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ENSAYO SOBRE TRANSFERENCIA DE CALOR

Eficiencia energética en la industria.

La eficiencia energética es un aspecto esencial de la estrategia europea para un


crecimiento sostenible en el horizonte 2020, y una de las formas más rentables para
reforzar la seguridad del abastecimiento energético y para reducir las emisiones de gases
de efecto invernadero y de otras sustancias contaminantes. Edificación 41% Industria
33% Transporte 26% En Europa, el sector de la edificación es el consumidor de energía
número uno, seguido por la industria y el transporte. 1.1. Distribución del consumo de
energía en Europa por sector Si hacemos una comparativa, en términos energéticos,
vamos a la cola con respecto al sector residencial. Mientras que en una vivienda de
nueva construcción el código técnico de la edificación nos obliga a cumplir con unas
pérdidas máximas de 10 W/m2 , en Industria no existe ninguna normativa obligatoria
que nos limite las pérdidas energéticas. Industria Transporte Generación de energía
Edificación 20% 40% 60% 80% 100% Potencial de eficiencia energética no realizado.
Potencial de eficiencia energética realizado. Fuente: Paula Rey García, DG Energy,
European Commission Planta de energía Actual Código de Edificación Casa Pasiva
Temperatura (°C) 250 - 640 18 -22 18 -22 Pérdidas Energéticas (AGI Q101) (W/m2 )
150* < 10 < 3 Espesor de Aislamiento (mm) 100 100 350-500 (*) Pérdidas habituales
en una planta industrial.

Eficiencia Energética en la Industria. Normativa aplicable Existen normativas


relacionadas con la eficiencia energética, con la finalidad de despertar el interés por los
procesos eficientes y ayudar a las empresas a que adquieran las habilidades necesarias
para poder identificar e implementar medidas de ahorro energético. Entre ellas cabe
destacar: A menudo, los requisitos relacionados con la rentabilidad económica o la
máxima eficiencia energética del sistema de aislamiento no están considerados. En el
pasado, con los precios del petróleo más bajos, la eficiencia energética de la instalación
no representaba una diferencia tan grande. Hoy día, el precio de la energía es mucho
más alto e incluso se espera que continúe incrementándose. Por esta razón, la brecha
entre el aislamiento actual y el aislamiento económicamente rentable se está
incrementando. Los costes adicionales para emisiones de CO2 aceleran este potencial de
ahorro. RD 56/2016 (12 de febrero de 2016) referente a auditorías energéticas en
España. Este Real Decreto traspone parcialmente la Directiva Europea relativa a la
eficiencia energética 2012/27/ UE del Parlamento Europeo y del Consejo (25 de
Octubre de 2012), en lo referente a la auditoría energética, acreditación de proveedores
de servicios y auditores energéticos y promoción de la eficiencia del suministro de
energía. ¿Qué obligaciones establece? Pasar una auditoría energética cada 4 años o en
su lugar implantar sistemas de Gestión Energética. ¿A qué empresas afecta? A empresas
con más de 250 personas o cuyo volumen de negocio exceda de 50 millones de euros.
Se establecen sanciones de hasta 80.000€ por incumplimiento. RD 56/2016 referente a
Auditorías Energéticas (Transposición de la Directiva Europea 2012/27/UE) Norma EN
ISO 50001 referente a Sistemas de Gestión de la Energía Norma Internacional cuyo
objetivo es facilitar a las organizaciones establecer los sistemas y procesos necesarios
para mejorar su desempeño energético. Se basa en el modelo de Sistema de Gestión de
Mejora Continua:
ISO 50001
ISO 50001 es una normativa internacional desarrollada por ISO (Organización
Internacional para la Estandarización u Organización Internacional de Normalización)
que tiene como objetivo mantener y mejorar un sistema de gestión de energía en una
organización, cuyo propósito es el de permitirle una mejora continua de la eficiencia
energética, la seguridad energética, la utilización de energía y el consumo energético con
un enfoque sistemático. Este estándar apunta a permitir a las organizaciones mejorar
continuamente la eficiencia, los costos relacionados con energía, y la emisión de gases de
efecto invernadero.
Este estándar ha sido publicado por ISO en junio de 2011, y es aplicable para cualquier
tipo de organización, independientemente de su tamaño, sector, o ubicación geográfica.
El sistema ha sido modelado a partir del estándar ISO 9001, de sistemas de gestión de
calidad, y del estándar ISO 14001, de sistemas de gestión ambiental.
Uno de los atributos más prominentes de ISO 50001 es el requisito de “… mejorar el
sistema de gestión de energía, y el desempeño energético resultante” (cláusula 4.2.1.c)
Los otros dos estándares aquí mencionados (ISO 9001 e ISO 14001), ambos requieren de
mejoras a la efectividad del sistema de gestión, pero no a la calidad del producto/servicio
(ISO 9001) o al desempeño ambiental (ISO 14001).
De esta manera, la norma ISO 50001 ha realizado un salto importante al requerir de la
organización una demostración de su compromiso con la mejora de su desempeño
energético. No se especifican metas cuantitativas, sino que cada organización elige las
metas que desea establecer, y posteriormente diseña un plan de acción para alcanzar
estas metas. Con este enfoque estructurado, una organización tiene más posibilidades de
observar beneficios financieros tangibles.
El objetivo principal del estándar es mejorar el desempeño energético y de eficiencia
energética de manera continua, y adicionalmente identificar oportunidades de reducción de
utilización energética. Este enfoque sistemático ayudará a las organizaciones a establecer
sistemas y procesos.
Una gestión consistente de la energía ayuda a las organizaciones a descubrir y a
aprovechar su potencial de eficiencia energética. Se pueden beneficiar de ahorros en
costos, y realizar una contribución significativa a la protección climática y del medio
ambiente (por ejemplo, a través de una reducción permanente en las tasas de emisión de
gases de efecto invernadero). El estándar debe alertar a los empleados y en particular al
nivel ejecutivo y gerencial acerca de las posibles ganancias de largo plazo en relación a su
consumo energético. La organización puede descubrir posibles ahorros y ventajas
competitivas. Incluso puede tratarse de un fortalecimiento importante para la imagen de la
compañía.
El estándar ISO 50001 se basa en la metodología Plan-Do-Check-Act (Planificar-Hacer-
Verificar-Actuar), también conocido como PDCA o Círculo de Deming.
Los principales hitos de esta metodología aplicados a la Norma ISO 50001:
Plan
Establecer una Plan Energético en la organización de acuerdo a acciones
concretas y objetivos para mejorar la gestión de la energía y la Política Energética
de la organización
Do
Implementar las acciones previstas en la planificación establecida por la dirección.
Check
Monitorizar los resultados estableciendo los indicadores adecuados que
determinen el grado de cumplimiento de los objetivos y de la planificación
establecida, de forma que podamos valorar y divulgar correctamente los resultados
Act
Revisión de los resultados para tomar las acciones de corrección y mejora que se
estimen oportunas.

