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altas temperaturas, que suele indicarse para contrarrestar ciertas dolencias (sobre todo
de huesos), mejorar la circulación, problemas articulares; entre otras bondades.
Este tipo de terapia térmica es beneficiosa en muchos sentidos para la salud de la población en
general, pero sobre todo para las personas de la tercera edad, ya que ayuda a sobrellevar el
deterioro y achaques propios del paso del tiempo (y algunos aseguran que sus efectos duran
hasta 45 días).
Pero, como con todo, claro que se deben tomar ciertas precauciones para que el baño termal
sea mucho más que un medio de disfrute y que nos brinde, además, como resultado, un
impacto positivo en nuestra salud.
podemos citar:
1. Si existe alguna patología de base, este tratamiento debe ser indicado por el médico
como método para aliviar dicha alteración.
2. Esta terapia termal debe ser perfectamente compatible con el estado de salud integral
del paciente.
3. Los baños termales deben tomarse por lapsos cortos de tiempo, y no más de dos por
día en casos de pacientes hipotensos, ya que puede traer problemas de baja tensión
arterial y/o trastornos cardíacos.
6. Evitar tomar baños termales durante las primeras horas de la mañana, ya que cuando
recién nos levantamos la presión está muy baja aún, por eso es recomendable esperar
unas horas que ésta se estabilice.
1. Ulceras gástricas.
2. Cardiopatías descompensadas.
4. Hipertensión severa.
Si tienes cerca a tu ciudad aguas termales, es una bendición para toda tu familia.
Entérate de los beneficios y contraindicaciones de las aguas termales.
Las aguas termales favorecen el equilibrio del organismo, al sumergirse produce la sensación
de paz, armonía, tranquilidad; combate ese estrés que día a día nos acompaña.
Los baños termales son muy buenos para curar y tratar diversos males, como el reumatismo y
problemas dermatológicos.
Baños termales, son en la práctica los baños naturales cuyas aguas son, minerales que salen
del subsuelo a mucha más temperatura que las aguas comunes y corrientes. Estas aguas son
ricas en minerales y por lo general se usan en terapias llamadas hidroterapias.
Estas aguas calientes, se encuentran ubicadas en las profundidades de las fallas geológicas
donde se calientan a cierta profundidad y luego suben en forma de vapor, o formando un geiser
o baño de agua caliente.
Los hombres a través de la historia han conocido el uso de los baños termales lo utilizaban
como terapia y además como una forma de sociabilizarse. Culturas como la India Roma Grecia,
ingleses y franceses, a mediados del siglo V, al ir a experimentar los beneficios de estos baños
lo consideraban un ritual.
Según algunas leyendas, las propiedades medicinales de las aguas termales fueron
descubiertas por animales como: Los osos, ciervos, jabalíes, y aves como cisnes, grullas y
garzas, que solían ir a los manantiales termales para curar sus heridas.
De esta forma los seres humanos aprendieron a apreciar los “dones” de este regalo de la
naturaleza, ya que en tiempos remotos no existían medicamentos para atacar las
enfermedades.
Magmáticas, cuyo origen de filones metálicos eruptivos y la temperatura del agua muy elevada
están compuesta generalmente por arsénico, boro, bromo, cobre, fósforo y nitrógeno.
El contenido mineral de las aguas termales influye mucho, para el tratamiento de la afección
que se tenga, de tal suerte que existen aguas:
Aguas sulfuradas y sulfurosas: Con azufre. Usadas en la hidrología médica, las sulfurosas son
ácidas y lodosas.
Frías y alcalinas: Son excelentes para casos de acidez gástrica, pueden tener las modalidades
sódicas, cálcicas, mixtas, cloradas o sulfatadas.
Todas estas enfermedades tratadas con agua caliente mineralizadas, en definitiva hacen que el
organismo tenga diversas reacciones de tipo biológico, físico y químico, ya que el cuerpo
humano en contacto con estas aguas, aumenta su temperatura y automáticamente mata los
gérmenes y virus.
