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NOTAS INTRODUCTORIAS

SISMOLOGÍA

POSGRADO EN CIENCIAS DE LA TIERRA


CENTRO DE GEOCIENCIAS

DR. FCO. RAMÓN ZÚÑIGA DÁVILA MADRID


CENTRO DE GEOCIENCIAS
UNAM-CAMPUS JURIQUILLA

ÚLTIMA ACTUALIZACIÓN : FEBRERO DE 2011

Partes de éstas notas han sido tomados, con modificaciones del autor, de:

Terremotos y Ondas Sísmicas, Cuadernos del Instituto de Geofísica, No. 1, por Juan Manuel Espíndola y
Zenón Jiménez, UNAM.

"What is Richter Magnitude ?" de J. N. Louie, University of Nevada-Reno. Traducción por Yi Tan, Instituto
de Geofísica, Abril, 1998.

1
INDICE.

1ª. PARTE. NOCIONES BÁSICAS

1. LOS SISMOS Y SUS CAUSAS

1.1 TECTONICA DE PLACAS


1.2 MECANISMO DE GENERACIÓN DE LOS SISMOS
1.3 CLASIFICACIÓN DE LOS SISMOS
1.4 TIPOS DE SISMOS EN MÉXICO

2. ONDAS SÍSMICAS

2.1 ONDAS DE CUERPO


2.2 ONDAS SUPERFICIALES

3. CARACTERISTICAS DE LA FUENTE SÍSMICA

3.1 ENERGIA
3.1.1 Magnitud
3.1.2 Magnitud y Energía
3.1.3 Intensidad
3.2 DURACION

2ª. PARTE ALGUNOS ELEMENTOS PARA EL CÁLCULO DEL


PELIGRO SÍSMICO

4. GENERALIDADES. PELIGRO Y RIESGO SÍSMICOS.

5. PROPAGACION Y RECEPCION DE LAS ONDAS SÍSMICAS

5.1 INSTRUMENTACIÓN SÍSMICA


5.2 LEYES DE ATENUACION
5.3 EFECTOS DE SITIO

6. SISMICIDAD

6.1 EVENTOS PRINCIPALES


6.2 REPLICAS
6.3 SISMICIDAD UMBRAL
6.4 SISMICIDAD ESTADISTICA

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1ª. PARTE
NOCIONES BÁSICAS

1. LOS SISMOS Y SUS CAUSAS.

1.1 TECTÓNICA DE PLACAS.


La parte más superficial de la Tierra está dividida en un número de bloques o mosaicos a
los que se denomina “Placas Tectónicas”. Dichos bloques tienen un espesor que va de los
15 a los 50 km aproximadamente y componen lo que ha dado en llamar la “Litósfera”. La
Litósfera es la parte rígida del “cascarón” de la Tierra y comprende tanto a la corteza como
a una parte (la parte más superficial) del Manto. La capa de la Tierra que se encuentra
inmediatamente debajo de la Litósfera es la Astenósfera, la cual no es rígida. Las placas
tectónicas se mueven arrastradas por el material que las suprayace teniendo velocidades del
orden de cm/año.

Las velocidades y, en ciertos casos, las direcciones de movimiento entre placas son
diferentes lo que da lugar a interacciones en las fronteras de dichas placas. Existen tres
tipos principales de frontera entre placas:

a) Convergentes.- En este tipo las placas han tenido una “colisión” y, por lo general,
ocurre que una de ellas (la de mayor densidad) penetra por debajo de la otra.

Figura 1. Zona de convergencia con Subducción.

b) Divergentes.- En este tipo de frontera, las placas se separan en dirección opuesta


partiendo de la frontera, debido a la emergencia de material proveniente del interior

3
(Manto). Este tipo de fronteras forma por lo general un tipo de cordillera (dorsal) con
un surco en la cima y se localizan muy comúnmente en el océano.

Figura 2. Frontera del tipo divergente, o zona de “acreción”. Las placas se mueven en
dirección opuesta y perpendicular a la frontera.

c) Fronteras transcurrentes. En este tipo de linderos las placas se mueven con


desplazamientos laterales, es decir, pasan una junto a la otra.

Figura 3. Ejemplo de frontera transcurrente. Las placas se mueven en dirección opuesta


lateralmente, siguiendo el mismo rumbo de la frontera que corresponde a la línea de Falla
principal (dicha línea es la traza de la falla, es decir, la intersección del plano de falla con la
superficie).

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1.2 MECANISMO DE GENERACIÓN DE LOS SISMOS.
Cuál es la relación de este fenómeno con los temblores? En primer lugar notemos que en
una zona de subducción el movimiento de una placa bajo la otra se realiza venciendo las
fuerzas de fricción, generadas en el contacto entre ambas. A lo largo de este contacto,
llamado zona de Wadati-Benioff (WB), el movimiento de una placa contra la otra tiene
lugar discontinuamente, por "brincos". Es esto precisamente lo que genera los temblores en
esas regiones. Para imaginar estos procesos pensemos en un bloque de cemento sobre una
mesa, como se muestra en la siguiente figura.

Figura 4. Ejemplo de proceso de fricción

Si colocamos un peso pequeño en la canastilla, el bloque no se moverá debido a la fuerza


de fricción entre el bloque y la mesa. Conforme aumentamos el peso, la tensión en el cable
continúa acumulándose hasta que iguala a la fuerza de fricción, a partir de ese momento el
bloque empezará a moverse.

Análogamente, tanto en la zona de subducción (zona WB) como en cualquier otro tipo de
falla, se acumula gradualmente la tensión hasta que rebasa un límite, en ese momento
comienza a presentarse un fallamiento en algún punto inicial llamado foco, desde donde se
continúa dicho fallamiento o ruptura hasta ocupar cierta extensión a todo lo largo y ancho
de un plano, llamado el plano de falla1.

Un comportamiento análogo puede ser observado cuando el contacto entre placas aflora en
la superficie de la Tierra, como en la famosa Falla de San Andrés, en California la cual es
una falla del tipo transcurrente. De hecho, fue en observaciones hechas en esta falla que
pudo deducirse este mecanismo, conocido como la Teoría del Rebote Elástico. Esto ocurrió
durante el sismo de San Francisco en el año de 1906. La siguiente figura muestra las dos
placas durante el movimiento lateral que produce la acumulación de esfuerzos. Cuando los
esfuerzos rebasan cierto límite y el fallamiento se produce en un punto y se propaga en
ambas direcciones. Se dejan ahora un desplazamiento que permanece entre ambas caras de
la falla.

1
es importante aclarar que el plano de falla no necesariamente es una superficie plana

5
Figura 5. Rebote Elástico

Aunque este proceso puede parecer intuitivamente obvio, en realidad no lo es; durante
mucho tiempo, se pensó que el fallamiento de la corteza era un efecto de los temblores y no
el origen de los mismos. Como fuentes de éstos, se pensaba en intrusiones de magma o
colapso de volúmenes por cambios de densidad de las rocas que componen la corteza.
Aunque estos mecanismos pueden ciertamente ocurrir, en la actualidad sabemos que la
mayoría de los temblores se originan por el mecanismo expuesto. Los sismos que son
causados por interacción de las placas o por esfuerzos dentro de las placas son llamados
"tectónicos", esto incluye a las fallas superficiales. Otros tipos de sismos están asociados a
fenómenos como la actividad volcánica o el colapso del subsuelo por la extracción de
fluidos o materiales del subsuelo, o por el exceso de presión causado por la carga de un
embalse.

