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INTRUCCION.

El concepto de Sostenibilidad Organizacional hace pensar en la idea


de "excelencia”, cuando se integran las ventajas competitivas
con las características de calidad, eficiencia y eficacia de una
organización. La competitividad no es fruto de la casualidad ni surge
de golpe. Se crea y se adquiere a través de un largo proceso de
aprendizaje y negociación con la participación de todos. La Excelencia
Operacional, en esencia consiste en hacer correctamente las
cosas correctas; busca ejecutar de la mejor manera posible lo
definido en el plan de estrategias corporativas; en últimas es
desarrollar las actividades de la organización de tal forma que se
traduzcan en los mejores resultados técnicos y financieros.
La Excelencia Operacional se logra cuando todos y cada uno, de los
miembros de la empresa, pueden ver el flujo permanente de valor
hacia el cliente, y aportan con sus actividades a la continuidad del
flujo, para evitar que este se interrumpa. La excelencia implica
mantener los procesos correctos y utilizar la guía adecuada. Los
procesos pueden enseñarse debidamente a todos y no dependen de
opiniones personales; por tanto, cualquiera puede ir en busca de
la Excelencia Operacional, en cualquier ambiente y hacer que esta
se alcance.

1.4 OPEX (EXELENCIA EN OPERACIONES).


La razón por la que la excelencia operacional se ha vuelto tan popular
hoy en día es debido a la necesidad de las organizaciones de
optimizar y de ofrecer el mejor producto o servicio al menor costo
posible. Esto permite a las empresas agilidad de maniobra y
diferenciarse de la competencia, así como del resto de las empresas
que producen los mismos productos/servicios.
Six Sigma y Lean Manufacturing se consideran metodologías de
mejora de procesos y se enmarcan dentro de la OPEX. Se aplican a
procesos, en un sentido amplio, ya que pueden ser tanto de
fabricación como productivos en general (logística, cadenas de
suministro, etc.) incluso se pueden aplicar a los propios procesos de
gestión de la calidad, administrativos, recursos humanos, etc.
Six Sigma se centra en identificar las fuentes de variabilidad que
conducen a procesos poco robustos, en los cuales los productos
fabricados tienen una calidad también variable y poco predecible. Lean
manufacturing en cambio, se centra en identificar el “desperdicio”
mediante un análisis de la cadena de valor, con la intención de
eliminar o minimizar todas aquellas actividades que no aportan “valor”
al producto. El objetivo de las dos metodologías es reducir costes de
producción en bOPEXase a reducir tiempos de ciclo (lo que tardamos
en fabricar y tener disponible un producto) e inventario.

Excelencia Operacional se compone de cuatro categorías principales:


Estrategia de implementación.
Gestión del rendimiento.
Equipos de trabajo de alto rendimiento.
Excelencia de Proceso.
Estrategia de implementación
La OPEX es un cambio cultural de la organización que habrá
realizarse a medio/largo plazo y requerir de algún tiempo de
entrenamiento por parte de los empleados, con la idea clara de ir
introduciendo un nuevo paradigma; esto solo se logra con la
educación, disciplina y dedicación necesaria. Además, se deben
plantearse resultados en corto, mediano y largo plazo; por otro lado,
estos objetivos deben ser medibles.
No hay que caer en el error de pensar que para obtener resultados a
corto plazo se debe comenzar por entrenar al personal operativo para
empezar a ver resultados. Como ya se ha dicho, la implementación de
una estrategia OPEX es a medio/largo plazo. Entrenar a este grupo de
personas en algunas herramientas de excelencia operacional solo
serán esfuerzos aislados que no son duraderos en el tiempo.
La dirección y la gerencia son quienes primero deben adquirir los
conocimientos en los temas relacionados a OPEX. Como en cualquier
conocimiento, no se convertirán en expertos de la noche a la mañana,
pero si deben tener un claro entendimiento de lo que se está haciendo
dentro de la organización. De esta manera tendrá un equipo directivo
que estará mostrando señales de encontrarse dentro de un nuevo
paradigma.
El siguiente paso es generar un Modelo de Excelencia Operacional
que contenga tanto la estrategia para el flujo y la estrategia de calidad.
Este modelo OPEX se basa en tres bloques:
Plan de entrenamiento en todos los niveles de la organización.
Plan de control visual 5 S’s para producción o bien un plan de control
Jeiyunka para empresas de servicios.
Así, una vez cimentado el modelo, se dispondrán de las herramientas
o tecnologías para generar flujo, ya sea de materiales o información,
de acuerdo al servicio que ofrece la empresa y por otro lado también
las herramientas o tecnologías que ayudarán a mantener altos
estándares de calidad.
Finalmente, en el modelo se deberán establecer los resultados que se
están buscando. Estos resultados deben proporcionar satisfacción
tanto para los clientes, socios, empleados y hasta los proveedores,
pues deberán estar pensando a largo plazo dentro de la cadena de
suministros.
Definido el modelo de OPEX se puede recurrir a consultores o agentes
externos que ayuden a la consecución de los objetivos planteados.
Tener una visión externa al negocio y que acompañe en el desarrollo
estratégico y puesta en marcha de los programas es recomendable
pues no es nada sencillo una implementación de este tipo de
estrategia, por sencilla que parezca.
Por otro lado, estos consultores también pueden prestar una visión
objetiva para realizar un diagnóstico serio del estado actual de la
empresa y posicionen el nivel exacto de comprensión en cuanto a la
implementación del modelo; y así desarrollar los equipos de alto
rendimiento, definir proyectos y generar el calendario de actividades
para los siguientes meses.

