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SUSTENTO LEGAL DESDE LA PERSPECTIVA DE LOS DERECHOS HUMANOS.

Los derechos humanos son garantías esenciales para que


podamos vivir como seres humanos. Sin ellos no podemos
cultivar ni ejercer plenamente nuestras cualidades, nuestra
inteligencia, talento y espiritualidad.

La Declaración Universal de los Derechos Humanos es la


piedra angular en la historia de estos derechos. Fue
redactada por representantes de procedencias legales y
culturales de todo el mundo y proclamada por la Asamblea
General de las Naciones Unidas en su Resolución 217 A (III)
del 10 de diciembre de 1948, en París, como ideal común por
el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse.

Mediante esta Declaración, los Estados se comprometieron


a asegurar que todos los seres humanos, ricos y pobres,
fuertes y débiles, hombres y mujeres, de todas las razas y
religiones, son tratados de manera igualitaria.

Establece que los seres humanos nacen libres e iguales


en dignidad y derechos y que tienen derecho a la vida, la
libertad y la seguridad de su persona, a la libertad de
expresión, a no ser esclavizados, a un juicio justo y a la
igualdad ante la ley. También a la libertad de circulación, a
una nacionalidad, a contraer matrimonio y fundar una familia
así como a un trabajo y a un salario igualitario.

Aunque no forma parte del derecho internacional


vinculante (es decir, de aplicación obligatoria), gracias a

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su aceptación por países de todo el mundo ha adquirido un
gran peso moral.

Artículo 1

“Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y


derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben
comportarse fraternalmente los unos con los otros.”

LA CONVENCION AMERICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS (Pacto de


San José).7 al 22 de noviembre de 1969.

Reconoce que los derechos esenciales del hombre no nacen


del hecho de ser nacional de determinado Estado, sino que
tienen como fundamento los atributos de la persona humana,
razón por la cual justifican una protección internacional, de
naturaleza convencional coadyuvante o complementaria de la
que ofrece el derecho interno de los Estados americanos.

En este sentido cabe clasificar los derechos consignados


en el petitorio dentro de la categoría de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales; la razón de ser de los
Derechos Económicos, Sociales y Culturales se basa en el
hecho de que el pleno respeto a la dignidad del ser humano, a
su libertad y a la vigencia de la democracia, solo es posible

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si existen las condiciones económicas, sociales y culturales
que garanticen el desarrollo de esos hombres y esos pueblos.

La vigencia de estos derechos se encuentra condicionada


a las posibilidades reales de cada país, de allí que la
capacidad para lograr la realización de los mismos varía de
país a país.

Estos derechos económicos, sociales y culturales, pueden


exigirse al Estado en la medida de los recursos que
efectivamente él tenga, pero esto no significa que el Estado
puede utilizar como excusa para el cumplimiento de sus
obligaciones, el no poseer recursos cuando en realidad
dispone de ellos.

En este aspecto, deben verificarse los indicadores de


desarrollo integral en relación con la distribución que hace
el Poder Público de sus ingresos en razón de la justicia
social.

Artículo 26. Desarrollo Progresivo

“ Los Estados Partes se comprometen a adoptar providencias,


tanto a nivel interno como mediante la cooperación
internacional, especialmente económica y técnica, para lograr
progresivamente la plena efectividad de los derechos que se
derivan de las normas económicas, sociales y sobre educación,
ciencia y cultura, contenidas en la Carta de la Organización
de los Estados Americanos, reformada por el Protocolo de
Buenos Aires, en la medida de los recursos disponibles, por
vía legislativa u otros medios.”
3
(En Chile el respeto a los Derechos esenciales de la persona,
consagrado en Art. 5 CPR y en las atribuciones del Congreso
Art. 54 CPR)

En este contexto nos encontramos con la CONVENCIÓN


INTERNACIONAL SOBRE DERECHOS DE LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD
(ASAMBLEA GENERAL DE LAS NACIONES UNIDAD DE 13 DE DICIEMBRE
DE 2006, PROMULGADA EN CHILE EL 25 DE AGOSTO DE 2008 Y
PUBLICADA EL 17 DE SEPTIEMBRE DE 2008)

Surge por la necesidad de un instrumento jurídico


vinculante que permitiera reconocerles el derecho al acceso,
a los medios y a todos los instrumentos necesarios para
eliminar todo tipo de barreras que, por tener una
discapacidad, les impide ejercer y disfrutar de todos los
derechos.

