muchos autores han
criticado esta teoría por considerar que estuvo al servicio del imperialismo y de su práctica
colonialista, tildándola de ciencia burguesa. Más allá de la validez de esas críticas, el
funcionalismo ha persistido hasta nuestros días, muchas veces realizando una revisión de sus
postulados básicos, otras revalorizándolos, como cuando se destaca, por ejemplo, la
importancia del trabajo de campo según la forma que le dio su creador B. Malinowski. Este
intento empirista del funcionalismo, buscaba convertir a la Antropología en una disciplina
científica2, a fin de romper con el esquema impuesto por la Antropología basada en
conjeturas vigente en el siglo XIX.
La teoría funcionalista está muy vinculada con el desarrollo que tuvieron las ciencias
naturales durante el siglo XIX. Es a través de Augusto Comte y su “filosofía positiva” donde
se expresa la estrecha relación entre la Biología y la Sociología. Además este autor ejerció
una notable influencia en los sociólogos y antropólogos posteriores, como por ejemplo, las
ideas de orden y progreso.
Spencer había establecido un estrecho paralelismo entre las sociedades humanas y los
organismos biológicos. Argumentaba que "en la sociedad, así como en un organismo, se
produce una eliminación y sustitución perpetua de partes, junto con la integridad constante
del todo". La correspondencia supuesta por Spencer se establece al comparar por un lado al
individuo social con las células del organismo, ambos como parte integrante de un todo –el
organismo o la sociedad–, tiene una función que cumplir, mantener la actividad armónica de
ese todo. Spencer fue el primero en aplicar el término "función" a la descripción de la
realidad social.
E. Durkheim, sociólogo francés, que fue la fuente de inspiración del funcionalismo
inglés, utilizó también el término función, per quitándole su connotación biologicista.
Malinowski, de nacionalidad polaca pero que desarrolló su trabajo en Inglaterra, sentó
las bases de las características claves de la perspectiva antropológica: el trabajo de campo,
tras permanecer por casi cuatro años en Nueva Guinea estudiando los aborígenes de
Oceanía. Para muchos autores es el creador de la Escuela Funcionalista Inglesa.
En cuanto al aspecto metodológico, la Antropología del siglo XIX se dedicaba
fundamentalmente a la investigación de gabinete. Los antropólogos organizaban los datos
traídos por viajeros, misioneros y administradores de las tierras coloniales, pero muy rara vez
salieron de la comodidad de sus estudios. Teorizaban y analizaban comparando las fuentes
secundarias. Fue Malinowski quien puso una marca innovadora en lo que conocemos como
metodología clásica de la Antropología: el trabajo de campo o la permanencia prolongada
sobre el terreno.
Sólo a través del trabajo de campo puede el investigador estudiar y comprender la
sociedad analizada. Según Malinowski "el antropólogo debe ir a las aldeas, convivir con los
nativos, lejos de otros blancos". Esta metodología fue revolucionaria, ya que significó una
ruptura con la Antropología evolucionista del siglo XIX. El método puede resumirse en tres
pasos:
1. Situarse: El antropólogo debe ubicarse dentro de la sociedad que quiere estudiar
y, lo más importante, lejos de otros “blancos”.
2. Observar: Utilizar métodos precisos y recoger, manejar y establecer pruebas,
albergando propósitos exclusivamente científicos y conociendo las normas de la
etnografía. Además, debe estar preparado teóricamente y al tanto de las más
recientes innovaciones, evitando las ideas preconcebidas.
3. Sacar conclusiones en base de los estudios previamente realizados.

Según Malinowski la cultura reúne dos condiciones:


a. Satisface las necesidades fundamentales del hombre. Para Malinowski “necesidad
es el sistema de condiciones que se manifiestan en el organismo humano, en el
marco cultural y en la relación de ambos con el ambiente físico y que es suficiente
y necesario para la supervivencia del grupo y del individuo”. Cada necesidad se
satisface con un tipo de respuesta cultural. Así pueden distinguirse dos clases de
necesidades, existen necesidades biológicas o básicas y necesidades secundaria,
2
Según el criterio de ciencia empírica del Positivismo.
Apuntes de Antropología Cultural 4
culturales o derivadas. La satisfacción de las primeras es indispensable para
sobrevivir: nutrición, reproducción, bienestar corporal, crecimiento, etc. Para su
satisfacción se han generado respuesta culturales universales, ya que en cualquier
cultura es necesaria la provisión de alimentos, la creación de un sistema de
parentesco, vivienda, vestido, entrenamiento, etc. En cambio, las necesidades
derivadas aparecen como consecuencia de la vida del hombre en sociedad; son las
formas indirectas de satisfacer las necesidades básicas, por ejemplo la creación de
técnicas para la obtención de alimentos y, relacionado con esto, la necesidad de
transmitir estas técnicas a las generaciones sucesivas. Las necesidades
secundarias son las que organizan la conducta social mediante reglas, sanciones o
normas que garanticen la integridad y cohesión del grupo.
b. Se organiza para satisfacer necesidades individuales y sociales a través de la
creación de instituciones. El concepto de institución es para Malinowski la unidad
de observación o análisis. Una institución tiene siempre la misma estructura y esto
permite comparar las diversas sociedades. El estudio de las instituciones permite
analizar la realidad social como un todo funcional. Toda institución tiene por
función satisfacer las necesidades de cada sociedad; de otra manera la cultura no
podría sobrevivir. La función tiene un sentido, no es arbitraria, responde a una
necesidad exigida por la cultura.
Es importante señalar aquí que el hombre se adapta al ambiente (natural y social) en
el que vive a través de dos procesos: la acomodación y la asimilación. El primero es un
proceso compartido con los demás seres vivos y consiste en que el individuo y el conjunto se
adaptan al ambiente. El segundo, en cambio, corresponde casi exclusivamente al hombre y
consiste en provocar alteraciones en el medio con el fin de hacerlo más apto para satisfacer
las propias necesidades. Si bien no es exclusivo del hombre se da en él de una manera más
notable que en otros seres vivos, fndamentalmente por el desarrollo de la inteligencia
humana. De este modo, la asimilación constituye un proceso adaptativo específicamente
humano y debe ser considerado al emprender el estudio del fenómeno cultural.
Podríamos, entonces, sintetizar el marco conceptual de Malinowski de la siguiente manera:
a. Teoría de la cultura: la cultura tiene una estrecha relación con la naturaleza,
aunque la supera, porque es la respuesta organizada de la sociedad para satisfacer
sus necesidades por medio de grupos institucionalizados. No hay continuidad entre
las leyes de la evolución biológica y las leyes de la evolución cultural, aunque ellas
se encuentren vinculadas entre sí.
b. Teoría de las necesidades: existen dos tipos de necesidades: las básicas, se
relacionan con la naturaleza humana y animal y las necesidades secundarias que
dan cuenta de la forma en que se manifiesta la cultura, modificando las
necesidades básicas.
c. El concepto de función: Tomado de Spencer y Durkheim con el sentido aportado
por este último, se entiende por tal todas aquellas tareas o cometidos sociales que
sirven para satisfacer necesidades, que tienen un gran valor en cuanto que su
cumplimiento es fundamental para la supervivencia y la conservación de la
sociedad.
d. El concepto de institución: Se entiende por institución cualquier sistema de
relaciones sociales que permite realizar variadas funciones. A través de las
instituciones se pueden comparar dos sociedades entre sí. Un ejemplo una
institución es la familia. Es necesario poder diferenciar las instituciones de las
organizaciones; estas últimas están constituidas por un grupo humano más o
menos estable; constituyen, por tanto una manifestación real de las instituciones.
Así, por ejemplo mientras la “escuela” es una institución, el “Colegio gabriel
Taborín” es una organización.
Como última conclusión de los trabajos de la escuela funcionalista podemos destacar
que rompió con la continuidad propuesta por los evolucionistas entre los aspectos biológico y
cultural. La cultura tiene una identidad propia y, por lo tanto, sus propias leyes de evolución.

