Oposiciones Educación Secundaria.

Supuestos prácticos Preparador: Paco Martínez

SITUACIÓN DE APRENDIZAJE
Una situación de aprendizaje es un conjunto de tareas y actividades de enseñanza aprendizaje competenciales y
contextualizadas, que se seleccionan, y realizan para abordar la solución de un interrogante o problema, normalmente en
una Unidad Didáctica, dentro de la Programación didáctica de aula de una materia y de un curso determinado.
“Las situaciones de aprendizaje son tareas integradas para aprender y aplicar lo aprendido en situaciones reales o
simuladas”. Las situaciones de aprendizaje crean un ambiente o contexto para exponer al alumnado a estímulos que exijan
de él una intensa actividad de exploración o búsqueda de alternativas diversas, de reflexión y toma de decisiones, realizando
acciones personales y grupales competenciales, se genera con ellas un proceso de trabajo y se solicita la elaboración de un
producto final. Debe ser evaluada de acuerdo con el o los criterios de evaluación y sus indicadores con las que se relaciona,
empleando los instrumentos de evaluación y calificación más adecuados (se suelen emplear listas de verificación sin o con
escala estimativa, listas de control o rúbricas), para recoger la información y valorar el grado en que se han adquirido los
aprendizajes más relevantes, propuestos en la Unidad didáctica de la que forman parte, dichos aprendizajes a enseñar y
evaluar están incluidos en los diversos indicadores de evaluación con los que se relaciona dicha situación de aprendizaje”.
Una actividad se define como una acción intencionada que se realiza con una determina finalidad concreta.
Suelen ser cortas, concretas, de corta duración (duran minutos) y suelen plantearse descontextualizadas para adquirir
aprendizajes más rutinarios y que pretenden la adquisición de datos, hechos conceptos, procedimientos, rutinas o hábitos
(operaciones, resolución de ecuaciones, calculo de áreas de figuras geométricas, determinación de la media aritmética, etc.).
Se suelen presentar agrupadas por medio de secuencias de actividades o tareas, donde adquieren su verdadero significado.

Una tarea es un conjunto de actividades secuenciadas normalmente contextualizadas.

O sea un conjunto de acciones intencionadas que a una persona le propones o que ella misma considera necesario realizar
para conseguir un resultado concreto en cuanto a la resolución de un problema, el cumplimiento de una obligación o la
consecución de un objetivo en un contexto determinado. Suelen presentarse las actividades secuenciadas de más sencillas y
concretas a más complejas y abstractas, siendo algunas de ellas, normalmente las últimas, optativa u opcionales para
asegurar un planteamiento inclusivo y multinivel, que nos de respuesta educativa adecuada a la diversidad el alumnado.

Una unidad didáctica es una unidad de trabajo o unidad de programación que articula, los objetivos, los
contenidos, las competencias, la metodología y la evaluación en torno a un eje o tema organizador, por medio de
un programa de secuencias de actividades, tareas o situaciones de aprendizaje, siendo un instrumento de trabajo,
que permite al profesorado organizar su práctica educativa para articular unos procesos de enseñanza y
aprendizaje de calidad y ajustados al alumnado. Debe ser coherente con una determinada concepción de enseñar y
aprender, guardar un equilibrio y responder a las características concretas y a la diversidad del alumnado al que se
dirige.

Una situación de aprendizaje es un conjunto de tareas y actividades contextualizadas y competenciales con la finalidad de
producir los aprendizajes más relevantes de una Unidad Didáctica. Es una propuesta didáctica compleja, normalmente
abierta y creativa, parte de un estimulo que presenta un caso o problema a resolver real o simulado y requiere la
movilización de diferentes procesos cognitivos. Suele abordarse en varias sesiones de trabajo (de dos a cinco sesiones) y
normalmente requiere la presentación de un producto final que debe ser elaborado y expuesto por el alumnado. Moviliza
por tanto gran parte de las competencias y está relacionada con los criterios de evaluación y sus indicadores. Por medio de
ella se pretende alcanzar determinados aprendizajes, los más complejos, relevantes y competenciales de la UD. Se valora y
califica por medio de instrumentos de evaluación adecuados a los tipos de aprendizaje que se pretende alcanzar.

