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M UNDIALES CAPÍTULO 1
EL VÍNCULO
ENTRE LA GENTE
Y LOS ECOSISTEMAS
Tratemos de imaginar la Tierra sin ecosistemas, es
decir, sin los motores productivos del planeta: comunidades de es-
pecies que interactúan entre sí y con el ambiente físico en que vi-
ven. Los ecosistemas están a nuestro alrededor: bosques, pra-
deras, ríos, aguas costeras y profundidades marinas, islas, mon-
tañas e incluso ciudades. Cada uno entraña la solución a un de-
safío particular de la vida, solución ésta que se ha configurado a
lo largo de los milenios; cada uno codifica enseñanzas de super-
vivencia y eficiencia, a medida que incontables especies compiten
por luz solar, agua, nutrientes y espacio. Si se la privara de sus
ecosistemas, la Tierra se parecería a las imágenes desoladas y
sin vida que proyectaron desde Marte las cámaras de la NASA en
1997.
Al mismo tiempo, estas imágenes resaltan la dificultad de re-
crear los entramados naturales de sostenimiento de la vida que
proporcionan los ecosistemas, en caso de que les ocasionáramos
un daño superior a su capacidad intrínseca de recuperarse. Por
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ejemplo, los suelos fértiles del mundo constituyen un regalo que los casos, el desarrollo y la seguridad humanas están estrecha-
surge de años y años de procesos orgánicos e inorgánicos. La tec- mente relacionadas con la productividad de los ecosistemas. Nues-
nología puede reproducir los nutrientes que los suelos propor- tro futuro depende completamente de su continua viabilidad.
cionan a los cultivos y la flora nativa, pero en una escala global Si nos parece imposible imaginar nuestra vida en la Tierra sin
los costos de semejante intento serían prohibitivos. ecosistemas, entonces será necesario aprender a vivir mejor en
El hecho es que dependemos completamente de los ecosistemas ellos. El mundo es muy grande, la naturaleza resistente, y los hu-
para nuestro sostenimiento. Desde el agua que bebemos hasta los manos hemos venido alterando el paisaje por decenas de miles de
alimentos que consumimos, desde el mar que nos ofrece su ri- años, todo lo cual hace fácil que ignoremos las señales que ad-
queza de productos hasta el suelo sobre el que construimos nues- vierten que posiblemente la actividad humana está deteriorando
tras viviendas, los ecosistemas producen bienes y servicios sin la capacidad de un ecosistema para producir bienes y servicios.
los cuales no podemos vivir. Los ecosistemas hacen que la Tierra De hecho, muchas naciones y sociedades han alterado com-
sea habitable purificando el aire y el agua, manteniendo la biodi- pletamente el paisaje convirtiendo sus humedales, praderas y
versidad, descomponiendo y dando lugar al ciclo de nutrientes y bosques a otros usos, y aun así continúan prosperando. Los 200
proporcionándonos todo un abanico de funciones críticas. millones de hectáreas de praderas de pastos altos que alguna vez
El aprovechamiento de estas riquezas constituye la base mis- existieron en el corazón de Estados Unidos han sido convertidas
ma de nuestras economías y genera empleo, particularmente en casi en su totalidad en tierras de cultivo y áreas urbanas. Los ex-
los países de ingresos medianos y bajos. La agricultura, el apro- tensos bosques que alguna vez cubrieron las tierras de Europa
vechamiento forestal y la pesca proporcionan uno de cada dos han tenido prácticamente el mismo destino. La conversión ha
empleos en el mundo en general y siete de cada diez en África arrojado beneficios obvios —como por ejemplo un suministro es-
subsahariana, Asia oriental y el Pacífico. En una cuarta parte de table de alimentos y producción industrial— que han convertido
las naciones del mundo, los productos agrícolas, la madera y el a Estados Unidos y a algunas naciones europeas en verdaderos
pescado todavía contribuyen más a la economía que los bienes poderes económicos. Pero también ha creado costos —erosión de
industriales (World Bank 1999b:28-31, 192-195). En el mundo, la capa superficial del suelo, contaminación de pozos y vías flu-
la agricultura por sí sola produce anualmente US$1,3 billones en viales, reducción de rendimientos de pesca y pérdida de áreas sil-
alimentos y fibra (Wood et al. [PAGE] 2000). vestres y paisajes— que amenazan con desgastar la riqueza y la
Los ecosistemas también alimentan nuestras almas, en la me- calidad de vida de que disfrutan estas naciones.
dida en que nos ofrecen lugares para expresar nuestras creencias No hay que mirar muy lejos para ver cuán elevados pueden ser
religiosas, para el disfrute estético y para la recreación. En todos los costos que deja la degradación de los ecosistemas. Las ricas
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aguas del mar Negro producían más de 700.000 toneladas de an- consideran los ecosistemas predominantemente naturales como
choa, esturión, bonito y otros peces de alto valor. Pero durante los bosques y praderas, y también aquéllos construidos por el hom-
últimos 30 años, las presiones humanas han alterado su ecología bre como son las tierras de cultivo, huertos y otros agroecosiste-
de manera radical. Desde la década de los años setenta, su con- mas. Estos dos tipos de ecosistemas tienen la capacidad de pro-
taminación progresiva ha traído consigo frecuentes proliferaciones ducir un abanico de beneficios y ambos son cruciales para la
de algas. El aumento acelerado de la pesca en la década de los supervivencia humana.
años ochenta agotó poblaciones de peces claves. El golpe final se En este capítulo se examina la manera en que la gente se
produjo en 1982 con la introducción accidental de una criatura vale de los ecosistemas e identifica los factores que determinan la
parecida a la aguamala o medusa que muy pronto dominó la forma en que se los utiliza y con frecuencia degrada. En el Ca-
cadena alimentaria acuática, compitiendo directamente por co- pítulo 2 se evalúa el estado actual de los ecosistemas del mundo,
mida con las especies nativas de peces. Para 1992, la captura de presentando los resultados de un nuevo análisis sobre sus condi-
peces en el mar Negro había caído a una tercera parte de su vo- ciones y las presiones a las que se enfrentan emprendido por el
lumen original (Prodanov et al. 1997:1-2). Actualmente, la ma- Instituto de Recursos Mundiales (WRI), el Instituto Internacional
yoría de los pescadores de los seis países que rodean ese mar de Investigaciones sobre Política Alimentaria (IFPRI) y muchos
vuelven con sus redes casi vacías, y la que alguna vez fuera una otros colaboradores. En el Capítulo 3, a través del estudio de ca-
industria pesquera prominente está perdiendo enormes cantidades sos se ilustran las contraprestaciones que en materia de bienes y
de empleos y ganancias (Travis 1993:262-263). servicios se presentan en la gestión de los ecosistemas, así como
En 1998, la degradación de ecosistemas le mostró otra cara a la manera en que varias comunidades respondieron a medida
los chinos que viven a lo largo del río Yangtsé. En años anterio- que su base natural se deterioraba. En el Capítulo 4 se pondera
res, los madereros habían talado indiscriminadamente los bos- el desafío aún mayor que implica manejar los ecosistemas en el
ques de la vasta cuenca hidrográfica del río, al tiempo que agri- siglo XXI de manera que se conserven productivos y vitales, in-
cultores y urbanizadores desecaban los lagos y humedales que cluso frente a un aumento de la población y el consumo.
ocupaban su llanura aluvial. Mientras tanto, la poca atención que Todos estos capítulos se centran en los bienes y servicios que
se prestó a la conservación del suelo condujo a que anualmente generan los ecosistemas como medida fundamental de su salud.
las aguas arrastraran 2.400 millones de toneladas métricas de Este enfoque de «bienes y servicios» hace hincapié en nuestra de-
tierra río abajo, lo que ocasionó la colmatación de lagos y redu- pendencia diaria de los ecosistemas.
jo aún más las zonas que anteriormente amortiguaban las inun-
daciones (Koskela et al. 1999:342). Cuando en el verano de
1998 las lluvias en la cuenca del Yangtsé superaron todos los re- ¿Se pierde el nexo?
gistros precedentes, estas prácticas degradantes contribuyeron a
que la inundación fuera aún mayor, dejando un saldo de 3.600
A
pesar de su importancia, es fácil perder la noción del
personas muertas, 14 millones sin techo y US$36.000 millones vínculo que tenemos con los ecosistemas. Para los mi-
en pérdidas económicas (NOAA 1998; World Bank 1999a). En llones y millones de seres humanos que dependen di-
la actualidad, el gobierno de China está tratando de restaurar los rectamente de los bosques y las pesquerías para su su-
sistemas naturales de control de inundaciones que presta el eco- pervivencia, la importancia vital de los ecosistemas es un hecho
sistema, aunque es muy posible que esto lleve décadas. Asimis- de la vida cotidiana. Pero para los millones y millones que vivi-
mo, se espera que la labor de reforestar las laderas desnudas y mos en las ciudades y los suburbios y ya hemos hecho la transi-
recuperar humedales, lagos y llanuras aluviales consuma miles de ción de cultivar la tierra a trabajar en el teclado de un ordenador,
millones de dólares. el nexo con los ecosistemas es menos directo. Compramos nues-
tros alimentos y vestuario en almacenes y dependemos de la
tecnología para el suministro de agua y energía. Confiamos en
¿Son viables los ecosistemas? que encontraremos productos alimenticios en el mercado, en
que dispondremos de transporte y vivienda y en que todo ello po-
C
onsiderando los costos que entraña la degradación de drá adquirirse a un costo razonable. Y por lo general sólo nos
los ecosistemas y nuestra dependencia de su producti- percatamos de nuestro vínculo con los sistemas naturales cuando
vidad, es muy poco lo que sabemos sobre su estado ge- escuchamos algo acerca del colapso de una pesquería, o cuando
neral y su capacidad de seguir proveyendo para el fu- se seca un embalse, o cuando la contaminación nos hace sentir
turo. Lo que necesitamos saber es cuán viables son los mal, es decir, cuando el flujo normal de bienes y servicios queda
ecosistemas hoy en día y cómo los podemos gestionar de la mejor interrumpido. Ahí es cuando finalmente tomamos conciencia
manera posible para que conserven su salud y su productividad del valor real de esos recursos y de los costos biológicos y econó-
en vista de una demanda humana cada vez mayor. micos de su manejo equivocado.
Esta edición especial de nuestro informe sobre el estado de los Desafortunadamente, la gestión precaria de los sistemas na-
recursos mundiales, Recursos Mundiales, trata de responder a es- turales es muy común. En todo el mundo, el uso y abuso de al-
tas preguntas centrándose en los ecosistemas como los cimientos gunos de ellos, incluyendo bosques tropicales, arrecifes coralinos
biológicos de la economía global y el bienestar humano. Aquí se (continúa en la pág. 10)
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C a p í t u l o 1 : E l v í n c u l o e n t r e l a g e n t e y l o s e c o s i s t e m a s
Cuadro 1.1 Historial de uso y abuso
uchos de los desafíos a los que nos enfrentamos hoy años— y relativamente localizada. Sin embargo, las acciones
7000 AC- Mesopotamia/Sumeria Alrededor del año 7000 antes de Cristo, la gente de la región que en la actualidad ocupa Iraq
1800 AC comenzó a modificar su medio ambiente natural. La pluviosidad insuficiente hizo necesario
Salinización y anegación irrigar la tierra para cultivarla, y la demanda de alimentos fue incrementándose a medida que
de los agroecosistemas crecía la población. La tierra irrigada comenzó a salinizarse y a inundarse. Existen registros
sumerios que datan del año 2000 antes de Cristo donde se hace notar que «la tierra se volvió blanca de
sal». Hacia el año 1900 antes de la era cristiana, el sistema agrícola —base de la civilización
sumeria— se colapsó.
2600 AC- Líbano En un momento de la historia, el monte Líbano estuvo recubierto de bosques de cedro fa-
presente mosos por su belleza y dureza. El templo del Rey Salomón fue construido con cedro prove-
Uso y explotación niente de esa área, como también lo fueron muchos navíos fenicios. En el tercer milenio an-
excesivos de los bosques tes de la era cristiana, la ciudad de Biblos se enriqueció con el comercio maderero. Los
de cedro egipcios usaban la madera del cedro como material de construcción y su resina para la mo-
mificación. La explotación continuó por varios siglos. Hoy sólo quedan cuatro bosquecillos
de cedro en el país.
2500 AC-900 Imperio maya Los mayas habitaron partes del área que hoy ocupan México, Guatemala, Belice y Honduras.
Sus técnicas agrícolas fueron creativas e intensivas: desmonte de laderas selváticas, cons-
Erosión del suelo, pérdida trucción de terrazas para contener la erosión del suelo, desecado de pantanos mediante la
de viabilidad de los apertura de zanjas y utilización de la tierra cavada para formar campos de tierra elevados.
agroecosistemas y Eventualmente, sin embargo, las demandas impuestas a estos sistemas fueron demasiadas.
La erosión del suelo disminuyó el rendimiento de las cosechas y los altos niveles de sedi-
colmatación de las cuencas mentos en los ríos dañaron los campos elevados. Se especula que la disminución en la pro-
hidrológicas en América ducción de alimentos y la competencia por los recursos remanentes pudo haber conducido
Central a la desaparición de esta civilización.
800 AC- Grecia En tiempos homéricos, Grecia se hallaba fundamentalmente cubierta de una mezcla de pi-
200 AC nos y bosques de especies caducifolias. A lo largo del tiempo se fueron desmontando los
Conversión y pérdida de bosques para abrir tierra para la agricultura, y los árboles se utilizaron como leña para co-
biodiversidad en el cinar los alimentos y para calefacción, y también como material de construcción. El sobre-
Mediterráneo pastoreo impidió el rebrote. Estos bosques mixtos fueron reemplazados por olivares, favo-
recidos por su valor económico y por ser una variedad que crece bien en tierras
deforestadas.
200 AC- China La fortificación de la Gran Muralla durante la dinastía Han dio lugar al intenso cultivo de las
presente tierras agrícolas en el norte y occidente de China, así como al surgimiento de una ruta co-
Desertificación a lo largo mercial y de viaje de gran importancia que se llegó a conocer como el Camino de la Seda.
del Camino de la Seda Como resultado de las demandas cada vez mayores de una población en aumento, y de
cambios graduales de clima, los desiertos comenzaron a expandirse de forma irreversible en
esa área.
50 AC-450 Imperio romano El desafío de producir alimentos para la población de Roma y sus enormes ejércitos activos
abrumó al imperio. Las provincias de África del Norte, que alguna vez fueron graneros ex-
Desertificación y pérdida tremadamente productivos, se degradaron paulatinamente a medida que la demanda de
de la viabilidad de los grano hizo que la producción se desplazara hacia tierras marginales susceptibles a la ero-
agroecosistemas en África sión. La maleza se propagó y algunas áreas intensamente cultivadas se desertificaron. Los
sistemas de riego utilizados por los romanos dependían de vertientes que desde entonces
del Norte han sido deforestadas y ahora admiten menor escorrentía, lo que reduce así las posibilida-
des de restaurar la productividad.
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1400-1600 Islas Canarias Originarios del Norte de África, los guanches habitaron las islas Canarias durante más de
1000 años antes de que los españoles hicieran su arribo en 1400. Una vez llegados esclavizaron
Explotación de recursos a los nativos, desmontaron el bosque y establecieron plantaciones de caña de azúcar. Para el
humanos y naturales, año 1600 todos los guanches habían muerto, bien víctimas de enfermedades eurasiáticas y/o
degradación y extinciones a causa de las condiciones de trabajo en las plantaciones. Al igual que en las islas Canarias,
aquellas regiones de las Américas, África y Asia donde se forzó a los habitantes a dedicarse
en muchas regiones a cultivos de exportación como la caña, el tabaco, el algodón, el caucho, el banano y el aceite
de palma continúan sufriendo las consecuencias de la deforestación, el daño del suelo, la pér-
dida de biodiversidad y la dependencia económica creada durante la colonización.