IMPORTANCIA DE USO RACIONAL DE LA ENERGÍA

El objetivo es concientizar a la sociedad acerca del uso de la electricidad, sobre todo al


hacer un uso adecuado de los recursos energéticos sin comprometer la calidad de vida de las
futuras generaciones, preocupándose por la preservación de la vida en el planeta y de los
humanos.

El mundo moderno se caracteriza por el gran desarrollo industrial y tecnológico. La


electricidad, el gas y los combustibles que utilizamos diariamente se originan por procesos
que generan contaminación al ambiente y consumo de recursos naturales. Los grandes
avances en las telecomunicaciones, así como la producción de artefactos y utensilios
domésticos de alta tecnología, funcionan gracias a la energía eléctrica, que se obtiene tanto
de la fuerza hidráulica (hidroeléctrica) como del petróleo (termoeléctrica).

La naturaleza provee las principales fuentes de energía que mueve nuestro mundo, pero en
la medida que su explotación cada vez es más progresiva implica un agotamiento de ellas,
es necesario darles un uso racional y en correspondencia con las necesidades sociales y
también ambientales. Por lo tanto, es preciso crear conciencia en la población tanto de los
beneficios que nos da la energía eléctrica así como de sus límites, que pueden sorprendernos
en la medida en que hagamos mal uso de sus propiedades técnicas.

El cobre, un material sostenible en el tiempo


El cobre, siendo una materia prima 100% reciclable, permite ser reutilizado todas las veces
que se desee sin perder ninguna de sus propiedades.

Cuando los productos de cobre llegan al final de su vida útil, el metal sigue manteniendo
íntegras sus propiedades físico-químicas y puede por lo tanto ser totalmente reciclado para
convertirse otra vez en una nueva materia prima, contribuyendo de este modo a preservar
los recursos naturales mundiales. Se estima que aproximadamente un 80% del cobre
explotado a lo largo de la historia está todavía hoy en uso, después de haber sido refundido
y transformado en diversas ocasiones.
Un estudio realizado por la International Copper Study Group (ICSG) sobre el consumo del
cobre en Europa en 2012 reveló que el continente reutilizó alrededor de 2,1 millones de
toneladas del metal provenientes de aparatos electrónicos y residuos reciclados en plantas.
Gracias a ello se logra un importante ahorro de energía ya que el proceso de elaboración de
cobre, a partir de material recuperado, requiere un 85% menos de energía que el cobre que
se produce por primera vez.

A nivel mundial, el reciclaje del cobre entrega un ahorro considerable de recursos y de


emisiones de CO2 a la atmósfera: para la obtención del metal rojo reciclado se requiere un
85% menos de energía eléctrica (100 millones de MWh) que para su producción por
primera vez y además se evita la emisión de 40 millones de toneladas anuales de CO2 a la
atmósfera.

El cobre está presente donde quiera que miremos, constituye una parte fundamental de todo
lo que nos rodea. Sus propiedades hacen que sea el material ideal para trabajar en el
desarrollo de tres áreas fundamentales para la vida humana: energía sustentable; tecnología;
salud y medio ambiente.

GESTIÓN ENERGÉTICA VS AHORRO ECONÓMICO


La gestión energética incluye la planificación y operación de unidades de producción y
consumo de energía. Los objetivos son la conservación de los recursos, la protección del
clima y el ahorro de costos, mientras que los usuarios tienen acceso permanente a la
energía que necesitan

Energía. ¿Qué es lo primero que pensamos al escuchar esta palabra?


Quizás en la fuerza que tenemos por la mañana después de tomar un
café para cumplir con todas nuestras tareas del día. Esa es la idea
general que engloba para muchos de nosotros el concepto de
energía: fuerza para movilizar cosas, para realizar tareas. Y si
hacemos una definición científica, la energía es precisamente la
capacidad que tiene la materia para realizar un trabajo.

Ahora, si a la palabra “energía” le añadimos el término “ahorro”… el


panorama cambia por completo. La cabeza se nos llena de apagar las
luces cada vez que salgamos de una habitación y de la idea de no
dejar conectados los aparatos eléctricos. Pero qué sucede cuando
hablamos de eficiencia energética… quizá en ese momento la mente
se nos quede un poco en blanco o tengamos una imagen semejante a
la del ahorro de energía. Sin embargo, ambos conceptos representan
ideas muy diferentes enfocadas hacia una meta semejante: evitar el
desperdicio de los recursos energéticos con los que cuenta la
humanidad.

Para poder abordar la diferencia entre ambos conceptos, es preciso


que en primer lugar los definamos brevemente, y, a continuación,
podremos realizar un contraste entre sus semejanzas y diferencias.

Ahorro de energía

Hagamos una comparación. Pensemos en la energía como si fuera


dinero. Ahorrar dinero significa no gastar en algunas cosas, que
quizás eran necesarias, con el fin de reservar una determinada suma
con otro objetivo en mente. Esta suma la podemos ir almacenando en
casa, en la tradicional hucha, o irla acumulando en una cuenta de
ahorros de un banco. Es decir, al ahorrar,
estamos almacenando nuestros recursos. Al hablar del ahorro de
energía, la idea es muy semejante: de una cantidad de recursos
energéticos dados, elegimos reservarlos, almacenarlos para más
tarde, tomando para ello medidas muy específicas. El ahorro de
energía es una buena idea, pero no representa una solución a largo
plazo. Estamos tomando recursos energéticos que ya existen y
reservándolos para otros usos.

Ofreciendo un concepto más preciso podríamos decir que ahorrar


energía es el acto de ahorrar los recursos energéticos reduciendo su
servicio. En otras palabras, para ahorrar energía hay que dejar de
utilizarla. Ciertos ejemplos son utilizar menos el automóvil, disminuir
la temperatura del termostato uno o dos grados en invierno o
desconectar el ordenador cuando no lo estemos utilizando. Como
podemos ver, en todos esos ejemplos, lo que hemos hecho es reducir
el uso de electricidad o combustible. Este tipo de medidas quizá se
traduzcan en una reducción paralela de nuestras comodidades, pero
así mismo representan una disminución en el coste de las facturas de
electricidad y combustible que pagamos.