Para finalizar es necesario hacer dos observaciones que no están explícitas en los párrafos
anteriores. La primera es que aún cuando podemos modelar el proceso de ruptura como un
proceso elástico, el hecho de que ocurra una ruptura ya es de por sí evidencia de que no lo
es completamente, es decir, las rocas no se comportan elásticamente del todo. Es por eso
que se deben incluir otros efectos al modelar el proceso. Sin embargo, las ondas que se
generan y se propagan (las ondas sísmicas) son ondas elásticas debido al poco tiempo
involucrado en su propagación.

La segunda concierne, nuevamente, al comportamiento mecánico de las rocas. Cuando una


roca es sometida a una fuerza pequeña por un tiempo corto de tiempo, la roca se deforma;
pero al cesar la fuerza, recupera su forma original. A esto ya nos referíamos en la discusión
anterior; sin embargo, cuando la fuerza a que se somete el material es mayor que su
resistencia, este se rompe o falla a lo largo de un plano. Si existe un plano de falla
preexistente, una nueva ruptura tenderá a presentarse en el mismo lugar porque este es un
plano debilitado por rupturas anteriores. De la misma manera, si tenemos dos placas en
contacto, la resistencia al movimiento entre ellas se da a causa de la fricción entre las caras;
sin embargo la fuerza de fricción entre ellas es mucho menor que la que seria necesaria para

6
romper nuevas rocas, de manera que las fuerzas acumuladas tenderán a fallar a lo largo del
mismo plano.

1.3 CLASIFICACIÓN DE LOS SISMOS.


Los sismos se pueden caracterizar como un proceso de ruptura y deformación elástica del
material de la litósfera, y bajo esas condiciones todos los sismos son iguales, sin embargo,
se ha visto que dependiendo del tipo de falla o mecanismo causal, así como del medio de
propagación, los sismos pueden tener consecuencias diferentes en la superficie. Es por eso
que se pueden clasificar a los sismos según su zona de generación, y su profundidad.

De acuerdo a lo anterior tenemos la siguiente clasificación:

A. Sismos de subducción someros. Aquellos que se generan en las fronteras de este tipo y
que ocurren a profundidades que no exceden los 40 km.

B. Sismos de subducción profundos. Aquellos que ocurren debido a la interacción de


subducción y en la zona de fricción (interplaca), pero a profundidades mayores a los 40 km.

C. Sismos intraplaca de profundidad intermedia. Sismos que se presentan en la placa


subducida, pero no ocasionados por la fricción entre las placas sino por fractura de la placa
que ha penetrado, sus profundidades son mayores a los 80 km y generalmente menos de
500 en México.

D. Sismos de zonas de acreción. Sismos que se presentan en este tipo de fronteras, por lo
general con profundidades que no exceden los 20 km.

E. Sismos de fallas de transcurrencia. Los que se presentan en este tipo de frontera, cuyas
profundidades nos exceden los 30 km por lo común.

F. Sismos corticales intracontinentales. Sismos que se presentan en fallas no


directamente relacionadas con los procesos de interacción entre las placas, sino al interior
de una placa. Sus profundidades no exceden el grosor de la placa.

Adicionalmente, se pueden considerar los sismos volcánicos, los cuales tienen una
clasificación propia. Entre estos, los llamados sismos volcano-tectónicos serían
equivalentes a los sismos corticales. Otros sismos de este tipo pueden deberse al transporte
de fluídos (e.g. magma o agua) en cavidades y fracturas, ocasionando la emisión de bajas
frecuencias por lo que se llaman tremores.

Se ha visto que los mayores sismos son, por lo general, del tipo A. Sin embargo, los sismos
de tipo B, C, E ó F pueden llegar a tener consecuencias graves.

7
1.4 TIPOS DE SISMOS EN MÉXICO

En México ocurren sismos de todos los tipos aunque la profundidad máxima observada es
menor que en otras zonas del mundo (e.g menor a 600 km). Los sismos dañinos que
ocurren con la mayor frecuencia son del tipo A pero se ha dado el caso de sismos de los
demás tipos que han llegado a causar gran daño a las comunidades cercanas.
La figura 5.2 muestra la regionalización sismotectónica en la que se basa en Manual de
Construcción de Obras Civiles de la Comisión Federal de Electricidad (F.R. Zúñiga, G.
Suárez y A. Figueroa S. en prensa, 2011) dicha regionalización está siempre en proceso de
actualización conforme se obtienen más y mejores datos.

Figura 5.2a. Regionalización sismotectónica de la República Mexicana. Sismos someros.

8
Figura 5.2b. Regionalización sismotectónica de la República Mexicana. Sismos profundos.

Las regiones sismotectónicas son las siguientes:


1. Región SUB1.
Zona de eventos interplaca someros del tipo de subducción (profundidad < 40 km). Zona
de transición de la convergencia entre placas Rivera y Norteamericana (NOAM) a la
convergencia Cocos-NOAM.
2. Región SUB2.
Zona de eventos interplaca someros del tipo de subducción. Convergencia Cocos -
NOAM.
3. Región SUB3.
Zona de eventos interplaca someros del tipo de subducción. Convergencia Cocos -
NOAM, zona de transición.
4. Región SUB4.
Zona de eventos interplaca someros del tipo de subducción. Convergencia Cocos -
Caribe.

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5. Región IN1.
Zona de eventos intraplaca (Cocos) de profundidad intermedia (40 km < h < 120 km).
Relacionados a la interface Cocos-NOAM.
6. Región IN2.
Zona de eventos intraplaca (Cocos) de profundidad intermedia. Relacionados a la zona
de transición.
7. Región IN3.
Zona de eventos intraplaca (Cocos) de profundidad intermedia. Relacionados a la
interface Cocos-Caribe.
8. Región MVB.
Zona de eventos intraplaca (NOAM) someros (h < 40 km), dentro de la provincia
tectónica del Eje Volcánico Mexicano (Mexican Volcanic Belt).
9. Región NAM.
Zona de eventos intraplaca (NOAM) someros.
10. Región BC1.
Zona de eventos intraplaca (Pacífico), profundidad < 20 km, Península de Baja
California.
11. Región BC2.
Zona de eventos interplaca (Pacífico-NOAM), profundidad < 20 km, Península de Baja
California.
12. Región SMO.
Zona de eventos intraplaca (NOAM) someros, provincia Sierra Madre Occidental.
13. Región BAR.
Zona de eventos intraplaca (NOAM) someros, provincias de Cuencas y Sierras - Fisura
del Río Bravo (Basin and Range-Río Grande Rift).
14. Región BB.
Zona de eventos intraplaca (NOAM) someros, provincia de la Cuenca de Burgos
(Burgos Basin).
15. Región RIV1.
Zona de eventos interplaca someros de fallamiento normal principalmente, interface
Pacífico-Rivera.
16. Región RIV2.
Zona de eventos interplaca someros de fallamiento de rumbo principalmente, interface
Pacífico-Rivera.
17. Región RIV3.
Zona de eventos interplaca de subducción someros. Interface Rivera-NOAM.

10
18. Región GMX.
Zona de eventos intraplaca (NOAM) someros. Región del Golfo de México.
19. Región NAL.
Zona de eventos intraplaca (NOAM) someros de baja magnitud-baja periodicidad.