“La vida de las personas con discapacidad está


notablemente más obstaculizada que la de las personas con
capacidades regulares. Los desafíos que enfrentan tienen
generalmente un carácter social estructural y por ello
difícilmente podrán hallar solución si la voluntad
individual, los esfuerzos familiares y las prácticas
caritativas y filantrópicas que trabajan para aliviarlos son
dejadas a sus propias fuerzas. Por ello la promoción y la
protección de los derechos de las personas con discapacidad
exige la acción institucional de los Estados, pues no solo es

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necesario establecer garantías contra la exclusión social y
las prácticas de desprecio que derivan de la estigmatización
social de la discapacidad, sino que también lo es garantizar
el acceso real a las oportunidades sociales mediante una
reforma sistemática y amplia de los contextos físicos e
institucionales que enmarcan su vida.”

El concepto de discapacidad con el que se trabaja es


aquel visto desde la perspectiva de los DDHH: en este sentido
la Convención reconoce que la discapacidad es un concepto que
evoluciona y que resulta de la interacción entre las personas
con deficiencias y las barreras debidas a la actitud y al
entorno que evitan su participación plena y efectiva en la
sociedad, en igualdad de condiciones con los demás.

Conforme con ello se entiende que “ Las personas con


discapacidad incluyen a aquellas que tengan deficiencias
física, mentales, intelectuales o sensoriales a largo plazo
que, al interactuar con diversas barreras, pueden impedir su
participación plena y efectiva en la sociedad…”

Derecho a vivir de forma independiente y a ser

incluido en la comunidad (Art. 19)

“ Los Estados Partes en la presente Convención reconocen


el derecho en igualdad de condiciones de todas las personas
con discapacidad a vivir en la comunidad, con opciones
iguales a las de las demás, y adoptarán medidas efectivas y

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pertinentes para facilitar el pleno goce de este derecho por
las personas con discapacidad y su plena inclusión y
participación en la comunidad, asegurando en especial que:

a) Las personas con discapacidad tengan la oportunidad de


elegir su lugar de residencia y dónde y con quién vivir, en
igualdad de condiciones con las demás, y no se vean obligadas
a vivir con arreglo a un sistema de vida específico;

b) Las personas con discapacidad tengan acceso a una


variedad de servicios de asistencia domiciliaria, residencial
y otros servicios de apoyo de la comunidad, incluida la
asistencia personal que sea necesaria para facilitar su
existencia y su inclusión en la comunidad y para evitar su
aislamiento o separación de ésta;

c) Las instalaciones y los servicios comunitarios para la


población en general estén a disposición, en igualdad de
condiciones, de las personas con discapacidad y tengan en
cuenta sus necesidades.”

Educación (Art. 24)

1. Los Estados Partes reconocen el derecho de las


personas con discapacidad a la educación. Con miras a hacer
efectivo este derecho sin discriminación y sobre la base de
la igualdad de oportunidades, los Estados Partes asegurarán
un sistema de educación inclusivo a todos los niveles así
como la enseñanza a lo larga de la vida, con miras a:

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a) Desarrollar plenamente el potencial humano y el sentido
de la dignidad y la autoestima y reforzar el respeto por los
derechos humanos, las libertades fundamentales y la
diversidad humana;

b) Desarrollar al máximo la personalidad, los talentos y la


creatividad de las personas con discapacidad, así como sus
aptitudes mentales y físicas;

c) Hacer posible que las personas con discapacidad


participen de manera efectiva en una sociedad libre.