Incrementa la circulación sanguínea y renueva la oxigenación, este acto disuelve y elimina las
toxinas del cuerpo, aumentando el metabolismo y estimulando las secreciones del tracto
digestivo ayudando a la digestión.
No debes excederte en el tiempo, prueba con 30 minutos el primer día. Dependiendo del tipo
de piel que tengas y si no son demasiado calientes. Luego que sepas que estas aguas son
adecuadas para ti, puedes permanecer inclusive hasta varias horas.
Es conveniente que sepas el contenido de las aguas. Si existe información turística
especializada, será mejor que la consultes. Puede que tengas alergia a alguno de los
componentes del agua.
No bebas el agua, pueden producir ciertos tipos de contaminación digestiva.
Baños termales
Los baños deben darse en etapas repetidas en un lapso de 3 a 4 semanas, contribuyen a
regularizar las funciones de las glándulas endocrinas, y el funcionamiento del sistema nervioso
autonómico del cuerpo. Además se mejora y estimula el sistema inmune, la relajación mental,
producción de endorfinas y regulación de las funciones glandulares.
Los baños de azufre son excelentes para dolencias dermatológicas, como: La psoriasis, la
dermatitis y las enfermedades por hongos. En ocasiones ayudan en la cura de heridas y otras
lesiones de la piel. Esta acción se le atribuye a las “sulfobacterias” (micro organismo que
ayudan a mejorar el sistema de defensa de la piel en relación a todo tipo de males y al
envejecimiento de la misma.
Al realizar baños termales en forma periódica por alguna enfermedad es mejor consultar a un
especialista en el caso de que, estés embarazada.
Evita bañarse en aguas termales, si eres un adulto mayor, estas bajo los efectos del alcohol,
alguna droga, o en su defecto, si tomas medicamentos para enfermedades del corazón.
Existen dos tipos de aguas termales de acuerdo a su origen geológico, las magmáticas y las
telúricas.
El tipo de terreno del que aparecen es una de las principales diferencias entre ambas las aguas
magmáticas nacen de filones metálicos o eruptivos, mientras que las telúricas pueden aparecer
en cualquier lugar.
La temperatura de las aguas magmáticas es más elevada que la de la telúrica.
La primera tiene por lo general temperaturas mayores a los 50º C, mientras que las de origen
telúrico pocas veces lo hacen.
Por otro lado, gracias a que las aguas telúricas son filtradas, estas poseen menor cantidad de
mineralización que las magmáticas.
Los elementos más comúnmente encontrados en las aguas magmáticas son arsénico, boro,
bromo, cobre, fósforo y nitrógeno. Las aguas telúricas tienen por lo general bicarbonatos,
cloruros, sales de cal y otros.
Contrario a su nombre, los positivos no le traen beneficios al cuerpo humano, y por el contrario,
son irritantes. En cambio, los iones negativos tienen la capacidad de relajar el cuerpo.
El agua mineraliza y caliente de las “termas” tiene diferentes efectos en el cuerpo humano.
Algunos autores las dividen en tres, biológica, física y química, aunque en realidad todas
actúan al mismo tiempo.
El baño en aguas termales aumenta la temperatura del cuerpo, matando gérmenes, entre ellos
virus, además aumenta la presión hidrostática del cuerpo, por lo que aumenta la circulación
sanguínea y la oxigenación.
Este aumento en la temperatura ayuda a disolver y eliminar las toxinas del cuerpo.
Al aumentar la oxigenación, el baño en aguas termales hace que mejore la alimentación de los
tejidos del cuerpo en general, motivo por el cual aumenta el metabolismo, estimulando al
mismo tiempo las secreciones del tracto digestivo y del hígado, ayudando así a la digestión.
También existe un mejoramiento y estímulo del sistema inmune, relajación mental, producción
de endorfinas y regulación de las funciones glandulares.
Muchos de estos efectos se deben al consumo del cuerpo de minerales como dioxido de
carbono, azufre, calcio y magnesio.
Hay enfermedades de la piel que pueden tener una marcada mejoría por baños en aguas
termales (en especial si estas contienen azufre). Las enfermedades que más se benefician son
la psoriasis, la dermatitis y las enfermedades por hongos.
