Está en la página 1de 8

Tomate

Cuanto más se conoce el tomate, más sorprendente resulta. Su


característica esencial es que se trata de una planta "superviviente",
cuyos frutos poseen propiedades tan saludables que los laboratorios
tratan de encapsularlas en píldoras.
Se cree que hace 65 millones de años un meteorito se estrelló en la
península del Yucatán y generó una nube que ocultó la luz del sol. Como
consecuencia, se produjo un cambio climático que acabó con los
dinosaurios y el 75% de las especies del planeta.
Pero no pudo con el tomate, nacido en algún lugar entre Chile y México,
debido a su increíble diversidad genética, que le permitió adaptarse a
nuevas condiciones. Según los 300 científicos que en 2012 consiguieron
terminar la secuencia del genoma del tomate, este posee 35.000 genes,
7.000 más que el ser humano, consecuencia de mutaciones que
triplicaron varias veces su ADN.
Esto no quiere decir que sea un ser más complejo que el hombre, sino
que como especie goza de muchos recursos para adaptarse al entorno. 
El tomate (Solanum lycopersicum) salió de América con los españoles,
que lo llevaron a Europa y Asia. La palabra deriva del azteca
xitomatl: "fruto con ombligo".
Propiedades del
tomate
El tomate contiene pocas calorías. Cien gramos proporcionan solo 18, ya
que la mayor parte de su peso (un 95%) corresponde a agua. Su sabor
agridulce es debido a una pequeña cantidad de azúcares simples y a
algunos ácidos orgánicos, como el cítrico y el málico, responsables de
que resulte apetitoso y digestivo.
En comparación con otras frutas y hortalizas tiene poca fibra (1,8 %) pero
las semillas, la pulpa y la piel son suficientes para favorecer el tránsito
intestinal.

VITAMINAS ANTIXIDANTES
Destaca por su contenido en el trío de vitaminas antioxidantes C, E y A,
esta última en forma del precursor betacaroteno.
Tomar 200 gramos de tomate cubre el 80% de las necesidades diarias
de vitamina C, el 27% de las de vitamina A y el 13% de la vitamina E.
Las tres vitaminas previenen la degeneración de los tejidos, el
envejecimiento prematuro y colaboran con el sistema inmunitario.
Destaca el contenido en vitaminas del grupo B, más alto que el de otras
hortalizas, en especial de vitaminas B1, B6 y sobre todo de ácido fólico
(200 g cubren el 25% de las necesidades). Estos nutrientes favorecen la
obtención de energía de los alimentos y benefician al sistema nervioso.

NO POCOS MINERALES
El tomate posee una buena variedad de minerales. Los más abundantes
son el potasio (300 mg/100g), el fósforo (27 mg) y el magnesio (20
mg). No es desdeñable el hierro que aporta
(0,5 mg/100 g), por lo que 200 gramos permiten cubrir el 6% de las
necesidades diarias en la mujer adulta y el 8% en el hombre.
MUY RICO EN LICOPENO
Una de las grandes virtudes del tomate es su contenido en
licopeno (unos 3.000 mcg/100 g), el conocido pigmento carotenoide con
efectos antioxidantes que le confiere su atractivo color rojo.

Beneficios del
tomate para la
salud
Según varios estudios, los individuos que consumen más licopeno
adquieren una protección extraordinaria frente a enfermedades
cardiovasculares, reducen el riesgo de sufrir diabetes, alzhéimer,
ceguera, sordera y otros trastornos asociados al envejecimiento
prematuro.

INIDICADO PARA LOS HUESOS


Un estudio realizado en Canadá ha demostrado que el licopeno
contribuye al buen estado de los huesos, especialmente en las mujeres
después de la menopausia.

EFECTO ANTICÁNCER
También se le atribuye un importante efecto anticancerígeno en relación
con varios órganos, especialmente riñón, próstata, pulmón, intestino,
estómago y pulmones.
Como antioxidante, el licopeno es más potente que la vitamina E y su
efecto se multiplica al estar acompañado de otros carotenos como el
fitoeno, la luteína y el betacaroteno. Este último puede transformarse en
vitamina A cuando el cuerpo lo necesita para proteger la piel, los ojos o
participar en el crecimiento y la regeneración de los huesos o en la
formación de tejido embrionario.
Estudios recientes han mostrado que los tomates amarillos y
anaranjados contienen menos licopeno que los rojos; sin embargo, se
halla en forma tetra-cis-licopeno, que es más fácilmente asimilable por
el cuerpo.

MEJOR COCINADO QUE CRUDO


Las mejores fuentes de licopeno son los productos a base de tomate
cocinado, porque el licopeno se absorbe con el triple de eficacia
después de que el calor haya roto las membranas celulares y haya
permitido su salida.
Por eso las fuentes más abundantes de licopeno son los purés, y sobre
todo las salsas o los concentrados, y aún más si se elaboran en casa con
tomates maduros de temporada y aceite de oliva, que favorece su
absorción.

ALIADO DEL CORAZÓN


Las propiedades del licopeno han llevado a científicos de la Universidad
de Cambridge (Reino Unido) a investigar la eficacia de tomar diariamente
una píldora de 7 mg (equivalente a dos tomates y medio) en el
tratamiento de afecciones cardiacas.
El estudio ha demostrado que el compuesto mejora notablemente la
flexibilidad de los vasos sanguíneos y en consecuencia previene
recaídas en los enfermos.
La investigación confirmó los resultados de estudios anteriores, como el
de la Universidad del Este (Finlandia), que había seguido la evolución de
mil hombres de 46 a 65 años durante 12 años y había hallado que
aquellos con niveles más altos de licopeno en la sangre tenían un 60%
menos de riesgo de sufrir un infarto.

