Está en la página 1de 7

Sánchez Navarro, Martha.(2014). Decretarse. El arte de alcanzar tus metas.

México: Porrúa.

Prólogo
La mayor parte del tiempo no somos conscientes de lo que ahí está aconteciendo.
Así como la mayor parte del tiempo no somos conscientes del aire que
respiramos, tampoco lo somos de nuestros pensamientos. Sin embargo, ambos
forman parte de nuestra rutina cotidiana.
Cuando señalo que son obvios me refiero a que constituyen un lugar común que
damos de hecho, tal como sucede cuando nos damos cuenta que amanece,
atardece y anochece. Estos momentos los experimentamos con mucha claridad y
certeza, de hecho nuestras actividades están reguladas por esos horarios. De eso
depende la hora en que nos levantamos, acostamos, alimentamos, trabajamos,
etc. El tiempo adquiere tal dimensión funcional… Nuestro día transcurre sin que
estemos conscientes de que mientras actuamos los pensamientos están
sincronizados con nuestras acciones. Son el equivalente al atardecer, etcétera,
solo que como esto es exterior nos resulta más fácil percibirlo, mientras que los
pensamientos, dado que son internos, nos cuesta mucho trabajo ponerles
atención.
La autora de este libro nos brinda una metodología especialmente práctica para
que podamos ejercitar con el fin de lograr nuestras metas.
Ahora bien, ¿cuál es la importancia de los pensamientos?...Puedo afirmar que sí
existe una decisión trascendente que podemos tomar en la vida, un arte que
podamos dominar que nos ofrezca la abundancia y la plenitud que anhelamos,
está consciente en el dominio de nuestros pensamientos. La evolución y la dicha
que tanto anhelamos dependen de esta habilidad. La persona que sabe dirigir sus
pensamientos es dueña de su vida, de su destino. Por lo tanto, si queremos que
nuestros sueño de dicha y abundancia se materialicen tendremos que empezar
por asimilar la premisa de que la naturaleza de los pensamientos determinan la
calidad de nuestra vida.
Tu vida es una copia de tus pensamientos.
Estas palabras te muestran a detalle esta cadena con sus correspondientes
eslabones.
 Presta atención a tus pensamientos, porque se tornan palabras.
 Cuida tus palabras, porque se manifiestan en acciones.
 Cuida tus acciones, porque desembocan en hábitos.
 Cuida tus hábitos, porque se transforman en carácter.
 Desarrolla tu carácter, porque se convierte en destino.
Esto es así porque habitamos en una sociedad diseñada no para la evolución de
nuestro ser sino para los caprichos frívolos de nuestro ego.
Habitar en una sociedad deshumanizada como la nuestra significa que poblamos
nuestra mente con pensamientos tóxicos, que nos conducen al establecimiento de
un estilo de vida plagado de autosabotaje, frustración, amargura, vacío existencial,
sufrimiento, desolación y por consecuencia una gran indigencia espiritual… Buda
expresaba: “Ni tus peores enemigos te pueden hacer tanto daño como tus propios
pensamientos”.

Presentación
Nos educaron para pensar mal de nosotros, pensando que así nos iban a proteger
de las cosas malas y evitar que nos pasara. Fuimos programados en negativo.
Checa los dichos populares: “piensa mal y acertarás”, “más vale malo conocido,
que bueno por conocer”, “los hombres no lloran”, “el amor duele”, “quien te ame, te
hará sufrir”, “este es un valle de lágrimas”, “las cadena del matrimonio son tan
pesadas que se necesitan dos para cargarlas”, “los hombres son infieles”, “el
dinero no alcanza”, “hay que apretarse el cinturón”…
La noticia es que los pensamientos son como semillas que, que si las sembramos
en nuestras mentes y les damos energía, terminarán germinando y floreciendo.
Nadie en su sano juicio pediría un mal para sí o para los demás, pero no nos
damos cuenta de que inconscientemente, pensando justamente en lo que
queremos vivir, le estoy dando energía a eso y terminaremos atrayéndolo a
nuestro mundo.
Todos somos hijos de un poder superior que nos creó a su imagen y semejanza;
eso nos dicen, pero ¿realmente entendemos lo que esto quiere decir?
Generalmente no.
Somos hijos de un creador que ha creado el cosmos, universo, flora, fauna, a ti y a
mí; y nos regala además la posibilidad de ser cocreadores, como él, de nuestras
propias experiencias, de nuestra historia.
Esto cambia toda nuestra percepción, haciéndonos conscientes de que nuestra
vida es una gran oportunidad, puesto que somos un espíritu en un cuerpo y
nuestro regalo es la creatividad.
Sabemos que lo que que sembramos, cosechamos, y que nadie puede sembrar
coles y cosechar lechugas. Lo anterior quiere decir que si siembras dudas,
sufrimiento, tristeza, inseguridad, etc., ¿qué vas a cosechar? ¡Claro, así lo
entendemos más fácil! Hay gente que sufre, juzga, critica, está triste, pero espera
que algún día pueda cosechar felicidad, aceptación y alegría. Sabemos que esto
no sucede. Si yo quiero felicidad, tengo que sembrarla y pronto la cosecharé.
1. El principio del mentalismo
Lo que hace que un pensamiento se manifieste es la repetición y la emocionalidad
que lleva detrás. Si yo pienso en una tarugada una vez, no pasa nada, pero si
pienso una tarugada muchas veces, sí.
La emoción quiere decir movimiento y es la energía que hace realidad los
pensamientos. Esto explica por qué justamente lo que no queríamos que pasara,
pasó.

