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Las bobinas, también llamadas inductancias, son los elementos que, probablemente, varían
en su diseño más que cualquier otro componente electrónico, desde su concepción más elemental de
unas pocas espiras devanadas al aire a los más complejos devanados utilizados en ciertos circuitos
de televisión.
1 Introducción
Las bobinas, también llamadas inductancias, son los elementos que, probablemente,
varían en su diseño más que cualquier otro componente electrónico, desde su concepción
más elemental de unas pocas espiras devanadas al aire a los más complejos devanados
utilizados en ciertos circuitos de televisión.
Cuanta más alta es la frecuencia de la corriente aplicada a una bobina, menor será el
número de espiras que se necesitan para obtener una reactancia u oposición al paso de la
corriente alterna determinada. Así se construyen bobina de reducido número de espiras y
tamaño, par funcionar a muchos cientos de MHz, hasta grandes bobinas, con muchas
espiras, como elementos de filtro de la corriente alterna de hasta unas decenas de hertzio.
Una importante característica de estos componentes, en lo que respecta a su
fabricación, es que, en muchas ocasiones, su construcción es artesanal, es decir, hecha por
el propio profesional en su taller, utilizando hilo conductor de sección adecuada. Esta
característica no se da en las resistencias y condensadores, cuya fabricación corre a cargo
de empresas especializadas.
Por este motivo la gama de bobinas que pueden encontrarse en el mercado no es tan
extensa como en el caso de las resistencias y condensadores, limitándose su fabricación
industrial a fines bien concretos para determinados circuitos que ya tendrá ocasión de
estudiar más adelante. Las bobinas, también llamadas inductancias, son los elementos que,
probablemente, varían en su diseño más que cualquier otro componente electrónico, desde
su concepción más elemental de unas pocas espiras devanadas al aire a los más complejos
devanados utilizados en ciertos circuitos de televisión.
Cuanta más alta es la frecuencia de la corriente aplicada a una bobina, menor será el
número de espiras que se necesitan para obtener una reactancia u oposición al paso de la
corriente alterna determinada. Así se construyen bobina de reducido número de espiras y
tamaño, par funcionar a muchos cientos de MHz, hasta grandes bobinas, con muchas
espiras, como elementos de filtro de la corriente alterna de hasta unas decenas de hertzio.
Una importante característica de estos componentes, en lo que respecta a su
fabricación, es que, en muchas ocasiones, su construcción es artesanal, es decir, hecha por
el propio profesional en su taller, utilizando hilo conductor de sección adecuada. Esta
característica no se da en las resistencias y condensadores, cuya fabricación corre a cargo
de empresas especializadas.
Por este motivo la gama de bobinas que pueden encontrarse en el mercado no es tan
extensa como en el caso de las resistencias y condensadores, limitándose su fabricación
industrial a fines bien concretos para determinados circuitos que ya tendrá ocasión de
estudiar más adelante.
Clasificación de las bobinas
Según la frecuencia de las corrientes alternas distinguiremos entre bobinas para altas
frecuencias y bobinas para bajas frecuencias.
Según el núcleo o soporte donde va arrollada la bobina, distinguiremos entre:
Bobinas con núcleo de aire.
Bobinas con núcleo de hierro.
Bobinas con núcleo de pulvimetal.
Bobinas con núcleo de ferrita.
Además, las bobinas pueden ser apantalladas, es decir, situadas dentro de un
recipiente metálico que evita transferencias indebidas de energía entre la bobina y los
elementos del circuito situados fuera del apantallamiento.
Para finalizar diremos que es muy importante, si las espiras han de ir juntas, que el
hilo utilizado en la fabricación de la bobina esté aislado con un barniz aislante para evitar
cortocircuito s entre espiras, e incluso en aquellos casos en los que el devanado esté
sometido a elevadas tensiones, que el hilo esté recubierto de aislamiento plástico.
Las bobinas con núcleo de aire se construyen desde una fracción de espira hasta
varios cientos de espiras superpuestas en varias capas.
Normalmente las bobinas se impregnan con el fin de hacerla s resistentes a la
humedad y para mejorar su comportamiento ante las fuerzas mecánicas que puedan
soportar.
Todas las bobinas que se muestran en la figura 2 son simples, pero también pueden
estar dotadas de una toma intermedia.
Es muy importante que todas las espiras de la bobina tengan la misma separación,
aunque en ocasiones es necesario acercar entre sí algunas de ellas para ajustar el valor del
coeficiente de autoinducción de la bobina, puesto que acercando o alejando las espiras con
sumo cuidado la autoinducción admite un margen de variación en su valor.
La conexión de la bobina al circuito se realizará directamente, es decir que el propio
hilo constituyente de la bobina hace en sus extremos la función de terminal. Al conectar la
bobina debe tenerse muy en cuenta que la mayoría de ellas utilizan hilo de cobre recubierto
de un barniz aislante, por lo que deberá rascarse suavemente los extremos de la bobina con
un papel de lija antes de efectuar su soldadura, pues de lo contrario no se establecería el
contacto eléctrico entre el hilo de cobre y el estaño.
