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República bolivariana de Venezuela

Ministerio del poder popular para la educación

Complejo educativo “Dr Raúl Quero Silva”

San Felipe – Estado Yaracuy

EL MUNDO DE LOS MICROBIOS

Profesora: Integrante:

Rosa Garcia Jose Colmenares 5to C


¿Que es un microbio?:
Un microorganismo, también llamado 'microbio' (del griego científico μικρόβιος [microbios]; de μικρός
[micrós], "pequeño", y βίος [bíos], ‘vida’;1 ser vivo diminuto), es un ser vivo, o un sistema biológico,
que solo puede visualizarse con el microscopio. Son organismos dotados de individualidad
(unicelulares) que presentan, a diferencia de las plantas y los animales superiores, una organización
biológica elemental. La disciplina científica que estudia los microorganismos es la Microbiología.
El concepto de microorganismo es operativo y carece de cualquier
implicación taxonómica o filogenética, dado que engloba organismos unicelulares heterogéneos, no
relacionados evolutivamente entre sí, tales como bacterias (procariotas), protozoos (eucariotas,
algunos filum de algas) y hongos unicelulares. Incluye también entidades biológicas acelulares de
tamaño ultramicroscópico (visibles con microscopio electrónico) como virus y priones, que también
se incluyen en el campo de estudio de la Microbiología.
Los microbios tienen múltiples formas y tamaños. Si un virus de tamaño promedio tuviera el tamaño
de una pelota de tenis, una bacteria sería del tamaño de media cancha de tenis y una célula eucariota
sería como un estadio entero de fútbol.
Algunos microorganismos son patógenos y causan enfermedades a personas, animales y plantas,
algunas de las cuales han sido un azote para la humanidad desde tiempos inmemoriales.
¿QUE ES VACUNA?:

Una vacuna es una preparación destinada a generar inmunidad adquirida contra


una enfermedad estimulando la producción de anticuerpos. Normalmente una vacuna contiene un
agente que se asemeja a un microorganismo causante de la enfermedad y a menudo se hace a partir
de formas debilitadas o muertas del microbio, sus toxinas o una de sus proteínas de superficie. El
agente estimula el sistema inmunológico del cuerpo a reconocer al agente como una amenaza,
destruirla y guardar un registro del mismo, de modo que el sistema inmune puede reconocer y destruir
más fácilmente cualquiera de estos microorganismos que encuentre más adelante. Las vacunas se
usan con carácter profiláctico, es decir, para prevenir o aminorar los efectos de una futura infección
por algún patógeno natural o "salvaje".
La administración de una vacuna se llama vacunación. La efectividad de las vacunaciones ha sido
ampliamente estudiada y confirmada; por ejemplo, la vacuna contra la influenza, la vacuna contra el
VPH,y la vacuna contra la varicela. La vacunación es el método más eficaz de prevenir las
enfermedades infecciosas; la inmunidad generalizada debido a la vacunación es en gran parte
responsable de la erradicación mundial de la viruela y la restricción de enfermedades como
la poliomielitis, el sarampión y el tétanos en la mayor parte del mundo. La Organización Mundial de la
Salud (OMS) informa que las vacunas autorizadas están disponibles actualmente para prevenir o
contribuir a la prevención y control de veinticinco infecciones.
Los términos vacuna y vacunación derivan de variolae vaccinae (viruela de la vaca), término acuñado
por Edward Jenner para denotar la viruela bovina. Lo utilizó en 1798 en su obra Una investigación
sobre las causas y los efectos de las variolae vaccinae (viruela bovina), en el que describió el efecto
protector de la viruela bovina contra la viruela humana. En 1881, en honor a Jenner, Louis
Pasteur propuso que los términos deben ampliarse para cubrir las nuevas inoculaciones de protección
que entonces se estaban desarrollando.
LAS BACTERIAS:
Las bacterias son microorganismos procariotas que presentan un tamaño de unos
pocos micrómetros (por lo general entre 0,5 y 5 μm de longitud) y diversas formas, incluyendo esferas
(cocos), barras (bacilos), filamentos, curvados (vibrios) y helicoidales (espirilos y espiroquetas). Las
bacterias son células procariotas, por lo que, a diferencia de las células
eucariotas (de animales, plantas, hongos, etc.), no tienen el núcleo definido ni presentan, en
general, orgánulos membranosos internos. Generalmente poseen una pared celular y esta se compone
de peptidoglicano. Muchas bacterias disponen de flagelos o de otros sistemas de desplazamiento y
son móviles. Del estudio de las bacterias se encarga la bacteriología, una rama de la microbiología.
Aunque el término bacteria incluía tradicionalmente a todos los procariotas, actualmente la taxonomía
y la nomenclatura científica los divide en dos grupos. Estos dominios evolutivos se denominan
Bacteria y Archaea (arqueas). La división se justifica en las grandes diferencias que presentan ambos
grupos a nivel bioquímico y genético. La presencia frecuente de pared de peptidoglicano junto con su
composición en lípidos de membrana son la principal diferencia que presentan frente a las arqueas.
Las bacterias son los organismos más abundantes del planeta. Son ubicuas, se encuentran en todos
los hábitats terrestres y acuáticos; crecen hasta en los más extremos como en los manantiales de
aguas calientes y ácidas, en desechos radioactivos, en las profundidades tanto del mar como de
la corteza terrestre. Algunas bacterias pueden incluso sobrevivir en las condiciones extremas
del espacio exterior. Se estima que se pueden encontrar en torno a 40 millones de células bacterianas
en un gramo de tierra y un millón de células bacterianas en un mililitro de agua dulce. En total, se
calcula que hay aproximadamente 5×1030 bacterias en el mundo