Las situaciones de aprendizaje contienen al menos un proceso cognitivo observable (una o varias capacidades), unos
contenidos concretos, unas competencias con las que se relaciona, unos determinados recursos, un determinado contexto,
una o varias finalidades y exige la elaboración de un producto o la obtención de unos resultados o conclusiones.
Las situaciones de aprendizaje exigen la utilización de metodologías activas, basadas en la investigación orientada de
problemas relevantes o el aprendizaje basado en Proyectos (ABP).

Las Programaciones didácticas de aula de un curso y materia determinada son fundamentalmente un conjunto de Unidades
didácticas que contienen todos sus elementos (objetivos, contenidos, competencias, estrategias metodológicas y criterios e
instrumentos de evaluación en cada una de ellas)
Por medio de Las Unidades didácticas, unidades de trabajo, unidades de programación o unidades de aprendizaje, con sus
tareas, actividades y situaciones de aprendizaje, se organizan y se secuencian los contenidos y se presentan al alumnado
para su aprendizaje.

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SITUACIÓN DE APRENDIZAJE

Procesos Contenidos Competencias Recursos Contexto Finalidad Producto

observables
Para adquirir nuevos conocimientos no basta con transmitirlos ya elaborados oral o textualmente, como tradicionalmente se
hace en el modelo de enseñanza expositivo, sino que debe realizarse una transposición didáctica, donde los nuevos
conocimientos deben ser presentados al alumnado, de manera clara y atractiva, en un contexto o escenario que permita al
alumnado a través de recursos su tratamiento, adquisición y utilización realizando el mismo un proceso individual y colectivo
(aprendizaje cooperativo) que le permita aprender haciendo.
¿Cómo elaborar una situación de aprendizaje?
Las situaciones de aprendizaje normalmente plantean un interrogantes o problema, abordar un proyecto de trabajo, que se
presentan mediante un estimulo, escenario o contexto, planteándole al alumnado la realización de una serie de tareas y
actividades secuenciadas (iniciales, de desarrollo y finales) con el objetivo de que se produzca un determinado aprendizaje,
solicitándole la elaboración de un producto donde se ponga de manifiesto lo aprendido.
En las actividades tradicionales el alumno las expone al profesor para demostrar que retiene unos conocimientos. El objetivo de las
actividades en la enseñanza tradicional expositiva es comprobar que el alumnado ha
aprendido o que aplica lo aprendido correctamente.
En las secuencias de actividades competenciales organizadas en situaciones de
aprendizaje el papel de las tareas y sus actividades es aprender. En ellas el alumnado
comparte y expone a la clase, organizada en grupos de trabajo que investigan, los
resultados y las conclusiones de su investigación y demuestra que sabe aprender,
adquirir, utilizar y poner en práctica unos conocimientos en diversas situaciones. El
profesorado orienta y dinamiza su realización y registra y evalúa los aprendizajes
alcanzados y las dificultades suministrando las ayudas necesarias para superarlas.
Las situaciones de aprendizaje son tareas competenciales y por tanto contextualizadas
que contribuyen al aprendizaje a aprender a aprender y que tiene las siguientes
características.
ORIENTACIONES PARA ELABORAR UNA SITUACIÓN DE APRENDIZAJE
COMPETENCIAL.
La Programación didáctica de aula (PDA) es el documento en el que se concreta la
planificación de la actividad docente en el marco del proyecto educativo y de la
programación general anual de un centro educativo determinado.
Con el fin de organizar la enseñanza, la programación se concretará a su vez en
diferentes unidades de programación o unidades didácticas temporalizadas, en cada
trimestre, que planifican y orientan la enseñanza y aprendizaje por medio de tareas o
actividades competenciales, que se suelen clasificar, su secuencia básica, en iniciales de
desarrollo y finales, y su secuencia complementaria, en actividades de refuerzo y
ampliación. Es conveniente que para abordar los aspectos centrales del tema del que
consta laUD, algunas de las tareas y actividades competenciales, normalmente las de
desarrollo o las de síntesis final, se organicen o se presenten al alumnado por medio de “Situaciones de Aprendizaje”.

