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CUMANA

EDO. SUCRE
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
Hogar
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN
AZUL
I.M.E
U.E. COLEGIO PRIVADO HOGAR AZUL
CUMANÁ - ESTADO - SUCRE

I Actividad valorativa del III Momento de 8 años valor 25 %

Con el uso de las TIC, y de cualquier material bibliográfico que pudieran


alcanzar, se le sugiere, que realicen la investigación del presente material.
Regulación de las Poblaciones Humanas

Los seres humanos, como cualquier población natural, nos vemos expuestos a
los mismos controles naturales que otras especies, aunque quizás por la forma
en que vivimos se vean magnificadas de una u otra forma.

Antes de responder las siguientes preguntas, lee los artículos que se te dan al
final.

1) Defina factores biológicos que regulen las poblaciones humanas


2) Defina factores limitantes densoindependientes. Da ejemplo
3) Defina factores limitantes densodependientes. Da ejemplos
4) Define factores socioculturales. Da ejemplos
5) Elabore un mapa de Venezuela y señale con un circulo los estados más
afectados por la enfermedades mencionadas en el texto y relaciónalo
con la densidad poblacional.
6) ¿Por qué crees que la desnutrición ha ido aumentando?
7) ¿Qué puedes hacer tú, para ayudar a controlar las enfermedades
infecciosas en nuestro país?
8) ¿Cómo fue la evolución del número de casos de tuberculosis entre los
años 2011 – 2012?
9) Cuál es la población Venezolana o cuál es la cantidad de gente con
hambre en el mundo? ¿Cuántas veces cabría la población venezolana
en esa cifra? Razone su respuesta.
10)¿Se cumpliría el objetivo de la las cinco organizaciones mundiales para
el 2030?
11)¿Cuál es el principal problema en la lucha contra el hambre?
12)Elabora un mapamundi y ubica los países con más hambruna en el
mundo.
13)¿Cuáles son las consecuencias de la hambruna en el mundo?
14)¿Crees que, como especie humana, no deberíamos estar bajo controles
naturales? Exprese su opinión.
15)¿Qué importancia tiene que la población humana sea regulada?

EL RETORNO DE LAS ENFERMEDADES INFECCIOSAS

El Universal, 17 de Octubre de 2010

El campo de las enfermedades infecciosas pediátricas ha experimentado


cambios considerables en los últimos años, tanto en lo que respecta a la
prevención y el tratamiento de diferentes entidades como en la aparición de
enfermedades emergentes y el retorno de "enfermedades olvidadas". Esta
rápida evolución, junto con la controversia que acompaña a muchos temas de
infectología, supone un gran reto para el pediatra, que debe estar al día de los
avances que se producen.

Respecto a la prevención, es imprescindible destacar el desarrollo de las


vacunas en los últimos años. Junto con la aparición de nuevas vacunas para la
población pediátrica (rotavirus, neumococo), hemos asistido a la
implementación de nuevas estrategias: vacunar a población adulta para evitar
la transmisión de enfermedades a niños (DTpa en adolescentes y adultos en
contacto frecuente con lactantes) y vacunar a población pediátrica para impedir
la posterior transmisión y desarrollo de enfermedades a medio y largo plazo
(vacuna frente al virus del papiloma).

Las mejoras en la cobertura vacunal y la escasa frecuencia actual de la


mayoría de las infecciones que previenen han propiciado una falsa sensación
de seguridad de la población, que muchas veces desconoce en qué consisten
las enfermedades evitadas por las vacunas y su potencial gravedad. Estos y
otros factores (aumento del número de vacunas en el calendario infantil,
desconfianza en la industria farmacéutica, fácil acceso a la información pero sin
ningún filtro en cuanto a criterios científicos) contribuyen a que muchos padres
tengan dudas sobre la idoneidad del calendario vacunal. Cada vez más a
menudo nos encontramos con familias que nos plantean si "tanta vacuna, ¿de
verdad hace falta?", "¿le va a sobrecargar el sistema inmunitario?", "¿no tendrá
efectos secundarios?" y "total, si el resto están vacunados...". En estos temas
es fundamental la información que podemos proporcionar los pediatras, sobre
todo desde Atención Primaria, dando a los padres mensajes claros sobre los
riesgos a los que se exponen los niños que no están vacunados y la seguridad
de las vacunas incluidas en el calendario recomendado por el Comité Asesor
de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría 1. Como cualquier
medicamento, las vacunas pueden producir efectos adversos, pero son muy
leves en la mayoría de los casos. Hay multitud de estudios epidemiológicos que
muestran que ni el timerosal ni la vacuna triple vírica son causa de autismo y
un trabajo muy reciente muestra que el calendario vacunal actual no tiene
efectos adversos en el desarrollo neuropsicológico 7-10 años después.
Apoyándonos en estos datos, debemos transmitir a los padres que retrasar o
dejar de administrar las vacunas recomendadas para sus hijos solo va a
incrementar la susceptibilidad a enfermar, sin ofrecer mejora algún respecto,
por ejemplo, al desarrollo neurológico.

