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Elliott Lau 20121000801

Ensayo: La proposición como figura

El capitulo dos (2) del libro de Mounce puede resumirse de la siguiente forma: «La
proposición es como una figura que representa algo en el mundo. Muestra una relación de
objetos en el mundo. Su relación es interna, muestra un posible estado de cosas. Esta
relación no es física, sino lógica, se desarrollan en el espacio lógico, según las posibilidades
de los objetos en el espacio real. Esta relación no es del todo convencional, pues parte de
hechos empíricos y por lo tanto, la figura lógica representa una estructura de la realidad.»

La idea principal es clara: la estructura de una proposición lógicamente correcta va a


representar la estructura lógica de la realidad. Así se une en la imagen al mundo y al
lenguaje con el pensamiento. Su base empírica le salva de cualquier sinsentido metafísico,
y declara la victoria del lenguaje científico. Esto es en parte cierto, y en parte no tan certero.
Mientras se confíe que en realidad exista una estructura lógica que, ontológicamente
hablando, sostenga a los entes en relaciones coherentes, entonces el reclamo de
Wittgenstein queda intacto. Sin embargo, si aceptamos que el mundo externo tiene una
“lógica” interna distinta a la de la racionalidad humana; su reclamo se vuelve muy pobre.
Esto es porque, en la medida que deseamos que la proposición represente una estructura
lógica relacional del tipo aRb, los objetos del mundo son mas incompletos y erráticos,
pudiendo negar y afirmar una serie de estructuras “lógicas” que, empero, no son definidas
por el ser humano.

La proposición busca representar una relación en el espacio lógico, pero no uno virtual,
sino que real. Es una sutil metafísica la que propone, pues predetermina todas las
posibilidades de relación a las que son lógicamente posibles, y por lo tanto a cierto
determinismo de los entes y sus conjunciones. Cuando hablamos de algo “ilógico”, es
porque rebasa las leyes de la lógica humana, y la naturaleza, el mundo, mas allá de la
conceptualización, posee multitud de fenómenos y relaciones que escapan de las aparentes
estructuras lógicas de la proposición.
Mas que representar una realidad lógica, la proposición es acto que en sí mismo
determinativa de como se va a interpretar el mundo. No es descriptiva, sino prescriptiva.
Digo esto en virtud de la sobrada complejidad que delatan las relaciones de objetos en el
mundo. ¿Esto significa que es un error tratar de hallar alguna estructura lógica, es ausente y
solo una ilusión? Es claro que un gran numero de fenómenos tiene hasta cierto punto la
capacidad de absorber la estructura lógica y encarnar la proposición que le demos. Esto es
útil, pues permite demarcar un momento y usarlo de manera instrumental. Pero en ningún
modo podemos suponer una totalización de las multiformes y cambiantes relaciones que
existen virtualmente en el mundo.

La necesidad de instaurar orden por medio de las proposiciones es claramente humano. El


mundo no excluye dicha necesidad y tiene un estrato en el que es posible atender a la
proposición como reflejo de la realidad de las cosas, pero no es una visión completa del
cuadro. No estoy a favor de alguna frivolidad metafísica, pero solo podemos suponer una
realidad ilimitada en la forma de combinarse y representarse. El mismo Wittgenstein no
niega hasta cierto punto la necesidad de reconocer lo antes mencionado. La famosa (no mas
que infame) proposición séptima da cuenta de ello. Existen relaciones que, ademas de las
analizadas por Wittgenstein en las seis (6) proposiciones previas, no pueden ser expresadas,
sino que escapan de las relaciones expresables, y por lo tanto, ilógicas. Es claro que para la
visión neo-positivista, es inútil tratar de expresar cosas que rebasen la función
proposicional, pero no por ello se aparta la mirada suponiendo que no existe.

¿Y porqué, después de todo, no podemos tomar por trascendente esta estructura lógica de
los hechos como algo innegable y expandirlo a todos los hechos, y por lo tanto al mundo?
¿porque no aceptar de una vez que el mundo contiene una estructura lógica, y los objetos
una serie de posibilidades en sí que los predisponen a hacer algo y no otra cosa? Para
Wittgenstein, esto constituye el sustrato que permite al lenguaje ser inteligible. Cuando
digo que el árbol es verde, es porque hay una prueba empírica que se sostiene por la
relación lógica del árbol con el color de sus hojas que en ese momento es verde. Sin
embargo esta aparente estructura es a su vez endeble pues presupone relaciones
trascendentes en el plano lógico, no toma en cuenta la inmanencia del acontecer, de los
cambios relacionales que muchas veces exceden la representación proposicional.
Pienso que la proposición no llega mas que hacer una analogía de la estructura del mundo,
atrapándola en una estructura humanamente entendible. Ademas de la infinita posibilidad
real que tienen los objetos de relacionarse (y no solo aquellas posibilidades que emanan de
sus características lógicas), existe también la infinita forma de reorganizarse y operar
incluso contra las aparentes contradicciones proposicionales que nos suscitan los
fenómenos del mundo. Es claro que pienso en algo contrario a Wittgenstein: él ansiaba una
identidad entre lenguaje, mundo y pensamiento. Pienso que esto no es posible, sino que
existe una diferencia irreductible entre lenguaje, mundo y pensamiento. No hay identidad,
solo analogía, es a lo mas que podemos aspirar si queremos ser fieles a la relación de los
tres elementos mencionados. Cada vez que planteamos dicha relación, esta varia y se deriva
una diferencia que se suponía superada.

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