2. Al hacer efectivo este derecho, los Estados Partes


asegurarán que:

a) Las personas con discapacidad no queden excluidas del


sistema general de educación por motivos de discapacidad, y
que los niños y las niñas con discapacidad no queden
excluidos de la enseñanza primaria gratuita y obligatoria ni
de la enseñanza secundaria por motivos de discapacidad;

b) Las personas con discapacidad puedan acceder a una


educación primaria y secundaria inclusiva, de calidad y
gratuita, en igualdad de condiciones con las demás, en la
comunidad en que vivan;

c) Se hagan ajustes razonables en función de las


necesidades individuales;

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d) Se preste el apoyo necesario a las personas con
discapacidad, en el marco del sistema general de educación,
para facilitar su formación efectiva;

e) Se faciliten medidas de apoyo personalizadas y efectivas


en entornos que fomenten al máximo el desarrollo académico y
social, de conformidad con el objetivo de la plena inclusión.

3. Los Estados Partes brindarán a las personas con


discapacidad la posibilidad de aprender habilidades para la
vida y desarrollo social, a fin de propiciar su participación
plena y en igualdad de condiciones en la educación y como
miembros de la comunidad. A este fin, los Estados Partes
adoptarán las medidas pertinentes, entre ellas:

a) Facilitar el aprendizaje del Braille, la escritura


alternativa, otros modos, medios y formatos de comunicación
aumentativos o alternativos y habilidades de orientación y de
movilidad, así como la tutoría y el apoyo entre pares;

b) Facilitar el aprendizaje de la lengua de señas y la


promoción de la identidad lingüística de las personas sordas;

c) Asegurar que la educación de las personas, y en


particular los niños y las niñas ciegos, sordos o sordociegos
se imparta en los lenguajes y los modos y medios de
comunicación más apropiados para cada persona y en entornos
que permitan alcanzar su máximo desarrollo académico y
social.

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4. A fin de contribuir a hacer efectivo este derecho,
los Estados Partes adoptarán las medidas pertinentes para
emplear a maestros, incluidos maestros con discapacidad, que
estén cualificados en lengua de señas o Braille y para formar
a profesionales y personal que trabajen en todos los niveles
educativos. Esa formación incluirá la toma de conciencia
sobre la discapacidad y el uso de modos, medios y formatos de
comunicación aumentativos y alternativos apropiados, y de
técnicas y materiales educativos para apoyar a las personas
con discapacidad.

5. Los Estados Partes asegurarán que las personas con


discapacidad tengan acceso general a la educación superior,
la formación profesional, la educación para adultos y el
aprendizaje durante toda la vida sin discriminación y en
igualdad de condiciones con las demás. A tal fin, los Estados
Partes asegurarán que se realicen ajustes razonables para las
personas con discapacidad.

Salud (Art. 25)

Los Estados Partes reconocen que las personas con


discapacidad tienen derecho a gozar del más alto nivel
posible de salud sin discriminación por motivos de
discapacidad. Los Estados Partes adoptarán las medidas
pertinentes para asegurar el acceso de las personas con
discapacidad a servicios de salud que tengan en cuenta las
cuestiones de género, incluida la rehabilitación relacionada
con la salud. En particular, los Estados Partes:

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a) Proporcionarán a las personas con discapacidad programas
y atención de la salud gratuitos o a precios asequibles de la
misma variedad y calidad que a las demás personas, incluso en
el ámbito de la salud sexual y reproductiva, y programas de
salud pública dirigidos a la población;

b) Proporcionarán los servicios de salud que necesiten las


personas con discapacidad específicamente como consecuencia
de su discapacidad, incluidas la pronta detección e
intervención, cuando proceda, y servicios destinados a
prevenir y reducir al máximo la aparición de nuevas
discapacidades, incluidos los niños y las niñas y las
personas mayores;

c) Proporcionarán esos servicios lo más cerca posible de


las comunidades de las personas con discapacidad, incluso en
las zonas rurales;

d) Exigirán a los profesionales de la salud que presten a


las personas con discapacidad atención de la misma calidad
que a las demás personas sobre la base de un consentimiento
libre e informado, entre otras formas mediante la
sensibilización respecto de los derechos humanos, la
dignidad, la autonomía y las necesidades de las personas con
discapacidad a través de la capacitación y la promulgación de
normas éticas para la atención de la salud en los ámbitos
público y privado;

e) Prohibirán la discriminación contra las personas con


discapacidad en la prestación de seguros de salud y de vida
cuando éstos estén permitidos en la legislación nacional, y

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velarán por que esos seguros se presten de manera justa y
razonable;

f) Impedirán que se nieguen, de manera discriminatoria,


servicios de salud o de atención de la salud o alimentos
sólidos o líquidos por motivos de discapacidad.

