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DEFINICIÓN DE RECTA

Algo recto -término que procede del latín rectus– es aquello que no


tiene ángulos ni curvas. Cuando el concepto se emplea en femenino
(recta), se trata de una noción de la geometría que refiere a la línea
unidimensional que, formada por una cantidad infinita de puntos, se
prolonga en una misma dirección.
Las rectas no tienen comienzo ni final:
son líneas compuestas de puntos que
se suceden de manera indefinida.
Están consideradas como uno de los entes
fundamentales de la geometría, al igual
que los ya mencionados puntos y los planos.
Es importante destacar que los puntos también forman segmentos, que
son porciones de rectas (comienzan en un punto y terminan en otro). Puede
decirse, en este sentido, que una recta está formada por diferentes
segmentos.
Cabe mencionar que las personas ajenas a las matemáticas confunden
muchas veces los conceptos de recta y segmento; es muy común que la gente
crea estar dibujando una recta (completa) al trazar una línea en una hoja. En
parte, el problema puede surgir en las propias lecciones de geometría en la
escuela, ya que la representación gráfica de la recta también tiene
un comienzo y un final, aunque se trate tan sólo de una porción de la
misma, de un segmento.
Otra manera de definir a una recta es como el conjunto de los puntos que se
encuentran, a lo largo, en el espacio donde se intersecan dos planos.
Cuando alguien corta una recta, se crean dos semirrectas: tienen principio
(el punto donde se interrumpe la recta), pero no final (se extienden
indefinidamente).
Una persona recta, por otra parte, es aquella que no se desvía de las
reglas morales o de lo que se considera correcto. Por ejemplo: “El gerente
es un hombre recto que nunca se involucraría en un acto de
corrupción”, “Soy una mujer recta, con valores firmes y principios que no
se negocian”, “Creí que eras una persona recta, pero me equivoqué”.

En este caso, si bien existe una noción


general de las conductas propias de una persona de bien, la palabra recta
puede ser interpretada de varias formas, dependiendo también de las ideas y
las creencias de cada uno, y esto la convierte en un concepto muy subjetivo.
Para entender este fenómeno, veamos dos características que pueden ser
percibidas de manera diversa, según el observador.
En primer lugar, tomemos el caso de la responsabilidad, otro concepto
que puede ser entendido de diferentes maneras: un individuo que nunca
falta a su trabajo salvo en situaciones de fuerza mayor, que paga todos sus
impuestos y sus deudas en fecha, que recuerda a rajatabla todos sus
compromisos y que siempre ofrece a sus seres queridos toda la ayuda que
puede brindarles, puede ser definido como un ser responsable, entre otros
atributos, y, de la misma forma, como una persona recta.
Por otro lado, podemos hablar de la castidad en el caso de un individuo que
tenga compromisos religiosos que le impidan mantener relaciones
sexuales: ante los ojos de quienes comparten sus creencias, si cumple con sus
mandatos será vista como una persona recta. Sin embargo, todo cambia
cuando los observadores de ambas situaciones no están de acuerdo con la
manera de vivir de dichos sujetos.
Alguien que cumple con todos sus compromisos y que presenta
una actitud intachable puede resultar sofocante para ciertas personas,
incluso ser percibido como un individuo que no puede exteriorizar sus
problemas y que vive de esta forma por miedo a defraudar a los demás; en
otras palabras, no sería vista como una persona recta, sino quizás presa de
sus miedos. La castidad, por otra parte, puede resultar injustificable para
muchos, sin importar las razones, por lo cual no la incluirían en su definición
de «rectitud».
Avanzar en línea recta, por último, es una idea que hace mención a
desplazarse por un camino sin desvíos ni rodeos: “Desde que ganó su primer
torneo profesional, el tenista avanza en línea recta hacia el Top Ten del
ranking mundial”.

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