2. La ley de la correspondencia
Vamos a ver que no somos víctimas de las circunstancias, sino que cocreadores y
cómplices.
Cada quien viene creando su futuro por medio de sus pensamientos recurrentes y
la emoción que conllevan.
Hay dos emociones raíz: el amor y el miedo; este último es más bien ausencia de
amor, pues donde hay amor no hay miedo, y donde hay miedo no hay amor.

3. Ley de la polaridad
El miedo es un sistema de protección que tiene el cuerpo para sobrevivir.
Para dar hay que tener. Si yo te ofrezco una copa de vino, tengo que tener vino; si
yo te quiero dar amor y no me quiero, ¿qué es lo que te doy?
Una mente se programa por repetición: diciéndole lo mismo muchas veces. Al
principio puede ser que no lo crea, pero después de varias repeticiones la mente
lo acaba aceptando como una verdad absoluta.
Por ejemplo: la mamá con el suéter del niño: “ponte el suéter que te va a dar
gripa”. El niño no entiende, porque él tiene calor y lo que le dice su mamá no
concuerda con lo que siente; pero ella se lo repite tantas veces que el niño acaba
aceptándolo como una verdad, y ¡claro!, ¡cuando se pone el suéter le da gripa!
Las mamás éramos las grandes programadoras de las mentes de nuestros hijos,
sin saberlo. Cuántas veces te has visto diciéndoles a tus hijos lo mismo que te dijo
tu mamá y que a ti no te funcionó, sabiendo que a ellos tampoco les funcionará;
entonces solo hace lo que aprendiste, repites lo vivido, justamente cuando tú lo
querías hacer diferente.
Si son las creencias las que conforman nuestras vidas, yo puedo cambiar mi
creencia y cambiar mi vida.
“Si lo creo, lo creo”. Expresa que si lo creo de pensamiento, lo acabo creando de
experiencia.
Ya quedamos que los pensamientos no son en abstracto, que son energía y que
atraen a su igual, que lo que hace que un pensamiento se manifieste es la
repetición y la emocionalidad que lleva detrás. Esto quiere decir: si está en tu
mente, pronto estará en tu vida.
No tiene que ver con el afuera, sino con el adentro, mis pensamientos son “la
causa” y, lo que vivo, “el efecto”.

4. El principio de causa y efecto


No somos culpables de nada, pero sí somos responsables de todo. Si nos abrimos
a la posibilidad de que yo tengo que ver con lo que me pasa, también se abre la
posibilidad del cambio… ¡y esto es maravilloso! Si no depende de mí, no importa
qué haga: no podré cambiarlo; pero si sí, yo puedo modificarlo.
Nadie puede dar lo que no tiene y la buena nueva es que somos seres
reprogramables, que nuestra mente es como una computadora capaz de
reprogramarse para pensar bien. Pero recuerda que haciendo cambios positivos
en tu vida afectas a tu entorno y por lo tanto al mundo. De eso se trata el regalo de
la vida.
El amor es la energía creadora que nos permite crear a través de ella nuestra
historia.
Generalmente la gente pide, ruega, implora, suplica que aquello que quiere se
manifieste, sin darse cuenta de que la emoción que hay detrás es miedo y por
vibración, atrae lo mismo: inseguridad y desconfianza.
Medita en esto. Lo primero que necesitas para que algo suceda es pensar que sí
se puede, que es factible, si no, es como el que pide trabajo rogándoles a Dios no
encontrar.
Haz una lista de creencias negativas que tengas en relación con…
Necesitas ser muy honesto, recuerda que no es un ejercicio de juicio sino de
concientización.
Nos la pensábamos pensando una y otra vez lo mismo, esperando que un día
cambiara, sin recordar que el mismo camino me lleva siempre al mismo lugar, y
que si quiero ir a otro lugar, debo tomar otro camino. Funciona igual con las ideas.
Si quiero que mi experiencia cambie, requiero cambiar el pensamiento.
Lo primero es un pensamiento que dispara la emoción. Esto quiere decir que yo
me siento como me siento porque pienso lo que pienso; si yo cambio mi
pensamiento, cambio el cómo me siento.
Un decreto es un pensamiento hecho palabra.

