1.3 -La planeación turística ha sido definida de manera general como el
proceso racional u ordenado para alcanzar el crecimiento o el desarrollo turístico de un territorio en particular. El estudio del turismo desde diferentes autores se abordado desde una perspectiva sistémica. Asumir el turismo como un sistema, ha generado que se presenten diversos autores que plantearon modelos sistémicos para sus esquemas. Como lo afirma Osorio(2000 y 2004), hasta el modelo planteado. En la planificación turística existen sistemas turísticos que nos ayudaran a comprender mejor y poderlo analizar mejor. Sistema es una totalidad organizada, hecha de elementos solidarios que no pueden ser definidos más que los unos con relación a los otros en función de su lugar en esa totalidad. Un sistema turistico es un modelo conceptual de proceso formado por un conjunto de elementos ordenados según sus funciones y su localización espacial, que se enlazan racionalmente entre si por medio de los principios o reglas del mercado (oferta! demanda y regulación), manteniendo a su vez relaciones de intercambio con otros sistemas de diferente rango. Tenemos componentes que componen la oferta dentro de este modelo: Atracciones - Transportes - Servicios de la planta turística - Promoción La sumatoria de esto da como resultado la creación y comercialización de productos turísticos. Se compone desde dos perspectivas por: Mercados turísticos actuales y potenciales Nacionales y extranjeros. En este capítulo se realiza una reflexión sobre los hábitos de consumo de turismo que predominan en los jóvenes de hoy en día. En la actualidad, para la gente joven el turismo se ha convertido en algo que va más allá del hecho de viajar. El turismo consiste en vivir y disfrutar de experiencias de viaje genuinas y auténticas. La tecnología forma parte de su estilo de vida, y por tanto, también de sus viajes. La juventud impulsa el Turismo y desarrollando programas de manera, integral, participativa y formal; ya que actualmente este no puede aprovechar de manera práctica su potencial turístico ni desarrollar una oferta a nivel competitivo por la inexistencia de un plan turístico efectivo. Si es difícil abordar a la juventud como objeto de análisis, lo es más aún en el marco de la época de cambios acelerados que nos toca vivir, ya que es precisamente en el sector juvenil dónde las transformaciones se tornan más visibles y evidentes. Vivimos en una cultura teñida por las características de la posmodernidad, en la cual predominan actitudes relativistas. Cada vez más se hacen presentes personas con tendencia individualistas que excluyen de su preocupación las necesidades de los demás. El hombre parece preocupado por pasarlo lo mejor posible sin ser capaz de asumir compromisos ni realizar grandes esfuerzos, inserto en una sociedad donde no hay verdad ni mentira, no hay normas, y donde sólo vale ser feliz a muy corto plazo. Estos rasgos puestos de manifiestos en nuestra sociedad posmoderna preocupan, ya que condicionan las elecciones valorativas que hacen los jóvenes e impregnan su modo de actuar.. En este contexto nuestro objetivo es conocer la relación que establece con el mundo de los valores un sector particular de la juventud , constituida por jóvenes que están culminando la escuela secundaria. Nos interesa indagar cómo piensan los jóvenes hoy, a qué valores adhieren, cómo los ponen de manifiesto en sus conductas, en la organización de su vida cotidiana y en su participación como miembros de la sociedad. Este trabajo replica algunos aspectos de la citada investigación en una aproximación a la realidad de los jóvenes que cursan la secundaria en el colegio. La problemática de los valores en general, y especialmente en la etapa de la juventud, despierta en este tiempo un interés particular. Si bien en el último tiempo se observa un incremento de investigaciones respecto a esta problemática, el interés hacia la misma es relativamente nuevo. Es posible encontrar publicaciones al respecto recién luego de haber transcurrido dos o tres años de la década de los 90. En los últimos tiempos esta cuestión es frecuentemente abordada en congresos, encuentros y jornadas que aluden a la educación. Se reconoce como valor aquello a lo que se otorga un significado especial en la definición