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Universidad Autónoma de

Campeche

Facultad de Derecho
“DR. Alberto Trueba Urbina”

Jonathan del J. Naal Jiménez.

Control de lectura 3ra Sub


Competencia.

Carlos E. Ancona Salazar

6to “C”
2019 – 2020 ll
Las acciones de inconstitucionalidad son uno de los juicios de control de
constitucionalidad previstos en la Constitución federal, y se encuentra en su
artículo 105, fracción II.

1.- OBJETO

El objeto de los juicios de control de constitucionalidad es justamente revisar que


las normas jurídicas secundarias y los actos de las autoridades respeten la
Constitución. Las acciones de inconstitucionalidad, en concreto, sirven para
reclamar la inconstitucionalidad de una norma general. El tipo de control
constitucional que se ejerce mediante este juicio suele llamarse “control abstracto”,
pues no es necesario probar que la norma reclamada ha producido un daño
específico, sino que basta argumentar hipotéticamente y de manera abstracta cuál
es la afectación que su vigencia provoca a uno o más artículos de la Constitución
federal.
Este juicio se tramita únicamente ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
dentro de los 30 días naturales posteriores al de la publicación de la norma que
busca reclamarse, y puede ser iniciado por un número cerrado de actores
gubernamentales previstos en la fracción II, del artículo 105 de la Constitución. Lo
anterior quiere decir que las acciones de inconstitucionalidad no están disponibles
para los ciudadanos, sino que funcionan como un mecanismo de control entre los
poderes del estado.
El estudio que la Suprema Corte lleva a cabo en este juicio es el de contrastar la
norma impugnada con los artículos constitucionales que potencialmente puede
violar. Si la Suprema Corte determina que la norma impugnada efectivamente
afecta algún artículo constitucional por una mayoría de al menos ocho votos, dicha
norma se invalida; es decir, es eliminada del ordenamiento jurídico, y pierde
validez. Deja de existir. Cuando no se alcance la mencionada mayoría calificada
en la votación, el asunto será desechado, y la norma impugnada permanecerá
dentro del sistema jurídico.

2.- Legitimación.

La cuestión más polémica y debatida por la doctrina jurídica es la relativa a la


legitimación para interponer el recurso de Inconstitucionalidad, sin duda por la
trascendencia y los efectos de este tipo de recurso.
Se determina que están legitimados para interponer el recurso de
Inconstitucionalidad el presidente del Gobierno, el defensor del pueblo, 50
diputados, 50 senadores, los órganos ejecutivos de las Comunidades autónomas
y, en su caso, las Asambleas de las mismas. Este precepto constitucional reserva,
pues, la legitimación en tales casos a determinados sujetos jurídicos u órganos (o
fracciones de órganos) públicos, por razones fácilmente comprensibles. En
palabras del Tribunal Constitucional se ha adoptado «un sistema de numerus
clausus taxativo y riguroso (...) seguramente en atención a razones de prudencia
políticas y de seguridad y normalidad jurídica».
l. Están legitimados para el ejercicio del recurso de inconstitucionalidad cuando se
trate de Estatutos de Autonomía y demás Leyes del Estado, orgánicas o en
cualquiera de sus formas y actos del Estado o de las Comunidades autónomas
con fuerza de Ley, tratados internacionales y Reglamentos de las Cámaras y de
las Cortes Generales:
a) El presidente del Gobierno.
b) El defensor del pueblo.
c) Cincuenta diputados.
d) Cincuenta senadores. .

ll. Para el ejercicio del recurso de inconstitucionalidad contra las Leyes,


disposiciones o actos con fuerza de Ley del Estado que puedan afectar a su
propio ámbito de autonomía, están también legitimados los órganos colegiados
ejecutivos y las Asambleas de las Comunidades autónomas, previo acuerdo
adoptado al efecto.».
Este precepto contiene, por de pronto, algún vacío normativo, pues, si nos
atenemos a una interpretación literal estricta, no prevé legitimación ninguna para
impugnar los Reglamentos de las Asambleas legislativas de las Comunidades
autónomas, que serían por ello inimpugnables a no ser que se considerasen como
actos con fuerza de Ley o que se supliese la falta de referencia a ellos por la
alusión a los Reglamentos de las Cámaras (interpretando esta expresión como
comprensiva de las Cámaras legislativas autonómicas). Pero el principal problema
que plantea es el de la legitimación de los órganos de las Comunidades
autónomas.
Los sujetos citados en el apartado I, están legitimados in genere para interponer el
recurso de inconstitucionalidad, los órganos representativos de las Comunidades
autónomas: a) sólo pueden interponerlo contra leyes del Estado; b) no contra
todas ellas, sino sólo contra las que puedan afectar a su ámbito de autonomía; c)
nunca podrán recurrir contra leyes de otra Comunidad autónoma, y d) el Ejecutivo
regional no podrá impugnar ni siquiera las leyes aprobadas por la Asamblea de su
Comunidad.
Esta restricción de la legitimación de las Comunidades autónomas ha producido
cierta confusión en la doctrina, más aún en cuanto que ha sido objeto de discusión
en dos recursos de inconstitucionalidad resueltos por el Tribunal Constitucional en
sentido distinto, aunque aplicando una misma interpretación.