CLASIFICACION DE LAS BACTERIAS:


Existen diversas clasificaciones de las bacterias y éstas varían dependiendo
del criterio que sea de interés del investigador.

Las bacterias pueden clasificarse según muchos criterios: según su


morfología, según las características de sus paredes celulares, según su
tolerancia a ciertas temperaturas, según su método de respiración celular y
según su forma de nutrirse, entre otras muchas clasificaciones.

Las bacterias se caracterizan por estar formadas por una única


célula sin núcleo; por esto son denominadas organismos
unicelulares procariontes.

Las bacterias son abundantes en la Tierra. Existen en prácticamente


todos los ambientes y son muy variadas.
1- Clasificación por pared celular
Las características específicas de las paredes celulares de las bacterias
indican diferencias entre unas y otras bacterias.

Para determinar estas características de las paredes celulares, se lleva a cabo


un experimento utilizando un colorante denominado Gram, en honor a su
descubridor, Christian Gram. A través de esta técnica surgen dos clases de
bacterias: gram positivas y gram negativas.

Gram positivas

Son aquellas que mantienen la coloración del tinte, incluso cuando se ha


disuelto dicho tinte con alcohol. Las paredes de las células, conformadas en
gran medida por un componente llamado peptidoglicano, son más gruesas.

Gram negativas

Son aquellas que no retienen el tinte Gram después de lavadas con alcohol. En
este caso, los niveles de peptidoglicano son menores, por lo que las paredes
celulares son más delgadas.

2- Clasificación por forma


Esta clasificación tiene que ver con la morfología de las bacterias. Existen
básicamente cuatro tipos: bacilos, cocos, helicoidales y cocobacilos.

Bacilos

Son las bacterias que tienen forma alargada, similar a un bastón.

Existe otra clasificación que tiene que ver con la cantidad de bacilos
combinados. La estructura que tiene dos bacilos en cadena se conoce como
diplobacilo.

Si la estructura tiene varios bacilos conectados por los extremos en forma de


cadena, se denomina estreptobacilo.
Las afecciones que pueden ocasionar los bacilos están vinculadas a la
disminución de la presión arterial, meningitis, neumonía, bronquitis,
conjuntivitis, sinusitis, entre otras.

