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Luan Arango Jiménez

Propedéutica
Informe de lectura
Capítulos IX y X
Brown, Jones, Robinson y Smith
En este texto, escribiré sobre los capítulos IX y X de “Los problemas de la filosofía” del
filósofo Bertrand Russell, los cuales hablan sobre los universales. El IX sobre el mundo de
los universales, planteado primero por Platón bajo el nombre de ideas, y el X sobre como
los conocemos y cual es su naturaleza. Hablaré particularmente de un juicio que retoma de
un capitulo anterior sobre los principios a priori, y al retomarlo nos hace dar cuenta del
error que este contiene, que sin haber profundizado en los universales, no habríamos
identificado tan certeramente como se hizo.

El razonamiento que hace Russell en capítulos anteriores es, “Si sabemos ya que dos y dos
son siempre cuatro, y sabemos que Brown y Jones son dos y lo mismo Robinson y Smith,
podemos deducir que Brown y Jones, y Robinson y Smith, son cuatro.” (Russell. Los
problemas de la filosofía. Nacional. 1977. Pg. 94) Tomando en cuenta, que estos nombres
hacen referencia a hombres que no conocemos de ninguna forma posible, podríamos pensar
que los conocimientos a priori, como la aritmética en este caso, pueden hacer juicios
sensibles que se entiendan sin necesidad de la experiencia. Porque si cualquiera hace ese
ejercicio mental, lograra entender fácilmente que son cuatro personas.

Después de varios capítulos, Russell nos saca de este error mientras habla de los
universales, empieza recordando lo que sabemos de los conocimientos a priori agregando
la noción de universales. Pero antes de explicar el razonamiento que aclara el asunto, es
necesario encontrar la definición de universal, ya que en ellos se basaran los argumentos
futuros. “… un universal será algo que puede ser compartido por varios particulares, y tiene
los caracteres que, como hemos visto, distinguen la justicia y la blancura de los actos justos
y de las cosas blancas.” (Ibíd. Pg. 110) Esta frase, en otras palabras, dice que los
universales son ideas que se encuentran como características de las cosas del mundo. En el
caso de la blancura, ese es el universal de muchos objetos con colores que comparten la
misma apariencia y en eso se basa la similitud. “Es preciso admitir como un hecho,
descubierto al reflexionar sobre nuestro conocimiento, que tenemos en ocasiones el poder
de descubrir tales relaciones entre universales, y de conocer por lo tanto proposiciones
generales a priori, como las de la aritmética” (Ibíd. Pg. 125) Solo analizando esta cita,
podemos identificar en donde se encuentra el error que contiene el razonamiento pasado.
Los conocimientos a priori, según esta oración, se dan cuando hay una relación únicamente
entre universales, y es esto lo que hace tan clara su concepción al respecto. Si en la relación
estuviera incluido algún particular, dejaría de ser un conocimiento a priori y dependería de
la experiencia. En el caso de los cuatro hombres desconocidos, no hay únicamente una
relación entre universales, ya que, los nombres Brown, Jones, Robinson y Smith, hacen
referencia a particulares. Esta afirmación no es para nadie incomprensible, es claro que
Brown, por ejemplo, como se ve indicado en la frase, es una persona que cuenta con
características propias de él y es diferente a los otros 3, haciéndolo así un particular. Y al
ser todos los cuatro hombres de la misma naturaleza, este razonamiento no incluye
únicamente universales, el único universal sería la concepción de cantidad. De eso
inferimos que es un juicio, cuyo conocimiento depende de la experiencia. Lo que nos hace
pensar que entendemos claramente y sin necesidad de experiencia esta frase, es que se le da
mucha más importancia a las cantidades numéricas de las personas que se habla. De esta
forma la atención se desvía de la particularidad de cada persona y se dirige a la forma de
concebirlos como números en una operación aritmética, lo cual si es a priori e
independiente de la experiencia. Pero si leemos con la misma atención toda la frase,
podemos comprender fácilmente que dos mas dos es cuatro sin la experiencia, pero no
podemos comprender ni a Brown, Jones, Robinson o Smith. Y esto lo explica y desarrolla
Russell de otra forma más adelante concluyendo que, “La razón de esto está en que esta
proposición no puede ser entendida en absoluto, si no sabemos que estas personas, Brown,
Jones, Robinson y Smith existen, y eso sólo podemos conocerlo por la experiencia.” (Ibíd.
Pg. 125) Esto es, sin duda, lo que mencione, de que podemos entender que dos más dos es
cuatro, pero no podemos entender claramente a las cuatro personas sin conocerlas, ya sea
por descripción o directamente.

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