El uso eficiente de la energía

Si ya habíamos afirmado que usar de forma eficiente la energía


implica una serie de medidas muy diferentes al ahorro de la misma,
¿qué puede ser? Aquí no estamos hablando de cortar el uso o reducir
el uso que hacemos de nuestros recursos. Regresemos a la
comparación con el dinero. Hacer un uso eficiente de nuestros
recursos económicos no significa no comprar algo y guardar una
suma en el banco. Por el contrario, significa valorar en qué estamos
gastando nuestro dinero de forma mensual, apreciar por ejemplo, si
estamos habituados a comprar la leche de cierta marca, ver que
podemos comprar otra marca que es más económica y cumple con
las mismas normas de seguridad, higiene y nutrición. Es decir, no
estamos dejando de beber leche. No estamos cortando nuestro
confort o comodidad. Estamos sustituyendo sabiamente una cosa que
nos satisface por otra.

Es precisamente eso de lo que habla la eficiencia: de maximizar el


uso que hacemos de un recurso dado. Contamos con ciertas fuentes
de energía, bueno, al usarlas de forma eficiente estamos explotando
hasta la más mínima cantidad y en la mejor forma posible, de forma
que además, no implique una reducción de nuestra calidad de vida.

Cuando usamos el adjetivo eficiente para referirnos por ejemplo, al


trabajo de una persona, queremos decir que lo hace muy bien. Que
no pierde el tiempo, que los resultados que produce son buenos.
Hablamos de calidad. Utilizar eficientemente la energía representa
precisamente eso: hacer un uso de gran calidad de nuestros recursos
energéticos. En último término, se traduce inclusive en un ahorro,
pero ése no es su objetivo principal.

Una vez que hemos especificado los dos conceptos, podemos


empezar a abordar sus diferencias para clarificar un poco la idea que
nos produce el término eficiencia energética.

Eficiencia y ahorro: dos ideas diferentes

Continuemos con los ejemplos prácticos que nos permiten interpretar


la diferencia entre estos dos conceptos. A los maratonistas les
explican siempre, al entrenar, que no deben correr muy rápido, sino
regular su velocidad. Ello les permite almacenar energía de forma que
tengan suficiente al final de la carrera para ser capaces de cruzar la
línea de meta. Un corredor eficiente corre de una forma diferente,
puesto que se concentra en utilizar técnicas adecuadas para correr, y
al usar estas técnicas no desperdicia energía y es capaz no sólo de
llegar con suficiente energía a la línea de meta, sino que llega más
rápido.

El ahorro y la eficiencia de la energía no son importantes no sólo para


quienes corren una maratón, sino para todos, sobre todo si hablamos
de la increíble dependencia que como sociedad tenemos hacia los
combustibles fósiles. A pesar de qué ambas son importantes, como ya
hemos visto, representan formas diferentes de aproximarnos al
problema.

Ambas son formas de disminuir el consumo general de energía, pero


no de la misma forma. La eficiencia energética parte del punto
neurálgico de qué se ahorra energía, pero se mantiene el mismo
nivel de comodidad o servicio. Por ejemplo, si al salir de una
determinada habitación apagamos las luces, estamos ahorrando
energía. Si reemplazamos un foco incandescente (altamente
ineficiente) con uno más compacto y que rinda más por la misma
cantidad de energía, estamos practicando la eficiencia energética.

Como podemos observar en el esquema, la forma más clara de


mantener diferenciados los conceptos es pensando en el ahorro de
energía como “recortar el uso de energía” y en la eficiencia
energética como “usar la energía de forma más efectiva”. Esta última
utiliza los avances en la ciencia y la tecnología para proporcionar
tanto servicios como productos que requieran el uso de menos
energía. Entre los ejemplos que arroja la eficiencia energética está
por ejemplo el reemplazar los electrodomésticos viejos con otros más
modernos y que sean más eficientes (hagan más trabajo por la misma
cantidad de energía). Otro gran ejemplo es el aislamiento térmico de
una casa. Un hogar bien aislado le permite al dueño reducir el uso de
la calefacción y la ventilación manteniendo una temperatura
agradable todo el año dentro de la casa. Reemplazar las ventanas por
ventanas aislantes es otra medida relacionada con la eficiencia
energética. Incluso la forma en qué una casa está construida puede
implicar eficiencia energética puesto que permite valerse de la luz
solar para la iluminación y también para el calentamiento de la casa.