Una Situación de Aprendizaje es una experiencia de aprendizajes competencial que tienen como referencia uno o varios criterios de
evaluación, o parte de sus indicadores que lo integran. En ellos se nos indicarán qué aprendizajes debe conseguir el alumnado y su
vinculación con las competencias que dichos aprendizajes contribuyen a desarrollar.
La finalidad de la SA es que los equipos docentes consigan un diseño de aula que conduzca al alumnado hacia el trabajo de competencias, a
resolver situaciones de la vida cotidiana, reales o simuladas, al mismo tiempo que haga reflexionar a los equipos docentes sobre el propio
proceso de diseño, la posterior implementación en el aula y la evaluación. El profesorado que es capaz de diseñar o adaptar situaciones de
aprendizaje para su alumnado se convierte en un profesorado investigador, donde sus propuestas son hipótesis de trabajo a investigar,
convirtiendo la tarea docente en creativa e innovadora.
En la Situación de Aprendizaje se detalla qué tiene que hacer el alumnado, qué va a aprender, para qué y cómo debe realizar el conjunto de
tareas y actividades secuenciadas que forman parte de la misma.
Para diseñar las mejores situaciones de aprendizaje se deben utilizar para sus tareas o actividades de desarrollo o de síntesis, recursos
potentes como las WebQuest, el juego de rol, los jigsaw o puzles, los congresos educativos, las mesas redondas, etc..., donde se suelen
solicitar como productos finales, junto con informes escritos, donde se recoja el proceso seguido y las conclusiones, posters, presentaciones,
infogramas o audiovisuales, que subimos a la red: al blog de la clase, la wiki o al canal de Youtube.
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¿Cómo se elabora? De forma deductiva: de los criterios de evaluación a las tareas y actividades y de forma inductiva: de las
tareas y actividades a los criterios de evaluación.
La secuencia de actividades o tareas de una SA debe cumplir una serie de requisitos para que sea realmente competencial:
I: Fase inicial (De desafío y exploración de conocimientos previos) II. Fase Intermedia (De organizadores previos, puentes
cognitivos y nuevos aprendizajes) III. Fase final (De síntesis. Integración y evaluación de los aprendizajes y productos)
– En las actividades iniciales se debe apuntar a problemas y situaciones significativas relacionadas con el planteamiento
propuesto y los aprendizajes previstos, que despierten la curiosidad, el interés y la motivación en el alumnado y lo conecten con
sus conocimientos previos, deben orientar, motivar, sacando a la luz las ideas iniciales y sus dificultades de aprendizaje. Las
ideas iniciales del alumnado, sus propuestas, creencias y dificultades son las hipótesis de trabajo a investigar.
– Las tareas y sus secuencias de actividades se ajustarán a las operaciones cognitivas (capacidades) que proponen las rúbricas
de los indicadores del criterio o de los criterios seleccionados. Las actividades iniciales de la SA duran minutos (el 10% del total)
Las rúbricas contemplan una graduación idónea de la complejidad de los procesos de la SA que permite que la motivación y el
aprendizaje sean continuos y permiten también la autoevaluación del alumnado.
– Las actividades de desarrollo, en la fase intermedia, serán variadas. Tratan de analizar y abordar los problemas o
interrogantes planteados, introducir nuevos conocimientos e informaciones, cuando sea necesario y aplicarlos en situaciones
diversas; pretenden indagar, organizar y planificar el trabajo individual y en equipo, potenciar la autonomía y el intercambio de
información para poder obtener resultados y conclusiones que se comunican en diversos soportes, elaborando un producto.
– Se observará la coherencia interna de cada actividad descrita y de la secuencia global, de forma que, al terminar de leerla
logremos una narración coherente del proceso que se espera que desarrolle el alumnado.
– La descripción de las actividades debe ser suficientemente detallada como para que puedan ser comprendidas por terceras
personas sin necesidad de ser explicadas.
– Durante la secuencia se tendrá en cuenta la evaluación formativa del alumnado que le guiará en el proceso de aprendizaje
valorando los avances y mejorando las dificultades, por lo que se le proporciona fichas correctoras de autoevaluación y
coevaluación.
– Deberá permitir la atención a la diversidad a través de la ayuda “diferenciada” más que de la “tarea diferenciada” usando
diferentes recursos, facilitando así que el alumnado que requiere adaptaciones pueda integrarse en el trabajo de equipo. Las
actividades de la secuencia deben ordenadas de menor a mayor dificultad, de forma que podamos diferenciar los
aprendizajes imprescindibles (básicos, mínimos y comunes) de los deseables o de ampliación u optativos.
– Las actividades finales o de síntesis, realizadas al final de la Unidad, facilitan la relación y la revisión entre los distintos
aprendizajes adquirido, permiten realizar síntesis comunicar resultados, presentar productos y valorar la evolución del
aprendizaje, tanto del proceso seguido como de los resultados, conclusiones o productos elaborados.
La SA debe ser fundamentada metodológicamente y curricularmente, inspirándose en los criterios de evaluación y sus
