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Condecorado por el «British Horological Institule»
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Miembro de Honor de la Asociación de Relojeros de Londres
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MANUAL PRÁCTICO
DEL

RELOJERO
Traducción directa del original inglés por

PEDRO DANÉS
Ingeniero Industrial

555 ILUSTRACIONES ORIGINALES

QUINTA EDICIÓN
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Traducción de la cuarta edición inglesa publicada con el titulo:
«PRACTICAL WATCH REPAIRING>
por DONALD DE CARIE, F. B. H. I.
Edición española autorizada por N. A. G. Press, Ltd., de Londres

Edición italiana: ÍNDICE DE MATEK1AS


«L'OROLOGIAIO RIPARATORE»
Traducción del Dott. Ing, ALBERTO ZANETTI Potzi
PREFACIO ......................... XI
Editor: Hoepli. Milán
PRÓLOGO DEL TRADUCTOR. XV

CAP. I — El taller y el banco de trabajo..................................


Elementos esenciales - Necesidad de la práctica - Equi-
po indispensable para el éxito - Trabajo cómodo - Banco
de trabajo y asiento - Iluminación natural y artificial.
ES PROPIEDAD CAP. II — Herramientas esenciales.............................................
Derechos reservados Destornilladores grandes y pequeños - Cómo usaremos
© José Montesó. Barcelona, 1973 los destornilladores - Pinzas para trabajos generales y espe-
ciales - Cómo deben emplearse las pinzas - Puntas de en-
grasar, recipientes para aceite y equipo de engrase - Lupas,
tenazas, alicates, martillos, palancas para quitar agujas, calen-
tador para revenir al azul, palillos y medula - Elección y
cuidados de las herramientas.
CAP. III — Caja, esfera y agujas ................................................
La caja y partes que la componen - Cómo debe abrirse
la caja - Cómo se sacan las agujas y la esfera - Manera de
quitar la máquina - Forma correcta de manejar la máquina.
CAP. IV — La máquina, sus piezas y desmontaje . . . .
Todas las piezas de la máquina representadas gráficamen-
te - Nombre de cada una de ellas - Su examen detallado -
I.S.B.N. 84-7186-231-X Ajuste de las piezas del movimiento de las agujas - Ajuste
Dep. Legal: B. 29680-1980 de la esfera - Verificación de los juegos axial y lateral del
tren y del volante.
CAP. V — El escape de áncora, su examen y corrección . 39
Disposición y funcionamiento - Examen y ajuste - Exa-
men de la retención - Ajuste de las levas - Corrección del
camino a punto muerto - Corrección del impulso - Ángu-
lo de las levas - Juegos exterior e interior - Ángulo de la
Printed in Spain Editado e impreso en España palanca del áncora - Manera de quitar el muelle espiral del
volante - Ajustes de la palanca del áncora - Montaje de
un nuevo dardo - Manera de montar una nueva elipse - El
Artes Gráficas Ampurias, S. A. - Pza. Fragua, s/n. Barcelona-4 platillo doble y el volante.
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k e r- s o ft w a ÍNDICE DE MATERIAS k e r- s o ft w a
VI ÍNDICE DE MATERIAS VII

Págs.
CAP. VI — Escape de paletas con espiga................................ rilio - Tabla de muelles espirales de volante - Montaje de
74 un muelle espiral nuevo - Comprobación de las oscilacio-
Corrección de la retención - Ajustes de la palanca del án- nes - Fijación en la viróla - Posición de la fijación central.
cora - Reparación del dardo - Corrección del impulso -
Montaje de espigas nuevas - Corrección del punto muerto - CAP. XIII — La espira Bréguet ............................................... 193
Representación de varias máquinas que describimos y que tie- Dibujo de la curva de Lossier - Dibujo de la curva para
nen este tipo de áncora. adaptarse a un muelle espiral plano - Cómo se da forma a
la espira superior - Herramientas especiales para ello - Fi-
CAP. VII — El tren: engranajes y formas de dientes 85 jación del espiral en la sujeción fija.
Arboles, ejes y pivotes - Enderezar y encasquillar - Ro-
zamientos de embrague y de desembrague - Formas de los CAP. XIV — Regulación a diferentes posiciones . . . . 205
dientes de ruedas y piñones; epicicloidal, cicloidal, arco cir- Cómo se mide el arco de oscilación - Necesidad de una fi-
i cular y evolvente - Ruedas y piñones - Empleo del sector, jación correcta del espiral del volante - Empleo del bastidor
del micrómetro y del pie de rey - Verificación y corrección para relojes en posiciones verticales - Tabla del punto de la
de engranes - Uso de los aparatos de comprobar engranes, fijación central - Modificación de la curva de la espira supe-
de ensanchar ruedas y de redondear - Tallado de dientes. rior - Modificación del extremo del pivote del eje - Ajuste
CAP. VIII — El barrilete y el muelle real.............................tía de las espigas de la raqueta - Equilibrado para el ajuste po-
sicional - Fuerza centrífuga - Ajuste posicional - Verifi-
Reparación y ajustes del barrilete - Montaje correcto del cación del isocronismo - Tabla del error diario acumulado -
árbol - Proporciones del muelle real - Arrolladores de mue- Regulación en varias posiciones y diversas temperaturas -
lles - Limpieza, manejo y arrollado del muelle real - Mon- Tabla de corrección para marcha adelantada - Tabla de co-
taje de nuevos ganchos en el muelle - Montaje de un gancho rrección para marcha con retraso.
nuevo en el barrilete - Disposiciones de muelle real desli-
zante - Disposición patentada por el autor - Cliquets de CAP. XV — Ejecución de piezas nuevas ................................. 231
seguridad - Causas de la rotura de los muelles. Materiales pata pulir - El pulido - El limado - Cómo
CAP. IX — Limpieza manual y engrase ................................. 130 se hace un puente de volante - Cómo se hace un muelle o
resorte de "cliquet" - Herramientas y fresas de achaflanar -
Limpieza de la esfera, del áncora, de las piezas pequeñas, Pulido a mano - Herramental nivelador para pulir a ma-
del muelle espiral del volante y de las ruedas del tren - En- no - El pulido y el finisaje del acero.
grase correcto de los rubíes - Engrase del escape - Tabla
original del engrase del reloj - Soportes para máquinas. CAP. XVI — Torneado ............................................................... 254
CAP. X — La limpieza a máquina........................................... 150 Afilado del buril - Preparación y empleo del pulidor -
Cómo se perfilan los pivotes - Cómo hacer las varas para
Preparación de las piezas - Empleo de la máquina - trabajar los pivotes - Montaje del volante - Bruñido de
Cuidados que deben observarse con las soluciones que se usan pivotes.
para la limpieza.
CAP. XI — El "remontoir" y la puesta en hora 154 278
CAP. XVII — El torno universal y cómo se emplea . . .
Principales defectos y sus remedios.
Conservación del torno - Accionamiento a mano, a pe-
CAP. XII — El muelle espiral y la regulación ....................... 164 dal o por motor - Pinzas o mandriles elásticos y su uso -
Manera de pulir en el torno - Torneado de un eje de volante
Signos convencionales - Cómo poner a tiempo exacto -
en el torno - Repartición del torneado - El torno Jacot de
El volante compensado - La función de los tornillos regu-
pivotar - Cómo se hacen las herramientas - Empleo y con-
ladores - Verificación a diferentes temperaturas - Tornillos
servación de los bruñidores - Empleo del mandril de pega-
para corrección en temperatura - Aligerado de los tornillos
miento - Cilindrado entre puntos - Empleo de la polea de
del volante - Tabla de ajuste por temperaturas - Equili-
seguridad - Centrado de un volante - El mandril a escalo-
brado - Volante sencillo - Ventajas del Elinvar y del be-
nes - Calibre y guía - Calibre estilo americano - Montaje
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VIII ÍNDICE DE MATERIAS ÍNDICE DE MATERIAS IX

Págs.
d« un nuevo piñón de centro - Torneado de un espaldón - magnetismo - Aparato de desimantar con la corriente eléc-
Montado a la rueda - Montaje de un nuevo piñón de ca- trica general - Aparato con acumuladores - Aparato con
ñón. - Empleo de una herramienta especial - Pulido del so- acumuladores y vibrador - Desimantado sin ninguna clase
cavado - Torneado de una tija o árbol "remontoir" nue- de corriente.
vo - Limado de las caras del paralelepípedo - El roscado
en el torno - Montaje de un pivote nuevo - Cómo se hace CAP. XXII — Cajas resistentes al agua................................. 398
una broca - Construcción, temple y revenido de brocas - El porqué no puede llamárseles "impermeables" - Prue-
Herramental de pivotar - Enderezado de pivotes del eje del bas a la inmersión - Prueba a presión - Prueba al vacío -
volante - Enderezado de un pivote - Trabajos de torno en Por dónde puede introducirse el agua - Manera de evitar
el barrilete - Herramientas especiales - Empleo del carro que el agua penetre por el "pendan" y por el bisel - Abri-
portaherramientas - Empleo del herramental de pulir cabe- dores especiales de cajas y su empleo - Herramientas abri-
zas de tornillo - Plato universal - Mandril de latón - doras universales - La garantía de "impermeabilidad".
Mandril de linterna - Taladrado autocentrante - Taladra-
do del latón - Aparato de redondear - Aparato de tallar CAP. XXIII — Aparatos para verificar la marcha . . . . 412
engranajes - Alisado - Limado de un agujero cuadrado - El aparato Furzehill - Regulación de la frecuencia por
Procedimiento para quitar el óxido de las piezas de acero. cristales de cuarzo - Amplificador del tic-tac del reloj -
Instrucciones para su uso - Aparatos reguladores registra-
CAP. XVIII — El reloj inglés ....................................................341 dores - Instrucciones para su .uso.
Examen de una máquina con platina de % y barrilete APÉNDICE I — Algunas de las causas que pueden provocar
dentado - Escape de áncora inglesa - Escape con diente de el paro del reloj................................................................421
trinquete - Escape con diente de talón - Marcado de los
rubíes - Profundidad de la retención - Limpieza d*l tren - APÉNDICE II — Decálogo del relojero.............................. . 426
Máquina inglesa con caracol - Construcción de un nuevo
trinquete para el caracol - Montaje de una nueva rueda de ÍNDICE ALFABÉTICO 431
trinquete del caracol - Montaje del nuevo trinquete - Ve-
rificación de la transmisión de la fuerza. - Construcción de
un gancho cuadrado para el muelle real - Limpieza y ajuste
de la cadena de caracol - Máquina inglesa con platina ente-
ra - Empleo de la varilla de ajuste.
CAP. XIX — Fijación de rubíes................................................ 366
Equipo para la fijación de rubíes por presión - Herra-
mientas especiales y accesorios - Substitución de un rubí re-
machado por otro a presión - Montaje de un rubí a pre-
sión - Montaje de un rubí del volante - Montaje de un
rubí contrapivote - Montaje de un rubí remachado -
Montaje manual de un rubí.
CAP. XX.— Rubíes parachoque ................................................381
Teoría de la disposición - Métodos de construcción -
Sistemas "Incabloc", "Parechoc" y "Shockresist" - Lim-
pieza y engrase.
CAP. XXI — Magnetismo y desimantación............................. 387
Magnetismo - Cómo el magnetismo afecta al reloj -
Piezas afectadas - Desimantación - Descubrimiento del
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XVI PRÓLOGO DEL TRADUCTOR

Lector, que esta obra te sea útil y provechosa, pues


para ello han laborado los conocimientos y entusiasmo del
autor, la clara visión del editor del original inglés y la de
la Editorial J. Montesó, que al darla a conocer en nuestro
idioma merece el aplauso de todos. Finalmente, perdónese-
me la inmodestia de hablar de mi colaboración sólo para CAPÍTULO I
decir que el trabajo que se me ha confiado ha sido una con-
tinua lucha para dar con la terminología española más TALLER Y BANCO DE TRABAJO
apropiada, aparte de un esfuerzo encaminado a recoger el
pensamiento y la idiosincrasia ingleses para transmitirlos
ai lector latino. Este libro está escrito especialmente para el principiante,
tanto para aquel que intenta hallar un medio de estudio o una
EL TRADUCTOR distracción reparando y ajustando relojes, como para aquel que
espera, con ello, ganarse honradamente la vida. Se describirán
los primeros pasos en la senda de este trabajo de un modo que
puede parecer demasiado simple; pero, aun al lector que ya ha
dado estos primeros pasos, se le suplica en aras de su perfeccio-
namiento, que no pase por alto estos detalles elementales, ya
que sobre ellos se cimienta la mejor práctica. Lo que se describe,
se basa en mi propia experiencia, en los conocimientos adquiridos
con el estudio de toda la literatura que he conocido sobre la
materia, verdaderamente abundante y aprovechable, y en la
práctica adquirida como encargado de un importante taller de
relojería en el que se reparan anualmente millares de relojes. Las
nociones teóricas y prácticas que se van a exponer, han sido ex-
perimentadas y aprobadas ya por muchos de los lectores de mi
primer libro With the Watchmaker at the Bench (Al banco
con el relojero) y su correspondencia me ha sido de gran uti-
lidad.
La reparación de relojes es un trabajo que requiere una gran
cantidad de inteligencia y concentrada atención. Debe compren-
derse desde el principio que no ha de tomarse a la ligera, pues
exige el más cuidadoso estudio,
Aunque es esencial para el reparador adelantado el cono-
cimiento perfecto de la teoría del áncora, no lo es para el prin-
cipiante antes de iniciar los trabajos prácticos. No se pueden
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2 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO

aprender los ajustes de los mecanismos de un reloj, sin antes Los primeros puntos a tener en cuenta son el ambiente que
estar familiarizado con la forma y función de cada componen- rodea al relojero, su taller, su banco, su asiento y la ilumina-
te. La máquina de un reloj moderno está, aún, distante de la ción tanto natural como artificial. Luego las herramientas con
unificación, y suponiendo que no tiene complicaciones, como que trabaja. Éstas se describirán a medida que su uso vaya apa-
las del cronógrafo, el calendario o el repetidor, su disposición reciendo, cuando se expliquen los diferentes trabajos. En este
sigue el mismo plan a pesar de ser variados los detalles de fa- oficio, como en muchos otros, ningún obrero tiene a mano to-
bricación; por tanto, puede asegurarse que, con la aplicación das las herramientas requeridas para todos los trabajos posi-
práctica, se llegará a alcanzar la capacidad técnica suficiente bles, y el buen relojero deberá discurrir para idearse útiles de
para el éxito. Los conocimientos teóricos, sin los cuales nunca su propia iniciativa, y disfrutará haciéndolos.
puede progresarse, se obtendrán tan pronto como el aprendiz Es esencial para el éxito un banco limpio, una escrupulosa
sea capaz de comprenderlos. Dejémosle, pues, poner todo su limpieza en todo y buena luz. Quizá un banco limpio sea con-
entusiasmo en el trabajo práctico, y los necesarios conocimien- trario al modo de ser de la mayoría de los relojeros, quienes
tos teóricos serán rápida y fácilmente asimilados después. parece como si encontraran gusto acumulando sobre el banco,
tanto las herramientas que necesitan como las que no piensan
Todo relojero debe aspirar a tener vista fija y tacto deli- usar, en una confusa aglomeración con material viejo, traba-
cado. Procurará el máximo control de los músculos de su mu- jos corrientes, cacharros con aceite y un cúmulo de otras cosas.
ñeca y de sus dedos, y ser capaz de escudriñar muy de cerca Con ello se logra que las herramientas se pierdan o se estro-
su trabajo, a través de una lente, fijamente sin fatigarse por peen, y que se inviertan muchas horas al año buscando lo que
largos intervalos. Estos atributos del relojero, para ser usados
se necesita y en arreglar lo que se ha deteriorado.
con éxito, exigen comodidad para el cuerpo, una cabeza clara,
Referente a esto, el principiante está en buenas condiciones
un cerebro tranquilo y voluntad de triunfar.
para adquirir mejores costumbres, y es de esperar que procura-
Puede alegarse que todos los trabajos mecánicos exigen lo rá conservar limpio su banco, guardando las varias herramien-
mismo, así como características personales similares. Es cierto, tas en sus cubetas, cajas o cajones, cada una siempre al mismo
pero si se compara lo que requiere un trabajo en mecanismos sitio, de fácil alcance, y sin que el trabajo en curso sufra entor-
pesados, con herramientas pesadas, y de ajustes de fácil medida, pecimientos.
tal como el que se hace en un motor de automóvil, con el tra- Cuando uno está metido en un trabajo que reclama estrecha
bajo en una máquina de reloj, donde las tolerancias y los ajus- aplicación mental y física, tiene capital importancia todo lo
tes no pueden medirse, si no es por un ojo adiestrado o por un que nos rodea. Se ven relojeros que trabajan en talleres con
tacto sensible, y en el que los ajustes se hacen sobre piezas que, grandes deficiencias, acomodados en la trastienda entre obstácu-
cuando están sueltas, pueden dispersarse con un simple soplo los, o metidos entre polvo, en rincones pobremente iluminados,
o aplastarse con la uña, no se negará que éste es un trabajo al- en espacios insuficientes, a merced de corrientes de aire o de
tamente especializado. pequeñas distracciones; en fin, trabajan en un ambiente que
Por esto prevengo al aspirante a relojero que debe prepa- conspira contra la concentración necesaria para un trabajo de
rarse a estudiar atentamente, a sentarse junto al banco y a tra- tanta exactitud. En tales condiciones no es de extrañar que las
bajar con precisión y escrupulosidad. reparaciones salgan deficientes y caras.
La palabfa que nos da la clave es: PRÁCTICA. El estudio e¡ La moda del reloj de maquinaria pequeña, ciertamente,
necesario, pero la práctica esencial. tiende a persistir. Relojes mucho más pequeños que antes se
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TALLER Y BANCO DE TRABAJO

usarán en el futuro, con la perspectiva de que serán más planos des, las cuales se guardan en cajas de madera, cajones para las
cada vez. Si no son más pequeños, vendrán complicados, indu-
demás herramientas y un armario para el torno.
dablemente, por mecanismos diferentes a los de regular el tiem-
Sitúese el banco de cara a la luz, la
po. Se ha de tener en cuenta que la relojería está pasando del
cual debe ser cenital y, preferentemente,
reino de la mecánica al de la ciencia mecánica, y esto no debe
orientado al norte. Esta orientación pro-
olvidarse al planear y surtir el taller y el banco. Es un punto
porciona una luz suave, y, prácticamente
vital para el principiante y de primera importancia para el sin sombras, muy conveniente para el re-
oficial. lojero. Si no es posible obtener la luz de
orientación norte, deben proveerse me-
Resumiendo: ahuyentar la humedad, el polvo, las distrac- dios para atenuar la deslumbrante luz del
ciones y las corrientes de aire. Fomentar la quietud, el orden, sol. Es aconsejable usar una visera.
la comodidad y una buena temperatura. Proveer buena luz, Una lámpara articulada, para la luz
buena ventilación, buenas herramientas bien distribuidas en el artificial, permite acercar a voluntad la
banco y materiales abundantes. El resultado de todo esto será luz al trabajo, y esta articulación debe
un trabajo agradable y provechoso. permitir cualquier ángulo y mantenerse
Aunque se van a describir las condiciones ideales, ello no en la posición deseada. Es una ventaja
priva al principiante de empezar de un modo más sencillo. Pero poder acercar la luz al trabajo, pues así
no se espere nada bueno, si se intenta hacer el trabajo en un puede emplearse una lámpara de menos
rincón, con una mesa ac- Fig. 2. — Lámpara Te- potencia, que además de ser más econó-
rry, que se fija a cual-
cidental. Tómese en se- quier ángulo. mica, no da tanto calor a los ojos y a la
rio el trabajo y, por lo cabeza. Un buen tipo de lámpara, que
menos, adáptese un es- ha merecido no sólo el favor de los relojeros, sino también el
tante para substituir al de otros oficios, es la Terry Anglepoise, que se muestra en la
banco. Fijarlo al través figura 2. De las pantallas suspendidas, yo pre-
de una ventana, a una al- fiero las de metal esmaltadas en verde por el
tura, por lo menos, de exterior y en blanco por el interior. Pueden
93 a 95 cm del suelo, y adquirirse pantallas de cartón forradas en
de un ancho de 40 - 45 verde y- en blanco, pero no son de aconsejar,
centímetros. La longitud pues la superficie blanca en poco tiempo se
no tiene tanta importan- vuelve de un blanco sucio, y aun marrón, y
cia, mientras sea suficien- la luz en estas condiciones se refleja mal.
te para que ambos codos La altura del asiento es muy importante.
puedan descansar en él No puede fijarse regla alguna, pero debe ser
tal que facilite el trabajo, sentado cómoda- Fig. 3. —Silla Tan-
Fig. 1. - Un banco ideal de trabajo durante el trabajo.
mente, no obligando a agacharse demasiado Sad, con respaldo y
Un banco ideal pue- asiento graduables.
de verse en la figura i. Es espacioso, protegido contra las co- en esto; por tanto es conveniente, aunque parezca que se pierde
rrientes de aire por un bordillo alrededor del tablero, con un
el tiempo, probar hasta alcanzar las condiciones deseadas. El
descanso para los pies, un estante para las herramientas gran-
sobre el banco. No hay dos personas iguales
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modelo de silla de la figura 3 proporciona un asiento muy útil, Deben hacerse algunas recomendaciones sobre el uso de las
ajustable en altura y con un buen respaldo. herramientas más empleadas, para obtener los mejores resulta-
Si hay más de un operario en el taller, se recomienda que dos con los destornilladores, tenazas, alicates, pinzas y con
cada uno tenga su banco independiente, pues a uno le conven- el restante equipo universal sencillo, pero in-
drá, en determinado momento, dar golpes, o limar, y a otro, CAPÍTULO II
al mismo tiempo, que su banco esté bien quieto, por hallarse
trabajando sobre un muelle espiral de volante, por ejemplo. En
las fábricas suizas donde hay varios operarios en el mismo ta- HERRAMIENTAS ESENCIALES
ller, se suele utilizar un largo banco común, fijado junto a las dispensable.
ventanas; pero allí los obreros hacen todos el mismo trabajo, En la práctica cuatro destornilladores
de modo que si uno golpea el banco, los demás hacen lo mismo, bastan para todas las necesidades ordinarias,
y nadie se siente molesto. En un taller corriente, donde pasan a y los tamaños más adecuados son los de 2,5,
reparación toda clase de relojes y como sobre cada reloj se rea- 2, 1,75 y 0,75 mm de diámetro. Creo que
lizan varias operaciones, lo mejor es que cada operario tenga es mejor clasificarlos por el diámetro y no
Fig. 4. — Forma como hacen algunos fabricantes, que les dan
su banco propio. correcta de hoja un número que no tiene relación con el diá-
No puede descuidarse el pavimento. Debe unirse con las pa- de destornillador.
redes sin formar ángulo. El mejor es el de linoleum, de color metro, sin representar ninguna clasificación
marrón liso, orillado con listones de madera clavados al suelo. universal que indique su verdadero tamaño.
La mayoría de las piezas de un reloj son de color claro, las rue- Las hojas de los destornilladores merecen una atención
das doradas y los piñones plateados, con la sola excepción de constante. Los extremos de las mismas no de-
algunos tornillos azules. Por lo tanto, destacan sobre fondo obs- ben ser como un cuchillo de filo basto, sino
curo y así podrán hallarse fácilmente si se caen al suelo. como indica la figura 4; el rebajado de la
hoja debe tener la longitud suficiente y la
finura precisa para que al meterla en la ranura
de la cabeza del tornillo llegue al fondo de
la misma, sin tendencia a resbalar saliéndose Fig. 5.—Punta in-
de ella, desbocándola, cuando se atornilla o correcta de des-
desatornilla con una cierta presión. La figu- tornillador, que
deteriora las cabe-
ra 5 muestra un rebajado erróneo. zas de los tornillos
Las hojas deben ser templadas y reveni- al no poder pro-
das; así se venden en las tiendas, pero cuando fundizar su ranura.
han de rehacerse, después del desgaste, han de
templarse y revenirse nuevamente. El tiempo que se dedica a
esto no es tiempo perdido.
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HERRAMIENTAS ESENCIALES 9

El modo de manipular el destornillador ha de ser franco, persuadírsenos de que son indispensables para el trabajo que in-
y, sin duda, unas palabras de advertencia no sobrarán, si se dican, pero, como se verá en la práctica, esto dista bastante de
tiene en cuenta que bastan- la verdad; así pues, empiécese con pinzas comunes, y más ade-
tes relojeros utilizan muy lante se decidirá si se necesitan pinzas especiales.
torpemente sus herramientas. Las pinzas requieren, de vez en cuando, un repaso. Una
El destornillador grande sir- buena prueba, para cerciorarnos del estado de unas pinzas, con-
ve, como es natural, para
los tornillos de cabeza ma-
yor, y como se ha de ejercer
cierta presión, es más fácil
de dominar. El mejor mo-
do de hacerlo es sujetarlo
como indica la figura 6. Los
otros tres se usan para tra- Fig. 8. — Formas recomendables de pinzas con puntas finas
bajos ligeros, y entonces se
dominan bien si se ejerce so- siste en dejar un pelo humano sobre un vidrio. Si están en
bre ellos, con buen tacto, buenas condiciones, se podrá levantar sin dificultad con ellas.
Fie. 6. — Como usar el , Otra prueba, e importante además, consiste en agarrar una pieza
una
destornillador grande. presión suave, conforme
delgada de metal, tal como un muelle real, por ejemplo, ejer-
indica la figura 7. ciendo una presión bastante fuerte; si las pinzas están en buen
Todos tenemos nuestras preferencias tratándose de pinzas.
Yo prefiero las Dumont, de fabricación suiza, pues son robus-
tas. Tres pinzas planas
cubren la mayoría de
necesidades, dos robus-
tas y unas finas para
trabajar con los espira-
les de volante (Fig. 8).
Para formar la espira
Fig. 9. — Pinzas con punta de curvatura grande y pequeña
superior de estos espi-
rales, propongo empe- estado, no deben doblarse las puntas (Fig. i o c). Si no sopor-
zar con dos pinzas. tan estas pruebas deben ajustarse, y, el mejor modo de conse-
Como puede apreciarse guirlo es frotando las puntas sobre una piedra Arkansas. Pue-
en la figura 9, sólo se de ser necesario, antes de hacer esto, torcer las puntas un poco
diferencian por las para adentro; si son paralelas hay el peligro de que, al agarrar
curvas. algo con fuerza, se tuerzan para afuera, despidiendo la pieza,
Hay docenas de Fig. 1. — Cómo se usan los destornilladores con riesgo de perderla o estropearla (Fig. 10 6).
pequeños.
una buen catálogo de herramientas, en su sección de pinzas, por Hagámonos nosotros mismos dos puntas de engrasar, una
su variedad. Las hay para todos los trabajos concebibles. Puede para los agujeros de rubí y otra mayor para engrasar el muelle
pinzas y fascina hojear
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10 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO HERRAMIENTAS ESENCIALES

real y otras piezas de mayor tamaño. Una aguja de coser co- mi opinión, son los de hueso. También es excelente y muy có-
rriente sirve para una punta pequeña de engrasar. Caliéntese modo un mango portaplumas. Un aro exagonal ayuda a man-
hasta que tome el color azul y límese la punta, como se ve tener la punta segura y a que no gire entre los dedos. Los
Fig. relojeros americanos y
10 1 ....
a. i ..... i i mjg- los suizos prefieren, como
— equipo de engrase,
Las Fig. 11 a. — Punta grande de engrasar para
aceite denso. una bandeja con dos o
tres recipientes para acei-
te y un bastidor para las puntas
de engrasar.Es
Fig. 11 b. — Punta pequeña de engrasar un sistema excelente,
para aceite ligero, con detalle ampliado de pues, así las puntas es-
la punta. tán siempre al alcance de
puntas de la mano. En la figura 12
unas buenas pinzas deben se ve también un pote para medula vegetal, fijado en el equipo
permanecer paralelas cuan-
do agarran pequeñas y que sirve para, limpiar las puntas de engrasar, así como de
piezas.
en la figura 11 b; luego se aplasta el extremo y con una barreta
Arkansas se le da la forma de broca del tipo de punta redon-
deada como las que sirven para taladrar acero. Las puntas gran-
Fig. 10 b. — Si las puntas se
doblan, Fig. 12. — Equipo para engrase, con recipientes para aceite denso y ligero,
como medula de saúco, con ranura para las puntas de engrasar.
indica
(exagera- repuesto para tener siempre medula a mano, cuando se necesita.
damente) Son necesarias dos o tres lupas; una, con doble lente, con
el dibujo, foco de 6 a 7 mm, es indispen-
deben arre-
glarse. sable para examinar los rubíes
y los pivotes. Es un error creer
des se que el empleo de lupas debilita
preparan de la la vista. Obsérvese a los reloje-
misma ros y compruébese si predomi-
manera. nan los que necesitan gafas para
Cuando ya tienen esta
forma, se les pone un mango de 8 la vida corriente. No creo que el Fig. 13. — Lupa Fig. 14. — Lupa
a 10 cm de longitud. Los porcentaje entre los relojeros sea con foco de con foco de
mayor que en el resto de los 75 mm. 6 mm.
mangos largos responden mejor a las necesidades que los cor-
hombres, y la razón está en que
tos. Los mangos de madera son buenos, pero los ideales, según
los relojeros no esfuerzan su vista, ya que cuando han de exa-
minar algo pequeño, no lo hacen sin proveerse de lupa. No re-
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comiendo las lupas de demasiado aumento, porque la vista se se representa en la figura 16. Unos con garras cuadradas para
acostumbra, y cuando realmente se necesitan, entonces son uso general; los de garras alargadas, para trabajos delicados; los
ineficaces; pero de todos modos, estoy convencido de que el uso redondos, para trabajar con alambre, etc., y los de garras forra-
corriente de la lupa no es perjudicial.
La lupa de 5 cm es útil para examinar la profundidad del
engrane de los piñones con las ruedas, para ajustar el muelle
espiral del volante, etc., y
la de 7,5 cm de foco, para
uso general. La lupa de
doble lente ya se distingue
de las demás por su for-
Tenazas finas ma, y es de aconsejar que
por monturas de colores
distintos, o por otros me-
Fig. 16. — Alicates. Garras cuadradas, garras alargadas, garras cónicas y
dios, las lupas puedan di- garras forradas de latón.
ferenciarse fácilmente unas
de otras. Como toda he- das con latón, para sujetar las piezas terminadas y para quitar
Teaizssgrjnc/es rramienta, requiere cuida- un piñón forzado.
Fig. 15. — Tenazas para agarrar y para
dos para cumplir su come- Los alicates, cuando son nuevos, tienen rugosas las caras
cortar. tido. La montura sólida interiores de las garras. En relojería esta rugosidad no es con-
de la lupa tiene la forma veniente, por lo que debe quitarse con una lima o con una pie-
adecuada para amoldarse al ojo, y como el tipo de montura dra de amolar.
compacta tiende a empañarse por la transpiración cuando la Son necesarios también, tres martillos diferentes; uno con
temperatura exterior es inferior a la del ojo, para evitar esto, la cara plana, que es el tipo ordinario; otro con cara redon-
lleva tres o cua'tro agujeros, de aproximadamente 1,5 mm de deada para remachar, y el tercero todo él de latón, o bien con
diámetro. Si a pesar de esto la lente se empaña, sacúdase la un forro de este metal, que sirve para golpear sobre piezas ter-
lupa en el aire para enfriar el interior; esto es más efectivo y
rápido que secarla con una tela.
También son necesarias un par de tenazas. Una fina y otra
algo mayor. Se venden las tenazas con el corte de sus mandí-
bulas, como representa la figura 15. Esto está bien para las te-
nazas grandes, pero el de las pequeñas debe ser limado como se
ve en el detalle superior; así se logra apurar el corte y se faci-
lita sacar un pasador que apenas sobresalga. El poco tiempo
gastado en mantenerlas en buen servicio, ahorra el mucho que
se pierde, a veces, por no estar estas herramientas en buenas con-
diciones.
Asimismo, se requieren cuatro alicates, que deben ser como

Fig. 17. — Palancas para desmontar a mano, con un detalle ampliado


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minadas, ya que no produce rebabas. Si no se dispone de este pinzas, etc., y es buena costumbre el pinchar la medula con tales
tercer tipo de martillo, se coloca, sobre un martillo corriente, herramientas antes de usarlas. Esto es preferible al hábito de
por medio de tornillos, una almohadilla de latón. restregar las hojas de los destornilladores y las puntas de en-
Las palancas para desmontar a mano se las hace uno mis- grasar en la yema del dedo meñique (Fig. 20). Y aun hay relo-
mo, bastando, por ser lo suficiente explícita, la ilustración (fi- jeros que limpian las puntas de engrasar en la solapa de la cha-
gura 17). Se hacen de
latón con un ancho
aproximado de 2 mm,
un grueso de i mm y
Fig. 18. - Calentador para revenir al azul una longitud de unos
10 centímetros.
La figura 18 muestra un calentador para dar el color azul.
Este es un útil indispensable, no sólo para revenir al color azul Fig. 21. — Fuelle
los tornillos, etc., sino que también para calentar las paletas
del áncora cuando se le ajustan las levas, o piedras. queta, y lo que hacen, muchas veces, es añadir más materias
extrañas a las que pretenden quitar ¡y luego las emplean, sa-
Todo banco de relojero debe estar provisto de un pote,
tisfechos, para engrasar!
como, por ejemplo, un barrilete viejo de un reloj de pared fran-
cés (Fig. 19), cortado por la Debe estar siempre al alcance de la mano un fuelle como el
representado por la figura 21,
mitad de su altura, completa-
y también uno o dos guarda-
mente lleno con piezas de medu-
polvos de cristal, para lo cual
la de saúco, colocadas vertical-
sirven perfectamente copas en-
mente. Se comprenderá que el
teras o sin pie, colocadas in-
Fig. 19. — Usando el porta-medula vertidas.
Me referiré frecuentemente
a estas cosas y aun a otras mu-
chas herramientas, cuando se
describan las operaciones en
que intervengan.
El camino del éxito está en
conocer qué herramienta hay
que emplear, y cómo debe
usarse. Fig. 22. — Colocación de un papel-
Fig. 20. — Cómo NO debe lim- tapete.
piarse una herramienta. Finalmente, se pone sobre
el tablero del banco una hoja de papel blanco de unos 20 por
pote debe ser algo pesado, ya que la medula, de por sí, es muy
30 cm. Un buen modo de retenerlo consiste en meter dos tro-
ligera, y si no estuviera fuertemente apretada dentro del pote,
citos de muelle real debajo del listón frontal del banco, de ma-
sería cazada por las puntas de engrasar, al limpiar en ella, y esto
nera que por su elasticidad actúen como sujetadores, según se
anularía su utilidad. La medula sirve para limpiar las hojas de
ve en la figura 22. No es necesario fijarlo por otros lados, pues
los destornilladores, las puntas de engrasar, las puntas de las
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16 MANUAL PRACTICO DEL RELOJERO

el peso del equipo de engrase y el de las copas guardapolvo, lo


mantienen tenso (i). Deben tenerse siempre dispuestas varias CAJA, ESFERA Y AGUJAS
hojas cuadradas de papel de seda de unos 10 X 10 cm, y tam-
bién palillos de madera de boj y recortes de medula de saúco.
Es conveniente que examinemos una máquina de reloj. El
Y ahora, antes de empezar, debo hacer una recomendación
mejor para nuestro objeto es un tipo popular;
personal. Los relojes son mecanismos extremadamente delica-
el que más se presenta en el trabajo de
dos, y una de nuestras preocupaciones, ha de ser dejarlos tan
reparación es el reloj de pulsera de
limpios y tan libres de polvo como nos sea posible; mire, pues, el
13 líneas (30 mm de diámetro) con máquina suiza y áncora
relojero si sus manos están limpias. He visto relojeros manejan-
en cruz.
do una máquina de reloj con porquería bastante en las uñas
En primer lugar, nos daremos III
CAPÍTULO cuenta de que reina una gran
como para hacer parar una docena de relojes. Con uñas cortas
confusión, por falta de unificación, en la nomenclatura de las
y manos escrupulosamente limpias (nuestras mejores herramien-
piezas de un reloj, po r cuyo motivo se dan dibu jos a gran es-
tas) tendremos mayores probabilidades de éxito.
cala en las páginas siguientes. De esta manera se ve una máquina
completa por detrás sin la tapa y por delante sin la esfera, y
asimismo se incluirán ilustraciones de cada pieza por separado
(excepto de los tornillos y rubíes). Todas las piezas vienen di-
bujadas, con su nombre y con toda claridad.
El conjunto de piezas de un reloj que no pertenecen a la
caja, forman la máquina. Pertenecen a la caja, la esfera, las
agujas y también la corona y la tija o árbol "remontoir".
Cuando se recibe un reloj para ser reparado, es aconsejable
hacer, ante todo, un examen general concienzudo de la caja y
máquina, examinándolas bien, con objeto de diagnosticar la
causa de la falla del reloj. Si se trata de la limpieza indispensa-
ble para reengrasarlo de nuevo, porque el reloj ha sobrepasado
el tiempo prudencial, entonces la causa es clara, pero si se nota
una perturbación más profunda, debemos empezar la revisión,
primero, por la caja. Si el reloj viene abollado, fijémonos en
los pivotes de los árboles del escape y del volante. Asegúrese de
que el cristal deja en libertad a las agujas. El entorpecimiento
del movimiento de las agujas por el cristal, o por rozar entre
sí, es la causa de un elevado tanto por ciento de perturbaciones

(i) Algunos relojeros prefieren tener sobre este papel blanco una pieza
de vidrio de cierto grosor, de iguales medidas que el papel indicado, pero no
es de recomendar, por sus inconvenientes en la práctica.
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en la buena marcha de un reloj, y entonces el remedio es claro. condiciones climatológicas: mézclese un poco de cera de abe-
Si cuando abrimos la caja hallarnos que la máquina tiene una jas con vaselina, en la proporción de una parte de cera por cua-
cantidad anormal de polvo, examinemos el caso para encontrar tro de vaselina, y se calienta la mezcla hasta tener una pasta
la solución, y es corriente limpiar, primero, la máquina y des- consistente, con la cual se untan, una vez terminada la re-
pués colocarla debajo de un guardapolvo. Hace tiempo se hizo paración del reloj, todas las superficies de unión de la caja con
una prueba que demos- la tapa y con el bisel, a fin de que una vez cerrados la tapa y el
tró que el polvo se in- bisel, quede una película de pasta interpuesta, que actuará como
troducía en la máquina un cierre perfecto. Lo mismo debe hacerse con la corona y con
a pesar de que la caja
aparentaba tener un Oreja P3r3
correa
buen ajuste. La prueba
se hizo así; se puso el
reloj a la temperatura
de 30 grados (tempera-
tura media dentro de \Cajs.
un bolsillo), y, estando "0/se/
aún caliente, se intro-
Fig. 22 b. — Caja de dos piezas
dujo en una caja llena
de harina, y se dejó en- el cristal, a fin de cerrar los intersticios que puedan haber con
friar hasta la tempera- el "pendan" y con el bisel, respectivamente.
Fig. 22 a. — Caja de un reloj de bolsillo tura de la harina, que Antes de adelantarnos demasiado, debemos concretar algo
e r a aproximadamente sobre nomenclatura: a la armadura de metal, en la que se ajusta
de 18 grados. Con el calor el aire interior del reloj se expan- el cristal, la denominaremos bisel; a la parte media de la caja,
sionó y salió al exterior. Durante el enfriamiento el aire in- sobre la que se cierran la tapa y el bisel, y en la que se aloja
terior se contrajo, y, para reponerse del perdido, se aspiró la máquina, le llamaremos centro de caja o carrura, y respecto a
nuevo aire por la caja, y con él, el polvo que lleva en suspen- la tapa, está claro su nombre. Ésta y «1 bisel pueden fijarse al
sión. Así pues, tómese especial empeño en examinar todas las centro de caja de tres maneras distintas: por presión, por ros-
cajas, y si aun aparentando tener un buen ajuste, el reloj apa- cas o por charnelas. Hay cajas que llevan una combinación de
rece lleno de polvo, tómense providencias para convertir la caja los tres sistemas. Aunque era corriente en los relojes antiguos,
en estanca al polvo, antes de devolver el reloj al cliente. hoy es raro encontrar un bisel que se fije al centro de caja por
Estas observaciones servirán también para hacer más es- charnela; actualmente van sujetos a presión o por rosca. Algu-
tanca al agua una caja. Muchas resisten la entrada del agua du- nas veces hay dos tapas en una caja, una dentro de la otra,
rante cortos intervalos de tiempo. Esto es, si se echa el reloj y, en este caso, a la interior se le llama guardapolvo. Algunos
dentro del agua y se recupera inmediatamente, la máquina ape- relojes se hacen con el centro de caja y la tapa formando una
nas saldrá perjudicada, pero el remojo prolongado, o su uso en sola pieza, ajustando la máquina a la caja por delante, y sien-
una atmósfera húmeda, como la del trópico, o en ciertas in- do el bisel la única pieza suelta. A estas cajas se las llama de dos
dustrias, es perjudicial para la máquina. Con un sencillo tra- piezas, y por suprimir hendiduras por donde el polvo y la
tamiento aplicado a la caja, se perfeccionará su resistencia a las humedad puedan introducirse, son preferidas, cada día más, por
los proyectistas de relojes de pulsera.
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Son variadísimas las formas de las cajas de reloj. Sin duda, opuesto de la charnela, o si no la hay, cerca de la corona, pero
la caja redonda es la mejor desde el punto de vista estético y evitando su deterioro. Cuando ya tenemos la hoja del abridor
también es la que más se usa y la más fácil de hacer, pero la entre la tapa, o el bisel, y el centro de caja, désele un movi-
moda manda y las formas continuarán variando. La aplicación miento de volteo, como la acción de una palanca, que, apoyán-
del reloj a la muñeca es la principal causa de la diversidad de dose en el borde del centro de la caja, actúe sobre el canto de
formas de las cajas, así como la aplicación del reloj en los bra- la tapa, o del bisel, según lo que ha de quitarse. No se dará nun-
zaletes. ca a la hoja del abri-
Al pequeño tubo a través del cual la tija o árbol "remon- dor un movimiento
toír" se introduce en la caja se le llama "pendan" (de la palabra tangencial, pues so-
francesa pendent), y tiene su origen en los relojes de bolsillo, lamente se lograría
porque de él, y por medio de una anilla, pendía de la cadena rayar el centro de la
el reloj. caja y la tapa y per-
Dejando las modas por el momento, y la cuestión muy im- der el tiempo sin
portante de las cajas estancas, a las cuales dedicaremos luego conseguir abrirla.
un capítulo, vamos, ahora, a tratar del mejor modo de abrir la La apertura de
caja de un reloj. Lo primero a hacer es determinar cómo abrir- una caja es una cosa
la, pues si no se sabe cómo va fijada la caja, no se debe inten- sencilla, a pesar de Fig. 23.—Modo correcto de abrir una caja as reloj
tar hacerlo con la hoja de un cuchillo o con un destornillador, que no lo parece
a no ser que no sea roscada ni fijada por tornillos. Puede ser cuando se ve a personas que intentan abrirla con un destorni-
roscada o, para que sea estanca, tener una fijación particular. llador, dando a éste un movimiento como para hacer un agu-
Examínese el canto de la tapa y del bisel para ver si hay se- jero. Con gran frecuencia se encuentran relojes que tienen su
ñales de haberse abierto anteriormente. Si es del tipo de pre- caja estropeada, debido a los chapuceros intentos para abrir-
sión, es muy probable que en el canto se note una pequeña la. Se ven tapas roscadas que han sido forzadas con el abridor
muesca, la cual indica dónde meter la hoja del cuchillo, del y, por supuesto, luego aparece su rosca estropeada. A veces
abrecajas, o la uña del dedo pulgar. Para el mismo fin. algunas uno encuentra charnelas retorcidas, particularmente en cajas
cajas llevan un pequeño labio en la tapa. Si se sospecha que es de forma especial, porque no se ha tenido la precaución, ya
del tipo roscado, coloqúese el reloj, bien plano, sobre la palma recomendada, de abrir por el lado contrario. Para abrir una
de la mano izquierda, con el cristal boca abajo, apóyese la pal- caja, domínese completamente el abridor, pues si éste se esca-
ma de la mano derecha sobre la tapa con fuerza, y dése a am- para podría rayar la tapa o hacer saltar su chapeado. Tal de-
bas manos el movimiento propio para desenroscar. Esto gene- terioro debe evitarse, lo que se consigue con sólo un poco de
ralmente logra mover la rosca más apretada. Si fuera necesario precaución y cuidado. Si se agarra el abridor como indica la
ejercer mayor presión, apliqúese inteligentemente. figura 23, presionándolo cerca de la punta, se tendrá una buena
Si se está seguro de que la tapa no va roscada, precédase a guía, sin peligro de que se escape, y así obtenemos una presión
su apertura con el cuchillo. Manténgase firmemente el reloj con considerable, con toda seguridad y en el sitio apropiado.
la mano izquierda y el abridor con la mano derecha, como in- Una vez abierta la caja, la máquina requiere nuestra aten-
dica la 'figura 23. Introdúzcase la hoja del cuchillo en el lugar ción. Y separado el bisel, procedamos ahora a retirar las agujas,
adecuado, esto es, en la muesca o por debajo del labio. Si el no sólo por su seguridad, sino también porque es más conve-
reloj no tiene ni muesca ni labio, insértese el abridor en el lado niente hacerlo antes de sacar la máquina del centro de caja.
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Háganse un par de pequeñas palancas, como las indicadas en la la, tija, o en el sistema negativo haber desplazado la corona,
figura 17; éstas sacarán las agujas más aferradas, sin riesgo al- tómese el reloj con la mano izquierda, como se indica en la fi-
guno de perjudicar a la esfera, aunque ésta sea de delicado es- gura 25, con la primera articulación del dedo índice contra la
malte. Si la esfera es de metal, póngase debajo de las palancas esfera, y sosteniendo la caja con el pulgar y el dedo medio.
un poco de papel, para evitar que quede señalada. Las agujas Suéltese la máquina,
segunderas podrán quitando los tornillos
también sacarse con que la fijan a la caja,
las palancas, si hay su- o dándoles la parte de
ficiente espacio entre giro indispensable si
ellas y la esfera. Ge- son de cabeza incom-
neralmente estas agu- pleta. A los tornillos de
jas están tan juntas a la caja con medía cabeza
la esfera, que resulta se les llama tornillos de
imposible introducir garra. Si ahora ejerce-
las palancas debajo de mos una pequeña pre-
ellas, y es peligroso sión con el índice de la
forzarlas con unas te- mano izquierda, la má-
nazas o un destorni- quina puede quedar li-
llador para arrancar- bre; y digo "puede",
las. Es mejor quitar, porque la mayoría d'e
en este caso, la esfera las veces la máquina es-
Fig. 24. — Descargando el muelle real
y, conjuntamente con tá agarrotada. Si es así,
ella, la aguja segundera. Cuando se ha aflojado la esfera para inviértase el reloj, pón-
poderla quitar, apalanqúese, con la hoja de un cuchillo, cerca gase un pedazo de pa-
de la aguja segundera, y ésta saldrá fácil y seguramente, tanto pel de seda sobre la má-
si la esfera es metálica, como esmaltada. Si no se ha podido quina, y apliqúese una
retirar la aguja segundera con las palancas, déjese para hacerlo ligera presión sobre la
después que se haya sacado la máquina de la caja. platina posterior y en
su parte opuesta a la co-
Para separar la máquina de la caja, primeramente se afloja
rona. Algunas veces hay Fig. 25. — Modo correcto de sujetar el reloj
de una a una vuelta y media el tornillo de la tireta, y entonces cuando se quita la máquina.
un pasador fijo cerca cié
se saca la tija. El montaje de este árbol puede hacerse de dos la tija. Mientras se ejerce la presión apóyese el reloj por un
maneras. El positivo, con tija larga, que es el invariablemente canto sobre el tablero del banco, y así al desprenderse la má-
empleado por los suizos y el de más uso en Inglaterra. Los fa- quina lo hará por la parte de la esfera con un giro de ángulo
bricantes americanos optan por el negativo, en el cual la tija pequeño. Véase la figura 26.
es corta y se ajusta en un pequeño agujero cuadrado de la par- En las cajas de dos piezas, la máquina está alojada simple-
te superior de la máquina. En las cajas americanas la tija no mente en el interior, y el bisel va fijado por presión o por rosca.
puede quitarse, pero la corona puede desplazarse para correr El procedimiento a seguir con estos relojes consiste en quitar
las aguias a fin de ponerlas a la hora. Después de haber retirado primeramente el bisel, luego desplazar la corona a la posición
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de poner a la hora, y luego con cuidado se quita la máquina por


además, la precaución de cogerla siempre con un papel de seda.
medio de la tija. Si en algún punto ésta se resiste, se puede
Puede haber humedad o polvo en los dedos, tan poco que no
facilitar la extracción, apalancando con un destornillador pe-
se note, pero como los dientes del barrilete sobresalen, por és-
queño, sirviéndose de la caja como punto de apoyo, y forzan-
tos se arrastra la humedad, la transpiración o el polvo y son
do la esfera.
captados por el piñón de centro. El óxido que se nota algunas
Con la máquina ya fuera, proc eda mos a quitar la esfera. veces en este piñón se de-
En muchos relojes modernos, ésta viene fijada por tornillos la- be probablemente a lo
que acabamos de indicar.
Una vez separadas
la esfera y las agujas, de-
ben ponerse siempre en
lugar seguro, pues se es-
tropean con gran facili-
dad. Guárdense en una
caja o cajón, y para esto.
y para otros muchos ob-
jetos, son excelentes es-
tas pequeñas subdivisio-
nes de los cajones del banco. La esfera y las agujas no se ne-
cesitarán hasta el montaje final, después de efectuada la re-
Fig. 26. — Cómo se quita una máquina agarrotada en la caja
paración.
terales. No deben quitarse, sino sólo aflojarlos lo suficiente Cuando se habla de las piezas principales de la máquina de
para permitir que la esfera se suelte sin esfuerzo. Es importante un reloj, las platinas y los puentes forman un conjunto que se
recordar que sobre la esfera nunca debe ejercerse fuerza alguna. llama armazón. Cuando se mira la máquina, en la caja, por el
Si es esmaltada se soltaría el esmalte, y si es metálica se podrían lado de la tapa, a la platina visible se le conoce por platina su-
producir abolladuras y dejar señales, precisamente en donde perior. La platina a la cual va fijada la esfera y que es la ban-
lleva las espigas. Después de retirar la esfera, atorníllense nue- cada en la máquina del reloj, se llama platina de fondo o pla-
tina inferior.
vamente los tornillos para evitar que salten y se pierdan.
El manejo correcto de una máquina es una técnica especial
que debe practicarse desde los comienzos, para que, aun en los
momentos de prisas o nerviosismos — y de éstos surgen mu-
chos en la vida de un relojero — pueda mantenerse la máquina
sin peligro. Es una mala costumbre tocar con los dedos las pla-
tinas o la esfera (Fig. 27), no sólo porque pueden producirse
oxidaciones y marcarse huellas, sino que también porque en una
máquina lista, si se mantiene así, el aceite puede escurrirse de
los pivotes. Conviértase en hábito el manejar siempre correc-
tamente la máquina y cuando el trabajo está terminado, tómese,
Fig. 27. — Cómo NO debe manejarse una
máquina.

