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Para enfrentar los retos sociales, económicos y políticos que en este siglo XXI
requiere la humanidad son necesarios el cambio y la adaptación del ser humano.
Esta adaptación debe ser dinámica y expedita, en la que el objetivo planteado per-
siga una visión de largo plazo en beneficio de la humanidad.
Así, específicamente en el campo de la salud, los avances en la medicina, los
cambios en la estructura de los sistemas de salud a nivel mundial, los adelantos
tecnológicos y los cambios en la pirámide poblacional requieren profesionales
de la salud preparados para enfrentar los retos actuales, con una misión y una vi-
sión enfocadas en el bienestar de las personas.
En cualquier sistema de salud lo que haga o deje de hacer la persona que se en-
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institucional, tanto en su relación con los profesionales de la salud que ahí laboran
como en la calidad y seguridad ofrecidas a los pacientes.1 El médico, como figura
pilar en este campo, está comprometido a asumir la responsabilidad de su profe-
sión y prepararse para este gran reto que con el pasar de los años se vuelve más
crítico y menos certero. Deberá asegurar la salud de la sociedad y ser capaz de lide-
rar el correcto funcionamiento de las instituciones de salud sin disminuir la cali-
dad y la seguridad en la atención médica, pero lo más importante es que deberá
estar preparado para el cambio que esto implica, y para esto serán necesarios el
conocimiento y los principios para ejercer el liderazgo necesario para su función.
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ADMINISTRACIÓN Y LIDERAZGO
Para que cualquier organización tenga éxito, cualquiera que sea su giro, se re-
quieren ambos conceptos: la administración y el liderazgo. Los dos son impor-
tantes y complementarios. Se requiere administrar para dar estabilidad, lograr y
conducir a la meta con orden. Liderar, por su parte, permite influir, guiar y produ-
cir cambios constructivos. En el cuadro 14–1 se muestran las diferencias entre
administración y liderazgo.
Cuadro 14–1.
Administración Liderazgo
Lidia con la complejidad Lidia con el cambio
Planeación y presupuesto Fija rumbo
Organización y reclutamiento Elección de líderes adecuados
Control y estandarización Creación de una cultura correcta
Produce grado de orden, predictibilidad y con- Produce un cambio constructivo, en ocasiones
sistencia profundo y sustentable
Tomada de la referencia 4.
centran en los resultados y aspiran a que el trabajo operativo sea ejecutado con
velocidad y eficiencia. Dedican su esfuerzo a crear procesos para evitar imprevis-
tos y ofrecer respuestas estandarizadas a las contingencias. Instintivamente bus-
can estabilidad y control, y tratan de resolver los problemas rápidamente.
“Los líderes son como artistas, toleran el caos, están más orientados a la gente
que a la tarea. No temen a los imprevistos, se involucran activamente en la bús-
queda de soluciones creativas y están dispuestos a demorar las soluciones para
entender los problemas más profundamente. Los líderes son optimistas, imagina-
tivos y aptos para abordar el mundo desde marcos mentales alternativos”.
Por su parte, el Dr. Henry Mintzberg refiere que “Un administrador sin rasgos
de liderazgo será un jefe aburrido. Pero es peor un líder que no administra”.6
LÍDER Y LIDERAZGO
El líder es la persona que ejerce poder y autoridad. Su don de líder es una habili-
dad que emana y motiva (influencia) a su gente a lograr resultados mediante un
trabajo adecuado. El líder fija rumbo, otorga respuestas y resuelve problemas.
El liderazgo es una actividad creada a través del trabajo en equipo; su objetivo
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B. J. Avolio y col.7 indicaron que en los trabajos de investigación que han explo-
rado si los líderes nacen o se hacen estudiaron gemelos idénticos y mellizos utili-
S Visión
S Comunicación Elegir el camino correcto, lograr
S Colaboración (trabajo en equipo) l gente siga
que la i ese camino i
S Estrategia para alcan
alcanzar objetivos
ar los objeti os del
líder
S Incentivos
S Cambio
También es importante:
S Proceso administrativo.
