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Impacto de Diferentes Estrategias de Control de Convección Interna en Un Rendimiento de Colector CPC No Evacuado
Impacto de Diferentes Estrategias de Control de Convección Interna en Un Rendimiento de Colector CPC No Evacuado
Durante la última década, los avances tecnológicos observados en los materiales del colector solar,
a saber, mejores recubrimientos de absorción espectralmente selectivos y cubiertas de vidrio ultra
claro, contribuyen a mejorar el rendimiento y se traducen en mayores rangos de temperatura
operativa con valores de mayor eficiencia.
Los colectores solares aún tienen ventajas en los niveles de fabricación, confiabilidad y / o costo,
haciéndolos interesantes y competitivos para una gran gama de aplicaciones, en particular, en
rangos de temperatura de hasta 80°C. Sin embargo, estas ventajas no han impedido el mayor
inconveniente de estos colectores en comparación con los ETC: pérdidas térmicas debido a la
convección interna que impiden su uso general en el rango de temperaturas de funcionamiento de
hasta 150°C.
1. Introducción
El balance de energía en un colector solar resulta de: el flujo radiativo transferido efectivamente a
la superficie del absorbedor y otras superficies expuestas internas; el calor útil extraído al fluido de
transferencia de calor; y todas las pérdidas térmicas en el entorno (Rabl, 1985; Duffie y Beckman,
2006). Dado que la mayoría de los colectores no evacuados poseen aislamiento y un recinto de
absorción acristalado, la convección interna debe manejarse con cuidado si se reducen las
pérdidas de calor del colector. Eso se muestra claramente por los ETC, en comparación con los
colectores no evacuados: después de la eliminación de la convección interna, debido al vacío
creado entre las superficies del absorbedor y la cubierta. Como resultado, los ETC presentan un
coeficiente de pérdida de calor muy reducido y pueden funcionar a temperaturas más altas. Sin
embargo, los colectores no evacuados tienen algunas ventajas en fabricación, confiabilidad,
durabilidad y nivel de costos en general, lo que los hace competitivos para una amplia gama de
aplicaciones, en particular en el rango de temperaturas de operación que alcanzan, digamos, 80°C.
Se han estudiado varias estrategias diferentes de mejora de la eficiencia en las últimas décadas, a
saber:
el uso de relaciones de baja concentración con colectores de CPC, lo que permite la reducción
del área de absorción y se beneficia del hecho de que las pérdidas de calor están más
fuertemente reguladas por el área de absorción (Rabl, 1976; Carvalho et al., 1987) que por el
área de apertura de entrada;
el uso de diferentes gases inertes como medio de llenado del recinto (Benz y Beikircher, 1999;
Benz et al., 1996; Malhotra et al., 1980; Peuser et al., 2002; Vestlund et al., 2009);
la adopción de barreras físicas dentro de las cavidades de CPC, reduciendo las velocidades del
flujo de aire interno y las condiciones de convección interna (Collares-Pereira y Carvalho,
2003; Eames y Norton, 1995).
Para este propósito, se desarrolló una nueva herramienta integrada de diseño de CPC, que
permite el diseño, la caracterización óptica y térmica de los concentradores de CPC (Horta, 2011).
Por lo tanto, los concentradores de CPC pueden diseñarse y sus parámetros de rendimiento de
eficiencia, tal como se describen y obtienen en el método de prueba estacionario de la norma
europea para pruebas de colectores solares (EN, 2006), se pueden calcular completamente en
cada uno de los casos considerados. Comenzando con la evaluación del rendimiento de un
concentrador de CPC inicial de 1.15 con un absorbedor plano, los efectos del aumento de la
concentración, la adopción de un medio de llenado de la cavidad de gas Argon y el uso de
deflectores internos (ICB) en las superficies del absorbente y la cubierta, se evalúan en secuencia y
los resultados se presentan en términos de parámetros de curva de eficiencia y cambios del
modificador de ángulo de incidencia. Estos resultados se utilizan para evaluar la entrega de
energía en dos ubicaciones diferentes, E ́ vora (PT) y Cairo (EGY), suponiendo que las diferentes
configuraciones de colector se modelan a una temperatura de operación constante de 150°C.