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adapte a toda la ranura del tornillo, saqúese el del puente del
volante, y, con las pinzas robustas, levantarlo por su extremo
de sujeción. Hay en este extremo una pequeña ranura, que
sirve para poner las puntas de las pinzas. Manténgase el puen-
te con las pinzas, mientras se saca, y cuando se ha libarado de
los pasadores de situación, levántese con el volante, que aun le
está ligado. No se haga ningún esfuerzo indebido. Cuando el
CAPÍTULO IV puente ya está libre, puede permanecer agarrado por el platillo
de seguridad detenido por la entalladura del áncora, de modo
LA MÁQUINA, SUS PIEZAS Y DESMONTAJE que no debe tirarse del volante para evitar el riesgo de retorcer
el muelle espiral. Si el volante no quiere soltarse, continúese
sosteniendo el puente del volante, conservando fija la mano de-
Una vez retiradas las agujas y la esfera, queda visible la recha, dando con la izquierda un pequeño giro a la máquina,
cara de la platina inferior, o de fondo, la cual actúa de bancada con lo que se desenganchará el áncora. A veces es preciso para
del mecanismo de las agujas. Éste viene representado por las obtenerlo dar giro a la derecha y a la izquierda, es decir, hay
ruedas de reducción pequeña entre las agujas horaria y minu- que hacer una pequeña oscilación.
tera. Quítense estas ruedas y pónganse sobre el papel blanco de Cuando el volante ya está libre de la máquina, evítese que
cubierta, debajo de una campana de vidrio, y ya no se retirarán quede colgando del espiral, bajando hasta que e] pivote infe-
hasta que vuelvan a necesitarse. Las copas, como hemos dicho, rior descanse sobre el banco, y con cuidado se le da vuelta al
sirven perfectamente de campanas protectoras contra el polvo, puente para que quede con la raqueta para abajo, o sea, coloca-
y el relojero hará muy bien en obtener las que pueda en varios do plano. El volante tenderá a voltearse con el puente, y le ayu-
tamaños. Todas las piezas desmontadas deben guardarse bajo daremos, tirando suavemente de sus costados, mientras toca al
estas campanas. Éstas protegen las piezas contra su pérdida, la papel de cubierta del banco. Si con todo esto el volante no se
oxidación, la suciedad y un deterioro fortuito, y aunque las voltea, levántese con cuidado .con las pinzas y hágase que el
piezas hayan de limpiarse luego, se guardarán bajo campana. pivote superior, ahora hacia abajo, permanezca en el agujero de
Es una buena costumbre. su rubí.
Volvamos ahora a la máquina, invirtiéndola para quitar el Este procedimiento de voltear es perfectamente seguro en
volante. Séase cuidadoso, pues cuando la máquina está sobre el la mayoría de relojes, pero no en todos; algunos relojes llevan
banco con la placa de fondo hacia abajo, hay dos piezas im- un muelle espiral flojo. Estos espirales flojos son generalmente
portantes que sobresalen: el árbol de centro, que soporta el pi- blancos, y si hay alguna duda respecto a la dureza del espiral,
ñón de cañón, y, si el reloj lleva aguja segundera, el pivote de déjese por el momento la máquina sobre el banco. Bájese el
la rueda segunda. Recuérdese esto cuando se trabaja sobre la volante hasta que su pivote de fondo descanse sobre el ban-
platina superior. Sosténgase, pues, la máquina por el canto con co, y entonces, manteniendo fijamente el puente con la mano
el pulgar y los demás dedos, de modo que la parte carnosa de izquierda, quítese el tornillo de la sujeción fija del muelle
los mismos actúe de almohadilla, apoyándola solamente sobre espiral y el volante podrá desprenderse. Algunas veces las
el banco por el punto en que debe efectuarse la presión (i). Con espigas de la pata de la raqueta continuarán sujetando el mue-
un destornillador del tamaño adecuado, esto es, cuya hoja se lle espiral, y esto puede provocar que al tirar el volante hacia
abajo, produzca la flexión, y hasta la deformación del espi-
(i) Más adelante el autor da instrucciones para el empleo de unos so-
portes de boj para apoyar la máquina sin temor a deterioros en las piezas ral. Para soltar éste, con las pinzas f inas se tuerce suave-
.salientes mencionadas. — (Nota del T.)
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Volante,
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Fig. 29. — Piezas de la máquina desde la platina superior
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k e r- s o ft w a 28 MANUAL PRÁCTICO DEL R ELOJERO Ptetina inferior
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ÁroO/"remor>toir"otija
mente lo más cerca posible de las espigas. Existe también un MÁQUINA (Platina superior) Torn/tfo de /a tiréis
sistema de sujeción fija del espiral en el cual ésta está en la cara Tf'reta
superior del puente. Algunos relojes suizos y la mayoría de los Torni//o de /a tireta /a
Torni/lo de I puente,
ingleses lo llevan, y entonces la sujeción fija del espiral se suel-
fío de fiiac/én
ta cuando el puente del volante aun está fijo en la máquina, y Je Torm
fo caja —
así al retirar el puente, el volan- iffa del'puente^
Torn
a primera
te y su espiral se quedan con la perior de
máquina. La mayoría de los re- Ruedera rueda
Rubíperior
su de
lojes que llevan este sistema son Ja prim
fe Segunda rueda
de bolsillo, siendo raro encon- ftubr su escape
e del
y efe fas primera
da ruedes
trarlo en los relojes de pulsera. eda de centro
Pe/ent
Suponiendo que el volante erior
y segun
de
de escape
con su puente ya están sueltos fu
Tornillo'dei'puente.
fuóisup
eda de escape.
y sobre el banco en posición in- la uperior de/áncora
ri/ed3
cora —
vertida, tómese el puente entre ilue//e espiral de/róbate
el dedo pulgar y el índice de la Ru fuente deíancora Arbol"remontoir"'o
Ruéisi//o de/puente de/áncora tija
mano izquierda; estando aún Án d / t d /i t da de transmisión
Plato de la ruedf detrsnsmis/ón
sobre el banco, se destornilla la Tornillo de /a rqeda
dff transmisión
sujeción fija del espiral y se se- Torn
foedadetrint/veteo 'K/igvet "
f ff
para el —
Fig. 28. volante del puente.
Modo correcto de ha-No es acosejable levantar el puente •rn/'/A 'de la 'rueda t/e
trine/veteo "c/iyuft"
durante estacerlo.
operación. Cuando se quita el volante del rubí, Platina inferior
Piróte superior ds la
tanto si el volante está con la máquina como con el puente in- raedaoecentro
Cojínetesuperior
vertido, siempre debe levantarse verticalmente para no estropear i c/e centro
' Puente de/ barrilete
el pivote del eje del volante. Después de haber quitado el tor- Trinquete o "c/f'ot/et "

nillo de sujeción fija del espiral, y retirada ésta, vuélvase a ator- ete inferior
Torf7Í//0 de/ . ,.
'Cr/wjvete o
e/ártiof Tornil/e dePiía
nillar para que no se pierda. de/terr/'/ete defecara

Inviértase nuevamente la máquina y saqúese el piñón de


cañón. Para esta operación, sosténgase firmemente la máquina
con la mano izquierda por el canto de la platina de fondo y CJoiin Torni/lo del puente
agárrese ligeramente el piñón con los alicates con forro de latón, cf de/ w/afrte
r?af/i/eta
Ruó/cqntr&pirote,
dándoles un giro contrario al de las agujas del reloj y, al mis- superior oe/ifo/ante

mo tiempo, tírese con fuerza. "/a espié/a


de
Vuélvase, otra vez, la máquina (¡cuidado con el pivote de Disco contra-
pizote
la segunda rueda!) para empezar a desmontar el tren de ruedas, superior dff/ífo/ante
'Siyecio'n
pero, antes de ir más lejos, asegurémonos de que el muelle real de/ettre/node/espirat
//o de sujeción de/
está descargado, y, si no lo estuviera, reténgase el tren con un extremo de/ espiral
Espacio libre para la inspección del'escape
palillo de madera. Es importante siempre probar la tensión del
Torni//o de/ disop
contra-piírote

Fig. 30. — Piezas de la máquina desde la platina inferior


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muelle real antes de tocar el puente del áncora. Esto se hace muelle real, frenando con un dedo sobre el borde de una
sencillamente por una ligera presión sobre un radio de la rueda rueda,
de centro o tocando suavemente el áncora.
fspacio /(¿repara /a pero el modo más seguro de hacerlo consiste en sostener la má-
quina como en la figura 24 con la corona frenada suavemente
Jgt/jeroi/elaespiga Je/¿
entre los dedos pulgar e índice, y entonces por medio de un
punzón se separa el cliquet y se permite a la corona girar entre

füCNTC fff¿ VOLANTE WLJHTE COMPLETO

Espigas
sj&fif /a </f rayueía
Tt>rni//o o'e d l
/o/j o'e/ escape Sujeción de/ _. __ 'cpntrap/vote fitue//e espiral
Topes de /imitación espír&l — 'superior del yo/ante raían te
e/? oc/ni
r?t/o/' inferior Yo/ante t/e
o'e/ votante tl/SCO IHFCtVOR compensado"
'inspección efe/escape 'aouitfs covTKf.fivoTe
ayusta a£L ifOLANT£

Fig. 31. — Platina inferior (vista Fig. 33. íT


desde el interior de la — Puente del volante, volante completo y disco
AsienCo de la contrapivote
rueda del volante.

los dedos. Cuando se nota que va a perderse el dominio de la


corona, se suelta el cliquet para que se engrane nuevamente con
la rueda.
El muelle real jamás debe descargarse súbitamente, pues se
estropearía su centro.
Si se ha quitado el áncora y se deja que el tren gire rápi-
damente, es muy posible que algún pivote se eche a perder. He
visto relojes con el pivote de la rueda de escape inutilizado por
haberse permitido que su tren girara rápidamente, estando seco.
Una vez descargado el muelle real, se desenroscan los torni-
llos del puente del áncora y se quitan. Digo se quitan porque
máquina) a veces un tornillo aparenta estar libre, y cuando se intenta le-
"ue/itc del barrilete vantar el puente con el tornillo puesto, éste aún está sujeto.
r?(/b/superior
¿e/escape
Saqúese el puente del áncora y póngase aparte. Como el áncora
fcóisuperior quedará a la vista, se sacará de la máquina verticalmente. El
o'e/a 2' .
tren de ruedas puede dar algunas vueltas, cuando se retire el
^Fig. 32. — Puentes del barrilete, del áncora y de las ruedas primera y se- áncora, por haber quedado el muelle real con alguna fuerza
gunda y escape.
aún: no es siempre posible descargarlo totalmente, pero es tan
Un operario experimentado es capaz de retirar el puente poca la fuerza residual que no puede dañar. Después repónganse
del áncora y quitar ésta, permitiendo descargarse lentamente al los tornillos en el puente para que no se extravíen. El --eponer
inmediatamente los tornillos en su sitio es una buena costum-
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k e r- s o ft w a LA MÁQUINA, SUS PIEZAS Y DESMONTAJE 33 k e r- s o ft w a
32 MANUAL PRACTICO DEL RELOJERO

bre, pues además de ahorrar mucho tiempo, se evita que se ha- pérese un poco y entonces se podrá estirar. Para sacar el árbol
gan acoplamientos incorrectos. Puede haber tornillos muy pa- del barrilete debe ponerse mucho cuidado. Agárrese el árbol con
recidos por el diámetro y por el. paso de rosca, y no obstante unas pinzas recias y déseles un giro en el sentido de las agujas
tener un poco más de longitud para fines determinados. Poner del reloj, hasta que se desenganche el muelle real, y entonces
un tornillo más largo donde no corresponde, puede perjudicar podrá retirarse el árbol.
a otra pieza e impedirle su trabajo correcto; además es imposi-
ble apretar a fondo un tornillo demasiado largo y esto conduci-
rá inevitablemente a un falso asiento de la pieza. líq-mia
tRÍOL "fe/HOHTOIK
Después se sueltan los tornillos del puente del escape, pri- fíÁTIN* fe Ct/aittTA
mera y segunda ruedas y se quita la del escape. En seguida se
saca la rueda de trinquete y el puente central y se retiran las ,o
Mués cspara _ fosca para /a corona V e/> t}p/atirta
ruedas de centro, primera y segunda. Luego el puente del barri- /a tireta Dientes para engr con /s ruffy c/e co,
grana
lete y se quita el barrilete. Ahora nos hallamos con la platina •fspa/dó'r? para r
Fig. /á rufob corona
de fondo, o posterior, con el mecanismo de mover las agujas 'Prisma cuat/rada de/ario/
para e/piñón tfoó/e 34. —
fijado en ella. Generalmente las ruedas de corona y de piñón \ Piróte t/e/srio/
-
doble pueden sacarse fácilmente. No se aconseja todavía sacar el A
tornillo de la tireta. Ésta puede mantenerse por el resorte de gajero rascado r/fcTA
YTOKN/Í.Í.O
retención. Si ocurre así, se quita el resorte de retención y luego de ti
f
el tornillo de la tireta y esta misma. Acto seguido el disco con- issadorpara
trapivote. Algunas veces éste queda pegado por la adhesión del encajarconi Pasador para
rm/f/re de retención encajar con te
muesca def^ '
aceite; para liberarlo, remuévase un poco, a fin de que por el "renjontoir

agujero pueda empujarse por el otro lado. HVfCA Of COffOMA


Sientes de trinquete
uientes de para engranar coi '
Volviendo al puente del barrilete, ya podemos quitar la trinquete pare
engrsnarcon
/a rueda de coron
rueda de transmisión. Esta rueda va sujeta generalmente por piñón dob/e

un tornillo de paso a la izquierda, que, por tanto, debe destor- Piezas del
nillarse girando en el mismo sentido que las agujas del reloj,
aunque, a veces, se sujeta con dos tornillos de rosca normal.
Trátese este tornillo con cuidado y pruébese suavemente en am- mecanismo
bas direcciones, sin ejercer gran fuerza. Actualmente se tra- de carga
baja para poder identificar con alguna señal los tornillos de
rosca a la izquierda. Mientras los fabricantes se ponen de acuer- Siempre debe tenerse presente que para
do sobre esto, y ante la duda, supóngase que este tornillo es de desmontar el muelle
paso a la izquierda, antes de hacer fuerza para desenroscarlo. real hay que tomar grandes precauciones, pues de proceder con
Quítese el tornillo del cliquet y su resorte. brusquedad, es muy fácil inutilizarlo. Si el muelle real se extrae
Dediquemos ahora nuestra atención al desmontaje del ba- forzando por el centro de modo que tome la forma de cono,
rrilete. Métase la punta de un destornillador en la muesca del cuando está fuera es ya inútil. Una vez el muelle toma esta
sombrerete y saqúese con cuidado. Suele salir fácilmente, pero forma, no puede volverse a la forma primitiva, y si se monta
si se resiste, frótese todo su reborde con un cepillo y bencina, es- de nuevo rozará con el sombrerete. Para extraerlo correctamen-
te sosténgase el barrilete con la punta de los dedos y, con las
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k e r- s o ft w a 34 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO LA MAQUINA, SUS PIEZAS Y DESMONTAJE 35 ac
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pinzas recias, tirar sólo lo absolutamente necesario del centre tar nuevamente las piezas sin otras instrucciones, de modo que
del muelle; la palabra "tirar" no es precisamente la adecuada: si el reloj marchaba antes de desmontarlo, ha de marchar igual-
más bien debe decirse "tentar". Cuando empieza a moverse, se mente después del nuevo montado. En caso de que el reloj no
pone el barrilete en la palma de la mano izquierda y se mani- ándase antes de desmontarlo, no es de esperar que un simple
pula cuidadosamente el muelle con los dedos de la mano dere- desmontaje y el consiguiente montaje consigan hacer que ande.
cha. Es una operación bien simple, que a menudo se hace mal. Algo tiene el reloj cuando no marcha, y este algo puede descu-
brirse por cuidadoso examen y atenta observación de cada pie-
RI/SOA
BARRILETE OJ!>de/mi/e//f
,real
fRiMSKA
j*s=í?at-.
za que se desmonta, cosa que se hace preferentemente cuando
se desguarnece la máquina. Para ello las próximas instrucciones
tratarán de su puesta en práctica.
Antes de quitar la esfera, comprobemos el juego de la agu-
Sombrerete
ja horaria. Sujetándola con unas pinzas por su base, se prueba
fata//j del \ de moverla arriba y abajo. La rueda horaria con su aguja y la
sombrerete —'
aguja minutera en posición, deben tener juego axial. Si no lo
hay, quítese la rueda minutera y pruébese otra vez; si entonces
tiene juego, esto indica que la aguja horaria necesita introdu-
cirse más en su rueda, o que su tubo sobresale demasiado y en
este caso debe rebajarse al torno. Si, por otro lado, la rueda
¿tente
horaria, con la aguja minutera fuera, aun no permite el juego,
Fig. 35. — El barrilete y el tren de engranajes entonces ha de rebajarse en el torno su cañón o tubo. General-
mente se hallará que la rueda horaria tiene demasiado juego, en
Ya tenemos ahora la máquina desmontada y las piezas pues- cuyo caso se coloca un casquillo en ella al montarla nueva-
tas sobre el banco, protegidas contra el polvo por campanas. mente.
Ésta no es la práctica usual, pero, como he indicado antes, el Probemos después el juego lateral de la aguja horaria, esto
proceso de desmontaje ha sido explicado paso por paso; lo que es, el engrane de la rueda horaria con el piñón de la rueda mi-
ha de hacerse con las piezas ya se explicará, con toda extensión, nutera. La aguja horaria debe estar perfectamente libre. La
en un próximo capítulo sobre la limpieza. Por el momento ya falta de libertad puede achacarse a tres causas: c) engrane duro
estamos más o menos familiarizados con la forma, función y, con el piñón de la rueda minutera; b) ajuste prieto del tubo
particularmente, con el manejo de las varias piezas de la má- de la rueda horaria con el piñón de cañón, y c) el tubo de la
quina. Supongamos que se está desmontando el reloj, y mien- rueda horaria se traba con la esfera.
tras lo hacemos deben examinarse las diversas acciones. Con la máquina fuera de la caja y la esfera suelta se exami-
Es una buena costumbre esforzarse ya desde los comienzos, nará su cara interior para ver el espacio que queda entre ella y
después de haber estudiado con interés las instrucciones dadas el piñón de la rueda minutera. Si no hay espacio libre en este
hasta aquí, en volver siempre todas las piezas a su lugar, te- punto, se notarán señales de rozamiento. Si la marca es imper-
niendo en cuenta que en ningún caso, para ajustarías es nece- ceptible y hay alguna duda sobre ella, úntese el borde superior
saria la fuerza; si un tornillo o una pieza no se ajusta fácil- del piñón de la rueda minutera con aceite, y volviendo a colocar
mente, es que está en posición equivocada. Cualquier persona ia esfera y la corona en la posición de poner a la hora, se dan
de mediana inteligencia técnica, habiendo adquirido los conoci- dos o tres vueltas a las agujas. Quítese de nuevo la esfera y
mientos de desmontar una máquina de reloj, ha de poder mon-
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36 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO LA MÁQUINA, SUS PIEZAS Y DESMONTAJE 37
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mírese si hay trazas de aceite en su reverso. Esta es una prueba se explicó el piñón de la rueda minutera, se prueba otra vez
importante, porque se descubre si la rueda minutera está libre con la esfera en la máquina. Si aun roza, señalando la esfera, se
cuando la máquina y la esfera están montadas. La libertad de debe reducir su altura.
la aguja horaria puede probarse fácilmente, pero no se da un En el caso de esfera metálica, se toma un pedazo grande de
indicio, como para la de la rueda minutera. corcho, se corta plana una de sus caras y se sujeta en un tor-
Una rueda minutera que roce, puede no ser causa del paro
del reloj, pero tendrá malas consecuencias para su regularidad.
La rueda puede rozar solamente en determinadas posiciones du- A- Carcho

RUEOA //ÍKAKIA
P/i/ÓND£ CAÑÓN
. Asiento t/e/a aouig
Cañón Je te P/'ñón m/nutera *
•c/edg frorar/a Certe toara
ficfon e/ásticg

Fig. 36. — Ruedas horaria y minutera y piñón de cañón o


«chossé»

rante su revolución, y ello puede ser causa de pérdida de po-


tencia que produzca paros intermitentes. De tener la evidencia
de que algo estorba, deben buscarse los medios para lograr el
juego necesario, existiendo dos caminos para ello. Si la esfera
es esmaltada, una barreta de carborundum, en forma de lápiz,
puede servirnos para rebajar la esfera en donde roza, y si es
metálica, el rascado con un cuchillo puede bastar, pero si no es
así, en ambos casos, se reduce la altura del piñón de la rueda mi- Fig. 37. — Rascando una esfera de metal
nutera.
Las barretas con punta de carborundum, que pueden ad- nulo de banco. Póngase sobre el corcho el pedazo de gamuza,
quirirse en las tiendas de suministros, tienen un grueso parecido y sobre ésta un trozo de papel de seda: estas precauciones, que
al de un lápiz y una longitud de 75 mm, constituyendo la he- pueden parecer excesivas, pero no lo son, deben tomarse para
rramienta ideal para rascar esmalte. no marcar la cara de la esfera, pues su acabado es tan delicado
Déjese la esfera, cara abajo, plana sobre .un trozo de ga- que muy poca cosa basta para afearlo. Sujétese la esfera como
muza. Sujétese firmemente la esfera con los dedos pulgar e ín- antes, y rasqúese con movimientos diversos la parte afectada con
dice, tómese la barreta del carborundum con la mano derecha un cuchillo afilado. Si se maneja el cuchillo con fuerza, aparece-
y, después de humedecida su punta, se rasca el lugar preciso. rá una abolladura en la cara de la esfera; por lo tanto, es pre-
Muévase la barreta describiendo círculos, con cierta presión. El ferible trabajar con muchos cortes pequeños, a dar pocos cortes,
carborundum desbasta rápidamente, tanto que no tardará mu- pero profundos (Fig. 37). Cuando todas las señales de piñón
cho en aparecer el cobre, base del esmalte, por lo que se acon- han desaparecido, rasqúese un poco más aún, repóngase la es-
seja no profundizar. Algunas veces basta con rascar con el car- fera, y se prueba, como antes, para ver si puede ya girar libre
borundum hasta que se borre la marca dejada por el piñón. el piñón.
Elimínese el polvo levantado, y, después de untar como antes
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k e r- s o ft w a 38 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO k e r- s o ft w a

Si la altura del piñón de la rueda minutera es tal que no


basta lo indicado para tener el espacio libre, póngase la rueda
minutera en un torneador y rebájese la cara superior en el
torno. Pruébese en la máquina otra vez y, si está completa-
mente libre, se acaba la superficie del piñón con un pulido a
mano, como se explica extensamente en el capítulo XV, Eje- CAPÍTULO V
cución de piezas nuevas.
Antes de retirar la rueda horaria, examínese su engrane con EL ESCAPE DE ÁNCORA, SU EXAMEN
el piñón de la rueda minutera. Los engranes son tratados con
detalle en el capítulo VII, y por el momento continuaremos Y CORRECCIÓN
con el examen del movimiento de las agujas. Para comprobarlo,
se aconseja hacerlo girar de modo que pueda verificarse en los Hemos llegado al punto en que debe considerarse el modo
cuatro cuartos. Deben tenerse en cuenta varias posibilidades: la de sujetar la máquina. Relojeros expertos prefieren sujetarla
rueda horaria puede estar un poco descentrada, el centro fuera con la yema de los dedos, mientras otros, igualmente expertos
de la verticalidad o el árbol torcido. Todos estos defectos pue- utilizan un soporte especial. Se requieren soportes de varios ta-
den afectar al engrane, el cual puede ser correcto en un sitio y maños, y para las diversas formas pueden emplearse accesorios
duro o flojo en otro. Si no es posible corregir el engrane y la especiales. De todos modos, es preferible adquirir aptitud para
rueda horaria todavía tiene en algún punto el engrane duro, sujetar la máquina con los dedos. Con la platina superior hacia
lo que causa un frenado, deben rehacerse sus dientes. De esta arriba, verifiqúese el juego axial del eje del volante. Hagamos
operación ya se hablará más adelante. Y con ella puede provo- previamente dos pequeñas definiciones:
carse un engrane flojo en otro sitio, pero ello aligerará el sitio
duro, y soy de la opinión que el engrane flojo es el mal menor; Juego axial es el movimiento disponible cuando la -distan-
es importante que el engrane no sea demasiado profundo, pues cia entre los rubíes es mayor que la longitud del eje. Juego la-
de otro modo perturbaría la buena marcha. teral es el movimiento disponible cuando el agujero del rubí
Ahora se quita la rueda horaria y se examina el engrane de es mayor que el diámetro del pivote.
la rueda minutera con el piñón de cañón. Han de tenerse en Evidentemente, la distancia entre los rubíes y el diámetro
cuenta las mismas observaciones que se hicieron para la rueda de los agujeros de los mismos deben ser mayores que la longi-
horaria. Saqúese la rueda minutera y agárrese el piñón con tud del eje y el diámetro del pivote, respectivamente, y las di-
unas pinzas, probando de girar la rueda con los dedos, a fin ferencias son las que dan la libertad de movimiento.
de asegurarse de que está solidaria con el piñón. Conviértase en Es difícil precisar la holgura de juego que ha de tener un
hábito el verificar el eje de la rueda minutera con unas pinzas eje; generalizando, se puede decir que ha de ser mínima, pero
para ver si está firme. Algunas veces se puede encontrar flojo el el eje debe de quedar en libertad. Si se dice que el eje ha de
piñón de la rueda y frecuentemente el eje no está bien fijado. estar libre, quiere indicarse que lo ha de ser, pero no puede
Ambos casos pueden perjudicar mucho y pasan fácilmente por precisarse en qué cantidad. Naturalmente que el tamaño del eje
alto si su verificación no forma parte de la costumbre del pro- tiene mucho que ver en ello: un eje grande tendrá más juego
fesional relojero. que uno de pequeño. El juego es cuestión de proporcionalidad.
No hay duda que los fabricantes tienen medios para medir la
cantidad de juego de un eje, pero éstos no son asequibles a los
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reparadores, que deben fiarse de su experiencia en este asunto, alcanzarse. Por esto, si los pivotes del eje del volante, o los de
que aunque parece insignificante, es en extremo importante. Al- cualquier piñón del tren, están ajustados forzadamente en los
gunos relojeros comparan la cantidad de juego axial con otras rubíes, se tendrá una condición de frenado, como muestra la
piezas de la máquina, tales como el grueso del muelle espiral; figura 3 8 (exageradamente), dejando aparte la cuestión de la
otros dan medidas definitivas, mientras algunos se contentan di- lubricación.
ciendo que el movimiento debe ser imperceptible. Si examina- A primera vista parece que todo lo que antecede es hipoté-
mos un reloj de 13 líneas el juego tico, pero de hecho no es así. Lo que quiero dejar bien sentado,
axial conveniente sería de 0,02 mm. es que si los pivotes
Como idea de lo que significa tal tienen un ajuste
cantidad, basta compararla con el exacto—entendien-
grueso de un papel corriente de do por exacto una
impresión que es de o, i mm, o sea precisión real —, y
5 veces mayor. De todo lo que an- si los agujeros son
tecede se deduce que en esto se da absolutamente ver- Fig. 39. — Comprobando el juego lateral de los
una considerable tolerancia, y lo ticales, entonces, y pivotes del volante.
mismo puede decirse del juego la- sólo entonces, puede
teral. Según esto, sosténgase lige- la pieza girar libremente. Tal grado de precisión no existe en
Fig. 38. — Eje de volante incli- ramente con unas pinzas el vo- un reloj, y para acomodarnos a esta realidad debemos ser un
nado, con los pivotes trabados.
lante por un brazo, y muévase poco generosos en lo que a ajustes se refiere.
arriba y abajo para sentir y decidir si se nota excesivamente o La aplicación de aceite entre dos superficies, es como intro-
ya está bien. Generalmente, si el juego es mensurable, señal que ducir una serie de rodillos moleculares entre ellas. Si estos ro-
es excesivo. dillos son demasiado tenues por causa de un ajuste prieto, no se
Un ajuste prieto en el pivote, tanto en sentido axial como notan las ventajas de la lubricación. Si, además, nuestro ideal
lateral, puede parar el reloj, o afectarlo de modo que, aunque el es tener un ajuste exacto, debemos agenciarnos recursos más o
pivote pueda moverse cuando se prueba, no permita una buena menos laboriosos para alcanzarlo. Como de ninguna manera
lubricación. Además el eje puede no estar completamente verti- nos interesa un ajuste prieto, cuando se acaba un pivote se ajus-
cal y esto es mucho más serio. ta en el agujero del rubí, con pequeño deslizamiento, de modo
La mayoría de relojes, incluyendo muchos de buena cali- que el rubí caiga suavemente por su propio peso, y luego se da
dad, están llenos de pequeños errores, cosa de todos modos to- al pivote dos o tres pasadas con el bruñidor para tener un lige-
lerable; y uno de los más frecuentes de estos pequeños errores ro excedente.de libertad.
.es la falta de verticalidad. La inclinación de un piñón respecto a Para probar el juego lateral de los pivotes del eje del vo-
la vertical puede ser muy pequeña y difícil de medir, si no se lante, debe tenerse la máquina como en la figura 39, con la pun-
hace con instrumentos especiales muy delicados. Faltas micros- ta del dedo índice apoyándose en el borde de la platina y con
cópicas de esta clase son reveladas en la fábrica por aparatos de la yema del dedo tocando la llanta del volante. Ahora con el
proyección, que amplían las piezas de la máquina varias veces, más ligero movimiento de vaivén, puede inclinarse, o no, según
de manera que una pequeña desviación de la vertical se hace no- la libertad de los dos pivotes. Hágase oscilar el volante muy des-
table. Como que siempre ha de haber juego lateral y axial, pue- pacio y examínese con una lupa potente el pivote superior,
de dejarse por sentado que la absoluta verticalidad nunca podrá mirando por debajo del puente del volante. Hágase lo mismo
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con el pivote inferior, mirando por el lado del puente del ánco- jes de i o yí líneas en adelante. En los relojes pequeños el vo-
ra. Puede que no se vean los pivotes, pero el eje debe observarse lante tiene tan poca masa que no se distingue el golpe de la
cuidadosamente tan cerca de ellos como sea posible. Digo esto, caída. Esta prueba sirve para dos fines: indica si hay algún juego
porque se suele tener la tentación de observar los juegos latera- axial, y, con experiencia, puede determinarse si el juego es bas-
les mirando a través de los rubíes; esto no es satisfactorio, aun tante y los pivotes están libres en sus rubíes.
cuando se haya quitado todo el aceite. Los extremos de los pi- Si la caja, por el lado de la tapa, se
votes son pequeños y redondos, y a menos que haya un notable apoya sobre la oreja derecha y se deja caer
exceso de juego, éste no es lo rápidamente la cabeza por el lado izquier-
suficientemente pronunciado pa-
ra juzgar si es o no correcto. do, se oirá que el pivote superior cae pe- Fig. 41. — Agujero
Según mi parecer, no es una gando sobre el contrapivote. Si después se hiperbólico de rubí.
buena prueba. Se consiente una repite la operación, pero lentamente, en
. 40. — El juego lateral del tolerancia, como con el juego sentido inverso, y la caída del pivote no es
de eje axial, pero no se olvide que un perceptible, ello indicará que el pivote se
de volante no debe permitir más mete en su agujero. Se requiere un poco de
5 grados de inclinación por muy pequeño juego lateral pue-
de parar al reloj, o afectar su práctica para llegar a conocer inmediata-
marcha, y que si es excesivo dará con toda seguridad una mala mente si el juego axial es correcto o para Fig. 42. — Agujero
cilindrico de rubí.
regulación en diferentes posiciones. asegurar que los pivotes están libres o aga-
rrotados, pero este ensayo puede practi-
Otro ensayo del juego lateral consiste en colocar el volante
carse sencillamente sin perder nada, hasta alcanzar pericia.
como en la figura 40; deberá poderse balancear aproximada-
La ventaja de los agujeros hiperbólicos en los rubíes (figu-
mente 5° por cada lado de la vertical.
ra 41) es que si el agujero está ligeramente fuera de la vertical,
Como última prueba del juego axial del eje del volante,
no tendrá tendencia a agarrotarse y, además, se tiene una ma-
cuando la máquina está definitivamente montada y a punto de yor reserva de aceite. El agujero cilin-
meterla en la caja, oprímase ligeramente con un palillo de ma- drico (Fig. 42) causará el encasquilla-
dera el contrapivote superior del eje: si el volante se para u '(J do del pivote, si no están en línea los
oscila más despacio al ejercer la presión, entonces el juego axial pivotes superior e inferior. Aparte de
es escaso. Si, por el contrario, puede ejercerse bastante presión la gran ventaja apuntada, la cual por
sin que el volante la acuse, es señal de que existe un juego axial sí sola se recomienda, la superficie de
excesivo. Sin embargo, no se olvide que ha de tenerse en cuenta fricción del agujero hiperbólico es con-
la resistencia del puente del volante. Un puente débil no sopor- Fig. 43. — Un pedazo de
papel doblado puesto de- siderablemente menor que la del cilin-
tará la misma presión que un puente recio, y en esto debemos bajo del áncora constituye drico.
recomendar otra vez discreción y experiencia. un excelente freno. Una característica importante del
El juego axial del volante puede verificarse escuchando aten- escape, que vamos a examinar y com-
tamente cuando la máquina, en su caja, se invierte de posición. probar seguidamente, es la posición en la cara de retención de
Apóyese el reloj plano sobre la oreja, e inclínese rápidamente la leva de la paleta, donde el diente de escape toca cuando el
la cabeza (y el reloj, naturalmente) de un lado para otro, para áncora detiene la rueda de escape. Para este examen, debe reti-
poder oír la caída de los pivotes del eje del volante sobre sus rarse de la máquina el volante completo con el puente, y éste
respectivos contrapivotes. Esta prueba sólo da resultado en relo- es el momento de comprobar los juegos axial y lateral del eje
del áncora. Las observaciones-y tolerancias relativas al eje del
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Es esencial algún dominio sobre el movimiento del áncora,
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re volante de que se trató antes, son válidas también ahora, con re
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cuando se examina la retención, y puede obtenerse colocando
la excepción de que el eje del áncora debe tener menos juego >
axial que el del volante. También, si el eje del áncora no va mon- debajo de ella una pequeña tira doblada de papel que
tado sobre rubíes, el juego axial puede controlarse por los es- actúe"
paldones de los pivotes. como cuña (Fig. 43). El grueso de papel depende de la holgura '•
que hay entre el áncora y la platina inferior; algunas
máquinas
aceptarán un pedazo de papel recio, mientras otras solamente-

Fig. 45. — Definición de las piezas del áncora

papel de, seda. La ligera elasticidad del papel actuará como


un freno para fijar el áncora y retenerla en la posición deseada.
Dejemos que el muelle real se descargue del modo correcto.
Con un palillo puntiagudo de madera movamos el áncora
has-
que un diente de la rueda de escape toque en la cara de impul-
de la leva de la paleta de entrada. Las levas (piedras, que pue-
den ser metálicas, de acero, y modernamente son rubíes) se
llaman de entrada y de salida (Fig. 45). Cuando la rueda de
escape gira, la leva de entrada es tocada en su cara exterior por
el talón del diente de la rueda de escape, mientras la de salida
lo es en su cara interior, llamándose a estas dos caras, caras de
ención. A los extremos de las levas amolados a un cierto ángu-
lo se les llama planos o caras de impulso. La acción del diente

Fig. 44. — El escape de áncora visto de perfil y de frente. Los ángulos varían de escape sobre las caras de las levas, es primero de choque con
ligeramente en relojes de marcas diferentes. (Cortesía de Omega Watch Co.) ellas, lo cual motiva el paro de la rueda que giraba; pero la fuer-
za que actúa sobre la rueda continúa ejerciendo presión sobre
la cara de retención, y esta cara debe estar a un ángulo tal
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con el diente, que esta presión tienda a empujar el áncora en tiempo la retención de la leva de entrada. Repítase esta verifica-
engrane con él. A esto se le llama impulso. El ligero movi- ción en cada leva quince veces, esto es, con cada uno de los
miento que empujando las levas se da al áncora, toma el nom- dientes de la rueda de escape, para convencerse de que todos los
bre de camino al punto muerto. La acción siguiente es la osci- dientes retienen con seguridad; hay el peligro de que la rueda
lación del volante liberando la leva y permitiendo a la rueda de escape esté un poco descentrada. Si se adopta este método de
que continúe su giro. De esta manera el diente pasa a lo largo de inspección se obtiene más exactitud que dando cuerda a la má-
la cara de impulso de la leva y se quina y moviendo el áncora hacia adelante y hacia atrás para
escapa enteramente del dominio del examinar la retención con la fuerza del muelle real. Por otro
áncora. Entretanto la leva opues- lado, si el reloj ha pasado por sus manos antes, se ha hecho un
ta ha entrado en contacto con otro meticuloso examen de la retención y vuelve el reloj con buena
diente de la rueda de escape para regulación, entonces la verificación bajo la acción del muelle
retenerse en su cara interior, y se real será suficiente.
repiten las operaciones de empu- Si en algún diente la leva de entrada no se retiene, esto es,
je, camino a punto muerto e im- el diente de escape cae directamente sobre la cara de retención,
Fig. 46. — La retención correc-
ta no debe sobrepasar 2 grados. pulso. Esta somera descripción del la reacción inmediata del reparador puede ser tirar hacia afuera
funcionamiento del escape de án- la leva para que engrane. Pero antes de hacer tan considerable
cora se ha hecho aquí a fin de definir las diferentes palabras que modificación en el ajuste del escape, es preciso ver si la posición
se usarán en los párrafos siguientes. Estudíese la figura 48. de la leva de salida es buena.
Volviendo a nuestro examen de la retención de la leva de Aumentando el engrane de la leva de entrada, automática-
entrada, muévase suavemente la rueda de escape hacia adelante mente se amplía la retención en la leva de salida, por cuyo mo-
con el palillo de madera para obligar al áncora a moverse, mien- tivo es necesario, cuando se saca para afuera la leva de entrada,
tras el diente se desliza a lo largo de la cara de impulso. Cuan- compensarlo metiendo para adentro la leva de salida en propor-
do el diente se libera de la leva, obsérvese atentamente con la ción equivalente. Considérese el caso en que la leva de entrada
lupa de doble lente la posición exacta donde el diente corres- tiene demasiado engrane y también la de salida en el lado de
pondiente toca en la leva de salida. Hay dos agujeros para ins- engrane, pero éste no en grado excesivo. Esta falta puede en-
peccionar, inmediata mente debajo de las levas, y si la máquina mendarse sencillamente, entrando un poco la leva de entrada,
se mantiene a 6 ó 7 cm de distancia del papel blanc o de sobre lo que corregirá la leva de salida sin tocarla. Así, antes de mo-
el banco, de modo que el escape se ilumine por reflexión, puede ver cualquier leva, deben estudiarse siempre como un par, y ha-
verificarse la cantidad de retención. Para ser correcta, debe ser cerse cargo de lo que pasará antes de efectuar ningún desplaza-
aproximadamente d os grados del arco de una circ unferencia miento.
cuyo centro es el eje del áncora (mejor menos que más), como Las levas van sujetas en sus alojamientos por goma laca.
se indica en la figura 46. Deben amoldarse exactamente en su encaje, dejando espacio a
Sin un aparato exprofeso no es posible medir 2", pero es- una película de goma laca para el pegado. Llegado el caso de
tudiando la figura 46 puede grabarse en la mente el engrane tener que desplazar las levas, han de calentarse para que la laca
correcto de la retención. Muévase ahora el áncora un poco en se ablande.
sentido contrario para que el diente esté sobre la cara de im- Debe tenerse presente que, excepto en relojes muy finos en
pulso de la leva de salida y apliqúese presión hacia adelante a los que las levas están cuidadosamente ajustadas, hay una ligera
la rueda de escape para impeler el áncora, observando al mismo capa de goma laca detrás o debajo de las paletas. Póngase el
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áncora sobre el calentador de azular (Fig. 18) con la parte de
( i ) En caso de no tener a mano un calentador de azular, puede hacer-
la laca hacia arriba, y cerca del áncora, por el lado de las pale- se con cuidado directamente sobre la llama de alcohol, procurando que la
as, déjese un pequeño pedazo suelto de goma laca que servirá pieza esté el mínimo de tiempo en la llama, moviéndola con un rápido mo-
de indicación del calor requerido (i) . Manténgase el calentador vimiento de vaivén, si bien es preferible no recurrir a este procedimiento.
t sobre una llama de alcohol hasta que el pedazo suelto de laca dos y rayados de desgaste. Si la cara de impulso está picada, se
se ablande. Es importante no sobrepasar este punto, pues la debe a mala retención, a una rueda de escape dura, o posible-
laca se estropearía. La placa se mente, a un tren de ruedas duro. De estar las caras defectuosas,
dilata cuando está caliente, y si las levas deben cambiarse sin dudar o la regulación saldrá .per-
lo estuviera judicada.
Levas de paleta nuevas pueden encontrarse en las tiendas de
suministros, dispuestas para ser colocadas en seguida. Es nece-
sario llevar el áncora para que las levas sean las adecuadas para
los encajes. Montar nuevas levas es una operación muy similar
a la de ajustarías, ya explicada. Se coloca el áncora sobre el ca-
demasiado, las le- lentador de azular; introdúzcanse las levas en los encajes de
vas serían desplazadas de su asiento, asegurándose de que ajusten bien, y se pone un pe-
posición. Cuando el calenta- queño trozo de goma laca sobre y detrás de ellas. Se mantiene
el calentador sobre una llama de alcohol hasta que la laca se
Fig. 47. — Moviendo una leva dorestá lo suficientemente ca-
derrita y fluya sobre la superficie superior de la leva. Retírese el
liente, se coloca sobre una ma-
calentador de la llama y póngase sobre una madera en el banco.
dera u otro material aislante
para que no esté en contacto Sujétese el áncora con unas pinzas, y con otras pinzas en la
con el banco, y con unas pin- otra mano, tírese la leva para adentro y para afuera de modo
zas fuertes en la mano izquier- que la laca se escurra entre las levas y los costados del encaje.
da se sujeta el áncora firme so- Cuando se tiene, finalmente, en posición, mírese si la laca ha
bre el calentador, como se ve formado una película sobre la leva. Si el movimiento de la leva
en la figura 47, y con otro par ha impedido la formación de la película, se recalienta para flui-
de pinzas se ponen cuidadosamente las levas a la posición que dificar nuevamente la laca. Móntese el áncora en la máquina y
se desee. Se aconseja aplicar el mínimo de calor necesario para verifiqúese su posición. Si han de hacerse ajustes, cosa más que
facilitar el corrimiento de las levas, y así asegurarse de que las probable, precédase como se ha explicado anteriormente. Por
propiedades adhesivas de la laca no se han destruido. El pedazo último, se quita toda traza de laca de la leva y de la parte me-
de laca de testigo puede examinarse y tocarlo para saber cuán- tálica de las paletas, menos la película de laca de sobre la parte
do las levas podrán moverse, con preferencia tentando la laca inferior. Naturalmente, tratándose de máquinas más finas, en
de las paletas. Puede ser necesario tener que hacer una o dos las que no se ve laca en las levas originales, porque ajustan
modificaciones antes que la retención sea correcta, y es esencial particularmente bien, toda laca visible debe quitarse.
colocar nuevamente el áncora en la máquina cada vez, a fin de Habiéndose logrado una retención satisfactoria, esto es, una
comprobar cada corrección. Finalmente mírese si han quedado vez situadas las levas de las paletas exactamente al engrane ne-
trazas de goma laca en las caras de retención y de impulso de cesario, debe comprobarse el camino a punto muerto. Como se
las levas; si las hubiera, pueden quitarse fácilmente rascando ha explicado anteriormente, éste es el movimiento de la palanca
con un buril. También, antes de hacer cualquier modificación, del áncora hacia el tope de limitación, o punto muerto inme-
examínense las caras de retención y de impulso y el canto de diatamente después de la retención. Esto implica dar fuerza al
retención, con una lupa potente, para descubrir si tienen pica- tren de ruedas. Para esta verificación se carga el muelle real con
dos o tres vueltas y el áncora se acuña, como antes, con unos
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ESCAPE DE ÁNCORA, SU EXAMEN Y CORRECCIÓN 51

engrana con ¿a e//'psf esta


¿i f/fpst //¿re /a enfa//ac/ura y a ¿junto t/etni/er-
¿e /a enta//acfurí sae/ta/a ri/efá ¿a t/r st/ dirección
e/r'pse para /tuertar n</e -
/'A rafnente /a ro'ecfa
ora focate ¿e escape
esp/ya efe/punto
¿a ri/ea?a ffsta £/diente q snt/erto a csuss
Jeten/da y tes /¡bre y empieza efe/ arras tre
/oras paradas e/ i/npis/so
/fetenc/ón, v'
ca/nino al ^
puntamuerto—
y arrastre,