Gestión del Rendimiento


La Gestión del Rendimiento Corporativo (CPM, Corporate
Performance Management) compone una serie de procesos, métodos
y medidas, así como sistemas, todos ellos enfocados a dirigir y evaluar
el rendimiento de la organización. CPM es el área de inteligencia de
negocios (BI, Business Intelligence) que participa en el seguimiento y
la gestión del rendimiento de una organización, de acuerdo a los
indicadores clave de rendimiento (KPI, Key Performance Indicators),
como los ingresos, retorno de la inversión (ROI, Return On
Investment), gastos generales y los costos operativos. CPM también
se conoce como la gestión del rendimiento de negocio (BPM; Business
Performance Management) o la gestión del rendimiento empresarial
(EPM, Enterprise Performance Management). Por lo tanto, el
rendimiento corporativo consta de tres partes individuales:
Inteligencia de Negocios.
Planificación Estratégica.
Planificación Financiera.
Con la combinación de las tres partes se consigue la alineación de la
táctica, la estrategia y la ejecución de los planes de acción para la
implementación del nuevo paradigma, de forma que todo esté
enfocado hacia la consecución de los objetivos OPEX. Para gestionar
el rendimiento corporativo es necesario una buena planificación
estratégica, que no sólo abarque los procesos y recursos con los que
cuenta la organización, sino que permita aprovechar al máximo dichos
recursos para el cumplimiento de los objetivos y conseguir ser más
competitivos.
Será necesario contar con una serie de elementos que ayuden a una
mejor y más rápida toma de decisiones. En primer lugar, hay que
plantear la visión, misión y valores corporativos, identificar “qué somos,
qué queremos ser y en qué creemos”. Una vez definidas las bases de
la organización definir las perspectivas, esto permite organizar y
agrupar los objetivos estratégicos en un buen mapa de objetivos, así
como la relación entre ellos y el seguimiento del estado de los mismos
mediante indicadores. Los indicadores y sindicadores permiten el
seguimiento y control de los objetivos y los procesos, así como es
recomendable asociar metas a dichos indicadores para el control de la
consecución de los objetivos marcados.
Con todo lo anterior hay que establecer los planes de acción para la
consecución de los objetivos, mediante la definición de tareas y su
seguimiento; generación de informes que proporcionen información
para evaluar y controlar de cara a la toma de decisiones en la
organización.
Equipo de Trabajo de Alto Rendimiento
En lo relativo a equipo de alto rendimiento (HPTs; High-performance
teams), este es definido por un conjunto de personas con habilidades
y capacidades diferentes, que trabajan juntos para lograr un objetivo
común, logrando mejorar sus resultados de manera continua. Para
una organización estos equipos necesitan entenderse como una
estrategia de negocio. En estos equipos los valores de los individuos
se potencian y a la larga se consigue lograr un resultado mucho mejor.
Un “Equipo de Alto Rendimiento” es aquel equipo que ha alcanzado
los objetivos propuestos de una manera excelente en términos de
eficacia y de eficiencia.
Para lograr que un equipo se convierta en un HPT se debe diseñar un
programa de mejora continuado que incluya los siguientes elementos:
La fase en la que se encuentra el equipo; desarrollo, evaluación…
Los objetivos comunes a prever, programar y planificar, así como las
actividades que se van a abordar.
La asignación consensuada y con claridad de tareas, proyectos y
responsabilidades: objetivos individuales.
La aportación de cada persona al equipo y del equipo a la
organización.
La actuación del equipo acorde con la cultura de la organización.
El seguimiento de los objetivos conseguidos por el equipo.
Las variables y criterios utilizados para recompensar la eficacia de los
resultados de un equipo experimentado.
Sinergia grupal: los valores del equipo.
El rol del líder en un equipo maduro.
Cómo conseguir un equipo capaz de auto dirigirse.
Cómo dotar al equipo de la necesaria flexibilidad ante cambios y
conflictos.
Para sustentar la importancia de un equipo de alto rendimiento en una
organización se exponen algunas características esenciales.
Tener un propósito claro. Todos los miembros del equipo deben saber
exactamente cuál es el objetivo a alcanzar. Así sabrán cómo pueden
contribuir al logro del objetivo y podrán focalizar su energía y trabajo
en ello.
Tener una comunicación efectiva hacia adentro y hacia afuera. Un
intercambio ágil de la información permite asegurar que se adoptarán
oportunamente las decisiones correctas y no existirán dudas en los
miembros del equipo respecto a qué deben hacer, cuándo, cómo y por
qué.
CONCLUSIONES.
La orientación hacia la Excelencia “obliga” a las organizaciones a
replantear sus paradigmas de trabajo a la luz del contexto actual,
donde existen nuevas condiciones y exigencias. El paradigma
empresarial se tiene que adaptar al nuevo contexto de la industria 4.0,
a los rendimientos actualizados y a los cambios en la organización.
Por otro lado, la satisfacción del cliente aumenta muchísimo al obtener
un producto/servicio acorde con sus expectativas, las fuentes de error
poco a poco se van eliminando a través del análisis y medición
continua, mejora continua, en definitiva; lo que mejora la calidad de lo
que se entrega y el involucramiento de los trabajadores aumenta
significativamente al sentirse parte del cambio.
Por último, y no menos importante, cabe destacar que cada
organización puede aplicar la OPEX en distintos niveles. El nivel de
aplicación dependerá del estado de la organización y el deseo de
cambio de la alta dirección.

FUENTES:
Como Iniciar un Programa de Excelencia Operacional;
http://excelenciaoperacionalmr.blogspot.com.es/
¿Qué es la Gestión del Rendimiento Corporativo?;
https://www.isotools.org/2012/11/08/que-es-la-gestion-del-rendimiento-
corporativo/
Excelencia en los procesos: Beneficios y desafíos;
http://aurysconsulting.com/aurys-noticias-
publicaciones/2013/01/excelencia-en-los-procesos-beneficios-y-
desafios/

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