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CULTURA OLMECA

La cultura Olmeca es también conocida como la madre de las culturas de


Mesoamérica y representa una de las más antiguas que poblaron y florecieron
en el Continente Americano, especialmente en el Trópico. Existe evidencia
Olmeca desde hace al menos 3,000 años. Una de sus majestuosas obras son
las cabezas colosales que representaban los retratos de quienes gobernaban
los trópicos en lo que ahora son los estados de Veracruz, Tabasco, Oaxaca y
Chiapas en México. La cultura Olmeca debió estar bien organizada y bien
adaptada para vivir en los  trópicos. Sabemos que algunas de las cabezas
colosales, de unas 40 toneladas de peso, en ocasiones tuvieron que ser
transportadas cuesta arriba a distancias de hasta 60 km.
Algunos experimentos realizados, como el de Bougon en Francia, para
levantar y jalar un bloque de 32 toneladas por una distancia de 40 metros,
necesitaron de aproximadamente 250 hombres. Otro experimento realizado en
Nias en Indonesia, requirió de la asistencia de 325 hombres para mover cuesta
arriba un monumento de 9 toneladas por una distancia de 4 kilómetros con un
promedio de un kilometro por día.
Para que los Olmecas pudieran realizar este tipo de actividades, además de
estar bien organizados, debieron también estar bien alimentados, con
excedentes de alimentos que permitieran a artesanos e ingenieros dedicarse
exclusivamente a sus actividades como tallar la forma de las cabezas y
moverlas largas distancias respectivamente.
¿Qué comían? ¿Cuáles eran sus fuentes de alimento? ¿Cuáles eran esos
excedentes de alimento? Aunque desconocemos gran parte de sus las formas
de subsistencia, sabemos que por el año 1400-1250 A.C. los Olmecas, ya
utilizaban el maíz pero no representaba una parte significativa de su dieta, por
otra parte, eran sedentarios pero no hay evidencias claras de agricultura sino
de una práctica mixta de cultivo, caza, pesca y recolección de recursos
silvestres.
CULTURA TEOTIHUACANA

La cultura teotihuacana fue una de las muchas civilizaciones precolombinas


mesoamericanas, que hizo vida entre los siglos I a.C. y VIII d.C. en el territorio del
actual México, específicamente en la zona aledaña a los restos de la ciudad de
Teotihuacán, al noreste del valle mexicano. La cultura teotihuacana es una de las
culturas precolombinas más misteriosas del continente, cuyos orígenes y
desaparición constituyen debate entre los estudiosos. De su existencia
permanecen solo las ruinas de la que fuera su más grande ciudad, Teotihuacán,
hoy en día una zona de monumentos arqueológicos de interés turístico y
antropológico, caracterizada por sus grandes pirámides. Aun así, se conoce de la
influencia de esta cultura en sus vecinas mesoamericanas, a juzgar por la
presencia de su imaginario en otros centros arqueológicos. De hecho, Teotihuacán
fue un centro de peregrinaje importante para la cultura azteca posterior, quienes
vieron en la ciudad ya abandonada un punto de revelaciones religiosas. Se estima
que esta ciudad haya sido el equivalente de la antigua y enorme Roma imperial en
su contexto e influencia, a juzgar por motivos claramente teotihuacanos en las
ruinas de Tikal o Chichen Itzá. La civilización teotihuacana ocupó la zona noreste del
actual valle mexicano, específicamente entre los municipios de Teotihuacán y San Martín
de las Pirámides, a 78 kilómetros de la Ciudad de México. Esta zona fue declarada
patrimonio mundial de la humanidad por UNESCO en 1987. La economía teotihuacana era
fundamentalmente agrícola, con mucho intercambio comercial con las culturas vecinas
durante su apogeo. El frijol, el maíz, el amaranto, los pimientos, tomates y cereales eran
cultivados en terrazas mediante regadío, aunque este método se muestra insuficiente para
sostener una metrópoli tan grande como prometió ser Teotihuacán en sus momentos
cumbres. Esto sugiere la necesidad de la recolección, la caza y la crianza de animales, así
como la extracción de minerales como la obsidiana, arcilla, basalto y estaño, que eran
usados en labores artesanales, arquitectónicas o de intercambio comercial con otros
pueblos.

CULTURA MIXTECA
La cultura mixteca fue parte de las civilizaciones mesoamericanas que tuvo lugar
entre los siglos XV y II a.C. en sur de México (actuales estados de Oaxaca, Puebla
y Guerrero), previo al dominio del imperio azteca alrededor del año 1400 a.C. Los
mixtecas compartieron varios rasgos culturales con sus vecinos zapotecos, como
el idioma (aunque no el sistema de escritura), las técnicas para trabajar los
metales e, incluso, su nombre: ambas culturas se autodenominaron “el pueblo de
las nubes”. Los mixtecos se organizaban en reinos (o ciudades-estado)
independientes, cada uno gobernado por un rey que recababa impuestos con
bienes o servicios, por medio de sus administradores (que formaban parte de la
nobleza). Cada reino mixteco se relacionaba entre sí, a través de alianzas o
enfrentamientos. Los mixtecos fueron reconocidos por su gran desarrollo militar y
por mantener vínculos estratégicos con otras culturas vecinas, especialmente,
para formar alianzas militares (por ejemplo, para resistir la invasión azteca). Las
alianzas estratégicas también incluían pactos comerciales que les permitían
intercambiar objetos preciosos, manufacturados y, especialmente, productos
agrícolas. La principal fuente de riqueza mixteca era la agricultura. Sembraban
maíz, chile, frijol, calabaza y, además, cultivaban cacao y algodón. En menor
medida practicaban la pesca, la recolección de frutos silvestres y la cacería. Se
dedicaron a la ganadería, actividad con la que lograron domesticar diversas
especies de animales como el Guajolote o Meleagris, un tipo de pavo de tipo
doméstico. Desarrollaron gran habilidad para trabajar metales como el oro que
tenía un valor sagrado porque lo consideraban “el excremento de los dioses”.
Algunas hipótesis sostienen que la cultura mixteca podría ser la precursora de la
metalurgia en Mesoamérica. Además del manejo de los metales, utilizaban huesos
o cerámicas para elaborar esculturas.
CULTUTA TOLTECA
La cultura tolteca perteneció a una de las distintas poblaciones precolombinas
mesoamericanas, específicamente al pueblo náhuatl que ocupó el norte del
altiplano mexicano durante los siglos X al XII.Su nombre probablemente signifique
en lengua náhuatl “Morador de Tula”, dado que sus principales centros se
localizaban en lo que actualmente se conoce como Tula de Allende en el estado
de Hidalgo, México. Esta ciudad se habría llamado Tollan-Xicocotitlan y habría
sido fundada antes del año 667 d.C. y allí habría residido su monarquía, que duró
384 años y tuvo ocho gobernantes o tlahtoques. En esta ciudad se encuentran hoy
en día los célebres “atlantes” toltecas, guerreros toltecas tallados en piedra. El
apogeo de la cultura tolteca tuvo lugar entre los años 900 y 1200 d.C. y se ha
comprobado que tuvieron una notoria influencia sobre los mayas. Los toltecas
fueron inicialmente un pueblo nómada. Iniciaron su peregrinación dejando atrás un
sitio llamado Huehuetlapallan o “Vieja tierra roja”, y erraron durante casi 104 años
hasta asentarse en el territorio hoy perteneciente a los estados mexicanos de
Zacatecas, Hidalgo y parte de Jalisco. Las fronteras de su imperio fueron
extensas, y su influencia se extendió hasta el sureste de la península de Yucatán,
y fueron influyentes de cara a las otras culturas de la época, como los mayas,
según se evidencia por la arquitectura y representaciones toltecas presentes en
Chichen Itzá. Como se ha dicho, los toltecas obedecían a una monarquía de corte
militarista, que imponía una sociedad de castas: la guerrera en primer término
junto con los funcionarios, sacerdotes y jerarcas, encargados de la conducción, del
calendario y de las funciones rituales. Luego la clase servil, integrada por los
trabajadores agrícolas, artesanos, alfareros, carpinteros, hilanderos, pintores,
lapidarios y albañiles, etc. Finalmente estaban los esclavos, a menudo capturados
de otras culturas vecinas.

