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PARCIAL

PSICOTROPICO: cualquier sustancia natural o sintética, capaz de influenciar las


funciones psíquicas por su acción sobre el Sistema Nervioso Central (SNC).

Son agentes químicos que actúan sobre el sistema nervioso central, produciendo
cambios temporales en la percepción, el ánimo, el estado de conciencia y el
comportamiento.

Anfetaminas: Son estimulantes del sistema nervioso central. Se usan para tratar el
desorden de déficit de atención e hiperactividad y la narcolepsia (deseo
incontrolable de dormir o ataques repentinos de sueño profundo).

Producen una sensación falsa de bienestar, irritabilidad, nerviosismo, inquietud,


problemas para dormir y latidos irregulares.

Aminas simpaticomiméticos: Las aminas simpaticomiméticas son fármacos que


simulan los efectos de la adrenalina y la noradrenalina. La estructura química de
todas posee un grupo amina, que está emparentado con
los neurotransmisores adrenalina (epinefrina) y noradrenalina (norepinefrina), y
otras catecolaminas, como la dopamina.
Se clasifican en aminas de acción central (sistema nervioso central) y de acción
periférica, que estimulan el sistema simpático. Entre las primeras, de acción
psicoestimulante, se encuentran la familia de las anfetaminas y sus análogos, y
también el mazindol (una droga anorexígena), la pemolina y la cocaína. Las
aminas simpaticomiméticas, de acción predominantemente periférica, estimulan el
sistema nervioso simpático y las funciones vegetativas bajo su control, sobre todo
cardiorrespiratorias (aumentan la frecuencia cardiaca), dilatan
los bronquios (broncodilatación) y producen la constricción de los vasos
sanguíneos y la dilatación de las pupilas (midriasis). Incluyen la efedrina,
la pseudoefedrina, la fenilefrina y el isoproterenol.

Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina o (ISRS): son una


clase de compuestos típicamente usados como antidepresivos en el
tratamiento de cuadros depresivos, trastornos de ansiedad, y algunos
trastornos de personalidad.

Un ansiolítico o tranquilizante menor :es un fármaco psicotrópico con acción depresora


del sistema nervioso central, destinado a disminuir o eliminar los síntomas de la
ansiedad esperando no producir sedación o sueño. Su efecto inhibidor de la ansiedad
se contrapone al de los fármacos ansiogénicos que generan ansiedad.
Los fármacos de prescripción que se utilizan para tratar la ansiedad (ansiolíticos) y los
inductores del sueño (sedantes o somníferos) pueden causar dependencia. Estos fármacos
son: benzodiazepinas (como diazepam y lorazepam), barbitúricos, zolpidem, eszopiclone y
otros. Cada uno funciona de modo diferente, y cada uno tiene un potencial de dependencia
y de tolerancia  diferentes. Las personas que desarrollan síntomas cuando dejan de tomar
una sustancia se consideran dependientes de ella. Se considera que las personas que
continúan consumiendo una sustancia aunque dicho consumo les suponga problemas
sufren un trastorno por consumo de sustancias.
Los síntomas graves o potencialmente mortales son menos probables con las
benzodiazepinas que con los barbitúricos, ya que en el caso de las benzodiazepinas las
dosis prescritas están más alejadas de las dosis peligrosas (margen de seguridad). Las
personas pueden tomar cantidades relativamente elevadas de benzodiazepinas y no
fallecer.

La mayoría de las personas adictas a los ansiolíticos y a los sedantes comenzaron a


tomarlos por razones médicas. La dependencia puede desarrollarse en muy poco tiempo,
tan solo con 2 semanas de consumo constante.

Síntomas

Efectos inmediatos
Los fármacos ansiolíticos y los sedantes disminuyen el estado de alerta y pueden dar lugar a

 Arrastrar las palabras al hablar


 Mala coordinación
 Confusión

Efectos que se potencian si se ingiere alcohol . Estos fármacos pueden hacer que una
persona esté deprimida y ansiosa de forma alterna.
En las personas de edad avanzada, los síntomas pueden ser más graves e incluir mareos,
desorientación, delirio y pérdida del equilibrio. Pueden sufrir caídas, con el resultado de
fracturas óseas, especialmente de cadera.

Sobredosis
Dosis más altas causan síntomas más graves, incluyendo

 Estupor (las personas puede ser despertada sólo temporalmente y con dificultad)
 Respiración muy lenta y superficial
 Finalmente muerte (principalmente con barbitúricos)
Efectos a largo plazo
Algunas personas experimentan pérdida de memoria, discernimiento erróneo, momentos de
pérdida de atención y cambios bruscos de su estado emocional. Se puede hablar despacio y
tener dificultades para pensar y para comprender a los demás. También pueden aparecer
movimientos oculares involuntarios (nistagmo).