2. ONDAS SISMICAS

2.1 ONDAS DE CUERPO


Si desplazamos un diapasón de su posición de equilibrio y lo soltamos repentinamente,
percibimos su sonido característico.
Lo mismo sucede en la Tierra, hemos visto que el fallamiento de la roca consiste
precisamente en la liberación repentina de los esfuerzos impuestos al terreno. De esta
manera, la tierra es puesta en vibración. Esta vibración es debida a la propagación de ondas
como en el caso del diapasón.

Ahora bien, en un medio elástico pueden transmitirse dos tipos de ondas. El primer tipo es
conocido como onda de compresión, porque consiste en la transmisión de compresiones y
rarefacciones como en el caso de la transmisión del sonido, en este caso las partículas del
medio se mueven en el mismo sentido en que se propaga la onda. El segundo tipo es
conocido como ondas transversales o de cizallamiento; las partículas se mueven ahora en
dirección perpendicular a la dirección de propagación de la onda. La figura muestra
esquemáticamente la propagación de estas ondas en un bloque elástico.

Las ondas compresionales y transversales han sido llamadas P y S respectivamente por


razones que se verán más adelante. Son también conocidas como ondas internas o de
cuerpo porque se propagan en el interior de un sólido elástico2.

2
Las ondas sísmicas pueden vibrar en cualquier dirección, por lo que para registrarlas completamente se
requieren tres componentes vectoriales.

11
Figura 6.Ondas P y S

2.2 ONDAS SUPERFICIALES.


Además de estas dos clases de ondas existen otras ondas de gran importancia llamadas
ondas superficiales por los motivos que veremos a continuación: cuando un sólido posee
una superficie libre3, como la superficie de la tierra, pueden generarse ondas que viajan a lo
largo de la superficie. Estas ondas tienen su máxima amplitud en la superficie libre, la cual
decrece exponencialmente con la profundidad. Una clase de ondas como éstas son
conocidas como ondas de Rayleigh en honor al científico que predijo su existencia. La
trayectoria que describen las partículas del medio al propagarse la onda es elíptica
retrógrada y ocurre en el plano de propagación de la onda (ver figura). Estas ondas son
similares (aunque no son las mismas) a las ondas que se producen en la superficie de un
cuerpo de agua (olas).

Figura 7 Ondas Rayleigh

Otro tipo de ondas superficiales son las llamadas ondas de Love, en honor del científico que
las estudió. Estas se generan solo cuando el medio elástico se encuentra estratificado,
situación que se cumple en el caso de nuestro planeta. Las ondas de Love se propagan con
un movimiento de las partículas perpendicular a la dirección de propagación, como las

3
superficie libre: no sujeta a presiones

12
ondas S, sólo que “polarizadas”4 en el plano de la superficie de la Tierra. Debido a dicha
polarización sólo poseen las componentes horizontales paralelas a la superficie. Las ondas
de Love pueden considerarse como ondas S "atrapadas" en el medio superior (ver figura).
Como en el caso de las ondas de Love, la amplitud de las mismas decrece rápidamente con
la profundidad. Las ondas de Love son observadas sistemáticamente sobre la superficie de
la tierra pues nuestro planeta posee un estrato superficial de baja velocidad, la corteza,
sobre un medio mas profundo, el manto.

Fig. 8 Ondas Love

Como podemos ver el término superficial se debe a que las ondas se generan por la
presencia de superficies de discontinuidad ya que en un medio elástico infinito no podrían
generarse. En general su existencia se puede explicar considerando que la vibración del
medio en lugares en los que existen menores tracciones, y esto sucede por la presencia del
vacío o un medio de menor rigidez, tiende a compensar la energía generando este tipo
especial de vibraciones.

¿Cuál es la velocidad de estas ondas? Se puede demostrar teóricamente y se observa


experimentalmente que la velocidad de las ondas es tal que:

VR,L < Vs < Vp

donde Vp, Vs y VR,L son las velocidades de las ondas P, S y de Rayleigh y Love
respectivamente. Entre estas dos últimas no puede establecerse un orden de velocidades
porque esta depende de muchos factores y no siempre viajan con la misma velocidad.

Las velocidades de las diferentes ondas dependen de las características del medio; por
ejemplo, en rocas ígneas la velocidad de las ondas P es del orden de 6 Km/seg, mientras
que en rocas poco consolidadas es de aproximadamente 2 Km/seg ó menor. Así, las ondas
P de un terremoto originado en la costa de Acapulco serían percibidas en la Ciudad de
México, en alrededor de 1 minuto.

3. CARACTERÍSTICAS DE LA FUENTE SÍSMICA.

4
polarizadas: con direcciones alineadas a un plano

13
Para tener una idea de la dimensión de un sismo, es necesario medir la energía liberada para
lo cual podemos emplear diferentes procedimientos. La siguiente figura muestra un
resumen de las formas más usuales empleando sismogramas.

3.1 ENERGÍA
Para los sismólogos resulta necesario catalogar cada terremoto según su energía intrínseca,
es decir la energía liberada por el sismo. Esta clasificación debe ser un número único para
cada evento, y este número no debe verse afectado por las consecuencias de los terremotos
que varían mucho de un lugar a otro.
Para tener una idea del tipo de energías involucradas en los terremotos, vamos a imaginar
dos situaciones. En la primera, tenemos una pieza de roca en una mesa de laboratorio.
Podemos romper esta roca si aplicamos la fuerza suficiente con un martillo o un gato
hidráulico. La roca probablemente se romperá en dos pedazos, a lo largo de algún plano
débil de la roca y podemos pensar acerca de este plano como en una "falla" muy pequeña.
Sabemos de acuerdo a la física que la cantidad de energía necesaria para romper o fracturar
un pedazo de roca, es igual a la fuerza requerida para romper esa roca, por la distancia de
separación entre los pedazos fracturados de la roca original:

(Trabajo) = Fuerza x (Distancia)

(Energía) = (Presión) x (Area) x (Distancia)

14
(Momento) = (Rigidez) x (Area de la falla) x (Distancia
deslizada)

Mo = µ x A x d

(dina-cm) = (dina/cm2) x cm2 x cm


En la fórmula anterior, el "momento" de un terremoto nos da una medida básica del
“tamaño” del proceso de ruptura, es decir del sismo, y es fundamental para comprender qué
tan peligrosa puede ser una falla de determinada área en caso de que llegara a sufrir ruptura
total.
Ahora, para el caso del ejemplo anterior de un pedazo de roca en una mesa del laboratorio,
la rigidez, o la resistencia de cizallamiento de las rocas es una presión del orden de cerca de
un billón de dinas por centímetro cuadrado (la notación científica hace posible representar
lo anteriormente expuesto de una manera sencilla). La presión actúa sobre un área
produciendo una fuerza, y se puede ver como la unidad "cm2" se cancela. Ahora si
suponemos que la distancia que existe entre las dos partes antes de ser separadas, es
aproximadamente de un centímetro, entonces podemos calcular la energía en la unidad
dina-cm (ó erg) como se muestra a continuación (usando valores tipo para rocas comunes):

M0 = (3x1011) (dina/cm2)x10 (cm) x 10 (cm) x 1 (cm)


= (3 x 1011) x 102 (dina-cm)
= 3x1013 dina-cm (erg)

De nuevo, resulta muy útil el uso de la notación científica, ya que un dina-cm es una
cantidad de energía pequeñísima.
Ahora vamos a considerar el segundo caso, el terremoto de Bavispe, en Sonora, ocurrido el
3 de Mayo de 1887. Ya que estamos trabajando en centímetros, lo primero que tenemos que
hacer, es convertir la falla de 80 kilómetros de longitud y 16 km de profundidad a
centímetros, y usar el desplazamiento medido de 3 m.:
M0 = 3x1011 (dina/cm2)x80(km)x(105cm/km)x16(km)x(105cm/km)x300(cm)
= 11.52 x1026 dina-cm (erg)

En este resultado el uso de la notación científica es aún más necesario. Podemos observar
que este terremoto, el más grande ocurrido en el Norte de México, tiene 3.8x1013 (38
billones) veces más energía que la que se aplicó para romper la roca en la mesa de
laboratorio.

3.1.1 Magnitud.
Ahora bien, si bien el parámetro que hemos llamado momento es la mejor medida de la
cantidad de energía liberada (lo que realmente nos indica el tamaño real del sismo), no es lo
que tradicionalmente se ha usado para la identificación del tamaño del sismo, en particular

15
cuando se trata de divulgar los resultados al público o a otras disciplinas. La manera mas
conocida y más ampliamente utilizada para identificar los sismos es debida a Charles F.
Richter, afamado sismólogo estadounidense, quien definió en los años 30 una escala de
magnitud basada en las consideraciones que se exponen a continuación:
Considérese un sismo con un foco dado; si se tienen estaciones gradualmente mas alejadas
del foco el registro de su movimiento se hará cada vez más pequeño. Si se grafican los
valores del logaritmo de la amplitud de las mayores oscilaciones de cada registro
(sismograma) contra la distancia, se obtienen gráficas como la producida en la figura.

Figura 9. Curvas de Log de amplitud de ondas contra distancia.

En la figura 9, la curva más baja representa un temblor más pequeño puesto que ocasiona
un menor movimiento del terreno. Podemos entonces tomar cualesquiera de estos sismos
como el sismo patrón y asignarle la magnitud cero, los demás pueden ser medidos a partir
de éste, midiendo la separación entre ellos para cualquiera distancia del epicentro. Se define
entonces la magnitud a través de la fórmula:
ML = log A - log Ao
Donde A es la máxima amplitud en el sismograma de un temblor y Ao es la máxima
amplitud del temblor patrón. Aquí resalta la necesidad de definir tanto un temblor patrón
como un sismógrafo patrón. El temblor patrón, de magnitud cero se define como aquel que,
teniendo su epicentro a 100 Km de distancia, deja una traza de una micra en el registro o
sismograma producido por un sismógrafo especial que lleva el nombre de los científicos
que lo diseñaron , el sismógrafo Wood-Anderson elegido a su vez como sismógrafo patrón.
Como Richter definió esta magnitud utilizando información de la red sísmica de California

16
y la utilizó para sismos en esta región es de hecho una escala local razón por la que Richter
le llamó magnitud local.
De esta manera la fórmula de Richter (medida en el tipo de sismógrafo descrito) se expresa
como:
ML = log A + 3
La magnitud de un temblor se define como el promedio de las magnitudes calculadas en
tantas estaciones como sea posible5.
La definición de magnitud de Richter se tornó en una herramienta de enorme utilidad para
el estudio de los temblores. No sólo se encontró que podía emplearse para otras regiones
del planeta además de California sino que señaló el camino para la elaboración de escalas
de mayor aplicación. En efecto, la escala de magnitud local es apropiada para temblores
con focos no mayores a los 20 Km de profundidad y distancias no mayores de 600 Km de
una estación dada. En 1936 Richter y otro gran sismólogo, Beno Gutenberg, diseñaron una
nueva escala aplicable a temblores lejanos registrados con otros tipos de aparatos. En esta
escala se utiliza la amplitud de las ondas superficiales horizontales con periodo de 20 seg..
La fórmula para determinar la magnitud con este criterio es:

Ms = log A - log B + C + D
En esta ecuación A es la amplitud total , es decir en las dos dimensiones del plano, de la
onda superficial con periodo aproximado de 20 seg ( medida en micrones). B es el valor de
la máxima amplitud horizontal calculada para un evento de magnitud cero (en micrones) a
la misma distancia focal. Finalmente, C y D son constantes dependientes de cada estación y
dependen de tipo de terreno en que se encuentra una estación, el instrumento, la
profundidad focal, atenuación, etc. A esta escala se le llama magnitud de ondas
superficiales o Ms.
Por otro lado, entre 1945 y 1956 Gutenberg desarrolló una nueva escala aplicable a
temblores profundos (que son menos eficientes en la generación de ondas superficiales)
utilizando la amplitud de las ondas internas. Esta escala esta dada por la fórmula:

mb = log (A/ T) + B + C
Donde A es la amplitud de la onda de cuerpo elegida para la determinación, T el periodo de
la onda, y B y C constantes dependientes de las características del sismo y la estación
sismológica. A esta escala se le conoce como magnitud de ondas de cuerpo o por el
símbolo utilizado en la fórmula: mb (b por body waves).
Estas fórmulas dan valores algo diferentes para un mismo temblor, la razón es que, como
hemos visto, fueron desarrolladas para extender el concepto de magnitud a sismos de varios
tipos y resultan en realidad complementarias; por ejemplo, la magnitud mb arroja mejores
resultados cuando se aplica a sismos profundos. Con propósitos de comparación y

5
Nótese que con ésta medida, un sismo que registra 1 mm a 100 km tendría una magnitud de 3

17
conversión, los sismólogos han encontrado fórmulas para convertir de una escala a otra. La
siguiente figura muestra en forma gráfica la comparación entre las tres escalas.

Figura 10. Relaciones entre diferentes magnitudes.


Como puede advertirse la diferencia entre escalas puede ser de varios décimos de grado, lo
cual es una diferencia importante en términos de energía si no se especifica de que escala
en particular se habla, sin embargo en términos de comunicación al público puede
ocasionar confusiones, una probable causa de que en los reportes periodísticos no se haga
referencia al tipo particular de escala utilizada. Nótese por otra parte que todas estas escalas
son "abiertas" es decir no se considera un número finito de unidades como la escala de
intensidad (de la cual hablaremos a continuación); sin embargo nunca se han observado
terremotos con magnitud superior a los 10 grados, límite que representa una condición
natural del comportamiento de las rocas. Finalmente, nótese nuevamente que una magnitud
cero o negativa no indica ausencia de movimiento sino sismos iguales o menores que el
sismo patrón.
Las siguientes figuras muestran las definiciones de las escalas antes mencionadas así como
otras escalas de uso frecuente en Sismología.

