Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
I. ¿Qué es la ansiedad?
¿Usted se ha examinado del carné de conducir?, ¿recuerda cómo se sentía antes del
examen?: eso era Ansiedad. Quizá en alguna ocasión haya iniciado un nuevo trabajo;
¿recuerda cómo se sentía el primer día?: eso era Ansiedad.
A nivel fisiológico/emocional:
Latidos fuertes del corazón,
respiración agitada, tensión muscular
/ frustración, incomodidad, etc.
1ª ¿La Ansiedad es siempre una respuesta ante una amenaza exterior,
ante un acontecimiento de la vida?
Cuando nos sentimos ansiosos, tendemos a buscar una explicación que justifique
ese estado en algo que nos ha pasado o nos está ocurriendo en ese momento o que
esperamos que suceda. En este caso, la relación entre un estímulo (amenaza) y una
respuesta (ansiedad) nos parece evidente. Sin embargo, hemos de tener claro que la
respuesta depende de cómo vivimos esa situación más que del estímulo en sí mismo.
Es decir, la ansiedad puede ser respuesta a algo, pero también puede “nacer de
dentro”, surgir dentro de nosotros mismos. Ese estado de inquietud, desasosiego y/o
nerviosismo es aún más doloroso que cuando es algo concreto lo que motiva nuestra
respuesta de ansiedad. No encontramos una explicación para ello, y por tanto nos
cuesta entenderlo, asumirlo, controlarlo o anularlo. Esta ansiedad que nace de dentro
es algo peculiar de cada uno de nosotros, y que hay personas que tienen mucha
tendencia a sentirla o padecerla y otras que apenas la experimentan, que son “muy
tranquilas”.
Si nos fijamos, lo que nuestro cuerpo hace cuando se pone nervioso es prepararse
para una rápida huída:
No nos sirve de nada que los músculos se pongan tensos para correr más
rápidos, no necesitamos correr y lo único que provoca es cansancio y rigidez
corporal.
Si la sangre se centra en el sistema motor (músculos y articulaciones) y
abandona el sistema cognitivo “pensamos menos”, estamos perdiendo las
facultades que más nos hacen falta en momentos difíciles.
El corazón bombea más deprisa para oxigenar a los músculos, tenemos
sensación de taquicardia.
Respiramos más rápido para facilitar esta oxigenación, se producen
sensaciones de ahogo.
Quizá no se producen cortes de digestión (seamos realistas no huimos igual de
un peligro cotidiano que como lo hacíamos de un león) pero si se producen
dolencias estomacales.
Se favorece la descarga de la vejiga y el intestino.
¿Por qué se mantiene la ansiedad?
Como la ansiedad es una respuesta que crea una sensación de malestar, las
personas tendemos a hacer lo posible para que desaparezca, es decir, escapar de la
situación que nos produce ese malestar. Así que la ansiedad desaparece del siguiente
modo: