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2009 Sousa Santos Epistemologia Del Sur DISCURSOCIENCIA PDF
2009 Sousa Santos Epistemologia Del Sur DISCURSOCIENCIA PDF
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UNA EPISTEMOLOGÍA DEL SUR:
LA REINVENCIÓN DEL CONOCIMIENTO
YLA EMANCIPACIÓN SOCIAL
por
BOAVENTURADESOUSASANTOS
edición de
JOSÉGUADALUPEGANDARILLASALGADO
o
PRESENTACIÓN DEL EDITOR
1 Hay que señalar que Boaventura de Sousa Santos había tenido una inicial incursión en tiene sus referentes en el planteamiento del filósofo barcelonés Raimon Panikkar, altamente
el medio académico mexicano, en mayo de 1993, cuando participó en el coloquio coordinado interesado en el diálogo entre las culturas de Oriente y Occidente, quien justamente a través
por Bolívar Echeverría "Modernidad europea, mestizaje cultural y ethos barroco", efectuado del señalamiento del problema de los topoi y de la isotopía y la distopía, recurre al concepto
en la Facultad de Filosofla y Letras de la UNAM. Su participación de aquel entonces apareció de hermenéutica diatópica como un valioso recurso heurístico. Pannikar se pronuncia también
publicada con el título "El Norte, el Sur, la utopía y el ethos barroco" en el libro Echeverría, por una hermenéutica morfológica y una hermenéutica diacrónica que juntos comportan "tres
Bolívar. Modernidad, mestizaje cultural, ethos barroco, México, UNAM-El equilibrista, 1994, momentos kairológicos ... interconectados de superar la distancia epistemológica y por lo tanto
pp. 311-332. el aislamiento humano". Pannikar, Rairnón. "Introducción" [1977] en Mito.fe y hermenéutica,
2 Esta categoría, de alto significado para el pensamiento de Boaventura de Sousa Santos, Barcelona, Herder, 2007, p. 32.
10 PRESENTACIÓN DEL EDITOR PRESENTACIÓN DEL EDITOR 11
nante de la ciencia moderna (cuya base sitúa en la preponderancia trabajos más recientes (y de los que este libro da cuenta), a proponer
de polaridades binarias o dicotómicas, sujeto-objeto, mente-materia, una epistemología del Sur que tenga por base las siguientes orienta-
naturaleza-sociedad, ciencias-humanidades, etc., en que se plasma la ciones: "aprender que existe el Sur, aprender a ir hacia el Sur, apren-
ruptura con el sentido común), y el rumbo que parece estar siguien- der a partir del Sur y con el Sur". En este aspecto el planteamiento de
do su transición, y que a falta de mejor nomenclatura califica, en su Santos remite, poderosamente, a lo ya señalado, en su momento, en
momento, como ciencia posmoderna. Si ya aparecía como atractiva un tono literario por el llamado "poeta de los heterónimos". 3
la idea de tal publicación, más sugerente resultaba la idea de acom- Como ya se aprecia, en este sucinto recorrido, el de Boaventura de
pañarla de "Hacia una sociología de las ausencias y una sociología Sousa Santos es un caso muy ilustrativo de un autor que ha ampliado,
de las emergencias'', que ocupa el capítulo 3 en este libro, en la me- de manera significativa, tanto en la teoria como en la práctica, sus
dida en que este último representaba la puesta al día del debate al territorios de interés, su propio horizonte de visibilidad. Sus reflexio-
que Santos convocara desde mediados de los ochenta y que concitó nes avanzan desde una comprensión crítica y alternativa dd derecho
la publicación en portugués de un volumen en que intervienen más hasta una comprensión pluridimensional, transdisciplinaria e inter-
de treinta autores y suma poco más de 800 cuartillas, cuyo título es cultural del paradigma de la modernidad y de las señales que parecen
Conhecimiento prudente para uma vida decente: Um discurso sobre as ciencias estar marcando su transición. Consecuencia de ello ha sido el que, en
revisitado (Sao Paulo, Editora Cortez, 2004). La versión en castellano correspondencia, se aumentaran los alcances del libro que obra en
que presentamos en el capítulo 3 tiene la virtud, además, de contener sus manos para dar cabida, en toda la segunda parte, a una serie de
una digresión actualizada con relación a la publicada por Trotta en trabajos en que se analizan las caracteristicas de los procesos actuales
2005, y considerablemente más amplia en la parte correspondiente de emancipación social.
a "las lógicas de producción de no existencia" y "las cinco ecologías" Para que este libro fuera posible se contó, en todo momento, con
que se le oponen (ecología de saberes, de temporalidades, de recono- la buena voluntad del autor y con el compromiso manifiesto de las
cimientos, de escalas de pensamiento y acción y, finalmente, de pro- autoridades del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Cien-
ductividades) . cias y Humanidades de la UNAM, en las personas de su anterior di-
Sin embargo, la interpretación de Santos no reduce el proceso a rector Daniel Cazés, Norma Blázquez, su actual directora y Rogelio
una transición exclusivamente epistemológica en las estructuras del López, secretario técnico. Diversas razones fueron posponiendo su
saber, ubica ésta en las líneas generales de una transición que ocurre publicación pero permitieron que en su actual versión incluya algo de
en los dominios de lo social y lo político. El posmodernismo celebra- lo más reciente del pensamiento de Boaventura de Sousa Santos, y sea
torio, en su rechazo del paradigma moderno, reniega también del finalmente auspiciada su edición por el Consejo Latinoamericano de
discurso crítico que la modernidad (occidental) había creado y de Ciencias Sociales (cLAcso) y por esta casa editora.
las grandes narrativas emancipatorias. que propicio, por ello, el dis- Quienes acometan su lectura dictaminarán hasta que punto se lo-
tanciamiento que nuestro autor promueve se afinca, en su momen- gra colmar con el presente la disposición, en español, de la obra del
to, en un posmodernismo de oposición. Hoy, esta alternativa, para el quizá más importante sociólogo portugués y de uno de los pensadores
propio Santos se revela insuficiente y le exige distanciarse también de más originales del momento.
las versiones dominantes del poscolonialismo y pronunciarse por un
poscolonialismo de oposición. La naturaleza intrínseca de ambos dis- José Guadalupe Gandarilla Salgado
tanciamientos lleva a nuestro autor a formular una alternativa que si
bien no promueve una nueva teoría general de la emancipación, sí se
3 Afirma Fernando Pessoa en una de sus obras más significativas: "Sentí en sueños mi
pronuncia por una "teoria general de la imposibilidad de una teoria
liberación, como si mares del Sur me hubiesen ofrecido islas maravillosas aún no descubiertas.
general". La ampliación en la escala del razonamiento y la perspectiva
Sería entonces el reposo, el arte consumado, la realización intelectual de mi ser". Pessoa, Fer-
desde la que se enuncia críticamente conducen a nuestro autor, en sus nando. Libro del desasosiego. Buenos Aires, Émece, 2005, 7a. edición, p. 53.
PREFACIO
PREFACIO capitalismo global nunca fue tan intensa como ahora. De este modo,
la epistemología del Sur para ser consistentemente anticapitalista ha
de ser también anticolonial, y viceversa. La posibilidad de un futuro
poscapitalista se basa en la posibilidad de un futuro poscolonial, y
viceversa.
En cuanto epistemología poscolonial, la epistemología del Sur ha
Entiendo por epistemología del Sur la búsqueda de conocimientos de tomar en cuenta las especificidades de las prácticas coloniales a las
y de criterios de validez del conocimiento que otorguen visibilidad que se opone. No se trata de diferenciar los varios colonialismos en el
y credibilidad a las prácticas cognitivas de las clases, de los pueblos y sentido de determinar los que fueron mejores y los que fueron peo-
de los grupos sociales que han sido históricamente victimizados, ex-, res, ya que todos fueron igualmente malos. Se trata, antes, de distin-
plotados y oprimidos, por el colonialismo y el capitalismo globales. guir entre diferentes prácticas de colonización para sintonizar mejor
El Sur es, pues, usado aquí como metáfora del sufrimiento humano las prácticas que se les deben oponer. Es sabido, por ejemplo, que las
sistemáticamente causado por el colonialismo y el capitalismo. Es un prácticas coloniales del colonialismo ibérico (ilustrado en este libro
Sur que también existe en el Norte global geográfico, el llamado Ter- por el colonialismo portugués) fueron distintas de las del colonialis-
cer Mundo interior de los países hegemónicos. A su vez, el Sur global mo británico. Las prácticas anticoloniales y poscoloniales emergentes
geográfico contiene en sí mismo, no sólo el sufrimiento sistemático de los pueblos que estuvieron sujetos a los dos colonialismos deben
causado por el colonialismo y por el capitalismo globales, sino tam- ser también diferentes, por lo menos parcialmente.
bién las prácticas locales de complicidad con aquéllos. Tales prácticas La tercera premisa de este libro es que la epistemología del Sur
constituyen el Sur imperial. El Sur de la epistemología del Sur es el apunta fundamentalmente a prácticas de conocimiento que permitan
Sur antiimperial. intensificar la voluntad de transformación social. La identificación de
La primera premisa de los ensayos reunidos en este libro es que no las relaciones desiguales de poder-saber que subyacen a las epistemo-
habrá justicia social global sin justicia cognitiva global. Los procesos logías del Norte (hecha recientemente con extraordinaria erudición y
de opresión y de explotación, al excluir grupos y prácticas sociales, brillantez por Pablo González Casanova en su libro Las nuevas ciencias
excluyen también los conocimientos usados por esos grupos para lle- y las humanidades. De la academia a la política, Barcelona, Anthropos-
var a cabo esas prácticas. A esta dimensión de la exclusión la he lla- IIS/UNAM, 2004) es un primer paso para transformar esas relaciones
mado epistemicidio. La epistemología del Sur, al mismo tiempo que de poder. Tiene muy poco sentido hacer una crítica pretendidamen-
denuncia el epistemicidio, ofrece instrumentos analíticos que permi- te radical de la modernidad occidental sin cuestionar el mecanismo
ten, no sólo recuperar conocimientos suprimidos o marginalizados, fundamental de su reproducción: la reducción de la realidad a lo que
sino también identificar las condiciones que tornen posible construir existe. Es eso lo que hacen las corrientes a las que designo posmoder-
nuevos conocimientos de resistencia y de producción de alternativas nismo celebratorio. Tiene igualmente poco sentido hacer una crítica
al capitalismo y al colonialismo globales. En esto consiste la propuesta culturalista a la modernidad occidental, por más radical que sea, como
de una ecología de los saberes. hacen ciertas corrientes del poscolonialismo, dejando en la sombra
La segunda premisa de este libro es que, tal como en el inicio, el ca- los procesos económicos, sociales y políticos que tanto se reproducen
pitalismo y el colonialismo continúan profundamente entrelazados, en la crítica de la cultura, como en la cultura de la crítica. Contra la
aunque las formas de articulación hayan variado a lo largo del tiem- redución de la realidad a lo que existe y las omisiones culturalistas
po. El fin del colonialismo formal, o político en sentido estricto no que la sustentan, presento, como propuesta central de este libro, una
significó el fin del colonialismo social, cultural y, por lo tanto, político sociología de las ausencias y una sociología de las emergencias.
en sentido amplio. El proyecto colonial continúa hoy en vigor bajo Este libro se debe a la iniciativa de José Guadalupe Gandarilla Sal-
nuevas formas y puede incluso afirmarse que su articulación con el gado y a su esfuerzo diligente y competente para dar a conocer mi
[ 12]
PREFACIO
INTRODUCCIÓN
1 Este capítulo fue inicialmente publicado como un pequeño libro en 1987 (Portu-
Poincaré y Einstein. Y, de tal modo es así que es posible decir que en huirá a purificar o a corromper nuestras costumbres? Se trata de una
términos científicos vivimos todavía en el siglo XIX y que el xx todavía pregunta elemental, al mismo tiempo que profunda y fácil de entender.
no comenzó, ni tal vez comience antes de terminar. Y sí, en vez de en Para darle respuesta -de tal modo elocuente que le mereció el primer
el pasado, centramos nuestro mirar en el futuro, del mismo modo dos premio y algunas enemistades- Rousseau hizo las siguientes preguntas
imágenes contradictorias nos ocurren alternadamente. Por un lado, las no menos elementales. ¿Hay alguna relación entre la ciencia y la vir-
potencialidades de traducción tecnológica de los conocimientos acu- tud? ¿Hay alguna razón de peso para que sustituyamos el conocimiento
mulados nos hacen creer en el umbral de una sociedad de comunica- vulgar que tenemos de la naturaleza y de la vida y que compartimos
ción e interactiva liberada de las carencias e inseguridades que todavía con los hombres y las mujeres de nuestra sociedad por el conocimiento
hoy componen los días de muchos de nosotros: el siglo XXI ha iniciado científico producido por pocos e inaccesible a la mayoría? ¿Contribuirá
antes de comenzar. Por otro lado, una reflexión cada vez más profunda la ciencia a disminuir el foso creciente en nuestra sociedad entre lo que
sobre los límites del rigor científico combinada con los peligros cada se es y lo que se aparenta ser, el saber decir y el saber hacer, entre la
vez más verosímiles de catástrofe ecológica o de guerra nuclear nos teoría y la práctica? Preguntas simples a las que Rousseau responde, de
hacen temer que el siglo XXI termine antes de comenzar. modo igualmente simple, con un rotundo no.
Recurriendo a la teoría sinergética del físico teórico Hermann Estábamos, entonces, a mediados del siglo XVIII, a unas alturas en
Haken, podemos decir que vivimos en un sistema visual muy inestable que la ciencia moderna, surgida de la revolución científica del siglo
en el que la mínima fluctuación de nuestra percepción visual provoca XVI de la mano de Copérnico, Galileo y Newton, comenzaba a de-
rupturas en la simetría de lo que vemos. Así, mirando la misma figura, jar los cálculos esotéricos de sus precursores para convertirse en el
o vemos un vaso griego blanco recortado sobre un fondo negro, o ve- fermento de una transformación técnica y social sin precedentes en
mos dos rostros griegos de perfil, frente a frente, recortados sobre un la historia de la humanidad. Una fase de transición, pues, que deja-
fondo blanco. ¿Cuál de las imágenes es la verdadera? Ambas y ningu- ba perplejos a los espíritus más atentos y los hacía reflexionar sobre
na. Es ésta la ambigüedad y la complejidad de la situación del tiempo los fundamentos de la sociedad en que vivían y sobre el impacto de
presente, un tiempo de transición, en sincronía con muchas cosas las vibraciones a las que estarían sujetos por vía del orden científi-
que están más allá o más acá de él, pero descompasado en relación co emergente. Hoy, doscientos años transcurridos, somos todos pro-
con todo lo que lo habita. tagonistas y productos de ese nuevo orden, testimonios vivos de las
Tal como en otros periodos de transición, difíciles de entender y de transformaciones que produjo. Con todo, no lo somos, en 1985, del
explorar, es necesario voltear a las cosas simples, a la capacidad de for- mismo modo en que lo éramos hace quince o veinte años. Por razo-
mular preguntas simples, preguntas que, como Einstein acostumbraba nes que apunto más adelante, estamos de nuevo perplejos, perdimos
decir, sólo un niño puede hacer pero que, después de hechas, son ca- la confianza epistemológica, se instaló en nosotros una sensación de
paces de trazar una luz nueva a nuestra perplejidad. Tengo conmigo pérdida irreparable tanto más extraña cuanto no sabemos con certe-
un niño que hace precisamente doscientos treinta y cinco años hizo za qué es lo que estamos en vías de perder; admitimos también, en
algunas preguntas simples sobre las ciencias y los científicos. Las hizo al otros momentos, que esa sensación de pérdida sea quizá la cortina de
inicio de un ciclo de producción científica que muchos de nosotros juz- humo atrás de la cual se esconden las nuevas riquezas de nuestra vida
gamos está ahora llegando a su fin. Ese niño fue Jean:Jacques Rousseau. individual y colectiva. Pero nuevamente vuelve ahí la perplejidad de
En su célebre Discurso sobre las ciencias y las artes (1750) Rousseau formula no saber lo que abundará en nuestra nueva opulencia.
varias cuestiones al tiempo que responde a la también razonablemente De ahí la ambigüedad y complejidad del tiempo científico actual
infantil pregunta que le fuera propuesta por la Academia de Dijon. 2 al que comencé por aludir. De ahí también la idea, hoy compartida
Esta última versaba así: ¿El progreso de las ciencias y de las artes contri- por muchos, de que estamos en una fase de transición. De ahí, final-
mente, la urgencia de dar respuesta a preguntas simples, elementa-
2 Jean:Jacques Rousseau (1971, vol. 2, p. 52 ss.). les, inteligibles. Una pregunta elemental es una pregunta que llega
20 UN DISCURSO SOBRE LAS CIENCIAS UN DISCURSO SOBRE LAS CIENCIAS 21
al magma más profundo de nuestra perplejidad individual y colecti- consecuente revalorización de lo que se convino en llamar humanidades
va con la limpieza técnica de un arpón. Fueron así las preguntas de o estudios humanísticos; cuarto, esta síntesis no se propone una ciencia
Rousseau, tendrán que ser así las nuestras. Más que eso, doscientos unificada, ni siquiera una teoría general, sino tan sólo un conjunto de
y tantos años después, nuestras preguntas continúan siendo las de pasajes temáticos donde convergen caudales de agua que hasta ahora
Rousseau. Estamos de nuevo colocados en la necesidad de preguntar concebimos como objetos teóricos estancados; quinto, a medida que se
por las relaciones entre la ciencia y la virtud, por el valor del conoci- diera esta síntesis, la distinción jerárquica entre conocimiento científico y
miento llamado ordinario o vulgar que nosotros, sujetos individuales conocimiento vulgar tenderá a desaparecer y la práctica será el hacer y el
o colectivos, creamos y usamos para dar sentido a nuestras prácticas decir de la filosofia de la práctica.
y que la ciencia se obstina en considerar irrelevante, ilusorio y falso;
y tenemos, finalmente, que preguntar por el papel de todo el cono-
cimiento científico acumulado en el enriquecimiento o empobreci-
miento práctico de nuestras vidas, o sea, por la contribución positiva EL PARADIGMA DOMINANTE
o negativa de la ciencia a nuestra felicidad. Nuestra diferencia existen-
cial con relación a Rousseau es que, si nuestras preguntas son simples, El modelo de racionalidad que preside la cienci~ moderna se consti-
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las respuestás lo son mucho menos. Estamos en el fin de un ciclo de t~~~ohlcióa~ci~tíficask,L~i,glq.xvJ.X fue,.~~~!::~H~do
hegemonía de un cierto orden científico. Las condiciones epistémi- <a1J~s ~~g!~H~l&l!~~.e.t.~~~~i:;~~~~.~L!;l"º~~.1ªt1..!:=i~!!~!~in.·a-
cas de nuestras preguntas están inscritas en el reverso de los concep- turales. Aunque con algunos pr,~sagios eI1,el siglo xv1~1,. e,s. ~ól<»e!l el
tos que utilizamos para darles respuesta. Es necesario un esfuerzo de siW']:1.&J,~1lfmQ°" estemoCíei~'ªé''raciOliá:I!daé(se' extien,cie ~las~mer
desencubrimiento conducido sobre el filo de una navaja entre la lu- ~,,c.i~Ú~laj~;~xp~ti;"ci~·~~t~n:ces puede hablarse 'de un
cidez y la ininteligibilidad de la respuesta. Son igualmente diferentes modelo global de racionalidad científica que admite variedad interna
y mucho más complejas las condiciones sociológicas y psicológicas de pero que se distingue y defiende, por vía de fronteras palpables y os-
nuestro cuestionar. Es muy diferente preguntar por la utilidad o la tensiblemente vigiladas, de dos formas de conoci~,,Jl~s;,i,.~
felicidad que el automóvil me puede proporcionar si la pregunta es (y, por lo tanto, irracional) p;;ten.c~:'lriie'lirepe~turbadoras e intrusas:
hecha cuando nadie de mis alrededores tiene automóvil, cuando toda
el sen@~º ffimYj _Y las .11iti1}JifjjiJiHP~?a!Jei!!>.,~s1,U~i~~,~Hm~í~~-
la gente tiene excepto yo o cuando yo mismo tengo carro desde hace cos_.&n~os 9ue se mclmran, entre otr9s; los estudios histoncos, filolo-
más de veinte años. ii~.(}~;jüri<li~os, literarios, fifosófic~s Y. te,ol{>gic:,9s).
Tenemos forzosamente que ser más rousseaunianos en el preguntar Siendo iln modeio glo'baTJa.ñ"lieva racion~idad científica es también
que en el responder. Comenzaré por caracterizar sucintamente el orden un modelo totalitario, en la medida en que rliegael carácter racional a
científico hegemónico. Analizaré después las señales de crisis de esa he- tod~ fo~?1as de conocirnien~q qqe !19 ~e,Ra~Ja,!~~Ú~~i§ii~!!if~Í,~s
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gemonía, distinguiendo entre las condiciones teóricas y las condiciones epistemológicos y por sus re2'las metodolfüricas. Es ésta su característica
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sociológicas de la crisis. Finalmente especularé sobre el perfil del nuevo fundamental y la que mejor simboliza la ruptura del nuevo paradigma
orden científico emergente distinguiendo de nuevo entre las condicio- científico con los que lo preceden. Está identificada, con creciente de-
nes teóricas y las condiciones sociológicas de tal emergencia. Este decurso finición, en la teoría heliocéntrica del movimiento de los planetas de
analítico estará delimitado por las siguientes hipótesis de trabajo: prime- Copérnico, en las leyes de Kepler sobre las órbitas de los planetas, en
ro, comienza a dejar de tener sentido la distinción entre las ciencias natu- las leyes de Galileo sobre la caída de los cuerpos, en la gran síntesis del
rales y las ciencias sociales; segundo, la síntesis que habrá de operar entre orden cósmico de Newton y finalmente en la conciencia filosófica que
ellas tiene como polo catalizador a las ciencias sociales; tercero, para eso, le confieren Bacon y, sobre todo, Descartes. Esta preocupación en tes-
las ciencias sociales tendrán que rechazar todas las formas de positivis- timoniar una ruptura fundacional que posibilita una y sólo una forma
mo lógico o empírico o de mecanicismo materialista o idealista con la de conocimiento verdadero está bien patente en la actitud mental de
22 UN DISCURSO SOBRE LAS CIENCIAS UN DISCURSO SOBRE LAS CIENCIAS 23
sus protagonistas, en su asombro ante sus propios descubrimientos y la Esta nueva visión del mundo y de la vida reconduce a dos distincio-
extrema y al mismo tiempo serena arrogancia con que se miden con nes fundamentales, por un lado, entre conocimiento científico y co-
sus contemporáneos. Para citar sólo dos ejemplos, Kepler escribe en su nocimiento del sentido común y, por el otro, entre naturaleza y perso-
libro Armonía del mundo, publicado en 1619, a propósito de las armonías na humana. Al contrari() de l;;t ¡::ie11si;i ;;tri§totéfü;ª~.lª.cienciª.mrulerna
naturales que descubrirá en los movimientos celestiales: !;!~~S9~llPª~~1s,!~~am;11.i~::~~:í~§::·~.ri:d~.d~·~'"~¡tra. e~p~tiencia
i.~~~~'.!;!;i;!;.,.Tales
evidencias, que están en la base del conocimiento
Perdóname, pero estoy feliz; si os incomoda yo perseveraré; [ ... ] Mi libro vulgar, son ilusorias. Como bien lo resalta Einstein en el prefacio al
puede esperar muchos siglos por su lector. Pero Dios mismo tuvo que esperar Diálogo sobre los grandes sistemas del mundo, Galileo se esfuerza denoda-
seis mil años por aquellos que pudiesen contemplar su trabajo. 3 damente por demostrar que la hipótesis de los movimientos de ro-
tación y de traslación de la Tierra no están refutados por el hecho
Por otro lado, Descartes, en esa maravillosa autobiografia espiri- de que no observemos cualesquiera efectos mecánicos de esos movi-
tual que es el Discurso del método y a la que volveré más adelante, dice, mientos, o sea, por el hecho de que la Tierra nos parece detenida y
refiriéndose al método por él descubierto: quieta. 6 Por otro lado, es total la separación entre la naturaleza y el ser
humano. La naturaleza es tan sólo extensión y movimiento, es pasiva,
Porque yo recogí de él tales frutos que aunque en el juicio que hago de mí eterna y reversible, mecanismo cuyos elementos se pueden desmon-
mismo, procuro siempre inclinarme más para el lado de .la desconfianza que tar y después relacionar bajo la forma de leyes, sin tener otra cualidad
para el de la presunción, y aunque, mirando con la mirada del filósofo las
o dignidad que nos impida revelar sus misterios, develamiento que no
diversas acciones y emprendimientos de todos los hombres, no haya casi
ninguna que no me parezca vana e inútil, no dejo de percibir una extrema
es contemplativo, más bien activo, ya que apunta a conocer la natura-
satisfacción con el progreso que juzgo haber hecho en busca de la verdad y leza para dominarla y controlarla. Como dice Bacon, la ciencia hará
de concebir tales esperanzas para el futuro que, si entre las ocupaciones de de la persona humana "el señor y el poseedor de la naturaleza". 7
los hombres, puramente hombres, alguna hay que sea sólidamente buena e Con base en estos supuestos el conocimiento científico avanza por
importante, oso creer que es aquella que escogí. 4 la observación no comprometida y libre, sistemática y hasta donde
sea posible rigurosa de los fenómenos naturales. El Novum Organum
Para comprender esta confianza epistemológica es necesario describir, opone a la incertidumbre de la razón entregada a sí misma la certeza
aunque fuera sucintamente, los principales trazos del ~~~ de la ~ia.g.¡;~ª1!Ja. 8 Al contrario de lo que piensa Bacon, la
que, mientras en el sentido común, y por lo tanto en el conocimiento l_a socied~d. Tal como fue posible descubrir las leyes de la naturaleza,
práctico en que él se traduce, la causa y la intención conviven sin pro- ~;;Í;~igi:i';;:!mente posible descubrir las leyes de la sociedad. Bacon, Vico
blemas, en la ciencia la determinación de la causa formal se obtiene y Montesquieu son los grandes precursores. Bacon afirma la plasticidad
con la expulsión de la intención. Es este tipo de causa formal el que de la naturaleza humana y, por lo tanto, su perfectibilidad, dadas las
permite prever y, por lo tanto, intervenir en lo real y el que, en última condiciones sociales, jurídicas y polí ricas adecuadas, condiciones que es
instancia, permite a la ciencia moderna responder a la pregunta sobre posible determinar con rigor. 16 V~ci,.~.11gjere. la e:itistencia .de. Jeye~ que
los fundamentos de su rigor y de su verdad como el conjunto de sus gobiern~n de~erministament~ fa evolución de las sociedades y tornan
éxitos en la manipulación y en la transformación de lo real. ¡)OSible. preve: los resultados de las acciones colectivas. C()n extraordi-
Un conocimiento basado en lafqJ]lUÜadúu. Jie Jeye~ tiene C()mo n~ia' premonición Vico identifica y resuelve la contradicción entre la
su uesto .eór_ic() la idea de orden y de estabilidad del mundo, la libertadYia@pre.vi~ibilidad de,laac~ión hurnana. individual y la deter-
,." ea de . . . ,. -~- ·-·-- . . - - /• . _ -· ,, ,, """':'"4 ~- ,,
¡¡¡•11(%W
ddi;;Qnocirniento científico11ocial. Presentaré más adelante una inter- 1 ciencias sociales no pueden establecer leyes universales porql!e los fe-
p~etaCTon-Clíféréñt~:·p·;;~~;h~;; caracterizaré sucintamente cada una n()!i!;i}9~=s!?,~Iáiesson hisioricameni:e condicionados y culturalmente
de estas variantes. de~_LJJ!!!l-ª.<:lps; las ciencias sociales ng_ f!Ue,~_Eod~<;:~LRX~Yi~~9Iles
La primera variante -cuyo compromiso epistemológico está bien fi11.hlett.P.!?!.9.~<?~.~~re~...Al1!UW!OS uw(liJ~.~~.sµ coll}p,?~ta,~i(!1_1to ~n
simbolizado en el nombre de isica son con que inicialmente se función del conocimiento que sobre él se adquiere; los fenómenos
designara a los estudios científicos e la sociedad- parte del supues- "2. ~ial~~-~Q!L~~U.'ciI\iril~1.e,;;~l)j,etivaycomo tal n~·se dejan captar por
to de que las cienci<i_s naturales son u~ aRfu:~cmcretización l~Qkj~tiyi_<!<id ,g,~L<:9!!1R91:.t~i~~to; las ~ie'ucias sociales :r;i~ .§9,.U,,,i>J?j~
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f...f tiva§_J,>_Q[ql!~ dsier:i1;íf?.<:o .~odal po puede liberarse, en el ~c;:to .de la
" .
en una situación de no-equilibrio. La situación de bifurcación, o sea, . ~tlfo!:!!t;io9'piedornfofüte:rñél1te por los propios científicos, por cien-
el punto crítico en que la mínima fluctuación de energía puede con- tíficos que adquirieron una competencia y un interés filosóficos para
ducir a un nuevo estado, representa la potencialidad del sistema para p;¿;blematizar su práctica científica. No es arriesgado decir que nunca
ser atraído a un nuevo estado de menor entropía. De este modo la hubo tantos científiéos-filósofos como actualmente, y eso no se debe a
irreversibilidad enlos si.stemas abiertos significa que éstos son produc- una evolución arbitraria del interés intelectual. Después de la euforia
to de su historia. 29 científica del siglo XIX y de la consecuente aversión a la reflexión filo-
La importancia de esta teoría está en la ™~""~~RSePSi<?.JJ. de ...la sófica, bien simbolizada por el positivismo, llegamos a fines del siglo
11!~<;!;1.eriªy de la naturalezaque propone, una concepción dificilmente xx poseídos por el deseo casi desesperado de complementar el cono-
C()~patible con la que heredamos de la fisica clásica. ~JJ. vez de la eter-
nid<ig,la historia; en vez del determinismo, la imprevisibilidad; en vez 30 Hermann Haken (1977); Hermann Haken (1985, p. 205).
del mecanicismo, la interpenetración, la espontaneidad y la autoorga- 3! M. Eigen y P. Schuster (1979).
32 Humberto R. Maturana y F. Varela (1973); H. R. Maturana y F. Varela (1975),
nización; en vez de la reversibilidad, la irreversibilidad y la evolución; también, F. Benseler, P. Hejl y W. Koch (orgs.) (1980).
en vez del orden, eL~~_S,()LQ.eP; en vez de la necesidad, la creatividad 33 R. Thom (1985, p. 85 y ss.).
y el accidente. La teoría de Prigogine recupera, incluso, conceptos 34 E. Jantsch (1980); E. Jantscb, "Unifying Principies of Evolution", en E. Jantsch
efectuada sobre un sistema físico aumenta la entropía del sistema en La industrialización de la ciencia se manifestó tanto en el área de
,',,,,,,,,,,t,.,.,~/~;<;r,'(..;.J""''·' ·""'""~ . ', .. ,' . ', •., .
el laboratorio. El rendimiento de una experiencia dada debe así ser las aplic'.'lciones de la ciencia como en el de la organización de la in-
definido por la relación entre la información obtenida y el aumento vestigación. ¿ientífica. En cuanto a las aplicaciones, las bombas de Hi-
concomitante de la entropía. Ahora, según Brillouin, ese rendimien- roSiiima''yNagasaki fueron un signo trágico, al principio visto como
to es siempre inferior a la unidad y sólo en casos raros está próximo a accidental y fortuito, pero hoy, frente a la catástrofe ecológica y al pe-
ella. En estos términos, la experiencia rigurosa es irrealizable puesto ligro de holocausto nuclear, cada vez más aceptado como manifesta-
que exigiría un dispendio infinito de actividades humanas. Por últi- ción de un modo de producción de la ciencia inclinado a transformar
mo, la precisión es limitada porque, si es verdad que el conocimiento accidentes en ocurrencias sistemáticas.
sólo sabe avanzar por la vía de la progresiva parcelización del objeto,
bien representada en las especializaciones de la ciencia, es exacta- La ciencia y la tecnología han venido a revelar las dos caras de un proceso
mente por esa vía que mejor se confirma la irreductibilidad de las histórico en que los intereses militares y los intereses económicos van conver-
·....gi~ndo hasta casi ser idénticos.41
totalidades orgánicas o inorgánicas a las partes que las constituyen y, .,,,.,,,,,
La configuración del paradigma que se anuncia en el horizonte, sólo La distinción dicotómica entre ciencias naturales y ciencias sociales
se puede obtener por vía especulativa. Una especulación fundada en dejó de tener sentido y utilidad. Esta distinción descansa en una con-
las señales que la crisis del paradigma actual emite, pero nunca por cepción de la materia y de la naturaleza, a la que contrapone con
ellas determinada. De otro modo, como dice Rene Poirier, y antes de presupuesta evidencia, los conceptos de ser humano, cultura y socie-
él dijeran Hegel y Heidegger, "la coherencia global de nuestras verda- dad. Los avan~~.E~sie.~!~.§.. sisJ~JI~iEª.Y~9,,eJabiol()gía ponen en en-
des fisicas y metafisicas, sólo se conoce retrospectivamente". 42 Por eso tredichOTadistinción entre lo or,g~j~p,J'. lo in()rgánico, entre st;res
~".<.',._,.;,;.. ,4,,.~~.~~,.«'·~~· l""'" .. ,,.:;· ,, ',fr'-.;",,<V~,;.\.. , .:,¡¡;o·" ,. ~'í:'"P·'¡f,~" •r.rr11"''~r , -·"" ~ , , ,
Buenos Aires, Amorrortu, 1982]. nenc1as que niás ha:r: pf<,?g¡s:¡¡il;gSJ.,~p,,~l....~i[<:>,9,.\1Üe:r:,tQ. 9,,eJ~LW.ate.ria,
51 Véase también M. Bowen (1985, p. 213 y ss.). verificamos que la emergente inteligibili<!~.~L<;lt.; l<i.. i:iat_ll-f<Ve;z;a e,s pre~
., ¿;.·~'"'"""CY'(~'(' <'"fl"7''~.
44 UN DISCURSO SOBRE LAS CIENCIAS UN DISCURSO SOBRE LAS CIENCIAS 45
si~~.<:!~J~9I.. S.9l1S$B.tQ§~.Jt'.QrJil.§, . m~.!<1!<:>:a.~.t.a.ll.a..!<:>gf<ts de .las ·cieadas el paradigma emergente. Es que, como dije antes, l~~la.~~l~!t
i()c~ale§. Para no ir más lejos, tanto la teoría de las estructuras disi- cias. s?cial~ss~. ~?I1~~tl1yeron en . el sigl? J(IX si~i~I}d~}?~ .mo<;Ielos
parl~;s de Prigogine como la teoría sinergética de Haken explican el dé'íi~íüi)"ali~aa(t~·rasciené:íá,spaturafos clásicas y, ásí, la égida de las
comportamiento de las partículas a través de conceptos como revo- Cien.~i~~ s9¡:ial;~, afi~mada sin más, puede revelarse ilusoria. Referí,
lución social, violencia, esclavitud, dominación, democracia nuclear, con t~do, que la constitución de las ciencias sociales tuvo lugar según
todos ellos originarios de las ciencias sociales (de la sociología, de dos vertientes: una 111ás directamente vinculada a la. epistemología y
la ciencia política, de la historia, etc.). Lo mismo sucede, aun en el a la ~odol.o.gj.;;i,i?,g§itjy¿~ta de las ciencias naturales, y otre1•..s!.S.Y:9fa-
campo de la fisica teórica, con las teorías de Capra sobre la relación ctgn.í!RtiEQsitj~sta,,,a.ma.l&ª1?:1:~?ª e11 ~lI}}:~ O::a.<:!~.<:ió.11 filosófica co111pleja,
entre fisica y psicoanálisis, los patrones de la materia y los patrones de feg<;>m~PP!§gic;a.1 t11ter'accignista, .111i!o~imbólica, hermenéutica, exis-
la mente concebidos como reflejos unos de otros. A pesar de que estas t~11sia.!is% pra,gmática; re,~~.I1<:!i~~I1.<:!5?oJa..~~p~c;ifi.cida.d del . estudio. de
teorías diluyan las fronteras entre los objetos de la física y los objetos la sociedadpen:~ teniendóql1e, pa,ra~s?, pr~.§lfRQneruna ¡:oncepción
de la biología, fue sin duda en el dominio de esta última donde los
me~a.llids~a. .. d~. ~a. . na.~~;a.~~;ª· La ·p'ii)~~l1.~~.<:!~. ~~!~ ~~g.~11da. Y.~rtj~nre
modelos explicativos de las ciencias sociales más se enraizaron en las efi't~~~<;to~~iifü~';;"·~cgtas es indicati~a· de ser ella el modelo de las
décadas recientes. Los conceptos de teleomorfismo, autopoiesis, auto- ¿i~~~i~~ ~¿ci~~s q~;, ~n u~~ época de revolución científica carga con
organización, potencialidad organizada, originalidad, individualidad, la marca posmoderna del paradigma emergente.~·
historicidad atribuyen a la naturaleza un comportamiento humano. también, de un modelo de transición, toda. ,vt;.~. 1:rt~e ..<:!~~l1.~J¡;t¡.$~,RS-
Lovelock, en un libro reciente sobre las ciencias de la vida, afirma que cificid~~0'1lillñ~~-or,,,1:'~mp5~1lió!I''~''liñ~~~'?,]~.~P~Si8n,.~l~ . . .la.
nuestros cuerpos están constituidos por cooperativas de células. 52 nit~'i~ii;·~r;~~fr~··~il:'tlraf~s·~h'¿;')i"'~"Q;J:;i;'i'e~~ii·~~¡;;¡s~d~,.pero
Wi\~.,~~~"'""'""'5J1_,¡.~-;.1;;,"'-"''""*'"fr>;:Jtb\-~;n;r·l-,.._v"'··.<,,,._¡,"c, V<•'·->OC\;~<.'·<+:·:o/.l';:;.'1_,,'.:-l/e'''<'ftbh.0-:<':-h·i~,,,x~·y~:~i'.J:;';ú!·,'.<'. />!.':' ':~;}. \''';;';,!.;',,;~.' -~·:·-·:~~•:.--'·
,J. .J, '",-- .-•. '•"; ·',
Que los modelos explicativos de las ciencias sociales han venido
subyaciendo al desarrollo de las ciencias naturales en las últimas dé-
cadas se prueba, más allá de lo anterior, por la facilidad con que las
i;:ii~i~:q:~~,l~'~i~~i,:~~{~t~:i.r¡~?;~~~k;~~~~r~~~q~~~1~:
dencias naturales se aproximan a las ciencias sooales, estas se aprox1-
teorías físico-naturales, una vez formuladas en su dominio específico ma:n i i~~ ~~1Ila.I1idade~. El sujeto, que la ciencia moderna lanzará en
se aplican o aspiran a aplicarse en el dominio social. Así, por ejemplo, fá'(ffáspora d.eÍ conocimiento irracional, regresa investido de la tarea
Peter Allen uno de los más estrechos colaboradores de Prigogine ha de erigir sobre sí un nuevo orden científico.
venido aplicando la teoría de las estructuras disipativas a los proce- Que éste es el sentido global de la revolución científica que vivi-
sos económicos y a la evolución de las ciudades y de las regiones. 53 mos, también lo sugiere la reconceptualización en curso de las condi-
Y Haken resalta las posibilidades de la sinergética para explicar si- ciones epistemológicas y metodológicas del conocimiento científico
tuaciones revolucionarias en la sociedad. 54 .E:s como si lo dicho por social. Referí más arriba algunos de los obstáculos a la cientificidad de
Durkheim se hubiese invertido y en vez de que sean los fenómenos las ciencias sociales, los cuales, según el paradigma todavía dominan-
sociales estudiados como si fuesen fenómenos naturales, son los fenó- te, serían responsables del atraso de las ciencias sociales con relación
menos naturales estudiados como si fuesen. fenómenos sociales. a las ciencias naturales. Sucede con todo que, como también referí,
El hecho de que la superación de la dicotomía ciencias naturales
l.
el avance del conocimiento de las ciencias naturales y la reflexión
/ ciencias sociales ocurre bajo la égida de las ciencias sociales no es,
con todo, suficiente para caracterizar el modelo de conocimiento en ~::~~~~~~~:F;;~~~t.:.~.i:~~~~~:ci~~~;~d,!ct~:~!~·¿~~~~~,'~~~
d~"'l;'.;~h~· c~·~di~i~'ue~ del conoc;ilI1i~ut9 .• e,11 geueJ:;d,,,.~~,9~,~Ji~~'
J. E. Lovelock (1987). S()cial co1110 c;i<;I1tí.fi<;()>pa,tu¡:-al. O sea, lo que antes era la causa de
ii'i~y¡;;··~t;;;~·"a;'t'; ·~¡;~~ias sociales es hoy el resultado del mayor
52
53 P. Allen, 'The Evolutionary Paradigm of Dissipative Structures", en E. Jantsch
(org.) (1981, p. 25 y ss.). avance de las ciencias naturales. De ahí también que la concepción
54 H. Haken (1985, p. 205 y ss.). de Thomas Kuhn sobre el carácter preparadigmático (esto es, menos
UN DISCURSO SOBRE LAS CIENCIAS UN DISCURSO SOBRE LAS CIENCIAS
47
desarrollado) de las ciencias sociales,55 que yo, de otro modo, suscribí entre las categorías matriciales del paradigma emergente: el mundo,
y reformulé en otros escritos,56 tenga que ser abandonada o profun- que hoy es natural o social y mañana será ambos, visto como un tex-
damente revisada. to, como un juego, como un teatro o aun como una autobiografia.
La suoeración de la dicotomía ciencias naturales / ciencias sociales, Clifford Geertz refiere algunas de estas analogías humanísticas y res-
sªei;!f!~á~~~Eii~
tringe su uso a las ciencias sociales, mientras que yo las concibo como
\ categorías de inteligibilidad universales. 57 No está lejos el día en que
la fisica de las partículas nos hable del juego entre las partículas, o
la biología nos hable del teatro molecular, o la astrofisica del texto
la comprensión del mundo a la manipulación del mundo. Este núcleo celestial, o aun la química de la biografia de las reacciones químicas.
genuino fue, no obstante, atrapado en un cerco de preocupaciones Cada una de las analogías devela una punta del mundo. La desnudez
mistificadoras (el esoterismo excéntrico y la erudición vacía). El gue- total, que será siempre la de quien se ve en lo que ve, resultará de las
to al que las humanidades se remitieron fue en parte una estrategia configuraciones de analogías que sabremos imaginar: al final, el jue-
defensiva contra el asedio de las ciencias sociales, armadas del sesgo go presupone un teatro, el teatro se ejercita con un texto y el texto es
científico triunfalmente blandido. Pero fue también el producto del la autobiografia de su autor. Juego, teatro, texto o biografia, el mundo
vaciamiento que sufrieran en presencia de la ocupación de su espa- es comunicación y por eso la lógica existencial de la ciencia posmo-
cio por el modelo científico, fue así en los estudios históricos, con la derna es promover la "situación comunicativa" tal como Habermas
historia cuantitativa, en los estudios jurídicos con la ciencia pura del la concibe. En esa situación confluyen sentidos y constelaciones de
derecho y la dogmática jurídica, en los estudios filológicos, literarios sentido venidos, tal cual ríos, de las nacientes de nuestras prácticas lo-
y lingüísticos con el estructuralismo. Habrá que recuperar ese núcleo cales y arrastrando consigo las arenas de nuestros cursos moleculares,
genuino y ponerlo al servicio de una reflexión global sobre el mundo. individuales, comunitarios, sociales y planetarios. Nó se trata de una
El texto sobre el que siempre se tropezó la filología es una de las ana- amalgama de sentido (que no sería sentido sino ruido), antes bien de
logías matriciales con que se construirá en el paradigma emergente el interacciones y de intertextualidades organizadas en torno de proyec-
conocimiento sobre la sociedad y la naturaleza. tos locales de conocimiento indivisible. De aquí arranca la segunda
La concepción humanística de las ciencias sociales en cuanto característica del conocimiento científico posmoderno.
agc:nte catalizador pe la progresiva fusión de las ciencias naturales y
, · 1as deudas s~ciales coloca a la persona, en cuánto· autor y sujeto del
'm~n«ío, en el centro del conocimiento, pero 1 al contrario de las hu- 2. Todo el conocimiento es local y total
manidades tradicionales, col~Sª.lo que hoy desigl1ª1P9S por n.aturale-
,za en el centro de la persona. N~~~~ !l.'!tlJ.I:~!!':.Z(): 1!.~11'.1,~~a porque En la ciencia moderna el conocimiento avanza por la especialización,
toda naturaleza es hum~a. Es, pues, necesario descubrir categorías el conocimiento es tanto más riguroso cuanto más restrictivo el ob-
de inteligibilidad globales, conceptos estimulantes que derriben las jeto en el que incide. En eso reside, de otro modo, lo que hoy se
fronteras en que la ciencia moderna dividió y encerró la realidad. reconoce es el dilema básico de la ciencia moderna: su rigor aumen-
La ciencia posmoderna es una ciencia que se asume analógica, que ta en proporción directa de la arbitrariedad con que compartimenta
conoce lo que conoce peor, a través de lo que conoce mejor. Ya men- lo real. Siendo un conocimiento disciplinar, tiende a ser un cono-
cioné la analogía textual y juzgo que tanto la analogía lúdica como cimiento disciplinado, esto es, segrega una organización del saber
la analogía dramática, como incluso la analogía biográfica, figurarán orientada para vigilar las fronteras entre las disciplinas y reprimir a
los que quisieran traspasarlas. Es hoy reconocido que la excesiva par-
55 Thomas Kuhn (1962, passim).
56 Boaventura de Sousa Santos ( 1978, p. 29 y ss.). 57 C. Geertz (1983, p. 19yss.).
UN DISCURSO SOBRE LAS CIENCIAS UN DISCURSO SOBRE LAS CIENCIAS
49
celación y disciplinarización del saber científico hace del científico les concretos con proyectos de vidas locales, sean ellos reconstruir
un ignorante especializado y que eso acarrea efectos negativos. Esos la historia de un lugar, mantener un espacio verde, construir una
efectos son sobre todo visibles en el dominio de las ciencias aplicadas. computadora adecuada a las necesidades locales, hacer caer la tasa
Las tecnologías se preocupan hoy de su impacto destructivo sobre los de mortalidad infantil, inventar un nuevo instrumento musical, erra-
ecosistemas, la medicina verifica que la hiperespecialización del saber dicar una enfermedad, etc., etc. La fragmentación posmoderna no es
médico transformó al enfermo en una cuadrícula sin sentido cuando, disciplinar y sí temática. Los temas son galerías por donde los conoci-
de hecho, nunca estamos enfermos sino en general. La farmacéutica mientos concurren al encuentro unos de otros. AL<::2}ltr'!rio de. lo que
descubre el lado destructivo de los medicamentos, tanto más destruc- sucede el} el paradigma actual, elconoc;:imiento <J,Vanza amedida que
tivos cuanto más específicos, y busca una nueva lógica de combina- suoojetó se amplía, ampliación que, como en el árbol, procede porla
ción química atenta a los equilibrios orgánicos; el derecho, que redu- diferenciación y por el esparcimiento de las raíces en busca de nuevas
jo la complejidad de la vida jurídica a la seguridad de la dogmática, y más variadas interfaces.
redescubre el mundo filosófico y sociológico en busca de la prudencia Pero-~~<:~~~~!~.<.:?:!.~ ~l.~<;>np<.:imiento posmoderno es también total
perdida; la economía, que legitimara el reduccionismo cuantitativo y porque reconstruye taII?-bién los proyectos locales, resaltándoles su
tecnocrático con el pretendido éxito de las predicciones económicas, ejempiarÍdad y por esa ~a los transforma en pensamiento total ilus-
es forzada a reconocer, delante de la pobreza de sus resultados, que la tra,do. La ciencia del paradigma emergente, siendo que, como dije an-
cualidad humana y sociológica de los agentes y procesos económicos tes, se acepta como analógica es también asumidamente traductora,
entra por la ventana después de haber sido expulsada por la puerta; o sea, incentiva los conceptos y las teorías desarrollados localmente a
para granjearse el reconocimiento de quienes la usan (que, públicos emigrar para otros lugares cognitivos a modo de poder ser utilizados
o privados, institucionales o individuales, siempre estuvieron en una fuera de su contexto de origen. Este procedimiento, que es reprimido
posición de poder con relación a los analizados) la psicología aplica- por una forma de conocimiento que concibe a través de la operacio-
da privilegió instrumentos expeditos y fácilmente manoseables, como nalización y generaliza a través de la cantidad y de la uniformización,
sean los test, que redujeron la riqueza de la personalidad a las exigen- será normal en una forma de conocimiento que concibe a través de la
cias funcionales de instituciones unidimensionales. imaginación y generaliza a través de la cualidad y de la ejemplaridad.
Los m<·1Jes de esta parcelación del conocinü.ento y del reduccio.11Js- El conocimiento posmoderno, siendo total, no es determinístico,
mo arbitrario qµe trae consigo son hoy reconocidos, pero las medidas siendo local, no es descriptivista. Es un conoc::iroien,to sobre las con- J
propuestas para corregirlos acaban en general por reproducirlos b~jo d~<.:iones de posibilidad. Las condiciones d~ posibilidad de la acción /
~.t~~ f()rma. Se crean nuevas disciplinas para resolver los problemas humana proyectada en un mundo a partir de un espacio-tiempo local.
~·pro<:luddos por las antiguas y por esa vía se reproduce el mismo mo- Un conocimiento de este tipo es relativamente a-metódico, se c.Qn~ti
delo de cientificidad. Sólo para dar un ejemplo, el médico generalis- t~I?"'!..E~.~RI. si~HJHtPlµr~li(i<J,d metodológica. Cada método es unl~~
ta, cuya resurrección vino a compensar la hiperespecialización médi- guaJe y la realidad responde en la lengua en que es preguntada. Sólo
ca corre el riesgo de ser convertido en un especialista al lado de los una co~stefació~ de métodos puede captar el silencio que pe;;i~te
demás. Este efecto perverso revela que no habrá solución para este entre caüá lehgúa que pregunta. En una fase de revolución científi-
problema en el seno del paradigma dominante y precisamente por- ca como. la que atravesa~~s, esa ~.13~~~~~1,!.g.,q,~,fii.:~.~.~qf!q§. .•~9l2"~~.p'9si
que este último es el que constituye el verdadero problema del que b_~~"~2.~.St"..•~':.~~!I1.~~E~~I~I1 lllefodgf~~1~ª·~~ Siendo cierto que cada
parten todos los otros. método sólo esclarece lo que le conviene y cuando esclarece lo hace
En el paradigma emergente el conocimiento es total, tiene como
horizonte la totalidad universal de que hablara Wigner o la totalidad
58 Sobre el concepto de transgresión metodológica véase Boaventura de Sousa San-
indivisa de la que habla Bohm. Pero siendo total, es también local. Se
tos, "Science and Politics: Doing Research in Río's Squatter Settlements'', en R. Luck-
constituye alrededor de temas que son adoptados por grupos socia- ham (org.) (1981, p. 275 y ss.).
UN DISCURSO SOBRE LAS CIENCIAS UN DISCURSO SOBRE LAS CIENCIAS
51
sin mayores sorpresas, la innovación científica consiste en inventar en las ciencias naturales y a eso mismo se atribuyó, como dije antes,
contextos persuasivos que conduzcan a la aplicación de los métodos el mayor atraso de las primeras en relación con las segundas. Al final,
fuera de su hábitat natural. Dado que la aproximación entre ciencias Jos objetos de estudio eran hombres y mujeres como aquellos que los
naturales y ciencias sociales se hará en el sentido de estas últimas, ca-
estudiaban. L~.~Ls_tj,1.?;.fÜ2n ..~1?.!gemgls;'>gi.c:ª.entre §:µje,tpyp]JjeJo setuyo
brá especular si es posible, por ejemplo, hacer el análisis filológico
que ar,ticular. metpc:ipl()gicall1e1:1te c,;gp.J;;tdistapciª g.rnpíi:ica entre su-
de un trazado urbano, entrevistar a un pájaro, o hacer observación jt;S2Y ol:>jetP· Esto mismo se torna evidente si comparamos las estrate-
participante entre computadoras. gias metodológicas de la antropología cultural y social, por un lado,
La transgresión metodológica repercute en los estilos y géneros y de la sociología, por otro. En la antropología, la distancia empírica
literarios, que presiden la escritura científica. La ciencia posmoderna entre sujeto y objeto era enorme. El sujeto era el antropólogo, el eu-
no sigue un estilo unidimensional, fácilmente identificable; su estilo ropeo civilizado, el objeto era el pueblo primitivo o salvaje. En este
es una configuración de estilos construida según el criterio y la imagi- caso, la distinción sujeto / objeto, aceptó o incluso exigió que la dis-
nación personal del científico. La tolerancia discursiva es el otro lado tancia fuese relativamente acortada a través del uso de metodologías
de la pluralidad metodológica. En la fase de transición en que nos
que obligaran a una mayor intimidad con el objeto, o sea, el trabajo
encontramos son ya visibles fuertes señales de este proceso de fusión
de campo etnográfico, la observación participante. En la sociología,
de estilos, de interpenetraciones entre cánones de escritura. Clifford al contrario, era pequeña o hasta nula la distancia empírica entre el
Geertz, estudia el fenómeno en las ciencias sociales y presenta algu- sujeto y el objeto: eran científicos europeos puestos a estudiar a sus
nos ejemplos: investigación filosófica que parece crítica literaria en propios conciudadanos. En este caso, la distinción epistemológica
el estudio de Sartre sobre Flaubert; fantasías barrocas bajo la forma obligó a que esta distancia fuese aumentada a través del uso de meto-
de observaciones empíricas (la obra de Jorge Luis Borges); parábolas dologías de distanciamiento: por ejemplo, el examen sociológico, el
presentadas como investigaciones etnográficas (Carlos Castaneda); análisis documental y la entrevista estructurada.
estudios epistemológicos bajo la forma de textos políticos (la obra
La~~!I2E.21~L~, entre la descolonización de la posguerra y la gue-
Contra el método de Paul Feyerabend). 59 Y como Geertz, podemos pre-
rra de Vietnam, y la sociol?gía a P';ll'tir del final de los años sesenta,
guntar si Foucauh es historiador, filósofo, sociólogo o politólogo. La
fueron Uev~~.~s ª.c~:~:io11~: est5 st~t~ quo metodológico y las n()5i~;mes
contraposición transdisciplinar e individualizada a la que estos ejem-
plos apuntan sugiere un movimiento en el sentido de la mayor perso-
~riEftie~!~:.~~11~Ls~ á~e.~l,.§e.t><l~.ªºª· Dexe.pent.e.lPs.sa1vajés f~~;¿n
.
vistos dentro de nosotros, en nuestras sociedades, y la sociolpgí¡1 pasó
nalización del trabajo científico. Esto conduce a la tercera caracterís-
a utilizar con más intensidad métodos anteriormente casi moi;iopoli-
tica del conocimiento científico en el paradigma emergente.
zados pdf la áiitrópplogí4 (observac:ión participante), al mismo tiem-
po que en esta última los objetos pasaban a ser conciudadanos, miem-
bros de pleno derecho de la Organización de las Naciones Unidas, y
3. Todo el conocimiento es autoconocimiento tenían que ser estudiados según los métodos sociológicos. Las vibra-
ciones de estos movimientos en la distinción sujeto / objeto en las
La ciencia moderna consagró al hombre en cuanto sujeto epistémico ciencias sociales vinieron a estallar en el periodo postestructuralista.
pero lo expulsó, tal como a Dios, en cuanto sujeto empírico. ~~-:?
En el dominipde Jª§,!,;J.e.U<:iª~.•!!~i<:p~:t;i<:t:.!~EªAe~"· el i:egreso. del sujeto
nocimie1ltº.()?letivo 1. fact!:!ªlXJ:igM!.Qllo.P.Q..~ole~;.i,]Ja l(l i1lte.rfi~r.encia de frie yaánunciado por la mecánica c;uántica .aJ <lemp.sJrar que elacto
.