de criterios orientadores de la conducta y en las relaciones que se establecen con el mundo y la sociedad. El hombre individualmente y la comunidad o grupo cultural, se manejan con algún ordenamiento de los valores que sustentan y explican las opciones y conductas singulares. En la vida personal los valores se vinculan con los sentidos que se otorgan a la propia vida y con las elecciones que se realizan en el mundo familiar, social, profesional. En la vida de la comunidad, los valores se relacionan con los estilos de vida, con las costumbres, con la manera especial de relacionarse unos con otros, con los sistemas de organización social que se establecen; en una palabra, con la cultura de la comunidad. En general los valores presentes en la vida del hombre se vinculan con la dimensión religiosa, entendiendo por tal aquélla que alude a los últimos sentidos y explicaciones de la vida y del mundo. El sentido religioso surge en los pueblos primitivos a temprana edad como respuesta a interrogantes que el hombre se plantea en torno a los misterios de la existencia. Las creencias religiosas se integran a la cultura de un pueblo y legitiman conductas, ritos y también principios morales. Los valores no son algo hecho y acabado sino que exigen su concreción en un hacer determinado y devienen en una ordenación de la existencia. Su elección implica poseer categorías o criterios que colaboran con la definición de lo que realmente vale para cada uno y para la comunidad. En nuestro país, en los últimos años, algunos estudios se ocupan de la problemática de la juventud y de los valores. Estas investigaciones ofrecen conceptualizaciones sobre los mismos y, en algún caso, presentan datos empíricos sobre esta realidad. La etapa de la adolescencia es un momento donde es posible reconocer en la interioridad del joven la elección y el surgimiento de valores personales que van a contribuir con la orientación de su conducta en el medio social y con la formación de su personalidad moral.
La mayoría se encuentra entre los 17 y 18 años, que es la edad prevista para
culminar regularmente los estudios secundarios. El 46% son varones y el 54% mujeres, proporción que se corresponde con los datos oficiales respecto a los valores.
El 53% de los jóvenes estudia en centros educativos públicos y el 46% en
colegios privados, los porcentajes obtenidos en la muestra, coinciden por tanto con los datos oficiales de la Dirección de Estadística Educativa.
La mayor parte de ellos no trabaja en forma permanente, aunque un 40%
manifiesta haberlo hecho en alguna oportunidad. Del 13% que dice trabajar la mayoría son varones.
El grupo familiar es el marco de convivencia más frecuente en este sector de
la juventud , el 74% vive en hogares con los dos progenitores, el 18% de los casos viven solos con su madre y un 3% lo hace sólo con su padre.
En lo referido a la ocupación de sus padres sólo un 11% de los encuestados
responden que sus padres están desocupados; el resto señala que al menos uno de sus padres trabaja (el 89% de los padres y el 67% de las madres). Ambos progenitores son los que contribuyen con sus ingresos al sostén económico de la familia.
En cuanto a las categorías de trabajos de padres y madres, encontramos que
un 8% son directivos o empresarios, un 31% son docentes, comerciantes o profesionales y/o técnicos, un 29% son empleados de la administración pública, de comercio u otro empleo.
En lo referido al nivel educativo de los padres la mayoría, el 72%, cuenta con
estudios secundarios y superiores, el 20% tiene estudios primarios completos y sólo un 5% no logró completar este nivel.
Según estos datos puede considerarse que estos jóvenes pertenecen a un
sector de la población que forma parte de estratos sociales favorecidos. Las familias que pertenecen a este sector generalmente tienen una alta valoración por el estudio. En investigaciones sobre calidad de la educación y rendimiento académico estas características referidas a la ocupación y al estudio de los padres son estimadas como variables positivas en los trayectos escolares. Cabe recordar, además, que según ya lo señaláramos los jóvenes se encuentran cursando el último curso de la escuela secundaria, haciéndolo en el tiempo previsto, probablemente sin situaciones de repitencia o fracaso escolar.