5. Ley de la vibración
Nada en inmóvil; todo está en movimiento, todo vibra.
Por la ley de la vibración, nosotros atraemos aquello que estamos pensando, no
sabíamos que la trilogía es pensamiento, palabra y obra. Tiene lógica: si lo pienso,
lo platico y lo imagino, lo acabaré viviendo.
Para decretar correctamente, hay que cumplir tres características:
1. Positivo. Hemos visto que lo siembro, cosecho. Los decretos son creencias en
potencia que plantamos en la mente; al inicio no lo creo, y es por eso que se trata
de un decreto y no de una creencia. Una creencia es algo que yo creo que es
verdad, y un decreto es una nueva idea que no me creo, pero que quiero
incorporar a mi marco de creencias, y que por repetición y emocionalidad
terminará siendo creencia.
2. Personal.
3. Presente.
Si alguien se ofende y dice cosas horribles, pensamos que tuvo un mal día; pero si
alguien habla bien de sí, decimo “¡ay, qué modesto!”, o sea que está bien tratarnos
mal, pero no podemos tratarnos bien. Suena raro, ¿verdad?
“Finge hasta lograrlo” (Mary Kay).
Todo lo que crees, no lo crees porque sea verdad, sino porque te lo dijeron
muchas veces.
En el mundo espiritual se cree que los hijos escogen a los padres porque ellos
representan el patrón que vienen a superar, no a repetirlo. Recuerda que lo que no
se repara se repite.
 Te amo cual eres por ser tú mismo.
 Agradezco el regalo de tu nacimiento.
 Gracias vida por tu ritmo, por tu tiempo y espacio.
Los cambios son naturales, y recuerda que todo cambio es bueno. Aprende a fluir
para poder estar en paz.
6. El principio del ritmo
La visualización es la habilidad que tiene la mente de crear a través de la
imaginación, proyectando en nuestra pantalla mental aquello que estamos
pensando. Como el ejemplo del ladrón en la azotea…Si te das cuenta, somos
capaces de imaginar cualquier cosa.
La visualización creativa, como su nombre lo indica, es guiar mis pensamientos
para crear imágenes y escenas de situaciones que sí quiero vivir, aunque no
vayan de acuerdo con lo que percibo afuera a través de mis cinco sentidos.
La diferencia entre sueño y realidad solo es el tiempo. El que yo me quede ahí con
la idea recurrente en mi mente y que crea que es posible.
El merecer es todo un tema. Nos hicieron creer que no éramos merecedores y
quién sabe qué tantas cosas más… que no crearon un ambiente ni de confianza ni
de amor. ¡Claro que mereces!, estás aquí, vives, respiras, piensas, ya con eso es
suficiente para darte cuenta de que si puedes pensarlo, puedes vivirlo, que sí hay
y que sí te llega.

7. Principio de la concepción
El sentido del humor ayuda mucho, muchísimo. Se nos había olvidado que esta
experiencia es de amor y de gozo. Mucha gente se ha tomado a pecho que el
sufrimiento es necesario, que la cosa es seria y solemne, pero ha y un sinfín de
testimonios de personas en el lecho de muerte que piensan: ojalá me hubiera
divertido más, ojalá me hubiera reído más, ojalá hubiera tomado más riesgos,
ojalá hubiera dicho cuánto los amo, ojalá hubiera ayudado a más gente… Hubiera
y hubiera y hubiera, y ya no tienen tiempo.
Nosotros sí lo tenemos, y aquí y ahora podemos empezar por no tomarnos tan en
serio rescatar a nuestro niño interno, que son las cualidades de mi infancia que
mantengo dormidas o castigadas, pero que siguen ahí.
Las emociones son lo que de da energía a mis pensamientos. El agradecimiento
tiene una vibración altísima. Si logras entusiasmarte sin motivo aparente, estarás
educando a tu mente para manifestar el bien.
El estar bien no quiere decir que procures evadirte o que seas irresponsable. Al
contrario. Quiere decir que eres lo suficientemente inteligente para escoger
pensamientos buenos, pensamientos que te hagan sentir bien. No digo que sea
fácil, solo que sí se puede y que bien vale la pena el resultado. Recuerda: tú eres
dueño de tu mente, tú puedes pensar bien o pensar mal, ese es tu regalo: la
libertad, y según escojas, será el resultado. Es cuestión de práctica, créeme, y yo
te voy a ayudar.
Recuerda que sin esfuerzo no hay crecimiento.

También podría gustarte