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“Nicaragua está hecha de vigor y de gloria, Nicaragua está hecha para la libertad”
Nos ha tocado sufrir una vez más otra “noche oscura” – esta vez negra podríamos
decir, a manos de un estado terrorista, de la misma persona reincidente, que unos
cometieron el error de darle el beneficio de la duda pensando que no era el mismo
de los años ochenta. Han sido meses llenos de conmoción, horror, tristeza y furia
justa.
A esas familias que perdieron a sus seres queridos, rogamos a nuestro señor que les
consuele en su dolor y les deje solo la memoria de los suyos y el solemne orgullo
por haber entregado un sacrificio tan grande en el altar de la libertad de nuestra
patria, esos héroes están grabados en nuestras almas.
Reflexionando sobre los dos años que han transcurrido desde abril del 2018 no
podemos dejar de agradecer y resaltar el espíritu heroico y fraterno de los
estudiantes, razón por la cual Monseñor Silvio Báez se refirió a ellos como la
reserva moral del pueblo.
La palabra de Dios nos dice en el libro de Isaías 35:4 “Decid a los de corazón
tímido: Esforzaos, no temáis. He aquí, vuestro Dios viene con venganza; la
retribución vendrá de Dios mismo, más Él os salvará.”
Confiamos en sus promesas, y creemos que la libertad esta por venir, pero también
sabemos que debemos poner todo de nuestra parte.
Tan solo 60 días desde los primeros plantones pacíficos que se dieron en Managua,
más de 300 personas fueron asesinadas por la violencia y opresión de Ortega. Hoy
en día continúa asesinando y desapareciendo líderes campesinos en las áreas
rurales.
Ante todo esto, la policía tomo el lado del dictador. Y hasta el día de hoy el ejército
nacional ha mantenido silencio y total indiferencia antes los crímenes de lesa
humanidad perpetrados por los simpatizantes del régimen.
Álvarito Conrado, un niño que tan solo repartía agua a los estudiantes que
participaban en las protestas, recibe un balazo de las turbas sandinistas,
convirtiéndolo en un héroe y ejemplo del espíritu cristiano de amor y servicio al
prójimo, en uno de los primeros niños mártires de nuestra insurrección. Hoy más
que nunca ante las muertes en el mundo ocasionadas por la Pandemia del
COVID19 y lo que se viene a Nicaragua ante la falta de prevención y preparación
correspondiente, hacemos nuestras sus palabras y decimos “Me duele respirar”.
Falleció ante la negligencia de los cuerpos médicos.
Esta vez hemos aprendido que nuestro futuro está en nuestras manos y que no
contamos con un gobierno responsable de proteger a su pueblo. todo el pueblo de
Nicaragua exigimos nos respondan por los asesinados y por lo ocurrido en el país.
Todo está grabado frente a cámaras de medios nacionales e internacionales.
Se empezaron a formar marchas masivas en todo el país, las cuales también fueron
atacadas por turbas pagadas por el dictador con dinero del pueblo de
NICARAGUA. Muchos de los tranques fueron atacados por fuerzas paramilitares
donde se pudo constatar evidencia que fueron asistidas por soldados de países
afines al ALBA y al partido Sandinista.
Tranques llenos de jóvenes fueron atacados sin piedad con armas de grado militar.
Empezaron a desaparecer jóvenes en todo el país. Muchos reaparecieron con señas
de tortura, mutilación, y abuso sexual. Otros fueron llevados a El Chipote, cárcel
que hasta el día de hoy es utilizada por la policía oficialista, simpatizante del
régimen dictatorial para mantener a ciudadanos opositores del mismo.
El régimen piensa que desatando el terror muestran fuerza, pero en realidad lo que
muestran es debilidad, con cada acto terrorista pretenden que el miedo se apodere
de nuestro pueblo, que se desmovilice y abandone el maravilloso sueño de
conseguir la libertad. Hoy, a dos años de la rebelión cívica y pacífica de abril de
2018, todavía siguen muriendo hermanos nicaragüenses que luchan por la libertad,
el genocidio continua en Nicaragua, pero nuestro espíritu de libertad sigue vivo.
¡Por nuestros hermanos caídos, por esos héroes que dieron su vida, por
nuestros hermanos privados de libertad que siguen sufriendo las torturas, por
nuestro futuro y el futuro de nuestros hijos, no bajaremos la guardia!
Esta noche oscura terminara y entonces llevaremos este noble legado de nuestros
héroes todos los días y honraremos nuestra historia, atesoraremos nuestra libertad,
pero, sobre todo, nunca olvidaremos.
Son tiempos de tomar acuerdos firmes, que forjen ese futuro prometedor que nos
merecemos. Tiempo de llevar a Nicaragua a ese punto de encuentro a través de una
TRANSICIÓN DEMOCRATICA que cimiente los pilares necesarios que nos
permita refundar la Nación. Donde haya un verdadero Estado de Derecho,
alcanzando la soñada JUSTICIA, la DEMOCRACIA y se logre el respeto a los
DERECHOS HUMANOS UNIVERSALES del hombre.
Dado en la ciudad de Managua a los VEINTE días del mes de abril del 2020.