S Priorización y delegación.
S Comunicación efectiva.
S Reforzamiento.
S Identificación y reclutamiento de nuevos talentos.
S Desarrollo y retención de talento.
S Desarrollo y reforzamiento de relaciones públicas.
S Gestión proactiva.
RETOS ADAPTATIVOS
El liderazgo requiere que el sistema enfrente una realidad incierta, una serie de
retos que implican adaptación; asimismo, que desarrolle de forma creativa e in-
novadora nuevas capacidades que aseguren su progreso en esa nueva y cambiante
realidad. Requiere que el líder y su gente afronten situaciones en las que:
ya que son desafiadas nuestras creencias más arraigadas; los valores que han lle-
vado al éxito se vuelven menos relevantes, dándose cuenta de que emergen pers-
pectivas legítimas pero contrarias a la labor previa. Son problemas sistémicos sin
respuestas claras.
Las organizaciones logran sobrevivir cuando aplican un pensamiento disrupti-
vo (innovar, pensar “fuera de la caja”); es decir, buscando soluciones alternas y
estableciendo una visión a largo plazo. Las instituciones que ofrecen e implemen-
tan mejores respuestas ante los cambios son las que perduran en el tiempo.
Las especies más fuertes no siempre sobreviven ni tampoco las más inteligentes.
Sobreviven las especies que tengan las mejores respuestas a los cambios.
Charles Darwin10
Para aclarar estos dos conceptos se podría tomar como ejemplo de un reto técnico
el caso de un paciente que llega al médico con un dolor en la fosa iliaca derecha
y que gracias a la clínica y los estudios de laboratorio se llega al diagnóstico de
apendicitis aguda. La solución es una intervención quirúrgica y el problema es
resuelto.
Como ejemplos de retos adaptativos se mencionarán tres casos claros que re-
cientemente y con la experiencia de los autores de este capítulo explican clara-
mente el problema y su solución. Dichos ejemplos son retos adaptativos ocurri-
dos en el Centro Médico ABC.
decir, garantizar que se trata del paciente correcto, del procedimiento quirúrgico
programado y del sitio quirúrgico indicado; y en las cirugías donde existe un ór-
gano contralateral ingresar al paciente marcado con una palomita con plumón in-
deleble en el lado donde se hará la intervención. Durante muchos años los ciruja-
nos procedían a realizar sus intervenciones sin este protocolo y se resistían a
aceptarlo, pero bajo conceptos de liderazgo y educación progresivamente se fue
explicando con lujo de detalle, haciendo ver que este procedimiento garantizaba
mayor seguridad al paciente, al equipo quirúrgico y a la institución, haciendo que
los médicos entendieran el impacto del proyecto. Esto provocó que de un apego
inicial de 20% a mediados de 2008 se incrementara a un apego por arriba de 85%
en noviembre del mismo año. Esto representa un ejemplo de un reto adaptativo
para el cuerpo médico.
En una institución de salud de alto nivel, de acuerdo con las normas que exigen
las certificaciones nacionales e internacionales, es importante y obligatorio que
por seguridad de los pacientes, usuarios y empleados todo profesional de la salud
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cifras muy altas de apego a nivel global. Este proceso es un claro ejemplo de un
reto adaptativo de la institución, en el cual no solamente se benefician los pacien-
tes, sino también los visitantes y los trabajadores de la salud.
PENSAMIENTO CONJUNTO
donde la inteligencia colectiva del grupo (el líder y su gente) desarrolle conexio-
nes inesperadas y oportunidades para la acción.
Se trata de un proceso en el que el éxito está en el poder de la comunicación
y la conformación de un equipo diverso que aporte puntos de vista distintos que
al final converjan en una respuesta más completa, trabajada y consensada.
