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AUTOBIOGRAFIA

Mi nombre es María Paula Garzón Cristancho, nací

el 18 de febrero del 2001 en La Ciudad Bonita de

Colombia, Bucaramanga. En realidad solo viví allí

mi primer año de vida, después nos mudamos al área

metropolitana de Bucaramanga, para ser más exactos

al municipio de Piedecuesta, el municipio “Garrotero” de Santander, es ese lugar donde siento

que pertenezco ya que fue allí donde he vivido los mejores años de mi vida. Mi familia la

componen mis dos padres, mi hermana y mi hermano y sí, yo soy la menor. Debido al trabajo de

mi padre viví y estudié desde el grado octavo en los pueblos de Capitanejo y San Miguel (el cual

es oriunda mi madre) de Santander. Mudarme a aquellos lugares representó un gran cambio en

mi vida, era una adolecente, lo cual no me sentía preparada para dejar mi hogar en el que siempre

había vivido, para empezar una nueva vida con nuevos amigos y nuevos colegios.

Tenía la edad de 13 años cuando nos mudamos con mis padres y sin mis hermanos, sentí que

volvía a empezar de nuevo, es una etapa donde se presentan algunos cambios físicos, sociales y

emocionales. Debido a tantos cambios a los que me estaba enfrentando, no lograba adaptarme y

empecé a entrar en conflicto conmigo misma y en la forma de relacionarme con las personas a

mí alrededor. No fueron años fáciles para mí, sin embargo, gracias al apoyo de mis padres pude

recibir ayuda y poco a poco lo íbamos superando juntos como familia. Durante mis últimos años

en el colegio traté de mantenerme siempre positiva y disfrutar de esa etapa. Tuve todo tipo de

experiencias en aquella época, recuerdo que la materia que menos me interesaba era educación
física, nunca he sido una persona atlética ni deportista en mi vida, aunque me gusta mucho seguir

el futbol y el tenis y la profesora que teníamos nos exigía mucho en esa área y el frío en San

Miguel no contribuía mucho cuando se trataba de salir al aire libre a hacer a actividad física, de

todos modos es algo que decidí cambiar de mi vida y esforzarme por llevar una vida menos

sedentaria con la ayuda de tener una buena práctica deportiva. Ya finalizando el grado once entra

la preocupación y presión por parte de tus profesores y padres de que es lo que quieres hacer con

tu vida, no lo tenía muy claro en ese entonces, no quería agobiarme y dejar que todos los

cambios próximos que se avecinaban me hundieran de nuevo. Después de la graduación

decidimos regresar con mis padres a Piedecuesta donde me encuentro viviendo actualmente

desde entonces.

PIEDECUESTA OTRA VEZ

Desde niña siempre he tenido un especial interés por el inglés, se me facilitaba en la escuela y la

mayoría de mis gustos musicales son ese idioma, así que me puse la meta de aprenderlo en su

totalidad. Durante el año 2018 empecé un curso de inglés en la UIS en Bucaramanga, estuve en

él durante siete meses, fue una oportunidad muy significativa en mi aprendizaje de este nuevo

idioma. Ya en el 2019 fue cuando inicie el programa de Licenciatura en lenguas extranjeras con
énfasis en ingles en la UNAD y ha sido un proceso en el cual he aprendido más acerca de esta

lengua y sus técnicas de enseñanza.

Además, en marzo del año 2019 empecé a trabajar en Kumon, un centro de aprendizaje

individualizado para niños y jóvenes enfocado en las materias de español, matemáticas e inglés

como auxiliar docente. Estoy muy contenta trabajando allí ya que a pesar de mi corta puedo

laborar en lo que más me gusta que es el arte de enseñar.

ENTONCES, ¿QUIEN SOY?

Considero que soy una persona la cual le da una gran importancia al Amor Propio y al cuidado

de la salud mental que consiste en aceptarnos, respetarnos y valorarnos y esto contribuye al

desarrollo y crecimiento personal con el fin de lograr nuestras metas y nunca pasando por encima

de los demás, más bien siempre tratando de hacer el bien.

MI MUERTE

Es algo en lo que no acostumbro pensar y cuando llegan pensamientos de ese tipo no suelo

atemorizarme sobre cómo y cuándo me sucederá. Crecí en un hogar cristiano, mi vida se basa en

principios y estoy convencida que Dios nos ha dado una esperanza a nosotros la humanidad.

Mientras ese momento llegue o el día de mi muerte quiero vivir el presente y con esfuerzo y

dedicación ir cumpliendo mis metas y propósitos.

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