Otro aspecto que los pediatras debemos conocer son las inmunizaciones
en el niño viajero, ya que cada vez más niños realizan viajes internacionales, o
se trasladan desde España a países tropicales a consecuencia del trabajo de
los padres. Dentro del niño viajero es preciso destacar el grupo denominado
VFR visiting friends and relatives): hijos de inmigrantes que han nacido en
España y se trasladan durante las vacaciones a sus países de origen. En esta
población suele ser más difícil asegurar el cumplimiento de las medidas
preventivas indicadas.

Junto con el aumento de los viajes internacionales, en las últimas


décadas hemos asistido a un importante incremento de la inmigración a
España, tanto desde países del Este de Europa como desde África y
Sudamérica, sobre todo. A finales de 2009 había más de 4 700 000 de
extranjeros documentados residiendo en España, lo que supone un 10,4% de
la población. Este grupo puede presentar enfermedades infecciosas que no
estamos habituados a manejar, pero para las que existen medidas preventivas
y terapéuticas. Un ejemplo son los protocolos para la prevención de la
transmisión vertical de la enfermedad de Chagas que se han implantado en
diferentes hospitales de España en los últimos años, realizando serología
durante el embarazo a gestantes procedentes de países endémicos
(principalmente Bolivia), tratamiento del recién nacido infectado y la madre tras
el parto, y estudio de los hijos previos de madres infectadas. Sería deseable
que en los próximos años se estableciera un protocolo común a nivel nacional
para mejorar el control de esta enfermedad, ya que si se comienza el
tratamiento en los primeros meses de vida la tasa de curación es superior al
90% con muy pocos efectos adversos.

Las condiciones de vida de los inmigrantes en los países


latinoamericanos (la mayoría vive en pisos compartidos con una media de 6,5
personas por piso y 2,3 personas por habitación) también han contribuido al
resurgir de distintas enfermedades, y probablemente la tuberculosis sea uno de
los ejemplos más ilustrativos a este respecto. En el año 2011 - 2012, el 48,2%
de los casos de tuberculosis de la Comunidad Latinoamérica afectaron a la
población inmigrante, con una tasa de 47 casos/100 000 habitantes, frente a la
tasa de 11,4/100 000 en la población autóctona. La emergencia de cepas de
Mycobacterium tuberculosis resistente representa en la actualidad uno de los
grandes problemas de salud pública a nivel mundial. Los casos de tuberculosis
resistente han aumentado principalmente en la población inmigrante,
desfavorecida socialmente o infectada por el VIH, pero también en la población
autóctona europea. Aunque apenas hay datos de resistencia a fármacos en la
población infantil, un estudio que incluye pacientes de todas las edades ha
mostrado una tasa de resistencia a isoniazida del 4,9%, superior a la de
estudios previos. Por ello la pauta inicial para cualquier forma de tuberculosis
en niños debe realizarse actualmente con cuatro fármacos, salvo que se
conozca la sensibilidad del caso índice.

El uso adecuado de antibióticos y el control de la propagación de


bacterias resistentes suponen otro gran reto para los pediatras. En Europa, las
infecciones por Staphylococcus aureus resistente a meticilina adquirido en la
comunidad representan una enfermedad emergente. En la población pediátrica
española se han descrito pocos casos hasta el momento, con predominio en la
población no autóctona, principalmente ecuatorianos. La baja incidencia actual
hace que por el momento no se recomienden cambios en la antibioterapia
empírica de las infecciones cutáneas, aunque los pediatras debemos tener en
cuenta la posibilidad de resistencia antibiótica y aumento de virulencia en las
cepas de S. aureus adquirido en la comunidad.

