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T464tuy > IZEIE9I CEL MANUAL DE RELOJERIA Rr 206.234 PEDRO-GERMAN BELDA GLEZ BELDA FUNDADOR ¥ DIRECTOR DE “CURSOS FoLITEC™ (tanned Relate pr een) COLECCION DE OBRAS D! - Manual de Relojeria. (3* edicién) Se trata de una obra de divulgaci6n, sobre relojes me cénicos, debidamente divididos por érganos para su mediata aplicacion a cualquier tipo de reloj. La excelente acogida del pablico nos ha obligado por lo mismo a completarla con nuevos libros. 2- ‘Trabajos de ajuste y torno (En relojeria) DE EL ERI A El ajuste fino y todos los trabajos delicados de taller se dan cita en este importante libro. Solamente con poner en préctica uno de los miltiples consejos de que esta leno el libro, mereceria la pena leerlo. 3 - Relojes especiales. (Mecénicos y eléctricos.) ‘Una impresionante panordmica de los relojes curiosos (TERCERA EDICION) y de méAquinas especiales. Zi ai ‘Ademés de estudiar a modo de relato los antiguos in- Contiene 185 disefios entre texto y 4 completas TABLAS ‘ea de ‘nadie al di detail de diametros de pifiones, Sistemas de horas, Longitudes de ee eee eter ee péndulo en centimetros y Equivalencias de Lineas y centi- este libro los mecanismos especiales, como relojes au- rietroe. tomaticos, cronégrafos, relojes de “Cuco”, ete. 4 - Relojes eléctricos. (Blectricidad y relojeria) La electricidad en la relojeria ha sido un capitulo im portante en la batalla por medir el tiempo con exactitud y es preciso reparar en esa época trascendente. Distribucién exclusiva: (Obra en preparacién) ag Para informacién 0 compra de estos libros: Faron Ee | Cursos POLITEC - Apartado, 14.881 | LeaRaninre Oss} 28080 - MADRID - Espana. ‘Magallanes, 25 - 28015 - MADRID 5 - Relojes electronicos y de cuarzo. (En preparacién) FOTO DE PORTADA: “Foto ONDAS” de Bilbao. ILUSTRACIONES ENTRE TEXTO: Manuel Urquijo Grijalba ‘Angel Maria Pereda Enrique Garcfa-Fresea José Antonio Urquijo Grijalba y el propio autor. Dedico este MANUAL DE RELOJERIA a JOSE MARIA URQUIJO ‘como una prolongacién de nuestras charlas y studios. P.G. Belda. © P.Germin BELDA GLEZ. Reservados todos los derechos. Prohibida la reproduccién. Primera edicién, 1.954 Segunda edicién, 1.980 Tercera edicién, 1.986 1.S.B.N, 84-300-2797-1 D.L. m.33730 - 1986 P.G, BELDA -Apartado, 40.020 28080 - MADRID - (Espana) Impreso en Espafta por Graficas CARRETERO Madrid, PROLOGO (A la tercera edicién) Reeditar un libro siempre es un motivo de alegria pa- ra el autor. Quiere decir que la obra que has hecho sigue vi- gente y aun interesa al piiblico, a las nuevas generaciones de relojeros. Y eso a pesar de que la electronica y los modernos y muy exactos relojes digitales y de cuarzo invaden material y realmente el ancho mundo. Pero a pesar de ello los relojes mecanicos no moriran como no han desaparecido los antiguas relojes ya anticuados. EI reloj mecanico tiene un seftorio, una distincion ex traordinaria, que no vemos en la inmensa mayoria de los re- lojes desechables japoneses. EI relojero actual se ve inmerso en una microeletroni- ca para la que no esta capacitado y que por otro lado anali- zada friamente tampoco precisa conocimientos muy especia— les, ya que las pastillas donde va el circuito impreso es into- cable y ha de ser sustituido completamente en caso de fallar interiormente. La relojeria, siempre, ha estado influido por los avan- ces cientificos de la época. Nuestra época se ha caracteriza~ do por adelantes sorprendentes y admirables. Nuestros reloje- ros tendrén que irse adaptando en el futuro. P.G. Belda. Junio-86 PROLOGO A LA 2 EDICION Dice Hugo Wast que no nace un libro hasta que no imprime por segunda vez. Una edicin puede hacerla el autor a su costa si no halla editor. Pero si el libro no se vende y fracasa la edi- cién, nadie se aventuraré a lanzarlo de nuevo, porque se ago- taron las posibilidades de venta y tambien los amigos a quie nes obsequiar la obra, siempre mds escasos que los ejemplares, por desgracia, de una mala edicién. Nace une segunda edicién de MANUAL DE RELOJERIA. He repasado concienzudamente el texto y veo que en su ma- yor parte no se puede tocar: deduzco de esto que lo expuse fen su momento de una forma acertada, didactica. Pero si voy a afadir varios detalles y en consecuencia este nuevo material de ampliacién seré un beneficio complementa rio de esta puesta al dia. En los afos transcurridos ha avan- zado mucho, en algunos aspectos, el arte de medir el tiempo «a tenor de los avances generales de Ia ciencia y la tecnologia actuales. No en vano el hombre ha llegado a la luna. Tambien se ha modificado sustancialmente en los talleresy me alegra, el método de trabajo, medios mecénicos de limpie. 2a y comprobacién, gracias a la incorporacién de la electréni ca, Por eso se afade en esta edicién un capitulo relacionado con ese tema. Pienso que el mayor mérito de mi obra, si es honrado que el autor hable ‘de las hipotéticas virtudes de su “hijo” del pen samiento y tambien del amor a su profesién, es que ensefio lo que sé de una forma clara y comprensible. El elogio més sentido que se ha hecho de mi tarea pedagé gica ha sido esta: — “Todo lo que ensefia se comprende con suma facilidad. Esto mismo no me ha ocurrido, por desgracia, con otros au- tores y libros o articulos que he leido en revistas”. Sin embargo sé que la venta de un libro se consigue no so lo por su calidad, sino tambien por su presentecion y distribu- cién adecuadas, que lo pone en el mercado en los puntos de la venta mas indicados y en los paises mas interesantes. Aquellos que se interesen por esta distraccién “de reyes” les ofrezco la posibilidad de aumentar racional y completamente sus conocimientos siguiendo el Curso por Correo. Al pie de este prélogo tienen direccion a la que pueden dirigirse EL AUTOR. Madrid, 2 de Julio de 1.980. Centro Autorizado por et Ministerio de Educacién y Ciencia N° 139, Solicite INFORMACION y FOLLETO EXPLICATIVO sin compromito ‘A Pedro-Germin BELOA GLEZ, — Apartado, 14.881 - 28080 - MADRID - Esparia PRESENTACION (A modo de coloquio) Elarte de la relojeria exige paciencia, cuidado y co- nocimientos. Todos los manuales y obras de consulta valen para cubrir esta dltima necesidad profesional. Pero sobre todo el relojero debe serlo prictico y es por eso que no puedo prescindir de tocar este importantisi- mo tema, Cuanto més habil y cuidadoso, més aprovechara y adelantara en esta profesion. Yo quisiera inculearle interés por esta delicada pro- fesion; procure, cuando repare un reloj, hacerlo con verda- dero esmero, nunca haga una cosa para ver si pasa, Si obra asi camina hacia su anulacién técnica Una obra mal hecha nunca es disculpable. Si quie- re estar contento de si mismo, solamente lo eonseguiré si trabaja a conciencia, Buscar evasivas 0 hacer, como he visto mil veces, y siempre por malos profesionales, hacer marchar el reloj pa- ra cobrar y salir corriendo antes de que se pare, es perdi- da lamentable de tiempo. Si obra asi es mejor que cierre, rapidamente, el libro y no se preocupe de esta profesién. Si no es asi yo le auguro una vida lena de satisfac ciones, porque vivira contento de su profesién y orgulloso, incluso de su trabajo impecable. El autor. Keres A CAPITULO PRIMERO EVOLUCION HISTORICA El décimo de segundo es una victoria del siglo veinte Hasta nuestros dias no se ha conseguido lo que duran- te muchos siglos se persiguié: Ia medicién exacta del tiempo. Si haciendo un esfuerzo imaginative retrocediésemos al hombre de las cavernas, veriamos como se esfuman estas mediciones escrupulosas de la cultura ¥ acion actual. Del décimo de segundo nos perderiamos en el dia y la noche. De la delicada 3 cula miquina de medir el tiem- po, nos hallariamos con Ia desdibujada y variante sombra de cualquier cuerpo, proyectada en el suelo por virtud de los movimientos solares. —iQué abismo! — tendriamos necesariamente que ex- clamar. Y si nos fijdsemos en el mosaico de las mis variadas culturas, tropezariamos con los sistemas de division del tiempo mas originales. Asi nacen las olimpiadas, los lustros, los jubileos. Las horas, los minutos y los segundos, que actualmente rigen en todo el mundo. desterraron sistemas horarios capri- chosos y rudimentarios, que buceando en la historia en- contraremos ain. El camino seguido, a grandes rasgos y partiendo de los mecanismos empleados para la medicién del tiempo, es como iré detallando. 10 Retos GxoMOs. EL primer reloj de que se tiene idea ¥ conocimienty es el Gnomon, Consiste en un estilo. ver= cn un enadrante 0 esfera y que sefala las lose de los movimientos del sol sin demasiada seguridad, aue los pr en emplear este procedimiento fueron los caldeos, h BME (antes de Nuestro Seiior Jesueristo). En Caldea, se empleaba un obeliscs que seial Ja esferao cuadrante el mediodia © otras har: RELos De Sot. Eatcio, — Se halla, en el museo de Ber- Jin un reloj de sol, cuya invencién data de 600 aos a tes de J. C. y se atribuye a Beroso Babilonio. Consiste en una piedra lisa, con cabeza también pétrea, que se coloca de cara al nacimiento del sol. A medida que éste avanza, por su érbita celeste, va ‘sefialando las n horas, mas brey do a la verti A partir del mediodia se yuelye hacia poniente y vuel- ve a sefialar inversamente las horas de la tarde. Su iinico inconveniente es que tenemos que «darle a moverle, eada dia, dos veces nite a medida que se va aproximan- Drvisi6y prt Soy pe ny non. — La division del aio en doce partes; los meses, es antiquisima y no falta quien afirma que ya cra empfeada, hace Ia friolera de treinta siglos, por algunos. pueblos. Es mis reciente (100 6 200 aiios antes de J.C) la di- visiin del dia en 21 horas, la hora cn 60 minutos y el to en 60 segundos, 51 ensayo de In hora decimal, durante Ia revolucién francesa, fraeasé ru ente, No porque sea uma wto- pia irrealizable, sino porque origina infinidad de tras- tornos de todo géncro. dasa Los wetoses pe FvEGO. — En dias nublados, o durante Ia noche, no era utilizable el sol. A salvar estos lapsos de tiempo ticnden los inyentos que iré resefiando, 12 En In antigiedad, Ios chinos, utilizaban cuerdas em- breadas, con nudos a igual distancia unos de otros. AL ar- der, comenzando por una punta, iba consumiéndose de nudo a nudo, en el espacio ealeulado — y aproximado — de una hora Los griegos, en sus olimpiadas, ut lorchas y relojes de fuego, de materias abrasivas de du- racién determinada. En’ nuestra obra inmortal «Don Juan Tenorio» se ve un reloj de fuego, en una de las tiltimas escenas. Figura 3. — Reto} de arena, Mas perfeccionado es el reloj en cl que se emplea aceite por combustible. Se trata de una botella graduada para 24 horas, con salida de aceite, semejante a un candil, con mecha en su punta 13 Era preciso comprobar Ia cantidad consumida con otro reloj que marchase bien, Para regular la salida y que consumiese mas 0 menos, se hacia mediante el empleo de una Ilave, que daba mayor 0 menor salida al aceite. Los HELOJES DE ARENA. — Hacia el aio 5 datan los relojes de arena y los de agua, que luego detallaré. Son un avance en la conquista sobre la fugacidad del jempo. Ya desde este momento el tiempo va haciendo su paso en miniisculas fracciones. reloj de arena, esta formado por dos botellas, uni- das por el cuello, entre las cuales queda un paso angosto y permite el deslizamiento de la arena a paso de tortuga Las botellas, solian Mevar fracciones mas menudas, cquivalentes a particiones de la hora. Los relojes de arena se utilizan atin en nuestros dias. Poseo uno de tres minutos, que se fabrica para conocer la duracién de las conferencias telefénicas. También se ven en cocinas y elinicas, para los mas variados usos. Las cLePsiDRAS (Relojes de agua). — La clepsidra 0 reloj de agua, es el reloj precursor de los modernos me. curioso analizar la historia del reloj, para ir com- probando como todo nuevo adelanto se va introduciendo en cl reloj. Asi ha sucedido, sucede y sucederd EI reloj de agua, ha sido el mas perfeccionado entre los antiguos procedimientos. Existen verdaderas joyas. Si estudiamos los primitivos relojes hidraulicos, vemos que parten de Ia misma idea de los nudos de la cuerda embreada, Una serie de baldes, de los cuales sélo esta leno el de superior, se van vaciando uno en otro, en el espa una hora. Luego, utilizando mayor delicadeza, se emplea el vel que, parecido al empleo del-aceite, va sefialando so bre las divisiones previas el tiempo transcurrido. Bry Luego se introduce «1 flotador y se inicia el acopla- miento de figuras y mecanismos varios, terminando con la introduccién de la cuerd A partir de este momento las clepsidras aleanzan su mayor esplendor, sefialando en sus formas mas cuidadas a talla de los modernos relojes. Conviene sefiular, por ser datos curiosos, el regio re- galo que el Califa Arin ofrendé a Carlomagno y la clep- sidra que tenia una duraciin de tres meses. La que recibié Carlomagno, indicaba las horas por me- dio de doce bolitas,.que al caer — cuando el mecanismo se lo permitia — golpeaban una plancha metilica sono- ramente, al tiempo que doce figuritas, que representaban otros tantos caballeros, salian, cada una de su puert Ha, dando una vuelta y volviendo a entrar en su sitio, cerrandose detras de eilus la puertecita correspondiente. Como se ve Hegé a una notable perfeccién la cons- truceién de estos relojes. wb cl siglo pasado, én 1827, Blac, present a Ie Real Academia de Ciencias de Paris, uno, con un gigantesco depisito, eapaz de contener 1.500 litros y de marchar sin interrupcién por espacio de tres meses. Estos dos iiltimos datos, muestran, hasta donde han Hegado los adekantos en e! tipo de relojes que nos ocupan. Los nrtoaes ron vesss. — Hacia el siglo x, se_sustitus y6 el agua por In pes. que sa un pequeno roda- je, sujeto a presidn estudiada, para que no corriese dema- Siado y que a su vez, arrastraba una saela sobre un eua- drante, indicando la hora EL antiguo reloj Kesan, japons. data de esta época ¥ consist en un rodaje. movido por una pesa y regula- do por una rueda de escape y ancora, en la que Teva dos martillos, que producen un marchar lento, semejante al timbre de nuestros despertadores, pero con mayor len titud La esfera, era > contrapeso, iba se! tiguo sistema hor considera sagrados rece de ellos Y éste es ya, el tiltimo eslabsn de la cadena, en busea de una reguiacién del tiempo de forma uniforme. En el aiio 1852, Galileo Galilei, observando, durante ceremonias rel mparas de la catedral de Pi- sa — In ci ees famosa por su torre in= clinada — descubrid el sincronismo del péndulo, esto es, que las oscilaciones del péndulo guardan relacién con su largura, Como todo adelanto, que se vislumbra que puede te- ner ulilidad en cl reloj, el péndulo fué introducido aiios mas tarde por Huygens cn el reloj, como organo regit- lador. EI pénditlo, al oseilar, regula el impulso motor y_se~ cundado por el escape, permite un paso lento del rodaje ada como ki caj alando en ella Jas he 10 japonés, ue va de dos e los ntimeros 1, 2 y 3 y por tanto ca festacidn al exterior, por medio del sistema de horas y aguja Ya pocos aiios después, al introducirse el impulso por un muelle Iya regulaeion por un volante y otro muelle esp 1, se ha Megado a la cumbre ac- tual Ahora la historia del reloj, como antafo, va ligada a los avanees modernos de la ciencia y Ia cultur Primero, la eleetricidad, luego los cambios atmosfé- ricos, mis tarde la impresién fotoeléctrica, después la cnergia atomica y hogaiio Dios dira. EI reloj, continuara siempre, en el primer plang de Ia actualidad, pucs los hombres tenemos como una obse- sidn, el saber exactamente, con la mayor certeza posible, cl tiempo que hemos consumido en nuestra incierta exi tencia. CAPITULO SE UNDO UN VISTAZO AL TALLER Y LAS HERRAMIENTAS Aunque en cl de pesas y les colocan un péndulo mas ornamentado y mas pesado también, y para compensar este derroche de fuer- za, que no esta calculada, hacen un mayor brazo de ‘pa- lanca en el tambor del barrilete, aumentando su di y este aumento se hace progresivo hasta que el péndulo oscile normalmente. Existen normas técnicas o fisicas, pues he tenido oca- sién de estudiar algo relacionado con diametro del tam- bor y peso del péndulo, pero no hallo a mano Ia pro- poreién, Impulso motor por muelle real Estudiaremos en este uparte los sig que se le presentan al reparador de relojes: Forma, largura, altura, diametro y fuerza de los mue- Mes reales. ntes problemas Figure 29. — Una cuerda en au brida Forma: La determina su aspecto visto sujeto por brida © suelto y los enganches interior y exterior. La primitiva forma era espiral, luego se comenzaron a fabricar rectas y actualmente todas las fabricas tienden a hacerlos en forma de «S». Los enganches interior y exterior son: el interior un agujero eliptico, y el exterior un angulo que se adapta en el saliente 0 ufia del barrilete. E] enganche interior no tiene variaci 1 de unos a otros 52 relojes. En el enganche exterior se aprecian algunas moda- lidades que explicé: En algunos relojes el angulo que se adapta a la ufa del barrilete es vivo, y sin més aparece destemplado y doblado; este tipo no da buen resultado, Otros relojes — cilindros antiguos y los Roskopf — tienen los dos enganches iguales, un simple rectingulo agujero eliptico. En los cilindros tiene una difieultad y es que de darle cuerda con mucha fuerza puede saltar el muelle 0 mejor el enganche exterior. a Figura 90, — Un mueie real suelto en forma de S. En los Roskopf ya viene esto solucionado y Mevan una brida de salto que evita la rotura del enganche sin que se escape la fuerza acumulada Algunos enganches exteriores son por remache, 0 sea que van remachados el muelle con Ia particula de engan- che que hace el angulo. Algunos lo Hevan a presién, no explico ahora oémo porque luego doy la forma de hacer enganches. Y por Ultimo los relojes de marca levan doble enganche exte- rior. Generalmente van remachados y se une por agu- jero a una uiia y en las dos tapas del barrilete evan dos agujeros y alli se-adapta el enganche. Cuando se rompe uno de los enganches no existe nin- gin inconveniente en aprovechar Ia cuerda, si ésta reine condiciones de elasticidad, fuerza, altura y largura, que detallo luego. 