18
19
3.1.2 Magnitud y Energía
Independientemente de la escala utilizada, lo importante es que existen fórmulas que nos
proporcionan un valor relacionado con el "tamaño" determinado a partir de observaciones
instrumentales.
Como la magnitud no es una variable física, los sismólogos han buscado fórmulas de
relación entre ésta y otras cantidades físicas, como es el caso de la energía radiada. Las
fórmulas que las relacionan varían porque la amplitud medida en el sismograma puede ser,
como hemos visto, medida para cualquiera de las distintas fases (P, S, ó superficiales) que
son registradas. De cualquier manera, en general éstas tienen la forma siguiente:
log E = a + bM
donde a y b dependen de la escala de magnitud utilizada. Por ejemplo si la magnitud es Ms,
Richter encontró la siguiente fórmula (la energía está dada en ergs desafortunadamente):
log E = 11.8 + 1.5 Ms
Con esta fórmula podemos ver que un temblor de magnitud, digamos, 4.5, libera en forma
de ondas sísmicas una energía del orden de magnitud de la de una explosión atómica
pequeña, es decir alrededor de 8.5 x 1017 ergs.
En la fórmula anterior notemos que la relación entre magnitud y energía es logarítmica, es
decir cuando la magnitud aumenta en una unidad el logaritmo de la energía también lo
hace. Por otra parte, el logaritmo es el exponente al que hay que elevar la base 10 para
obtener la energía; por esta razón, la energía aumenta aproximadamente 31.6 veces por
cada grado. Así, se requiere la ocurrencia de alrededor de unos 31 sismos de una magnitud
dada para liberar la misma cantidad que libera el sismo de una magnitud superior en una
unidad, es decir, se necesitan 31.6 sismos de una magnitud M para llegar a la misma
energía liberada por un sismo de magnitud M+1.
Podemos hacer una comparación entre la energía total (la liberada en forma de ondas más
el resto de la energía potencial, gastada en romper rocas y en calor) y la magnitud para
diferentes sismos y otros fenómenos en la siguiente tabla; para esto usaremos una unidad de
energía más tangible (e impactante): la cantidad de energía producida por el explosivo
"TNT" (dinamita, 1 kg de TNT es equivalente a 4.184 x106 Joules o 4.184 x1013 ergs).

20
Magnitud Equivalencia de la No BH Ejemplos
energía TNT(aproximado)

-1.5 1 kg Romper una muestra de roca

1.0 10 Ton Explosión en un sitio de construcción o mina


1.5 50 Ton
2.0 300 Ton
2.5 1 KTon
3.0 10 Kton 1 Cercano a una bomba tipo Hiroshima BH (15 KT)
3.5 50 KTon 3
4.0 300 KTon 20
4.5 1.7 MTon 115
5.0 9.5 Mton 633 Sismos que ocurren a razón de ~17/año en México
Un minuto de un Huracán Promedio
5.5 53.5 MTon 3500
6.0 300.0 MTon 20000 Sismos que ocurren a razón de ~1.2/año en México
500 Suma de todas las bombas
Nucleares detonadas hasta ahora
700 Mton Bomba nuclear que puede ser transportada por un misil
( por ejemplo un cohete tipo Saturno V)
6.5 1.7 Gton 113,000 Sismos que ocurren a razón de ~0.9/año en México
Mayor tamaño de bomba que cabría en todo el
espacio de carga de un avión tipo Antonov An-225
7.0 9 Gton 600,000 Sismos que ocurren cada 1.6 años en México
7.5 53 GTon 3.5 x 106 Terremoto de Bavispe, Sonora, México, 1887
8.0 300 GTon 20 x 106 Terremoto de Colima, 1995; San Fco, Cal. 1906
8.5 1,700 GTon 113 x 106 Terremoto de Anchorage, AK, 1964
9.0 9,500 Gton 633 x 106 Terremoto de Chile, 1960;Terremoto de Sumatra,2004
9.5 53,000 Gton 3,500 x 106
10.0 300,000 GTon 20,000 x 106 Ruptura total de una falla en la corteza que
circundara la Tierra
12.0 300 x 106 GTon 20 x 1012 Falla que partiera a la Tierra en dos mitades6

El problema en la tabla anterior es el enorme rango de energías, de gramos a kg, a


toneladas, hasta megatons de TNT. Es mucho más sencillo comunicar al público cual es la
energía de los terremotos a través de una escala sencilla como la que se muestra en la tabla
superior en la columna izquierda, con un rango que va de uno a diez, lo cual equivale a la
magnitud.
En la actualidad los sismólogos usan una medida que combina los resultados anteriores en
una nueva magnitud, más precisa que las anteriores, a la que se denomina “magnitud de
momento”, y se calcula como sigue:

Mw = (2/3)(log10M0(ergs) - 16.0)

6
Una magnitud 12 es el equivalente a la cantidad de energía que la tierra recibe del sol diariamente.

21
Ahora vamos usar esta ecuación (utilizada para energías representadas en unidades de dina-
cm o ergs ) para estimar la magnitud de un diminuto terremoto que puede llevarse a cabo en
una mesa de laboratorio:

M0 = 3x1013 ergs

Mw = (2/3)(log103x1013(ergs)) - 16.0)
= (2/3)(13.5 - 16.0)
= (2/3)(-2.5)
= -1.7
Las magnitudes negativas son permitidas en cualquier escala, aunque tales terremotos
equivalen a una energía muy pequeña.
A continuación tomemos la energía hallada anteriormente para el terremoto de Bavispe, y
calculemos su magnitud:

M0 = 11.52 x1026 ergs

Mw = (2/3)(log10 11.52 x1026 (ergs)) - 16.0)


= (2/3)(~ 27.25 - 16.0)
= (2/3)(11.25) = 7.5

La magnitud que obtenemos de 7.5 es semejante a la magnitud reportada por el Servicio


Sismológico Nacional para el terremoto de Manzanillo de octubre de 1995.

3.1.3 Intensidad.
Como es natural, el primer intento para catalogar los temblores se hizo por medio de una
clasificación empírica que tomaba en cuenta únicamente los efectos observables. Se
propusieron escalas para clasificar el "tamaño" de los temblores desde los últimos años del
siglo pasado. En 1902, Mercalli propuso una tabla, que fue posteriormente modificada en
1931 y desde entonces se ha llamado escala Modificada de Mercalli (MM). Esta no es
única; pero sí la más frecuentemente usada en nuestro continente. Consta de 12 grados de
intensidad como puede apreciarse en el apéndice, donde se muestran también las
características de cada grado, que es denotado por números romanos del I al XII.

La escala de intensidad permite describir de manera sucinta los efectos de un temblor.


Como por otra parte los daños causados por un temblor se concentran en las cercanías de la
fuente, la distribución de intensidades permite estimar el epicentro de un temblor; sin
embargo, la escala es en gran medida subjetiva y no permite una comparación adecuada de
los sismos entre sí puesto que, por ejemplo, un sismo pequeño puede causar más daños a
una población, si está cercana al epicentro, que uno grande pero a mayor distancia. Por otro
lado, no proporciona información sobre la energía u otra variable física liberada en el
temblor. Así pues es necesario catalogar temblores de acuerdo con los procesos físicos de la
fuente; pero también de manera tal que puedan ser medidos a través del registro gráfico o
numérico que de ellos tenemos, es decir de los sismogramas.

22
3.2 DURACION
Una vez que se sobreviene una ruptura en una falla dada, el proceso tarda algún tiempo a
partir del inicio de la ruptura y hasta la terminación de esta. Al tiempo transcurrido durante
la ruptura se le llama duración de la fuente. Ahora bien, al iniciarse la ruptura como hemos
visto, se generan las primeras ondas sísmicas las cuales viajan a través del medio en todas
direcciones. Dichas ondas se reciben en la superficie y así podemos empezar a sufrir los
efectos de lo que todos conocemos como un temblor7. Al continuar el rompimiento se
siguen generando ondas subsecuentes que se recibirán un tiempo posterior en el sitio donde
las percibimos. Sin embargo, la duración de los efectos de estas ondas no corresponde
únicamente a la duración en la fuente, sino que a esta se añaden otras circunstancias como
los “rebotes” o reverberaciones de las ondas en las capas superficiales o en otros puntos
tales como valles y cañones. Es por ello que la duración de los efectos puede ser mayor que
la duración de la fuente, dependiendo del sitio en el que se reciben las ondas sísmicas (la
distancia a la fuente y las condiciones propias del terreno del sitio). Por lo tanto, la duración
del sismo en el sitio de recepción, es variable de sitio a sitio.