1.3.1-En la juventud y cultura genera objetivos, conjuntamente con las
instituciones culturales de los gobiernos de los estados, programas y actividades con un perfil específico para jóvenes, con el propósito de acercarlos a las diversas disciplinas artísticas. Establecer programas de difusión en medios audiovisuales dirigidos a jóvenes, con el objeto de captar su atención y dirigirla hacia el disfrute del arte y la cultura. Estimular el trabajo de creadores o grupos artísticos juveniles procurando su participación en diversas actividades, concursos y festivales. Impulsar actividades a través de las cuales los jóvenes conozcan, valoren y disfruten su patrimonio cultural, propiciando el respeto y la sensibilidad hacia las diferentes culturas de su país y del mundo. Propiciar programas que generen experiencias en que los jóvenes se reconozcan como sujetos creadores, sensibles, propositivos y críticos, y así contribuir a que la cultura sea fuente de estímulos para su desarrollo intelectual y creativo. Generar actividades que fomenten la creatividad y la imaginación en los jóvenes, contribuyendo a un desarrollo integral y armónico, así como brindar experiencias que los inviten a expresar su forma de ser, de percibir, organizar e interpretar el mundo, sus costumbres y sus tradiciones, fortaleciendo su identidad. Promover la participación de los jóvenes en el desarrollo artístico y cultural del país con un carácter incluyente que impulse la apertura de oportunidades para su desarrollo humano, social y productivo. Garantizar la correcta aplicación del Programa de Desarrollo Cultural para la Juventud como un instrumento de colaboración y concertación entre los estados y el gobierno federal, para desarrollar programas y actividades culturales en beneficio de la población joven de México. Constituir fondos estatales para el desarrollo cultural de la juventud, con financiamiento federal y estatal sobre la base de aportaciones bipartitas y paritarias. Distribuir de manera equitativa los recursos que se destinen al Programa para atender la diversidad cultural, regional y social de la juventud mexicana. Promover la participación de asociaciones civiles, fundaciones, universidades, organismos internacionales y representaciones del extranjero en México, para la generación de recursos y el desarrollo de actividades culturales que contribuyan al desarrollo integral de los jóvenes. Crear condiciones de equidad en la asignación de recursos del Fondo considerando todos los sectores sociales, expresiones artísticas y culturales, de género y en situación especial. 1.3.2- La políticas y estrategias de las juventudes en nuestro país y en el contexto latinoamericano ha atravesado en los últimos años cambios fundamentales, desde concebirlos como un grupo generacional en situación de vulnerabilidad hasta visualizarlos como sujetos de ejercicio de derechos y de ciudadanía plena, lo que supone su inclusión en todos los ámbitos del desarrollo nacional. Se suman a este escenario las condiciones propiciadas por el Gobierno actual, para la inclusión de todos los sectores como actores de los procesos de cambio, donde de manera evidente los/as jóvenes constituyen actores estratégicos/as. No obstante, es necesario reconocer que persisten barreras para la definición de políticas inclusivas que respondan a sus necesidades. Barreras vinculadas a una insistente significación negativa de las juventudes y al rol que se les asigna, sumado a los limitados espacios de participación a los que acceden. En ese sentido, el Plan Nacional Quinquenal de Juventudes recupera las situaciones favorables que se tienen en el contexto actual y confronta las limitaciones que aún existen, para cimentar la construcción de las juventudes como un camino para romper el círculo de la pobreza y promover el encuentro de horizontes más favorables para el desarrollo nacional. Tarea que requiere del concurso de todos los sectores, sus voluntades y recursos, así como el reconocimiento del valor, la responsabilidad y la capacidad de las juventudes para generar y profundizar el proceso de cambio. En coherencia con este enfoque, el presente plan se elabora en un proceso participativo que llega a los nueve departamentos, donde 