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HOJAS SECAS

Por Abel Salazar

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Prólogo:

Filisteo Epito

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I

Redención

Castillo de las Rosas de los Anos Rojos

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Rayos, truenos, el viento corre fuerte. Los árboles se tambalean, las ramas secas y frescas
vuelan por los cielos y silban mientras hacen el amor con el viento.

Acaba de morir el Rey Filisteo Epito, su mayordomo Anubis se queja desmesuradamente.

ANUBIS

Nombres, nombres! Malditos Nombres y un penique de mojón.

Oh, maldiciones y regresiones mentales. Donde encuentro la felicidad en tal
horror? Porque finalizar de tal manera a mi amado maestro y protector?

Porque esos malditos nombres? Como le haré para firmar papeles? Como haré
para tallar el nombre en la lápida de mi señor, si ni siquiera sé leer ni escribir?

Nombres malditos, feos e impuros nombres.

El gran castillo tiene cuartos enormes, hay cientos de ellos, todos vacíos. Lámparas y velas
prendidas.

Anubis recorre los pasillos, demolido por lo sucedido exclama haciendo revelaciones.

ANUBIS

En esta noche oscura, yo que he dado muerte a mi propio maestro. Heme aquí
esperando el juicio. Eres una mierda, Dios. Y tú pequeñuelo y presumido niño
lucecita, me cago en ti. Y a esta perra Virgen vaginal de labios sucios que da
sexo oral constante para mantenerse pura, ahí en esa bestia abajo y engendrar
a aquel experimento de monstruo. Que todos mueran, que su verdad se
corrompa más de lo que ya está. Que mis días sean eternos...

El mayordomo Anubis llega cerca de una puerta, una de tantas en una de muchas secciones
en aquella divertida e irónica mansión. Al abrirla ve el cuerpo de un vampiro milenario
siendo canibalizado por perros desnutridos, uno de ellos está cagando sobre la cabeza de
aquel vampiro, mientras se transforman en hombres y fornican con las esposas de este ser
sobrenatural, que en el momento de mayor éxtasis explotan junto con aquellos hombres
bestia.

Este mayordomo, que tendrá la edad de cerca de 22 años en apariencia, se burla y así
exclama de pronto en una profunda seriedad delirante.

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ANUBIS

Tragedia, dioses inventados y leyendas momificadas. Tenebrosos bosquejos de
ideas locas y revueltas nos esperan. Cierto es esto, seres imaginarios,
personajes hijos del delirio y la estupidez. Grandeza ciega, que te escapas y
brincas y retumbas con tu insomnio para respaldar tales actos de robos y
burlas. Cuan despiadados mis pensamientos en fornicación con la intuición.

Una gran revuelta sucedió, entraron al castillo cientos de ancianos; hombres y mujeres. Para
Anubis estaba claro que sabían ya lo acontecido, sin embargo él no estaba enterado de quien
había sido. De pronto escucha entre murmullos fantasmales sobre algo, y se olvidó de lo que
escuchó.

La cabeza del vampiro da vueltas por unas escaleras, gritando de dolor pero a la vez
riéndose y aceptando que ha sido él y su gran poder ilimitado quienes han hecho tal acto.

Los ancianos llegan hacia Anubis y molestos y desconcertados se regresan todos por donde
vinieron al darse cuenta que Anubis es el propio Rey Filisteo Epito.

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II

Un Mes Después

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Ha pasado ya tiempo desde aquella situación tan burlesca. Para Anubis que lo hubiesen
confundido era más desconcertante. Cree de pronto que está solo en ese castillo y que
realmente no está en ese castillo, que está loco, que es un artista delirante o un ignorante
proponiendo mentiras como si fueran verdad en un diario inventado.

ANUBIS

Insomnio! Insomnio! Dulce, maldito y masturbador Insomnio. Droga mental.
Estado psicótico. Cuanta añoranza y cuanto pedir y desear. No me canso,
cuantos siglos he vivido, como un lúgubre y desdichado inmortal, entre visitas
espectrales, entre compañías añoradas y espejos con olores.

En eso pasa una rata que trae en su boca la cola de un gato. Al notarlo, Anubis sintió una
tremenda envidia hacia aquellos que logran ejercer la poesía.

ANUBIS

Ha! Que atajo tan insignificante. Que trato de entender y de subyugar? Oye
amigo serán invenciones propias tuyas y te escudas en la panza del tomate
encima del burro? De que ha servido tanto lamentar? Por mi maestro muerto
si me han confundido con él y ahora yo estoy confundido conmigo mismo.
Dudo de cuanta existencia y realidad y no se diga de la imaginación. Acaso ya
me había inventado a mí? Había sido alguien más? Soy el plato a servir? O
parte de los ingredientes secretos de la cocina de un chef inexistente, de un
Dios inferior acaso? O de un filósofo demente?

Interrumpe la hormiga Mercurio.

MERCURIO

Eres un insolente, Anubis. Buscando problemas y excusas. Generando
argumentos y dramas de origen inequívoco para acabar en el absurdo. Valga
pero qué manera de manifestar la desidia.

Anubis no voltea a ver a Mercurio no porque se crea superior, sino porque, no sabe dónde se
encuentra, pero es tan fuerte pero a la vez tan aguda la voz de la hormiga que se oye el eco
en aquellos amplios y extensos pasillos, con jardines, escaleras, salas, cocinas y puertas que
llevan a cuartos con otros tantos delirios inventados.

ANUBIS

Si me permite, amigo mío. Yo nada he inventado aquí. Soy un servidor.
Perdone mi incoherencia en este ejemplo. Yo le perdono su ignorancia,
temible insecto.


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MERCURIO

Servidor y todo lo que quieras, pero solo pides y nada das. Acaso eres tú quien
ha venido mintiendo todo este tiempo y te esfuerzas por recorrer estos campos
de piedras y mármol para esconder la relativa incapacidad tuya para desafiar
aquellos horrores que percibes tan solo por milésimas de segundo en un
estruendoso éxtasis que te deja incapaz de hacer algo?

ANUBIS

Mi incapacidad nada tiene que ver con esto. Camino por estos rubros, estoy
algo haciendo. Me gustaría ser más claro con mis expresiones, pero si pudiera
encontrarte, te mataría, como lo he hecho con mi benefactor.

MERCURIO

Pero quien si no tú? Acaso estás tratando de nuevo de ocultar tu propio
manifiesto? Es tan redundante tu caso, triste señor, que me veo en la cómoda
tarea de hacerte compañía en tan desagradable intolerancia social.

ANUBIS

Ah, solo, pero si con tantos vecinos en este propio hogar que se ha quedado sin
dueño.

MERCURIO

Pero quien sino tú?

ANUBIS

Basta ya con eso, me aturdes los oídos. Esa compasión repetitiva aunque la
agradezco, nada tiene que ver con la perseverancia correcta para lograr llevar
a cabo algo.

Continuaron platicando, en ese mismo lugar durante horas. Por el momento.


El amanecer estaba cerca. La luz del Sol iluminaba como de costumbre, pero se notaba algo
diferente, si tan solo fuese posible observarle con dichos ojos atentos y en verdadera
comunión con dicho esquema. Será pues que todos los días amanecen igual y son diferentes
al mismo tiempo.

Hacían ya varias horas desde que Mercurio se había marchado para proseguir con la
construcción de un castillo de hormigas junto con sus amigos.

Mirando desde una ventana hacia el vasto e interminable océano frente sí, tan solo
contemplando solemne, una pregunta hacia los pensamientos de Anubis llegó.

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ANUBIS

¿Es que ya se me olvidó? Estoy tan entusiasmado que no logro recordar? Que
era pues la pregunta que quería formular y que ahora parece como una
nebulosa espacial que se muestra bella pero no en su forma real? Vuelvo a los
chistes? Será que el bufón deja de reírse cuando es la víctima, sino siempre ha
sido así, entonces, pues. Y acabar con mi diálogo en cuestiones interminables,
en preguntas sin signos. Vaya que acontecimientos estos. Porque mejor no voy
y visito a alguno de mis vecinos? Hay tantos y están pasando por tantas cosas.
Precaria situación estaría si me apiado de mí. Pero si infeliz estoy, y se ríen de
mí. Que gano con maldecirlos? Buena providencia si los lleno con buenos
deseos, podría enviarles una plaga mágica y en un par de años la situación
mejoraría, seríamos amigos, tendríamos buenas relaciones. OH, pero que
manera tan educada de hacernos en el pecho un corte con la terrible y común
lanza. Palabras vástagas de temas concurrentes. Me acechan fantasmas y yo
sin propósito sustituto de mis desgracias. Ahora me largo y salgo por la puerta
de entrada.

Durante 5 interminables horas, caminó Anubis por la casa hasta dar con la puerta que lo
llevaría hacia afuera, con el único fin de que pudiese darse cuenta que el castillo estaba
flotando sobre el mar, un mar dentro de un pequeño estanque en uno de los tantos patios del
castillo. Soplaba Anubis para que las aguas se tambalearan pero no había posibilidad, sabía
que la ilusión de salir y esa trampa desconocida lo llevaría a un lugar sino al mismo donde se
ve así mismo haciendo aquello o lo otro.

En diferentes encuentros con la puerta de entrada al abrirla se hallaba con un espejo que se
hacía pedazos y lo cortaba hasta morir y sentía por horas esa terrible agonía, o era la boca
de un dragón que lo hacía arder en llamas hasta calcinarse completamente y así sucedía, si
quería salir tendría que hallar otra forma igual o más creativa que aquella que lo tiene
aprisionado, ahora sin duda alguna lo sabía, pero no lograba comprenderlo todo como era
de evidente.

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ANUBIS

Finalmente envidiable calma, después de tanto te has acercado a mí con tus
necesarias caricias, este hambriento e indeciso cerdo, clama por lograr ser útil
en lo posible no solo a ti sino a aquellos que les sea prioritario. Tuve hace
tiempo un maestro al cual nunca he conocido, se manchan las palabras y las
ideas semejantes se desvanecen entre chistes tolerables y que me desaíran de
tanto rencor que no puedo sino pedirte más. Misericordiosa calma que te
acumulas en el infinito mar de ilusiones carnales, terrenales y espirituales, que
ayudas sin nada pedir, que inspiras hasta al más desgraciado de los que por un
tiempo viven en tus guarderías. Nada fuesen mis sentimientos sin mis palabras,
con la cara torpe y que ojos poner, que gestos hacer si tus colores invisibles
bañan de calidez mis lágrimas dichas y mi desaire por no pensar mucho pero
estar atento a lo que mis pensamientos divagan. Vida que se alarga y que pasa,
que se recorre en la inmortalidad vibrante del sollozo de maldad abundante en
las fauces de la esperanza. Yo tan pesimista y bandolero, le da de comer mi
lengua a las ratas, descuidé mi dentadura y aquí estoy, contigo hablando y tú
que me escuchas tan solemne y despreocupada. Bella Calma, me gustaría
saber tu nombre antes de que me hagas el amor a tu decisión propia, pero qué
significado tiene una mera invención tan desigual, si tú que solo eres me
demuestras lo que soy, tan solo el reflejo de una idea preconcebida, alimentada
por quien sabe que tantos deseos y temores, por quien sabe que tanto
conocimiento e ignorancia. Y aquí entre la vulgaridad reconocida por orgullo
propio de mi ego buscando la vacuidad en generar frases sublimes y que
paguen el costo de lo que tú ofreces sin pedir nada. Pero eso es lo que quieres,
nada? Y como se puede dar eso? Poco pero solo me he educado, violenta
agonía y egoísmo corrosivo, que me pese la carga de mi estupidez o de mi
audacia inconcebible. Hay Calma y si tú no estuvieras.

Durmió en paz Anubis ese día. Maravilla. Atardecer adolescente, joven noche. El castillo
descansa, sin protección, expuesto a los peligros, no hay un solo gritó de odio, de dolor o
una sola lágrima de tristeza.

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III

Olvido y Recordatorio

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Al Despertar Anubis se da cuenta que es el propio rey Filisteo quien lo hace.

FILISTEO EPITO

Anda, macho! Vamos, ya es tarde, tuve que engañar a los ancianos, venían a
matarme, quisieron poder, se los di, y cuando se dieron cuenta que eran ellos
también reyes, perdieron la cordura y me amenazaron, me montaron un
teatro diciendo que yo era un megalómano xenófobo con ínfulas de dios, les
entregué todo y aun así nos siguieron, quien sabe que pasó cuando te vieron
como si fueras tú yo mismo que simplemente nada te hicieron. ¿Pero, anda,
qué más da una excusa? ¿Qué sentido tiene justificarlo todo, si no hay nada
que tenga valor verdadero? Me canso de pronto, guardándome en mentiras,
me gustaría algún día poder manifestarme en la verdad.

En ese momento recordó Anubis, aquello como un aspecto folklórico y personal, de aquella
existencia extraña y justificada que tanto revuelo generó en sí.

Al cruzar el río, el castillo se marcha junto con la corriente; de retorno al mar, que comienza
a andar en dirección contraria, alejándose.

La arena es suave pero al momento de cada pisada se desvanecen las huellas.

Anubis se quita los zapatos y la máscara de perro dejándolos en la orilla de las aguas, pero
no muy lejos como para que se los lleve el mar. De uno de sus bolsos dentro del pantalón
saca una guayaba en su mero punto, se lleva a la boca la fruta, la muerde y mastica con
calma. Su edad, su aspecto, el color de su piel, su altura, su etnia, que al caso ha de venir la
superficie física de este hombre, que ahora se aleja del castillo que habitó hasta
recientemente.

Y entonces, aquel desolado castillo, con el intolerante paso del tiempo, se comienza a
transformar en una enorme, deformada y dañada; pero firme y fértil roca en forma de
cueva, en forma de pequeña montaña, a la que alrededor le crecen plantas y árboles.

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CAPITULO I

EL TUMOR INVENTADO DE FEDERICO SALAS Y SUS CONSECUENCIAS

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Era una noche particularmente común, si es que decirlo de esta manera tiene algo de
sentido. El viento cortaba las hojas de los árboles sin importar que estuviesen secas o verdes.
El clima violentamente silencioso y frío, quemaba cualquier indicio de exposición a la
intemperie, cualquier cosa que aparentase siquiera luchar contra tal estado ambiental.

Algunos animales hacen ruidos distintos a los que harían en otra ocasión, sus murmullos
eran pasivos y faltos de energía, como si guardasen respeto temeroso del sonido emitido por
la colaboración entre el aire frío y un tremendo conjunto de árboles.

Se desprende de un gran y muy antiguo árbol en movimiento, una hoja joven y verdosa, tan
brillante que la luz de la luna no hace otra cosa que reflejar su luz. La pequeña hoja baila al
son del viento y se contorsiona como si automáticamente fuese guiada sin un particular
destino en mente, hasta que cae sobre un pequeño lago, que tiene una desembocadura que
da hacia un río vivo y quizás profundo.

La hoja estando sobre el lago se mueve hacia una orilla hasta que llega finalmente y se pega
a un pedazo de tierra mojada y fresca. Ahí hay una pequeña fogata recién apagada, gracias
a la cual antes de desaparecer se ve la silueta de algún ser humano sentado mirando atento a
la pequeña hoja verde.

Una vez apagada la fogata apenas y es posible mirar el rostro de esa persona, la luz lunar
desde tan lejos es tan solo capaz de dibujar una leve silueta de la nariz a la barbilla.

El hombre lleva una barba en pleno crecimiento, está algo sucio como si llevase dos días
seguidos sin darse un baño. A su izquierda lleva una bolsa de tela gruesa que contiene varios
cartuchos de un arma de 9mm, junto con un cuchillo, un celular repleto de música y su
respectivo cargador de luz solar.

Así se queda mirando Federico, luego de la alerta que interpretara el hecho de que la llama
de la fogata se haya apagado; a la pequeña hoja verde estancada en el lodo de la orilla de ese
lago, maravillado por tal suceso, haciéndose cuantas preguntas pudieran llegar a su mente
sin importar cuan absurdas pudiesen oírse, muchas veces sin encontrar respuestas a las
mismas, tan solo maravilla por el efecto de tal enunciado y complementación de letras y
palabras.

El mismo se cerciora de que no tiene sentido resolver misterios evidentes, recordando lo que
una vez su amigo Arturo le dijo mucho antes de partir y perderse en las aguas del Pacífico
Sur.

Su reloj dejó de funcionar desde hace quién sabe cuántas horas habrán pasado marcando
exactamente la 1:03am con 52 segundos, se lo quita de su mano izquierda donde lo lleva
puesto y cuidando de hacer el menor ruido posible lo pone junto a la hoja y regresa a
sentarse al sitio donde estaba.

La orquesta de viento continúa con su ritmo, sin ningún tipo de descanso más el que le
ofrece su propia empresa. Los árboles en su violenta serenidad continúan desprendiendo
ramas y una enorme cantidad de hojas que se conjugan en alrededor de las nubes mientras
hacen sombras en el cielo.


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Agradable momento para meditar, a Federico le es preferible presenciar tal suceso ordinario
y de pronto, en algunas ocasiones, poco apreciado, que decir entendido. Para Federico esta
parafernalia de acontecimientos lo hace decidir a recitar entre suspiros y en voz baja lo
primero que llegue a su mente.

“Encuentro en la nada. Deseamos ser alguien sin ver lo que nos sucede a diario. Pero quien sería tan ocioso
para vivir su vida viendo tal cosa tan natural e invisible.

Realmente, decoración diurna de esto que sucede. Hablando entre paredes y al unísono.

Contemplando cualquier cosa mientras se complementa el hemisferio de la brisa del elemento escenográfico, real
y misterioso, ilimitado y desconocido.

Para poder referir, para tener al menos la humilde o maldita capacidad para plasmar cierto ejemplo del diario
en la hora que navega sin valor.

Por los cielos, por la tierra, por los mares. Debidamente se tiene la sensación de que apenas se conoce y se
desconoce aquello que se asimila con tal atención, con cierta falta de interés.

Si fuese algo que refiera a la dualidad, lo bueno y lo malo, lo negativo y lo positivo, entonces debe ser una
amalgama de enseñanzas milagrosas en pesadillas incoherentes y en momentos que se turban de cantos raros”.

Y tal cual como si fuese algún animal en el bosque que ha apreciado lo que ocurre, sus
palabras y sonidos no turban el estado en que el lugar se encuentra. Seguiría diciendo
cuanta palabra encuentre o le pase de inmediato y llegue por medio de su imaginación, sin
embargo teme hablar en voz alta de la emoción que dicho encuentro le produce tan solo de
pensarlo al ahí encontrarse.

Mira a un lado y encuentra una fina guayaba, la toma de inmediato y le da bocados tan
grandes y la mastica tan rápido que apenas y un pájaro alcanza a acabar uno de sus cantos.

A los pocos momentos, una sensación de placer y tranquilidad le invade, Federico se olvida
de lo que le acontece y la razón del porque está ahí mirando hacia el cielo estrellado y sin
darse cuenta su cuerpo se comienza a desintegrar lentamente, bañado por la luz de la luna,
en dirección hacia las nubes.

Cae una pequeña hoja seca sobre aquél pequeño lago anunciando sobre su reflejo y el de la
luna la desaparición corporal de Federico Galahad Salas.

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CAPITULO 2

LAS CONSECUENCIAS AL COMER LA GUAYABA MAGICA.

LAS PUERTAS DEL SUBCONSCIENTE.

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Primer Puerta.

Los Aspectos de la Basura Cognitiva.

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Estoy acostado mientras el aire fresco y salado entra por mi nariz, debajo de mí, un techo.
Tengo 22 años de edad, vendí todas mis pertenencias a un costo bastante bajo debido a
ciertos detalles sociales en la comunidad donde vivo, ya que me vi en la necesidad, o así
quiero creer; esa excusa asimilo, donde decido irme por un tiempo de ahí, sino es que para
siempre!

Sea lo que sea que haya sido, si bien; soy una porquería, un imitador, ladrón, mal
agradecido, expresando todo esto con el simple hecho de alimentar mi ego, haciendo
pequeños sacrificios para luego restregarlo en la cara a quienes se los hago. Una mierda, un
bastardo legítimo.

Así me encuentro caminando en un indeterminado lugar del mar Muerto. Heme aquí por
las costas de este lugar cuando provengo de un puerto que toca uno de los cinco océanos
más grandes del planeta; el océano Pacífico.

Hace tiempo consulté las escrituras recientemente digitalizadas de los manuscritos hallados
en 1947, y hallar información nomás para darme cuenta que hasta el momento no están en
el dominio público; no en internet.

Por alguna razón quise venirme directamente hacia acá, según yo para recapacitar, pero
creo que en verdad es que, cuando tuve un accidente que por poco y acaba con mi vida, el
trauma me causó tener la percepción de observar imágenes mientras tenía los ojos abiertos,
de cosas; de momentos, en donde por motivo para escribir algo he llegado a este mar tan
antiguo!

He logrado recorrer y atravesar luego de tanto buscar y encontrarme con zonas que
deliberadamente no se pueden cruzar, hasta lograr llegar a las partes de barro del mar que
me han permitido encontrar las orillas donde se encuentran sus aguas saladas.

Sé que pude haberme ido por la carretera, pero hace tiempo que dejé el carro y decidí ir
caminando. Y es que venía en carro por la carretera 90, desde Jerusalén hasta aquí. Y es que
es devastador, la realidad es que el mar muerto, se muere.

Estando sentado ahí cerca del agua, tratando de pensar algo serio mientras hablo solo,
pronto acostado, y me acuerdo de un chiste que no recuerdo lo que sigue como para
contarlo.

Sin más ni más, imagino mi concepción tratando de recordar hasta el día de hoy mientras
que; con una navaja, desde el hombro pasando por las venas del brazo izquierdo hasta
detenerme en la parte de la mano donde están las marcas que reflejan la edad y que
también un adivino si las mira podría leerte, etc.

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Me levanto un poco para desparramar la sangre sobre mi otro brazo sin hacerle herida
alguna, ya que ahí tengo empuñada la pequeña navaja hasta que la suelto mientras me voy
mareando.

No hay carros cerca, o animal alguno excepto; creo yo, de las artemias en el agua, tampoco
personas caminando, o sobre algún curioso en busca de más pergaminos ocultos o
enterrados.

Miro al cielo y de pronto escucho el sonido que emiten las avispas, debido a que me debilito,
y quizás ahora se ponga alguna o varias sobre ambos de mis brazos sin la necesidad de
injertar sus agujas naturales.

Apenas y puedo hablar, miro borroso, y lentamente; sin embargo los sonidos no se
distorsionan, creía que con esta forma de suicidio, sucedería como cuando se utiliza alguna
medicina psicotrópica, en donde oiría mejor.

Mi percepción con respecto a éste mundo se ampliaría y fuera de los efectos naturales o
artificiales de dichos fármacos naturales o alterados, ya que con este acto impuesto por mí,
sería capaz de acoplar la realidad onírica y supernatural al tiempo del mundo físico, pero
por desgracia no ha sido así.

Entonces comienzo a murmurar, me salen palabras que desconozco, incluso estoy seguro
que son balbuceos de sonidos emitidos por idiomas que he mirado en filmes, libros,
canciones, al mismo tiempo, asimilando ruidos con firme entonación pero de incongruente
rima.

Poco a poco se vuelve de noche y al paso del tiempo estoy seguro que escucho que se
acercan más avispas, y sus emisiones sonoras se vuelven cada vez más melódicas.

Debí de haber muerto, ya tendría que estarlo, he perdido la noción del tiempo y no sé si ha
sido un segundo, minutos o varias horas, claro que de la tarde, a la noche y de la noche a la
mañana, se tiene que omitir la realidad, solo por el hecho de que es obvia su consistencia,
que fueron horas y no segundos de un día a otro a pesar de mi propia percepción.

No recuerdo exactamente de donde sale el sol, realmente ahorita, no ha salido aun cuando
su luz se refleja en los colores del cielo y en el clima del amanecer.

