Está en la página 1de 11

Fecha: 21 de julio de 2019

Título del Sermón: Una persona fundada sobre la roca

Versículo Bíblico: San Mateo 7:24~25


24
Mt 7:24~25 Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace,

le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca.


25
Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra

aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.

En el libro de Génesis dice que la tierra que hoy vemos estaba

desordenada y vacía. En Génesis 1:2, dice:

Ge 1:2 2 Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban

sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las

aguas.

Sin embargo, Dios soñó con una tierra hermosa y buena, y la hizo en 6

días, descansando el séptimo día. Para crear el universo, el Espíritu

Santo soñó y actuó, por lo que hubo la creación. Para renovar y cambiar

nuestro entorno, el Espíritu Santo se manifiesta, pues con nuestras

fuerzas es imposible. El Espíritu Santo es la esencia y fundamento de la

espiritualidad de la cuarta dimensión y de la creación. Por lo tanto, cuando

nuestro entorno es caótico, vacío y lleno de oscuridad, la obra del Espíritu

Santo muestra un cambio y gran creación en nuestras vidas.

1. El Espíritu Santo se manifiesta por medio de los sueñ os


Nosotros debemos soñar para que el Espíritu Santo obre en nuestras

vidas. Soñar es tener una expectativa de algo para el futuro. Los sueños

y las esperanzas que hablamos nosotros los cristianos no son una vaga

expectativa del futuro, pues nosotros hablamos de sueños y esperanzas

por medio de la cruz de Jesús. Por medio de su preciosa cruz, el Señor

nos dio la bendición de soñar y poseer el quíntuple evangelio.

Por lo tanto, nosotros debemos soñar en cualquier situación. Nosotros

hemos nacido de nuevo por el Espíritu Santo, por lo que pertenecemos a

la cuarta dimensión, y podemos experimentar milagros por medio de la

oración en el mundo tridimensional. En el papel blanco de nuestras vidas,

debemos dibujar grandes sueños, deseos y objetivos, y orar y clamar por

ellos. Si tenemos sueños y objetivos oraremos clamando a Dios. Si

vemos en la Biblia, todos los que oraron sin cesar clamando a Dios, han

recibido la respuesta de sus oraciones y han experimentado milagros

Cuando Israel sufrió de una gran sequía por 3 años y medio, Elías, oró y

clamó por lluvia, poniendo su cabeza entre sus piernas. Hermano/a, si su

sueño y deseos arden en sus corazones, Ud. debe orar y ayunar: “Señor,

escucha mi clamor”. Entre los deseos más fuertes del ser humano es la

gula. Sin embargo, si nuestros deseos arden en nosotros hasta

dejaremos de comer y clamaremos a Dios. Esa oración sacudirá el trono

de Dios, y creará una base para la obra del Espíritu Santo.


Todas las personas que crecen y se desarrollan en la vida son los que

tienen un santo deseo y sueños ante Dios. Todos debemos anhelar tener

un mejor mañana. Así también es la gracia de Dios. Si deseamos ser

llenos del Espíritu Santo, ayunaremos, clamaremos y oraremos por

nuestros sueños y deseos. Si una persona tiene un deseo santo y arde

en su corazón, este sueño se hará realidad. Cuando tenemos sueños,

debemos orar y clamar para que Dios, dentro de su voluntad, cumpla

nuestros sueños. Dios dice: “Que te sea como has creído”. Por lo tanto,

si una persona que ora y clama por sus sueños, Dios hará grandes cosas.

Cuando nombro a los líderes de células de nuestra iglesia, yo no me fijo

en sus niveles educativos, ni veo sus apariencias físicas ni económicas,

solo veo cuánto ama a Dios. Pues si ama a Dios, ese fervor hará que su

célula crezca, y ellos son bendecidos y prosperados en todo. Si una

persona le da igual asistir o no a los cultos, orar o no orar, si tiene una

vida cristiana tibia, no solo se perderá ella sola sino hará que se pierdan

otras personas de su entorno. El hecho que nuestra iglesia haya crecido

de esta manera es por el amor intenso que tenemos a Dios.

Hace mucho tiempo, líderes y ministros extranjeros asistieron a la

conferencia de Iglecrecimiento que organizamos en forma anual. Estos

pastores decidieron no dormir miércoles y viernes por la noche. Yo les

pregunté el porqué de no poder dormir, y me dijeron que era por el clamor


y la oración de todos los miembros de nuestra iglesia, que se escucha

por todos los alrededores, por lo que decidieron no dormir esos días. Si

tenemos deseos y sueños santos, y clamamos con todas nuestras

fuerzas, Dios no solo nos responderá a nosotros, sino también de nuestra

descendencia.

2. El Espíritu Santo se manifiesta por medio de la fe

Si tenemos sueños en nuestros corazones y oramos ardientemente por

ellos, tendremos fe. La fe hace que se haga realidad un sueño. La fe es

un recipiente espiritual. Si oramos luego de preparar nuestra vasija de fe,

Dios la llenará con su respuesta. La fe es trasladar el futuro invisible al

presente, sobrepasando el tiempo y el espacio. La fe es creer lo invisible,

lo inaudible, lo intocable, y hacer realidad de antemano el futuro en el

presente.

Abraham y Sara eran un matrimonio de edad avanzada, y no tenían hijos.

¿ No diría la gente que este matrimonio estaba loco al llamarse padre y

madre de todas las naciones? Pero ellos creían en Dios y es él quien

llama lo que no es como que es. Ellos ahora no tenían un hijo, pero tenían

fe que lo tendrían a pesar de sus edades.

Asimismo, otro ejemplo de fe es Josué, quien recibió palabras de Dios

luego de la muerte de Moisés. En Josué 1:3, dice:

Jos 1:3 3 Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar


que pisare la planta de vuestro pie.

El pueblo de Israel aún no había conquistado la tierra de Canaán. Sin

embargo, Dios no les dijo que le daría la tierra, sino que les dijo: “Ya se

la he dado a uds”.

Dios ha dicho que el futuro, que aún no ha llegado, está presente, pues

todas las cosas están hechas por él. Por más que ahora lo que deseamos

no esté en nuestras manos, debemos tener fe que es algo que Dios ya

nos la entregó. La fe no es un hecho que ocurrirá en un futuro y lugar

lejano. La fe es creer que lo imposible y lejano se hace realidad en

nuestros corazones.

Nosotros debemos ser personas de fe que tengamos el futuro como

presente. Si tenemos fe, nuestras vidas podrán experimentar milagros

más allá de nuestra imaginación. Si tenemos sueños y deseos, creamos

que el Espíritu Santo los hará realidad. ¿ Cómo se tiene y se desarrolla la

fe? La fe se fortalece por medio de la Palabra y la llenura del Espíritu

Santo.

Yo he leído este testimonio. Hubo alguien que sufrió enfermedades de la

piel durante décadas, y la medicina no la podía sanar. No obstante, esta

persona, vio por medio de la televisión el evento de Miss América, y ella

testificando que tenía la pierna corta, pero mediante la oración de su

pastor, su pierna se alargó por medio de un milagro, convirtiéndose así


en Miss América. Luego de escuchar ese testimonio, esta persona se

quedó impresionada, y dijo: “Si has solucionado la pierna corta de Miss

América, yo sé que podrás curar mi enfermedad dermatológica”.

Desde ese momento, esta persona empezó a trascribir en un cuaderno

todos los versículos de sanidad que hay en el Nuevo Testamento de la

Biblia. Luego, leía todos los días, meditaba la Palabra de Dios, y

proclamaba con mucha fe su sanidad. Ella oraba, y un día, Dios le puso

una paz en su corazón diciendo: “Hoy sanarás”. Desde ese instante, ella

no tuvo más problemas en su piel, y tampoco un solo brote dermatológico

que le haya perjudicado.

Cuando escuchamos la Palabra de Dios tenemos fe, y el Espíritu Santo

obra por medio de ella. Todos nosotros debemos tener fe arraigada en la

Palabra de Dios. Un árbol que ha echado raíces profundas, nunca es

derrumbado cuando sopla un fuerte viento. De igual forma, nosotros que

creemos en Jesús, aunque soplen fuertes vientos de problemas de la vida,

no seremos derrumbados, pues nuestra fe está profundamente arraigada

en la Palabra de Dios.

Jesús dijo en San Mateo 7:24~25, así:


24
Mt 7:24~25 Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace,

le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca.


25
Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra
aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.

Por lo tanto, cuando escuchamos y actuamos en la Palabra de Dios,

nuestra fe crece y se fortalece.

Yo he tenido un momento muy malo en mi estado de salud. Había

terminado una cruzada de evangelización en el extranjero y volvía Corea,

y como siempre, mucho trabajo me esperaba en mi oficina. Es por eso

que mis riñones empeoraron, me dolían la espalda y cintura, todo el día

estaba sin fuerzas, y mi estado físico estaba sumamente mal. Aunque no

me sentía bien, yo seguía trabajando, por más que mis fuerzas ya no

daban más.

Un viernes por la noche, tenía que ir a la iglesia en Gangnam para dirigir

la vigilia, y mientras iba en el auto, de repente vino a mi mente un

pensamiento: “Creo que me voy a morir esta noche”. No obstante, yo solo

oraba porque debía estar bien para predicar ese día. Yo solo oraba a Dios

diciendo: “Dios, sana mis riñones. No puedo predicar si estoy enfermo”.

En ese instante, Dios me mostró una visión. Mientras estaba orando, el

Señor extendió sus ambas manos, una sobre mi pecho, y la otra sobre mi

riñón, mientras yo oraba, pude ver al Señor sanándome. Ese día, pude

predicar bien y fui completamente sanado por Dios.

Si oramos a Dios con sueños, el Espíritu Santo nos dará fe. Oremos sin

cesar para que nuestra fe crezca, nos sostenga y estemos


completamente sumergida en ella.

3. El Espíritu Santo obra por medio de nuestra proclamació n

Cuando proclamamos la Palabra de Dios y de creación, el mundo

tridimensional es transformado. Dios creó el mundo por su Palabra.

Nosotros somos creados a imagen y semejanza de Dios, por lo que

también tenemos poder en nuestras palabras. Dios nos dio el poder de

hablar para que participemos en este mundo creativo. Por medio de las

palabras de nuestros labios podemos transformar nuestras vidas.

¿ Deseamos que Dios bendiga a nuestros hijos? ¿ Deseamos que la

gracia de Dios esté sobre nuestros negocios? Si lo deseamos, debemos

proclamar por nuestros labios. Si proclamamos la Palabra de Dios y

nuestros deseos al Señor, el Espíritu Santo lo hará realidad. ¿ Todos

queremos ser prosperados y bendecidos? Entonces proclamemos la

Palabra de Dios.

En 2Corintios 8:9, dice:

2Co 8:9 9 Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que

por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su

pobreza fueseis enriquecidos.

Si confesamos esta Palabra y creemos en ella, el Espíritu Santo obrará y

hará sus grandes milagros.

Si nosotros hablamos negativamente y decimos: “Todo me va mal. Mi


negocio va a la quiebra. Solo me queda la desesperación”, el diablo oirá

esas palabras y nos querrá destruir, porque él vino para robar, matar y

destruir.

Hermano/a, aunque en este momento todo sea difícil y pasemos por el

camino oscuro de la vida, nosotros debemos agradecer, orar y elevar

alabanzas a Dios. No estamos solos en ninguna situación, tengamos fe

que Dios está con nosotros. Con mucha fe proclamemos: “Jesús está

conmigo, nunca me abandona. La maldición no podrá alcanzarme pues

soy hijo/a bendecido/a por Dios”. Si proclamamos de esta forma, el

Espíritu Santo empezará a obrar grandes y pequeños milagros en

nuestras vidas.

También, todos nosotros hemos recibido la bendición de la sanidad. Hay

personas que dicen: “Oro por mi enfermedad pero no pasa nada y cada

día es peor”, entonces, ¿ Cómo va a esperar un milagro del Espíritu Santo?

Cuando nos sujetamos completamente en la Palabra de sanidad y

proclamamos con mucha fe, es cuando nuestras enfermedades son

sanadas.

Proclamemos en este momento Isaías 53:5.

Is 53:5 5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros

pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos

nosotros curados.
Si proclamamos con mucha fe esta Palabra, el Espíritu Santo tocará

nuestras vidas y hará sus milagros.

El Espíritu Santo hace lo malo en bueno, levanta lo arruinado, da victoria

al debilitado, y riqueza al pobre. Experimentemos el poder del Espíritu

Santo en nuestras vidas, y de esa forma cambiar nuestro destino y

entorno.

Aunque en este momento estemos atravesando por momentos difíciles,

sujetémonos en la Palabra de Dios sin retroceder. En Hebreos 10:38, dice:


38
He 10:38 Mas el justo vivirá por fe; y si retrocediere, no agradará a mi

alma.

Nosotros vivimos por medio de la fe. Aunque estemos en medio de

muchos sufrimientos, aflicciones y problemas, tengamos fe en Dios,

seamos fuertes y valientes.

Es momento que soñemos y dibujemos la obra del Espíritu Santo en

nuestros corazones, y dejemos que él mismo obre en nosotros, para que

cada día sea un día de nueva historia de cambio y creación.


Oremos: Dios de amor, venimos delante de ti con nuestras cargas.

Las dejamos delante de tu presencia confiando que tú las llevarás.

Dios bueno, te entregamos nuestras vidas para que obres y hagas

tus milagros en nosotros. Queremos experimentar tu presencia.

Espíritu Santo manifiéstate hoy en nuestros corazones. Todo esto

pedimos en el nombre de Jesús. Amen.

También podría gustarte