San Martin de Loba, padre de la providencia, dame santo la
limosna como Dios se la dio a los pobres, haz padre mio que cuanto negocio tenga, se me venda; no me dejes quebrar, ni perder en los negocios, ni en ninguna de mis necesidades. Traeme personas que me vengan a pagar, que todo cuanto yo emprenda, tenga buen fin, que corra en mi casa el oro y la plata. Amando a Jesus, a Maria y al Patriarca San Jose. San Martin de Loba, untame con tus ungüentos, untame con tus aceites, no me dejes morir, sin los santos sacramentos; así como le diste la limosna a aquel anciano, dámela a mi mas temprano; prestame tu caballo para hacer mis diligencias, préstame tu espada para vencer mis obstaculos, préstame tu mano para arroparme yo. Bendito y alabado sea el Santisimo Sacramento del Altar y la Cruz en que Jesucristo murió. Amen.