Para cuando recupero la atención hacia el ruido de las avispas, noto como se van
transformando en pasos que se dan sobre la arena, cierto es que me es difícil y me produce
flojera girar la cabeza.

Solo lo hago con los ojos y esa mirada borrosa en base a la pérdida de sangre, no estaba
seguro de que sería, si un hombre con ropas de mujer, o una mujer vestida de hombre, o
simplemente que fueran los efectos combinados de mi estado provocado, los cambios
climáticos, el sonido del mar.

El viento, tal vez y no hay avispas ahí, entonces me aseguro y levanto un poco la cabeza y
noto que ahí están, y los pasos se vuelven cada vez más agonizantes, aunque,
repentinamente dicho suceso me causa un afortunado desvarío ya que las avispas dejan de
consumir mi sangre y se va formando una estela, como una sombra.
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El sol cada vez se acerca con mayor intensidad. Y porque decidí que avispas se unieran en
comunidad hasta pasar de una sombra a formar al espectro de un hombre con harapos que
ni en pinturas o ilustraciones o representaciones sobre la vestimenta o moda de hace más de
dos mil años jamás habría visto?

Quizá sea que al suicidarme me encontrara con un alguien de nombre Belcebú; y es que lo
identifiqué de esa manera inmediatamente porque el avispón o la avispa es representada
como el símbolo de dicha entidad, pero probablemente por no esperar a mi momento
natural de morir, me excuso de no preguntarle su nombre, es como una sombra, creí que
sería una simple alfombra o una mágica que me llevara a pasear por los cielos.

Ese es el aspecto de dicho personaje y no habla pero puedo entender con su presencia lo que
me quiere decir, seguramente lo he llamado para que me reviva mientras desvarío de mi
estado consciente.

Creía yo que mi mente se nublaría, que toda mi vida pasaría sobre mí ser de forma
inconsciente, que cerraría los ojos para caer en el sueño profundo, pero me había
equivocado, y que clase de mentira, iba recuperando mejor mi vista, por un leve momento
había perdido completamente la escucha. La forma de las nubes, el color del cielo; iban
cambiando.

Cuando recuperé el sentido en mis oídos escuchaba ruidos y gritos, dejé de sentir dolor en
mi brazo y el dolor de cabeza se desvanecía, me quería levantar, pero esa entidad me
indicaba que no lo hiciera y que tuviera cuidado en no moverme.

Al paso del tiempo vi como a un lado pasaban un grupo de hombres con ropas de batalla,
pero eran muy diminutas, y de lo que apenas pude ver; todavía más antiguas que las de la
edad media, incluso más atrás que a principios del milenio pasado, me quise volver a
levantar pero no debía de hacerlo, sentía algo sobre mi cuello, como una leve unión que se
expandía.

Los fluidos y los nervios internos se van uniendo, mientras el hueso del cuello que conecta
con el extremo del cuerpo se va recuperando, tomando su forma.

Y por alguna buena o mala razón, mi consciente y mi inconsciente se materializan, en auras


que asemejan mi espíritu, más bien mi obeso cuerpo, pero sin detalles de rasgos
característicos; físicos pues.

Por fortuna no entiendo lo que uno le dice al otro, pero desde el principio me di cuenta que
hay algo que ya estaba solucionado, solo que tanta discusión es enfermiza y hablan incluso
de todavía tener que lidiar con otras entidades, y lo molesto que resulta esta clase de
fracciones argumentales.

Sentí una unión indispensable que había buscado, recorrido territorios internos por medio
de la experiencia exterior.

Sabía en qué lugar me encontraba, ya no seguía acostado, ahora caminaba junto a la


sombra de avispas siguiéndola por delante.

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Ahora estaban las personas en tranquilidad, no había fuego o llamas, tampoco destrucción
que todavía no llegaba a sus casas, estábamos en un templo delante con una imagen circular
y esférica expidiendo lo que ilustraba como rayos rectos de luz.

Entonces sucedió algo irrepetible y las personas pudieron verme, y asustados, sus guerreros
me atacaron con sus armas pero sin dañarme, les dije que tenían que irse que ocurriría algo
muy devastador, pero me dijeron que era un escandaloso, que solo andaba de vago, un
generador de mentiras, un telonero de poca monta que inducía argumentos para alarmar.

Sin duda hubo quienes por lo que pude notar, me creyeron y otros no me hicieron caso, pero
fue evidente que se pusieron alerta, me dejaron en las afueras de la ciudad, me entregaron
una espada y estuve un tiempo ahí.

De lejos, aquel compañero cubierto de avispas; me miraba oculto desde la montaña, ruidos
de muchos galopes y armas desenfundándose, y al estar ocupado viendo a mi oculto
compañero luego me indicó que no dejara de ver hacia el frente y noté que una espada me
estaba esperando sin esperarme, lista para atacarme, apenas y logré desenfundar mi arma, y
pude sentir como enterré el arma en un cuerpo, no sé si en el del jinete o del animal.

Todo se volvió pura oscuridad.

Nuevamente estaba ahí, sobre el suelo, mirando hacia arriba, notando como habían pasado
varios grupos de hombres y todavía tuve que esperar algo de tiempo.

Cuando finalmente me pude levantar, solo para darme cuenta que había sido decapitado y
que los nervios de mi cabeza al de mi cuerpo se estaban uniendo. Incluso en este momento
esperé a que llegara la noche.

Al transcurrir las horas, poco a poco, y lentamente me levanto y apenas y puedo sentarme,
para lograr mirar aparte de cuerpos sin vida una ciudad enteramente destruida, alejada, ya
que está frente a mí.

Yo estoy sobre una montaña pequeña donde a un lado hay una pila de escaleras de unos 4 o
5 escalones y en el último se alarga para caminar horizontalmente y volver a subir ese
número de escalas para llegar hacia la puerta de entrada, alargada verticalmente, sin
puertas, alta.

Me fijo si no hay personas con vida, aun cuando estén mutilados, si acaso alguien, con un
brazo; o una pierna mutilada, que se encuentre con vida, pero no.

Al avanzar, con una lanza en mano y con mi espada enfundada, bañada en sangre, caminé
hacia un pequeño templo, acompañado por una casa real; que contiene un muro en ambas
de sus esquinas con dos torres.

Enseguida oigo cabalgatas y al voltear una lanza alcanza uno de mis pies por debajo de mi
rodilla y caigo al suelo, boca abajo, no sin antes haber desenfundado el arma y esconderla
debajo de mí.

Guardo un momento, no me quito la lanza de la pierna, oigo sus voces y son más de 2 si
acaso 3 o 4, pero uno de ellos viene adelante, seguro, eso imagino, y sigo sudando

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inmensamente, incluso en el frío de la noche, cuando siento cerca al guerrero me abalanzo,
me aviento hacia las patas del caballo y se las corto inmediatamente.

Quebró el largo de la lanza y por el otro extremo la extraigo de mi pierna, totalmente inútil,
y yo dando inútiles brincos, nomás para darme cuenta que el hombre fue golpeado en la
cabeza y agoniza desangrado debido a la caída.

Al parecer fue el único y yo me confundí creyendo que venían más con él, es que sí escuché
mal.

Me adentro hacia la ciudad y ahí a cada paso que voy dando, las ruinas van siendo
consumidas por los vientos de arena, como si el tiempo pasase muy rápidamente.

Para cuando llego ahí no quedan más que ruinas sepultadas y consumidas por los siglos, al
mirar a distintos lados no hay cuerpos de personas alrededor tampoco.

Como si estuviera en el presente de mi época, sin embargo, frente a mí al mirar al cielo, por
ningún lado veo al sol, y desde los escombros debajo de la tierra una inmensa luz cegadora,
una esfera solar, incandescente que primero me provoca un frío tremendo que lentamente
me va quemando.

Siento como mis ojos sangran pero no dejo de mirar, miro la imagen de un hombre y una
mujer sentados, cada uno sosteniendo a un bebé en sus brazos haciéndole ofrendas a la
estrella.

Inevitablemente se expande una emanación invisible que me empuja fuera de ahí, sin
embargo, siento como si me arrastrara hacia dentro:

Había una luz disipada de muchos colores,



como el de un arcoíris, inspira al que camina,

si se puede amar a alguien igual, porque no a alguien diferente.

La experiencia me hizo sentir como si fuesen las 11:59pm con 18 segundos, y yo miraba que
no había estrellas, la noche cubierta por nubes; el color del cielo se tornaba algo rojizo, el
clima era fresco, estaba alteradamente admirado por la lentitud en que se desmoronaba un
edificio frente a mí.

Y en ese entonces a mi edad, en mi reflejo de 16 años, me impactaba lo que estaba


ocurriendo, me encontraba en las afueras de una gran ciudad, un lugar al que se le
denominaba el fin y el principio del mundo, nada podía apreciar.

Las personas en esa noche tan oscura caminaban de un lugar para otro, algunas mujeres en
silencio avanzaban lentamente, pasaban coches, también hombres en grupo, el edificio se
derrumbaba y caía a pedazos, era puro estiércol.

Algunos que se reían les caía encima y los aplastaba como si fuera concreto o material de
construcción real, otros no se daban cuenta y les caía encima, salían corriendo asqueados de
ahí.

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Yo, ahora, curiosamente fascinado por el acontecimiento me quedé quieto para ver si me
caía mierda encima, pero solo en los lados me caía, o me movía donde creía que caería algo
y solo me chispeaba sobre mis ropas al caer al suelo.

La ciudad también en construcción se llamaba Orbita-1; y es que ocurrió en el planeta una


catástrofe natural que muchos pedazos de tierra y grandes ciudades de distintas partes del
mundo se separaron de dichos países y se acumularon; como si de una Pangea se tratase, en
un lugar del mar Atlántico.

Realmente era un país, pero pronto estaba siendo capitalizado, hacía mes y medio que había
ocurrido, se montó la escenografía de una guerra y se invirtió mucho dinero causando
conmoción y proporcionando héroes y mártires expresos para obtener propiedad de dicho
país que estaba creciendo, como en todas partes del mundo.

Sin embargo se logró un balance aun cuando hubiera pleitos eternos, unos ganados, otros
perdidos, unos recuperados, otros espiados, y algunos muy pocos encontrados. Pero la
realidad tiene su verdad. Y no todo fue solo mera actuación.

Yo había emigrado allí para buscar trabajo, y mientras iba en el avión hacia Orbita- 1, al
checar el correo electrónico pude notar que había encontrado trabajo en mi ciudad natal, y
sin dejar ese trabajo, al bajarme del avión me decido a permanecer ahí.

Desde ese entonces, hacía 1 semana y 5 días, que permanezco ahí, conozco amigos y me
enamoro de a donde llegué.

Ya eran las 12:35am y desde el cielo, las nubes se iluminaron, luces en movimiento, ruidos
de chiflidos o así se asimilaba ese extraño sonido, y en poco tiempo el cielo se abrió, las
estrellas se miraron y comenzó a llover, estrellas fugaces, algunos pensaron en alienígenas.

Pero hasta que comenzaron a caer sobre la tierra, el pánico no llegó sino hasta después, ya
que las luces atravesaban cuerpos humanos y nada sucedía, no sino hasta que comenzaron a
explotar, otros tantos se elevaron hacia el cielo, otros se fueron al mar, otros se
desmaterializaron, y otros cayeron al suelo como cuerpos sin vida.

Yo solo alcanzo a mirar como una luz se acercaba; y sin meditarlo, esa luz, hizo que mis ojos
se cerraran.

Otra vez me encontré en aquel lugar, pero de nuevo era todo oscuridad y sentía un peso
enorme sobre mí, me desperté porque me estaba asfixiando, cuando me levanté estaba bajo
una pila de piedras, los restos de alguna edificación derrumbada.

Me escabullí entre los pedazos de rocas y logré quitar algunos pocos para salir; de todas
maneras, salí bastante raspado de aquella destrucción.

Todavía fuego, las nubes cubriéndose de oxígeno, el aire se olía húmedo, los cuerpos
apilados y desparramados, claro que ya fijando mi atención, fue evidente para mí que estaba
en tierra egipcia, en quien sabe que época, no sabría decirlo con exactitud.

Pero ahí me encontraba, con solo la vida de los elementos materiales, y fue ahí en ese
entonces cuando un eco exclamaba: A-MAR-NA, en repetidas ocasiones, hasta oír el ruido

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de cientos de avispas formando una nube que cubría la luz de la luna, y aquella presencia
que sin decirme nada y seguramente me había transportado a esta época tan singular.

Se aparece con intenciones de atacarme, solo repitiendo Amarna, Amarna, yo intenté como
podía moverme, pero sus brazos se estiraban y de las sombras se expandían hasta
atraparme, era mi hora, pero recordaba que me encontraba acostado en el mar muerto, y
que no sé qué más y esto porqué. Fue mi culpa, porque invocar a un demonio y no a un
dios.

Esa entidad al capturarme comenzó a extraer toda mi sangre, mi cuerpo rápidamente se iba
debilitando, sentía como mi grasa se iba transformando en sudor en cuestión de segundos, y
sin embargo seguía siendo un gordo obeso, hasta que por fin, en un suspiro me sentí morir.

Pero pude estar y dentro de aquellos insectos unidos para formar un solo ser, me sentía
separado de mí, como todas mis células de sangre separadas una de otra y se afirmaban, se
contactaban, ya había perdido aquí.

Fue solo que todas las avispas explotaron y mi sangre en forma de esferas separadas una de
otra, en el aire, volvieron a unirse, como bajando hacia el firmamento de la tierra, dentro de
la ciudad.

Al descender y al ir recuperando mi forma física, cubierto de sangre, manchada de otras


tantas que anteriormente seguro habían sido consumidas por dicha entidad, tome un ropaje
que ahí encontré y un par de sandalias para ir caminando; sin armas, en busca del
significado sobre una palabra que retumbaba dentro de mi cabeza; Zend-Daschta.

Desafortunadamente no me había dado cuenta que aquella entidad seguía con vida y me
toma del pie, solo para decirme: -Si no eres feliz, para que vives!...

Me lo dijo bruscamente, no sé si fue solo una pregunta o algo para reflexionar, fue mi
problema haberlo entendido de esa manera, solo que antes de pudrirse frente a mis ojos en
delirios le oí repetir la palabra de Ormuz, incontables de veces, incluso mientras me alejaba
de ahí por medio de los ventarrones de aire y arena.

Aquí es donde emprendo mi recorrido, volteo y no hay indicios de nada de aquel personaje,
seguro ha desaparecido, pero no se extinguió.

Avanzo por un desierto atemporal, en donde todos los tiempos, del ayer, del hoy, del futuro
se entrelazan, pero sin lugar a dudas es un desierto, mi propósito es llegar a aquellas costas
en Ormuz.

Quiero creer que dios habla a través de mí, pero que no tengo la verdad absoluta, sino que
soy un complemento entero, que formo parte de eso.

quizá realmente en mi yace la verdad, como en los otros se encuentra, simplemente es una
equivocación. Pero para que escribir esto, engañar con palabras rebuscadas que otorgan una
sinfonía de experiencias ficticias; falsas, que conducen a un resultado invocado por la noción
del intelecto, que busca la fusión con los sentimientos, para desencadenar un propósito
explícito de momentos incomparables en su forma, pero familiares en su expresión.

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Se caen materiales de la parte superior de un escritorio. Un videojuego. Cuantas historias
basadas en textos sagrados, hechos mitificados. Inexorable realidad que fluye como una
inimaginable fantasía. Disfraz de mentiras.

Cuantos divagues para dejar de profetizar porquería. Cuan inaudito ponerse una máscara
de tristeza para que otros no se ofendan de tu felicidad. Cuan lamentable que sean duros
golpes tras otros en la vida y así incluso sentirse feliz y que a otros les moleste.

Meditando todo esto dentro del desierto fuera del tiempo. Sin encontrar la realidad; sin
buscar la verdad. Un ego formado por luces invisibles. Desamparando cosas con sentido
interno, pero protegiendo sus raíces, entonces que gente, y cuan distraído me encuentro en
este complemento. Parece un recorrido interminable, pero increíble desahogo.

Gracias por todo. Que acompáñeme el universo, o una porción estelar, a llegar a aquellas
costas. Donde radica un significado inventado de esta aventura. Realizando una amalgama
de piedras acuñadas con las manos del espíritu mientras recuerdo enseñanzas de personas
que jamás he conocido. Tiempo mal gastado, pero positivamente invertido.

Lo efímero extraído para la realización de lo creativo. Distantes épocas de un día para otro,
sin punto fijo, de comunión versátil en su integridad directa sobre la excavación de las ideas
para transmitir algo concreto y sin tener mucho que decir, e incluso siendo así capaz de
callar y sonreír.

Como una rima muy usada que cree que porque algo inicia en ir y luego de veinte palabras
el párrafo termina en ir, una obra maestra se ha propagado, cuando quizá más bien una
bacteria infecciosa, o peor algo como la peste de los sentidos se ha diseminado en olores
venenosos. Y regreso a la rima que rima.

Acumulando información para mostrarla luego sin distinción, por medio de una edificación,
al menos al por mayor, esencialmente con sus bases bien asentadas. Pero de didácticos
resultados. Y si vuelvo a Dios, y si me enfoco en la admiración por morir en vida, en evitar
hablar sobre creencias que se han ido perdiendo, en los códigos genéticos, en las llamaradas
de la esencia cósmica.

En el valor de los genes. Trabajando el horizonte vertical, carcajeando por la inútil variedad
de propiedades emocionales, pero aquí mientras me acerco a dicho mar, dialogando entre
mis pensamientos, detallando sensaciones, expresando lo que ha cobrado sentido.

Y dejo pasar las preguntas. Finalmente he llegado, o eso creo, pero aquí no hay absoluta
verdad, eso es cierto.

Creyéndome un profeta singular, finalmente he llegado al lugar, y me encuentro con un mar


desértico, pero al momento escucho a través de las voces del mar, que con su memoria han
guardado el pasado y transmitido las enseñanzas naturales por medio de sí.

Veo a un grupo de personas que aparecen en el lugar no tan alejados de donde estoy. Hay
uno de ellos, sosteniendo con una de sus manos una esfera que contiene luces radiantes pero
que no son cegadoras, tal parece que al mirar hacia ahí mientras escuchas su voz en vez de
quedarte sin ver, abres con mayor intensidad los ojos.

!21
Pero al irme acercando, a realizar notas mentales y profundas sobre las palabras no solo de
aquel ser, sino de quienes le rodean, noto como se van distorsionando los escenarios
naturales, y como en aquel despertar en la destrucción de aquella ciudad egipcia ahora tan
alejada, me encuentro en una lluvia de guerra y fuego, y miro a ese mismo hombre al que
están a punto de asesinar, y ahora que puedo, veo de cerca algo.

A mí ni en cuenta con la revuelta, soldados me pasaban de lado y no había bronca, pero


como intruso que soy, asesino a uno de los soldados, le quito sus armas y por alguna razón
que no puedo explicar, que como una chispa interna me llegó sin desprevenir su
inimaginable naturalidad.

Que me lanzo para rescatar a aquel hombre, pero mi acto fue rotundamente un fracaso
total, cuando salté en el aire para acabar de un tajo con quienes traían a ese tan felizmente
común hombre, otros me asaltan y me cortan los pies, yo caigo al suelo y me quebró los
dientes.

Me quedé con la boca hacia abajo, como rogando algo, mantuve mis ojos cerrados por un
momento, embriagado por la vergüenza y cuando alcé mi vista hacia aquel ser, ya no se
encontraba en dicho lugar y a mí me capturaron y me encarcelaron, me cortaron los pies, y
me cauterizaron las heridas.

Pasaron noches y días enteros y cuando pregunté la razón de cuando sería mi audiencia o
cuando me dejarían libre solo se limitaron a reírse de mí y aventar amenazas disipadas para
que me mantuviera como hoy, haciendo nada.

Siguió así el tiempo, me hice viejo, y fallecí, nomás para darme cuenta que había despertado
en otra cárcel, en otra época, y así fue pasando el tiempo, oía sobre grandes hallazgos,
descubrimiento de nuevas sociedades, nuevos territorios, nuevas guerras, sobre nuevas vidas.

Y seguía muriendo y despertando en cárceles distintas, en lugares distintos, hasta que por fin
me tocó el día en que me dejaron salir, más no sin cadenas en mis manos.

Y ahora resulta que estaba sobre un cuerpo joven, parece que en esta cárcel me fue mejor.
Al salir, como si fuera un payaso.

Oía risas por todos lados y al escuchar un ruido de corte, miré una escultura con una
cuchilla en el centro; la guillotina, ese aparato tan eficaz en aquella época como lo ha sido el
cinematógrafo en la actualidad, desde el siglo XX en adelante.

Me acercan al estrado, y antes de poner mi cabeza mirando hacia el firmamento del suelo y
los pies de los presentes en primera fila; siento comezón en uno de los pies, miro hacia abajo
y veo a un insecto, y de una guantada mato a la avispa, la observo aplastada en mi mano
cubierta de mi propia sangre; seguramente y no solo mi sangre.

Me dieron ganas de reírme, me acordé del chiste, y aquí es donde acaba, pero
inevitablemente suelto un sollozo y digo: Ya, Wii!

Al ajustarme debajo de aquella arma tan infalible veo como mi cabeza sale dando vueltas
por los cielos, pero antes de que eso suceda, entonces, nada más frustrante que un insecto te
esté picando en los pies y no puedas aplastarlo, mis manos aún siguen encadenadas.
!22
Antes de subir al estrado ocurrió algo, y la cuchilla de la guillotina al desprenderse de lo que
la sostenía cortó completamente al verdugo a la mitad. Pero antes de que el verdugo fuese
rebanado en dos, lo desenmascaré para ver si no era yo.

Pero fui capaz de liberar a aquel hombre. Las personas en aquella ciudad me escucharon y
se fueron antes.

Cuando termino de alucinar, despierto con los ojos cerrados, escuchando el barullo de los
carros pasando, el sonido que emiten las aves y como la luz reflejada en mis párpados
cerrados va disminuyendo.

Mientras estoy acostado sobre el techo, siento una picadura de mosquito sobre mi pie
derecho, lo muevo para que se aleje pero ahí sigue, me da flojera levantarme y quitarlo de
ahí, prefiero rascarme el ombligo.

Aquí podría negar que estoy vivo, que estoy sin vida, que no viajé a aquel mar que
mencioné al principio, y que realmente me ahogué en una de las costas del mar pacífico,
mientras nadaba hacia la isla más cercana, o sabiendo que, evitando regresar a medio
camino; crucé hacia una isla en donde ahí mismo me suicidé.

Pero me levanto y me acerco a observar mi pie, solo para darme cuenta que era una astilla y
me la quito. Ahí mismo encuentro una cama y me vuelvo a dormir.

Al despertar prendo la televisión y luego de un rato la apago para ponerme a escribir lo


siguiente:

De todas formas, todo comienza por terminar en emanaciones espectrales.

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Segunda Puerta.

Crónicas de Viento.

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Es un día muy caluroso en las costas arenosas de Síguapalnó. Son apenas las 10 y 30 de la
mañana. El sonido de los aires acondicionados prendidos. Muchas personas en las calles.

La época de vacaciones recién comienza. Habían dicho en las noticias que habría un
terremoto, que ocurriría una catástrofe tremenda en el pueblo.

Pero es un lugar donde la envidia reina, incluso entre padres e hijos, sin embargo, hay
enormes excepciones. En cualquier caso.

Ocurre una hecatombe de proporciones místicas, a la par de las escrituras tan conocidas
judías. El viento rebuzna silenciosamente como un burro chillón.

Hasta este momento no hay personajes principales. Hay relatos y sucesos relacionados
directa o indirectamente unos con otros. Es una región que se encuentra en el centro del
planeta Rigfus, en el continente Buther, en el país Defair.

Hace cientos de miles de años que los humanos emigraron del planeta Tierra.

Y en dicha ciudad la catástrofe que ocurrió fue que todos los animales domésticos
comenzaron a morir lentamente. Los insectos, sin embargo, comenzaron a crecer de forma
estrepitosa.