1800 Australia En Australia y Nueva Zelanda no había animales ungulados antes de que los europeos lle-
y Nueva Zelanda garan a finales del siglo XVIII y comenzaran a importarlos. En los 100 años siguientes el
área se llenó de millones de ovinos y vacunos. El enorme incremento en el número de ca-
Pérdida de biodiversidad y bezas de ganado acabó con muchos de los pastos nativos que no estaban bien adaptados a
proliferación de especies un régimen intenso de pastoreo. En general, la biodiversidad insular en todo el mundo sufrió
algunas de las pérdidas más dramáticas a causa de la introducción de plantas y animales no
invasoras en los nativos. La fauna y la flora de las islas, que se habían desarrollado en forma aislada duran-
ecosistemas insulares te miles de años, carecían de depredadores naturales. Por ejemplo, muchas especies de
aves no voladoras se convirtieron en presa fácil para los invasores. Se estima que el 90% de
todas las extinciones de aves ha ocurrido en regiones insulares.
1800 América del Norte A medida que se desmontaron los bosques en el mundo para dar paso a los asentamientos
humanos y a la agricultura se redujeron los hábitats animales de casi todas las clases; la ex-
Conversión, pérdida de pansión del comercio condujo a que se mataran animales para extraer carne y pieles o por
hábitat y matanza diversión. Hacia finales del siglo XIX en América del Norte se habían cazado manadas ente-
generalizada de especies de ras de búfalos que se calcula totalizaban 50 millones de animales, hasta el punto de oca-
sionar una extinción casi total. Las especies acuáticas, tanto como las terrestres, comen-
fauna silvestre zaron a ser blanco de explotación e iniciaron su camino hacia la extinción. En el siglo XIX se
mataban grandes cantidades de ballenas para sostener a las economías en vías de indus-
trialización que necesitaban enormes volúmenes de aceite de esos mamíferos, fundamen-
talmente como combustible para el alumbrado y como lubricante. En la costa noroeste de
América del Norte las poblaciones de ballenas estaban a punto de extinguirse en el siglo XX.
1800-1900 Alemania y Japón La revolución industrial tuvo un efecto profundo en las aguas de todo el mundo. Aquellos
ríos que cruzaban zonas industriales, como el Rin en Alemania, o áreas mineras como el río
Envenenamiento químico Watarase en Japón, se encontraban extremadamente contaminados en el siglo XIX. La in-
industrial de las fuentes de dustria química alemana envenenó el río Rin hasta el punto de que el salmón, una especie
agua abundante hasta 1765, ya era rara en 1914. En el siglo XIX, la mina más importante de cobre
del Japón vertió sus desechos en el río Watarase, y el ácido sulfúrico de sus fundiciones
contaminó el agua matando miles de hectáreas de árboles y otra vegetación boscosa. Peces
y resto de fauna perecieron, y los residentes del área enfermaron. En Ashio, un poblado cer-
cano al río, la tasa de natalidad humana descendió a niveles inferiores a la de mortalidad en
el decenio de los noventa de esa centuria.
1900 Estados Unidos y Canadá Las Grandes Planicies de Estados Unidos y Canadá fueron aradas a finales del siglo XIX y a
principios del XX para dar paso a plantaciones de una variedad de trigo resistente a la se-
Erosión del suelo y pérdida quía. Una vez se destruyó la cubierta de pasto original, la sequía de los años treinta permitió
de biodiversidad que las persistentes tormentas de viento se llevaran mucho del suelo seco. Posteriormente
se introdujeron métodos de conservación de suelo, de manera que cuando el área se vio
nuevamente afectada por la erosión eólica en los años cincuenta y setenta, las consecuen-
cias fueron menos graves.
1928- Todo el mundo Los clorofluorocarbonos (CFC) constituyen una familia de compuestos volátiles inventados
presente en 1928. Tratándose de los primeros refrigerantes no inflamables y no tóxicos, como se cre-
Los productos químicos yó originalmente, su uso se propagó rápidamente. También se emplean como disolventes
industriales destruyen la industriales, agentes espumantes y como propulsores de aerosoles. La producción de CFC
capa de ozono protectora llegó a su tope en 1974, el primer año en que los investigadores notaron que sus emisiones
podían causar daños a la salud humana y a la capa de ozono. En 1985, el descubrimiento de
un «agujero» en la capa de ozono sobre la Antártida coincidió con el primer esfuerzo inter-
nacional coordinado para eliminar paulatinamente la producción de CFC y otras sustancias
que destruyen la capa de ozono. Se espera que para el año 2010 ya se haya eliminado com-
pletamente la producción de CFC.
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Cuadro 1.2 El nexo entre los ecosistemas y la gente
na mujer profesional en Tokio lee un
U periódico impreso en pulpa de papel
extraída de árboles de América del Norte.
Los ecosistemas nos
Sus alimentos y vestuario salen de plantas sostienen. Son los
y animales de todo el mundo: algodón y ca-
chemira de Asia, pescado de los océanos
Pacífico e Índico, carne de res proveniente
principales
de los pastizales de Australia y América del
Norte, frutas y vegetales de las fincas agrí- productores de la
colas de cuatro continentes. El café que
toma viene de plantaciones del trópico cen- Tierra; fábricas que
troamericano, pero lo prepara con el agua
que sale de los pozos ubicados cerca de su funcionan a base de
ciudad.
energía solar y
producen la mayor
n Borneo, los niños de
E zonas rurales llegan a la
escuela por el río, en botes
parte de lo que
largos hechos a mano con
árboles del lugar. En los
necesitamos:
arrozales cercanos la familia
cultiva este grano –principal alimentos, fibra,
producto de su dieta y fuen-
te del vino que destilan– y agua. Los
pimienta, un cultivo comer-
cial. ecosistemas también
proporcionan
servicios esenciales:
clima, ciclo de
nutrientes y
producción de suelo.
os techos de las viviendas de los indígenas shuar de la Amazonia ecua- Estos servicios no se
L toriana están hechos de paja extraída de palmas, cuyos tallos son utili-
zados por esta comunidad para tejer canastos y otros recipientes. Cultivan pueden reemplazar a
mandioca, papaya, boniato y otros productos originados en la selva húmeda
para venta o consumo propio. Del bosque también extraen leña y medica- un precio razonable.
mentos, así como pescado y carne de caza.
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Principales bienes y servicios suministrados por los ecosistemas
Costeros/marinos ■ Pescado y mariscos ■ Moderan los impactos de las tormentas (manglares; islas barre-
■ Harina de pescado (alimento ra)
para animales) ■ Proporcionan hábitats para la fauna silvestre (marina y terrestre)
■ Algas (como alimento o ■ Mantienen la biodiversidad
mestibles, carne de caza) ■ Suministran hábitats para los humanos y para la fauna silvestre
■ Recursos genéticos ■ Aportan disfrute estético y oportunidades de entretenimiento
Agua dulce ■ Agua de beber y de riego ■ Amortiguan el flujo del agua (controlan tiempo de entrada y volu-
■ Pescado men)
■ Energía eléctrica ■ Diluyen y transportan desperdicios
■ Recursos genéticos ■ Ciclo de nutrientes
■ Mantienen la biodiversidad
■ Proporcionan hábitats acuáticos
■ Proporcionan una vía de transporte
■ Proporcionan empleo
■ Aportan belleza estética y oportunidades de entretenimiento
Pastizales/praderas ■ Ganado (alimentos, carne de ■ Mantienen una serie de funciones de la cuenca (filtración, purifi-
caza, pieles y fibra) cación, control de flujo y estabilización del suelo)
■ Agua de beber y de riego ■ Ciclo de nutrientes
■ Recursos genéticos ■ Eliminan contaminantes atmosféricos; emiten oxígeno
■ Mantienen la biodiversidad
■ Generan suelo
■ Fijan carbono de la atmósfera
■ Suministran hábitats para los humanos y para la fauna silvestre
■ Proporcionan empleo
■ Aportan disfrute estético y oportunidades de entretenimiento
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y pastizales, han degradado o destruido hectárea tras hectárea de esas economías cerca de US$11.200 millones anuales en pér-
hábitats que alguna vez fueron productivos. Esto también ha dida de producción industrial y afecta a cerca de la mitad de
causado daño a la fauna silvestre, como bien lo atestigua la can- las ciudades más importantes del país (WRI et al. 1998:120).
tidad de especies amenazadas. E igualmente ha afectado en for-
ma adversa los intereses humanos reduciendo el flujo de los mis- ■ La tala comercial de los bosques de India y su conversión a la
mos bienes y servicios de los que dependemos. agricultura han destruido el sistema tradicional de manejo co-
La disminución de la capacidad productiva de los ecosistemas munitario. A su vez, esta situación ha desembocado en escasez
puede tener unos costos humanos devastadores. Por lo general, de leña y materiales de construcción para muchos de los 275
los pobres son los primeros y más directamente afectados por millones de habitantes rurales que dependen de los recursos
esta degradación, en la medida en que dependen de aquéllos forestales locales (Gadgit y Guha 1992:113-145, 181-214;
para su subsistencia y la obtención de ingresos monetarios. Al WCFSD 1999:59).
mismo tiempo, los pobres son los que menos control ejercen so-
bre los usos que se les da a esos ecosistemas o sobre quién obtie- Si se mantiene este patrón de degradación, la pérdida de eco-
ne los beneficios que de ellos se deriven. sistemas saludables actuará como freno, no solamente de las
En muchas áreas, la disminución de la producción agrícola, economías locales, sino también del desarrollo nacional y mun-
del suministro de agua dulce, del rendimiento de la madera y de dial.
la pesca ha tenido ya un costo significativo para las economías
locales:
Hacia una perspectiva humana
■ En las provincias marítimas de Canadá, el colapso de la pes-
T
quería de bacalao a principios de los años noventa dejó a odos los organismos tienen un valor intrínseco: las pra-
30.000 pescadores a merced de la beneficencia del Estado y deras, los bosques, los ríos y otros ecosistemas no sólo
decimó las economías de 700 comunidades solamente en Te- existen para servir a los humanos. Aun así, Recursos
rranova (Milich 1999:628). Mundiales deliberadamente examina los ecosistemas y
su manejo desde una perspectiva humana porque es esa utiliza-
■ Se estima que la escasez de agua en las ciudades de China ción la que da origen a la presión que éstos experimentan, supe-
—significativamente agravada por la extracción excesiva y la rando de lejos la de procesos naturales que inducen cambios en
contaminación de los ríos y acuíferos cercanos— les cuesta a ellos. En el mundo moderno, casi todos los usos humanos de los
Un ecosistema es una
comunidad de
organismos
interactuantes y el
medio ambiente físico
en que viven. Cada
hectárea del planeta
forma parte de un
ecosistema.
productos y servicios de los ecosistemas se traducen en un im- principales: praderas, bosques, agroecosistemas, sistemas de
pacto sobre éstos. Así pues, cada uso se convierte, o bien en una agua dulce y ecosistemas costeros. En su conjunto, éstos cubren
oportunidad para un manejo inteligente o en una ocasión para la mayor parte de la superficie de la Tierra y producen casi todos
degradarlo. los bienes y servicios que la gente obtiene de la naturaleza. Al di-
Sin embargo, el uso responsable de los ecosistemas se en- vidirlos de esta manera es posible examinarlos en una escala
frenta a obstáculos fundamentales. Muy raramente reconoce- mundial y analizar en términos más amplios los desafíos que im-
mos a los ecosistemas como unidades cohesivas pues es común plica manejarlos en forma sostenible.
que traspasen las fronteras políticas o de gestión. Los vemos Sin embargo, las divisiones entre los ecosistemas son menos im-
por partes o nos concentramos en uno de sus productos específi- portantes que los vínculos que existen entre ellos. Las praderas dan
cos. No nos percatamos de su complejidad y/o de la interde- origen a las sabanas que llegan hasta los bosques. El agua dulce se
pendencia de sus organismos, es decir, de aquellas cualidades vuelve salobre a medida que se va acercando a la costa. Los siste-
que los hacen productivos y estables. mas están fuertemente entrelazados en un continuo global de
Así pues, el desafío para el siglo XXI consiste precisamente en energía, nutrientes y organismos: la biosfera que habitamos.
entender las vulnerabilidades y la resilencia de los ecosistemas,
de manera que podamos encontrar formas de conciliar las de-
mandas del desarrollo humano con la capacidad de tolerancia de Beneficios directos e indirectos
la naturaleza. Esto exige que aprendamos a mirar nuestras acti-
L
vidades a través de la lente viva de los ecosistemas; lo cual sig- os beneficios que los seres humanos obtienen de los
nifica adoptar un enfoque centrado en ellos para el manejo del ecosistemas pueden ser directos o indirectos (Daily
medio ambiente, es decir, un enfoque que respete sus límites 1997:1-10; ESA 1997a:1-13). Los beneficios directos
naturales y tenga en cuenta su interconectividad y capacidad de se extraen principalmente de las plantas y animales de
respuesta. un ecosistema en forma de alimentos y materias primas. Éstos
son los «productos» más familiares de un ecosistema: cultivos,
ganado, pescado, carne de caza, madera, leña y forraje. Los re-
Fuentes de riqueza y bienestar cursos genéticos provenientes de la biodiversidad de los ecosis-
temas también proporcionan beneficios directos en la medida en
L
os ecosistemas no son únicamente ensamblajes de es- que aportan los genes que pueden mejorar el rendimiento de un
pecies; se trata más bien de sistemas combinados de cultivo o hacerlo resistente a las enfermedades, o con los cuales es
materia orgánica e inorgánica y fuerzas naturales que posible desarrollar medicinas y otros productos.
interactúan y se transforman. La energía que mantiene Los beneficios indirectos surgen de las interacciones y retroa-
el sistema en funcionamiento proviene del sol: la energía solar es limentaciones entre los organismos que viven en un ecosistema.
absorbida y convertida en alimento por plantas y otros organis- Muchos de ellos toman la forma de servicios como control de ero-
mos que realizan la fotosíntesis y que se encuentran en la base sión, purificación y almacenamiento de agua por parte de plan-
misma de la cadena alimentaria. El agua es el elemento crucial tas y microorganismos del suelo en una cuenca, o polinización y
que fluye a través del sistema. La cantidad de agua disponible, dispersión de semillas vía insectos, aves y mamíferos. Aunque
junto con los niveles extremos de temperatura y la luz solar que menos tangibles, hay otros beneficios que también poseen un alto
un determinado sitio recibe, determinan en lo fundamental el valor: el disfrute de una puesta de sol, por ejemplo, o el signifi-
tipo de plantas, insectos y animales que habitan en ese lugar y la cado espiritual de una montaña sagrada o un bosque (Kellert y
manera en que se organiza el ecosistema. Wilson 1993). Cada año, millones de personas emprenden pere-
Los ecosistemas son dinámicos y se regeneran constantemen- grinaciones a lugares sagrados en plena naturaleza o van de va-
te, reaccionando ante las perturbaciones naturales y la compe- caciones a regiones de paisajes hermosos, o simplemente se de-
tencia entre las especies. Lo que determina el paquete particular tienen en un parque o en sus propios jardines para reflexionar o
de bienes y servicios que cada ecosistema ofrece es la interacción relajarse. En su calidad de manifestaciones de la naturaleza, los
compleja que tiene lugar localmente entre el medio ambiente ecosistemas constituyen el telón psicológico y espiritual de nues-
físico y la comunidad biológica que los habita; tal interacción es tra existencia.