Este nuevo patrón de pensamiento incluye una serie de prácticas para enfrentar
situaciones complejas que requieren nuevas formas de pensamiento en conjunto.
A través de sesiones inclusivas los líderes tienen la oportunidad de integrar la in-
teligencia colectiva y guiar a la acción. La forma en que se abordan los retos y
se convierten en oportunidades hará la diferencia entre el actuar común y corrien-
te, el pensamiento razonado e integrado y la acción que las organizaciones re-
quieren hoy en día.
CONFLICTO CREATIVO
búsqueda de la mejor solución para todos. Se trata de una habilidad clave para
el liderazgo.
El construir una “olla de presión fuerte” es esencial para el manejo de los con-
flictos; un contenedor fuerte se refiere al lazo de unión que crea la confianza, el
compromiso, la fortaleza y la conectividad, que mantienen a la gente unida en
medio del “calor, la presión y el desequilibrio” que surgen en las conversaciones
difíciles. En ausencia de un contendor fuerte la gente se desconecta, se apaga y
evita el trabajo. La gente tolera bien determinados grados de calor; “medir” el
grado de calor en un contenedor es una destreza que se adquiere y que debe cono-
cer un líder.16
DEFINICIÓN DE LA REALIDAD
La tarea del liderazgo es un tema que está en corresponsabilidad entre las institu-
ciones académicas de medicina, las organizaciones de salud (públicas o privadas)
y los profesionales de la salud.
Abarca mucho más que el liderazgo como sistema dentro de una organización
de salud. Implica la preparación de las personas que estarán y están bajo la res-
ponsabilidad de proveer salud a la población, desde los estudiantes hasta los di-
rectivos de más alto rango.
Es primordial definir la realidad en la que nos encontramos, fijar la dirección,
el rumbo y el objetivo que deseamos lograr de acuerdo con la realidad; elegir a
los principales actores, a la gente correcta, a las personas comprometidas que es-
tén dispuestas a asumir el reto; y desarrollar e implementar la cultura correcta,
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en su “zona de confort”.
Aun sin la autoridad formal, los únicos instrumentos que los líderes clínicos
poseen son su conducta, lo que dicen y cómo lo dicen, su ejemplo en la práctica
diaria, la comunicación mediante un lenguaje apropiado, la expresión del propó-
sito de su equipo en términos de creación de valores y su interés en curar las enfer-
medades, prevenir el daño y cuidar al paciente. El líder clínico debe preguntarse:
¿qué se quiere lograr?, ¿cuál es el mejor camino para lograrlo?, ¿qué se puede
hacer para obtener mejores resultados? y sobre todo si el sistema está mantenien-
do en forma óptima la seguridad de los pacientes.
El paso fundamental para iniciar la capacitación y la formación de líderes clí-
nicos es que después de identificarlos, de acuerdo con lo mencionado, se les ayu-
REFERENCIAS
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14. Forester J: Responding to critical moments with humor, recognition, and hope. Negotia-
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15. Sclavi M: Arte di ascoltare e mondi possibili. Come si esce dalle cornici di cui siamo parte.
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17. Bohmer R: Leading clinicians and clinicians leading. N Engl J Med 2013;368:16.
18. Centro Médico ABC: Curso de liderazgo médico. México, 2016.
nes importantes que se tomen a nivel directivo. Los temas comunes de calidad
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pos adecuados para ellos, tomando en cuenta las probables largas estancias hospi-
talarias y las necesidades psicológicas, educativas y de esparcimiento, por decir
algunas. El personal que participa en esta atención —de enfermería, laboratorio,
farmacia, entre otros— deberá tener competencias específicas para atender ni-
ños. Estos servicios serán muy diferentes de los diseñados para un paciente adulto
mayor con una enfermedad crónica, como insuficiencia renal, puesto que las visi-
tas cortas y frecuentes a un servicio de hemodiálisis deberán cubrir las necesida-
des de disponibilidad de horarios, resultados de laboratorio rápidos, asesoría nu-
tricional y rehabilitación cercana a las fechas y a las instalaciones donde se llevan
a cabo las sesiones de hemodiálisis.