Síntomas de abstinencia
El alcance de los síntomas de abstinencia depende de la droga o sustancia y de la dosis.
Los síntomas pueden aparecer en las primeras 12 a 24 horas.

Las personas que han tomado sedantes como las benzodiazepinas durante más de unos
cuantos días sienten a menudo que no pueden conciliar el sueño sin ellos. Cuando se
interrumpe el consumo del fármaco, se pueden experimentar síntomas leves de abstinencia

 Ansiedad y nerviosismo a la hora de acostarse


 Mala calidad del sueño
 Sueños perturbadores
 Irritabilidad al despertar

Los síntomas más graves de la abstinencia de benzodiazepinas pueden consistir en ritmo


cardíaco rápido, respiración rápida, confusión y, a veces, convulsiones.

Las reacciones de abstinencia graves pueden aparecer con barbitúricos. Si se han estado
tomando dosis elevadas, la interrupción abrupta puede producir una reacción grave y
potencialmente mortal, de un tipo parecido al de la abstinencia alcohólica . Otros efectos
pueden ser la deshidratación, el delirio, el insomnio, la confusión y las alucinaciones
visuales y auditivas (ver y oír cosas que no existen). Por lo general, se hospitaliza a la
persona durante el proceso de abstinencia debido a la posibilidad de que se produzca una
reacción grave.
Diagnóstico
 Evaluación médica

Los médicos suelen establecer el diagnóstico basándose en cuáles son los fármacos que la
persona afectada dice haber tomado o bien sus amigos dicen que ha tomado. Si no está
claro por qué la persona actúa como si estuviera somnolienta o confundida, el médico puede
hacer pruebas para descartar otras posibles causas de los síntomas, como un nivel bajo de
glucosa en sangre (hipoglucemia) o un traumatismo craneoencefálico. Aunque las
benzodiazepinas y los barbitúricos pueden ser detectados mediante pruebas de detección
de drogas , el hecho de detectarlos no significa que sean la causa de los síntomas que
presenta la persona afectada. La mayoría de los laboratorios de los hospitales no pueden
medir el nivel sanguíneo de la mayoría de los sedantes.
Tratamiento
 Respiración asistida para la sobredosis grave
 A veces, un antídoto para la benzodiazepina
 Desintoxicación y rehabilitación

Tratamiento de emergencia
Las personas con sobredosis requieren una valoración médica inmediata. La sobredosis de
barbitúricos es tan peligrosa como la sobredosis de benzodiazepinas. Si quien ha ingerido
una sobredosis peligrosa de ansiolíticos o sedantes presenta problemas significativos en las
funciones respiratoria y cardíaca, o en la tensión arterial, debe ser hospitalizado, por lo
general en una unidad de cuidados intensivos o en cualquier otra área donde pueda ser
controlado.

La terapia de apoyo consiste en la administración intravenosa de sueros, medicamentos si la


tensión arterial disminuye y ventilación mecánica si respiración comienza a debilitarse.

Existe un antídoto para las benzodiazepinas, el flumacenilo, que puede revertir una
sobredosis grave. Sin embargo, el flumazenil puede desencadenar abstinencia por
benzodiazepinas y provocar convulsiones en personas que han tomado benzodiazepinas
durante mucho tiempo. Por lo tanto, los médicos no administran flumazenil de forma
sistemática para una sobredosis.
En el caso de una sobredosis por barbitúricos, los médicos pueden administrar bicarbonato
de sodio por vía intravenosa para ayudar a la persona a excretar el barbitúrico en la orina.

Desintoxicación y rehabilitación
Quienes presentan síntomas leves de abstinencia requieren apoyo social y psicológico para
ayudarles a superar el fuerte deseo de empezar a consumir de nuevo e interrumpir así la
sensación de ansiedad.

Las personas que padecen síntomas graves de abstinencia requieren normalmente


tratamiento hospitalario, a veces en una unidad de cuidados intensivos, y una estrecha
monitorización. Se les administra por vía intravenosa dosis pequeñas del fármaco ansiolítico
o sedante, y luego se reduce de modo gradual a lo largo de días o semanas hasta dejarlo
del todo. A veces se utiliza otro fármaco similar pero que resulta más fácil de retirar de
manera gradual. Incluso con el mejor tratamiento se puede tardar un mes o más en volver a
la normalidad.

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