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El Compañero de Piso de Mierda Web PDF
El Compañero de Piso de Mierda Web PDF
Textos de
Giuseppe Angelo Fiori
Ilustraciones de
Dario Campagna
Introducción 7
Notitas 50
Daños 68
Historias de papel higiénico 134 El proyecto del Compañero de Mierda nace para sensibilizar
a la sociedad sobre el drama de la convivencia entre descono-
El Compañero de Mierda Erasmus 138 cidos. Desde octubre de 2012, mes de su nacimiento, la página
Las recetas del Compañero de Mierda Erasmus 151
de Facebook del Coinquilino di Merda se propone recopilar, se-
Plantas caseras 156 leccionar y difundir las historias enviadas por los usuarios que
comparten casa. A día de hoy, la página del CDM cuenta con
El Pipiolo de Mierda 160
El Pipiolo de mierda y los electrodomésticos 167
más de medio millón de fans y ha recibido unos cuarenta mil
testimonios.
Apéndice 1. Bromas del Compañero de Mierda 172 Una colección enorme de apuntes, historias y fotografías
Apéndice 2. Animales del Compañero de Mierda 177 que documentan en detalle todos los dramas que surgen a raíz
Apéndice 3. Vecinos de Mierda 182
de este bárbaro estilo de vida.
Agradecimientos186 El presente volumen es el resultado de esta investigación.
Créditos187
La clasificación
6 7
Conviene apuntar, además, que las categorías no son estáti- Abreviaturas
cas ni están divididas en compartimentos estancos. Puede que
un Compañero de Mierda esté a caballo entre dos categorías, o CDM: Compañero de Mierda
que sufra una metamorfosis y cambie repentinamente de una ACDM: Aspirante a Compañero de Mierda
a otra. Por ejemplo, no es de extrañar que un Compañero de NDM: Novio/a de Mierda (para referirse a la pareja del CDM)
Mierda Católico Ferviente, si se ve sometido a una dosis ade- CaDM: Casero de Mierda
cuada de alcohol, drogas y tentaciones sexuales, se transforme PaDM: Padres de Mierda
en un Compañero de Mierda Porrero, Yoncarra o Borrachuzo. PDM: Pipiolo de Mierda
Del mismo modo, si el novio con el que ha pasado los últimos VDM: Vecinos de Mierda
quince años de su vida deja a la Compañera de Mierda Tiquis-
miquis, ésta puede transformarse en una Compañera de Mier-
da Guarrilla.
Estamos seguros de que nuestra clasificación, siendo la pri-
mera de este tipo, contiene un gran número de imprecisiones
y defectos. No obstante, creemos que es un buen punto de par-
tida, pero sobre todo un instrumento útil para comprender rá-
pidamente el tipo de Compañero de Mierda al que nos enfren-
tamos.
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Las tres leyes
del Compañero de Mierda
Todas las historias que aparecen en este libro son verídicas. Existen tres leyes fundamentales que regulan toda relación de
Si alguien las considera absurdas es que nunca ha tenido un convivencia.
compañero de piso.
1. Hay un Compañero de Mierda en cada casa compartida.
2. El Compañero de Mierda lleva a hacer cosas de
Compañero de Mierda.
3. Si no tienes un Compañero de Mierda en casa, eres tú.
Ante todo, no puede existir una casa sin CDM. En toda convi-
vencia tiene que haber uno sin más remedio. Además, una vez
localizado el CDM, éste no puede ser eliminado ni destruido.
Antes al contrario, en virtud de la segunda ley, cada una de sus
acciones lleva a un aumento de los niveles de CDMerdosidad
en la casa. La tercera ley refuerza el primer principio y desa-
credita la experiencia meramente subjetiva. De hecho, es habi-
tual que muchos tipos de CDM (pensamos, por ejemplo, en el
CDM Tiquismiquis o en el Erasmus) no se den cuenta de que
lo son y afirmen, satisfechos: «Nosotros tenemos suerte, ¡en
nuestra casa no hay ningún Compañero de Mierda!». Todos los
intentos de educar a un CDM de los que se tiene constancia
hasta la fecha, ya sea a través del uso de notitas, reuniones en-
tre compañeros, tablas para los turnos de limpieza o reglas de
la casa, han demostrado ser un fracaso. El único método que
ha dado algún fruto digno de mención es el castigo corporal,
infligido por medio de la violencia física o los laxantes. Sin em-
bargo, ninguno de estos métodos ha provocado resultados du-
raderos. Ningún CDM puede dejar de ser un CDM.
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Estudios: Filosofía, Sociología, Ciencias Políticas. El CDM Po-
rrero, estudiante discreto, consigue conservar la beca los dos
EL COMPAÑERO primeros años haciendo únicamente exámenes tipo test, para
DE MIERDA PORRERO los que se prepara durante las cuarenta y ocho horas preceden-
tes, ayudando a su metabolismo con café bebido a morro de la
cafetera, semillas de ginseng y tabaco de liar de la marca Pueblo.
Nótense, además:
• La señal perpetua de la almohada en la cara.
• El trapo multiusos que usa para limpiarse la nariz, las gafas
¡Qué peste a limpio! y la pipa de cerámica.
(El Compañero de Mierda Porrero,
nada más volver a casa). Cómo reconocerlo: el día de la cita para ver la habitación, el
CDM Porrero te llama cuatro veces:
• La primera para avisarte de que llega tarde.
• La segunda para avisarte de que se ha quedado libre y será
La verdad es que estas noches son muy agradables, tendríamos que puntual.
organizarlas más a menudo.
(El Compañero de Mierda Porrero, tras una cena entre semana, • La tercera para decirte que el autobús está en un atasco.
después de que los demás inquilinos ofrezcan su propia comida, • La cuarta parta decirte que está a punto de llegar y será puntual.
cocinen y frieguen). • Acabará apareciendo con unos 40 minutos de retraso.
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Por qué elegirlo: el CDM Porrero es particularmente indicado
para las casas donde el orden y los turnos de limpieza se respe-
tan con un celo excesivo. Además, el CDM Porrero es útil para
quienes no tienen una vida social satisfactoria. Y es que, gracias
a él, por la casa pulularán todo tipo de individuos (vagabun-
dos, prostitutas, militares jóvenes), sobre todo los lunes, martes
y miércoles entre la una y las cuatro de la madrugada.
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jadeante y sudado, con mi camisa blanca de vestir, con el cuello levan-
tado y todo.
* *
Reino Unido. Mi CDM, amén de exnovio, se fuma alegremente un po- En la parada del autobús, un desconocido se acerca: «¡Hola! Tú eres
rro asomado por la ventana. Un policía pasa y le pregunta qué está Michela, ¿verdad?». Yo, muerta de miedo, respondo: «Perdona, ¿nos
haciendo. Él no le entiende y lo invita a subir. conocemos de algo?». Desconocido: «No, pero te vi en la foto que tie-
nes en tu habitación la última vez que dormí allí». Así descubres
* que tu CDM invita a sus amigos a dormir en tu cama sin decirte
nada.
Mi CDM se olvida de comprar una bata para las prácticas de Anato-
mía, a las que vamos juntos. Llega a la facultad a mitad de la clase, *
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Vuelves de las vacaciones y encuentras al amigo de mierda del CDM me pregunta si tengo un cigarro (procura no comprar tabaco, como es-
durmiendo en el sofá de la cocina. A la pregunta: «¿Quién hay en trategia extrema para librarse del vicio). Hoy hemos llegado al límite:
casa?», él te responde: «Sólo yo. ¡Estoy aquí desde el 23 de diciembre!». me ha preguntado si no tendría por casualidad alguna colilla. Ante
la clásica respuesta negativa por mi parte, se ha puesto a hurgar en el
* cubo de la basura y, triunfante, ha vuelto con cuatro colillas que se ha
liado ipso facto. Después del golpe de tos, conato de vómito incluido,
El CDM está intentando dejar de fumar. Nos conocemos desde hace que ha seguido a la primera calada, el CDM disfruta, todo ufano, de
dos años y sabe perfectamente que yo no fumo. Todos los santos días su excepcional cigarro.
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seguido por un pequeño grupo de curiosos (entre los que estaba un ser-
vidor) y, en medio del estupor general, se quita un zapato y su corres-
pondiente calcetín, mete el pie en el váter, apoyando bien la planta en
el fondo, y tira de la cadena. Vivimos juntos durante cinco años.
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El CDM vuelve a las siete de la mañana y entra decidido en tu habi-
tación mientras estás follando con tu novia. Está buscando desespera-
damente a su perro. Un perro que nunca ha entrado en nuestra casa y
que, sobre todo, nunca ha existido.
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El CDM Borrachuzo es un tipo de CDM nacido en una familia
retrógrada y crecido en un ambiente de zapatillas Hogan, ape-
EL COMPAÑERO ritivos que se alargan hasta la cena e interminables colas frente
DE MIERDA a discotecas por las que se pagan 25 € de entrada. A diferencia
BORRACHUZO del Porrero clásico, el CDM Borrachuzo ha desarrollado una
particular y extraña aversión hacia los cigarrillos y los canutos,
y no pierde la ocasión para enumerar los riesgos a los que se
enfrentan los consumidores habituales de tabaco y cannabis.
En compensación, el Borrachuzo es un gran consumidor de
cocaína y licores de todo tipo, con especial predilección por la
cerveza barata Best Brau, el Vodka Jelzin y el Amaro Monte-
negro.
Aunque los cócteles no son santo de su devoción, algunos
ejemplares de CDM Borrachuzo se ven atraídos por combina-
ciones particulares, como la bebida resultante de la mezcla de
zumo de fruta (pera, piña, zanahoria) y alcohol puro de 95º.
Además, este tipo de CDM tiene la capacidad de vomitar sin
previo aviso ni señal identificadora, vertiendo el contenido de
la regurgitación sobre su ropa. En otros casos, el Borrachuzo
puede llegar a algún lavabo, bidé o pie de ducha, provocando
su inmediata obstrucción.