Habilitación y rehabilitación (Art. 26)

1. Los Estados Partes adoptarán medidas efectivas y


pertinentes, incluso mediante el apoyo de personas que se
hallen en las mismas circunstancias, para que las personas
con discapacidad puedan lograr y mantener la máxima
independencia, capacidad física, mental, social y vocacional,
y la inclusión y participación plena en todos los aspectos de
la vida. A tal fin, los Estados Partes organizarán,
intensificarán y ampliarán servicios y programas generales de
habilitación y rehabilitación, en particular en los ámbitos
de la salud, el empleo, la educación y los servicios
sociales, de forma que esos servicios y programas:

a) Comiencen en la etapa más temprana posible y se basen en


una evaluación multidisciplinar de las necesidades y
capacidades de la persona;

b) Apoyen la participación e inclusión en la comunidad y en


todos los aspectos de la sociedad, sean voluntarios y estén a

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disposición de las personas con discapacidad lo más cerca
posible de su propia comunidad, incluso en las zonas rurales.

2. Los Estados Partes promoverán el desarrollo de


formación inicial y continua para los profesionales y el
personal que trabajen en los servicios de habilitación y
rehabilitación.

3. Los Estados Partes promoverán la disponibilidad, el


conocimiento y el uso de tecnologías de apoyo y dispositivos
destinados a las personas con discapacidad, a efectos de
habilitación y rehabilitación.

Trabajo y empleo (Art. 27)

1. Los Estados Partes reconocen el derecho de las


personas con discapacidad a trabajar, en igualdad de
condiciones con las demás; ello incluye el derecho a tener la
oportunidad de ganarse la vida mediante un trabajo libremente
elegido o aceptado en un mercado y un entorno laborales que
sean abiertos, inclusivos y accesibles a las personas con
discapacidad. Los Estados Partes salvaguardarán y promoverán
el ejercicio del derecho al trabajo, incluso para las
personas que adquieran una discapacidad durante el empleo,
adoptando medidas pertinentes, incluida la promulgación de
legislación, entre ellas:

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a) Prohibir la discriminación por motivos de discapacidad
con respecto a todas las cuestiones relativas a cualquier
forma de empleo, incluidas las condiciones de selección,
contratación y empleo, la continuidad en el empleo, la
promoción profesional y unas condiciones de trabajo seguras y
saludables;

b) Proteger los derechos de las personas con discapacidad,


en igualdad de condiciones con las demás, a condiciones de
trabajo justas y favorables, y en particular a igualdad de
oportunidades y de remuneración por trabajo de igual valor, a
condiciones de trabajo seguras y saludables, incluida la
protección contra el acoso, y a la reparación por agravios
sufridos;

c) Asegurar que las personas con discapacidad puedan


ejercer sus derechos laborales y sindicales, en igualdad de
condiciones con las demás;

d) Permitir que las personas con discapacidad tengan acceso


efectivo a programas generales de orientación técnica y
vocacional, servicios de colocación y formación profesional y
continua;

e) Alentar las oportunidades de empleo y la promoción


profesional de las personas con discapacidad en el mercado
laboral, y apoyarlas para la búsqueda, obtención,
mantenimiento del empleo y retorno al mismo;

f) Promover oportunidades empresariales, de empleo por


cuenta propia, de constitución de cooperativas y de inicio de
empresas propias;

g) Emplear a personas con discapacidad en el sector


público;

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h) Promover el empleo de personas con discapacidad en el
sector privado mediante políticas y medidas pertinentes, que
pueden incluir programas de acción afirmativa, incentivos y
otras medidas;

i) Velar por que se realicen ajustes razonables para las


personas con discapacidad en el lugar de trabajo;

j) Promover la adquisición por las personas con


discapacidad de experiencia laboral en el mercado de trabajo
abierto;

k) Promover programas de rehabilitación vocacional y


profesional, mantenimiento del empleo y reincorporación al
trabajo dirigidos a personas con discapacidad.