Cocos

Son aquellas bacterias cuya forma es redondeada. La clasificación que se hace


de los bacilos por la cantidad de individuos en cada estructura también aplica
para los cocos.

Si la estructura está formada por dos cocos, ésta se denomina diplococo. Las
estructuras con formas de cadena son llamadas estreptococos; y aquellas que
tienen forma irregular son conocidas como estafilococos.

Los cocos pueden generar infecciones en la garganta, infecciones


postoperatorias, endocarditis, síndrome de shock tóxico y peritonitis, entre
otras enfermedades.

Helicoidales

Estas bacterias presentan forma de espiral, similar a una hélice. Cuando son
rígidas se les denomina espirilos; y cuando son flexibles se les llama
espiroqueta. Hay un tercer grupo llamado vibrio, que se caracteriza por no
tener forma de espiral, sino curva.

Las bacterias helicoidales pueden producir sífilis, cólera, gastroenteritis y


leptospirosis, entre otras afecciones.

Cocobacilo

Los cocobacilos son bacterias que son tanto alargadas como redondeadas; se
consideran un punto medio entre los cocos y los bacilos.

Los cocobacilos pueden producir infecciones vaginales o uterinas,


endocarditis e infecciones respiratorias, entre otras enfermedades.
3- Clasificación por fuente de alimentación
Las bacterias tienen distintas maneras de absorber los nutrientes que las
alimentan. Según esta clasificación, existen dos tipos de bacterias: autótrofas
y heterótrofas

Autótrofas

Son aquellas bacterias que pueden generar su propio alimento. Esta


producción de alimento por su cuenta puede hacerse, por ejemplo, gracias a
la luz solar o a la obtención de carbono del ambiente.

Heterótrofas

Son las bacterias que obtienen el dióxido de carbono necesario para su


subsistencia de compuestos orgánicos, entre los que destacan las proteínas y
los carbohidratos.

Son abundantes en el agua y cumplen un rol protagonista en la


descomposición de los elementos.

4- Clasificación por respiración celular


Según la forma en la que respiran, pueden encontrarse cuatro principales
tipos de bacterias: aerobias, anaerobias, facultativas y microaerófilas.

Aerobias

Son aquellas bacterias que requieren de oxígeno para su desarrollo. Entre las
bacterias aerobias destacan la responsable de generar tuberculosis, y las que
generan afecciones pulmonares o en la piel.

Anaerobias

Son las bacterias que no necesitan el oxígeno para subsistir: pueden


sobrevivir con muy poco o con nada de oxígeno. Son abundantes en el
intestino humano.
Facultativas

Son aquellas bacterias que pueden desarrollarse y subsistir tanto en


presencia de oxígeno, como en total ausencia de éste; es decir, pueden ser
aeróbicas o anaeróbicas a la vez. Tienen formas muy diversas.

Microaerófilas

Se refiere a las bacterias que pueden crecer en espacios con muy pequeñas
cantidades de oxígeno, o muy altas tensiones de dióxido de carbono. Pueden
generar enfermedades estomacales e intestinales.

5- Clasificación por la temperatura en la que crecen


Algunas bacterias toleran altas temperaturas, mientras otras se desarrollan
en ambientes muy fríos. Según la temperatura en la que las bacterias son
capaces de desarrollarse, se definen cuatro tipos: psicrófilas, mesófilas,
termófilas e hipertermófilas.

Psicrófilas

Estas bacterias se desarrollan en bajas temperaturas, desde -10°C hasta unos


20°C. Pueden generar enfermedades estomacales, intestinales o urinarias.

Mesófilas

Las bacterias mesófilas se caracterizan por crecer en ambientes con


temperatura similar a la corporal; es decir, entre 15°C y 40°C. Sus hábitats
más habituales son los organismos humanos y de algunos animales.

Termófilas

Son aquellas bacterias que  se desarrollan en altas temperaturas, superiores a


45°C, en ambientes marinos.