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Historias reales que nos cuentan de CDM Borrachuzos
Nótense: *
• El ligero desgaste de sus prendas.
• Las características manchas en la ropa y los zapatos Hogan El CDM pone fotos de mi hermana en bikini como fondo de escritorio.
que, por su forma «de salpicadura», pueden parecer barro.
Nada más lejos de la realidad, como se ha descrito más arriba. *
Además, el Compañero de Mierda Borrachuzo: Mi CDM no encuentra vasos. Primero se bebe un chupito en la hueve-
• Se limpia los zapatos con el estropajo para la vajilla. ra, luego coge el azucarero, vacía todo el azúcar en un plato, y lo usa
• Sólo te invita a los sitios cuando le hace falta tu coche. a modo de copa.
• Te lo cruzas por la calle con tu cazadora.
• Invita a su novia a casa, follan y luego le pide que limpie la *
habitación y el baño.
Para mi graduación, el CDM me regaló una esclava de plata con sus
iniciales y la fecha de su graduación.
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Tras varios intentos, convenzo a mi nuevo ligue para que pase
la noche en mi casa. Así pues, le pido amablemente al CDM que
salga por ahí con sus amigos para dejarnos solos un rato. Contra
todo pronóstico, el CDM acepta sin poner pegas y sale de casa
antes de cenar.
Después de la velada, mi amiga y yo nos dormimos tranquila-
mente a eso de las once, ajenos a lo que ocurriría más tarde. En efec-
to, el CDM decide volver a las cinco de la madrugada, completa-
mente borracho, y después de chocarse contra todo lo que encuen-
tra a su paso empieza a vomitar a pocos metros de mi habitación,
emitiendo sonidos inhumanos y haciendo que todo el edificio com-
prenda por qué sus amigos lo llaman «el dragón de Milán».
Abro el frigo y descubro la última invención del Por vergüenza ajena, decidimos hacer como si nada y nos vol-
CDM: la sangría frigorífica. vemos a dormir. A la mañana siguiente, a eso de las nueve, mi
amiga se levanta para ir al baño, pero vuelve de inmediato, muer-
* ta de vergüenza. Decido ir a ver, y lo que me encuentro y decido
fotografiar es quizá la escena más lamentable que he visto en mi
Acabo de recibir una invitación por Facebook de una amiga de mi vida.
CDM. El evento es la fiesta de cumpleaños de la CDM en cuestión, or-
ganizada en mi casa sin que yo lo sepa, con la petición explícita de
«traed todo el alcohol que podáis».
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* *
Mi CDM adora ir por la casa sin camiseta en pleno invierno, con la Nuestro CDM, roñoso hasta reventar a pesar de estar forrado, solía
calefacción a treinta grados, veinticuatro horas al día. No le gusta utilizar nuestros geles y champús. Un día decidimos vaciar el bote de
usar sudadera porque, dice, le hace sudar. champú y llenarlo de semen. A la mañana siguiente, no os digo las ri-
Cuando le explicas que no puedes pedirles 200 € al mes a tus pa- sas que nos echamos al oír al CDM preguntar: «Chicos, que vosotros
dres sólo para pagar el gas, te responde: «¿Y qué se supone que debe- sepáis, ¿el champú caduca?».
ría decir yo, que te duchas todos los días y pones la lavadora todas las
semanas?». *
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un charco de vómito. Las miradas de pavor se confirman cuando le- Cosas que se traen a casa
vantamos el cuerpo exánime del CDM: se ha cagado en el bidé. Echo de los CDM Borrachuzos
la casa a los amigos del CDM, rogándoles que difundan la noticia. Le-
vanto en vilo al CDM, lo meto en la cama y empiezo a limpiar el baño. Durante su vagabundeo nocturno, al CDM le encanta recoger
Concluido el trabajo, en plena noche, decido calentarle las orejas al de la calle todo tipo de objetos que luego se lleva a casa.
CDM, a ver si se despierta, pero simplemente encaja una sarta de bo- La casuística incluye:
fetadas desde la cama, inconsciente. Por la mañana el CDM se levanta • Carteles de conciertos, proyecciones cinematográficas o fies-
en un evidente estado de confusión, se declara mortificado y pide per- tas en las casas okupas de la ciudad.
dón por lo sucedido. Dice que se acuerda de algunas cosas de la noche • Mobiliario variado que encuentra junto a los contenedores
anterior, pero no se explica ese color rojo y la hinchazón de las mejillas. de basura.
• Adornos navideños.
* • Señales de tráfico.
• Letreros del transporte público local, regional o nacional.
Durante una de las clásicas charlas de sobremesa, una amiga me es- • Carteles de hospital y avisos de parada temporal de autobús
taba confesando la dificultad y la vergüenza que sentía delante de al- o tranvía.
guien cuando le preguntaban algo sobre su piercing en la lengua. La • Estatuas o bustos de santos y personajes célebres.
mayoría de veces, afirmaba ella, eran imbéciles que acababa de cono- • Piezas de coche.
cer y le preguntaban descaradamente si con el piercing el sexo oral era
tan fantástico como se dice, y si ella misma lo practicaba. Tras varios Tras el momento lúdico, todas las cosas que el CDM lleva a casa
minutos hablando del tema, mi CDM decide intervenir: «¿Pero enton- acaban yaciendo en el pasillo, ignoradas. En algunos casos, los
ces tú la chupas o no? ¡No me he enterado de nada!». objetos podrían permanecer en casa durante años y legarse de
un inquilino a otro.
*
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El CDM vuelve borracho a las cuatro de la mañana con dos neumá- Sábado noche. Mi CDM vuelve a casa con una reliquia de la velada.
ticos seminuevos que ha encontrado al lado de un contenedor. A esas Tras pasar el domingo decidiendo dónde y cómo colgarlo, ahora por
horas considera oportuno llamar a su madre para ponerla al corrien- fin podemos decir que tenemos en casa un rótulo de la Quiniela sólo
te del hallazgo que acaba de hacer e invitarla a comprobar si valen para nosotros.
para el Panda.
Una mañana te despiertas y descubres que tu CDM ha metido un El CDM, tras volver a casa en plena madrugada con la puerta de un
enorme LOL en el salón. coche, decide instalarla junto al sofá, advirtiendo a los otros inquili-
nos de que «no se asomen por la ventanilla».
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El CDM vuelve a casa a las cinco de la madrugada, cargando de forma
inaudita con un cartel ferroviario de unos tres metros cuadrados.
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Estudios: Filologías varias. La CDM Tiquismiquis es una estu-
diante modélica, de curso por año y media de 9,5. A pesar de
LA COMPAÑERA eso, cada examen es para la CDM Tiquismiquis fuente de an-
DE MIERDA siedad, sentimiento que adora sublimar comiendo pan con Nu-
TIQUISMIQUIS tella o limpiando las ventanas. Una vez concluidos los exáme-
nes, la CDM Tiquismiquis acostumbra a zambullirse durante
al menos dos años en la redacción de trabajos de fin de grado
mastodónticos, con títulos tal que:
No usar
Cómo reconocerla: En el primer encuentro, la CDM Tiquismi-
(Téxto genérico de los Post-it que la quis es la que llega jadeando y quejándose del día terrible que
Compañera de Mierda Tiquismiquis pega lleva entre clases en la universidad, citas con profesores que no
sobre todos y cada uno de sus objetos). se presentan y retrasos en el transporte público.
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Además, la CDM Tiquismiquis suele estar acompañada de su
característica maleta de mano de fin de semana, que la susodi-
cha lleva siempre consigo ya que, por un motivo u otro, está a
punto de salir para su pueblo.
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Historias reales que nos cuentan de CDM Tiquismiquis Tres y media de la madrugada. Mientras arrecia una tormenta que
provoca un apagón en el barrio, la CDM me apunta con una linterna
Mi CDM se queja si limpio una zona común que no me corresponde y con el rostro desencajado, diciendo: «No hay luz». Yo salía comple-
esa semana, porque a ella «se le desmadra todo el programa semanal tamente desnudo del baño, después de echar un polvo.
de turnos de limpieza».
*
*
Para vengarse de una injusticia de la que cree haber sido víctima, el
Tuve una CDM que lo limpiaba todo, paredes y perchas incluidas, con CDM llama a mi madre para decirle que fumo porros. Y mi madre le
lejía. En un año perdí un armario entero. responde: «Yo también, ¿algo más?».
* *
*
Así es como mi antigua CDM protegía sus víveres en la cocina.
En mis años universitarios fui a parar a una casa espléndida, situada
en la tercera planta de un edificio que estaba delante de mi facultad.
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ligrosísima, y le increpa con las siguientes palabras: «Napolitano de
mierda, ¿podéis hacer menos ruido tú y los imbéciles de tus amigos?».
Respuesta: «Aunque eres una puta y te lo mereces, no vas a pagarla
tú, sino tu marido [que, en la mente del tipo con antecedentes penales,
era yo]». A la mañana siguiente tenía que ir al aeropuerto para reci-
bir a un cliente de la empresa para la que trabajo: mi coche tenía dos
ruedas rajadas.
Lo más bonito de ese piso era que desde hacía generaciones los estu-
diantes se legaban el contador de electricidad bloqueado con película
fotográfica. Las facturas no superaban los cinco euros cada dos meses,
la bombona de butano duraba muchísimo y se podía utilizar de go-
rra cualquier aparato eléctrico. Por motivos evidentes, eché raíces allí.
Después de tres años de permanencia paradisiaca, la CDM recién
llegada mandó cambiar a escondidas el contador por uno nuevo elec-
trónico porque: «No me gustan estas cosas, si nos pillan nos meten un
puro que se nos cae el pelo».