también la que hace a cada ecosistema único y vulnerable. Algunos beneficios son de orden mundial, como la biodiver-
La escala también es importante. Un pequeño pantano, una sidad o el almacenamiento del carbono atmosférico en plantas y
duna solitaria o una mancha de bosque pueden ser vistos como suelos. Otros son regionales: la protección de cuencas que pre-
un ecosistema único en cuanto a la mezcla de especies y micro- viene una mayor inundación aguas abajo, por ejemplo. Pero
climas que alberga: un microambiente. En una escala más am- muchos de los beneficios de los ecosistemas son locales y con fre-
plia, un ecosistema se refiere a comunidades más extensas –un cuencia son los más importantes, pues afectan muchos aspectos
bosque de 100 ó 1.000 km2, o un importante sistema fluvial, de la vida cotidiana de la gente. Hogares, fábricas y fincas por lo
cada uno de los cuales exhibe muchos microambientes. general reciben su suministro de agua de fuentes locales. Los em-
Esta edición de Recursos Mundiales examina los ecosistemas pleos asociados con la agricultura y el turismo constituyen tam-
en una escala aún mayor, considerando cinco tipos o categorías (continúa en la pág. 16)
11
C a p í t u l o 1 : E l v í n c u l o e n t r e l a g e n t e y l o s e c o s i s t e m a s
Cuadro 1.3 Filtración y purificación del agua
n cada etapa de su trayecto entre la tierra y el cielo, el agua Los humedales interceptan escorrentías superficiales, atra-
E
■
puede recoger contaminantes y desperdicios a medida pan sedimentos de aguas desbordadas, retienen metales y
que fluye desde los manantiales a los arroyos, a los ríos y se destacan por su capacidad de eliminar nitrógeno y mine-
finalmente al mar; o cuando se remansa en pozos y lagos; o rales del agua. Una hectárea de ciénaga puede consumir el
cuando regresa de la atmósfera en forma de lluvia; o cuando triple de los nutrientes que una pradera o un bosque (Trust
se reabsorbe en los suelos después de que ha sido usada en for Public Land 1997:16).
tierras de cultivo; o como efluente de los sistemas de alcantari-
llado. Afortunadamente los ecosistemas pueden limpiar el agua En muchos lugares, sin embargo, estamos agotando la ca-
para nuestro beneficio. pacidad de la naturaleza para filtrar y purificar el agua. En aque-
llos sitios donde se está privando al suelo de su vegetación o se
■ Los suelos están poblados por microorganismos que con- cultiva en exceso, las aguas de lluvia fluyen río abajo sobre sue-
sumen y reciclan materia orgánica, excrementos de animales los compactados y endurecidos sin que se las filtre. Ya hemos
y humanos, y otras toxinas y patógenos potenciales. En las drenado y convertido la mitad de los humedales del mundo (Re-
profundidades de un acuífero, las capas rocosas pueden venga et al. [PAGE] 2000), al tiempo que agregamos tales canti-
continuar el proceso de limpieza a medida que el agua se dades de contaminantes a las cuencas que se sobrepasan sus
cuela entre ellas. capacidades naturales de dilución y purificación.
Se puede reemplazar hasta cierto punto el servicio de lim-
■ Las plantas y los árboles hacen que el suelo permanezca en pieza natural de los ecosistemas con plantas de tratamiento de
su sitio mientras el agua se filtra a través de él. La vegetación aguas residuales, procesos de purificación con cloro y otros
interactúa con hongos y microorganismos del suelo para desinfectantes, y por medio de lagunajes artificiales. Pero por lo
crear muchas de sus capacidades de filtración. general estas opciones son costosas y no proporcionan mu-
chos otros beneficios que sí suministran los bosques y hume-
■ Las masas de agua dulce diluyen contaminantes en lugares dales naturales, los que a su vez constituyen hábitats para fauna
donde se vierten o se drenan grandes cantidades de aguas silvestre, espacios abiertos y mecanismos de protección de
residuales de origen municipal, agrícola o industrial. inundaciones.
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R E C U R S O S M U N D I A L E S
Cuadro 1.4 Polinización
ara mucha gente, las abejas representan fundamental- ácaros, especies invasoras, así como la pérdida y/o fragmenta-
Dependencia de cultivos seleccionados de la poliniza- Polinizadores de plantas con flores del mundo
ción por abejas productoras de miel, EE. UU. (Angiospermas)
Porcentaje de cultivos Número estimado Porcentaje total
Cantidad producida que se perderían sin la de especies de plantas de especies
en 1998 polinización por abejas Polinizadores polinizadas de plantas polinizadas*
Cultivos (toneladas métricas) productoras de miel*
Viento 20.000 8,30
Frutos de tierras templadas
Agua 150 0,63
Almendras 393.000 90
Abejas 40.000 16,60
Manzanas 5.165.000 80
Himenópteros 43.295 18,00
Cerezas 190.000 60
Mariposas/polillas 19.310 8,00
Naranjas 12.401.000 30
Moscas 14.126 5,90
Peras 866.500 50
Escarabajos 211.935 88,30
Fresas 765.900 30
Carcoma 500 0,21
Vegetales y semillas
Pájaros 923 0,40
Espárragos 92.800 90
Murciélagos 165 0,07
Repollo 2.108.200 90
Todos los mamíferos 298 0,10
Zanahorias 2.101.000 60
Todos los vertebrados 1.221 0,51
Semillas de algodón 7.897.000 30
351.923
Girasoles 2.392.000 80
* El porcentaje total no suma 100%, lo cual refleja la polinización por parte de
Sandías 1.673.000 40 más de un polinizador.
Fuentes: Buchmann y Nabhan 1996:274.
* Los cálculos sobre pérdidas de cultivos se calculan bajo el supuesto de
que Estados Unidos eliminará el manejo de abejas productoras de miel sin
reemplazar su servicio de polinización por uno alternativo.
Fuentes: FAO 2000; Southwick y Southwick 1992.
13
C a p í t u l o 1 : E l v í n c u l o e n t r e l a g e n t e y l o s e c o s i s t e m a s
Cuadro 1.5 Diversidad biológica
onsiderando que el número estimado de especies en la
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R E C U R S O S M U N D I A L E S
Cuadro 1.6 Almacenamiento de carbono
n la medida en que cumple su ciclo entre océanos, atmós- La reducción de emisiones de Almacenamiento
azúcar para energía; los animales consumen las plantas y, cuan- posibles dependen de que manten-
do ambos mueren, el carbono retorna a la atmósfera con la des- gamos la capacidad de los ecosis-
composición por los organismos. Pero el aumento progresivo temas para absorber carbono. A
de las emisiones de carbono a causa de la quema de combusti- través de la fotosíntesis, las plan-
bles fósiles y la deforestación está desequilibrando el ciclo glo- tas ofrecen el método más efectivo
bal del carbono; cada año hay menos carbono en el suelo y en la y eficiente de retener y almacenar
vegetación y más en la atmósfera. Debido a que el CO2 de la at- el carbono atmosférico.
mósfera captura el calor del sol, su incremento desestabiliza el
clima mundial. ■ Los océanos constituyen el Carbono almacenado
Se estima que hasta antes del siglo XVIII, el aumento del car- principal «sumidero» de carbo- en el suelo versus
bono amosférico era inferior a 10 millones de toneladas métricas no. Mediante procesos quími- carbono almacenado
de carbono por año (Ciaias 1999). La revolución industrial y cos y biológicos, incluyendo el en la vegetación
otros acontecimientos mundiales subsiguientes aumentaron en crecimiento y descomposición
gran medida las emisiones de combustibles fósiles, lo mismo del fitoplancton, los océanos al-
que el desmonte de bosques y otros cambios en el uso del sue- macenan cerca de 50 veces más
lo que liberan carbono. Para 1998 había aproximadamente 176 gi- que la cantidad que se encuen-
gatoneladas de carbono (GtC)* más en la atmósfera que lo que tra en la atmósfera, fundamen-
había en 1850, lo cual equivale a un aumento de cerca del 30% talmente en forma de carbono
(IPCC 2000:4). Hoy en día, las actividades humanas emiten inorgánico no disuelto (IPCC
anualmente cerca de 7,9 GtC a la atmósfera (IPCC 2000:5). 2000:30).
15
C a p í t u l o 1 : E l v í n c u l o e n t r e l a g e n t e y l o s e c o s i s t e m a s
bién beneficios locales. Los parques urbanos y periféricos, los si- ligro de inundación. Sin embargo, también puede interrumpir los
tios para observar el paisaje, y el disfrute que proporciona el te- ciclos naturales de reproducción de los peces y ocasionar daños
ner un bosquecillo e incluso especies de fauna silvestre en la en los hábitats aguas abajo al desviar el líquido o al liberarlo en
parte de atrás de la casa son todos servicios locales que definen momentos inoportunos.
nuestro sentido de pertenencia. Hasta cierto punto, aceptamos estas contraprestaciones como
Dado que muchos de los bienes y servicios que proporcionan necesarias para producir alimentos, electricidad y otros bienes
los ecosistemas se aprovechan en el lugar, es evidente que son los esenciales de forma eficiente. Históricamente hemos obtenido
habitantes locales los que más sufren cuando se pierden estos be- logros enormes en lo que se refiere a aumentar selectivamente la
neficios. Al mismo tiempo, son estas comunidades las que por lo producción de aquellos bienes que más valoramos de los ecosis-
general tienen mayores incentivos para preservar los ecosistemas temas. Y sólo muy recientemente nos hemos comenzado a con-
de los cuales dependen. De hecho, las comunidades de la locali- centrar en los peligros que pueden entrañar tales contrapresta-
dad tienen un enorme potencial para gestionar los ecosistemas de ciones.
manera sostenible, aunque también pueden causarles daño si La conciencia y el conocimiento ambientales que hemos ad-
los usan de forma descuidada. Estas comunidades por lo general quirido durante los últimos 30 años nos han enseñado que exis-
ejercen un control pleno de los ecosistemas en que habitan; sin ten límites a la cantidad de alteraciones que un ecosistema pue-
embargo, a medida que el mercado de bienes que generan los de tolerar sin perder su capacidad productiva. Es posible que la
ecosistemas se torna más global, las fuerzas económicas y políti- pérdida de una hectárea de hábitat de bosque o de una sola es-
cas oficiales externas pueden acabar con las mejores intenciones pecie de planta o insecto en una pradera no afecte de forma
comunitarias. drástica o inmediata el funcionamiento del sistema, pero sí lo
puede empujar hacia un umbral del cual no se pueda recuperar.
Los umbrales biológicos nos recuerdan que lo que más cuen-
Gestión de los ecosistemas: ta en el deterioro de los ecosistemas son los efectos acumulativos
contraprestaciones y costos de las actividades humanas. Una serie de cambios pequeños,
cada uno aparentemente insignificante, puede dar lugar a efectos
U
sualmente la gente modifica o gestiona los ecosistemas acumulativos irreversibles; a esto se le denomina a veces la «ti-
para mejorar la producción de uno o más bienes, trá- ranía de las pequeñas decisiones». La conversión progresiva de
tese de cultivos, árboles o almacenamiento de agua. El un bosque de mangles es un buen ejemplo.
grado de modificación varía ampliamente. Algunos se Los manglares sirven como criadero para muchas especies de
encuentran muy afectados mientras que otros permanecen rela- peces y mariscos que posteriormente salen de allí y son captura-
tivamente inalterados, y el tipo de gestión cambia según los tipos das en aguas circunvecinas. El valor de esos mariscos es mucho
de uso, desde la extracción de caucho o siringa en forma no mayor que el de la madera, los cangrejos y otros peces que se
destructiva hasta la tala rasa, pasando por plantaciones de mo- aprovechan dentro del manglar mismo. Pero en las regiones
nocultivo. Los ecosistemas acuáticos van desde ríos cuyo cauce donde prospera el mangle, la cría de camarón es un negocio
permanece inalterado, hasta estanques artificiales para la cría de rentable. Es posible que la conversión de pequeñas secciones
peces o camarones. del manglar en estanques camaroneros tenga poco impacto en el
Algunas veces la línea divisoria entre los ecosistemas «natu- aprovechamiento de peces en las aguas circundantes. Pero si los
rales» y los «gestionados» es clara. Es obvio que una finca es un criadores de camarón conducen a la conversión progresiva de
ecosistema altamente manejado, es decir, un agroecosistema. todo el manglar en estanques, tarde o temprano la pesquería
Pero en ocasiones el manejo es más sutil: una cerca en medio de local se hundirá.
una pradera, un camino de acceso a un bosque, un dique marino Determinar el umbral entre la sostenibilidad y el colapso no es
que protege una playa privada, un arroyo que baja de la monta- asunto fácil. Y ésta es una de las razones por las cuales es difícil
ña y que se desvía para abastecer de agua a un poblado. En manejar los ecosistemas de forma responsable. Los ecosistemas
cualquier caso, la influencia humana, aun si no se trata de un son naturalmente resistentes y pueden acomodar una buena can-
manejo intensivo, se ha extendido a todos los tipos de ecosistema. tidad de perturbaciones. Pero ¿cuánta? Aunque ha avanzado
La decisión de gestionar o alterar un ecosistema involucra una rápidamente, nuestro conocimiento sobre ellos todavía es muy li-
serie de contraprestaciones. No todos los beneficios pueden ser mitado como para poder responder a esta pregunta. En el caso
obtenidos simultáneamente y es posible que al maximizar uno de de la mayoría de los ecosistemas, todavía nos hace falta conocer
ellos se reduzcan o eliminen otros. Por ejemplo, la conversión de plenamente los detalles acerca de cómo interactúan y se conectan
un bosque natural en una plantación de árboles puede incre- los organismos y el medio ambiente, cómo los cambios en un ele-
mentar la producción comercializable de madera o pulpa, arro- mento del sistema repercuten en toda la unidad, o cuáles son los
jando elevadas ganancias por hectárea, pero por lo general dis- factores que moderan la velocidad del cambio en uno de ellos. En
minuye la biodiversidad y el valor del hábitat que entraña el el ámbito mundial todavía se carece de las estadísticas más bá-
bosque natural. De la misma manera, represar un río puede au- sicas sobre los ecosistemas: hasta qué punto y dónde han sido
mentar la cantidad de agua disponible para riego o para la pro- modificados, por ejemplo, o cómo ha cambiado su productividad
ducción de energía hidroeléctrica, al tiempo que disminuye el pe- a través del tiempo. Es así como tanto en el nivel del ecosistema
16
R E C U R S O S M U N D I A L E S
individual como en un terreno más amplio nacional o regional, ■ El bombeo excesivo de agua subterránea por parte de los
encontramos que es casi imposible predecir cuán cerca del lími- agricultores en todo el mundo excede las tasas naturales de
te hemos transitado e incluso establecer las contraprestaciones reposición en por lo menos 160.000 millones de m3 por año
que ya han tenido lugar. (Postel 1999:255).
17
C a p í t u l o 1 : E l v í n c u l o e n t r e l a g e n t e y l o s e c o s i s t e m a s
Cuadro 1.7 El nexo entre la gente y los ecosistemas:
presiones inducidas por los seres humanos
ada año, Asia devuelve
C hacia Estados Unidos
miles de neumáticos usados
para fines de recomercializa-
ción y reventa. En uno de
esos embarques venían lar-
vas del mosquito tigre de
Asia, el cual se ha estableci-
do ya en cinco estados de la Detrás de las
Unión, alimentándose de la
sangre de mamíferos y aves.