53 El engunche interior se hace destemplando como cosa de dos dedos, de mas o menos. En el extremo exterior se matan los cantos ¥ se destempla totalmente, luego a medi- da que van aproximandose al trozo templado, que sera dos dedos mas alld del extremo, se va azulando cada ver menos, de forma que no sea brusco el paso de tem- plado a destemplado. 1 agujero se hace con taladrado de alicate especial oa lima. Se comienza por matar eantos, o sea ‘dejar el borde exterior sin angulos agudos. Luego se doble en cireulo incompleto y con la punta de Ia lima se hace un agujero que queds alargado. Para esta operacién puede sujetarse al tornillo de mesa. Tratandose de enganche exterior se destempla como cosa de medio dedo totalmente. Luego con un alicate de puntas redondas se le dobla un poco ¥ se coloea un troz0 de muelle real que coincida cn altura. Tenga en cuenta el lector que digo que haga una curva, mejor una circun- fereni quiere hacer*un angulo se le partira y difie cilmente conseguiré lo que se propone. ‘Tenga presente pues: el muelle en el lugar del cur- vado totalmente destemplado y hacer un circulo en lugar de un angulo. Ademas ha de hacer un bisel para que aga- rre mejor al barrilete 0 uiia, el trozo que se afiada ha de ser templado. Largura: En realidad la largura la determina el did- metro. Para que una cuerda sirva para un determinado barrilete, han de poder contarse una vez dentro de ésie hasta doce vueltas de muelle y ocupar Ia mitad del in terior. Tanto si es mayor como si es menor, no desarrolla las horas debidas — 36 por término medio —. Altura: La determina el barrilete, si se pone mas alta rozara impidiendo la marcha y ocasionando paradas bruscas. Si menor, no seri capaz de mover el rodaje y mante- ner en funcionamiento el volante Bt Algunos salientes por golpes recibidos en el barrilete © tapa, pueden quitar espacio a Ia cuerda y originar idén- ticos perjuicios que si fuese alta ésta. El enganche in- terior si no se coloca en el centro exactamente también roza y perjudica la marcha del reloj Didmetro: El didmetro se hallara midiendo el barri- lete. Los muelles ya vienen del espesor debido tan s6lo es preciso pedir el didmetro adecuado. No sirve acortar un muelle de mis diimetro, pues se perjudicaria por un lado Ia largura y por otra la fuerza que estudiamos luego. Para saber — en relojes en reparacién — si la euerda que leva un barrilete es la mas indicada para él, se cuen- fan las vueltas que da en reposo, 0 sea adaptado a la pared exterior y como ya decia antes han de ser 12, una mas 0 menos no altera la densidad del muelle. Fuerza: Uno de los problemas que mas ha inguieta- do a los fabricantes de todas las épocas es el de la fuerza. No sdlo que esta sea la adecuada sino que se mantenga durante las veinticuatro horas en la misma intensidad. Las euerdas — prescindiendo de que sean pequefias © inadecuadas — pueden ser gastadas 0 cansadas por ex- ceso de afios en funcionamiento. Se nota en el espiral que forma una vez sacada del barrilete. Si es amplio tiene vigor. Si quedan las espiras muy unidas unas a otras es sefial de que tiene poca fucr- za, conviene reponerla pues aunque eslirando 0 dandole vuelta se consigue que mejore, solo una nueva le dara el perfecto funcionamiento al reloj En relojes antiguos se ha conseguido regularizar el impulso moto” mediante cl empleo de un sencillo meca- nismo de cruz de malta, que je al muelle cargarse totalmente y terminar toda la cuerda, con lo que se al- canza una marcha en la que el impulso motor no tiene notables diferencias de intensidad Por eso los modernos relojes automaticos garantizan un impulso regular debido a que su fuerza es permanen- 35 temente igual; lo mismo que ocurre en los relojes elée- tricos. Esta es la razén por la que ambos tipos de reloj con- siguen actualmente una mayor exactitud en la medicién del tiempo. Hoy, tomando para mis suposiciones los adelantos de Ja ciencia moderna, no es dificil suponer que Hegamos a mejorar Ja regularidad del impulso motor. Figura 31. — Forma de desarmar isn feloj, 1 Suelte ol tirete y Ure Ge le corona eh el centido de ta fecha. 2, Sucite os tornilloe 9 sage Js maquina S.Suelte el puente sel volante. quite luego 1a. fuerza Ie euerda. 3. Quite ‘el puente.y' rueda de escape. 6. Torailles Gel Duente central: 7, ermiloe del Puente del. barilete. 7332 = sisae 2 B35. 3 @ FEeee § Sg Beas = & g,SeE 3 Bo Seang 2 a 2 Z8ae5 3 gS isise & Br Rise. 8 Ee steel 3 = eaass 8 Sg gs 2s2bek Oo 6 Esteze B LEateEs gp tec eeae Sees e388 gegtss aoa ee BOEeeEe seSee2 S$29215 EUEGe sous tap ftou "zp ayaun 12 Uo mene ond og, ‘b8 o18U2> 9p {Cafe "wou op “topundos 9p eDoni “S00 Uogrd ofa ty ‘sdeace 9p epony et 9p UOUTE 20 “anit op ‘aittioA ‘sh manbes et op so1g}a0Ur Zopesed « eTIdOD “w sa "ty soqeans sjonaenuod {2 weiains amb sONTUIOI WP 81 Mb OHA oY ‘iueion ap ofa Ip “eionDEx “Oy a]UEjon f9p syuond Te OOF) (# mains nb oftuog “66 O98) Te [eulase 19 riefus sn Jopesea Ei uo," "ruLsD9 "ap =YeHN 2D ef veanues op nouoou Ee joue! op sonuauen would “UE Jas formas, ademas Jel didmetro, el niimero de dientes y la profundidad y tipo Antes de indicar la for ma que han de tener los dientes, es preciso saber yué jen ésie se amolda a aquéllos. engranaje ideal sirve de base a es- En esta transmision no deben ser los dientes y alas de los pifiones de cualquier forma. Es preciso que reiinary ‘ambién estudiaremos los centros, las comprobacio ble que dos cilindros giren sin resbalar. nes, clavado de ruedas y pifiones y tabla de diametro unas determinadas condiciones para que st engraniye de pifiones. Considerando titil el engrasado lo tratare Un engrartaje es el giro de dos cilindros. Pero a nada que analice este tipo ideal de transmisin de fuerzas, ve- i y 5 a g > ¢ 2Ee avg oeee 3 BES gsnegeg gtEesiss eefec fey BLEESETS gebey ese 3 gece B2,RS 8S * eig¢e Seat oot mage age eesee BE chen’ Besa ager pees ge ae a 2 3 a 3 ie 2 Shen te sesou 9p epantt zp sO\NUI >> Sia "Te soveutu 9p upueg ‘ug e0/sG "BE SOU 9p UOUId K seInUKU 9p Seon or would ne tos wowed epana# soqayur WUNeld "Lt “Ome infos [ep omnre “q “esopundag “s“ovaynuTul € oLeIOW seinky WL ‘adeore 9p spand ep Would “EI “onUsd ns UCD cIOOU LP ayn TT je yanr 9p “ev0ouy op SeoK “IL "esOOUY “OT “OPIEP T9P LHD eaoauy (2p 9d, jo efeg se et uo 209 wr eo reget Sp omeag *t soqen wt 3 ‘onb outs of sau0priz9d {a sereorde oponad 58. En general los dientes son en su extremidad de forma ojival o semicircular. Para los efectos de medida y diimetro se tiene en cuenta {an sdlo el diametro primitivo. Se lama diémetro primitive a los dos circulos formados por rueda y pitién en el lugar en. que deben encontrarse y engranar. Asi pues, para que un reloj tenga en sus ruedas y pi- fiones la forma adecuada ha de sobresalir la curva epi- ‘icloidal de los dientes sobre la linea que marca el cir- culo o didinetro primitivo Las curvas o formas epicicloidates de los dientes con tribuyen a una mayor suavidad en el desarrollo de su funeionamiento y mutua unién, También sirve para que un alejamiento fortuito de rueda y pifién no ocasione una descarga de la cuerda. Se lama epicicloide a la linea que partiendo de una de las caras del diente, se eleva siguiendo su proyeccién y Hega a formar un circulo en su grado maximo de ele- vacién. En esta obra no pretendo profundizar en este aspecto, porque este estudio interesa particularmenie al construc~ tor y mi obra esta dedicada al reparador. Baste saber que las formas mas utilizadas son la oji- val y la semicircular y que tienen esa forma para facili- tar el engranaje y para que no resbalen los dos cireulos primitivos, que gracias a las estrias de los dientes se aga- rran y se impulsan sin posibilidad de que eseapen y res- balen uno contra otro. Diimetno pe RUEDAS Y PISONES. — Cuando se_rompe una rueda o pifién se toma el viejo y se calibra, El eali- bre de ruedas es una pletina lena de circulos a una pro- fundidad de un milimetro aproximadamente o mas, en el que se encajan las ruedas; alli se coloca la rueda estro~ peada y tan pronto se halla otra que encaja en el mismo agujero entendemos que se ha encontrado la rueda de- seada. Proporcién 1. 4, proporcién 4, con relacién idmetro primitive de rueda y ‘pinén, B, didmetvo total de pindn. C. ala D. cuerpo del” lente. E.”cabers del ai ‘sangacién det eplciieide interior. 1 60 Si repasa la forma de los dientes, que hemos estudiado antes, comprendera que lo que importa para un engra- naje perfecto no es el didmetro total, sino el didmetro primitivo. Asi que para que sirva una rueda medida en su dii- metro total, ha de tenerse en cuenta Ia forma de los dien- tes:_ojival, semicircular, ete. El diimetro esta en relacién directa con el nimero de vueltas que deba.dar la rueda y piiidn. Si la rueda es cuatro veces mayor dara el piiién cuatro vueltas a cada una de la rueda; pero el tamaiio sera acondicionado al niimero de oscilaciones que deba dar el volante o péndulo. Como regla general puede considerarse Ia que sigue: Cuando un pifion da tres vueltas mientras la rueda da una, sera éste tres veces menor que la rueda Y volvemos a Io de antes, al decir tres veces menor, nos referimos exclusivamente al didmetro primitivo, des- preciando la cabeza de los dientes. Algunos relojeros practicos han Hegado a esta otra conclusion Si el pifién tiene seis alas ocupara el espacio de dos dientes y dos vacios de la rueda que engrana con él i siete “alas, tres dientes y dos espacios. Si ocho, tres dientes y dos espacios y medio. Si nueve, tres dientes y tres espacios. Si diez, cuatro dientes y fres espacios, y asi sucesivamente. Para una mayor exactitud y no tener que recordarlo de memoria transcribo una tabla que he hallado en un manual y que confio serviré de utilidad al lector. NGMERO DE DIENTES Y ALAS. — El niimero de dientes y alas guarda relacién con el didmetro proporcional: de- pende del nimere de oscilaciones que se pretenda asig- nar al volante, 0 mejor atin de las oscilaciones que éste dé. Sabemos también que el numero de oscilaciones por hora, es igual al resultado de dividir el cociente de mul- tiplicar los dientes de todas las ruedas entre si y el re- TABLA DE LOS DIAMETROS DE LOS PINONES Diimero total del itn medida sobre la rueds 2 dienes lleos y un poco ms de ls 3. 2 dente lenos y In mitad dela 3 2 dente llenos y Ia tad de [a 3 Un poco mis de 3 diete lor. Un poco mis de 3 dents lenox 3 lentes lenos y 1/4 del vaso 3 disates enon y un poco menos de un vaca, 13 dient llenos y un poco menor de un vaso. 3 iets llenos y un tale. 3 dientsllenosy un poco menos des miad dels 44) 13 ious llesosy Us mitad de i 4 inte lenos y Ie mitad de la 4 4 diene enor. ! 4 dente leno Un poco mis de 4 dienes leno. 4 dente lienosy un poco menor de un waco 4 leatesIenor yun poco mis dela mitad de wa vaca, 5 diate sobs las pena 5 dicots lenox y la tad de un vac, idones conductores 2 dents lenos y 1/4 dele 3° 20430 Un poco mis de 3 dientes enor. | 50240 6 | 3 dienes ilenor y 2/3 de wn vac 28 40 53 diemet tlenos y In mitad de fn 4 28a 40 4 dents llenos y 1'Sde un vaco 2as 4 dinee enor y 2.3 de un vaso. 0.42 10 | 4 dienes leno y Ia ited dela 5 30048 | 12] 5 dienes llenos y 23 de we waco, 136 2.4814 | Un poco mis de 6 dente Tlenos. 3/5 de vic Dra Mone, por J-Lare, Dt de Is BcsNaconal de Relea de Cle (98) 6. 62 sultado doblarlo y dividirlo por el resultado de multipli car también entre si los piiiones. Méviles inductores x 2 Oscilaciones por hora z Moviles inducidos Ahora surge un problema: {Cémo se conoce el nit- mero de dientes que tendra una rueda perdida? En la prictica es casi imposible que se pierda sdlo la rueda, asi que supondremos que se ha perdido una rue- da y un pifién. Si sabemnos que da 18,000 oscilaciones el rodaje y las ruedas que poseemos, tienen: la de centro 70, la de segun- dos 60 y 15 la de escape y Jos pifiones en nuestro poder son de 7 alas el de segundos y 6 el de escape. ;Cuantos dientes tendra Ia rueda primera y cudntas alas su pifién? El pifién ha de ser de més alas que 8, 0 de este nt- mero al menos: Se supone que tiene un determinado nimero de alas y se hace asi la operacién; en el supuesto de que calcu- lemos 8 alas al piiién perdido: 18,000 x 8x 7x6 70 x 00 x 15 x2 = 48 primera perdida. De forma analoga procederemos si faltase el pifién Si las ruedas tienen 75, 64, 60 y 15 y los pifiones cono- cidos 10 y 6, faltando el de la rueda de segundos. {Cutintas’ alas tendré éste? 75 x 64 x 60 x 15 x2 18.000 x 10 x 6 8 alas del pifién de la rueda de segundos. Mediante estas sencillas operaciones puede hallarse el numero de dientes de cualquier rueda o alas de cual- quier piién, ++ 63 La PROFUNDIDAD DEL. ENGRANAIE. — De lo expuesto an- teriormente, al tratar de la forma de los dientes, se de- duce que para que elengranaje sea nerfecto han de coin- cidir los dos diametros primitivos de rueda y pi Si quedan mas unidos 0 mas separados engranarin mal, prestindose a paradas. Lo mismo ocurriré si los dientes son inadecuados, 0 los diametros exceden las medidas normales. Una de las primeras pruebas que debe hacerse a un rodaje para comprobar si esti libre es darle dos vueltas de cuerda y dejarle que las gaste. Llega un momento como explica Donald de Carle» en su obra «Manual pri tico del relojero» — que al finalizar la cuerda su mision de impulsar, frena a la rueda de escape y da una o mas vueltas en sentido contrario, Esta observacién debe hacerse en todo rodaje despucs de limpio y si no se notase esta vuelta — indicio de sol- tura — se procederi a estudiar el engranaje Figura 34. — Comprebacign del engranas. PRUEBA OPORTUNA. — Se colocan entre platinas las dos Tuedas que quieran observarse Se toma un palillo y con él se oprime el centro y por tanto el pivote de la rueda menor. Con una pinza impri- 64 me el movimiento a la rueda mayor, que no rueda libre- mente por la fuerza que cjerce el palillo. Si el engranaje es bueno rodara libremente y lenta- mente sin ninguna oposicién ni saltos. Un engranaje muy profundo ofrece oposicién 0 cultad 2) © 4 ssf bo Figura 39. —:1, debe cerrarse In parte de puntos C. 2. cuadratura Roskopt a iornillos & cuadeatura Roskopt’ a presion. 