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EL NOVIO DEJA He aquí algunas de las situaciones que nos cuentan que se
A LA CDM TIQUISMIQUIS crean cuando el novio deja a una CDM Tiquismiquis
La CDM Tiquismiquis adora mantener En una fiesta, mi CDM y yo probamos una tarta con marihuana. En
relaciones sentimentales monógamas par- un momento de la noche, ella, ya cansada, decide volver a casa antes.
ticularmente largas. Se echa novio a los A mi regreso la encuentro despierta y esperándome, paranoica, con
catorce años más o menos y ya no lo de- fuertes contracciones musculares y unas ganas irresistibles de matar-
jan. Las categorías preferidas para estas re- se y matarme. Paso toda la noche sentado con ella en la cama, conven-
laciones son: ciéndola de que no me mate, mientras no para de pegarme puñetazos
en un hombro.
• El vecino y amigo de la infancia, con el
que luego «floreció un amor precioso». *
• El agente de policía local.
• El primo segundo. Después de autoinvitarse a una fiesta, robar una botella de vino e in-
tentar ligar con amigos y ex, la CDM vuelve a casa antes que nadie.
Sin embargo, puede suceder que estas relaciones se interrum- Cuando regresamos, vemos que las escaleras y las paredes están llenas
pan bruscamente, creando una grave inestabilidad en los pla- de salpicaduras de vómito de intenso color rojo oscuro. Nos la encon-
nes de la CDM Tiquismiquis. (Estas características pueden tramos en el salón, sentada en el sofá, inmóvil, mirando fijamente al
coincidir con el CDM Desequilibrado, ver más adelante). Esto vacío con los ojos como platos.
da pie a:
*
• Manía persecutoria: considera que las otras inquilinas fue-
ron sin duda una parte dolorosamente activa en la ruptura La típica CDM horripilante logra, por razones inexplicables, tener
con su pareja. Además, las otras inquilinas ponían azúcar en una cita. Se prepara. Tras dejar bolas de pelo de naturaleza variada
su comida a escondidas para hacerla engordar. en el baño, se mete en la habitación y sale arreglada como una mesi-
• Deseo irreprimible de recuperar todo lo que cree haber per- lla rococó, exhibiendo orgullosa una de esas camisas que tienen cintas
dido en los diez años anteriores: las borracheras que nunca largas por la espalda, y que ella decide no atar.
se pilló, las drogas que nunca probó, los ligues que nunca se Cuando el hombre en cuestión llega a la casa, la CDM vuelve al
llevó a la cama. baño para evacuar antes del apareamiento. Sale, ágil y liviana, con
• Cambio total de look, personalidad y actitud, hasta llegar a la las susodichas cintas perdidas de mierda y revoloteando alegremen-
completa transformación en CDM Guarrilla. te. Se va con su ligue. Es inútil explicar cómo acabó el encuentro ro-
mántico.
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nal no me limito a acompañarlo a casa, sino que echamos un polvo,
de lo más sano.
A las cuatro de la madrugada vuelvo a casa y encuentro al chico de
mi CDM presa de un ataque de risa histérico. La CDM está en su ha-
bitación, semidesnuda y borracha, con un cubo al lado de la cama. Él,
desconcertado, me cuenta que después de empeñarse en acabar todo
el vodka, la CDM vomitó justo en el mejor momento. Al día siguiente
encontramos uno de sus tampones en un armario de la cocina. Toda-
vía no podemos explicarnos cómo acabó allí.
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Notitas
Le pido al CDM que lave los platos que llevan días en el fregadero.
Antes de irse de fin de semana, los lava y deja un mensaje frente a la
puerta de mi habitación.
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Tras la llegada de la factura
anual del gas, el CDM decide
comunicar a los otros inquili-
nos los importes usando el ár-
bol de Navidad.
52 53
Estudios: Derecho. La CDM Guarrilla pasa sus días en la bi-
blioteca de la facultad, donde, entre café y cigarro, se deja cor-
LA COMPAÑERA DE tejar por los machos de su especie.
MIERDA GUARRILLA
Modelo de referencia: cualquier concursante del programa de
televisión Mujeres y hombres y viceversa.
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Además, la Compañera de Mierda Guarrilla:
• Deja el bolso encima de tu ordenador encendido.
• Limpia el suelo restregando el pie sobre la mancha.
• Puedes oírla discutir sobre sexo anal con su novio a las dos de
la madrugada. No necesariamente insiste él.
• Habla mal de ti sin saber que estás en casa.
• Le mira el culo a tu novio, luego te mira y sonríe.
• Cada vez que va a venir tu novio, ella corre al baño para ma-
quillarse.
• Invita a tu ex a cenar en tu casa.
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Recién llegada a mi nueva casa conozco a mis dos compañeras. Son
muy agradables y simpáticas, pero cuando les pregunto cómo suelen
organizarse para la limpieza, me responden: «No te preocupes, el baño
no lo limpiamos nunca porque qué más da, ¡somos todas chicas!».
*
La CDM me recibe en la nueva casa con este lavabo.
Mi antigua CDM tenía un cepillo de dientes eléctrico. Hasta aquí
todo bien. Pero un día confesó cándidamente que lo usaba también a
modo de vibrador. Durante los siguientes dos años lavarse los dientes
La CDM sostiene que los panties son ropa interior, por lo que se siente ya no fue lo mismo.
autorizada a ir por la casa con panties y nada debajo.
*
*
Organizo una cena con mis compañeros de trabajo, que se quedan a
Mi CDM limpió el baño con suavizante, para luego afirmar que «te- pasar la noche. A las cinco y media de la madrugada, la CDM decide
nemos que cambiar de friegasuelos, éste hace un montón de espuma». follarse a mi jefe. En mi habitación. Conmigo en la cama de al lado.
* *
58 59
Tras una ausencia de casi un mes, vuelves a casa. Nada más abrir la
puerta se lanza contra ti una mujerona desconocida de metro ochenta Extensiones
que grita e impreca en una mezcla incomprensible de italiano con al-
Al cambiar de look con tanta frecuencia, la CDM Guarrilla no
gún otro idioma remoto. Era la mujer de la limpieza, a la que la CDM
puede esperar a los habituales ritmos fisiológicos de crecimien-
había dejado encerrada en casa unas horas antes, al marcharse tran-
to del pelo. Cuando resuelve que es hora de pasar de un corte
quilamente a dar una vuelta.
garçon a una melena larga y seductora, adora usar unas prácti-
cas extensiones de quita y pon. En las siguientes pruebas foto-
*
gráficas se pueden observar algunos de los casos en que, tras el
lavado, las extensiones se ponen a secar.
Después de pedirme por favor que me quede
con ella y con su «amigo» para ver la tele-
visión juntos, la CDM aprovecha la manta
para hacerle una paja: con la luz encendida
y conmigo al lado.
CDM 1: Chicas, estoy sangrando como si fuera un coño regloso (se ha-
bía mordido un padrastro del dedo).
CDM 2: Oye, ¿sabes que cuando yo era pequeña y tenía la regla, si ha-
bía que cocinar salsa, me obligaban a ponerme guantes? Decían que,
si no, la salsa quedaba ácida.
CDM 3: Pues a mí de pequeña, cuando tenía la regla, no me dejaban
subirme a los árboles, decían que se secaban.
Buen provecho.
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Te despiertas de madrugada: suena la llave en la cerradura. Al no oír
La CDM abandona definitivamente la puerta abrirse, te levantas para ver qué pasa. Te acercas lentamen-
la casa. En la nota de despedida es- te a la puerta y por la mirilla ves a tu CDM follando con su novio en
cribe: «Podéis comeros lo que he de- el rellano.
jado en el frigo». Llevaba un mes ca-
ducado. *
LA COMPAÑERA DE MIERDA Nuestra CDM es una gran amante de los actos copulatorios durante
GUARRILLA ENNOVIADA las horas diurnas. Ayer por la noche, a eso de las nueve, cosa rara, la
CDM empieza a follar de forma salvaje, mientras la otra inquilina,
su madre y yo estamos cenando. Su habitación está en el altillo, sobre
Las costumbres de este tipo de CDM Guarrilla no se distinguen el comedor, de modo que, al cabo de una hora, la madre de mi compa-
particularmente de las de la CDM Guarrilla clásica. La única di- ñera no puede seguir reprimiéndose y pregunta: «¿Es que hay alguien
ferencia está en la mayor frecuencia de determinados fenóme- arriba llorando?».
nos, a saber:
*
• Llamadas nocturnas con gritos e insultos.
• Sesiones de sexo por Skype en la cocina. La CDM sale de la casa para comprar cigarrillos. Como de costumbre,
• Llamadas al telefonillo en plena noche: es el novio, que llega cierra la puerta de su habitación con llave y al salir se despide de mí.
de repente para controlar a la CDM. Al rato paso por delante de su habitación y oigo a alguien toser. Me
asusto porque creía que estaba sola. Unos minutos después la CDM
vuelve y abre la puerta de su habitación con la llave, diciendo: «Cari-
ño, ya he vuelto». Esto demuestra hasta qué punto pueden llegar los
celos de una mujer.
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EL NOVIO DE MIERDA
64 65
El NDM de mi CDM adora hablar de sus dotes de semental, afirman- encontramos al NDM, en silencio y escondido, sumergido entre bolsas
do que hace que su novia tenga hasta cuatro orgasmos seguidos. Ade- de basura del McDonald’s.
más, el NDM quiere recalcar el concepto, y afirma que lo mismo le
pasaba con su exnovia. Y concluye: «Pobrecilla mi ex, se murió en un *
accidente de tráfico, estaba embarazada. La encontré yo».
En mitad de la noche me despierta un batacazo fortísimo. Abro los
* ojos y veo a un individuo entrar por la ventana. ¿Quién era? El NDM
de la CDM, que quería darle una «sorpresa» por San Valentín.
La CDM nos anuncia que volverá a Calabria para pasar allí un par
de días. Nada más salir de casa con su maleta, comienzan los gri- *
tos de felicidad, y durante las siguientes doce horas lanzamos hacia la
puerta de su habitación todo tipo de improperios y palabrotas. Hasta De buena mañana, el CDM pasa por delante de mi habitación y, ras-
que, buscando una silla para un invitado, entramos en su cuarto y nos cándose concienzudamente los huevos, me da los buenos días y me
dice: «Perdona, ayer por la noche la Cami (su novia) y yo nos acaba-
mos tu mantequilla». Voy a la cocina, enternecida por la imagen de
los dos tortolitos que preparan una tarta con forma de corazón y, efec-
tivamente, constato que en el frigorífico no queda ni una de mis mini
porciones de mantequilla. Sin embargo, su paquete de medio kilo si-
gue ahí, intacto.