922 jóvenes pertenecientes a una amplia diversidad poblacional participaron y elaboraron sus propuestas. Además de establecerse en el proceso contactos con instancias prefecturales y municipales de las capitales, que presentaron propuestas para responder a las diferentes demandas juveniles enriqueciendo, de esta manera, el Plan. Para llegar finalmente a establecer un trabajo intersectorial con diferentes Ministerios y Viceministerios para articular acciones y responder a los planteamientos de los jóvenes. Impulsar y apoyar el estudio y la investigación sobre el patrimonio cultural tangible e intangible a través de la producción y difusión de textos, videos y grabaciones. Promover actividades encaminadas a que los jóvenes reconozcan, valoren y disfruten su patrimonio cultural y artístico, propiciando el respeto y sensibilidad hacia todas las expresiones artísticas y culturales del mundo. Diversidad cultural Fortalecer la riqueza artística y cultural de todas y cada una de las expresiones, individuales y colectivas, de los grupos sociales y pueblos que integran nuestra nación. Fomentar la producción entre los jóvenes de obras artísticas y artesanales de acuerdo con sus inquietudes, actitudes, prácticas, interpretaciones y experiencias. Apoyar la creación y consolidación de espacios independientes para la producción, reconocimiento e inclusión de la diversidad estética y heterogeneidad juvenil. Difusión y promoción cultural Estimular la producción en medios audiovisuales de las obras, con contenidos artísticos y culturales dirigidos a y por jóvenes, y su difusión en estaciones de radio y canales de televisión. Difundir permanentemente los programas y actividades dirigidos a los jóvenes a través de los medios de comunicación, públicos y privados. 1.3.3- Si es difícil abordar a la juventud como objeto de análisis, lo es más aún en el marco de la época de cambios acelerados que nos toca vivir, ya que es precisamente en el sector juvenil dónde las transformaciones se tornan más visibles y evidentes. Obiols señala que vivimos en una cultura teñida por las características de la posmodernidad, en la cual predominan actitudes relativistas. Cada vez más se hacen presentes personas con tendencia individualistas que excluyen de su preocupación las necesidades de los demás. El hombre parece preocupado por pasarlo lo mejor posible sin ser capaz de asumir compromisos ni realizar grandes esfuerzos, inserto en una sociedad donde no hay verdad ni mentira, no hay normas, y donde sólo vale ser feliz a muy corto plazo. Estos rasgos puestos de manifiestos en nuestra sociedad posmoderna preocupan, ya que condicionan las elecciones valorativas que hacen los jóvenes e impregnan su modo de actuar2. El estudio que se presenta a continuación da cuenta especialmente de algunos capítulos de nuestra investigación Intereses, costumbres y valores de la juventud cordobesa. Una exploración en estudiantes del último año de la escuela mediarealizada en el Centro de Investigación de la Facultad de Educación de la Universidad Católica de Córdoba en el corriente año. En este contexto nuestro objetivo es conocer la relación que establece con el mundo de los valores un sector particular de la juventud cordobesa, constituida por jóvenes que están culminando la escuela secundaria. Nos interesa indagar cómo piensan los jóvenes hoy, a qué valores adhieren, cómo los ponen de manifiesto en sus conductas, en la organización de su vida cotidiana y en su participación como miembros de la sociedad. La investigación se ha llevado a cabo a través de la administración de un cuestionario a una muestra de 1.004 jóvenes de la ciudad de Córdoba que, en el mes de octubre de 2002, asistían al último año del Ciclo de Especialización3. Tiene como antecedente inmediato el trabajo realizado por el Banco Alemán en la ciudad de Buenos Aires Los jóvenes hoy: segundo estudio sobre la juventud en Argentina4, cuyo objetivo fue obtener una radiografía de los jóvenes, mostrando cómo son y cuáles son sus valores y sus costumbres. Este trabajo replica algunos aspectos de la citada investigación en una aproximación a la realidad de los jóvenes cordobeses que cursan él ultimo año del nivel medio en las escuelas de la capital.