Boletín
Responsable de
Derechos Humanos y Agronegocio
Campaña de desprestigio contra la CODEHUPY
E
l pasado 25 de octubre, la Coor-
dinadora de Derechos Humanos
del Paraguay (CODEHUPY),
solicitó y le fue concedida una audien-
cia temática sobre seguridad y derechos
humanos en Paraguay, ante la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos
(CIDH).
La solicitud de audiencia temática se
realizó debido a la serie de denuncias y
documentaciones de la Codehupy sobre
torturas y abusos policiales en los últi-
mos dos años. A este evento fue invitado
y participó el Estado paraguayo, a través
de sus representantes de distintos minis-
terios; Fiscalía General; y, Corte Supre-
ma de Justicia.
La presentación internacional de los
casos, se dio ante la falta de respuesta
de numerosas denuncias presentadas a
lo largo de estos dos años a diferentes
instancias gubernamentales encargadas
de atenderlas, principalmente el Minis-
terio del Interior y la Fiscalía General de
la República. Estas denuncias también
fueron escuchadas por las autoridades
la publicación Apoyan:
en la audiencia pública convocada por
la Comisión de Derechos Humanos de la
Cámara de Senadores en diciembre del
2009.
Un fuerte destaque le dio la prensa co-
mercial a la Audiencia, no para difundir
las violaciones de derechos humanos
–torturas, atropellos y malos tratos- que
se estaba denunciando, sino para desatar
una fuerte campaña de desprestigio y
desinformación en contra CODEHUPY,
acusándola que sólo defendía casos vin-
culados al EPP y que no se presentaron
pruebas.
Los ataques se dieron principalmen-
te con tres argumentos
• Las denuncias no estaban documen-
tadas. Lo cual es absolutamente falso,
los cuarenta y cuatro casos presentados
estaban rigurosamente documentados
con testimonios, filmaciones, fotogra-
fías; e incluso algunos, con diagnósticos
médicos.
• Solo se presentaban casos vinculados
al EPP. Esta es otra mentira, la mayoría
Número 7, diciembre de 2010
Ayolas 807 y Humaitá - Asunción
021 451 217 / 021 498 306
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de los casos están vinculados a atropellos
cometidos contra militantes campesinos
en el marco de la lucha por la tierra.
• Codehupy nunca se manifestó ante
las víctimas de secuestros. Es una me-
dia verdad. Por un lado, la Coordinadora
siempre se manifestó públicamente con-
tra toda forma de violencia, condenando
los secuestros y las acciones armadas de
cualquier grupo, caracterizando al EPP
como una organización criminal.
Es importante tener claro que mu-
chas son las arbitrariedades, injusticias
y crímenes que se cometen en nuestra
sociedad, pero sólo el Estado viola los
derechos humanos, por lo que las orga-
nizaciones que se dedican a velar por la
vigencia de los derechos, actúan sólo en
estos casos.
La campaña desatada contra CODE-
HUPY queriendo convencer a la opinión
pública, solo tiene un objetivo: deslegiti-
mar con mentiras la labor que viene lle-
vando adelante, para aislar aún más a las
organizaciones sociales en lucha y conti-
nuar con la política de criminalización.
Diciembre 2010
La lucha por la defensa de la semilla autoctóna y
criolla del maíz
L
a Coordinadora Nacional de Or-
ganizaciones de Mujeres Tra-
bajadoras Rurales e Indígenas
(CONAMURI) desde hace dos años
viene trabajando por una Ley de
Protección de las Variedades Lo-
cales del Maíz, cuyo proyecto si-
gue encajonado en algún escritorio
del Parlamento Nacional. Como
generalmente ocurre, las iniciati-
vas del campo popular casi nunca
tienen resonancias en el recinto
parlamentario. La Ley mencionada
la elaboran en el marco de la “Campaña
por el rescate y la defensa de las semillas
autóctonas y criollas” buscando impulsar
un proceso para la recuperación, preser-
vación y multiplicación de semillas na-
tivas.
A fin de acelerar el tratamiento de la
Ley, CONAMURI organizó una segun-
da audiencia pública el pasado 29 de oc-
tubre, para analiuzar la importancia de la
propuesta de ley como mecanismo para
garantizar la protección del maíz, base
importante de la alimentación de las fa-
milias paraguayas.