3. La cultura como proceso de negociación y trama de significados


La Antropología, como hemos visto, no puede sustraerse de la influencia del medio
socio-cultural en el que se desarrolla.
Cuando hablamos de cultura, frecuentemente se interpreta como equivalente de los
"aspectos más elevados de la mente" (arte, literatura, música, pintura, etc.). El empleo que
hace el antropólogo incluye estos aspectos, pero también otros. Cultura se refiere a los
modos de vida de los miembros de una sociedad o de los grupos dentro de la sociedad.
Incluye el modo de vestir, las costumbres matrimoniales y la vida familiar, los modelos de
trabajo, las ceremonias religiosas y los pasatiempos. Cubre además los bienes que crean y
que adquieren significado para ellos.
“Cultura” se distingue conceptualmente de “sociedad”, pero hay estrechas conexiones
entre ambas. Una sociedad es un sistema de interrelaciones que conectan a los individuos
Apuntes de Antropología Cultural 5
entre sí. No podría existir una cultura sin una base social; pero, por lo mismo, es imposible
pensar en una sociedad carente de cultura. Sin cultura no seríamos humanos en toda la
comprensión del término.
Durante el siglo XX se han manejado innumerables referentes teóricos, pero sin lugar
a dudas, uno de los referentes más importantes ha sido el desarrollo de la Lingüística. El
lenguaje, en efecto, ha sido uno de los problemas más frecuentemente analizados y que ha
influido poderosamente en la conformación de nuestra sociedad. Baste pensar en la
importancia que adquiere el lenguaje a partir del desarrollo de los medios de comunicación
social, de la publicidad o de la informática.
Tan grande es la importancia concedida al lenguaje en nuestra sociedad y de tal
magnitud su presencia en todos los fenómenos culturales que la cultura contemporánea ha
sido definida como “cultura de la información” y nuestra sociedad postmoderna como
“sociedad de la información”. Por cierto que no hay información sin lenguaje que permita
expresarla.
Dentro de este contexto se puede entender a la cultura como un proceso de
intercambio de discursos. Este intercambio de discursos va ligado a una concepción relativa
de la verdad. La verdad deja de ser objetiva y, por tanto, es necesario definirla en un
acuerdo intersubjetivo al cual se llega a través de la negociación (por medio del consenso o
de la opinión de la mayoría) o de la fuerza (imposición).
Bajo esta concepción de una verdad negociada, acordada socialmente (o como
prefieren denominarla algunos autores, legitimada socialmente) surge la interpretación de la
cultura como proceso de negociación. La cultura es interpretada, entonces, como un proceso
en el cual se van negociando los diversos contenidos culturales.
Como en cualquier negociación, esos contenidos son propuestos y debatidos. Algunos
son aceptados y asimilados por todo el grupo social constituyéndose en cultura, otros, en
cambio, son desechados y no pasan de ser una propuesta.
Si bien es cierto que esta concepción de la cultura nace unida a una definición
ciertamente cuestionable de la verdad3, es indudable que ofrece una serie de posibilidades
muy fecundas en la interpretación de los fenómenos sociales. Así considerada, la cultura se
presenta como un todo dinámico legitimado por la aceptación de un todo social.
Unida a esta perspectiva, y también ligada al desarrollo de la Lingüística, aparece la
cultura comprendida como trama de significados.
La cultura está constituida fundamentalmente por un conjunto de contenidos
(información, tradiciones, costumbres, normas, ritos, etc.) que se expresan en diversos
lenguajes (verbales, simbólicos, artísticos, etc.). Desde este punto de vista, la cultura puede
interpretarse como un fenómeno en el que un emisor transmite un mensaje (contenido
cultural) a un receptor, el cual debe decodificar ese mensaje para poder asimilarlo.
Cuando el emisor emite el mensaje, lo hace dentro de una situación vital particular
que le es propia y que le permite otorgar a ese mensaje un determinado sentido y
significado. Por su parte, el receptor recibe el mensaje en su propia situación vital, que
siempre será distinta a la del emisor (por muy similar que ambas sean). Al decodificar el
mensaje, el receptor lo interpreta dentro de su propia situación vital y, de este modo, asigna
un sentido y un significado nuevo al mensaje, distinto del que le dio el emisor (si bien no
totalmente distinto, ya que tanto el emisor como el receptor deben compartir el mismo
referente para que el mensaje pueda ser decodificado).
En este entrecruzarse de los diversos significados y sentidos atribuidos a los
contenidos culturales se desarrolla la cultura. Así interpretada, la cultura se presenta
nuevamente como un proceso dinámico de reconstrucción permanente de los significados. Se
asegura, por otra parte, la pervivencia cultural, ya que su contenido siempre podrá ser
reinterpretado desde una nueva situación vital.

TRABAJO PRÁCTICO
Los siguientes textos nos permiten acercarnos de primera mano al pensamiento de las
escuelas Evolucionista y Funcionalista.
ACTIVIDAD: Intenta determinar a qué escuela pertenece cada texto.
1) Con la evolución superorgánica [cultural] ocurre lo mismo que con la evolución orgánica.
Aunque tomando todas las sociedades en conjunto se pueda sostener que la evolución es
inevitable […] no puede decirse que sea inevitable, y ni siquiera que sea probable, en
cada sociedad particular. [SPENCER, H. Principles of sociology Appleton (New York 1896),
I p. 96].
2) El progreso social no es lineal, sino divergente una y otra vez. Cada producto diferenciado
da origen a un nuevo conjunto de productos diferenciados. Al extenderse sobre la tierra el
género humano se ha encontrado en ambientes de características diversas y en cada caso
3
Nuestra postura es que la verdad no es relativa ni se establece socialmente, sino que es objetiva y, en todo caso,
la sociedad tiene la tarea de descubrir cuál es la verdad objetiva.
Apuntes de Antropología Cultural 6
la vida social que se ha desarrollado en ellos determinada en parte por la vida social
previa, ha venido a estar también parcialmente determinada por las influencias del nuevo
medio ambiente. De esta forma los grupos, al multiplicarse, han manifestado una
tendencia a adquirir diferencias, unas mayores y otras menores; y así se han desarrollado
géneros y especies de sociedades. [SPENCER, H. Principles of sociology Appleton (New
York 1896), II p. 331].
3) La porción más adelantada de la raza humana queda detenida, por decirlo así, en
determinados estadios de su progreso, hasta que algún gran invento o descubrimiento,
tal como la domesticación de los animales o la fundición de mineral de hierro, daba un
nuevo y pujante impulso hacia delante. Mientras esa porción estaba detenida como
hemos dicho, las tribus más atrasadas, avanzando continuamente, se acercaban en
diferentes grados de aproximación al mismo estado; porque dondequiera que existiera
una conexión continental, todas las tribus deben haber participado en alguna medida de
los progresos de las otras. Todos los grandes inventos y descubrimientos se propagan por
sí mismos; pero antes de que pudieran apropiárselos, las tribus inferiores tenían que
haber comprendido su valor: En las áreas continentales, ciertas tribus se adelantarían a
las otras; pero en el curso de un período étnico, la delantera pasaría un buen número de
veces de unas a otras […] No es improbable que algunas de estas invenciones fueran
tomadas de tribus que se hallaban en el estadio medio; porque fue por este proceso
constantemente repetido como las tribus más adelantadas elevaron a las que estaban por
debajo de ellas, tan pronto como las inferiores estuvieron en condiciones de apreciar el
valor de los instrumentos del progreso, y de apropiárselos [MORGAN, L. Ancient society
Holt (New York 1877) pp. 39. 540].
4) En la humanidad parecen existir una capacidad intelectual y un temperamento innatos. La
historia nos enseña que unas razas han adelantado en la civilización, mientras que otras
se han detenido al llegar a cierto límite o han retrocedido, y una explicación parcial de
este fenómeno la hallamos al observar las diferencias de capacidad intelectual y moral
entre tribus tales como los nativos de África y de América y las naciones del viejo mundo
