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TEMA 26: EL BIENIO RADICAL-CEDISTA Y EL TRIUNFO DEL FRENTE

POPULAR
INTRODUCCIÓN

14 de abril de 1931 se proclama la II República. Tras las elecciones, en las que triunfa la coalición
republicano-socialista, se promulga la Constitución de 1931 y se forma gobierno, con Niceto
Alcalá-Zamora como presidente de la República y Manuel Azaña pomo jefe de gobierno.
Enseguida pone en marcha un programa de reformas legales que tienen como objetivo
democratizar y modernizar el país (reforma agraria, del Ejército, educativa, secularización de la
sociedad, autonomías).

La doble oposición desde grupos de derecha, conservadores, que juzgan excesivas las reformas,
y desde la izquierda obrera (anarquistas, comunistas), que las consideran lentas e insuficientes,
provocaron un clima de tensión social y violencia política, que acabó en crisis de gobierno,
Alcalá-Zamora destituye a Azaña, Martínez Barrio preside un nuevo gobierno y convoca
elecciones

2.1. GOBIERNO RADICAL-CEDISTA


Las elecciones de noviembre de 1933 se desarrollaron en un clima de crispación política. Triunfó
la oposición de centro y derecha (por el desgaste del Gobierno azañista, la unidad de los partidos
de centro-derecha, la opuesta división de la izquierda, el voto femenino, que pasó por ser
mayoritariamente de derechas, y la elevada abstención en las zonas de predominio obrero, por
petición expresa de la CNT). Al no haber mayoría de votos para gobernar en solitario, se formó
un gobierno de coalición, el Partido Radical de Lerroux (jefe de gobierno) que tenía que
gobernar con el apoyo de C.E.D.A. (con la condición que se frenasen o anulasen las reformas de
Azaña). El PSOE anunció que, si la CEDA accedía al gobierno, iniciaría un levantamiento
revolucionario.

El nuevo gobierno hizo una revisión de las reformas emprendidas por el gobierno de Azaña:
frenó la reforma agraria; restableció los haberes al clero; amnistía para participantes en
alzamiento del general Sanjurjo, etc.

Las consecuencias fueron la oposición de obrero y campesinos, que esperaban que la República
les trajera los derechos laborales necesarios: aparición de focos de tensión en Andalucía y en
Extremadura por ralentización de la reforma agraria, enfrentamiento de Lerroux con el
Presidente Alcalá Zamora por la cuestión de la amnistía, lo que provocó un alejamiento temporal
del poder de Alejandro Lerroux. Además, paro, huelgas, alteraciones del orden público. Pero
mejoraron las relaciones Estado-Iglesia.

En esta situación, se produjo una grave crisis de Estado por el conflicto de competencias entre
el gobierno republicano y la Generalitat por la cuestión de los "rabassaires" -arrendatarios-,
unido a la entrada en el gobierno de tres ministros de la CEDA. Tal y como anunció el PSOE, se
inicia la revolución.

Revolución de octubre de 1934: las clases trabajadoras se oponen al gobierno


contrarreformista.
El 5 de octubre UGT declara la huelga general y el gobierno reacciona proclamando el estado de
guerra. En Madrid, Aragón, Andalucía, Extremadura, País Vasco, la huelga es controlada. En
Cataluña. el gobierno de Companys proclama el Estado Catalán. Pero la guarnición militar acaba
con et movimiento revolucionario.

En Asturias la revolución triunfó por la alianza de la CNT con la UGT v el PCE. La cuenca minera
asturiana fue tomada por los revolucionarios: empresas, ayuntamientos, cuarteles de la Guardia
Civil... El gobierno encarga al ejército de la Legión y los regulares para sofocarlo, algo que
consiguen en algunos días.

Las consecuencias fueron víctimas, destrucción, feroz represión (30.000 encarcelados


incluyendo a dirigentes, condenas de muerte), y la formación de dos bloques políticos
irreconciliables.

En 1935 Lerroux, cede cinco carteras ministeriales a la CEDA. Gil Robles plantea una política
extremista, más autoritaria. Esto, unido a los escándalos financieros del Partido Radical -
corrupción por pagos a empresas privadas-, a los problemas económicos derivados de la crisis
mundial, provocan la caída del gobierno. Alcalá Zamora encarga gobierno a Portela Valladares -
sin radicales ni cedistas-, para que convoque nuevas elecciones.

2.2. TRIUNFO DEL FRENTE POPULAR


Azaña idea agrupar a la izquierda, en un contexto internacional en el que el Partido Comunista
de la URSS recomienda a los partidos comunistas pactar con la izquierda burguesa para frenar
el fascismo. En enero 1936 se constituye el pacto del Frente Popular (IR, UR, PSOE, UGT, PCE,
Partido Sindicalista, POUM, ORGA, Esquerra). Su programa incluía amnistía para los delitos
políticos y sociales, continuidad de la legislación reformista del primer bienio y la reanudación
de los procesos de autonomía regional. CNT no preconiza la abstención.

Frente a las izquierdas, las derechas no llegaron a formar un frente único. La CEDA, con un
programa electoral que defendía la revisión de la Constitución, estableció pactos puntuales con
republicanos radicales en algunas provincias; en cambio, los monárquicos alfonsinos de
Renovación Española y los carlistas de Comunión Tradicionalista formaron una alianza electoral,
el Bloque Nacional, liderado por José Calvo Sotelo, cuyo programa sólo era posible si era
eliminada la República.

Las elecciones de febrero de 1936 dieron la victoria al Frente Popular, en consecuencia, el


poder cambió pasando el gobierno de la República de las manos de la derecha a las de la
izquierda.

Azaña formó un gobierno integrado únicamente por republicanos de izquierda, y adopta


medidas de retorno a la política reformista del primer bienio. Se concedió una amnistía general
para todos los encarcelados por delitos "políticos y sociales" en relación con la revolución de
octubre de 1934; se restableció el Estatuto de Autonomía de Cataluña y Companys volvía a
presidir la Generalitat, las organizaciones sindicales volvían a movilizar a los trabajadores y se
acentuaban las huelgas; en el campo la intensificación de los conflictos sociales.
Pero el Frente Popular no logró estabilizar el proceso político ante un clima de violencia en la
convivencia social. Las huelgas obreras, las peticiones de readmisión de trabajadores frente a la
resistencia de los patronos, la ocupación de tierras por los campesinos mientras se ponía en
marcha la Ley de Reforma Agraria de 1932, y los actos de violencia, donde destacaban las
organizaciones juveniles de ideología más extrema (Falange, Juventudes Socialistas y
Comunistas), todo ello, en definitiva, dificultaba la tarea de gobierno, interesado en abrir un
nuevo marco de convivencia.

La violencia callejera se traducía en atentados y enfrentamientos, mientras volvían los ataques


e incendios de edificios religiosos. La CEDA perdía influencia frente a la derecha autoritaria de
Calvo Sotelo o la impulsada por Falange, al modo del fascismo italiano. En marzo, precisamente,
Falange era declarada ilegal, anticonstitucional, y José Antonio Primo de Rivera era detenido y
encarcelado en Alicante.

Constituidas en abril las nuevas Cortes, tomaron un acuerdo de la destitución del presidente de
la República, Alcalá Zamora, y la elección de Azaña en su lugar (10 de mayo). Azaña llamó a
Casares Quiroga, líder de la ORGA, que formó un gobierno sólo con republicanos (13 de mayo).

2.3. LA CONSPIRACIÓN MILITAR Y EL INICIO DE LA GUERRA CIVIL.


La acción del gobierno avanzaba por la vía reformista. Se aplicaba la Ley de Reforma Agraria, se
tramitaba en las Cortes el Estatuto del País Vasco mientras en Galicia se optaba por la autonomía
en referéndum el 28 de junio, aunque la guerra civil impedirá la aprobación por las Cortes de su
Estatuto de Autonomía.

En el clima de radicalización social y política, con asesinatos, las bombas, los ajustes de cuentas,
las quemas de iglesias, que iban siendo demasiado frecuentes, la conspiración militar iba
precisándose. El gobierno, en previsión de una posible intervención militar, había alejado a los
generales sospechosos con destinos distantes entre sí: Franco a Canarias, Goded a Baleares y
Mola a Navarra. Pero estos cambios no sirvieron para frenar el golpe militar. El general Mola,
conocido con el nombre clave de "El Director", fue el organizador del alzamiento militar. Su plan
consistía en una movilización simultánea de guarniciones militares, dando un importante
protagonismo al ejército de África bajo la dirección de Franco. Los conspiradores sabían que no
todos los militares estaban con la insurrección. Por eso el proceso se tomó su tiempo, con
lentitud, pero sin marcha atrás.

El 12 de julio, era asesinado el teniente José del Castillo, de la Guardia de Asalto, quizá por
falangistas y, el 13 de julio, como represalia, sus compañeros decidían asesinar a José Calvo
Sotelo. España entera se estremeció. Se dice que este hecho aceleró el proceso hacia la
insurrección. El 17 de julio, la guarnición de Melilla se sublevada y se extendía, con éxito, a todo
el protectorado en Marruecos en ese mismo día. El 18 se extendía a la Península. Antes de
terminar el mes de julio España había quedado dividida en dos zonas: una, con la República; la
otra, al lado de la sublevación militar. Comenzaba el enfrentamiento entre ambas. Era la Guerra
Civil.

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