4. cerrando. Ia ‘Suadratura'a pretion con un botador de. punta En el caso de alejamiento se notara en que queda por un momento en el vacio y engrana, por asi decirlo, a saltos. Debera modificarse ta fundidad exeesivn. to el alejamiento como Ia pro- 6 Tratandose de didmetro inadecuado se debera buscar otra rueda apropiada. Una rueda ligeramente grande puede ser pasada por Ja maquina de arrondir y adquirir la forma deseada. Existen infinidad de fresas que permiten modificar Jos dientes en la medida de nuestras necesidades. Estupto pr 108 ceNTROS. — El rodaje en su trabajo de transmitir Ia fuerza, se apoya en los centros, lugares que sufren desgastes si son metilicos. En los despertadores y relojes de pared, la misma pla- ‘a tiene orificios circulares en los que asientan ajus- tados los pivotes de las ruedas. El constante frotamiento, a veces eseaso de lubrificacién, produce desgastes y ras- ga estos agujeros. La aecidn de abocar el canal originado por el roce se Hama en relojeria «cerrar centros>. Para hacer esta operacién busta saber cual es la parte gastada y cual la que ha sido respetada por el giro de los ejes. Es recomendable antes de desmontar un reloj marcar el lugar original del centro, 0 mejor el que es producto del rozamiento. De esta manera al limpiar el reloj se puede cerrar el centro con seguridad. Sabido es ‘que — por Io antes estudiado — el alejamiento produce un engranaje imperfecto y rozamientos indebidos que de- bilitan la fuerza motriz, interfieren su impulso y hacen perder vigor al rodaje. Para averiguar cual es la zona gastada se puede pro- ceder de dos formas. 1+ Examen de los centros con la cuerda dada. Basta empujar al pivote por el canal y él mismo va a parar siempre, impulsado por el muelle real, a la parte gastada, se hard una marca para que Iuego recordemos el lugar que debemos cer: 2° Examen figurado partiendo del movimiento o gi- ro de las ruedas. Si desarmé ya el reloj y quiere saber cual es la parte gastada, pues esta en duda, debe fijarse 66 en el barrilete, esta rueda gira en sentido contrario al de Ia rueda trinquete. Puede trazar imaginariamente los gi- ros de todas las ruedas teniendo en cuenta que la rueda siguiente a la de barrilete — la de centro — leva la mis- ma direccién que la de trinquete y la que sigue — rueda primera — y sigue el mismo giro que la rueda barrilete y asi alternativamente. Cuando una rueda gira, trata de despedir a Ia siguien- te, se alejan. Si la fuerza de una rueda solo encuentra oposicién por un lado huira del lugar que se opone a su rapido desarrollo, tal es el caso de la rueda barrilete. Como se mezcla también el giro de la rueda, tiende a desviar hacia el lado opuesto al que gira. La unién de ambas lendeneras equilibra el dlesgaste en el medio de las dos prolongaciones. EI mismo estudio sirve para, clasificar todos los des- gastes. EI punto medio entre la fuerza que se opone y la fuer- za del giro, sera el lugar gastado. Esta teoria se comprendera mejor en el grifico ad- junto, que Neva también su explicacién La forma de los centros es ligeramente avellanada en el exterior para que In grasa depositada persista en los lugares en que se coloca. En los centros del rodaje y en su roce con las ruedas — salvo los que Mevan contrapivo- te — son totalmente planos. Cennavo pe centnos. — Si averiguado el desgaste in- teresa cerrar el canal, se puede utilizar un botador co- rriente 0 especial. El corriente sirve para hacer tres puntos, que acerean el material gastado y evitan Ia holgura Los botadores especiales no siempre son recomenda- bles, porque pueden descentrar el centre real; y al refe- rirme a botadores especiales trato de indicar los usados como tales cominmente. Serian perfectos estos botadores — y deben tomar o7 nota los fabricantes — si ademas del resorte tuvierai una media luna o semicireunferencia, que obligase a ir a su sitio exclusivamente a la parte gastada y no a am- bas partes, pudiendo hacer que el centro real sea fal- seado. Una vez cerrado — a este respecto recomiendo se cie- rre el centro por el lado puesto al que se ve — si vemos que no queda bien ajustado el centro, si es que ha que- dado pequefio se abre mediante el empleo de un escaria- dor, muy poco a poco y tanteando con Ja misma rueda. Corocacion pe casountos, — Cuando la abertura de un centro es excesiva, se colocan casquillos de laton, que ocupando el Ingar del antiguo centro permiten que cl engranaje sea perfecto. Es aconsejable la colocacién de easquillos, cuando han sido los centros cerrados mis de dos veces, cuando la canal es profunda o cuando el material de que estin cons- tituidas las platinas es inadecuado. No sera raro ver re- lojes con plantinaje de calamina, que se gasta ficilmente, en estos relojes el colocarles casquillos es una gran ven- taja_y sélo asi se evitara su desgaste prematuro. EI iinico secreto de la colocacién de casquillos reside en respetar el centro real y aunque existen algunos pro- cedimientos a este fin, unos son reprobables y otros no al aleance de cualquier relojero. Habra podido leer en algunas obras Ia colocacién de un trozo de latén que ciegue un agujero abierto descui: dadamente y el taladrado de este latén centrando el tor- no por el centro bueno de Ia otra platina, Algunos relojeros — y atin creo haberlo leido en al- guna obra — aconsejan abrir el ugujero con un escaria- dor haciendo fuerza hacia el lado bueno o centro real. Para descartar todo error existen dos procedimientos, las marcas en cruz — que me ha detallado mi estimado discipulo don Antonio Gonzalez Gomez — y el empleo: del compas de encasquillar. 68 Conociendo el centro real, se traza una cruz que sea bastante prolongada, tomando como punto de unidn el mismo centro real Se abre el agujero y luego se rellena de latén, sin fi- jarse en el centro y una vez bien remachado y unido el trozo postizo se vuelve a marcar la cruz prolongando las rayas que quedan. Sélo falta taladrar nuevamente en el centro de Ja cruz en Ia medida que convenga para que quede perfectamente centrado. Si desea utilizar casquillos 0 varillas taladradas pre- viamente, le aconsejo el compds de encasquillar, con te en un compas con el que se traza una circunferencia lomando como punto de partida el centro real y el limite del desgastado. : Una vez mareado el limite,se abre un agujero que sea igual al circulo y se embute un casquillo 0 trozo de vari- Ha a presién, que si esta bien taladrada, quedara per- fectamente centrada. El util alque me refiero no se halla a la venta, pero puede ser facilmente construido por el lector. REPOSICION Y ENGASTADO DE CENTHOS. — Los centros de «Rust» son de’ piedra de agata torneada, rojizos gene- ralmente. Vienen calibrados o surtidos, pero ya indican do si son para escape, para rodaje, ele. Cuando se rompe 0 se raya un centro debe cambiarse por otro. Nunca debe dejarse un reloj con los centros en jas condiciones, en el supuesto de que no se pare el Con la lupa facilmente puede verse si esta roto 0 su- cio. Pase un palillo a los centros y veri como si es sucio brilla rapidamente con esta prueba. Conviene la limpieza cuidadosa de estos cojinetes de Ja maquina, La grasa seca se acumula alli principalmen- te y estropea la fresea que se coloca posteriormente. Para la limpieza completa lo mejor es ablandar la grasa seca en gasolina o bencina y después del cepillado 69 escrupuloso de las platinas conviene pasar cl palillo a to- dos los centros. Se afila la punta en tres cortes y se introduce suave- mente Ja punta haciéndola girar; hasta que no salga en- teramente sin suciedad no esta limpio el centro; para es- ta operacién no es preciso apretar. Cuando un centro esté roto 0 rayado se repone. Lo mejor es sacarlo empujando con un pelillo puntiagudo o bien con la punta de Ia pinza. la Se tt Figura 36. — Colocacién de centros. A, se comlensa a abrir tapes fata. B, se_abre. todo lo. posible C. tl de abrir pestanas. ‘D’'se feinpieta a veryar una vee cnncade centro, B.se termine de cecrar °F Utlies de cerrar centror que. puede fabricerse Cusiavies Fuera el centro y lus residuos se limpia bien la caja del rubi y se endereza la pestaiia hasta que permita la entrada al centro de la medida, Para abrir y cerrar la pestafia se venden tiles que litan el trabajo. Una vez abierto totalmente se introduce el centro de- seado y se comprueba el diimetro interior del agujero con el mismo pivote; coincidiendo ambos diametros se deia bien asentado y se cierra la pestaiia con el itil in- fa 70 dicado 0 con una setie de punzones redondos que cada ver forman un angulo menos agudo hasta que aprisionan al centro. Los centros de presién carecen de caja y su forma varia, pues son mas lisos. Una vez extraido el centro roto se mete a presién empujando con un palillo de boj 0 un botador perfecta- mente plano, hasta que se adapta a-ia altura convenida. so es todo. Esrepto DE 105 PivoTes. — Debe revisarse el pivote de todas las ruedas; por falta de grasa, por asperezas © rayas en un centro se suelen mellar los pivotes y esto para evitarle la pérdida de miarcha requiere, si no es mu- cho, una nueva pulimentacién y reforma. El toreido de los pivotes puede arreglarse destemplat do la parte toreida y enderezandola con una pinza apr piada. Una vez bien derecho se vuelve a templar para que sufra el menor desgaste posible. Una operacidn corriente es la colocacién de pivotes postizos. Sélo puede hacerse disponiendo de torno. Se taladra bien en el centro — para cllo es suficiente que gire el eje en cuestion — y se mete a presién un trozo de acero ligeramente azulado, Luego se tornea y pivotea hasta que ajuste perfecta- mente en el centro propio. EL ENGRASADO. — Voy a ti grasado. Es tan importante como la limpieza. En primer lugar el aceite ha de ser de buena calidad y se entiende por esto un aceite que se fije en el lugar que se deposita, que carezca de acider, que no admita o asi- mile la humedad y que no se evapore. Conseguido un buen aceite se colocaré tan sélo una Pequefia gota en cada centro. tar también aqui del en- nm En los contrapivotes conviene poner otra gota en el rubi plano que contiene el pivote. Los centros del volante se engrasan antes de colocar éste. La cuerda conviene extraerla del cubo durante el re- paso, limpiarla, sin forzar, con un trapo ¥ ponerle grasa fina de despertadores, menos viscosa que In del rodaje. No se engrasara en ningtin caso la raqueta, ni la elip- se, ni el platillo, ni el engranaje de rueda y pinén. Cuando la grasa es excesiva Iega fticilmente hasta el espiral produciendo un pegado de espiras que adelanta mucho al reloj — al estudiar Ia regulacién trataré de esto. Quedan dos puntos que conviene sejialar aparte: El pivote superior del ancora y el de Ia rueda primera FI pivote superior del ancora suele ir al ras del cuerpo del ancora — me refiero a los relojes de pulsera y algunos de bolsillo — y al colocarse grasa se corre por entre el puente y el ancora y a Ja menor viscosidad, producida por el frio, la suciedad o cualquier otra causa, hace que se pare rapidamente el reloj. Cuando se aceita mas de lo debido — rebasando su capacidad 0 avellanado — que suele ser al echar mis de una pequefia gota. en el pivote de Ia rueda primera, des- ciende a su pinén, éste en su engranado con Ia rueda de centro lo transmite y ésta Hega hasta el espiral rezuman- do el aceite y haciendo que Jas espiras se peguen unas con otras. Teniendo cuidado en los puntos que me dicta la pric- tica continuada, no me he visto defraudado en mis repa- raciones. CAPITULO SEPTIMO EL SISTEMA DE HORAS Misién del sistema de horas La misién de este sistema consiste en manifestar al exterior el movimiento del mecanismo, sitviendose de la esfera y las saetas Consta de dos ruedas y dos piiiones. Parte el movimiento del pifién de minutos 0 caién, a la rueda de minutos que leva adherido el pifin de ho- ras que mueve a la rueda de horas también. E] trabajo que hace este rodaje es retrasar Ia aguja horario en la proporcién de 12 a 1 Mientras Ia aguja minutero da 12 vueltas, Ia horario sélo da una. Con ello se consigue marcar en el exterior la hora y Jos minutos. Los defectos principales se derivan de roces, bien con- tra el barrilete, bien entre si, bien en la esfera, Finalmen- te puede rozar la aguja conira el cristal o ellas entre si, con el segundero o la esfera. Pero antes de abordar la parte practiea vamos a re- parar en el nimero de dientes que debe tener el rodaje y forma de hacer los caleulos. Sabemos, porque antes lo hemos estudiado, que el resultado de dividir lus méviles conductores entre los mé- viles conducidos es cl total de vueltas, proporcién u osci- Jaciones. En el rodaje da el mimero de oscilaciones por hora y en el sistema de horas ha de ser siempre la pro- porcidn entre cafién de minutos y rueda de horas. 74 Si multiplica entre si los dientes de las ruedas y las alas de los pifiones y divide unas entre otras, siempre da- ri 12, 0 sea: Rueda minutos x Rueda horas 1 ueda_horas is Caiién minutos x Pinén horas Tomando pues el 12 como punto de partida sabemos que cualquier pérdida de rueda o pifién se halla asi: Supongamos que se pierde una rueda, la de horas. Tendremos que hacer la siguiente operacién: 12 x pifién minutos x piftéu horas —e—ee AS =: Rueda horas Rueda minutos Suponiendo que sea la dé minutos, haremos lo mismo poniendo Ia de horas en su lugar; asi 12.x pifién de minutos x pifién hora = nut fruemcaa bon Rueda de minutos Si fuese un piiién el perdido y precisamente el cafién de minutos daria Tugar a esta operacién: Rueda de horas x Rueda de minutos Cafién de minutos 12 x Piiidn de horas = . Y tratindose del pitién de horas procederiamos asi: Rueda horas x Rueda de minutos 12 x cofién minutos Queda claro que siempre el resultado final ha de ser 12 si multiplieamos y dividimos en esta forma: Rueda horas x Rueda minutos Pifién horas x Cafén minutos 12 y si no da 12 esta mal alguno de los méviles. Aunque pa: rezea que no, aun queda un problema. cy Si se pierde — como es lo corriente — la rueda de minutos y el pifién de horas a la vez, que va adherido uno en otra Zqué se hace? Yo obro’ de la siguiente forma: divido Ia rueda de horas 0 multiplico el caiién por 3 0 por 4 y el resultado Jo considero cl niimero de alas del pinén de horas o rue- da de minutos, segtin multiplique o divida, y hago Ia ope- racién sin mas. Pongamos un supuesto para mejor comprensién: Disponemos de un reloj que tiene un cafién de 8 alas y una rueda de horas de 48 dientes. Puede hacerse de dos formas: 1> 8 x 4 = 32 nuime- ro supuesto de dientes de la rueda perdida de minutos. Ahora continuamos en este supuesto: 32 x 48 ine 1 2g — Piliin horas — 16 48 44> = 2 pion horas Resolvemos asi este supuesto: 12x 12x8 a8 ~ Rueda minutos = 24 Aunque con estas operaciones tan sencillas puede ave- riguarse facilmente el mimero de dientes de rucda o pi- dn, presento también una tabla para que en los casos co- rrientes no sea dificil Ia localizacién de las ruedas sin ne- cesidad de hacer operaciones, que se harin en caso de que carezca la tabla de algin determinado rodaje de moder- nos calibres. Para el estudio de los didmetros se averiguara de acuerdo con las indicaciones que se dieron con respecto al rodaje. TABLA DE SIST EMAS DE HORAS I ee eeeeresceaesy SURSRSEBNESSRYERES: seuseseceeezes: 8 See searen: BBSReRRSSSSNEKerEERENeeReaase Ee: SNSNSSENNASSsEs: 7B Estudio de defectos El cafién de minutos va a presién sobre el eje de la rueda de centro y segin su forma y temple varia tam- bién la manera de apretarlo para que cumpla bien su misién. Son cuatro las formas que puede presentar el caiién de minutos. 1°. Pifién simple, Es el caso de los despertadores. El muelle y la cuadratura va en la rueda de centro y el pi- fién’ se adapta al eje a presién. 2° Pifién entero — 0 cafién — pero sin presién. Se- giin los casos siguientes puede ser de pared 0 de bolsi- lo y pulsera Roskopf. a) En los relojes de pared el cafién de minutos oscila libre en el eje y se sujeta finalmente con un pasador. b) En los Roskopf de bolsillo y pulsera Ia cuadratu- ra va en el barrilete y el caiién de minutos juega libre en el tornillo. 32 Pifién o caién hueco, asi como el del eje de la rueda de centro y sujetos caién y eje por un largo y fi- no pasador perfectamente cilindrico, con cabeza en un extremo — el interior — y ajustada Ja aguja minutero en el otro — al exterior. 