Otra bacteria en la que debemos vigilar estrechamente la resistencia


antibiótica en los próximos años es el neumococo. La introducción de la vacuna
heptavalente ha propiciado una disminución de la enfermedad neumológica
invasiva por serotipos vacúnales en niños, que ha ido acompañada de un
aumento porcentual de los serotipos no vacúnales (principalmente 1, 5, 7F y
19A). El serotipo 19A se relaciona con bacteriemia y meningitis en la población
infantil y es el principal serotipo multirresistente a antibióticos en la actualidad.
Aunque existen distintos factores que contribuyen a los cambios en los
serotipos de neumococo circulantes, tras la introducción de las nuevas vacunas
antineumocócicas (10 y 13-valente) deberemos mantener un adecuado sistema
de vigilancia en lo que respecta a portadores, enfermedad neumocócica
invasiva y resistencias a antibióticos. Este tema ya se había abordado
previamente en una excelente revisión publicada en esta revista en 2012, y en
este número dos amplios artículos actualizan la información disponible al
respecto.

EL HAMBRE EN EL MUNDO SIGUE AUMENTANDO

11 de septiembre de 2018
Comunicado de prensa Roma

821 millones de personas padecen hambre y más de 150 millones de


niños sufren retraso del crecimiento, lo que pone en peligro el objetivo de
erradicar el hambre

Los últimos datos indican que el número de personas que padecen


hambre en el mundo continúa en aumento, alcanzando los 821 millones en
2018 -una de cada nueve personas-, según el informe El estado de la
seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2018 presentado hoy. También
se están logrando avances limitados frente a las múltiples formas de
malnutrición, que van desde el retraso del crecimiento infantil hasta la obesidad
adulta, amenazando la salud de cientos de millones de personas. El hambre ha
aumentado en los últimos tres años, volviendo a los niveles de hace una
década. Este retroceso envía una señal clara de que hay que hacer más y de
forma más urgente si se pretende lograr el Objetivo de Desarrollo Sostenible de
alcanzar el Hambre Cero para 2030. La situación está empeorando en América
del Sur y en la mayoría de las regiones de África, mientras que la tendencia
decreciente de la subalimentación que caracterizaba a Asia parece estar
ralentizándose de forma significativa.

El informe anual de la ONU señala que la variabilidad climática que


afecta a los patrones de lluvia y las temporadas agrícolas, y los fenómenos
meteorológicos extremos como sequías e inundaciones, se encuentran entre
los principales factores detrás del aumento del hambre, junto con los conflictos
y las crisis económicas. “Los signos alarmantes de aumento de la inseguridad
alimentaria y los elevados niveles de diferentes formas de malnutrición son una
clara advertencia de que hay mucho trabajo por hacer para asegurarnos de no
dejar a nadie atrás en el camino para lograr los objetivos de los ODS en
materia de seguridad alimentaria y una mejor nutrición”, advierten en su
prólogo conjunto al informe los responsables de la Organización de las
Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo
Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), el Fondo de las Naciones Unidas
para la Infancia (UNICEF), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la
Organización Mundial de la Salud (OMS).

“Si queremos alcanzar un mundo sin hambre y malnutrición en cualquiera de


sus formas para 2030 -aseguran los cinco- es imperativo que aceleremos y
ampliemos las medidas para fortalecer la resiliencia y la capacidad de
adaptación de los sistemas alimentarios y los medios de subsistencia de la
población en respuesta a la variabilidad climática y los fenómenos
meteorológicos extremos”.

Impacto de la variabilidad climática y los fenómenos extremos

Los cambios en el clima ya están socavando la producción de algunos


cultivos principales como el trigo, arroz y maíz en las regiones tropicales y
templadas y, si no se desarrolla resiliencia climática, se espera que la situación
empeore a medida que las temperaturas aumentan y se vuelven más extremas.
El análisis incluido en el informe indica que la prevalencia y el número de
personas subalimentadas tienden a ser más elevados en países muy
expuestos a fenómenos climáticos extremos. La subalimentación es también
mayor cuando la exposición a estos eventos extremos se ve agravada por un
alto porcentaje de población depende de sistemas agrícolas que son muy
sensibles a la variabilidad de lluvias y temperaturas.