Fig. 48. — (Continuación)


a) Con Ja palanca del áncora contra
la espiga del punto muerto, la rueda de entrada a alcanzar el próximo diente
escape está retenida contra la leva de activo de la rueda de escape.
Lae//pse Lateóse esta salida; la elipse está a punto de entrar e) La rueda de escape choca con el
reateimpu/so i/x/f>te Je en la entalladura de la palanca del án- canto de la leva de entrada y, si la es-
t/e/ar/a cora. piga de punto muerto estuviese coloca-
b) El volante continúa en movimiento, da deretroceso
manera que no se permitiese ma-
el dardo viene frente a la media luna, la yor
no tendría
a la palanca del áncora,
lugar otra acción. Pero la
elipse engrana con la entalladura del án- espiga de punto muerto está colocada a
cora, lo que levanta la leva de salida lo propósito para que
suficiente para liberar la rueda de es- más de movimiento, consienta un poco
Stdiente cape ; la presión del diente de la rueda presión de la rueda deasíescape la continuada
hace se-
O/ente cerca está a punto de escape, sobre la cara de la leva de sa- guir el movimiento de la leva,
Je/e — </e t/epr/a lida, inicia el impulso, hasta
refeac/on " cafa ¡ que la palanca toque a la espiga de pun-
Je/a/ o) Con el tren movido ahora por el to muerto. Este movimiento de diente y
muelle real, la rueda de escape gira; la leva es el arrastre y el movimiento de
continuada presión deslizante, sobre la la palanca durante el arrastre es el
cara de impulso de la leva de salida, da lamino a punto muerto. El volante que-
un impulso completo, que se transmite da libre otra vez y continúa su oscila-
al volante por la entalladura del áncora ción.
y la elipse. /) El escape está ahora retenido y
d) La palanca, girando sobre los pi- el volante continúa su oscilación hasta
votes de su eje, lleva, ahora, la leva de que se para e invierte su movimiento
por la acción de su muelle espiral.

dobleces de papel. Se mueve el


áncora despacio, pero firmemen-
Fig. 48. — Serie de diagramas que muestra lo que sucede en cada punto del te, hasta que caiga un diente sobre la cara de retención de la
escape, excepto en el muelle espiral del volante, cada 1/5 de segundo. leva. Anótese la distancia que hay de la palanca del áncora al
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ESCAPE DE ÁNCORA, SU EXAMEN Y CORRECCIÓN 53

tope y continúese el movimiento del áncora hasta que se pare cano, teniendo siempre la precaución de que queden paralelos.
por chocar con el tope. Este movimiento debe ser perceptible, Hay otras formas de topes en diversos modelos de relojes,
pudiendo observarse en la figura 49 la cantidad aproximada. pero el principio de abrir y cerrar es siempre el mismo.
Para dar una idea general de la cantidad de movimiento entre Cuando el gran relojero inglés Tomás Mudge (1715-
la palanca y el tope, baste decir que debe ser igual al grueso del 1794) inventó el escape de
muelle espiral del volante. El cami- áncora en el año 1765, se es-
no a punto muerto ha de ser el mis- forzó en hacer un escape a
mo por ambos lados. Este camino golpe muerto, pero no descu-
profundiza la retención y es una pér- brió la necesidad del impul-
dida actual de fuerza desde que au- so. El resultado fue que hizo
menta la cantidad de potencia nece- dos muestras y se desanimó
Camino s/ saria para la liberación. Es esencial de proseguir. Es posible que
fli/nto muerto —* para la acción del escape, con todo, encontrara mayor pr ovecho
Fig. 51. — Reduc- Fig. 52. — Ensan-
proveer la holgura del tope. Esto en otras investigaciones, ya ción del ancho de chamiento de los
permite, por impulso, asegurar la en- que dedicó gran parte de su los puntos muer- puntos muertos
Fig. 49. •— Movimiento apro- trada de la elipse en la entalladura tiempo a los cronómetros pa- tos solidarios de solidarios de la
la platina. platina.
ximado del áncora, que cons- de la palanca del áncora, como aho- ra la navegación.
tituye el camino a punto
muerto. ra veremos. Y no fue hasta que Josiah Emery (1770-1805), relojero
Si el suizo residente en Inglaterra, introdujo el "impulso", cuando
camino a punto muerto es el escape de áncora realmente se destacó. Hasta entonces, cerca
excesivo, está claro que los topes deben cerrarse, esto es, acer- del año 1780, el escape de áncora
carse por igual. Cuando los topes están ajustados, esto se logra no era de uso general. Algunos
muy fácilmente, ya que basta con torcerlos para adentro, sien- atribuyen este perfeccionamiento a
do esencial que los topes se conserven páretelos, como ilustra A. L. Bréguet (1747-1823).
la figura 50, pues en caso contrario el camino Como ya hemos explicado an-
variaría cuando el reloj estuviese en la posición tes, si la cara de retención de la leva
de esfera para arriba. Cuando los topes no son está inclinada un poco respecto al
Fig. 50. — Se de- radio con centro en el eje de la rue-
espigas, sino que se obtienen en la misma pla- ben conservar pa-
tina, no es cosa tan sencilla. Se hace un corte ralelas las espigas da de escape, la presión del diente
de punto muerto dirige la leva para abajo, obligando
en la cara de tope para formar un poste que después de torci- Fig. 53. —Con Fig. 54. — Sin
pueda doblarse para adentro (Fig. 51). Este das. arrastre. arrastre. al áncora contra el tope de punto
corte se hace con una lima para ranuras de ca- muerto (Fig. 53). Para verificar el
beza de tornillo. Si el camino es poco, se re- impulso, se dan al muelle real dos vueltas; retírese el papel do-
bajan los cantos de tope, como indica la figura 52. Los relojes blado, y muévase cuidadosamente el áncora hasta que un diente
americanos van generalmente provistos de pasadores excéntricos de la rueda de escape esté justamente a punto de dejar la cara
combinados con tornillos, de modo que por simple giro de los de retención de la leva, y entonces, en este preciso momento,
tornillos, los caminos a punto muerto pueden abrirse o cerrar- si el áncora se suelta de repente, volverá al tope sobre el cual
se, permaneciendo siempre paralelos. Si el camino es poco, se originariamente tocaba. Pruébense ambas levas de la misma ma-
nera. Esta comprobación es muy importante, pues garantiza
doblan entonces los topes para afuera, si no son del tipo ameri-
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54 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO ESCAPE DE ÁNCORA, SU EXAMEN Y CORRECCIÓN 55 k e r- s o ft w a

que el dardo del áncora está libre del platillo de seguridad. Sin sar. Manteniendo todavía las herramientas en posición, sóplese
impulso, el reloj podría funcionar-satisfactoriamente, si se man- sobre las levas para enfriar y solidificar la goma laca.
tuviera estacionario en posición horizontal, pero no sirve para No es suficiente correr a un lado la leva y quitar el áncora
la práctica, siendo esencial que el áncora tenga impulso. del calentador. La cantidad de movimiento que se necesita para
Lo que pasaría si no hubiera impulso, es que una ligera sa- corregir la leva es tan poca que si la leva no se mantiene en
cudida haría retroceder el áncora, de modo que el dardo rozaría posición hasta que la laca se haya solidificado, es probable que
con el platillo de seguridad. Se ha visto que el camino a punto vuelva a la posición errónea. Si después de la verificación el im-
muerto facilita el impulso. pulso es aún insuficiente, la leva debe cambiarse por otra lige-

Fig. 56. — La flecha indica Fig. 57. — La flecha indica


el juego exterior. el juego interior.

Fig. 55. — El ángulo de la leva se mide desde el centro del piñón de escape. ramente más estrecha. En algunas paletas puede ensancharse un
Para aumentar el arrastre se mueve la leva en la dirección indicada por la poco el encaje; la mejor herramienta para hacerlo es el pulidor
flecha en la segunda ilustración.
de la entalladura de la palanca del áncora, el cual se describirá
La figura 54 muestra una leva situada radialmente, en la luego. Nunca he visto aún el par de levas con demasiado im-
que se ve la tendencia del diente de la rueda del escape a im- pulso, de modo que creo no es necesario pensar en su corrección.
peler la leva hacia arriba, separándola de la rueda. En cambio, La próxima verificación será para tener la seguridad de que
mirando la figura 53, en la que la cara de la leva está a un án- la rueda de escape tiene el tamaño correcto. Ésta se hace com-
gulo con el radio, se comprende que la leva es impelida hacia el probando el juego por dentro y por fuera. Con el áncora en
centro de la rueda. posición, se dan dos o tres vueltas al muelle real y se vuelve a
Si no hay impulso, o es débil, o sea, si la palanca del áncora poner los dobleces de papel. Se mueve el áncora hasta que un
no retrocede a punto muerto, cuando se verifica según las ins- diente de la rueda de escape se apoye sobre la cara de retención
trucciones anteriores, precédase como sigue: descargúese el mue- de la leva de entrada. Ahora, con mucho cuidado, se sigue mo-
lle real y retírese el áncora de la máquina. Se pone sobre el ca- viendo el áncora hasta que el diente justamente va a dejar la
lentador, para arriba la parte de la laca, y se coloca un pedazo cara de retención, y cuando está en esta posición exacta, pruébe-
de laca al lado para que sirva de indicación del calor. Calién- se el juego de la rueda de escape. El talón de un diente será in-
tese hasta que el pedazo de indicación se ablande, retírese el ca- terceptado por la leva de entrada, y la punta del diente cuarto,
lentador de la llama y póngase sobre una madera en el banco; tres después del interceptado, será detenido por la parte poste-
entonces mientras se sujeta firmemente el áncora con unas pin- rior de la leva de salida; véase la figura 56, donde se indica la
zas sobre el calentador, empújese la leva al ajuste necesario, ha- cantidad de liberación. Esto es conocido por juego exterior.
cia un lado, como indica la figura 55, con una punta de engra- Muévase ahora el áncora hasta que la leva de salida detenga un
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diente, disponerlo hasta que el diente esté justamente a punto ra 58.) En otras palabras, la palanca debe moverse una cantidad
de liberarse, y verificar otra vez. Aquí solamente tenemos tres igual a ambos lados del centro del rubí inferior del volante. Esta
dientes entre las levas, y la figura 57 indica en dónde debe comprobación puede parecer tosca, pero responde satisfactoria-
comprobarse el juego interior. mente.
La aparente libertad de los juegos interior y exterior ha de La verificación correcta se hace colocando el volante en po-
ser igual. Poco o ningún juego exterior y un exceso de juego sición sin el muelle espiral, con el muelle real parcialmente en-
interior demuestra que la rueda de escape es demasiado pequeña. rollado y el áncora con el papel de cuña. Reténgase el volante,
Por el contrario, una ausencia de juego interior y un exceso de colocando una cerda de cepi-
juego exterior significa que la rueda de escape es demasiado gran- llo de relojero debajo del
de, y el único remedio para ambos casos es cambiar esta rueda puente del volante. Esta cer-
por otra de tamaño correcto. Afortunadamente, esta necesidad da elimina el juego axial del
no se presenta a menudo. Si los juegos exterior e interior no árbol del volante y así lo
son exactamente iguales (puede uno ser un poco mayor que el mantiene sujeto a una fric-
otro), no es necesario exponerse a inconvenientes para corre- ción ligera. Ahora se hace gi-
girlo a no ser que, naturalmente, haya algún indicio de entor- rar cuidadosamente el volante
pecimiento por falta de libertad o juego, cuando la rueda de es- hasta que un diente entra en
cape ha de cambiarse. contacto, y desde este mo-
Otro término que requiere definición es el ángulo. En rea- mento girarlo más despacio Fig. 58. — Verificación del ángulo del
lidad es la alineación del áncora con la palanca. Este término áncora.
que antes, anotando la canti-
fue introducido por los constructores del antiguo escape inglés, dad de movimiento de la palanca provocado por el elipse des-
en el cual el áncora está formada por dos partes, las paletas y pués que el diente se ha liberado. Invertir el movimiento del
la palanca, unidas a un determinado ángulo. (Véase el capítu- volante y repetir el procedimiento en la dirección opuesta
lo XVIII, pág. 344.) El término "ángulo" se refiere también al de giro.
movimiento angular de la palanca, y se dice escape a "gran Para ser correcto, el movimiento sobre cada lado ha de ser
ánguío" o a "pequeño ángulo", pero no nos ocuparem o s de igual, aunque en un escape fino no debería haber movimiento
estos escapes. Así es que cuando se emplea la voz ángulo, se re- alguno de la palanca. Aun en una máquina fina, no siempre es
fiere a la alineación de la palanca del áncora. posible realizar la verificación del ángulo de esta manera con el
Para verificar el ángulo, coloqúese el áncora en posición, escape de áncora con la palanca en línea recta. Algunas máqui-
dése una o dos vueltas al muelle real y póngase la cuña de pa- nas están construidas de modo que puede efectuarse fácilmente
pel doblado. Mover el áncora con un palillo puntiagudo, y en la verificación, pero en la mayoría se verá que es dificultosa, por
seguida un diente de la rueda de escape se sale de la leva; man- no poderse observar el áncora mientras se realiza aquella ope-
téngase el palillo apartado y anótese cuidadosamente la posición ración.
de la punta del dardo respecto al canto del rubí inferior; ésta Para la verificación anterior debe quitarse el muelle espiral
puede señalar justamente el canto exterior, o quizá un poco ha- de su eje, siendo necesario hacerlo con cierta habilidad. Cuan-
cia el interior. Ahora muévase hacia el otro lado y repítase el do se agarra el volante, siempre debe hacerse por los extremos
procedimiento, anotando también la posición del dardo. Para de los brazos, y evitar presiones que puedan deformar su llanta,
que la palanca esté en ángulo, debe estar exactamente en la posi- si es del tipo compensado (Fig. 59). Tómese una herramienta
ción correspondiente en relación con el rubí. (Véase la figu- similar a la punta de engrasar (Fig. 11 a) e introdúzcase su
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58 - '. MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO 59

hoja en la ranura de la virola del espiral del volante. Sujetar como modelo de dureza. Si el áncora es de metal blando, podrá
firmemente el volante y dar a la herramienta un giro en sentido torcerse seguramente con el herramental que mostramos en la
contrario al de las agujas del reloj y al mismo tiempo empu- figura 61.
Este herramental no es fácil encontrarlo hecho, pero es muy
jando hacia fuera del volante. Se verá que esta sencilla maniobra
suelta la más apretada virola con perfecta seguridad. Algunas
veces la ranura de la
virola es tan ancha
que la hoja de la pun-
ta de engrasar no po-
drá actuar; en este
caso, se usará una he-
rramienta de hoja del-
gada que pueda inser-
tarse debajo de la
virola. Un destorni-
llador bien afilado
puede servir perfecta-
mente, como se indica
en la figura 6o, y ca- N
si es preferible al mé- Fig. 60. — Quitando el espiral por apalancado
todo anterior.
sencillo de construir. Un trozo cuadrado de latón de aproxi-
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studiare mo s un madamente 5 cm de lado por 2 mm de grueso, forma la base.
Fig. 59 - Para sacar el espiral del volante, se caso definido para la Se taladra en el centro un
da a la herramienta el movimiento de retorcer ., . ,
agujero bastante grande
y levantar. corrección de un án-
para que quepa holgada-
gulo falso. El diente
mente el eje de la palanca
del escape ha establecido contacto justamente con la leva de
y permita libertad suficien-
entrada y el dardo señala el borde exterior del rubí. En el otro te a fin de que el áncora
lado el dardo señala más allá del borde exterior, indicando que pueda moverse y ponerse
la palanca debe torcerse hacia el centro del rubí. Para hacerlo, en contacto con los pasa-
precédase así: saqúese el áncora y obsérvese si es de metal duro dores, en número de cua-
o blando. Las áncoras de color de latón o de bronce son blan- tro, dispuestos a unos 2
das, y las de color blanco deben probarse. Inténtese pinchar con milímetros del agujero,
la punta de una aguja el metal por la cara inferior; si la aguja con una altura de 2 mm
señala el metal, es blando, pero si la aguja resbala, el metal es aproximadamente. La ilus- Fig. 61. — Herramental de torcer la pa-
duro, o, al menos, demasiado duro para torcerlo con seguri- lanca del áncora.
tración lo aclara perfecta-
dad. Este método es parecido al que emplean los lapidarios para mente. El áncora debe estar colocada con su parte superior so-
saber la dureza de las piedras preciosas, pero en lugar de una bre el herramental, como se ve, y la palanca presionada con un
punta de diamante, como ellos, nosotros usamos una aguja palillo de boj. En el caso que se presenta, la palanca debe tor-
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cerse conforme indica la flecha, y los pasadores marcados, A considerable antes de que la elipse se libere de la entalladura, la
y B, del herramental deben soportar la presión. Cuando se apli- palanca es demasiado larga. Como orientación para saber si la
ca la fuerza para torcer, la reacción debe estar en los pasadores palanca debe acortarse o no, se tendrá presente que indica una
y no en el eje del áncora. Debo encarecer que el torcido se haga longitud normal para el áncora el que ésta pueda moverse un
por pequeños y repetidos toques y probando en la máquina poco después que el diente de la rueda de escape ha establecido
frecuentemente. Cuando usamos este contacto con la cara de retención y la elipse está aún en con-
sencillo herramental no tenemos un tacto con la entalladura de la pa-
gran dominio sobre el torcido; por esto lanca, de modo que cuando la elip-
son indispensables mucha precaución y se se ha liberado de la entalladura,
cuidado, pues es muy perjudicial torcer sea posible acercar la palanca aun
exageradamente hacia un lado y des- más al punto muerto. El movi-
pués tener que hacerlo hacia el otro. miento de la palanca, después que
Si el áncora es de material duro, la elipse se ha liberado de la enta-
tendrá que martillarse, esto es, obligar lladura, sería aproximadamente el
al metal a torcerse por extensión y com- camino al punto muerto. Si el mo-
presión en un punto de la palanca. Para
hacerlo manténgase el áncora sobre un vimiento es menor que éste, la pa- Fig. 63. — Empujando el dardo
yunque o punzón, sujetado en el torni- lanca debe acortarse. a la posición.
llo de banco, y con otro punzón con Por otro lado, la palanca es de-
punta de cincel (de canto bien redon- masiado corta cuando haciendo girar el volante hasta que la
deado) golpear como muestra la figu- elipse engrane en la entalladura, ésta se desengrana antes que
ra 62. Esto obligará a la palanca a tor- el diente de la rueda de escape se ha retenido. Tal condición es
cerse para arriba. Empleando este mé- completamente posible y el reloj continuaría funcionando. Esta
todo, tenemos cierto dominio sobre el acción de impulso se efectúa a una cierta velocidad, y si la im-
doblado del áncora, pero aun así, es de pulsión del volante movió el áncora de modo que se efectuara
aconsejar hacer muy pequeñas modifi- la retención, el volante no recibirá su impulso completo, mo-
Fig. 62. — Golpeando la caciones, y comprobar frecuentemente
palanca, para doblarla tivando la consiguiente debilitación de las oscilaciones y sub-
como indican las flechas. en la máquina. El cincel puede dejar siguiente efecto sobre la regulación del reloj.
señal en el costado de la palanca, pero Si se ha comprobado que la palanca es demasiado larga,
se borra con un pulidor, polvos de esmeril y aceite. Las ins- precédase a acortarla de la manera siguiente: quítese el dardo, el
trucciones sobre el uso del pulidor se darán en el capítulo que cual va montado por el lado de las levas, y empujando hacia
trata de la construcción de piezas nuevas. éstas, saldrá. La herramienta que se muestra en la figura 63 es
Comprobando el ángulo, sabremos también si la palanca
útil para ello. Úsense unas pinzas viejas y háganse entallas sólo
tiene la longitud correcta. Después que un diente de la rueda de
en el costado de una hoja. La figura muestra estas pinzas em-
escape se ha liberado de la leva, anótese el movimiento de la
pujando el dardo a la posición. Invirtiendo las pinzas, el dar-
palanca, antes que la elipse abandone la entalladura. Se ha dicho
que en un escape bien proyectado y bien construido, este movi- do puede sacarse con seguridad.
miento ha de ser nulo o despreciable, pues siendo así, indica Se coge el áncora con la mano izquierda, como indica la
que el áncora tiene la longitud adecuada. Si el movimiento es figura 64. En la mano derecha se tiene una varilla redonda de
hierro, o de acero suave, de un diámetro igual al de curvatura
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ESCAPE DE ÁNCORA, SU EXAMEN Y CORRECCIÓN 63

de los cuernos de la entalladura (Fig. 65). Apoyando la mano Después de acortar la palanca del áncora generalmente no
izquierda en el banco, y la varilla cargada con polvos de esme- resulta práctico volver a montar el mismo dardo, y por lo tan-
ril y aceite, se procede a pulir la palanca a fin de acortarla. Den- to será necesario hacer uno nuevo. Más adelante se dan ins-
se pasadas cortas y firmes, girando la varilla al mismo tiempo. trucciones sobre ello.
En este sitio el áncora es muy Si se cree necesario alargar la palanca, coloqúese la cara su-
delgada y no se requerirá un perior para abajo sobre la superficie lisa de un yunque plano,
pulido a fondo para quitar sujeto en el tornillo de banco, de una manera similar a la que
el metal; por lo tanto, des- representa la figura 62. Con un punzón de extremo plano se
pués de pocas pasadas com- alarga la palanca, haciendo igual que cuando la doblábamos
pruébese en la máq uina. No golpeando en su costado. Sobre todo es imprescindible que el
es necesario montar el dardo extremo sea plano para no provocar ninguna curvatura. Otro
para cada comprobación, sino medio a adoptar si la palanca es demasiado corta, consiste en
solamente al dar el trabajo avanzar un poco la elipse. Para hacerlo, basarse en las instruc-
por terminado. Cuando se ciones dadas sobre la longitud de la elipse; pero no se olvide
tiene la longitud correcta, que sólo es un remedio circunstancial y que no es correcto recu-
limpíese el pulidor de polvos rrir al mismo.
de esmeril y límese la super-
Fig. 64. — Reduciendo la longitud de Todavía hay otro juego a comprobar en las piezas y que es
la palanca por pulido de los cuernos. ficie de éste con una lima muy necesario corregir si se encontrara defectuoso. Se le llama juego
fina, haciendo cortes circula-
res como si se hiciera un pasador. Recargúese el pulidor con en el punto muerto, refiriéndose a la libertad de movimiento
diamantina y repítase la operación de pulido, haciendo movi- del dardo entre el punto muerto por un lado y el platillo por
mientos rápidos, tanto en sentido longitudinal como en senti- el otro. Mientras el volante está en posición, y aun sin el mue-
do circular. Esta operación daiá un buen pulido a la superficie lle espiral, y con el muelle real ligeramente cargado, gírese el
interior de los cuernos. Cuando se hace esto, o volante hasta que la elipse se libera de la entalladura del án-
cualquier otro ajuste por el cual se quita metal, cora. Mantener el volante en esta posición, y con unas pinzas
asegurarse bien antes de decidir. Es fácil quitar finas o un palillo puntiagudo, ensáyese el juego del áncora. Si
metal, pero es dificilísimo volver a ponerlo. Pién- la palanca se empuja hacia el platillo, debe volver perceptible
selo bien antes de empezar y compruébese fre- al punto muerto. Pruébese en los dos lados. Es difícil precisar
cuentemente. Fig. 65.—Sec- la cantidad de libertad, pero como orientación diremos que de-
ción del puli- bería ser aproximadamente igual al camino al punto muerto.
Se notará que la varilla es redonda y que los dor, del mis-
cuernos interiormente se harán circulares. Esto mo diámetro La figura 49 en la página 52 da una idea de la cantidad reque-
puede que no sea muy correcto, pero es bastante que dura.
la entalla- rida de libertad.
exacto para el reparador. La curva interna de los Si el juego de los puntos muertos es prieto en ambos lados,
cuernos debe ser igual a arcos de circunferencias iguales con cen- el dardo ha de acortarse. De .ninguna manera deben modificarse
tro en el del eje del volante estando el áncora en contacto con los topes para corregirlo. Esta corrección se efectúa sólo con el
cada uno de los topes de punto muerto. En algunas fábricas dardo.
suizas, las caras interiores de los cuernos se hacen planas para El dardo tiene por misión, principalmente, asegurar que la
liberar la elipse, de lo que se deduce que la curvatura no es entalladura esté en buena posición para recibir a la elipse, cuan-
cuestión importante. do el volante oscila. No es una pieza funcional del escape, y el
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reloj marchará bien sin él, suponiendo que se conserve en una dardo nuevo, pruébese con el áncora en posición. Disponer la
posición fija. Para acortar el dardo, sujétese el áncora como en máquina como para las pruebas anteriores y sujétese el dardo
la figura 66 y con una barreta Arkansas se rebaja su extremo, contra el platillo con un palillo puntiagudo de madera, y en-
dejando su forma en V, como muestra la figura 67. El ángulo tretanto, se hace girar el volante hasta que la elipse se meta en
de la V debe ser algo menor de 90°. la entalladura. Para ser correcta la elipse, debe entrar comple-
.< Si el juego al punto muerto es excesivo en un lado y escaso tamente libre, sin tocar los cuernos del áncora. Si tocara, podría
hacerse la necesaria corrección, alargando ligeramente el dardo,
pero sin que afecte materialmente al juego de punto muerto. Si
, ---- -*OZEZÜ

Fig. 67. — Vista amplia-


da del dardo. La punta
Fig. 66. — Reduciendo la longitud del ha de tener un ángulo
dardo con una piedra americana o ba- ligeramente menor de
rreta Arkansas triangular. 90 grados.

en el otro, el dardo debe torcerse para igualarlos. El juego ex- Fig. 69. — Vista ampliada del doble platillo y del extremo de la palanca del
cesivo en el punto muerto se corrige, o haciendo sobresalir un áncora, mostrando la posición correcta del dardo en relación con el platillo
de seguridad.
poco el dardo, o montando otro nuevo más largo. Es más rá-
pido generalmente poner otro dardo. Límese un pasador de la- esto no es posible, por exigir un alargamiento excesivo del dar-
tón con una conicidad muy pequeña y larga, el cual se bruñe do, redúzcanse ligeramente los cuernos. Empléese una varilla re-
donda, para pulir, de un diámetro un poco mayor que el indi-
cado en las figuras 64 y 65, de modo que la longitud de la
palanca no salga afectada más que en lo indispensablemente ne-
cesario, pero en cambio se aumenta el radio de la curvatura
interior de los cuernos. Mientras se pule, los cantos de los cuer-
nos se tocarán sólo lo estrictamente necesario.
Cuando se mantiene el dardo contra el platillo para com-
probar la facilidad de entrada de la elipse en la entalladura,
aprovéchese la oportunidad para verificar que la rueda de escape
Fig. 68. — Montando un dardo nuevo no esté fuera de retención. Si el diente de la rueda de escape no
está retenido y ha empezado a impulsar, el camino es demasia-
con un bruñidor plano y se introduce por el lado de las paletas do grande, o el juego en el punto muerto es excesivo.
del áncora (Fig. 68). Córtese su parte posterior con unas tena- La elipse debe sobresalir del platillo de impulso, como má-
zas finas dejando que sobresalga un poco, y la parte activa cór- ximo, la distancia que hay hasta el platillo de seguridad, como
tese aproximadamente a la medida y se acaba limando con una se ve en la figura 69. En algunas máquinas es difícil ver la ac-
barreta Arkansas, como ya se ha explicado. ción de la elipse, y en otras hay una ranura en la platina poste-
Después de corregido, o de terminado si se ha construido un rior, debajo del volante, que permite su inspección.
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66 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO

tillo de impulso cerca de la elipse. Tener el volante junto al


Si la elipse es demasiado larga, poner el volante (sin el
banco para que el mango de la herramienta descanse sobre él,
muelle espiral), con el platillo para arriba, sobre el calentador
quedando así la mano derecha libre permitiendo ajustar la elip-
de azular con un pedazo de goma laca al lado. Con una llama
se con unas pinzas, tal como se representa en la figura 71.
de alcohol debajo se calienta y, cuando el pedazo de laca se ha
ablandado, empújese suavemente la elipse para abajo con la Cuando se ha de poner goma laca nueva, se aconseja limpiar
hoja de un cuchillo. Man- bien de todo residuo anterior, en
primer lugar con bencina y después
téngase sobre la llama un
con alcohol metílico. No deben
Fig. 70. — Herramienta para calentar rato más, a fin de que la laca
quedar trazas de aceite, pues de lo
Ja goma laca que fija la elipse. llene el extremo fijo de la
contrario la goma laca no se pe- Fig. 72. — Herramienta para en-
elipse. Dar el mínimo de ca- sanchar la entalladura del án-
lor preciso para ablandar la laca, y así no habrá peligro de garía. cora.
revenir al azul el eje del volante. Las elipses de tamaño defec-
tupso han de corregirse. Y si no tienen la libertad suficiente
Otro sistema de mover la elipse consiste en calentar con la
en la entalladura, ésta debe ensancharse, usando para hacerlo
herramienta de la figura 70. Su construcción es muy sencilla:
la herramienta que se reproduce en la figura 72. Con un pe-
dos pedazos de alambre de latón o de cobre, se retuercen con-
dazo de alambre de latón duro se hace una curva en forma de
juntamente y se meten por un extremo en un mango pequeño;
arco, que se mete en dos agujeros que se han practicado en un
trozo de muelle real,
después de haberlo
recocido. Al arco se
le da la forma con-
veniente para que
actúe de resorte y no
se desprenda del pe-
dazo de muelle, y
así se logrará que
éste quede recto. El
pedazo de muelle se

Fig. 73. — Puliendo la entalladura del áncora


Fig. 71. — Calentando el platillo para ajustar la elipse pulimenta con un
alisador de cuero
al otro extremo se le da la forma de agarradero, se martillean por la parte contra-
las puntas libres de los alambres para aplanarlas y se les tuerce ria al arco, haciéndolo en sentido transversal. Luego se carga
hacia dentro formando un espacio hueco. A los extremos se les el muelle con polvos de esmeril y aceite, siendo su manejo el
da, con una lima, una forma adecuada para que, cuando la he- que puede verse por la figura 73, Se dan dos o tres pasadas en
rramienta es empujada contra el platillo de la elipse, actúe como cada lado de la entalladura, recordando que si ésta tiene las
unas pinzas elásticas. Para usarla, se calienta la parte de la paredes delgadas, este pulidor las rebaja rápidamente. Cuando
herramienta formada por los alambres, y se prende en el pla- ya casi se ha logrado el punto de libertad que se deseaba, se
limpia el pulidor con un trapo y se alisa con el cuero como
antes. Seguidamente cargúese con diamantina y se pulen las pa-
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redes de la entalladura. La pequeña curvatura que produce la ac- cuando el diente deja la leva, que la punta de la cara de impul-
ción del pulidor origina uña superficie ligeramente redondeada en so del diente del escape la toca. Recuerdo un escape bien hecho,
la pared de la entalladura, cosa que consideramos beneficiosa. en el cual los dientes tenían un ángulo de tres gr ado s; la leva
Si la elipse tuviera excesiva libertad dentro de la entalla- de entrada en su cara de impulso, 10° 20', y la de salida, 23° 10',
dura, cambíese por otra ligeramente mayor, lo que exige agran- como puede verse en la figura 44.
dar el agujero de la elipse en el platillo de impulso. Además, la La verificación de si el escape está en fase es muy importante
modificación que necesitamos hacer es relativamente pequeña, y y fácil de lograr. Para estar el escape en fase, la elipse debe estar
el platillo puede aceptar una elipse mayor. Para ensanchar el en el centro de la entalladura cuando el volante está parado y
agujero de la elipse, límese un pedazo de alambre de hierro o el muelle real descargado. Este no siempre es el camino conve-
de acero suave, .a la forma de la elipse, generalmente algo mayor niente para hacer la verificación, ni es siempre exacto. La fase es
que un semicírculo, pero menor para que el alambre pueda in- un término medio que depende de ligeras inexactitudes del es-
troducirse fácilmente en el agujero. Cargúese este alambre con cape (y son muchas, como antes he hecho observar). El modo
polvos de esmeril y aceite y púlase el agujero, a fin de ensanchar mejor de hacerlo consiste en dar dos o tres vueltas al muelle
el diámetro. No es necesario pasarle, luego, diamantina. Algu- real con el escape todo montado. Sostener la máquina con la
nos técnicos recomiendan cerrar un poco la entalladura del án- mano izquierda, y con un palillo en punta en la derecha, in-
cora al objeto de corregir este defecto, habiéndose proyectado tentar parar la oscilación del volante. En un escape bien pro-
yunques especiales para lograrlo. JVo lo recomiendo, pues creo porcionado y correcto no se podrá parar el volante. Si éste no
que es una práctica peligrosa, con el riesgo grave de rotura de se detuviera, el escape está en fase. En muchos relojes se verá
la entalladura, o, al menos, de desbaratarla, y también con po- que el volante se para, y la prueba consiste entonces en ver si
sibilidad de poner el áncora fuera de ángulo. tiende a pararse más en un lado que en otro. El escape está en
Los ángulos relativos de las caras de impulso de las levas fase si se para por igual en ambos lados, esto es, durante la ac-
y de las de los dientes del escape, vienen determinados por el ción de las dos levas. Pongamos un caso definido: mover el vo-
fabricante. Los relojeros americanos dan a esto una gran im- lante, cuyo brazo estará constantemente empujado por la pun^
portancia, pero considero que el reparador no puede hacer otra ta del palillo. El volante se mueve de modo que la leva de en->
cosa que cambiar las levas si son incorrectas. Los ángulos de trada se detiene en el diente y el volante se para; muévase la
las levas y de los dientes son complementarios, y están dispues- punta hacia el otro lado del brazo y gírese el volante para que
tos de tal forma que nunca, durante la acción completa de im- se suelte; entonces oscilará vivamente media vuelta parándose
pulso, las caras coincidan. Si coincidieran, habría un decidido por la punta de madera. Se continúa conduciendo el volante
arrastre, como una succión o una adhesión por aceite. Por esta hasta que se para en la leva de salida. Mover el volante para que
razón no hay más remedio que cambiar la leva o las levas. despegue otra vez y notamos que es necesario conducir más le-
Se puede dar el ángulo deseado por medio de un disco de jos para el despegue en la leva de salida que en la de entrada,
cobre cargado con polvos de diamante, pero no lo recomiendo indicando esto que la virola del espiral del volante ha de co-
por no creerlo práctico ni económico para el relojero reparador. rrerse hacia la leva de salida. Lo que debe correrse la virola, so-
Si se observan con una lupa de doble lente los dientes de la lamente puede averiguarse por tanteo.
rueda de escape cuando se mueven a lo largo de la cara de im- Siempre es mejor y más seguro retirar de la máquina el
pulso, probablemente pod rá verse la lu z entre el diente y la volante cuando intentamos correr la virola. Introdúzcase la
leva. El talón del diente de escape es la única porción de diente hoja de la punta de engrasar en la virola y darle una ligera
que debe establecer contacto con la leva (Fig. 48), y sólo es torsión que le hará girar en el eje. Colocar el volante sobre
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ESCAPE DE ÁNCORA, SU EXAMEN Y CORRECCIÓN 71

un yunque y apretar fuertemente la virola hacia abajo, pues la prueba para cerciorarse de que el dardo funciona correctamente,
corrección puede elevarla algo y motivar que no girara plana se mantiene el áncora de modo que el dardo toque al platillo de
cuando esté nuevamente en la máquina. seguridad, y entonces se hace girar al volante para asegurarnos
En este momento podría ser ventajoso hacer una revisión de que la elipse se introduce como es debido en la entalladura.
del escape. Empezaremos por el platillo de impulso para asegu- Si durante la prueba se notara un efecto de trabado, puede
£ JE DEL VOLANTE
rarnos de que no toca con achacarse a que el dardo toca la esquina de la luneta del platillo
la entalladura del áncora, de seguridad, o roza en el fondo de la misma. Si existe alguna
Asiento (/e/ según la figura 69. Si la duda, se unta la punta del dardo con tojo y aceite, y se repite
va/arríe
\ \ j»/ t ~ — S/ento con feo toca,
el platillo debe co- la prueba; luego se quita el vo- PLATILLO DOBLE
,„..,.„. „„„>/ J 111 .•»•— rrerse un poco en el árbol, lante y se inspecciona el platillo
to/snte y aun puede ser necesario de seguridad. Si hay trazas de
rebajar su asiento en él (fi- rojo en la luneta, deberá hacerse
Fig. 74. — Partes del eje del volante ésta más ancha o más profunda.
gura 74). Otro método Fig. 76. — Piezas que componen
consiste en torcer la pa- Por las trazas de rojo se verá el platillo doble.
lanca del áncora, tomando antes las precauciones ya explicadas dónde está el fallo
respecto a la clase de su metal. Suponiendo que precisa torcerla Cuando el escape está despiezado es el momento de inspec-
hacia abajo, quítese el áncora de la máquina, y coloqúese so- cionar la fijación de sus varios componentes: asegurarse de que
bre un bloque de madera, con su cara superior hacia abajo. El el eje del volante está firme en él, el platillo seguro en el eje y la
bloque de madera debe tener un agujero en el cual cabrá hol- elipse segura en el platillo. Ver si la virola del espiral está prieta
gadamente el eje de áncora. Con el exterior redondeado de en el eje del volante. Vigilar que las levas estén bien seguras,
unas pinzas, o con un que el áncora esté firme en su eje y que el dardo esté fijo. Luego
pequeño bruñidor ova- mirar si el piñón está prieto con la rueda de escape. Escudriñar
lado, apretar la palan- muy de cerca para cerciorarse de que el rubí y el contrapivote
ca, como indica la figu- están bien sujetos.
ra 75; esto, como es La más ligera flojedad de cualquiera de las piezas mancio-
natural, obligará a la nadas tendrá un señalado efecto sobre la regularidad de la
palanca a torcerse. Si marcha del reloj, siendo una buena costumbre el comprobarlas,
conviene torcerla en el pues una falta de esta naturaleza no descubierta puede acarrear
otro sentido, se invier- serias consecuencias difíciles de remediar.
te y se aprieta en la Examinar si las levas y la elipse están descantilladas; si es-
otra cara. En este caso, Fig. 75. — Torciendo la palanca sobre un tas piedras no se hallan en buenas condiciones, sobre todo en
el bloque de manera ha bloque de madera. sus caras operantes, hay que cambiarlas sin dudar. Vigilar los
de tener otro agujero rubíes contrapivotes por si algún pivote ha podido erosionarlos
para que el dardo quede libre. Hasta qué punto debe apretarse en su centro. El único remedio en tal caso está en cambiarlo.
depende de la dureza del metal del áncora. Mirar si la periferia del platillo de seguridad está bien pulida.
Conviene comprobar a continuación que el dardo esté libre No debe tener ni rebabas ni rugosidades, y los cantos de la lu-
de la luneta del platillo de seguridad (Fig. 76); pero no siem- neta también deben estar libres de rebabas. Si existiera alguna
pre es posible verlo en un escape moderno. Cuando se hace la rugosidad en la periferia del platillo de seguridad, habría el
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72 MANUAL PRACTICO DEL RELOJERO 73

peligro de que el dardo, al tropezar con ella, transmitiera una te debe continuar oscilando hasta que el muelle real se haya
sacudida al reloj. desarrollado totalmente. Si el volante tiene la masa correcta el
Cuando un reloj recibe una sacudida el áncora deja el punto reloj funcionará a medio tiempo, esto es, registrará sólo treinta
muerto y el dardo entra en contacto con la periferia del platillo minutos cada hora.
de seguridad; entonces, si la sacudida viene cuando la elipse El engrase del escape de áncora juega un papel muy impor-
está a punto de entrar, el áncora recibirá libremente la elipse en tante en el funcionamiento del mismo, particular del que se tra-
su entalladura. Pero si la sacudida se presenta estando la elipse ta con detalle en el capítulo IX, Limpieza manual y engrase.
a alguna distancia de la entalladura, el impulso de las levas ten- Finalmente, debe comprobarse si la elipse es vertical; si no
drá tiempo de actuar, siendo el áncora impulsada hacia atrás al lo es, se calienta un pedazo de varilla plana de acero, parecida
punto muerto, por la rueda de escape, y luego todo vuelve a su en forma al bruñidor de extremos de pivote, y se pone sobre
funcionamiento normal. la elipse hasta que la goma laca se ablande y permita ponerla
Debe comprobarse si los dientes de la rueda de escape están vertical.
libres de la parte metálica del áncora. Si queda alguna duda Esto me recuerda lo ocurrido a un viejo operario finidor,
— la rueda de escape puede fluctuar ocasionalmente durante la cuyo trabajo consistía en tornear piñones, que tuvo que lim-
caída — úntense los dientes de la rueda de escape con una mez- piar el reloj de un amigo. No lograba que el reloj funcionara
cla de rojo y aceite y se prueba otra vez. Si se notan trazas de bien, hasta que se fue a pedir consejo a un amigo constructor
rojo en algún punto de las paletas, debe rebajarse en este punto. de escapes. Éste calentó un trozo de alambre, aplicándolo a la
No se olvide quitar, después de todo, el rojo, por ser una subs- máquina, con el resultado sorprendente de que el reloj marchara
tancia perniciosa para la máquina, si se deja. bien seguidamente. Después, aquel operario aplicaba siempre
La marcha irregular de un reloj ya viejo puede ser conse- un alambre caliente a toda máquina que reparaba; estaba con-
cuencia de un áncora desequilibrada. Puede el impulso no ser vencido de que había descubierto un "arte misterioso". Ni qué
potente y una ligera sacudida hace que el áncora caiga fuera del decir tiene que su amigo puso la elipse vertical. Moraleja de esta
tope de punto muerto, y así permite que el dardo pegue al pla- historia: no hay camino trillado para tener éxito en la repara-
tillo de seguridad. El remedio está en equilibrar el áncora y ción de relojes, ni hay ningún truco; se debe saber lo que se
hacer que el impulso sea un poco más definido. hace y el porqué. El funcionamiento del escape debe aprenderse
El equilibrado del áncora ciertas veces es completamente por un estudio meticuloso y nada puede dejarse a medio hil-
irrealizable. Algunas máquinas finas tienen piezas de contrape- vanar.
so en las paletas para este fin; si no podemos equilibrarla, por El lector creerá que el examen de un escape de áncora es un
lo menos podremos reducir el peso de una parte. asunto largo y que la mayoría de relojes no merecen se les de-
Los fabricantes de escapes hacen la verificación que se co- dique tanto tiempo. Para una persona experimentada, el exa-
noce por marcha a la mitad para determinar el peso correcto del men tal como lo he presentado no toma más de diez minutos.
volante antes de poner el muelle espiral. Generalmente es indi- Las correcciones o modificaciones, si deben hacerse, requieren ya
cio de que todo marcha bien en el escape, que el reloj funcione más tiempo, pero es tiempo bien empleado; un reloj no puede
a medio tiempo. Con el escape montado, pero sin la espiral del hacer buen servicio si su mecanismo vital, el escape, no funcio-
volante y con el muelle real cargado, se da al volante una ligera na correctamente.
oscilación, la que debería llevar la rueda de escape a la reten-
ción, y recibir suficiente impulso para arrastrarlo, funcionando
las demás piezas del escape sin la espiral del volante. El volan-
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ESCAPE DE PALETAS CON ESPIGA

ha pasado y lo que puede descubrirse con el subsiguiente exa-


men más a fondo.
Suponiendo que no haya rotura o desarreglo por causas ex-
teriores, se empezará a verificar el escape por la retención. No es
necesario quitar el volante. Con el muelle real parcialmente car-
CAPÍTULO VI
gado, permítase al volante Retención segura; el diente
que oscile, hasta que un cae sobre la línea de centro
ESCAPE DE PALETAS CON ESPIGA diente de la rueda de escape de la espiga.
se libere, y entonces pónga-
Los relojes con escape de áncora de espigas juegan un buen se atención en que la espiga
del ánc ora ca iga sobre la Retención insegura; el dien-
papel en la actual industria relojera, y por tanto no deben ol- te cae debajo de la linea de
vidarse. Los relojes con esta clase de áncora no pueden ser de cara de retención del diente centro de la espiga.
alta calidad y de ellos no cabe esperar resultados muy precisos, del escape, como se ve en A
pero son lo razonablemente buenos dada la economía de su de la figura 77. Se corre un
precio. De una prueba con diez mil relojes de este tipo, se logró poco más adelante el volan- Sin retención; el diente da
te de modo que el diente contra la cara de impulso de
un resultado de un minuto en 24 horas en las posiciones de espiga.
esfera cara arriba y colgados por el pendan, con sólo 9 fallos. impulse la espiga a la raíz
No hay, pues, motivo para el desdén. Afortunadamente este del diente. Se realiza esta
Fig. 77.— Caída del diente del escape
escape es simple; y digo afortunadamente, porque el coste ori- prueba con las dos espigas y sobre la espiga del áncora.
ginal no justificaría una reparación de importe elevado. De he- en todos los quince dientes.
cho, desde el punto de vista de la producción, es un diseño de Si la retención es defectuosa, o sea, si la espiga de la paleta
escape eficiente y hábilmente concebido. Su proyección moder- cae en la cara de impulso del diente, torcer la lengüeta A (figu-
nista, su basta y robusta construcción y los huelgos que permite, ra 87, pág. 8o, y figura 91, pág. 82) hacia la rueda de es-
le hacen especialmente apto para la fabricación en serie. cape. Para hacerlo, agarrarla con los alicates de punta larga y
Desde el punto de vista del reparador, su examen es muy plana y darle una torsión.
sencillo, pues tiene pocas partes complicadas y un ajuste razona- Siendo amplios los huelgos del escape a paletas con espiga,
ble puede hacerse rápidamente con el suficiente grado de exac- el grado de exactitud requerido en las levas del escape a áncora
titud. es innecesario, pero, naturalmente, todo escape debe ser correc-
Lo mismo que en el caso del áncora a levas, antes de inten- to, cualquiera que sea su sistema, si se desean de él buenos re-
tar el examen del escape debe tomarse en consideración la apa- sultados. Torciendo la lengüeta del cojinete del áncora, puede
riencia general del reloj y la condición de la máq u ina, Esta separarse de la vertical, pues raras veces es posible ajustaría por
clase de relojes sufren mucho de las incursiones de los aficiona- el final del puente del áncora, pero esto es casi inmaterial, sien-
dos, y pruebas de ello se ven generalmente en la caja, que por do la cantidad muy pequeña.
sus rascadas y señales, puede dar fe de la vida de la máquina. Cuando se verifica la retención, es importante procurar que
Suelen presentar casi siempre algunas muestras de uso descui- el diente de la rueda de escape caiga algo por encima de la línea
dado, de caídas accidentales y otros daños que pueden parar el de centro de la espiga (Fig. 77). Si el diente cae sobre la espiga,
reloj, o producir una marcha irregular, y siguiendo' esta indi- como en B, la rueda de escape empujará el áncora hacia adelan-
cación quizá podrá localizarse rápidamente la que se supone te, de modo que el dardo rozará con el platillo, defecto que re-
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76 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO

presenta una falta completa de retención, como puede verse pruébese el juego. En mu-
en C de la citada figura 77. Después compruébese sí la caída de chos de estos tipos de án-
la rueda de escape es igual en ambas espigas del áncora. Hágase cora se han omitido los
girar el volante para retener un diente y anótese la distancia del topes de punto muerto,
diente liberado hasta que sea retenido por la espiga del áncora. ejerciendo sus funciones la
Invertir el giro del volante hasta que un diente haya caído so- raíz de los dientes de la
bre la otra espiga, y anótese la can- rueda de escape. Inviértase
tidad de caída. Si la caída es desigual, el giro del volante y prué-
debe torcerse la paleta en que está la bese el juego otra vez; de-
Fig. 78. — Herramienta con espiga errónea. Si, por ejemplo, se be ser el mismo en ambos
punta de garra para torcer la lados.
palanca del áncora. observa que la espiga de salida per-
mite más caída que la de entrada, se El corregir el juego en
tuerce la paleta de la espiga de salida hacia la de entrada. Algu- el platillo es asunto senci-
nos tipo s de áncoras con espigas permiten con gran facili dad llo. Puede no haberlo o
esta torsión. Hágase una herramienta como la representada en ser poco en un lado y ex-
la figur a 78. Se toma un pedazo redondo de acero de u nos cesivo en el otro; en tal Fig. 80. — Acercamiento de las paletas
i oo mm de largo por un milímetro de diámetro, se lima el ex- caso torceremos la palanca por torsión, después de haber abierto un
tremo para darle la forma que se ve en la citada figura y se le corte de sierra en A.
hacia el lado que está en
pone un pequeño mango. Para usarla, se monta la ranura de la exceso. Para lograrlo, se
horquilla sobre la paleta (Fig. 79) y se le da un ligero giro. emplea la misma herramienta de la figura 78, pero tal como in-
Generalmente tampoco en este caso es dica la figura 81. Esta corrección puede efectuarse también sin
necesario quitar el áncora de la máqui- quitar el volante. Si no hay o es insuficiente el juego en ambos
na para hacer la corrección, ya que la lados, debe alargarse el dardo. Si está hecho de alambre puede
paleta es delgada y se puede torcer con alargarse, torciéndolo pri-
facilidad. Debe recordarse siempre que mero para abajo y después
los pivotes del eje del áncora son por para arriba, hasta que to-
lo general muy pequeños, y además que el platillo, como mues-
pueden ser blandos, de modo que debe Fig. 79. — Torsión de las tra la figura 82. Algunos
ponerse precaución, si conviene quitar paletas con la herramienta dardos son solidarios con
el áncora de la máquina para hacer el de punta de garra, para el áncora en cuyo caso
disminuir la calda.
ajuste. Algunas áncoras de este tipo son para alargarlos deben esti-
más robustas, como vemos en la figura 87, pág. 8o, y deben rarse. Se coloca sobre un
quitarse de la máquina para torcerlas con unos alicates de pun- punzón-cincel de extremo
ta plana. Donde ello no es posible, se practica un corte de sierra plano, el cual, por medio
con la li ma de hacer la ranura de las cabezas de tornillo, como de un portapunzones, se
se ve en A de la figura 8o, y se go lpea la palet a para c errarla, sujeta en un tornillo de
tal como se índica. Fig. 81. — Uso de la
Para examinar el juego en el platillo, gírese el volante hasta herramienta de punta banco, como se Ve en la fi-
que e l pasador de impulsión quede libre de la entalladura y de garra para enderezar la palanca del 1. .
áncora. gura 83, y un ligero golpe
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78 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO

con el martillo será suficiente en la mayoría de los casos. aguja. Es un trabajo largo para un reloj barato, pero puede que
Debe también mirarse si el pasador de impulso encaja en la sea el único remedio. El impulso es esencial, si se quieren obte-
entalladura del áncora. Si se requiere corrección, basta con tor- ner los mejores resultados. Por lo tanto, ensayar el impulso
cer para arriba o para abajo, según sea en ambas espigas del áncora y hacerlo con cada espiga y con los
necesario, con la herramienta de torcer 15 dientes. Estoy convencido de que no se da la importancia
como indica la figura 84. Pruébese el debida al impulso, tanto en un tipo de áncora como en otro.
juego del pasador de impulso dentro-de El impulso es tan importante como la retención. La experien-
la entalladura; debe estar completamen-
te libre. Para ver él
¡¡ impulso, gírese el
volante hasta que el
pasador de impulso
esté libre de la enta-
lladura y mantén-
gase el volante en
esta posición. Con
Fig. 82. — Procedi- un palillo puntia-
miento de torcer el gudo muévase el án-
dardo para alargarlo. cora hasta que el
dardo toque el pla-
tillo de seguridad, y luego suéltese sú-
Fig. 86. — Montando una nueva espiga de paleta
bitamente el áncora. Si el impulso de
la rueda de escape actúa, el áncora debe Fig. 83. — Alargamiento cia me ha demostrado que la mayoría de relojeros reparadores
del dardo por estirado a
desprenderse suavemente del platillo. El golpes de martillo. saben algo sobre la retención, pero son pocos los que tienen ideas
impulso es debido al ángulo de la cara claras sobre el impulso, y aun éstos ciertamente olvidan su im-
de retención de los dientes de la rueda de escape. Si no hubiera portancia.
impulso, este ángulo no sería bastante agudo (Fig. 85). El me- Si las espigas del áncora están gastadas, lo más económico
jor modo de corregirlo es cambiar la rueda de escape, con la es cambiar el áncora, pero si no es posible, podemos ajustar es-
pigas nuevas. Las espigas originales están sólo metidas y apre-
tadas; así es que si debemos poner otras han de ser /de un diá-
metro algo mayor. El que sean un poco mayores no afectará al
trabajo del escape. Saqúense las espigas viejas y se escoge un
Fig. 84. — Torsión de la palan- Fig. 85. — La linea de puntos pedazo de acero que tenga el diámetro deseado. Una aguja de
ca del áncora para que la espiga indica por donde debe rebajarse coser corriente sirve muy bien, por ser dura y tener una super-
de impulso ajuste correctamente. el diente para aumentar el ficie bien pulida. Córtese un pedazo a la longitud requerida,
arrastre.
póngase el áncora sobre un banquillo (placa agujereada de ace-
buena intención de que la nueva rueda tenga los dientes talla- ro) ; agárrese la espiga con unas pinzas como muestra la figu-
dos con mayor exactitud. Otro método consiste en cortar los ra 86, y métase dentro del agujero de la paleta. Algunas espigas
dientes como se indica por la línea de puntos, con lima plana de
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se hacen al torno, utilizando una varilla de acero de un diáme- y el mínimo de rozamiento. Algunos técnicos opinan que el
tro mucho más grande. No requiere otra cosa que meterla en pivote es mucho más robusto si la arista del cono en vez de
el agujero por el ser recta es un poco curvada, como muestra la citada figura.
lado más ancho. Argumentan su opinión diciendo que cuando el eje trabaja
Ajustar una espiga vertical la parte curvada del pivote es la que trabaja y en cam-
nueva no es muy bio no trabaja la punta.
grato desde el pun- Cuando se trata de un reloj con pivote muy pequeño, la
to de vista del re- superficie de fricción debe tenerse en cuenta, y de los dos males
parador. No vale la el pivote más delicado pue-
pena de tornear una de ser lo menos discutible.
nueva espiga, ya Cuando se han borrado to-
que es más rápido das las señales de desgaste y
limar la antigua al la punta tiene una superficie
ras y hacer un agu- cónica lisa, se termina el co-
jero en la paleta pa- no con un bruñidor plano,
ra recibir la nueva. manteniéndolo al mismo án- Fig. 89. — Los topes de punto muerto.
El moderno In- gulo que la barreta Arkan- Aparte, el áncora.
gersoll de bolsillo sas. Hágase igualmente con
(Fig. 87) tiene án- los dos pivotes. La oscilación del volante mejora grandemente
cora del tipo robus- si los pivotes han recibido los cuidados necesarios.
to, realizándose la La figura 89 representa parte de una máquina suiza de
retención en la raíz 13 líneas, fuera el volante y su puente, para que se vean los
de los dientes de la topes de punto muerto.
rueda de escape. Los No hay medios para a justar realmente este escape, si la re-
Fig. 87. — Máquina de bolsillo y áncora Inger-
soll, representados al doble de su tamaño. huelgos son am-
tención es defectuosa. Los pivotes del eje son de la forma usual,
plios, y el reloj fun-
asociados con rubí y rubí contrapivote, y han de tomarse las
cionará bien con agujeros razonablemente grandes para los
mismas precauciones para el pulido y bruñido finales. La má-
ejes de la rueda de escape y del áncora. El eje del volante tiene
pivotes cónicos, estando controlado el juego axial por un quina es del tipo Roskopf.
tornillo. Los pivotes se asientan en cojine- La figura 90 representa un Ingersoll, de fabricación suiza,
tes, también cónicos, uno en el final del eje de i o £ líneas y del sistema Roskopf; no tiene topes de punto
y el otro en el extremo del tornillo. muerto. El poseer un agujero debajo del áncora ofrece un me-
Cuando precisa arreglar o agudizar los dio para el ajuste, si la retención fuera defectuosa. Otra máqui-
pivotes debe quitarse el espiral del volante na suiza, la marca registrada "Ebosa", tiene un tornillo de ajus-
y sujetar con una pinza elástica de torno el te por el cual la posición del agujero inferior del áncora puede
• j« i . Fie. 88. — Arriba, pi- situarse.
eje del volante, y mientras se hace girar a vo°e conico de gene_ La figura 91 muestra el áncora con espigas de una máquina
cierta velocidad se amuela con una barreta ratriz recta; abajo, pi- de i o \ líneas de la The Medana Watch Company. No es una
vote có ic con la
Árkansas a, ~ 45° (Fig. máquina sistema Roskopf. El tren, el mecanismo de movimíen-
J
*• , 6 88),
. ' con lo cual se ? ° hgeramen-
generatriz
tiene el máximo de resistencia al desgaste te curvada.
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to, etc., son normales, mas el áncora con espigas tiene topes Cuando se limpia el escape a áncora con espigas, han de te-
de nerse en cuenta algunos puntos. Las espigas del áncora tienden
punto muerto. Los pivotes son del tipo de agujero y pieza con- a forzar todo el polvo y suciedad en la raíz de los dientes de
la rueda de escape. Esto ocutre particularmente en el tipo en
que el punto muerto se hace en la rueda. El continuo martilleo
sobre dicho punto no sólo
acumula la suciedad, sino que
tam-
bién la comprime. Si esta su-
ciedad comprimida no se qui-
ta cuando se limpia el reloj,
afectará seriamente el juego
en el platillo y aun hará que
el dardo roce con él. La lim-
pieza ordinaria no quita esta
costra dura, y para hacerlo
debe sostenerse la rueda de es-
trapivote y, por si la rueda de escape no se retuviera, tiene me- cape entre los dedos pulgar e
Fig. 90. — Máquina Ingersoll de 10 1/2 líneas (tamaño doble). A la izquierda, índice de la mano izquierda Fig- 92. — Modo de quitar la costra
la platina superior; a la derecha, el lado de la esfera, y aparte, el áncora. , 1 • , que a veces se encuentra en las raíces
y rascar con la hoja de un cu- de los dientes.
chillo afilado en el largo de
la raíz, únicamente para quitar la costra, pero no el metal, de-
jando sólo brillante el canto (Fig. 92).
Procúrese que las espigas estén exentas de aceite congelado;
hay que limpiarlas bien con barritas de medula impregnadas de
bencina. Hacer lo mismo con la espiga de impulso y con la en-
talladura del áncora.
Los pivotes se engrasan de la manera usual. Las espigas de
áncora se engrasan cuando el reloj tiene cuerda. Apliqúese un
poco de aceite cuando se efectúa la retención sobre un diente de
la rueda de escape. Déjense pasar tres dientes, se para el vo-
lante y se pone un poco más de aceite como antes, y así sucesi-
vamente, hasta que todos los dientes de la rueda tengan un poco
Fig. 91. — Máquina Medana de 10 1/2 lineas (tamaño doble). A la izquierda, de aceite. Al contrario del escape a áncora con paletas macizas,
la platina superior; a la derecha, el lado de la esfera, y aparte, el áncora. el pasador de impulso se engrasa ligeramente. Póngase un poco
dios de ajustarse. Se ha indicado ya que el polvo es el gran de aceite sobre la uña del dedo pulgar con una punta de en-
enemigo del escape a áncora con espigas, y como defensa contra grasar; córtese un palillo de boj en forma de cincel, que se moja
él lleva la máxima protección: un guardapolvo delgado sobre con el aceite de la uña y, a su vez, con él se engrasa la elipse
la máquina, ajustado alrededor del canto. o pasador de impulso. Para nuestro objeto, se aplica así el acei-
te suficiente.
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k e r- s o ft w a MANUAL PRACTICO DEL RELOJERO k e r- s o ft w a

Sobre el engrase de las espigas y de la rueda de escape de los


relojes a áncora con espigas, que no sean del sistema Roskopf,
existe una fuerte controversia. Después de la introducción de la
rue da de centro y rodaje más fino, la transmisión de la fuerza
al escape se controla mejor. En consecuencia puede emplearse
un muelle real menos robusto, y esto, junto con lo anteriormen-
te dicho acerca del control de la fuerza al escape, hace que se
dilate la vida útil del reloj. Sin embargo, la lubricación tiene CAPÍTULO VII
mucha importancia, para cuyo objeto en el mercado suizo se
ha puesto a la venta una grasa especial destinada a los escapes a
áncora con espigas. Este lubricante tiene dos ventajas: a) no se EL TREN: ENGRANAJES Y FORMAS
desparrama, permaneciendo constante más tiempo que el aceite, DE DIENTES
y 6) no se mezcla con el polvo tanto como el aceite, según
garantiza la casa productora. Esta grasa no se espesa; forma una
película fina sobre la bien pulida superficie de las espigas y pa- Después de los escapes, el tren es la parte de una máquina
sadores. que requiere mayor atención y estudio. Lo primero que debe-
Finalmente, debo advertir que en estos tipos de reloj es me- mos considerar en conexión con el tren, es la relación, o sea la
jor no abusar del engrase. diferencia entre el número de dientes de las ruedas y el número
de alas de los piñones. Si las ruedas tienen: la de centro 8o dien-
tes, la primera 75, la segunda 8o, la de escape 15, y los piñones:
i o alas en el primero, i o en el segundo y 8 en el escape, enton-
8o x 75 x 8o x 15 x 2 0 T ..
ees --------— ----------------- = 18.000. La rueda de escape tiene
10 x 10 x 8
15 dientes, y se multiplica por 2 porque cada diente actúa en
las dos paletas.
Por lo que antecede se comprende que el volante debe ha-
cer 18.000 oscilaciones por hora. Cuando han de calcularse el
número de oscilaciones del volante, no cuentan los dientes del
barrilete ni las alas del piñón de centro. Si el reloj lleva agu-
8o x 15 x 2 x 6o
ja segundera, entonces el calculo se hace: -------- — ----------=
o
= 18.000 oscilaciones. Con 8o dientes de la segunda, 1 5 X 2
de la rueda de escape, dividido por las 8 alas del piñón de es-
cape, y el resultado multiplicado por 6o (pues la segunda da
6o revoluciones por hora), obtenemos 18.000. Por proporción
puede calcularse el número de dientes de una rueda, o el núme-
ro de alas de un piñón. Si se ha extraviado, por ejemplo, la
primera rueda de una máquina, podemos calcular su número de
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k e r- s o ft w a 86 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJE3O k e r- s o ft w a
EL TREN: ENGRANAJES Y FORMAS DE DIENTES 87

, 8o x x , , . 6o x 10 x 10 zarse axialmente, recomendando consultar el capítulo Ejecución


dientes, asi: - = 6o, de la que sacamos x = - - --
10 x 10 8o de piezas nuevas (montaje de piñón de cañón) para mejor com-
= 75, que es el número de dientes de la rueda extraviada. prensión de este defecto. Examinar las ruedas del tren, mante-
Si hemos perdido la rueda y el piñón, podemos hallar la niendo la máquina a la al-
relación entre los dientes y las alas por: tura de los ojos, para ver si
x x 8o x 6o x 10 7, 5 todos los ejes están vertica-
- = 6o, de donde — = — - - - les; es esencial que las ruedas
10 X £ £ 8 0
de centro y la segunda (si
lo que indica que la rueda ha de tener 7,5 veces más dientes que hay aguja segundera) estén
alas el piñón. perfectamente planas u ho-
Tomando en consideración el cálculo del resto del tren, se rizontales. Si se tiene algu-
llega a la conclusión de que la rueda ha de tener 75 dientes y na duda, precédase como
el piñón i o alas. sigue: vuélvanse a montar
De todas maneras, no nos proponemos dar aquí extensos el piñón de cañón y las rue-
detalles sobre el cálculo de tren. das horaria y minutera;
Debe decirse ahora que los relojeros otorgan demasiada con- móntese también la corona
fianza al tren, y así, en la mayoría de los casos ni creen opor- y el árbol remontoir; en-
tuno examinarlo. Si no se ha visto nunca el reloj que se va a tonces repóngase la esfera y
reparar, o si se supone que el reloj ha pasado por otras manos sujétese bien. Ahora món-
después que se reparó por última vez, no se tenga nada por ga- tense las agujas horaria, mi- Fig. 93. — Golpeando el árbol de centro
rantizado y examínense todos los engranajes. Si el tren está nutera y segundera. Muéva- para enderezarlo.
perfectamente libre, cuando se le hace rodar hasta acabar la cuer- se la aguja minutera en sen-
da después de haber cargado un poco el muelle real, el tren in- tido circular normal y obsérvese su camino para ver si corre
vertirá su sentido de rotación en el momento que el muelle que- a la misma altura en toda la esfera; si en un sitio se eleva y en
de descargado del todo. En otras palabras, antes que la rueda otro opuesto baja, entonces es señal de que la rueda de centro
de escape se pare, girará una o dos revoluciones al revés. Esto es no gira plana. Probar también la aguja segundera de la misma
debido al rebote, cuando el ojo del muelle real topa con el manera, dejando que el reloj funcione por lo menos durante un
gancho del árbol del barrilete. Quizá es una prueba algo burda, minuto. La primera y la de escape también deben estar planas,
pero da una idea general bastante clara sobre la libertad de todo pero no es tan importante porque éstas están desligadas de las
el mecanismo del tren. Así pues, antes de empezar a mirar la im- otras partes del movimiento y realiza sus funciones correctamen-
portante cuestión de los engranajes se debe dar una ojeada ge- te. Ni por un momento apruebo que alguna rueda deba dejar de
neral al tren. estar perfectamente horizontal, pero desde el punto de vista de
Ante todo examinaremos el piñón de cañón; si es del tipo la economía no sería prudente gastar mucho tiempo en poner
planas las ruedas en una máquina barata; lo importante es sa-
a presión, debemos asegurarnos de que está bastante fuerte para
ber lo que puede menospreciarse. Si se encuentra que la aguja
arrastrar las agujas. Es preferible apretarlo ahora, si es necesa-
minutera hace todo el recorrido a la misma distancia de la
rio, más que cuando el reloj esté montado con la esfera, pues
esfera, pero no así la aguja horaria, es prueba de que el árbol
deberíamos desmontarlo de nuevo si las agujas estuvieran flo-
de centro está torcido. Búsquese en dónde lo está, haciéndolo
jas. O tro defecto del piñón de cañón es su tendencia a despla-
girar entre las patas de un calibre; luego se pone sobre un yun-
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que plano de acero con la curvatura para arriba, y se golpea li- Aguzar, en punta larga, un palillo de boj. Se retira la varilla
geramente con la pena del martillo, como se ve en la figura 93, de centrar y se mete el palillo en el agujero; se hace girar el
para enderezar el árbol, con poco riesgo de rotura y sin nece- mandril rápidamente, manteniendo, entretanto el palillo, lo
sidad de recocerlo ni rebajar el revenido, aunque algunas veces cual se hace para dar al palillo la forma del agujero. Ahora se
es necesario hacerlo para más seguridad. ponen en el extremo del palillo unas tenazas, o algo similar, ca-
Corregir estas ruedas, si girando no se mantienen perfecta- balgando, como se ve en la ilustración. Sin sujetar al palillo, se
mente paralelas a la platina, es asunto de poca monta. Tratan- hace girar el mandril despacio, mientras se vigila con atención
el extremo del palillo; si el agujero central de la platina infe-
rior está centrado — como debería —, el extremo del palillo

Fig. 95. — Herramienta cortante hecha de una lima vieja

no tendrá movimiento, pero si el agujero está descentrado, aun-


que sea ligeramente, el palillo se moverá arriba y abajo. Se
efectúa esta operación para verificar la varilla de centrar.
Si la herramienta no está bien, la punta cónica debe estar
descentrada. Golpéese ligeramente en el canto de la platina con
un martillo (sin aflojar las garras del mandril). Por ejemplo,
Fig. 94. — Montado del mandril para poner recto el agujero de centro cuando el extremo del palillo está en su punto más bajo, dése un
pequeño golpe en la parte alta de la platina, hasta que suba el
do primero con la rueda de centro, hay dos procedimientos a extremo del palillo. Cuando está centrado, sin quitar la platina
seguir para rectificar este error: el primero consiste en encasqui- del mandril, poner el puente de centro en su posición sobre la
llar uno de los agujeros, y el otro en rellenar un agujero y des- platina y apretar los tornillos. La repetición de la prueba, con
pués taladrar otro situado correctamente, con un herramental el palillo en el agujero superior de centro, descubrirá el descen-
de verticalizar. Por regla general, cualquiera de estas dos opera- trado. Ahora se procede a hacer el agujero centrado con la he-
ciones es mejor efectuarla en el agujero superior, porque ha- rramienta de la figura 95, la cual se hace en la parte de mango
ciéndolo así no alteraremos los engranajes del barrilete y del de una lima vieja. Algunos llaman a esta operación mandrinar.
piñón de centro. Si el agujero superior está en un rubí, puede Cuando el agujero está hecho, se quita la platina del mandril
ser más económico realizar la modificación en el inferior, pero y se procede a ajustar un casquillo en el agujero que se ha prac-
esto acarreará el ajuste forzoso del engranaje del barrilete y el ticado.
del piñón de cañón. Supondremos que ha de encasquillarse el Búsquese un pedazo de tubito que tenga su agujero un poco
agujero superior. Móntese la platina inferior en un mandril de más pequeño que el diámetro dei pivote que ha de soportar. Se
torno, disponiendo la varilla de centrar de modo que su punta corta de este tubito una longitud tres o /uatro veces mayor que
cónica encaje en el agujero central, y apriétense las garras del la del agujero, se coloca en un torneador y se tornea dándole
mandril. Colocar el portaherramientas con su lado ancho para- una ligera conocidad, parecida a la de un escariador. Ensanchar
lelo a la platina, aproximadamente a 25 mm de ella (Fig. 94). con un escariador el agujero que hemos hecho, lo justo para que
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EL TREN: ENGRANAJES Y FORMAS DE DIENTES 91
guarde la conicidad del escariador, haciendo esto por el interior. masiado largo y se desea corregirlo para tener el juego necesa-
Introdúzcase el casquillo hasta que ajuste en el agujero y em- rio, puede hacerse de dos maneras. Una consiste en volverlo al
pújese tanto como sea posible, pero sin hacer demasiada vio- torno y refrentarlo, quitando el metal que sobre con una he-
lencia. Señálese con un rramienta apoyada en el portaherramientas. Por la otra, se lima
cuchillo al ras con la su- el metal sobrante y después se repasa
perficie del puente, y tam- con una piedra Montgomerie (una ba-
bién, de la misma ma- rreta ordinaria tipo lápiz). Ambos
nera, la otra cara. Re- Fig. 97. — Herramienta de
métodos se explican en el capítu- achaflanar hecha de una
frentar el casquillo a la lo XV, Ejecución de piezas nuevas. lima de cola de rata.
longitud, un poco por Finalmente, se hace el agujero a la
encima de la señal del la- medida en el casquillo, acabándolo con un escariador cilindri-
do superior, y lo mismo co para endurecer y pulir el agujero. Será necesario un princi-
por el lado inferior; esto pio de achaflanado en ambos extremos del agujero para quitar
nos dará un ajuste prieto las rebabas. La punta de una vieja lima de cola de rata, agu-
cuando se acabe de intro- zada en forma piramidal, es una ex-
ducir con el martillo. celente herramienta de achaflanar (Fi-
Rebájese el extremo su- gura 97).
perior para formar el re- Para poner paralela la rueda se-
mache. Achaflánese ligera- gunda a las demás ruedas escogere-
mente el extremo superior mos el agujero más alejado del piñón,
del agujero para recibir el a fin de que no haya interferencia en
remache. Coloqúese el el engrane del piñón del escape. Sí los
puente sobre un yunque agujeros están en rubíes, se debe sacar
de pulir, el fondo hacia el rubí y ajustar y centrar el agujero,
arriba, con el casquillo en como se hizo para la rueda de cen-
posición,' e introdúzcase tro, poniendo luego un rubí de diá-
con un punzón de pulir, metro mayor. Si el agujero está en
de extremo plano, gol- latón, y suponiendo que debemos en-
peando con un martillo casquillarlo, se procede como sigue:
(Fig. 96). Inviértase el se ensancha el agujero al diámetro
puente sobre el yunque,
y con un punzón plano Fig. 98. — Centrando el conveniente y se tapona con un pe-
y el martillo se remacha dazo de alambre de latón; el ajuste
agujero de la rueda segunda
dando repetidos y suaves en el herramental de ende-
y remachado se hace como en la rue-
rezar.
golpes. Sí se ha torneado da de centro. Sujétese la platina infe-
con cuidado el casquillo a rior en el herramental de verticalizar,
la longitud correcta, no se a justando la varilla de centrar en el agujero inferior (Fig. 98).
necesitará hacer nada más. Agarrarlo con los sujetadores y sin quitar la platina se le ator-
Fig. 96. — Encasquillando el agujero de
centro. Si el casquillo se dejó de- nilla, en posición, el puente de la segunda rueda. Bájese la va-
rilla de centrar sobre el puente, cuya punta señalará el centro
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EL TREN: ENGRANAJES Y FORMAS DE DIENTES 93
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MANUAL PRACTICO DEL RELOJERO

necesidad, pues el exceso de fuerza causaría una retención. Pero,


del nuevo agujero; haciendo girar la varilla de centrar y dán-
limitación, quizá no sea la palabra exacta, y estaría mejor decir
dole un poco de presión, obtendremos una señal bastante pro-
funda. Con el herramental de centrar ilustrado., el puente de precisión en la cantidad necesaria de fuerza. Sea como fuere,
la segunda rueda puede fijarse en posición en la platina de fon- nos hallamos en que tenemos a nuestra disposición una fuerza
do, luego que se ha taponado, y el centro se obtiene con la definida y por eso debemos reducir al mínimo todo rozamien-
varilla de centrar. to, y la pequeña parte que se tolere, porque algo debemos to-
Taládrese el agujero lerar, debe ser tan constante como sea posible.
un poco menor al que Las ruedas de centro, primera y segunda, necesitan más jue-
se desea obtener final- go axial que el eje del volante y que la rueda de escape; el
mente; no es necesa- áncora necesita menos. Dar la cantidad exacta de juego axial es
rio retirar la platina difícil, a no ser que se den medidas; me parece que darlas sería
del herramental de engañarse y no significaría ninguna guía. Si tomamos en con-
verticalizar para ta- sideración nuestra máquina de 13 líneas, las ruedas de centro
ladrar este agujero. primera y segunda deben tener un juego igual aproximadamen-
Substituyase la vari- te a tres gruesos de papel de seda (lo que viene a ser 0,03 mm).
lla de centrar por otra Para la rueda de escape, el juego aproximadamente a dos grue-
hembra sin punta, y sos de papel de seda (0,02 mm), y para el áncora, justamente
con un agujero ciego perceptible. El juego lateral no debe ser perceptible siquiera,
fíjese la broca en un pero para la verificación tómese la máquina con la mano iz-
árbol en el cual se quierda y manténgase horizontal a la altura de los ojos. Leván-
monta una garrucha, tese cada rueda con unas pinzas. Cuando se sueltan, por su pro-
que se accionará con pio peso vuelven a su posición primitiva, suponiendo los agu-
el arco del torno, y jeros limpios y libres de aceite. Esta prueba se hace para asegu-
así se podrá taladrar rarse de que los pivotes están libres en sus agujeros. Otra prueba
Fig. 99. — Taladrando el nuevo agujero de la un agujero vertical consiste en observar el espacio entre los espaldones de los pivo-
rueda segunda. (Fig. 99). Ábrase el tes y sus agujeros (que es el juego axial) teniendo el reloj a la
agujero por el lado altura del ojo, como antes se dijo. Inviértase la máquina y
interior con un escariador a la medida, y se acaba con un esca- obsérvese, a la altura de los ojos lo mismo que antes, los es-
riador cilindrico. Achaflánese la parte superior para recibir el paldones de los pivotes. La distancia debe ser la misma en am-
aceite y asimismo la parte inferior, lo justo para quitar las bas, posiciones. En otras palabras, las ruedas deben caer por su
rebabas. La forma de ajustar un nuevo rubí se verá en el capí- propio peso.
tulo XV, Ejecución de piezas nuevas. Veamos ahora la importante cuestión de los engranajes. Se
Cuando tengamos paralelas todas las ruedas del tren, prué- debe saber lo que es un engranaje correcto antes de ir más allá
bense todos los juegos axiales y mírese si los laterales no son en el examen de una máquina.
excesivos. Los juegos axiales y laterales son imprecisos, es decir, En primer lugar, imaginémonos dos discos con sus ejes, si-
que no tienen límite fijo. El primer detalle que debe tenerse pre- tuados éstos de forma que las periferias de aquéllos se toquen.
sente es que todas las piezas han de estar libres; el reloj, con- Imprimiendo una fuerza sobre uno girará y hará que el otro
trariamente a la mayoría de las máquinas, tiene muy poca fuer- también gire, siendo esto el medio perfecto de transmitir el
za a su disposición, viniendo esta limitación impuesta por la
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EL TREN: ENGRANAJES Y FORMAS DE DIENTES 95
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movimiento. El rozamiento engendrado para dar el movimien- Así los engranajes con dientes perfectos sólo sufren la fric-
to, es la fricción de rodadura, rodando simplemente una super- ción de rodadura. Pero hay ciertas limitaciones para llevar esta
ficie sobre otra. La fricción de rodadura es el menos discutible teoría a la práctica.
de todos los rozamientos, lo cual es de gran importancia, como Se ha comprobado que en el caso de una rueda de menos de
veremos. No sólo es perfecto por la cuestión de rodadura, sino
que también por transmitir la potencia de una manera regular, f/anco ¿e/a/a:
es decir, que la fuerza se transmite a una velocidad que no sufre Curve /ripec/cto/afl,
oí/e
7 en este caso,
variación. °s únjrects
Á/s t/e//>/ñón
Fig. 101.
— Partes
que
forman la
rueda y el
piñón
Fig. 100. — Rodamiento y rozamiento de embrague y
desembrague
21 dientes,
que engrana
Las otras formas de rozamiento que hallamos en el tren de
con un piñón de
un reloj son el rozamiento de embrague y el de desembrague.
menos de 11
El rozamiento de embrague es la resistencia que se presenta cuan-
alas, se presenta
do la punta de una varilla es empujada hacia adelante sobre una
el
superficie; el rozamiento de desembrague es la resistencia que se
presenta cuando tiramos de la punta de la varilla sobre una su-
perficie (Fig. i oo). Se comprende en seguida que la resistencia
del rozamiento o fricción de embrague es más elevada para una
misma fuerza que la de desembrague, pero, con todo, en la
transmisión de fuerza la fricción de rodadura es la ideal; el
rozamiento de desembrague puede tolerarse, pero debe prescin-
dirse en lo posible del de embrague.
Continuemos con los discos: si la fuerza fuera aplicada por Csso¡/Mo tfe
~/s roseta
un cierto período de tiempo los discos resbalarían, y para evi-
rozamiento o fricción
tarlo deberían establecer contacto a presión, pero entonces se
de embrague.
presentarían serias complicaciones introduciendo el nuevo pro-
blema del rozamiento en los pivotes con el consiguiente desgaste. No se necesita entrar aquí
Para salvar esta dificultad se ponen dientes de forma calculada en el campo de la teoría de los en-
matemáticamente, tal como la curva epicicloidal. granajes, pero baste decir que en relojería generalmente las rué-

Una curva epicicloidal es la curva descrita por un punto de


una circunferencia, que rueda por el exterior de otra circunferen-
cia fija.
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96 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO EL TREN: ENGRANAJES Y FORMAS DE DIENTES 97

das actúan como motrices y los piñones como ruedas movidas, y viene, para mayor seguridad, que un engfanaje peque antes por
que si éstos son de diámetro inferior a la mitad de la rueda mo- menos que por más profundidad.
triz, entran en juego nuevas condiciones para determinar la for- La mayoría de los piñones de los relojes tienen menos de
ma de las alas de los piñones. La figura 101 da la definición de 11 alas, normalmente 8 ó i o, y por esto la fricción de desem-
las diferentes partes que componen la rueda y el piñón. Las brague ha de presentarse, aunque en grado muy pequeño. Con
partes activas de las alas son los flancos o costados, así es que la un piñón de 6 alas y una rueda de menos de 176 dientes, lo que
forma de éstos tiene en un reloj es posible, aun-
principal importancia. que muy improbable, apa-
La línea trazada por rece la fricción de embra-
un punto de una cir- gue. En los relojes es
cunferencia de diáme- corriente que un piñón de
metro mitad que el de 6 alas engrane con una
la circunferencia pri- rueda de 6o dientes, y cla-
mitiva del piñón que ro, debe haber en tal en-
rueda en el interior de granaje una considerable
ésta, es una recta ra- fricción de embrague; de
dial y por esto los flan- aquí que los piñones de
cos de las alas son rec- 6 alas con el tiempo su-
tos y radiales. La cur- fren un desgaste muy con-
va descrita por un pun- siderable, únicamente por Fig. 103. — Punto en el cual se efectúa
to de una circunferen- la razón expuesta. el engranaje.
cia interior a otra fija Algunas vfces ocurre
Fig. 102. — Las lineas de puntos indican las
se llama hipociclotde. que un piñón no está en perfecta re-
circunferencias primitivas. Si estas condiciones se lación con la rueda, y entonces no es posible un engranaje co-
cumplen, el movimien- rrecto, no habiendo nada que hacer por más variaciones que se dé
to transmitido será regular, esto es, a la misma velocidad des- a la distancia entre los centros. Aun cuando las circunferencias
de que un diente de la rueda engrana con el flanco del piñón primitivas sean tangentes, como han de ser, existirá fricción de
hasta que ha transmitido la fuerza y queda libre. En la prác- embrague, esto es, el ala del piñón que se presenta al engranaje
tica esto no se realiza tan idealmente, pues tenemos que la tocará al diente de la rueda un poco antes de la línea de cen-
holgura de los pivotes lo entorpece, y aun cuando el paso y la tros, y lo rozará hasta llegar a esta línea. Cuando el piñón y
forma de los dientes sean correctos, interviene la fricción de la rueda no tienen la relación correcta el engrane se efectúa antes
desembrague por esta holgura. Así pues, a los discos de que de la línea de centros (Fig. 103) y aparece la fricción de em-
hemos hablado se les ponen dientes que sobresalgan de sus su- brague. El engrane teóricamente perfecto se verifica con una
perficies de contacto y se deja interiormente a estas superficies rueda no inferior a 96 dientes y un piñón de no menos de 12
unos espacios para que puedan introducirse los dientes del otro alas. Suponiendo que la rueda y el piñón son perfectamente
disco, y es importante que estas superficies sean tangentes; vie- proporcionados, con una distancia de centros exacta, el diente de
nen definidas por unas circunferencias imaginarías, que se lla- la rueda rodará sobre la superficie del flanco del ala del piñón,
man circunferencias primitivas (Fig. 102). En la práctica con- sin fricción de desembrague y menos de embrague. Cuando el
diente que está engranado ha terminado su función, habrá im-
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embrague, que gene-


pulsado al piñón de modo que el diente siguiente engranará con ralmente no es per-
el ala siguiente en la línea de centros o un poco después, y así judicial. La figu-
tendremos un movimiento regular y sin sacudidas de las piezas ra 105 muestra un
móviles (Fig. 104). engrane demasiado
La combinación profundo y la figu-
de un piñón de 12 ra 106 otro dema-
alas y una rueda de siado holgado.
96 dientes es consi- Para terminar las
derada como el mí- formas del perfecto
nimo para un per- engrane matemático,
fecto engrane, pero debemos dar una
parece que aun no ojeada al engranaje
hay tal perfección, con evolvente (figu-
pues autoridades en ra 109) y al de arco
la materia lo discu- de circunferencia (fi-
ten. No hablo de un gura 109 a).
buen engrane comer- La evolvente es
cial, sino del engra- la curva trazada por Fig. 105. — Engranaje demasiado profundo
ne mecánico ideal. un punto de un hilo
Como he dicho, los que se desarrolla de
engranajes son ma- un cilindro (figu-
teria para un largo ra 108) . Esta forma
de engranaje no es
Fig. 104. • El perfecto engranaje se efectúa en estudio, sobre el cual muy usada en relo-
la linea de centros. se han escrito varios
jería, salvo en las
libros. Es un asunto
ruedas del mecanis-
bastante discutible, de manera que lo mejor será dejarlo en lo
mo remontoír. Un
que hemos dicho. Sin embargo, no olvidemos el juego necesa- sistema mixto de
rio de los pivotes (axial y lateral) en sus agujeros. Si los pivo- engranaje entre evol-
tes no tuvieran estos juegos, los engranes cumplirían con las vente y cicloidal se
condiciones teóricas, pero el reloj no funcionaría, como ya se usa mucho en Suiza.
ha indicado antes. Algunas fábricas tie-
Este es uno de los casos en que la teoría no va de acuerdo nen su propia fór-
con la práctica, aunque no por ello deba despreciarse aquélla, mula, mientras otras
ya que la relojería debe mucho a los científicos en general y par- se adaptan a las cur-
ticularmente a los matemáticos. vas de los fabrican-
En la mayoría de relojes, el engrane no empieza matemáti- tes de las máquinas
camente en la línea de centros, sino un poco antes o un poco des- de tallar engranajes,
pués, por lo cual aparece una suave fricción de embrague o des- Fig. 106. — Engranaje demasiado superficial
hange E hange E
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EL TREN: ENGRANAJES Y FORMAS DE DIENTES 101
l os cuales dan una forma de curva llamada Mikron, que em-
se ajustan los brazos del sector de modo que, colocada la rueda
plean varias fábricas suizas.
por su diámetro mayor, el número del sector de la escala debe
Se dio un paso muy importante en Inglaterra en el tallado
registrar 64 (Fig. 111). Los brazos se pueden fijar en una po-
de engranajes, cuando el British Standards Institute unificó una
forma de diente conocida por forma de arco circular (figu-
ra 109 a). Su introducción fue motivada principalmente por el
deseo de ayudar a los fabri-
cantes a reducir la cantidad
de fresas que les eran necesa-
rias; antes, para satisfacerlas
condiciones de los engranajes Fig. 109. — Forma del diente en evolvente
cicloidales, debían de tener
Fig. 107. — La forma del diente en muchos números de fresas. El
curva cicloidal (linea de puntos) com- prólogo de British Standard
parada con la de «arco circular» (línea
seguida). Specification dice: "este sis-
tema tiene la ventaja de que
una sola fresa helicoidal de cada pitch (paso circunferencial)
puede tallar los engranajes de cualquier número de dientes del
Fig. 109 a. — Forma del diente en arco
mismo paso, mientras que el sistema cicloidal requiere por lo circular. Fig. 110. — El sector
me nos ocho fresas helicoidal es para cada paso". La forma de
las alas del piñón es la misma que la de los dientes de la rueda sición determinada por medio de un
y se tallan con la mis- tornillo especial de suje-
ma fresa. Con todo, las ción. En su parte baja, el sector l leva un calibre de acero que
instrucciones siguientes sirve para los piñones. Lo que hemos dicho para la
se aplicarán lo mis- rueda puede
mo al sistema de arco aplicarse al piñón,
circular que a las for- que si es correcto y
mas mixtas menciona- tiene, por ejemplo,
das cuando se trató del 8 alas se parará en
engrane correcto. el número 8. Hay
Volvamos a los en- que asegurarse de
granajes cicloidales: si que mide por la par-
se tiene alguna duda Fig. 108. — Formación de la curva evolvente te de mayor diáme-
acerca del tamaño de tro, esto es, por los
una rueda, mídase con el sector, que es un calibre basado en el cantos de alas opues- Fig. 111. —El sector ce- Fig. 112. — La parte
tas, como se ve en la rrado sobre una rueda baja del sector con
principio de la proporción (Fig. 11 o). Ábrase el sector, méta- de 64 dientes marca 64. un piñón de 8 alas
se la rueda, y ciérrese sobre la misma en su diámetro mayor, figura 112. Si el pi- registra 8.
correspondiendo la graduación de las reglas con el número de ñón no se deslizara
dientes de la rueda. Supongamos que la rueda tiene 64 dientes: hasta el número repr esentativo de su cantidad de alas, indica
que es demasiado grande y quizá deba ser cambiado por otro
correcto. Inversamente, si desciende en el sector por debajo del
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número que le corresponde, el piñón es demasiado pequeño. go en los dos extremos del diámetro. El mismo cálculo se hace
Los fabricantes suelen pecar por exceso. En su libro Lessons para el piñón.
in Horology, Jules y Hermann Grossman, dicen: "es mejor Por lo dicho se comprende que este calibrado es sólo por
un engrane forzado, cuando el piñón es demasiado grande y, aproximación, pero al mismo tiempo es lo bastante exacto en
recíprocamente, un engra- la práctica. La mejor herramienta para estas mediciones es un
ne con el piñón pequeño, pie de rey, o Vernier, o un micróme-
debe ser relativamente hol- tro, o palmer.
gado". Para usar el micrómetro, hay que
Teóricamente el sec- sostenerlo con la mano derecha y
tor no es absolutamente abrirlo al tamaño de la rueda en su Fig. 114. — Micrómetro
exacto, ya que no puede parte más ancha, como muestra la fi- marcando 9,55 mm.
tener en cuenta las dife- gura 113. Hay micrómetros para pul-
rentes formas de cabeza gadas y para milímetros, pero su uso es el mismo. El diámetro
de las alas: unas son semi- de la rueda es, por ejemplo, de 9,55 mm. Los milímetros se
circulares, otras alargadas, leen en el cuerpo cilindrico fijo por el número que queda visible.
como arcos góticos y aun Las fracciones decimales de milímetro quedan parcialmente ta-
existen otras de formas padas por el manguito giratorio. También en el cilindro fijo,
y, finalmente, en el
varias; pero en la práctica
manguito están graba-
el sector es suficiente para
das las fracciones cen-
dar un buen engrane. Ade-
tesimales de milímetro.
Fig. 113.—Micrómetro, o palmer, y modo más, no sirve para altas
Si el cero en el man-
correcto de manejarlo. proporciones, tales como güito coincide con la
12 a i; en tal caso las to- línea de un milímetro
lerancias serían insuficien- en el cuerpo cilindrico
tes, y el piñón debería ser mayor que el número de la escala;
para una proporción baja, como 43 i, la tolerancia sería ex- .,. fijo, entonces da una
Fig. 115. — Pie de rey. La división inferior , ., MÍ
medlda exacta efl ml1
cesiva y el piñón sería menor que el número de la escala del indica 14,7 mm. '
sector. Las ruedas y los piñones de los relojes generalmente metros, pues una vuel-
están en la proporción de 7 u 8 a i, en cuyo caso el sector re- ta completa del manguito equivale a medio milímetro de los
sulta suficientemente exacto. marcados en el cilindro; si se ve la marca de medio milímetro
Si se quiere comprobar un piñón dudoso y no se tiene el en el cilindro fijo y en el manguito móvil la cifra 5 es la que
sector a mano, suponiendo que la rueda tiene 64 dientes y el coincide con la línea recta del cilindro, entonces la lectura será
piñón 8 alas, el diámetro de la circunferencia primitiva de la 0,55 mm, como en la figura 114, en la que se descubren en
rueda debe ser 8 veces mayor (razón 8 a i) que el del piñón. la parte inferior de la línea del cilindro, 9 divisiones y media,
Como hemos visto, no es conveniente señalar en las piezas la a lo que deben añadirse las 5 centésimas que indica el man-
circunferencia primitiva; así pues, debemos estimar el largo de guito móvil, resultando:
la cabeza del diente y recordar que el doble de este largo debe 9>5
restarse del diámetro total. Es el doble porque tenemos este lar- 0,05
9,55-milímetros
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104 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO EL TREN: ENGRANAJES Y FORMAS DE DIENTES 105