42 A presién el caiién sobre el eje de centro, encaja- do en un pequeito rebaje, hecho ya para este adaptado. Forma de apretar la cuadratura Llamamos cuadratura a la accién de arrastrar el ro- daje al sistema de horas, y la presién, muelles 0 medio de que_nos valgamos para conseguir esta transmisién. En los despertadores — clasificados en el primer tipo de pifiones de minutos — la cuadratura funciona en la misma rueda de centro y mediante un muelle. Quedara floja la cuadratura si este muelle pierde elasticidad y pre- sin. Figura 31. — 1, forma de intentar sacar un tornillo sin cabeco. 2 fendole una Fanura una ver destemplado. 3. Extracelon ‘at ioc tn, poze In ign oe, ace pale eh sentiao de la fecha y tale el cafén de mincton. Se folpea-bien al aire — sin eje ni volante— hasta que inlcle Baran o sobre tate aguleron.& para metro uevamente ge ey ‘en una superticle plana y con un botador aguferendo se galpen asta ai aunt's resign toderada. atmo nha se pawda lpn 80 Si el pifién no esta bien sujeto al eje de la rueda de centro, el defecto sera similar. No es dificil conseguir que el muelle arrastre el siste- mo de horas, mediante la torsién de sus brazos. En el supuesto de que el pifén no se adapte en el eje a la debida presién se hace un pequefio estriado y que- dara el piiién bien fijo. Cuando el piiién es completo recibe el nombre de Un muelle adaptado al rebaje del eje de centro ha- ce que ajuste el caaén y, mediante la presion que ejerce un pasador o rosca, afianza el sistema de horas al ro- daje. Cuando se trata de relojes Roskopf la cuadratura va en Ia tapa del barrilete. Para apretar la cuadratura se da vuelta a los tornillos, si los tuviera 0 se‘adapta a mas presién el remache hueco, introduciendo simplemente la pinza con fuerza EI tercer tipo es el formado por los ejes huecos y atra- vesados por un largo pasador. Para que sea capaz de arrastrar la cuadratura ha de ajustar a moderada presién el pasador en el caiién y co- rrer libremente por el interior del eje de la rueda de centro. Si empujamos a la cabeza interior y sirviéndonos de un botador hneco apropiado de diametro, empuja- ‘mos hacia el eje al pifién, aprisionara al eje y girarin co- mo si fuese un mismo cuerpo, pero no tan fuerte que impida al sistema de horas funcionar independiente al impulso de la corona y remontaje. Por iiltimo la cuadratura por presién sobre el mismo eje de centro, que Heva ya su hendidura o ajuste, se aprie~ ta introduciendo un escariador apropiado en el agujero del cafién y haciendo presién en el lugar que coincide con el rebaje del eje, y con mucha suavidad — si no es suficiente esta presién — con un alicate pequetio de corte. 81 Roces Los demas defectos pueden resumirse en esta palabra: Roces. Es corriente que al cambiar una aguja de horas, se coloque otra que no encaja en el agujero que deja la es- fera, Es preciso escariar cl agujero central de la esfera hasta que discurra libremente el easquillo de la aguja. Una vez montado el reloj_y colocada Ia esfera, ha de evitar que quede sin juego Ia aguja horario y que le- ve también el pequefio muellecito 0 talco de latén que va entre Ia rueda y la esfera. Tome la pinza y tantee a Ia rueda de horas, ha de discurrir libremente sobre el caiién de minutos, y queda- ri también con juego una vez coloque las dos agujas. Se estudiara el roce de las ruedas entre si, de la rueda de minutos con el barrilete. En caso de que se sospeche que rozan rueda de minutos y barrilete le mejor es re- tocar los dientes de la rueda quitindoles el canto vivo inferior. Los roc les de hallar. Se hace dar varias yuellas a la aguja minutero — con cristal puesto. —y luego se quita el bisel y se echa alien- fo empaiando el cristal por dentro. Si roza se dibujara una raya brillante a lo largo del eristal por cl lugar don- de se unen. EI roce entre si, de ifiestan en par: de agujas con cristal o entre sino son difici- agujas o de éstas con el segundero das clarisimas Colocacién de agujas ja_ya este tinico problema de la colocacion de las agujas. Si pudiesen adquirirse exactas, que entrasen en eT lugar destinado a elas en la rucda y en el cain, sobra- rian estas advertencias, La practica nos ensefia que unas 82 veces vienen mal, se caen las agujas con facilidad y otras no se encuentran exactas, bien por ser de casquilio algo mayor 0 menor. ‘Agujas horarios: A) Mayores de lo debido: Sirviéndonos de un botador cénico de cerrar centros se golpea el casquillo hasta que se estreche,.siempre que sea poca cosa. Si el abierto es de alguna consideracién se corta por dos sitios y se adapta, después de destemplar el casquillo. B) Menores de lo debido: Si es poco, se amolda con un botador puntiagudo, has- ta que entre perfectamente. Si es mucho se corta — después de destemplar — y se da de si hasta que se adapte al caiién de Ia rueda de horas. Agujas minuteros: A) Mayores de lo debido Si no es mucha diferencia se cierra el agujero con un botador hueco-cdnico como si fuese un centro co- rriente. Tratandose de un agujero desproporcionado por lo grande, se coloca un casquillo de latén que evite la dife- rencia de didmetro. B) Menores de lo debid En ambos casos y por grande que sea la diferencia, se sujeta la aguja en un alicate especial o en la parte trase- ra de las pinzas y con el escariador — después de des- templar con cuidado de no afear el color — se agranda cl agujero en Ia medida de las necesidades de cada caso. EI casquillo de la aguja se sujeta fuertemente en la parte trasera de la pinza, en la que se habrin hecho unas ranuras de diferentes tamaiios. Fl mandril servira para sujetar el eseariador, Se trata — esta operacién — de iin trabajo casi im- posible no disponiendo de la debida herramienta para sujetar con seguridad el casquillo. CAPITULO OCTAVO EL REMONTAJE Misién del remontaje La misién de este sistema es suministrar la carga de Ia cuerda y facilitar la puesta en hora, al ocurrir para- das 0 cambios por atraso 0 adelanto. Cualquier dificultad en el cumplimiento de estos fi- nes puede considerarse como defecto. Evolucién del sistema Es curioso analizar la evolueién que ha ido sufrien- do este mecanismo-érgano del reloj Su principal funeién es cargar In cuerda Los primiti- vos relojes de bolsillo Hevaban tan simplificado el siste~ ma que se reducia al modelo actual de los relojes de pa- red, un cuadrado, en el que ajusta una rueda de trinque- te ¥ un trinquete con su. muelle que impide volver atras a la fuerza acumulada en cl barrilete, que tiene que des- arrollarse moviendo el rodaje. Este, ineémodo procedimiento de carga pronto sc so- luciona mediante los pulsadores que cargan Ia cuerda — © transmiten, mejor — y mueven las agujas segin cl ro- chete ranurado de corona mueva Ia rueda trinquete o la rueda transmisora al sistema de horas. Se vera este tipo de relojes con un pilén, que en unos hace descender, para que mueva el sistems de horas. En otros modelos una pequeiia nalanca, al ser movida, qui- 8 ta el contacto con los rochetes entre si, para poner al ro- ehete de ranuras en contacto con el sistema de hor: En los tipos mas modernos todo se verifica mediante un basculante adaptado por ajuste libre al eje de la co- rona; mientras la corona esta junto a la caja se da cver- da al muelle real. Cuando se estira y queda ligeramente separada, se pone en contacto con ei sistema de horas y se mueven las agujas a voluntad. La antigua rueda de trinquete ha sido modificada y actualmente son también varios los modelos que se ven en Ios relojes, aunque todos tienden a contener la fuer- za, se ha conseguido un tipo tal de tringucte que no deje al muelle real a una tensién total, que Megaria a hacer correr al reloj mucho y lo que es peor que haria traba- jar con un exceso de fuerza al rodaje, lo que seria per- judicial Defectos del sistema Son muchos los defectos de este érgano y casi todos ellos debidos al continuado esfuerzo a que esta sometido por razén de la constante y diaria carga de la cuerda y Ja puesta en hora Es corriente el desgaste de los dientes por su engrana- r Je continuo. Asi vemos que no agarra Ia rueda al poner en hora Porque tampoco penetran bien los dientes de las ruedas, rochetes y pifiones que componen el mecanismo. En general suele ser posible dar vuclta a las rucdas, cuando una de las caras esti mellada por el uso. EI mejor de los remedios es el cambio de rueda. Suele ser este érgano el que primero envejece y sus achaques aparecen estando la maquina nueva en los or- ganos restantes aiitge erg ats recast nen aout } Obedece a ejes de remontaje imperfectos o inadecua- aha corona. ¢y 8 te pone en bora me dos que hacen desgastes profundos cn sus centros. Soipegeans si an. eet Otras veces la irregularidad de impulso repercute en Figura 38 — 1s 86 los apoyos de la rueda transmisora del trinquete y este desgaste se traduce en un desplazamiento de la rueda. Se corrige introduciendo una arandela que ajuste debi mente en el pequefio pilar en que se adapta la rueda, Roscas de los tornillos En el interior se ven, apenas destapar el reloj, las dos ruedas rochete, Ia transmisora, a que antes me he referido, y la de trinquete. Ambas van sujetas por torni- Hos. Estos tornillos sin previa indicacién suelen ser de rosca izquierda y de rosca derecha. Los mas vistos son de résca normal o derecha el de la rueda trinquete y de rosea izquierda cl de la rueda trans- misora. No existe norma fija, salvo en los crondgrafos en los que se marca con tres rayas a los tornillos de rosca iz quierda. Si se rompiese el tornillo al intentar sacarlo, surge el problema de extraer el residuo de rosea que quedé en el interior del eje. Para ello se comienza por hacer girar al trozo de ros- ca con la punta de la pinza, si se ve que en un sentido sale se insiste en aquel giro y si ve que se mete se da en sentido contrario. Suponiendo que no ceda por mas que se intenta, que- dan otros dos recursos. 1° Destemplar el eje y el trozo de la rosca. Luego se hace una ranura a la misina, como si fuese una nueva ca- beza y sirviéndose de un destornillador se extrae. 2: Si este procedimiento tampoco diese el apetecido resultado se taladraré con cuidado de no estropear la rosca hembra y se roscaré de nuevo colocando nuevo tornillo. 87 ‘Muelles de cachaba Los pequefios de alambre acerado se pierden con fa- cilidad; se venden en el mercado hechos y por poco pre- cio. En caso de no disponer de uno en determinada oca- sién yo uso varilla ligeramente acerada que permite ser trabajado con la lima. Comienzo por darle el didmetro requerido; Iuego con un alicate de puntas redondas que cierre bien le doy la forma necesaria y lo corto segin convenga. Es un sistema que me ha dado buenos resultados y aconsejo a quien se encuentre en andlogas circunstan- ins. CAPITULO NOVENO, EVOLUCION DEL ESCAPE Evolucién del escape Al mencionar el escape, estudiando el reloj en sinte- js, ya adelanté lo mas saliente y Mamativo de su evolu- cidn. Los tres tipos mas importantes de escape segiin su forma de funcionar son: Escape de retroceso 0 retorno: Ademas de diversos modelos de pared, se conservan aun algunos relojes de escape de palas. La caracteristica principal, de la que reciben el nom- bre, es el retroceso del rodaje una vez en marcha y a ca- da oscilacién del érgano regulador. Escape de reposo frotante: Un caso claro de reposo frotante es el escape de ci- lindro. En el mencionado escape se contiene sobre la caiia al diente de la rueda de escape, mientras oscila el vo- lante sin que retroceda a cada oscilacién, pero sin que quede libre tampoco. Es un considerable avance el conseguido por este nue- yo sistema. Otro caso semejante cs el escape Duplex, también de reposo frotante. Escape libre: Es aquel cuyo érgano regulador oscila libremente, sin més contacto que el estricto para recibir la fuerza y man- tenerse en la nueva oscilacion. esta funcién se sirven de w ja incora, sobre la que za intermedia e apoya la rueda de escape, niras oscila el volante 0 péndulo. js escapes de gatillo y de ancora en sus diversas variantes son los que pueden considerarse como de esea- pe libre Director de Ia Escuela de Relojeria ae la Chaux- Ponds, M. SAMUEL GUYE, sefiala estas tres catego- rias de escape, como el acontecimiento mas importante de la relojeria, juntamente con los descubrimientos de G: lileo y Huygens. Reproduzco lo que indiea en su articulo «La impor- tancia del escape en los relojess, y que viene bien a mi proyecto de ofrecer una panoramica de Ia lucha que ha costado a lus devotos de Ia cronometria Hegar al actual grado de perfeccién. Dice asi «Desde el siglo x1v hasta fines del xv (puesto que la fabrica de esbozos de Fontainemelon, fundada en 1793, cred todavia en sus principios un calibre de reloj de es- te tipo), el escape de rueda catalina fué casi el nico u lizado tanto para los relojes de todos tamafios como para relojes portatiles. Es un escape de retroceso que pertur- ba a tal punto las oscilaciones del regulador que los re- lojes que estaban provistos del mismo, eran incapaces de alcanzar una precisién de marcha superior a 5 6 10 mi- nutos por dia. »Desde el principio del siglo xvin aparecen los escapes de reposo frotante. El escape de cilindro en primer lu- gar, inventado hacia 1720 por el inglés George Graham, después el escape Duplex inventado igualmente por un inglés, el Dr. Hooke, marcan un progreso muy sensible sobre los eseapes de retroceso e inmediatamente los relo- jes a los cuales se adaptan son susceptibles de alcanzar una precisién de algunos minutos por dia. Para los re- lojes fijos, el escape de ancora de reposo circular, inven- a” por Graham en 1715, permite ya aleanzar una pre- cisién de algunos segundos por dia. »Es én 1748 que Pierre Le Roy, relojero en Paris, i venté el primer escape libre que aplicé a la construccisn de relojes marinos (Hamados actualmente cronémetros de marina) »Era un escape de gatillo que, después, experimenté numerosas mejoras. Lo mismo ocurrié con el escape li- bre de Ancora inventado hacia 1754 por el relojero i glés Thomas Mudge, discipulo y después sucesor de Geo ge Graham al frente de su casa de relojeria. >Fué muy probablemente nuestro célebre compatrio- ta, Abraham-Louis Breguet, establecido en Paris, el pi mero que construy6 cronémetros de bolsillo con escape de galillo, >EI perfeccionamiento del escape libre de ancora fue muy lento y fué preciso cerea de siglo y medio para traer- lo al estado actual. Fué s6lo en 1782 que Josiah Emery, relojero de origen suizo establecido en Inglaterra, eje- cuté el segundo de los relojes de escape de ancora que jamas se hubiesen hecho. Habia perfeccionado la cons- truccién de Mudge por la introduccién del tiraje. En los afos 1811 a 1814, Abraham-Louis Breguet ered el primer reloj de ancora con impulso repartido sobre la rueda y el ancora y con palas de rubi. Por fin, fué en 1830 que Sylvain Mairet, artista relojero en Le Locle, encontré el sistema Hamado de A pesar de todas sus cualidades el escape de sincora esta atin lejos de ser perfecto y es todavia el drgano del reloj que merece mas atencién por parte de nuestros in- vestigadores.» CAPITULO DECIMO EL ESCAPE DE CILINDRO Preambulo Cuando en el afio 1748 el francés Pierre Ie Roy did @ conocer su sensacional invento del escape libre de :in- cora, superior a todos los conocidos, se creyé que lo mis- mo que sucumbieron el escape a palas y el escape Duplex — inventado por el inglés doctor Hooke en 1720 — des- apareceria el escape de cilindro. Ya parece que hemos Megado al ocaso de la vida de fe, que debe su existencia al incansable maestro inglés George Graham, y data del afio 1720. A pesar de todos los temores y prondsticos ha resistide dos largos siglos ¥ €8 posible que su agonia dure varios afios mis. Son muchas las fabricas que hoy construyen méiqui- nas del mencionado sistema y nuestra generacién se vera obligada a repararlos. Por éllo — pretendiendo dar al- gunas normas con relacién a la teoria ¢ ideas sobre la forma de componerlo — he afiadido este trabajo a mi obra. Datos técnicos Podemos definir el escape de cilindro como de repo- so frotante. — - Se denomina de reposo porque no hace retroceder a la rueda de escape, al oscilar el yolante, como ocurre con los escapes de retorno, y es corriente este tipo en re- lojes antiguos y principalmente de pared. 4 La caracteristica de los modernos medios de regula- cidn es el escape con independencia de los: érganos entre si; esto es, sin rozamiento. Figura 38. — 1, forma de 18 cafa. 2 1a cata y la rueda funcionando. 