Está en la página 1de 2

EL TEATRO DE GARCÍA LORCA

PLENITUD
A pesar de haber logrado fama a partir de sus poemas, finalmente, gracias a diversas producciones
teatrales, la etapa de plenitud de Lorca será alcanzada, conformando la unión del rigor estético y
buscando un alcance mayor hacia la sociedad. Ésta será la época, por tanto, de La Barraca,
compañía junto a la que el poeta recorrerá los diversos pueblos de España, representado obras
teatrales clásicas en aquellos lugares donde apenas había actividad cultural, teniendo gran éxito.
Aquí son encontradas dos tragedias, dos dramas y una comedia inacabada. En casi todas, la mujer
tiene una posición central, dando a entender la sensibilidad de Lorca hacia el papel de ésta en la
sociedad tradicional. Dichas mujeres (al igual que gitanos o negros), son marginadas o marginales
que representan inocencia o pasión elemental de forma pura. Además del uso de la mujer,
destacan los problemas del existir en sus obras, además de un lenguaje poético, adoptado a partir
de Valle-Inclán. Otros influyentes en el granadino fueron el drama modernista en el uso del verso,
el teatro lopesco en el uso de la canción popular, el teatro calderoniano en la desmesura de la
tragedia, y la tradición de los títeres.
Bodas de Sangre (1933) surge a través de un hecho real en Almería, en el cual una novia huye con
su amante el día de la boda. Lorca, a partir de esto, logra crear una pasión superior a barreras
sociales o morales y que finaliza con la muerte, situándolo en un marco de venganzas u odios
familiares, ubicados en una Andalucía esencial y universal. Los temas principales de la obra son la
violencia, la muerte o el amor, recurrentes en el andaluz. Se mezclan personajes míticos y reales,
prosa y verso, y parlamentos individuales con coros, todo para reforzar la tragedia. Además, se
centra en analizar el sentimiento trágico, recogiendo costumbres de las tierras del autor. Llegó a
ser un gran éxito.
Yerma (1934), en cambio, es el drama de una mujer condenada a la infecundidad, ya que su
marido quiere que sea fiel y no tenga hijos. Fue llevada a cabo ante la consciencia de Lorca del gran
éxito de los dramas rurales de aquella época. Trata el choque entre el anhelo de realizarse frente al
sometimiento a la moral y educación recibida, y la fuerza de la honra. Otros temas son la opresión
de la mujer o la esterilidad. Algunos elementos simbólicos a los que recurre son el agua o lluvia
como signo de fecundidad, o la roca y arena como muestra de esterilidad. A partir de ahí surge la
tragedia, siendo un gran éxito.
Doña Rosita la soltera o El lenguaje de las flores (1935) es otro drama, esta vez acerca de una
señorita de provincias condenada a la esterilidad y frustración. Su tema principal es la espera inútil
del amor. Esta obra mezcla la prosa y verso, siendo el último utilizado con el fin de satirizar o
parodiar. En cambio, ésta se separa de las típicas tragedias rurales, usando la inspiración de Lorca
en familiares para realizarla.
La casa de Bernarda Alba (1936) es considerada la culminación del teatro del poeta. Se trata de un
“drama trágico”, el cual muestra la lucha entre autoridad (liderada por Bernarda Alba) y libertad
(llevada a cabo por Adela, la hija menor) o el enfrentamiento entre realidad y deseo. Surge del
encierro de las hijas de Bernarda Alba debido al luto por el fallecimiento de su segundo marido. La
tragedia da lugar cuando aparece Pepe el Romano (nunca presente en escena) y supone el
enfrentamiento de Angustias, Martirio y Adela por amor. La obra está llena de simbología y
“realismo poético”, usando recursos como el manejo del tiempo asociándolo al espacio de la obra,
o el uso del refranero, entre otros. Ha obtenido un valor universal y hasta hoy ha sido representada
en todo el mundo.
Más allá de éstas, sólo queda el borrador del primer acto de una Comedia sin título, que distingue a
un Lorca más revolucionario. Debido a su asesinato en 1936 durante la Guerra Civil, sólo pudo ser
escrita parte de ella. Sin embargo, fue completada por Alberto Conejero con el título El sueño de la
vida, estrenada en enero de 2019.
Por tanto, su llamada trilogía rural (Bodas de Sangre, Yerma y La casa de Bernarda Alba) incluye
sus mayores obras. Los rasgos comunes de las tres son la índole sexual de los problemas, la mujer
como protagonista, el campo andaluz como ambientación, el final trágico, un clima denso y
dramático, la unión de verso y prosa y la de realismo y poesía. Todo esto las hace insuperables en el
ámbito teatral.

También podría gustarte