La simulación y caracterización de CPC es una tarea multidisciplinaria que involucra temas como la
óptica sin imagen, el trazado de rayos y la dinámica de fluidos computacional. Teniendo en cuenta
el estudio de diferentes geometrías para el diseño de CPC, se desarrolló un modelo numérico
integrado, que permite una definición más fácil de las condiciones límite de modelado térmico de
CPC.
A partir de una definición básica de la forma del absorbedor y los parámetros del concentrador,
como la relación de concentración, la altura total o el ángulo de truncamiento, el diseño de CPC se
desprende de la aplicación del método de cuerda (Winston et al., 2005). A partir de la forma del
concentrador, se crean un dominio óptico y una malla de elementos finitos, con fines de
evaluación óptica y térmica, respectivamente.
La evaluación óptica de CPC sigue un análisis de trazado de rayos que incluye las propiedades
ópticas de los materiales y sus respectivas variaciones angulares. Finalmente, el transporte de
calor dentro de una cavidad CPC se modela tiene un problema de convección natural dentro de
una cavidad no uniformemente calentada
Se han propuesto varios enfoques en la literatura para imponer condiciones de límite de vorticidad
(Napolitano et al., 1999; Sousa y Sobey, 2005; Spotz, 1998; Weinan y Jian-Guo, 1996). En el
presente trabajo, se adoptó la aproximación Thom de tercer orden (Ninomiya y Onishi, 1991),
Para simular las condiciones de operación, como se define para el método de prueba del colector
estacionario (EN, 2006), se supone que los flujos de calor con respecto a la absorción de
irradiación externa en las paredes de la cavidad, ˙q RT y ˙qRTdif , y la eliminación de calor útil, ˙q u, son
constante. Todos los demás flujos dependen de la temperatura y se calculan después de la
solución del campo de temperatura de la cavidad del paso de tiempo anterior.
Los cálculos preliminares han mostrado problemas de inestabilidad numérica debido a los altos
gradientes de flujo de conducción local. Como resultado, se utilizó un flujo de calor con una
temperatura superficial promedio, Tsurf, sobre el perímetro de la superficie, lsurf.
o, en el caso de una superficie de cubierta más expuesta, teniendo en cuenta también las pérdidas
por radiación en el cielo (MacAdams, 1954),
donde Uamb representa la velocidad del flujo de aire externo sobre la superficie considerada.
donde ~ fij representa (un valor nodal de) el factor de forma de la superficie asociada con el nodo i
a la superficie asociada con el nodo j.
El cálculo de los valores nodales para los factores de forma de la superficie, ~ fij, resulta de un
cálculo preliminar de los factores de forma de la superficie asociados a los diferentes bordes m
que definen el límite del dominio, ~Fmk. Flujos de transferencia de calor en el límite de la cavidad
del concentrador. El cálculo de los factores de forma del borde se realiza utilizando el método de
Monte Carlo (Vujicic et al., 2005), como se ilustra en la Fig. 2, siendo
Donde ~Fmk es la relación entre la cantidad de rayos emitidos, n rayos,m y la cantidad de rayos que
impactan en la superficie k , nhits,k. En el presente trabajo se utilizó nrays,m = 500.
La distribución nodal del contenido de potencia asociado a un rayo dado, Q ray, golpeando el borde
m confinado por los nodos i y j, como se ilustra en la figura 3, es inversamente proporcional a la
distancia entre el punto de intersección P y los puntos I y J, coincidente con los nodos i y j, de
acuerdo con
los parámetros de la curva de eficiencia a1 y a2 se determinan después de una curva estadística del
método de mínimos cuadrados ajustada a los puntos simulados (η, Tf).
En este análisis, Tf = abs, un enfoque válido considerando la eliminación uniforme del calor en la
superficie del absorbedor, correspondiente a un factor de riego F’≈1. Las simulaciones térmicas se
basan en condiciones ambientales constantes de acuerdo con la Tabla 1.
Tabla1
Condiciones ambientales
En el cálculo de la distribución del flujo radiativo dentro de las cavidades de CPC, se consideró una
división del haz en 200 rayos igualmente espaciados, con incidencia normal para la distribución del
flujo de radiación del haz, como se ilustra en la figura 4, y con incidencia hemisférica, en 0.5° pasos
de incidencia, para la distribución difusa del flujo de radiación (enfoque isotrópico), como se
ilustra en la Fig. 5. Las propiedades ópticas de los materiales y sus correspondientes variaciones
angulares (Duffie y Beckman, 2006) se consideraron en este cálculo.
