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Nelson Mochilero
4 4.024 5 minutos leídos
Al viajar descubrirás que puede ser muy difícil llevar una dieta. Para muchos viajeros, llegar a un
lugar donde la comida resulta novedosa complica la misión de mantenerse dentro de un régimen
alimenticio. Y es que si bien tenemos gustos propios, también necesitamos nutrientes específicos,
tenemos preferencias, alergias, padecimientos o simplemente hábitos distintos.
Nos ha pasado, nos pasa o nos puede pasar. Y no hablamos solo de dietas por cuestiones
estéticas. Mira por ejemplo los siguientes casos que te pueden incluírte en una dieta:
• Alérgico
• Embarazada
• Vegano
• Irritación estomacal
• Vegetariano
• Musulmán, Judío, Hindú, Testigo de Jehová
• Intolerante a la lactosa
• Estar bajo medicamentos
• Colon irritable
• Diarrea del viajero
• Recién operado
• Fisico culturista
• Muela del juicio
• Diabético
• Anémico
• Colesterol elevado
• Bajando de peso
… solo por mencionar algunos casos.
Cada problema alimenticio tiene una manera distinta de ser confrontado: Lo importante es que
puedas tener a mano el abastecimiento nutricional que necesitas.
Comer es importante para vivir. Comer bien, es importante para vivir bien.
Aprende a diferencias los alimentos entre:
• lo que debes comer
• lo que puedes comer
• lo que te gusta comer
• lo que no debes comer
Ayuda a que te entiendan tus necesidades alimenticias.
Para prepararte, imprime una pequeña lista en el idioma del país de destino que incluya todos
aquellos ingredientes que no puedes consumir. Pasada la fase de investigación, traduce y comprende
los alimentos y bebidas que podrías conseguir.
En el listado incluye aquello que te favorece consumir o estarías encantado de probar.
Por ejemplo puedes empezar así:
• Soy alérgico a:____
• En vez de___ puedo comer___
• Por favor no añadir los siguientes ingredientes:____
• Tengo restringido comer cosas que contengan:____
• No puedo masticar: _____
• Prefiero las siguientes bebidas:____
• Necesito alimentarme de: _____
No todos conocen las insumos de los que están hechos ciertos productos por lo que es mejor que
seas específico (en vez de preguntar por una “opción vegana” a secas, por ejemplo). Por ejemplo
alguien podría servirte una hamburguesa vegetariana que en realidad incluye grasa animal para
darle sabor.
Muchos te dirán que pongas la mirada sobre las frutas y las verduras ya que se encuentran en todos
lados. Mentira.
No creerías la cantidad de lugares donde es extremadamente difícil conseguir buenas frutas y
vegetales. La parte más austral de la Patagonia por ejemplo, o muchas partes de Europa durante el
frío invierno.
A pesar de ello hay pequeñas ventanas y oportunidades que debes aprovechar durante tu recorrido
para rescatarte y abastecerte con lo que necesitas.
Aquí algunas ideas:
Atunes – La carne de pescado no solo tiene proteínas sino que es una de las más saludables.
Sardinas enlatadas – Ricas en sales y aceites esenciales
Sopas deshidratadas – No la mejor opción, pero útiles para combinar con vegetales, añadir huevos,
leche, queso o lo que tu dieta te permita.
Menestras – Llevar unas cuantas bolsitas de menestras puede asegurarte una buena dosis de
carbohidratos y proteínas.
Stevia – Para endulzar la vida sin usar azúcar
Sal de Maras o del Himalaya – Consideradas las mejores del mundo, no solo una fuente altamente
saludable de sal
Maca – Puedes conseguirla en polvo y significará una gran dosis de proteínas y energía para tu
dieta.
Quinua – Existe una razón por la que es usada por astronautas y un elemento favorito entre veganos
y vegetarianos.
Verduras enlatadas – No son mejores que las frescas pero peor es nada.
Barras energéticas naturales – Algunas incluyen excelentes mezclas de semillas y otros nutrientes.
Hongos – Se pueden cocinar de mil maneras y algunos hasta saben a carne.
Solo por mencionar algunas ideas.
Conclusión
Es probable y típico que se presenten problemas con la alimentación del viajero pues la rutina y los
insumos alimenticios varían de ciudad en ciudad. Al mismo tiempo el cambio de rutina, el encontrar
sabores nuevos o la falta de ejercicio pueden complicarlo.
Quienes tienen restricciones de carácter médico o de salud deberían estar doblemente alertas. Para
ello recapitulamos las acciones a seguir:
• Haz una lista de lo que no puedes comer
• Imprime una tarjeta con tus restricciones alimentarias en el idioma del lugar de destino.
• Investiga las alternativas locales que existen disponibles.
• Preparate para momentos en donde no puedas encontrar nada.
• Abastecete en cada oportunidad que tengas para los siguientes días.
• Lleva los ingredientes que más necesites.
Ojalá estos consejos te hayan sido de ayuda.
Gracias por leer este artículo. Si eres viajero úsalo, si eres lector aprende, si eres “escritor” no lo
copies.
¡Abrazos y buenos viajes!