CULTURA AZTECA

Los aztecas, también llamados mexicas, fueron una civilización que existió entre
los años 1325 y 1521, ubicada en la región actual de México, zona central y sur de
América central. Esta civilización se desarrolló a lo largo de casi 200 años y ha
influenciado sobremanera en el desarrollo de culturas posteriores. La civilización
azteca llegó a su fin luego de que Hernán Cortés desembarcara en este territorio,
en 1521, y lograra su conquista, proceso conocido como la conquista de México.
La civilización azteca se ubicó en la zona central Mesoamérica, en el centro del
Valle de México. Dicha civilización se encontraba en lo que hoy conocemos como
México, Veracruz, Puebla, Oaxaca, Guerrero y parte de Guatemala. Para el año
1521, lograron tener más de 300.000 km² y una población de casi 7 millones de
habitantes. Como la mayoría de las culturas mexicanas, los aztecas eran
politeístas, es decir, rendían servicio y adoraban a varios de dioses; sin embargo,
le profesaban su fe y culto solo a los dioses principales, los cuales en su mayoría
estaban estrechamente relacionados con la vida agrícola y el ciclo solar. Su
religión tenía como particularidad la utilización de sacrificios humanos y la práctica
del canibalismo. Los ritos aztecas están relacionados y pueden derivar de otras
culturas antiguas, como la cultura tolteca. Posteriormente, su forma de adoración
fue copiada por civilizaciones más modernas. La arquitectura azteca comprende
una parte esencial para conocer su cultura, ya que allí es donde se ven reflejados
sus valores. Su arquitectura era monumental, reflejaba poder, tenía un gran lazo
con la religión y consistía, principalmente, en edificaciones simétricas que
denotaban orden. Los aztecas innovaron la arquitectura al utilizar nuevos
materiales y estilos. Su forma de edificar se caracterizaba por el ingenio y la
adaptación, por lo cual contaban con lugares completamente artísticos, cómodos y
amplios que, además, portaban un importante significado para su cultura y
religión.

CULTURA ANDINA

El concepto de cultura se opone al de naturaleza, y es la relación con el hombre la


que los hace diferenciables. Si bien se oponen, ambos conceptos son
inseparables, en tanto la cultura resulta ser el conjunto de soluciones que el
hombre ha encontrado en su enfrentamiento con la naturaleza y la dominación
progresiva sobre ella. Al hablar del desarrollo de la cultura andina en este siglo,
hay que partir de esta imbricación entre naturaleza y cultura. Para empezar,
vamos a ver las principales formas de acción del hombre sobre la naturaleza, y
sus implicaciones sociales y cognitivas, surgidas mayormente en los últimos
cuatro o cinco milenios de presencia humana en los ambientes andinos. Las
sociedades andinas han avanzado en el campo de la domesticación de plantas
probablemente más que cualquier otra sociedad, en lo que se refiere a la gran
variedad de especies cultivadas. Esto no es consecuencia solamente de la
amplitud del potencial genético natural, dada la gran variación biogeográfica en los
Andes, sino también de la productividad relativamente baja de la agricultura
andina y la solución particular que los hombres andinos han encontrado para
superarla. La domesticación de animales, lejos de ser tan variada como la de
vegetales, es sin embargo de importancia primordial, en tanto creó una base
estable de insumos textiles; un animal de carga que permitía el transporte de
productos a grandes distancias; una fuente perpetua y socialmente controlable de
proteína animal para la alimentación, en el caso de los auquénidos. De
importancia alimenticia es también la domesticación del cuy y algunas especies de
aves. Este canon ha sido ampliado sustancialmente con los equinos y asnales
como bestias de carga y de tracción, los vacunos como animales de tracción y
generadores de leche y derivados y, por supuesto, como fuente de proteína
animal. Las aves domésticas, especialmente las gallinas ponedoras, han adquirido
también importancia para la dieta andina.
CULTURA ZAPOTECA

La cultura zapoteca es una de las más antiguas e importantes de Mesoamérica, y


fue ícono de la expresión artística de los pueblos zapotecas durante la época
precolombina (entre los años 500 a. C. y 900 d. C.) Ocupaban el territorio
mexicano del actual valle de Oaxaca y el istmo de Tehuantepec. Creían en su
procedencia directa desde el cielo y ellos mismos se llamaban “binni záa” que
significa “la gente de las nubes”, apodo que hacía referencia, además, a su
asentamiento en tierras montañosas altas. Los pueblos zapotecas se
caracterizaron por el desarrollo militar que permitió expandir su cultura, bajo el
mando de una monarquía-religiosa, Las ciudades más importantes de esta
civilización fueron Monte Albán, Yagul, Teotitlán y Zaachila, que lograron dominar
a través de los vínculos comerciales con los vecinos olmecas y por la conquista
militar y captura de gobernantes rivales de pueblos cercanos. La cultura zapoteca
se destacó por su avanzado nivel arquitectónico con edificaciones imponentes,
como el monte Albán, compuesta por un conjunto de templos sagrados y grandes
escalinatas. En el interior, los amplios ambientes eran espacios destinados a las
actividades recreativas como juegos con pelota en los que sacrificaban a los
perdedores. La economía de la cultura zapoteca se basaba en actividades
agropecuarias y, en menor medida, en la caza, tanto para la subsistencia como
para el comercio con otros pueblos. Para el desarrollo de la agricultura aplicaron
sus conocimientos en arquitectura e ingeniería a través de la construcción de
terrazas artificiales en las laderas de los valles, ubicadas de manera escalonada.
De este modo, proveían de agua a las tierras cultivadas.
CULTURA PUREPECHA

La cultura Purépecha fue una civilizacion precolombina que habitó la región de


Mesoamérica. Su ciudad capital fue la ciudad de Tzintzuntzan (significa "lugar de
los colibríes"). La arquitectura purépecha se caracterizó por pirámides
escalonadas en forma de la letra "T". Los artesanos purépechas crearon mosaicos
haciendo uso extensivo de plumas de colibrí, que era un lujo y otorgaba gran
prestigio en toda la región. El pueblo purépecha nunca fue conquistado por el
Imperio Azteca, a pesar de varios intentos por los mexicas para lograrlo,
incluyendo una feroz guerra en el año 1479 d.c. Esto se debe probablemente al
hecho del conocimiento Purépecha sobre el trabajo sobre metal. A pesar de que
eran enemigos, los mexicas negociaron con ellos, sobre todo para aprovechar sus
conocimientos sobre trabajo metalúrgico. Después de escuchar de la conquista
española del imperio azteca y que la población indígena muy disminuida por una
epidemia de viruela, el rey purépecha Tangaxuan II, juró lealtad como vasallo del
rey de España sin luchar en el año 1525. Se cree que el explorador español
Cristóbal de Olid, al llegar al Reyno de los purépechas (hoy en día Michoacán)
probablemente exploró algunas partes de Guanajuato en el año 1520. Una
leyenda relata que la princesa purépecha Erendira a los 16 años de edad condujo
a su pueblo a una feroz guerra contra los españoles. En el año 1529-1530, las
fuerzas de Nuño de Guzmán entraron en Michoacán y algunas partes de
Guanajuato con un ejército de 500 soldados españoles y más de 10.000 guerreros
indios. En 1530, el Gobernador y Presidente de la Audiencia Primera, Nuño de
Guzmán, saquearon la región y ordenaron la ejecución de Tangaxuan II, lo que
provocó una situación caótica y la violencia generalizada. En 1533, la Corona
envió a Michoacán la experiencia del oidor (juez de la Audiencia) y más tarde
obispo, Don Vasco de Quiroga, quien logró establecer un orden colonial duradero.
La religión tarasca o Purépecha fue politeísta y estuvo centrada alrededor de un
universo de tres partes: cielo, la tierra y el inframundo.
CULTURA MOCHICA

La Cultura Mochica o Moche, destacan en sus cerámicas consideradas los


mejores del Perú antiguo así como también en su arquitectura representadas en la
Huaca del Sol y de la Luna, era una sociedad de América del Sur, con ciudades,
templos, canales y granjas ubicadas a lo largo de la costa árida en una estrecha
franja entre el Océano Pacífico y la Cordillera de los Andes del Perú. La cultura
mochica surgieron en el Intermedio Temprano, entre los años 100 y 800 d.C.
desarrollándose en el norte del Perú. Los Moche son quizás mejor conocidos por
su arte cerámico: sus ollas son de tamaño natural retrato de cabezas de los
individuos (huacos retratos) y las representaciones tridimensionales de animales y
personas. Muchas de estas ollas fueron saqueadas hace mucho tiempo de los
sitios de Moche, que se pueden encontrar en museos de todo el mundo. Una
cultura tan grande y diversificada como la cultura Mochica debió tener una
organización política compleja. La nación era de organización teocrática, en su
decadencia fue absorbida por el pueblo Chimú. Las teorías sobre esta cultura
están cambiando en la actualidad debido al descubrimiento del yacimiento
arqueológico del Señor de Sipán  en Huaca Rajada cerca de Chiclayo.
Administrativamente, el territorio de la cultura Mochica fue dividido en al menos
dos grandes regiones las cuales interactuaban una con la otra. Al igual que en
otras culturas, la administración política, el culto y la religión estaban vinculados
fuertemente, al grado de cada gobernador era también de un sacerdote o una
autoridad religiosa. De hecho, el famoso Señor de Sipán debió tener este doble
poder.

CULTURA PARACAS

La Cultura Paracas fue una importante sociedad en la historia del Perú muy
conocidos por su arte textil, sus momias y por la trepanación craneana para poder
curar fracturas y tumores en el cráneo. Surgieron aproximadamente
aproximadamente entre 700 a.C. y 200 d.C., con un amplio conocimiento de riego
y gestión del agua. La mayor parte de nuestra información sobre la vida de los
habitantes de la cultura Paracas proviene de las excavaciones en la necrópolis de
Paracas, en primer lugar investigados por el arqueólogo peruano Julio C. Tello en
la década de 1920. La necrópolis de Wari Kayan consistía en una multitud de
grandes cámaras funerarias subterráneas, con una capacidad media de unos
cuarenta momias. Se sugiere que cada cámara grande podría haber sido
propiedad de una familia o un clan específico, que utilizan para muchas
generaciones. Cada momia fue atada con cable para mantenerlo en su lugar, y
luego envuelto en muchas capas de intrincados textiles, ornamentales, y tejido
fino. Estos textiles son ahora conocidos como algunos de los mejores jamás
producidos por sociedades precolombinas andinas, y son las obras principales del
arte por el cual la cultura Paracas es conocida. La Cultura Paracas estuvo muy
influenciada por la cultura Chavín, esta influencia se reflejo sobre todo en su vida
religiosa y en el gobierno teocrático que estaban en manos de los sacerdotes
quienes implantaron un sistema opresivo, así mismo se da la existencia de una
cadena de centros ceremoniales a cargo de estos sacerdotes. La organización
social estuvo dividida por sacerdotes, nobleza guerrera y el pueblo.

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