Los cálculos de eficiencia óptica, ηO, resultan de la distribución del flujo radiativo del haz y los
componentes de radiación difusa sobre la superficie del absorbedor, de acuerdo con
El cálculo de los modificadores de ángulo de incidencia transversal, K t, sigue una división del haz en
500 rayos igualmente espaciados, considerando las propiedades ópticas de los materiales y la
variación angular correspondiente. Los modificadores de ángulo de incidencia longitudinal, K l,
siguen un enfoque de acristalamiento de una sola cubierta (b 0 = 0.1 y c = 1.0, Rabl, 1985).
Tabla 2
Propiedades dimensionales, térmicas y ópticas (promedio) de los materiales colectores.
Fig. 4. Distribución del flujo radiactivo para la radiación del haz en la simulación de la configuración C-1.74 ICB: (a)
trazado de rayos, (b) qRT (W / m2).
El prototipo se probó de acuerdo con los procedimientos definidos para un método de prueba de
colector estacionario (EN, 2006) en un banco de pruebas dedicado (LES / UESEO) con un ángulo de
inclinación constante β = 35°, alineación EW y seguimiento azimutal (es decir, incidencia
longitudinal normal θ1≈0).
Fig. 5. Distribución del flujo radiactivo para la radiación difusa en la simulación de la configuración C-1.74 ICB.
La incertidumbre de los parámetros medidos experimentalmente (Sabatelli et al., 2002) también
se representa en la figura 7.
Los resultados simulados obtenidos para los parámetros de la curva de eficiencia están en buen
acuerdo con los resultados experimentales, lo que permite la validación del modelo numérico, el
algoritmo informático y la definición de las condiciones de contorno.
Tabla 3
Parámetros experimentales y simulados de la curva de eficiencia para el prototipo de CPC.
cuyos impactos aislados y combinados sobre el rendimiento del colector se evalúan mediante una
evaluación óptica y térmica de seis configuraciones de cavidades CPC diferentes: cuatro
geometrías diferentes, como se ilustra en la Fig. 8, y dos cajas de medio de llenado.
A partir de una configuración de CPC completo del absorbedor plano, se consideran tres factores
de concentración diferentes para el diseño de CPC completo: C = 1.15, C = 1.5 y C = 2.0. Teniendo
en cuenta las condiciones de similitud para el flujo interno en las tres configuraciones de CPC
(como medios para aislar el impacto del factor de concentración sobre el rendimiento del
colector), se utilizó el truncamiento (Winston et al., 2005; Carvalho et al., 1985) para C = 1.5 y C =
2.0 configuraciones, lo que permite una relación constante de altura a apertura (referida al CPC
completo) en las tres configuraciones de CPC, de acuerdo con la Tabla 4.
Fig. 8. Mallas adimensionalizadas utilizadas en la discretización del dominio físico para las cuatro geometrías de
cavidades CPC diferentes simuladas: (a) C-1.15; (b) C-1.43; (c) C-1.74; (d) C-1.74-ICB.
fueron diseñados de acuerdo con el método de línea de flujo (Winston et al., 2005; Chaves, 2002)
a la configuración C = 1.74. Los deflectores se ubicaron al 25%, 50% y 75% de la longitud del
absorbedor, y al 50% de la longitud de la cubierta, lo que resultó en una configuración adicional de
ICB C = 1.74 cuyos resultados se compararon con la configuración de la cavidad transparente C =
1.74 correspondiente.
Tabla 4
Parámetros de truncamiento y factor de concentración efectivo para C = 1.15. C = 1.5 y C = 2.0
configuraciones de diseño de CPC completo.
El impacto de las estrategias aisladas y combinadas sobre el rendimiento del colector podría
evaluarse después de la variación de los diferentes parámetros de la curva de eficiencia, referidos
a las configuraciones de referencia C-1.15 y C-1.74, como se presenta en la Tabla 8.
El efecto del aumento de los factores de concentración da como resultado una reducción de la
eficiencia óptica, previsible en vista de un mayor número de reflexiones promedio y una reducción
tanto del coeficiente global de pérdida de calor como de su variación con el aumento de las
temperaturas de operación, expresadas en coeficientes a1 y a2, respectivamente, previsible
resultado en vista de la reducción en el área de absorción.