Un poco irritada, me acerco a él y le pregunto: «Oye, ¿qué necesi-
dad había de gastar toda mi mantequilla si tú también tenías?». A lo
que me responde: «Lo sé, pero para encular a la Cami las mini porcio-
nes son más cómodas. La mantequilla normal tienes que ponerte ahí
a cortarla en el momento, y es un follón».
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Daños
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El CDM 1 hace explotar una cafetera a las siete de la mañana, sem-
brando el pánico en todo el edificio. Obviamente, se va al trabajo sin
limpiar nada. En compensación, llega el CDM 2 que, en lugar de lim-
piar, decide dar rienda suelta a su presunto talento artístico colocan-
do la cafetera como si estuviese en fase de explosión, colgando del te-
cho las diferentes partes con sedal.
70 71
A su regreso el sábado noche, el CDM se da cuenta de que ha perdido Ya por la mañana, el CDM vuelve a casa borracho y decide apoyarse
las llaves e intenta echar la puerta abajo. Por desgracia, la puerta está en el lavabo. Éste es el resultado.
blindada y se carga media pared. ¿El resultado? Desde hace una sema-
na vivimos en una casa donde no se puede cerrar la puerta principal.
72 73
El CDM le pega una patada al horno, convirtiéndolo en un radiador. El CDM invade tu habitación con un clavo de veinte centímetros.
El pecado del aparato fue ser demasiado lento a la hora de hacer su
pizza congelada.
74 75
Ella tenía que hacerle la cera a su ex (él), pero se metieron en la habi- El CDM se olvida de cerrar la ventana del baño antes de marcharse
tación a discutir, y ya nadie prestó atención a los fuegos de la cocina. por Navidad. Durante las vacaciones, varias palomas invaden el aseo,
poniéndolo todo perdido de cagadas. Una de ellas, probablemente en
un intento de beber agua en el retrete, muere ahogada.
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Estudios: Economía y Comercio. El CDM Niño de Mamá hace
EL COMPAÑERO DE MIERDA la carrera que sus padres han elegido por él. Por eso, algunos
NIÑO DE MAMÁ de estos ejemplares suelen fingir que se presentan a los exáme-
nes. Son capaces de vivir en esa farsa durante años, y no revelar
nada a familiares y amigos hasta las vísperas de la inexistente
defensa del trabajo de fin de grado.
78 79
para abastecer la despensa del hijo con todo tipo de manjares, de
los que también podrán disfrutar los otros inquilinos. Por otro Historias reales que nos cuentan de CDM Niños de Mamá
lado, con ocasión de dichas visitas, los padres se encargarán de la
limpieza de la habitación del CDM y de todas las zonas comunes. Le pregunto al CDM: «¿Puedes intentar no ir goteando por toda la
casa después de fregar o lavarte las manos?». A lo que él me responde,
Además, el CDM Niño de Mamá: sin ironía alguna: «Eso es algo que aún no me han enseñado».
• Hace que sus padres se peguen la noche viajando de Cádiz a
Barcelona en coche porque tiene 37,5º de fiebre. *
• Golpea el suelo con la escoba cuando oye los quejidos del ve-
cino de abajo, un nonagenario enfermo terminal. El CDM no ve la diferencia entre las siguientes frases: «Esta noche
salgo con unos amigos» y «Esta noche salgo con unos amigos, ¿quie-
res venir?».
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Mi antigua CDM no se ha hecho la cera en su vida. De hecho, un día, cuestión vive ahí, afirmando que sus padres están preocupadísimos y
cuando puse la mía (color verde y azul) a calentar en una cacerola, me lo han estado llamando sin descanso. Todo esto mientras yo me esta-
dijo: «Mmm, ¿qué es eso que cenas hoy?». ba fumando un porro.
* *
La CDM entra en mi habitación mientras estoy estudiando y me dice: Pleno agosto. Mientras estaba fuera de la ciudad, mi CDM se quedó
«Perdona si te molesto, pero ¿sabrías decirme qué es el clítoris?». Des- sin luz durante una semana. A la vuelta, el frigo está lleno de moho y
pués de explicárselo, me pide que le enseñe un condón. Abro uno y le hongos y él acaba de decidir que se va porque «ha vivido como un ani-
muestro la elasticidad del objeto, metiendo dentro todo el brazo. Ella, mal injustamente».
muerta de miedo, se pone a llorar. En realidad no sabía cómo volver a encender el contador eléctrico
del pasillo después de que saltasen los plomos.
*
Mi CDM se deja el móvil apagado cinco días. Una tarde suena el tim-
bre: son dos policías municipales, que suben y preguntan si el CDM en
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EL COMPAÑERO DE MIERDA
NIÑO DE MAMÁ
CATÓLICO FERVIENTE
El CDM Niño de Mamá que ha
nacido y crecido en una familia
particularmente religiosa recibe el
nombre de CDM Niño de Mamá
Católico Ferviente. Este ejemplar,
además de venerar cuadros y pós-
teres que reproducen imágenes de
la Virgen, Jesús o el papa Juan Pa-
blo II, siente un apego fetichista
por los rosarios, las Biblias y las fi- Así es como nuestro
guritas del Padre Pío. CDM ha decidido
adornar el salón:
La jornada del CDM Católico Fer-
viente está marcada por:
• Las oraciones. Además, el CDM Niño de Mamá Católico Ferviente:
• La condena de cualquier com- • Invita a curas a tu casa para que la bendigan sin que te enteres.
portamiento que no se adapte a • Cuelga sus rosarios en el pasillo, que no en su habitación.
los preceptos de su religión. • Mientras te estás tomando la píldora, exclama: «¡Yo estoy en
• La invitación constante al arre- contra!».
pentimiento que hace al resto • Va de habitación en habitación diciendo que Dios se le ha
de inquilinos. aparecido en sueños y le ha comunicado los proyectos que
tiene para cada uno de los demás inquilinos.
84 85
Transformación del Compañero de Mierda Niño de Mamá
Los padres dejan al CDM Niño de Mamá limpio, arreglado y
con el congelador lleno de víveres. Ésta es la transformación a
lo largo de los veinte primeros días días que se queda solo.
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EL COMPAÑERO DE MIERDA para la supervivencia del CDM Friki es el cable LAN (sistema
NIÑO DE MAMÁ FRIKI de conexión a internet más rápido y seguro que la conexión
wifi). En muchas casas dicho cable suele atravesar salones y pa-
Existen numerosas pruebas do- sillos, provocando tropezones y lesiones en otros inquilinos.
cumentales que demuestran que
el tipo de CDM Friki pertenece a Además, el Compañero de Mierda Niño de Mamá Friki:
la categoría de Niño de Mamá. El • Pasa la noche viendo recopilaciones de epic fails a un volu-
CDM Friki es un CDM Niño de men apocalíptico.
Mamá que pasa buena parte de su • Tiene un ordenador de escritorio y un portátil descargando
día en la habitación, donde invier- películas y series veinticuatro horas al día, lo que inutiliza la
te su tiempo en: conexión de todos los demás.
• Intervenciones vehementes en • Aunque viva en la habitación de al lado, se comunica contigo
los foros. exclusivamente a través de las redes sociales.
• Videojuegos dificilísimos de • Le grita al ordenador frases completamente incomprensibles:
nombres desconocidos y gráfi- «Ádame que estartamos. Sí, pero no lo modees todo, venga,
cos infames. pogüerízame. Te he dicho que me adas antes de estartar, no
• Cómics de superhéroes ame- puedes estartar sin haberme adado antes. Maldito ag, coño,
ricanos o mangas japoneses tenía que esponar al Tenk. Si está el bumer no le shutes».
para adolescentes. «Noooo, ¿te han kilado? ¡¡Ahora ya no podemos yoinir-
• Sagas literarias de ciencia fic- nos!! Nub y una mierda, ése es un Pro. Vamos a restartar.
ción. ¿Activamos la Wich?».
• Intensas sesiones masturbato-
rias frente a vídeos de mujeres
con grandes pechos.
Este tipo de CDM se alimenta principalmente de dulces que Al abrir la puerta principal, me doy cuenta de que la casa está inun-
guarda en el armario, y realiza nocturnas incursiones relámpa- dada por las aguas del desagüe del edificio. Me dirijo a toda prisa a la
go a la cocina para retirar los platos preparados que sus padres habitación del CDM y lo encuentro a oscuras (son las dos del medio-
han colocado en el congelador, ya divididos en bolsitas mono- día), con la cara a tres centímetros del monitor de su ordenador, la ha-
porción. Además de la comida, otro elemento fundamental bitación inundada y sin tener ni pajolera idea de lo que está pasando.
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El CDM usa el retrete a modo de sala de lectura. Esta prueba
muestra cómo en una sola cagada/sesión avanzó 149 páginas.
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Historias de padres
Padres de Mierda
La madre de mierda de mi CDM friega exclusivamente los platos de su
Detrás de todo CDM hay un Padre de Mierda. Los compañeros hija, dejando mi plato solitario y sucio en el fregadero. Ahora entien-
de piso que tienen relación con estos individuos suelen encon- do de quién lo ha aprendido.
trar en ellos el mismo comportamiento propio del CDM.
*
92 93
Mis compañeras de Apulia deciden hospedar a sus familiares unos explicaciones sobre gastos, facturas y contrato, te pregunta si puede
días. A las pocas horas, la situación en mi casa es la siguiente: padres usar el baño y desaparece durante una media hora, entre las miradas
cincuentones acampados en mi salón en pijama; madres a los fogones, consternadas de la hija y el marido que «no se explican qué puede ha-
como buenas meridionales, friendo y amasando una cantidad absur- ber pasado».
da de comida; novios en calzoncillos riéndose y charlando con sus res- Un segundo antes de que tú y tus Compañeras No de Mierda de-
pectivos suegros. cidáis llamar al 112, la madre de la CDM sale del baño, subrayando
Una mañana, voy a la cocina para preparar el café. Después de que se ha permitido usar una toalla de cara blanca, y enfilando casi
franquear el campamento del salón y tropezar dos o tres veces con las instantáneamente las escaleras con el resto de su familia. Tus compa-
zapatillas de uno de los mil miembros de la familia, el padre de mi ñeras y tú os quedáis mirándoos perplejos hasta que una tufarada he-
compañera, en bata, me llama por sorpresa y me dice: «Oye, tú, que dionda y demoniaca invade toda la casa. Vas corriendo al baño y ves:
sepas que ya he acabado con la tele, si la quieres ver te la dejo».
• Un restregón en la taza del váter.
* • Gotas de agua en el borde del bidé y pelos púbicos grises en su in-
terior.
Mientras estás en clase, el CDM te coge también el polo Lacoste blan- • La toalla de cara blanca con la que se ha secado el culo: la tuya.
co. Te lo devuelve con sobaco estilo Camacho, así que te cabreas de ver-
dad. Entonces el CDM le pide a su madre que te lo lave. Ésta, temien- *
do que el cocodrilo verde destiña el polo, lo quita con las tijeras. Luego
lo vuelve a coser, torcido, sobre el agujero. Londres. El CDM y su madre vuelven en mitad de la noche, completa-
mente borrachos. Mientras duermo, ajeno a todo, dejan trozos de ke-
* bab sobre mi cama. No contento con eso, el CDM le abre la puerta al
perro, que estaba en el jardín, y lo deja pasar a mi habitación, donde,
La aspirante a CDM responde a tu anuncio de alquiler haciéndote ha- atraído por los trozos de kebab, sube a la cama y me despierta. Enton-
blar con su madre. No contenta con eso, se presenta a ver la habitación ces me doy cuenta de que el edredón está lleno de comida, salsas varias
escoltada por sus padres (obviamente, después de haber bombardeado y huellas de barro. Cabreado como un mono, cojo al perro y lo echo
de llamadas a la única Compañera No de Mierda ausente por motivos de mi habitación. Luego voy a la cocina, preparado para una carnice-
laborales). Lo primero que ves cuando llega la CDM es a la mole de ría, y me encuentro a la madre del CDM vomitando en el fregadero. Al
su madre, que cubre por completo el vano de la puerta; lo segundo son verme entrar, la mujer se abalanza sobre mí y me dice que soy el chi-
las mejillas rojas de borracho del padre calzonazos. A ella no la oyes co más guapo que ha visto en su vida. Luego intenta besarme, con la
siquiera: sólo te percatas de que, en dimensiones, se parece a la madre. boca sucia y apestando.
La Madre de la CDM observa asqueada la cama de la habitación en
alquiler, preguntándose si no hay una más grande porque su hija, po-
brecilla, no cabe. De nuevo la madre, cuando llega el momento de las
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Historias de comida podrida
Como se puede comprobar en la foto, el CDM genera complejos ecosis- La polenta que la señora del séptimo nos preparó con todo el cariño del
temas en cualquier tipo de recipiente. mundo se quedó criando moho, sin dignidad alguna.
96 97
La CDM cocina pasta al horno y luego se marcha para el puente del El CDM biólogo se dedica a cultivar moho en el frigorífico.
1 de mayo.
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Nueva York. El CDM ecológico, amante de las energías alternativas Abandonada en el frigo desde hace tiempo, la berenjena del CDM co-
y la naturaleza, conserva en el congelador la basura orgánica con el bra vida y empieza a comerse las otras verduras. En la foto, la beren-
objetivo de hacer algún día compost para los jardines y parques de la jena se alimenta de una zanahoria.
ciudad.
100 101
El Desequilibrado es un tipo de CDM diferente al resto. Éste no
pertenece a una categoría convencional, sino que es más bien
EL COMPAÑERO DE un tipo de CDM líquido, voluble. De hecho, su principal carac-
MIERDA DESEQUILIBRADO terística es esconderse tras otros tipos de CDM, y sólo se delata
en los momentos en que se ve sometido a gran estrés. Duran-
te mucho tiempo, las manifestaciones fugaces del CDM Dese-
quilibrado se han confundido con manías de la CDM Tiquis-
Quiero la habitación voy a miquis, delirios del CDM Niño de Mamá Católico Ferviente o
verla hoy a las tres dame la desahogos del Pipiolo de Mierda. A medida que los testimonios
dirección.
se multiplicaban, surgió la hipótesis de que pudiese existir una
(El Compañero de
Mierda Desequilibrado, nueva categoría de CDM. Hipótesis que se confirmó cuando,
respondiendo al anuncio en algunas casas, el Desequilibrado se mostró en la plenitud
de una habitación en de su pureza y fue posible delinear algunas de sus característi-
alquiler). cas. Sin embargo, la información sobre este tipo de CDM sigue
siendo incompleta y contradictoria.
102 103
Cómo reconocerlo: excepción hecha del CDM Desequilibra-
do Nudista (ver más adelante), este tipo de CDM es difícil de
reconocer a simple vista. Y es que, durante la cita para ver la ha-
bitación, el CDM Desequilibrado es capaz de camuflarse per-
fectamente tras la imagen del estudiante inocuo o el diligente
trabajador en busca de una habitación individual.
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Mi CDM, tras dos noches en vela, logró construir un dardo inyec- Después de que mi amiga Lorena y yo pasáramos horas charlando en
ta-veneno con jeringuillas de dudosa procedencia. A mi pregunta so- su habitación compartida, su CDM sale de repente del armario, don-
bre la utilidad del invento, respondió con aire amenazador: «Pronto de se había metido a reflexionar.
lo descubrirás…».
*
*
Cuando algo lo perturba, nuestro CDM no se comunica con palabras:
El CDM, al que echamos de la casa tras amenazar a los inquilinos y se limita a dejar en la mesa de la cocina el paquete de galletas atrave-
al casero, se muda al edificio de enfrente. Solemos verlo, sobre todo por sado por todos los cuchillos de la casa. Después de ver esa imagen es-
las noches y con una lucecita a sus espaldas, asomado por la ventana peluznante, te giras hacia la puerta de la cocina y lo encuentras mi-
y mirando hacia nuestro piso de manera harto inquietante. rándote fijamente.
* *
106 107
Caes en la cuenta de que vas a tener que compartir tu nueva casa con proyectos incoherentes y delirios absurdos, te propone que llevéis
una CDM cuando la susodicha empieza a ilustrarte cada detalle del juntos un bar. Luego se va. A los veinte minutos vuelve para mos-
piso, haciendo hincapié repetidamente en lo bonito que es el sofá que trarte, triunfante, un diente que se acaba de arrancar con la mano.
ella trajo. Cuando lo señala y te pregunta si te gusta, no tienes ni idea
de qué responder, porque ahí no hay ningún sofá. *
* El CDM se niega a limpiar esta puta pocilga que tenemos por piso
porque, en su opinión: «Los espacios sucios son asépticos. Ha habido
Una noche me despierto para ir al baño y encuentro al CDM en el pa- casos de heridos en cuevas a los que, después de semanas, no se les in-
sillo, absorto en el recuento de las baldosas, haciendo cálculos abstru- fectan las heridas, a pesar de que el lugar está sucísimo». Siguiendo
sos que sólo él comprende. Me saluda con la mano y me sonríe. ese razonamiento afirma no haber tenido fiebre desde los quince años.
* *
Medianoche. Mi CDM pone la cafetera en el fuego. Mientras veo la tele- El sábado por la noche pillo a la CDM masturbándose en el sofá. Al
visión, pienso distraídamente que se está preparando el café para el día verme, exclama: «Tranquila, ven a sentarte si quieres. Justo ahora es-
siguiente. Cuando el café está listo, me pregunta si quiero un poco. Yo taba pensando en ti».
me río y le respondo que no, pensando que está de broma. Por toda res-
puesta se lo bebe de un trago, me da las buenas noches y se va a dormir. *
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Ni siquiera se le pasó por la cabeza la posibilidad de que la pobre chi- EL COMPAÑERO DE MIERDA
ca saliese espantada, que fue justo lo que pasó. DESEQUILIBRADO NUDISTA
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LAS METAMORFOSIS DEL COMPAÑERO
* DE MIERDA DESEQUILIBRADO
Primer día con el nuevo compañero (soy una chica). Hablamos, nos
echamos unas risas, parece un tipo enrollado. Hasta la noche, cuando,
mientras friego los platos, se me acerca completamente desnudo y me
pregunta dónde está el mando a distancia de la televisión del salón.
Al percatarse de mi mirada irritada, exclama con toda la naturalidad Algunos CDM son más propensos al desequilibrio que otros.
del mundo: «¡Tranquila, no me molesta! ¡Así me siento más libre!». En este apartado se indicarán cuáles son y según qué estímulos
Luego se da la vuelta, coge el mando, sale de la cocina, va al salón y puede producirse la transformación.
se despatarra en el sofá.
Yo, que soy un poco maniática de la higiene, le pido por favor que El Pipiolo de Mierda: el PDM llega repleto de entusiasmo
se ponga unos calzoncillos o que, al menos, ponga una manta sobre el por el futuro fantástico que cree que le espera en la universi-
sofá. Él, con voz seria, afirma: «A ver, ¿es que tú cuando te sientas en dad. En realidad tendrá que enfrentarse a un día a día hecho de
el váter cagas con bragas o qué?». exámenes de mierda, profesores de mierda, caseros de mier-
da, marcas blancas de mierda, habitaciones de mierda y noches
en bares y discotecas de mierda. A todo esto hay que añadir el
descubrimiento traumático de una serie de objetos que había
ignorado hasta la fecha: la lavadora, el estropajo, las facturas y
el interruptor para apagar las luces de las habitaciones. Someti-
dos a tamaña presión, los PDM más débiles se transforman en
CDM Desequilibrados.
112 113
La Compañera de Mierda Tiquismiquis: como se ha ilustrado UNA METAMORFOSIS PARTICULAR:
más arriba, si se ve sometida a acontecimientos estresantes, la EL COMPAÑERO DE MIERDA
CDM Tiquismiquis puede asumir las características de la Dese- DESEQUILIBRADO VELETA
quilibrada. En este sentido, resulta interesante observar que al-
gunos CDM Desequilibrados, a su vez, pueden transformarse
en CDM Tiquismiquis, convirtiéndose en unos fanáticos del Existe un tipo de CDM Desequilibrado que adopta los rasgos
orden y el control. y el comportamiento de los otros inquilinos. Por lo general, el
Desequilibrado elige a un miembro concreto de la casa, cuyo
look, estilo y gustos musicales admira, y empieza a imitarlo a
ultranza.
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Higiene casera
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Cuando le comentas que sus platos sucios atraen a las moscas, el CDM Este documento fotográfico atestigua la única vez en que el CDM in-
coloca tiras de papel matamoscas sobre el fregadero. tentó limpiar. Creía que el mocho se escurría así, metiéndolo en el vá-
ter. Desde ese día le dijimos que dejara de preocuparse por la limpieza.
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Después de acusarte de no saber limpiar, el CDM decide lavar la es- He aquí el cenicero que mi CDM, fumadora comedida, tiene en la ven-
cobilla del váter en el fregadero de la cocina, para luego dejarla escu- tana de la cocina.
rriéndose tranquilamente junto a tazas, platos y cubiertos.
El desagüe del lavabo tragaba un poco lento. Esto es lo que encontré Mi CDM lleva casi dos años tirando las colillas al balcón de la cocina.
dentro.
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Así están los fuegos de nuestro piso. No se limpian desde hace meses.
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Estudios: Máster en Gestión de Recursos Humanos. El CDM
Viejoven cursa los estudios que lo convertirán en ese indivi-
EL COMPAÑERO DE duo inquietante que escoge al personal durante las entrevis-
MIERDA VIEJOVEN tas de trabajo. Felizmente, el porcentaje de Viejóvenes que lo-
gra concluir los estudios es bajo. La mayoría de ellos acaba los
exámenes y empieza el trabajo de fin de máster, pero nunca
lo terminará. Además, bastantes CDM Viejóvenes trabajan en
las fuerzas del orden, como agentes inmobiliarios o en grandes
aeropuertos.
Si no cierras la puerta con llave es normal que te desaparezca el dinero. Cómo reconocerlo: el CDM Viejoven nunca es la persona que
(El Compañero de Mierda Viejoven, cuando se le comunica un llama preguntando por una habitación: es él quien alquila la ha-
robo que se ha producido en la casa). bitación. Al presentarla, la describe como la mejor de la casa, la
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que estaba a punto de coger él pero que luego dejó libre por un
misterioso sentido del altruismo.
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Historias reales de CDM Viejóvenes • Pegada en las grietas de los rodapiés y los bordes de los muebles de
la cocina, contra las hormigas.
Mi CDM manda mensajes sólo a las chicas, por principio. Le envié un • Pegada en los agujeros de la mosquitera, contra la intrusión de
mensaje, me ignoró y le respondió a mi novia. moscas y mosquitos.
• Para colgar banderas y/o carteles en la pared.
* • Para arreglar el cable de la antena de la televisión.
• Para adherir a la puerta de tu cuarto objetos de múltiples tamaños
que le has prestado previamente.
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EL COMPAÑERO DE MIERDA
Los pelos del Compañero de Mierda Viejoven VIEJOVEN CUADRADO
Al ser particularmente peludo, el CDM Viejoven se ve obligado El CDM Viejoven Cuadrado es un fanático de la forma física.
a afeitarse con mucha frecuencia. Por ese motivo, el lavabo sue- Por «forma física» se entiende la «presencia de masa muscular
le quedarse sucio. En ocasiones el CDM reorganiza sus pelos, hinchada y depilada, concentrada en la zona pectoral, abdomi-
creando seres tiernos, rostros misteriosos y siluetas de famosos nal, los brazos y los glúteos». Para lograr ese resultado, el CDM
personajes cinematográficos. Viejoven Cuadrado combina el levantamiento de pesas con de-
portes de lucha como el boxeo, el kickboxing y el muay thai.
Tampoco hace ascos a los partidos de fútbol sala.
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Historias reales que nos cuentan de CDM Viejóvenes cua- en su almohada, pero la mancha amarillenta y hedionda estaba
drados provocada por su propio sudor, tal como le demostré. Además, iba al
gimnasio todos los días y le gustaba usar una silla a modo de mesa
Después de cada ducha, mi CDM se seca todo el cuerpo con papel hi- para cenar, devorando enormes cuencos de una papilla a base de ga-
giénico. lletas, leche y creatina, haciendo siempre mucho ruido.
Una noche, tras su típica cena, el tipo dijo que tenía una cita. Esa
* noche yo también salí. De madrugada, cuando regresé y abrí la puer-
ta de casa, me embistió una tufarada distinta a la habitual: no era
Ya sea para ir a la universidad o para salir de fiesta, mi CDM se rocía sudor, sino auténtica peste a mierda, tan fuerte que no se podía respi-
la ropa con ambientador Brise en lugar de desodorante. Aunque el piso rar. Inmediatamente pensé que tenía que haber pasado algo grave. A
tenga dos plantas y sea bastante grande, te comes a bocanadas el pes- lo largo del pasillo que llevaba al baño encontré primero los zapatos,
tazo desde que se lo echa hasta pasados varios minutos. luego los pantalones, por último los calzoncillos: todas y cada una de
sus prendas estaban manchadas por la diarrea. Una vez en el baño,
* mis sospechas, infelizmente, se confirmaron: ante mis ojos, manchas
oscuras en las paredes, a la altura de la cara. No tengo la más mínima
Mi CDM usa sistemáticamente el bidé como apoyo para atarse sus idea de lo que pasó exactamente, sólo sé que, para su vergüenza, aque-
mugrientas zapatillas de fútbol sala. lla noche Jean-Claude Van Damme se cagó encima.
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Historias de papel higiénico El papel higiénico se ha acabado. Como sustituto, nuestro CDM uti-
liza:
• Páginas de la revista Yo Dona.
Es bien sabido que en torno al consumo y la gestión del papel • Toallitas absorbecolor para la lavadora.
higiénico surge gran parte de los conflictos entre compañeros • Bayetas para la mopa.
de piso. Veamos algunos ejemplos. • Compresas de la compañera de piso.
• Va directamente al bidé, dejando numerosas señales a su paso.
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Papel higiénico perfumado
Foxy como papel de cocina.
¡¿Por qué no?!
Nada más entrar en casa voy corriendo al baño para una evacuación
inminente. Concluida la faena, me encuentro esta simpática broma
del CDM.
Para no tener que limpiar los fuegos, el CDM cubre de papel higiénico
toda la cocina y los azulejos de alrededor.
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Estudios: Academia de Bellas Artes más otras asignaturas de
libre configuración. En su patria natal, el CDM Erasmus hace
EL COMPAÑERO varias carreras al mismo tiempo, todas con exámenes exclusi-
DE MIERDA ERASMUS vamente de tipo test. El hecho de que en otros países se utili-
cen libros, y no sólo apuntes, es para el CDM Erasmus fuente
de desorientación y estrés.
138 139
Además, el Compañero de Mierda Erasmus:
• Te pregunta qué idioma se habla en Bélgica.
• Limpia el váter con el estropajo para los platos.
• «Cuando funciona el lavabo, el bidé no sirve para nada».
Cuando les dices a los CDM indios que deberían poner algo para los
gastos comunes, al menos para el papel higiénico, su respuesta es: «Ac-
tually, we don’t use it».
140 141
ca, que conozco desde hace veinticuatro horas, está apoyada en el fre-
Cuando vivía en Londres noté que, después de enjabonar los pla- gadero. Tiene las piernas abiertas, con una mano levanta el camisón,
tos, el CDM los ponía en el escurridor sin enjuagarlos. Empecé mientras que con la otra se está poniendo un tampón. Yo la miro, ella
a preguntar por ahí y constaté que en Inglaterra es una práctica me mira y pega un grito. Luego se repone y, tendiéndome la mano in-
habitual, pues, y cito textualmente: «La espuma se escurre por sí fame con la que acaba de realizar la fechoría, afirma: «Perdona, pro-
sola y arrastra la suciedad, ¿a santo de qué enjuagarla con agua blemas de mujeres. El baño estaba ocupado».
limpia?».
*
Londres. Me encuentro por primera vez con mi nuevo CDM por las es-
caleras. Se presenta, me pregunta qué hago en Londres y luego —mien-
tras hablo— me interrumpe diciendo: «No, espera, la verdad es que no
me importa por qué estás aquí. ¿Te apetece que nos emborrachemos
juntos?».
142 143
tro de la mañana llega el CDM indio borracho perdido y, al no darse
cuenta de que la cadena está echada, desfonda de un empujón la puer- Emocionadísima por mi primera experiencia de couchsurfing, me di-
ta, rompiendo la cadena y la jamba lateral. Entonces la CDM france- rijo al piso del que será mi CDM esa noche. Es la hora de cenar, pero
sa, sobresaltada por el ruido, va a ver. Los dos, que aún no saben de la en su mesa sólo hay botellas de alcohol. Después de una velada a base
existencia del otro, empiezan a amenazarse mutuamente con llamar de limoncello, sambuca y otros licores embriagadores, él me avisa de
a la policía por allanamiento de morada. que tenemos que compartir la cama. Luego se desnuda y me dice: «It’s
not how it looks like».
*
*
Mi CDM es un indio inglesizado cuya presencia puedo percibir nada
más doblar la esquina de nuestra calle. Lo veo regularmente asoma- Entro en el baño y encuentro la taza del váter manchada de orina. Le
do a la ventana, en calzoncillos, hinchándose a porros. Este CDM pido explicaciones al CDM, que con extrema tranquilidad me pregun-
hace las cosas típicas de los CDM: tira las latas en el contenedor de ta: «¿Cuál es el problema? ¿Esa cosa no sirve para proteger la cerámica
basura orgánica; escucha una deplorable música árabe/electro/pop, de las salpicaduras y poder sentarse sobre limpio a cagar?».
siempre con un toque neomelódico; usa los bienes de los otros desa-
fortunados inquilinos; grita por teléfono en lenguas incomprensibles *
a las cuatro de la madrugada; pide comida india para llevar y luego
nunca está en casa para la entrega; se tira a una tía cada noche con
gran escándalo.
A menudo se le puede ver dando vueltas con aire de papá satisfecho Al volver a casa tras un
y una niña en brazos, hija, para más señas, de la novia de ese mes. paseo bajo la lluvia, el
También recauda el dinero del alquiler de los demás inquilinos y dice CDM alemán enciende
que se lo dará al casero, que, mira tú por dónde, es su hermano. A me- el horno y mete las za-
nudo se le «olvida» que ese dinero lo tiene él. Pero el CDM en cuestión patillas para secarlas.
supera los límites de lo esperable cuando los vecinos avisan a la policía
(que tira la puerta trasera abajo) a causa de una llamada telefónica
suya con más gritos de la cuenta. Entonces afirma:
—No os preocupéis, chicos, han venido a buscar a una persona que
no soy yo.
—¿A quién?
—Ah, no lo sé, no la conozco.
144 145
a poner mis cosas donde quiera. Dejo en la ducha el champú, el sua-
El CDM usa el mango de una olla que acaba de romper vizante para el pelo y el jabón íntimo, un frasco de color verde. Al
como soporte para el cepillo de dientes. día siguiente me pregunta para qué sirve ese jabón verde que hay en
la ducha. Le explico su uso, pero veo que no tiene ni idea de qué ha-
blo. Lo vuelvo a intentar y se le dibuja una expresión de horror en la
cara. Luego se va. La sigo y la pillo diciéndole a su madre que no quie-
re compartir el baño conmigo porque tengo una enfermedad venérea.
El CDM francés deja en el congelador una bolsa blanca con unos va-
queros dentro. Al pedirle explicaciones, nos dice, con toda la natura-
lidad del mundo, que «los vaqueros no se meten en la lavadora bajo
ningún concepto, porque se destiñen. Sólo hay que meterlos en el con-
gelador, así todos los gérmenes mueren».
La CDM es la hija de diecisiete años de la familia americana que me El territorio del Compañero de Mierda Erasmus
hospeda en Los Ángeles. Cuando llego se ofrece amablemente para en- Los movimientos del CDM Erasmus son rápidos y continuos.
señarme la casa, me muestra el baño que compartiremos y me invita Podría llegar a pasar días enteros fuera de casa.
146 147
Una noche, mis antiguas CDM de Azerbaiyán me echaron de casa
porque «en nuestro país es la fiesta del hombre y hemos invitado a
nuestros novios». En la calle diluviaba. En cualquier caso, me convi-
no salir: estaban cocinando espaguetis, y tras media hora de cocción
me llamaron para preguntarme cuánto les faltaría más o menos para
estar hechos.
148 149
típico ruido del vómito que cae al suelo. Al instante veo a Isabelle atra- LAS RECETAS DEL COMPAÑERO DE
vesando el pasillo: va al trastero, coge la fregona (completamente seca, MIERDA ERASMUS
con todas las cerdas tiesas) y se dirige al lugar del delito. A los dos se-
gundos de reloj, sin ningún sonido de agua, cubo o similar, vuelve al
trastero, arrastrando el mocho con el brazo extendido frente a ella. A continuación recogemos un breve catálogo de las obras
Mientras me percato al contraluz de la estela brillante que ha de- maestras culinarias del CDM Erasmus.
jado el mocho, la veo salir de casa con el bolso y la cazadora: «Hasta
luego, voy a hacer kickboxing».
1. La pasta fantasía del Compañero de Mierda español
*
Según la receta de nuestro CDM, se debe poner una olla con agua en
El CDM chino ingresa en el hospital para ser operado de apendicitis. el fuego. Cuando el agua hierve, añadir:
Aprovechando la ausencia momentánea del médico, vuelve a vestirse
y sale del hospital porque de repente no siente ningún tipo de dolor. • 400 gramos de pasta (marca blanca).
Regresa a casa en mitad de la noche y se mete en la cama. A las cua- • 2 latas de atún con su aceite correspondiente.
tro y media de la madrugada suena el timbre. Es la policía, que llega • 6 puñados de sal.
en busca del CDM, pidiendo explicaciones sobre su fuga. Así que allí • 1 huevo.
estás tú, traduciendo el inglés asiático del CDM a los policías, que in- • 1 bote de tomates pelados.
crédulos se ríen de lo sucedido y, al final, vuelven a llevárselo al hos-
pital contra su voluntad. Después de esperar el doble de tiempo necesario para la cocción de la
pasta, dejar cocer otros cinco minutos más y mezclar bien todos los
ingredientes, como sea. Escurrir la pasta y recuperar los condimentos
con una paleta.
Servir, añadiendo un chorro de aceite crudo o salsa de soja a gus-
to del consumidor.
150 151
2. Pasta con huevos 4. Receta ítalo-brasileña
Las CDM brasileñas me piden que les cocine algo típico italiano. De-
cido prepararles una señora pasta all’amatriciana, con su queso pe-
corino y todo, que busco concienzudamente por toda la ciudad (vivo
en Sevilla).
Preparo la pasta, sirvo los platos y las CDM deciden añadir, en el
siguiente orden: kétchup, lechuga y salchichas. Además, como la pasta
es del tipo bucatini, optan, y con razón, por cortarla con el cuchillo.
Llegado a ese punto se me cae el alma a los pies, bajo los brazos y los
ojos, me alejo en silencio y me pongo a meditar.
3. Pasta a la francesa
• Método 1
Poner la pasta en agua fría y encender el fuego. Volver a los 40 minu-
tos, escurrir la pasta y colocarla bajo un chorro de agua fría.
• Método 2
Como el anterior, pero esperar a que el agua se evapore.
• Método 3
Introducir los espaguetis en un recipiente de plástico lleno de agua fría
y colocarlo en el microondas durante treinta y un minutos. Una vez
completada la cocción, escurrir y colocar bajo un chorro de agua fría.
Volver a introducir en el recipiente los espaguetis, añadir la famosísi-
ma salsa boloñesa Panzani y trozos de queso brie. Cerrar el recipiente,
agitar bien y volver a la habitación con el botín.
152 153
Espaguetis en llamas Los espaguetis al dente
de nuestro CDM.
En esta breve muestra se ilustran algunos de los fenómenos
que se producen cuando el CDM cocina espaguetis.
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Plantas caseras
156 157
Mi CDM ha dejado el fregadero sucio con restos de comida durante El CDM dejó un mocho viejísimo en la terraza durante un tiempo. La
tanto tiempo que últimamente han crecido pequeñas plantas de deli- naturaleza lo recuperó.
ciosos tomatitos cherry en la bayeta.
158 159
Estudios: Ciencias de la Comunicación. El PDM estudia uno o
dos días por semana. El resto del tiempo lo pasa en foros de es-
EL PIPIOLO DE tudiantes matriculados en su carrera, en busca de:
MIERDA • Los PDF ya subrayados de los libros que tiene que estudiar.
• Información sobre lo que pregunta cada profesor en el exa-
men de su asignatura, con la intención de estudiar sólo eso.
• Soluciones del examen tipo test de Español II, asignatura es-
cogida para poder irse de Erasmus al año siguiente.
¡Qué chula esa foto en
blanco y negro! ¿Quién es, Modelo de referencia: Jim Levenstein, personaje protagonista
tu novio? de la película American Pie.
(El Pipiolo de Mierda,
al ver una foto de Kurt
Cobain).
Look: Fresco, arreglado, limpio. Se nota claramente que su ma-
dre se encarga de lavarle y plancharle la ropa cada fin de semana.
El PDM viste con:
• Vaqueros o vaqueros.
• Zapatillas Nike grises.
• Camisas a cuadros verdes y azules o rojos y marrones.
Completa el atuendo:
• El collar de oro que le regalaron por su primera comunión.
160 161
Por qué elegirlo: al no tener ninguna experiencia compartien-
do piso, el PDM:
• Percibe como normales unos turnos de limpieza que van, a
todas luces, en su detrimento.
• Adelanta el dinero de las facturas.
• Es particularmente proclive a alojarse en lugares estrechos y
angostos, ofreciendo a los otros inquilinos la posibilidad de
alquilarle el trastero.
El PDM, que decide sacudir el mantel por el balcón (cuarto piso), tira,
además de las migajas, el smartphone que me acababan de regalar.
Habitación del Pipiolo de Mierda
La habitación del PDM es el trastero. La cabecera de la cama *
está pegada a la pared por la que pasa la cañería del desagüe de
los inodoros de todo el edificio. La ventana, en caso de haber- Mientras estoy preparando a toda prisa la comida para luego volver
la, da al patio de luces. a clase, me llega el siguiente mensaje del PDM, que esa mañana se ha
162 163
quedado estudiando en la biblioteca: «No te lo vas a creer, pero tienes
que traerme cuanto antes pañuelos, bolsitas de plástico y unos pan-
talones».
El CDM roba un carro de la compra y lo usa como tendedero.
*
164 165
*
166 167
El otro día por la mañana pillé a la PDM planchándose el cuello de la *
blusa con mi plancha para el pelo.
Conversación por WhatsApp con el PDM:
* —Si tienes un abrelatas de sobra tráetelo, por favor. El que tene-
mos de Ikea es un trasto inútil.
Dos PDM de una amiga mía, estudiantes de Ingeniería, estaban con- —Claro, es un cortapizzas.
vencidos de que, en el fondo, si quitas la opción de centrifugado, la
lavadora es como un lavavajillas. Así que metieron platos, ollas y va-
sos. Resultado: vajilla destrozada y lavadora a la chatarrería. Luego
cambiaron de carrera.
168 169
*
170 171
Apéndice 1.
Bromas del Compañero de Mierda
Ayer, al volver a casa a las tres de la madrugada, me encuentro con Domingo por la mañana. Esto es lo que me encuentro en mi armario,
este extraño ser en la cocina. cortesía del CDM.
172 173
Vuelvo a casa tras un día fuera y, gracias al CDM, así es como me en- En lugar de descongelar el frigorífico, ya repleto de hielo, el CDM deci-
cuentro el ordenador. de hacer un muñeco de nieve con restos de verduras.
Tras sentarme en el váter para orinar, tuve una extraña sensación de A mi CDM peluquera se le ocurre dejarme este experimento en el bidé
humedad. Luego comprendí el porqué. del baño en plena noche.
174 175
Tras una noche de barra libre, todos los inquilinos del mismo piso vol- Apéndice 2.
vemos a casa perjudicados y borrachos. A la mañana siguiente sue- Animales del Compañero de Mierda
na el telefonillo y me levanto para ir a responder. Son dos testigos de
Jehová. Los invito a pasar, hablo con ellos y les explico los casos de mis
compañeros de piso: se habían extraviado del buen camino; el alcohol, En su peregrinación entre piso y piso, numerosos CDM adoran
los vicios y la vida lasciva los habían convertido en ovejas descarria- ir acompañados de animales domésticos. Por lo general, estos
das. Les digo a los testigos de Jehová que mis compañeros de piso ne- animales son igual de maleducados que sus dueños.
cesitan la luz de Dios.
Llegados a ese punto, dejo a mis invitados en la cocina y les pido
que esperen un momento, ofreciéndoles agua fresca. Voy al pasillo y La CDM se despierta a las seis de la madrugada para ir a clase a las
llamo a las puertas de mis compañeros. Entro a tientas en la oscuri- diez. Durante la espera, entabla fructíferas conversaciones con el gato
dad en la que está sumida cada habitación; el olor a humanidad es de la casa frente a la puerta de mi habitación.
fortísimo. A cada uno de ellos le digo que en la cocina hay cruasanes
recién hechos para todos. Los obligo a levantarse, subiendo violenta- *
mente las persianas.
Me aseguro de que entran en la cocina. Todos tienen la boca pas- La CDM decide traer a casa un perro que, además de parecer poseí-
tosa, deshidratada por el alcohol de la noche anterior. Entonces cierro do, en cuestión de dos semanas cubre completamente de mierda cada
la puerta de casa a mis espaldas, y pienso: «Vale, ahora puedo empe- centímetro cuadrado de nuestro jardín. A la pregunta: «¿Y si empeza-
zar mi día». mos a recoger las mierdas del perro?», ella te responde: «¿Para qué las
necesitas?».
Mientras seco los platos recién lavados, veo unos pelos raros por do-
quier. En tono de broma, digo: «¡¿Pero es que habéis secado al gato con
este trapo?!». A lo que la CDM se gira, me mira avergonzada y dice,
sonriendo: «Ups, la verdad es que sí, con la lluvia estaba empapado
el pobre…».
176 177
inquilinos, decide adoptarlo. Cuando vuelvo a casa me topo con el Animales salvajes del Compañero de Mierda
animal, descubriendo que el sofá común se ha convertido en su cama.
Al llegar a mi habitación me percato de que el perro ha marcado va- Aves, reptiles e insectos: he aquí un breve catálogo de los seres
rias veces su territorio (ensañándose particularmente con mi cama) que encuentran su hábitat en el ambiente de degradación y su-
y ha destrozado el edredón. La otra inquilina, que vuelve a casa un ciedad que el CDM es capaz de crear.
par de horas después, descubre que en su habitación ha desaparecido
la jaula del hámster, pero el CDM niega toda responsabilidad. A la
semana siguiente, atraídos por el olor, encontramos una parte de los
restos del hámster oculta entre los cojines del sofá.
Sin pedir permiso, el CDM trae a casa la rata doméstica de «una ami-
ga», una alimaña de treinta centímetros. «Me han pedido que la cuide
un par de días, pero no te preocupes, que la metemos en una caja gran-
de y se va a portar requetebien». Como era de esperar, la rata se escapa
de la caja, roe un cable y muere electrocutada. El CDM me culpa de El CDM deja constantemente las ventanas abiertas, porque hay que
la muerte del animal y me regaña porque «es peligroso dejar siempre «orear el ambiente». Luego vuelves y encuentras un gorrión cagándo-
enchufadas esas diabluras electrónicas». Era un reproductor de dvd. se en tu ducha.
El CDM decide volver a casa con un pez rojo llamado Yiqi, y alimen-
tarlo para que crezca fuerte y sano en nuestro pie de ducha durante
casi un mes.
178 179
Éste es el animal que encontré en el trastero. Mi CDM me pidió por
favor que no lo matara, que lo dejase ahí tranquilo, porque no le hace
daño a nadie si no le molestan.
180 181
Apéndice 3.
Vecinos de Mierda Un mensaje que aparece en el tablón de anuncios comunitario.
182 183
Un mensaje aparecido el diciembre pasado en el tablón de mi comu-
nidad.
184 185
Agradecimientos Créditos
Notitas
Por las fotografías de esta galería, se dan las gracias a: G. F., Danilo Carlani,
Michela Bertolini, Will Will, Matteo D. V. y R. B.
186 187
S. A., Vladimiro Modolo, Francesca Priore, Matteo Catena, V. A., Tiberio Ber- Higiene casera
nardini, Gabriella Indecisión Masciá, Vittoria Falco, Rita Nasti, Giada Collalto, Por las fotografías de esta galería, se dan las gracias a: Peppe Vinci, myroom-
Lucrezia Donatelli, Luisa D’Anci y Francesca Masullo. mateisadick, Myriam Gabrielli, David Re-Invention Casagrande, Paola Mar-
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masi, Valentina Gariglio, Federica Macrì, Elsa Benassi y Sheryl Granocchia.
El Compañero de Mierda Viejoven
Daños Por las historias y las fotografías de este capítulo, se dan las gracias a: Paola
Por las fotografías de esta galería, se dan las gracias a: Laura Sini, Codeina Fedelli, Nick Asaro, Nicola D’Errico, Giam Piero, Alessia Marcolin, Alessan-
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Maffei, Stefano Bozzi, Nicola Ippolito, Fabio Cammarota, dj Fuco, Simone Por las historias y las fotografías de este capítulo, se dan las gracias a: Fabri-
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cura y Alessandro L.
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dro Ponte, Cristina Leonardi, Nicola Piras, G. O., Jhon Dusky, Vincenzo Del Por las historias y las fotografías de este capítulo, se dan las gracias a: Dimitra
Conte, S. B., Antonello Colella Lepore, Carla De Felice, G. I., Eleonora Gri- Mylona, Margherita Martorana, Giovanni Carlo Maria Idotta, Ginevra San-
lli y Davide La Cara. topietro, Marialessia De Bonis, Marco Fantauzzi, Gabriele Tronci, Roberta
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Sammartino, Federico Musaccia, Francesco Ergabbio Rotella, Daniela Tata-
no, Carlo, Evaluna Massa, Gianpaolo Caputo, Kosmos Zoid, Alice Luisants,
Roberta Pari, Luca D. Guarino, Paolo Lentini, Dora Vergombello, Gaetano El Com-
Pezzicoli, Fabrizio Faggioli, Giuliavenere Varone, Giulio Kowalski, Galla Galli, pañero de Piso de Mierda
Riccardo Romanzi, Luciano Baragiola y Valerio De Vitis. es un libro editado fuera de colec-
ción. Compuesto en tipos Dante, se ter-
Apéndice 1. Bromas del Compañero de Mierda minó de imprimir en los talleres de kadmos por
cuenta de errata naturae editores en marzo de
Por las fotografías de esta galería, se dan las gracias a: Alessandra Rallo, Ca- 2016, apenas dos años después de que su Alteza Real la
terina Marcellini, Elia Nino Vignola, Lucia Monaco, Nicola Mondello y Fla- princesa Beatriz de Orleans, que durante treinta años fue
via K Bottiglia. consejera delegada y cara visible de la maison Dior en España,
empezara a compartir piso a causa de sus crecientes problemas
Apéndice 2. Animales de mierda crematísticos, teniendo como compañeros a Daniel Sanmar-
tín (ex trabajador del departamento de relaciones públicas del
Por las historias y las fotografías del apéndice, se dan las gracias a: Sara Sela-
Hotel Ritz y profesor de Religión por devoción) y a un mis-
vy, Mafra Tomyris Capvia, Marco Lestuzzi, dj Fuco, Walter De Lotto, Gino terioso organista de nombre desconocido e intenciones in-
Zambelli, Augusto Niño Cadini, F. B., E. E. C., Matteo Moratti, Andrea Gi- cognoscibles, en una casa de quinientos metros cua-
glio, Laura Olivier y Sara Scantamburlo. drados sita en el Barrio de Salamanca de Madrid,
con amplias habitaciones y una capilla en
la que todos los fines de semana se
Apéndice 3. Vecinos de Mierda
ofrece una misa en latín.
Por las historias y las fotografías del apéndice, se dan las gracias a: Os Car,
Andrea Lione, C. P., Maurizio Zhou y E. C.
Todas las fotos presentes en este libro fueron enviadas a la página de Facebook
Il Coinquilino di Merda. Para publicar todas estas imágenes, hemos solicitado la
autorización a sus respectivos autores. Por desgracia, no todas las fotos para
las que pedimos dicha autorización han entrado en el volumen: nos disculpa-
mos con las personas a las que escribimos y que no han encontrado su foto en
el libro. Por otro lado, para algunas fotos no hemos logrado dar con los auto-
res. Si el hecho de ver su foto publicada supusiera un problema para ellos, les
rogamos que nos escriban a: coinquilinodimerda@gmail.com.
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