El Vernier o pie de rey (Fig. 115), se lee como sigue: que las puntas queden perfectamente horizontales y ajustar por
ajústese la rueda entre los brazos rectos del Vernier y suponga- medio del tornillo A la punta suelta hasta que pueda introdu-
mos que se lee 14 mm y algo más en la escala principal inmó- cirse en el agujero del pivote de la rueda de escape; cuando esto
vil. Entonces se mira qué división de la parte corredera del Ver- se ha logrado, también se sujeta el tornillo de esta punta. Man-
nier (o también nonius) coincide exactamente con una división téngase la máquina a una cierta distancia, con las puntas en los
de la escala principal. Supongamos que la raya que coincide es
la séptima del nonius, como indica
la flecha de la figura; así pues, leere-
mos 14*7 mm.
Prosigamos con el cálculo del
tamaño de la rueda y piñón. La rue-
da tiene 64 dientes y mide 9,55 mm
de diámetro. La relación es 8: i. Así
el diámetro del piñón debería ser
aproximadamente 1,2 mm, menos
Fig. 116. — Modo de com- 0,05 a o, 15 mm, según la forma de Fig. 117. — Herramental de comprobar engranajes. A, tornillo de profun-
probar los engranajes. la cabeza del ala. didad; B, tornillos para fijar las puntas; C, punta macho; D, punta hembra;
Es E, resorte que actúa entre las dos partes.
difícil examinar el engrane agujeros par a aseg urarse de que el aparato está horizontal. Si
en la mayoría de relojes, por lo cual deben efectuarse las prue- el mismo se inclinara hacia un lado, la distancia entre los cen-
bas con una cierta tolerancia. Empecemos comprobando los tros no sería correcta. El tornillo A no debe tocarse ya. Se co-
engranes de la rueda primera y el piñón segundo: para ello, locan la segunda rueda y la rueda de escape en el aparato, y se
agúcese un palillo de boj, con punta roma, y con él sujétese ajustan la s puntas de mo do que la rueda engrane con el extre-
por la parte superior el piñón segundo; entonces con otro pa-
lillo semejante pruébese el juego de la rueda primera con el
piñón. Comprébense las otras rue d as de la misma manera
(Fig. 116).
Con un poco de práctica pronto se acostumbra uno a com-
probar rápidamente si la profundidad de penetración de los
engranes es correcta. Si, a pesar de todo, hubiera dudas, precé-
dase como sigue: si la duda está en el engrane entre la rueda
Fig. 118. — Posiciones correctas de la rueda y del piñón
segunda y el piñón de escape, quítense de la máquina y mónten-
se ambas piezas en el aparato de comprobar engranes. Previa- mo del piñón. Deben usarse puntas hembras para soportar los
mente, se colocan en un mismo lado del aparato (Fig. 117) dos pivotes. Ahora ya podemos examinar claramente los engra-
varas con las puntas hacia fuera. Sujétese una de ellas con el nes (Fig. 118). Trábese con cuidado la rueda de escape entre
tornillo B colocado a este fin y dejando la otra libre por el las puntas, con una ligera presión del dedo contra el extremo
momento. Introdúzcase la punta fija en el agujero del pivote de de la punta floja, antes de sujetarla. Ya tenemos a la vista el
la rueda segunda (es corriente usar el agujero más próximo a la engrane tal como estaba en la máquina: se hace girar muy len-
cabeza del piñón). Es importante mantener el aparato de modo
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MANUAL PRACTICO DEL RELOJERO EL TREN: ENGRANAJES Y FORMAS DE DIENTES 307

tamente con el dedo la rueda segunda y se podrá inspeccionar del aparato de redondear; pero tiene el inconveniente de dejar
todo el ciclo del engrane de la rueda con el piñón, que aparece- señales en la rueda.
ría como en la figura 104. Si fuera como aparece en la figu- El aparato de redondear (Fig. 121) sirve para rehacer los
ra 105 sería demasiado profundo, dientes modificados por la acción del aparato de ensanchar y al
y demasiado holgado si fuera como mismo tiempo para redondear la periferia. Antes de ensanchar
en la figura 106.
Si sucediera esto último, la rue- Goá para centrar fisrs ají/star fá ¿/tura ' efe
x
da debe ensancharse, lo que puede
hacerse con el aparato de ensanchar a pans centrar
(Fig. 119). Antes de utilizar este te rueda
7br/7/7/o dea/áster
aparato se debe escoger la fresa ade- /<? profone/ñfád
efe corte
cuada para la rueda del aparato de /a
redondear engranajes, ya que lue-
go, como veremos, se habrá de re- Manyo/v/v mover
f/ carro
pasar el de la rueda ensanchada.
Coloqúese como indica la figu- ® Carro yi/e soporta
ra 119, se baja el contra-yunque y
se golpea encima con un martillo, ®fars fjvstá'r centra/mente
/¿ "Ufofa
Fig. 119. — Herramental de haciendo girar la rueda mientras
ensanchar ruedas. tanto. Es mejor golpear ligera y ri/ee/3
frecuentemente, al mismo tiempo Fig. 121. — Aparato de redondear y
que se gira la rueda varias veces. De esta manera no quedan se- repasar los dientes
ñales y se logra una distribución regular del ensanchamiento.
Antes de hablar del aparato de redondear debemos mencio- la rueda, hemos escogido ya la fresa que se
nar el aparato de ensanchar con adaptaba al dentado,
el que no es necesario redondear y para escogerla hemos procedido a comprobar el espacio entre
después la rueda. Este aparato (fi- dientes con el perfil de los dientes de la fresa, lo que se hace sos-
gura 120) consiste de dos discos teniendo la rueda con la mano izquierda, mientras con la dere-
de acero, cuya separación se pue- cha se ensaya como indica la figura 122, lo mismo que si se
de ajustar con un tornillo. La fuera a tallar los dientes con fresa, inspeccionando tanto la par-
rueda que debemos ensanchar se te estrecha como la ancha de la fresa.
hace pasar por entre los rodillos, Una vez escogida la fresa se procede como sigue. Algunas
los cuales actúan sobre las raíces Fig. 120. — Ensanchamiento de
una rueda entre dos rodillos.
fresas llevan un ajuste que sirve de guía para adelantar un dien-
de los dientes. Con un manubrio te por cada vuelta de la fresa. Si la fresa que utilizamos lo tiene,
se da movimiento a los rodillos, y con la otra mano se dirige se ajusta de modo que cuando la parte más ancha de la fresa está
la rueda que ensanchamos, de modo que los rodillos operen entre dos dientes, la parte estrecha de la guía, que no lleva dien-
sobre la misma circunferencia. Este aparato tiene la ventaja de
que, no alterándose la forma de los dientes, se evita el empleo
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tes cortantes, está exactamente centrada en el espacio siguiente no debe oscilar, pues en este caso los dientes quedarían mal repa-
(Fig. 123). La figura 124 muestra una guía adyacente a la sados. La guía A, en forma de gancho, indica el punto medio
fresa. La parte elástica de A a B se domina por el tornillo que del grueso de la rueda. El tornillo A^ sirve para subir o bajar
la rueda. Un tornillo de ajuste servirá para ajustar el sopor-
te B que mantiene la rueda a fin de centrarla, si hiciera falta.
Otra guía C sirve para ase-
gurarse de que la fresa cor-
ta radialmente, para que los
dientes no queden inclina-
dos. El tornillo de ajuste D
lleva el centro de rueda en
línea con el de la fresa. El
tornillo E actúa de tope,
para delimitar la profundi-
dad de penetración de la fre-
sa en la rueda. Como ésta
necesita rehacer sus dientes,
Fig. 122. — Modo de sujetar la rueda cuando se ajusta la fresa este tope sirve para que és-
tos resulten iguales a los
se ve. Con las fresas que no llevan guía adyacente se pone la originales. Realizados todos
guía en el mismo árbol de la fresa y se ajusta del mismo modo. los ajustes, ya puede empe- Fig. 125. — Soporte de latón sobre el
Fíjese la fresa en el aparato y escójase un soporte de latón zarse a trabajar la rueda. cual se apoya la rueda. El corte de la
misma es para mostrar el diámetro co-
para la rueda cuyos Se acerca la fresa a la rrecto del soporte.
dientes sobresalgan del rueda, asegurándose antes
soporte (Fig. 125). de que la fresa se introduce entre dos dientes. No empezar in-
Ajústese el sopor- troduciendo la fresa al azar, porque acabaría en desastre. Se
te en la máquina (fi- puede mover un poco la rueda con el dedo para que reciba co-
gura 121) y la rueda rrectamente la fresa.
entre las puntas de Hágase girar lentamente la rueda y vigílese muy de cerca
Fig. 123. — De-
mostración de que centro para que quede con una lupa para ver si la fresa y la guía funcionan bien y que
la guia engrana Fig. 124. — Aditamento ligeramente apoyada ésta hace adelantar con decisión un diente cada vez. Cuando se
c o r r e ct a me n te de la fresa. A-B forma el sobre el soporte. Su-
con el diente si- resorte regulado por el tor- tiene todo en orden, se repasan todos los dientes. Por medio del
guiente. nillo. jétese la punta inferior mango F se mantiene la rueda durante la operación hacia la
y apliqúese un poco fresa No es necesario lubricar los dientes de la fresa; sólo de vez
de presión sobre la punta superior, para frenar la rueda y fijar- en cuando se lubrican los cojinetes y las superficies deslizantes.
la. Debe precederse con mucha cautela para dar la presión nece- Cuando la fresa gire sin resistencia, será señal de que la ope-
saria, ya que necesitamos que la rueda se mantenga en su lugar ración ha terminado. Retírese la rueda del aparato y comprué-
durante su redondeado por una presión algo superior; la rueda bese el engrane. Quizá se necesite repasar otra vez la rueda con
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es que la rueda esté fijada a una presión suave, pues si hay de-
otra fresa; siempre es mejor, al comenzar, pecar por menos que masiado rozamiento la rueda tendrá dificultad en girar, lo que
por más. Para obtener un resultado satisfactorio es preferible podría producir un resalto en un lado del diente. Por otra par-,
tener que hacer dos y aún tres repasos, que haber llegado ya la te, si la rueda estuviera demasiado floja, la tendencia de la fresa
primera vez a un fresado excesivo. sería hacer cortes entre dientes excesivamente anchos.
Y ya que hablamos de este aparato, será conveniente recor- El mecanismo de la minu-tería, así como sus engranes, me-
dar que con él pueden hacerse otras operaciones. Puede intere- recen atención, y aunque no tienen tanta importancia como en
sar reducir el diámetro de la rueda, por el tren, deben ser lo más correctos posible. Examínese el engrane
ser el engrane demasiado profundo, y de la rueda minutera con el piñón de cañón y luego el de la rue-
para ello se utiliza una fresa de la misma da horaria con el piñón de la minutera. La rueda horaria debe
longitud de diente y se ajusta la rueda estar completamente libre en el piñón de cañón (de este particu-
como se ha indicado para el caso ante- lar nos ocuparemos al tratar de la limpieza de las máquinas).
rior, regulando con el tornillo E, de for- Un detalle importante que debe vigilarse también es la posibi-
Fig. 126. — Rebajando ma que la fresa profundice un poco más lidad de desplazamiento del piñón de cañón, que puede ser de-
el diámetro exterior de la bido a varias causas, las cuales serán estudiadas en el capítulo
rueda. Las líneas de pun- cada vuelta. Se debe comprobar frecuen-
tos indican lo que se temente el engrane para no excederse (fi- que trata de piezas nuevas, refiriéndose al montaje del citado
corta.
gura 126). piñón.
Otra operación que putde efectuarse
con este aparato es la de estrechar los
dientes (Fig. 127). Basta con escoger
una fresa un poco mayor de la que em-
plearíamos para rehacer los dientes. Al-
gunos de estos aparatos se suministran
con fresas sin guía ajustable, en cuyo
caso se acompaña una guía, que lleva dos
Fig. 127. — Adelgazan- tornillos que actúan en los resortes co-
do los dientes. Las líneas
de puntos indican el rrespondientes. La fresa se monta en el
corte. aparato junto con la guía y se fija. El
ajuste de la misma se hace cuando la
rueda está sobre su soporte de latón. Uno de los tornillos de
la guía es para llevar el resorte a encaje con el diente siguiente,
y el otro para hacer que el extremo del resorte, sobre el cual
actúe en el medio de la fresa, lo haga de modo que cuando se
ha completado un corte la guía siga y haga mover la rueda dien-
te por diente, precisamente del mismo modo que cuando la
guía es solidaría con la fresa.
Hay ciertos puntos importantes a vigilar cuando se usa la
fresa: uno de ellos es que la misma ha de trabajar centrada con
la rueda, pues de lo contrario los dientes saldrían torcidos. Otro
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laca (que puede comprarse en barras como el lacre) y pegúese el


barrilete en el mandril en su centro. Póngase rápidamente el
porta-herramientas en la posición que indica la figura 129, y
hágase girar el árbol de torno, y mientras gira, con un palillo
CAPÍTULO VIII de boj se presiona fuertemente en su agujero. Naturalmente, el
diámetro del palillo, con su extremo, redondeado con una lima,
ha de exceder algo del diámetro del agujero. Sosténgase firme el
EL BARRILETE Y EL MUELLE REAL

Estudiemos, primeramente, el barrilete sin el muelle real.


Coloqúese el barrilete con el sombrerete, pero sin el muelle, en
la máquina del reloj: el árbol debe tener juego axial. Sujétese
después sólidamente con unas mordazas o tornillo de banco el
barrilete algo inclinado hacia un lado en la
forma que indica la figura 128. Ante todo se
le hace girar para asegurarse de que el barri-
lete está libre. Después se le da cuidadosamen-
te un movimiento lento con el dedo, obser-
vando si gira plano sin ladeo, para lo cual el
canto de las mordazas sirve de referencia, ya
que las distancias y el ángulo que forman
deben ser constantes. Si los agujeros son de-
Fig. '129. — Centrado del barrilete sobre el mandril a pegamiento
masiado anchos, dando lugar a balanceo, no
se dude en encasquillarlos, porque cuando el
barrilete esté en el reloj con el muelle carga- palillo sobre el porta-herramientas para centrar el barrilete; pue-
de ser que convenga aplicar un poco más de calor. Cuando el
Fig. 128. —Barri- do, éste tendrá tendencia a forzarlo hacia un barrilete está ya completamente centrado, la laca se enfría y
lete sujetado en lado, haciendo funcionar mal el reloj. Si el
unas mordazas solidifica soplando con el fuelle, y se deja por un minuto o
para verificar su barrilete no gira plano, es decir, si se levanta dos, para asegurarse de que el barrilete quede bien pegado;
horizontalidad. por un lado y baja por el otro, debe encas-
mientras tanto se retira el porta-herramientas. Es importante
quillarse un agujero. El más indicado es el
meter a presión el sombrerete sin quitar el barrilete del torno.
agujero del sombrerete, porque está más lejos de los dientes y
por ello no cambia tanto el engrane con el piñón, siendo im- Vuélvase el porta-herramientas a la posición anterior y con la
perceptible la variación que pueda haber (Fig. 129). herramienta descrita en la figura 95 se ataca el agujero del
Para ponerlo plano, sígase este procedimiento: quítese el sombrerete centrado (Fig. 130), como hicimos con la rueda de
sombrerete y el árbol y con goma laca pegúese el barrilete a un centro para enderezarla. Encasquíllese también igualmente.
mandril de pegamiento, para llevarlo al torno (Fig. 129). Pri- Si el barrilete lleva cruz de Malta (Fig. 131) se pone la
meramente fíjese en el torno el mandril, caliéntese en una llama rueda en cruz y con el diente de engrane en posición se da al
de alcohol, y cuando esté caliente úntese su superficie con goma barrilete un ligero impulso.
Debe girar completamente libre las cuatro vueltas del dien-
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MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO

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te (cuatro vueltas es el número corriente) hasta que éste se traba con razón, emplean muelles lo más anchos posible, lo que obli-
con la cruz de Malta. Hágase girar el barrilete con los dedos y ga a que el juego axial del árbol en el barrilete, y su juego
pruébese el juego de la cruz de Malta cuando el diente está com- lateral en la armazón, sean mínimos, pues de lo contrario el
pletamente desengrasado, y también mientras el diente actúa so- muelle fallaría.
bre la cruz. La cruz debe El muelle real de un reloj para un promedio 'de marcha de
estar perfectamente libre 30 horas, debe tener de 5 % a 6 vueltas dentro del barrilete,
en todas las fases. Se qui- esto es, que se pueda dar toda la cuer-
ta el diente y la cruz de- da con 5 % ó 6 vueltas del muelle
be girar completamente real. Para lograrlo han de cumplirse
libre si se empuja con un ciertas condiciones y creo que lo más
escariador fino para pi- sencillo es que el muelle desenrollado
votes, con; el que pode- ocupe un tercio del espacio del barrile-
mos dar toques muy sua- te, el árbol otro tercio y el último ter-
ves. De hecho, un esca- cio para cuando el muelle está com-
riador de éstos es muy pletamente enrollado (Fíg. 132). Para
útil cuando se comprue- ser correcto, el muelle desarrollado de-
ba la libertad de las rue- bería ocupar menos de un tercio del
das del tren. ancho del barrilete junto a la cara in- Fig. 132. — Espacio que
Fig. 130. — Centrando el agujero Pruébese el barrilete terior de su pared exterior. Cuando debe ocupar el muelle real
montado para ver si los está arrollado, naturalmente, ocupa el en el barrilete.
agujeros no son demasiado grandes y también si está comple- A, posición ocupada por el mue-
tercio central, como vemos en B de la lle desarrollado; B, posición
tamente horizontal. Si los agujeros son anchos, háganse más figura 132. Para los efectos de la prác- ocupada por el muelle arrolla-
do; C, radio del árbol del ba-
pequeños, y si el barrilete no se mueve horizontal, corríjase el tica, la división en tres tercios es bas- rrilete.
agujero más alejado de su dentado, que es generalmente el agu- tante satisfactoria.
jero inferior.
Un medio fácil para determinar la posición correcta que el
Sirven las mismas instrucciones que se die-
muelle debe ocupar en el barrilete, consiste en tomar un compás
ron cuando se hacían nuevos agujeros y se
con una punta ancha. Coloqúese esta punta del compás en el
enderezaba la rueda de centro. No es necesario
agujero del barrilete y ábrase el compás hasta que la otra punta
que el árbol del barrilete tenga juego axial en-
toque la cara interior de la pared del barrilete. Llévese esta me-
tre las platinas,' o por lo menos se requiere F¡g, 131.—Meca- dida sobre un pedazo de papel y divídase en tres partes, de las
muy poco. El áfbol del barrilete no gira cuan- nismo de cruz de cuales se toman dos con el compás, cuya punta ancha se vuelve
do funciona el reloj; sólo lo hace cuando se da Malta. La flecha
indica la posición a poner en el agujero del barrilete y con la otra punta se traza
cuerda. Los clientes se quejan, a menudo, de cuando se hadado una circunferencia. La parte del interior del barrilete compren-
que después que el reloj ha sido reparado cues- toda la cuerda. dida entre esta circunferencia y la cara interior de la pared del
ta más dar cuerda; procúrese, pues, que el ár- barrilete, es la que debe ocupar el muelle desarrollado, y si se
bol del barrilete esté completamente libre, lo que facilita el dar quiere ser exactamente correcto, deberá ocupar un poco menos
cuerda. Aparte de esta' pequeña libertad, el juego del árbol en- de esta corona circular.
tre las platinas es un peligro. Como, por lo general, no hay La exacta longitud del muelle es muy importante, ya que
mucho espacio en la armazón para el barrilete, los fabricantes,
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la fuerza de un muelle es inversamente proporcional a su lon- mos tener presente que el muelle se desarrolla muy despacio
gitud; es decir, por ejemplo, un muelle de doble longitud que cuando el reloj funciona normalmente, así es que no se dispone
otro tendrá la mitad de su fuerza, suponiendo que se arrolla de ninguna fuerza extra para vencer esta fricción extra; por
en el mismo arco. La razón está en que el muelle largo no se esto, si se tienen dudas acerca de la libertad del muelle, redúz-
dobla en la misma cantidad que el corto. Teniendo el barrilete case el diámetro de los espaldones.
lleno al máximo de número de espiras, no se alcanza la máxima Las formas de gancho en los muelles son muy numerosas.
fuerza, lo cual afecta al número de horas de marcha potencial
de la máquina.
La fuerza de un muelle es directamente proporcional a su
anchura, esto es. un muelle doble ancho que otro tiene tam-
bién doble fuerza que éste. Asimismo? la fuerza de un muelle
es proporcional al cubo de su grueso, esto es, un muelle doble
grueso que otro ejercerá 8 veces más fuerza. Fig. 133.—Las líneas verticales de puntos indican la posición del muelle
Se verá, por otra parte, que el ancho y el grueso del muelle real, y las inclinadas indican donde puede trabarse el muelle.
vienen limitados por determinadas condiciones. Si es demasiado
ancho rozará, y si es demasiado grueso no cabrán las vueltas La figura 134 muestra las más usadas actualmente; pero entre
necesarias, lo que hará que el reloj funcione menos horas, apar- todos, el sistema más corriente por su sencillez y eficacia es el
te de que el muelle ejercerá demasiada fuerza. de remachado. El reloj de pulsera de 13 líneas que suponemos
La anchura del muelle debe ser tal que cuando el sombrere- estar examinando lleva este tipo de gancho.
te está metido a presión aquél tenga juego axial. Si el sombre- Antes de montar un muelle nuevo es mejor arrollarlo en el
rete no está rebajado interiormente, el muelle debe alcanzar barrilete para ver si tiene la
hasta un poco menos de donde se apoya el sombrerete. Si el longitud requerida. Por otro
sombrerete está rebajado, el muelle puede alcanzar hasta el mis- lado, es posible saber esta
mo nivel donde se apoya aquél, ya que el rebajado del sombre- longitud comparándolo con
rete proporciona la holgura necesaria. Un muelle demasiado el antiguo. Si hay manera de
bajo, con excesiva holgura, tiene tendencia a rizarse cuando está comprar el muelle nuevo del
parcialmente arrollado, produciendo un roce perjudicial, tanto mismo fabricante de la má-
quina, se le puede solicitar de
con el barrilete como con el sombrerete.
la longitud correcta, con la Fig. 134. — Diversas formas de gancho
Un detalle muy importante, especialmente con muelles dé- ventaja de encontrar el gan- un a, remachado; b, con el extremo doblado y
pedazo suelto; c, brida y pedazo suelto;
biles, es comprobar si el diámetro del árbol del barrilete, que es cho ya hecho. Si no puede d, con agujero para el gancho del barrilete;
e, con gancho en T.
la parte donde se enrolla el muelle, es mayor que los espaldones ser, córtese a la longitud ne-
del barrilete y del sombrerete. cesaria (generalmente se dejan los muelles demasiado largos),
Estos espaldones deben tener un diámetro un poco menor y un pedazo de muelle sobrante servirá para hacer el gancho
que el del árbol (Fig. 133). Descuidar esto puede producir el que se remacha.
paro del reloj, a pesar de tener toda la cuerda dada. Si se prueba Para arrollar el muelle dentro del barrilete, úsese el aparato
el muelle en el barrilete fuera del reloj, puede parecer comple- representado en la figura 135. Antes de arrollarlo, sujétese el
tamente libre, sin señales de trabado del árbol; pero cuando está muelle por un extremo cerca del gancho con los alicates con
montado en el reloj este defecto de libertad se agranda. Debe- forro de latón y pásese un trapo limpio por toda su longitud
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EL BARRILETE Y EL MUELLE REAL 119

hasta tan cerca del ojo del muelle como sea posible si n defor- maño para relojes de bolsillo, y entonces debe escogerse un tra-
ma rlo (Fig. 136). po sin pelusilla y procurar que durante el arrollado las espiras
Para utilizar el aparato de arrollar debe sujetarse previa- no pellizquen el trapo al cerrarse unas con otras. Si no se toman
mente al tornillo de banco. Pueden seguirse dos sistemas para estas precauciones, es exponerse a dejar briznas de trapo entre
arrollar el muelle con este aparato. El primer sistema consiste en las espiras.
arrollarlo tan estrechamente como sea posible, sosteniéndolo Otro medio para proteger al muelle, cuando menos parcial-
entre los dedos pulgar e índice de la mano izquierda y con la mente, contra la humedad, consiste en pasar todo el muelle
por un pedazo de pa pel de seda untado con aceite, si bien ello

Fig. 136. — El muelle real se limpia pasándolo por. entre un trapo de hilo
Fig. 135. — Aparato inglés para arrollar el muelle real
tiene la desventaja de que los dedos se engrasan y, como resul-
derecha presentar el barrilete al muelle arrollado; el diámetro tado, el barrilete también.
del muelle será menor que el del interior del barrilete. Mani- Estoy convencido de que muchos relojeros no conceden bas-
pulando cuidadosamente, se suelta despacio el muelle y el gan- tante atención a este problema de tocar y manipular los muelles
cho de éste se enganchará con el gancho del barrilete. Se man- con los dedos. Desgraciadamente no conozco ninguna herra-
tiene ahora el barrilete y se le hace girar despacio hasta que el mienta que elimine totalmente este contacto manual, pero creo
muelle esté seguro en su posición. Este método puede emplearse que pueden reducirse al mínimo. Ninguna regla fija puede es-
con los tamaños grandes, es decir, de 10 £ líneas para arriba. tablecerse sobre el particular; es un asunto de discreción, o más
Cuando se arrolla el muelle dentro del barrilete, está en bien de propia iniciativa y habilidad del relojero.
contacto con el dedo, lo que supone un verdadero peligro de El segundo sistema para usar del aparato de arrollar mue-
oxidación. Soy de la opinión de que el óxido es el causante de lles es el siguiente: primero se engancha el ojo del muelle en el
la mayoría de las roturas de muelles. La humedad depositada ; 7arato y después, sosteniendo el barrilete con la mano izquier-
sobre los mismos puede ser tan poca que no se distinga aun con da, presentarlo al muelle desarrollado; manténgase el muelle
la lupa, pero la más ligera oxidación en cualquier punto del con los dedos índice y medio y el barrilete con el pulgar (figu-
muelle es un principio de rotura en este punto. Algunas veces ra 135); se arrolla el muelle y cuando el diámetro es bastante
es posible sujetar con un trapo limpio de lino el muelle durante pequeño ya se siente que el barrilete se adelanta un poco. El
el arrollado, siendo recomendable hacerlo así siempre que se gancho del muelle se unirá con el del barrilete. Ahora se man-
pueda. Generalmente es sólo practicable con los muelles de ta- tiene el barrilete permitiéndole girar despacio hasta que el mué-
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120 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO

lie está en posición. Este procedimiento se emplea para los mue- Con algunos barriletes muy pequeños esto no es posible, en
lles y barriletes pequeños. cuyo caso sólo se emplearán el pulgar, el índice y dedo medio
Otro método, muy satisfactorio para los barriletes más pe- de la mano izquierda. De todos modos, es muy importante no
queños, consiste en colocar el árbol en el barrilete y sujetarlo rifar del muelle como para formar un cono, porque se estropea.
mediante un mandril de latón en el herramental de pulir cabe-
zas de tornillo. Sujétese el muelle sobre el árbol (Fig. 137) y
gírese hasta que el gancho del árbol enganche con el ojo del

Fig. 137. — Manera de arrollar el muelle real en su posición, empleando


parte del aparato de pulir las cabezas de tornillo.

muelle; se continúa arrollando y con el pulgar se tiene el mue-


lle en contacto con el barrilete. Cuando se nota que el muelle se
engancha en el barrilete, agárrese inmediatamente éste, hacien- Fig. 138. — Aparato americano de arrollar el muelle real
do que el árbol del herramental gire despacio hasta que el muelle
se desarrolle en posición. Volviendo al gancho del muelle, caliéntese hasta el color
Otro tipo de aparato de arrollar se ve en la figura 138. Se azul-verdoso el extremo de éste, en una longitud no superior
arrolla el muelle dentro de unas cajas, o falsos barriletes sin a siete milímetros. Taládrese un pequeño agujero como indica
dientes, de diámetro menor que el barrilete del reloj. Entonces la figura 139, empleando la herramienta
el muelle es empujado por medio de una disposición de punzón, de achaflanar de la figura 97. Póngase el
del falso barrilete del aparato al del reloj. Es un buen sistema, muelle sobre una madera dura, tal como
Fig. 139. — El final de
pero no evita el peligro de oxidación. un bloque para limar, y se achaflana don- un muelle real tiene un
El arrollar el muelle empujando con los dedos lo deforma, de debe hacerse el agujero. pequeño agujero para
causando luego un roce excesivo en el barrilete. Aparecerá un abultamiento en la cara el remache.
Cuando se quita el muelle, sosténgase el barrilete con la opuesta a la que se ha hecho el agujero,
palma de la mano izquierda, y con unas pinzas en la derecha, pero se lima hasta dejarlo plano, con lo que sólo queda una
muy cuidadosamente, se levanta el centro del muelle a la altura pequeña señal. Habiendo limado el extremo en la forma indi-
justa para que el muelle se desarrolle. Cerrando la mano para cada en la figura 139, se hace lo mismo con el pedazo que se
evitar que el muelle salte, se evita la posibilidad de deformación. ha de remachar.
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MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO EL BARRILETE Y EL MUELLE REAL 123

Limpíese el muelle con papel de lija del número cero y un calientes, que se mantienen un momento fuertemente apretados.
alisador, dejando la superficie con un grano recto, esto es, en El resultado será un doblez perfecto. Con una lima triangular
sentido longitudinal. Limpíese la parte coloreada por el reve- hágase un corte profundo en la parte de muelle remachada, cer-
nido, por ambas caras y cantos del muelle. Júntese ahora el ex- ca del doblez, y levantando la parte exterior al citado corte se
tremo del muelle y el pedazo que formará el gancho, y esca- ¿/mane/o t/na raat/rapara
ríense los agujeros de ambos al mismo tiempo, quitando las
rebabas producidas por el esca-
riador con la herramienta de
achaflanar. Límese un pasador
de acero dulce, de forma que
ajuste prieto a los agujeros y se
sujeta en un tornillo de banco,
como se ve en la figura 14,0,
Fig. 140. — Modo de sujetar en
posición, en el tornillo de banco, para cortar el pasador con unas
el extremo del remache. tenazas casi al ras; luego se lima
lo poco que sobresalga y se re-
macha con un martillo de bola. Ret írese del tornillo de banco,
y se repite por el otro lado la operación de cortar, limar y re-
machar, efectuándose sobre un yunque de acero.
Si se trabaja un muelle estrecho, como los de los relojes pla-
nos, no es siempre aconsejable taladrar un agujero en su extre-
mo, porque se debilita demasiado su resistencia. Se recomienda
doblarlo por un extremo, como indica la figura 141.
Es mejor no cortar anticipadamente el muelle a la medida.
Si el muelle es muy largo, se corta algo, dejando de 50 a 75
milímetros para mayor seguridad del doblado. Se dobla apro- fisffczo cfemt/e//e e/? pos/,
c/'oa pare áe/sstar más / sr
ximadamente a la medida que deberá tener, y, mientras se sujeta e/t/oífecfo ^-
el muelle, se aplica calor, como indica la figura. El muelle em-
pezará en seguida a doblarse. Se mantiene el extremo así dobla- separar e//m/e//e soorsrrte
do sobre el resto del muelle con el pulgar y el índice de la mano
izquierda. En la mano derecha se tienen unos alicates (los de Fig. 141. — Formando un gancho de muelle al fuego
punta larga y estrecha son muy útiles para esto), aplicándose
luego más calor en el doblez del muelle, y cuando cede se da un romperá. Límese el canto roto del gancho, a escuadra, y termí-
apretón con las mordazas de los alicates, no demasiado brusco nese con un alisador con esmeril como antes. Finalmente se lima
al principio porque podría romperse el muelle por el doblez, un pedazo corto de muelle para darle la forma requerida y se
repitiéndolo una o dos veces. Cuando el doblez se va cerrando, introduce, como muestra el último dibujo de la figura 141, para
se toma un pedazo de muelle inútil, se introduce dentro del do- que encaje en el gancho del barrilete.
blez y se da más calor. Finalmente se presiona con los alicates No soy partidario de los ganchos metidos a presión cuan-
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124 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO
EL BARRILETE Y EL MUELLE REAL k e r- s o ft w a

do se necesita montar un nuevo gancho en el barrilete; se fabri- el escariador inclinado, como se indica en la figura 143, lo que
can herramientas para hacer este trabajo en una sola operación. produce un rebaje en el canto del agujero que contacta con el
Prefiero el tipo roscado. El agujero en el barrilete debe es- gancho. Quítense todas las rebabas y limpíese este extremo con
tar a un ligero ángulo, en la dirección de tiro del muelle, lo que un alisador de esmeril. Conviene asegurarse de que el muelle se
se hace para aumentar la resistencia y ayudar un poco al ros- engancha con seguridad, haciendo que su extremo tenga una
cado del tornillo. Límese un trozo de alambre de acero dulce y curvatura como la del interior del barrilete. Para hacerlo se co-
rósquese para que se conjugue con el agujero. En el extremo loca sobre un bloque de plomo y el extremo del muelle se gol-
roscado del alambre se hace el gancho con una lima, como mues-

Fig. 143. — Inclinación a que se


ha de escariar el agujero. Vista
Fig. 142. — Haciendo el gancho estando ampliada para mostrar el efecto
aún en la terraja. Las figuras adicionales del gancho.
son vistas del extremo del gancho.

tra la figura 142. Quítese de la te rraja cuando ya está roscado Fig. 145. — Disposición de mue-
y rósquese en el barrilete por el interior. Sujétese el extremo que Fig. 144. — Golpeando el final del mue- lle real deslizante, de la Rolex
lle real. Watch Co.
sobresale al exterior con unas mordazas y déseles el movimiento
de desenroscar, lo cual hace que el gancho se meta hacia el cen-
pea con la parte estrecha del martillo (Fig. 144), lográndose la
tro del barrilete. Asegúrese de que el gancho sale por el interior
curva sin peligro de rotura.
en la porción necesaria, y cuando está en posición correcta se
La forma de gancho en T se usa en gran parte de los re-
quitan las mordazas y se corta la porción sobrante con unas
lojes americanos y en algunos suizos. La ventaja principal de
tenazas, tan cerca como sea posible de la pared del barrilete. Lí-
este sistema, que requiere un cliquet de seguridad, radica en que
mese la punta sobrante al ras del barrilete, sin tocarlo, y ter-
permite que se deslice el extremo del muelle cuando está comple-
mínese con una barreta Arkansas.
tamente arrollado. Hay quien afirma que se logra un desarrollo
El gancho y un ojo, otro gancho en el barrilete y un agu-
mejor del muelle. Cuando se monta un muelle nuevo, debe vi-
jero en el muelle, forman el único sistema conveniente para los
gilarse que el gancho en T no sea ni más ancho ni más grueso
barriletes que llevan cruz de Malta; generalmente estos relojes
que el muelle, pues de lo contrario, cuando está completamente
no tienen clíquet de seguridad, ya que no es necesario, debido
arrollado y el muelle tira de la T, puede trabarse entre el fondo
a que la cruz evita que el muelle se sobrecargue.
del barrilete y el sombrerete y no retroceder. También debe vi-
Para ajustar un nuevo muelle con ojo, córtese el mismo a gilarse que los brazos de la T no sobresalgan más que el grueso
la medida, caliéntese su extremo como antes y hágase el aguje- del fondo del barrilete y sombrerete, porque si fuera así las
ro. Luego se agranda éste lo bastante para que se ajuste libre- proyecciones podrían perjudicar a otras piezas del reloj.
mente en el gancho del barrilete. El escariado final se realiza con
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k e r- s o ft w a 126 MANUAL PRACTICO DEL RELOJEKO k e r- s o ft w a
EL BARRILETE Y EL MUELLE REAL 127
Existen otros sistemas de enganche que juzgo no nos inte- para alojar el muelle B y tiene un gran agujero redondo en vez
resan ahora, y en cuanto a los sistemas de resorte deslizante usa-
del agujero cuadrado normal. Un disco saliente C tiene un agu-
dos en Suiza, vamos a describir a continuación tres de ellos. El
jero cuadrado D que se ajusta al árbol del barrilete y un diente
primero, usado por Rolex Co. en algunos de sus modelos, es
que engrana con el muelle. Cuando
muy sencillo (Fig. 145). Las tres muescas labradas en los cos-
se da cuerda al reloj, la rueda de trin-
tados del barrilete permiten al muelle retenerse en cualquiera
quete arrastra al muelle B y éste hace
de ellas hasta que se ha dado toda la cuerda, pero cuando se
girar al disco C, y así el muelle se
arrolla. Cuando el muelle real está
#vff//e ¿es/,- completamente arrbllado, el disco C
permanece estacionario, pero puede
hacerse girar la rueda de trinquete;
el muellg B- resbala en el rebajado de
la rueda A. Fijado el árbol del barri-
lete por medio de un pivote alarga-
do, hay un saliente que gira cuando
se arrolla el muelle, parándose cuan-
do se ha dado toda la cuerda.
Ya que hablamos del muelle real
Fig. 147. — Trinquete deslízable
debemos dedicar unas palabras a los
Fig. 146. — Disposición deslizante em- A, rueda de trinquete; B, resorte o
muelle deslizante; C, protuberancia trinquetes de seguridad, cuyo objeto
pleada por la Movado Watch Co. con fijación cuadrada sobre el
árbol. es evitar el tirón final del muelle so-
bre el gancho cuando está fuerte-
ejerce una mayor presión el muelle se desliza a la próxima, y mente arrollado. El retroceso de la
así-sucesivamente. rueda de trinquete (generalmente
Otro sistema (Fig. 146).es el adoptado por Movado Watch equivale a unos dos dientes) permite
Co. Se pone en el barrilete un muelle fuerte en cuyo extremo al muelle desarrollarse un poco y así
hay un pequeño gancho sobre el cual engancha un pasador re- se evita una sacudida violenta que Fig. 148. — Trinquetes de se-
machado al muelle. Cuando el muelle está completamente car- podría causar al reloj una percusión, guridad. Superior, se traba con
gado, el muelle fuerte se desliza por el interior del barrilete y la la rueda; medio, con agujero
,con el consiguiente avance excesivo; coliso; inferior, se traba con
fricción del anillo de expansión entra en acción. es decir, el arco de oscilación excesi- la platina.
El sistema que se representa en la figura 147, ideado y pa- va del volante motiva que la elipse
tentado por el autor de esta obra, tiene varias ventajas, que son: choque con el exterior de la entalladura del áncora. Hay varios
tcdo el espacio disponible en el barrilete se reserva para el mue- sistemas de trinquetes de seguridad: uno consiste en un agujero
lle; no se produce ninguna sacudida rápida cuando el muelle coliso en el trinquete, el cual permite a éste adelantarse mientras
está completamente arrollado y empieza a'deslizarse; un indi- se da cuerda y cuando se suelta la corona retrocede un poco
cador muestra cuándo el muelle se está arrollando. El funciona- trabando la rueda. Otro sistema emplea un trinquete con un
miento es muy sencillo: La rueda de trinquete A está rebajada gran ángulo de movimiento que se retiene porque el cuerpo del
trinquete tropieza con la rueda, cuando se suelta la corona, y,
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finalmente, algunas veces el mismo trinquete ya traba la EL BARRILETE Y EL MUELLE REAL 129
rue-
da (Fig. 148). Tal muelle tendría considerablemente más fuerza que
arrollado
Actualmente, tanto en América como en Suiza, se fabrica de la manera normal.
una nueva forma de muelle real, que, en lugar de una cinta pla- Se ha discutido mucho acerca de las causas de la rotura de
na, presenta como sección un los muelles, pero para resumir indicaré las cinco que considero
segmento de círculo (Fig. 149). más frecuentes:
Sus ventajas saltan a la vista. a) El óxido, aun en pequeñísima cantidad.
Puede emplearse un muelle más 6) Rayas transversales, cortando la fibra de laminación del
delgado y por lo tanto contener metal.
más espiras el barrilete, lo que
c) El gancho que sale demasiado por dentro del barrilete.
d) Gancho del árbol del barrilete más largo que el grueso
del muelle, y
e) Grueso del muelle real superior a la trigésimosegunda
parte del diámetro del árbol del barrilete. En 1857, los cons-
tructores suizos Roye, padre e hijo, establecieron que el grue-
so del muelle no debe exceder de la trigésimosegunda parte, o a
Fig. 149, — Nuevo tipo de lo más de la trigésimotercera parte del árbol del barrilete; por
muelle real de sección curva. ejemplo, si el árbol tiene 5 mm de diámetro, el resorte debe te-
Aparte, sección exagerada ner de o, 16o a 0,166 mm de grosor.
del muelle mostrando el
bombeado.

proporciona cuerda para más


horas. Fig. 150. — Rotura del muelle.
Siendo el muelle más débil, Arriba, la línea de puntos indica el
es menos fácil que se rompa. La eje neutro; en medio, la parte más
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' sombreada indica la parte inferior
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,, comprimida y la superior la alar-
razón de ello consiste en que las gadar deba¡0^& fuerfe cornpres¡ón
moléculas de cada lado del eje debajo del eje neutro y la extensión
neutral no son forzadas como encima del mismo, hacen que el re-
sorte se rompa; el límite de elasti-
en un muelle mas grueso. La cidad ha sido sobrepasado.
figura 150 muestra claramente
lo que pasa durante el curvado de un muelle. La razón por la
que se acrecienta la potencia del muelle de sección curva está en
que hasta cierto punto utilizamos el grueso como anchura. Por
ejemplo, si tomamos un muelle de, supongamos, 1,5 mm de
ancho y o, i mm de grueso, y en vez de arrollarlo de la ma-
nera corriente lo hacemos en el sentido del canto (si ello fuera
posible, que no lo es), resultará un muelle de o, i mm de
ancho, teniendo la potencia de un muelle de 1,5 mm de grueso.
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LIMPIEZA MANUAL Y ENGRASE 131

y necesitan un tratamiento especial, no consintiendo el uso de


abrasivos, porque las podrían descascarillar e incluso borrar
las cifras. Las esferas de plata de matiz mate pueden restaurar-
se, frotándolas cuidadosamente con un trapo de lino o una
gamuza vieja, apenas humedecidos con un poco de crémor tár-
CAPÍTULO IX taro. Generalmente, las esferas de metal quedan lo bastante
limpias con sólo un ligero cepillado; si el usuario desea hacer
LIMPIEZA MANUAL Y ENGRASE

Hay dos métodos de limpieza: uno a base de bencina y ce-


pillo, y el otro a máquina. Seguidamente trataremos del sistema
manual con bencina. Es necesario, para hacer este capítulo más
completo y breve a la vez, suponer que se ha desmontado ya el
reloj, de modo que reservaremos nuestra atención exclusivamen-
te a la limpieza de las piezas prescindiendo del desmontaje del
reloj, del que ya se trató con detalle suficiente en los capítu-
los III y IV. Ante todo, saqúese la máquina de la caja y quí- Fig. 151. — Modo de sostener una esfera esmaltada para lavarla. Nótese la
tense la esfera y las agujas. Cepíllese la esfera, para quitar el posición del dedo índice debajo de la esfera y también la posición del cepillo
con respecto a las rajas que parten del agujero central.
polvo, con un cepillo de relojero; hágase esto con todo cuidado,
especialmente si la esfera es esmaltada. Algunas veces se notará resurgir su brillo, lo mejor es llevarla a un especialista restau-
después del cepillado una grieta o raja casi imperceptible, pues- rador de esferas.
ta de manifiesto por el polvo que se acumula en ella con el ce- Una vez separada la esfera, se coloca en lugar seguro, pues
pillo. Para quitar este polvo y hacer la grieta otra vez invisible, no se necesitará hasta que hayamos concluido con la limpieza
se sostiene la esfera como indica la figura 151, de modo que la de toda la máquina. Guárdense las agujas en un bote lleno de
grieta o grietas estén en la misma dirección en que se cepillará bencina.
después. Ejérzase una ligera presión hacia arriba con el dedo Haremos algunas indicaciones sobre este bote:
índice por la parte inferior de la esfera, lo que abrirá ligeramen- a) Debe limpiarse por lo menos una vez por semana y con
te la grieta; póngase la esfera debajo de un chorro de agua más frecuencia si la bencina está sucia por haberse trabajado
— con preferencia caliente — y, con un cepillo blando y lim- mucho.
pio de relojero y un poco de jabón cepíllese la esfera pasando 6) Vacíese en un bidón ex profeso y la bencina usada ser-
el cepillo en el mismo sentido de la grieta. Después de cepillarla virá para los relojes de pared.
hasta que no quede nada de jabón, se retira la esfera del chorro c) No se ponga bencina limpia mientras no se haya sacado
de agua, se seca con papel de seda y mientras no esté perfecta- la sucia, y
mente seca la sostendremos entre los dedos índice y pulgar. La d) Antes de poner bencina nueva limpíese bien el bote y
cara de la esfera no debe tocarse más, pero secaremos el reverso no se ponga más que unos 12 mm aproximadamente de altura.
hasta quitarle toda traza de humedad. No se aconseja, en ge- Quítense las ruedas horaria y minutera y el piñón de cañón,
neral, tocar las esferas de plata. Algunas esferas están barnizadas y métanse también en el bote de bencina. Sepárese del reloj el
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LIMPIEZA MANUAL Y ENGRASE 138
puente del volante, y éste de aquél. Saqúese el muelle espiral del hojalata con una tela metálica colocada en su mitad (Fig. 152).
volante y limpíese éste. Si es compensado, púlase su cara su- Para servirse de este recipiente se pone una tapa en el fondo y
perior con un pulidor de cuero cargado con diamantina seca. se llena la parte superior con polvos de boj o cal apagada; se
La diamantina seca da mejores resultados que el rojo para este mete el volante en él, se pone la tapa superior y se deja así hasta
fin, por ser más abrasiva. Agítese por unos momentos el volan- que se va a necesitar de
te, suspendido de un nuevo el volante; entonces
alambre de latón, en se agita el recipiente con
una solución de cianu- rápidas sacudidas, lo que
ro de potasio. hace que los polvos pasen
Esta solución se ob- a la parte baja del reci-
tiene disolviendo un piente quedando el vo-
pedazo de cianuro lante sobre la tela metáli-
aproximadamente del ca. Si no es posible por
tamaño de una nuez, cualquier motivo hacer
en la cantidad de agua ' este recipiente, una lata de
caliente que cabe en una 50 mm aproximadamente
taza de té, y después se
Fig. 152. — Caja con separación de tamiz de diámetro y de 25 a 50
para sostener los polvos de boj o de cal apa-
guarda en una botella milímetros de altura pue-
gada.
de vidrio con tapón es- de servir bien para sumer-
merilado. De todos es gir el volante en los pol-
sabido que es un veneno muy activo, lo que aconsejamos se in- vos. Cuando se necesite el
dique en la botella, y además guárdese alejado del banco porque volante, dense unos golpes Fig. 153. — Cómo se sujeta el áncora
ataca rápidamente al acero. con los nudillos de los de- cuando se limpian las levas.
Después lávese bien el volante con agua, seqúese con cui- dos en el fondo de la caja,
dado y sóplese para eliminar todo vestigio de humedad; debo antes de sacar la tapa, y el volante saldrá sobre los polvos.
remarcar que el volante es la única pieza del reloj que puede Desmóntese el puente del volante y todas sus piezas, junto
soplarse con la boca. Cargúese un cepillo blando de relojero con el muelle espiral, y pónganse en bencina. Las espirales finas
con muchos polvos de yeso y cepíllese el volante por todos la- conviene colocarlas aparte en un recipiente con benzol. Después
dos hasta dejarlo brillante. Luego se mete entre polvos de boj saqúese el puente del áncora y el áncora misma y pónganse tam-
o cal apagada y se deja hasta que el resto del reloj se ha lim- bién ZTÍ bencina. Retírese el áncora al cabo de un momento, pues
piado y montado de nuevo, durante cuyo tiempo se habrá se- no todas las clases de goma laca resisten bien la bencina.
cado perfectamente. Unas palabras sobre los cepillos de relojero. Algunos relo-
El recipiente para los polvos de boj o cal apagada puede jeros emplean los cepillos fuertes, pero generalmente son prefe-
hacerse muy fácilmente. Procúrense dos botes de hojalata, de ridos los blandos. Para limpiarlos, lo mejor es restregarlos de
diámetro igual (aproximadamente de 50 mm) y de 25 a 50 vez en cuando en un hueso calcinado de carnero; el hueso de
milímetros de altura, con sus tapas. Saqúense los fondos de los la pierna es el más adecuado. Para prepararlo, se le quita
dos botes y suéldense éstos uno encima del otro, interponiendo todo vestigio de carne, se pone al fuego y se deja allí hasta
una pieza de tela metálica. El resultado es un corto tubo de que no queme más. Al retirarlo del fuego aparecerá blanco.
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Una vez frío, se usa igual que el yeso. Se acaba la limpieza del pieza completa de una máquina corriente puede realizarse en,
cepillo, cepillando un papel de seda, con lo que quedará com- aproximadamente, tres cuartos de hora o una hora, como
pletamente libre de polvo, y mejor que si se hubiera hecho con máximo.
yeso. Se aconseja colocar sobre el banco un pequeño cuadrado de
Para limpiar el áncora, se deja sobre el banco, estando aún papel de seda y tapar éste con un cubrepolvo de .cristal. Pón-
húmeda de bencina, y sujetándola con unas pinzas, se cepillan ganse las piezas, una vez limpias, sobre este papel de seda; de
bien las dos caras de las paletas con un cepillo blando. El án- este modo, cuando todas las piezas están limpian, retirando la
cora nunca debe cogerse con los dedos desnudos.