3.- Procedimiento.

1) Fase postulatoria.
Se refiere a la primera fase de la instrucción en donde los promoventes exponen
sus pretensiones y afirmaciones sobre los hechos y se invocan las normas
jurídicas aplicables al caso. Así se determina el contenido (objeto) del proceso

 Presentación de la demanda.
Debe de presentarse dentro de los 30 días naturales posteriores a aquella en que
la Ley o T.I. que se pretende impugnar hayan sido publicados en el medio oficial
correspondiente. Se deben satisfacer los siguientes requisitos en el escrito (Art. 61
LR105):
a) Nombre y firmas de los promoventes;
b) Órganos legislativos y ejecutivo que hubieran emitido y promulgado el acto
reclamado;
c) La norma general cuya invalidez se reclame y el medio oficial en que se hubiere
publicado; y
d) Conceptos de invalidez.

 Admisión de la demanda.
El Presidente de la SCJN designa a un ministro para que ponga la demanda en
estado de resolución. Se da vista de la demanda a los órganos “demandados”
para que en un plazo de 15 días (6 en materia electoral) rinda un informe en
donde sostenga la validez de la norma impugnada.
Posteriormente se da vista de la demanda y los informes rendidos al PGR para
que formule su respectivo pedimento hasta antes de que se dicte la sentencia
definitiva.
La admisión de una A.I. no da lugar a la suspensión de la norma cuestionada.
 Aclaración.
Si el escrito en que se ejerce la A.I. es oscuro o irregular, el Ministro Instructor
debe prevenir al demandante para que la aclaren dentro del plazo de 5 días (3 en
materia electoral).

2) Fase probatoria.
Las partes pueden aducir todos los elementos a su alcance para comprobar sus
pretensiones sin importar que estén o no contemplados en la Ley como
probatorios.
Hasta antes de pronunciar el fallo, el M.I. está facultado para solicitar a las partes
todos los elementos que a su juicio sean necesarios para la mejor solución del
asunto.
Rige un principio de equidad en la carga de la prueba.
La parte demandada está obligada a demostrar la constitucionalidad de sus actos,
mientras que la actora, debe comprobar su interés jurídico mediante conceptos de
invalidez.
Pruebas admisibles: Testimonial, Pericial, Inspección Ocular, Documental y
Presuncional.
Pruebas no admisibles: Posiciones y aquellas contrarias a derecho.
El ofrecimiento y desahogo de pruebas siguen los lineamientos del Juicio de
Amparo (Arts. 32 y 33 LR105).
El CFPC es de aplicación supletoria en todo a los que se refiera a la fase
probatoria.
El ofrecimiento y admisión de pruebas está limitado a que los medios de
convicción guarden relación con el objeto de la A.I., o bien, que influyan en la
Sentencia Definitiva.
3) Fase de juicio.
La valoración de las pruebas está sujeta al principio de libre apreciación con
ciertas acotaciones.
Agotado el procedimiento se decreta el cierre de instrucción para dar lugar a que
el M.I. proponga al Pleno de la SCJN un proyecto de sentencia definitiva.
4) Sentencia.
1) Sobreseimiento: Refiere la improcedencia por que el acto impugnado no existe
o por actualizarse un supuesto de improcedencia;
2) Estimatoria: En donde la SCJN considera que en efecto el acto impugnado
atenta la Constitución;
3) Desestimatoria: Declaración explícita de constitucionalidad del acto impugnado,
o bien no se declara inconstitucional por no haberse alcanzado la mayoría
requerida por la Ley al efectuar el voto.

Contenido formal
1) Fijación breve y precisa del acto impugnado;
2) Preceptos que las fundamentan;
3) Consideraciones que sustenten su sentido, así como los preceptos que se
estimen violados;
4) Los alcances y efectos de la sentencia;
5) Puntos resolutivos que decreten el sobreseimiento, validez o invalidez del acto
impugnado; y
6) En su caso, el término en que la parte condenada deba realizar una actuación.