En relación a la Audiencia, Cinthia
González -representante de la juventud en
la CONAMURI- expresó “che mandu’a
vo upevare, che morrenega jevyma voi”.
El objetivo fue hacer un proceso partici-
Asalto de las corporaciones agroindustriales a la naturaleza
Peligroso aumento de la presencia de
ADM, BUNGE y DREYFUS en nuestro
país
La zona de Villeta, específicamente
Angostura, fue elegida por gigantes de
los agronegocios para la construcción de
plantas procesadoras de soja. En agosto
de este año la empresa ADM (norteame-
ricana) ya inició las tareas, y se anunció
que próximamente harán lo mismo Bun-
ge (norteamericana) y Dreyfus (francesa).
Estas transnacionales se sitúan en los pri-
meros puestos en la exportación de soja,
por debajo de Cargill, en el país.
La intención de procesar los granos de
soja transgénica en el país, se debe a que
Boletín Derechos Humanos y Agronegocio
pativo, se le invitó a las organizaciones
y a los parlamentarios, para profundi-
zar el proyecto de ley”.
Cinthia relató “estuvo presente el se-
nador liberal Jaeggli y dijo que: ‘es muy
difícil que se apruebe esta ley porque es
totalmente inviable’. Ellos son los que
tienen que estudiar la ley, pero ahí ellos
defienden intereses personales, pero
-por otro lado- está bien que sea franco
y directo en decir que no se va aprobar.
En la apertura estuvo el presidente del
senado González Daher y se comprome-
tió a acompañar el proyecto de ley. Pero,
posiblemente están todos confabulados
porque a la semana siguiente el ministro
de Agricultura y Ganadería dijo que no
se necesitaba un permiso para cultivar
las semillas transgénicas, esto quiere
decir que la gente que impulsamos este
proyecto nos enfrentamos a una mafia,
que además hacen una campaña en los
medios de prensa contra las organiza-
en la región -principalmente en Brasil y
Argentina donde están instaladas desde
hace tiempo- existe una carga impositiva
importante que encarece la producción,
perdiendo competitividad en el merca-
do, además de evitar que esos gobiernos
sigan percibiendo un mayor ingreso.
Muy por el contrario, en nuestro país
existe todavía la mentalidad de que cuan-
to menos impuestos se paga, hay mayor
“inversión”. Lo que no se dan cuenta es
que la mayor inversión extranjera sin
pago de impuestos, no reditúa práctica-
mente en nada a la economía del país,
e inclusive, las pocas fuentes de traba-
jo que podrían llegar a generar, son de
*2*
ciones campesinas”.
Además de la Audiencia, en el marco
de la campaña, CONAMURI también
capacita a jóvenes “en temas de semillas
para que luego puedan capacitar
a sus respectivas bases, porque
generalmente en las comunida-
des no se sabe que hay semillas
transgénicas, que amenazan y
destruyen a la semilla tradicional.
Ahora mismo estamos armando un
“Semilla Róga” que está instalada
en Caaguazú, en una comunidad
campesina y de ahí se quiere distribuir-
las a los otros Departamentos. En Semi-
lla Róga también se tiene una parcela
demostrativa, una huerta, donde se cul-
tivan hierbas medicinales”.
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos
de esta organización de mujeres por el
rescate y la defensa de las semillas au-
tóctonas y criollas, una semana después
de la Audiencia Pública realizada, el mi-
nistro de Agricultura y Ganadería -Enzo
Cardozo- autorizó la experimentación
de maíz transgénico, a las grandes cor-
poraciones productoras de semillas a es-
cala mundial, que acaparan alrededor del
67% del mercado mundial. El titular del
MAG privilegió –una vez más- los inte-
reses agroempresariales antes que los in-
tereses nacionales.
mala calidad.
La instalación de procesadoras de
soja, obedece al ambiente propicio para
aumentar sus ganancias y en nada favo-
rece a nuestro país, por el contrario: se
profundizarían los problemas ocasiona-
dos por la expansión del cultivo de la soja
y el uso indiscriminado de agrotóxicos;
aumentará la deforestación, pérdida de
biodiversidad y la degradación de los re-
cursos hídricos; se intensificará la expul-
sión de comunidades campesinas e indí-
genas; se generarán más problemas urba-
nos en las zonas donde se instalarán.

Desalojos contra legem: la arbitrariedad judicial
continúa
E
l juez de primera instancia en lo
civil, comercial y laboral del se-
gundo turno de Caaguazú, Car-
los Giménez, ordenó el desalojo de la
comunidad denominada 15 de enero, del
pueblo Mby’a Guaraní, asentada en la
colonia Margarita del distrito de Maris-
cal López, departamento de Caaguazú,
cumplida el 7 de septiembre de de 201011.
Este caso es emblemático, no solo de la
violación del derecho a la propiedad co-
lectiva del hábitat, sino por la discrimi-
nación en la aplicación del derecho.
El juez jamás tuvo en cuenta los dere-
chos de propiedad de la comunidad des-
alojada, argumentando únicamente en
base a los derechos de propiedad del par-
ticular que reclamaba para sí el dominio
del inmueble, basado en un título escrito
en papel. Asimismo, tampoco tuvo consi-
deración los derechos de propiedad de la
comunidad del asentamiento adonde fue-
ron trasladadas en desahucio la familias
Mby’a, la comunidad Joyvy del distrito
de Yhu, del mismo departamento, a quien
se impuso sin consulta y consentimiento
alguno la presencia de personas ajenas
a ella, sin la debida aquiescencia de los
dueños de casa. Para entender mejor esta
1
Cfr. http://www.abc.com.py/nota/
desalojan-indígenas-inmueble-ale-
mán/
Boletín Derechos Humanos y Agronegocio
situación, es preciso imaginar que a un
juez le ocurre desalojar, de igual modo,
a un ganadero o un sojero de su finca, y
que luego disponga su traslado forzoso a
otra propiedad inmueble a cuyo propie-
tario, otro ganadero o sojero, se le limita
en el disfrute de su fundo, imponiéndose-
le la presencia del desalojado, sin previo
aviso y consentimiento, con el argumen-
to, judicialmente establecido, que ambos
“son lo mismo” (ganadero o sojero), por
lo que podrían vivir y trabajar juntos por
el mero hecho de una aparente identi-
dad compartida, omitiendo ponderar la
personalidad jurídica distinta en ambos
casos.
Esto difícilmente ocurriría en nues-
tros tribunales, ningún juez se actuaría
respecto a un empresario sojero, desalo-
jándolo sin más, y luego trasladarlo a
la fuerza a vivir en la propiedad de su
vecino, sin consultar a éste. Pero con los
indígenas sí, es lamentablemente una
práctica usual, es una grave omisión del
deber de no discriminar, del deber de
respetar derechos que tiene el Estado.
Decisiones judiciales de este tipo, ade-
más de discriminatorias, son irremedia-
blemente inconstitucionales: el argumen-
to de que las comunidades indígenas no
tienen un “título” que acredite sus dere-
chos a las tierras que habitan no resiste
el más básico análisis jurídico, ni desde
*3*
Diciembre 2010
Por Oscar Ayala Amarilla, Tierraviva.
el punto de vista de derecho constitucio-
nal, ni del derecho internacional de los
derechos humanos. Si la Constitución de
la República del Paraguay establece que
los pueblos indígenas son colectividades
anteriores a su formación, es natural que
no solo su cultura, su religión y su for-
ma de vida son previas al Estado, sino
sus derechos también. Un juez no está
autorizado a remitir forzosamente a las
personas desalojadas a tierras de otra
comunidad, basado en el hecho que “son
todos indígenas”. Esto configura un acto
de desprecio por la identidad y la auto
determinación de los pueblos indígenas.
La judicatura en el Paraguay descono-
ce sistemáticamente las obligaciones que
el Estado tiene en la materia, y en casos
como éste, la desconoce deliberadamen-
te para favorecer intereses de los gran-
des propietarios. A la luz del Convenio
Nº 169 de la Organización Internacio-
nal del Trabajo sobre pueblos indígenas
y tribales en países independientes, ley
234/93, de los instrumentos de derecho
internacional de derechos humanos y
la jurisprudencia constante de la Corte
IDH, actuaciones judiciales como la re-
ferida no hacen otra cosa que incumplir
las obligaciones del Paraguay respecto a
los pueblos indígenas.
Diciembre 2010 Boletín Derechos Humanos y Agronegocio

Cronología de la lucha por la tierra

E
n el periodo agosto-noviembre 2010, el caso que más
presencia tuvo fue el vinculado a las tierras de Texeira,
pero también se registraron en el Observatorio dife-
rentes acciones en torno a la lucha por la tierra: movilizacio-
nes para exigir compra de tierras y libertad de campesinos
apresados, ocupaciones en los departamentos de San Pedro y
Concepción, exigencias para la compra o recuperación de tie-
rras en San Pedro, Canindeyú y Concepción. Por otro lado, se
registraron dos desalojos, uno en Caaguazú a una comunidad
indígena y el otro en Canindeyú a 140 familias campesinas.
Fueron detenidas 33 personas en San Pedro por “invasión de
inmueble” y liberadas a los pocos días, y, un fiscal de Caacupé El caso Teixeira: tiras y aflojes
ordenó la detención de 21 personas con el mismo argumento. entre parlamento y organizaciones
campesinas
El proyecto del gobierno de crear una co-
lonia modelo de producción agrícola en el
Departamento de San Pedro (Estancia Paso
Kuruzú, actualmente propiedad de Ulises
Rodrigues Teixeira) para dos mil familias
campesinas, una vez más se vio truncado por
parte del Poder Legislativo.
Cuando en octubre de 2008 Ulises Rodri-
gues Teixeira ofertó sus tierras al Estado, éste
demostró su interés en comprarla para benefi-
ciar a familias campesinas pertenecientes a la
Coordinadora de Lucha por la Reforma Agra-
ria y la Soberanía. Esta organización campe-
sina conjuntamente con el INDERT (Instituto
Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra)
INDERT, pretendían desarrollar un asenta-
miento modelo de producción agropecuaria.
Desde ese momento se inició una campa-
ña mediática que continúa hasta hoy día en
contra de la compra de esas tierras y de des-
legitimación hacia organizaciones y dirigen-
tes sociales del departamento de San Pedro
y Concepción, que apoyaban la intención del
Estado. Las organizaciones campesinas por
su parte, también ejercieron presión – ocu-
pando parte de la propiedad y con movili-
zaciones- para la adquisición de las tierras,
obviamente que con menor impacto y fuerza
que el aparatoso despliegue e influencia de los
medios de comunicación en el legislativo. Re-
cientemente, la Coordinadora de Lucha por la
Reforma Agraria y la Soberanía anunció una
gran movilización en Asunción para expresar
su rechazo al Parlamento Nacional, que en su
sesión del 9 de noviembre incorporó -en la
Ley General de Presupuesto 2011- un artículo
que prohíbe expresamente al INDERT com-
prar tierras de propiedad del grupo empresa-
rial representado por el empresario brasileño
Ulises Rodrígues Teixeira.

*4*

Boletín
Karu Porã Tekoverã - Soberanía Alimentaria y Vida Digna
Más comercios, ferias, mercados, industrias = menos hambre y pobreza
P
ara que todas las personas que
vivimos en Paraguay podamos
ejercer nuestros derechos a la ali-
mentación adecuada y a la calidad de
vida, una condición fundamental es que
contemos con los ingresos económicos
suficientes para satisfacer nuestras nece-
sidades humanas y las de nuestras fami-
lias. Para ello, se necesitan políticas del
Estado que garanticen a las productoras/
es rurales contar con los medios necesa-
rios para producir y vender sus productos;
a las trabajadoras y trabajadores, recibir
un salario digno y los demás derechos
laborales; y a quienes viven de su indus-
tria o comercio, estar protegidos contra
el asedio de las grandes empresas y tener
medios para poder subsistir y competir
en el mercado.
El gran problema de la sociedad para-
guaya es que -tanto en el campo como
en las ciudades- las únicas que crecen
y ganan cada vez más son las grandes
empresas, mientras los trabajadores/as
dependientes y autónomos, las pequeñas
Promoviendo la soberanía alimentaria
producciones de familias campesinas e
indígenas, y los pequeños comercios e
industrias, se encuentran en peores con-
diciones cada día, con menos recursos.
Esto explica que 90.000 personas migren
cada año del campo a las ciudades; que
200.000 compatriotas hayan migrado al
extranjero en los últimos cinco años, y
que miles de pequeños comercios e in-
dustrias hayan desaparecido.
Una de las áreas en las que más impac-
ta esta dinámica de concentración es la
de los alimentos: al mismo tiempo que
en el campo la explotación sojera avan-
zó destruyendo la producción diversifi-
cada de alimentos propia de las familias
campesinas; en el comercio de alimentos,
unas pocas cadenas supermercadistas se
han consolidado en tiempo récord, no por
su mayor “eficiencia económica”, sino a
través de prácticas perversas orientadas
a arruinar a los comercios menores y a
lucrar abusivamente a costa de toda la
población consumidora.
Para reconstruir en nuestro país un pro-
*5*
Diciembre 2010
Con el apoyo de:
yecto de soberanía alimentaria y de opor-
tunidades para todas y todos es necesario
que las personas consumidoras nos orga-
nicemos y que, unidas a los gremios de
pequeñas y medianas industrias y comer-
cios, logremos contrarrestar el poder de
las grandes corporaciones, exigiendo:
* A los Parlamentarios/as, una Ley
de Defensa de la Competencia (a la que
en realidad deberíamos llamar “Ley de
protección de los pequeños y medianos
comercios e industrias, y de la población
consumidora”)
* Al Presidente de la República y al
Ministro de Industria y Comercio, la
implementación de políticas de apoyo y
fomento para las pequeñas y medianas
industrias y comercios nacionales, de
manera que puedan seguir existiendo, se
puedan fortalecer y se comience a demo-
cratizar la economía nacional.
Diciembre 2010 Promoviendo la soberanía alimentaria

El pueblo paraguayo necesita una Ley de Defensa

de la Competencia
Basta de que unas pocas cadenas
supermercadistas monopolicen cada
vez más la distribución de alimentos
en el país y provoquen la suba forza-
da de precios de alimentos

Tal vez, muchas personas nunca escu-

chamos hablar de lo que es una ley de de-
fensa de la competencia, ni sabíamos que
Paraguay es uno de los pocos países que
carece de este tipo de normas. Sin embar-
go, la mayoría de nosotros seguramente
ha visto cómo se han venido cerrando
los pequeños comercios y almacenes de
nuestros barrios; y la forma exagerada en
que suben los precios de los productos de
primera necesidad. Una de las causas de
que esto ocurra es que el Congreso Na-
cional bloquea desde hace años la san-
ción de esta ley clave para el desarrollo
social y el bienestar de todas y todos.

Ley de Defensa de la Competencia =

límites y reglas para los grandes po-
deres económicos

¿Qué efectos produce en nuestro país la

carencia de una efectiva ley de competen-
cia?
• Altos precios: Las grandes cadenas
supermercadistas forman un oligopolio
(existe oligopolio cuando unas pocas em-
presas controlan un mercado determina-
do). Entre ellas se ponen de acuerdo para
fijar los máximos precios, buscando la
máxima ganancia posible en el precio de
la mayoría de los productos que venden.
A través de los famosos “precios sugeri-
dos” obligan a sus proveedores a exigir a
otros comercios que ofrecen precios más
bajos a que vendan también a esos pre-
cios altísimos. Si el pequeño o mediano
comercio no sube sus precios, los provee-
dores dejan de entregarle las mercade-
rías. En todos los países que nos rodean
esto sería duramente sancionado por el
Estado. En Paraguay se permite que las
corporaciones sigan lucrando con el ham-
bre de las familias, pues quienes resultan
más perjudicadas son las personas en si-
tuación de pobreza. Estas deben comprar
productos básicos a precios elevadísimos
y ven desaparecer los pocos comercios
que ofrecían alimentos y otros productos
de primera necesidad a precios más acce-
sibles, como los almacenes mayoristas y
los comercios en mercados.
• Se arruinan los pequeños comer-
ciantes, quedamos en manos de oligo-
polios que crecen: Al cometer impune-
mente toda clase de prácticas abusivas,
unas pocas empresas van acumulando
cada vez más sucursales y ganancias,
mientras miles de familias que vivían de
sus pequeñas panaderías, almacenes, car-
nicerías y otras micro empresas pierden
sus fuentes de ingreso. Esto perjudica a
toda la sociedad, también a los consu-
midores/as, ya que vamos quedando to-
talmente en manos de contadas cadenas
(que tienen incluso el mismo dueño), sin
que queden opciones que les hagan com-
petencia y les obliguen a brindar mejores
condiciones a los clientes.
• Pierden los productores/as: Las
grandes corporaciones económicas abu-
san de su poder de mercado imponiendo
condiciones leoninas a los productores/
as, pagándoles precios bajísimos, gene-
ralmente sin siquiera hacerlo al contado
y al momento de la entrega. Además, de-
finen quién entra y quién no a las gón-
dolas. Si los pequeños comercios se van
cerrando ¿dónde venden sus productos
los pequeños productores rurales y las
micro industrias?
• Pierden las trabajadoras/es: Las
grandes corporaciones económicas sue-
len buscar “la mano de obra” más barata
(personas jóvenes y mujeres) y siempre
están recambiándolas. Se aprovechan de
la necesidad de empleo, explotando la-
boralmente a sus empleados/as, hacién-
doles trabajar en negro, o más de ocho
horas sin pago extra, etc.

*6*

Primera audiencia pública para exigir una ley de
defensa de la competencia
E
l miércoles 20 de octubre se realizó
una audiencia pública en el Con-
greso Nacional, convocada por la
Asociación de Almaceneros Mayoristas, la
Comisión Permanente del Mercado Central
de Abasto, la Asociación de Comerciantes
del Mercado Cuatro, la Cooperativa de Pa-
naderos PANCOOP, conjuntamente con
la Asociación de Ongs del Paraguay PO-
JOAJU.
En la misma se debatieron los dos pro-
yectos de ley de defensa de la competencia
existentes en el Senado, el primero de los
cuales fue presentado ya en el año 2003
por el Ministerio de Industria y Comercio
(MIC), pero se encuentra paralizado desde
hace seis años en comisiones.
Representantes de distintos gremios
expusieron la grave situación en la que
se encuentran varios sectores -como las
panaderías, los almacenes, los comercios
ubicados en mercados- ante la competen-
cia depredadora de las grandes cadenas de
supermercados y la falta total de acción de
los tres poderes del Estado.
Ni un parlamentario dio la cara
Aunque es el Parlamento el principal
responsable de que hasta hoy la sociedad
paraguaya carezca de una ley antimono-
polio, ningún legislador/a acudió a la con-
vocatoria hecha por las organizaciones. En
representación del MIC, se hizo presente
el Viceministro de Industria y Comercio,
el cual se limitó a afirmar que había que
Promoviendo la soberanía alimentaria
buscar un proyecto “realista”, que tenga
posibilidades de pasar alguna vez el Parla-
mento. Una de las principales autoridades
públicas en la materia daba públicamente
por sentado que es imposible que un buen
proyecto de ley de defensa de la compe-
tencia -que en realidad brinde garantías a
la ciudadanía frente a las corporaciones
económicas- sea aprobado por los congre-
sistas.
Ello nos muestra hasta qué punto las
instituciones estatales se encuentran su-
bordinadas a los intereses de los grandes
grupos económicos locales y extranjeros;
mientras las trabajadores y trabajadoras,
pequeños y medianos comerciantes, in-
dustriales y productores/as carecen de
quien represente y defienda sus derechos
elementales.
Algunas voces que se expresaron en
la audiencia
“Ojalá que se sancione esta ley para que no-
sotros todavía podamos existir comercial-
mente”
Tomás Acosta, Presidente de la Asociación
de Comerciantes del Mercado 4
“El problema grave de las pequeñas in-
dustrias de panaderías es el dumping que
realizan los grandes supermercados, ellos
venden por debajo del costo. Y entonces
van eliminando, muchísimas panaderías,
confiterías, rotiserías ya fueron cerrando.
*7*
Diciembre 2010
Eso genera desempleo y pérdida de ingre-
sos para las familias. Ellos te dicen que con
los grandes supermercados dan trabajo a
cien, a doscientas personas. Pero eliminan
a miles a su alrededor, ellos depredan…
Las pequeñas empresas que no tenemos
un súper cerca, sobrevivimos. Pero cuan-
do se te instala, fuiste. No tenemos oportu-
nidades, es muy desleal. Quisiéramos una
oportunidad, nosotros tenemos muchas
ilusiones de que todos podamos vivir y
trabajar dignamente”
Graciela Núñez– Cooperativa de Panade-
ros PANCOOP
“No es fácil en este país. Okyhyje la gen-
te porque estamos frente a unos cárteles.
Pido a los senadores y diputados que esta
ley salga. Hay más de un millón de para-
guayos en la extrema pobreza porque la
economía y la riqueza del país están con-
trolados por poderes nefastos”
Antonio Grütter, Presidente de la Asocia-
ción de Almaceneros Mayoristas
“Los grandes supermercados ogueraha fia-
do los productos frutihortícolas y ovende
al contado. Entonces cada día más oarrui-
na a los pequeños productores paraguayos.
Upéa causa ñande reta oho Argentina, Es-
páñape, muchos trabajadores”
Eusebio Cabrera, Vicepresidente de la
Comisión Permanente del Mercado de
Abasto
Diciembre 2010
Supermercado: Un Vacío Cultural, Todo Bajo el
Mismo Techo
C
ualquiera que vea las propa-
gandas de una de las grandes
cadenas de supermercados se
dará cuenta que lo que menos se ve es
la comida. En cambio, lo que luce en las
publicidades son modelos y familias de
modelos compartiendo momentos fantás-
ticos de emoción y ternura extraordinaria
en torno a las compras que hacen en el
super. De alto poder adquisitivo, siempre
profesionales y siempre urbanos, sus pro-