2ª. PARTE. ALGUNOS ELEMENTOS PARA EL CÁLCULO DEL


PELIGRO SÍSMICO

4. GENERALIDADES
Las secciones anteriores nos dan bases para tener una idea general del proceso de
generación de los sismos, así como de algunas condiciones preliminares sobre las ondas
que afectan a las estructuras. Es ahora el momento de dirigir nuestra atención al problema
básico en un diseño estructural contra sismo al cual lo podemos resumir con las siguientes
interrogantes: ¿Qué tipo de movimiento podemos esperar en un sitio dado? y ¿Qué tan
frecuente puede ser éste movimiento?.

El cálculo tanto del peligro como del riesgo sísmico es un conjunto de consideraciones
enfocadas a la solución de las preguntas planteadas. En general podemos llamar Peligro
Sísmico al potencial de experimentar efectos de sismos en una zona y su cuantificación.

Se considera Riesgo Sísmico a las evaluaciones de peligro aunadas al cálculo del potencial
destructivo (pérdidas humanas y económicas) en una zona.

Para llegar a una determinación del riesgo sísmico de una zona, se deben tomar en cuenta
varios factores. Por un lado tenemos los efectos de la fuente que ya hemos considerado más
otros relacionados con la frecuencia y amplitud de las ondas generadas. Por otro lado
tenemos el tipo de ondas que se propagan y cómo pueden afectar el sitio de interés.
Además, tenemos el problema del sitio de recepción y sus efectos en las ondas (y por
consiguiente en las estructuras) recibidas. Finalmente necesitamos conocer las estadísticas
de los sismos que han afectado la zona en el pasado y la probabilidad de futuros sismos. En
las secciones que siguen trataremos de hacer un esbozo de los factores más importantes en
éstas consideraciones.

7
En general, no percibimos las primeras ondas sino las más energéticas.

23
La Figura 11 muestra un ejemplo de las ondas registradas (sismogramas) en algunas
estaciones de la red del Servicio Sismológico Nacional para un sismo que ocurrió en el
Edo. de Guerrero el 15 de Julio de 1996, el cual tuvo una magnitud de 6.5 grados (magnitud
de ondas superficiales). Varias características pueden comentarse de esta figura. En primer
lugar tenemos que para cada estación se muestran tres diferentes registros. Esto se debe a
que requerimos una representación del movimiento total (el desplazamiento es un vector),
el cual puede ocurrir en cualquier dirección, por lo que se necesitan tres direcciones de
registro8. Por otro lado podemos notar que el movimiento inicia con pequeñas amplitudes
las cuales aumentan de forma casi repentina, manteniéndose con estas amplitudes mayores
por algún tiempo (el eje horizontal es de tiempo en segundos). Posteriormente las
amplitudes decaen hasta quedar al mismo nivel de lo que se tenía antes de la emergencia
del sismo.

Cada cambio en las amplitudes y frecuencia de las ondas registradas evidencia la


emergencia de diferentes ondas (fases). Podemos hacer una generalización (a la que hay
que considerar como aproximación) al decir que las primeras ondas de pequeña amplitud
corresponden a las ondas P, seguidas de las ondas de mayor amplitud que corresponden a
las ondas S y superficiales.

5. PROPAGACIÓN Y RECEPCIÓN DE LAS ONDAS SÍSMICAS

5.1 INSTRUMENTACIÓN SÍSMICA.

Para poder efectuar cualquiera de los cálculos descritos anteriormente, así como hacer otros
tipos de determinaciones, es claramente necesario contar con registros de las ondas
sísmicas que arriban a un sitio. Ya hemos mencionado que en algunas ocasiones es
importante registrar la velocidad del suelo, a cuyo registro se denomina “sismograma”,
mientras en otras ocasiones (sobre todo para usos ingenieriles) es más conveniente registrar
la aceleración del suelo, llamándose a este tipo de registros “acelerograma”.
Los instrumentos que están especialmente diseñados para registrar estas características del
movimiento del suelo se denominan “sismógrafos” y “acelerógrafos” respectivamente.
Cada uno de estos instrumentos cumplen una función específica, aunque, como es de
suponerse, el registro de uno puede convertirse en el otro tipo de registro por medio de una
integración o diferenciación de las señales, según sea el caso. Este proceso, sin embargo,

8
Comúnmente se registra el movimiento en las direcciones Norte-Sur, Este-Oeste y Vertical.

24
Figura 11. Ejemplo de registros (sismogramas) de la red del Servicio Sismológico
Nacional para un sismo ocurrido en Guerrero. Los triángulos señalan los sitios de las
estaciones de registro mostradas.

25
a b

Figura 12. Curvas de sensibilidad contra frecuencia típicas de un sismómetro (a) y un


acelerómetro (b). Al incluirse las respuestas de otros componentes del instrumento
(transductor, filtro, conversor analógico/digital, etc), se obtendría la curva de respuesta del
sistema completo (sismógrafo y acelerógrafo).

puede incorporar algunos errores inherentes que afectan la calidad del resultado, por
ejemplo, la integración de un acelerograma para producir un sismograma conlleva efectos
de corrección de línea base (a veces llamado nivel DC) así como otras correcciones que
pueden producir una señal que difiera de lo que se registraría directamente por medio de un
sismógrafo.

Otra característica de los instrumentos mencionados es su respuesta en frecuencia, a lo que


se llama “sensibilidad”. A pesar de que ambos instrumentos se basan en el principio de un
péndulo, dada su función tendrán una respuesta diferente a toda la gama de frecuencias de
que consta un movimiento.

Las figuras 12a y b muestran unas curvas de sensibilidad típicas para los sismómetros y
para los acelerómetros (se les llama así a los detectores de movimiento de cada

26
instrumento). Esta curvas se modifican al incluirles otros componentes del sistema de
registro (como por ejemplo un galvanómetro o un sistema de amplificación y filtrado
digital) lo que nos daría la curva real del sismógrafo, pero en general se mantiene una
forma similar a la que se ve en las figuras. Nótese que la curva del sismómetro es simétrica
con máxima sensibilidad a una frecuencia central (que depende de la frecuencia natural del
detector), mientras que la curva del acelerógrafo inicia con una pendiente (indicando
sensibilidad en aumento para las bajas frecuencias) hasta llegar a un nivel constante (igual
sensibilidad a partir de una frecuencia específica de cada detector).
Como puede observarse, la diferencia fundamental en la respuesta de los aparatos
mencionados estriba en que uno de ellos detecta un rango limitado de frecuencias a ambos
lados del espectro mientras, que el otro es de tipo rampa, sin límite superior (en la práctica
existe un límite).

5.2 LEYES DE ATENUACIÓN.


Si volvemos a la Figura 9, nos daremos cuenta (como vimos en la discusión sobre
magnitud) que las amplitudes decrecen conforme nos alejamos de la fuente. Esto se debe a
la pérdida de energía por absorción en los materiales por los que han atravesado las ondas.
A este fenómeno se le conoce como “atenuación” de las ondas y puede variar de acuerdo a
diversos factores como son el tipo de sismo, su profundidad y las condiciones del medio
por las que han viajado las ondas.