Algunos de estos insectos presiones a los
son portadores del virus de la
encefalitis equina, usualmen- ecosistemas hay
te fatal en caballos y seres
humanos.
dos causas básicas:
el crecimiento de
n concesionario maderero en Gabón
U tala las áreas que le han sido asignadas,
pagándole al gobierno un monto significati- la población y el
vo por el permiso de corta. Su contrato con
el gobierno —dueño del área asignada— le
permite aprovechar la madera a tasas infe- incremento del
riores a las del mercado si se compromete a
replantar. El concesionario siembra las plán-
tulas pero no hace nada por contener la con-
consumo.
siguiente erosión de la capa superficial del
suelo, el azolvamiento de los arroyos cir-
cunvecinos y/o la migración o pérdida de la
fauna silvestre que dependía de los bosques
maduros.
18
R E C U R S O S M U N D I A L E S
Principales presiones inducidas por los humanos en los ecosistemas
Agua dulce ■ Extracción excesiva de agua para usos agrí- ■ Crecimiento de la población
colas, urbanos e industriales ■ Escasez generalizada de agua y distribución na-
■ Sobreexplotación de pesquerías en aguas tural desigual de los recursos hídricos
continentales ■ Subvenciones gubernamentales para el consumo
■ Construcción de presas para irrigación, de agua
energía hidroeléctrica y control de inunda- ■ Valoración inadecuada de los costes de la conta-
ciones minación del agua
■ Contaminación del agua por causa de usos ■ Pobreza y tenencia precaria de la tierra
agrícolas, urbanos e industriales ■ Creciente demanda de la energía hidráulica
■ Invasión de especies no nativas
agua proveniente de los hatos ganaderos ■ Facilidad de acceso y conversión de las praderas
■ Sobreexplotación de animales de caza
19
C a p í t u l o 1 : E l v í n c u l o e n t r e l a g e n t e y l o s e c o s i s t e m a s
Cuadro 1.8 Especies invasoras
ingún ecosistema es inmune a la amenaza de las espe- Las diversas modalidades de invasión complican la regula-
20
R E C U R S O S M U N D I A L E S
Cuadro 1.9 Contraprestaciones: balance de pérdidas y ganancias
del lago Victoria
i bien las contraprestaciones que se producen entre los Ingresos por exportación en el comercio de biodiversidad
21
C a p í t u l o 1 : E l v í n c u l o e n t r e l a g e n t e y l o s e c o s i s t e m a s
jan su puesto a unas pocas especies de cultivos no nativas y la asfalto y hormigón decaen las funciones de la cuenca. Y como
fauna silvestre queda reducida a los márgenes del sistema. Es po- quedan pocos lugares para depositarse, las aguas de lluvia fluyen
sible que los plaguicidas diezmen las poblaciones de insectos y rápidamente lo que da lugar a inundaciones. Con todo, los eco-
microorganismos del suelo. La compactación de este último hace sistemas más simplificados de parques, jardines y terrenos sin
que el agua se infiltre en él de manera diferente, ocasionando un uso prestan importantes servicios como sombra, áreas de des-
posible aumento en la escorrentía y la erosión. El ciclo de nu- canso, eliminación de contaminantes atmosféricos e incluso há-
trientes a través del sistema se desplaza a medida que se aplican bitat para animales silvestres, servicios éstos que disfrutan los ha-
fertilizantes y cambian las bacterias y la vegetación del suelo. bitantes.
El resultado de lo anterior es un cambio sustancial en los
beneficios. La producción de alimentos —una ventaja incuestio- CONTAMINACIÓN Y CAMBIO DE CLIMA
nable— aumenta, pero muchos otros beneficios sufren en alguna Los efectos de la contaminación crean presiones indirectas en los
medida. La biodiversidad y sus beneficios relacionados, como la ecosistemas. La lluvia ácida, la contaminación atmosférica, los
producción de una amplia variedad de plantas y animales sil- vertidos de aguas residuales, los residuos de plaguicidas y ferti-
vestres, así como la disponibilidad de material genético variado, lizantes y la escorrentía urbana tienen todos efectos en los eco-
con frecuencia disminuyen sustancialmente. Considerando la es- sistemas, incluso en aquéllos que se hallan a una distancia con-
cala de conversión que tiene lugar hoy en día, es posible que se siderable de las actividades que dan origen a la contaminación.
produzcan pérdidas enormes totales en materia de biodiversidad. Por ejemplo, las emisiones de nitrógeno de la industria, el trans-
Un estudio estima que en los trópicos ricos en especies, cada porte y la agricultura han alterado seriamente el ciclo global
hora la conversión de bosques condena a la extinción a entre dos del nitrógeno, afectando la función de ecosistemas terrestres y
y cinco especies de plantas, insectos, aves o mamíferos (Hughes acuáticos.
et al. 1997: 691). El nitrógeno biológicamente activo o «fijo» es un nutriente
Además, la agricultura en áreas convertidas puede aumentar esencial para todas las plantas y animales. Pero actualmente las
las presiones en los ecosistemas circundantes por medio de la in- emisiones de nitrógeno provenientes de fuentes humanas como
troducción de especies no nativas que se convierten en invasoras fertilizantes y combustibles fósiles superan a las originadas en
y desplazan a las autóctonas. Las bioinvasiones ocupan el se- fuentes naturales, lo que deja a los ecosistemas con un exceso de
gundo lugar, después de la pérdida de hábitat vía conversión, en- nitrógeno fijo. Entre los efectos de este fenómeno figuran las
tre las amenazas a la biodiversidad del mundo. En Sudáfrica, es- proliferaciones de algas en las vías fluviales causadas por el efec-
pecies no nativas de árboles originalmente importadas para to eutrofizante del exceso de nutrientes; acidificación de suelos y
plantaciones forestales han invadido una tercera parte de las pérdida de algunos nutrientes; pérdida de algunas plantas adap-
cuencas hidrográficas de montaña. Las plantas invasoras han tadas a condiciones naturales de bajo nitrógeno; y más contami-
mermado las fuentes de agua dulce, desplazado a miles de espe- nación atmosférica y calentamiento por efecto de los gases de in-
cies nativas y alterado los hábitats de animales; esto ha dado lu- vernadero debido a los niveles más elevados de óxidos de
gar a un programa nacional de erradicación (véase en el Capítulo nitrógeno en la atmósfera (ESA 1997b:1-14).
3, «Trabajar por agua»). El cambio de clima causado por la acumulación de gases de
No todas las conversiones a la agricultura tienen los mismos invernadero constituye un ejemplo aún más contundente del po-
efectos. Algunas pueden mantener o albergar aspectos y servicios tencial que tiene la contaminación para perturbar de forma
del ecosistema original. En Sumatra, algunos sistemas agrofo- inadvertida los ecosistemas en una escala global. Los científicos
restales tradicionales (donde se mezclan árboles y cultivos) con- hacen notar que los ecosistemas del mundo podrían experimen-
tienen hasta la mitad de la biodiversidad de especies que se en- tar una reorganización radical a medida que la vegetación de la
cuentra en los bosques circundantes. En las plantaciones Tierra se redistribuye para acomodarse a temperaturas más ele-
tradicionales de café en América Central los cafetos se cultivan a vadas, cambios en los regímenes de lluvias y los efectos poten-
la sombra de árboles nativos que sirven de importante hábitat ciales de la fertilización originados en la presencia de una mayor
para aves y proporcionan un conjunto de productos secundarios. cantidad de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera. En los
Incluso muchos sistemas agrícolas modernos incorporan prácticas modelos informáticos se estima que si se duplican los niveles de
de labranza cuidadosas que se aplican para prevenir la erosión y CO2 atmosférico comparados con los que prevalecían antes de la
preservar las propiedades del suelo en materia de almacena- era de la industrialización —lo cual puede ocurrir en el siglo que
miento de agua, así como sus organismos benéficos. comienza—, es posible que se produzcan cambios drásticos en la
distribución y composición de las especies o en la densidad de las
CONVERSIÓN URBANA E INDUSTRIAL hojas de cerca de una tercera parte de los bosques del mundo.
Desafortunadamente, la conversión para usos urbanos e indus- Las áreas de tundra también podrían reducirse sustancialmente,
triales generalmente no es tan benigna. Se presentan cambios ra- mientras que los humedales costeros sufrirían desplazamientos
dicales en los beneficios del ecosistema a medida que las comu- notorios, entre otros muchos efectos. Lo que no está claro aún es
nidades nativas de plantas y animales son reemplazadas por de qué manera los ecosistemas actuales capearían estos cam-
estructuras y superficies pavimentadas. Conforme los habitantes bios significativos y la manera en que estos últimos afectarían a
de la ciudad cubren las superficies permeables de la tierra con su productividad (Houghton et al. 1997:30).
22
R E C U R S O S M U N D I A L E S
¿Qué promueve la degradación? Sin embargo, la presión cada vez mayor sobre los ecosistemas
no es sólo cuestión de crecimiento demográfico. De hecho, tiene
que ver más con lo que consumimos y cómo lo hacemos. Durante
D
etrás de todas las perturbaciones que afectan a los
ecosistemas hay dos motores fundamentales: el creci- varias décadas, los incrementos mundiales en el consumo han
miento demográfico y el aumento del consumo. Exis- superado ampliamente el crecimiento de la población. Entre 1980
ten otros elementos de naturaleza económica y políti- y 1997, la economía global llegó casi a triplicar su valor hasta al-
ca estrechamente relacionados, entre los cuales figuran las canzar US$29 billones, mientras que la población sólo se incre-
fuerzas del mercado, los subsidios gubernamentales, la globali- mentó en un 35% (Banco Mundial 1999b:194; División de Po-
zación de la producción y el comercio, y la corrupción oficial, blación de la ONU 1998:xv). Los niveles de consumo per cápita
todo lo cual influye en cómo y cuánto consumimos, y en la fuen- están aumentando aceleradamente en muchos países a medida
te de lo que consumimos. Los problemas relativos a la pobreza, que sus economías se desarrollan, mientras que los niveles de
la posesión de tierra y el conflicto armado también son factores consumo en los países más industrializados ya son notablemente
que determinan significativamente la manera en que la gente tra- altos. El que haya un consumo más elevado de toda clase de bie-
ta a los ecosistemas en los que habita y de los cuales extrae los nes —desde papel, neveras y ordenadores hasta gasolina— es
bienes y servicios que consume. consecuencia de una mayor riqueza. Los niveles de ingreso indi-
viduales están mejorando constantemente en los países indus-
DEMOGRAFÍA Y CONSUMO trializados y en algunos países de rápido desarrollo como China,
En muchos sentidos, el crecimiento de la población constituye la India y Tailandia, y el consumo ha aumentado en conformidad.
presión ambiental más básica dado que cada individuo requiere Al mismo tiempo, la economía mundial está cada vez más in-
un mínimo de agua, alimentos, vestuario, vivienda y energía, lo tegrada y el comercio ha contribuido a globalizar el mercado de
cual en última instancia se extrae o bien de los propios ecosiste- consumidores. Las industrias se han vuelto más internacionales y
mas o en forma tal que éstos se ven afectados. Los demógrafos están cada vez menos atadas a un sólo lugar o a unas instalacio-
predicen que en los próximos cincuenta años la población del nes de producción particulares. Esta «globalización» significa
mundo se incrementará de sus 6.000 millones actuales a cerca de que los consumidores obtienen sus bienes y servicios de ecosiste-
9.000 millones, y que la mayor parte de este aumento ocurrirá en mas de todo el mundo y que los costes de uso están cada vez más
las naciones en vías de desarrollo (División de Población de la disociados de los beneficios. Esta situación tiende a ocultar los
ONU 1998:xv). La simple aritmética indica que aumentará la costes ambientales que conlleva el incremento del consumo por
demanda de bienes y servicios de los ecosistemas, así como la parte de aquéllos que lo están promoviendo.
presión sobre el suministro mundial de agua y alimentos. (continúa en la pág. 30)
El aumento de la presión
en los ecosistemas no es
una simple cuestión de
crecimiento poblacional;
de hecho, está más
relacionado con lo que
consumimos y con la
manera en que lo hacemos.
23
C a p í t u l o 1 : E l v í n c u l o e n t r e l a g e n t e y l o s e c o s i s t e m a s
Cuadro 1.10 Domesticar el mundo: conversión de ecosistemas naturales
esde los albores de la agricultura sedentaria, los huma- La conversión agrícola a tierras de cultivo y praderas mane-
D
■
nos han venido alterando el paisaje para garantizarse el jadas ha afectado a casi 3.300 millones de hectáreas, lo cual
alimento, crear asentamientos y desarrollar el comercio equivale a cerca del 26% del área terrestre. En total, la agri-
y la industria. Tierras de cultivo, pastizales, áreas urbanas y su- cultura ha desplazado un tercio de los bosques tropicales y
burbanas, zonas industriales y las áreas ocupadas por vías, em- templados y una cuarta parte de las praderas naturales. La
balses y otras obras de infraestructura implican conversión de conversión agrícola aún constituye una fuerte importante de
los ecosistemas naturales. presión en los ecosistemas naturales de los países en desa-
Estas transformaciones del paisaje constituyen la marca de rrollo; sin embargo, en algunos países desarrollados son las
los humanos en los ecosistemas de la Tierra y producen la ma- propias tierras agrícolas las que están siendo convertidas a
yor parte de los alimentos, energía, agua y riqueza de los que usos agrícolas e industriales (cálculos de WRI).
disfrutamos, aunque también representan la principal fuente de
perturbaciones para ellos. ■ Las áreas urbanas y edificadas ocupan en la actualidad más
La conversión altera la estructura de los ecosistemas natu- de 471 millones de hectáreas o el 4% del área terrestre. Cerca
rales y la forma como funcionan en la medida en que altera sus de la mitad de la población del mundo —aproximadamente
propiedades físicas básicas —su hidrología, estructura de sue- 3.000 millones de personas—vive en ciudades. La población
los y topografía—y su vegetación predominante. Esta reestruc- urbana crece a un ritmo de 160.000 personas al día, lo cual
turación básica cambia el medio de las especies que habitan aumenta la presión para que se expandan los límites urbanos
en un ecosistema y altera las complejas interacciones que tipi- (UNEP 1999:47). El desarrollo suburbano desordenado mag-
ficaron el ecosistema original. En muchos casos, el ecosistema nifica el efecto del crecimiento de la población urbana, parti-
transformado tiene una estructura más simple y es biológica- cularmente en América del Norte y en Europa. En Estados
mente menos diverso. De hecho, la pérdida de hábitat originada Unidos, el porcentaje de personas que viven en áreas urba-
en la conversión de ecosistemas naturales constituye la princi- nas aumentó del 65% de la población total en 1950 al 75% en
pal fuerza motriz de la pérdida de la diversidad biológica en 1990, mientras que el tamaño del área ocupada por ciudades
todo el mundo (Vitousek et al. 1997:495). básicamente se duplicó durante el mismo período (PRB
Históricamente, la expansión de la agricultura hacia los bos- 1998).
ques, praderas y humedales ha sido la fuente principal de con-
versión. En el último siglo, sin embargo, la expansión de áreas ■ Es difícil predecir las tendencias futuras en materia de con-
urbanas con sus vías, redes eléctricas y otras obras de infraes- versión de superficie terrestre, pero las proyecciones basa-
tructura también se ha convertido en una fuente muy potente de das en el modelo de crecimiento poblacional de rango inter-
transformación. medio de las Naciones Unidas sugieren la posibilidad de
que durante los próximos 100 años se convierta otro tercio de
■ En todo el mundo, los humanos han convertido aproximada- la superficie terrestre existente (Walker et al. 1999:369).
mente el 29% del área terrestre –cerca de 3.800 millones de
hectáreas—a la agricultura y a áreas urbanas o edificadas Porcentaje
(cálculos de WRI). Región de área convertida
24
R E C U R S O S M U N D I A L E S
C a p í t u l o
Mapamundi de áreas convertidas
1 :
E l
v í n c u l o
e n t r e
l a
g e n t e
y
l o s
e c o s i s t e m a s
Fuente: Creado para esta publicación por S. Murray [PAGE] con base en datos de la Global Land Cover Characteristics Database, Versión 1.2 (Loveland et al. 2000); NOAA-NGDC (1998); WWF
(1999).
25
Cuadro 1.11 ¿Cuánto consumimos?
L
os humanos consumimos bienes y servicios por muchas
razones: ciertamente para alimentarnos, vestirnos y res-
guardarnos de los elementos. Pero también consumimos
como parte de un pacto social, puesto que cada comunidad o
grupo tiene estándares —sobre la forma de alimentarse, ves-
tirse, alojarse, educarse y entretenerse— que influyen en los
patrones de consumo más allá de la supervivencia física (PNUD
1998:38-45).
El consumo es una herramienta de desarrollo humano que
ofrece oportunidades para lograr una vida saludable y satisfac-
toria con nutrición, empleo, movilidad y educación adecuados.
La pobreza está marcada por la ausencia de consumo y por
ende de las oportunidades mencionadas. En el otro extremo, la
riqueza puede conducir a niveles extremos de consumo material
y no material, y con frecuencia lo hace.
Pese a los beneficios que reporta a los humanos, el consu-
mo puede producir serias presiones en los ecosistemas, direc-
tamente a través del excesivo aprovechamiento de animales y
plantas, extracción de nutrientes del suelo u otras formas de
agotamiento biológico. Indirectamente, los ecosistemas sufren
a causa de la contaminación y desperdicios originados en la
agricultura, la industria y el uso de energía, y también por la
fragmentación creada por las vías y otras obras de infraestruc-
tura que forman parte de las redes de producción y transporte
que alimentan a los consumidores.
El consumo de los principales bienes básicos que producen
directamente los ecosistemas —granos, carnes, pescado y ma-
dera— aumentó sustancialmente durante las últimas cuatro dé-
cadas y continuará haciéndolo a medida que la economía mun-
dial se expande y la población crece. Las proyecciones más
plausibles sobre la demanda de los consumidores en las próxi-
mas décadas sugieren un aumento marcado de los efectos del
consumo en los ecosistemas (Matthews y Hammond, 1999:5).
26
R E C U R S O S M U N D I A L E S
en la acuicultura. Se espera que la demanda de pescado para nes de los US$18 billones del consumo total. En contraste,
el consumo directo crezca en un 20% para el año 2010 (FAO las compras de los consumidores de las naciones de ingre-
1999:7, 82; Matthews y Hammond 1999:61). sos bajos —el 35% más pobre de la población mundial—re-
presentaban menos del 2% del total del consumo privado.
La geografía desigual del consumo El dinero gastado en consumo privado en todo el mundo (to-
Mientras que el consumo ha aumentado con regularidad en dos los bienes y servicios consumidos por individuos salvo
todo el mundo, todavía existe una profunda disparidad en ese la propiedad raíz) casi se triplicó entre 1980 y 1997 (World
aspecto entre en los países ricos y las naciones de ingresos Bank 1999:44, 226).
medios y bajos.
■ En promedio, alguien que vive en un país desarrollado con- Distribución mundial del
sume el doble de grano, el doble de pescado, tres veces más consumo privado, 1997
de carne, nueve veces más de papel y 11 veces más de petró- (en miles de millones)
leo que alguien que vive en un país en desarrollo (Cuadro es-
tadístico ERC3; Laureti 1999:50, 55).
Disparidades en el consumo: consumo anual per cápita en países seleccionados de ingresos bajos, medios y altos
Combustibles fósiles Automóviles
Valor total del Pescado Carne Cereales Papel (kg de gasolina (por cada
consumo privado* (kg) (kg) (kg) (kg) equivalente) 1.000 personas)
País (1997) (1997) (1998) (1997) (1998) (1997) (1996)
*Ajustado para que refleje el poder adquisitivo actual, así como las diferencias en costo de vida y moneda (enfoque de «paridad de poder ad-
quisitivo»).
Fuentes: Consumo privado total (excepto China e India): Banco Mundial 1999:Cuadro 4.11; (pescado) Laureti 1999 48-55; (carne) WRI et al. 2000a:
Agriculture and Food Electronic Data Base; (papel) WRI et al. 2000b: Cuadro estadístico ERC. 5; (combustibles fósiles) WRI et al. 2000b: Cua-
dro estadístico ERC.2; (automóviles) WRI et al. 2000b: cuadro estadístico ERC.5.
27
C a p í t u l o 1 : E l v í n c u l o e n t r e l a g e n t e y l o s e c o s i s t e m a s
Cuadro 1.12 La población humana
l crecimiento de la población causa presiones en los eco- daños; en otras palabras, se constituyen en centros de pre-
28
R E C U R S O S M U N D I A L E S
Cuadro 1.13 Ecosistemas y contaminación
n el último siglo, la creciente industrialización mundial ha en 1995, lo cual constituye un indicador de la presión que
plaguicidas, difeniles policlorinados, dioxinas, metales pesa- ■ La escorrentía de fertilizantes, las aguas residuales de hu-
dos y residuos radiactivos. Los costes ambientales que conlleva manos y animales y un tratamiento precario de los residuos
la carga de contaminantes de la sociedad contemporánea son industriales puede agregar nutrientes al agua dulce y a los
difíciles de calcular porque se dispone de información insufi- ecosistemas costeros, estimulando proliferaciones de algas
ciente sobre las emisiones de contaminantes a escala mundial y y agotando el oxígeno del agua, un proceso conocido como
porque sus efectos sobre los ecosistemas son por lo general di- eutrofización. Las aguas carentes de oxígeno no pueden sos-
fíciles de medir. Lo que sí se sabe es que el problema sigue au- tener la vida acuática. La eutrofización es un problema cada
mentando. vez mayor en todo el mundo. La «zona muerta» de casi
Los contaminantes afectan a los ecosistemas de varias ma- 18.000 km2 de aguas carentes de oxígeno en la parte norte
neras. Los plaguicidas y metales pesados pueden ocasionar del golfo de México se ha originado con la contaminación
daños a los organismos expuestos bien por su aguda toxicidad por nutrientes que ha llegado a sus costas por el río
o bien porque se acumulan en los tejidos de plantas y animales Mississippi durante los últimos 40 años (Rabalais y Scavia
a través de exposiciones repetidas. Contaminantes como la llu- 1999; NOOA 2000).
via ácida pueden actuar a nivel de todo el sistema alterando la
acidez del suelo y la química del agua, factores ambientales crí-
ticos que afectan la nutrición y el desarrollo físico de plantas y
vida acuática. Los múltiples contaminantes pueden crear una si-
nergia que debilita a los organismos y reduce paulatinamente la
productividad, resistencia y capacidad de adaptación de un eco-
sistema. Todos estos efectos son ya muy evidentes.
29
C a p í t u l o 1 : E l v í n c u l o e n t r e l a g e n t e y l o s e c o s i s t e m a s
Por ejemplo, un constructor de vivienda en Los Ángeles ins- factores determinantes de la manera como tratamos a los ecosis-
tala tuberías de cobre, pero no tiene forma de saber que ese temas. Éstas están detrás de nuestras decisiones sobre lo que
cobre proviene de la infame mina de Ok Tedi en Papúa Nueva consumimos y sobre la manera como manejamos nuestras tierras
Guinea. Esta gigantesca mina, propiedad de un consorcio inter- y nuestros negocios. Las decisiones que tome un agricultor sobre
nacional, arroja diariamente 80.000 toneladas de desechos de los cultivos que va a plantar y los agroquímicos que va a utilizar,
minería sin tratar al río Ok Tedi, lo que destruye la mayor parte o sobre si va a expandir el área de cultivo desmontando el bosque
de su vida acuática y perturba los medios de subsistencia de la adyacente, están guiadas por el cálculo que haga del precio de
comunidad wopkaimin (Da Rosa y Lyon 1997:223-226). sus productos y de los costos de los plaguicidas, y de muchos
La globalización implica que los propietarios eventuales de las otros costos incurridos en su finca. De la misma manera, la de-
viviendas que se benefician de las tuberías de cobre no tienen co- cisión que toma un urbanizador sobre dónde ubicar un bloque de
nocimiento de su nexo con la deteriorada cuenca del Ok Tedi ni viviendas o una fábrica, o la decisión que toma un pescador so-
cargan con sus costos ambientales. No es de asombrarse que bre qué clase de equipo de pesca va a utilizar y cuantos días va a
quienes más consumen vivan en los países desarrollados; lo que sí pasar en el mar está determinada fundamentalmente por factores
es chocante es la desigualdad en términos de consumo de los bie- económicos: el precio de la tierra o de la embarcación, de la
nes y servicios provenientes de ecosistemas de todo el mundo. Un mano de obra o de la licencia de pesca, de la vivienda acabada o
ciudadano estadounidense requiere más o menos cinco hectáreas del pescado capturado.
de un ecosistema productivo para mantener su consumo prome- Pero muy frecuentemente los precios nos envían señales equi-
dio de bienes y servicios, comparadas con menos de 0,5 hectáre- vocadas. En muchos casos, tales precios no reflejan los costos
as que se necesitan para sostener el consumo de un habitante de reales que tiene para el medio ambiente el aprovechamiento de
un país en desarrollo (GEF 1998:84). Las emisiones per cápita los bienes y servicios que ofrecen los ecosistemas. El problema es
anuales de CO2 ascienden a 11.000 kg. en los países industriali- que muchos de los aspectos menos tangibles de los ecosistemas,
zados, donde hay muchos más automóviles, industrias y electro- particularmente los servicios que prestan, no se compran ni se
domésticos, comparados con menos de 3.000 kg. en Asia (PNUD venden en el mercado y por lo tanto es más difícil asignarles un
1998:57). En promedio, un habitante del mundo desarrollado valor. ¿Cuál es el valor de la función de almacenamiento de
gasta cerca de US$16.000 dólares anuales (dólares internacio- carbono de un bosque? ¿Cuál es el precio que le podemos dar a
nales de 1995) en consumo privado, comparado con los US$350 la protección de inundaciones que nos prestan los humedales
o menos que gasta un habitante del sur de Asia o de África sub- localizados a lo largo del curso de un río?
sahariana (UNDB 1998:50). El nexo entre estos servicios y los bienes tangiblemente más
Evidentemente un mayor consumo de alimentos nutricionales, comercializables —madera, pescado o cultivos— no es siempre
una mejor vivienda, agua potable y un vestuario adecuado son ab- tan obvio para quienes explotan estos bienes y servicios. El valor
solutamente indispensables para aliviar la pobreza en muchas na- de la biodiversidad para el futuro de los cultivos alimenticios, por
ciones, especialmente en el mundo en desarrollo. Como bien se ex- ejemplo, tiene poca importancia para el agricultor que está tra-
presa en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las tando de maximizar sus ganancias. El resultado de todo esto es
Naciones Unidas de 1948, «Todo individuo tiene derecho a un es- que la mayor parte de los servicios de los ecosistemas ha sido
tándar de vida adecuado para preservar la salud y bienestar de él subvalorada en el pasado e ignorada en el momento de tomar de-
[o ella] y de su familia» (Artículo 25). Sin embargo, la satisfacción cisiones sobre cómo explotarlos o alterarlos. Incapaz de registrar
de estas necesidades básicas del desarrollo humano está bastante el valor real de estos servicios en su sistema de precios, el mer-
lejos de constituirse en una de las presiones predominantes para los cado «falla».
ecosistemas en la actualidad. Incluso si se considera que la canti- Consideremos el caso relacionado con la decisión sobre si se
dad de gente que vive en los países en desarrollo es cuatro veces debe o no desmontar un bosque nativo para dar paso a un nuevo
superior a la que habita en los países desarrollados, la carga más asentamiento agrícola. Los agricultores potenciales tendrán en
pesada para los ecosistemas actualmente la imponen los consumi- cuenta el coste de la mano de obra necesaria para el desmonte,
dores más opulentos de los países industrializados y las elites adi- de los fertilizantes que se usarán para incrementar los rendi-
neradas de los países en desarrollo. Es este patrón de consumo ex- mientos y de los materiales requeridos para construir viviendas o
cesivo que por lo general acompaña a la riqueza lo que causa un caminos. Incluso es posible que tengan en cuenta algunas re-
impacto desproporcionado en los ecosistemas. ducciones en los servicios que presta el ecosistema. Por ejemplo,
es probable que consideren el costo de sacrificar los beneficios
PRECIOS DISTORSIONADOS, SERVICIOS SUBVALORADOS derivados de utilizar el bosque como fuente de leña y la pérdida
Generalmente los humanos no causamos daño a los ecosistemas de fauna y flora.
a propósito, pero muchas de las cosas que hacemos tienen de to- De cualquier manera, es muy posible que no consideren ple-
das maneras un efecto adverso. Dado que los ecosistemas nos namente muchos de los costos ambientales que conlleva el des-
proporcionan tantos beneficios, ¿por qué la gente hace cosas monte del bosque. Por ejemplo, la tala indiscriminada puede
que ponen en peligro tales beneficios? aumentar las inundaciones y la sedimentación aguas abajo, pero
La señales económicas —reflejadas en los precios y en las como quienes cargan con estos costos son los que allí habitan, los
políticas gubernamentales—constituyen uno de los principales agricultores río arriba los ignorarán. La consecuencia de esta si-
30
R E C U R S O S M U N D I A L E S
La señales económicas —reflejadas en los precios y en las
políticas gubernamentales— constituyen uno de los principales
factores determinantes de la manera como tratamos los
ecosistemas. Los subsidios frecuentemente promueven actividades
dañinas que de otra manera no serían económicamente viables.
tuación es que se talará más bosque de lo que tendría sentido afecta al valor de todos los bienes comerciables. Las agencias de
desde un punto de vista económico, mientras que el ecosistema gobiernos también intervienen en la compra y venta de produc-
—lo mismo que la población asentada aguas abajo— sufre un tos agrícolas básicos, en ocasiones predeterminando los pre-
daño innecesario. Si este argumento se aplica al mundo en su to- cios. Todas estas acciones pueden influir en las decisiones de
talidad, se podría decir que una mejor contabilidad de todos los agricultores, pescadores, urbanizadores, compañías madereras y
costos y beneficios de la conversión de bosques no significaría ne- mineras, y de todos aquellos que utilizan la tierra y el mar,
cesariamente que haya que preservarlos completamente, pero aprovechándolos y/o causándoles efectos adversos por medio
sí haría que la tasa de deforestación fuese más baja que la actual. de la contaminación.
