Elementos del sistema Población: Miembros que la conforman.
sociocultural: Cultura: Prácticas, rituales, ciclo festivo, lo mágico- religioso, cosmovisión, cosmogénesis, etnicidad y etnocentrismo.
Productos materiales: Resultado de la aplicación
práctica para satisfacer necesidades y expresarla, tecnologías.
Organización social: Estructura organizativa, lazos
de parentesco, relaciones sociales, jerarquías, roles y status.
Instituciones sociales: Creadas para mantener la
interacción y contacto entre los miembros, regula conductas, establece leyes y normas morales.
Escenarios de participación: Derecho a la información clara y transparente.
Donde se pueda garantizar que las comunicaciones
e informaciones a la comunidad se transmitan en un lenguaje claro y comprensible para todos y todas. Toda comunidad, y las personas que la integran, tienen derecho a ser informadas de todos los aspectos centrales de cualquier investigación o intervención que se le proponga, a conocer los productos y efectos de la intervención, proyecto o programa y cómo se evalúa.
Derecho a la participación y toma de decisiones.
La comunidad tiene derecho a aceptar o rechazar
las propuestas de intervención, de modo de que no se les imponga iniciativas desde fuera, o no se considere sus necesidades o intereses. Ello implica aprobar o rechazar cada una de las etapas, desde el diseño hasta la difusión de sus resultados.
Derecho al respeto y reconocimiento de la
comunidad.
Se propone que la comunidad tiene derecho a que
cualquier proyecto o programa sea pertinente a su contexto y que se consideren y respeten experiencias previas, que los equipos conozcan con anticipación los contextos en los que se proponen intervenir, rescatando antecedentes que permiten comprender la historia de cada lugar, derecho a que se conozcan y respeten sus historias, prácticas y saberes, así como también sus tiempos.
Derecho a la autonomía de la comunidad.
Toda comunidad tiene derecho a que la intervención
desarrolle capacidades necesarias para hacerse cargo de mantener los logros de la intervención, monitorear y hacer seguimiento de la continuidad de los proyectos. La comunidad no se debe sentir presionada a aceptar alguna propuesta de intervención sin antes evaluar y comprender su utilidad y alcance.
Derecho a recibir intervenciones de calidad.
Las comunidades tienen derecho a que las
intervenciones, proyectos o programas que se les ofrecen, estén bien elaborados, se sustenten en datos y evidencias comprobables y consideren los recursos materiales y humanos necesarios para su adecuada implementación.
Modelos de empoderamiento: Modelo de competición
Considera que el poder esta desigualmente
repartido y es fuente de dominación, y que los actores sociales se mueven por motivos egoístas e interesados, buscando incrementar su poder a expensas del de los demás. Propugnan, en consecuencia, mecanismos de habilitación social (mejora las capacidades para competir con otros para obtener unos recursos sociales escasos) o, más comúnmente, la organización colectiva de los más débiles u oprimidos para apropiarse del poder detentado por grupos y élites dominantes que lo acaparan, la redistribución del poder.
Modelos de cooperación Asumen que el poder es un
recurso abundante e ilimitado, fuente de fortaleza humana, y que, estando los agentes sociales gobernados por motivos esencialmente altruistas, son capaces de crear, compartir y ceder el poder u otros recursos. Proponen, en consecuencia, estrategias cooperativas de vinculación personal en que el poder creado y compartido permite la potenciación solidaria de personas y comunidades.
Modelos de conflicto: Modelo de liberación de la
dominación.
Toda disputa comunitaria es un juego de poder. El
poder es la cuestión, el poder es la meta y el uso efectivo del poder es la estrategia de todas las partes en cualquier conflicto» (Laue y Cormick, 1978, p. 206).
Las disputas son conflictos que involucran varias
partes (individuos o colectivos) con fines e intereses diferentes que luchan por el control del poder, el estatus u otros recursos sociales escasos.
Modelos constructivos de empoderamiento
Para este modelo el poder es expandible e
indefinido de forma que, según el tipo de poder, las condiciones sociales, el potencial de los sujetos y su capacidad de vinculación, se puede crear e incrementar.
Los agentes sociales (profesionales o no) se
mueven por motivos esencialmente altruistas que hacen posible y facilitan la colaboración para crear conjuntamente poder, cederlo o compartirlo con otros.
El altruismo y la disposición a colaborar y compartir
deben tener un límite o suelo de autointerés egoísta que asegure la supervivencia y permanencia psicológica y social del sujeto.
Modelo de recursos
La constitución de una agrupación o espacio social
genera poder y otros recursos psicosociales ligados al tipo y función del grupo.
En el momento constituyente (al crear y desarrollar
el espacio social, las interacciones y la comunidad simbólica y valorativa) el poder —y otros recursos— pueden asumirse ilimitados dentro de unos márgenes
La gestión moral y psicosocial del poder colectivo
creado es esencial para configurar el empoderamiento y el desarrollo humano.
Responsabilidad del El Psicólogo Comunitario tiene la responsabilidad
psicólogo ante la elección de de realizar su trabajo de acuerdo a los principios metodologías participativas sustantivos y relacionales apuntados, garantizando apropiadas (haciendo especial la equidad relacional en los intercambios con los énfasis en este rol en el marco actores sociales. del diseño e implementación de Denunciar las desigualdades haciendo a la políticas públicas): comunidad o la sociedad conscientes de las situaciones y casos de injusticia que conoce a través del trabajo y la investigación.
Asegurar que todas las personas y grupos tengan
acceso a los bienes psicosociales que administra, con independencia de la situación social y la capacidad económica de cada persona o grupo.
Jugar un rol estratégico que haga posible la
construcción de nuevas políticas y programas, donde se incorporen nuevos actores a la acción y reflexión, instalando una lógica programática en sintonía con las comunidades y sus demandas.
Promover valores socio-comunitarios básicos como
la justicia social, redefinir valores deontológicos como la autonomía, valores morales personales y sociales