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EEUU: Apoyemos la rebelión docente en Los Ángeles

Ene 14, 2019 | América del Norte

La gran crisis económica del 2008 derrumbó para siempre el famoso sueño americano, dejando al propio
Estados Unidos, el regente del capitalismo mundial, en una situación compleja. Expresión de ello es el
resurgir, luego de décadas, de rebeliones y grandes huelgas docentes como la que protagoniza, desde el
14 de enero, la docencia organizada en UTLA, en el distrito escolar de Los Ángeles, con gran apoyo social.
En un mundo que se encamina a un nuevo sacudón económico como en el 2008, y en el marco de una
crisis mundial sistémica, Estados Unidos es el escenario de una polarización que reafirma el curso del
mundo, mostrando un cambio cualitativo en la situación política del país más desarrollado del planeta.
Una crisis que continúa y sigue sorprendiendo por su dinamismo.
La lucha es una y sin fronteras
En efecto, en tierra del auge capitalista de otros tiempos, en el propio Estados Unidos se ven los efectos
mundiales de esta nueva coyuntura. Un mundo con una crisis capitalista que no logran revertir, con
gobiernos que asumen formatos más duros y autoritarios, a fin de aplicar ajustes económicos que
atentan contra derechos sociales, democráticos y básicos como la educación pública para intentar
recuperar la tasa de ganancia del capital imperialista y así revertir una dinámica de crisis sistémica de la
que no se recuperan.
Es que los gobiernos y las corporaciones se encuentran con grandes resistencias, rebeliones y sectores
de jóvenes, mujeres y trabajadores que hacen frente a esa contrarrevolución mundial del ajuste,
sacando una conclusión necesaria: que el capitalismo no va más. Esta polarización que se radicaliza en
sus extremos, a la vez produce y acelera procesos de lucha, también radicalizados, en defensa de esas
conquistas sociales. Y a la vez esperanzadores en cuanto a su perspectiva.
Polarización social y política que se ve también en Estados Unidos y generó cambios de tal magnitud que
nada volverá a ser como antes. Habiendo ganado Trump, se han dado grandes movilizaciones y luchas.
En el 2018, entre los meses de abril y mayo, hubo una serie de grandes e históricas huelgas docentes en
varios Estados y de trabajadores públicos. Huelgas masivas, combativas, organizadas y radicalizadas,
como hacía cuatro décadas no sucedía y que terminaron en triunfos importantes. Como así también se
vieron las grandes respuestas y movilizaciones de mujeres frente a las medidas de Trump. O la respuesta
de enormes sectores de latinos, ante las políticas racistas que intenta desarrollar el gobierno
republicano.
En este marco, ahora mismo hay en curso una lucha docente que lleva adelante la comunidad educativa
del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD- Unified  School District of Los Ángeles), el segundo
distrito en importancia en los Estados Unidos, luego de Nueva York. El LAUSD cubre un área de más de
1,1 millón de kilómetros cuadrados y atiende a más de 694.000 estudiantes en 1.322 escuelas, aunque
216 de ellas son escuelas “autónomas”, las que en su mayoría cuentan con maestros no sindicalizados.
Alrededor del 80% de los estudiantes son de hogares de bajos ingresos y califican para un almuerzo
gratuito o de precio reducido (se sirven alrededor de 1 millón de comidas al día en las escuelas) y un 25%
aprende inglés. Esto habla a las claras de la importancia social de la lucha en curso.
Una lucha sin precedentes desde 1989
Se trata de una lucha docente que no tiene precedentes próximos en el distrito, ya que hace 30 años
-desde la huelga que realizaran en el año 1989-, que no se preparaban para un paro docente en Los
Ángeles y de las magnitudes que podrá tener el convocado por el sindicato UTLA (United Teachers Los
Ángeles / Docentes Unidos de los Ángeles) para el 14 de enero.
Una lucha que tuvo un hito hace algunos meses en una movilización enorme el 15 de diciembre pasado,
con 50 mil personas entre docentes, madres, padres, familias, estudiantes y la comunidad. Y que, en
sintonía con lo que decimos, también resultó ser una de las movilizaciones más grande en años del
distrito. También el 24 de mayo del 2018, más de 12.000 maestros se reunieron en Grand Park para la
manifestación “All In for Respect”(Todos por Respeto) con manifestaciones de docentes de West
Virginia, Arizona, Oklahoma y Puerto Rico, y contaron con la presencia de muchas familias y estudiantes
que marcharon junto a ellos. Una lucha docente histórica ya que -como decimos- no tiene precedentes
posteriores a los ‘90 en Los Ángeles. Y muestra, sin lugar a dudas, un marco de situación por lo menos
novedoso en Estados Unidos.
Una novedad para propios y  ajenos, porque si bien nosotres seguimos este proceso con pasión y
entusiasmo, también lo hacemos con una cuota de asombro ante el contrastante con la realidad de
continuas huelgas en nuestro país. Y por ello brindamos toda la solidaridad, el apoyo y difusión
necesarios. Pero el conflicto también es visto con sorpresa y preocupación por el propio gobierno
Demócrata de Los Ángeles y el de Trump en el país. Gobiernos que ensayan sistemáticamente nuevas
formas y medidas abiertamente antisindicales para enfrentar y frenar luchas como ésta, aunque sin
conseguirlo.
Es que asistimos a una rebelión docente que se manifestó con el voto positivo del 98% de los más de
33.000 educadores, incluyendo bibliotecarios, enfermeras, psicólogos y trabajadores sociales al ser
consultados durante varios días en las escuelas primarias, intermedias y secundarias del distrito escolar.
La votación a favor o no de ir a la huelga empezó el 23 de agosto de 2018 y sus resultados se difundieron
el 31 de ese mes del año pasado, dando mandato al sindicato UTLA para llamar a la huelga.
Este conflicto lleva casi dos años, con 20 meses de fallidas negociaciones entre las autoridades del
distrito y el sindicato. Por lo que la docencia organizada en UTLA ha venido trabajando sin un contrato
por más de un año. Por eso la totalidad de docentes votó a favor de ir al paro, siendo la Junta Directiva
de UTLA la que decidía si se iba finalmente a la huelga, en caso de no prosperar las negociaciones.
Si bien ese voto masivo y categórico no significaba que automáticamente se produciría un paro como el
ocurrido en 1989, esta acción le daba al sindicato el derecho de convocar a la huelga, en caso que
fallaran las negociaciones con el LAUSD. Y muestra una unidad y voluntad en el conjunto de la docencia,
que está decidida a obtener respuestas positivas a sus reclamos.
En ese sentido, UTLA anunció también una huelga en tres escuelas chárter del sur de Los Ángeles,
operadas por The Accelerated School, y afirman que sería la primera huelga en una escuela chárter del
distrito. El dato no es menor ya que, como bien señalan los medios “las chárters son escuelas privadas
que compiten con el sistema escolar público por los estudiantes y por los fondos que aportan. Su rápido
crecimiento ha sido un factor importante en los problemas financieros del distrito porque la gran
mayoría de los fondos estatales y federales se basan en la inscripción”.
El reclamo salarial y presupuestario de UTLA
Respecto a lo salarial, la última oferta notificada por el distrito a UTLA es un aumento del 2% y una
bonificación del 2%, similar a los otros contratos. Luego de muchos meses y varios intentos del sindicato
de solicitar reuniones y esperar ser convocados, el pasado 7 de enero hubo una fracasada reunión entre
la representación docente y las autoridades del distrito de Los Ángeles. En un conflicto que tiene varios
puntos de discusión, pero que en lo que respecta al eje salarial, llevan años sin respuesta, ya que el
último aumento acordado fue en 2015. En ese año tuvieron incrementos salariales del 10%, aunque
después de la recesión económica y de tener días sin pago. “Fue como una reducción del sueldo porque
el distrito amenazó con despedir a maestros y cerrar escuelas”, recordaron desde UTLA.
El Superintendente del LAUSD, Austin Beutner, aseguró que otros sindicatos del distrito se habrían
conformado con aumentos de un 6% en tres años y que la misma oferta ponían a disposición de la
docencia. Pero UTLA busca un aumento del 6.5%, retroactivo al 1° de julio de 2016. La discusión salarial,
desde el gobierno pretenden sostenerla cada tres años.
Para tener una idea de los salarios que cobran, desde el sindicato dijeron que un maestro principiante
tiene un sueldo anual promedio de 40.000 a 50.000 dólares; uno de experiencia, 60.000 dólares y “los
directores andan en $100.000”. Se trata de sueldos bajos. Aunque si los comparamos con los 14 mil
pesos que cobra al mes un docente que se inicia en la provincia de Buenos Aires, un ingreso de 40.000
dólares al año para un docente que se inicia implica cobrar más de 115.000 pesos mensuales. Y una
directora de escuela gana casi 300.000 pesos por mes, en su equivalente en dólares (U$S 100 mil al año).
Muestra lo lejos que estamos de los salarios de los principales países del G20, más allá de tratarse de
sueldos que implican ingresos bajos para el llamado Primer Mundo.
Es en ese marco que Mónica García, presidenta de la Junta Directiva del LAUSD, defendió la oferta del
6% y agregó: “Reconocemos que cada maestro se sacrifica por el bien de los jóvenes que merecen mucho
más, pero tenemos que ser responsables con el dinero…”. Esto nos suena conocido. Ya que es la misma
frase que nos dicen gobernadoras como María Eugenia Vidal, el presidente Mauricio Macri y cualquier
gobernador de provincia. O lo que nos decían Damiel Scioli cuando era gobernador bonaerense y Cristina
Kirchner que cerraba paritarias nacionales a la baja y por decreto, en medio de fuertes paros docentes.
Una de las justificaciones que da el Superintendente Beutner para negarse a mejorar la oferta es la falta
de presupuesto que tendría el distrito, sin embargo, los docentes alegan que el LAUSD tiene 1,9 mil
millones de dólares en reservas irrestrictas de 2018-19 que pueden destinarse a satisfacer y solucionar
las demandas y el contrato de la docencia.
Es en este marco de conflicto que UTLA anunció ese día, 7 de enero, que se volverían a reunir el lunes 14
con los negociadores del distrito. A la vez que convocaron al paro para el jueves 10, antes de esa próxima
reunión. Pero finalmente la dirigencia de UTLA definió pasar al lunes 14 como día de inicio de la primera
huelga docente en el LAUSD desde 1989.
El cambio y demora en la fecha inicial del paro respondía a que el distrito impugnó en el tribunal la fecha
de inicio original, alegando que el sindicato no habría dado una notificación de 10 días, como exige la ley
estatal. El gremio apeló y finalmente obtuvo luz verde. La audiencia ante el pedido de restricción
temporal de la huelga se realizó el jueves por la mañana en el Tribunal Superior del Condado de Los
Ángeles, donde la juez Mary H. Strobel falló a favor de la docencia.
La docencia no solo reclama salario, defienden la escuela pública
“Los maestros saben lo que está en juego y están listos para tomar acción, conectando con las rebeliones
nacionales de maestros para luchar por la educación pública”, afirman desde el sindicato. En Los Ángeles,
esta medida de presión “histórica” busca mejoras salariales, pero no es lo único que reclaman. Hay otras
necesidades tan importantes como tener clases con menos estudiantes (las aulas se pueblan con 40 a 50
estudiantes por clase); así como contar con más enfermeras, psicólogos y bibliotecarios de forma
permanente en las escuelas; menos exámenes estandarizados que tienden a la privatización y más
enseñanza; mejora del sistema de seguridad escolar y ponerle fin a la privatización de escuelas. Esto
junto a otras demandas como la cobertura en salud a la totalidad de trabajadores escolares, no solo a
quienes están en el ítem maestro. Reclamos con un mismo hilo conductor, la necesidad de un mayor
presupuesto para educación que el gobierno niega.
Aunque también buscan resolver problemas mas profundos al apuntar a la destitución del
Superintendente Beutner, a quien consideran inapropiado para regir los destinos del segundo distrito
escolar más grande del país. “Beutner no tiene nada que ver con la educación”, declaró Tomás Flores,
presidente del Comité Educativo Bilingüe, en la Junta Directiva para el Área Central de UTLA. “Queremos
en ese puesto a un maestro…”. Porque el conflicto de fondo es en defensa de la propia educación
pública.
Efectivamente, Austin Beutner es bastante rico, ex banquero de inversiones y hombre de negocios. Fue
CEO y editor de The Los Angeles Times y The San Diego Union-Tribune. Su formación es en los negocios y
política pública, no tiene ninguna experiencia en educación ni formación académica. Fue elegido por un
sector defensor de las escuelas chárter, con la misión de ajustar las cuentas del distrito.
Por eso hoy el plan del Superintendente Beutner es dividir el Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles en
32 “carteras” más pequeñas, con escuelas públicas que pasarían al estatus de escuela “concertada”, lo
que implicaría ir a un sistema mixto, previo a la privatización, nada menos que en el segundo distrito
escolar más grande del país. Con un complejidad extra, que radica en la negativa del gobierno a
equiparar el límite de estudiantes por clase, entre escuelas privadas y públicas o concertadas. En muchos
contratos de escuelas privadas, el máximo de estudiantes es 24; mientras el gobierno pretende que cada
clase en las escuelas públicas no tenga menos de 40 estudiantes. Así mismo, esta posibilidad de recorte
que ve el gobierno, permitió despidos masivos de docentes, no siendo necesarios ante clases más
pobladas, al unificarse a varias en una sola.
Una lucha con muchísimo apoyo popular
Esta pelea en defensa de la escuela pública cuenta con una simpatía enorme y apoyo de la comunidad en
su conjunto. Este también es un cambio fundamental. En otros momentos era imposible pensar en la
huelga como medida sindical, puesto que era repudiada por la sociedad y se veía como un día de clase
“perdido”. Un grave problema para las familias que no conciben otra instancia para ubicar a niñes que
deben asistir a la escuela. Esto hoy se ha revertido en gran parte.
En ese sentido, y después de los logros que en el proceso del año anterior han obtenido, el sector
docente de los Estados Unidos, encabezado en estos momentos por Los Ángeles, también profundizará
su lucha con un gran apoyo de docentes de otros lugares y distritos; pero también con un gran apoyo de
familias, y estudiantes. Con grandes manifestaciones encabezadas por padres y familias latinas que
entienden muy bien el valor de la educación pública, y que no la entregarán fácilmente, aún en la tierra
del Tío Sam.
Ante esta enorme fuerza de lucha, las autoridades que pretenden avanzar en su plan de ajuste y
privatización, intentan ganar el conflicto ante la justicia, pidiendo la declaración de la huelga como ilegal.
Ven que ya no están fuertes sus argumentos en la sociedad, por lo que pretenden ir por otros caminos
en la resolución del conflicto. Como es intentar ganarlo judicialmente, empleando a costosos abogados
antisindicales. También pretenden usar la figura del sustituto docente, mejor remunerados que el
suplente afiliado, además de ubicar y supervisar a estudiantes en grandes espacios y hasta apelar a la
instrucción en línea para seguir prestando educación.
Como detalladamente describe el diario Los Ángeles Times en su edición en español del 7 de enero, en el
mes de octubre de 2018 “la Junta de Educación de Los Ángeles autorizó $ 3 millones de dólares para
contratar a miles de sustitutos externos, incluyendo maestros, ayudantes del campus, asistentes de
educación especial, enfermeras y ayudantes de maestros para reemplazar a los miembros ausentes del
sindicato”. Y agrega que “el distrito comenzó a buscar en septiembre compañías que pudieran
proporcionar empleados que no fueran del LAUSD para trabajar en tales puestos. Y se firmaron contratos
con al menos cinco agencias. Los contratos con agencias, incluyendo la Red de Maestros Suplentes y
Maxim Healthcare Services Inc. permiten la entrada de más de 4.400 suplentes…”.
También da cuenta que apelarán a “padres voluntarios”, un listado usado mucho en otra época, y que
ahora solo se usa ante emergencias  climáticas o sociales. Personas de la comunidad que se anotan para
sustituir, ante falta de docentes, a los mismos en las escuelas. El gobierno está haciendo propaganda
para que se anoten más personas en ese listado y para que tomen esa responsabilidad. Esto, ante la
negativa de muchos padres de ser sustitutos, aún estando en esa lista.
Los directores de escuela fueron animados en el otoño (octubre, noviembre) a hacer reuniones y solicitar
la ayuda de padres durante una huelga. El distrito se prepara también para hacer más fácil el
voluntariado en una escuela. Lo que permitiría ofrecerse sin la revisión de antecedentes que
regularmente exige el Departamento de Justicia del Estado. Los directores podrían “recoger estos
formularios acelerados y verificar los nombres de los padres para asegurarse de que no sean delincuentes
sexuales registrados…”.
Entre los “documentos de planificación de huelga” referidos a la “continuidad del aprendizaje”durante un
paro y que fueron difundidos por las autoridades, se le pidió a cada director de escuela que llenara una
“Hoja de Trabajo de Paro”, donde deben enumerar la cantidad de espacios grandes, como gimnasios,
auditorios, salones multiusos y cafeterías, y cuántos estudiantes tendría cada espacio.
A su vez, cualquier empleado del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles que no sea miembro de la
UTLA debería tener que presentarse a trabajar durante una huelga docente. Pero los trabajadores de los
otros 5 sindicatos de empleados del LAUSD no se muestran muy a favor de “cruzar las líneas de la
huelga”.
Los únicos integrantes no docentes de sindicatos que no podrán participar en una huelga de solidaridad
son los policías escolares, porque legalmente tienen prohibido hacerlo. Es por eso que las autoridades ya
anunciaron que un oficial del Departamento de Policía Escolar de Los Ángeles estará en cada secundaria
y preparatoria, y que 2 oficiales de policía de la ciudad estarán en cada primaria. Sin embargo los agentes
ya adelantaron que “no vamos a hacer cumplir las leyes del ausentismo escolar”, refiriéndose a la ley que
exige que estudiantes asistan a la escuela a menos que tengan una razón válida. Y esto es así pese a que
las autoridades del distrito ratificaran que “la huelga no califica como razón…”.
Como vemos, se trata de una importante batería de recursos que el gobierno pretende usar contra la
huelga, ante una pelea con final abierto, pero que aparece con una gran perspectiva hacia la docencia y
la escuela pública.
Es emocionante ver las innumerables actividades de madres y familias acompañando a docentes de sus
escuelas en la organización y preparativos del paro. Participando en las distintas conferencias de prensa,
incluso luego de las reuniones de negociación o al explicar el cambio de fecha en el día de la huelga.
Madres abogadas en defensa de los derechos de jóvenes estudiantes. Haciendo pancartas y carteles,
repartiendo folletos, asistiendo a las convocatorias, marchas y concentraciones y asegurando que ellas,
sus familias y estudiantes, “no cruzarán la línea de huelga”. El paro es un acontecimiento que conmueve
de arriba a abajo a la sociedad, sus organizaciones e instituciones.
Una rebelión que se da con mucho debate
El embate judicial del gobierno provocó que el sindicato modificara lo previamente anunciado y
definieran pasar el día de la huelga para el 14 de enero. Ante esta actitud, el superintendente del LAUSD
ni siquiera se molestó en presentarse a las negociaciones mantenidas el día miércoles. Sin embargo, sus
funcionarios dejaron en claro que cambiarían su oferta de un pequeño aumento salarial del 2% en cada
año, supeditado a los recortes en el seguro médico de los nuevos maestros y no abordarían seriamente
la escasez crónica de enfermeras, bibliotecaries y otro personal. Sí dejaron en claro que avanzarían con
la idea de pasar escuelas a “concertadas” y que la docencia deberá acordar con el número de 40
estudiantes por clases como un piso, a fin de lograr bajar los costos.
Por eso entre las familias y los propios docentes hubo dudas de la efectividad de la medida al cambiar de
día el paro, tras la denuncia de ilegalidad de las autoridades. Muchos sostenían que debía mantenerse el
mismo día 10. La página de Facebook de la UTLA está llena de comentarios de docentes y padres
enojados por el continuo estancamiento. Muchos dijeron que la nueva fecha era un signo de debilidad,
mientras otros se quejaban de que la decisión del sindicato los había dejado confundidos y no sabían lo
que estaba sucediendo.
Hay un sector muy crítico del sindicato, ya que dicen que el mismo estaría retrasando la huelga. Y que
apelaron a las razones legales cuando los tribunales ni siquiera habían dictaminado sobre la huelga. La
realidad es que la docencia quiere ir al paro, no quiere aceptar la propuesta del gobierno y tienen el
apoyo de madres, padres, familias  y estudiantes en su gran mayoría.
Desde aquí y más allá del día, ya es un hecho político de enorme magnitud la masividad con la que se
avecina el paro del 14, una medida que sería la mayor huelga de educadores en los Estados Unidos
desde las grandes rebeliones docentes del año 2018 en West Virginia, Oklahoma y Arizona, siendo el
inicio de un plan de lucha que continuaría. Una medida que ya hace historia.
Bipartidismo del ajuste salarial y educativo
Para muchos docentes críticos, la conducción de la UTLA estaría tratando de hacer lo posible para evitar
la huelga en el segundo distrito escolar más grande de la nación. El que podría estallar rápidamente en
una huelga estatal que desafiaría a los aliados del sindicato en el Partido Demócrata, quienes controlan
todo el gobierno estatal. Los demócratas han llevado a cabo recortes presupuestarios por décadas,
mientras entregaban miles de millones en recortes de impuestos a los ricos, haciendo pasar al Estado de
ser uno de los mejores en la nación en financiamiento escolar, al puesto 43 de los 50 Estados de la
Unión.
Una realidad que muestra también que el bipartidismo es una farsa en términos concretos para el
pueblo y para derechos tan elementales como el acceso a la educación pública y el reconocimiento de
sus trabajadores. Muestra una vez más que, para ajustar, los gobiernos Demócratas acuerdan con el
partido gobernante a nivel nacional, los Republicanos presididos por Trump. Hoy gobierna la región de
California el gobernador Gavin Newsom, perteneciente al partido demócrata. Fue ex gobernador de su
predecesor, Jerry Brown, quien gobernó California desde enero del 2011, responsable de los mayores
ajustes en educación. Mientras que otro demócrata, es el alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti.
Esto también deja en claro un problema mundial en cuanto a los espacios sindicales: no es momento de
tibiezas, ante medidas de ajuste tan brutales y que pretenden llevarse puesta a la educación pública y a
la docencia, no hay otra respuesta que medidas sindicales que estén a la altura y radicalicen la lucha del
sector, en unidad con el pueblo trabajador. Ese es el reclamo social en el distrito y será muy importante
que la UTLA pueda responder a esta necesidad. Si bien el cambio de fecha en sí mismo, no implica
necesariamente una declinación a la lucha, el lunes 14 será un día clave para pasar la prueba. Vaya toda
nuestra solidaridad internacional y de clase, junto al empeño, difusión y contribución que consideren
posible y necesaria, al servicio de alcanzar ese desafío.
Todo el apoyo para que triunfen
Como venimos afirmando, aplicable en el mundo, a nuestro país y a los Estados Unidos en el marco de
esta polarización, la radicalización social y política que provocan cada una de las medidas de los
gobiernos del sistema, de los Trump, Macri, Bolsonaro, junto a los gobernadores y funcionarios
cómplices al aplicar sus planes de ajuste y privatización, continuará. Y en sentido opuesto crecerán las
luchas y enfrentamientos, por lo que los gremios y centrales sindicales deberán dar respuesta a este
nivel de radicalización, si no quieren correr el riesgo de ser desbordados, o de terminar defeccionando
en la propia disputa. El final está abierto. Y es un gran desafío lograr organizar a luchadores y activistas
que están dispuestos a dar la lucha hasta el final. Es posible y necesario jugarse a fondo para lograrlo,
porque de hacerlo se podrá salir más fortalecidos y mejor parados para presionar hasta el final por cada
reclamo.
Por eso desde Alternativa Docente, ANCLA Agrupación Nacional Clasista Antiburocrática, MST y
Anticapitalistas en Red, acompañamos esa pelea y nos solidarizamos con el reclamo de las, los y les
docentes de Los Ángeles, organizados en UTLA. Y hacemos un llamado a la docencia argentina, de
Latinoamérica y el mundo a acercar muestras de solidaridad con su lucha. ¡Arriba la lucha docente en Los
Ángeles, EE.UU.! Vaya nuestro más fuerte apoyo y campaña solidaria desde Argentina.
Saludamos también a compañeres de la ISO (Organización Internacional Socialista) y a toda la docencia
del distrito de Los Ángeles en general y su comunidad que apoya y acompaña. ¡Su lucha es nuestra
lucha!
Andrea Lanzette, Comisión Directiva CTA Autónoma de Lanús, Congresal de SUTEBA, gremio docente de
la provincia de Buenos Aires y Francisco Torres, Secretario Gremial de la Federación Nacional Docente,
FND-CTA Autónoma.
Integrantes de Alternativa Docente, ANCLA Agrupación Nacional Clasista Antiburocrática / MST –
Anticapitalistas en Red

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