Todo esto ha ocurrido en un pestañeo. Erindio Galindo, es un joven de 18 años de edad.


Frente a sus ojos pudo notar aquella tan extraña evolución, tan atípica y fuera de la
normalidad que solo en una delirante fantasía de tremenda ironía sería curioso que
sucediera.

Pero en ese lugar está ocurriendo. Se encontraba con su hermano pequeño jugando a las
canicas, y uno de esos enormes insectos le lanzó un líquido en los ojos a su pequeño
hermano, aunque Erindio alcanzó a meter su brazo izquierdo cayendo del dolor al suelo.

La bestia entonces se acerca y se pone sobre Erindio y le echa encima su ácido que termina
por matarlo.

Pero Erindio estaba dormido y al despertar, al asomarse por la ventana puede notar como,
en verdad los animales como los perros y gatos finalmente en comunión comienzan a morir,
así como los insectos a crecer desproporcionadamente.

Erindio va a la cocina y toma uno de los cuchillos. Sale a la calle, su pequeño hermano ahí
jugando con sus muñecos sin darse cuenta de lo que está ocurriendo. Pero Erindio antes de
que crezca; se acerca y mata al insecto.

Entonces comienza a sentir un fuerte dolor en su estómago. Despierta en su cama, le han


enterrado un cuchillo, están saqueando su casa.

Fin.
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En una de las rutas del metro más extenso de la gran ciudad Monarca se encuentra Farse
Ignorato, sentado y frustrado acabando de leer aquel libro.

–Este autor siempre hablando sobre los sueños, siempre con sus cartas bajo la
manga o su desgastado dios en la máquina que porque es un sueño o algo así.–

Una señora entrada en años le dice que deje de hablar tan fuerte siendo tan temprano. Son
las 7:41am. En la sección en la que se encuentra Farse aparte de la señora va un pequeño
grupo de personas que se dirigen hacia el trabajo seguramente, nadie hace caso sobre
aquellos comentarios.

Farse nota que un poco más adelante en la siguiente estación tiene que hacer su parada.

Al bajar de la estación se dirige a las escaleras, pero antes de llegar hacia arriba observa a
una mujer como se le cae algo, él toma dicho objeto y detiene a la mujer antes de seguir con
su camino, ella le agradece y se marcha de nuevo.

Farse camina unas cuantas cuadras antes de llegar a desayunar a un local, nada fuera de lo
común ocurre ahí. Paga su cuenta y continúa con su camino. Pretendía en un momento
dado tomar un camión o un taxi.

Observa una extensa manifestación de estudiantes que piden a las escuelas a que no corran
a maestros asesinos mentales.

Tiene 29 años, siempre se rapa la cabeza con la máquina en la velocidad 2. Algunas veces se
pone una cachucha solo cuando hace mucho frío, pero no siempre. Fuma ocasionalmente.
Bebe poco.

Desde la mañana hasta el mediodía se la ha pasado rondando en los alrededores, hasta que
por la tarde recibe algo de información que dice lo siguiente:

“Un grupo de jóvenes estaban disfrutando de una amena fiesta privada, compartiendo felicidad,
intercambiando ideas, era el momento inicial de un chavo rocanrolero, estaban compartiendo bebidas y
anestésicos de nombres desconocidos o innombrables; con el lema de que sin eso no hay orgasmo real.

Había una chica ahí, de hecho el músico presente creo que era o es el novio oficial de ella; su nombre es o era,
no recuerdo su nombre pero creo que es Risan, algunos en la fiesta, mientras las chicas coqueteaban.

Algunos hombres del lugar se apretaban los testículos con cualquiera de sus brazos, entre la fiesta estaba un
joven creo que también músico, que se juntó con Risan, salieron de ahí y por alguna extraña razón separaron a
la chava del chavalo, él logró separarse, ya que lo ayudó un amigo, que en realidad solo estaba haciendo
tiempo para que llegaran por él, sin embargo se desesperó y se fue.

Pero antes de que esto sucediera, ella estaba harta en emuladores de percepción artificial, el por su parte no sé
qué tan atascado se encontraba. De cualquier forma, y no tengo más información, seguro quieres entrar a
investigar, recuerdas lo que te pasó la última vez? Y eso que apenas fue tu primer trabajo. No te presiones
tanto”.

A unos cuantos pasos más se encuentra Farse un pequeño parque al que va a sentarse
mientras medita por un pequeño y limitado tiempo.

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–Pero si ya está resuelto esto, para que me lo comentas?

“Bueno, en realidad es nada más para que estés pendiente. Te hago el comentario solo para que conozcas dicho
suceso.”

–Entonces voy a continuar merodeando un poco, evitando altercados


externos. – Reflexiona Farse.


“Oye, espera, tramposo, entraste ahí, porque no me dices que viste?...“

Lo que Farse se encontró fue con la escena en que llegaron unos enmascarados y atacaron a
todas las personas, apenas algunos y pudieron salir, pero él pudo ser visto, así que de
inmediato se salió de ahí.

Aparentemente se estaba comunicando con alguien por medio de un dispositivo pequeño, el


cual en ningún momento sacó, incluso parecía ser comunicación telepática, pero era
evidente que Farse hablaba entre murmullos.

A pasos agigantados entra la noche sin detenerse, el canto del atardecer anunciando el
descansar del sol para recibir la aparición de la luna se hace presente.

El recorrido de Farse lo lleva hacia un pequeño y módico hotel, donde en punto de las 8 de
la noche pide un cuarto y entra a dicho lugar. Podría haber llegado a su casa, pero antes de
entrar al hotel pudo notar que había quienes estaban presentes siguiendo los pasos a Farse.

Pensó que si lo están siguiendo sin duda saben dónde vive. Y siendo así, de todas formas fue
a ese hotel, entró al cuarto que le asignaron, abrió la ventana, salió del cuarto por ahí y se
subió al techo.

Sin armas o algo material con que defenderse, tuvo por necesidad que esconderse. Pero no
pudo ser capaz de advertir que de su propia sombra otra sombra salía, y que lo tomaba por
el cuello. No sin antes haberle enterrado un cuchillo en su pulmón derecho.

–Muy bien, chico. – Le dijo aquella voz.

–Veamos que hacer contigo. Desde hace rato andas de entrometido, y eso,
seguro a nadie en el mundo le gusta. Tuve manera para entrar, pero a tener la
posibilidad de conocer algo, me retracté y me fui fue su culpa haberme
seguido. –Replica, Farse.

Aquel hombre, sonríe crudamente a los comentarios de Farse, mientras le hunde su oscura
mano en el corazón para sacárselo, y al tenerlo en su mano izquierda solo se limita a decirle
algo al cuerpo de Farse que cae lentamente sobre el pavimento del techo:

–Esto no es juego de niños, andar así atravesando los distintos niveles de la


realidad. –Asesta con palabras frías el extraño perseguidor.

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Sin embargo aquel extraño hombre sombra por unos segundos ve como el mismo se
encuentra en el cuerpo de Farse cayendo, para notar que surgió un repentino intercambio
de cuerpos y que el mismo se sacó su propio corazón.

Ya que justo antes al momento de que atravesaran su cuerpo; Farse, cuando apenas el arma
abrió su carne, su sangre entró por los poros de aquella sombra, lentamente comenzando a
infectar a aquel ser.

“Sucede que todos podemos estar viajando en varios canales al mismo tiempo aparte del físico, digamos que
unos están y lo asimilan más que otros y hay quienes; quizá muchos, que tienen características especiales.

Tal vez de dirigir algunos estados y ambientes tal vez a otros seres vivos, de controlar la materia invisible que
nos rodea y usarla a favor, pero en el misterio de la naturaleza y el cosmos, quienes han tratado de ir más allá
han sido eliminados sin más ni más”.

En ese momento entonces, pasa un ave volando y su sombra reflejada en el techo gracias a
la luna, ayuda a que Farse se inserte y su sombra se pueda ir de aquél lugar.

Cuando llega a su hogar la sombra se comienza a descarapelar y el cuerpo original de Farse


que sale de nuevo a la luz de la noche se deja caer sobre la cama boca abajo.

Solo para dar paso a una serie de síntomas como si de un proceso necesario se tratase,
vomita bruscamente agua con sangre sobre la cama, se levanta y apenas puede guardar
compostura, le es difícil equilibrarse, y cae al suelo estrepitosamente.

De nuevo intenta levantarse, apenas y puede mover sus manos, sus pies se tambalean
constantemente, se siente niño; comienza a alucinar provocado por una reciente calentura
que va en aumento.

Está en un carrusel que gira y gira y él grita para que se detenga sin posible efecto, 25

sin embargo así sucede, entonces regresa a su estado actual, en el cuarto de su hogar y
recargado sobre los pies de la cama con sus ojos perdidos comienza a delirar palabras:

–A gusto, deseo, ironía, frigidez, llanto, cuestas necesidades, armonioso, sátiras


incongruentes, los árboles se corren como gotas en el bosque. Producciones
naturales de frutas insectoides. Mares salados que intoxican la enfermedad.
Pestañas alargadas, quemadas por el sol, embellecidas por el error... –

Cierra sus ojos, se deja abrazar por el inconsciente.

Hay un torrente de materiales de construcción, maquinaria, personas, y animales volando


por los cielos siendo arrastrados por un aire torrencial que gira en círculos, haciendo chocar
cosas duras con otras frágiles, esparciendo pedazos por los alrededores como pequeñas
piedras que se convierten en balas para ir a entrar en aquellas personas que no han sido
absorbidas por el torbellino incontrolable.

Farse tenía apenas unos 17 años, estaba bajo la sombra de un árbol comiendo una manzana,
apenas y pudo prevenir como una de las colas de ese torbellino lo toma por sorpresa, suelta
la manzana y esta cae e inmovible se queda junto al árbol, Farse es levantado por la fuerza
del viento, pero apenas y logra tomarse de uno de los brazos o ramas fuertes de dicho árbol.
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Cuando despierta Farse sentía aún un terrible dolor de cabeza, al levantarse nota que no
hay vomito o sangre sobre las colchas de la cama, entonces entra al baño y advierte el
vómito sobre el lava manos. Toma su cepillo de dientes y la pasta dental y por unos minutos
se los lava. Se da un baño. Se abriga adecuadamente y se sienta sobre la silla en su escritorio,
a descansar de una notable fatiga.

Reporte de información:

El solamente estaba sentando acompañado de algunas personas a las cuales, por algún
efecto del desvelo, no podía entender concretamente lo que decían. La oscuridad y las luces
que parpadeaban con fuerza reflejaban distintas caras de un mismo diseño.

Era un lugar cerrado, acompañado por amplios ventiladores, sin embargo la parte del techo
era de cristal. Ese mismo lugar tenía un patio enorme, era ahí donde se estaba efectuando
una fiesta. En la plataforma había un Disc Jockey (DJ), y un Guitarrista.

Este muchacho, se levantó de su asiento para acercarse a una chica que estaba mirando con
atención a la actuación de los músicos. Para él era una sensación de inevitable efecto estar
cerca de ella. Un chavo que se encontraba por otro lado vio que se le iba acercando a la
chava y lo toma por la mano y le dice:

–He, amigo mío, oiga camarada, ten cuidado, socio. Ya sabes qué onda. –
Tajante comento aquel chavo.

–No estoy haciendo comentario alguno. – Afirma el muchacho.

Le aparta la mano de su brazo y el muchacho se va de ahí, aunque ya no regresa a sentarse


al lugar donde estaba, ahora se aleja un poco y se sienta en un lugar donde hay 4 sillas
alrededor de una pequeña mesa.

Recién llega saca su caja de cigarrillos y prende uno, cuando oye que ha sido irrumpido el
local. Caen vidrios y chasquidos de balas que atraviesan cuerpos y concreto; mosaicos,
puertas, sillas, mesas, y así como así aquellos personajes disfrazados se marchan.

Hay personas muertas, otras malheridas, otras simplemente heridas y quienes salieron ilesos
gritan en desesperación, este muchacho pálido pero tranquilo camina entre los escombros y
cuerpos fríos, personas moribundas y gente que también se pone de pie. Sin darse cuenta
está de nuevo cerca de aquella chava que le había gustado. En un momento al mismo
tiempo se toman de las manos, en eso uno de los jóvenes, amigo del muchacho se acerca y
junto con tres personas aparte de ellos se van a un lugar más seguro.

El camino al hogar de aquél joven es tranquilo y sin problema alguno. Entran al lugar, se
establecen dispersadamente pero todos se encuentran cerca unos de otros y eventualmente
comienzan a convivir en una pequeña e improvisada reunión, siendo apenas las nueve y
treinta de la noche.

El muchacho estaba escuchando seriamente lo que se decía entre las personas que se
encontraban en la sala. Pierde de vista a aquella chica, pero sin confirmarlo él está como
una bestia irracional... perfectamente lúcida, un momento contradictorio mientras
escucha a quienes lo atienden espléndidamente como invitado y conversa consigo mismo.
!28
Y en ese instante, como si se hubiera caído el hogar, el muchacho advierte que estas
personas eran los encapuchados que atracaron a aquella fiesta.

–La razón es muy simple, no buscábamos a la chica o a sus amigos, ellos


siendo nuestros espías inconscientes, estamos, estoy preferentemente yo aquí, y
tú siendo mi tan estúpido invitado. –

Afirma el joven que en un número medido de segundos se va convirtiendo en una masa que
crece desmedidamente, sin llegar a romper el techo.

Sin sorpresa alguna, pero con una clara sensación de miedo en sus ojos el joven dispuesto
prosigue a darle movimiento activo a sus palabras, sin siquiera tratar de esconderse:

–Solo soy un mentiroso, un ignorante, un ladrón, una alimaña, incluso yo


mismo soy una ilusión y una completa farsa, soy una rata, una basura, una
mierda bañada con caldo de vómito y sazonado de orines. Soy la replicación
ficticia de un libro, en los primeros párrafos, una guía a la felicidad, que
podría, que puede ser, a la perdición total, en el lugar de los que se quedan en
una banca por malos o pagan sus boletos o compran para toda la temporada,
en los que lavan los baños donde cagas y meas, en la increíble delicia del ego
superficialmente superado, en la pobreza, en el otorgamiento de falsas
patrañas. –

Razona el muchacho en comunión con su joven anfitrión.


–Con que me andas con trabalenguas, ya pierde de una vez. –

Y aquél ahora monstruoso anfitrión le asesta una masa de energía.

El cuerpo del muchacho comienza a despedazarse, sin embargo el dueño de aquella casa no
pudo notar el engaño del muchacho que notó la actividad de la chava pero no de forma
racional, por tanto la alejó de ahí, y entonces mientras se iba despedazando, también el
monstruo había advertido lo poco resistente del muchacho.

–La alejaste de aquí, pero la verdad es que ella se alejó y te trajo como
alimento a la guarida de bestias peores que tú, tú tratando de intimidar con tu
presencia, quien dice que esa mujer de la que sentiste algo no puede ser un
espejo tuyo, la mujer misteriosa, tu yo femenino. –

Replica con intensidad dramática el joven y monstruoso anfitrión.

–Y quien dice que tú no eres ese mi lado femenino?. En un principio fue tu


propuesta. –

Termina por decir en voz baja el muchacho antes de ser completamente incinerado por la
ráfaga de aquél ser.

Fin del reporte.

Sentado en su cuarto, Farse, se siente algo incómodo por la situación.

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–Oye y porque ahí termina?. –

Pregunta Farse a su interlocutor.


“Porque no tiene sentido decirte lo que sigue, que ya lo sabes”

–Bueno, necesito que me lo repitas. –

Reafirma Farse.

“Bien sabes que posteriormente salió y se fue en un coche.”

–Más fácil no pudo haber sido. Lástima que eso haya sido solo una apariencia.
– Farse satiriza irónicamente la frase de su interlocutor.


“Y que al caso, palabras del relleno.”

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–Lo que no entiendo es que para que quieres que busque a este cuate.

“Pues este compa proviene de energía pura dimensional, es una creación interna del cosmos, como un hijo del
universo proveniente de una materia mágica o cósmica que quizá no esté todavía dentro de los parámetros
científicos con nombre alguno, sin embargo siendo un extraño ejemplo de huérfano, tomó el nombre de Erindio;
por ahí de un libro”.

–Pero claro el libro este que acabé de leer ayer por la mañana. –

Comenta Farse.

“Si, es solo que en tantos embrollos argumentales, lo que tengo entendido es que su cuerpo realmente si
pertenece a alguien normal, fue de un niño de unos 10 o 12 años que murió de leucemia. De la historia de su
familia no tengo nada concreto, sin embargo no menos importante.
El asunto preciso aquí es que, dicha materia o energía cósmica es algo que pertenece a la inmemorial lógica,
un olvido, que contemplamos todo el tiempo sin reconocerlo con nuestras palabras, pensamientos o nuestros
cuerpos, es una percepción de incongruencia celestial”...

Farse se encuentra atento a lo que perciben sus oídos.

“...es algo que está fuera de la idea de la resurrección misma; quizá por lo mismo tampoco tan poderosa, de
una energía que nació de un mismo ser, es una energía perteneciente en muchos seres humanos, algo que va más
allá.

Sin esforzar al límite dicho concepto, de la experiencia del tiempo y los estudios del momento presente, sino a
un conocimiento instintivo, de capacidades enormes, concentrados como dosis ilimitadas en el cuerpo.

El caso es que necesitas encontrar a ese wey, porque simple y sencillamente es mucho más poderoso que tú y
puedes aprender algo de él”.

–Ah, así ahora nomás por eso. Pero si entendí concretamente, te refieres a que
es de un desprendimiento de poder cósmico que en cierta manera pueden
estar a ese mismo nivel un par o unos cuantos cientos de miles o unos pocos
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cuantos. Y si te referías a algo así como a la resurrección es como si se tratara
de un manual espiritual injertado en el portador seleccionado, por azar
digamos?... –

Termina por preguntar Farse.

“Pues, no estaría tan seguro de eso...”

–...que en cualquiera de los casos no pierde dicho individuo su propia


identidad.–

Finaliza Farse.

“Precisamente por esa razón quiero que vayas a encontrarlo. Porque esa energía con consciencia propia entró al
cuerpo de aquél niño, tampoco se sabe si está perdida el alma del pequeño. Pero lo cierto es que pueda ser de
una importancia mínima, de cualquier forma es un camino con una finalidad”.

–Claro, un final debe tener, nomás que antes tengo que hacer algunas cosas. –

Con esas palabras termina la conversación Farse. Se levanta de la silla y se echa a dormir.

Las emanaciones contaminantes de la ciudad Monarca hierven en gritos por el acuchillante


frío de la mañana.

“Farse, debes ser un incrédulo ignorante, acaso te olvidaste de que yo soy aquél personaje, de plano amigo, esto
de que trabajemos en dimensiones distintas te está afectando“.

Enojado Farse despierta y le dice,

–Cállate y déjame dormir. –

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Tercer Puerta.

Los últimos y primeros días de Ego Shilisté.

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El hombre de 75 años de edad vive en un barrio modesto y de tránsito regular aunque
estaba un poco alejado de donde las congestiones automotrices ocurren, el ruido es mínimo
y cuando logra oír algo hasta le es un poco placentero como un sigiloso sonido industrial
para acompañarlo a descansar.

No es una ciudad muy grande, si acaso medio millón de habitantes, hace mucho frío, en
verano apenas y se prenden los abanicos sin llegar al volumen más alto. Precisamente el día
de hoy el verano está entrando en su pleno apogeo de 4 meses.

Hubo un tiempo en que había mucho turismo hace algunas semanas atrás debido a que
cayó un meteorito en un lugar; en las montañas y bosques, se decía que otorgaba salud a los
enfermos y de pronto se comenzaron a ver manifestaciones de telequinesis incluso.

Sin embargo al poco tiempo se desató una enfermedad, muchos consideraron que fue a raíz
del impacto del meteoro, pero a los pocos días de que comenzó esa epidemia que iba
acabando lentamente con las personas y que de inmediato se extendió dentro y fuera del
país y sin permiso de pasaporte o visa hacía el extranjero.

El meteorito se fue desmoronando hasta transformarse en una especie de abono para la


tierra volviéndola fértil en cuestión de días, pero nada de lo que ahí crecía ayudaba a
contrarrestar los efectos de la epidemia quizá por hechos de extrema coincidencia.

Surgió al mismo tiempo en que el pedazo de estrella o roca planetaria cayó sobre esta
ciudad, sin causar muertes o destrucciones millonarias.

Hace 5 días apenas que diera inicio la epidemia, desde entonces tan solo en la población de
esta ciudad más de 300 mil personas han sido infectadas y están muriendo.

Para el anciano Ego esto era como un relato que le hubiera gustado crear, se mantiene a la
expectativa y culpa los hechos nostálgicos del pasado. Hace días se mantenía encerrado en
casa ya que incluso la despensa se la llevan ahí mismo.

De joven tuvo el interés por crear sus propios conceptos, diálogos y argumentos de cosas que
le interesaran, en un momento escribió un libro sobre sueños lúcidos narrado desde la
perspectiva del personaje central, quiso hacerlo una historia de amor en el más amplio
sentido poético pero hubo algunas dificultades creativas para retratarlo de forma verídica
aun cuando fuese solo ficción.

Y es que por aquellos años la realización de llegarlo a publicar se vio truncada por la
censura y por mensajes peligrosos y murmullos; que por muy fuerte que pudiera sentirse
física y psicológicamente lo llevaron a que se desprendiera de ello, viviendo desde entonces
una vida llena de frustraciones y de evasiones de su verdadera realidad de haber seguido
aquél camino que sin importar que, no debió de dejar ir.

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Ahora entonces, consciente de ello sabe que vive en una ilusión atronadora, implacable y
mimetizada por una sociedad en la que forma parte por su mismo juicio que lo permitió;
todos estos sentimientos de culpa, odio, coraje y fracaso siente dentro de sí.

Estimula sus pensamientos con ideas invertidas de tales invenciones colectivas a través de un
agente invisible que rápido se clonó mentalmente con los efectos de las sensaciones de Ego
cuando tenía cerca de 25 años.

Pero ya era demasiado tarde, cree, y tan solo idealizar dichos sucesos, apreciar incluso su
derrota individual como un desarrollo virtual de infinidad de modalidades.

Perdido en una extensa gama de memorias que no existieron y solo han sido consuelo del tal
vez cuando en su vida actual y durante su trayecto hasta el día de hoy han ido funcionando
como medicamentos mentales para salir adelante de complicaciones emocionales, con la
vida y el disfrute de la felicidad que llega de pronto por unos cuantos minutos.

Todos los días a las 8 de la mañana ya sea que se desvele o que se duerma temprano o si
puede levantarse a esa hora incluso cuando se acuesta a escasas horas para el amanecer,
Ego, hace largas caminatas hacía el lugar donde quedó el meteorito desde que ahí cayó.

Con su cámara digital con la que desde hace tiempo estaba captando como la roca; que
ningún tipo de maquinaria pudo quitar de ahí, se une a la tierra en aquél basto y montañoso
bosque.

Ego en ocasiones en el transcurso de la caminata y mientras tomaba fotos de diferentes


ángulos, sentía que ahora solo la vida le correspondía correos con mensajes de sus amigos
fallecidos, como si fuesen soldados caídos por consecuencias fuera de las manos de la muerte
o por los efectos naturales del aparente inicio y fin.

–Cuando no había nada, antes de la explosión, nada fue ya algo.–

Ego murmura creyendo que es un posible prodigio de profecía sobre el pasado, sin embargo
Ego se rasca la cabeza pretendiendo desengañarse de eso sintiendo la falta de calidad en
dicho acto que siente tiene valor mientras captura imágenes de la escultura cósmica de más
de 1km de diámetro, que con frecuencia y a velocidades vertiginosas iba disminuyendo día a
día.

Al bosque lo atraviesa una gran carretera de doble sentido, algunas veces Ego caminaba al
lado de la carretera saliendo del bosque sin embargo un día dejó de hacerlo debido a que un
carro se salió de control y se estrelló contra un árbol apenas a 2 metros de donde él estaba.
Desgraciadamente este día Ego había olvidado aquello ocurrido.

–Pero ha sido mi decisión estar aquí, de esta manera, conviviendo con tal
desastre natural, cerca de la enfermedad.–

En ese momento Ego comienza a toser con cierta gravedad hasta taparse la boca con una de
sus manos, solo para terminar sabiendo que sangre le ha salido de la boca. Es una situación
agravante, sabe que morirá en un par de días si es que tiene suerte.

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Hace apenas una semana que comenzaron a morir las personas, y con las estadísticas
registradas que se ha tenido oportunidad de ver en el periódico a lo mucho las personas
duran de 3 a 4 días luego de ser infectadas.

Se acercan los últimos días para Ego, qué hacer? Que podría hacer fuera de lo que le es
posible, que posibilidad puede existir?

Mientras camina a un lado de la carretera, Ego recuerda el accidente y en ese momento


bajo sus pies encuentra una elocuente y de bello aspecto flor de peyote, sin dudarlo la toma y
comienza a escarbar en sus frutos y al masticarla siente algo de nauseas sin embargo
continúa hasta digerir el fruto alucinógeno.

No sino pocos después de entrar y cerrar la puerta de su casa comienzan los efectos de la
droga a manifestarse.

Desde afuera van caminando una parvada de jóvenes y uno grita hacia la casa de Ego.

–Yo solo he probado los compuestos destilados químicamente, viejo, no sabría


decirte, jódete ya.–

Ego mira desde la ventana y ve como todos los jóvenes eran chicos que habían contraído la
enfermedad y el que gritó cayó muerto. Ego sintió un terror tremendo, entonces miró como
el joven se levanta muriéndose pero de la risa notando que Ego lo miraba desde dentro en la
ventana, se talla los ojos y luego de unos momentos escucha los pasos alejarse y para cuando
deja de tallárselos nota que ya no están ahí los jóvenes.

De forma inmediata Ego se acuesta en el más largo sofá de su sala y recuerda aquél
accidente en el que el conductor murió pero el copiloto que era una mujer embarazada
había sobrevivido. Era una mujer de escasos 20 años.

Seguramente los efectos de la droga estaban haciendo su trabajo. Y en aquellos tiempos de


alguna manera al llevar a la mujer a su hogar, no pasaron apenas unas horas, enamorado se
sentía viejo y tonto.

Ella fue receptiva de forma amable hasta cariñosa al acercarse a Ego y ver cierta desdicha
en sus ojos como una cruz que llevaba con aceptación y cariño sin embargo.

Triste el hecho que tan solo al día siguiente la mujer había contraído la enfermedad y un día
después fallece. Ego le otorgó un bello entierro justamente al lado del cuerpo de su marido,
un hombre de apenas unos 27 o 28 años quizás.

Ego estuvo comprometido alguna vez, y en cierta forma aunque viven en casas separadas
visitaba constantemente a su antigua novia hasta el día de hoy ya que desde ahora luego de
haber contraído la enfermedad no se presentará, lo que ha decidido hacer es hablarle por
teléfono para que ella no sienta que ha ocurrido algo extraño con él.

Estando dentro de su casa, se le aparece la mujer que anteriormente estaba embarazada y le


dice que aquellas rocas debido a que estuvo cerca de la energía que emanaban podrá viajar
en el tiempo y cambiar su vida a todo lo que hizo y haber hecho lo que en realidad quería

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hacer, sin embargo todo sucederá como un recuerdo en su mente y luego de recordarlo,
pasarán 5 días y morirá.

Aquello lo entusiasma y se dirige hacia aquellas rocas y el solo hecho de ponerse cerca de
ellas, por sus ojos atraviesa la vida que le hubiera gustado y la está viviendo, se olvida de los
deseos y se concentra y en otras cosas.

Se encuentra Ego de nuevo en aquél su hogar de dos pisos, solo en la sala del hogar mirando
hacia afuera, pero la sensación es un poco más grata, sin embargo no está cómodo y no se
siente plenamente a gusto como creía que así se sentiría luego de vivir lo que le hubiera
gustado.

Entonces sonríe, y se calma un poco para volver a sonreír, la insatisfacción que lo llena de no
quererlo todo. De nuevo sonríe Ego, siente que este, el día de hoy ha sido el primer día que
ha vivido en toda su vida.

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Cuarta Puerta.

Tres cuartos de porción.

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Sucedía que el invierno de pronto era tremendo, para algunos se mostraba como un
demonio acuchillante y siervo del verano, como si fuese una agonía alarmante del incesante
recuerdo de la llegada del calor.

Bertrand estaba quieto mientras se fumaba un cigarrillo, las colinas de la ciudad eran vastas
y alargadas, moldeadas de formas tan minuciosas que incluso el más brillante de los
arquitectos de cualquier otro lejano lugar se quedaría alucinado y estupefacto sino es que
moría de un infarto debido a la calidad en dichas estructuras.

La ciudad era pequeña, sin embargo parecía enorme, llena de espacios amplios y de una
interesante insuficiencia de verdades, sin embargo.

Así fuera en cualquier estación del año, lloviera o no, a la hora que sea, todo el tiempo se
veía el cielo como un atardecer interminable. Según las historias, muchos creen que ha sido
un castigo divino, o la gran contaminación que acecha a todas las ciudades, pero la realidad
es que a las más de 80 mil personas que viven en este lugar particularmente algo les hicieron
a sus mentes, porque o no recordaban o algo pasó que simplemente la tarde es eterna.

De tal forma, las cuestiones de la vida diaria eran efímeras en muchas de sus formas, pero
podría ser algo aturdido el estarlo interpretando todo siempre así de esa manera.

Parecía una ventana, pero no lo era, Bertrand estaba a punto de encender un segundo
cigarro, abrigado con una chamarra vieja, ya tiene ahí más de 12 años, trabaja en una
fábrica de zapatos y la mujer con la que estaba viviendo la corrió de su hogar.

Había tratado de suicidarse, pero las reacciones fueron abrumadoras y prefiere no hacer uso
de la memoria. Entonces enciende el cigarro.

Mirando hacia el horizonte pensaba que podría ser de un lugar que el cambio solo se
manifiesta en la actitud de las personas, cuando se construyen otros edificios, cuando se
limpian las calles, cuando se talan árboles o se abren nuevos negocios de distintos tipos.

El ruido de afuera era agotador, se presentaba como un sonido de esperanza fumigadora,


como si el que le escuchase fuera un insecto.

Acaso sí o no, pero cuando ocurrían manifestaciones, las cosas se apaciguaban cuando todos
tenían lo que querían o al menos les hacían creer en ello.

Lo que los desconcertaba a la mayoría sino es que a todos, es cuando se manifestaban


fantasmas, muchos creían que eran combinaciones del aire radioactivo, que evidentemente
el cielo algo tenía de malo y por eso tales cosas.

Pero fantasmas.... Para Bertrand era como decir que ya no sabía ni que pensar, se sonrojaba
por el solo hecho no solo de la idea sino de la realidad tan espectral que se manifestaba, pero
no podían contenerse nadie de dichas emociones o de vagos pensamientos, aun cuando

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muchas veces desapariciones de personas eran ocasionados, posiblemente por las mismas
personas.

Se dice que en los límites se vuelve a entrar al lugar o que se va hacia otro mundo. Esto para
Bertrand era como decir que todos aquí cometieron algo malo o demasiado bueno o algo
tan gris que es la razón de que ahí estén.

Pareciera que esto es lo de todos los días, lo que Bertrand piensa diario cuando despierta o
llega del trabajo o antes de irse de nuevo a dormir, sin embargo no es completamente así, la
ocasión se prestaba siendo el día 4 de enero luego de la resaca de año nuevo.

Tocan a su puerta, de un inesperado susto tira su cigarro hacia la calle, se le olvida que
tocan a su puerta, solo fue su reacción, se queda mirando hacia abajo viendo como cae el
cigarro hasta que cae sobre el pavimento.

Comienza a llover a cántaros, cierra la ventana, se dirige a la sala de su departamento, no


sin antes haber cogido de la cocina su caja de cigarros junto con el cenicero.

Apenas se sienta en el asiento más cómodo de su sala, de nuevo tocan a la puerta y recuerda
que esa fue la razón de su susto y por qué se le había zafado de la boca el cigarro y había
salido disparado hacia afuera justo antes de que empezara a llover.

–Y ahora que rayos?! –


Esto dice Bertrand mientras va y abre la puerta.

Afuera estaba su ex-novia calmadamente esperando a que le abriera, entonces su cara


cambia de forma al igual que la de él, ella se indigna y él se molesta.

Comienzan a tener una discusión iniciada por Bertrand sobre que por su culpa de tocar tan
fuerte la puerta haya perdido su cigarro y ahorita lloviendo a cántaros le será poco probable
comprar otra cajetilla.

Ella por su parte le dice que como se le puede ocurrir hacer tales acusaciones cuando ni
siquiera sabía de qué estuviera incluso cerca de la casa.

–Bueno, pero a que has venido? –

Pregunta Bertrand indignado.


-Estaba esperando a que me abrieras, solamente, incluso no sabía que estabas aquí. –
Marianne le contesta evasivamente.


–Acaso eso es todo? –

Insistiendo Bertrand.

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–Sí, eso es todo, pero también estaba preocupada, no aclaramos nada
realmente, tenía que venir y saber cómo estabas. –

De una extraña sigilosidad en sus palabras responde Marianne.

Pero de nuevo siguieron discutiendo por otras cosas y le dieron seguimiento posteriormente
a dicha conversación, Bertrand le dice que ya estaba todo resuelto, las decisiones habían sido
tomadas racionalmente y todo había sido dicho y hecho a petición de todos.

Marianne aparecía distraída, respondiendo a los comentarios de Bertrand, pero incluso así,
se notaba que ella tramaba algo, o algo estaba buscando dentro del departamento que
anteriormente compartió con él.

–Probablemente buscas tus llaves?! –

Pregunta burlonamente Bertrand.

Bertrand notó que ella traía guantes, y en ese momento oye un ruido dentro del bolso de
Marianne y ella finalmente vuelve de un estado de trance y con felicidad mira hacia los ojos
de Bertrand.

La chica abre su bolso a buscar algo, que al sacarlo es como una caja gris pero que tiene
forma como de arma de algún tipo, Bertrand pudo notarlo, pero aun así se sentía extrañado
de toda la situación.

Mientras Marianne le da el objeto para que se lo cuide al decirle que necesita seguir
buscando algo y no quiere hacer un cochinero ahí mismo.

En ese momento Bertrand está a punto de darse la vuelta cuando Marianne le dice que ha
encontrado lo que buscaba y le pide a Bertrand que le regrese el aparato.

Cuando de pronto el aparatito gris suelta un fuego que avienta a Marianne a un lado de la
puerta de entrada y la fuerza del impacto también lo hace contra Bertrand aventándolo
hacia la ventana dejándolo inconsciente.

Los truenos de afuera lo despertaron, no sabía qué horas eran, sentía que la cabeza estaba a
punto de explotarle sino es que ya así le había pasado. Apenas y pudo ver como el cuerpo de
Marianne estaba desintegrándose.

Sin pensar nada, sin llevarse nada de su departamento más que todo el dinero a la mano
que le fuera posible encontrar, sale de ahí, y justamente cuando está a punto de darle vuelta
a la calle, el lugar se llena de civiles que comienzan a investigar el lugar.

Probablemente Marianne le había tendido una trampa, pero si su memoria está bien, cree
que no ha vivido una doble personalidad, o que sea un agente especial de alguna
corporación ultra secreta, también es poco probable que tenga algún secreto, sin embargo y
definitivamente sabe que tiene que alejarse lo más posible de cualquier cosa que lo haga
indagar en dicho asunto.

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Camina unas cuantas cuadras, nadie lo mira extrañamente fuera de las comunes miradas, se
detiene en un lugar donde hay sombra y se sienta en la banqueta para que no le caiga agua
de la fuerte lluvia para mirar cuantos cigarros le quedan en la cajetilla.

Un hombre extraño se acerca y le pide un cigarro, Bertrand sin dudarlo se lo ofrece


amablemente e incluso se pone de pie para prendérselo con su encendedor.

Quizá el hombre tenía ganas de sostener una conversación con Bertrand pero decide mejor
irse.

La lluvia parece que está incrementando en vez de disminuir, comienza a correr un fresco
viento en aquél tan destellante invierno, pero era un viento tibio que amortiguaba el filoso
clima de los primeros días de enero.

Él podía asaltar un lugar, robar un carro, quitarle todas sus pertenencias a alguien e ir a los
límites de la ciudad, descubrir los misterios del clima, del aspecto interminable de aquél
cielo diurno.

Busca Bertrand entre sus cosas, y no encuentra nada, ni siquiera la caja gris que le había
entregado Marianne. Y ahora que lo recordaba pudo notar en su rostro que quizá ella se lo
entregó para que lo culparan de su muerte porque sus huellas están alrededor del pequeño
aparato.

Se pone de pie y en ese rato va hacia el centro de la ciudad, espera a tomar un autobús, y
cuando llega a donde más o menos tiene idea de donde bajarse ahí busca un cuarto de hotel
para rentar.

Dentro del cuarto, esta pensativo, ya no con respecto a lo que sucede en la ciudad, sino con
respecto a lo que acaba de acontecer en su vida, que no lo estén buscando, que no sienta
miedo de que lo encuentren, que no sienta culpa y sin embargo que sienta felicidad por
haberse deshecho completamente de su ex-novia.

Pero un terror lo embarga, una culpa asesina, un destello que fulmina su mente y su espíritu
torturándolo, lo hace pensar que realmente era su deseo matarla y que en realidad es un
prófugo de la ley, un asesino en 1er grado.

Está acostado en la cama del cuarto, a un lado sobre el buró el cenicero consume un cigarro.
Bertrand deja fluir las ideas, se imagina en un bello campo de siembra, el de niño mirando
como otros siembran semillas de distintas frutas y vegetales.

Tocan a la puerta del cuarto donde está Bertrand, él se levanta como perdido entre
memorias y el futuro, pero incapaz de vivir en el presente.

En el departamento de Bertrand están un par de personas civiles, pero es casi evidente que
saben algo sobre lo que ocurrió dentro del lugar.

Uno de ellos le pregunta al otro si deben ir en busca de Bertrand, pero el otro insiste en que
no es necesario, que los hechos han ocurrido de forma adecuada y agradable como para que
la investigación siga su curso formal.

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El agente que quizá sea el principal inquiere en que de ser así, si es que tienen que buscar y
encontrar a Bertrand, ya saben dónde está y en caso de que ocurra algo inapropiado de
parte suya lo interrogarán confundiéndolo con preguntas.

En ese momento el agente que estaba hablando mira hacia abajo y encuentra la pequeña
cajita gris, se pone unos guantes y la toma, mira hacia su compañero y le dice que con
seguridad Marianne no le hizo ningún comentario a Bertrand con respecto a dicha caja y su
función, aunque este agente le dice al otro que de igual manera harán un análisis completo
de todo alrededor del caso.

Mientras bajan las escaleras del lugar hacia su auto, los agentes deciden guardar silencio y
llevar directamente el objeto a quienes tienen conocimientos más profundos con respecto a
su función y sobre todo a lo que aconteció hace apenas unas horas.

Es evidente que uno de los agentes tiene mayor conocimiento que el otro. Aparte de ellos
hay una veintena más de oficiales protegiendo el lugar. Se ha detenido la lluvia.

Los agentes suben al auto que contiene a dos oficiales más en la parte delantera y se
marchan de la escena de dicho suceso.

Desde el aire un helicóptero conducido por una inteligencia artificial sin forma parecida a la
humana los va siguiendo, que al momento va pasando mucha información.

En algún otro lugar dentro de un cuarto con mucha iluminación está un hombre bastante
viejo, siendo alimentado intravenosamente y llevando una máscara de respiración mientras
un aparato está tomando las pulsaciones de su corazón.

Aquél anciano está escribiendo sobre una pantalla, y al mismo tiempo recibe información
del helicóptero, le indica a la máquina entonces que ya está a punto y decidido a realizar el
intercambio.

Se enciende un pequeño cilindro transparente a la derecha del anciano que contiene la


forma de un pequeñísimo cerebro, comienza a ocurrir una carga de energía, que al mismo
tiempo también sucede en la cabeza del viejo, que se convulsiona por unos segundos y
muere.

Entonces el pequeño chip o cerebro cibernético se activa y comienza a programar sobre la


pantalla la creación de un cuerpo con la forma de un humano, hecho completamente a
bases de materiales metálicos.

Sin embargo el proceso es interrumpido por un grupo de personas que llegan al lugar, y de
inmediato conectan computadoras y servidores alrededor del lugar, infiltrándose en el
proceso de la construcción.

Un hombre de aspecto similar pero más joven al del anciano que acaba de morir, se acerca,
se agacha y mira de frente al pequeño cerebro dentro del cilindro.

–Disculpa, padre, pero esto no es posible, no de esta manera. –

Con una sonrisa burlona dice aquél hombre, y entonces apunta con un arma, cuando de
pronto el cuerpo del viejo vuelve a la vida y le dice a su hijo que mire hacia la pantalla.
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El hombre algo sorprendido mira a la pantalla para notar que todo el lugar se autodestruirá
en 2 segundos, apenas y puede comenzar a murmurar nada cuando el lugar explota
completamente desde dentro.

El helicóptero lanza un proyectil hacia el coche donde van los policías; destruyéndolo,
cuando inesperadamente pierde el control y se estrella sobre un parque desolado generando
una gran explosión y quemando muchos árboles, el incendio se está comenzando a
expandir.

Abajo donde quedó hecho pedazos el carro de los oficiales, la cajita gris está sin rasguño
alguno, y comienza a enterrarse dentro de la tierra en las afueras de la ciudad por medio de
unos cables que saca desde dentro, solamente son un par de cables.

De regreso al cuarto de hotel, Bertrand se está dando un baño.

Sale del baño arropado con una toalla, secado a medias y camina descalzo alrededor del
cuarto que tiene la cama destendida y la ropa que usaba regada por varios lados del lugar.

Aquí se siente mareado Bertrand y comienza a toser y le sale sangre de la nariz y


posteriormente da inicio a un diálogo que para él resulta como si lo estuviera gritando pero
sus labios no se mueven para nada, siente que se está convulsionando pero está quieto en el
suelo.

–La caja gris ha sido creada a base de fetos no deseados de diferentes niños en
género y raza durante más de 200 años, esta investigación comenzó hace más
de 650 años, conforme a los avances de la tecnología y de la mente humana en
cualquiera de sus formas, se está llevando a cabo un experimento que desde el
principio sabíamos ser ignorantes y aceptamos los hechos consecuentes de
llevar a la práctica dicha obra.

Bertrand había quedado en un aparente estado catatónico y entonces su cuerpo al igual que
el de Marianne anteriormente, comienza a deshacerse.

Para aparecer de nuevo en las afueras de la ciudad, caminando, con aquellas palabras que
dijo retumbándole dentro de su mente.

Entonces Bertrand de nuevo despierta en el cuarto de hotel y en ese momento decide


regresar a su antiguo departamento, en el transcurso hacia allá esta vez decide tomar un
taxi.

Afuera ve a un indigente que dice que el clima y los días son siempre así de iguales debido al
control que tienen sobre aquello en el cielo, usando las máquinas a su antojo.

Bertrand lo mira al vagabundo y le escucha con atención, para variar prende un cigarro y
mira con dirección al cielo.

El taxista por su parte nada dice, aparentemente está en otra sintonía, incluso al notar al
vago hablar de esa forma con tanta soltura; como el hablador de la lengua floja, decide
voltearse hacia otro lado y prefiere oír música.

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El vagabundo está feliz brincando y revoloteando, gritando seguidamente sí estoy loco, estoy
loco, pidiendo limosnas, haciendo un pequeño show para quienes estén decididos a disfrutar
y oír tales acusaciones al gobierno y de entrada reírse y reconocer que en verdad es un loco
perdido.

Le pide Bertrand al taxista que se detenga una cuadra antes y de inmediato le paga su
dinero, y el taxista se marcha sin reparo alguno. Bertrand nota que hay un gran número de
oficiales protegiendo el lugar, observa que de inmediato unos se van con urgencia.

Luego de esperar un buen rato y estar de pie frente al edificio donde se localiza su
departamento, Bertrand con toda la intención de que lo lleven a interrogación y lo
identifiquen, decide avanzar hacia ahí.

Camina hacia la entrada del edificio y mucho antes de que pueda acercarse a unos 5 metros
de distancia uno de los oficiales lo detiene y le pide sus identificaciones y le hace un chequeo
otro de ellos, revisan sus cosas y el oficial se sorprende y les avisa a los demás que tienen a
quien están buscando.

Dentro de una comisaría en la sala de interrogaciones le hacen preguntas no solo sobre


Marianne, sino también sobre los oficiales que murieron en las afueras de la ciudad y el
helicóptero que explotó en un parque que creó un incendio enorme.

Para él todo esto estaba fuera de lugar y no entendía nada, pero lo que más le llamó la
atención es que no le estaban preguntando nada sobre la pequeña caja gris, tampoco sobre
sus posibles huellas, incluso no se hablaba de asesinato para nada.

Todo esto lo tenía estupefacto, él incluso admitió que todo fue su culpa y que creía haber
matado a su ex-novia, pero los oficiales lo tomaron por loco y lo descartaron de inmediato,
ahora lo estaban culpando por una bolsa con drogas.

A las pocas horas lo dejaron salir, estaba consternado por todo y aunque la estación de
policía estaba bastante alejada de donde vivía, había decidido irse caminando de vuelta a su
departamento.

El recorrido era bastante largo, de cualquier manera decidió no pagar por taxi o por
autobús, así que continúo caminando mientras hacia lo que estaba en sus manos y en su
poder para lograr evitar la indigestión de memorias, por medio del proceso del presente y así
hacer proyecciones sobre el futuro.

Llega a su departamento, donde ya no hay policías, entra a su casa, cierra la puerta, prende
un cigarro y se pone frente a la ventana a mirar hacia afuera, de pronto voltea hacia a la
puerta de entrada del departamento y se le cae el cigarro de sus labios sobre la alfombra de
la casa, con el zapato apaga el cigarro y ahí lo deja.

Abre la puerta Bertrand y sale de su casa. Arriba en el cielo comienza a oscurecer.

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Quinta Puerta.

Así fue como los capturaron en la calle Asteroide.

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Tim, Alex, Seichiro y Arturo tenían una conversación en la azotea de una casa abandonada
que estaba siendo remodelada, Arturo trabaja ahí como velador, pero por visita inesperada
llegaron ahí sus amigos.

Desde la azotea todo es más claro incluso a las horas ya que se encuentra entrada la noche,
la vista de las calles de doble sentido hacen que todo sea incluso más tranquilo de lo que en
verdad puede ser.

El mar estaba congelado, aunque todavía o no había indicios reales de que comenzara a
nevar. Pero difícilmente alguien tiene noción completamente segura de los disparates
naturales del clima.

–Hace tiempo viví en un lugar en el cual jamás habría creído que el mar se
congelase. –

Recuerda con un amplio sentimiento de nostalgia Alex.

–Deberíamos de aventurarnos ahorita y caminar hacia allá, las islas no están


tan alejadas. –

Comenta Seichiro.

–No lo sé, estamos a gusto aquí ahorita, aparte el Arturo no podría


acompañarnos o perdería su empleo. –

Tim y los demás voltean a mirar a Arturo quien había regresado de ir al baño.

–Oye, y porque decidiste tomar este empleo tan sencillo? No tienes planes en
la vida? –

Pregunta insistente Seichiro.

–O será que tienes algunos planes pendientes que quieres llevar a acabo? –

Reafirma Tim siguiendo la línea de preguntas de Seichiro, por su parte Alex solamente se
limita a esperar la reacción de Arturo.

Se sienta en la silla vacía que estaba esperando su regreso y mira a uno por uno de sus
amigos. Arturo afirma que es un empleo cómodo y que si de alguna manera llegara a tener
una idea brillante, la llevaría a cabo.