ANTIGUOS RECELOS
En general el tomate resulta digestivo y pocas personas muestran
reacciones adversas. Solo los ejemplares inmaduros puede causar
problemas en estómagos sensibles.
Pero no siempre se le ha visto con buenos ojos. La planta del tomate
pertenece a la familia de las solanáceas y como sus parientes –la
berenjena, la patata o el pimiento– contiene en las hojas y
frutos pequeñas cantidades de alcaloides tóxicos que tienden a
desaparecer con la maduración.
Uno de estos alcaloides, la alfa-tomatina, puede explicar en parte sus
propiedades anticancerígenas.
Otra precaución llega desde la macrobiótica, la dieta energética
desarrollada por el japonés George Ohsawa. Según esta, el tomate, al
ser un alimento extremadamente yin, puede favorecer la aparición de
algunas molestias. Sin embargo, en una persona sana, con una dieta
equilibrada, el tomate no se asocia a efectos negativos.

El tomate en la
cocina
En el mundo se han desarrollado más de 20.000 variedades con formas,
colores y aromas peculiares. La mayoría son rojas, pero también las hay
amarillas, naranjas, rosadas, púrpuras, verdes o incluso multicolores y
rayadas.
Heston Blumenthal, uno de los chefs más prestigiosos del mundo, y un
entusiasta del tomate, impulsó una investigación para conocer cuáles
eran las moléculas responsables del gran poder que tiene esta
fruta/hortaliza para aportar sabor.

EMBAJADOR DEL SABOR UMAMI


Los científicos descubrieron que el tomate contiene elevadas cantidades
de ácido glutámico, un aminoácido, sobre todo en las semillas. Estas
moléculas son las que hacen que el tomate, junto con el champiñón, las
espinacas o el queso, sea uno de los mejores mensajeros del sabor
umami en la cocina mediterránea; como las algas kombu o el tamari lo
son para la cocina oriental.
El umami, llamado el quinto sabor, ofrece una experiencia gustativa
especial, porque sirve de puente entre otros sabores, y es capaz de
sensibilizar al paladar, haciéndolo más receptivo. Esa puede ser otra de
las características que hacen que el tomate despierte las papilas
gustativas y permita impregnar de sabor cualquier plato.

REY DE LOS FOGONES


Se lleva bien con las berenjenas, el ajo, la cebolla, las aceitunas o el
apio. Los italianos, que hacen un gran uso del tomate, tienen una receta
que combina estos ingredientes en un único plato. Se trata de la
caponata, un guiso siciliano que puede tomarse frío o templado, pero
siempre aliñado con una buena vinagreta, para realzar el sabor del
tomate.
Sin ir más lejos, en España, el salmorejo y el gazpacho, dos sopas
frías, en las que el tomate es protagonista, compiten para refrescar el
verano.
La patata, el pepino, el pimiento, el rábano o el aguacate son algunos de
los alimentos que mejor se aprovechan de la cualidad refrescante del
tomate. Estos ingredientes son buenos compañeros de esta hortaliza en
las ensaladas de verano, sobre todo cuando se condimentan con un
chorrito de buen aceite de oliva.
Además de tomarlo crudo en sopas frías, ensaladas, untado en una
rebanada de pan o en forma de zumo, se puede cocinar de muchas
maneras distintas: frito, al vapor, guisado... Pero al ser un alimento
jugoso, le sienta especialmente bien el asado al horno, porque concentra
su sabor mejor que ningún otro método.
Cuando se prepara al horno, es preferible emplear variedades como el
San Marzano o de los de pera, menos ácidas.

POTENCIA SU SABOR CON AROMÁTICAS


A la hora de condimentarlo pocos alimentos son capaces de combinar
con una variedad tan amplia de hierbas y especias. Además de con el
orégano, la ajedrea, el tomillo o la albahaca, el tomate resulta
especialmente delicioso con unas hojitas de cilantro fresco.
Le van bien los sabores picantes, y es así como se suele preparar en los
países de donde es originario. Por eso la pimienta o el pimentón son
ideales para acompañarlo, pero también el sabor alimonado y picante del
jengibre, que se puede emplear para darle carácter a una salsa de
tomate o a un zumo.
Otra combinación interesante es con clavo de olor, una especia que se
usa en recetas de ketchup.

CÓMO QUITARLES LA PIEL


La piel puede dejar un ligero sabor amargo, por lo que en algunos casos
es conveniente pelarlos antes de cocinarlos. Para quitarles la piel con
facilidad, primero se hace un corte superficial en la base, en forma de
cruz, y después se escaldan en agua hirviendo durante 10 o 15
segundos. Seguidamente se escurren, se sumergen en agua fría y se
pelan con la ayuda de un cuchillo.
Para reducir su acidez, en la mayoría de las salsas donde el tomate es el
protagonista se suele emplear el azúcar, pero es mucho más saludable y
se obtiene un resultado mejor si en su lugar se le añade concentrado de
manzana o un poquito de canela.
Si se quiere extraer las semillas, es preferible hacerlo una vez se haya
cocido, con la ayuda de un colador chino, a fin de que se pueda
aprovechar el gran sabor que contienen.

COMPRA Y CONSERVACIÓN
Es preferible elegir variedades locales y ejemplares de piel tersa y sin
golpes. Hay que descartar los que presentan partes verdosas o
amarillentas cerca del tallo que no se correspondan con su tono natural,
pues es señal de que se han almacenado en malas condiciones.
Los tomates pierden su aroma rápidamente cuando se refrigeran, por lo
que es mejor almacenarlos a temperatura ambiente y protegidos de la
luz. Si se han comprado o cogido verdes y se quiere acelerar su
maduración, se pueden introducir en una bolsa de papel con una
manzana madura.
https://www.cuerpomente.com/guia-alimentos/tomate

También podría gustarte