Hipertermófilas

Son las bacterias que crecen en temperaturas extremadamente altas,


superiores a los 100°C. Suelen multiplicarse rápidamente.
LOS VIRUS:
En biología, un virus (del latín virus, en griego ἰός «toxina» o «veneno») es
un agente infeccioso microscópico acelular que solo puede multiplicarse
dentro de las células de otros organismos. Los virus están constituidos,
básicamente, por material genético; al infectar una célula, estos genes
"obligan" a la célula huésped a producir copias del virus.
Los virus infectan a todo tipo de organismos,
desde animales, hongos, plantas, hasta bacterias y arqueas. También
infectan a otros virus; estas especies reciben el nombre de virófagos. Los
virus son demasiado pequeños para poder ser observados con la ayuda de
un microscopio óptico, por lo que se dice que son submicroscópicos;
aunque existen excepciones entre los Virus nucleocitoplasmáticos de ADN
de gran tamaño o girus, tales como el Megavirus chilensis, que se logra ver a
través de microscopía óptica.
Los virus son partículas formadas por ácidos nucleicos, es decir, moléculas
largas de ADN o ARN, rodeados de proteínas, con capacidad para
reproducirse a expensas de las células que invaden.2 El primer virus
conocido, el virus del mosaico del tabaco, fue descubierto por Martinus
Beijerinck en 1899, y actualmente se han descrito más de 5000; algunos
autores opinan que podrían existir millones de tipos diferentes. Los virus se
hallan en casi todos los ecosistemas de la Tierra y son el tipo de entidad
biológica más abundante. También son los más diminutos, la mayoría unas
cien veces más pequeños que las bacterias, del orden de unos
10 nanometros, es decir, 0.00001 mm. Eso significa que hay que poner
aproximadamente cien mil virus en fila para cubrir 1 mm. El estudio de los
virus es una rama de la microbiología que recibe el nombre de virología.
ANTIGENOS Y ANTICUERPOS:
ANTIGENO:
Un antígeno ("anti", del griego αντι- que significa 'opuesto' o 'con
propiedades contrarias' y "geno", de la raíz griega γεν, generar, producir;
que genera o crea oposición) es una sustancia que desencadena la
formación de anticuerpos y puede causar una respuesta inmunitaria.La
definición moderna abarca todas las sustancias que pueden ser
reconocidas por el sistema inmunitario adaptativo, bien sean propias o
ajenas.
Un antígeno suele ser una molécula ajena o tóxica para el organismo (por
ejemplo, una proteína derivada de una bacteria) que, una vez dentro del
cuerpo, atrae y se une con alta afinidad a un anticuerpo específico. Cada
anticuerpo es capaz de lidiar específicamente con un único antígeno
gracias a la variabilidad que le otorga la región determinante de
complementariedad del anticuerpo dentro de la fracción Fab de los
mismos.
ANTICUERPOS:
Los anticuerpos (también conocidos como inmunoglobulinas, abreviado
Ig) son glucoproteínas del tipo gamma globulina. Pueden encontrarse de
forma soluble en la sangre u otros fluidos corporales de los vertebrados,
disponiendo de una forma idéntica que actúa como receptor de
los linfocitos B y son empleados por el sistema inmunitario para
identificar y neutralizar elementos extraños tales como bacterias y virus. 
El anticuerpo típico está constituido por dos unidades estructurales
básicas, cada una de ellas con dos grandes cadenas pesadas y
dos cadenas ligeras de menor tamaño, que forman, por
ejemplo, monómeros con una unidad, dímeros con dos unidades o
pentámeros con cinco unidades. Los anticuerpos son sintetizados por un
tipo de leucocito denominado linfocito B.
DEFENSA CONTRA LA INFECCION:
Tanto las barreras naturales como el sistema inmunitario defienden el cuerpo
contra los microorganismos que causan infecciones. (Véase también Lineas de
defensa.)
Las barreras naturales son la piel, las membranas mucosas, las lágrimas, la
cera de los oídos, el moco y el ácido del estómago. Además, el flujo normal de
orina elimina los microorganismos que ascienden por el tracto urinario.

