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TSJ Navarra. Social.

#Social#
S. de 12 de Enero de 1993
Ponente: Sra. Santos Martín

-MATERIAS-
* EXCEPCIONES
- Litispendencia: finalidad e interpretación de los requisitos exigidos para su
apreciación.

-NORMAS-
* CC: art. 1252

@1953-2019

FUNDAMENTOS DE DERECHO

PRIMERO.- Interpone el presente recurso de Suplicación la representación letrada del


Gobierno de Navarra frente a la resolución estimatoria de la demanda por despido
planteada, articulando diversos motivos de los que procede examinar en primer lugar, y
por su trascendencia, el que por adecuada vía procesal denuncia la infracción del art.
1252 CC. Por tanto, resulta preciso afrontar como cuestión previa la excepción de
litispendencia, reproducida en este recurso, que la entidad demandada había alegado y el
juzgador de instancia rechazó.

La doctrina científica y la jurisprudencia vienen entendiendo que el efecto de la


excepción de litispendencia estriba en la imposibilidad legal de tramitar otro
procedimiento entre los mismos sujetos y con el mismo objeto del que está
pendiente y que la justificación de este efecto no es otra que la necesidad de evitar
la inseguridad y falta de certeza jurídicas que se producirían por el hecho de que
un mismo objeto procesal pudiera ser resuelto por sentencias contradictorias. Y la
misma finalidad de obtención de la seguridad y la certeza jurídicas la han
atribuido a la llamada cosa juzgada material, entendida como la permanencia en el
tiempo de la eficacia procesal de la decisión judicial, dado que se trata de
instituciones paralelas o complementarias que sólo difieren en cuanto al momento
de producción de sus efectos, antes o después de la existencia de una sentencia
firme, de tal modo que la misma sentencia que antes de ser pronunciada es
susceptible de generar litispendencia produce, una vez firme, la cosa juzgada
material, siempre que concurran las identidades subjetivas y objetivas que para
ello se requieren.

SEGUNDO.- En el presente caso, y como ya se ha dicho, el magistrado ”a quo“ rechazó


la litispendencia que había opuesto la entidad demandada. Para ello se limitó a declarar
que las pretensiones son diferentes y que falta por ello la triple identidad de personas,
cosas y acciones. Mas la existencia de la excepción alegada resulta evidente si se tiene
en cuenta la verdadera finalidad pretendida en el pleito pendiente y en el que ahora se
contempla. El demandante es el mismo en ambos litigios. También lo es la empresa
demandada. Y si bien es cierto que las acciones son distintas, pues en el primer litigio
(procedimiento nº 882/1991 que dio lugar a la S. dictada por el JS nº 3 de fecha 4 Nov.
1991, posteriormente recurrida en Suplicación) se ejercitó una acción declarativa de la
condición de fijo del demandante, y en el caso presente una acción de despido
(fundamento del juzgador ”a quo“ para desestimar la excepción alegada), sin embargo,
la ”causa petendi“ resulta ser idéntica en ambos litigios pues no en vano la ejercitada
acción de despido postulando su calificación como nulo o subsidiariamente
improcedente determina, ”per se“, de acceder a tal pretensión, la declaración de fijeza
del actor, lo que constituyó el fundamento de la demanda planteada en el procedimiento
anterior.

Como señalara esta Sala en su S. nº 161/1990, de 11 May., cuya doctrina resulta


aplicable al presente caso, la perspectiva teórica y general de los requisitos de la
figura jurídica de la litispendencia es susceptible del examen de un más amplio
concepto de los condicionamientos a que debe someterse dicha excepción en las
concretas situaciones peculiares que el proceso laboral ofrece. Frente a la doctrina
clásica, en cuanto exigente de unos rigurosos presupuestos (”la más perfecta
identidad de cosas, personas y acciones“), se abre camino la tendencia de
interpretar la litispendencia bajo el criterio de la finalidad esencial a la que sirve,
más que en términos literales y formales.

Por ello, la más perfecta identidad que de los elementos exige el art. 1252 CC para
perfeccionar la figura de la litispendencia, cede cuando la causa en litigio
precedente de alguna manera condiciona, subordina o supedita la que últimamente
se planteó, y que caso de resoluciones dispares al interés de una de las partes,
podría llevar al planteamiento de una anómala situación jurídica.

Extrapolando la referida doctrina al supuesto debatido, teniendo en cuenta que la


sentencia dictada en el procedimiento nº 882/1991 por el JS nº 3 que, en reclamación de
reconocimiento de que el contrato laboral del actor tenía la condición de indefinido, tras
la declaración de que el mismo y sus prórrogas se habían realizado en fraude de ley y
con abuso de derecho, no pudiendo en consecuencia tener el carácter temporal que se
infiere del RD 1989/1984, desestimando la demanda interpuesta por el actor; y que la
sentencia impugnada en el presente versa sobre una acción de despido ante la supuesta
infracción de la normativa laboral que disciplinó la contratación temporal del actor,
pretendiendo su conversión en fijo, se observa que entre ambas acciones existe una
identidad real, no obstante la aparente disparidad de que se quiere revestir, existiendo
entre una y otra un riguroso nexo de causalidad jurídica, determinante de que la suerte
del segundo litigio se halla decisivamente condicionado por el pronunciamiento
definitivo que recaiga en el recurso formulado contra la sentencia dictada en el primero,
puesto que si, resolviéndose éste, se desestimara la pretensión del actor, habría quedado
resuelta la cuestión debatida en la presente litis, como así efectivamente ha ocurrido, por
cuanto recurrida en Suplicación la sentencia dictada en el procedimiento 882/1991,
dando lugar a la por esta Sala dictada en 28 Feb. 1992, se mantiene el pronunciamiento
de instancia en el sentido de que el actor no es trabajador fijo, pronunciamiento
claramente contradictorio con el dictado por la sentencia hoy impugnada, que declara la
improcedencia del despido (por existir comunicación escrita) previa la consideración de
la condición de fijo del actor por entender existió fraude de ley en la contratación de
aquél. Y es esa posibilidad de resoluciones contradictorias la que el instituto de la
litispendencia trata de evitar.

En virtud de lo anteriormente razonado, se concluye en la infracción por el Juzgador ”a


quo“ de la base material del art. 1252 CC que sustenta la excepción de litispendencia,
señalándose que en este caso, tras la S. dictada por esta Sala en el procedimiento
882/1991 cuestionado, de fecha 28 Feb. 1992, jugará, evidentemente, como excepción
de cosa juzgada; ello determina la estimación de este motivo del recurso, sin necesidad
de entrar a conocer del resto de sus motivos, y con apreciación de la excepción
oportunamente opuesta, acordar la desestimación de la demanda.

FALLAMOS: Que estimando el recurso de Suplicación interpuesto por la


representación letrada del Gobierno de Navarra contra la S. dictada por el JS nº 1 de
Navarra, de fecha 21 Feb. 1992 en autos seguidos a instancia de D. Ignacio frente a
dicho recurrente, en reclamación de despido, debemos revocar y revocamos dicha
sentencia, y en su lugar, apreciando la excepción de cosa juzgada alegada por el
Organismo demandado debemos desestimar y desestimamos la demanda absolviendo a
aquél de la pretensión en su contra deducida.

Notifíquese a las partes y al MF la sentencia dictada con la advertencia que contra la


misma puede interponerse Recurso de Casación para la unificación de doctrina ante la
Sala de lo Social del TS, comunicándolo a través de esta Sala por escrito dentro de los
diez días hábiles siguientes a su notificación.

Firme que sea esta resolución, devuélvanse los autos al JS de procedencia con
certificación de la misma, dejándose otra certificación en el rollo a archivar por esta
Sala.

Así, por nuestra Sentencia, definitivamente juzgando, lo pronunciamos, mandamos y


firmamos.- Sr. Cubero Romeo.- Sra. Arnedo Diez.- Sra. Santos Martin

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