Cuando la bobina está arrollada sobre un tubo de fibra, plástico y otro material, se
disponen unos terminales de conexión en los que ya van soldados los extremos de la
bobina. Esto es muy corriente en aquellas bobinas cuyo hilo, por ser muy flexible (como el
hilo de Litz por ejemplo) no adquiere por sí solo la conformación adecuada, siendo
imposible arrollar al aire (sin soporte). Ejemplo de esta forma de devanado lo tenemos en
las bobinas de sintonía de los receptores de radio, las cuales, y aunque después se le
introduzca un núcleo de ferrita, están devanadas sobre un soporte y disponen de terminales
de conexión (Fig. 3), como simple aclaración le diremos que las bobinas de sintonía son
aquellas que, junto con un condensador variable tienen la función de sintonizar las emisoras
en un aparato de radio.
La sección del hilo conductor utilizado en la fabricación de una bobina depende,
lógicamente, de la intensidad de corriente que ha de circular por ella, siendo tanto más
grueso el hilo cuanto mayor sea el valor de la intensidad de corriente. En el caso de las
bobinas con núcleo de aire, las cuales son utilizadas en etapas de radiofrecuencia que
trabajen a cientos de MHz, debe tenerse presente que el efecto pelicular ya citado reduce la
sección útil de hilo utilizado en la fabricación de la bobina, por lo que en estos casos deberá
utilizarse hilo de sección bastante superior a la prevista para una corriente continua o
alterna de baja frecuencia.
Una forma constructiva muy especial de las bobinas con núcleo de aire son las
denominadas de nido de abeja.
Otro tipo de bobina con núcleo de aire es aquella que forma parte de un circuito
Impreso.
En la figura 5 puede ver parte de un circuito impreso sobre el que se han realizado
dos bobinas. Ésta es una forma de diseño de bobinas muy utilizada en algunos aparatos
electrónicos. Para el diseño de estas bobinas debe tenerse en cuenta la longitud, sección y
distancia entre las pistas de cobre. De acuerdo con estas magnitudes, así será la inductancia
de la bobina obtenida. Resulta un sistema muy adecuado par aprovechar espacios vacíos de
un circuito impreso, ya que sobre ellas pueden disponerse componentes de cierto tamaño y
así reducir el volumen del aparato.
Dado que esta unidad es, en muchos casos, excesivamente grande, se utilizan los
submúltiplos milihenrio, microhenrio y nanohenrio.
El coeficiente de autoinducción de una bobina con núcleo de aire depende
exclusivamente, como ya se dijo, del número de espiras, sección de la espira y longitud del
arrollamiento, mientras que en le caso de una bobina con núcleo ferro magnético el
coeficiente de autoinducción depende además de coeficiente de permeabilidad del núcleo.
Dado que un gran porcentaje de las bobinas utilizadas en electrónica son diseñadas
por el propio profesional, no existe normalización de fabricación de las mimas, excepto
aquellas de diseño especial tales como las de desviación del haz electrónico de los tubos de
imagen en televisión, filtros de audio, osciladoras, etc., las cuales se normalizan de acuerdo
con las necesidades y aplicaciones pero no siguiendo unas tablas E como era el caso de las
resistencias y condensadores.
Tolerancia
El valor del coeficiente de autoinducción discrepa, dentro de unos ciertos límites,
del valor nominal o valor teórico de la bobina. Estas discrepancias son debidas al proceso
de fabricación, y se designan, como en el caso de las resistencias y condensadores, por
tolerancias.
Variación de la inductancia
En bobinas con núcleo ajustable la variación que sufre le coeficiente de
autoinducción al ajustar el núcleo se indica de forma porcentual. Así, una bobina ajustable
de 260 μH, cuyo valor inductivo puede ser ajustado en ± 10%, podemos ajustar su valor
desde 234 μH a 286 μH.
En ciertos casos los fabricantes indican el tanto por ciento de la variación de la
inductancia en función de la carrera del núcleo, tal y como puede apreciar en la figura 11.
Así, en el caso de la figura 11 el valor nominal de la inductancia queda
incrementado en un 15% cuando el núcleo está ajustado a tope. Al desplazado unos 0,23
mm el valor de la inductancia es el nominal. Al desplazado 0,75 mm el valor de la
inductancia desciende en un - 15%.
Margen de frecuencias
Un dato muy importante a tener en cuenta es el margen de frecuencias a la que
puede trabajar una bobina. Como ya se ha dicho antes, no todos los núcleos son adecuados
para trabajar en alta frecuencia, así como los hilos del bobinado pueden resultar
inadecuados cuando se produce en ellos el efecto pelicular al trabajar en alta frecuencia.
Otro dato de gran influencia al trabajar en alta frecuencia son las capacidades parásitas que
se forman entre espiras de la bobina, y que pueden llegar a resultar como auténticos
cortocircuitos para la alta frecuencia.
Los fabricantes de bobinas suelen indicar en sus catálogos tanto la frecuencia
central de trabajo de la bobina como la capacidad parásita entre sus bornes.
Resistencia de aislamiento
Los hilos utilizados en la fabricación de bobinas están recubierto s de un barniz o
aislante que evita el cortocircuito directo entre espiras adyacentes. Dicho aislamiento puede
sin embargo ser perforado si la tensión aplicada a la bobina sobrepasa un cierto valor. Aquí
cabe hacer una distinción entre tensión aplicada a los terminales de la bobina y tensión
soportada entre dos espiras contiguas, puesto que la tensión se reparte por igual entre las
espiras y, en el caso de una bobina de una sola capa, la tensión entre espiras es igual a la
tensión total aplicada a los bornes de la bobina dividida por el número de espiras. Así, si la
bobina consta de 100 espiras y se le aplican 35 V la tensión entre espiras contiguas será de: