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ARABIA SAUDITA

Saludo:
Honorable mesa, honorables delegaciones, observadores, observadoras y demás personas
presentes en la sala, Buenos días.
Introducción:
El Reino de Arabia Saudita es un país de Asia Occidental ubicado en la península arábiga,
cuya forma de gobierno es la monarquía absoluta, limita con Jordania por el noroeste, con
Irak por el noreste, con Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, Catar y el golfo Pérsico por el
este, con el mar Rojo por el oeste, y con Omán y Yemen por el sur, además de estar
conectado con Baréin, a través de la calzada del Rey Fahd. Apenas nos llegan algunas
imágenes y noticias que no son suficientes para formarnos una imagen fiel del país. Así
que las imágenes que tenía en mi cabeza, no eran nada halagüeñas: desierto, extremismo
religioso. Y, sin embargo, me di cuenta enseguida de que los saudíes se levantan cada día
para ir a trabajar o ir a clase, igual que nosotros aquí y tienen problemas similares a los
nuestros. También es cierto que hay muchas diferencias culturales. En Arabia Saudí la
religión es un elemento central en la sociedad y está presente en casi todos los espacios y
momentos. De hecho, el islam, una religión con 1.500 millones de seguidores, tiene su
lugar más sagrado en La Meca, en Arabia Saudí, a donde deben ir los musulmanes una vez
en la vida.
Cuerpo:
Tortura
La tortura y el maltrato de personas detenidas son hechos comunes, extendidos y
generalmente cometidos con impunidad. Según lo informado, la metodología incluye
golpes, suspensión por las extremidades y privación del sueño. Según informes, entre las
personas sometidas a maltrato se incluyen manifestantes que fueron mantenidos
incomunicados durante días o aún semanas, sin que se hubieran formulado cargos en su
contra ni fueran sometidos a juicio.
Las fuerzas policiales y las autoridades de inmigración de Arabia Saudita rutinariamente
cometen abusos contra personas demoradas o detenidas, especialmente trabajadores de
los países del tercer mundo.
Castigos corporales
Arabia Saudita es uno de aproximadamente treinta países en el mundo que incluye el
castigo físico entre sus penalidades legales. Algunos crímenes menores como el “desvío
sexual” o la embriaguez son castigados con azotes. En los 2000, se informó sobre mujeres
sentenciadas a ser azotadas por causa de adulterio; realmente, las mujeres eran víctimas
de violación, pero como no podían probar quienes eran los abusadores, fueron
consideradas culpables de cometer adulterio. El número de azotes no está claramente
determinado por la ley y varía de acuerdo al criterio de los jueces, oscilando entre decenas
de latigazos a varios cientos, generalmente aplicados en un periodo de semanas o meses.
En el 2004, el Comité contra la Tortura de Naciones Unidas criticó a Arabia Saudita por las
penas corporales llevadas a cabo bajo la Sharia. Los miembros de la delegación saudí
respondieron defendiendo sus “tradiciones legales”, mantenidas desde el inicio del Islam,
hace 1400 años y rechazaron la interferencia en su sistema jurídico. Las cortes continúan
imponiendo sentencias de azotes como castigo principal o adicional para muchos delitos.
Al menos cinco acusados fueron condenados a penas que oscilaban entre 1.000 y 2.500
latigazos. El castigo tuvo lugar en cárceles.
Pena de muerte
Arabia Saudita impone la pena capital, en algunos casos mediante decapitación. La pena
de muerte puede ser impuesta por una amplia gama de delitos incluyendo el asesinato, la
violación, el robo a mano armada, el uso reiterado de drogas, la apostasía, el adulterio, la
brujería o hechicería y puede ser ejecutada mediante decapitación con una espada,
lapidación o fusilamiento, seguido de crucifixión. En el año 2005 hubo 191 ejecuciones, 38
en el año 2006, 153 en el año 2007 y 102 en el año 2008. Para el año 2015, el informe de
Amnistía Internacional habla de “decenas”, sin dar precisiones del número exacto de
ejecuciones.
Trabajadores migrantes
Durante el año 2013, las autoridades saudíes intentaron sin éxito regularizar la situación
de trabajadores extranjeros irregulares, con el objeto de mejorar la oferta laboral para los
trabajadores saudíes. Finalmente, en noviembre de 2013, iniciaron acciones represivas
contra los trabajadores migrantes ilegales. Las autoridades saudíes -en algunos casos, con
ayuda de ciudadanos- reunieron a un grupo numeroso de trabajadores ilegales y los
sometieron a castigos físicos. En marzo de 2014, desde el Ministerio de Interior, se
informó que se habían deportado más de 370.000 trabajadores migrantes irregulares y
que más de 18.000 permanecían encarcelados.