tagonistas no reflejan para nada la reali-
dad de la vasta mayoría de los paragua-
yos. Es más, sus vidas destacan ningún
rasgo que los distinga como paraguayos;
podrían ser habitantes de Barcelona o de
Sidney tan fácilmente como de Asun-
ción o Encarnación. No ha de sorprender,
porque más que la venta de alimentos,
las publicidades promueven un estilo de
vida, el consumismo, que convierte los
productores y productoras de la cultura
en simples consumidores de una cultura
prefabricada.
Del Almacén al Hipermercado: Una
Breve Historia del Supermercado
El concepto del supermercado que hoy
conocemos en los centros urbanos, no
es un invento Paraguayo, sino que vino
de los países del norte. Los antepasados
de los super eran los pequeños almace-
nes que vendían alimentos no perecede-
ros como granos y especies, mientras a
su lado también operaban panaderías,
carnicerías, pescaderías, fruterías y ver-
dulerías. Estos almacenes después se
especializarían en la venta de comidas
procesadas y enlatadas; la comunicación
masiva ayudó a estos productos a com-
petir con los alimentos frescos. Con la
masificación del automóvil, nació el sue-
ño de "todo bajo un techo;" los supers
captaron otros negocios y los metieron
adentro. Se reproducían en cadenas, eli-
minando a los vendedores locales. Cuan-
do los supermercados entraron a pleno en
el país durante los años noventa, miles
de negocios paraguayos sufrieron. Aho-
ra hay algunos empresarios que quieren
traer los hipermercados multinacionales
como Carrefour y Wal-Mart para que no
Promoviendo la soberanía alimentaria
quede nada de lo nuestro. En cada paso
de su expansión, el único propósito del
modelo es facilitar el consumo.
La Venta de la Ilusión
Con sus publicidades millonarias, luces
cegadoras, pisos lustrados, y musiquita
ambiental, los supermercados hacen un
gran esfuerzo para convencer al cliente
que ir al super sea una experiencia tras-
cendental y no la simple compra de víve-
res por los que no producen sus propios
alimentos. Pero detrás de tanta produc-
ción hay un vacío cultural. No es casua-
lidad que un super en Barrio Obrero apa-
rezca idéntico a un super en Beijing.
Los super en los Estados Unidos tienen
cajas automáticas; es decir, uno puede
entrar, llenar su carrito de bolsas y ca-
jitas, pagar con tarjeta de crédito y salir
sin decir una sola palabra a nadie. En un
lugar supuestamente lleno alimentos, la
comida se esconde detrás de capas de
plástico y cartón y solo se huele lavandi-
na. Sin diálogo y sin olores, los super han
sido desinfectados de cualquier rasgo
cultural. Le queda a los clientes expresar
su identidad a través de la selección de
marcas y la compra de productos.
La Tiranía del Consumismo
El diseño del supermercado se traza en
las oficinas de una empresa; es un espacio
de control social, donde cada imagen y
cada palabra solo busca vender más. Los
gerentes siempre ponen productos de pri-
mera necesidad como harina y aceite al
*8*
fondo, mientras los productos más caros
y menos necesarios son los que asaltan
la vista en la entrada. Juguetes y golosi-
nas con sus empaques brillantes ocupan
los estantes más bajos, donde los niños
los pueden ver y alcanzar. Una familia
paraguaya que solo quiere comprar para
hacer su cocido con tortilla tiene que dar
una vuelta gigante y atravesar un labe-
rinto de chucherías antes de llegar a la
caja. Así, los ejecutivos supermercadis-
tas organizan tu visita; saben que cuanto
más tiempo pasás adentro, más plata vas
a gastar.
La Construcción de Espacios
Nuestros
Los mercados tradicionales, como el
Mercado Cuatro en Asunción, son espa-
cios construidos por los miles de mercan-
tes y compradores paraguayos que allí se
encuentran diariamente. El mercado está
siempre en transformación, lleno de gri-
tos y regateos, roces y traspasos, olores
y colores. Pero a pesar de su apariencia
caótica, no es un mundo sin leyes; los sil-
bados de los carreteros y los cantos de
las marchantes dan forma a la operación
cotidiana del mercado. Los códigos de
nuestros mercados son discutidos y con-
sensuado por miles de paraguayos todos
los días. Nuestros mercados municipa-
les y las tiendas del barrio son espacios
democráticos donde la cultura paraguaya
vive y se produce en su propia lengua, y
no solo en la ilusión.