íQ'S"y~.~~~i"ni.lmiP.os ox.elig.iq~4. Fue sobre esta base como se ~l,l decónocimiento y el p:oductodel cono.cü11iento e~an inseparables.
y§.lSk.aiSJ;i:uL:ió.o.i;l.i<;:otó.ru:ifü\~~Q...,L.~. No obstante, la d1stmc1on
Los avances de la microfísica, de la astrofísica y de la biología de las
sujeto / objeto nunca fue tan pacífica en las ciencias sociales como últimas décadas restituyeron a la naturaleza las propiedades que la
ciencia moderna le expropiara. La profundización del conocimiento
59 C. Geertz (1983, p. 20). conducido según la matriz materialista vino a desembocar en un co-
UN DISCURSO SOBRE LAS CIENCIAS UN DISCURSO SOBRE LAS CIENCIAS 53
naturalización fue lento y, en el inicio, los protagonistas de la revo-
nocimiento idealista. ~<;~,~W,~~«g~..1,~.1!:!~1;~~~~ó
más cuando severificó que el .desa::,~';!~~~~~~H~!~~.!~!:.,,...~~~!~~~:,do
lución científica tuvieron la noción clara de que la prueba íntima de
nos había separado cteiañatura1eza§én vez de unir11os a ella y q~ela sus convicciones personales procedía y daba coherencia a las pruebas
\ e}¿ ·¡~tadó~'Je'i~tñaturitezafiat>fa" sl.d:o"eTveliicufo~ae la exploración externas que desarrollaban. Descartes muestra mejor que ninguno el
.d!iDl~m!?;~:·r;¡;;~~;;-r~;;;;r;ri<l<iile1a"<ffstiilción's~je.tü'/ühjet°. siem- carácter autobiográfico de la ciencia. Dice, en El discurso del método:.
pre había provocado en las ciencias sociales se propagaba as1 a las
[ ... ] me gustaría mostrar en este discurso, qué caminos seguí, y de él repre-
ciencias naturales. El sujeto regresaba investido del objeto. De otro
sentar a mi vida como en un cuadro para que cada cual lo pueda juzgar, y
modo, los conceptos de "mente inmanente", "mente más amplia" y para que, sabedor de las opiniones que sobre él fueron expresadas, como un
"mente colectiva" de Bateson y otros constituyen noticias dispersas de nuevo medio de instruirme, vendría ajuntar aquellas de las que acostumbro
que el otro forajido de la ciencia mode~na, Dios, plJ~~e est:ir en vías servirme. 60
de regresar. Regresará transfigurado, sm nada de divmo smo nues-
tro deseo de armonía y comunión con todo lo que nos rodea y que, Hoy sabemos o sospechamos que nuestras trayectorias de vida per-
vemos ahora, es lo más íntimo de nosotros. Una nueva g;nosis está en sonal y colectivas (en cuanto comunidades científicas) y los valores,
gestación. . las creencias y los prejuicios que acarrean son la prueba íntima de
Parafraseando a Clausewitz, podemos afirmar_2:~~.!;L:>.!?Jeto e_s nuestro conocimiento, sin el cual nuestras investigaciones en el labo-
\ .A<!,~SQJltii:mación.deLs:uj~to.po~ ~~eso, todo etc;ono~L• ratorio o de archivo, nuestros cálculos o nuestros trabajos de campo
l ~iJ's;iepJfüce 1u aU~Q_Y~llR.lm~ La ~ien~ia no descubre, ere~, constituirían un enmarañado de diligencias absurdas sin madeja ni
y el acto creativo protagomzado por cada c1entifico y por la comum- hilo. Sin embargo, este saber, sospechado o insospechado, recorre
dad científica en su conjunto ha de conocerse íntimamente antes que hoy subterráneamente, clandestinamente, nuestros no-dichos de
conozca lo que con él se conoce de lo real. Los presupuestos metafí- nuestros trabajos científicos.
sicos, los sistemas de creencias, los juicios de valor no están antes ni En el paradigma emergente, el carácter autobiográfico y autorre-
¡
después de la explicación científica de la naturaleza o de la sociedad. ferencial de la ciencia está plenamente asumido. La ciencia mockrna
Son parte integrante de esa misma explicación. La ciencia moderna nos legó. un. con()cimiento fl]ncional del mu11do, ·g_l1~t;{iargó0 ~~t~~or-
no es la única explicación posible de la realidad y ni siquiera alguna
razón científica habrá de considerarse mejor que las explicaciones ~!~~:::~;;=;~~~~~:~s;;;~;;~~~~~~fa;~2~~~,
_......,& ~ k%fa:.,•.>'fl,~-~1~.r.1tP"lf~-
alternativas de la metafísica, de la astrología, de la religión, del arte ma de conoCim1ento, un conocimiento comprensivo e íntimo que no
o de la poesía. La razón por la que privilegiamos hoy una fo;ma de nos'·s~pare y antes bien n¿~ iu1a personalmente a lo que estudiamos.
conocimiento basada en la previsión y en el control de los fenomenos Lá. incertidumbre del conocimiento, que la ciencia moderna siem-
nada tiene de científico. Es un juicio de valor. La explicación cientí- pre vio como limitación técnica destinada a sucesivas superaciones
fica de los fenómenos es la autojustificación de la ciencia en cuanto se transforma en la clave del entendimiento de un mundo que más
fenómeno central de nuestra contemporaneidad. La ciencia es, así, que controlado ha de ser contemplado. No se trata del espanto me-
autobiográfica. dieval frente a una realidad hostil poseída del hálito de la divinidad,
La consagración de la ciencia moderna en estos últimos cuatro- sino antes bien de la prudencia frente a un mundo que a pesar de la
cientos años naturalizó la explicación de lo real, al punto de que no domesticación nos muestra cada día la precariedad del sentido de
podemos concebir si no en los términos por ella propuest~s. Sin las nuestra vida por más segura que estuviera al nivel de la sobrevivencia.
categorías de espacio, tiempo, materia y número -las me~ora~ car- La ciencia del paradigma emergente es más contemplativa que activa.
dinales de la física moderna según Roger Jones- nos sentimos mca- La cualidad del conocimiento se mide menos por lo que él controla o
paces de pensar, incluso siendo ya hoy capaces de pensarlas como
categorías convencionales arbitrarias, metafóricas. Este proceso de
60 Descartes (1984, p. 6).
UN DISCURSO SOBRE LAS CIENCIAS UN DISCURSO SOBRE LAS CIENCIAS 55
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hace funcionar en el mundo exterior que por la satisfacción personal c.~!!.º'<::ÜDie:PtC>,§.:",§.Lh~S!:.9:~I.Si!:".I1tífic() un ig11ora11te especializado hace
que da a quien a él accede y de él participa. del c;:iµd<ii:Ia110 S()rnúl1}:~11 igpoE~~~g~íieral1~~do.
La dimensión estética de la ciencia ha sido reconocida por científi- Al contrario, la ciencia posmoderna sabe que ningun~ forrn~ ~e
cos y filósofos de la ciencia de Poincaré a Kuhn, de Polanyi a Popper. C:ºI1()cimi~I1!º ~~ ~n sí rn~.srnª•. r<I:sigp¡il; s(>lo .la.c.qnfigu¡i;~l~.~=sr~·todas
Roger Jones considera que el sistema de Newton es tanto una obra de el1~s es ra:i()I1ª1. Intenta, Pl1e~, dialoga~ Sü:l1 otr,asfQPl1flS pe COl1oci-
arte como una obra de ciencia. 61 La creación científica en el paradig- IllieI1t() ~('.j{t11d9sep~I1etfa~ por elfas .. La más ill1p()rtant~ de todas es
ma emergente se asume como próxima a la creación literaria o artísti- elé'ol1~~im:i~nto del sentido común, el conocimiento vulgar y prác-
ca, porque a semejanza de éstas pretende que la dimensión activa de tico ~9nc¡l1e ~n lo .cotidian<) ori.e11tamos nue.strasªcc;:.i0 f1esydarnos
la transformación de lo real (el escultor al trabajar sobre la piedra) a
sentido nuestfª,~d¡i. La ciencia moderna se construye contra el sen-
sea subordinada a la contemplación del resultado (la obra de arte). tido común que consideró superficial, ilusorio y falso. La ciencia pos-
A su vez, el discurso científico se aproxima cada vez más al discurso moderna busca rehabilitar el sentido común por reconocer en esta
de la crítica literaria. De algún modo, la crítica literaria anuncia la forma de conocimiento algunas virtualidades para enriquecer nuestra
subversión de la relación sujeto / objeto que el paradigma emergente relación con el mundo. Es cierto que el conocirn~erito.d~l sentido
pretende operar. En la crítica literaria, el objeto de estudio, como se c~~I1...!~<:~~~.~. .~.~E. .~.11...S.2119S;~1ll~~I1t() 0.isti~~~~~·y·~~;;¡fi~~d()r pero,
diría en términos científicos, siempre fue, de facto, un súper-sujeto a pesar de eso yª
pt;&qrde ser conservador, i:énÍa una
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