2. Los Estados Partes asegurarán que las personas con


discapacidad no sean sometidas a esclavitud ni servidumbre y
que estén protegidas, en igualdad de condiciones con las
demás, contra el trabajo forzoso u obligatorio.

Nivel de vida adecuado y protección social (Art. 28)

1. Los Estados Partes reconocen el derecho de las


personas con discapacidad a un nivel de vida adecuado para
ellas y sus familias, lo cual incluye alimentación, vestido y
vivienda adecuados, y a la mejora continua de sus condiciones
de vida, y adoptarán las medidas pertinentes para

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salvaguardar y promover el ejercicio de este derecho sin
discriminación por motivos de discapacidad.

2. Los Estados Partes reconocen el derecho de las


personas con discapacidad a la protección social y a gozar de
ese derecho sin discriminación por motivos de discapacidad, y
adoptarán las medidas pertinentes para proteger y promover el
ejercicio de ese derecho, entre ellas:

a) Asegurar el acceso en condiciones de igualdad de las


personas con discapacidad a servicios de agua potable y su
acceso a servicios, dispositivos y asistencia de otra índole
adecuados a precios asequibles para atender las necesidades
relacionadas con su discapacidad;

b) Asegurar el acceso de las personas con discapacidad, en


particular las mujeres y niñas y las personas mayores con
discapacidad, a programas de protección social y estrategias
de reducción de la pobreza;

c) Asegurar el acceso de las personas con discapacidad y de


sus familias que vivan en situaciones de pobreza a asistencia
del Estado para sufragar gastos relacionados con su
discapacidad, incluidos capacitación, asesoramiento,
asistencia financiera y servicios de cuidados temporales
adecuados;

d) Asegurar el acceso de las personas con discapacidad a


programas de vivienda pública;

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e) Asegurar el acceso en igualdad de condiciones de las
personas con discapacidad a programas y beneficios de
jubilación.

Los Trastornos del Espectro del Autismo (en adelante, TEA) y


Trastorno Generalizado del Desarrollo (en adelante, TGD), se
definen como una alteración del desarrollo típico causada por
una disfunción neurológica de carácter permanente,
evidenciable antes de los 36 meses de vida y que se
manifiestan principalmente en tres áreas de afectación (Wing
1979)

 En la interacción social recíproca


 Comunicación y Lenguaje
 Flexibilidad mental, comportamental y de la actividad
imaginativa

El grado de afectación, forma y edad de aparición de cada uno


de los criterios va a variar de un individuo a otro,
definiendo cada una de las categorías diagnósticas. A pesar
de las clasificaciones, ninguna persona que presenta un TEA-
TGD es igual a otro en cuanto a características observables.

Resulta importante destacar que, si bien desde un punto de


vista médico la condición de los TEA-TGD puede ser
considerada como una enfermedad, se hace urgente que el
abordaje de las necesidades de apoyo a las personas con TEA-
TGD a lo largo del ciclo vital contemple una articulación
entre la perspectiva cínica (contenida en todos los manuales

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oficiales, como DSM IV-V y CIE 10) centrada en el déficit,
con una perspectiva social centrada en los apoyos, tomando en
consideración la propuesta de la CIF (ONU 2001), que enfatiza
en las necesidades de apoyo que surgen de dicha condición.
Ésta propuesta socioeducativa fundamenta la necesidad de que
la sociedad en su conjunto mitigue las barreras biológicas,
educativas y sociales que han de enfrentar las personas con
TEA-TGD para asegurar su pleno desarrollo, participación e
inclusión social. Sólo de esta manera será posible responder
efectivamente a los requerimientos de apoyo de las personas
con TEA-TGD y sus familias.

Los TEA-TGD impactan significativamente no sólo la vida de


quienes los presentan, sino a todo el núcleo familiar. Las
investigaciones dan cuenta que dentro de los grupos
vulnerables por discapacidad, la situación que han de
enfrentar las familias de las personas que presentan un TEA-
TGD se observa significativamente más compleja,
principalmente en lo referido a la situación que deben
enfrentar las madres. El impacto sobre la vida familiar
considera tanto aspectos emocionales, sociales, de dinámica
familiar, como la afectación emocional de los hermanos sin
TEA-TGD y el bienestar económico de la familia. En este
ámbito es posible señalar que la magnitud de los apoyos
requeridos a lo largo de la vida, permiten estimar un costo
mensual aproximado a los 600.000 pesos sólo para la persona
con TEA-TGD, sin considerar apoyo alguno para el resto de la
familia en esta valoración. Esta situación, sumada a la
inexistencia de políticas públicas en Chile que protejan a
las personas con TEA-TGD, condiciona absolutamente la
provisión de apoyos a los recursos de la propia familia,
generando una doble condición de vulnerabilidad: a la

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vulnerabilidad intrínseca, por discapacidad, se suma una
vulnerabilidad extrínseca por factores económicos, lo que
agudiza la situación de vulneración en que las personas con
TEA-TGD se encuentran junto a sus familias.

A nivel nacional no existe investigación respecto de los TEA-


TGD, tampoco estadísticas que aporten datos en cifras que
permitan saber cuántos son los chilenos afectados por estos
trastornos, hecho que invisibiliza y contribuye a la
mitificación de la condición, lo que se presta a menudo para
la aparición de personas inescrupulosas que lucran con las
esperanzas de las familias, proponiendo curas y tratamientos
milagrosos que se encuentran proscritos en gran parte de los
países desarrollados, luego de cobrar la vida a personas
afectadas.

Nuestras expectativas, como movimiento ciudadano son dar


visibilidad a éstas y otras necesidades, solicitando al
gobierno se reivindiquen los derechos de las personas
afectadas por estos trastornos, sin distinción alguna.

Existen tratados y protocolos firmados por Chile desde el año


2007, con su respectiva ratificación el año 2008 que han
sido, hasta ahora, desconocidos por la legislación nacional,
no habiéndose aplicado medida alguna para ir en apoyo de las
personas con TEA-TGD y sus familias1.

La finalidad del presente documento es plantear en detalle


las demandas que como movimiento ciudadano hacemos al
gobierno, las que serán explicadas según surgen las
necesidades a lo largo del ciclo vital y partiendo de la base
de las personas con mayor vulnerabilidad, tanto en lo que se

1
Véase http://autismodiario.org/2013/06/08/legislacion-supranacional-sobre-los-derechos-universales-de-
las-personas-con-autismo/

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refiere al nivel de afectación, como también en el aspecto
socioeconómico.

I.- DESDE EL NACIMIENTO

1.- Área Salud:

a) Realizar un cribado (screening)

Este procedimiento que permitirá la detección e intervención


temprana, al tiempo que es un primer paso para obtener tasas
locales de incidencia de los TEA-TGD.

Para estos efectos, se realizarán pruebas de detección


temprana (por definir, siendo las más probables los criterios
diagnósticos descritos en DSM IV, o M-CHAT) dentro del
control niño sano a los 18 y 30 meses de vida, haciéndose
obligatorio indistintamente del sistema de salud en que se
encuentre la persona.

Ante resultados positivos para TEA-TGD, se hará de manera


automática la derivación a neurólogo, para confirmación
diagnóstica.

b) Previsión

Una vez realizada la confirmación diagnóstica, se abordará la


condición desde un punto de vista de afectación familiar, es
decir, los apoyos se entregarán no sólo a la persona
afectada, sino también a su núcleo familiar.

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Se asignará código de prestación a la atención de los
profesionales no médicos (Fonoaudiólogía, Terapia Ocupacional
y Psicopedagogía),para permitir el acceso a terapias y apoyos
en sistema de libre elección, cuando sea necesario.