SUBSIDIOS Y OTRAS POLÍTICAS ERRÓNEAS Subsidios. Los subsidios del gobierno contribuyen significativa-
En muchas ocasiones las políticas gubernamentales contribuyen mente a las presiones actuales que actúan en los ecosistemas, in-
al deterioro de los ecosistemas por el efecto que tienen sobre los centivando muchas veces actividades dañinas como la sobre-
precios. Las políticas fiscales afectan a los precios vía subsidios pesca o el uso excesivo del carbón y otros combustibles fósiles,
e impuestos. Los aranceles aumentan el precio de los bienes que de otra manera no serían económicamente viables. El otor-
importados directamente, mientras que las cuotas de importa- gamiento de préstamos generosos para construir barcos de pesca
ción los aumentan de forma indirecta. La política cambiaria (continúa en la pág. 33)
31
C a p í t u l o 1 : E l v í n c u l o e n t r e l a g e n t e y l o s e c o s i s t e m a s
Cuadro 1.14 Valuar lo invaluable
nos extraen de la naturaleza e incorporar además sus va-
L
os valores económicos que asignamos a nuestro
trabajo y a los frutos de nuestra labor son factores lores estéticos y espirituales. Sin embargo, estos estu-
que influyen en nuestro comportamiento y en las dios pueden ser poco fiables y sesgados, especialmente
decisiones que tomamos en relación con nuestros acti- cuando se le pregunta a la gente por su voluntad de pagar
vos. De la misma manera, los valores que asignamos a por minimizar los efectos de algo tan complicado como el
los activos de los ecosistemas —servicios como la polini- cambio climático.
zación, purificación del agua, fijación de nitrógeno y al- Los ejercicios de valuación pueden ser una herramien-
macenamiento de carbono— determinan en gran medida ta de política útil en lo que se refiere a educar al público
la manera como tratamos a los ecosistemas. Aun así, sobre las diversas maneras en que dependemos de un
dado que estos servicios no se compran ni se venden ecosistema. Al final, sin embargo, es más importante
con regularidad en los mercados, no existe una manera crear incentivos para que se conserven los ecosistemas
sencilla de calcular su valor. Con frecuencia los respon- que establecer cuál es el valor de mercado preciso para
sables de la toma de decisiones y los economistas tradi- uno o todos sus servicios. Los incentivos para la conser-
cionales ignoran simplemente su valor, tratándolos como vación pueden derivarse de la creación de mercados para
si su abastecimiento estuviera garantizado de por vida. los servicios de los ecosistemas allí donde no existan, o
Como consecuencia de lo anterior, se puede talar una buscar maneras en que los propietarios de la tierra pue-
porción de bosque solamente por el valor de la madera, dan obtener ganancias monetarias a partir de los servi-
ignorando el que tiene para controlar inundaciones, puri- cios ambientales que prestan sus tierras. Una manera de
ficar el agua o como hábitat de pájaros cantores. crear tales mercados es, por ejemplo, subastar permisos
¿Cómo se le asigna valor monetario a todos los bene- de emisión de carbono o compensar a los países o cam-
ficios ecológicos que ofrecen los ecosistemas? A medida pañías que reforestan tierras para que fijen carbono.
que el análisis económico se torna más sofisticado, los En aquellos sitios donde la belleza y la cualidad intacta
economistas han identificado una serie de herramientas de los ecosistemas se comercializa directamente, el eco-
para cuantificar los servicios directos que prestan los turismo puede ser otro incentivo para conservar. En Su-
ecosistemas, e incluso algunos de los indirectos e intan- dáfrica una empresa privada, Conservation Corporation,
gibles. negoció con agricultores para que retornaran 168 km2 de
En la medida de lo posible se utilizan valores de mer- su tierra a su hábitat original y lo poblaran con animales
cado. Por ejemplo, el pescado y los mariscos extraídos de grandes de caza. En la actualidad el área es un destino tu-
un estuario representan un valor de un bien directo que rístico para safaris y está produciendo anualmente entre
proporciona ese ecosistema. Otra manera de estimar ese US$200 y US$300 por hectárea por concepto de tarifas
valor es calcular el costo que implicaría reemplazarlo. En de entrada de visitantes, en vez de US$21-US$68 que
el caso de la ciudad de Nueva York, se demostró que los daba cuando se destinaba a la ganadería o a la agricultu-
hábitats naturales de la cuenca de la parte norte del esta- ra; además, ahora proporciona una base de recursos bio-
do proporcionan los mismos servicios de purificación de lógicamente diversa para los animales de caza (Anderson
agua que una nueva planta de filtración, cuyo costo se 1996:297; Honey 1999:374). En las islas Maldivas, a través
estima entre US$3.000 y US$8.000 millones (Ryan 1998). de un estudio patrocinado por el gobierno se determinó
Este precio constituye una buena base para conocer el que un solo tiburón vivo produce aproximadamente
valor del servicio de purificación que presta el ecosistema US$33.500 al año en entradas turísticas, comparado con
intacto, aunque no capta el valor de otros servicios que los US$32 que gana por su venta el pescador que lo atra-
presta la cuenca: fijación de carbono, oportunidades de pó. Este y otros estudios fueron el incentivo para que las
recreo y soporte de la biodiversidad. Maldivas declararan a los tiburones, tortugas y delfines
De la misma manera, se supone que la diferencia de como especies protegidas (Sweeting et al. 1999:66, citan-
precios entre dos casas comparables, una localizada cer- do a WTO 1997).
ca de la línea costera y otra tierra adentro, capta el valor De cierta manera, el valor más exacto que se puede
estético de la costa. Otro método de estimar el valor esté- asignar a los bienes y servicios intangibles de los ecosis-
tico de un lago, un parque o una zona silvestre como pai- temas, como son la belleza de una área costera o la im-
saje y como sitio de recreo es calcular cuánto tiempo y di- portancia espiritual de las cumbres de una cordillera, es
nero invierte un visitante para llegar allí. «incalculable». Pero cuando se usa como una de las mu-
Cuando no se dispone de información de mercado, o chas maneras de medir el valor de un ecosistema, y reco-
cuando se la quiere complementar, los investigadores se nociendo sus limitaciones, la economía ambiental se eri-
valen de otros medios. Le preguntan a la gente cuánto ge en una poderosa herramienta de manejo en un mundo
pagaría por evitar que se rellene o urbanice un humedal, o politizado. Pero hasta que no entendamos plenamente
para prevenir que se explote un área silvestre. Si se hacen los valores de los ecosistemas, nos veremos impedidos
correctamente, estas valoraciones contingentes pueden ir para decidir cuáles de ellos debemos usar y cuáles pro-
más allá de medir los beneficios prácticos que los huma- teger.
32
R E C U R S O S M U N D I A L E S
o la fijación de precios de sustentación para productos agrícolas, rectamente; esto puede ocurrir a través de mecanismos como
subvenciones para productores de madera y petróleo, y dona- las ordenanzas relacionadas con el ordenamiento territorial, los
ciones directas destinadas a la construcción de vías son apenas estándares relativos a la contaminación y otros reglamentos que
algunas de las formas en que los gobiernos subsidian actividades afectan tanto al uso del suelo como a las prácticas empresariales.
potencialmente dañinas para los ecosistemas. En un análisis re- Es posible que los programas destinados a fomentar el desarrollo
ciente se informa de que los gastos que hace el gobierno en sub- económico impulsen políticas como «crezca ahora y limpie des-
sidios dañinos para el medio ambiente en cuatro sectores sola- pués» que promueven la industrialización sin importar los costos
mente —agua, agricultura, energía y construcción de vías— ambientales. La dramática industrialización de China después de
ascendía a US$700.000 millones anuales en todo el mundo (de las reformas económicas de 1978 siguió este patrón, y a princi-
Moor y Calamai 1997:1). pios de la década de los años noventa la nación estimaba que los
Si bien es cierto que inicialmente los subsidios muchas veces costos económicos asociados con la destrucción ecológica y la
promueven metas sociales loables –empleo, mayor productividad, contaminación representaban hasta el 14% de su Producto Na-
desarrollo económico—, con el tiempo quedan trastornados a cional Bruto (WRI et al. 1998:115-116). Recientemente China
través de una serie de consecuencias inesperadas, entre ellas las dio inicio a un costoso esfuerzo encaminado a fortalecer y hacer
ambientales. Por ejemplo, los gobiernos han subsidiado el uso de cumplir sus regulaciones ambientales, con el fin de revertir las
varios insumos agrícolas como plaguicidas y fertilizantes, en pérdidas ambientales y reducir los impactos de la contaminación
parte para impulsar la producción agrícola y en parte para apo- del aire y el agua sobre la salud.
yar a las industrias de agroquímicos. Los subsidios a los plagui-
cidas han sido particularmente comunes en los países en desa- Divisiones sectoriales. Existen otros factores relacionados con el
rrollo. A mediados de la década de los años ochenta Indonesia gobierno que también afectan el uso de los ecosistemas. Las ins-
estaba gastando cerca de US$150 millones anuales en subsidios tituciones gubernamentales, por ejemplo, están normalmente di-
a los plaguicidas, fundamentalmente para proteger la cosecha de vididas a lo largo de líneas sectoriales: el Ministerio de Agricul-
arroz. Esto condujo a un uso excesivo considerable. Y en vez de tura, el Departamento Forestal, la Agencia de Medio Ambiente y
reducir las plagas del arroz, este uso indiscriminado de plaguici- así sucesivamente. Tal división va en dirección opuesta a tratar
das terminó provocando epidemias periódicas como consecuencia de adoptar cualquier visión integrada de los ecosistemas y su ma-
de la reducción de depredadores naturales, y ocasionando resis- nejo. La principal preocupación del Ministerio de Agricultura
tencia por parte de los insectos a ser eliminados. También pro- será entonces la producción agrícola. Tal y como lo haría un
dujo una contaminación considerable aguas abajo y afectó a la agricultor individual, es posible que este Ministerio vea la pre-
salud de los agricultores. Cuando finalmente el gobierno sus- servación de la biodiversidad o la disminución de la conversión
pendió los subsidios se presentó una disminución en el uso de de bosques como algo ajeno a su misión. Incluso es posible que
plaguicidas y se logró ahorrar recursos financieros, mientras que considere a los Departamentos Forestal y de Medio Ambiente
la producción de arroz siguió aumentando (Banco Mundial como competidores en términos de presupuesto y control admi-
1997:26). nistrativo, con lo que se reducen así las posibilidades de coope-
Los subsidios a los proyectos de riego es otra práctica común ración entre las agencias a cuyo cargo está el manejo de los eco-
que ha causado serios daños a los ecosistemas acuáticos. En sistemas. Una óptica tan estrecha limita las posibilidades de que
todo el mundo, el apoyo gubernamental ha permitido que las las agencias —tal y como están configuradas en la actualidad—
empresas de servicios públicos vendan agua de riego a un precio reconozcan o tengan en cuenta las contraprestaciones ambienta-
muy inferior al costo de suministro, lo cual ha conducido inevi- les a que dan lugar.
tablemente a un uso excesivo. En el árido Túnez, por ejemplo,
los agricultores apenas si pagan una séptima parte del costo Corrupción. La corrupción del gobierno es otro desacierto insti-
del agua que utilizan para irrigar sus sembrados. En el oeste de tucional común que permite la explotación ilimitada de los eco-
Estados Unidos, se estima que prácticas similares de venta de sistemas, normalmente por parte de una élite pequeña. Incluso
agua de riego por debajo de su precio real han costado a los cuando se cuenta con leyes y políticas sólidas de gestión, es po-
contribuyentes en todo el país cerca de US$2.500 millones al sible que éstas sean socavadas por funcionarios gubernamentales
año (de Moor y Calamai 1997:14-15). Dados los bajos costos que hacen la vista gorda frente al aprovechamiento ilegal o que
del agua, los agricultores tienen muy pocos incentivos para usar participan en el saqueo a través de tratos de los cuales se bene-
el líquido de forma eficiente o para restringir su uso a los culti- fician o inversiones guiadas por el uso indebido de información
vos de alto valor. Los desvíos directos de agua y el bombeo ex- privilegiada. En el sector forestal, por ejemplo, la escala de la
cesivo de pozos de riego por lo general privan a los arroyos de corrupción es abismal. En Indonesia, la tala ilegal representa más
buena parte de su flujo normal; y con mucha frecuencia la es- de la mitad de la producción nacional de madera: el contraban-
correntía de plaguicidas y fertilizantes contamina lo que queda do ocurre hasta en los parques nacionales y a la vista de las au-
de su corriente. toridades (EIA y Telepak 1999:4). En consecuencia, se estima
que las pérdidas del gobierno ascienden a entre US$1.000 y
Regulaciones. Más allá de su efecto sobre los precios, las políticas US$3.000 millones anuales por concepto de regalías y los bos-
del gobierno también pueden afectar a los ecosistemas más di- (continúa en la pág. 40)
33
C a p í t u l o 1 : E l v í n c u l o e n t r e l a g e n t e y l o s e c o s i s t e m a s
Cuadro 1.15 Ecoturismo y conservación: ¿son compatibles?
esde los safaris para observar los animales salvajes en contra la caza furtiva empleando a los residentes del área
34
R E C U R S O S M U N D I A L E S
del 80% de los residentes del archipiélago. Desde 1970, el nú- Desafortunadamente, lo que produce el turismo no siempre
mero de visitantes se ha multiplicado por diez, contribuyendo a se invierte en conservación. Por ejemplo, sólo el 20% de los
ampliar los recursos del servicio de parques de Ecuador. Ope- US$3 millones que produce el Parque Nacional Galápagos cada
radores turísticos, guías, funcionarios de parques y científicos año va al sistema nacional de parques. Lo demás son ganancias
han colaborado para crear un modelo de ecoturismo de alta ca- para el gobierno (Sweeting et al. 1999:65). Este es el tratamiento
lidad y bajo impacto (Honey 1999:101, 104, 107). típico que muchos países dan a los ingresos por concepto de
Sin embargo, cuando la situación se mira más de cerca apa- turismo, lo cual socava el apoyo de los visitantes a las tarifas y
recen las contraprestaciones que conlleva: el flujo de inmigran- destruye el incentivo para que los administradores desarrollen
tes que buscan trabajo en la nueva economía turística de la isla los parques como destinos ecoturísticos viables. Afortunada-
casi triplicó su población permanente durante los últimos 15 mente algunos países están usando tarifas especiales y fondos
años, convirtió a los poblados en fuentes de contaminación y fiduciarios que se alimentan del turismo y canalizan explícita-
puso más presión sobre los recursos pesqueros (Honey mente los dólares provenientes de ese sector hacia la conser-
1999:115, 117). Únicamente el 15% de lo que se ingresa por turis- vación. Por ejemplo, Belice reúne fondos para esta actividad a
mo va directamente a la economía de las Galápagos; la mayor partir de un impuesto al turismo de US$3,75 que debe pagar
parte de las ganancias llega a las aerolíneas extranjeras y a los cada visitante cuando sale del país, lo cual genera ingresos de
cruceros de lujo y hoteles flotantes, que si bien pueden ayudar a cerca de US$750.000 por año (Sweeting et al. 1999:69).