El sistema inmunitario utiliza los glóbulos blancos (leucocitos) y


los anticuerpos para identificar y eliminar los microorganismos que han
atravesado las barreras naturales.
(Véase también Introducción a las enfermedades infecciosas.)
Barreras naturales
Por lo general, la piel evita la invasión de microorganismos a menos que esté
físicamente dañada, (por ejemplo, debido a un traumatismo, una picadura de
insecto o una quemadura).
Las membranas mucosas, tales como el revestimiento de la boca, la nariz y los
párpados, también son barreras eficaces. Generalmente, estas membranas
están cubiertas de secreciones que combaten a los microorganismos. Por
ejemplo, las membranas mucosas de los ojos están bañadas en lágrimas, que
contienen una enzima llamada lisozima que ataca a las bacterias y que actúa
como protección de los ojos contra las infecciones.
Las vías respiratorias filtran partículas externas presentes en el aire inhalado.
Las paredes de la nariz y las vías respiratorias están cubiertas de moco. Los
microorganismos del aire quedan atrapados en el moco y son expulsados al
toser o al sonarse la nariz. El movimiento coordinado de los cilios (diminutas
proyecciones en forma de cabello) que revisten las vías respiratorias
contribuye a la expulsión del moco. Las células ciliadas arrastran el moco en
dirección ascendente por las vías respiratorias fuera de los pulmones.
El tracto gastrointestinal  cuenta con una serie de barreras eficaces, como son
el ácido del estómago, las enzimas pancreáticas, la bilis y las secreciones
intestinales. Estas sustancias pueden matar bacterias o impedir que se
multipliquen. Las contracciones del intestino (peristaltismo, que desplaza los
contenidos del intestino a través del tubo digestivo) y el desprendimiento
normal de las células que lo revisten ayudan a eliminar los microorganismos
nocivos.
El tracto urinario también cuenta con varias barreras efectivas. La vejiga está
protegida por la uretra, el tubo por el que la orina pasa cuando abandona el
organismo. En los varones, la uretra es lo bastante larga para que las bacterias
rara vez sean capaces de alcanzar la vejiga a través de ella, a menos que,
involuntariamente, se facilite el paso de las bacterias cuando se introducen
sondas o instrumentos quirúrgicos. En las mujeres, la uretra es más corta, lo
que a veces permite el paso de las bacterias a la vejiga. En ambos sexos, al
orinar, se expulsan las bacterias que hayan podido alcanzar la vejiga.
La vagina es normalmente ácida. La acidez de la vagina evita que las bacterias
crezcan y ayuda a mantener el número de bacterias protectoras.

La Sangre
Una manera que tiene el organismo de defenderse contra las infecciones es el
aumento en el número de ciertos tipos de glóbulos blancos (neutrófilos y
monocitos), que se encargan de fagocitar (ingerir) y destruir los
microorganismos que invaden el cuerpo. Dicho incremento puede producirse
en unas pocas horas, en gran medida por la liberación de glóbulos blancos
desde la médula ósea, donde se fabrican. El número de neutrófilos en la
sangre aumenta primero. Si la infección persiste, la cantidad de monocitos
aumenta. La sangre lleva los glóbulos blancos (leucocitos) a la zona de la
infección.
El número de eosinófilos, otro tipo de glóbulos blancos (leucocitos), aumentan
de manera característica en las reacciones alérgicas y en algunas
infestaciones parasitarias, pero habitualmente no lo hacen en las infecciones
bacterianas.
Sin embargo, ciertas infecciones como la fiebre tifoidea, las infecciones víricas
y las infecciones bacterianas que superan el sistema inmunitario, pueden
producir una disminución en el número de glóbulos blancos (leucocitos).

