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Por las 100luks

Para la ciudad de Medellín los centros comerciales representan un factor importante en su


economía Según Fenalco, el negocio mueve cerca de $26 billones anuales en Colombia y se ubica
en un lugar destacado en cuanto al área construida de este tipo de establecimientos. Si se revisa el
contexto latinoamericano, el promedio regional se ubica en 8.22 m2 construidos por cada 100
habitantes, mientras Medellín tiene un promedio de 17.20 m2. Tomando en cuenta estos datos no
es de esperarse que los ciudadanos de esta ciudad recurran de manera frecuente a este tipo de
lugares, todo esto es influenciado por una cantidad de diversos factores que serán descritos a
continuación.

Hoy en día nos situamos en una sociedad altamente consumista, esto debido al crecimiento
económico y a la búsqueda de una circulación de la economía, al estar las personas
constantemente consumiendo los diversos tipos de productos que ofrecen, esto debido a que los
productos hoy en día no se limitan a cumplir una función de uso, sino que van mucho más allá y
pasan a expresar significados más profundos como la distinción, y la exclusividad o, incluso, dan a
conocer los intereses, gustos y estilos de vida de quienes los usan y exhiben. En esta lógica, los
objetos buscan transmitir cualidades que también pueden extenderse a los usuarios, pues ellos
también se comportan, de alguna manera u otra, como un producto digno de ser consumido.

Con esto se relaciona íntimamente el uso de las redes sociales y la interna necesidad de mostrar
aquellos que consumimos para llenarnos de un sentimiento de satisfacción o superioridad, así
mismo, la publicidad entra en juego al incitarnos mediante distintas técnicas y por distintos
medios a exacerbar nuestro deseo de consumir este producto que se nos ofrece.

Otro factor que ha generado este comportamiento en la ciudad respecto a los centros comerciales
es la época de violencia que vivió en la década los 80 y 90 del siglo XX. Esta época de violencia
genero un temor constante en los ciudadanos de toda la metrópolis y respuesta natural a esto lo
que se hizo fue generar una barrera social entre aquellos sectores de la ciudad que se
consideraban peligrosos y el resto de la ciudad, usando los centros comerciales como un tipo de
escape al que recurrían las personas para poder ser felices sin tener en su pensamiento el temor
constante aquello que les podía suceder. Esto hizo que los centros comerciales de aquella época
no solo dispusieran sus locales al servicio del consumo sino que se centran en mostrar sus espacios
como sitios especialmente diseñados para compartir en familia o propiciar el encuentro entre
parejas y amigos. Precisamente, por citar solo tres ejemplos, el Parque Comercial el Tesoro, se
muestra efectivamente como un parque, (y se privilegia en el discurso), su ambiente natural, sus
juegos infantiles y sus espacios para disfrutar en familia. Esto provoca que la gente recurra a estos
lugares principalmente como un sitio seguro para reunirse y el factor de consumo pase a segundo
plano.

Finalmente podemos concluir que nuestra sociedad hoy en día se ve altamente influenciada por
una tendencia consumista que provoca cambios en la economía y en nuestras diferentes
percepciones que tenemos de felicidad y seguridad.

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