–Al final de cuentas aquí estoy ganando dinero, sin hacer nada realmente solo
cuidando el lugar, puedo leer, puedo caer en el vacío del ocio y de cualquier
manera estoy realizando algo productivo. –

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Arturo lo dice como si en realidad estuviera completamente a gusto aunque no oculta su
incomodidad con respecto a su situación actual y laboral.

–Vamos amigo, es claro que no estás del todo bien, por más tranquilo que te
mires. –

Le dice Tim luego de realizar una breve pero minuciosa observación al comportamiento y al
diálogo dicho por Arturo.


–Bueno, realmente no ha sido demasiado tiempo desde que estoy aquí. –

Contesta Arturo.

–Apenas y van 5 años, pero no sé cuánto vaya a durar, pero ciertamente estoy
cómodo. Tengo planes y ando trabajando en algo, pero todavía no estoy
seguro exactamente en que, por lo mismo que sé que esto no es algo para
siempre. –

Finalmente guarda silencio Arturo y comienza a mirar a las estrellas.

–De por sí ya te vez algo fatigado, pero sigo sin entender qué tipo de provecho
puedes sacarle a cuidar un sitio abandonado, tan pronto este completamente
construido tu trabajo termina ahí mismo. –

Comenta Alex sin tantas trabas.

Alex es un escultor que lleva una vida muy estable, Seichiro es dueño de una pizzería y Tim
se dedica a hacer estudios en diversas ramas y temas.

Y al hacer un recuento, Arturo les dice que de que se quejan si ellos tienen el trabajo que
quieren y hacen lo que quieren y es como si de pronto recordara algo que había olvidado, y
todos ellos logran notarlo.

Siguen charlando sobre el pasado y la juventud pero desde la perspectiva adulta del
presente. Están relajados dialogando sobre cosas comunes que algunas veces no se sostienen
en ciertas conversaciones.

Las calles están solas pero de vez en cuando pasan personas caminando o en autos, en
motocicletas o en bicicletas. Tim mira a su reloj y nota que las horas ya son cerca de las
10pm.

–Aparte me gusta aquí, en cierto modo, porque los avances no son tan claros,
como si fuera un momento atemporal, congelado en el tiempo, tal cual como
se mira el mar. –

Con cautela en sus palabras afirma Arturo.

A lo lejos en el horizonte, una ráfaga veloz de naves intergalácticas terrestres sin dejar un
solo rastro de su luz comienza a adentrarse a la tierra desde arriba a lo lejos pasando por

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encima de sus cabezas. Este suceso por un momento capta su atención, solo hasta cuando
regresan todos su mirada.

La plática sigue su curso, están sacando conjeturas diversas desde sus propias perspectivas
con respecto a la finalidad de tan inesperado acontecimiento, dicha aparición tan repentina
de las naves interestelares.

Tan solo la posibilidad de una guerra entre ellos o de una invasión los tiene con inmensa
tensión, por lo cual entonces todos decidieron cambiar el tema de conversación ya que
seguir con el mismo tema al final de cuentas los llevaría al mismo resultado.

–Era de esperarse que sucediera algo como esto. –

Dice Tim.

–No le veo a nada de esperado, a lo que acaba de pasar. –

Reniega Seichiro.

–De esperarse nada, pasaron muy rápido y creó que todos podemos estar de
acuerdo que se sucedía el acto muy agresivamente. Pero no puede ser otra
cosa, alguna urgencia de su parte. Ya van más de 20 años que no hay guerras,
apenas y están aceptando que pueda haber vida alienígena inteligente. –

Comenta para calmar los humos Alex.



!
–Sí, sin duda, pero de cualquier forma, nosotros provocamos el problema,
apenas y ellos estaban en unos planetas a millones de años luz de Plutón,
nosotros fuimos a buscarlos. –

Dice Arturo con la intención de acabar esta conversación.

De todas formas no ha sucedido así, la conversación prosiguió de tal manera que


profundizaron con tal ímpetu que comenzó a amanecer.

Estaban hablando de forma muy determinada, contrariándose con sus diálogos cada uno a
tal grado que con gran felicidad estaban disfrutando de dicha aparente formalidad, pero
quedó atrás cuando las groserías vulgares comenzaron a tomar forma y ley, como si fueran
unos salvajes, hasta que acabaron su larga y diversa pero limitada charla.

Incluso ya era la hora para que Arturo partiera a su casa a descansar, Alex y Seichiro iban
en sus autos particulares, Tim le ofreció llevar a Arturo a su hogar sin problema alguno, a lo
cual Arturo accedió con gran agradecimiento.

Apenas y se alejaron unos metros y una bomba cayó sobre dicha cuadra donde la
construcción que Arturo cuidaba acabó hecha pedazos, de inmediato muchas personas
murieron y el auto de Alex sufrió graves destrozos volcándolo.

Arturo sufrió un golpe fuerte en su pierna izquierda, intentó salvar a Alex pero su cabeza
estaba completamente destrozada.
!45
Se veía con impotencia lo que había ocurrido, pero a quien echarle la culpa, si era una
piedra enorme del espacio esparcida lo que había caído.

–Que me dirían de eso, eh? Que ocurriera algo así? Ya no una guerra sino un
meteorito, verdad? Todavía que horas son? –

Arturo pregunta.

–Son las 11:20pm. –

Contesta Seichiro. Bueno, carajo, para que otra Guerra, pero que tipo de ser seremos los
humanos tan sobrevalorados por nosotros mismos que indagamos en nuestra imaginación
de tal manera que podemos recrearlo con palabras y oídos.

–Ah, sí y mi cabeza hecha pedazos, mientras estos dos imbéciles salen sanos y
salvos y tu como el héroe humanizado y limitado. –

Refuta Alex, luego de haber disfrutado de dicho comentario por parte de Arturo.

No era tan mala la conversación posterior, pero Tim quien llevaba el carro dijo que ya se
estaba haciendo tarde, que sería mejor partir y dejar laborar adecuadamente a Arturo, que
se burló a su vez del tono irónico con que Tim lo dijo sobre todo porque su trabajo es el de
velar un lugar en plena construcción.

De cualquier manera Alex, Tim y Seichiro se despidieron y consecuentemente partieron en


el automóvil de Tim.

Arturo esperó por unos minutos a que se alejaran, luego de nuevo subió hacia la azotea,
solamente para mirar arriba a las estrellas y sin nada que hacer aguarda a que amanezca
para retirarse a su hogar.

Como en el techo del lugar en construcción se había armado un pequeño cuarto que le
ofrecía todas las comodidades a Arturo para estar ahí mientras trabaja, entra a ese cuarto y
enciende la televisión.

Lo que había en algunos de los distintos canales que pudo checar, entre noticias 45

sobre la realidad e invenciones infantiles, notó ciertos descubrimientos de minerales en las


lunas de Saturno.


Los gobiernos de todos los planetas del sistema solar estaban creando un plan de expansión,
y una vez luego de tantos años de haber investigado y hecho pruebas con armamento
alienígeno decidieron llevar acabo la fusión de dicha tecnología extraterrestre y los
conocimientos del hombre a otro nivel.

En otro canal pudo notar los avances en los métodos de las capacidades mentales, los juegos
de realidad virtual, lo mismo, lo mismo, lo mismo.

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Lo que lo tiene interesado son las mutaciones genéticas que los seres humanos están
sufriendo, y más porque no tienen nada que ver, pero al ver a esos niños, puede notar como
hay una comunicación más atenta y amigable y amena entre la mente y el cuerpo.

La televisión entonces comienza a sentir una interferencia, entonces Arturo le cambia de


canal, pero de inmediato nota que debe ser seguramente un problema satelital.

Pero luego de estar sentando esperando por más de una hora decide apagar la televisión y
salir de nuevo a tomar un poco del frío aire y acompañarlo con un café.

Para colmo ya se había terminado el café y el que tenía listo o el vaso que dejó porque en
algún momento se le debió de haber olvidado estaba muy frío así que tuvo que ponerlo a
calentar de nuevo.

Cuando sale hacia afuera, a lo lejos, muy lejos puede notar como los colores del amanecer
están haciendo cambiar el cielo, finalmente el café estaba listo y entra de nuevo a su
pequeño cuarto para ir a tomarlo.

Mientras iba de sorbo en sorbo dejando el café ni muy tibio ni muy caliente para poder
beberlo a buenos tragos y no solo a sorbos, lo deja un rato y comienza a guardar las sillas,
solo le pica a un botón en la parte trasera de cada silla y se hacen tan chiquitas que caben en
la palma de una mano.

De inmediato sale Arturo hacia la azotea y al probar el café puede notar que los tragos
ahora puede ser más alargados y menos modestos sin preocupación de quemarse la lengua.

Evidentemente por el gusto que le producía no solo el beberlo sino estar a la intemperie, no
se nota la cantidad que consume y se quema la lengua.

Arturo luego del largo trago que le castiga a su lengua, se permite unos momentos para
echarse saliva encima del nervio bucal, para luego mirar dentro de la taza con café y nota
que le queda ya muy poco entonces lo tira junto con la taza y cae sobre el letrero del
nombre de la calle llamada Asteroide.

Así, se ríe como niño pequeño de la maldad involuntaria que ha realizado, mientras sufre los
efectos de la lengua escaldada.

En el cielo comienzan a oírse como truenos, y Arturo cree que está a punto de granizar o a
llover o a caer nieve así tal cual, entonces decide entrar al cuartito, cuando antes de cerrar el
portal la luz reflejada de su sombra sobre la pared del cuarto hace que mire hacia donde
provienen los sonidos.

Nota como se forman ráfagas en formas simétricamente circulares casi orgánicas, entonces
hay una que se está formando justo por encima de donde él está.

Y decide por instinto salirse de ahí y atravesar la calle para mirar alejado varios metros y ver
lo inevitable.

Observa antes en otros lados, no muchos si acaso uno muy lejos y otro resplandor todavía
más alejado que hace que los ojos le duelan, antes de que se genere el rayo y el sonido,
apenas lo oye y se tapa las orejas y cierra sus ojos.
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Cuando los abre de nuevo el sonido de unos raros chasquidos están surgiendo desde arriba
de Arturo, y desde ya la luz comienza a crearse cegadora y para él es inevitable el cerrar los
ojos y taparse los odios.

Entonces ocurre una fuerte ventisca que mueve sus ropas pero es un aire que va acorde al
clima, e incluso con los ojos cerrados, la luz penetra la piel de las pestañas que cubre los
ojos.

Por más de 10 minutos le es imposible moverse de ahí, mucho menos abrir los ojos aunque
más pronto el sonido se ha ido reduciendo.

Al instante en que finalmente le es posible abrir los ojos, nota desconcertado, que nada de
nada ha ocurrido ahí, ningún tipo de destrucción.

Sorprendido por dicho aparente suceso entra al lugar en el que trabaja y sube a su cuarto y
aguarda unos minutos ahí, cuando mira hacia afuera en la azotea y nota un raro artefacto
que jamás en su vida había visto.

Dicho objeto tenía la forma de una pirámide, y de inmediato al verlo supo que no le traería
ningún tipo de problemas ahí mismo.

Aunque por unos momentos dudó Arturo, pero en cuanto él salió dicho objeto triangular lo
reconoció y directamente a su mente le llega el siguiente mensaje:

–Este artefacto contiene una armadura orgánica que se ha de conectar a tu


sistema neuronal y nervioso, haciendo una conexión entre lo visible en ti y lo
invisible. Hay indicios de que se aproxima una guerra, la peor jamás
imaginada, la más antigua, la más increíble. Ya sea que lo tomes por voluntad
o lo tomes por necesidad. Suceda o no incluso, de todas formas, este equipo
está a la disposición del portador y aunque hay ciertos parámetros de lectura
instructivos, eventualmente dependiendo lo que suceda se entrara en contacto
más directo con usted. Siendo así, todo esto puede ser un error y una grave
decisión de la cual se pueda arrepentir.........!-

Arturo se rasca con sus dedos el lado derecho de su frente, y no sabe que pensar, por un
momento piensa que debería de llamar a su patrón y dueño del lugar.

De todas formas lo está considerando todo lo que le llega a su mente, y justo cuando el
amanecer se vuelve cada vez más pleno, Arturo decide tomar responsabilidad de dicho
objeto.

Estando en su casa, se está lavando los dientes para antes de irse a dormir, en su cuerpo no
hay indicios de ningún tipo de alteración.

A voluntad luego de enjuagarse la boca, se mira su mano derecha y nota como de sus poros
salen delgados cables o algún tipo de nervio que comienza a cubrir la parte que él le pide.

Y con su mano cubierta de aquél material con tan solo empujar uno de sus dedos sobre la
pared la atraviesa como si fuese mantequilla.

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Sonríe y los cables regresan dentro de su cuerpo, y ahí de nuevo llega a su mente el siguiente
mensaje:

–Recuerda que tú eres uno de los más débiles.–

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Sexta Puerta.

Allá las Cabezas Cósmicas.

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Un ser esférico hambriento de energía estaba extrayendo polvo y planetas enteros. De su
fondo tomaba muchas formas de las que salían criaturas informes asquerosas de aspectos
indescriptibles que arrasaban y destruían. A ese lugar habían sido enviadas 100 millones de
cabezas (naves espaciales personalizadas para un solo tripulante) y era tan inaudito que eran
destruidas incansablemente por aquello tan implacable que de una a una y por cientos de un
solo tajo eran eliminadas sin quedar una sola.

La flota a la cual su número se iba reduciendo considerablemente, mientras el tiempo


seguían su curso; realizaba actos de valentía y hasta experimentaban con el control de
energía de rayos y configuraciones matemáticas, tratando incluso de extraer materiales
propios de aquella esfera para realizar contraataques que sin duda se ven inútiles ante tal
crecimiento de dicho monstruo intergaláctico.

Cuando de pronto la bestia espacial se contrajo totalmente hasta minimizarse de una forma
alarmante, dejando estupefactos a aquellos que seguían con vida. Sin embargo,
fulminantemente generó una explosión que arrasó con todos en cuestión de unas cuantas
horas hasta transformarse en lo que aparentaría ser un vórtice de algún tipo, que iba
creciendo pero muy lentamente.

A partir de entonces los estudiosos solo enviaban satélites y robots orgánico- sintéticos
creados a partir de células de personas que vivieron en algún determinado momento. Así
pasaron de cinco hasta 15 años, quizá fueron 50 o setenta años, pero había pasado mucho
tiempo.

Desde hacía mucho dejaron de enviar seres humanos debido al riesgo que significaba, pero
en algún momento tendrían que hacerlo. Mientras leía los datos superficiales sobre el
historial de aquél vórtice, Jacobo estaba esperando algún ataque de cualquier tipo, si acaso
el de meteoritos que salieran de la nada, pero su nave era los suficientemente avanzada
como para detectar hasta la más mínima advertencia, sin embargo Jacobo dudaba de poner
el viaje en automático, tenía el aire de la nave combinada ligeramente con la aplicación de
propiedad sintetizadas de la planta amanita muscaria, provocando reacciones que hacían el
largo viaje más apacible a la vez como más lento y más rápido en todas direcciones.

El cerebro de la nave, controlado por las sensaciones propias de Jacobo le indicaba cosas y
señales, le avisaba si a miles de millones de kilómetros; una estrella o un sistema solar estaba
a punto de ser destruida/o u otro en mero apogeo de mutación y creación. Desde entonces
ha estado viajando en su nave en forma de cabeza robótica por más de un millón 825 mil
segundos. Y es que no fue sino hasta que en velocidad luz y alejado un poco de los asedios
de sus superiores que encendió el sistema de aire alucinógeno.

No estaba seguro de que su misión fuera de detalles claves, que le irían indicando hasta
encontrarse en el lugar y el momento pretendido para realizar la actividad a la cual había
sido enviado.

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Por encima de él pasaban cientos de piedras interplanetarias quemándose y haciéndose en
otras diminutas. La cabeza (nave) de Jacobo se tambaleaba levemente pero no tan
agresivamente debido al muy acertado campo de fuerza. De tanto en tanto recibía
indicaciones, como de recolectar minerales en ciertos planetas, evitar encontrarse con otras
naves de otros seres desconocidos; habían visto anteriormente a muchos tipos distintos de
formas alienígenas, pero seguían dudando.

Para Jacobo el viaje era agobiante, apenas y pudo aprender a controlar las partes básicas de
la nave en forma de su cabeza cuando lo enviaron a una misión de la cual realmente
desconocía su punto culminante. Probablemente creía que se trataba de alguna misión
suicida o de un asunto altamente peligroso y sumamente urgente, que incluso ninguno de los
que lo habían instruido o quienes lo habían enviado si acaso los de los más altos rangos
tenían idea alguna. Fue entonces cuando recibe informes de que se aproximará a un vórtice
que crece a gran escala y sofocantemente rápido a cada segundo, y que llegará a dicho lugar
en unos 13 días terrestres aproximadamente.

Muchas personas que se aventuraban a trabajar para esta agencia multi-internacional;


proveniente de la reformada y ecológicamente agradable Tierra, eran artistas que
abarcaban diversas ramas, muchos, o algunos cuantos o tantos pocos decían que les ayudaba
a diversificar las perspectivas, a encontrarse con aquello que en la Tierra no hallaban, a
fundir sus ideas de una forma universal y poder encontrar la variedad y definición artística y
única de su trabajo.

Desde aquí, Jacobo incrementó la dosis en el aire de los alucinantes y tanto su visión como
los efectos en sus sentidos fueron intensificándose, artificialmente creando y mimetizando
atributos que podían o no estar ahí y que si estuvieran aun así solo él podría ver. Conectó
unos cables a su sistema nervioso cerebral.

Luego del viaje tanto externo como interno, finalmente estaba a unos cuantos años luz del
vórtice. Aún incluso a estas alturas nadie sabía con claridad la intención de dicha aparición
o la meta de la misión. Para Jacobo era algo prematuro tratar de adivinar las posibles
consecuencias de lo que pudiera suceder.

Con las herramientas en su cabeza le era suficiente continuar con su investigación, y cuando
sintió un leve giño de miedo en sus entrañas aumento la dosis a un punto alto casi peligroso
del aire que provocaba visiones alucinógenas. Él sabía que con ello su miedo y terror y sus
visiones incrementarían y podrían resultar en algo peor, pero no podía dejarlo pasar quizá
por una acción absurda e infantil quiso hacerlo de esa manera.

Los destellos cósmicos se divagaban alrededor de la parte del universo en la que estaba
quieto, luces distantes casi parecían que se acercaban y lo tocaban y atravesaban como
dándole un alimento a su interior para realizar algún acto que se alejara de la desesperación.

Pudo notar que dicha misión distaba de que este vórtice llegase a la tierra y si así fuera
podrían trasladarse a otro lugar y seguir con la investigación y crear portales a otras
dimensiones hasta dar con el problema, sabía que las probabilidades de que llegara al
sistema solar serían en un tiempo de miles de millones de trillones de miles de millones de
años luz por 400mil millones.

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Po ello fue que cortó comunicación, por ello fue que se aventuró solo, por esa misma razón
fue que intenta averiguar la razón y por la misma razón por la que quiere saber la
procedencia y comprender las manifestaciones que se evocan.

Y es que era tan terrible el terror que aquél antiguo ser esférico había acabado con todas las
dimensiones posibles y solo quedaba estaba, que había acabado no solo con el planeta de
donde venía Jacobo sino con el sistema solar y la vía láctea enteros y que dicho ser, porque
eso es lo que es, tiene una inteligencia inconsciente, como instintiva pero de una
racionalidad abrumadora. Y es que todo entendimiento religioso desde hace rato había
quedado descartado.

Sabía Jacobo que esta era una lucha imposible, pero era mejor hacer todo lo posible y si
fuera probable incluso hasta tratar lo imposible e inimaginable. Porque entre todo lo
desgarrador y desesperanzado del momento que acontecía, sabía que era mejor la muerte
de una persona a la de toda una raza, ya que todavía no sabían cómo subsistir o germinar
de forma inconsciente por si acaso muriera toda la raza, en el sentido de que incluso así, de
esta manera era más posible que uno pudiera descubrir lo que sucedía con mayor
posibilidad de éxito.

En la cabeza de Jacobo había incontables instrumentos, tanto científicos como instructivos,


de interactividad de juego, librerías interminables, su cabeza se expandía y se contraía tanto
a voluntad, pero esto no era algo especial de él, todos en la flota que portaran cabezas
podían hacerlo, la diferencia estaba en el tipo de equipamiento que llevaba cada cual.


La intranquilidad se apaciguaba mientras los efectos de la droga respiratoria se
intensificaban. Ya que sin duda aquella cosa o ser considerado enemigo, no era un
experimento fallido o la creación del hombre en un tiempo distante realizado por un viaje
en el tiempo o de alguna otra raza en la galaxia ni siquiera en el universo.

Lo que era cierto es que actualmente la humanidad era la única raza inteligente con vida, de
acuerdo a lo que pudieran conocer. Incluso hace cientos de miles de años que el hombre
humano aprendió a viajar en el tiempo, ocurrieron muchas catástrofes, pero nada como
esto, tal vez por que estuviera sucediendo dicho acontecimiento, de todas formas la tragedia
quería envenenar la pureza de la inocencia atacándola como una hija de la ignorancia
provocadora de tales desgracias.

Pero, que alarmante instante y rayos de luz salieran disparados en dirección a la cabeza de
Jacobo, como si de pronto aquél vórtice sintiese algún tipo de peligro. El primer ataque de
dicha forma destruyó sin dudar la parte superior de la cabeza de Jacobo dejándolo a la
intemperie, con los cables conectados a sus nervios mientras era absorbido por la delirante
naturaleza gravitacional del espacio pudo armarse un traje de viaje espacial y de la misma
forma preparó la simbiosis de su cuerpo con el de la cabeza que era una nave orgánica
hecha cibernéticamente en base a sus células madre.

Y en cuestión de segundos se alejó vertiginosamente del vórtice espectral para poder


continuar con la mutación bio-cibernética.

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Este tipo de acciones solo son posibles cuando la misión está en un punto crítico y nadie
sabe con seguridad cuantos casos exitosos han salido de ahí ya que nadie de los posibles
candidatos a fusionarse con sus propias cabezas regresaron con vida, debido a que muchos
incluso fueron desaparecidos por el vórtice; según así se llevan las cuentas.

Jacobo sabía que si intentaba absorber energía que emanaba de dicho vórtice acabaría con
él, así que creó bombas a raíz de materiales espaciales que encontraba manejando
parámetros similares a los del vórtice y lanzarlas sin éxito alguno sabiéndolo desde el
principio.

Se alejó a 350 años luz de ahí y llegó a un planeta aparentemente muerto, donde pudo notar
que había una extensa calidad de vida bacteriana que se propagaba y evolucionaba de
manera exponencial. De pronto le llega la idea de la posibilidad de que así haya sido como
se comenzó a desarrollar ese vórtice que por alguna extraña razón las bacterias
evolucionaron de tal manera que le dieron vida de una forma increíble al planeta y ahora
pertenece a otra clase de ser vivo.

Le era difícil descartar la idea de hecho hasta cierto punto o quizá totalmente tenía un
sentido incomprensiblemente creíble, pero ya no le era posible enviar información o datos
que pudieran necesitar en la base con la cual había perdido contacto hace ya siete años y
cuatro meses, sobre todo porque era pura información basada en la teoría, es más si acaso
ideas que rozaban en la superficialidad hipotética.

Mientras divagaba en el planeta, Jacobo razonó que podía entrar en comunión y fusionarse
con el planeta, alimentar a las bacterias, entonces en ese momento el miedo nuevamente lo
embarga y siente que quizá el mismo sea el vórtice, entonces prefiere no fusionarse con el
planeta, pero cuando sale afuera a mirar el vórtice nota que ahí sigue lo cual elimina la idea
de que el mismo en un inicio haya creado el vórtice.

Pero aquí que es lo que importa? Saber de dónde proviene? Saber cómo destruirlo? Saber
cómo aprovechar toda su energía? Sigue pensando incluso sobre la posibilidad de que sea
una discrepancia atemporal y dimensional en donde el mismo sea el centro de todo aquello.
Entonces sale del planeta y sin cambiar nada se va de ahí.


El vórtice seguía creciendo y mostraba manifestaciones de alerta ante la presencia de Jacobo
quien al saber que no tiene posibilidad alguna ante dicho enemigo no le quedaba de otra
más que seguir estudiando. Ya no podía mostrar simpatía ante el vórtice ya que lo atacó con
cargas de energía muy agresivas, así que se alejó una vez más y más allá y de nuevo se fue a
buscar materiales en planetas, en lunas, en estrellas, a buscar y encontrar manifestaciones en
actos espaciales de choque de estrellas, destrucción y construcción de sistemas en proceso,
destilación y extracción de materia prima espacial y planetaria, se acercó a hoyos negros en
donde en más de una ocasión estuvo a punto de perder la vida.

En ese momento se aventuró a dirigirse con toda la intención de darle fin a dicho encuentro
de una buena vez y de forma vertiginosa se iba acercando más y más hacía el vórtice
espacial.

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Y mientras más se acercaban se iba dando cuenta de que había millares de cabezas (naves
espaciales) de antiguos compañeros dispersándose alrededor y haciéndose polvo frente a sus
ojos. Su traje lo acopló de tal manera que conforme avanzaba iba absorbiendo y
combinándose con la materia y antimateria de esa parte del universo.

El vórtice lanzando sus rayos iba despedazando el cuerpo de Jacobo hasta dejarlo en forma
de un solo átomo y nuevamente dando paso a su regeneración inmediata y una extensa
gama de energía nutría a Jacobo entonces, los rayos del vórtice se volvieron uno con Jacobo
hasta que fue absorbido por el vórtice.

Al entrar fue completamente despedazado y su átomo se dividió en miles de partes, siendo


arrasado casi a la misma velocidad en que seguía regenerándose. Analizando el interior del
círculo gigante que seguía en expansión y las apariciones de ruidos aterrorizantes y ajenos a
cualquier escucha jamás oídos. Hasta que el último átomo de Jacobo termina por ser
suprimido y desaparece por completo.

Aparece una pantalla marcando resultados de dicho experimento. En el interior de la


cabeza estaba Jacobo y sus ojos hacían ya tiempo que habían dejado de estar dilatados. Y es
que las muestras del clon ciborg que tanto tiempo le había costado hacer fueron insuficientes
debido a ello.

El asunto aquí fue que tuvo que crearse un clon con su cerebro original y en el cuerpo actual
en el que está su cerebro es; aunque orgánico, tan solo una copia de su cerebro real. Sigue la
constante en su cabeza de que sea una tangente en el tiempo y sea el quien ha provocado
todo, pero de nuevo vuelve a lo que pensó y posteriormente realizó sobre la fusión con el
planeta de bacterias hace tiempo y que nada ocurrió.

Sin razón alguna el vórtice comienza a absorber a gran escala atrayendo basura espacial y
otros compuestos hacía él mismo. Entonces algo choca contra la cabeza de Jacobo, fue otra
cabeza, de aspecto femenino. Luego de examinarlo desde fuera comienza a darse cuenta
que la cabeza le marca respuestas de vida alrededor del vórtice en otras formas, otras
cabezas distantes y muy alejadas que no pueden verse pero ahí están, no solo miles sino
miles de millones, rodeando el vórtice, aquí ya nada más desea adivinar y cree en que el
vórtice es un poder natural del espacio exterior, tal vez una inestabilidad coherente.

Afuera en su cabeza la mujer despierta, hace una llamada para comunicarse con Jacobo
dentro de la nave solo para informarle que la humanidad entera ha sido erradicada y que
por alguna razón ella ha sobrevivido, que no se sabe porque.

El vórtice deja de absorber materia espacial y entonces comienza a emanar y destilar fuertes
cargas de energía de luz que aparentemente son inofensivas pero causan cierto grado de
destrucción en cierta forma. Entonces, en la situación crítica, Jacobo sale de su cabeza para
entrar al espacio y saca a la mujer de la cabeza en la que está dentro.

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Séptima Puerta.

Propiedades de la Charlatanería Profética

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Estaba mirando su planeta ser destruido. Lloraba mientras sentía odio sobre los resultados
inevitables. Él estaba ahí en una de las 4 lunas de ese planeta.

En ese momento recibe una alarma a su dispositivo de comunicación desde un satélite


bastante a lo lejos en un lugar seguro fuera de los límites del impacto.

Para entonces, la humanidad ha estado viviendo en diferentes galaxias y planetas, tal vez por
el bien de la evolución y todo tipo de libertades para mantenerlas a salvo dentro de dicha
separación y sobre todo, en su expansión.

Estaba ahí, y dentro de unos cuantos segundos más, él podría desaparecer y morir
instantáneamente. Pero y sin embargo por alguna razón fuera del odio que muestra en su
rostro pueda significar, él se queda ahí, mirando furiosamente y apenado.

¡Llamada entrante. 25 segundos para el impacto!

Max solo mira la gama de energía y rayos, polvo y piedras y quien sabe que tantas cosas
más, no hay máquinas del tiempo, no hay detenimiento de la destrucción, no hay nada.

¡Llamando. 15 segundos para el impacto!

Una voz como dando una orden, pero se oye en una forma desesperadamente responsable y
amigable.

–He, Max, regresa al satélite, ahora. Déjate de idioteces. Imbécil, somos nosotros los Niños y
no sabemos.–

Pero el, Max, estando como un árbol en un desolado jardín, se mantiene observando aquella
proyección de luces y celestial e incontrolable sonido de aquel profundo y familiar espacio.

Les envía un mensaje a las personas dentro del satélite, entonces comienza a carcajearse y
corre a un infantil suicidio.

Max da un largo salto y toca una porción del aura de lo que queda de tan rápida y
destructiva luz aproximándose, así que cuando la completa materia de su cuerpo comienza a
liquificarse para luego solidificarse en cristal explota y se disuelve.

Dentro del satélite, uno del equipo, un hombre de 28 años llamado Urban, quien se siente
con nauseas pero nadie más puede notar, identifica el mensaje enviado por Max donde viene
toda la información correspondiente sobre lo que realmente ocurrió durante el incidente de
la explosión de su planeta natal Flou.

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Una semana antes.

–Durante nuestro viaje, para tener un poco de diversión mientras hacíamos


algo de surf interestelar atravesando meteoritos en nuestras naves individuales,
inesperadamente nos sentimos confundidos y preocupados por la tan pronta y
radical manipulación magnética que ciertos meteoritos generaban
dependiendo que tan cerca estuviésemos de ellos.–

Max aguarda por unos momentos mientras recapacita para continuar con la grabación de
dicho documento hablado. A continuación prosigue.

–Creo que los propulsores de nuestras naves estaban causando algo en


conjunto con las rocas estelares, pero después de eso, lo que me pareció en
realidad tremendamente extraño fue cuando sentí que las rocas se estaban
comunicando entre ellas.–

Max deja de hablar pero la grabación sigue capturando sonidos, estaba tratando de
racionalizar lo que acababa de decir y que es lo que estaba a punto de decir, entonces sigue
hablando.

–Sé que hay algunas y muchas de ellas que contienen fósiles y/o incluso
saludable vida bacteriológica dentro de ellas, y no puedo pensar en otra cosa
más que si se tratase de cuerpos gestadores de fetos extra planetarios.–

Las rocas se amontonan de pronto y a Max se le dificulta realizar maniobras audaces y


realizar una grabación, no obstante.

–Pero mientras continúo con esta búsqueda mental al momento de que sigo
conduciendo mi nave, trato de no chocar, pr….–

Se interrumpe la grabación. Rocas hacen explotar su nave y es teletransportado a la nave


madre Isinas. Un par de compañeros espaciales aguardaban su regreso, hicieron una lenta
revisión al cuerpo entero de Max, quien se hallaba impaciente para ir y continuar con su
personal investigación, él sabe que si resulta adecuado y positivo lo que trata de confirmar
pueda ayudar a resolver el problema o quizá a encontrar una solución distinta a las
probabilidades altamente esperadas por todos.

Luego de tan cansada inspección regresa a su cuarto y encuentra que la transmisión que
hacía desde la nave se ha ido recolectando en su máquina personal. Y sin reparo alguno
continúa relatando los sucesos que acontecieron, al momento en que hace un recuento más
fugaz de lo que está sucediendo para mantenerse consciente de en qué lado y cómo va la
información.

–Será posible, yo fui el único de los 10 que salieron a realizar la investigación


que recibió impacto agresivo y mortal de las rocas, ciertamente traté de no
chocar contra ninguna, pero de pronto me estrellé y fui instantáneamente
teletransportado al Satélite Espacial Isinas.

Han pasado más de 11 horas y los demás no han vuelto, y bueno, como soy el
primero que regresa de la misión debo confirmar que dichas rocas protegen al

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planeta al cual investigamos, casi estoy seguro de que lo hacen de una manera
consciente.

Es una misión peligrosa, todos están preocupados del hecho tan sin igualdad
que significa que el planeta vecino sufra o esté pasando por tan increíble
metamorfosis, desde hace tan solo 14 horas. Ha sido increíble que las réplicas
se hayan sentido de inmediato en nuestro planeta.

De cualquier forma todos saben esto, pero siento que es importante


mencionar esto nuevamente. Aun cuando sé que los demás también harán sus
respectivos reportes sobre lo mismo.–

Al terminar su narración, Max se deja caer sobre un sofá para dejar fluir sus pensamientos y
experiencias de su personal misión fallida. Mira hacia la ventana contemplando el espacio y
nota como desde su vista no es el lado donde se puede ver desde ahí al planeta propósito de
esta investigación.

Seguido por un suspiro, se levanta y sale de su cuarto.

Un coronel de nombre Sant, director de la misión, estaba esperándole afuera. Ellos


comenzaron a decir bromas, pero las historias de pronto se sintieron más como parábolas,
sin sentido, pero de una seriedad abrumada, eso no evitó que siguieran sonriendo ni
carcajeándose.

Afuera en el espacio, cerca de aquel inestable planeta vecino, en uno de los miles de
meteoritos que componen el recientemente hecho anillo planetario, se encontraba una nave
individual adherida a la roca espacial, estas naves están hechas con un tipo de tecnología
que las hace tomar la forma como de semillas, este tipo de naves interestelares cuando se
plantan extraen lo más posible de los componentes nutritivos de cualquier lugar para así
poderse adaptar a la atmósfera, pero esa tecnología no estaba del todo completamente
desarrollada, así que las personas necesitan tener ciertos cuidados y equipo físico espacial,
sin duda.

Sale un piloto de la nave y comienza a realizar un análisis, era el Teniente Urban Sandero,
se haya completamente en constante contacto con los otros 8 tripulantes alrededor del anillo
de meteoros, del probablemente planeta moribundo.

Era casi imposible ir dentro del planeta, debido a que, en realidad, más allá de las cosas
comunes, nadie realmente tiene idea de lo que está ocurriendo en una forma racional o
completamente científica, y todo aquello se volvió más evidente cuando los meteoros
alrededor del planeta comenzaron a desintegrarse casi inmediatamente.

Urban maravillado, por lo que ven y graban inmediatamente pide al centro de control que
todos sean tele transportados, pero las rocas dejan de destruirse y ciertamente solo las que se
encontraban más cerca y al otro lado del planeta. Entonces Urban recibe repentinamente
una llamada dentro de su traje espacial de otro de los del equipo de investigación.

–Creo que ya sabes lo que ya sabemos, verdad?–

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Le agrada la ironía en forma de pregunta y respuesta a la vez de este mensaje. Urban solo se
limita a responder y corroborar lo que su compañero ha confirmado.

–No sé a qué te refieres, pero si es sobre que no podemos entrar al planeta y


que no tenemos la más remota idea sobre lo que está sucediendo, entonces,
creo que todos podemos estar de acuerdo.–

El teniente Urban realiza su comentario en una manera bastante cautelosa, sobre todo al
incluir el ingrediente de la comedia para evitar el estrés.

–Sí, bueno, mantendremos la investigación por un par de horas más, y después


regresaremos a Isinas, solamente no seamos tan ignorantes como el Sr. Fenrril
(Max). Este es el Coronel Sant. Cambio.–

Se corta la comunicación.

Todos confirman dicho mensaje, pero mantienen encendido sus comunicadores todo el
tiempo mientras se encontraban recolectando partículas y cualquier otro interesante
material espacial que pudieran obtener.

Y mientras hacían aquello, luego de más de 3 horas de una continua investigación, Urban
llega a la conclusión dentro de su mente que esto es irrelevante, y que el planeta está más
cerca de transformarse en una bomba gigante que podría acabar con 2 o 3 planetas, o
quizás no solo eso sino más.

Él envía la información inevitable de su suposición a todos sus camaradas y a todos aquellos


que se encuentran al tanto del viaje de regreso a la Nave Espacial Isinas para eventualmente
discutir todas las conclusiones personales.

Nave Espacial Isinas, 22 horas después de la expansión interna y pronto a ser un


cataclismo del planeta Rue.

En el extenso cuarto de asambleas se encontraban los 10 pilotos del equipo, incluidos Max y
Urban, también el Coronel Sant. El resto del equipo eran de diferentes etnias, 6 mujeres;
Alicia, Constanza, Lena y Alison, y 2 hombres más; Rafael y Temol.

–Estamos todos de acuerdo en todo, los puntos a tomar en cuenta y en toda la


información, todos los aspectos de la misión.–

Afirma Rafael en un tono bastante frío y serio.

–Cierto es que era una misión completamente innecesaria, no sabemos qué


ocurre, tampoco hacia donde estamos disparando, no sabemos cuándo
explotará. Además deberías de contactar a otros seres humanos en otras
galaxias, esto es muy difícil, que deberíamos de hacer?–

Alicia replica en una forma bastante ansiosa, en la que la mayoría sino es que todos podrían
identificarse con ello.

!
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Constanza por su parte permanecía en silencio mientras sucedía el discurso de Alicia, pero
era bastante obvio desde el principio cuando oyó la palabra “innecesaria” que por poco y no
pudo resistir las ganas de reír al sentir y considerar cuan estúpido el argumento podría llegar
a ser. Ella sintió que era obvio hacer la investigación, para saber al menos sobre lo que
estaba ocurriendo ahí afuera, incluso cuando ahora menos saben que es lo que sucede, pero
se sintió entonces determinada a presentar un argumento respetuoso no solo para todos sino
para Alicia incluso, luego de considerar el significado de este comentario.

–La Misión en sí no tiene sentido, pero sin la información que hemos estado
recolectando no sabríamos siquiera con seguridad nuestras teorías.–

Constanza termina intrigada no por sus propias palabras sino por lo que puedan contestar
los demás.

Entonces Rafael levanta la mano como si estuviesen en un salón de clases de niños de


primaria, pero donde todos son maestros y alumnos a la vez, donde cada persona espera con
entusiasmo decir lo que opinan sobre un tema al que todos encuentran genial.

–Si seguimos hablando aquí sin hacer nada por mover a toda la humanidad a
algún otro lado, entonces ahí si nada tiene sentido.–

De su asiento se levanta Ternol y de inmediato se dirige hacia otro cuarto, Sant lo sigue.
Ellos se trasladan al cuarto donde se encuentran las máquinas que pueden tele transportar
cualquier cosa, incluso un planeta entero a otro sistema con atmósfera similar. Ellos
comienzan a realizar las preparaciones adecuadas para ello.

–Coronel, la tormenta es bastante difícil de seguir para alcanzar a identificar


algo reconocible, pero podríamos ser capaces de lograrlo, los droides que
enviamos hacia el interior del planeta justo cuando regresamos, solo para
tener una ligera idea sobre esto, fue una buena decisión, Max tuvo razón,
aunque no podemos estar seguros de realizar correctamente el plan de
evacuación de todo el planeta.–

Antes de continuar, Ternol medita por un par de segundos como si se tratase de una
situación no solo inverosímil sino chusca.

–Y si somos capaces de lograr una tele transportación exitosa, de nuevo,


pueden ocurrir algunas cosas, bastante malas y desagradables, que tienen que
ver con turbar estados de esta dimensión, quizás de otras y sin saber que
puede pasar, muchos definitivamente morirán, algunos sin duda sobrevivirán,
los puntos buenos son que los que están enfermos podrán recuperarse.–

Ternol es deliberadamente interrumpido por el Coronel, que le dice que al saber todos ya
eso, aun cuando no se haya discutido el tema a fondo, y Sant con intención de seguir su
discurso es ahora interrumpido por Ternol quien le dice que ha recibido la información
directamente de los robots enviados para buscar un lugar en el espacio y poner el planeta en
dicho sistema gravitatorio, y Ternol le reitera al Coronel Sant que las probabilidades son
precisamente esas.

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Sin lugar a dudas, Sant recapacita con sudorosa cautela lo que le ha dicho Ternol mientras
pone su mirada hacia el suelo que pisa, solo para razonar por consecuencia la gravedad que
les acontece y como entre bromas y obviedades se vuelven parte de la congruencia del
asunto, probablemente más allá de cualquier intención por desear comprender.

Este alza la mirada hacia Ternol que sin observarlo asiente como si supiera lo que Sant
pensó. Sant sin más reparos comienza a dar instrucciones.

–Preparemos el proceso, comencémoslo tan rápido como podamos, llamemos


a las personas más activas en este campo y que trabajen estrictamente bajo tu
dirección. Pero escucha, Ternol, debemos entrar a aquél planeta, debemos
asegurarnos sobre los comienzos del problema desde la raíz. Habrá daños y
pérdidas, pero podríamos preparar los trajes espaciales adecuados para ir
dentro con la intención de descubrir algo.–

Ternol quedó impresionado de una forma muy dudosa con respecto a la decisión de Sant en
cuanto a la dirección que la misión está tomando. Esto significa mandar a personas a una
probable muerte segura si entran a ese planeta, sin embargo Sant al notar la expresión en el
rostro de Ternol entonces piensa en algo más.

–No te sientas tan mal sobre ello, pondré a Max y a su novia en el proceso de
clonación por medio del método del coma y así ellos podrán controlar sus
clones con sus mentes. Seamos un poco más positivos con respecto a esto, pero
claro, nunca podremos estar seguros.–

Aquí el Coronel presenta un respeto y saludo al oficial en comando en la tele transportación


del planeta y de inmediato se sale del cuarto para continuar con su plan.

Ternol quedó estupefacto pero en una forma que lo tranquilizaba bastante, y es que estando
tan ocupado pensando en la transferencia de planetas, no se le había ocurrido.

Llegan Alison y Rafael y sin realizar pregunta alguna asisten a Ternol en dicho proceso,
buscando problemas y solucionándolos para tener la mínima cantidad de rango posible,
todos asumiendo de entrada las perdidas absolutas.

En su mente Rafael hace una proyección sumamente sarcástica y que personalmente


considera graciosa en todos los grados posibles que le es imposible no describírsela a sus
compañeros.

–Más vale que nos apresuremos y salvemos el planeta, el futuro hasta ahora es
increíblemente efectivo y hermoso y debemos desconectar nuestros
pensamientos erróneos sobre nosotros mismos, y realmente no sé lo que
pretendo decir, solo lo digo, y odio mantener mi boca cerrada cuando tengo
algo que decir, pero de pronto cuando digo algo no tengo nada que decir.–

Para sorpresa propia, Rafael encontró en su argumento algo de tristeza y como que se forzó
a tratar de ocultar la posible destrucción total de esa colonia de seres humanos, a pesar de
que se cuenta con tecnologías antes e incluso ahora sorprendentes para el propio hombre.

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Alison estaba quieta y feliz realizando su trabajo con tranquilidad mientras oía el diálogo de
Rafael, ella se estaba encargando de realizar una interface de conexiones y comunicando a
los principales oficiales sobre la misión. El encargado de llevar a cabo dicha empresa,
Ternol, junto con 2 hombres más y una mujer, estaba preparando material sintético
generado por nano máquinas con ADN orgánico creado en base a cyborgs bacterianos y de
diferentes fuentes para cargar el programa de tele transportación.


Mientras tanto, Rafael, hacía análisis y haciendo proyecciones posibles tanto positivas como
negativas, como le fuesen posibles lograr imaginar y programar con la ayuda de una
computadora.

Por alguna razón extraña, Ternol y Alison se miraron mutuamente y es como si de pronto
una idea o algo hubiese aparecido, entonces haciendo su proceso matemático junto con un
riguroso análisis, Rafael llegó a la conclusión y les comenta a todos de que sería mejor tele
transportar el planeta a punto de explotar en vez del planeta donde viven.

–Como lo sabes?–

Rápido le pregunta Ternol a Rafael, mientras que este miraba con cuidado la información
que estaba recibiendo de los droides enviados a otra galaxia para un lugar seguro y tele
transportar su planeta, y entonces le dice a Ternol que los datos enviados por los droides
dicen que sería una catástrofe hacer eso en vez de enviar el planeta bomba.

–Puede que esté en lo correcto, Ternol, y nuestros superiores nos acaban de


enviar un NO rotundo sobre la operación.–

Alison rápidamente lo dice luego de ver el estado tan desesperado y de ciega actitud en la
que Ternol se encontraba.

–Sí, pero ellos no saben lo que ocurre, no lo entienden, solo están diciendo
esas palabras sin sentido porque pueden y debemos obedecerles, no tuvieron
tiempo de racionalizar su decisión.–

Y antes de que Ternol pudiera perder sus circuitos neuronales con respecto a la situación,
Rafael le dijo a ambos y a todos los demás dentro de ese espacio que la única solución es
enviar lejos al planeta en proceso de autodestrucción.

–Más vale que nos preparemos para ello y enviemos toda la información sobre
lo que tenemos y pasarles los resultados a ellos y llegar a una completamente
decisiva conclusión y movernos rápido con el plan, porque ese planeta puede
obviamente explotar en los próximos minutos, incluso segundos.–

Así es como Rafael finaliza lo que tuvo que decir. Ternol hace contacto con Sant y le
comunica sobre lo que estaba sucediendo, aunque el Coronel le dice que ya está preparando
el proceso de clonación y que solo les hace falta encontrar a Max y a Lena, y cuando Alison
oye sobre aquello, sin avisarle a nadie, trata de contactar lo más pronto posible a Lena, pero
no hay ninguna respuesta.

–Este tipo está obviamente furioso.–


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Ternol dice sarcásticamente con respecto al Coronel, pero lo dice al viento con cierto aire
amargo en la forma de su pronunciación.

–Oiga, oficial, escúcheme, si vamos a hacer la tele transportación del planeta


moribundo, tendremos que evitar enviar a nuestros amigos a dicho planeta,
estoy en lo correcto?–

Desde el otro lado de la comunicación, Sant lanza la pregunta. Ternol olvidó apagar el
comunicador, para lo cual el Coronel con una poca preocupada actitud tras oír el
comentario de Ternol lo amonesta con una forma rápida y pretensiosamente obvia y
presumida manera de hablar con respecto al escenario en el que se encuentran todos.

Entonces el correcto protocolo comienza su proceso de preparación para desarrollar la tele


transportación ahora del planeta bomba a la galaxia a la que habían sido enviados los 2
droides horas antes.

En el laboratorio de clones se hallaba Alicia asistiendo al Coronel Sant, en compañía de 9


personas más con intención de hacer el ahora cancelado trabajo, entonces Lena y
Constanza llegan juntas ahí, Sant sorprendido le pregunta a Lena sobre Max, y ella se limita
a decirle que tras la primer conversación que todos tuvieron cuando recién regresaron de la
misión, Max se fue a algún otro lugar dentro de la nave y no a su propia habitación.

Se abre la comunicación de un dispositivo en las ropas del coronel. Es Urban.

–Coronel, me escucha? Mire estoy en el espacio, extrayendo algo que no


habíamos encontrado antes, que se haya en una de las rocas, partes de ella
misma en su propio centro.–

Aquí la comunicación fue interrumpida por el Coronel quien molesto le dice porque no se le
había hecho mención de ello o porque no supo de nada, simplemente así. Luego de esperar
a que el coronel diese su discurso, Urban tomó la palabra nuevamente.

–Max me había dicho sobre su hipótesis con respecto a las rocas, y mientras
todos nosotros estábamos tratando de no chocar con cualquiera de esos
meteoritos, el descubrió que las rocas tienen algún tipo de energía viva dentro
de ellas, así que él me ayudó a ponerme el traje y a enviar la nave fuera para
tomar muestras.–

Sant está sumamente molesto, y es que, el hecho de que tengan que lidiar con los problemas
de otro lado si no es muerte inminente, le causa problemas, estaba el mismo a punto de dar
un grito tremendo de enojo, pero se detiene porque sabe que Urban aún no termina de dar
su opinión sobre lo que ha encontrado.

–Así que Max estaba en lo correcto y ahora le pido permiso para volver a
entrar a la nave, tomaré toda responsabilidad sobre esta tan absurda manera
de actuar, pero creo que era necesario, y sin embargo entenderé que es lo que
usted tiene que hacer sin que siquiera yo tenga que saber.–

El Coronel reacciona seriamente sobre lo que Urban acaba de decir mientras Sant mismo
piensa y digiere todo aquello.
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Lena estaba evidentemente preocupada porque ella no sabía dónde se encontraba Max, y
trataba de decir algo pero era incluso más obvio para ella preguntar dónde se hallaba Max,
cuando Urban está fuera haciendo la recolección y prefirió no decir nada.

Pero Alicia ve las reacciones de Lena y antes de que el Coronel hiciera cambio y fuera con
Urban, ella pregunta sobre donde se encontraba Max a lo que Urban responde que él creía
que estaba con ellos, y así que luego de un par de palabras más, Urban corta comunicación.

Sintiéndose molesta sobre toda la situación, Lena siente como todos la miran, pero ella les
envía señales de agradecimiento y entonces cada cual regresa a sus ocupaciones
personalmente colectivas, aunque Constanza cambiándole el tema le dice que han
encontrado una solución, y que no debería de estar preocupada sobre donde esté Max, ya
que no está en el espacio, y a lo que Lena responde.

–Solo deseaba que si estuviera.–

El Coronel hace contacto de nuevo con Ternol, Alicia y Rafael allí donde se encontraban y
le dice específicamente a Ternol que encuentre de inmediato a Max, a lo que Ternol replica
positivamente y envía a Rafael a hallarlo.

Max estaba dentro de un cuarto de entrenamiento, usando una armadura adaptable para su
cuerpo sin un casco. No era un traje muy elegante, pero evidentemente era un arma
efectiva.

Una voz computarizada le dijo sobre el propósito del entrenamiento y los niveles que hay
dentro, cuando de pronto es interrumpido por la aparición de Rafael cancelando el
programa.

–Mejor será que salgas de aquí y vengas conmigo al cuarto central de


operaciones. Sant quiere verte.–

Se lo dice Rafael a Max de forma muy fría pero amigable, quien se quita el traje y se pone
ropa normal. Ambos caminan por minutos sin decirse palabras, aunque avanzan
tranquilamente.

Entonces frente la puerta del Cuartel Central de Operaciones, antes de que Max entre
Rafael le detiene y le dice:

–Tú, pequeño payaso, hemos estado preocupados por ti.–

Tras escuchar esto, Max se preocupa pero no exactamente sobre eso sino también sobre algo
más, pero de inmediato cambia las facciones de su cara a un modo más relajante. Ambos
entran al cuarto.

–Si la consciencia es una ilusión y si la ilusión es una ilusión entonces es real,


porque, soy incapaz de no creerlo, pero es desconocido para mí, indescriptible,
pero no sé qué es, estamos inseguros de estos hechos tan inesperados
ocurriendo a un lado de nuestra tan tranquila forma de vivir, donde estamos,
nosotros humanidad esparcida en diferentes galaxias lejos unos de otros, pero
tenemos problemas de cualquier tipo, todavía.–

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Se atasca de verborrea Max al paso de que va y se sienta en una esquina de ese inmenso
cuarto. Casi todos aquellos que realmente oyeron estaban estupefactos por el tan fuera de
lugar y pseudo filosófico diálogo de Max, a excepción de Lena que estaba mirando furiosa a
Max aunque sentía dolor evidentemente, y por como ella le estaba mirando a él, ella en ese
momento supo que había terminado.

Ahí en el cuarto, los demás o alguno de ellos presenciando el drama, notaron que Max
estaba teniendo un viaje mental y que seguramente habría consumido alguna droga
alucinógena, así que de inmediato fue enviado a su cuarto de nuevo.

Se suponía que Rafael cuidaría de él ahí, pero Lena pidió permiso para encargarse de ello, a
lo que Sant aceptó sin cuestionar las razones de esa petición.

Iban caminando por aquellos largos y amplios pasillos en silencio en segundos que les
parecieron eternos, particularmente a Max quien comenzó a alardear.

–Aquí estamos, sintiendo nostalgia por cosas que ocurrieron muchos años
atrás, cuando nuestros padres eran niños, y estamos riendo y llorando sobre
aquellos tiempos, mientras odiamos a nuestros ancestros y pretendemos que
estamos cambiando al mundo con las mismas ideas rebeldes.–

Se detienen y Max mira las manos de Lena con cierta tranquilidad y le dice.

–Jódete, jódete.–

De regreso al Cuartel Central de Operaciones, donde el Coronel Sant, Rafael, Constanza y


Alicia están, reciben un comunicado del Cuarto de Tele transportaciones, a lo que el
Coronel contesta al mensaje y nota que es Alison informando que el proceso de preparación
ha sido finalizado y está listo para su activación.

–Enterado y positivo, solo estamos esperando a que Urban regrese, e incluso


antes de eso debemos saber con seguridad que el escaneo de los droides que
enviamos al espacio está también completo y si es seguro aquél lugar para
enviar nuestra bomba viva para que explote pacíficamente.–

Sant lo dice con un sentido de seguridad y confidencia y sobre todo sintiendo una pronta
sensación de tranquilidad respecto a los eventos que les acontecen.

En las afueras, cerca de la Nave Satelital Isinas, Urban pilotea su nave-semilla, y estando
cerca de la nave se detiene y pide acceso y tras haber recibido un escaneo a toda la nave
incluido el mismo, sin encontrar rastros de bacterias u otras cosas, entra a la nave Madre,
llevando consigo extractos de uno de los meteoritos, pero ni Urban ni los detectores notaron
que su traje espacial tenía una diminuta apertura detrás del codo derecho, contaminando a
Urban con algún tipo de material orgánico.

Para cuando muchas personas se reunieron a recibirle, Urban estaba completamente


infectado, probablemente por alguna clase de sustancia que estaba dentro del material
extraído de las rocas que cambia de color constantemente.

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De regreso en el laboratorio, haciendo un extensivo análisis se encontraban Rafael, Alicia,
Sant, Constanza y Urban cuando él inmediatamente reportó que cuando extrajo la cosa
orgánica, en un principio tenía un color plateado pero después de recuperar oxígeno sus
colores estaban cambiando constantemente mientras todos estaban ya bien informados
entonces.

–Coronel, necesitamos oprimir el botón para realizar la tele transportación.–

Informa Ternol a Sant.


–De acuerdo, pero y que con los robots que enviamos? Han regresado? –

Pregunta Sant a Ternol.

–Sí, señor, hemos usado la tele transportación en cuanto localizamos su exacta


posición, pero debo admitir que las coordenadas estaban algo extrañas, sin
duda mal, pero no creo que las pueda describir correctamente sin estudiarlas
con calma.–

Intrigado por lo que le ha dicho Ternol, Sant le dice que el mismo irá a ver que hay con los
robots.

Max y Lena se encontraban en un cuarto platicando sobre diferentes cuestiones, vagamente,


pero nada sobre su relación. El diálogo era principalmente sobre el experimento científico
sin precedentes de como ahora los hombres pueden quedar embarazados y por medio de
cesárea dar a luz, cuando de pronto una vibración se sintió en cada uno de los cuartos y
cuarteles de operaciones y hangares alrededor de ese inmenso satélite interestelar.

Max y Lena de inmediato salieron del cuarto y fueron directo a la central de controles.

Una voz femenina informaba constantemente el siguiente mensaje:


¡La tele transportación del planeta Rue fue positiva, las vibraciones son los efectos residuales de dicho proceso,
por favor mantengan la calma!

Cuando Max y Lena llegaron al cuarto principal, no encontraron a ninguno del equipo de
investigaciones ahí, solo a otros miembros de la nave y Lena le pregunta a uno de ellos sobre
Ternol y donde se encontraba este, a lo que él le responde que Ternol se encuentra en el
Cuarto de Tele transportaciones, así que ellos fueron ahí de inmediato.

En el cuarto de Tele transportaciones, Ternol estaba informándoles a todo el equipo sobre el


procedimiento:

–Estamos monitoreando el proceso y evidentemente el cambio de partículas


en el espacio de otra galaxia están dejando severas consecuencias dentro de los
minerales de Rue, el cual explotará en los próximos 15 minutos.–

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De pie y sudando se hallaba Ternol luego de pronunciar esto al equipo entero, entonces se
sentó en su silla, y después de un tiempo estaba ahí solo en el cuarto, todos los demás
miembros del equipo estaban en otro laboratorio a excepción de Sant y Rafael que estaban
en el hangar esperando a que regresaran los droides para tele transportarlos de regreso a la
Nave Satelital Isinas.

Entonces una señal urgente aparece en una de las pantallas cerca de donde ambos se
encontraban, requiriendo respuesta inmediata, Ternol en un estado soñoliento, en un
principio no oyó el sonido, incluso le fue posible decir:

–Se siente como si hubiéramos estado aquí un día interminable, pero hemos
estado aquí durante 6 días, y odio cuando hablo solo en una conversación sin
sentido y tremendamente obvio, así que…–

Él se da cuenta sobre el urgente mensaje y lo atiende, era el Coronel Sant informándole


sobre un horrible reporte.

–Algo le ocurrió a los droides, están fuera de un funcionamiento perfecto,


hemos cometido un terrible error, no podemos culpar a Max por ello, pero
todo indica que los robots sufrieron algún tipo de alteración mientras viajaban
a otra galaxia y mientras identificábamos las coordenadas encontramos que la
locación actual a la que hemos enviado a Freu es la del planeta Tierra, y allá
no han confirmado nada, ya que esto nos indica que se tele transportó como
un fantasma interdimensional, si es que podemos estar de acuerdo en esta
simple y supuesta deducción. Esta es una catástrofe, y no podemos
comunicarlo con ellos nuestros hermanos humanos en el planeta Tierra,
Ternol, escucha no sé a quién culpar, somos todos culpables y todos somos
aparentemente inocentes, claro que ese no es precisamente el caso. Tomaré
todo el cargo y responsabilidad de ello. Tú no sabías con seguridad debido a
que las coordenadas que te enviaron eran alteraciones. Aquí en este cuarto soy
el único, y antes de darte esta información estaban aquí conmigo Rafael y
Constanza a quienes acabo de enviar al laboratorio con los demás del reciente
proyecto de clonación que inicié hace un par de horas. Sé que estás haciendo
lo mejor que puedes para lograr algo, pero es irrelevante, no le digamos esto a
nadie del equipo y comencemos a informar a nuestros oficiales en Flou sobre
esto, que debemos apresurarnos y ser cautelosos tanto como nos sea posible.
Debo irme.–

Y antes de que Sant terminase la comunicación, Ternol le dice a Sant:

–Puedo tele transportar el planeta Tierra donde el otro planeta estaba pero
será catastrófico y perecerán muchos, otra Guerra comenzará. Acepta mi
propuesta, Señor?–

–Oficial Ternol–

!
Dice el Coronel.

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–Usted tiene toda la libertad para hacerlo. Cambio.–

Fuera del cuarto donde se encuentra el Coronel Sant, Constanza ha oído la conversación
completa, pero antes de que comenzara a indagar dentro de sus propios pensamientos sobre
lo que estaba ocurriendo se distrajo sobre Max y Lena que estaban acercándose y ella les
dice que vayan al laboratorio donde están la mayoría de los del equipo de investigación, y
entonces ellos van hacia allí.

Antes de que Max, Lena y Constanza llegaran, Urban mencionó que iría de regreso a su
cuarto a dormir un par de horas, Alicia ofreció darle compañía mientras se dormía debido a
que notó que no se estaba sintiendo bien, pero Urban rápidamente le dice que no se
moleste, a lo que Alicia a duras penas acepta respondiéndole de la siguiente manera:

Pero más tarde, te daré algo de comer, aparte que la hora de comer no están tan lejos de
llegar.

Ella sonríe con él, y él se siente agradecido a las amables palabras de Alicia. Así que Urban
sale del laboratorio donde los extractos de meteoritos se hallan bajo investigación por Rafael
y otros más del equipo del satélite Isinas.

Alison no estaba, ella andaba en otro lado subiendo toda la información y realizando algo
de investigación con respecto a algunos problemas y posibilidades sobre las razones del
porqué de dicho suceso, al momento en que se sentía frustrada sobre ello y entonces voltea
su silla hacia el lado contrario, mirando hacia la ventana de la puerta de entrada cuando se
acerca y mira a Urban caminando por el pasillo, y ella se siente ansiosa por el modo en que
él camina, así que decide salir y alcanzarlo.

Alison

Espera te sientes bien?

Urban

Bueno, sí, pero es que solo necesito descansar, eso es todo.

Alison

Sí, que respuesta tan cliché, deberías de ir a checarte de inmediato.

Ella responde entusiastamente.

Urban

No estoy seguro, pero tal vez me infecté con algo ahí afuera, pero las máquinas
no pudieron detectar nada, de hecho Sant me checó en el laboratorio así lo
que necesito es dormir bien.

Sonríen mutuamente, amigablemente, entonces Urban continúa su camino y Alison después


de verlo alejarse por unos momentos, regresa al cuarto donde se encontraba.

Así y de pronto otra gran vibración ocurre.

!
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De regreso al cuarto, Ternol, miraba a una pantalla frente a él, sin hacer nada, cierra sus
ojos y comienza a murmurar cuando recibe un mensaje privado, era de su hermano,
diciéndole que rayos está pasando, a lo que Ternol responde sobre que él le informará sobre
la información cuando se haga del dominio público, pero le dice que no serán buenas
noticias.

Alison entró al Cuarto de Tele transportación y le dice a Ternol que Urban podría estar
infectado por algo que había en o cerca de las rocas, pero ella notó que Ternol parecía como
estar en otro lado, y antes de que ella le preguntara o pudiera decir algo él se voltea hacia
ella y sosteniendo sus manos con lágrimas alrededor de sus ojos le dice:

–Hemos fallado, esta segunda vibración se debió a que tele transportamos otro
planeta a donde el planeta bomba se encontraba, es el planeta Tierra.–

Por cada palabra que Ternol iba pronunciando consecuentemente, los ojos de Alison crecían
y ella se veía cada vez más y más preocupada y triste.

Muchos años luz a lo lejos, el planeta moribundo estalla, el impacto toca el Sol y la reacción
de la estrella era destruir toda la galaxia.

El planeta Tierra a un lado del planeta Flou, muchísimas naves espaciales de ambos
planetas afuera, en el espacio, y dentro de una de ellas, interminables discusiones se
realizaron sobre la pérdida de miles de vidas, las consecuencias de deformidades, nuevas
guerras, más violencia, problemas religiosos y drogadicción en su punto culminante para un
nuevo mañana, en pleno Apocalipsis Renovativo, pues, Odio, coraje, resentimiento y dolor.

Nadie fue castigado, pero Max evidentemente sintió toda la responsabilidad. El Coronel
trató de destituirse a sí mismo de su rango pero le fue negado. Ternol quiso renunciar y
regresar a Flou lo más pronto posible, pero su petición fue negada también.

El equipo fue disuelto y todos iban a estar dentro del Isinas por tiempo indeterminado sin
saber cuándo regresarían a su planeta natal. Lena era la que estaba más devastada, pero solo
ella sabía y no le dijo a nadie de que sus padres se habían perdido durante la tele
transportación, debido a que recibió esta notificación por medio de una fuente personal y
segura para ella.

Después de tantas horas dentro de un cuarto que parecía el de prisioneros, pero no del todo,
fueron todos liberados.

Cientos de naves en las afueras del espacio, entre los dos planetas, y dentro del satélite Isinas
casi todos estaban durmiendo excepto Lena y Max, cada uno en distintos cuartos, lejos
alejados uno del otro. Max llorando haciendo ruido mientras que Lena estaba sollozando en
silencio llena de coraje, ella no quería culpar a Max de todo, y entonces por algo de
distracción, pero no exactamente, se pone frente a su computadora.

Max se hallaba en su cama acostado, tratando de racionalizar todos los aspectos de la locura
de los resultados, pero más que nada con respecto a las circunstancias del porque el planeta
estaba a punto de la destrucción, él sabía que todo era irrelevante, se levanta de la cama y
enciende su dispositivo de grabación de voz y comienza a dialogar consigo mismo mientras
lo graba.
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–Estoy en el comienzo del diálogo desconocido, estoy seguro de que no puedo
explicar esta sensación, la consecuencia apocalíptica del fracaso de la
aniquilación de una gran parte de la sociedad humana, aun cuando vivamos
en galaxias distintas, y hemos prevalecido, hemos ido más allá de nuestras
expectativas con resultados dispersos pero más buenos que malos, eso creo.
Altamente improbable, lleno de entendimiento del sentido proporcional de lo
que esto es, o de donde ha venido, bueno, más me vale correr rápido o
encontrar una inteligente o presuntuosamente bella conjetura sobre el
significado y su resolución mística de esta infinita condición, aunque algo está
tomando un diferente curso y cambiando de camino, su finalidad, lo que es,
no lo que sea que pueda ser, diversificando sus deficiencias en muchos
significados de entendimientos proyectados, donde hay una continuación
irreversible, sin cambios, ilustrada e iluminado sentir de millones de poderes
concentrados de conciencia y conocimiento.–

Aquí se detiene, deja de discutir sobre ningún lado debido a que acaparó toda su atención la
brillantes de una de las cuatro lunas rodeando y protegiendo el planeta Flou. Estaba
maravillado por ello, por la proximidad a donde él estaba. Y en el momento en que supo o
recordó donde estaba, y más allá de cualquier aspecto de condición de conciencia radical y
filosófica, él estaba ahí, viviendo en un planeta dentro del cinturón de Orión.

El insomnio ya casi había desaparecido, así que Max se deja vencer ante su cama, y
acostado ahí se duerme.

Y en las horas después, cuando los sueños atrapan a todos, solo unos cuantos estaban
despiertos en la Nave Espacial funcionando completamente y monitoreándolo todo, o casi,
porque en el cuarto donde los androides se encuentran almacenados, hay uno activado, y
ese ha desactivado muchos sistemas al proyectar videos que simulan que todo sigue igual,
entonces se dirige al laboratorio con las muestras de los meteoritos y ahí prepara lo que
parece ser una minúscula bomba, usando diferentes materiales de los que han sido
recolectados por Urban.

El droide sale del Isinas y se dirige directamente a Flou.

A la mañana siguiente nadie preguntó nada, nadie sabía nada, todos aún experimentaban la
resaca por los resultados de aquella reciente y desastrosa misión.

Constanza caminaba a través de los corredores bebiendo una caliente taza de café, entonces
se detiene frente al cuarto de Lena y pide permiso para entrar a lo que Lena bastante
soñolienta acepta.

–Vamos, princesa, levantémonos, tenemos mucho trabajo que hacer, y no


sabemos que es lo que los superiores habrán de deliberar con respecto a todo
esto.–

La todavía a medio dormir de Lena apenas y puede reaccionar a lo que su amiga Constanza
le ha dicho, pero alcanza a responderle:

–Podrías apagar por favor la computadora por mí?–

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Entonces Lena se vuelve a dormir.

Cuando se sienta en la silla del escritorio para apagar la computadora, Constanza no pude
creer lo que estaba mirando, y sea lo que fuera, Lena ha estado pirateando el campo
principal de las computadoras madres, notando que ella había despachado a un robot con
porciones del meteorito hace días indicándole que fuera al planeta Flou, pero Constanza
moviéndose rápido borró todos los rastros de esa programación e inmediatamente apagó la
computadora antes de que Lena despertara completamente.

Más tarde, Constanza seguía afectada por lo que miró en la computadora de Lena y no le
preguntó nada, pero sabía que había algo mal con ella, pero no pudo entender la causa
porque no sabía que los padres de Lena probablemente murieron en la tele transportación
del planeta Tierra a la constelación de Orión.

Todo el equipo de la misión acompañados por muchos de los tripulantes de la nave Isinas
estaban en el centro de convenciones escuchando la deliberación final con respecto a los
resultados sobre la misión de la Tele transportación.

Justo cuando el debate hubo terminado, Constanza quieta y tranquilamente se acercó a Sant
y le pide que hablen en privado de inmediato.

Se encontraron en una de las galerías dentro de la nave. Cuando el Coronel llegó,


Constanza ya se encontraba allí, esperándole. Sant se sentó en una silla al lado de
Constanza, pero no muy cerca, ahí fue cuando ella resumió sus pensamientos.

–Hoy, muy temprano, poco antes de que llegase al cuarto de Lena para
despertarla, pasé por el cuarto donde mantenemos a los androides para
misiones peligrosas y noté que uno de los robots estaba perdido y en ese
momento fue cuando pensé...–

La conversación fue interrumpida cuando el Coronel recibió una llamada de Rafael


diciéndole que una porción del material del meteorito fue extraído y todo indicaba que
alguien había estado experimentando en el laboratorio mientras todos dormían, y que hay
coordenadas de un droide enviado a Flou.

Constanza se horroriza por las noticias, pero el Coronel se enfureció sobre la situación, se
pone de pie y sin perder ni un solo segundo le dice a Constanza:

–Prepara para evacuar todo el planeta, seamos prudentes con esta


información, no tenemos tiempo para deliberar en contra de las personas
responsables, quizá haya sido uno de los droides defectuosos que enviamos
hace días al espacio, tenemos que transportar a cada ser humano y criatura a
la Tierra, luego haremos lo mismo al planeta Flou como con lo que hicimos
con el otro planeta. Enviaremos a Flou a la reciente galaxia destruida, hogar
de la Tierra.–

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Mientras Sant decía todo aquello trataba de racionalizar eso mismo, incluso al principio
cuando el sintió que era como una terrible broma pesadillesca, Constanza se hallaba ahí con
ganas de llorar, se pone de pie también deseosa de seguir al Coronel hacia donde este se
dirigiese pero él le dice a ella que debe reunirse con el resto del equipo, especialmente con
Lena y Max.

Se despidieron y al paso de unos cuantos minutos, Constanza estaba de nuevo frente a la


puerta de entrada del cuarto de Lena y cuando ella abrió, Constanza no dijo nada a Lena,
solo le dio una cachetada en la cara, y antes de que Lena pudiese hacer algo, Constanza le
dice seriamente:

–No olvides apagar tu computadora antes de que tengas que irte, y claro no
olvides borrar o guardar todos los documentos importantes para ti.–

Cuando Lena oyó esto de los labios de Constanza, supo que ella sabía, y sin decir o quejarse
sobre cualquier cosa, acompañó a Constanza al lugar que sea que irían.

Había una foto de los padres de Max cayendo lentamente y quemándose hasta hacerse en
completas cenizas, estaban en un bello lugar, un bello panorama, lleno de árboles y animales
inofensivos en el planeta Tierra, entonces Max despertó y observó afuera hacia la ventana y
ve como Isinas estaba ahora muy alejada de la luna que más le había llamado la atención.