indicadores y su correspondiente rúbrica que deberá de ser adaptada por el profesorado según sus propios intereses o
necesidades. Esta fundamentación metodológica debe prever que el alumnado haga aprendizajes por sí mismo fomentando
metacogniciones y reflexiones en el alumnado: qué, cómo, con qué y para qué aprender.
Los productos o instrumentos de evaluación de una SA deben ser pertinentes con los aprendizajes previstos en la
fundamentación curricular (criterios de evaluación de las materias) y responder a prácticas sociales, en las que se activen
operaciones mentales, a través de contenidos, recursos, contextos, finalidades, valores, etc.
En último lugar con respecto a la evaluación hay que tener en cuenta lo siguiente:
– Los momentos de la evaluación deben ser elegidos concienzudamente teniendo siempre en cuenta que el alumnado haya tenido tiempo de
hacer suyos los aprendizajes que pretendemos. No podemos calificar en momentos iniciales o intermedios durante el proceso porque los
resultados serían parciales y poco fiables.
– La evaluación es completa si participan distintos agentes, por lo que no solo debemos realizar solo la heteroevaluación sino también la
autoevaluación y la coevaluación.
– Sería ideal que la evaluación se realice en distintos contextos de aprendizaje en los que el alumnado pueda comprobar que lo aprendido le
ayuda y sirve para ser capaz de resolver y enfrentarse a realidades que le van a rodear en su trayectoria vital.
– Todas las materias, en cada curso, contienen de diez a doce criterios de evaluación. Estos deben ser debidamente analizados,
organizados y temporalizados y divididos en indicadores, a lo largo del curso escolar, y una parte esencial de ellos puede y
debe abordarse por medio de SA. En la situación de aprendizaje elegimos por tanto uno o varios criterios de evaluación, de
los que elegimos algunos dentro de las diferentes UD, seleccionando algunos de sus indicadores de evaluación “inspiradores”
y que vertebran y justifican nuestra propuesta didáctica (SA). A estos criterios y sus indicadores le podemos vincular algunos
otros que complementen los aprendizajes centrales que queremos que nuestro alumnado adquiera, siempre y cuando la
temporalización de la situación de aprendizaje dentro de la Unidad Didáctica lo permita.
– Los aprendizajes reflejados en los instrumentos de evaluación tomarán como referencia las rúbricas o matrices de
calificación que describen el resultado de la evaluación y calificación de los aprendizajes establecidos en los criterios de
evaluación de la materia y que constituyen por lo tanto una referencia común para garantizar la evaluación objetiva y coherente
de todo el alumnado considerando el grado de desarrollo y adquisición de las diferentes competencias clave.
– Los resultados del proceso de aprendizaje del alumnado deben tomarse como referentes para valorar los procesos de enseñanza y la
propia práctica docente, permitiendo valorar el ajuste entre el diseño y el desarrollo de la propuesta didáctica y aplicar medidas de apoyo
educativo individuales o grupales, para favorecer la inclusión. Estos elementos pueden favorecer el rediseño de nuestras Situaciones de
Aprendizaje que deberán ser multinivel, esto es abordadas con diferentes niveles de profundización según las capacidades y los ritmos de
aprendizaje del alumnado, dando así respuesta educativa a la diversidad.
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¿Qué es entonces una situación de aprendizaje?
Una situación de aprendizaje es una tarea o conjunto de tareas y actividades que se preparan dentro de una
unidad didáctica para enseñar y aprender alguna parte central del tema del que trata la misma de forma
contextualizada y competencial. Se selecciona algún conocimiento central de la unidad didáctica que pueda ser
presentado por medio de un contexto cotidiano, normalmente con un estimulo o escenario real o verosímil, que
suele contener información textual, un soporte gráfico, con tablas, esquemas u otros soportes verbales y no
verbales, por medio de los cuales se recrea una situación por medio de la cual se construyen conocimientos de
forma activa y atractiva, potenciando en el alumnado además de otras competencias el que pueda aprender a
aprender .
Los contenidos de una programación didáctica anual de una materia y de un curso determinado se organizan en
diferentes unidades didácticas, unidades de trabajo o unidades de aprendizaje, un tema o lección, que son parte de
todo un curso, a través de las cuales se presentan los conocimientos o el aprendizaje al alumnado.
Una de las formas de relacionar los diferentes elementos de las unidades didácticas es planteando el aprendizaje
como “tratamiento de situaciones problemáticas de interés” que orientan la estrategia metodológica y el diseño de
la unidad. Estas situaciones problemáticas son como las finalidades de la unidad, constituyen el núcleo central de la
misma, los problemas a abordar orientan las tareas clave o situaciones de aprendizaje, constituyen una gran fuente
de motivación. Todo ello nos permite determinar los criterios de evaluación y sus indicadores de la misma. Las
secuencias de actividades, las tareas y las situaciones de aprendizaje de la unidad son utilizadas para poder abordar
con el alumnado los problemas planteados que completan cada unidad didáctica.