4.- Resoluciones.
Al dictar sentencia, la Suprema Corte de Justicia corrige los errores que advierta
en la cita de los preceptos invocados y suple los conceptos de invalidez
planteados en la demanda. Más aún, puede fundar su declaratoria de
inconstitucionalidad en la violación de cualquier precepto constitucional,
independientemente de que se haya o no invocado en el escrito inicial.
Las sentencias relativas a la no conformidad de leyes electorales con la
Constitución sólo podrán referirse a la violación de los preceptos expresamente
señalados en el escrito inicial.
Las resoluciones de la Corte declararán la invalidez de las normas impugnadas
sólo si son aprobadas por ocho votos, cuando menos. En caso contrario, se
desestimará la acción ejercida y se ordenará el archivo del asunto.
Las sentencias se regirán por lo dispuesto en los artículos 41, 43, 44 y 45 de la ley
reglamentaria.
Según el primero de estos preceptos, las sentencias deberán contener:
I. La fijación breve y precisa de las normas generales o actos objeto de la
controversia y, en su caso, la apreciación de las pruebas conducentes a
tenerlos o no por demostrados;
II. Los preceptos que la fundamenten;
III. Las consideraciones que sustenten su sentido, así como los preceptos que
en su caso se estimaren violados;
IV. Los alcaldes y efectos de la sentencia, fijando con precisión, en su caso, los
órganos obligados a cumplirla, las normas generales o actos respecto de
los cuales opere y todos aquellos elementos necesarios para su plena
eficacia en el ámbito que corresponda. Cuando la sentencia declare la
invalidez de una norma general, sus efectos deberán extenderse a todas
aquellas normas cuya validez depende de la propia norma invalidada;
V. Los puntos resolutivos que decreten el sobreseimiento, o declaren la
validez o invalidez de las normas generales o actos impugnados, y en su
caso la absolución o condena respectivas, fijando el termino para el
cumplimientos de las actuaciones que se señalen; y
VI. En su caso, el término en el que la parte condenada deba realizar una
actuación.

Las razones contenidas en los considerandos que funden los resolutivos de las
sentencias aprobadas por cuando menos ocho votos, son obligatorias para la
Salas de la Corte, los Tribunales de Circuito, Juzgados de Distrito, Tribunales
Militares, Agrarios y Judiciales del orden común de los Estados y del Distrito
Federal, y administrativos y del trabajo, sean éstos federales o locales. Ahora bien,
por igualdad de razón, las razones contenidas en los considerandos que funden
las resoluciones de los recursos de reclamación y de queja promovidos en relación
con esos medios de control constitucional deben tener los mismos efectos.

5.- Recursos.
La ley reglamentaria contempla la procedencia de dos recursos en el
procedimiento de la acción de inconstitucionalidad: de reclamación y de queja.
No podrían promoverse la revisión o la apelación porque este procedimiento es de
una sola instancia y sus sentencias son irrecurribles.
El artículo 70 de la ley reglamentaria indica que la reclamación procede contra los
autos del Ministro instructor que decreten la improcedencia o el sobreseimiento de
la acción.
Este recurso puede ser interpuesto por el actor, el demandado, los terceros
interesados, el Procurador General de la República y el Ejecutivo Federal éste a
través del secretario del ramo, jefe de departamento administrativo que
corresponda o consejero jurídico del gobierno, siempre por escrito para permitir el
ofrecimiento de pruebas y correr traslado a las partes y al tercero interesado y
ante el presidente de la Suprema Corte de Justicia, quien instruye su tramitación.
El plazo para interponerlo es de cinco días hábiles y comienza a computarse a
partir del día siguiente al en que surta efectos la notificación y no corre en los
recesos ni en los días en que no haya labores en el Máximo Tribunal. En materia
electoral, el plazo para interponerlo es de tres días, y el Pleno de la Suprema
Corte de Justicia debe resolverlo de plano dentro de los tres días siguientes.
En cuanto al recurso de queja, está regulado por los artículos 55 a 58 de la ley
reglamentaria y, en el caso de la acción de inconstitucionalidad, procede contra !a
parte condenada por exceso o defecto en la ejecución de una sentencia. Lo
pueden interponer la parte actora o la que tenga interés legítimo, la parte
interesada en el cumplimiento de la sentencia dictada por el Pleno y la entidad o
poder afectado por la ejecución.
Quien conoce de él es el presidente de la Suprema Corte de Justicia, dentro del
año siguiente al de la notificación.
Admitido el recurso, la autoridad que conoce de él requiere a la autoridad contra la
que se interpone, para que en los quince días siguientes deje sin efecto la norma
general o el acto que haya dado lugar al recurso. El requerido deberá rendir un
informe y ofrecer pruebas; de lo contrario, se presumirán ciertos los hechos que se
le hayan imputado, lo que podría implicar la imposición de una multa.
Puede haber una audiencia de pruebas y alegatos, y luego el Ministro instructor
elabora un proyecto de resolución que es estudiado y resuelto por el Pleno.

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