.Fig. 154. — Limpiando piezas pequeñas sobre el banco Fig. 155. — Limpieza del espiral sobre papel de seda

Para limpiar las levas, se sostiene el áncora por la palanca copa de vidrio y acercándose el papel con todas las piezas en-
con papel de seda entre el dedo pulgar y el índice de la mano cima, se tendrán a mano para el montaje.
izquierda y se cepillan cuidadosamente, y se seca después cada Después quitaremos el puente de las ruedas centro, primera,
leva con un pedazo de medula blanda (Fig. 153). Se frotan segunda y de escape, o los puentes si hay más de uno. Es reco-
con la medula hasta que brillen, especialmente en sus caras de mendable cepillar las ruedas citadas con un cepillo blando de
retención y de impulso. Después se invierte el áncora en los relojero, que se conserva sumergido en bencina, especialmente
dedos — siempre entre papel de seda — y se limpia con medu- para este fin. Cepíllense bien los dientes y después métanse las
la la entalladura, frotando hacia adelante y hacia atrás. Usan- ruedas en bencina. Trátense los puentes de la misma manera y
do medula blanda no hay ningún peligro. Afílese un palillo de antes de seguir desmontando la máquina, terminaremos la lim-
madera a punta larga, y rasqúese cada costado de la entalla- pieza de las piezas que hemos metido en bencina. Sacaremos el
dura hacia adelante y hacia atrás. Finalmente, se deja el áncora muelle espiral, lo pondremos sobre un papel de seda y lo pi-
sobre el banco y sujetándola con unas pinzas se vuelve a ce- caremos con un cepillo blando limpio, variando de posición
pillar ligeramente para quitar lo que hayan podido dejar la el espiral sobre el papel de seda, a fin de que el papel absorba la
medula y el palillo. Désele dos o tres soplos con el fuelle y bencina. Finalmente, se dobla una parte de papel de seda seco
guárdese bajo una campana de cristal. La figura 154 muestra sobre el espiral y se golpea sobre el doblez para que el muelle
cómo se deben tener sujetas sobre el banco las piezas mientras se limpie por ambos lados por contacto con el papel (Fig. 155).
se limpian. Un segundo procedimiento consiste en sacar con las pinzas el
Estas descripciones tan detalladas pueden hacer creer que muelle espiral del recipiente y presionarlo suavemente entre los
la limpieza es cosa muy larga, y en realidad no es así. La lim- dedos pulgar e índice cubiertos con un trapo limpio de hilo.
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Luego se coge con las pinzas por la parte de fijación el puente píese el puente del volante y póngase en posición. Cójase el
del volante dando unas sacudidas a fin de secar la bencina o excelente hábito de asociar siempre todos los tornillos con sus
benzol por completo. Póngase el espiral sobre papel de seda y respectivas piezas.
tápese con el guardapolvo de vidrio. Para evitar repeticiones, El resto de las piezas se limpian de la misma manera, aga-
diremos por última vez que todas las piezas, después de lim- rrando con los dedos y papel de seda las que son demasiado
piadas cuidadosamente, se soplan con el fuelle y se meten de- grandes para sujetarlas con las pinzas. La rueda de escape se
bajo del cubrepolvo. Ninguna pieza debe dejarse expuesta al cepilla bien y se sujeta con papel de seda, como se hizo con el
aire luego de haber sido limpiada; debe convertirse en hábito áncora. Pásese medula
ponerlo todo debajo del cubrepolvo de cristal. blanda a través de to-
Retírese de la bencina el puente del volante y seqúese con dos sus dientes, fro-
un trapo de lino. Después se sujeta con papel de seda y se ce- tándolos con la medu-
pilla bien. Si la pieza es dorada, se da al cepillo un movimiento la, como se ha hecho
circular y así no hay peligro de descascarillarla. Las piezas en otras ocasiones. Su-
niqueladas se limpian mejor cepillando en el mismo sentido de jétese la rueda con unas
su acabado. Si el acabado es circular o adamascado se da tam- pinzas y piqúese con
bién aj cepillo el movimiento circular. En todo caso, cepíllese un cepillo, especial-
bien el puente por ambas caras y por sus cantos. Las dos caras mente las alas del pi- Fig. 156. — Modo de sujetar la rueda mien-
del rubí se limpian con un palillo afilado, frotándolas hasta ñón, y después con un tras se limpian las alas del piñón.
que brillen. palillo bien afilado
Afílese el palillo con una punta larga y frótese por el agu- limpíense éstas de arriba hasta que queden brillantes (Fig. 156).
jero desde ambas caras, rascando frecuentemente la punta del Hágase lo mismo con todos los piñones, terminando con un
palillo con el cuchillo de banco para mantenerlo siempre lim- ligero cepillado. Los dientes de las otras ruedas se limpian por
pio. Finalmente cepíllese el puente para quitar el polvo y los cepillado, sujetándolas como se hizo con la rueda de escape.
residuos que haya podido dejar el palillo. Todos los pivotes se limpian con medula; se escoge un peda-
Quítense de la bencina la raqueta, el disco contrapivote zo duro y se aprieta contra el pivote en su dirección y después
y los tornillos, y colocados sobre el banco con las pinzas, se se gira sin dejar de presionar la medula, lo cual limpiará el pi-
cepillan bien hasta que queden secos. vote y su espaldón. Algunas veces se nota que, debido a la
Comenzando por el disco contrapivote, limpíese bien con acción química del aceite sobre el acero, los pivotes se han
un palillo de medula el rubí por ambas caras. Cepíllense los vuelto amarillentos. Es aconsejable quitar esta coloración, y
tornillos, pero no se pretenda limpiarlos haciéndolos rodar con lulo en forma de cincel y con las caras de este cincel, apretan-
el dedo sobre el papel de cubierta, pues recogerían humedad y para hacerlo rápidamente precédase como sigue: afílese un pa-
después se oxidarían en sus agujeros. Advertimos lo mismo do, se recoge un poco de diamantina. Luego se apoya el pivote
para todos los tornillos. Vuélvase a montar el puente del vo- sobre un bloque de boj sujeto en el tornillo de banco. Se pule
lante, afílese el palillo en forma de cincel y con él limpíese bien con el palillo ligeramente cargado de diamantina, haciendo
entre los pasadores de la pata de la raqueta: deben eliminarse entre tanto girar la rueda (Fig. 157). Asimismo, frótese bien
todas las trazas de aceite o grasa. Es una buena costumbre con un palillo el agujero de las ruedas horaria y minutera.
tener cargado un palillo adecuado, en forma de cincel, con rojo Limpias ya todas las piezas que estaban en bencina, vamos
especial para limpiar raquetas y espigas de punto muerto. Lím- a terminar el desmontaje. Quitaremos en primer lugar el puente
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138 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO LIMPIEZA MANUAL Y ENGRASE 139
del barrilete y sacaremos todas las piezas que lleva, limpian- palillo aguzado, todos los agujeros grandes por ambos lados.
do las grandes con un cepillo impregnado de bencina y des- Los palillos deben ser de punta larga. Frótese el agujero del
pués las meteremos en ella. Excepto el muelle real, todas las de- tornillo del disco de la tireta, recordando que este tornillo gira
más piezas que componen el barrilete se meterán también en en su agujero cada vez que se hacen girar las agujas y por tan-
bencina. No se aconseja poner el muelle en bencina porque te- to ha de estar libre. Limpíense las espigas de punto muerto con
nemos observado que éste después se rompe misteriosamente, un palillo en forma de cincel, como se hizo con los pasadores
como si el quitarle las trazas de la raqueta. Ahora, una vez limpias ya todas las piezas, po-
de aceite fuese una invita- demos volver a montar
ción a la rotura. Para lim-
la máquina.
piar el muelle se sostiene cer-
Pero, antes de em-
ca del gancho con unos ali-
pezar, cepillaremos bien
cates forrados de latón y se
el papel de cubierta del
pasa cuidadosamente el es-
banco, para retirar to-
piral del muelle por entre un
trapo limpio de lino sosteni- das las impurezas que
do entre los dedos pulgar e hayan podido caer du-
índice (Fig. 136). Mientras rante la limpieza de Fig. 158. Presionando el sombrerete para
las diversas piezas. Pa- montarlo.
se limpia, sujétese de modo
Fig. 157. — Quitando el óxido del pi- que su forma no pueda va- ra este fin puede em-
vote con un palillo cargado con dia- riar. El espiral que forma el plearse un cepillo de pintor. Después se retira el cubrepolvos
mantina. de vidrio y se acerca el papel de seda con las piezas encima y
muelle nunca debe deformar-
se. Una pieza de metal torcida repetidas veces en sentido con- se dan algunos soplos, con el fuelle a todas las piezas conjun-
trario acabará por romperse, por distorsión dé las moléculas tamente. Téngase cuidado de tapar siempre con el guardapol-
en el punto de doblado. No se olvide que si se altera su forma, vos las piezas, después de haber tomado la que necesitemos.
pasando la flexibilidad natural del muelle, de modo que no El barrilete es lo primero que se monta. Arróllese el muelle
vuelva a la suya primitiva (no se confunda con pasar del lími- real en su interior y dénsele sobre sus cantos superiores dos apli-
te de elasticidad, pasado el cual el muelle se rompe sin más) caciones de aceite de reloj con una punta de engrasar llena.
habremos dado un paso importante hacia la rotura del mismo Extiéndase bien el aceite sobre todos los cantos superiores. Pón-
ya casi inevitable a la larga. gase el árbol en posición y mírese si el ojo del muelle engancha
Quítense todas las piezas de la platina inferior, y asimismo con el gancho del árbol. El centro del muelle debe adaptarse al
árbol del barrilete, y si es necesario para admitir el árbol se em-
los rubíes contrapivote, si los hubiese. Después cepíllese bien
puja el muelle hacia un lado. Si esto no es posible, se tuerce el
con un cepillo, mojado de bencina y métanse en ella. Se ter-
centro del muelle con unos alicates forrados de latón, pues de
mina la limpieza de las piezas que aun están en la bencina del
no hacerse hay el peligro de que el muelle se desenganche cuan-
modo ya indicado. Se deben secar las piezas grandes con un
do está cargado del todo. Presiónese el sombrerete en posición;
trapo de lino y las pequeñas cepillándolas mientras se secan.
la muesca del barrilete debe encararse con el punto de referen-
La platina inferior requiere especial atención: después de seca
cia del barrilete.
se cepilla bien y se limpian con medula todos sus rincones; Algunas veces, tanto éste como el sombrerete llevan puntos
limpíense también todas las superficies de los rubíes y, con un de referencia que deben encararse. Esto es un extremo impor-
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140 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO LIMPIEZA MANUAL Y ENGRASE 141

tante, ya que el barrilete se hace para girar correcta y segura- da de centro, habiendo aplicado previamente un poco de aceite
mente cuando el sombrerete está en aquella posición particular. para reloj en ambos pivotes de centro; finalmente, se montan
Para meter a presión el sombrerete no debe hacerse con herra- las ruedas primera y segunda y la de escape. Atorníllese el puen-
mientas, y sí sólo apoyando contra el borde del banco (figu- te del barrilete y los puentes centrales en su posición y vuélvase
ra 158) y con muy poca presión. Agárrese el árbol del barrilete a colocar el cliquet y su resorte, poniendo aceite donde se apo-
con los alicates forrados de latón y compruébese el juego axial: ya el cliquet y humedeciendo apenas con aceite el resorte en
donde éste actúa sobre aquél. Engrásese ligeramente el asiento de
la rueda de transmisión, y atorníllese ésta en posición, sin olvi-
dar que si va sujeta por un solo tornillo, éste será de rosca a
la izquierda. Por lo general, los relojeros engrasan demasiado
la rueda de transmisión; basta un poco de aceite en su asiento y
x/ un ligero toque en su cubo. Asimismo, se debe aplicar un poco
Fig. 160. — Soporte para má- en el pivote superior del barrilete, que gira en el puente superior.
quinas, invertido para mostrar No es aconsejable poner aceite en la cara inferior de la rueda de
el ajuste.
cliquet. A veces se ven relojes en que tanto la rueda de transmi-
sión como la de cliquet nadan en aceite, lo que es completamente
innecesario e incluso perjudicial.
Atorníllese la rueda de cliquet en posición. Inviértase ahora
la máquina y móntese el resto de las piezas, que son las que
componen el remontoir; apliqúese un poco de aceite en todas
las superficies actuantes de las piezas móviles. Hasta ahora se
ha usado solamente aceite para reloj. Se debe poner en su lugar
la tija y enrollar el muelle real por dos o tres dientes de la rue-
Fig. 159. — Dando juego axial Fig. 161. —Otro soporte para da de cliquet, y mientras el tren está girando se sopla la má-
al árbol del barrilete. máquinas.
quina con el fuelle, sin mucha fuerza, pues de lo contrarío se
debe tener el mínimo, pero, sin embargo, ha de estar libre. Si desparramaría el aceite de los pivotes de la rueda de centro y
no tiene en absoluto juego axial, considérese lo que el barrilete del barrilete; lo justo solamente para asegurarse de que no
podría moverse arriba y abajo; si hay espacio para ello, colo- queda polvo. Móntese nuevamente el áncora y su puente y
qúese el barrilete sobre un yunque de latón y désele en la parte compruébense todos los juegos. Se carga el muelle real aproxi-
superior del árbol un ligero golpe con un martillo de latón. madamente' con media vuelta.
Esto obligará al sombrerete a bombearse ligeramente y a dejar Vamos, ahora, a tratar de la muy importante cuestión del
así libre el árbol (Fig. 159). Apliqúese finalmente un poco de engrase adecuado de la máquina. Estoy convencido de que los
aceite de reloj a ambos pivotes del árbol del barrilete. reparadores de relojes caen frecuentemente en el defecto de un
Hay varios tipos de soportes para máquinas, dos de los engrase excesivo, debiendo guardarnos de ello, procediendo como
cuales se representan en las figuras 160 y 161. Debo confesar que sigue: ante todo, es necesario limpiar de vez en cuando los bo-
yo personalmente prefiero sostener la máquina con papel de tes de aceite, tanto del ligero como del de reloj. Téngase como
seda. Tómese la platina inferior y móntese el barrilete; después hábito, cuando ha de ponerse aceite en los botes, no hacerlo sin
se colocan en posición el tornillo del disco de la tireta y la rue- antes haberlos limpiado concienzudamente. Una gota despren-
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LIMPIEZA MANUAL Y ENGRASE 143
dida de un destornillador grande de relojero es suficiente para espaldones ya es otro asunto, pues entonces ha de lucharse con
una aplicación. Limpíese bien el destornillador antes de me- la adhesión, y si el reloj está expuesto a bajas temperaturas se
terlo en el aceite para luego dejar desprender la gota que nece- agrava el inconveniente. Las ilustraciones de la figura 163
sitamos. ayudarán a comprender mi punto de vista. Debe siempre re-
Algunos botes de aceite ligero se hacen como muestra la cordarse que no es posible regular la cantidad de aceite que de-
figura 162 y en su cara plana se deja caer sólo el aceite impres- positará una punta de engrasar una
cindible para picarlo con vez ha establecido contacto. Todo
la punta de engrasar. De el aceite deja inmediatamente la
esta mancha de aceite se punta cuando ésta toca algo; por lo
sacará el necesario para tanto no puede decirse: "Pondré la
engrasar ambos pivotes de mitad del aceite", porque no es po-
Mancha la rueda de escape y tam- sible hacerlo. La única solución con-
desee/te bién los del áncora. Es siste en que la punta de engrasar
una buena costumbre el pique o recoja exactamente la canti-
secar la punta de engrasar dad correcta.
Fig. 162. — Recipiente para aceite ligero. pinchando con ella la me-
La figura inferior señala la cavidad para el Ahora engrasaremos las levas,
aceite y una mancha del mismo en la su- dula, como antes se ha di- aplicando un poco de aceite a la cara
perficie plana del recipiente. cho, tanto después de de retención de la leva de entrada,
usarla cómo antes de re- y con un palillo puntiagudo move-
coger aceite; una punta de engrasar, después del pinchado de la
medula, no sólo está limpia, sino que también está seca, y sólo remos el áncora hacia adelante y ha- Fig. 163. — Arriba, cantidad
así recogerá la cantidad exacta de aceite. El mismo, como to- cia atrás, de modo que el aceite se correcta de aceite para un pi-
vote cónico; centro, un pivote
dos sabemos, se encarama por adherencia, y si la punta está ya transfiera a los dientes de la rueda del escape o del áncora sobre-
engrasada, algo del aceite destinado a la máquina se encaramará de escape. Puede ser necesario un se- engrasado; abajo, cantidad co-
en la varilla de la punta de engrasar; el aceite que ya tenía gundo toque para que todos los rrecta de aceite para un pivote
del escape o del áncora.
10 habrá atraído. Así pues, manténganse siempre secas las pun- dientes reciban su parte de aceite. Los
tas de engrasar. No se caiga en la tentación de poner más aceite propios dientes deben llevar el acei-
que el indicado, en los cuatro pivotes mencionados; es una de- te a la leva de salida; también aquí procúrese no sobreengrasar.
bilidad de los relojeros excederse en el engrase, no sintiéndose El aceite acumulado incidentalmente en la parte metálica de las
"seguros" si los pivotes no nadan en aceite. Es un gran error paletas no hace ningún bien; al contrario, tiende a arrastrar el
dar más aceite que el que he indicado, en los relojes de hasta aceite de la superficie actuante hacia fuera de ella. No debe usar-
11 líneas. Para los relojes de 18 líneas se puede tolerar un poco se la punta de engrasar para mover el áncora, ya que existe el
más. He comprobado en innumerables ocasiones que la mar- peligro muy real de llevar aceite a las espigas de punto muerto.
cha pobre, en diferentes posiciones del reloj, es debida al ex- No hay razón para engrasar la elipse. Pocos reparadores ad-
ceso de aceite en estos cuatro pivotes. miten actualmente el engrase de la elipse, pero aun así se en-
Cuando la rueda de escape y el áncora tienen los pivotes có- cuentran muchas elipses engrasadas. La causa puede ser una de
nicos y giran sobre rubíes contrapivote, la cuestión de la can- estas tres: i.a) engrase deliberado; 2.a) engrase accidental con
tidad de aceite no es tan vital, pero cuando los pivotes son con la punta de engrasar cuando se mueve el áncora, y 3.") cuando
se quita el volante después de que se han engrasado sus pivotes
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MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO LIMPIEZA MANUAL Y ENGRASE 145

y el inferior haya aportado aceite a la entalladura al pasar, Jos volantes corrientes como los compensados, pero debe no-
puede engrasarse la elipse. tarse que la limpieza no afecta de ninguna manera a este equi-
El aceite se mantiene en su lugar por la capilaridad. La fi- librio.
gura 164 demuestra que si una superficie es curva, el aceite se Para montar el espiral empléese el yunque de la figura 166.
sostiene mejor en el vértice de la curva; por lo tanto, si los Generalmente el volante está marcado para
rubíes son de superficie curva el aceite que el espiral se coloque en la posición co-
queda mejor retenido en la punta o su- rrecta. La sujeción fija del espiral debe en-
perficie actuante. cararse con la marca, que puede ser un pe-
Dirijamos nuestra atención a la lim- queño punto en la superficie superior del
Fig. 164. — Demostra-
ción de la capilaridad. pieza del volante, manteniendo, mien- volante o una ligera raya en su costado. Fig. 166. — Yunque
Obsérvese como el acei- Oprímase la virola del espiral hacia abajo para sostener el vo-
te sube por ambos lados tras tanto, la máquina, parcialmente lante mientras se co-
del muelle curvado de- montada, debajo de la copa de vidrio. con unas pinzas robustas, agarradas como loca el espiral.
bido a esta propiedad. Por ahora el volante está completamente indica la figura 167. Usando ambas manos,
seco. Saquémoslo de los polvos de boj o se obtiene una presión firme y segura, sin peligro de resbalar;
de yeso, y sosteniéndolo con papel de seda, cepíllese bien, hasta no se engrasarán todavía los agujeros del volante.
presentar un aspecto brillante. Métase en bencina por unos mo- Éste se montará en su puente, y con cuidado se invierte el
mentos para quitar el aceite, y entonces vuélvase a cepillar has-
ta que esté completamente seco. Sujétese con la mano izquierda
y apriétese un pedazo blando de medula sobre la punta del
pivote inferior hasta
llegar al platillo de im-
pulsión, y entonces dé-
sele a la medula uno o
dos giros, a fin de lim-
piar la elipse. Al mis-
mo tiempo se limpiará
bien el platillo de segu-
ridad. Siempre que la Fig. 165. — Verificación de la lisura del ex-
medula sea blanda, no que tremo del pivote del eje del volante. Nótese
para esto se emplea la uña del dedo co-
ofrece ningún peligro razón.
limpiar la elipse de esta
manera. Con medula se limpia también el pivote superior y,
antes de reponer el muelle espiral, mírese si los extremos de los Fig. 167. — Método de montar el espiral del volante. El dedo Índice de la
mano izquierda ejerce un considerable dominio.
pivotes están lisos y libres de facetas. Para verificarlo, se pasa
la cara de la uña del dedo medio sobre el extremo del pivote, mismo. Con el volante colgando, se manipula para montarlo
y si éste tiene facetas, se notará que raya la uña (Fg. 165). Fi- en la máquina. Debe asegurarse de que la elipse engrana con la
nalmente, antes de reponer el muelle espiral es conveniente com- entalladura; para ello se mantiene firme el puente del volante
probar si el volante está equilibrado. Deben equilibrarse tanto y se gira la máquina hasta que la entalladura se presente a la
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146 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO LIMPIEZA MANUAL Y ENGRASE 147

elipse. Atorníllese el puente muy cuidadosamente. El reloj debe Es mejor montar las agujas, si es posible, cuando la máqui-
empezar a funcionar antes de que el puente esté atornillado del na ya está en la caja. La aguja horaria se mete dentro del cañón
todo; si no sucede así, pruébese si el volante está libre: un li- de la rueda horaria empujándola con un palito de madera. Este
gero toque con el dedo ha de bastar para que el volante empiece palito tiene en su extremo un agujero hecho con un destorni-
a oscilar. Que el volante oscile1 demuestra que el puente se ator- llador de relojero. De este modo no queda señalada la aguja. La
nilla bien, y no sobre la punta del pivote. Cuando el puente del aguja minutera se coloca en el cañón del piñón con la parte pos-
volante esté bien fijado, compruébese el juego axial y entonces terior de un mango de cepillo de relojero, poniendo un pedazo
ensáyese el tictac. Puede necesitarse mover el espiral angular- de papel de seda entre la minutera y el mango para que no se
mente, y para hacerlo se ha de quitar de nuevo el volante. Por señale. Se aprieta sobre el cubo de la minutera. La segundera se
esto no se aconseja engrasar los pivotes del eje: si se hubieran mete en el pivote de la rueda segunda empujando con el extre-
engrasado, de ser necesario quitar el volante una o dos veces, mo de un palillo. Engrásese la tija con aceite de reloj. He visto
la condición y la cantidad de aceite en los rubíes no sería ya la reparadores que ponen el extremo de la tija en el bote de aceite,
requerida. Pueden haberse picado ligeras partículas de polvo por creyendo que necesita mucho. Casi no hay necesidad de decir
los pivotes, y, asimismo, una cierta cantidad de aceite de los que esto es completamente erróneo: lo correcto es aplicar un
agujeros se pierde. Los pivotes también tocan al papel de cubier- poco de aceite en su pivote, un poco en su sección cuadrada, en
ta. Hay el peligro ulterior de llevar aceite a la entalladura y que sus cuatro caras, en el espaldón de la rueda de corona, en el
por ésta sea transmitido a la elipse, como se ha dicho antes. diente del trinquete, en la entalladura de la tireta, y finalmente
Cuando el tictac es satisfactorio, se quita el puente del vo- en el espaldón que roza con la platina.
lante y éste con él; se pone un poco de aceite en el agujero infe- La tabla de engrase de la figura 168 servirá de guía para
rior, se invierte el puente, se levanta un poco el volante y se realizar éste, de la cual debemos aclarar los significados de los
aplica aceite en el agujero superior. Algunos relojeros prefieren signos siguientes: XXX = Tanto aceite como pueda recogerse
introducir un hilo en los agujeros del volante para que se en- metiendo la punta de engrasar verticalmente (no de, lado) en el
grase a lo largo del agujero, hasta el rubí contrapivote. No me bote. XX = El aceite que puede recogerse con la mitad de la
parece necesario, por ser de la opinión de que los mismos pivo- parte plana de la punta de engrasar. X = Tanto aceite como
tes ya le llevan el aceite satisfactoriamente. Después de engrasar puede recogerse de una mancha del mismo. O = Absolutamente
los rubíes, se monta nuevamente el volante en la maquina. In- nada de aceite. C = Aceite de reloj. W = Aceite ligero de reloj.
viértase ésta y con el fuelle dénsele uno o dos soplos ligeros. Las cantidades sugeridas en la tabla son para máquinas com-
Engrásese ligeramente con aceite de reloj el árbol de la rue- prendidas entre i o % y j ?4 líneas. Para máquinas más peque-
da de centro y apriétese el piñón de cañón en su lugar. Puede ser ñas se aplica un poco menos de aceite a todos los pivotes, ex-
necesario agarrarlo con los alicates forrados de latón y, con un cepto en los de la rueda de escape y del áncora; póngase también
movimiento oscilante, mientras se aprieta, póngase en posición. menos aceite en el muelle real. Algunas fábricas suizas reco-
Apliqúese una punta de engrasar con aceite de reloj en los agu- miendan no poner aceite en los pivotes del áncora para máqui-
jeros de las ruedas primera y segunda y la más mínima parte nas de 8 y¿, líneas y menores. No soy del mismo parecer, y creo
posible de aceite en el soporte de la rueda minutera. Repóngase más seguro la aplicación de un poco de aceite. Para las máqui-
la rueda horaria sin aceite, y luego la esfera. No se engrasará la nas mayores de 10 % líneas, úsese según propia discreción, pero
platina superior hasta que la máquina esté otra vez dentro de como guía general recomiendo para una máquina de 18 líneas
la caja, y, si el reloj es de caja de dos piezas o algo similar, has- C XXX (dos o tres veces) para el muelle real y W X (dos ve-
ta que tenga que cerrarse. ces) para los pivotes del áncora y de la rueda de escape.
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148 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO LIMPIEZA MANUAL Y ENGRASE 149

En Suiza se gradúa el engrase por el tiempo que se deja en ajustarle la máquina, téngase la costumbre de pasar una llama
contacto la punta de engrasar con la pieza que se engrasa. De de alcohol por su interior. Si tiene bisagras, también éstas de-
WXXX ben ser pasadas por la llama. No se deje calentar la caja; esto
cxx se hace solamente para que se quemen los cabellos, fibras de
lana, cerdas de cepillo, borra o pelusilla que puedan haber en
la caja o en las juntas. Cualquiera de estas cosas pueden ser tan
pequeñas que apenas sean visibles, pero es posible se pongan en
contacto con el volante y produzcan serios perjuicios en la mar-
cxx ELIP. cha regular del reloj, cuyas causas serían difíciles de hallar.
'SE
Móntese la máquina en la caja y finalmente con el fuelle dése
cxx o un ligero soplo sobre la platina superior y después apliqúese un
DOS
o wx poco de aceite sobre los pivotes superiores de las ruedas prime-
mes wxx ra y segunda. Con todo esto ha quedado de nuevo el reloj dis-
wxxx
wx puesto para la marcha.
cxxx

cxx

cxxx
cxx

cxx
Fig. 168. —
WXX
Gráfico dd engrase del reloj. Se indica el tipo y cantidad de aceite
que debe aplicarse a una máquina de I o 1/2 a 7 3/4 líneas. Las máquinas ma-
yores necesitan más; las menores menos.
W, aceite ligero de reloj; C, aceite semidenso de reloj; O, absolutamente nada; X, to-
que ligero; XX, media punta de engrasar; XXX, toda la punta de engrasar. Para
aceite ligero se usa la punta pequeña de engrasar de 0,3 mm; para aceite semidenso
se usa la punta de engrasar grande de 0,6 mm.

esta manera puede tenerse un cierto dominio de la lubricación,


pero lo que antecede es más seguro.
La máquina está ahora dispuesta para ser colocada de nue-
vo en la caja. Después de que se ha pulido la caja, y antes de
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LA LIMPIEZA A MAQUINA 151

que después de un uso prolongado, y cuando se ha ensuciado,


se tira. Limpíese bien el tarro y póngase solución nueva. La
número 2 puede filtrarse y servir nuevamente. Un buen siste-
ma es filtrarla con papel de filtro como el empleado en los labo-
ratorios; se pone dentro del embudo plegado de la manera usual
CAPÍTULO X y se hace pasar la solu-
ción a través del mismo.
LA LIMPIEZA A MÁQUINA La núm. 3 es general-
mente bastante limpia y
para economizar puede
Para la limpieza a máquina, el reloj se desmonta igual como tirarse al 2.° tarro y usar-
se hizo para con la de bencina. De hecho es aconsejable des- la sin filtrar, pasándose
montarlo del todo, incluso los tornillos de la esfera. Deben la solución filtrada al ter-
observarse varios puntos cuando se usan estas máquinas. El cero, y de vez en cuan-
más importante es que la solución núm. i no debe dejarse secar do, para compensar la
sobre las piezas de metal para que no las oxide. Normalmente la que se pierde por evapo-
solución núm. 2 no oxidará las piezas, pero se ha comprobado ración o adhesión a las
que su composición química es afectada por la luz solar; así, piezas, se añade un poco
pues, si esta solución se usa fresca y sin haber estado a la luz, de solución fresca.
hay poco peligro de oxidación. Por lo tanto, se debe procurar La cantidad de líqui-
que la solución núm. 2 no esté expuesta a la luz; esto no es do que habrá en cada ta-
problema mientras permanece aún en el bote original de la fá- rro es de gran importan-
brica, pero el peligro está en los tarros de vidrio de la máquina cia. Si el nivel es dema-
que son transparentes; por ello es recomendable pintar los tarros siado bajo pueden quedar
números 2 y 3 con una pintura negra, y para poder ver la so- piezas en la cesta, fuera Fig. 169. — Máquina «National Watch» de
lución y determinar por su color cuándo es necesario renovarla, de contacto. Cuando la limpiar relojes.
se verterá un poco en un tarro transparente. Es muy conveniente cesta gira, crea un vérti-
tomarse esta pequeña molestia para evitar el peligro de oxida- ce en el líquido, y con las paletas que hay en el mismo soporte
ciones. de la cesta, el líquido monta por los lados del tarro y es pro-
El procedimiento es el siguiente: la máquina (Fig. 169) se yectado hacia el interior. Si en el tarro hay poco líquido, la
suministra con tres tarros de vidrio numerados: i.°, 2.° y 3.° cantidad proyectada será insuficiente para cubrir la cesta. Esto
El i.° contiene la solución de limpiar; el 2.° la de aclarar, y el debe tenerse muy en cuenta, pues si falta líquido en los po-
3.° la misma solución que el anterior, pero más limpia. La ra- tes 2.° y 3.° es posible que se oxiden las piezas. Si los tarros
zón de ello está en que cierta cantidad de la solución núm. i están demasiado llenos, con la velocidad de la agitación el lí-
es llevada al 2.° tarro y así el líquido queda contaminado. Como quido se derramará al exterior, indicando así que la cantidad es
la última también se contamina de la núm. 2 y por tanto tam- excesiva.
bién con algo de la núm. i, todas las soluciones deberán cam- La cesta consta del recipiente principal, de un estante con
biarse periódicamente. La núm. i no puede regenerarse, por lo muescas y de una cubierta plana que se ajusta sobre el estante
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152 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO LA LIMPIEZA A MÁQUINA 153

para mantenerlo hacia abajo. Los piezas grandes del reloj, como repasar el interior de los agujeros con un palillo de madera afi-
platina inferior, puentes de todas clases y el barrilete se colocan lado después de la limpieza a máquina, pero para más seguri-
en el fondo de la cesta. Es esencial separarlas para que no mon- dad es preferible hacerlo. Por varias razones es recomendable el
ten unas sobre otras, aunque a veces, a pesar de estar separadas, sistema de limpiado a máquina, aunque sólo debe adoptarse
la fuerza centrífuga reúne todas las piezas en los lados. Las después de haber estudiado concienzudamente el funcionamien-
ruedas pequeñas se colocan en una de las muescas del estante con to de la misma y de haber mirado en cada caso en particular las
los tornillos y el cliquet. No es aconsejable pasar el muelle real piezas que pueden limpiarse sin perjudicarlas. Como se com-
por las soluciones, por la misma razón expuesta al tratar de la prende, una de las causas que hacen más recomendable esta má-
limpieza con bencina. Es preferible no limpiar el áncora y el quina es la rapidez y seguridad con que realiza la limpieza.
volante en la máquina, porque algunas clases de goma laca son
afectadas por la solución; además de la goma laca, hay también
algunos volantes y tornillos de volante que son atacados por
las soluciones. Se han dado casos en los que el reloj adelantaba
considerablemente después del limpiado a máquina, y con una
cuidadosa investigación encontré que la solución había actuado
químicamente sobre el metal del volante y sobre los tornillos
quitándoles peso. También se han dado algunos casos en que
el muelle espiral del volante había sido atacado, causando el re-
traso del reloj; así es que sin conocimiento seguro de qué clase
de goma laca se ha servido el fabricante, o de la exacta natura-
leza del volante, de sus tornillos y de su muelle, es mejor no
limpiarlos a máquina y hacerlo con bencina.
Lo corriente es que la cesta con la máquina desmontada den-
tro, gire durante medio minuto, a pequeña velocidad, en la so-
lución del tarro i.°; después, debe sacarse de la solución y hacer
qtfe gire al aire por unos pocos segundos a gran velocidad para
escurrirse, y se sumerge inmediatamente en la solución núm. 2,
repitiendo la misma operación por un minuto y haciendo lo
mismo con la núin. 3. Finalmente, la cesta se baja a la cámara
de calor y ya dentro de ella se hace girar despacio durante un
minuto. No debe perderse tiempo al pasar del tarro núm. i
al núm. 2., porque si la primera solución se seca sobre las piezas
antes del aclarado, pueden oxidarse. La tapadera de la cesta va
ajustada sin fuerza y es bueno que el asiento de la tapa lleve
un pasador fijo, y para encajar con él, una pequeña entalla en
la tapa, evitándose así que la caja gire independientemente de la
cesta. Si la tapa se moviera un poco, podría arrastrar las piezas
del estante y estropearlas. Hay quien dice que no es necesario
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EL "REMONTOIR" Y LA PUESTA EN HORA 155

rueda de transmisión. Actúese sobre el árbol "remontoir" o tija


para llevar estas dos ruedas a engrane y obsérvese éste. Se conti-
núa dando cuerda por un período más largo que el normal, por-

CAPÍTULO XI

EL REMONTOIR Y LA PUESTA EN HORA

Los procedimientos de "remontoir" y poner en hora son


diversos, pero la mayoría de ellos son del tipo de corona y do- Fig. 171. — La báscula y el resorte combinados
ble piñón deslizante, es decir, que por diferentes caminos se al-
canza el mismo fin. Nos proponemos estudiar sólo las mejores que el escurrido es algunas veces intermitente y puede ser que el
disposiciones conocidas. El funcionamiento del mecanismo es usuario haga un contacto más prolongado, produciendo así el
evidente y las condiciones esenciales son las siguientes: i) el escurrido. Si se escurre en este punto, los dientes de la rueda de
mecanismo no debe escurrirse; 2) es necesario que sólo pueda

Fig. 170 — La báscula y el resorte de la tija

actuar a voluntad, y 3) el "remontoir" debe estar libre para dar


cuerda. Consideraremos estos puntos: la figura 170 muestra un
típico mecanismo "remontoir" del tipo de corona y doble pi-
ñón deslizante con la báscula accionada por un resorte separa-
do. La figura 171 muestra la disposición por la cual la báscula
y el resorte están combinados. Cualquiera que sea la disposición Fig. 172. — Comprobación del juego axial de la rueda de transmisión
que examinemos, todas ellas tienen sus fallas y defectos.
corona pueden generalmente verse mover por debajo de los dien-
El escurrido del mecanismo de "remontoir" puede produ-
tes de la rueda de transmisión. Las causas pueden ser varias. La
cirse por un engrane incorrecto de la rueda de corona con la
rueda de transmisión puede tener excesivo juego. Compruébese
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Í56 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO

con unas pinzas, como en la figura 172. Si se nota que está rígidamente la tija en posición por el ajuste prieto del casquillo
suelta, el remedio consiste en bajar el plato que la mantiene en en la caja.
posición, aunque puede ser debido a que el plato no está bien Examínense luego los dientes de trinquete de la rueda de
atornillado, de modo que esto es lo primero que deberá compro- corona y del piñón doble para ver si el escurrimiento se produce
barse. Si está atornillado tan fuerte como sea posible (con un
tornillo con rosca a la izquierda o con dos con rosca a la dere-
cha) entonces la solu-
ción no puede ser otra
que rebajar el plato.
Algunas veces los
platos son solidarios y
forman el cojinete de
la rueda, y en otras el
plato es suelto y la rue-
da se asienta sobre un
saliente del puente del
barrilete. En el primer Fig. 174. — Reduciendo al torno el asiento de la rueda de transmisión
caso, el plato se reduce
con una piedra por su aquí. Puede deberse a que la rueda de corona y el piñón doble,
Fig. 173. — Modo de reducir el cubo de la parte inferior, como de- o éste solo, tengan demasiada holgura en la tija. El remedio
rueda de transmisión. muestra la figura 173. estriba en poner nuevos piñón y rueda, o la tija. Además el
En el otro lado la al- defecto puede radicar en la forma de los dientes de trinquete:
tura del saliente debe reducirse, y para esto el puente del ba- algunas veces estos
rrilete se monta en un mandril y se rebaja en el torno (Fig. 174). dientes pueden agu- dizarse un poco
En ambos casos la reducción debe ser ligera, pues de lo con- dándoles una lige- ra inclinación (fi-
trario la rueda engranaría duramente y costaría dar cuerda. Si gura 1 7 6 ) , pero
atornillado nuevamente el plato lo más posible, se ve que no generalmente esto
hay juego o hay muy poco, pero continúa el escurrimiento, no es satisfactorio,
entonces debe dirigirse la atención al ajuste de la rueda de co- siendo la única so- Fig. 175. — Casquillo mon-
rona con la tija, el cual debe ser muy justo — imperceptible- lución poner un tado en la corona para eli- Fig. 176.—La lí-
minar el juego. nea de puntos in-
mente libre, — sin ninguna holgura lateral. Mírese si la misma par de ruedas nue- dica el rebajado
tija ajusta sin juego, en la platina, pues el juego debe ser im- vas. Vamos a tratar de cuando la tija está (con aumento).
perceptible. Si la rueda de corona se ajusta mal en la tija, el re- suelta. Esto se debe
medio está en cambiar la rueda o la tija. Si hemos comproba- a varias razones, pero el motivo inmediato es que el pasador
do que la tija tiene excesiva holgura en la platina, ha de cam- de la tireta se sale de la ranura^ de la tija. Una platina gastada,
biarse la tija por otra algo mayor. Cuando se desea realizar al producir un asiento demasiado ancho, puede ser la causa,
una reparación económica, es muy eficaz poner un collar o cas- consistiendo el remedio en cambiar la tija por otra mayor (se
quillo debajo de la corona (Fig. 175) para que ésta mantenga
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MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO EL "REMONTOIR" Y LA PUESTA EN HORA 159

sobreentiende que tendrá que tornearse especialmente otra tija, Las dos ilustraciones de la figura 178 muestran: una, la
pues una igual no arreglaría nada), o en encasquillar el agu- sujeción incorrecta de la tireta, que se traba con la platina, y la
jero en que se asienta la tija. No es práctico hacer un nuevo otra, la correcta, en la cual la tireta se apoya sobre el espaldón
agujero, pues interesaría a dos partes de la máquina, estando del tornillo, libre de la platina. La solución está en rebajar algo
mitad en la platina inferior y mitad en el puente del barrilete, el reborde del tornillo para que el espaldón sobresalga de la
así que es mejor poner un tope en platina.
el puente del barrilete, como se ve Otra causa del inconveniente indicado es que en algunos re-
en la figura 177. Se limita el tope lojes la posición del tornillo en la tireta es incorrecta. Cuando
de modo que se ajuste a la tija,
permitiendo la holgura requerida.
Tal reparación dirige el desgaste en
una sola dirección, hacía abajo,
pero es en la que nos interesa para
corregir la falla que deseamos eli-
Fig. 177. — Ajusfando un tope minar, ya que hace que la tija
(A) en el agujero del árbol.
apriete hacia la tireta. Fig. 179. — Una distancia larga Fig.
Otra causa que produce la ex- 180. — Arriba, ajuste correcto del
(A) puede dar demasiada elasti- pasador de la tireta con la ranura de la
cesiva libertad en la tija es la falta de libertad del tornillo de cidad a la tireta, mientras que tija; abajo, mala disposición que puede
la tireta. La tireta está hecha para girar ligeramente cuando se (B) no es tan susceptible. causar la soltura del pasador.
tira de la tija para poner las agujas a la hora y el tornillo de
la tireta debe estar atornillado fuertemente a ésta, pero el tor- el agujero del tornillo en la tireta está alejado del pasador (fi-
nillo en sí debe estar libre, de modo gura 179) generalmente se hace a la tireta demasiado flexible y
que gire con la tíreta. De no estar por lo tanto se separa de la tija. Desgraciadamente no está en
libre el tornillo, la tireta gira en la manos del reparador el remediarlo, pues sólo le queda la solu-
rosca del tornillo, y la tija puede ción de hacer otra tíreta de material menos flexible. Esta falla de
quedar segura, pero si el tornillo está construcción, raras veces se encuentra en los relojes de máquina
algo libre puede llegar a desenroscar- moderna. Examínese el pasador de la tireta para ver si tiene
se por la acción de la tireta en pocas canto vivo y es bastante largo, y también mírese si la ranura
veces con el resultado de quedar la tiene sus esquinas vivas. Si no fuera así tendría tendencia a sa-
tija suelta. Este desenroscado de la lirse de la ranura. Las ilustraciones de la figura 180 muestran
cómo han de ser el pasador y la ranura y cómo no deben ser.
tíreta puede deberse a su tornillo tra- Fig. 178. — Arriba, la tireta La dificultad en dar cuerda puede ser debida: i.°) a que la
bado en la platina y el remedio está se traba con la platina; aba- rueda de transmisión esté frenada; 2.°) a falta de libertad del
jo, la tireta está libre.
en libertarlo. árbol del barrilete; 3.°) a que los agujeros para los extremos de
Otra razón, y bastante común, es éste en las platinas sean demasiado grandes, lo que hace que la
que el espaldón del tornillo no sobresale de la platina, de modo rueda del "cliquet" roce con el puente del barrilete (Fig. 181) ;
que cuando el tornillo está fijado, la tireta se traba con la pla- 4.°) a que el espaldón del árbol del barrilete no sobresalga
tina, en lugar de hacerlo con epespaldón del tornillo, que es bastante para que la rueda del "cliquet" se apoye en él, y en
cuando está libre de la platina. cambio lo hace sobre el puente del barrilete, en el que se traba
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(figura 182), y 5.°) a mal engrane entre la rueda de transmi- flecha en la figura 183, hasta que la soldadura se liquida. Se
sión y la del "cliquet", lo que es improbable, a menos que se retira la llama y el casquillo quedará fijo. Con precaución
haya hecho un cambio. se quita el alambre de aluminio, pues el estaño no se habrá
Algunas veces se nota que se escurre cuando se ponen las soldado con él. Si se ha puesto cuidado en las dimensiones del
agujas a la hora, lo que puede ser motivado por un cojinete
demasiado ancho para el pivote de la tija. A veces este cojinete
se ensancha, y es engorroso rectificarlo, porque no conviene

Fig. 181. — Agujero ancho (A) para el árbol del barrilete, permitiendo que
la rueda del «cliquet» roce con la platina en (B).

ajustar una nueva tija. Soy contrario al empleo de soldaduras


blandas en los relojes, pero en este caso vendremos obligados
a hacerlo para realizar la reparación económicamente. En pri-
mer lugar se escoge un pedazo de tubo de encasquillar, que se Fig. 183. — Encasquillando el agujero del pivote del árbol. Arriba, alambre
de aluminio en un portabrocas; detalle, el casquillo en el extremo del alambre.
adapte al actual cojinete, se tornea y se corta a la medida exac- La flecha indica donde debe aplicarse la llama.
ta para que se ajuste correctamente al mismo. En algunos ca-
sos, se recomienda casquillo y no se ha empleado exceso de estaño no se requerirá
abrir un poco el agu- probablemente ningún acabado. La figura citada índica clara-
jero del cojinete, an- mente el procedimiento.
tes de encasquillarlo. Uno de los puntos más importantes cuando se examina un
Para ello se toma
una lima de cola de
Fig. 182. — Arriba, rueda del «cliquet» trabada rata y se hace servir
porque el espaldón del árbol no sobresale de la como si fuera un es-
platina; abajo, la rueda del «cliquet» está libre.
cariador. Se coloca el
casquillo en el extre-
mo de un pedazo de alambre de aluminio, procurando que éste
no sobresalga del casquillo. Caliéntese en la llama de alcohol y
aplíquesele un poco de fundente y otro poco de estaño, hacien- Fig. 184. — Los dientes del piñón doble deslizante tocan los de la rueda
do que éste se adhiera en toda la superficie exterior del casquillo. intermedia.
Mientras el estaño está todavía caliente se quita todo el que me ca nismo "remontoir", es el de que la tija gire de manera
sobra, dejando solamente una tenue película del mismo. Se le que el diente del piñón doble esté tan cerca como sea posible de
da un poco más de fundente y estando aún el casquillo en el la rueda intermedia; ésta debe estar completamente libre mien-
extremo del alambre se pone en posición dentro del agujero, y tras sé da cuerda. Algunas veces los dientes del piñón doble y
se da calor al extremo del alambre en el punto que indica la los de la rueda intermedia se interfieren (Fig. 184). Es un de-
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EL "REMONTOIR" Y LA PUESTA EN HORA 163

fecto que frecuentemente pasa inadvertido: cuando se da cuer-


Al hacer esto, debe ponerse mucho cuidado, porque no pue-
da, las agujas pueden moverse varios minutos sin apercibirse.
de volver a colocarse lo que se ha quitado. La parte señalada
El remedio está en substituir el piñón doble por otro más corto.
por A no debe rebajarse, pues de otra manera la báscula no
Si la báscula monta sobre el piñón doble y la tija tiene buen
arrastraría al piñón doble lo suficiente para engranar con la
ajuste, se le dan algunos golpes con
rueda intermedia. Inversamente, si la tireta no retuviera la bás-
la parte estrecha del martillo para
cula en la posición de poner a la hora, una vez colocada allí,
torcerla hacia abajo. Si esta opera-
con la piedra se rebaja ligeramente en A de la báscula, no exa-
ción se realiza como se representa
gerando, porque entonces afectaría al engrane de la rueda in-
en la figura 185, no será necesario
termedia. El resorte de retén materialmente fija la tireta en la
rebajar el revenido de la báscula, a
posición deseada, en un extremo o en el otro; su objeto prima-
no ser que esté a todo temple, lo
rio es actuar como una "pieza de todo o nada", nombre apli-
que es muy improbable. Conviene
cado a una disposición de los relojes de repetición, que asegura
mirar si el resorte de la báscula
que éste dará el número correcto de horas o no dará ninguna.
monta seguro, pues a veces lo hace
Es decir, que controla la posición de la tireta; sin él, la báscula
fuera de su sitio. Para corregir esto,
puede saltar sólo en parte, no engranando ni con la rueda in-
con una piedra se rebaja ligeramen-
termedia ni con la rueda de corona, con el resultado de escurri-
te su canto a un ángulo pequeño,
miento al dar cuerda. Algunos usuarios tienen la mala costum-
en donde actúa el resorte, lo que
Fig. 185. — Torciendo la bás- bre de tirar de la corona durante la operación de dar cuerda.
cula hacia abajo con el martillo. hará que éste se apoye debidamente Con la tija en posición, tírese de ella hacia fuera y hacía
(figura 186).
dentro, y al mismo tiempo obsérvese atentamente la cabeza del
Si la tireta es dura de mover, esto es, si se halla resistencia
tornillo de la tireta: debe girar un poco. Esto indicará que está
cuando se tira de la corona para dar cuerda, se debe examinar libre y que no es probable que se presenten los inconvenientes
el final de la misma, en donde actúa sobre la báscula, y también que hemos mencionado.