3, vista del tabajo conjunto de diene de la tueda ¥ cafa de cilindro El volante-espirat EI volante espiral — sistema regulador — y el anco- ra, al trabajar y coincidir, s6lo estén juntos en el mo- mento de la transmisién del impulso y se separan du- rante el periodo de oscilacién del volante. Por el contrario, el escape de cilindro deja pasar los dientes de la ruéda de escape de acuerdo con las osci- laciones del volante, y mientras gira contiene al diente, sin dejar de mantenerse en contacto. 93. EI eje es hueco, tiene un corte que deja tan sélo el paso a los dientes, y salva, al dar In vuelta, a los radios de la rueda por un rebaje mas acentuado que se encuen- tra en la parte inferior. Fijese en las vistas del eseape de perfil y de frente. A, es el semicirculo impropio que sustituye a las bo- s de ancora en su funcién, tiene 200 grados y sus ca- ras terminan en punta, siendo mas acentuada Ia de salida. B, es la rucda de escape, y sus dienles son semejan- tes aun tridngulo; a veces se altera la forma, ya que no siempre son iguales al dibujo, La misién de esta rueda -— que justifiea su forma — consiste en impulsar a la caia — ésta arrastra al volante — favoreciendo y manteniendo Ia oscilacién. Los grificos de la figura 39,3 representan Ios pasos que da Ia rueda en su misién de mantencr el movimiento del volante ayudada del espiral. Al pasar, Hevan el siguiente recorrido: El diente se apoya, como aparece en 1%, impulsando la rueda. Gira Ta cafia y favorece el movimiento el diente inclinado, a modo de cuiia, tal como se presenta en 2°. En su vuelta el diente pasa al interior del cilindro, como presenta en 3°. Al seguir li cana deja salir al dien- te, que impulsa de nuevo a la caiia ¥ continiia mente mientras quede fuerza en la cuerda. Forma de regular el escape Es preciso, para conseguir una marcha perfecta, que Jas holguras de centros 0 pivoles — nor desgaste — que- den anuladas, evitando con ello el cxceso de escape y por ende las informalidades del reloj en In exacta crono- metracién. La caracteristica variacién de hora, de una a otra postura, obedece tinicamente a las holguras, excep- cionalmente a los roces, que producen con mayor faci- lidad Ia parada intermitente. 96 Los puentes pueden influir en Ia penetracién, por eso es conveniente observar si los ejes quedan bien perpen- diculares a la platina, y sin holguras. Los puentes, en los relojes de escaso precio — como sucede con los cilindros, — maxime si son deteriorados, no ajustan con precision y, por Io mismo, no quedan los dos centros en linea recta, un pequefio tanteo los vuelve a su posicién normal. Ademés, puede abrirse 0 cerrarse el escape mediante el carro regulador. Este carro va sujeto a la platina con un tornillo. Se afloja éste y se fuerza en el sentido conveniente al conjunto. Con éllo puede conseguirse acereamiento 0 alejamiento del cilindro con relacién a la rueda de es- cape o bien, en caso necesario, el deslizamiento hacia la derecha 0 la izquierda. : Forma de Ia cafia La cafa es un eje cilindrico y cortado de forma que permite el paso de los dientes — igual que el ancora con las bocas — de la rueda de escape y salva los radios al oscilar con el pequefio rebaje inferior. Esta cerrado por dos tapones, que amaremos tapén superior y tapén in- ferior. Entendemos por superior el que queda encima junto al espiral ¢ inferior al contrario, que es mas corto. Centrado Para centrar la cafia — al colocarla nueva 0 después de alguna extraccién durante las reparaciones — debe saberse que el pasador que evita el reversado del volante vy que aparece en las indicaciones 1, 3 y 4 (Fig. 41), debe que- dar exactamente en el lado opuesto al tope que, general- mente — aunque no siempre —, va en el puente del volante y oculto debajo de las sefiales del registro de la raqueta. Partimos, pues, de Ia base de colocar el pasador al lado contrario al ocupado por el tope y el corte de la nas, 2, potadores para sacar fapones. 3, tat plano. &, tas de agujerot conices, 5 empleo del boiasor B. para elavar la catia te el Volante. & empleo del botador A. para tni- lap el desprendido de un tapon inferior. 7. Desprendimiento total 4Ge'un tapén inferior. tapGm: metido en ia eafa. ®. forma. de colo- feria bien. Id, encereranda” tun pivots 97 98, cafia proyectado, o mirando al centro de la rucda de escape. Este procedimiento es inexacto, pues lo que se hace a ojo no siempre queda bien; por ello recomiendo 1a comprobacién del centrado. La mejor comprobacién, y la mis répida, es auditi- va, Se trata de escuchar el ciasico tic-tac; si es igual en sus dos golpes podemos asegurar que es perfecto el blo- queaje. Si se oye que cojea — definicién popular del descen- trado —, 0 sea, que da mas fuerte y prolongado un ruido, © tic, que el otro, nos encontraremos con un volante des- centrado con relacién a la rueda de escape. Para no engufarnos en el centrado, recurramos a la comprobacién de las tres marcas que explico, con todo detalle, a continuacién Comprobacién de las tres marcas Con la cuerda dada — no es preciso que sea tota mente — y el reloj montado, se hace pasar a cémara Ien- ta — figuradamente — uno y otro diente de Ia rueda de escape, sujetando el volante con la pinza. Se mueve en uno y otro sentido, de forma que veamos como van pasando los dientes de la rucda. Al hacer oscilar el volante debemos observar con de- tencidn y exactitud el salto del diente en cl preciso mo- mento en que pasa de un brinco; nos fijaremos en el lu- gar del cireulo del volante que queda debajo del taco del espiral en ese momento, que llamo, en el diseiio 1, punto de referencia. En esa parte del volante haremos la primera marca, Giramos el volante en el sentido contrario y al saltar de nuevo otro diente, repetimos la sefial, haciéndo la se- gunda marca. La tercera marca ser el punto medio ei tre la primera y la segunda. Esta tercera sefial indicara 99 el punto exacto que debera ocupar el taco del espiral an- tes de montar el reloj Vea el espiral colocado bien centrado en el disefio 4, de acuerdo con la mencionada comprobacién. ome! Figura 41. — Comprobacion de las tres mareas Extraccién de tapones En Ia figuea,”, grificos 1 y 2 vemos botadores, que se utilizan para le extraccién de tapones. Su utilidad y modo de empleo queda aclarado si se repasan las figuras, en las cuales los botadores presionan tapones inferiores y superiores sobre un tas de cilindros y un tas normal. Figura @. — Trabajoe sobre cafiar de cilindro, 101 No siempre es posible realizar este trabajo con la no- toria facilidad que los graficos se muchos aiios que pueden Hevar en contacto, t iro, hacen que formen casi un solo cuerpo, siendo imposible la extrac cidn sin exponer seriamente al botador. Por otro lado, cl tapén superior es mas largo, y la ad hesién es mayor En muchas oeasiones tengo que recurrir al procedi- miento que describo graficamente. (Figura 42) Comenzaremos por separar la cafia del volante, sir- viéndonos de un botador taladrado y un tas de agujeros corrientes, sefialado en el disefio 1. El grifico 2, Ay B, indica Ja forma en que puede golpearse una cafia sobre el banquillo con hotador angulado para evitar que salte al darle con el martille. Estos golpes estin encaminados a desprender el tapon, y se presionara sobre la zona ocupada por éste y en va- ios lugares del circulo. Gracias a ello da un poco de si el cilindro bertad el tapén. He visto sacarlo tainbién en la forma que indica el sefio 3. Sujetando el tapén en la pinza americana del tor- no y ayudando al cilindro con las pinzas de corte. y sale con li- Aprovechamiento del tapén superior Una vex fuera el tapén puede hacerse uno nuevo, 0 aprovechar el viejo, sacando nuevo pivote. Yo procedo de la siguiente forma: Repico el tapén viejo — tratindose del superior exclusivamente — pa- ndolo entre dos limas, la de abajo apoyada y la de en- cima con un pequefio vaivén, de acuerdo con la flecha del grafico 4. Después lo meto a presidn, pero no del todo, con el fin de que quede sitio para sacar nuevo pivote. Luego, el tapén se tornea y pivotea normalmente. Tan sélo nos resta rebajar un poco el cilindro por 102 el lugar donde dimos los golpes, para evitar que dificul- te la entrada en el volante, pues ya he dicho antes que con los golpes pretendiamos agrandar un poco el cilindro pa- ra favorecer la salida det tapén. Ahora, para ajustar la cana al volante, tenemos que restringir el circulo para facilitar 1a entrada en éste. CAPITULO ONCE EL ESCAPE DE ANCORA Ya en capitulos precedentes he venido mencionando el escape de ancora. Su principal caracteristica, a Ia que debe su preci- sién, es la ausencia de frotacién mientras oscila el 6r- gano regulado: 31 escape de ancora Neva una pieza entre la rueda de escape y el volante — cosa que no ocurre en los esca pes anteriores — de la que recibe el nombre. EI rodaje ¥ el escape tienen como misién suministrar al Organo regulador Ja fuerza’ precisa para mantenerse en funcionamiento. rueda de eseape queda retenida por el ancora solo funciona cuando el mismo volante inicia el mo miento y hace que entre ext juego la cara de impulso de Ja boca de ancora, que empuja a su vez al volante lanzdn- dolo a dar Ja alternancia, hasta que le yuelva a empujar en sentido contrario. Nos encontramos en principio con Ia rueda de escape y las bocas de ancora. La boca de entrada es con Ia cara de impulso menos pronunciada que la de salida. Prescindiendo por un momento del resto del escape, platillo y culata del éncora, vamos a estudiar los posibles fallos del escape; que servirin para el caso de que colo- quemos nuevas bocas. Se comprueba el paso de los dientes empujando por Ja culata del ancora en uno y otro sentido, pero sin de- jar que Hegue hasta el tope opuesto, sino suavemente y apoyada en la otra punta de la pinza. 104 Si pasa y se queda en el lado opuesto a lo largo de toda la rueda y penetra a idéntica profundidad en las dos bocas de ancora, el escape esta bien hecho. En el supuesto de que se vuelva hacia el lugar en que se hallaba primitivamente; quiere decir que los dientes Figura 48, — Bi erctpe de dxcora, vista en las dos posturas de la rueda de escape caen sobre la cara de impulso de la boca de ancora, cuando en realidad debe apoyarse en a cara de retencidn, esta mal. Para corregir el mencionado salto — que repercutira en paradas y mala marcha, en el mejor de los casos — 105 ena altura. B. Nove del tenedor’Cuflove gel cargo. Dy Tope Colocade ‘e dardo’ largo, E, ‘Bardo corte "F “Comprobactin” del ‘paso de lentes de la Tueda de escape, 106 se colocard mas hacia 1a rueda de escape la boca de an- cora contraria a la que falla, despegindola con calor y tirando de ella fi No se trata sélo del bloqueaje de las bocas en la rue- da, sino también de los topes, del platillo y de Ia culata jel ancora Los topes persiguen centrar ¥ ¢ cora del camino de la elipse los drganos de escape y regulacion. Se debe fijar tino como referencia, en el centro del vo- Jante y hacer pasar al ancora a la’ misma distancia en ambos extremos, para que quede bien, No hace falta seiialar que muy abiertos los topes per- miten el reversado del volante y muy cerrados no deja- rian_andar al reloj E| platillo tiene dos discos corrientemente, en uno va la clipse y el otro sirve de fiador para evitar el reversa- do, dejando pasar al dardo det ancora e impidiéndote volver. Son varios trastornos los que pueden derivarse del trabajo de platillo, culata y topes. Topes: puede reversarse el volante si es excesivo el paso, por no entrar en contacto la elipse con el ancora, Como referencia 0 comprobacién general, se puede hacer girar la elipse en uno y otro sentido y examinar con la pinza si puede moverse ligeramente la culata y en ambos lados. Un juego moderado permite esperar “una buena marcha, al menos por este motivo. Si el juego fuese excesivo o totalmente carente, me- diante el empleo de los topes se enmendara tanto uno co- mo otro defecto. Dardo: Pueden ocurrir cuatro variuciones: que sea largo 0 corto, que quede alto © bajo. En caso de ser mas largo de lo debido rozara en el fia- dor del platillo, 0 disco menor, impidiendo el funciona- miento de la maquina. Acortarlo es tan sencillo que basta indicar que con- tar que escape el n= — punto de contacto entre 107 viene que deje 1a punta en angulo recto, para evitar una debilidad en esta pieza que no le permitiraé cumplir su cometido, En el caso de ser corto utilizando un tas de ancora, se alarga facilmente a golpes. Si se hallase mas alto de lo debido, por encima del disco del fiador, peligraria por un lado el reversado y por otro el roce con la eclipse, que es muy corriente Para ver palpablemente este defecto suclen Hevar los relojes modernos una canal que permite la observacin con la lupa. En los que no tenga esta canal, se observara quitando el puente al volante y fijindose con Ta lupa en Ia altura a que queda y si es preciso se quitan todas las piezas que la rodean, puentes y rucdas, hasta que quede al descubierto el volante y ancora y se aprecie sin obs- taculos Ia parada o roce. La correccién también es muy sencilla, Sujetando la culata en el nacimiento del dardo con un alicate se hace bajar — o subir de ocurrir lo contrario — mediante una presién que bien puede hacerse con la pinza. De quedar bajo el dardo puede rozar en la platina 0 simplemente originar el reversado del volante, Pivotes: En el escape est tan regulada la energia y tan debilitada por la transmisién, que las rayas en los pi- votes 0 torceduras o simplemente diitmetro inadecuado, originan entorpecimientos y paradas. La revisién de los pivotes ha de ser minuciosa, grasa seca en el pivote superior del ancora, forma mal dada en alguna reparacién anterior, rayas del roce en un centro rayado, y cualquier otra anomalia: simples ¢ impercepti- bles torceduras, pivotes colocados postizos ligeramente fue~ ra de su centro... Las causas enumeradas han sido, en mas de una ocasién, motivo de paradas al parecer inexplicables y que me han hecho quedar como un magnifico reparador, por ser capaz de hacer andar perfectamente relojes que otros, menos escrupulosos, no hicieron marchar antes que yo. 108, Antes de seg ciados antes: Grasa seca: Acousejo para Ia limpieza de los pivo- tes el empleo de la médula de sauco o de madera muy blanda, donde se clavara el pivote sucio hasta que quede perfectamente limpio y después de tenerlo en gasolina ~ con su puente de ancora — un breve rato de ,tiemp explicaré cémo solucioné los casos enun- Creo conviene hacer un ineiso antes de continuar, con relacion al empleo de la gasolina. He observado que cuan- do por cualquier imprevisto he dejado en gasolina una maquina desarmada un par de dias — y a veces menos, segiin Ia clase de gasolina — se ha recubierto de una pe- licula pegajosa m marcha del reloj. La limpieza de una maquina en estas condiciones exi- ge mucha pacieneia, empleo del palillo en el que se cla varin los pivotes ¥ afilado conveniente con tres cortes servira para que introducido en los centros saque toda a suciedad alli acumulada. n algiin caso aun se ha resistido a este procedimien- to y he tenido que desengrasarlo con alcohol que ha ablandado y hecho viscosa a la gasolina. En general no conviene, en los relojes de_pulsera, aceitar el centro superior del ancora, para evitar que sec. interrumpa la marcha. Formas mat dadas 0 rayas: Conviene el pivoteado al aire con brufidor hasta que quede perfectamente, con sus caras lisas y ajustadas al centro. Si fuese mucha Ia diferencia tal vez seria mas con- veniente la reposicién del eje. Torceduras: Comience por separar el eje del ancora — puede aplicarlo a cualquier otra rueda -— destemple el pivote y enderécelo hasta que quede perfectamente liso ¥ derecho. Luego témplelo y aziilelo ligeramente. Luego se puliri hasta que quede bien presentable. Pivote postizo descentrado: Si lo permitiese el tala- dro anterior y el didmetro del pifién o eje, puede intro- ww dificil de quitar, que terrumpe la 109 ducirse un pivote grueso que torneara bien en su centro hasta conseguir que ajuste en el agujero y quede centrado. No cabe duda que la mejor solucién seri la eolocacién de nuevo piiién o eje que anule todo error posterior por desplazamientos, etc Platillo y elipse: La elipse va unida al platillo — co- mo las bocas de ancora — mediante una pequefia canti- dad_de goma laca Tampoco ha de ser menor de tamaiio, pues Ia holgura al trabajar con el ancora repercute en pérdida de marcha. CAPITULO DOCE EL ESCAPE ROSKOPF Este escape recibe cl nombre del apellido de su in- ventor el paciente y tenaz Georges Frédéric Roskopf. Brevemente daré un sintesis biografico de este ilustre relojero alemén. Nace en 1813, en Ja Selva Negra alemana. A los 16 aitos marcha a Francia para hacerse relojero, Trabaja durante 40 aiios en la relojeria, persiguiendo un invento que al fin le hizo famoso. En 1867, a los 54 afios de edad, aparece el reloj que Meva su nombre. Habia conseguido su. propdsito, redu- ciendo 1a maquina al minimun imprescindible de 75 pie- zas. Este modelo en gran parte ha contribuido a desterrar el escape de cilindro, tanto por su mayor precisién de hora como por la simplifieacién de fabricacién. Principalmente dos érganos aparece modifieados en los relojes Roskopf y que son precisamente los que se ulilizan actuahnente p a roduceién y son: el escape y la cuadratura, 0 transmision de Ia fuerza al sistema de horas. Viniendo a nuestro tema, relacionado con el escape, conviene advertir que en sus prineipios en nada se dife- rencia de los tipos estudiados de ancor: Unicamente existen algunas variantes que’ voy a se- fialar: Abrir y cerrar escape: Para abrir o cerrar escape de- bemos servirnos — cuando Megue el caso — de un des- 2 tornillador 0 alicate de bocas redondas y finas y hacer pa- Janca sobre el puente inferior que va hecho y unido a Ia platina, En los relojes Roskopf de bolsillo va la pieza o anco- ra sobre un puente inferior movedizo, basta con apretar © aflojar un tornillo para que se abra’o se cierre el escu- pe, acercando © alejando al ancora de Ia rucda de es- cape. Conviene adyertir que antes de mover este puente se debe obrar con seguridad, a sabiendas de que es preciso hacerlo. Digo esto porque no suele ser necesario utili- zar este procedimiento. Antes se observaran los posibles roces del platillo, de Ja elipse, del dardo o de la culata del ancora. He observado en estos relojes que al clavar un nuevo eje de volante, al remachar Ia elipse que suele ir inde- pendiente del platillo pues el mismo eje eva el disco y la ranura del dardo o fiador, aparece algin defecto. La elipse es un pequefio diente que ajusta a presién al eje de volante. El defecto que he observado ha sido que al clavar la mencionada elipse en el eje han dado de si el cuerpo de ésta, alargindola, y con ello se perjudica el escape, por roce de la elipse en la culata del ancora, La solucién es o cambiar Ja elipse o retocarla a lima — dejandola que conserve su misma forma — hasta que trabaje con normalidad, A este respecto sélo me queda por sefialar que la elip- se ha de ajustar en las paredes o caras interiores de la culata del ancora, de forma que no tenga movimiento — © espacio, que es lo misino — entre ellas al oscilar el vo- lante y pasar de uno a otro lado. La reposicién de las bocas de ancora no supone nin- giin trabajo especial. Son varillas finisimas de acero per- fectamente pulido y ajustadas a presion. Se pueden ha- cer azulando una aguja de coser y tornedndola o liman- dola en redondo hasta que Hegue al tamaiio deseado y pu- 113, liendo Iuego con papel esmeril muy fino o mejor con bruaidor. Ha de quedar perfectamente perpendicular al plano del cuerpo del ancora, pues si quedase torcida no miar- charia bien nunca. Si queda torcida de forma que abra escape, puede pensarse que cerrando escape mediante el puente del an- cora puede solucionarse. No es asi. Tanto la rueda de escape como el Ancora tiene una ligera holgura entre pla~ tinas y al no ser paralelas las dos bocas, el pequefio mo- vimiento que puede experimentar por Mevazlo en la mu- ieca o bolsillo el duefio, hace que segin le favorezca la postura se abra o cierre escape y falle o interrumpa la marcha. Un defecto que hr visto y corregido algunas veces es rotos de parte de dientes de la rueda de escape. Por ejemplo, a la rueda de escape se le ha roto la pun- ta de un diente. Tomando un punzén fino —o punto — se golpea el diente hasta darle de si, luego se pasa la ma hasta que vuelva a recuperar la forma perdida. ‘Aunque el mismo lector oira decir que estos son re- lojes que no merece la pena que sean reparados, no me cabe la menor duda que tendra que hacer andar a mas de uno, por ello, no he querido omitirlo de mi obra, aun- que solo sea una ligera orientacién 0 referencia. CAPITULO TRECE LA REGULACION Ya hemos visto en la Evolucién ti'stérica que el 6r- gano regulador, como los demas érganos, han ido perfec- cionndose al correr de los siglos. En los rudimentarios relojes primitivos de aceite, agua © fuego, la regulacién era tan sélo relativa. Mas adelante ~~ puede observarse en algunos relojes de torre, entre ellos puedo citar el reloj del Castillo de Paris —, que leva un péndulo imperfectamente colocado y que recibe el nombre de reloj de bascula. Consta de un cuerpo bascular pendiente de una cuer- da y sujeto y apoyado en un centro. La rueda de escape y el ancora mueven o hacen girar a Ia bascula que esta suspendida sobre el ancora y deja pasar uno a uno los dientes de la rueda. Para conseguir modificaciones de hora Hevan un par de pesos, uno a cada lado de Ia bascu- Jay si adelanta se sacan hacia el exterior y se Hevan hacia el centro cuando se atrasa. Prescindiendo de que el movimiento no puede ser is6- crono, el escape no puede tampoco verificarse perfecta- mente ya que el mismo cuerpo del ancora es el que pen- de al oscilar, suprimiendo el perfecto ajuste. Este mismo escape es el que aparece en los antiguos relojes japoneses Kesan y en general en todos los primi tivos hasta que en 1656, Cristian Huyghens adapta el pén- dulo como le conocemos, pendiendo de una doble sus- pensién — que le da estabilidad — y separado del an- 116 cora, recibiendo de ésta tinicamente Ia fuerza tenerse en movimiento. Hasta tal punto es interesante y itil el eseape de pén- U 8 Figura 48. — 1, Primitive espiral que se stribuye a HOOKE y MUY- GENS, en i6ot'y leis respectivamente. 2. Espiral vilindrico Se HAL RRISON. 1736. 3 Moderno:resrte de. esprsl, tal ‘como lo conccemos, a 'tupieat BREGUET. se caractecza por'su curva termina) & Eapieal Goniea de LUIS BERTHOUD, 1199-6 Espira eatérica de FEDERICO HOURIET. 7, Resorte Inventado por M. Ge la HIRE en el aho 0, dulo que es el tinico empleado desde entonces en los re- lojes fijos, con preferencia a los antiguos procedimien- tos. Puede decirse que Galileo y Huyghens no han teni- do competidor. uz En los relojes portatiles se utilizaba en princip 0 un muelle recto, un ejemplo de éstos son Ios famosos Hue- vos_de Nuremberg. ‘También a Cristian Huyghens le cabe el honor de ‘os- tentar el titulo de inventor del espiral regulador. En 1764 hace construir el primero de estos relojes a un relojero de Paris, Thuret, hombre habil en la amplia acepeién de Ja palabra, pues aprovechando esta muestra de confian- za de Huyghens construyé dos relojes y traté de patentar para si el colosal invento, tampoco superado en nuestros dias, Sabiendo que cl péndulo y el espiral son los drganos reguladores por excelencia, és mejor que dejemos el es- tudio evolutivo del érgano en general y vayamos a lo practico, que es lo interesante y wlil CAPITULO CATORCE, LA LEY DEL PENDULO Si repasamos un poco Ia Fisica veremos que se en- tiende por péndulo simple o ideal un punto material sus- pendido de un punto por un hilo finisimo y sin peso, su- jeto a oscilar. Se llama longitud del péndulo a Ia distancia que me- dia entre el punto de suspensién y el punto material que oscil El péndulo simple esta basado en el céleulo neto de oscilacién proporcional a Ja dimensién, sin tener en cuen- ta el rozamiento del aire que frenaria el movimiento, ni a resistencia normal del punto de suspension, debién- dose tener s6lo en cuenta la aceleracién de Ia gravedad. Con estos antecedentes vamos a sentar la ley descu- bierta por Galileo. z.Cémo se calcula la duracién en segundos de la osci- lacién de un péndulo simple? Basta multiplicar 3,14, por la raiz cuadrada del cocien- te de la longitud del péndulo dividida por 9,81 que es la aceleracién de la gravedad. En este caso la longitud del péndulo ha de ir expresada en m. y la aceleracion de la gravedad en metros por segundo en cada segundo. Formula del Péndulo ideal Ta2V— > T= metros. etzos por segundo si'cusarado. 120 Claro que en Ja prietica el péndulo ideal, por ideal, s irrealizable y solamente se considera el péndulo fisico as peputtos esas ut compe: Sev ordason eget pds cn pen Figura 48, — Del péndulo ides! al pénduto sisico, Péndulo fisico o real Es una masa suspendida por un punto, de una varilla, y sujeta a oscilar alrededor de aquél Este péndulo. puede considerarse como for un niimero muy considerable de péndulos id mis largos y otros mas cortos Es claro auc éstos a oscilar mas rapidamente que aquéllos yor tener menor longitud y por tanto su periodo — se entiende por perio- do el tiempo que invierte el péndulo en dar una oscil dn, y oscilacion a su vez es el recorrido de ida y vuelta de un péndulo — es frenado por el de los mas largos y con ellos la longitud del péndulo fisico no es igual que Ja del ideal. Sin embargo se puede por medio del péndu- lo fisico determinar cual seria Ia longitud del péndulo ideal en igual periodo, Esto lo consiguié el Capitan Kater por medio del pén- dulo reversible consistente en una varilla con dos masas una en cada extremo, y dos puntos de suspensién que pueden acercarse o alejarse. Haciéndole oscilar primero de uno, luego de otro y acerviindolos 0 alejindolos has- ta que el periodo sea igual para ambos modos de oscilar, Ia distancia entre los dos puntos de suspension es la lon- gitud que tendria el péndulo ideal. La ley del péndulo fisico varia con relacién a la del péndulo ideal, pues en ella hay que tener en cuenta eb momento de inercia, cuyo estudio, se sale de nuestro pro- Pésito, Férmuta det péndulo fisico 1 = momento de inercia. M = masa, Mab — G =aceleracign de la gravedad. D = distancia Wel centro de grave dad al punto.de suspensién. De todos modos cuando la lenteja tiene un peso que hace despreciable el de la varilla, como sucede en los relojes, puede tomarse como longitud del péndulo la dis- tancia desde cl punto de suspension hasta cl centro de gravedad de la lenteja, que ordinariamente es el cen- tro de ella, 122 El centro de gravedad Se Hama centro de gravedad al punto en donde, apli- cado una sola fuerza vertical, se podrian equilibrar todas las de la gravedad que actiian en un cuerpo. Para determinar el centro de gravedad de un péndulo basta colocar a éste sobre un pequefio pedestal. Otro procedimiento para determinark Se suspende el péndulo por medio de.un hilo varias veces, 2.6 3 y en cada una de las posiciones de equilibrio se baja una prolongacidn del hilo y la interseccién de las prolongaciones es el centro de gravedad. Si nos fijamos en diversos péndulos veremos que tie- nen diferente C. de G. pues su forma y peso lo exigen. Las varillas que ofrecen contrapeso en algunos pé dulos, son para evitar las dilataciones 0 contracciones de- bidas a los cambios atmosféricos. Son unas de latén o bronce y otra de acero pudiendo tener hasta cineo o mas. CAPITULO QUINCE LA REGULACION POR PENDULO Partiendo de esta base, de las oscilaciones isécronas del péndulo, se construyé ‘el primer reloj mecinico, que desterrd las irregularidades de las clepsidras y relojes mal regulados, impulsados por pesas, que Megaron a un grado de gran perfeccién en los siglos xv y xv y cuyos Todajes fueron transformados con Ia introduccién del pén- dulo, marcando la primera etapa gloriosa de In Reloje- ria Universal EI mecanismo del reloj esti subordinado al péndulo, que ya sabemos es el sistema regulador, sirviendo para anular las pérdidas de marcha verificadas por los roza- mientos, que no se tienen en cuenta en el péndulo sim- ple, y mediante una fuerza motriz se consigue mantener- lo en movimiento, Con el fin de que marque la hora en la esfera es ne- cesario que el rodaje tenga un mimero determinado de dientes de acuerdo con Ia longitud del péndulo 0 perio- do de oscilacién. No es necesario profundizar mas en estos razonamien- tos, por ello vamos a estudiar la parte mas prictica y utilizable de este principio. Cuando se encuentre con una maquina de reloj de pared sin péndulo debe hacer la siguiente operacién pa- ra averiguar la longitud del mismo: ‘Se comienza por contar los dientes de todas las rue- das a partir de Ia de centro — en caso de que la cuadra- 124 tura se encuentre en alguna otra rueda se comenzara a contar desde alli, pues lo interesante a este propésito es contar las ruedas partiendo desde a que manifieste la hora al exterior — hasta la de escape inclusive, multi- plicando estos niimeros entre si, doblando el resultado, Se dobla porque la rueda de escape trabaja en las dos bocas de ancora. Luego se cuentan y se multiplican, también entre si, el niimero de las alas de los pifiones, 0 pasadores si fue- ran jaulas, de todos los ejes, a partir de la rueda prime- ra, hasta Ia de escape inclusive. Con el fin de hacer una experimentacién practica, a modo de prueba, tomo del taller una maquina y cuento sus dientes, que dan: Centro, 48 dientes la rueda, pri- mera, 42, segunda, 37 y rueda de escape, 26. Multiplico entre si estos nitmeros y el resultado lo multiplico por dos. Los pifiones tienen: Rje de la rueda primera 9 alas, segunda 8 y 7 la de escape. El total de esta multiplicacin lo coloco como divisor de la cifra anterior: 48 x 42 x 37 x 26 x2 e 7696 Sere eee 7 rear: 128,26 La cifra que nos dé de cociente sera el mimero de os- ilaciones por hora si lo dividimos por 60, mimero de minutos que tiene la hora, sabremos las oscilaciones que deberd dar por minuto, que en este caso son 128, Como ya sabemos que las oscilaciones estin relacio- nadas con su longitud, sélo es necesario hacer la tltima operacién para saber la longitud que tendra el péndu- lo de nuestro reloj. El péndulo que bate segundos mide 99,4 cm. El péndulo para que dé una oscilacion al segun- do debe medir en nuestra longitud 99,4 cm. aproximada- mente. En los Polos Norte y Sur variaria mas o menos. Esta cantidad se mulliplica por 3600 — cuadrado de 60 — y se divide por el cuadrado de las oscilaciones que da nuestro reloj en el minuto: = 475 128,26 x 128,26 EL péndulo del reloj en estudio mide exactamente 21,75 desde su centro de gravedad hasta el punto de sus- pensisn, TABLA DE LONGITUDES DEL PENDULO EN CENTIMETROS SEGUN EL NUMERO DE OSCILACIONES POR HORA 9.200 9.300 9.400 11.000 11.100 11.200 115300 11.400 11.500 11.600 11.700 11.800 11.900 LA REGULACION POR VOLANTE Y ESPIRAL El muelle 0 resorte de espiral, se compone de una linea espiral de acero 0 bronce fosforoso, elistica, de una virola que Io une al volante y de un taco que lo fija en la platina o puente, segiin los casos. La misién del muelle de espiral se reduce a suplantar Ja oscilacién del péndulo, consiguiendo regular la fuerza recibida del ancora. Para que un espiral sea exacto debe ser proporcion do al peso del volante, ya las oscilaciones que desarrolle el rodaje. 81 primer ejercicio es a ojo. cuelga del espiral, Ya de esta primera comprobaci6: bemos sacar la idea aproximada del peso, Los espirales estin numerados de acuerdo con su di- metro y éste no es proporcional en fuerzas, por ello este primer peso es preciso. El procedimiento mas rudimentario para la observa- cidn de oscilaciones consiste en contar las del volante al que hemos eolocado nuevo espiral, sobre el cristal de un reloj Se hace oscilar al yolante moviendo Ia pinza hi arriba y hacia abajo, tal como indiea el dibujo y se cucn- tan las vueltas que da el volante de ida y vuelta, Para contar las oscilaciones el procedimiento. mas sencillo con- siste en colocar el volante como antes indicaba, dejando- Jo que quede un poco encima del cristal, de forma que salle a cada oscilacién; al abrirse el espiral baja el vo- © foma el yolante ¥ se de. 128 lante y da un golpecillo en el cristal del reloj, al cerrar- se sube. Conviene que el cristal sea de plexighis para ma yor sonoridad. Este procedimiento de contar oscilaciones es muy fa- cil de aplicar y entender. Puede suplantarse la pinza por una mecinica que su- jete al volante y espiral a la altura conveniente, De este modo toda nuestra atencidn se concentrar en el volante. Veremos como sube y baja, al bajar y golpear cl cristal contaremos una oscilacién, y asi a cada gol- pe, el numero de oscilaciones por minuto son 150. En medio minuto 75 y en un cuarto de minuto 37,5, Para abreviar pueden contarse s6lo 25 oscilaciones, que equivalen a 10 segundos: Recomiendo que se cuenten fracciones pequefias, 0 sea 10 6 15 segundos, para poder repelir en caso de confu- siones. Evolucién El espiral fué inventado y aplicado al reloj entre los afios 1658 u 1675, Tres hombres lucharon por conseguir la patente de este invento. El Abate francés Hautefeuille, el inglés Dr. Hooke y el holandés Huyghens, que fué el ganador y a quien se otorgé el invento. Las variaciones han sido notables y se han empleado todas las medidas imaginables para conseguir la mayor precisién posible. Creo que ‘se impondra el espiral plano con la espira terminal separada del resto del espiral. Centrado del espiral Es muy interesante el centrado con relacién al ancora, manifestado por la elipse. El procedimiento a seguir es sencillo. Se coloca el volante completo en el reloj, sin espiral, y se pone enci- 129 ma del puente. De este modo se hace ir a la elipse al cen- tro y dejarla de forma que quede dentro de una linea imaginaria trazada desde el centro del volante hasta el centro del ancora, Iuego marcaremos el volante en el lu- gar que ocupa el agujero del taco y alli se colocara éste para que el centrado sea perfecto. Debemos hacerlo con mucha atencién para evitar el descentrade Figure 42, — Forma de centrar 1 volante Utiles complementarios Ademas de la pinza fija es interesante el empleo de un cristal grueso 0 bien del sencillo aparatito que diseiio. Pigura 43, — Aparato para cuprimir Jas sombras en el "endererado’ de espiraies El enderezado de espirales es tarea muy pesada, cos- losa, paciente y que raramente se ve premiada con un final perfecto. 130 El espiral que se tuerce y descentra, dificilmente vol- vera a su forma antigua. Aunque seamos unos verdade- ros artistas nunca conseguiremos que las espiras queden totalmente horizontales ¥ curvas, Volveremos a poner en uso el espiral, pero nada mas. Otra cosa es cuando la tor: queiia, pero en to- dos los casos se puede tropezar con una dificultad in cial y es el hacernos sombras con los mismos espirales, Para evitar la sombra puede hacer dos cosas: Emplear un cristal grueso Provectar luz por debajo. Cristal graces Se consigue con ello que la sombra se aleje del espi- ral y no se confundan las espiras con la sombra. Para conseguir trabajar con luz debajo: presento un aparato simple que cualquiera puede construirse y que sirve para el fin de enderezar espirales con luz debajo. Figura 48, — Pinta mecdnica, de altura, variable, para ‘acitar a1 recuerto’ de casiaciones Teoria de las oscilaciones Al detérminar la forma de averiguar las oscilaciones no tenemos mas remedio que recurrir al rodaje. Normalmente los relojes que mas abundan son los de 131 18.000 semi-oscilaciones 0 alternancias, 0 sea 9.000 osci- laciones por hora. Tengamos en cuenta que semi-oscilacién o alternan- cia, es la ida, el paso en un sentido, mientras que la osci- lacién es la ida y vuelta, el marchar y el volver al mis- mo lugar. Para averiguar las oscilaciones por hora basta con multiplicar entre silos dientes de las ruedas: Dientes rueda Centro x Primera x Segundos x escape Oscilaciones A los pittones: por hora Primera x Segundos x escape oscilaciones por hora ee : mimic = Oseilaciones por minuto. 60 minutos Tratindose de rclojes Roskopf, varia Ia formula. En ese caso lo haremos a: Dientes de rueda: Barrilete x primera x segunda x ¢s- cape x rueda que comunica con el pinién de minutor. Piftones de rueda: Primera x segunda x escape x piiién que contunica con la rucda de horas. Suponiendo que dé 9.000 oscilaciones que es lo corrien- te, tendremos la siguiente tabla de oscilaciones: 1_ minuto: 150 oscilaciones > > 1. segundos 375 > 100 > > 132 La forma de contar las oscilaciones, ya queda explica- da con anterioridad. Se hace a oido, esto es, se escucha como golpea el pivote en el cristal del reloj y se cuentan los golpes. Tenga presente que debe empezar a contar por 0, luego 1, 2. ete. La forma de los espirales Son diversas, pero no merece la pena que sean deseri tas entre Ia teoria, quedan mas bien como un dato cul- tural o educativo, ahora lo importante es conocer las for- mas usuales. Los planos corrientes son los mas usados. La mejor innovacién es el espiral con espira terminal separad: También esti en funcionamiento el espiral Breguet, que consiste en una curva terminal superior, que se su- jeta al puente del volante y raqueta Las pinzas Lo verdaderamente importante cn las pinzas que des- inemos para el enderezado de espirales es que sean de punta fina y que cierren bien. Pueden emplearse dos en muchas ocasiones, sobre to- do para volver un espiral a la horizontalidad. 1 modelo que se emplea mucho — yo no he podido conseguirlo aun ni para mi — es la pinza de puntas do- bladas. Son titiles tanto para nivelar después de colocado el puente en la maquina — en marcha — como para en- derezar cémodamente. Dejo sentado que no es facil en- contrarlas en el mercado. Aclaracién Antes de colocar el espiral es preciso marcar el nii- mero mas aproximado de didmetro y después se coloca en el volante sujeto por la virola. Una vez observadas las oscilaciones, 0 contadas y to que no estan de acuerdo con las que debe dar, debe- mos acortar o alargar el espiral. Si da menos atrasa y deberemos acortar, y si por el contrario da mas de las previstas deberemos alargarle si es posible o buscar otro mas flojo. Las numeraciones van de bajo cero hasta 20. Esto es: de 4/0 a 1/0, al 20. Estas son las medidas mas corrientes. De 4/0 son mi didas propias para relojes de pulsera seiiora_pequeiios. Hasta el 10, para pulsera caballero, y hasta el final, 0 sea el 20, para bolsillo caballero y Roskopf. Ejereicios con espirales EL ejereicio que aconsejo — aunque no salga todo lo perfecto que fuera de desear — es el de’ estirar y volver a eurvar un. espiral Con ello se consigue soltura en el enderezado y niy lado. Por otra parte nunca me cansaré de repetir que s6 lo se consigue realizar bien estos trabajos cuando se han hecho repetidas veces, no basti saber eémo se preciso hacerlo ¥ aunque salga mal repet icias a ello adquirir habito y experiencia. Un trabajo mais facil de lo que parcee es la colocacién pla del centro. Comenzaremos por probar el espiral. Una vez haya- mos visto que las oscilaciones son las deseadas, se corta hasta conseguir que quede dispuesto para colocar des- pués la virola También pree vas las estrias. Se coloca la virola entre las bocas del alicate y con Ja punta de una pinza fina sacamos el antiguo pasador del espiral Tomamos a continuaciin el eniral que teniamos dis- te que tenga 134 <= -&. @ Figura 60. — Desarrollo prosresive de la colocacién de un espiral 1 pasador viejo. B, Introduceién del centro wale. C, ‘Se separa Ia virola, centrando el ‘esador a In virola, Abriendo sl agujero de Ia virola. ¥, ‘Terminanda” de colocar el pasador. 135 puesto y lo introdueimos en la virola por su extremo cen- tral recto. Después se coge la virola con las pinzas se abre el ali- cate y se levanta el espiral completo. Luego el pasador que antes quitamos lo volvemos a introducir suavemente. vemos que cuesta que entre le ayudamos con la pinza. Después veremos como entra la punta sin dificultaé El iiltimno paso consiste en hacer llegar el pasador al tope. Esto se consigue que entre sin peligro apretando con Ja pinza. Queda un problema. Si el pasador debemos hacerlo nosotros porque se ha perdido el de la virola, procedere- mos a rebajarlo de una varilla apropiada pequefia. Se de- ja un pasador de mas a menos. Después se introduce el pasador en la virola y se to- ca en sus bordes con la lima de ranuras. Luego, una vez metido el espiral, se introduce fieil- mente antes de partirlo y se rompe con suma sencillez, dado lo débil que queda por los lugares limados, Fenémenos del magnetism Actualmente gran mimero de relojes estan hechos con el espiral a prueba de magnetismo, fabricado con bronce fosforoso 0 latén y de este modo se evita que el iman se localice en el espiral. Dada la gran aplicacién que tiene actualmente 1a elec~ tricidad en la vida ordinaria y cientifica, no es raro que los relojes se cimantens por la proximidad de rayos X 0 aparatos eléctricos. No obstante, no siempre que se pegan entre si las es- piras de un espiral de acero, quiere decir que esté iman- tado. Pueden hacerse dos pruebas para saber con certeza si el reloj esté verdaderamente magnetizado. 136 1 Prueba. — La mas sencilla y recomendable es lim- piar el espiral con gasolina primero y después con alco- holy cepillarlo, Después de limpio ¥ bien seco se sujeta con las puntas de la pinza la virola del espiral y con el destornillador bien limpio y seco — cuidando no dé aliento o respira- cidn en el cristal sobre el que trabajamos — se empuja a las espiras y Iuego se separa el destornillador, de este modo veremos si se pegun entre si, Esla prueba suele ser efectiva y si se adhieren las yuellas del espiral indi ra que Ia causa de la unién esid en el iman 2° Prueba. — Si no quiere perder cl tiempo en lim- piar el espiral y saber por adelantado si esta o no iman- tado, utilice una brojula y aproximela al reloj en cues- tidn, procurando que quede fuera de la linea del Norte magnético. La brijjula tiende a mirar siempre al Norte y si nos- otros ponemos, por ejemplo, una briijula junto a un re- Joj normal — que no esté imantado — se moveré un poco por razén del magnetismo que tienen todos los cuerpos metélicos. Pero si el reloj esta imantado la fuerza magnética que despide el reloj desviard mas la aguja'de Ia brijjula, pues atraeré a ésta con fuerza. De este modo sabremos rapidamente si las espiras de un espiral estén pegadas por grasa o por iman. Una vez averiguado que In causa es simplemente gra- sa, proceda como explico antes. Si contrariamente esta magnetizado deberi someterlo a tratamiento especial. Se vende ya en el mercado un aparato que se u para desimantar y que funciona con toda sencillez. Se da corriente y se coloca encima el espiral 0 todo cl reloj; una ¥ez que se note el magnetismo no se puede cor- tar la corriente sino ir alejando poco a poco el espiral hasta Hegar a varios metros de distancia, una vez en tal alejamiento se puede interrumpir In clectricidad. za 137 Si se corta de repente se imantaria mas fuertemente el objeto expuesto a Ja accién de Ia corriente eléctrica Oxidacion de espirales En més de una ocasién me han preguntado si los es- pirales oxidados no sirven, o si por cl contrario tienen al- guna solucién, Depende en realidad de Ia cantidad de éxido y de la profundidad del mismo. Cuando es quitable se soluciona introduciéndolo, su- jeto por un alambre, en aceite hirviendo un breve rato. Una vez hecha csta operacién se seca con cuidado, luego se limpin normalmente con gasolina y finalmente se golpea con las cerdas del cepillo y sale la cascarilla, si no es muy profunda, como queda dicho antes. Assn Gnd oagte CAT Se Be Gua nee crm Unites FAY gee en cnezsea RY MMSE SMAO een aon rome {RY MCE sme wnmmamromc man Fontzinen Sf SOUT Lng tt Aurore a reser @ vens sina © ox Pere Felsa Bettlach Vv McAOTECIOUCA 8.4 BOOOGSOOOLOGD z Fleurier qQiyy Satna waciren Figura Si — Algunas de Jaz marcas de referencia que evan toe relojes en la estera, y que e¢ preciso indicar en el almacen para pedir los ejer © plezes de recamblo, juntemente con el nimero. del En la obra TRABAJOS DE AJUSTE Y TORNO EN RELOJERIA se ha publicado una relacién de marcas muy ampliada, tambien del mis mo autor. 139 Usted habra visto muchas veces que se trata de lineas al re ferirse a las medidas de los relojes. Dado que es mas prictico y seguro el sistema métrico decimal, ofrecemos la equivalen— cia de la linea suiza, pues las medidas varian en otras diferen tes naciones. Y no siempre es segura la equivalencia, debe acep tarse unicamente como aproximada. FORMA DE HALLAR LAS LINEAS DE UN RELOJ (Midiendo la maquinaria en milimetros) EQUIVALENCIA: La linea (1”) mide 2,2558 mm, MAQUINAS REDONDAS: Se mide la circunferencia por el lu gar en que ajusta a la caja. MAQUINAS DE FORMA: Se mide el lugar que ajusta, como en el caso anterior, pero en ambos sentidos, largo y an- cho. TABLA DE COMPARACIONES = 9,02 mi - 11.28" - 1353" - 1879” = 18,05 - 20,30 wor = 2256" w= 24/82 wes 27.07 wr 29,33 14 31,58 is 3384 Age 36,10 mw 38,35" = 40,61 1g = 42,86“ a 4512" 1° = 4737 22" 49.63” Figura, 52 Uno de los modelos de lavadoras autométicas ‘cuya ostitica de lineas distingue un teller Pero, sobre todo, ayuda a aprovechar mejor «l tiempo, Figure, 63 Lavadora automética marca DISCO, que e tuno de los modelos ‘que hemos visto en ‘el mercado, APENDICE I— LA MODERNA MAQUINARIA (Al servicio de la relojeria.) Todos ios mmvesnus, ex wodos los tiempos de la Historia de la Humanidad, han venido a sumarse al reloj, como tambien su- cede en nuestros dias. Unas veces es con vistas a perfeccionar la maquinaria alean zando una mayor exactitud o seguridad de marcha, eviténdo- se roces y demés fricciones, y otras, de lo que trato seguida- mente, simplificando y dotando al taller de maquinaria capaz “alargar el dia atil” acortando los procesos de desmontado y limpieza del reloj. De como se hacia en mis tiempos de aprendiz a hoy pue- de triplicarse el rendimiento por hombre —oficial de relojero y dia de trabajo—, lo que es muy importante. En mis tiempos se invertian —partiendo de un oficial relo- jero medio— unos setenta y cinco minutos (75) siempre que no hubiese contratiempos, reparaciones complicadas, ete. Mediante la lavadora mecénica se acorta el trabajo a la mi- tad de tiempo: unos treinta y cinco minutos, doblando en con secuencia el rendimiento por operario. Las modernas desintegradoras ultras6nicas, logran acortar y reducir el proceso de limpieza, que dobla nuevamente el valor, simplificando el trabajo, del tiempo. Si tenemos en cuenta la jornada de 8 horas... 142 JORNADA DE 8 HORAS DE UN RELOJERO Sistema antiguo T OCHO HORAS Lavadora mecénica 4 480 MINUTOS Desintegradora ultra- sonica sions 32 Hemos de reconocer que esto es pura teorja, Bs raro el re loj que solamente viene al taller para ser limpiado. Siempre hemos de hacer otras operaciones que modifican el rendimiento, Pero la elocuencia -niimero de relojes limpios- frente a un mismo trabajo es evidente y sobra todo comentario. Al estudiar la incorporacién de una maquina al taller debe mos atender unas cuantas cuestiones sustanciales: — MAXIMA SIMPLIFICACION DEL TRABAJO. — ACTUAL IMPOSIBILIDAD DE ATENDER TODA DEMANDA RENTABILIDAD ECONOMICA. ~ GRADO DE PELIGRO MECANICO. — GRADO DE PELIGRO TOXICO. Ya hemos dado un vistazo a uno de los aspectos: simplifi- cacién de procesos en el trabajo. Hemos comentado que de 7 relojes en un dia se puede pasar, teoricamente, a 32.En el ca: so peor se puede triplicar el rendimiento, Si nos fijasemos solamente en eso habriamos de optar por Ja desintegradora ultrasénica, sin més vacilaciones. 