Las temperaturas anómalas en las áreas agrícolas continuaron siendo


más altas que la media a largo plazo en el período 2011-2016, lo que provocó
episodios más frecuentes de calor extremo en los últimos cinco años. La
naturaleza de las temporadas de lluvia también está cambiando, con el inicio
tardío o temprano de las precipitaciones y su distribución desigual dentro de la
propia temporada.

Los daños a la producción agrícola contribuyen a la falta de


disponibilidad de alimentos, con efectos colaterales que provocan alzas en los
precios alimentarios y pérdidas de ingresos que reducen el acceso de la
población a los alimentos.

Progreso lento en eliminar todas las formas de malnutrición

Según el informe, se ha avanzado poco en la reducción del retraso del


crecimiento infantil, con casi 151 millones de niños menores de cinco años
demasiado bajos para su edad debido a la malnutrición en 2017, en
comparación con 165 millones en 2014. A nivel global, África y Asia contaban
con el 39 y el 55 por ciento de todos los niños con retraso del crecimiento,
respectivamente. La prevalencia de la emaciación (desnutrición aguda infantil)
sigue siendo extremadamente alta en Asia, donde casi uno de cada 10 niños
menores de cinco años tiene bajo peso para su estatura, en comparación con
solo uno de cada 100 en América Latina y el Caribe.

El informe describe como “vergonzoso” el hecho de que una de cada


tres mujeres en edad reproductiva en el mundo se vea afectada por la anemia,
que tiene notables consecuencias para la salud y el desarrollo tanto de las
mujeres como de sus hijos. Ninguna región ha mostrado una disminución de la
anemia entre las mujeres en edad reproductiva, y la prevalencia en África y
Asia es casi tres veces mayor que en América del Norte. Las tasas de lactancia
materna exclusiva en África y Asia son 1,5 veces más altas que en América del
Norte, donde tan solo el 26 por ciento de los lactantes menores de seis meses
recibe exclusivamente leche materna.

La otra cara del hambre: aumenta la obesidad

La obesidad adulta está empeorando y más de uno de cada ocho


adultos en el mundo es obeso. El problema es más acuciante en América del
Norte, pero África y Asia también están experimentando una tendencia al alza,
según el informe. La subalimentación y la obesidad coexisten en muchos
países e incluso pueden darse juntas dentro del mismo hogar. La falta de
acceso a alimentos nutritivos debido a su mayor costo, el estrés de vivir con
inseguridad alimentaria y las adaptaciones fisiológicas a la privación de
alimentos ayudan a explicar por qué las familias con inseguridad alimentaria
pueden tener un mayor riesgo de sobrepeso y obesidad.

Llamada a la acción

El informe hace un llamamiento para implementar y ampliar las


intervenciones dirigidas a garantizar el acceso a alimentos nutritivos y romper
el ciclo intergeneracional de la malnutrición. Las políticas deben prestar
especial atención a los grupos más vulnerables a las consecuencias negativas
de un acceso inadecuado a los alimentos: lactantes, niños menores de cinco
años, niños en edad escolar, muchachas adolescentes y mujeres. Al mismo
tiempo, debe hacerse un cambio sostenible hacia la agricultura atenta a la
nutrición y sistemas alimentarios que puedan proporcionar alimentos inocuos y
de calidad para todos. El informe pide igualmente mayores esfuerzos para
desarrollar la resiliencia climática a través de políticas que promuevan la
adaptación y mitigación del cambio climático y la reducción del riesgo de
desastres. 

Datos y cifras clave

Número de personas que sufren hambre en el mundo en 2018: 821 millones, 1


de cada 9 personas

 en Asia: 515 millones


 en África: 256,5 millones
 en América Latina y el Caribe: 39 millones
 Niños menores de 5 años afectados por retraso del crecimiento (altura
baja para la edad): 150,8 millones (22,2 por ciento)
 Niños menores de 5 años afectados por emaciación (peso bajo para la
altura): 50,5 millones (7,5%)
 Niños menores de 5 años con sobrepeso (peso elevado para la altura):
38,3 millones (5.6%)
 Porcentaje de mujeres en edad reproductiva afectadas por anemia:
32,8%
 Porcentaje de lactantes menores de 6 meses que fueron alimentados
exclusivamente con leche materna: 40,7%
 Adultos que son obesos: 672 millones (13% o 1 de cada 8 adultos).

NOTA:
Por favor enviar la información “ordenada” y en Word, para así facilitar su
revisión. A demás nombre, apellido y sección (Bien identificada).

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