En el caso de tratarse de familias que no cuenten con sistema


previsional de salud al momento del diagnóstico o en
cualquier instancia posterior, serán incluidos de manera
automática en FONASA, de modo que puedan acceder a atención
de salud, tanto mental como física. Esto en consideración del
hecho de que las familias deben sobrellevar procesos de duelo
que muchas veces, de no ser atendidos, conducen a depresiones
y otras patologías que interfieren en la atención y cuidados
que la persona con TEA requiere y por lo general, uno de los
padres debe abandonar su trabajo para dedicarse
exclusivamente al cuidado de la persona afectada.

c) AUGE

Ante la confirmación médica del diagnóstico,


independientemente de la edad de la persona afectada, se hará
ingreso automático al sistema AUGE – GES para la atención con
Neurólogo y/o Psiquiatra, según corresponda. Esta medida
considerará tanto el tratamiento médico directo de los TEA-
TGD y sus eventuales comorbilidades en la persona afectada,
como las necesidades de acompañamiento en salud mental a
nivel familiar.

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II.- ETAPA ESCOLAR

A) Educación Formal:

Abordando desde un enfoque psicosocioeducativo, es que será


en la instancia de la educación formal donde se inicien y
entreguen permanentemente los tratamientos y entrega de
apoyos necesarios para para las personas con TEA-TGD,
entendiéndose por “tratamientos y apoyos” el trabajo con
Terapeutas Ocupacionales, Fonoaudiólogos, Educadores
Diferenciales y Psicopedagogos, quedando estos últimos
liberados de las limitaciones a la intervención hasta ahora
impuestas por el Decreto 170 que regula los programas de
Integración escolar (en adelante, PIE).

Para los efectos que nos atienen, se considerará al Jardín


Infantil como el inicio de la educación formal, en función de
iniciar en esta etapa los apoyos, lo que implicará la
necesidad de hacer extensión de la actual subvención PIE,
desde el jardín de infantes hasta el término del ciclo vital
del modo en que se detalla en punto III y según corresponda
a la necesidad particular de cada persona con TEA-TGD, siendo
esta subvención independiente de cualquier subsidio de
discapacidad o vulnerabilidad social del que pudiese ser
objeto la persona.

De lo anterior se desprende una fusión entre las escuelas


regulares y especiales, lo que dará paso a escuelas
inclusivas, donde los estudiantes que actualmente pertenecen
al sistema educativo regular convivan y compartan instancias
comunes, tanto en aula como otros espacios del entorno

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escolar, con los estudiantes con necesidades de apoyos
educativos. Se planificará el trabajo la actividad curricular
de manera individual, según sean los requerimientos de cada
persona, para lo que será necesario derogar y reemplazar los
artículos 815 (Aprueba Planes y Programas de Estudio para
personas con autismo, disfasia severa o psicosis) y 170
(reglamento de la Ley Nº 20.201 y fija normas para determinar
los alumnos con necesidades educativas especiales que serán
beneficiarios de la subvención para educación especial). Para
estos fines, se exigirá que cada institución cuente con la
dotación profesional necesaria -tanto en tipo de
profesionales, como en número- para atender adecuada y
suficientemente las necesidades de cada persona,
indistintamente de la posibilidad de reforzar estos apoyos en
el sistema FONASA de libre elección.

III.- JUVENTUD Y ADULTEZ

En el caso de las personas con un menor grado de afectación


que les permita acceder a educación superior y para efectos
de continuar con los apoyos y tratamientos necesarios, se
suspenderá la (actualmente) subvención escolar PIE, pero se
mantendrá la previsión de salud, permitiendo el acceso en
modalidad de libre elección a las atenciones de
Fonoaudiólogos, Terapeutas Ocupacionales y Psicopedagogos,
asegurando así un acceso permanente e ininterrumpido a
terapias.

Respecto de las personas con un grado de afectación mayor que


hayan alcanzado su límite en la educación formal (un grado de

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afectación superior implica, en la mayoría de los casos, no
poder egresar de enseñanza básica o media), se implementará
un sistema de Residencias Funcionales, donde las personas,
además de continuar teniendo acceso a los tratamientos y
apoyos ya especificados, tendrán la posibilidad de realizar
una ocupación vital. Estas residencias serán financiadas con
un reajuste del monto de subvención continua, que se adecúe a
cubrir las necesidades de cada nueva etapa en el ciclo vital.