143 Pero cada uno debe preguntar si tiene trabajo que dar a! maquina, Si se reparan de 5 a 6 relojes por dia no es precis > mecanizar el taller. Para simplificar el proceso nos bastaria y por comodidad, una lavadora automética que nos libere de lo molesto del trabajo. La desintegradora ser un logro posterior ¥ que tambien nos serviria para otros usos, limpieza de joyas, 6ptica, herramental, etc. Hi tercer punto es la rentabilidad. Es preciso que la maqui naria que incorporemos sea amortizada 0 autofinanciada, senci Iamente que con el suplemento de trabajo que saca ella mis- ‘ma se pague sin sentir. En cuanto a peligros y toxicidad son diferentes en cada ca so. Hay maquinarias que trabajan al aire y en recipientes de vi- drio. Una descompensacién, una mala instalacién del aparato y puede lanzar a gran velocidad la méquina hiriéndonos y de teriorando el recipiente, el reloj o relojes, ete. Debe estudiar- se la instalacion, previendo este suceso raro pero posible. Sobre las precauciones a guardar con los hidrocarbonos. se trata en la “Higiene en el Taller”. DETALLES DEL LAVADO MECANICO Se utiliza la fuerza motriz de un pequefio motor en el que se adapta a la prolongacién del eje central un portabandejas, con diversas divisiones, en las que se depositaran las piezas 0 relojes, bien estibadas, a fin de que se reparta el peso de una forma equilibrada en todo el circulo. Uno de los pereances que pueden derivarse de una mala o poco estudiada colocacién de los cuerpos a lavar, es que des- compense el peso y al girar rompa la malla de que estan forma das las bandejas y se disparen las platinas o relojes a gran veloci 144 dad. Es esa la razon por la que hemos hablado de peligros. Si se rompe la malla de la bandeja, esta a su vez rompe el cristal del recipiente. Se derrama el liquido y al proyectarse , sin control el reloj o la pieza puede destrozarse 0 herirnos. Por eso debe situarse a una altura conveniente alejada me- jor, de nuestra cabeza. Y en el supuesto de que se disparase, ‘que esto no perjudicase ni al reloj en limpieza ni a nosotros. El funcionamiento es muy simple, ya que se utilizan liqui dos numerados y preparados, cuyas patentes conservan celosa mente los quimicos que han previsto los peligros de su mez~ cla con las grasas vegetales, minerales o animales que llevany no debemos olvidar los relojes en las grasas y colas. Tambien tienen en cuenta los bafios de oro o plata, ete. El primer bafio —reeipiente y liquido n° 1— es un deter— gente o decapante y dos baiios mas desengrasantes que pue den hacerse con un mismo liquido, que lamaremos n° 2. Son por tanto 3 recipientes que Ievan liquido y colocadas las piezas de los relojes que entren —se pueden colocar varios sin mezelar los escapes, se pone en marcha el motor con el re cipiente dentro del Iiquido y a una velocidad de 60 a 100 re- voluciones por minuto y durante unos minutos. Seguido y sin liquido, dentro del recipiente, y. durante medio minuto aproximadamente se le deja escurrir al maximo. EI recipiente n° 2, con el liquir 9 desengrasante, levara la misma cantidad que el n° 1. Idér icas tambien las operacio- nes. La misién principal de este 1 quido es eliminar los resi— duos del anterior lavado. Solame e se logra en parte y adul- terando el liquido contenido en ¢ te recipiente. EI tercer depésito es igual que el segundo, que termina de desengrasar las piezas del reloj. Para ayudar al maximo a eli- Figura, 54 Bandejas y accesorios de una lavadora debidamen: fos. Segtin el tamafo y forma de las pie 2a lavar se emplea una u otre bandeja. 145 146 Figura, 55 ta de la desintegradora ultrasénica que se denomina DISONTEGRATOR, completa, con to- sy algunas de las cosas que se dos sus recipior 147 minar el liquido, se hace girar al motor a 150 0 200 r.p.m. Este iiltimo escurrido se puede hacer ayudado de aire tem plado o caliente. ‘Terminada esta iiltima operacién, en teoria, en reloj estard ya limpio y seco, pronto para montar. En las figuras 52 y 58 se pueden apreciar dos modelos de lavadoras mecénicas que hay en el mercado. La figura 54 es- td formada por 10 disefios con el despiece de una lavadora y precisamente una de las que se ven en los talleres. LA DESINTEGRADORA (Por ultrasonidos) ‘Tambien mediante el empleo de varios recipientes — figura 55— y mediante el empleo de ultrasonidos, se logra ayudado de liquidos detergentes y desengrasantes un efecto més com- pleto y perfecto y mucho més rapido. No he experimentado personalmente este sistema, pero juz gando la propaganda recibida, basta con quitar a los relojes.el eseape y el barrilete de la cuerda, para limpiarlos sin desarman La casa que vende en Espafia el sistema que hemos repro- ducido “DISONTEGRATOR” esta fabricado por Ultrasonic In dustrias de Nueva York. Ellos mismos, como todos los vendedo- res de estas méquinas facilitan a los compradores suficientes instrucciones para la debida utilizacién del aparato. La venta. ia que veo en la maquina es que sirve tambien para la limpieza de joyas, cajas de reloj y otros muchos elementos. No profundizo porque supongo que habré mas de una mar ca y cada cual debe estudiar su adquisicion y ver el mercado, Figura, 56 Una vista de un VIBROGRAF, referencia VS—10, durante el pro: ‘ces0 de observacién de un reloj, del que imprime una grifica, Figura, 57 Vista de otro tipo de VIBROGRAF, su referencia VS—390, du rante un proceso normal de trabajo. APARATOS ELECTRONICOS (Para la verificacin del reloj) Para verifiear la calidad y marcha de los relojes la electro- nica se ha impuesto. En el momento de hacer Ia revision de la segunda edicién de este libro, entre la propaganda que obra en mi poder y las comprobaciones que hemos hecho solo lla ma la atencién la maquina que lleva por nombre Vibrograt, Modelos VS—10 (Figura, 56) y modelo VS~390 (Figura, 57) Se utiliza como elemento‘ comparador y reune caracteristicas que debemos exigir a estos aparatos: Funcionamiento perfectamente isdcrono del contraste del tiempo, por el cual vamos a comprobar el funcionamiento del reloj en estudio. Insensibilidad a toda influencia exterior fisica: tempe ratura, humedad, ete. — Estabilidad inmutable de este contraste durante el tiem po y al correr de los afios. — Registro por diagrama impreso de la observacion com parada, estableciendo un grafico claro y preciso. — Resistencia, sencillez, manejo facil y posible amortize cién. Como deciamos al referirnos a las lavadoras. El VIBROGRAF se ha impuesto en el mundo entero y ello demuestra no solo la calidad de este aparato electronico, sino tambien su indudable utilidad préctica. Como puede verse en las figuras, 56 y 57 una grafica deta ada se imprime al recibir los sonidos del tic-tae del reloj utili- zando para ello un micr6fono. Diez gréficos exponen diversos hallazgos. Nos lo facilita la casa RENO S.A. de La Chaux-de-Fonds (Suiza) y que puede servir de guia orientadora de lo que podemos pedir a esta ma- quinaria moderna. Figura, 58 con los 10 disefios y explicaci6n. Adelanto de 5 segundos en 2g horas. La mdquina tiene tuna marcha imuy regular. Vo lente perfecto, Remrsio de 15 segundos en 24 horas. La miquina tieme ma marcha regular. Adelanto de 25 segundos en 24 boras. Defecto del escape, eventualmente palets estropes. be Adelonio’ de 9. segundos en 24 horar. Rueda de escape mal redondesda. Defecto de isocro- Figura, 68 - (a) Variacién en la marcha det volante. Mala transnisién de fuerza, pérdida de ampltnd Revo. de 39 sepndos on \ | bern tatan tees \ 2h de eieape ed ggrmens | ‘tropa EI reloj "sacude™. Este defecto ve ove en el descohesar y et a1 imiersfono, Figura, 58 -(b) ia Figura, 58 (c) Adelanto de 10 segundos en 24 boras. BI volume varia de ampliend. Fl wolaine no er ixderono, EL volamte prescma ww de Feeto de ewilibrio pera no ejecta de ocronisme EPILOGO LA HIGIENE EN EL TALLER Voy a ofrecer a mis lectores una recopilacién de mis articulos sobre higiene que han sido revisados por el Dr. D. Juan Anguisola Oreja y que supongo serin de utilidad, mas para prevenir males que remediarlos, al menos en el primer articulo, 1. La gasolina y sus peligros Este primer articulo est encaminado ante todo a PRE- IR, va que el peligro que representa la intoxicacién por los hidrocarbonos — gasolina, bencina, benzol ¢ de- mis derivados del petréleo — es muy pequeiia y casi no merece ser tomado en cuenta. No obstante como el nit- cleo de los lectores es grande, es conveniente que se conoz. can los puntos peligrosos 0 nocivos y se eviten con todo empefio, pues todos sabemos que unos organismos son mas propensos que otros a las intoxicaciones eD1 benzol sabemos coneretamente que interrumpe en la mujer el periodo si es inhalado en dosis suficientes, pues ataca los glébulos rojos de la sangre. Para evitar los posibles y remotos — digo remotos Porque no he conocido ningiin caso de envenenamiento por gasolina en hombres — peligros de intoxicacién, de- be trabajar con la ventana abierta — evite corrientes — y el reeipiente de Ia gasolina o bencinera bien cerrado 154 de modo que el hermético cierre, evite toda emanacién. Fijese en el sitio en que deja cl trapo impregnado en gasolina ya que es necesario que lo aleje del lugar en que trabaja, pues la gasolina en él depositada seguira despidiendo inhalaciones hasta la total evaporacién. Después de la diaria tarea de trabajo es conveniente cl paseo al aire libre que despeja la cabeza y Mena de aire los pulmones. Siguiendo estas sencillas indieaciones es imposible 1a intoxicacin, no obstante con el fin de que esté lo mas documentado posible sobre los peligros que a nuestra profesién respectan, le anoto los sintomas de intoxiea- cién. SINTOMAS DE INTOXICACION Los sintomas de intoxicacién por hidrocarbonos petréleo y sus derivados — pueden ser los siguientes: 1. — Olor continuo de bencina que se expele por la boca y nariz. 2. — Vértigos 3. — Dolor de cabeza. 4, — Palpitaciones. 5. — Sensacién de debilidad. 6. — Cianosis — color azulado de Ia piel 7. — Tos. Este es el mas corriente de los sintomas, ya que la inhalacién produce irritacién en las mucosas y faringe. Cuando es notado alguno de los sintomas expuestos, durante el trabajo o inmediatamente después, debe vi gilarse la bencinera, el trapo, la ventana abierta y paseo al bre. i la intoxicacin es pequefia apenas se nota, pero a Ja larga puede llegar a producir algunas afecciones pul- monares. En el caso — no es corriente — de que se sienta_al- giin sintoma de intoxieacién de los mencionados anterior- 155 mente debe procurar dormir con Ia ventana baleon abierto y observar con toda rigurosidad las observaciones preventivas siguientes, que repito: - Trabajar con la ventana abierta, 2. -- Tener la bencinera herméticamente cerrada pa- ra evilar emana 3. + Evitar Jas inhulaciones de Ios trapos ¢ incluso cepillos impregnados de gasolina durante el trabajo. 4. — Pasear al aire libre después de la jornada dia a_de trabaj 5. — Dormir con ef baleén abierto. sten algunos medicamentos recomendables para estas inloxicaci . pero esto debe re- cetarlo el médico para que no existan confusiones en la administracién del citado producto, ‘© quisicramos que nuestro cousejo se tomara bajo el punto de vista alarmista, ya que estamos muy lejos de Mevar estas mi 2 La postura Es posible que no se dé la importancia que tiene a la postura durante el trabajo. La altura de Ia mesa debe permitir todos los trabajos sin forzar la espina dorsal, Tenga presente que si no se coloca bien y fuerza su organismo por una mala postura se expone a padecimien- tos orgiinicos. Es muy corriente entre los relojeros padecer de dolor de cuello, de pecho, de espalda y de rifiones. Todos estos dolores son caracteristicos de la mala pos- tura durante el trabajo. Es preciso conseguir una altura proporcional a su ta- Ma en Ja mesa que le permita trabajar con los codos apo- yados en el cajén, evitando el peso de estos y adquiriendo con este apoyo mas seguridad en el pulso 186 Se apoyara en el respaldo de la silla y trabajara 30- bre la chapa superior de Ia mesa, cuando tenga que des- montar relojes. El cepillado se verifica en la limpieza, sobre el cajin que evita Ia caida de piezas. Figura, 59 - La postura durante el trabajo. Tenga presente que el corazén y pulmones trabajan menos en postura inadecuada y con ello el riego sangui- neo es menor. Y por eso recomiendo la gimnasia y flexiones para acelerar Ja circulacién y asimilacién de oxigeno. Reco- miendo también el paseo diario y dominical para cortar 157 el estreiimieato y ganar el apetito, pues el estar sentado todg el dia perjudiea en estos dos ; spectos Modo de prevenir. -— En nt sito primer articulo in- dictbamos que nuestra norma es prevenir evitando con ello el mal que pueda venir. Sufrir del estémago entre los velojeros es corriente; se empieza con la falta de apetite, que viene de lx ausen- cia de ejercicio — y se termina con desorden en las co- midas — peso cn el estémago, trastornos gistricos A mediodia y antes de la hora de comer debe pasear un rato para abrir el apetito y regular Ia circulacion de Ja sangre y la respiracién. Siempre que sea posible, trabaje con a ventana abier- ta y por ningiin concepto apove el pecho en el cajén de Ja mesa, 0 apricte contra él relojes, maquinas 0 herra- mientas Las manos bien utilizadas son la tiniea ayuda necesa- ria en los trabajos. Los auxiliares son el tornillo de m los alicates, taladros ,ete. EI descanso. — Por todo lo expucsto podemos dedu- cir que el descanso y el paseo se hacen necesarios con el fin de cortar los maies que puedan venirnos de estar mu- chas horas sentados. Siempre que sea posible el cambio de ocupacién sir- ve de descanso. Por ejemplo repasar cuentas, leer libros © revistas de relojeria. No trabajar seguido por ningin concepto mas de cuatro horas. Después de este tiempo debe descansar, pasear 0 cambiar de ocupacién. Heridas, quemaduras y curas elementales Las heridas en un taller — ain de relojeria — sobre- vienen generalmente de forma inevitable. Un alicate que se cierra y coge un pellizco, un rodaje que se dispara y roza nuestra mano, el cortapalillos que se desvia... en fin, mil pequetios .descuidos pueden hacer una herida que venga a turbar nuestro trabajo. 158 La herida es sin importancia, pero si la descuidamos puede injertar en nuestro organismo microbios, puede infectarse por falta de cuidados, puede, en el mejor de los casos, ser retardada su cicatrizacin haciéndonos es- tar parados 0 molestos por esta causa. Antes de seguir conviene que distingamos las heridas ya que podemos clasificarlas en la siguiente form: Contusiones; No hay solucién de continuidad de la piel o mucosas, son traumatismos cerrados — vulgarmen- te denominados 0 «cardenaless. Heridas: Hay solucidn continuidad de | cosas, son traumatismos abiertos, siendo cién y de abi su distinta evolucion. Segin la forma del agente que lo produce, y las condi- ciones de Ia herida, se dividen en 1. — PUNTURAS o heridas por instrumentos punzan- tes. Se caracterizan porque domina mais la profundidad sobre dimensiones. En relojeria es corriente esta clase de heridas, pro- ducidas por las puntas de la pinza, el destornillador, la broca, el escariador, ete. — INCISAS 0 producidas por instrumentos cortan- tes. En éstas domina la longitud sobre las otras dimensio- nes y sus bordes son lisos. — CONTUSAS 0 heridas por instrumertos contun- dentes. Sus bordes son irregulares existiendo alteraciones traumitieas alrededor de la herida. Son heridas contusas las que reciben los toreros en los cuernos del toro, ¥ to- das las heridas de notable penetracién y suciedad. Los sintomas clisicos de toda herida son: hemorra- gia, dolor y separacién de la piel o bordes. Tratamiento de las heridas: En Jas heridas basta un la- vado con agua de clorina y espolvoreamiento con sulfa- midas, gasa estéril y vendaje. Reposo de la parte afecta- da, Hacer la cura cada 240 48 horas Si hay notable separaciin de bordes o la heride es contusa su tratamiento correspunde al médico, procuran- piel y m- ‘il Ia “infee- 159 do acudir durante las cuatro primeres horas, con el fin de poder hacer un lavado de la hezida y sulura conseeu- tiva, ete. Infeccién: En Ia infeccién existen fenomenos to y sintomas generales. d Fenémenos locales: Es caracce: stico el proceso. in- flamatorio con formacién de pus ¥ cl retraso en Ia ciea- trizacion. Es fenémeno local Ia inflama los sintomas de: 1. — Dolor. 2. — Calor. 3. — Color o enrojecimiento. 4. —~ Tumefaccién, Sintomas generates: Los sintomas generales de la in- feecién son: 1. — Fiebre. 2. — Escalofrios. 3. — Pulso frecuente. 4. — Piel seca Las infecciones del pulpejo, pueden producirse por pinchazos y punciones, son conocidas con el nombre de epanadizos» y revisten los signos tipicos de la infeccién, antes seiitl dos. Deben ser sometidos cuanto antes al re- conocimients del médico ya que en muchos casos, una simple cura bien hecha a tiempo, libra de muchos peli gros y sufrimientos innecesarios. Quemaducas: La alteracién mis pequefia produ por el calor censiste en una yasodilatacién por paralisis de la capa musenlar de los vasos y que da lugar al «l temas o irritacién, Cuando la azcién del calor 0 faego es mas intensa, Ja simple vasodilatacién se aiiade un aumento de permes- bilidad capilar que permite el paso de un liquido rico en albiiminas y constituye Ia ¢Vesiculas o mas comun- mente denominada

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