reducir los impactos ambientales creados por los turistas, pro- Un ecoturismo bien planificado y bien manejado tiene más
porcionan muy pocos beneficios a los residentes (Honey potencial para impulsar el desarrollo local y rural que el turismo
1999:108, citando a Epler 1997). Las hordas de turistas e inmi- tradicional; en este último, la mayor parte de los beneficios re-
grantes han traído con ellas nuevas especies de animales e in- lacionados con los gastos por concepto de turismo se «filtran»
sectos que amenazan la biodiversidad de las islas (Honey de nuevo hacia los operadores comerciales de turismo en los
1999:54). países más ricos (de donde proviene la mayoría de los turistas)
Las islas Galápagos son un buen ejemplo de las complejida- o son captados por las grandes ciudades de los países anfi-
des que entraña el ecoturismo, incluyendo su potencial de crear triones (Wells, 1997:IV). Asimismo, el aumento de los precios
beneficios financieros a nivel nacional aunque al mismo tiempo de la tierra, los alimentos y otros productos puede coincidir con
genere problemas evidentes en el ámbito del parque o local. la popularidad que vaya adquiriendo un paraíso turístico o eco-
Por ejemplo, para un gobierno que está promoviendo el ecotu- turístico, en detrimento de los residentes. En Zanzíbar, los ha-
rismo, una mayor cantidad de visitantes significa mayores in- bitantes de poblados y ciudades se han dejado seducir y han
gresos. Pero ese mayor número de visitantes también se puede vendido sus propiedades a inversionistas turísticos que no ga-
traducir en daños en las áreas más frágiles. Entre los problemas rantizan esquemas de distribución de ganancias, propiedad
de los cuales se quejan habitualmente los funcionarios de par- conjunta u otro tipo de beneficio sostenido (Honey 1999:287).
ques en todo el mundo figuran la fragmentación del hábitat, la En Tonga, la inflación causada por el turismo ha producido es-
contaminación del aire por el tráfico de vehículos, las presiones casez de tierras de cultivo (Sweeting et al. 1999:29).
que sufre el suministro de agua, y problemas de basuras y de Algunos países han introducido políticas orientadas a re-
otra índole. En la reserva nacional Maasai Mara de Kenia, el embolsar a los residentes los costos directos e indirectos que
tránsito ilegal y no regulado de vehículos de operadores turísti- conlleva establecer un área protegida. Kenia, por ejemplo, se
cos por fuera de los caminos trazados ha dejado cicatrices en el propone compartir el 25% de las ganancias provenientes de las
paisaje (Wells 1997:40). tarifas de entrada con las comunidades que rodean las áreas
Estos efectos pueden minimizarse mediante inversiones en protegidas (Lindberg y Huber 1993: 106). Los planificadores eco-
administración de parques, protección y planificación. Sin em- turísticos también promueven las tiendas de artesanías elabo-
bargo, los países en vías de desarrollo por lo general carecen de radas por los lugareños, el patrocinio de los alojamientos loca-
recursos para supervisar, evaluar y prevenir los impactos de los les, el uso en restaurantes y hospedajes de alimentos
visitantes, mientras que cuentan con instalaciones e infraes- producidos en la localidad, y programas de capacitación dirigi-
tructuras insuficientes, si es que existen. dos a los residentes para que puedan ocupar posiciones como
Las bajas tarifas de entrada son parte del problema, pues guías turísticos, administradores hoteleros o guardaparques.
normalmente representan apenas entre el 0,01 y el 1% del total Tanto los operadores de excursiones como los visitantes cum-
del costo del viaje del visitante (Gosslin 1999:309). La fijación plen una función importante en lo que se refiere a supervisar los
de una tarifa de entrada apropiada, es decir, que cubra los cos- viajes de forma cuidadosa para asegurar que se cumpla con los
tos de capital y de operaciones del parque, e incluso los costos principios del ecoturismo. Los urbanizadores turísticos tam-
indirectos del daño ecológico, es una de las formas en que las bién pueden esforzarse en escoger sitios basándose en las con-
agencias administradoras pueden captar una mayor porción del diciones ambientales y en el apoyo local, al tiempo que pueden
valor económico del turismo en parques y áreas protegidas. En utilizar principios sostenibles de diseño en la construcción de
la mayoría de los parques se ha establecido que los visitantes sus centros vacacionales.
están dispuestos a pagar más si se sabe que ese dinero se va a El ecoturismo mal planificado y no regulado puede arrojar
invertir en mejorar su experiencia o en conservar un área deter- beneficios marginales, pero también produce costes sociales y
minada. Para asegurar un acceso amplio y a un costo al alcance ambientales significativos. Sin embargo, el ecoturismo tiene la
del bolsillo de los visitantes de los parques, Perú, Ecuador, Ke- capacidad de desplegar su potencial si cuenta con plantea-
nia, Jordania, Costa Rica y algunos otros países han aumentado mientos claros, participación comunitaria y una visión a largo
las tarifas para extranjeros, manteniendo aquellas para los resi- plazo en cuanto a la protección de los ecosistemas, en vez de
dentes. ganancias a corto plazo para los urbanizadores.
35
C a p í t u l o 1 : E l v í n c u l o e n t r e l a g e n t e y l o s e c o s i s t e m a s
Cuadro 1.16 Se socava la tenencia comunal de los bosques de Indonesia
omo ocurre en varias partes del mundo en vías de desa- Amenazas a la tenencia grupal
nitaria. Por lo general se trata de sistemas de manejo antiguos ■ El Estado no reconoce de forma significativa los adats, a pe-
que satisfacen las necesidades económicas locales, al tiempo sar de su importancia generalizada. El Ministerio de Aprove-
que mantienen funciones vitales de los ecosistemas, incluyendo chamiento Forestal gestiona y reclama propiedad exclusiva
la protección de la biodiversidad (Lynch y Alcorn 1994:374, 381). de los 131 millones de hectáreas de tierras boscosas, las
Desafortunadamente, muchos de estos sistemas se encuen- cuales constituyen el 68% de la superficie de Indonesia y el
tran amenazados por presiones de tipo legal y de desarrollo. 90% de la de las Islas Exteriores. Y aunque los planificadores
En Indonesia, los derechos de propiedad comunitarios se oficiales admiten que tener conocimiento de las extensio-
conocen como «adats». En todo el archipiélago, las comunida- nes de tierra que se rigen por adats es importante en la for-
des adaptan estos derechos a sus necesidades económicas y mulación de planes sostenibles de manejo de recursos, el
ambientales específicas. Por ejemplo en Sumatra y Kalimatán se gobierno no sabe cuánta de esta tierra también se reclama
manejan esquemas agroforestales con el fin de extraer caucho, bajo regímenes tradicionales de tenencia grupal (Fox y Atok
frutas, nueces, resinas y juncos. 1997:32; Peluso 1996:390-391).
Entre 12 y 60 millones de personas dependen de los bosques
de Indonesia, y una cantidad significativa se dedica a las activi- ■ Las actividades de desarrollo auspiciadas por el Estado
dades agroforestales (Poffenberger et al. 1997:22). Aunque se constantemente hacen caso omiso de los adats. Se han ad-
carece de información detallada, la investigación que existe in- judicado concesiones madereras a 20 años, usurpando los
dica que la mayor parte de la tierra se maneja bajo derechos de derechos tradicionales de uso y acceso de las comunidades
propiedad comunitarios o adats. del bosque (Lynch y Talbott 1995:52-54). Los planes de de-
36
R E C U R S O S M U N D I A L E S
sarrollo dirigidos por el gobierno —minería, asentamientos está considerando actualmente una nueva norma que autoriza-
de transmigración y conversión de los bosques en planta- ría la demarcación de territorios indígenas dentro de aquellas
ciones de palma o de árboles maderables— degradan o des- áreas de bosque designadas como propiedad del Estado. En
truyen estos ecosistemas (Michon y De Foresta 1995:103- una medida relacionada, el Ministerio de Asuntos Agrarios ha
104). En la provincia de Kalimatán oriental, el 30% de la tierra expedido un decreto que ordena la demarcación y registro de
del poblado de Long Uli fue absorbido por una reserva fo- los adats en algunas áreas boscosas (Lynch 2000).
restal del gobierno, y un 20% adicional (incluyendo la mitad Estos importantes acontecimientos podrían traer consigo un
de la tierra cultivada del pueblo) se incluyó en una conce- reconocimiento más amplio de derechos de propiedad comuni-
sión maderera, todo ello sin consultar con los pobladores y tarios tradicionales para acceder y manejar los bosques de In-
por ende sin su consentimiento (Sirait et al. 1994:416). Igno- donesia (Campbell 1998). Sin embargo, todavía se necesitan po-
rando las protestas de los pobladores en la provincia de líticas más claras sobre los adats que a la vez definan los
Maluku occidental, los funcionarios del gobierno local fir- derechos y responsabilidades locales y del Estado (Bromley y
maron acuerdos con compañías madereras en los que ga- Cernea 1989:52; Lynch y Alcorn 1994: 376-377).
rantizaban a estas últimas acceso a la producción agrofo- Sin embargo, los avances del gobierno indonesio en cuanto
restal de resinas del poblado, que posteriormente fue a lograr un reconocimiento más amplio de la tenencia local se
destruida sin que se compensara adecuadamente a la gente, consideran frágiles a la luz del descontento económico y políti-
socavando así la sostenibilidad ambiental y la estabilidad co que ha imperado en el país recientemente. En Tailandia y Fi-
económica locales (Zerner 1992:31-33). lipinas, un proceso similar encaminado a promover el reconoci-
miento legal de la tenencia grupal de la tierra se encuentra
■ La inminencia de los proyectos de desarrollo auspiciados también en un estado incipiente.
por el gobierno también conduce a que las comunidades ex- Teniendo en cuenta las tasas actuales de crecimiento de-
ploten excesivamente su base de recursos. Como saben que mográfico, es casi seguro que las tensiones entre el desarrollo y
se enfrentan a la pérdida irreparable del control sobre sus la sostenibilidad continúen. Se espera que para el año 2020
tierras y recursos, algunas de las comunidades que depen- otros 15-33 millones de hectáreas de bosques en Indonesia sean
den de los bosques aprovecharán al máximo y de forma poco deforestados (Lynch 2000). Ya se han puesto en marcha planes
cuidadosa los recursos, destruyendo en el proceso la base para establecer más plantaciones de pulpa, papel y aceite de
que los sostiene (Lynch y Talbott 1995:98; Sirait et al. palma, que van a reemplazar a los bosques naturales (Barber
1994:416). 1997:74).
Las áreas forestales ya intervenidas proporcionan a los ha-
■ Las políticas oficiales que premian desproporcionadamente bitantes del bosque espacio para la agricultura, el pastoreo y el
la producción agrícola también promueven la degradación de aprovechamiento de productos como madera, juncos y caucho.
los bosques. El que existan precios más favorables para los Es así como su conversión en plantaciones de pulpa y aceite de
productos primarios de origen agrícola en comparación con palma intensivamente manejadas excluirá permanentemente a
los de los productos no maderables del bosque induce a los los residentes; y si la legitimidad de sus reclamos sobre estas
agricultores a practicar modelos de agricultura menos sos- áreas era apenas tenue, ahora sí que se tornará irrelevante (Bar-
tenibles que aquéllos que se utilizan en los sistemas agrofo- ber 1997:75). En cambio si se garantizan los derechos de propie-
restales (Pardoch y Pinedo-Vásquez 1996:113). dad comunitaria a los grupos que dependen de los bosques en
Indonesia, será posible proteger tanto los intereses de los ha-
Nuevos enfoques bitantes rurales del país como promover la sostenibilidad am-
Si se decidiera otorgar reconocimiento legal a los adats y ga- biental.
rantizarles legitimidad se podrían mitigar muchos conflictos.
En 1998, antes de la caída del gobierno de Suharto, el Ministerio
de Aprovechamiento Forestal expidió un decreto que creaba
una nueva categoría de uso del suelo: el kawasan dengan tujuan
istemewa, o «áreas de objetivo especial o extraordinario» para 60
pueblos agroforestales productores de resina en las cercanías
de Krui, Sumatra. El decreto establecía un proceso para garan-
tizar derechos de uso y manejo oficiales a los poblados del área
para administrar 29.000 hectáreas de bosque. En efecto, se trata
de la primera regulación a través de la cual se garantizan dere-
chos legales de manejo a una comunidad agroforestal.
Otro cambio legal y de política fundamental ha sido el énfasis
que el Presidente Habibie ha dado a la importancia de la socie-
dad civil y a la capacidad del gobierno para responder y rendir
cuentas ante los ciudadanos. Aunque la Ley Forestal Básica
de 1999 admite que los residentes cumplen un papel crítico en el
manejo sostenible de los bosques, al mismo tiempo no recono-
ce los adats. En el Ministerio de Aprovechamiento Forestal se
37
C a p í t u l o 1 : E l v í n c u l o e n t r e l a g e n t e y l o s e c o s i s t e m a s
Cuadro 1.17 Pobreza rural y adaptación
erca de un poblado bengalí, unas familias dejan limpia con una alta demanda por parte de la población. Se estima que
38
R E C U R S O S M U N D I A L E S
Ejemplos de técnicas autóctonas de conservación de suelos y agua en países seleccionados de África Occidental
Densidad de población
País Pluviosidad (mm) (por km2) Técnicas de conservación
Burkina Faso 1.000-1.100 35 Muro de piedra en red de terraplenes en las laderas y canales de drenaje en las zonas bajas
1.000 35-80 Terraplenes en curva en las laderas y canales de drenaje
400-700 29 Hileras de piedras, terrazas de piedra y zanjas de siembra
Camerún 800-1.100 80-250 Terrazas elevadas (0,5-3 m de alto) y terraplenes de piedra
Cabo Verde 400-1.200 >100 Terrazas de piedra secas (con paredes de 1 a 2 m de alto) y albercas rectangulares (de 2 × 4 m
(tierras altas) aprox.)
Chad 250-650 5-6 Formas de recolectar agua en regiones más secas: sistemas de terraplenes con muros ladera
arriba y área de captación
Níger 300-500 Hileras de piedras y zanjas de siembra
Nigeria 1.000-1.500 110-450 Terrazas de piedra escalonadas y niveladas, cadenas rectangulares, cultivo en montículos
Malí 400 20-30 Sistema de fosos
500-650 13-85 Montículos en forma de cono, zanjas de siembra, terrazas, albercas cuadradas, hileras de piedras
o muros lejanos
Sierra Leona 2.000-2.500 38 Terraplenes de palos y piedras en los campos y técnicas de drenaje en los barrancos
Togo 1.400 80 Terrazas elevadas y terraplenes en curva; cultivo en montículos (rectangular)
Fuente: IFAD 2000.
boles de rápido crecimiento (Batterbury y Forsyth 1999:10-11, tarias, creando oportunidades de empleo e impartiendo nuevos
citando a Fairhead y Leach 1996). conocimientos, y dando asistencia técnica, de mercadeo, ca-
La adaptación no se halla confinada a las áreas rurales. En pacitación y crédito. Ciertamente, estas mismas instituciones
las ciudades, los pobres complementan sus dietas e ingresos también pueden impedir las adaptaciones y el progreso para
transformando lotes abandonados, terrazas o las tierras que reducir la pobreza. Entre los factores más negativos figuran los
bordean los caminos y otras vías de paso en parcelas altamente obstáculos a la participación de los pobres en la toma de deci-
productivas de vegetales, frutas y árboles. Dado que los ali- siones sobre manejo o negarles la seguridad de tenencia y los
mentos y el combustible son los renglones de la canasta familiar derechos de acceso a los recursos. Si no se les reconocen los
en que más gastan los hogares de las poblaciones urbanas po- derechos tradicionales de tenencia y no se les otorga control
bres, la agricultura urbana puede constituirse en la primera línea sobre los recursos, los pobres tienen menos incentivos y capa-
de defensa contra el hambre y la desnutrición. Los habitantes de cidad de adaptarse.
los tugurios que se movilizan para garantizarse el acceso al Experiencias como las de la gente de Sukhomajri, India, ilus-
agua y al saneamiento, así como para mejorar su medio am- tran la diferencia que marcan unos sistemas de tenencia estables
biente, están participando de una forma diferente de adapta- en la salud de un ecosistema. Hace 20 años, el Departamento de
ción. Pero esto puede ser más difícil en las ciudades, donde la Bosques otorgó a los pobladores el derecho a aprovechar los
respuesta de la comunidad puede depender más del acceso a pastos en la cuenca por una tarifa nominal, en vez de subastarlos
los gobiernos local y estatal, así como a corporaciones y agen- a un contratista, quien a su vez impondría a los pobladores una
cias internacionales, y del apoyo que éstos puedan brindar. tarifa elevada por los mismos (Agarwal y Narain 1999:16). Con la
Además, muchos de los riesgos ambientales son relativamente garantía de que podrían quedarse con los beneficios de una ma-
nuevos, superan la experiencia de los pobres de las ciudades, o yor producción de biomasa, los pobladores identificaron formas
son difíciles de detectar como es el caso de la intoxicación por de proteger la cuenca: regulando el pastoreo, invirtiendo en la
plomo y disolventes (Forsyth y Leach 1998:26). construcción de tanques de agua para incrementar la produc-
La manera en que una comunidad se adapta a la declinación ción de los cultivos y aprovechando de forma sostenible la ma-
de un ecosistema depende del conocimiento que los individuos dera que extraen de los bosques que rodean la cuenca de cap-
tengan del ambiente biofísico circundante, incluyendo las con- tación. A mediados de los años ochenta, Sukhomajri ya no
diciones de pluviosidad y del suelo. Factores económicos y po- importaba alimentos; ahora los exportaba. Entre 1979 y 1984, el in-
líticos tales como la disponibilidad de mano de obra y el acceso greso del hogar había aumentado de 10.000 a 15.000 rupias.
a los mercados son también fundamentales. Anualmente el pueblo obtiene ganancias de 350.000 rupias por la
Los gobiernos, las ONGs y las agencias de desarrollo pue- venta de leche y otras 100.000 por la comercialización del bhabhar,
den ayudar a los pobres a responder de forma positiva a los re- un pasto fibroso que se puede usar como pienso o venderse a las
tos que implica el manejo de los recursos naturales trabajando fábricas de papel (Agarwal y Narain 1999:16). Es así como hoy
mancomunadamente con los residentes, esto es, apoyando las en día la que una vez fue una cuenca degradada constituye un
adaptaciones diseñadas por ellos y a sus instituciones comuni- área más húmeda, verde, productiva y próspera.