Inflamació n
Cualquier lesión, incluida una invasión de microorganismos, causa
inflamación en el área afectada. La inflamación es un proceso complejo siendo
el resultado de diversas circunstancias. Los tejidos dañados liberan
sustancias que causan inflamación y que estimulan al sistema inmunitario
para:

 Levantar una barrera alrededor de la zona

 Atacar y destruir a cualquier invasor

 Eliminar el tejido muerto y dañado


 Iniciar el proceso de reparación

Sin embargo, a veces la inflamación no es capaz de superar a los


microorganismos si existe una gran cantidad de ellos.

Durante la inflamación, aumenta el suministro de sangre, lo que ayuda a las


células inmunitarias a llegar a la zona afectada. La zona próxima a la superficie
corporal infectada se pone roja y caliente. Las paredes de los vasos
sanguíneos se vuelven más porosas, permitiendo de este modo que el líquido
y los glóbulos blancos (leucocitos) pasen al tejido afectado. El aumento de
líquido causa la inflamación tisular. Los glóbulos blancos (leucocitos) atacan a
los microorganismos invasores y liberan sustancias que continúan con el
proceso de inflamación.

Otras sustancias desencadenan la coagulación en los vasos de menor


diámetro (capilares) de la zona inflamada, lo que retrasa la propagación de los
microorganismos infectantes y sus toxinas..

Respuesta inmunitaria
Cuando se produce una infección, el sistema inmunitario también responde
produciendo distintas sustancias y agentes diseñados para atacar al
microorganismo invasor concreto (ver Inmunidad adquirida). Por ejemplo
 Los linfocitos T citotóxicos (una variedad de glóbulos blancos o
leucocitos) que pueden reconocer y destruir al microorganismo invasor.
 Anticuerpos  que se dirigen contra el microorganismo invasor concreto.
Los anticuerpos atacan e inmovilizan a los microorganismos. Los destruyen
directamente o ayudan a los neutrófilos a seleccionar el objetivo y destruirlo.

La eficacia con la que el sistema inmunitario defiende el organismo contra


todos los microorganismos depende parcialmente de la composición genética
de cada persona.
Fiebre
El aumento de la temperatura (fiebre) es una respuesta que protege al cuerpo
ante la infección y la lesión. La temperatura corporal elevada (fiebre) mejora
los mecanismos de defensa del organismo, aun cuando pueda causar
malestar.
El hipotálamo, una parte del encéfalo, controla la temperatura corporal. La
fiebre es consecuencia del reajuste en el termostato del hipotálamo. Para
aumentar la temperatura corporal, el organismo desplaza la sangre de la
superficie de la piel hacia el interior del cuerpo, lo que reduce la pérdida de
calor. Los escalofríos se producen para aumentar la producción de calor
mediante la contracción muscular. Los esfuerzos del organismo por conservar
y producir calor continúan hasta que la sangre llegue al hipotálamo con una
temperatura más alta. Entonces, esta nueva temperatura más alta se mantiene.
Luego, al volver el termostato a su nivel normal, el organismo elimina el
exceso de calor mediante el sudor y el desvío de la sangre hacia la piel.

En algunos individuos (alcohólicos, ancianos y personas muy jóvenes) existe


una menor capacidad para generar fiebre. En estos casos se puede
experimentar una caída de la temperatura en respuesta a la infección grave.
PROPAGACION DE LAS BACTERIAS:
Las bacterias patógenas tiene capacidad de transmitirse de un ser vivo infectado a otro de
multiples formas. Cada microorganismo tiene uan manera distinta de hacerlo. Por ejemplo los
patógenos respiratorios suelen transmitirse por via aérea, mientras que los patógenos
intestinales tienden a transmitirse a través del agua o los alimentos.

El contagio de una persona a otra puede ocurrir por contacto directo, por ejemplo al dar la mano
a alguien que esta resfriado y que acaba de tocarse la nariz. Tambien se podría transmitir al
entrar en contacto con sagre u otros fluidos de una persona infectada, en las relaciones sexuales
o al compartir jeringas con agujas contaminadas, a través de la saliva al besarse o por via aérea
al inhalar las partículas liquidas que una persona infectada expulsa al toser o estornudar, como
puede suceder con la bacteria causante de la tuberculosis.

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