En último término podemos sintetizar esta diferencia diciendo que


con el uso eficiente de la energía no es necesario renunciar a nuestra
comodidad, como al ahorrar energía. El ahorrar la energía implica un
cambio de comportamiento, como por ejemplo, lo que
mencionábamos, bajar el termostato un par de grados en invierno.
La eficiencia energética representa mejoras físicas como por
ejemplo, reemplazar las luces, los electrodomésticos y mejorar
el aislamiento de nuestra casa.

A primera vista, el cambiar hacia un uso eficiente de la energía puede


parecer una mayor inversión y más difícil de lograr. Pero tenemos que
pensar en las ventajas que presupone: no disminuir nuestro nivel de
vida, y sobre todo, sacarle jugo al máximo a los recursos energéticos
con que contamos, lo cual a largo plazo es más fácil de hacer que
cortar su uso simple y llanamente.

Un paso más allá: el uso sustentable de la energía

Si con esta diferenciación hemos explicado que el uso eficiente de la


energía resulta una opción más viable al simple ahorro de la misma
puesto que implica maximizar la forma en que utilizamos los recursos
existentes, permitiendo con ello prever a futuro, hay un concepto más
que puede resultar un tanto nebuloso al hablar de energía. Se trata
del de sustentabilidad. ¿Cómo podemos diferenciar el uso eficiente de
la energía del uso sustentable de la misma?

Empecemos por decir que al igual que con la pareja de conceptos


ahorro y eficiencia, la sustentabilidad en el uso de la energía
trasciende a su utilización eficiente. Tomemos la idea de un negocio.
El negocio sustentable ideal tiene productos de desecho o
subproductos que son cien por cien utilizables. No hay desperdicios y
por lo tanto, este negocio ideal no requiere casi insumos. Sus insumos
y subproductos son un ciclo. Pensemos, para profundizar en este
ejemplo, en el departamento de informática de una gran empresa. Un
departamento de informática con ordenadores y maquinaria
semejante, produce un subproducto: mucho calor. Si ese calor es
disipado por un ventilador adicional, estamos gastando energía
adicional para el enfriamiento. Eso no es ahorro, ni eficiencia y mucho
menos sustentabilidad. Si el calor simplemente se redirige por un
canal de ventilación, esa es una solución eficiente. Por otro lado, una
solución sostenible sería tomar ese calor adicional, ese desperdicio y
redirigirlo para generar calor en otras oficinas o áreas de la empresa
donde hay empleados trabajando en áreas más frías. ¿Cómo
detectamos que ésta es una solución sustentable? Porque hay cero
desperdicio. El alimentar esa área de informática con electricidad
producida ya sea por paneles solares o alguna otra fuente renovable,
nos daría un sistema sostenible casi perfecto.

TRES EJEMPLOS DE EMPRESAS EN SUDAMÉRICA QUE HAYAN


LOGRADO LA EFICIENCIA ENERGÉTICA.

Viña Errázuriz(chile)
Durante el año 2010 se implementó un proyecto para impulsar la inversión en proyectos
de eficiencia energética bajo el modelo ESCO.  Proyecto constaba de un fondo de US$
480.000.  Financiamiento del 40% de la inversión total de cada proyecto con un tope
de US$ 200.000.  3 proyectos calificados.
ESCO: Prevent Inversión: $17 99.000.000 Cofinanciamiento: $ 36.600.000 PRI: 2.39
años Energía ahorrada: 410.000 kWh/año ($/año 41.422.590) Descripción del Proyecto:
reemplazo de 2 calderas de gas natural licuado (GNL) por 2 calderas de biomasa
(pellets) para los procesos de vinificación. El reemplazo de las calderas se realizó en dos
fundos pertenecientes a la Viña Errázuriz.

Avianca COLOMBIA mpañías reconocidas por la implementación


de proyectos de eficiencia energética bajo mecanismos de
desarrollo limpio para lograr un proceso sostenible. que han
ahorrado hasta el 40% en consumo de energía y han desarrollan
proyectos para mitigar el calentamiento global y el cambio
climático, de acuerdo con los lineamientos del protocolo de
Kyoto.

Associação Nacional de Fabricantes de Veículos Automotores, ANFAVEA brASIL


introducidos etiquetas con informaciones sobre eficiencia energética para equipamientos
consumidores de combustible como las cocinas y calentadores de agua a gas

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