IV.- CAMPAÑAS DE INFORMACIÓN

Existe en la sociedad chilena un desconocimiento generalizado


de los aspectos que engloba el padecimiento de TEA-TGD, lo
que no hace más que generar un halo de recelo en la sociedad,
además de pavimentar el camino a personas inescrupulosas que
buscan lucrar vendiendo falsas esperanzas de curas
milagrosas (muchas de las cuales se encuentran proscritas en
países desarrollados, luego de haber cobrado vidas a su
paso), poniendo en riesgo directo la vida de las personas e
interfiriendo también en el desarrollo de las terapias que sí
han probado ser efectivas.

Es por estas y otras razones que se hace imperativa la


necesidad de realizar campañas de información a la comunidad,
a fin de educar al tiempo que se hace visible y se humaniza
la condición. Esto abrirá las puertas de la inclusión social
para las personas con TEA-TGD, como parte de lo que indica el
Artículo 2° de la Ley 20.422 (MIDEPLAN, 02/2010).

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V.- PLANES CURRICULARES Y CAPACITACIÓN

Además del desconocimiento generalizado de los aspectos que


engloba el padecimiento de TEA-TGD a nivel de sociedad, vemos
que la situación se agrava significativamente al momento de
evaluar los conocimientos con que cuentan los profesionales
recién egresados. Es así como muchas veces, ante la necesidad
de una atención de salud o terapéutica, los profesionales se
ven sobrepasados e impotentes de ayudar, siendo la persona
con TEA-TGD quien queda, una vez más, en la indefensión.

De este modo se hace urgente la necesidad de modificar los


planes de estudio de TODAS las carreras de las áreas
Educación Y Salud, tanto a nivel Profesional como Técnico
profesional, en pos de poder contar con profesionales
informados y que manejen, al menos, las estrategias básicas
de trabajo con personas con TEA-TGD.

Esta necesidad de capacitación se hace también extensible a


los funcionarios de las distintas reparticiones estatales y
privadas que prestan servicio directo a la comunidad, como
personal paradocente, de oficinas municipales, aeropuertos,
centros de salud, etc.

VI.- SENADIS

Hasta el día de hoy, el Servicio Nacional de Discapacidad


cumple el ingrato rol de administrador de fondos

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concursables, lo que implica una situación de desigualdad y
competencia dolorosa entre quienes postulan proyectos, pues
es sabido que los aportes que se consigan para ir en apoyo de
personas con una condición específica va directamente en
desmedro de otros que también lo necesitan con urgencia. El
sistema ha demostrado tener numerosas falencias que no hacen
más que retrasar las ayudas y en muchos casos, se transforma
en un impedimento, perdiendo absolutamente su finalidad.

Proponemos que el SENADIS sea reemplazado por una


Subsecretaría de Discapacidad u otro ente con un rango de
acción más autónomo y mejor habilitado para satisfacer las
necesidades de la población en situación de discapacidad.

VII.- ESPACIOS AMIGABLES Y CIUDAD INCLUSIVA

El Artículo 1° de la Ley 20.422 habla sobre “el derecho a la


igualdad de oportunidades de las personas con discapacidad,
con el fin de obtener su plena inclusión social, asegurando
el disfrute de sus derechos y eliminando cualquier forma de
discriminación fundada en la discapacidad”, a lo que siguen,
entre otras cosas, especificaciones respecto de requisitos
que se deben tener en cuenta con miras a la inclusión social
de las personas con discapacidad. Dentro de esta política no
se cubren aspectos relativos a la necesidad de las personas
con TEA-TGD de contar con apoyos pictográficos en
reparticiones y espacios públicos, tanto de dependencia
estatal como privada, de lo que se desprende la necesidad de
modificar la norma en su especificidad a fin de enmendar lo
que, hasta ahora, ha ido en desmedro de la calidad de vida y

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posibilidades de inclusión social de las personas con TEA-
TGD.

NOTA: Este documento es de carácter preliminar y se encuentra


sujeto a modificaciones y especificaciones, en razón de que
aún se está trabajando en diversas asambleas populares y
mesas técnicas a fin de recabar mayor información y afinar
metodologías y conceptos.

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