A la descripción de la atenuación con la distancia por medio de una curva como las de la
figura 9 se le conoce como Leyes de Atenuación y son una herramienta indispensable para
determinar el peligro sísmico de una zona en particular. En general dichas curvas son el
resultado de observaciones (registros a diferentes distancias, para diferentes sismos y en
diferentes regiones), así como inferencias físicas o estadísticas. En la figura 11 nótese que
el eje vertical tiene diferentes escalas de acuerdo a la estación mostrada, y se puede
observar el efecto de la atenuación en las estaciones más alejadas. Otro efecto, aunque no
es tan aparente en la figura, es que las altas frecuencias son atenuadas más rápidamente con
la distancia que las bajas frecuencias.

Para conocer los efectos de la atenuación en algún sitio de interés sobre las aceleraciones
producidas por una fuente de un tipo dado, es necesario estimar, de acuerdo a la distancia a
la que se localiza el sitio, el efecto de todas las fuentes potenciales. Esto nos proporciona
los valores de aceleración máxima esperada en el sitio.

5.3 EFECTOS DE SITIO.


Una vez conocido el movimiento esperado para una distancia de las fuentes
correspondiente al sitio en cuestión, es necesario hacer correcciones que tomen en cuenta
los factores de amplificación o atenuación adicional producto de los estratos locales en la
zona. Es común que las leyes de atenuación estén especificadas para dos tipos de suelo:
duro y blando. El suelo duro corresponde a aquellos sitios en los que la cimentación se
efectúa sobre roca. El suelo blando corresponde a cimentación en suelos aluviales ó
depósitos sedimentarios o volcánicos no cementados.

27
De ésta forma estas leyes se pueden tomar como aproximaciones a los efectos extremos
posibles. Sin embargo, en muchos casos se requiere conocer las condiciones exactas del
sitio ya que se pueden experimentar efectos particulares como es el caso de la licuefación9,
o de las amplificaciones locales (ejemplo: algunas zonas de la Cd. de México).

Podemos hacer las siguientes inferencias básicas con base en lo expuesto anteriormente:

1. Las amplitudes de las ondas sísmicas varían de acuerdo a la distancia, y su frecuencia


también varía.
2. Las ondas P no son las más energéticas, y dadas sus características de dirección de
vibración no es de esperar que afecten a las estructuras en la dirección vertical (ya que
por lo general estaremos lo suficientemente lejos del sismo para que las estas ondas nos
lleguen con una incidencia casi vertical).
3. Los movimientos más energéticos corresponden a las ondas S y superficiales. Si
hacemos las mismas consideraciones que en el caso anterior en cuanto a la distancia,
podríamos esperar que dichas ondas estén polarizadas en una dirección horizontal
(excepto para el caso de las ondas Rayleigh), es decir transversales a la dirección de
propagación. Esto nos sugiere que los mayores movimientos en el sitio durante el sismo
serían horizontales.

El punto 1 nos da una respuesta a la noción que se tiene de que existen sismos
“trepidatorios” y sismos “oscilatorios”. Esto es debido a la experiencia que tiene aquellos
que perciben las ondas de un sismo cercano (las altas frecuencias se atenúan más
rápidamente con la distancia que las bajas frecuencias) contra los que los perciben más
alejados. En el primer caso se perciben altas frecuencias con claridad (sismos trepidatorios)
mientras que en el segundo caso son las ondas de menor frecuencia (en particular las
superficilaes) las que son más claramente percibidas (sismos oscilatorios).
La figura 13 nos muestra otro ejemplo, en éste caso el sismo del 9 de octubre de 1995 en
Colima. Se incluyen los sismogramas de velocidad y los acelerograms registrados en la
UNAM (C.U.) para efectos de comparación. Es común que en Ingeniería de Terremotos se
estudien las aceleraciones ya que son éstas las que afectan directamente a las estructuras10.

En la figura podemos ver objetivamente lo mencionado con respecto a los puntos 2 y 3


anteriores ya que las escalas de los ejes verticales son las mismas. El caso de las
amplificaciones causadas por las condiciones del sitio es claro en la figura 11, ya que las
amplitudes registradas en la Cd. de México (CUIG) son comparables a las de las estación
más cercana (CAIG), tomando en cuenta los cambios de escala.

9
Licuefación: efecto en suelos de baja cohesión en los que el material se comporta como un fluído durante el
movimiento fuerte ocasionado por el sismo
10
recordemos nuestra 2ª Ley de Newton F = m ⋅ a, donde m es la masa de nuestro edificio y a la aceleración,
dándonos una idea de la fuerza a la que se somete la estructura

28
Figura 13. Velocidades y aceleraciones registradas durante el sismo del 9 de octubre de
1995 cercano a Manzanillo.

7. SISMICIDAD

7.1 EVENTOS PRINCIPALES


A las características de ocurrencia de sismos en una región dada se le conoce como
Sismicidad. La sismicidad de una zona depende de su situación tectónica. En general las
regiones del planeta con mayor frecuencia de ocurrencia de sismos y mayor energía
liberada corresponden a las zonas de subducción. En México dicha zona corresponde a la

29
margen occidental, desde Jalisco hasta Chiapas (Figura 14). Sin embargo las otras zonas no
dejan de ser peligrosas ya que, en ocasiones, la zona de generación se puede encontrar muy
cercana a un centro de población, como en el caso de las fallas continentales. Se conocen
como eventos principales a los sismos de magnitud moderada a grande que desencadenan
una secuencia posterior de eventos menores.

A manera de ejemplo, podemos mencionar que en México ocurre en promedio un sismo


mayor a 7.0 grados cada 1.5 años aproximadamente.

Figura 14. Sismicidad de México.

30
7.2 REPLICAS
Se conocen como réplicas a los eventos menores posteriores a un evento principal que
ocurren en una vecindad pequeña en tiempo y en espacio. Se ha determinado una relación
empírica (a la que posteriormente se ha validado con algunas teorías y que se conoce como
Ley de Omori-Utsu), entre el número de réplicas y el tiempo transcurrido, la cual se ha
visto decrece de forma exponencial:
K
n(t ) =
(t + c) p

donde N es el número de réplicas en el tiempo t. K, c y p son constantes.


Otra observación común es que la magnitud de la réplica mayor es generalmente un grado o
más11, menor a la magnitud del evento principal. El tiempo en el que se pueden observar las
réplicas depende de la magnitud del evento principal, pero en general va de las pocas horas
hasta los meses, e incluso años (para sismos mayores a 7.0 grados). La mayor réplica, sin
embargo, ocurre (por lo general) unas horas a unos pocos días después el evento principal.

r = 89.33 km

Evento de Colima de 1995 con Ms = 7.3

Fig. 15. Réplicas del evento de Colima de 1995. (Ávila-Barrientos, 2007).

11
1.2 grados de diferencia es el promedio

31
7.3 SISMICIDAD UMBRAL.
Para poder cuantificar el peligro sísmico en una zona es necesario conocer las
características de ocurrencia en tiempo y magnitud de los sismos que la pueden afectar. La
sismicidad umbral es la actividad “normal” de la zona, es decir, sin considerar réplicas y
enjambres12. Se ha visto que dicha actividad sigue una relación del tipo:

Log N = a – bM

donde N es el número acumulado de sismos con magnitud mayor o igual a M por unidad de
tiempo (se puede considerar un año o un mes), a y b son las constantes conocidas como
valores a y b. A dicha relación se le conoce como Ley de Gutenberg-Richter (G-R) o de
Ishimoto-Ida, en honor a los sismólogos que la propusieron originalmente. De relaciones de
éste tipo se pueden inferir las tasas de excedencia, es decir, el número de veces que se
puede exceder una cierta magnitud en un tiempo dado.

7.4 SISMICIDAD ESTADÍSTICA.


En algunas ocasiones no es posible conocer con detalle la sismicidad de una zona debido a
la falta de datos, en particular de registros de sismos pequeños. Esto se puede subsanar por
medio de inferencias estadísticas, basadas en relaciones como la anterior. Adicionalmente,
es necesario tomar en cuenta las posibles ocurrencias de eventos aislados de magnitud
considerable, los cuales no se apegan a la forma de la relación mencionada. Dichos eventos
se conocen como eventos característicos. En la Figura 16 se muestran algunos ejemplos de
relaciones del tipo G-R para diferentes regiones en México. Se puede observar que incluso
dentro de una misma región, existen variaciones importantes en las relaciones de algunas
zonas aledañas. Los cambios en las relaciones mencionadas evidencian diferencias en el
comportamiento de los materiales que componen la región, así como diferencias en los
esfuerzos a los que están sometidas. La Figura 17 muestra resultados del cálculo de los
períodos de recurrencia para sismos mayores o iguales a 7.2 basados en datos como los de
la figura 16.

12
enjambres: agrupaciones de sismos anómalas

32
Figura 16. Algunas relaciones de Frecuencia de ocurrencia Vs. Magnitud para diferentes
regiones de México (Zúñiga, Suárez, Figueroa y Mendoza, en preparación).

33
Fig 17. (a) Mapa de valores b en la costa del Pacífico de Mexico. (b) Mapa de Tiempos de
Recurrencia para eventos iguales o mayores a M7.2. (c) Mapa de la densidad de
probabilidad para un evento de magnitud M7.2 (Zúñiga y Wyss, 2001).

34
BIBLIOGRAFÍA.

Ávila-Barrientos, L., Hacia una regionalización del peligro sísmico ocasionado por réplicas,
para sismos del Pacífico Mexicano, Tesis de Maestría, Posgrado en Ciencias de la Tierra,
UNAM, 2007.

Bath, M., Introduction to Seismology, Birkhauser Verlag, Basel, 1979.

Bullen, K.E., An Introduction to the Theory of Seismology, Cambridge University Press,


London, 1980 ( subsecuentes re-ediciones).

Espíndola, J.M. y Jiménez, Z., Terremotos y Ondas Sísmicas, Cuadernos del Instituto de
Geofísica, No. 1, UNAM, 1984.

Louie, J. N., "What is Richter Magnitude ?", class notes, University of Nevada-Reno,
http://www.seismo.unr.edu/ftp/pub/louie/class/100/magnitude.html (Traducción por Yi
Tan, Instituto de Geofísica, Abril, 1998).

Nava A.F., Terremotos, Fondo de Cultura Económica, Colección La Ciencia desde México,
Cd. de México, 1987.

Richter, C.F., Elementary Seismology, W. H. Freeman and Co. Eds., San Francisco, 1958.

Kanamori, H. y Boschi E., Eds., Earthquakes: Observation, Theory and Interpretation,


North-Holland Publishing Co., 1986.

Stein, S. y Wysession, M. An Introduction to Seismology, Earthquakes, and Earth


Structure. 498 pp. Oxford: Blackwell Science. ISBN 0 865 42078 5, 2003.

Zúñiga F.R. y M. Wyss. Most and Least Likely Locations of Large to Great Earthquakes
Along the Pacific Coast of Mexico, Estimated from Local Recurrence Times Based on b-
values. Bulletin of the Seismological Society of America, 91, 1717-1728, 2001.

35
APENDICE
ESCALA DE INTENSIDADES SISMICAS

Escala de Mercalli modificada en 1931


por Harry O. Wood y Frank Neuman.

I. Sacudida sentida por muy pocas personas en condiciones especialmente favorables.

II. Sacudida sentida sólo por pocas personas en reposo, especialmente en los pisos altos de los edificios. Los
objetos suspendidos pueden oscilar.

III. Sacudida sentida claramente en los interiores, especialmente en los pisos altos de los edificios, muchas
personas no lo asocian con un temblor. Los vehículos de motor estacionados pueden moverse ligeramente.
Vibración como la originada por el paso de un carro pesado. Duración estimable.

IV Sacudida sentida durante el día por muchas personas en los interiores, por pocas en el exterior. Por la
noche algunas despiertan. Vibración de vajillas, vidrios de ventanas y puertas; los muros crujen. Sensación
como de un carro pesado chocando contra un edificio, los vehículos de motor estacionados se balancean
claramente.

V. Sacudida sentida casi por todo el mundo; muchos despiertan. Algunas piezas de vajillas, vidrios de
ventanas, etcétera, se rompen; pocos casos de agrietamiento de aplanados; caen objetos inestables . Se
observan perturbaciones en los árboles, postes y otros objetos altos. Se detienen los relojes de péndulo.

VI. Sacudida sentida por todo mundo; muchas personas atemorizadas huyen hacia afuera. Algunos muebles
pesados cambian de sitio; pocos ejemplos de caída de aplanados o daño en chimeneas. Daños ligeros.

VII. Advertido por todos. La gente huye al exterior. Daños sin importancia en edificios de buen diseño y
construcción. Daños ligeros en estructuras ordinarias bien construidas; daños considerables en las débiles o
mal planeadas; ruptura de algunas chimeneas. Estimado por las personas conduciendo vehículos en
movimiento.

VIII. Daños ligeros en estructuras de diseño especialmente bueno; considerable en edificios ordinarios con
derrumbe parcial; grande en estructuras débilmente construidas. Los muros salen de sus armaduras. Caída de
chimeneas, pilas de productos en los almacenes de las fábricas, columnas, monumentos y muros. Los muebles
pesados se vuelcan. Arena y lodo proyectados en pequeñas cantidades. Cambio en el nivel del agua de los
pozos. Pérdida de control en la personas que conducen autos.

IX. Daño considerable en las estructuras de diseño bueno; las armaduras de las estructuras bien planeadas se
desploman; grandes daños en los edificios sólidos, con derrumbe parcial. Los edificios salen de sus cimientos.
El terreno se agrieta notablemente. Las tuberías subterráneas se rompen.

X. Destrucción de algunas estructuras de madera bien construidas; la mayor parte de las estructuras de
mampostería y armaduras se destruyen con todo y cimientos; agrietamiento considerable del terreno. Las vías
del ferrocarril se tuercen. Considerables deslizamientos en las márgenes de los ríos y pendientes fuertes.
Invasión del agua de los ríos sobre sus márgenes.

XI. Casi ninguna estructura de mampostería queda en pie. Puentes destruidos. Anchas grietas en el terreno.
Las tuberías subterráneas quedan fuera de servicio. Hundimientos y derrumbes en terreno suave. Gran torsión
de vías férreas.

XII. Destrucción total. Ondas visibles sobre el terreno. Perturbaciones de las cotas de nivel. Objetos lanzados
en el aire hacia arriba.

36

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