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Por: Jana Beris
21 de abril 2020 , 04:51 p.m.
Mueren solos. En la enorme mayoría de los casos, los enfermos de
coronavirus mueren solos. No podemos saber en qué medida son
conscientes de ello, ya que fallecen generalmente cuando están ya hace
días conectados a un respirador y, por ende, adormecidos. Lo peor es la
muerte misma, claro está. Pero las circunstancias en las que eso ocurre,
son dramáticas de por sí. Desgarradoras.
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Jong Un)
Sabiendo que, en Israel, afortunadamente, la situación de presión en los
hospitales ni se parece a lo que se vive en otros países del mundo en la
crisis actual, y considerando que por lo tanto “no es racional no
permitir el ingreso de los familiares”, decidió plantear el tema ante
la Dirección.
Es por eso que los familiares a los que se permite entrar son recibidos
por una asistente social que los prepara, les explica cómo es el
'departamento de Corona', qué van a ver, les aclara cuánto tiempo
pueden estar y luego es una enfermera la que los viste con los equipos
protectores.
“No sabemos si el paciente entiende o capta algo”, explicó Avi.
“Pero esto es más que nada para la familia, que al menos puede decir
Shma Israel…y a veces ya es el Kadish”.
Una gran responsabilidad en este nuevo camino, más allá del tema
médico propiamente dicho, es la de Sivan Hever, Directora del Servicio
Social del Ichilov, que tiene a su cargo el nuevo desafío.
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sin pompa)
“Mi padre era una persona muy activa y llena de energía. Hace tres
semanas sentí que algo no estaba bien con él y lo llevamos a Ichilov. Se
le detectó la enfermedad y fue internado en el departamento de
pacientes conectados a un respirador, en muy grave estado. A medida
que los días iban pasando, su estado empeoraba y lo único en lo
que yo podía pensar era que papá está solo y yo no estoy a su
lado”, contó.
“Al final decidí no temer e ir yo sola para decir adiós a una persona tan
querida, que fue siempre un padre maravilloso. El personal médico se
encargó de protegerme de la mejor forma posible, incluyendo botas,
guantes y máscara, lo cual me hizo sentir mucho mejor y más
tranquila”, relató.
JANA BERIS
PARA EL TIEMPO
JERUSALÉN