Se va y se sienta frente a su escritorio, para continuar dictando sus pensamientos de ayer,


pero esta vez decidió escribirlo todo, lo que sea que estaba pretendiendo hacer o decir:

El elixir de la interminable vida, más una metáfora mística, una simple solución para los problemas de la
mente que y aunque completamente invisible son manifestados en la sociedad humana o en cualquier sociedad
y sobre todo en la definición de la realidad, aquí entonces, en este insignificante y sin sentido campo,
entendemos la cosa simple que es como el tiempo mismo, y estoy recordando todo esto ahora precisamente por
una discusión que tuve antes de venir aquí.

Hay elementos que son luces de sentimientos orgánicos, que se diga de esta manera pues, como un árbol
dando sombra y dando también frutos. Probablemente, la absurda situación es una manifestación radical y la
propositiva sombra de la buena voluntad y adecuado sentido de percepción de la realidad, que en dicho caso, en
esos indiferentes a nosotros, sean extracciones simpáticas de memorias que se han disuelto alrededor de un
laberinto perfectamente hecho, pero la tumultuosa e infantil carcajada que doy como una relativamente
inadecuada proposición de estos tan herméticos conceptos, nada más que porque estoy estacionado en un
Satélite Espacial sin nada interesante que explicar, mientras trato de asumir y entender que fue eso lo que le
ocurrió al ahora destruido en otra galaxia planeta vecino, y porque los robots sufrieron ciertos daños y porque
los problemas son tanto manifestaciones como consecuencias sin pretender culpa como resultado de un mal
juicio hecho antes de que esto ocurriese.

Quizás podría lavarme las manos diciendo que fue todo natural, un producto de las experiencias de la vida
en el universo, pero eso no explicaría mucho, pero si estamos siempre en la adictiva necesidad de explicaciones
científicas para cualquier tipo de cosa extraña que ocurre alrededor de nosotros, entonces todos estamos muertos
esencialmente debido a ello. Y si en el futuro seremos capaces de usar la tele transportación para viajar en el
tiempo, entonces las desastrosas consecuencias podrán ser del más del 90% contra el 10% de resultados
positivos.
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Pero la tormenta es refrescante y grandiosa y somos muchos, y las parábolas de la evolución dependen, creo,
en las reflexiones de nuestras necesidades comerciales para subsistir no solo en un mundo sino en un universo
que está más allá de todo conocimiento, y tal vez así permanezca hasta llegar un día de una increíble grandeza
para todos nosotros.

La percepción individualista es un concepto como cualquier otra cosa en su rama, así que puedo explorar la
conjunción de notas sobre el todo del grande y vasto infinito espacio y trascender las barreras de mi mente y
cuerpo en el exhaustivo estudio llevado a cabo en la práctica del momento de claridad dentro de la soledad de
la oscuridad.

Aquí Max deja de escribir, y mira de nuevo hacia la ventana, deseando y esperando para
encontrar aquel maravilloso espectro de la nada, por nada en especial, probablemente en
silencio por la verdad de la que todos creen conocer, solo maravillado sobre lo que él puede
sentir estallar, pero no ver. Regresa y vuelve a dormir.

En diferentes partes del Isinas, muchas personas se encontraron colaborando para obtener
grandes resultados en lograr transportar satisfactoriamente a cada uno los seres vivos que
habitan Flou hacia el planeta Tierra.

Esta operación, desde el comienzo, les ha tomado una preparación de 3 a 5 horas, y han
pasado ya 4 horas desde que comenzaron el proceso de transportación.

Todos en sus posiciones, Alicia, Constanza, Sant, Ternol, Rafael, Alison y Lena, todos
entusiastas sobre los resultados inmediatos respecto a la operación en curso, siendo
altamente efectivos, pero Lena estaba tranquila meditando sobre lo que hizo.

El Coronel Sant dijo unas cuantas palabras cuando solo faltan 15 minutos para que la
misión fuese completada.

–Queridos camaradas, amigos y enemigos, al final esta será una misión 100%
bien lograda, sin resultados trágicos, y estoy seguro que sea cuales fuesen las
razones, ahora que nos estamos concentrando en completar este trabajo
pensemos sobre los problemas que hemos estado enfrentando desde entonces,
seamos conscientes sobre la coherencia del asunto que estamos viviendo en
estos momentos, no antes, no mañana.

Sé que no estoy seguro de lo que estoy diciendo pero acabo de darme cuenta
que mis palabras no son la verdad última, pero desde donde estoy mal lo hago
por el beneficio de la realidad desde muchas perspectivas tan posibles que
puedan existir en todos y en cada uno de nosotros. Pero estoy mal, de
entrada.–

Sant finaliza su monólogo y recibe una notificación de que todos los seres vivos del planeta
Flou han sido trasladados sin problema alguno al planeta Tierra.

Urban llega al centro principal de operaciones y se sentó a un lado de Alicia, ella solo le
sonrió.

Todas las personas se reunieron ahí, aplaudiendo y diciendo plegarias en la forma de


conversaciones comunes alrededor de esa gran sala.

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Lena quietamente se pone de pie y sale de ahí y va directamente al cuarto de Max, ella sabía
que ahí estaba, dormido, y al llegar pide autorización para entrar pero no hay respuesta, o
nadie responde. Ella esperó afuera por un par de minutos, cuando nota que Max se ha
despertado al oír ruidos dentro, entonces pide autorización de nuevo, a lo que Max
impresionado por oír la voz de Lena y en pleno estado de curiosidad, abre la puerta.

–Que es lo que estás haciendo aquí? Creí que el otro día había sido resultado
de un entendimiento más verdadero.–

Max pregunta y le informa a ella.


–Necesito que me ayudes, va a ocurrirle algo a Flou, ve a una de las lunas y
realiza algo de investigación desde ahí. Ya todos los seres vivos del planeta han
sido transferidos a la Tierra, pero un robot robó una pieza del material que
Urban trajo del espacio.–

Ella al terminar se mantuvo en silencio y pensó sobre lo que había dicho, pero solo por un
par de segundos para luego continuar:

–Cometí un error, y te odio porque creí que era toda tu culpa que mis padres
murieran cuando la Tierra fue tele transportada a esta constelación, y
entonces pirateé el sistema central del Isinas y envié el droide a Flou para que
implantara el material en un lugar que pudiera generar una explosión
inminente.–

Lo dijo la mujer sintiéndose evidentemente culpable, y mientras la miraba, Max quería


llorar pero en vez de hacer eso decidió decirle algo a ella.

–Estás equivocada, Lena, tú perra hipócrita, y estoy terriblemente apenado


por decir esto pero no es tú culpa, quizás la mía, pero quien sabe. Solo
ayúdame a ponerme dentro de un traje y una nave-semilla y estaré dentro de
una de esas 4 lunas checando el problema desde ahí.–

Con un sentimiento de desahogo dentro de sí, y en sus palabras, así fue como Max finalizó
su diálogo.

Caminaron por minutos entre pasillos y elevadores, y tras los positivos resultados de
trasladar la vida de un planeta a otro, la seguridad era menos efectiva, así que no tuvieron
muchos problemas para poner a Max dentro de una nave-semilla y enviarlo al espacio, y en
unos cuantos minutos, casi en el momento en que Max llegó a su luna preferida, Lena entró
a la sala principal de operaciones justo cuando todo estaba estabilizado en el monitor y
exactamente antes de que la Luz de Tele transportación cubriera por completo al planeta
Flou con sus cuatro lunas incluidas.

Y en cuanto la tele transportación de Flou fuese completamente concebida a otra galaxia,


ahí en el cuarto se recibió la notificación de que un ser humano también había sido
transportado con el planeta, entonces ahí los del equipo de inmediato localizaron la señal y
cuando se dieron cuenta que era Max quien se encontraba ahí, trataron de hacer contacto
con él para que regresara, pero Max desconectó la función y entonces en cuanto iba a tocar
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la luz destructiva del planeta Flou y tras mandarles la explicación científica sobre lo que
ocurrió envía un mensaje diciendo:

Todo lo que veo, es todo lo que estaba esperando vivir.

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CAPITULO II

DENTRO DEL CASTILLO BAJO LA MONTAÑA SALE EL TUMOR.

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Se comienza a materializar Federico dentro de un cuarto hecho de piedra, pero no tallado
por el hombre, o quizás así fue pero hacía muchísimo tiempo atrás, cubierto de ramas, hojas
y plantas.

Su cuerpo se regenera desde los huesos pasando por el río de nervios y las capas de la carne
hasta llegar a la piel, todo al mismo tiempo, bastante rápido.

Hay una luz que pudo haber formado parte de una vela a la cual solo queda el líquido
abajo, pero el fuego sigue ardiendo e iluminando aquél cuarto sin ventanas, aunque en una
de las esquinas, atrás al lado izquierdo de donde Federico se encuentra, hay como una
abertura por la cual entra aire, incluso la luz, probablemente sea de día, pero sus colores son
confusos, entre naranjas, amarillos, azules fríos y plateados.

Es un cuarto tan ancho y tan amplio, tanto así que las luces de un lado no se unen
completamente con el otro, es como si Federico se encontrara en el medio y el fuese él el
puente entre la luz del exterior y la de la vela extinta.

Federico, sin reconocer donde se encuentra, evidentemente cansado, escupe semillas de


guayaba y las deja caer sobre su mano derecha.

En las paredes hay dibujos tallados y palabras a las que poniéndoles un poco de atención se
complementan en frases, inclusive en párrafos, pero por el momento Fede Galahad, no está
preocupado por ello, lo que lo tiene con interés es saber dónde se haya la puerta que lo
saque de ahí.

Por momentos ve borroso y en esos momentos es invadido por recuerdos de otras vidas, de
otras caras, otros nombres, otros lugares, otros tiempos, otro tipo de circunstancias y otro
tipo de relaciones humanas.

Sin reparo alguno, deja de pensar en encontrar explicación alguna sobre sus aconteceres, y
aun cuando esté encerrado, ya está sin el estigma de las armas, sin necesidad de esconderse
debido al miedo de ser perseguido y encontrado, y entonces, vaya sorpresa, junto con las
semillas, encuentra aquél tumor que tantos problemas le había causado, cambiaba no solo
de forma sino también de color dependiendo del estado de ánimo de Federico, él lo siente, lo
sabe.

Hay una conexión que sale desde su garganta hasta el tumor, Federico lo corta de inmediato
y el tumor se comienza a pudrir, expidiendo un olor desagradable y tremendo.

A su vez Federico esperaba encontrar una perla o algún tipo de cristal valioso, de sentido
alquímico, pero solo halló cenizas y semillas listas para ser plantadas, combinadas con baba
sacada de su propia boca.

Regresan por momentos las visiones y esos espejismos tan dispersos, pero con cierto sentido
que los une a unos con otros.

A este malestar le acompaña un repentino antojo por comer algo, o más bien una sensación
real por alimentarse, tiene deseos de comer un enorme filete de carne acompañado por un
pollo a la cordon-blue, junto con espagueti y bolas de carne, un frío vaso con agua de cebada y

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darse un tremendo baño que le quite la repentina comezón que comienza a ocupar la
atención de sus manos en gran parte de su espalda y de la parte superior de su cráneo.

En el suelo frente donde está sentado, a unos 50 centímetros aproximadamente está


creciendo un pequeño fruto que da una bella guayaba, sin preguntas, pero consternado
porque aunque obtiene lo que ha pedido no es exactamente lo que ha deseado.

Sin embargo, Federico no reniega, pero le molesta un poco el hecho de comer de nuevo
guayaba aun cuando y sobre todo no es su fruta preferida.

Estaba a punto de llevársela a la boca y darle un primer bocado al momento en que mira las
paredes y las curiosidades tan bien hechas que tienen a sus alrededores.

Ahora embriagado por repentinas dudas, Federico puede apreciar, no sin un extraño grado
de sorpresa, al darse cuenta que estas frutas llevan a otros lugares, a vivir experiencias
distintas a las que se está acostumbrado el usuario o los usuarios.

Se dice que dicha fruta crece en un árbol que vive dentro del castillo, que no necesita del
calor del sol, pero no por ello evita su luz, y que lo que le hizo germinar a su semilla fue la
sangre de un ser humano, un hombre, el mítico Cristo, que vivió hace mucho tiempo atrás,
y en el mismo modo que con la luz, no necesita del agua, pero no por ello le prohíbe que
corra y entre en sus raíces y se alimente de sus minerales.

Por alguna razón, Federico decide dejar la guayaba en el suelo, por un momento mientras
digiere y continúa indagando en las inscripciones, que entre otras cosas dicen que son
experiencias relacionadas únicamente a la vida de aquel que prueba la guayaba, y se
manifiestan como interpretaciones prácticas como recuentos del pasado pero desde otro
punto de vista.

Pero aun así, Federico sabe que no es solo un recordatorio del pasado, tampoco una simple
experiencia, de pronto se pregunta si no está envuelto en su propio ombligo o si esto no es
un sueño, pero le corroe por la mente la idea de que esté encerrado en ese lugar, sin
entender el porqué de la fruta que se la apareció en aquel lago y que de pronto haya
aparecido en otro lugar, y que como si le leyeran los pensamientos tanto en forma de tortura
burlona le dan lo que quiere pero no exactamente como él lo desea, y en ese momento salen
ruidos del lado izquierdo de su estómago, siente que debe tener cuidado con eso y apreciarlo
debidamente.

Regresa Federico a mirar lo que está escrito en la pared y los párrafos que siguen hablan
sobre el significado de estar dentro del cuarto y que ahora vea como aparece la fruta para
que la consuma, pero nada dice sobre el contacto entre la primer fruta y porque razones o
que circunstancias acarrean o atraen a las personas.

Hasta ese punto ya no hay más escritos o explicaciones, entonces Federico va y se siente
frente a la guayaba que dejó en el piso y en el momento justo antes de morderla aparece un
escrito debajo de donde la había dejado y en la que aquella inscripción le sugiere que tome
medidas emocionales y mentales, que pueden ocurrir una de dos cosas o tiene más
experiencias o se abre una puerta para que salga de ahí, pero que aun así se mantenga lo
más preparado posible.

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El intrépido pero a su vez incrédulo Fede Galahad sabe que sin importar que riesgos, es
mejor salir de ahí y tomar la mayor cantidad de precauciones.

Cuando comienza a morder y a masticar la guayaba hasta acabársela en grandes bocados y


la pared a lo lejos que está frente a Federico, allá en la que en una esquina está la vela sin
cera, se agrieta, y se abre.

Inmediatamente se oye el eco de sonidos musicales, raros para sus oídos pero no así sin ser
melodiosos o que se perciban horrendos. Incluso por sus tonos no se imagina que tipo de
instrumentos se puedan estar utilizando para llevar a cabo su ejecución o si esas son notas
netamente musicales o si están escritas en algún sitio, tampoco se percibe como si fuese una
grabación de ningún tipo.

Es como si esa gran sala con enormes escaleras y larguísimos pasadizos y puertas brillantes y
bellas, aun cuando la luz no es tan amigable del todo, su música fuese echa por el sentir del
interior del propio castillo.

Federico avanza dando pasos normales pero un poco más lentos de lo normal, va
encaminado en la orilla tocando con su mano izquierda por donde avanza.

Curiosamente los tonos de luz que componen ciertos pasajes de dicho lugar son de
componentes similares si no es que de los mismos que la luz que llegaba desde arriba
cuando Federico estaba encerrado en ese cuarto.

Hay muchas puertas pero ninguna tiene cerradura y cuando se abren solo llevan a
acantilados sin fondo visible, torrentes de lluvia, ventiscas de nieve, mares sin vista a tierra
firme, desiertos y hasta en el interior de un volcán.

A lo lejos se oyen voces, y Federico entiende que se refieren a él y que van a por él en ese
mismo instante, y cuando trata de voltearse para correr al único lugar que conoce hay un
vacío oscuro como una pared pintada de negro pero al verla sabe que hay profundidad así
que decide ir por otro camino.

Baja por los primeros escalones que encuentra lo más cerca de sí, no se oyen para nada sus
pasos, tampoco su respiración, el solo la siente, tan solo sigue latente el eco de los sonidos
musicales y las voces que hablan en puros murmullos.

Federico sigue bajando y corriendo, asustado mirando fijamente sus pies pisando cada
escalón, hasta que sin saberlo y sin explicación alguna encuentra a unos cuantos metros un
enorme comedor precisamente con lo que había deseado comer, de inmediato sabe que son
los efectos de haber consumido la guayaba con anterioridad.

Los sonidos siguen pero ahora un poco distantes, oye sus pisadas, el eco impregna hasta
retumbar con las paredes más cercanas.

Las voces desde hace rato que no se escuchan.

Es una mesa para unas 20 personas, Federico se sienta en una de las sillas, entre el centro y
las esquinas.

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Sin ruidos comienzan a llegar más personas, entre mujeres, hombres, niños y ancianos,
todos se sientan a disfrutar del banquete, que quizá el propio Federico haya imaginado.

Por uno de sus tantos lados hay una altísima y ancha puerta de cristal y que al abrirse da
hacia el exterior donde se encuentra un majestuoso jardín.

Pronto, Federico observa que el árbol de guayabas está dentro y cerca del comedor y no
afuera, como otros árboles de otros distintos frutos.

Invadido por el sabor de la comida, la amabilidad de la compañía, Federico es cegado por


una luz que por segundos constantes y en continuidad le es imposible mira lo que acontece
frente a sí y para cuando recupera la vista no hay nadie en ese gran comedor, no está ahí el
guayabo y tampoco aquella enorme puerta hacia quizá un posible exterior.

Cuando Federico se pone de pie, nota que ha comido aquello que tanto anhelaba, pero
también advierte que no hay ningún plato o algo relacionado a ello sobre el comedor, sus
manos no tienen olor a carne o a pollo, y su aliento no es sino al de una guayaba recién
comida.

Una brisa fresca sale de las entrañas del árbol, recién aparecido, y una de sus hojas se
desprende hasta llegar a tocar la frente de Federico quien siente una indescriptible
tranquilidad y cierra sus ojos al momento en que la hoja se deshace y como líquido teñido
en color rojo se esparce por el rostro de Federico pasando por su cuello y sus hombros hasta
ir un poco más abajo y desaparecer completamente.

Federico pronuncia una frase.



Los ancestros del Mañana.

Y con sus párpados oscureciendo la vista de sus ojos, comienza a experimentar una visión
como si fuese una indulgencia verídica en donde aquellos que pertenecen al mañana son los
que dejan atrás todo lo que deberían hacer hoy, como removiendo el pasado y arrastrando el
presente con las yagas del ayer para mutar en lo inamovible del asunto y poder erradicar
cualquier decisión de crear una constancia en el desarrollo de algo.

Y es que una bola de trogloditas perdidos en un desierto con millares de lagos cubiertos por
agua, iban desencadenando unos con otros gritos de alegría mientras se embriagaban de las
divinidades y los placeres que dichos manantiales y fantasías se iban acoplando a sus deseos.

En un principio eran 6 de ellos, hasta que los deseos y las visiones desaparecieron y estos
personajes fueron muriendo hasta quedar 4 solamente, y cada uno fue perdiendo su cuerpo
en el camino. A uno solo le sobrevivió el cerebro, a otro el corazón, a otro el cuerpo y al
cuarto su alma, que como una gota de agua, se evaporó en medio de aquel calor y se llevó
consigo todas las partes restantes de sus amigos. Y es que el espíritu como es esencia pura y
cósmica por elementos naturales e inimaginados.

Ahí estaba aquella puerta sin llaves o cerraduras, completamente abierta, ese gran desierto
en espera de que Federico se aventure y de una vez por todas salga de aquél castillo, más sin
embargo y antes de poner un pie sobre la tan espesa arena se detiene por un leve momento
al oír que golpea con la punta de su zapato una pequeña vasija o vaso con tapadera que no
se abre.
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Toma la pequeña vasija y la abre, el olor lo reconoce como si fuese el de tinta, no mete el
dedo ni hace algo parecido para asegurarse, y entonces simplemente la esparce y luego lanza
también la vasija vacía hasta donde alcanza a llegar desde donde está Federico.

La puerta de aquél desierto se comienza a cerrar y Federico se hace para atrás y se da la


vuelta para volver a adentrarse a los pasajes de aquél inhóspito castillo.

Por primera vez puede notar que el castillo cambia constantemente, sufriendo metamorfosis
arquitectónicas y ahora no solo se encuentra frente a sí el árbol sino que a sus lados están
dos puertas.

Sin decidirse a cual, Federico va hacia una que tiene en una de sus esquinas abajo hay una
pequeña bolsa y que al abrirla hay un puño indeterminado de semillas, abre la puerta y es
ahí donde está el mar de agua dulce que no hace ruido y deja caer las semillas.

De inmediato va hacia la otra que tiene a un lado a una enorme cruz y cuando abre esa
puerta es en el fondo de un volcán y haciendo algo de esfuerzo deja caer la cruz.

Pone su atención Federico en la majestuosidad del árbol, y sin ser muy expresiva su gratitud,
que el mismo no entiende, se sienta frente a aquél guayabo, pero cierto es que no tiene la
forma de uno que de guayabas.

Las puertas han desaparecido, y ya por ningún lado hay escaleras o ventanas o más
interminables puertas o pasadizos, solo es un cuarto oval, grande pero no gigantesco,
tampoco modesto, y la luz tenue pero brillante, nada cegadora llega desde arriba, donde hay
una apertura circular, el árbol no se encuentra exactamente en el centro, y la iluminación no
da sobre todo el cuarto, hay lados, sobre todo en las orillas en los que hay sombras.

El invitado Federico se sienta frente al árbol, está ansioso y ciertamente desesperado, lleno
de dudas, con miedo, sudando, pero sin decirle nada, creé que el árbol escucha sus
pensamientos y hasta lo entiende sin que Galahad tenga nada que explicarle.

Alguna vez, fue una pequeña flor, no existía ese castillo, la luz no llegaba por ahí, y tal vez,
pero los cambios inevitables no sean tan prominentes y positivos como el estado actual en el
que se encuentran todas las cosas.

Las ramas del árbol comienzan a hacer ruidos, pero no hay aire entrando por ningún lado y
varias de sus hojas se elevan hasta salir por donde entran colores claros, cálidos y fríos como
el color de una rara noche.

Se dejan de mover sus alargados y fuertes brazos, Federico solo está observando tranquilo, se
siente apenado y continúa sintiéndose asustado, no solo lo inaudito de encontrarse dentro de
un lugar como ese, pero ya no por saber porque y con qué razón, sino tan solo por el simple
hecho de la extrañeza de lo que se presenta frente a sus ojos.

La posibilidad de estar de pronto pensando e imaginando, incluso visualizando en su mente


tantos escenarios de distintos ejemplos, pensando en que tal vez esté perdiendo el tiempo, en
que significado esto pueda tener, que tipo de metáfora.

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Aquello lo mantiene al tanto, pero no responde de inmediato a que el árbol ha dejado de
moverse. En otro lugar, cruzando la barrera de cientos de espejismos ilusorios.

De su cuerpo salen fantasmas que apestan, sin verlos, tan solo con su mirada fija al árbol,
Federico cierra sus ojos. Estos entes lo llenan de dudas, son como parásitos externos que han
llegado a invadirle, y sin saberlo van y se unen al árbol y su pestilencia le nutre, a diferencia
de que a Federico lo consumían.

Desde arriba irrumpe un grupo de hombres a los cuales no se diferencian uno del otro,
bajan en escaleras y comienzan a talar el árbol.

Federico abre sus ojos y lo tienen amenazado con flores que expiden un perfume que al
olerlo podría hacerle perder el aliento, con dulces que al tragarlos podrían hacerle que se
ahogase.

Y claro, solo uno de ellos lleva un arma, y mientras otros talan el árbol y lo convierten en
pequeñas partes, Federico huele las flores y se come los dulces, y antes de que acaben de
deshacer por completo al árbol, Federico se vuelve arena.

El grupo de hombres que finalmente han encontrado lo que buscaban suben por las
escaleras y se van.

Una hoja se estampa sobre la frente de Federico, quien observaba a la luna para luego ir
mirando directamente al árbol de guayabas que tiene a un lado; frente al pequeño lago que
va y desemboca al río.

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