Desde el punto de vista de la temporalización, una Unidad Didáctica dura aproximadamente un mes, unas 4
semanas, normalmente de de 8 a 16 sesiones de clase, dependiendo del número de horas a la semana de cada
materia, por el contrario una situación de aprendizaje o tarea competencial y contextualizada, se aborda dentro de
las actividades de desarrollo de una Unidad Didáctica durante aproximadamente una semana, de 2 a 5 sesiones.

Para concretar: En cada programación didáctica anual de cada materia se suelen incluir de 7 a 10 UD, y dentro de
cada unidad Didáctica dentro de las fase intermedia, con las tareas y actividades de desarrollo se suelen organizar
algunas de ellas en forma de una o varias situaciones de aprendizaje, que no son sino tareas contextualizadas y
competenciales donde se presentan la parte más significativa y competencial de la misma con estrategias de
enseñanza en forma de situaciones problemáticas relevantes de forma activa
Así por ejemplo unas dentro de las Unidades Didáctica de Biología y Geología de 3º de la ESO, abordamos en el 2º
trimestre, en unas 10 sesiones (un mes), la Unidad didáctica de Sexualidad y reproducción, que hemos titulado: “
¿Cómo nos reproducimos y vivimos nuestra sexualidad “ y en la que abordamos normalmente los siguientes
contenidos: Identificación de los órganos que forman parte de los aparato reproductor masculino y femenino;
descripción de su funcionamiento y valoración de la importancia de las medidas higiénicas en los órganos sexuales,
células sexuales femeninas y masculinas (óvulos y espermatozoides); descripción de ciclo menstrual y su influencia
hormonal; ovulación y menstruación, días fértiles; cambios físicos y psíquicos que ocurren en la adolescencia;
diferencias entre sexualidad y reproducción; descripción de las etapas de la fecundación, embarazo y parto,
técnicas de reproducción asistida; métodos anticonceptivos y control de la natalidad; enfermedades de transmisión
sexual, medidas preventivas para evitar su contagio.
Para abordar todos estos contenidos se suele proponer un programa de actividades con diferentes tareas para
abordar todos los contenidos de la unidad más de 10 tareas o secuencias de actividades, pero solo se suelen
presentar en forma de situaciones de aprendizaje (tareas contextualizadas y competenciales, planteadas cómo
pequeñas investigaciones) de 1 a 3 tareas por unidad. Por ejemplo, indicaremos dos: SA1: “¿María ha decidido
tener relaciones sexuales, cómo podemos orientarla para que no se quede embarazada? ¿Cuáles son los pros y
contra de los diferentes métodos anticonceptivos? ¿Cuál le aconsejamos a María? SA2: “En el ambulatorio de
nuestro barrio está aumentando de forma alarmante las enfermedades de transmisión sexual. ¿Qué podemos
hacer para que estas disminuyan? ¿Cuáles son las principales ETS? ¿Cuáles son sus síntomas? ¿Cuáles su
tratamiento? ¿Cómo prevenirlas? Realiza un informe con los resultados de esta investigación.
Estas tareas o situaciones de aprendizaje abordan de manera activa los aprendizaje de una parte de la unidad, pero
no abarcan la totalidad de sus aprendizajes, que se deben y se pueden presentar de formas diversas.