El enfoque estratégico de una línea de servicio guía el crecimiento y la innova-
ción, e identifica las oportunidades de negocio para un hospital. La intención fi-
nal de una línea de servicio es la creación de Centros de Excelencia, donde se lle-
ve a cabo una atención médica de alta especialidad, que se distinga de otros
centros por la calidad, seguridad y vanguardia de sus servicios y por el desarrollo
de actividades académicas y de investigación.
Existen suficientes evidencias que determinan que uno de los factores más im-
portantes en una línea de servicio es el fuerte liderazgo médico.5,6 De acuerdo con
el Advisory Board,7 la presencia de un líder dinámico es el factor más crítico para
el éxito. Es más, se ha visto que en las líneas de servicio que no se desempeñan
adecuadamente como consecuencia de tener conflictos y posiciones encontradas
entre médicos y administradores, los médicos han demostrado ser líderes increí-
blemente eficaces para resolver estos conflictos, siempre que tengan la visión de
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ción.6,7
En el Centro Médico ABC (CMABC) la gestión hospitalaria a través de líneas
de servicio se ha llevado a cabo desde hace varios años; de acuerdo con esa expe-
riencia se han observado beneficios claros:
Procesos
administra-
Gerente de línea de servicio
tivos
Procesos
de atención
hospitalaria
Procesos de
atención
médica
con formación clínica que tiene un rol integrador de todas las personas que parti-
cipan en el proceso de atención. De manera general coordina los procesos de aten-
ción médica, de cuidado de enfermería, técnicos y auxiliares, e integra los proce-
sos de documentación clínica (expediente médico) administrativos y de servicio.
El gerente es responsable de diseñar e implementar una atención centrada en las
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El éxito de las líneas de servicio en el Centro Médico ABC se debe en gran medi-
da a la conformación de grupos médicos, que equivalen a las prácticas médicas
grupales (PMG). Éstos son grupos de trabajo integrados por un conjunto de médi-
cos con la misma especialidad o especialidades relacionadas, que trabajan de ma-
nera conjunta para lograr intereses comunes.
Los objetivos de las PMG fueron definidos en conjunto por médicos y admi-
nistradores hace varios años:
médicos.
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Evaluación y
seguimiento
Inducción de práctica
médica
Patronato
Comité de
credenciales
Figura 15–2. Gestión del cuerpo médico. Ingreso al Centro Médico ABC.
EXCELENCIA OPERACIONAL
presas en diversas industrias para reducir las ineficiencias y mejorar el valor glo-
bal del producto final. Aunque la metodología se desarrolló originalmente para
la industria manufacturera, los objetivos clave pueden aplicarse a los sistemas de
salud y en particular a los hospitales: la estandarización, la eliminación de los des-
perdicios, el reconocimiento a las aportaciones de los empleados y la mejora con-
tinua.
La metodología de la excelencia operacional nació del SPT y se fundamenta
en el uso de herramientas, pero sobre todo en el desarrollo de una cultura que fo-
menta algunos aspectos, como el liderazgo, el trabajo en equipo, la colaboración
interdisciplinaria y el desarrollo de alianzas, para generar un ambiente que favo-
rezca el aprendizaje y la innovación.2 El componente cultural más importante se
expresa a través de la confianza y el respeto mutuo entre los colaboradores.
CULTURA JUSTA7
social para garantizar, siempre que sea posible, que el progreso en la ciencia y la
tecnología contribuye a la justicia, la equidad y al interés de la humanidad”, y de-
dica un artículo al tema de la responsabilidad social y la salud.11 Los hospitales
en los que se generan y se aplican conocimientos científicos son sitios fértiles
para crear programas que beneficien a las poblaciones vulnerables, precisamente
utilizando el conocimiento científico que se va generando.
En estos tiempos, en los que existe tanta desigualdad en el acceso a los servi-
cios de salud, la responsabilidad social se vuelve un imperativo moral y una opor-
tunidad para que el médico líder desarrolle enfoques innovadores y creativos, en-
fatizando que la salud es, sin duda, una responsabilidad de todos, individuos y
grupos de personas organizadas dentro de la sociedad, instituciones educativas
y hospitalarias del sector público y privado, y gobiernos en todos los niveles. Asi-
mismo, conviene aclarar lo que no es responsabilidad social: no es caridad o li-
mosna, no tiene un enfoque asistencial y no fomenta la dependencia, ya que otor-
ga a los individuos y las comunidades herramientas para el autocuidado, la
educación y, en el mejor de los casos, acceso a servicios y programas de salud.
En el CMABC el enfoque de la responsabilidad social ha evolucionado a lo
largo de varios años. Se inició hace más de 30 años con la formación de clínicas
para personas económicamente vulnerables, que no tenían acceso a seguridad so-
cial y que vivían en las zonas cercanas a los hospitales. Recientemente se ha refle-
xionado sobre los programas que pudieran tener el mayor impacto social, con un
mayor retorno social de la inversión y que atiendan de mejor manera las priorida-
des epidemiológicas del país. Se han definido dos grandes grupos, ambos con un
enfoque primario en la prevención y con base en lo que hoy indica la ciencia: el
inicio de la vida, que incluye a mujeres embarazadas y niños en la primera infan-
cia, y enfermedades crónicas no transmisibles, específicamente diabetes, hiper-
tensión y obesidad.
Asimismo, en el CMABC se han desarrollado programas de la mano de líderes
médicos que han prestado su servicio de manera voluntaria atendiendo al sector
más pobre de la población. Estos programas destacan por ser de alta especialidad,
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CONCLUSIÓN
En los cambiantes tiempos actuales, y con los cambios profundos que segura-
mente están por venir en los sistemas de salud a nivel mundial, el médico tiene
la opción de ser un observador o de convertirse en un líder transformador. Los
modelos y ejemplos revisados en este capítulo son una muestra de los temas en
los que el médico líder debe involucrarse y conocer. El diseño de la medicina del
futuro es un trabajo de equipo; sin embargo, la responsabilidad y el compromiso
de asegurar que el negocio de la medicina no sea sólo un negocio recae en gran
medida sobre el médico. Queda claro que no se puede comparar la prestación de
servicios de salud con otras industrias, ya que la enfermedad y el sufrimiento no
son sólo problemas biológicos que puedan ser resueltos con ciencia, tecnología
y procesos de atención, sino que son enigmas que pueden evidenciar las limita-
ciones, vulnerabilidades y debilidades del paciente, cuya atención requiere, ade-
más de un sistema de salud efectivo, fortalecer el vínculo entre el médico y el pa-
ciente. Con esto en mente, y entendiendo la complejidad de cualquier sistema de
salud en el que participan un sinnúmero de profesionales, hay que cerciorarse de
que el líder médico desempeñe su papel fundamental, asegurando que en las prio-
ridades de la organización el paciente siempre sea lo más importante.
REFERENCIAS
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ing Health Care Organization, 2014.
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line infrastructure. Advisory Board, 2008.
7. https://www.advisory.com/...advisory–board/.../2008.
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tales. Tuvieron que pasar varios años y varias crisis, tanto institucionales como
derivadas de la economía, para poder reaccionar y finalmente lograr la posición
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de la que gozan hoy en día. Este proceso, que conllevó una enseñanza para todos,
evidencia que la fortaleza de un hospital o institución de salud tiene hoy un fuerte
componente de gestión administrativa, por lo que deseamos compartir la expe-
riencia adquirida en el Centro Médico ABC, considerando que estos aprendizajes
son relevantes para los actuales y futuros líderes, los cuales requieren desarrollar-
se para impulsar e innovar los sistemas de salud (ver el capítulo 14).