que los han vencido y los han sojuzgado […] Parece razonable la hipótesis de que la
última que se formó en la región templada fue la raza blanca, menos apta que las otras
para resistir el calor extremado o vivir sin las aplicaciones de la cultura, pero dotada de
las facultades de elevarse al conocimiento científico y gobernar, facultades que han
colocado en sus manos el centro del mundo. [TYLOR, E. An introduction to yhe study of
man and civilization Appleton (New York 1899) pp. 74. 113].
5) Sería verdaderamente extraño que en medio de las mutaciones universales sólo el
hombre fuera constante, inmutable. Mas no lo es. También él obedece a la ley de la
infinita variación. Sus circunstancias están cambiando constantemente y él está
constantemente adaptándose a ellas […] En consecuencia, el progreso no es un accidente,
es una necesidad. La civilización, en lugar de ser un artefacto, es parte de la naturaleza;
todo de la misma clase que el desarrollo de un embrión o el de una flor. Las
modificaciones que la humanidad ha sufrido y todavía está sufriendo son resultado de una
ley que subyace a toda la creación orgánica. Y siempre que la raza humana siga
existiendo y la constitución de las cosas sea la misma, esas modificaciones terminarán en
la perfección […] Con la misma seguridad deben desaparecer las cosas que llamamos mal
e inmoralidad; con la misma seguridad debe el hombre llegar a ser perfecto. […]
Evidentemente, el hombre aborigen debe tener una constitución adaptada al trabajo que
ha de realizar, unida a una capacidad latente de convertirse en el hombre completo
cuando las condiciones de existencia se lo permitan. A fin de que pueda preparar la tierra
para sus futuros habitantes, descendientes suyos, debe poseer un carácter que lo
capacite para limpiarla de razas que puedan poner en peligro su vida y de razas que
ocupen el espacio que la humanidad necesita. Por eso debe sentir el deseo de matar […]
Debe, además, estar desprovisto de simpatía o no tener más que rudimentos de ella,
porque de otra manera estaría incapacitado para su oficio destructor. En otras palabras,
debe ser lo que llamamos un salvaje, y la aptitud para la vida social la debe adquirir tan
pronto como la conquista de la tierra haga la vida social posible [SPENCER, H. Social
Statics Appleton (New York 1883) pp. 45-46, 80. 448-449].
6) De la «organización del cerebro» del hombre y de su capacidad para usar símbolos dice
Tylor: “El poder del hombre de usar una palabra e incluso un gesto como símbolo de un
pensamiento y como medio de conversar sobre él es uno de los aspectos en que más
claramente vemos cómo se separa de la compañía de especies inferiores y comienza su
propia carrera de conquista de regiones intelectualmente más elevadas” […] En otro lugar
declara Tylor: “El poder del hombre de acomodarse al mundo en que vive, e incluso de
dominarlo, se debe en gran parte a esta facultad suya de adquirir nuevos conocimientos
de la mente de los hombres y, a través de sus mentes, configura sus obras en el mundo”
[…] La clave de los logros del hombre, tal como lo veía Tylor, está en su “capacidad de
coordinar las impresiones de sus sentidos, que le permite comprender el mundo en que
vive y, comprendiéndolo, usarlo, resistirse a él y hasta, en cierta medida, gobernarlo”
[OPLER, M. “Cause, process, and dynamics in the evolution of E. B. Tylor” en
Southweatern Journal of Anthropology 20, pp. 138-139].

Apuntes de Antropología Cultural 7


7) Al hablar de parentesco, caudillaje, magia, brujería, etc., estamos usando abstracciones.
Mas sería falso decir que su sentido es exclusivamente simbólico. Porque a esas
abstracciones llegamos a través de la observación de las relaciones y las actividades
humanas en la exploración del medio entorno, en el habla y en el trabajo, en la educación
de los niños y en la disputa de las guerras, y en los esfuerzos intelectuales y emocionales
por enfrentarse con los hechos inexorables del nacimiento y de la muerte. En la
antropología social, los conceptos pierden su sentido si no pueden ponerse en relación con
esas actividades reales en el contexto pleno de la vida humana social, con esos artefactos
en los que los conocimientos y las habilidades, las creencias y las aspiraciones reciben
formas duraderas, y sin los cuales la humanidad no podría sobrevivir. [FORTES, M. Social
anthropology at Cambridge since 1900: an inaugural lecture Cambridge University Press
(Cambridge 1953) p.34]
8) Más definitivamente quizá que en ningún otro aspecto, en lo que el funcionalismo se
diferencia de las otras teorías sociológicas es en su concepción y definición del individuo.
El funcionalista no se limita a incluir en un análisis los aspectos emocionales e
intelectuales de los procesos mentales, sino que insiste además en que nuestros análisis
de la cultura tengan presente al hombre en toda su realidad biológica. Las necesidades
corporales y las influencias del medio ambiente deben así ser estudiadas las unas al lado
de las otras. [MALINOWSKI, B. “The group and the individual in functional analysis”,
American Journal of Sociology 44 p. 939]
9) Sugiero que lo primero y más importante sería calificar, coordinar y armonizar las
diversas políticas. Porque ya hemos señalado la considerable discrepancia entre el
entusiasmo de la buena voluntad y del celo educativo y la existencia de las barreras del
color; entre las necesidades del colono y las actividades del departamento de agricultura,
que puede fomentar ambiciones económicas más allá del alcance legítimo de su
realización. En cuanto los europeos planean asentarse en amplias porciones de cualquier
colonia, la segregación y la barrera del color se hacen inevitables. Esto tendría que
aprendérselo bien la entusiasta minoría de buena voluntad, que puede involuntariamente
hacer nacer grandes esperanzas con doctrinas tales como la de la hermandad de los
hombres o el evangelio del trabajo, o las posibilidades de asimilación a través de la
educación, el vestido, las costumbres y la moral. Si desde un principio, al predicar el
evangelio, se dejara claro que jamás se alcanzará una identificación plena, que lo que
estamos dando a los africanos son nuevas condiciones de existencia mejor adaptadas a
sus necesidades, mas siempre en armonía con las exigencias europeas, serían menores
las posibilidades de una reacción vigorosa y la formación de nuevos nacionalismos
potencialmente peligrosos. [MALINOWSKI, B. The dynamics of culture change: an inquiry
into race relations in Africa Yale University Press (New Haven 1945) p. 160].
10) El valor práctico de una teoría como esta [el funcionalismo] es el demostrarnos la
importancia relativa de las diversas costumbres, la forma en que se ensamblan, cómo han
de ser tratadas por los misioneros, por las autoridades coloniales y por aquellos que
tienen la misión de explotar económicamente el comercio y el trabajo de los salvajes.
[MALINOWSKI, B. “The life of culture” en The diffusion controversy Norton (New York
1927) pp. 40-41.]
11) Un cambio cultural en África, para tener éxito, exigiría una inversión enorme. Pues
uno de los principios más sólidos y más importantes de la ciencia social dice que la gente
sólo está preparada para pasar de lo peor a lo mejor. Sólo un cambio así puede superarse
sin demasiadas fricciones y con relativa rapidez. Esta es por supuesto la razón por la que
en los Estados Unidos las minorías nacionales han cambiado culturalmente con una
facilidad comparativamente asombrosa, con muy poca resistencia y con una rapidez que
resulta increíble para quien, como yo, fue educado como miembro de una minoría así en
Europa […] La principal razón para esto, aunque no la única, puesto que además hay
otras, es que en los Estados Unidos se les ofrecen, todo a lo largo del camino,
sustanciales ventajas económicas, políticas y sociales, lo que en modo alguno era el caso
[en Polonia] bajo el gobierno ruso o prusiano. [MALINOWSKI, B. The dynamics of culture
change: an inquiry into race relations in Africa Yale University Press (New Haven 1945) p.
56].
12) Poca reflexión se necesita para convencernos de la importancia fundamental de las
fuerzas económicas en todos los estadios de la historia del hombre, desde el más humilde
hasta el más elevado. Después de todo, la especie humana es parte de la creación
animal, y como tal, como el resto de los animales, reposa sobre un fundamento material:
sobre él puede construirse una vida más elevada, intelectual, moral y social, pero sin él,
tal superestructura es imposible. Ese fundamento material que consiste en la necesidad
de alimento y de un cierto grado de calor y abrigo de los elementos, forma la base
económica e industrial y la primera condición de la vida humana. Si hasta aquí los
antropólogos indebidamente la han descuidado, podemos suponer que ha sido más
porque les atraía el aspecto más elevado de la naturaleza humana que no porque
deliberadamente ignoraran y subvaloraran la importancia e incluso la necesidad de ese
aspecto más bajo […] Sea como fuere, el doctor Malinowski ha hecho bien en subrayar la
gran importancia de la economía primitiva escogiendo, para estudiarlo especialmente, ese

Apuntes de Antropología Cultural 8


singular sistema de intercambios. [FRAZER, J.C. Prólogo en MALINOWSKI, B. Argonauts
of the Western Pacific Dutton (New York 1922) p.viii].

Apuntes de Antropología Cultural 9

También podría gustarte