La adopción de Argón como gas de relleno no afecta la óptica del colector, la eficiencia óptica, ηO,
que permanece sin cambios mientras se reducen tanto el coeficiente global de pérdida de calor
como su variación con el aumento de las temperaturas de operación, a1 y a2. Tales resultados
representan valores de eficiencia más altos en todo el rango completo de temperaturas de
operación, al comparar C-1.74 con configuraciones de C-1.74-Ar.
Tabla 7
Parámetros de curva de eficiencia para las diferentes configuraciones de colector.
Es interesante observar que el impacto de las estrategias aisladas sobre los valores de eficiencia
para T*= 0.125 es similar: un aumento en el factor de concentración de C eff = 1.15 a Ceff = 1.74
produce un aumento del 29.9% en la eficiencia; la adopción de un Argón como medio de relleno,
entre las configuraciones C-1.74 y C-1.74-Ar, produce un aumento del 30.2% en la eficiencia; y la
adopción de deflectores internos en la configuración C-1.74-ICB produce un aumento del 29.1% en
la eficiencia.
Estos resultados demuestran claramente el interés de cada una de las estrategias de control de
convección internas consideradas, para una operación al régimen de temperatura prescrito, con
un efecto de estrategias combinadas que resulta en un aumento total de la eficiencia del 115.7%.
Fig. 10. Puntos operativos simulados y curvas de eficiencia para las configuraciones de CPC simulado.
Tabla 9
Eficiencias del colector para T*= 0.125 y variación de eficiencia porcentual, referidas a las configuraciones de
referencia C-1.15 y C-1.74.
(METEONORM, 2009) con temperatura promedio mensual y condiciones de irradiación de acuerdo
con la Tabla 10 - considerando una orientación Sur, α = 0°, un ángulo de inclinación β = 35° y
temperaturas constantes de entrada y salida de fluido, T in = 140°C, Tout = 150°C.
De hecho, la relación entre eficiencia y rendimiento del colector podría no ser sencilla. Además de
las condiciones locales, como el nivel de radiación difusa o la temperatura ambiente, ponderando
de manera diferente los efectos ópticos o térmicos de cada estrategia, las aplicaciones a
temperatura de funcionamiento constante imponen una condición de "irradiación crítica" al
colector para la operación, es decir, para un nivel dado de irradiación, el colector podría estar o no
funcionando, en lugar de operar con una eficiencia proporcionalmente menor.
4. Conclusiones
Los resultados obtenidos tanto para los parámetros de la curva de eficiencia como para el
rendimiento del colector demuestran claramente la idoneidad de todas las estrategias de mejora
de la eficiencia consideradas, a saber, para las condiciones de operación correspondientes a T*=
0.125, en el rango de entrada de temperaturas medias.
Con respecto a la eficiencia del colector, se demostró que el efecto aislado de cada estrategia es
similar, con una eficiencia que aumenta η(0,125) ≈30%, referida a las configuraciones de CPC de
referencia correspondientes, y un efecto combinado de todas las estrategias consideradas que
resultan en un aumento de la eficiencia η(0.125) = 115,7%, con respecto a la configuración inicial
de diseño de referencia de CPC.
Teniendo en cuenta los resultados de rendimiento del colector obtenidos bajo la temperatura de
funcionamiento constante prescrita de 150°C, se demostró que, en condiciones de El Cairo, se
obtuvieron mejoras de rendimiento acumuladas del ≈70% con cada una de las estrategias
consideradas, mientras que para E’vora 46.8%, 58.9% y se obtuvieron mejoras de rendimiento de
56.6% para el aumento del factor de concentración, cavidad llena de argón y estrategias de
deflectores internos, respectivamente.
Los resultados de rendimiento, además de una validación debida de las estrategias consideradas,
también ilustraron el impacto de las condiciones ambientales locales en la ponderación de los
diferentes efectos ópticos y térmicos de cada estrategia, especialmente en aplicaciones a
temperatura de operación constante, imponiendo una condición de "irradiación crítica",
permitiendo una evaluación exhaustiva de las estrategias de control de convección más adecuadas
para ubicaciones prescritas y condiciones de operación.