Es fácil identificar que el estilo de liderazgo se basa más en experiencias que
en conocimientos académicos (ver el capítulo 2). A través de “kilómetros recorri-
dos” hemos aprendido lo que funciona y lo que no funciona, procurando no repe-
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tir errores y aprendiendo tanto de los éxitos como de los fracasos. Pero no todo
se basa en experiencias; un buen líder en el contexto hospitalario debe saber ad-
ministrar, y para ello requiere conocimientos académicos sólidos. No hay que ol-
vidar que la administración es una ciencia que no se puede basar sólo en el sentido
común; éste ayuda, pero no lo es todo. Así como en la medicina queda claro que
no se puede improvisar, que se requieren estudios y práctica, la administración
no se debe asumir sin una preparación sólida.
El punto de quiebre que hizo al Centro Médico ABC comprender y reaccionar
con rapidez ante las nuevas circunstancias fue la competencia, la construcción de
otros hospitales privados en el área metropolitana de la ciudad de México.
LA TRAMPA DE LA NOSTALGIA
Ante la evidencia del daño que se le puede causar al paciente dentro del hospital,
el entorno competitivo en la atención a la salud y la carga económica de los servi-
cios de ésta, no se puede impedir que en los hospitales se generen cambios funda-
mentales que son inevitables, y el Centro Médico ABC no es la excepción. Sin
embargo, es fácil caer en la trampa de la nostalgia: siempre se piensa que en el
pasado uno era más feliz. Por tanto, es importante aprender de la historia y ver
cómo en la institución ha habido momentos felices y crisis que contribuyeron a
crecer y evolucionar.
Como sucede siempre, pensábamos entonces que estábamos muy lejos de ser
felices y ahora pensamos lo contrario. Es la trampa de la nostalgia, que quita de su
lugar a los momentos amargos y los pinta de otro color. Y los vuelve a poner donde
ya no duelen.
Gabriel García Márquez
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Hospital tradicional
1984 1985 ... 1990 ... 1992 1993 1994 1995 1996
Figura 16–1. Evolución histórica del Centro Médico ABC, 1984 a 1996.
LA ENCRUCIJADA: CONSTRUIR
UN HOSPITAL SIN VÍAS DE ACCESO
Estableciendo controles
Figura 16–2. Evolución histórica del Centro Médico ABC, 1997 a 2004.
longara durante muchos años y se quedara el hospital construido, pero sin poderlo
usar, o detener la construcción y esperar su resolución y no arriesgar los recursos
y el patrimonio del ABC.
Se optó por la primera opción. Fue necesario mediar entre los gobiernos local
y federal, pero en 2004 se logró abrir el campus Santa Fe y concretar un proceso
de expansión, planeado y muy deseado.
Lo que se aprendió de esta experiencia ha servido para consolidar el liderazgo
de la administración y resaltar la importancia de una buena gestión financiera.
Las decisiones tomadas, que en retrospectiva pudieran parecer aventuradas, en
realidad representan un proceso de análisis de las posibilidades, y fueron tomadas
asumiendo un riesgo, pero con una evaluación rigurosa de los diferentes escena-
rios y en consenso con los principales interesados en asegurar el mejor futuro para
la institución: patronos, directivos y médicos. Éste es un buen ejemplo de la nece-
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sidad de contar con una sólida formación administrativa, ya que tomar decisiones
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Certificaciones
El día que tuve el honor de avisarle al Patronato que habíamos obtenido la acredi-
tación de la Joint Commission International les comuniqué que esta acreditación
podía ser muy buena o muy mala para la institución. Muy buena como logro, por
el compromiso con la calidad y por ser el primer centro médico que la obtenía en
la ciudad de México. Muy mala si como organización se genera la falsa creencia
de que con este logro sería siempre el mejor hospital. Ciertamente es un riesgo,
cuyo combate requiere un fuerte liderazgo que consolide el compromiso de todos
los individuos para la mejora continua y el deseo de asegurar que los pacientes
sean atendidos con la máxima seguridad y calidad posible. Ocho años y tres recer-
tificaciones después permiten hablar de una cultura institucional de calidad y se-
guridad, que es el quehacer de todos: Patronato, médicos, enfermeras y adminis-
tradores. Todos hablan el mismo idioma.
Afortunadamente para la institución, las certificaciones han sido una herra-
mienta útil, ya que cada reacreditación, por su propia naturaleza, eleva el estándar
y la expectativa de superar los propios logros. Las certificaciones nacionales e
internacionales y los premios de calidad obtenidos brindan satisfacción, pero
también han obligado a un mayor esfuerzo. Lograr esto es ciertamente una fun-
ción de liderazgo, implica tener una visión, pero sobre todo motivar a un grupo,
a toda una organización a superarse continuamente. Para el líder debe quedar cla-
ro que las acreditaciones de calidad nunca pueden ser un fin en sí mismas. Son
una herramienta que permite lograr el fin de ser cada vez un mejor hospital. Son
una señal que recuerda que se va por el buen camino.
mente, agrupar a médicos para poder escuchar una voz común genera un contra-
peso a los controles administrativos, que pueden llegar a entorpecer o restar
flexibilidad a los procesos de atención de pacientes.
Otra razón significativa por la que las prácticas médicas grupales son impor-
tantes tiene que ver con la transformación que están sufriendo los sistemas de sa-
lud en todo el mundo y en México, que no es la excepción. El sistema privado
de salud cada vez es menos sustentable, entre otras cosas porque el modelo de
pago por evento, independientemente del resultado clínico, no puede seguir fun-
cionando, no es económicamente viable y no se enfoca en la obtención de los me-
jores resultados por especialidad. Es injusto para el paciente y el pagador.
Las razones que explican lo anterior son múltiples; no se le puede atribuir la
culpa a nadie. Los avances en la ciencia y la tecnología han hecho que hoy la
Figura 16–3. Evolución histórica del Centro Médico ABC de 2005 a 2011 y la proyección
a futuro.
podían seguir caminando con la misma estrategia. Para caminar un poco más rá-
pido se construyó Santa Fe; ahora, si se entrena duro y consistentemente, la insti-
tución puede llegar a participar en carreras con índice de alto rendimiento. Se ha-
brá alcanzado un elevado nivel de profesionalismo, seguro se habrá crecido, pero
¿todos se habrán desarrollado al mismo ritmo?
En las figuras 16–4 y 16–5 se aprecian las diferencias entre el ABC de la dé-
cada de 1990 y el crecimiento que se ha alcanzado hasta ahora. Sin embargo, estas
imágenes no reflejan necesariamente el desarrollo para el cual se ha trabajado.
Aunque se entiende que el desarrollo es un proceso continuo y que no acaba nun-
ca, el líder debe asegurar que se implementen mecanismos para incrementar las
competencias y habilidades del personal, que se genere una cultura de aprendiza-
je permanente y que se logre incrementar la calidad de vida de todos los que parti-
cipan directa o indirectamente en la atención de pacientes y que, por tanto, son
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Cuadro 16–1.
Crecimiento Desarrollo
Incremento de tamaño o número Incremento en competencia y habilidades
Corpulencia Competencia
Cuantitativo Cualitativo
Ganancias Aprendizaje
Incremento del estándar de vida Incremento de la calidad de vida
El crecimiento puede inhibir el desarrollo El desarrollo no inhibe el crecimiento
CONCLUSIÓN
REFERENCIAS
1. www.jointcommissioninternational.org/.
2. Mintzberg H: The structuring of organizations. Prentice Hall, 1979.
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