Trata de personas
Arabia Saudita es el país de destino de víctimas de la trata de personas con propósitos de
servidumbre involuntaria o explotación sexual. Hombres y mujeres de Bangladesh, India,
Sri Lanka, Nepal, Pakistán, Filipinas, Indonesia, Sudán, Etiopía, Somalia y varios otros
países, viajan voluntariamente a Arabia Saudita como empleados domésticos y otros
trabajos de bajo nivel de calificación, pero algunos posteriormente enfrentan condiciones
laborales de servidumbre cercanas a la esclavitud. Las mujeres, principalmente de países
de Asia y África son traficadas hacia Arabia Saudita con fines de explotación sexual; otras
son secuestradas y forzadas a ejercer la prostitución luego de haber escapado de
empleadores abusivos.
Derechos de las mujeres
Las mujeres saudíes enfrentan discriminación en muchos aspectos de su vida, por
ejemplo, en el sistema de justicia. Por razones sociales, las mujeres sólo representan el 5
% de la fuerza de trabajo en Arabia Saudita, el porcentaje más bajo del mundo. El trato de
las mujeres ha sido caracterizado como “segregación sexual” y "apartheid de género”. La
puesta en marcha de una resolución del gobierno que apoyaba la ampliación de
oportunidades laborales para las mujeres, encontró resistencias en el propio Ministerio de
Trabajo, en la policía religiosa, y en la población masculina en general. En muchas partes
de Arabia Saudita se cree que el lugar de la mujer es el hogar, cuidando a su esposo y
familia, a pesar de lo cual hay algunas mujeres exitosas y alguna de ellas sostienen
económicamente a la familia, en lugar del propio marido. Más aún, existe también cierta
forma de segregación al interior de los propios hogares, tales como diferentes entradas
para hombres y mujeres.Los derechos de las mujeres son el núcleo de los pedidos de
reforma en Arabia Saudita, pedidos que están desafiando el estatus quo político del reino.
Grupos femeninos locales e internacionales presionan también a los gobiernos en busca
de respuestas, aprovechando el hecho de que algunos gobernantes están dispuestos a
proyectar una imagen más progresista hacia Occidente. La presencia en esos grupos de
poderosas empresarias -todavía una imagen rara allí- ayuda a que sean escuchadas. Con
anterioridad a 2008, a las mujeres no se les permitía entrar en los hoteles o apartamentos
amueblados sin un acompañante, carabina o “mahram”.
Libertad de prensa y comunicación
Los medios de comunicación de audio, video o prensa escrita, incluida televisión,
radiodifusión y recepción de internet reciben una fuerte censura por parte del gobierno
saudita a los efectos de prevenir la difusión de contenidos de oposición política o de
cualquier naturaleza que en opinión de las autoridades resulte ofensivo a la cultura
wahabí o a la moral islámica. En diciembre de 2007, el conocido bloguero y analista
político saudita Fouad al-Farhan fue encarcelado por publicar comentarios críticos a
figuras empresarias, religiosas y mediáticas, lo que significó que el gobierno intensificara
su política de censura a internet al interior de sus fronteras. Finalmente, fue liberado el 26
de abril de 2008. Las redes sociales están cada vez más bajo el escrutinio del gobierno,
que busca hacer frente a los temas "prohibidos". En 2010 un hombre saudí fue multado y
se lo condenó con un tiempo de cárcel por su producción de un vídeo sexualmente
sugestivo publicado en YouTube. Ese mismo año, otro hombre también fue encarcelado y
condenado a pagar una multa por jactarse de su vida sexual en un programa televisivo.
“D+Z”, una revista dedicada a temas de desarrollo, informa de que cientos de personas
fueron detenidas con el objeto de limitar su libertad de expresión. Muchos de estos
individuos fueron detenidos sin juicio y en secreto. También se constató que la tortura de
esos prisioneros fue frecuente. El caso de Raif Badawi, fundador y editor de un sitio web
dedicado a la discusión de temas religiosos -comentado anteriormente- resulta un claro
ejemplo de las consecuencias derivadas del ejercicio de la libertad de expresión. El
novelista saudí y analista político Turki al-Hamad fue arrestado el 24 de diciembre de 2012
después de una serie de tuits sobre religión y otros temas. La detención fue ordenada por
el ministro del Interior, el príncipe saudita Mohammed bin Nayef, sin embargo, los cargos
contra al-Hamad no fueron dados a conocer. Posteriormente, al-Hamad fue liberado. En
julio de 2015, Waleed Abu-al Khair, destacado abogado de derechos humanos, fundador
de Monitor de Derechos Humanos en Arabia Saudita y beneficiario del Premio Olof Palme
del año 2012 por acciones vinculadas a los derechos humanos, fue sentenciado a 15 años
de prisión por un tribunal penal especial en Riad por el cargo de "ofensas". En el informe
publicado por el Consejo de Derechos Humanos de la Asamblea General de Naciones
Unidas el 26 de diciembre de 2013, titulado "Informe del Grupo de Trabajo sobre el
Examen Periódico Universal", correspondiente a Arabia Saudita, el representante del reino
afirmó la relatividad de los derechos vinculados a la libertad de expresión.
Derechos LGTB
Arabia Saudita no reconoce los derechos del colectivo LGBT. La homosexualidad es con
frecuencia un tema tabú en la sociedad saudí y está castigada con penas de prisión,
castigo corporal e incluso pena capital. La transexualidad se asocia generalmente con la
homosexualidad. La Asociación Internacional de Gays y Lesbianas (ILGA, por sus siglas en
inglés) informa que en el reino de Arabia Saudita no está reconocido ninguno de los
derechos vinculados a sus reclamos específicos y constituyen delitos penados por la ley las
relaciones sexuales entre personas del mismo sexo y el travestismo, por ejemplo. La
posición de las autoridades de Arabia Saudita respecto de los derechos de la comunidad
LGBT parece no sufrir cambios con el correr del tiempo y aún parece extenderse y
reafirmarse, según surge de las declaraciones de Faisal bin Hasan Trad, representante de
Arabia Saudita en la ONU.
Conclusión:
Mi objetivo como representante de mi país es que en mi Reino se puedan obtener
distintas soluciones concisas para toda la violación de derechos que tenemos en mi Reino.
Bibliografía:
https://es.wikipedia.org/wiki/Derechos_humanos_en_Arabia_Saudita#Derechos_de_LGBT

http://vivirorientemedio.com/tag/introduccion-a-arabia/

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