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C a p í t u l o 1 : E l v í n c u l o e n t r e l a g e n t e y l o s e c o s i s t e m a s
ques se ven afectados por la tala indiscriminada (WCFSD las manos de aquéllos cuyos intereses económicos pueden favo-
1999:36). De la misma manera, el gobierno de Rusia sólo pudo recer niveles no sostenibles de aprovechamiento o un desarrollo
reunir una fracción —estimada entre el 3 y el 20%— de las ga- extensivo.
nancias que esperaba en 1994 por concepto del aprovechamien-
to de la madera (WCFSD 1999:36). Lo demás quedó repartido DERECHOS DE PROPIEDAD
entre robo y fraude. En 1985, la Maxxam Corporation adquirió la Pacific Lumber
Company radicada en el norte de California y dueña del rema-
nente más grande de bosque de secuoya maduro del estado.
¿De quién son los ecosistemas? Durante muchos años, la Pacific Lumber había gestionado sus
bosques usando como norte su productividad a largo plazo y ha-
L
a cuestión sobre la propiedad de la tierra —o de los de- ciendo hincapié en niveles moderados de aprovechamiento que
rechos de uso de sus recursos— es un factor crítico en pudieran continuar alimentando sus aserraderos de forma in-
la gestión de los ecosistemas y también en lo que se re- definida. Pero Maxxam abandonó rápidamente las prácticas de
fiere a determinar qué productos o servicios se extraen aprovechamiento sostenibles, si bien modestas, de Pacific Lum-
de ellos, cómo se aprovechan y quién se queda con los beneficios. ber, duplicando la tasa de corta para ayudar a pagar su consi-
Algunas formas de propiedad se oponen a un buen manejo, derable deuda corporativa. Los accionistas de Maxxam se que-
como cuando los derechos de propiedad están concentrados en daron con los beneficios de este enfoque miope, ignorando sus
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R E C U R S O S M U N D I A L E S
efectos a largo plazo en la economía local y en la salud y pro- cos— sino que tienen que cargar directamente con los costos de
ductividad del bosque (Harris 1996:130-135, 170-171; LOE la pérdida de servicios de los ecosistemas.
1996:12-18). La conexión entre pobreza y medio ambiente es compleja. En
La falta de derechos claros de propiedad de la tierra también muchos casos la pobreza contribuye a las presiones que operan
puede crear problemas. Una gran cantidad de gente pobre en el sobre los ecosistemas. Casi la mitad de los pobres del mundo vive
mundo carece de derechos legales de propiedad —tenencia— so- en tierras marginales —áridas, de ladera y similares— suscepti-
bre las tierras que habita. Es muy posible que un campesino po- bles a la degradación (PNUD 1998:66). Aun cuando la ladera
bre sin tenencia segura de la tierra carezca de incentivos para esté erosionada o la captura de pescado llegue a su límite, los po-
tomar en consideración la productividad a largo plazo porque bres por lo general no tienen alternativa distinta a seguir ago-
no tiene la garantía de que vaya a poder quedarse ahí y capita- tando el recurso o a convertir otras áreas vulnerables para utili-
lizar cualquier inversión que haya hecho en un buen manejo del zarlas.
suelo o del agua. De hecho, la carencia de títulos legales tiende a Sin embargo, no siempre es así. De hecho, a veces los pobres
desincentivar algunos usos de la tierra como los agroforestales, se encargan de la conservación y protección ambiental (Sherr
que son relativamente benignos al ecosistema pero tardan un 1999). En diversas partes del mundo la gente ha aprendido a ex-
tiempo considerable en alcanzar su tope de productividad (Sherr traer bienes de sistemas marginales sin causar una degradación
1999). Además, los inmigrantes sin tierra —quienes por lo ge- aún mayor. Por ejemplo, la comunidad mien de las tierras altas
neral huyen del desempleo, la pobreza y el conflicto civil en zo- del norte de Tailandia concentra sus cultivos en las laderas me-
nas más pobladas— han contribuido significativamente a la nos susceptibles a la erosión, permitiendo que los bosques cir-
deforestación en áreas de frontera, a medida que desmontan cundantes queden intactos o incluso se expandan (Batterbury y
parcelas de bosque para convertirlas a la agricultura de subsis- Forsyth 1999:8). En la región de Machakos en Kenia (véase el
tencia. En algunos casos, el desmonte del bosque en favor de Capítulo 3, «Reconquistar la cima: reviven las laderas de Ma-
esta última actividad se convierte en la vía de acceso al título so- chakos»), así como en las tierras áridas y bosques de África Oc-
bre la tierra pues tales «mejoras» se reconocen como un uso le- cidental, se están obteniendo logros similares como consecuencia
gal del suelo. de la diversificación tanto de los cultivos como de otras activi-
En ocasiones, los sistemas modernos de propiedad estatal o dades generadoras de ingreso.
privada entran en conflicto con formas más tradicionales de
propiedad comunitaria o grupal de la tierra, con consecuencias
adversas sobre el medio ambiente. Varias culturas del mundo Gestión orientada a mantener
han desarrollado sistemas de manejo comunitario de los recursos la salud del ecosistema
compartidos para evitar un aprovechamiento excesivo. Los bos-
L
ques de Indonesia, las praderas de Mongolia y las áreas costeras os ecosistemas bien gestionados pueden proporcionar
de pesca en las Filipinas constituyen ejemplos vivos de esto. Una todo un conjunto de beneficios a largo plazo. Pode-
amplia literatura sobre el tema documenta cómo estos sistemas mos elegir hacer hincapié en uno o unos pocos benefi-
tradicionales de derechos de propiedad y manejo comunitario cios a costa de otros —producción de madera a costa
pueden ser muy efectivos en lo que se refiere a preservar los del paisaje, una mayor cantidad de alimento a costa de bosques
ecosistemas a largo plazo, aun cuando son aprovechados de for- íntegros, energía eléctrica a costa de la pesca— pero cada opción
ma continua. Con todo, los gobiernos generalmente ignoran estas tiene consecuencias. Las decisiones erróneas del pasado han con-
formas tradicionales de propiedad negándoles su reconocimien- tribuido a degradar los ecosistemas innecesariamente, lo que
to legal. disminuye su rendimiento de bienes y servicios ahora que la de-
manda está aumentando rápidamente. Preservar la capacidad
LA POBREZA productiva de los ecosistemas en el contexto de las contrapresta-
La cuestión sobre quién es el dueño de los ecosistemas y de sus ciones que se presentan marca la diferencia entre una buena y
beneficios se convierte en última instancia en un asunto de equi- una mala gestión.
dad. Quienes poseen los derechos de propiedad o el dinero para Pero, ¿qué se necesita para gestionar un ecosistema de ma-
comprar artículos de consumo tienen mayores probabilidades nera tal que siga siendo resistente y productivo, además de pre-
de controlar los bienes y servicios que producen los ecosistemas y servar —o recuperar— su salud? Todavía estamos buscando la
de influir en su gestión. Aun así, son los pobres quienes dependen respuesta y no hay una medida estándar para estimar la salud o
más directamente de ellos para su supervivencia inmediata y resistencia de los ecosistemas. ¿Cuánta productividad deberíamos
por lo tanto los más vulnerables a las consecuencias de su dete- esperar de los ecosistemas y cuánta degradación podemos tole-
rioro. Los agricultores de subsistencia y otros que no pueden rar? ¿Hasta qué punto podremos reparar lo que hemos arruina-
darse el lujo de comprar fertilizantes dependen de la fertilidad do y cuánto nos va a costar?
natural del suelo; los pescadores artesanales dependen de la con- Ciertamente responder a las preguntas anteriores requiere
tinua productividad de lagos, ríos, estuarios y humedales coste- un conocimiento fundamental de los procesos que tienen lugar en
ros. Cuando estos sistemas se ven disminuidos, la gente pobre no los ecosistemas y de la relación que existe entre los diversos bie-
se puede proteger de sus efectos —como sí lo pueden hacer los ri- nes y servicios. Pero no se trata de preguntas exclusivamente
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C a p í t u l o 1 : E l v í n c u l o e n t r e l a g e n t e y l o s e c o s i s t e m a s
científicas. También entrañan elementos de juicio de carácter so- quiere que nos formulemos una serie de preguntas difíciles, como
cial, así como componentes económicos e incluso éticos. Es posi- las siguientes:
ble que decidamos sacrificar el aprovechamiento de una exten-
sión de bosque primario simplemente porque se trata de un ■ ¿De qué manera podemos gestionar las cuencas hidrográficas
hábitat hermoso y raro, pero también podemos considerar que y los recursos hídricos frente a aumentos potenciales en la de-
éste será más beneficioso si se utiliza para extraer madera de manda que oscilan entre un 50% más para riego y un 100%
construcción para viviendas y luego lo dejamos regenerarse a tra- más para el consumo industrial para el año 2025? (WMO
vés de un segundo rebrote. En cualquier caso, el bosque podrá 1997:19-20).
permanecer en su estado vital pero proporcionará un conjunto
diferente de beneficios. ■ Aun si se puede disponer de agua de riego, ¿cómo podemos
Sea cual fuere la decisión, las oportunidades para mejorar intensificar nuestra agricultura para alimentar a la pobla-
nuestro manejo de los ecosistemas son muchas. Nuestro conoci- ción futura sin aumentar el daño ocasionado por la escorren-
miento sobre su funcionamiento, sobre los nexos que existen en- tía de nutrientes y plaguicidas, y sin continuar convirtiendo
tre ellos y sus límites biológicos, y sobre su valor total ha mejo- los bosques y otros ecosistemas en tierras de cultivo?
rado significativamente en unas pocas décadas. Los satélites,
■ ¿Cómo podemos continuar abasteciendo el metro cúbico de
así como la disponibilidad de mejores técnicas de medición, han
productos de madera que cada persona promedio consume
fortalecido nuestra capacidad de supervisar los ecosistemas y
anualmente sin diezmar los bosques existentes? ¿Y qué pasa-
de medir los resultados de nuestra gestión. Las técnicas de res-
ría si la demanda de madera se duplicase en los próximos 50
tauración de ecosistemas también han progresado, y con ello
años, como algunos proyectan? (Watson et al. 1998:18).
surge la esperanza de que sea posible recuperar al menos una
parte de su productividad (Parrotta y Turnbull 1997). Los go- ■ ¿Cómo podemos disminuir el impacto del cambio de clima en
biernos y las comunidades entienden cada vez mejor la relación los ecosistemas, considerando que se espera un aumento de
que existe entre la salud de los ecosistemas y su propia prosperi- las emisiones de carbono a medida que crece la economía
dad económica y calidad de vida. Muchos ya han comenzado a mundial, por lo menos a corto plazo?
definir por su cuenta en qué podría consistir un manejo sosteni-
ble de los ecosistemas: un enfoque regional para el manejo de ■ ¿Cómo podemos reducir el impacto de las áreas urbanas —in-
cuencas hidrográficas o quizás restricciones al uso de la tierra cluyendo procesos de urbanización caóticos, consumo de
para que permitan un desarrollo urbano ordenado. agua, contaminación atmosférica, generación de basuras— en
Si bien el proceso mismo de desarrollo global puede au- los ecosistemas circundantes a medida que las poblaciones de
mentar las presiones que soportan los ecosistemas, también las ciudades crecen hasta alcanzar los 5.000 millones que se
puede convertirse en una fuerza positiva, induciendo cambios han estimado para el año 2025? (PNUD 1997).
en la manera en que los vemos y manejamos. A medida que au-
mentan los ingresos individuales y se adquiere mayor concien- No nos queda otra opción que hacerle frente a estas preguntas
cia ambiental, seguramente se incrementará el valor que le y a otras similares. Nuestra dependencia de los ecosistemas va en
asignamos a los ecosistemas intactos (Panayotou 1999). Esto aumento en vez de disminuir. La productividad de los ecosiste-
ya está sucediendo en los países más ricos. La demanda de mas es difícil y costosa de recuperar, una vez se ha perdido
turismo de naturaleza, por ejemplo, ha comenzado a aumentar como consecuencia de un manejo deficiente.
de forma notoria. En muchas áreas urbanas han surgido ini- Abordar estos problemas requerirá nuevas estrategias que
ciativas para preservar las tierras agrícolas y detener el desa- superen las barreras políticas sin perder el apoyo local, que tam-
rrollo urbano caótico. Proyectos ambiciosos dirigidos a restau- bién es crítico. A su vez, tales estrategias estarán apoyadas en
rar ecosistemas amenazados como el río Rin en Alemania o una compresión cada vez más clara del estado real de los ecosis-
los Everglades en Florida han obtenido apoyo político y finan- temas del mundo: cuánto tenemos y cuánto podemos perder si no
ciero. Estos proyectos son una evidencia de que hay un deseo los gestionamos mejor. Como primer paso, en el Capítulo 2 se
cada vez mayor de sentir y conservar los ecosistemas, y la vo- presentan los resultados de una evaluación amplia —aunque
luntad de pagar por ello. preliminar— de los principales ecosistemas del mundo. La espe-
Pero la existencia de estos signos positivos no debe conducir a ranza es que el conocimiento de estos antecedentes pueda ayudar
minimizar el desafío que conlleva definir una gestión de ecosis- a desvelar las contraprestaciones que ya se han presentado y a
temas equitativa y sostenible en el ámbito mundial. Y esto re- cristalizar las opciones de gestión que todavía tenemos.
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