En forma de resumen, las enfermedades crónicas que se ven beneficiadas con el uso de la
balneoterapia, según investigaciones del Dr. Yuko Agishi (5) son
Siempre es mejor consultar con su médico antes de utilizar la terapia con aguas
termales en caso de que se encuentre embarazada o tenga alguna enfermedad.
Evite bañarse solo en aguas termales, los adultos mayores las deben de usar con
precaución y no las utilice si se encuentra bajo el efecto del alcohol o alguna droga.
Si toma medicamentos para enfermedades del corazón tenga cuidado.
No se sobrecaliente, manténgase bien hidratado y si padece de enfermedades de la
piel que sean contagiosas, utilice piscinas privadas.
Pero, ¿cómo se crean estas aguas? La lluvia penetra en la tierra en grietas y fallas que, al
entrar en la profundidad se calienta naturalmente gracias al espacio magmático. Es como si se
tratara de una verdadera infusión de los elementos que va a contener esa tierra. Dependiendo
de la tierra de donde salga va ha contener unos u otros minerales, además de CO2, y estos
van a ser los que aporten los beneficios de las aguas termales para la salud y los diferentes
usos terapéuticos.
Al ser una agua profunda igualmente se ha filtrado y la hace extremadamente pura de bacterias
y otros contaminantes. De hecho, la Organización Mundial de la Salud reconoce desde 1986
como terapias médicas el uso de aguas termales
Aguas ferruginosas: con alto contenido en hierro, lo que son ideales para carencias de hierro,
problemas dérmicos y dietas para adelgazar, ya que son tonificantes. Mejora en estados
carenciales y de debilidad, especialmente cuando es por falta de hierro, como anemias o
hemorragias. También es ideal para los periodos de convalecencia. Esta agua en contacto con
el aire se suele volver rojiza.
Aguas carbonatadas: con contenido en CO2, bicarbonato de sodio, calcio, cloro o azufre son
idóneas para problemas gástricos como la acidez. Las aguas carbonatadas de baja
mineralización, si son alcalinas y frías se suelen beber para mejorar el PH gástrico, estimula la
secreción pancreática y diurética y ayudan a aumentar el PH de la orina.
Aguas con flúor: son antisépticas.
Aguas con zinc: es una de las aguas termales con mejor acción regenerante para la piel con
problemas exceso de sebo y caspa.
Las acciones más deseadas de las aguas termales en los balnearios son los beneficios
cutáneos y los que ayudan a mejorar el dolor muscular, articular, óseo y los problemas
reumáticos. Sin embargo, son muchos los beneficios para diferentes dolencias, a saber:
• Reuma
• Enfermedades como diabetes, obesidad
• Problemas gastrointestinales
• Afecciones respiratorias como asma
• Problemas circulatorios
• Problemas psicosomáticos como el estrés y falta de sueño
• Enfermedades cutáneas crónicas, como eczemas, rosácea o psoriasis
• Enfermedades ginecológicas
• Efectos purificantes y detoxificantes
• Acción antinflamatoria
Cuando bebemos agua, esta aporta los minerales que se absorberá por el organismo y
pasarán al metabolismo; y así, actúan estos minerales en los distintos procesos y su acción
terapéutica sobre el cuerpo.
Frente al reumatismo y dolores articulares, como la artritis, actúa en doble sentido: el calor
beneficia la relajación muscular disminuyendo, a su vez, la rigidez y mejorando la movilidad;
por otro lado, la acción antiinflamatoria va a producir una disminución del dolor.
En los balnearios, las diferentes maneras de aplicación también van a jugar un papel muy
importante en la efectividad de las mismas. Así, la mayoría de personas prefieren los baños.
Además, el agua termal es utilizada por laboratorios cosméticos para formular sus productos
aportando así, los beneficios de esta agua ya que, por ejemplo, ayuda a mejorar el equilibrio de
la piel. Actualmente, el agua termal es de especial relevancia en algunas dietas como la
alcalina , en la que se busca el PH básico del agua.