Fig. 186. — La báscula rebajada Fig. 187. — Las líneas de puntos


para mantener el resorte bajo. /:£• forman el ángulo de desmoche
quierda, antes de rebajar; derecha, para facilitar la puesta en hora.
después de rebajada.

la porción de la báscula que encaja con la tireta. Si las super-


ficies actuantes coinciden, la tireta será dura y saltadora. Para
obviarlo, el ángulo de la báscula debe amolarse como se índica
por las líneas de puntos en la figura 187.
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cuerda, pues la elipse podría salirse de la entalladura del ánco-


ra, rompiéndose, o bien frenando el áncora a destiempo produ-
ciendo un avance de unos segundos.
Colocada ya la aguja segundera, se ponen en hora las agu-
jas minutera y horaria. Es aconsejable mover las agujas en el
sentido de su rotación normal, pues haciéndolo al revés, si la
CAPÍTULO XII
fricción del piñón de cañón es algo dura, puede invertirse el
tren y retrasarse la aguja segundera. Asimismo, se recomienda
EL MUELLE ESPIRAL Y LA REGULACIÓN hacerlo bastante aprisa para que el áncora no tope con la espi-
ga de punto muerto.
Antes de tratar de la regulación, es mejor puntualizar los Cuando la aguja horaria está a tiempo, se pone también a
signos usados, para evitar confusiones. Éstos son: tiempo la minutera, despacio para los cinco minutos últimos,
mirando que marque el minuto exactamente cuando la segun-
-f- = Adelanto (Fast). dera marca 6o segundos, y entonces tendremos señalado con
— = Retraso (Slow). absoluta precisión el minuto de la esfera. Si, después de puesto
± = Exacto. el reloj en hora, se observa que la aguja segundera no sincro-
EA = Esfera en alto. niza con el patrón, no debe tocarse de ninguna manera ésta di-
EB = Esfera abajo. rectamente para ponerla bien: si por alguna razón necesitamos
CA = Corona arriba. exactitud hasta el segundo, es mejor anotar el error en un pa-
CD = Corona a la derecha. pel, abrir el reloj y parar al volante. Si el reloj estaba adelan-
CI = Corona a la izquierda. tado unos pocos segundos, se tendrá parado el volante por este
período, contando estos mismos segundos en el patrón mien-
Cuando se regula un reloj moviendo la raqueta, ésta se tras el volante está parado y transcurrido este período se suelta
mueve hacia Fast o A (adelanto) si el reloj retrasa, y hacia
de nuevo el volante.
Slow o R (retraso) si adelanta.
Si, por el contrario, el reloj se hubiese retrasado unos se-
Poner un reloj a la hora exacta es aparentemente una cosa
gundos, por ejemplo 5 segundos, se parará el volante durante
muy sencilla, pero requiere un poco de práctica.
lo que falte para llegar a un minuto, 55 segundos, y se ade-
Para hacerlo precédase así: estando el reloj sin cuerda tó- lantará en un minuto la aguja minutera. Una escobilla de pelo
mese mentalmente nota de la posición de la aguja segundera de camello es ideal para detener el volante. Un relojero experi-
(supongamos, por ejemplo, que está en i o segundos). Obsér- mentado en la regulación dará al reloj retrasado unos segundos,
vese el reloj patrón, que puede ser un regulador o un cronó- varios giros circulares completos expresamente para activar el
metro, y cuando la aguja segundera del patrón alcance los se- movimiento del áncora y hacer que el reloj adelante rápida-
gundos que indica la segundera parada del reloj que ponemos a mente, ganando así el número de segundos deseado. Esto últi-
la hora (10 segundos, en el ejemplo que hemos puesto) désele mo sólo puede hacerlo el que realmente entiende en la materia,
una sacudida circular para poner el volante en marcha y al ya que resulta una práctica peligrosa; por ejemplo, si el volante
mismo tiempo una vuelta a la corona. Entonces déjese el reloj es del tipo pesado y la elipse relativamente delgada, lo más pro-
seguro y quieto y dése toda la cuerda. No es bueno ayudar, bable es que ésta se rompa.
como se hace a menudo, con un movimiento del reloj al darle Vamos a exponer un ejemplo de cómo deben registrarse las
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atención y que en los últimos años ha sido objeto de cuidadosos
estudios, es la formada por el volante y su muelle. Éstos han
observaciones. Tomaremos un reloj que adelanta 5 segundos; movilizado a matemáticos y físicos, y vista la enorme tarea rea-
la primera anotación dirá: lizada, los excelentes resultados alcanzados serán más fácil-
Minutos Segundos Posición
mente comprendidos. Éstos no son fruto de una sola inteligen-
Día .....
cia; cada generación, durante los últimos cíen años, ha añadido
Hora . EA algo, aunque quizá la más importante contribución correspon-
Después de 24 horas se observa que ha de a la generación presente. No hay nada espectacular en los
avanzado 15 se- perfeccionamientos modernos, aunque parezca raro. Los perfec-
gundos; por lo que se escribirá: cionamientos se notan en el material usado para hacer el mue-
Minutos Segundos Posición lle espiral, la forma de la espira final y otras varias modificacio-
Día ...... nes no muy aparentes; así, pues, el volante y su muelle no han
recibido otra atención que la prestada al material de que están
Hora . 10 EA
formados. En resumen, en el reloj moderno, desde el punto de
Sólo se anotan 10 segundos porque ya se llevaban vista del volante y del muelle espiral, se ha realizado un trabajo
5 anota- sin mucho relumbre, pero que proporciona máquinas de tan
dos El reloj se pone entonces corona arriba (CA), y después buenos resultados como las de tipo antiguo, con la ventaja de
de otras 24 horas se observa que está 35 segundos avanzado. mayor solidez y precio de coste mucho más bajo.
Recuérdese que se llevaban 15 segundos cuando se puso CA, Los reparadores de relojes no están tan versados en este
así es que ha ganado 20 segundos, debiendo registrarse: asunto como debieran; conozco operarios capaces de tornear
Minutos Segundos Posición
ejes de volante o un piñón de primera clase, pero que miran al
Día Hora EA volante y al muelle como si no formaran parte del reloj. He
+0 visto relojes perfectamente reparados y limpios, pero que si du-
10
CA
rante la regulación el reloj no respondía como se esperaba se le
20
tenía ya por malo, y eso no debe ser así. Hay que recordar, so-
Ensayemos ahora la posición esfera abajo (EB) y después bre todo, que el resultado que se obtiene del volante y de su
de 24 horas se lee 15 segundos de adelanto; cuando estaba EA muelle espiral depende de la seguridad y precisión del resto del
llevaba 20 segundos adelantado; así, pues, ha perdido 5 se- reloj. Es inútil esperar buenos resultados de un reloj con un
gundos: muelle real pobre o defectuoso, con un tren que transmita mal
Minutos Segundos Posición el movimiento, o con un escape defectuoso; pero si el ajuste del
Día . volante y de su muelle no son conformes, aunque el resto de la
Hora EA 10 máquina sea correcto, resultará siempre una marcha pobre.
CA 20 Tomando primeramente el volante, discurriremos amplia-
E mente sobre el mismo tratando de sus varios tipos. Vamos a
5
B examinar el volante y el muelle espiral de una máquina de
13 líneas.
Afora. — Para hallar el error total cuando hay signos de El volante es, para el reloj pequeño, lo que el péndulo para
adelanto y retraso conjuntamente (-(- y —) se suman las can- el grande, con la diferencia que el muelle del volante regula a
tidades precedidas de signos iguales, y se resta la suma menor éste. Años atrás, el volante no llevaba muelle, más tarde se aña-
de la mayor, dándose al resultado el signo de la mayor. dió una cerda para actuar como tal, y finalmente se llegó al
muelle de acero inventado por el inglés Dr. Robert Hooke. El
La parte del reloj a la cual vamos a dedicar ahora nuestra muelle de acero si se usa en un volante corriente (no compensa-
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do) hará que el reloj retrase i % minutos en 24 horas por un del volante, se podrá obtener un ajuste perfecto, de modo que
cambio en la temperatura de 6° C. Para obviar este error se usa el volante pueda compensar la pérdida de elasticidad del mue-
un volante bimetálico, de acero con latón en su periferia; ade- lle de acero. El diagrama de 1-a figura 189 aclara las definiciones
más es cortado y para facilitar su ajuste lleva tornillos o pesos de los componentes de un volante compensado cortado.
desplazables. La proporción corriente es Trasladando los tornillos hada el extremo LIBRE de la
dos partes de latón por una de acero. llanta del votante, el reloj adelanta con calor y retrasa con frío.
La necesidad de compensar el volante, Trasladando los tornillos hacia el extremo FIJO de la llanta del
cuando el muelle es de acero, radica en que volante, el reloj adelanta con frío y retrasa con calor.
éste pierde elasticidad con el calor, lo que,
a su vez, causa una pérdida en la oscilación Los relojes, corrientemente, se prueban entre temperaturas
y un retraso en la marcha. También el de 3 2° a o° y los errores se comparan con la temperatura media
muelle de acero aumenta en longitud con de 15° a 17°. Si el volante se ha ajustado para que el reloj fun-
Fig. 188. — Volante
compensado. el calor, pero esto queda más que compen- cione exactamente a una temperatura de 15° y luego se prueba
sado por las otras dimensiones (ancho y a otra, aparecerá otro error llamado de temperatura media.que
grueso) que asimismo crecen proporcionalmente. Por lo que se vale aproximadamente 2 segundos en 24 horas para una va-
refiere sólo al muelle, la pérdida de elasticidad es la causa real riación de 20°. JVo e$ posible hacer un ajaste para corregir este
de la pérdida de oscilación. Si se emplea un volante corriente, error con un volante corriente; se han inventado muchas dis-
y por tal se entiende no cortado, tanto de un solo metal como posiciones, conocidas con el nombre de "compensación auxi-
bimetálico, el volante ft'punto neutro -, se dilatará con el liar" , para vencer este error de temperatura media, pero los vo-
consi- fffa/cs fffr es¿¿ zo/íf guiente lantes que las llevan son difíciles de hacer y lo que se logra es
retraso, perc. f/corte muy discutible. Los nuevos volantes monometálicos, con un
aun así la mayor causa muelle especial, que estudiaremos más adelante, reducen al mí-
de error es la pérdida nimo este error. Cuando se habla de perfección refiriéndose a la
de elasticidad del mue- regulación a o° y 32° se refiere solamente a la ausencia de va-
lle del volante. El latón riación en la marcha, pero no al tiempo medio. Dicho de otro
tiene un coeficiente de modo: si el reloj adelanta 3 segundos por día a 32°, adelantará
dilatación mayor que el también 3 segundos por día a o°, siendo esta la falta de varia-
acero y cuando está ción en la marcha.
fundido o solidarizado Presentaremos un ejemplo bien definido; en primer lugar
por derretido parcial so- Torn/fío efe se pone el reloj tan a la hora exacta como sea posible en las
^ temperatura
bre el acero, y el vo- '///o de ct/art0 condiciones del taller, se deja en marcha durante dos o tres
lante es cortado, como días y se toma nota de su regularidad: si no ha habido altera-
Fig. 189. — Partes que componen el volante
en la figura 188, el ca- compensado. ción alguna en su marcha, sométase el reloj a la prueba de ca-
lor provocará que los lor, a 32°, con las estufas especiales que se han construido para
sectores de llanta se doblen hacia adentro, haciendo que el re- ello, calentadas generalmente a gas por medio de una cámara
loj adelante. Las líneas de puntos indican la posición de los de agua .que envuelve el departamento para los relojes, y que
sectores de llanta en calor y en frío; la exterior en frío y la llevan algún tipo de termostato que mantiene automáticamente
interior en calor. Corno los pesos están ajustados en los brazos el interior a una temperatura fija. En la actualidad no se sue-
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len exigir a los relojeros muchas correcciones a temperaturas reloj retrasaba con calor, y por esto hemos situado los tornillos
diversas, y por lo tanto la estufa indicada podrá ser ventajosa- hacia el extremo libre, y ahora con esto retrasa en frío, debe-
mente substituida por una caja de madera, con una puerta, ca- remos separar los tornillos del extremo libre y con ello nuestro
lentada por una lámpara de 25 Watt (Fig. 190). Se puede ajuste por calor quedará destruido. Si, con todo, el reloj con-
adaptar un termostato para que obre sobre el interruptor. tinúa retrasando en frío, habremos de suponer que el volante
Supongamos que a la
temperatura normal ade-
lanta en la proporción de
5 segundos en 24 horas y
en la estufa retrasa 20 se-
gundos en el mismo tiem-
po; como el reloj adelan-
taba normalmente 5 se-
gundos, es igual a un re-
Fig. 191. — Ajuste de temperatura Fig. 192. — Ajuste de temperatura
traso de 25 segundos en la para que el reloj adelante en calor. para que el reloj adelante en calor.
estufa. Desgraciadamente,
no hay reglas definidas no está bien construido o que la falta es debida al aceite de en-
con respecto a la cantidad grase, cosa también muy probable.
de ajuste necesario para Como ya hemos indicado, no pueden darse reglas seguras y
corregir este error, por lo fijas de cómo han de moverse, los tornillos. Si después de dos
que el mismo debe hacer- pruebas encontramos que el ajuste no es suficiente, esto es, que
se por pruebas.
Fig. 193. — Nuevo ajuste de tem-
Para empezar, cam-
Fig. 190. — Una estufa útil, calentada por biaremos los tornillos de
una lámpara eléctrica. los agujeros B y iB (Fi-
gura 191) a los agujeros
A y lA (Fig. 192). Los tornillos siempre deben cambiarse por
pares; si un tornillo de un lado se cambia a otro agujero, el
AJL
tornillo opuesto debe cambiarse simétricamente. Esto es muy
importante, ya que no sólo guarda el volante equilibrado, sino peratura para que el reloj adelante
en calor.
que evita que se desequilibre cuando está en la estufa. Las
pruebas de temperatura se hacen, la mayoría de las veces, con
la corona para arriba. Pruébese el reloj otra vez y muévanse el reloj aun retrasa con calor, trasládense los tornillos A2 y A.¡
los tornillos según aconseje la variación. a los agujeros A1I y Allí (Fig. 193), y si el reloj adelanta con
Probemos después en el frío, a o°C. Una nevera eléctrica calor, los tornillos B2 y Bs deberán pasarse a los agujeros BU
doméstica servirá para ello perfectamente. Por lo general, cuan- y Bill (Fig. 194), repitiendo la operación hasta que el error
do el volante ha sido ajustado para calor, la prueba al frío re- quede reducido a 2 segundos aproximadamente en 24 horas.
sultará también satisfactoria. Esta prueba es útil porque si el Cuando sea satisfactoria la prueba con calor, precédase a
Fig. 194. — Nuevo ajuste de tem-
peratura para que el reloj retrase
en calor.
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172 MANUAL PRACTICO DEL RELOJERO EL MUELLE ESPIRAL Y LA REGULACIÓN 173

la de frío, recordando que en éste el error admitido es -|¿- 5 se- po medio, usando aquellos dos tornillos, no se afecta para nada
gundos en 24 horas; así pues, calcularemos nuestras lecturas el ajuste de temperatura.
partiendo de este número. Por lo general, la prueba con frío no Todo esto se refiere a la regularízación y ajuste para cro-
debe dar un error mayor que la prueba con calor; por ejemplo, nómetros y grandes precisiones, ya que tanto detalle no suele
si el volante está ajustado con calor a + 2 segundos, es decir, ser necesario para relojes de uso corriente.
una lectura de + 7 segundos (añadiendo los 5 segundos de error Algunas veces, cuando se ajusta para cambio de tempera-
normal admitido), y con frío hallamos que el error es de + 7 tura, es necesario cambiar los tornillos por otros de metal más
segundos, es decir, una lectura de -f 12 segundos, para corre- denso; por ejemplo, si todos los agujeros cercanos al extremo
girlo será necesario correr los tornillos hacia los extremos libres
del volante; si lo hacemos así, nuestro error con calor pasará a
ser superior a + 2 segundos, lo que indica que el volante es
defectuoso, bien por una proporción excesiva de latón, bien por-
que el acero no es bastante fuerte para abrir suficientemente el
volante, o, dicho de otro modo, el latón es demasiado resistente
para el acero; también podría ser defectuosa la fusión de los dos Fig. 196. — Cambio de los tornillos
Fig. 195. — Balanza equilibradora de temperatura por otros más pe-
metales, o bien existir alguna grieta en el acero. De todos mo- de tornillos de volante. sados.
dos, como los arreglos en los volantes no resultan económicos,
lo mejor será cambiarlo.
libre están ocupados por tornillos, y aun retrasa con calor, es-
Es preciso recordar que los tornillos efectivos desde el pun- tos tornillos deben ser substituidos por otros más pesados. La
to de vista de la temperatura son desde los tornillos de cuarto, mayoría de relojes modernos llevan en el volante tornillos de
o sea de la posición de los tornillos de cuarto hacia el extremo latón; si se requieren tornillos más pesados deberán usarse los
libre. Los tornillos situados desde los de cuarto hacia los ex- de oro y si éstos aun no fueran lo suficientemente pesados se
tremos fijos tienen poco efecto para la regulación del volante en emplearán entonces los de platino.
cuanto a la temperatura, ya que, de hecho, hay un punto cerca Cuando deben cambiarse unos tornillos por otros más pe-
del brazo del volante que permanece indiferente a las varia- sados, resulta muy útil la balanza equilibradora (Fig. 195)-
ciones de ésta. El brazo diametral del volante se dilata con el Esta balanza se puede construir muy fácilmente: tómese un
calor y se contrae con el frío, de modo que los tornillos situa- pedazo de plancha de latón de 25 mm X 50 mm X 2 mm y
dos en el extremo fijo se mueven en virtud de esta dilatación o sujétese sólidamente en una ranura de la misma una pieza de
contracción, pero a cierta distancia de este brazo, teóricamente acero de 12 mm de alto por 25 mm de largo; el canto superior
debe haber un punto que no se mueva y al que llamamos "pun- se lima en forma de V, como un filo de cuchillo. Después pro-
to neutral". cúrese un pedazo de muelle real de 0,25 mm de grueso, 3 mm
Los tornillos de cuarto difieren de los de temperatura en de ancho y 75 mm de largo, que se debe recocer en su parte
que aquéllos tienen una larga espiga roscada, que facilita su central y ambos extremos, y con una lima hágase una pequeña
ajuste para los ajustes de tiempo medio: roscándolos produci- ranura en el centro. Dóblese el muelle como se ve en la figu-
rán adelanto; desenroscándolos, retraso. En algunos volantes ra, háganse dos taladros en cada extremo del muelle y tuérzanse
se notará que los tornillos de cuarto en el extremo fijo están a los extremos hasta que sean paralelos a la base. Coloqúese el
corta distancia del brazo, hacia el extremo libre, en el calcu- muelle sobre el filo de la pieza de acero y equilíbrese limando si
lado "punto neutral" ; así cuando se ha hecho el ajuste de tiem-
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174 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO
EL MUELLE ESPIRAL Y LA REGULACIÓN 175
es necesario. Para explicar el funcionamiento de esta balanza
tral por el que pueda pasar la espiga del tornillo y se hace gi-
expondremos un ejemplo práctico: supongamos que el reloj re-
rar con un destornillador. Estas fresas se construyen en varios
tarda tanto con el calor que es necesario cambiar los tornillos
tamaños y van fijadas en una caja de la que no deben quitarse.
1 7 2 (Fig. 196) por otros de platino. Quítese el tornillo i
La ventaja de este sistema está en que la apariencia del tornillo
del volante y póngase en la balanza; en el otro lado de la ba-
no se altera y la operación es muy rápida, pero sólo puede usar-
lanza se coloca el tornillo de platino: naturalmente, éste será
se en tornillos algo grandes como los usados en máquinas de
más pesado. Después equilibraremos la balanza colocando el
13 líneas o mayores; finalmente se puede hacer un agujero có-
tornillo 3 del volante junto a i, y si se consigue
un equilibrio perfecto, es señal de que debe qui-
tarse un tornillo entero en cada parte de la llan-
ta para conservar el volante en su peso original
y mantener la misma marcha. Así, pues, subs-
Fig. 197.- Li- tituiremos los tornillos i y 2 por los de platino
mado del canto y quitaremos definitivamente los 3 y 4, a fin de
de un tornillo
de volante pa- mantener constante el peso original del volante.
r a r e d u c i r El ajuste de temperatura se conseguirá en
peso. esta forma satisfactoriamente y el reloj marcha-
rá bien, o al menos con muy ligeras variaciones.
Algunas veces el ajuste de temperatura puede hacerse añadien- Fig. 198. — Quitando peso,
do arandelas a los tornillos i y 2, y entonces, para mantener por la parte inferior, a un Fig. 199. — Agujereado cónico de la ca-
tornillo de volante.
el peso original del volante, se procederá como sigue: quítese beza de un tornillo de volante.
el tornillo 3 y coloqúese en la balanza junto con las dos aran- nico o achaflanado en la cabeza del tornillo como se ve en la
delas correspondientes. En el otro lado se coloca el tornillo i; figura 199, lo que a primera vista puede parecer discutible, por
ahora se reduce el 3, profundizando la ranura de la cabeza o maltratar el extremo de la cabeza, pero es muy usado en las
rebajando la altura de ésta, en el caso en que la reducción de fábricas suizas, por poder hacerse en tornillos de todos los ta-
peso en la ranura no sea suficiente. Si se ha reducido la cabeza, maños y ser muy rápido, ya que ni siquiera han de quitarse los
es necesario acabarla con una piedra Arkansas y pulirla. El tor- tornillos del volante. No debería usarse este método en volan-
nillo 4 se trata de la misma manera que el 3, para mantener tes de alta calidad, pero en los tipos comerciales corrientes no
el volante equilibrado y de peso constante, colocando en el existe ningún inconveniente que impida su empleo. El herra-
otro platillo las arandelas correspondientes y el tornillo 2. mental para agujerear las cabezas se ve en la figura 199 y no
Para reducir el peso de los tornillos del volante, además de necesita casi explicación, debiendo elevarse un poco el volante
los dos métodos indicados pueden emplearse los siguientes: si la cabeza es grande y bajarse si es muy pequeña, a fin de que
achaflanado del interior de la ranura, como muestra la figu- el achaflanado quede centrado.
ra 197, conocido con el nombre de "rotura del canto", que se El herramental se construye generalmente para el tamaño
hace con una lima fina triangular de aguja; otro método, muy medio del tornillo de volante. La figura 200 muestra los nueve
usado por los americanos, se basa en quitar material de la ca- modos de reducir el peso del tornillo de volante, siendo el pri-
beza del tornillo por su parte inferior (Fig. 198). Este rebajo mero la muestra de cabeza agujereada cónicamente, de la que
se hace poniendo el tornillo sobre una fresa con un agujero cen- hemos hablado.
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Siguiendo con nuestro ajuste de temperatura, colocaremos


ce'r la resistencia producida por el exceso de aceite, teniendo en
el tornillo i en su posición original en el volante con las dos
cuenta que con el calor el aceite se fluidifica; así, pues, el reloj
arandelas debajo, además del tornillo 3 reducido, que también registrará un relativo adelanto. El mismo ajuste en temperatura
se vuelve a su posición original; seguidamente haremos lo mis- normal daría un evidente retraso en prueba con frío.
mo con los tornillos 274, cuidando de que antes de reponer el
Si la cantidad de aceite es la exacta y el reloj sigue retar-
tornillo 3 en el volante el tornillo 4
dando con el frío, los tornillos del volante deben ajustarse como
se haya reducido para hermanar con
se explica en la página 171. El primer ensayo a temperatura
él, de modo que si tenemos dos aran-
debe hacerse siempre con la esfera para arriba, pues el volante
delas debajo del tornillo i y otras dos algunas veces se desequilibra con el calor; si al empezar se hace
debajo del 2, los tornillos 3 7 4 ha- con la corona para arriba con calor, no sabremos si el error es
yan sido reducidos en el peso de las
debido a la temperatura o a la posición. La verificación de tem-
arandelas correspondientes a sus tor-
peratura en las diversas posiciones viene después de la verifica-
nillos simétricos, para mantener el pe-
ción posicional a temperatura normal, por lo que realizaremos
so original del volante. Todo esto
en primer lugar el examen en las diversas posiciones y le volve-
puede parecer ahora algo complicado, remos otra vez a la estufa.
pero en la práctica es muy sencillo y La tabla que sigue no puede considerarse como rigurosamen-
rápido, permitiendo prescindir de la
te exacta, sino más bien como una orientación de carácter ge-
operación de volver a poner a tiempo.
neral. Como ya hemos dicho, dos volantes nunca se comportan
Después de cada ajuste, aun cuando
del mismo modo al regularse a temperaturas diferentes, de ma-
Fig. 200. — Zonas de torni- se hayan cambiado tornillos, añadi- nera que no es posible alcanzar una marcha perfecta después
llo de volante a las que se do arandelas o reducido el peso de los de un solo ajuste un poco al azar. La tabla da una indicación
puede quitar peso. Véanse tornillos, el volante debe continuar de los posibles beneficios de trasladar los tornillos del volante
también las ñgs. 197 y 198. y sobre el efecto en la marcha del reloj.
perfectamente equilibrado. Es acon-
sejable, después de cada alteración, Buscando la máxima simplicidad no se ha tenido en cuen-
verificar el equilibrio del volante en el herramental adecuado, ta la posición anterior de los tornillos en el volante, suponién-
que explicaremos más adelante. dose que los tornillos pueden trasladarse a los agujeros que se
La facilidad con que el aceite se desliza al aplicarlo a los indica en la tabla; en la práctica deberían colocarse éstos en los
relojes predispone al sobreengrase y éste aumenta la dificultad del agujeros más cercanos a los indicados.
ajuste de temperatura. Por ejemplo, cuando el piñón de la Hay dos procedimientos para comprobar el equilibrio del
rueda de escape y el eje del áncora van con espaldones cilindri- volante; uno empleando un compás ordinario de calibrar y otro
cos en lugar de pivotes cónicos girando sobre rubíes, es impor- usando el herramental de equilibrar.
tante que no se ponga más aceite que el indispensable. En lo En el primero, el volante se coloca entre las puntas del com-
referente a la lubricación, es siempre mejor pecar por defecto pás como si fuéramos a verificar el centrado del mismo, pero
que por exceso. apretando menos fuertemente; el volante debe estar perfecta-
La figura 163 muestra el efecto adherente o de freno de un mente libre y tener juego axial. El compás se tiene con la mano
izquierda apoyada en el canto del banco, de modo que el vo-
exceso de aceite en los pivotes del áncora, y este efecto retar-
lante esté suspendido sobre el banco y aproximadamente a un
dante se acentúa en la prueba con frío. Regulado a la temperatu-
ángulo de 45°. El canto interior de uno de los brazos del com-
ra ordinaria, un reloj debe ajustarse para adelantar a fin de ven-
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pás lleva unas pequeñas entalladuras que se han hecho a lima


(figura 201). Rascando estas entalladuras con el lado redondea-
do de unas pinzas o un destornillador, el volante oscilará des-
pacio; entonces debe dejarse de rascar para observar si el vo-

PRUEBA DE 24 HORAS PRUEBA DE 24 HORAS

A 32° C. A o" C.
— 5 Trasladar los tornillos -j y Trasladar los tomillos 4 y
70,3 los agujeros 4 y 4a. 40 a los agujeros 7 y 70.
— 10Trasladar los tornillos 7 y eg. Trasladar los tornillos 2 y
•ja a los agujeros 2 y 20. 2a a los agujeros 7 y ja.
— 15 Trasladar los tornillos 8 yg. Trasladar los tornillos i y Fig. 201. — Equilibrando el volante en un compás de calibres
8a a los agujeros i y \a. la a los agujeros 8 y 8o.
--- 20Trasladar los tornillos 8 yg. Trasladar los tornillos i y lante tiene algún punto pesado: si una vez en movimiento
8a a los agujeros i y la, ia y 2 y 20 a los aguje-
y los 7 y 70 a los aguje- ros 8 y 8a y 7 y 70, res- continúa girando siempre en la misma dirección hasta que se
ros 2 y 2a. respectivamente. para definitivamente sin retroceder lo más mínimo, será indicio
cierto de que no existe en el volante ningún punto pesado. Na-
g. Trasladar los tornillos i-ia,
Substituir los tornillos 3 y 2-20 y 3-30 a los aguje- turalmente, un volante bien equi-
--- 25
30 por otros de platino. ros 9-90, 8-80 y 7-70, librado no debe tenerlo.
pectivamente. El otro método consiste en em-
— 30Substituir los tornillos i y
i a por otros de platino.
plear el herramental de equilibrar
(Fig. 202).
+ 5 Trasladar los tornillos 4 y Trasladar los tornillos 7 y
De estos aparatos hay dos ti-
40 a los agujeros 7 y 70- •ja a los, agujeros 4 y 40.
pos: unos con apoyos de ágata y
+ lo Trasladar los tornillos 2 y. Trasladar los tornillos 7 y
otros de acero. Los apoyos de ága-
2a a los agujeros 7 y 70. •ja a los agujeros 2 y 20.
ta son menos recomendables que Fig. 202. — Aparato para equi-
+ 15 Trasladar los tornillos i y. Trasladar los tornillos 8 y
i a a los agujeros 8 y 8a. 8a a los agujeros i y ia. los de acero, ya que aquéllos, por librar.
ser más gruesos, si se deterioran
+ 20 Trasladar los tornillos i y . Trasladar los tornillos 8 y
ia y los 2 y 20 a los 8a a i-ia y los 7 y 70 hay gran dificultad en repararlos. En los apoyos de acero es
agujeros 8 y 8a y 7 y 70, a los agujeros 2-20. conveniente mirar con frecuencia si están libres de magnetismo;
respectivamente. para ello los probaremos con cualquier pieza de hierro o una
+ 25 Trasladar los tornillos i- 1«, eg. Trasladarlos tornillos 9-90, brújula, y si están magnetizados pasaremos el herramental por
2-20 y 3-30 a los aguje- 8-8« y 7-70 a los aguje- el aparato de desimantar. Los apoyos de ágata van montados
ros 9-90, 8-8cr y 7-70, ros i-io, 2-20 y 3-30,
respectivamente. respectivamente. generalmente sobre bronce y por tanto no hay peligro de mag-
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netismo; sin embargo, a pesar de esta ventaja, son preferi- Si el volante es entero y sin tornillos, puede achaflanarse
bles los de acero, pues pueden pulirse para mantener los can- por su parte inferior con la herramienta reproducida en la figu-
tos vivos. ra 97; esta herramienta se hace aguzando en forma piramidal
Antes de emplear el herramental de equilibrar, deben lim- una lima redonda "cola de rata". Repetimos que si al quitar
piarse cuidadosamente los filos de los apoyos con un pedazo de peso se peca por exceso, luego ya no es posible reponerlo; el
medula; después se coloca el volante en el herramental y se único remedio consiste en aligerar un poco el muelle espiral. Es
toca ligeramente con unas pinzas para hacerlo girar. De nin- esencial que el volante se equilibre con el platillo en posición.
guna manera debe soplarse con la boca para ponerlo en movi- El volante monometal, o sencillo, está hecho generalmente
miento; soplando así en la máquina, o en cualquier pieza de de latón, o cuando se usa con un muelle de acero-berilio, de una
un reloj, se corre el riesgo de que después se oxide, a conse- aleación de berilio. Para el muelle de volante se usan hoy en
cuencia de la humedad proyectada. Siempre que se necesite so- día dos materiales diferentes: Elinvar y acero-berilio. Trata-
plar, úsese el fuelle. Hágase girar el volante despacio, y si gana remos primero del Elinvar, nombre derivado de "ELasticidad
velocidad, póngase a nivel el heramental de equilibrar de ma- INVARiable" : es una aleación de acero y níquel con un tanto
nera que los tornillos del volante giren en medio de los dos por ciento de cromo, resultando un perfeccionamiento del In-
soportes; algunos de estos aparatos llevan niveles, pero perso- var, que es un acero al níquel. Como su nombre indica, el
nalmente prefiero que sea el mismo volante el que indique si el Elinvar es invariable a los cambios de temperatura y supera en
aparato está a nivel. Una vez nivelado el herramental, si era dureza al Invar. Además de no ser prácticamente afectado por
necesario, debemos fijarnos en el volante, como lo hacíamos con los cambios de temperatura, es antimagnético e inoxidable, re-
el compás, vigilando si gira siempre en una sola dirección an- uniendo así tres propiedades importantísimas.
tes de pararse. En la práctica se ha encontrado algunas veces un error de
Equilibrar un volante es muy sencillo, pero requiere mucha temperatura que hace que el ajuste no sea correcto; por ejem-
calma. Cuando se ha encontrado el punto pesado, que es el plo: si un muelle espiral de Elinvar se emplea con un volante de
punto que queda más bajo cuando el volante se detiene después latón puede observarse un retraso con calor, debido a la dila-
de haber oscilado para un lado y el otro, debe reducirse el peso tación del volante. En este caso debe usarse un volante también
del volante en este punto; si el volante lleva tornillos, el que de Elinvar o de Invar. Por otra parte, se ha comprobado que
coincide exactamente con el punto pesado puede aligerarse por un muelle espiral de Elinvar produce adelantos con el calor, de
uno de los procedimientos ya descritos. Algunas veces el pun- modo que la dilatación del volante queda compensada. Debe
to pesado está entre dos tornillos, debiendo aligerarse propor- tenerse mucho cuidado cuando se maneja un muelle espiral de
cionalmente ambos, pero sin exageración, ya que podríamos Elinvar, ya que éste no es tan duro como el acero. El Elinvar
producir el defecto contrario. Un volante cortado no debe co- puede reconocerse generalmente por su color blanquecino, casi
gerse con las manos ni comprobar inmediatamente después si gris, y algunas veces de acabado obscuro; no puede confundir-
está equilibrado, ya que la temperatura de la mano puede se con el Invar, que es más blanco y tiene normalmente un aca-
afectar al volante y falsear el equilibrado, y un ajuste en estas bado brillante. El Paladio también es blanco, con un acabado
condiciones no sería correcto. Esto no significa necesariamente brillante, pero los muelles de este material sólo se usan con vo-
que el volante esté desequilibrado por el aumento de tempera- lantes; cortados; sus ventajas se reducen a dos: es antimagnético
tura, ya que el calor de los dedos puede distribuirse por todo e inoxidable.
el mismo, pero el defecto se presentará en el caso de que este En los últimos años ha predominado el berilio. En el año
aumento de temperatura afecte sólo a una parte del volante. 1797, el abate Haüy, mineralogista, halló que este metal y la
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182 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO EL MUELLE ESPIRAL Y LA REGULACIÓN 183

esmeralda tenían las mismas propiedades físicas. Durante los Un estudio de la tabla revelará que generalmente un volante
años siguientes muchos científicos trataron de aislar el metal be- compensado con muelle de acero es superior al monometal con
rilio, pero hasta 19-2,i no se obtuvo en forma de grandes boto- muelle de aleación. Si tomamos en consideración un volante
nes. El berilio, aleado con el cobre, hierro y otros metales, fue monometal de primer grado con muelle Elinvar, el error de
para nosotros un descubrimento de la mayor importancia ya temperatura puede ser de o a 9 segundos para un cambio de 15°,
que después de cierto tratamiento térmico es tan duro como el mientras que para un volante compensado de acero y latón,
acero templado. en las mismas condiciones, puede ser de o a 1,8 segundos.
Soy de la opinión de que en el futuro el volante monome- Pero puede que ambos no tengan error, y considerando sus pro-
tal suplantará al volante compensado. No veo la necesidad de piedades físicas, soy de la opinión de que merece mayor con-
un volante cortado, ya que tiene más ventajas un volante mo- fianza el volante monometal con muelle de aleación.
nometal, con un muelle de Elinvar o de acero-berilio, siendo, La regulación es una operación muy interesante para nues-
tro estudio. En los primeros pasos se requiere una considerable
más duro este último. Con un material blando para el muelle
habilidad, inteligencia y mucho estudio, ya que no es un tra-
del volante no es posible que el reloj mantenga su marcha regu-
bajo mecánico ni existen dos problemas iguales; cada reloj es
lar luego que el aceite se ha deteriorado ligeramente. Un muelle
un caso particular; Todos sabemos que no hay dos relojes que
flojo tiene poca elasticidad, y cuando, después de algún tiem-
tengan la misma marcha y aquí precisamente radica el interés
po, la potencia del muelle real se debilita por haberse espesado
de la regulación.
el aceite, el muelle flojo del volante no ayuda a la marcha del
Al acudir al proveedor para un muelle espiral de volante,
reloj; de hecho se realiza el caso inverso. es práctica corriente llevar el volante e indicar para qué número
El acero al berilio es una aleación de hierro, berilio, níquel, de revoluciones ha de servir, lo cual se establece a base de:
etcétera, y en el mercado lleva el nombre de Nívarox. A no ser a) número de oscilaciones del muelle antiguo, o 6) por la re-
que lo indique el fabricante, es difícil reconocerlo en un reloj, lación del tren, como se explicó al tratar del mismo en el capí-
ya que a veces tiene un tinte cobrizo, mientras que algunas tulo VIL También debe indicarse si se desea un espira.1 Bréguet
muestras aparecen grises o de color pizarreño. Esta aleación tie- o un espiral plano. Si se prefiere este último, se debe enviar el
ne un coeficiente de dilatación bajo, y no cambia su módulo de puente del volante, de manera que pueda verse la distancia de
elasticidad hasta una temperatura muy superior de la que puede las espigas de la raqueta, ya que esto determinará el diámetro
resistir un reloj; además es antimagnético e inoxidable. del nuevo espiral. Los Bréguet tienen, generalmente, la mitad
Existen relojes con muelles de Nivarox que han pasado las del diámetro del volante.
pruebas de Kew con muy buenas marcas; el volante usado con También se aconseja examinar el volante antes de mandar-
estos muelles es generalmente de una aleación de berilio. El be- lo para elegir un nuevo muelle y antes de empezar a ajustarlo.
rilio no cambia su módulo de elasticidad por calor, como hemos Primero es bueno mirar si los tornillos de cuarto, si los hay,
dicho, hasta un cierto límite, pero tiene un coeficiente de dila- están roscados a fondo, y, en todo caso, darles media vuelta
tación, que aunque bajo, tiene efecto apreciable sobre la mar- más, ya que de otra manera puede necesitarse dar peso al vo-
cha del reloj cuando el volante está hecho con este mismo me- lante después de haber ajustado el muelle, porque se ha hallado
tal; para solucionarlo la metalurgia moderna ha obtenido una que los tornillos son insuficientes para la.relación; si el volante
aleación de berilio que se hermana con excelentes resultados con lleva arandelas, se quitan. Equilíbrese otra vez el volante, ya
el muelle de Nivarox. La manipulación del espiral de Nivarox que puede estar considerablemente desequilibrado y ser necesa-
es muy parecida a la del muelle de acero, en lo que se refiere a rio reducir el peso de algunos de los tornillos. Antes de ajustar
su dureza.
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Error de Error
Volante que debe temperatura por de Error de
Tipo de muelle Calidad Color una variación temp. Propiedades físicas Error
usarse aproximada de 20° en 24 Volante
Tipo del muelle temperatura por medio de
en 24 horas horas compensado Calidad Color una variación tempera- Propiedades físicas
espiral
Segundos Seg. que debe usarse aproximada de 20° tura en
er en 24 horas 24 horas
Elinvar 1 Glucydur «affixes» l. grado Blanco o azul 0 a 9 aprox. Oa3 Sólo algo imantable e
inoxidable Acero templado y Guillaume La mejor
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un nuevo muelle espiral es aconsejable aprovechar la oportuni- especie de pinza. Ajústese de modo
dad de limpiar el volante. que el pivote de fondo toque al vi-
La mayoría de los relojeros manejan tanta variedad de ti- drio, procurando que el volante
pos de máquinas, y es tan pequeño el tanto por ciento de re- quede paralelo a éste. Coloqúese de
lojes que necesitan un nuevo muelle espiral, que no es econó- manera que el pivote inferior del
mico tener una partida de éstos. volante que se verifica esté inme-
Después de seleccionado un muelle ditamente sobre el pivote superior
de la fuerza correcta, verifiqúese del volante patrón, y muévase la
antes de montarlo. Para hacerlo, palanca que sostiene al mismo
tómese un trocito de cera de abeja, tiempo el patrón y el que se com-
del tamaño de una cabeza de alfi- prueba, para que empiecen a osci-
Fig. 203. — Para sujetar el es- ler, préndase del pivote superior
lar conjuntamente. Obsérvense los
piral del volante durante la deter- del volante y sobre la cera opríma- dos volantes y para que el que está
minación inicial de las oscilacio- en prueba oscile correctamente debe
nes se usa cera de abeja. se el muelle del volante (Fig. 203).
La cera mantendrá el muelle lo su- hacerlo exactamente junto con el
ficientemente firme para que podamos contar las oscilaciones del patrón. Si retrasa, como ocurre en Fig. 205. — Aparato para com-
volante. La mayoría de relojes dan 18.000 oscilaciones por la mayoría de las veces, suéltese y probar las oscilaciones del es-
piral.
hora, lo que es igual a 300 oscilaciones por minuto o 150 al- acórtese el muelle, repitiendo la
ternas. Para hacer una verificación aproximada de la fuerza del prueba hasta que ambos oscilen sincrónicamente. El pedazo de
nuevo muelle, cójase el extremo libre del mismo con unas pin- muelle sobrante no debe cortarse demasiado cerca del agarre, y
zas, y sosteniéndolo sobre un reloj que sí lo suficiente para permitir la fijación del mue-
lleve aguja segundera (Fíg. 204), hága- lle en la máquina y la actuación de la raqueta.
se oscilar, con un arco no excesivo, con- Ésta debe actuar en el punto donde el muelle
tando las oscilaciones y tomando como está sujeto.
referencia el medio brazo del volante que Una vez cortado el muelle a la medida, re-
oscila el que verifica. Como son oscila- tírese del aparato y quítese también el muelle
ciones alternas, deben contarse 150 en espiral del volante. El diámetro del muelle se
un minuto, o 75 en medio minuto, con reduce tanto como sea posible para facilitar su
un tren de 18.000. De hecho, para una Fig. 204. — Contando manipulación. Póngase sobre el papel-tapete
verificación aproximada, es suficiente las oscilaciones del vo- la virola del muelle del volante y el muelle so-
lante sobre un reloj. bre ésta, y anótese la cantidad que debe ser cor-
contar medio minuto. Cuando se tiene
ya la seguridad de que el muelle es exacto, se lleva al aparato tada en el centro del muelle espiral para dejar
de comprobar las oscilaciones, que es muy útil y rápido (Figu- libre la virola cuando el muelle está fijado en
ra 205). Su base tiene, en la parte interior, un volante pa- ella. Para cortar el muelle úsese la herramien-
trón comprobado para las 18.000 oscilaciones. Generalmente ta que muestra la figura 206, que es una aguja
estos aparatos van provistos de dos cajas suplementarias com- Fig. 206.—Herra- de coser corriente, de la que se ha limado con
pletas con el volante, que puede cambiarse, dando 16.200, mienta para rom- . . . .. , . , ,
18.000 ó 22.000 oscilaciones. El muelle que ha de verificarse per el centro del con una P1£dra la mitad extenor del ojo, que-
se sujeta por la espira exterior, por una disposición como una espiraldelvolante, dando como una horquilla. Sujétese el muell
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como indica la figura 207 y con la herramienta que acabamos lima arriba y abajo del esmalte, pero cortando solamente cuan-
de explicar, se tuerce a derecha e izquierda hasta que se rompa, do va para dentro; haciéndolo así no hay peligro de descasca-
rillar el esmalte. Si es necesario agrandar más el agujero en el
esmalte debe volver a emplearse el lápiz de carborundum. No
tiene ninguna importancia que el esmalte se astille en la parte
inferior o dorsal del cuadrante.
Límese un pasador para el muelle, dándole una conicidad
gradual para ajustar en el agujero de la virola y para asegurar
que el muelle no pueda ladearse cuando se haya fijado; púlase
bien. Con una piedra Arkansas se le hace una superficie plana
en un lado, de cerca un tercio del diámetro. Tómese un trozo
de muelle igual, procedente del recorte, introdúzcase en el agu-
jero de la virola y ajústese el pasador, en longitud, teniendo en
cuenta que la cara plana hecha previamente con la piedra Arkan-
sas debe apoyarse contra el muelle; apriétese fuertemente este
Fig. 207. — Modo de romper Fig. 208, — Enderezando el cen- trozo de muelle a la virola y marqúese con un cuchillo en am-
el centro del espiral del vo- tro del espiral para fijarlo en la
lante. virola. bos lados por dónde debe cortarse, quítese el pasador y córtese
solamente por el lado sobrante. Para ello se mantendrá el pa-
cosa que se consigue fácilmente. sador sobre un trozo de madera de boj, haciendo presión con
Tuérzase un trozo de muelle el cuchillo hasta lograrlo. Afínese el extremo del pasador con
hacia dentro y póngase recto este trozo, en la forma que in- una piedra americana o Arkansas para sacar las rebabas pro-
dica la línea de puntos de la figura 208. Colo- ducidas por la cuchilla. En la otra marca, que determina la lon-
qúese la virola en la herramienta que se ve en gitud señalada por la cuchilla, se debe apretar un poco el cu-
la figura 209. Esta herramienta se puede hacer chillo, pero sin llegar a cortar. Con todo esto habremos obtenido
fácilmente; el primer utensilio es una varilla un pequeño pasador al extremo del alambre.
de acero algo cónica por un extremo, un plato Coloqúese la virola en el herramental de montar el muelle,
fijo a un pedazo de tubo de latón que forma asegurándose haberla puesto para arriba; se ejerce un poco de
un manguito y está hendido o cortado en sen- presión para que quede sujeta, pero sin apretar excesivamente,
tido longitudinal, para poder agarrarse por ya que luego quedaría floja en el eje del volante.
fricción y deslizarse arriba y abajo de la vari- Súbase el platillo hasta la virola y coloqúese el muelle del
lla cónica. En la cara superior del plato se pega volante en posición; introdúzcase el extremo interno del mue-
con goma laca una esfera segundera: servirá lle en la virola, procurando no torcerlo para ello, ya que que-
muy bien una esmaltada blanca, sencilla, de daría inutilizado. Dispóngase el muelle como indica la figu-
Fig. 209.—Herra- un reloj inglés viejo. No teniendo ésta a mano, ra 210 y fíjese, pero no demasiado fuerte. Córtese el pasador.
mienta para suje- se puede emplear una que marque los segun- Con la ayuda del platillo puede verse si el muelle está plano,
tar la virola del
espiral del volante. dos; su agujero central debe ensancharse con- ya que debe quedar paralelo a él. En caso de que sea necesario
siderablemente y esto puede hacerse con toda hacer una corrección para ponerlo paralelo, tendrá que subirse
seguridad con la ayuda de un lápiz de carbo- o bajarse, y girará con el pasador en el agujero. Cuando ya se
rundum. Achaflánese primero el agujero para quitar el esmalte
y luego vacíese con una lima fina de cola de rata. Muévase la
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190 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO EL MUELLE ESPIRAL Y LA REGULACIÓN 191
ha conseguido, apriétese definitivamente el pasador con unas no de tipo Bréguet, se necesita una fijación más saliente, de
pinzas fuertes o herramienta adecuada. Es necesario asegurarse modo que la espiral pueda ser alargada si fuese necesario.
de que el espiral está bien sujeto; es esencial que no haya nin- Seguidamente se coloca el muelle ya montado en la virola,
gún movimiento, por leve que sea, entre la virola y el muelle en un árbol con una garrucha (Fig. 212) y se le hace girar en-
espiral. Si la fijación ha sido cuidadosa, el muelle girará perfec- tre las puntas de un
tamente centrado. Aquí vemos la utilidad compás de calibrar.
del fondo blanco, ya que así podemos se- En esta posición po-
guir las oscilaciones del muelle con el ojo; demos conseguir que
haciéndolo como indica la figura 211, será el muelle gire per-
fácil obtener un resultado perfecto. Esto fectamente centrado
es, cuando se monta su centro, se procura tanto vertical como
que no varíe la curva original de las espi- horizontalmente; re-
ras del muelle, y si está sólo relativamente duciendo el diáme-
forzada la parte curva del final, el muelle tro del muelle al
oscilará perfectamente en círculo y parale- mínimo posible, mi-
lo. Antes de seguir adelante, vamos a ver- nimizamos la ten-
Fig. 210. — Muelle es- lo en un momento; póngase el muelle en dencia a aletear. Se
piral dispuesto para ser el volante y ajústese en el aparato de com- requiere mucha prác-
fijado en la virola.
probar las oscilaciones. Luego se pondrá tica para hacer que Fig. 212. — Comprobando el espiral del volante
al sincronismo y córtese exactamente a la longitud, no olvidan- con garrucha.
el muelle gire bien;
do la parte que debe reservarse para la distancia entre las espigas cuando el muelle está montado en el reloj y hallándose éste en
de la raqueta y para su fijación. Si no se dispone de un aparato marcha la cuarta o quinta espira desde el centro queda aparen-
de comprobar las oscilaciones puede emplearse el método des- temente sin movimiento, mientras las espiras interiores y exte-
crito en la pág. 186 y reproducido en riores continúan abriéndose y cerrándose sin ondulación, es se-
la figura 204. ñal de que se ha conseguido el máximo de perfección.
La comprobación se hace durante un
minuto, aunque sólo se necesita contar
por medias oscilaciones. Es importante
verificar esta comprobación lo más per-
fecta que sea posible; un error de una dé-
Fig. 211. — Fijación co-
cima de segundo se comete fácilmente y rrecta en el centro para
este ínfimo error representa dos minutos asegurar su centrado.
Fig. 213. — Centrando el espi- Fig. 214. — Una torsión en A
y medio en 24 horas. ral del volante. para centrar el espiral.
Cuando el muelle está montado en el reloj pueden alterar el
número de oscilaciones otras causas, tales como la interferencia Seguidamente exponemos algunas ideas sobre cómo debe
del escape, el rozamiento de los pivotes del eje del volante, etc., operarse para obtener un giro perfectamente centrado. Si, por
las cuales deben corregirse modificando el peso del volante, pues ejemplo, es necesario torcer el muelle en A (Fig. 213), para
precisa que el error se reduzca al mínimo. Si el espiral es plano, centrarle con respecto a la virola, se deben poner las patas de las
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pinzas fuertes en B y C y aplicar una pequeña fuerza que obli-


gará al muelle a torcerse en D. Por otra parte, si el muelle está
como en la figura 214, se coloca la punta grande de engrasar
en A y se le da una pequeña torsión; esto obligará a que el
muelle se tuerza para fuera. Se necesita una larga práctica para
montar bien un muelle CAPÍTULO XIII
en la virola. El princi-
piante hará bien en pro- LA ESPIRA BRÉGUET
bar primeramente, pa-
ra perfeccionarse, con La espira Bréguet debe el nombre a su inventor, A. L. Bré-
muelles viejos, porque guet (1747-1823), suizo, que pasó prácticamente su vida en
un muelle no acepta París.
continuadas terceduras Antes de hablar de esta espira será mejor hacer unas dis-
hacia delante y hacia quisiciones teóricas o matemáticas. La figura 217 muestra la
atrás. curva como la calculó M. Phillips y
Si el muelle es para diseñó M. L. Lossier, por lo que es
una raqueta plana, sólo conocida como "curva de Lossier".
queda fijado procedien- Aunque esta curva se puede retener
do como sigue: límese en la mente, lo correcto es trazarla en
Fig. 215. - Torsión Fig. función del diámetro del muelle espi-
216. - Torsión Primero el pasador, co-
dei espiral en a para en la fijación cuando mo se hizo para el de ral del volante y esto determirá la po-
dejar libre la fijación está fuera de posi- j a v i ro ] a ^ro deián- sición correcta de las espigas de la ra •
del extremo. ción. , , , queta. Esto no es siempre practicable,
dolo mas largo, de mo- de modo que si se tiene alguna idea
do que sobresalga de la fijación por ambos lados. El mejor sis-
de su forma, tanto mejor. Eig. 217. — La espira ter-
tema para hacerlo es colocar la fijación en su lugar en el puente,
Para los que quieren más exacti- minal de Lossier.
pero sin fijar el muelle en el volante; primero se fija el muelle
tud: trácese una circunferencia de
solo, y cuando éste está bien seguro, entonces ajústese en la fi-
diámetro igual al del espiral del volante (Fig. 218 A) y luego
jación de manera que la virola venga centrada en el agujero
un arco de 83° con un radio (¿ en la figura 218 S) igual a la
del rubí del volante. La espira exterior en la zona 'a (Fig. 215)
distancia de las espigas de la raqueta al centro. Divídase en dos
debe estar un poco torcida hacia fuera, de tal modo que la se-
partes iguales la distancia entre el extremo exterior de la espiral
gunda espira quede libre de fijación y de las espigas de la ra-
(c) y el final del arco de 83° (ó), tomada sobre el centro de la
queta. Esta curvatura debe ser gradual. Hay casos en que la fija-
circunferencia original. Esta división nos da el punto medio o
ción está más alejada del centro de lo que debiera; para estar
centro c (Fig. 218 C), Con este nuevo centro, y con un radío
bien debe ser concéntrica con las espigas de la raqueta. El mejor
c b, se describe una semicircunferencia cuyo diámetro será la
procedimiento consiste en torcer el muelle como se indica en la
distancia indicada (b c) y que unirá la circunferencia exterior
figura 216. El modo de sujetarlo a la fijación será estudiado
con el segmento de 83°. La figura resultante es la forma de la
después, cuando se trate de la manera de fijar el muelle Bréguet.
espira exterior del muelk espiral del volante.
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194 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO
LA ESPIRA BRÉGUET 195
El dibujo, como lo desarrolló Lossier, requiere que el arco sultados, trácese la curva como indica Lossier, y luego taládrese
de 83° sea trazado con un radio igual a 0,67 del radio del circu- para poner las espigas de la raqueta a la medida determinada
le, o sea de la espira mayor del espiral. Luego se divide por la que se ha obtenido. Es una buena costumbre tener trazadas
mitad la distancia b c, como acabamos de hacer para hallar el "curvas de Lossier" de varios tamaños, y cuando se presenta la
centro a. La circunferencia originaria se traza del mismo tama- ocasión se escoge la más conveniente. El muelle espiral debe
ño que el espiral del volante. Así, pues, su diámetro es una can-
tidad conocida (Fig. 218 A). Supongamos que el diámetro del
)©©©©©

O© GGOOOOOOOOOOeo
Fig. 219. — Arriba, curvas de Lossier; abajo, curvas de
Phillips para adap-
tarse al puente del volante, construido para espiral plano, si se desea montar
un espiral Bréguet.

colocarse sobre la curva seleccionada y darle la forma de la mis-


ma cuidadosamente.
Fig. 218. — Cómo se traza la curva de
Las curvas de la figura 219 pueden ser de mucha utilidad,
Lossier
ya que se adaptan a la mayoría de tamaños. Si no se tiene el
A, circunferencia original de diámetro igual al del espiral del diámetro; B, trazado
de un arco de 83° con radio b igual a la distancia de las espigas de la raqueta al cen- tamaño exacto, utilícese como guía el más
tro; C, unión del arco de 83° con la circunferencia original mediante una semicircun-
ferencia de radio ab. aproximado.
Otra curva útil, cuando las espigas de
espiral es 10 mm, luego el radio será 5 mm. Tomemos ahora la raqueta están alejadas del centro, o
0,67 de este radio, resultando 3,35 mm (b en la figura 218 B). cuando por alguna razón sea necesario
Se traza un arco de circunferencia de 83°, como en la figu- ajustar un muelle Bréguet a un reloj ori-
ra 218 B. Pártase por la mitad la distancia entre b y c (figu- ginalmente con muelle espiral plano, pue-
ra 218 C) para hallar el punto a. Póngase el centro del compás de verse en la figura 220. Las espigas de Fig. 220. — Dibujo de
en a y únanse b y c, formando una semicircunferencia como la raqueta están, o deben estar, a una dis- la espira terminal para
en la figura 218 C, y ya tenemos la "curva Lossier". La frac- tancia del centro igual al radio del espiral adaptarse al puente del
volante, construido pa-
ción 0,67 es un poco mayor que la mitad, pero para todos los del volante. Se trazan dos circunferencias ra espiral plano. (El
efectos prácticos, podemos tomar 0,5 en vez de 0,67, es decir, idénticas de un diámetro igual al radio de diámetro de las circun-
b mitad en vez de 67 centésimas del radío originario. Como ferencias de puntos es
la circunferencia original. Trácese una lí- igual al radio del mue-
he dicho, aunque pueda formarse una curva perfecta, no se si- nea tangente común a estas dos circunfe- lle espiral.)
gue de ello que los resultados sean siempre perfectos. rencias, que se prolonga por ambos lados,
Se verá, ante todo, que la curva obtenida siguiendo el pro- con un cuarto de cada una de las dos circunferencias interiores
cedimiento anteriormente detallado, no puede ser matemática- para unirse tangencialmente a la circunferencia original. El cro-
mente correcta, pero en la práctica, especialmente para el repa- quis facilitará la construcción. Las espigas de la raqueta deben
rador de relojes, es lo bastante aproximada. Si se tiene entre actuar en el arco A-B y esta parte del muelle espiral debe ser
manos un trabajo especial, y se quiere obtener los mejores re- concéntrica con el centro de la raqueta (Fig. 221). De no ha-
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196 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO LA ESPIRA BRÉGUET 197

cerse así, el espiral se moverá cuando la raqueta se mueva. Esta este punto con las mismas pinzas, y con las otras, más allá
curva es una especie de curva de Phillips, pero para cumplir con de 10° a 15° de las primeras, como se indica en la figura 224.
las condiciones matemáticas, las espigas de la raqueta deben es- Apretando muy firmemente las dos pinzas, y sin mover las
tar en el punto A (Fig. 221). Si esto fuera así, se presentaría primeras, con las segundas se tuerce para abajo. El espiral debe
el peligro de deformar el muelle y alterar su funcionamiento, quedar como indica la figura 225.
cuando la raqueta se moviese hacia arri- Es necesario, por un momento,
ba, como se ve en la figura. retroceder un poco. La altura de la
La misma curva Lossier puede espiral terminal viene limitada por
usarse tanto para el terminal interior la distancia entre el volante y su Fig. 223. — Perfil después del
como para el exterior. Esta curva debe primer torcido.
puente; es decir, cuando el volante
usarse en todo caso, con relojes de alta
está en posición, y en él el muelle,
calidad, a cuyas máquinas se les ha de
la espira terminal debe estar, sin
Fig. 221. — Indicando exigir superar pruebas posicionales dudarlo, libre de la cara interior
donde actúan las espigas muy rigurosas. La curva debe formar- del puente, y el espiral debe enca-
de la raqueta (A a B). jarse aproximadamente en la mitad
se con mucho cuidado para que el es-
piral venga perfectamente centrado, y de la distancia entre las espigas de
sólo esta operación requiere emplear en ella mucho tiempo. Sin la raqueta y estar a nivel con el
embargo, sí se adopta el terminal correcto, el error vertical "na- agujero de la sujeción fija del mis- Fig. 224. — Primer torcido para
tural" podrá ser reducido considerablemente. mo. Cuando se da el primer tirón abajo cuando se forma la espi-
Trataremos a continuación del procedimiento para formar hacia arriba, téngase ya clara idea ra terminal.
la espira superior del espiral. En la de la altura que ha de tener la es-
práctica hay varios métodos; con todo, pira superior. Si la sujeción fija está a buena distancia del vo-
yo tengo preferencia por el siguiente: lante, el tirón vertical ha de ser mayor que si está más cerca.
coloqúese el muelle, plano, sobre el pa- La razón de no torcer a menos de 25 a 30° es para asegurar
pel de encima del banco, y sujétese con que cuando el reloj funcione el codo de la curvatura no roce
unas pinzas fuertes a unos tres cuartos con el resto del muelle.
del terminal exterior, agarrándose el Continuemos: hemos dejado el mue-
cabo libre con otras pinzas fuertes. Las lle con el perfil que muestra la figura
primeras deben mantener firmemente el Fig. 225. — Perfil des- 225 y con el aspecto representado en la
pués del primer torcido figura 226. Para poner paralelo a la es-
espiral contra el banco, de tal modo Fig. 222. — Primer torcido hacia abajo. piral el fin de la espira terminal, mué-
que se claven ligeramente en el papel; para arriba cuando se for- vanse las pinzas en camino circular,
ma la espira terminal.
levántese verticalmente el cabo agarra- como indica la figura 227, manteniendo inmóviles las de la
do por las otras pinzas, mucho más mano izquierda, y con las de la derecha se va torciendo lenta-
alto de lo que después ha de quedar (Fig. 222). El muelle es- mente hacia el que trabaja. No debe hacerse de una sola vez,
piral ha de aparecer ahora como en la figura 223. Desde el pun- sino que las pinzas han de trabajar a lo largo de todo el final
to en que el espiral empieza a torcerse para arriba, mídase, tan de la espira pellizcándola en cada punto e inclinándolas hacia
aproximadamente como sea posible, un ángulo de 25° a 30°, nosotros cada vez un poco. De esta manera, con una serie de
con vértice en el centro del espiral y agárrese el espiral por
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198 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO


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LA ESPIRA BRÉGUET

torsiones suaves e ingeniosas, podremos conseguir sin peligro pinzas; es recomendable que los cantos de la parte cóncava no
alguno que el final del muelle se enderezca lo suficiente para
sean vivos, para evitar la formación de pequeños ángulos en
quedar paralelo con la espiral.
el muelle.
Las pinzas de la mano izquierda de- Durante la formación de la curva de la espira terminal pue-
ben adelantar paulatinamente hacia el de haberse tirado ligeramente para arriba o hacia abajo; para
volver a ponerla paralela, apliqúese presión donde el espiral ha
Fig. 226. — Dispuesto extremo superior y si es necesario levan-
para poner la espira ter- taremos el final de la espira para poner- sido torcido, mediante una serie de ligeros toques. Esto obli-
minal paralela con el es-
piral. la paralela con el cuerpo del muelle. De-
ben evitarse los torcidos en ángulo, ya
que se deteriora el muelle con grietas que
sólo son visibles al microscopio, pero
cuyos efectos se harán patentes cuan-
do se regule el reloj y que pueden llegar
hasta la rotura del muelle. No sólo por Fig. 230. — Posición de las
esto, sino también porque torciendo gra- pinzas cuando se forma la curva de la espira
terminal.
Fig. 227. — Modo de dualmente se obtiene mejor resultado.
manipular la espira ter- La espira ha quedado ahora corno la gara a la espira a moverse hacia abajo o hacia arriba; conti-
minal para arriba.
muestra la figura 228. Después debe for- núese formando la curva, comprobándola colocando el espiral
marse la curva final de la espira supe- sobre el dibujo, si se ha hecho alguno, o empleando el más ade-
rior; para ello deben emplearse las pin- cuado de entre los presentados en la figura 219. Si no se usa
zas representadas en la figura 229. Las garras de estas pinzas ningún dibujo, se continúa formando la curva hasta que sea
están curvadas interiormente, y satisfactoria.
al cerrarlas formarán la curva Puede necesitarse luego manipular otra vez la espira para
Fig. 228. — Perfil de la espira ter-
que viene indicada por puntos minal después de haber formado darle paralelismo; esto, a su vez, puede modificar algo la cur-
en la figura. La curvatura de [la curva de la espira superior. vatura, y de esta manera por manipula-
las garras de las pinzas no ha ciones graduales y sucesivas llegaremos a
de ser necesariamente la misma alcanzar nuestro propósito, que es el.de
que se quiere obtener; la ma- tener la curva correcta y paralela al es- Fig. 231. — La espira
terminal concluida defi-
yor o menor tercedura depende piral. nitivamente, mostrando
de la presión de las garras, sien- Se necesita, para esto, una gran pa- el torcido gradual hacia
arriba y la espira termi-
do importante asegurarse de la ciencia, pero teniendo buena práctica se nal paralela.
buena colocación de éstas, an- puede formar una espira terminal con
tes de ejercer ninguna presión. Fig. 229. — Pinzas empleadas para cierta rapidez. He visto muchachas en Suiza que dan la forma
Sólo la práctica enseñará curvar. correcta a la espira terminal en un tiempo brevísimo; están
cuánto y dónde se ha de ejercer especializadas en ello, y así se explica que adquieran tan ex-
la presión con las pinzas. La traordinaria habilidad, confirmando que la práctica propor-
serie de croquis de la figura 230 dará la mejor orientación so- ciona rapidez y perfección.
bre el procedimiento. Hay varios tamaños en esta clase de La figura 231 muestra la espira terminada definitivamente.
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200 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO LA ESPIRA 201
É
Debemos mencionar otros dos métodos en uso. En el Para servirse de estas pinzas, se coloca cara arriba el mue-
pri- lle espiral del volante, sobre una pieza de
mero, el muelle se coloca en las pinzas que muestra la figu- madera blanda, como, por ejemplo, el ex- Fig. 234. — Pinzas
ra 232; se da presión y el muelle se tuerce para arriba, más o tremo del mango de un pulidor de esmeril. con pitón para formar
menos súbitamente. Se corren las pinzas a la posición próxima Sujétese el muelle por el punto A, donde la espira terminal.
y se repite la operación en sentido inverso; el muelle se tuerce debe hacerse el primer torcido hacia arri-
ba (Fig. 235). Ciérrense bien las pinzas so-
bre el muelle, pero sin imposibilitar a éste
de que pueda moverse entre
las patas de las pinzas, ya
que
cuando se ha empezado la
torsión el muelle ha de
Fig. 232. — Pinzas especiales para formar la curva. Torsión de la espira ter-
poder desli-
minal hacia arriba. zarse por entre las pin-
zas. Después, con cuida-
hacia abajo con el mismo ángulo. La figura 233 muestra el do y despacio, apriétense
torcido para abajo.
Fig. 235. — Primer torcido hacia arriba las puntas de las pinzas,
Este método es rápido y muy seguro, cuando el muelle es empleando las pinzas con pitón. para que se claven en la
de material blando, tal como Invar, Elinvar o berilio, esto es, madera blanda, lo que
algo más blando que el mejor acero templado. Para usarlo con hará que el muelle se tuer-
za hacia arriba. La figura
236 enseña cómo se veri-
fica lo que acabamos de
exponer. Se determina
luego dónde ha de torcer-
se nuevamente, y se repite la operación
invirtiendo el muelle. Fig. 236. —Demos-
tración del torcido
Esto hará que se tuerza hacia abajo y se ponga hacia arriba.
Fig. 233. — Torsión de la espira terminal hacia abajo con las pinzas especiales paralela al mue-
lle, la sección que teníamos doblada para
acero templado de alta calidad, se necesita mucha habilidad y arriba. En la figura 237 A es el torcido ha-
aun así es peligroso; se hace del mismo modo que se ha descrito cia arriba .y B muestra cuándo se está tor-
para materiales blandos. ciendo hacia abajo. Como sea que el codo
El otro método que, por cierto, da muy buenos resultados, es más agudo que cuando torcimos para arri-
puede usarse sin t emor de ninguna cl ase con los muelles de ba, no es necesario para el torcido actual ha-
acero, realizándose con las pinzas que muestra la figura 234. cerlo en un ángulo tan grande como de 25°
El diámetro del pitón de latón o de ma rfil, en el extremo de a 30°. La espira terminal siempre ha de que-
las pinzas determina el ángulo de torcido, de manera que si se dar separada del muelle, de modo que no pueda rozar con la
usa un pit ón razonablemente grande, el ángulo no será tan última espira plana del mismo, ni por encima ni por el lado
(Fig. 238).
agudo como si se empleara otro de menor diámetro; asimismo
Las mismas observaciones se aplican para el torcido hacia
el ángulo depende directamente de la presión que se ejerce.
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LA ESPIRA BRÉGUET 203

arriba, con las pinzas especiales antes descritas. Si no se pone de la sujeción fija cuando se ha logrado un perfecto alineamien-
un gran cuidado, cuando se aplica cualquiera de los dos últi- to con las espigas de la raqueta, o sea, cuando el agujero y las
mos métodos se corre el riesgo d» romper el muelle, porque se espigas están situados en la misma circunferencia; la figura 240
tuerce en un ángulo relativamente pequeño, que hace que el indica la corrección que se debe realizar con el cabo del muelle
ancho de muelle se tuerza en un arco muy reducido. En los cuando no están en línea circular las espigas de la raqueta con
muelles de material blando el peligro de rotura no es tan acu- el agujero de la sujeción.
sado, por su mayor elasti- Ya realizados todos estos ajustes, el cabo del muelle debe
cidad. sujetarse a la sujeción fija con un pasador. Para ello, quítese el
Después de formada la Fig. 239. — Alineación correcta
espira terminal, debemos ase- con las espigas de la raqueta y
gurarla en la sujeción fija. el agujero de la sujeción fija.
Para ello, se debe montar la
sujeción fija en el puente del
volante y el muelle espiral en

Fig. 237. — Torcido hacia abajo


ú volante. Póngase ahora és-
te en la máquina con su
puente atornillado; no es ne-
cesario montar el áncora y de hecho es mejor trabajar sin ella.
Hagamos girar al volante de modo que el extremo libre del Fig. 240. — Ajuste del espiral
espiral pase por entre las espigas de la raqueta y se meta en el cuando las espigas de la raqueta
agujero de la sujeción fija; ello requerirá levantar un poco para y el agujero de la sujeción fija
no están en alineación correcta.
tomar su curva natural, sin que sea necesario hacer nada más.
"(' i Si el muelle no pasa por entre las espigas de la raqueta, no debe volante de la máquina, y también el muelle espiral del volante.
•':' H forzarse, sino que se quita el puente y se forma una curva ma- Con la sujeción en posición en el puente del volante, prepárese
yor o menor, según el caso, para que entre bien. Las anteriores un pasador, como hicimos para la sujeción central, pero ahora
instrucciones sirven asimismo para el pasador debe ser más corto (Fig. 241) . Se sigue el mismo pro-
cuando el agujero de la sujeción fija no cedimiento que entonces, dejando el pasador limado en el ex-
está en línea con las espigas de la raque- Fig. 238. — El torcido tremo del alambre, que se cortará cuando ya todo esté en regla.
ta. Si el muelle se introduce por entre anguloso hacia arriba. Se deja el puente plano sobre el banco, se manipula el muelle
las espigas sin ayuda alguna, pero no en- en el agujero de la sujeción y se acuña con el pasador, pero sin
caja exactamente con el agujero de la sujeción fija, entonces se cortarlo. Teniendo el volante en los dedos a la altura de los
debe doblar lo más cerca posible de la sujeción para que entre ojos, con una lupa se observa si está paralelo al puente. Si no
bien en el agujero. No debe forzarse el muelle porque se descen- lo está, se da al pasador una torsión con las pinzas que lo su-
traría produciendo rozamiento lateral en los pivotes del eje y, jetan. Cuando ya está todo en orden, córtese el pasador del alam-
por tanto, daría lugar a otras complicaciones: todo el cuida- bre, y después, con las pinzas fuertes, se fuerza el pasador en
doso trabajo invertido en formar un terminal correcto, sería el agujero, tal como se ve en la figura 242. El corto agujero rec-
trabajo perdido.
La figura 239 muestra cómo el muelle entra en el agujero
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204 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO

to de la sujeción puede alejar el muelle de la forma circular; si


ocurre así, se tuerce el espiral tan cerca de la sujeción como sea
posible para reformar la curvatura, en el sentido de recuperar
la circunferencia teórica requerida.
Tratando de los muelles espirales del volante, mucho pue-
de decirse del arreglo de un muelle retorcido, pero bien poco CAPÍTULO XIV
positivo puede esperarse. Algunos espirales deteriorados pueden
hacerse de nuevo utílizables, y si se practica correctamente el REGULACIÓN A DIFERENTES POSICIONES

Ajustado ya el muelle espiral del volante, vamos ahora a


regular su marcha, y a fin de poder profundizar lo más posible,
haremos previamente algunas consideraciones sobre la marcha
en diferentes posiciones. Antes de emprender la regulación, es
esencial que el reloj oscile bien, esto es, que el arco de oscilación
sea de i % a i %, cuando está en posición horizontal con la
Fig. 241. — Longitud correcta esfera para arriba.
del pasador del espiral del vo- Fig. 242. — Presionando el pasador Algunas veces el arco de oscilación toma el nombre de "ac-
lante en la sujeción fija. para su introducción.
ción". No es posible en la práctica medir exactamente el arco
montaje de los nuevos como de oscilación de un volante. Sin embargo, puede estimarse apro-
hemos explicado, no creo que se ximadamente, y, para hacerlo, se procede así: se toma como re-
tengan muchas dificultades en arreglar y hacer funcionar un ferencia un punto del volante, en un extremo del brazo central;
espiral que haya sufrido poco. Si está muy deteriorado, defor- se da cuerda al reloj, luego se para- el volante y, soltándolo, se
mado o ha tomado la forma cónica, entonces intentar su arre- observa cuidadosamente el brazo en su oscilación hacia adelan-
glo es sin duda perder el tiempo. Es mucho más rápido, y cier- te y hacia atrás. Obsérvese la amplitud de la oscilación; después
tamente más satisfactorio, montar un espiral nuevo. He leído de 20 ó 30 segundos ha de haber alcanzado su máximo. Si
alguna vez que un modo rápido de quitar la forma cónica a un necesita más tiempo para alcanzarlo, es posible que algo no vaya
muelle espiral es colocarlo entre dos placas y calentarlas. No lo bien en la máquina, pues esto significa que la fuerza del muelle
he intentado nunca, pero, a decir verdad, me parece impractica- real no llega toda al volante.
ble. Con los espirales de volante, como con todas las otras pie- Podemos considerar como indicio de buena marcha en un
zas del reloj, no hay atajo posible; es preciso recurrir a la expe- reloj, que el arco de oscilación no sea menor de i y¿ unidades
riencia, y en alguno? casos, como en el montaje del muelle o mayor que i ¿4 unidades, en las posiciones EA o EB y no
espiral, se requiere mucha práctica. En esto nunca se sabe bas- menor de i % en posición CA.
tante, y si existe un relojero que afirme conocer todo lo que Cuando el punto de referencia del brazo alcanza su posi-
concierne al montaje del muelle espiral y a la regulación de re- ción opuesta, es decir, medio giro (180°), decimos que el vo-
lojes, lo pondré siempre en duda. lante ha oscilado una unidad; siendo sólo medio giro se le llama
unidad de giro, porque es medio hacia adelante a un lado y
medio de regreso. Pero si alcanza otro cuarto de giro más (270°),
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REGULACIÓN A DIFERENTES POSICIONES 207
esto es, tres cuartos en una dirección y tres cuartos en la otra,
do el volante está montado en la máquina, la fuerza
en- producida
tonces se dice que ha oscilado i % unidades I— + — = — = i —)• por el muelle real variará, y con ella el arco de oscilación del
\4 4 4 2/ volante, y la amplitud de éste influenciará la regulación. Por
Las ilustraciones de la figura 243 ayudarán a comprender lo tales razones, como se puede fácilmente demostrar, la regulación
dicho acerca del arco de oscilación del volante y a llevarlo a la erf un período de 24 horas es una cosa muy diferente de la re-
práctica. Se necesita bastante experiencia para poder determinar gulación realizada con el aparato de comprobar oscilaciones, y
rápidamente la amplitud del arco. Ante todo, debe relacionarse lo mismo se puede decir de las máquinas de registrar la marcha
el punto de referencia con otro fijo en el reloj, como, por ejem- de los relojes.
plo, con la fijación del extremo del espiral. Entonces con un Si ha de hacerse alguna corrección para salvar un error con-
palillo puntiagudo de madera se señala el punto del arco de siderable, se puede realizar modificando el peso del volante. Por
ningún motivo debe alargarse o acortarse el espiral del volante,
pues con ello se modificaría la forma teórica de la espiral ter-
minal — esto no atañe a un espiral plano — y por la misma
razón tampoco debe moverse la raqueta. A fin de simplificar, se
lleva el reloj hasta un error de pocos segundos en 24 horas; así
C£KO 1 UNIDAD l%UNIOflt> t'^UNIDAO no nos meteremos en la confusión de cálculos complicados. Su-
Fig. 243. — El arco de oscilación del volante
pongamos que el reloj adelanta 5 segundos por día; pruébese
durante 2 0 3 días para ver si la proporción es la misma. La
circunferencia en que el punto de referencia del volante — esto proporción diaria de un reloj es su error en 24 horas y una
es, el extremo del brazo — alcanza progresivamente el máximo, buena marcha no se deduce necesariamente de la extensión del
de modo que en cada oscilación del volante la punta del palillo error, sino de las variaciones de la proporción diaria con res-
se adelantará un poco para seguir hasta el lugar en que el punto pecto a este error; por ejemplo: tenemos una máquina que hace
de referencia del volante empieza a retroceder. Cuando la punta 15 segundos de adelanto por día, 30 en 2 días, 45 en 3 días,
del palillo ha alcanzado el máximo de distancia con relación etcétera; es una buena proporción. Una proporción se considera
al punto de referencia fijo en el reloj — fijación del espiral —, buena mientras las variaciones no se apartan de otros 3 segun-
tendremos el arco de oscilación del volante. Así que se tenga un dos del error medio; si, por ejemplo, un reloj hiciera + 15 se-
poco de práctica, podrá prescindirse del palillo. gundos un día y + 5 al día siguiente (habiendo perdido 10
Aun cuando la puesta a punto del espiral ha sido realizada desde el día anterior) y luego + 15 en el tercer día (habiendo
empleando el aparato de comprobar las oscilaciones, el reloj ne- ganado i o segundos sobre el día anterior), la proporción sería
cesita regularse por un período de 24 horas en posición hori- defectuosa aunque el resultado neto parece bueno; para que la
zontal. No debe olvidarse que aquel aparato da el número de marcha sea satisfactoria, el reloj no debe variar su proporción
oscilaciones del volante, cuando éste está completamente libre, diaria en mucho, y sin embargo es muy difícil que no varíe.
sin que se tome en consideración el rozamiento de sus pivotes; Una de las mayores dificultades, cuando se hace la regulación,
además de esto, la interferencia del escape, la acción de la elipse, es la "variación de la proporción". Ello puede atribuirse a va-
la retención, etc., todo tiene influencia sobre la valuación de las rios factores: al escape, al tren y, quizá, al muelle real; pero
oscilaciones, y no es tenido en cuenta por el aparato de compro- hasta que no progresemos más con todas las otras verificaciones,
bar las mismas. no pueden establecerse aún reglas para la corrección de las va-
Asimismo, el aparato de comprobación nos dio el tiempo riaciones de proporción en posición EA.
"perfecto" en un período de tiempo relativamente breve; cuan-
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Después del ajuste de temperatura, viene el ajuste de posi- a Jules Grossman. En otras palabras, es posible corregir un
ción, esto es, de la marcha del reloj en posiciones diversas. Las error posicional corrigiendo la posición de la fijación central del
posiciones usuales son: esfera para arriba (EA), esfera para espiral. Se ha hecho notar que no hay dos relojes iguales, y
abajo (EB), corona para arriba (CA), corona para abajo (CB). esto puede decirse también de la sujeción central. Si dos relojes
corona a la derecha (CD) y corona a la izquierda (CI). Para tienen el espiral de modo que éste arranque exactamente para
los relojes corrientes de bolsillo, es costumbre regular solamen- arriba desde la línea indicada, esto no quiere decir que los dos
te EA, EB y CA. Sin embargo, para relojes finos, tales como relojes se comporten necesariamente del mis-
los que han de someterse a las pruebas Kew c los que han de mo modo.
cumplir con algunas especificaciones — como las exigidas, por Crossman descubrió que si se cumple
ejemplo, para los cronómetros de la Marina —, se regulan en esta condición el "error natural" de la posi-
todas las seis posiciones. Los relojes de pulsera generalmente son ción vertical podrá transferirse a la posición
verificados en EA y CB; se efectúa también la prueba CB por- CB, posición en la que generalmente no se
que mucha gente lleva el reloj en la muñeca izquierda, y cuan- lleva el reloj de bolsillo. Se ha establecido
do la mano está colgando la corona queda, naturalmente, tam- que entre las posiciones vertical y horizon-
bién para abajo. Sin duda alguna, los relojes de pulsera sufren tal existe un error de 30 segundos de re-
muchos más cambios de posición que los de bolsillo, pero como traso ; a este error se le designa con el nom-
prácticamente no es posible regularlos en todas las posiciones, bre de "error natural". Fig. 244. — El punto
sólo se realizan éstas, que son las imprescindibles. Si el usuario Si cuando se comprueba un reloj CA, correcto de fijación.
lleva el reloj en la muñeca derecha, entonces la regulación posi- se halla que no existe este retraso de 30 se-
cional se debe hacer CA; pero esto, en realidad, es una ex- gundos con relación a EA o se encuentra que existe algún ade-
cepción. lanto, no se sigue de esto que la conclusión anterior con respecto
Hay siete u ocho métodos para corregir las variaciones de al "error natural" sea falsa: significa que uno o muchos de
marcha debidas a cambios de posición. Es nuestro propósito los ajustes de los que trataremos más adelante se ha realizado
examinarlos todos y discutir las ventajas e inconvenientes de ya, quizá inadvertidamente. Por ejemplo, puede montarse un
cada uno de ellos. nuevo espiral del volante y cumplir inintencionadamente cier-
Comenzaremos por el examen del punto de sujeción, esto tas condiciones que deben observarse, tales como una sujeción
es, de la posición correcta de la fijación central del espiral del central correcta, etc. Con todo, es posible corregir un error po-
volante cuando sale de la virola. Para simplificar, la posición sicional de hasta 30 segundos por medio de retoques de la su-
escogida para los relojes de bolsillo será siempre CA. Si se jeción central. Para citar un caso concreto: el reloj es compro-
ajusta un reloj de pulsera CB, inviértase el procedimiento. bado en EA y se halla un error de -f- 5 segundos en 24 horas.
En primer lugar trácese un diámetro imaginario que pase Entonces debe ponerse el reloj en CA para hallar el error.
por el centro de la corona y de la esfera. Luego tírese una Y ahora permítaseme en un pequeño paréntesis unas pala-
perpendicular a esta recta desde el centro del rubí del puente del bras sobre los bastidores en los cuales se prueban los relojes
volante. El espiral debe desarrollarse para arriba de esta última para las posiciones verticales (CA, CB, CI y CD). No es acon-
recta, según la figura 244, pudiendo salir de la virola por la sejable colgarlos de un gancho o de un clavo, pues puede mo-
derecha o por la izquierda, cosa que depende de la fijación del verse todo el reloj por Ja acción del volante: es esencial que el
otro extremo del espiral, pero por cualquier lado que sea la sa- reloj se mantenga absolutamente inmóvil. Uno mismo puede
lida, siempre debe ser para arriba. Este descubrimiento se debe hacerse de madera un sencillo bastidor en forma de cremallera,
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210 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO REGULACIÓN A DIFERENTES POSICIONES 211

como muestra la figura 245. Es muy útil tanto para los relojes Por lo que antecede, se verá que es posible utilizar la suje-
de bolsillo como para los de pulsera. Prosiguiendo, si en po- ción central para corregir el error. Es sabido que entre el espiral
sición CA el error es un retraso de 30 segundos, o sea, una di- que se desarrolla hacia arriba desde la línea teórica de centro, y
ferencia de 30 segundos entre EA y CA, ábrase la caja, se des- el espiral que lo hace hacia abajo de la misma se puede calcular
carga el muelle real y se para el volante. Obsérvese la posición una diferencia de 30 segundos, o en otras palabras, los 30 se-
de la sujeción central del espiral. No es posible trazar en la má- gundos pueden transferirse de una posición a otra. En la prác-
quina la recta como tica no siempre es conveniente, cuando se monta un espiral nue-
se hizo con el dibujo vo, sujetar la virola del espiral de modo
(Fig. 244) cuando se que éste desarrolle para arriba desde la
trató de la sujeción línea del centro. Si después de montado
central correcta, pero
el punto desde donde el espiral y formada su espira extrema se A B
el espiral debe des- decide que se desarrolle para arriba, hay Fig. 246. — Corrección
arrollarse puede ser dos maneras de realizarlo. Si la rectifica- del punto de fijación
hallado a ojo, como por torcido del espiral
ción requerida es grande, el espiral debe del volante.
en la figura 246 A, cortarse en el centro y volverse a fijar. Tal
que es a la inversa de procedimiento no afectará el ajuste por
lo que debería ser. temperatura (suponiendo que el volante es cortado), pero será
Para verificar la necesario añadir peso al volante, pues por haber acortado el
Fig. 245. — Bastidor para relojes exactitud de lo ante- espiral el reloj se adelantaría.
riormente expuesto, El otro método, si la rectificación no es de importancia, con-
obsérvese dónde el espiral se desarrolla desde la virola y gírese siste en torcer el espiral junto a la virola y luego torcerlo nue-
el reloj de modo que el espiral se desarrolle hacia arriba de la vamente hacia afuera, como si saliera de aquella posición (figu-
línea ideal teórica; supongamos que ésta es la posición CA. ra 246 B). La línea de puntos representa la posición original
En este caso quedará aproximadamente la cifra en la parte alta, del espiral. Este procedimiento no permite, con todo, disfrutar
lo que las 5 horas prácticamente es CB. Ahora probaremos el completamente de las ventajas que se obtendrían de salir el
reloj de manera que las 5 horas de la esfera queden para arriba muelle de la posición correcta, pues la porción que abraza la
y se hallará que la proporción posicional habrá mejorado gran- virola trabajará cuando el volante oscila en el sentido de des-
demente. arrollo del espiral. Por ejemplo: un reloj con un espiral plano,
Hay relojes suizos que tienen el puente del volante circu- daba en posición EA + 10 segundos, en CA 15 segundos; es
lar. Este puente va sujeto por tornillos que lo fijan por su decir, una diferencia de 25 segundos. Se hizo la modificación
canto, de modo que puede girarse y sujetarse en cualquier po- en el espiral como indica la figura 246 B, y el error fue EA
sición. El puente del volante lleva la sujeción extrema del espi- —• 7 segundos y CA — 9; es decir, una diferencia de 2 segun-
ral del volante y así la sujeción central puede ponerse en la di- dos. Otro reloj daba E A + 4 segundos y CA — 30 segundos;
rección que se quiera, moviéndose el platillo para accionar el esto es, una diferencia de 34 segundos. Después de una modifi-
escape. No sugiero que todos los relojes deban llevar el puente cación similar en el centro del espiral, el resultado fue de: =
circular, ni creo que sea necesario, pero tal disposición es admi- (ningún error) con EA y CA + 7; es decir, una diferencia de
rable para trabajos experimentales. 7 segundos.
Hemos visto cómo si un espiral se desarrolla para arriba des-
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REGULACIÓN A DIFERENTES POSICIONES
212 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO

de la línea de centro, no debería haber error. Y digo debería do el reloj está colocado horizontalmente (EA o EB). Arcos
porque, como veremos más adelante, hay muchas otras condi- cortos son los recorridos cuando el reloj está en posición verti-
ciones que deben cumplirse si se quiere obtener un resultado cal (CA, CB, CD o CI), o cuando la potencia del muelle real
perfecto. La tabla de la figura 247 da los errores refiriéndose al no es lo suficientemente grande. Entonces el volante no oscila
punto de sujeción central; no debe olvidarse que el punto de en toda la extensión; Cuando los arcos largos y los cortos se
efectúan en el mismo lapso de tiempo, se dice que la oscilación
fcoro c C/
ca del volante es isócrona.
nj o fcoroaa fcoron De la prueba de isocronis-
/ i ( «/a a
corona ahajo) mo nos ocuparemos más
S/3
derecha) adelante.
Como hemos dicho
antes, un reloj que lleve
el espiral del volante con
la espira extrema correc- Fig. 248. — Modifi- Fig. 249. — Otra
ta no siempre funcionará cación de la curva forma de modificar
la curva.
-f bien en las diversas posi- de la espira terminal.
ciones. Generalmente, si el
reloj retrasa en posición vertical, la espira extrema debe modifi-
carse o formarse más cercana al centro, lo que puede hacerse de
dos modos: el primero consiste en hacer una bolsa en la espira
extrema, como se indica con la línea de puntos de la figura 248,
que es lo mismo que darle más rigidez; el otro método estriba en
modificar la curva, como se muestra por la línea de puntos en
la figura 249, para acercarla hacia el centro. Puede objetarse:
si la sujeción correcta del centro corrige el error posicional,
¿por qué modificar la curva de la espira extrema? La contesta-
ción será que cuando se ajustan relojes en posiciones, no siem-
Fig. 247. — Tabla del punto de fijación central pre con un solo ajuste particular se alcanza lo que se desea;
a veces son necesarios algunos ajustes de menor importancia,
sujeción central es el único elemento que tomamos en conside- todos realizados en diferentes partes del espiral del volante y
ración en esta tabla. aun en otras del escape. Con esta forma de ajuste no es posible
Este ajuste es permanente, de tal manera que si el reloj se saber cuánto ha de torcerse el espiral; es asunto puramente ex-
desmonta, se limpia y se vuelve a montar, no sale afectado, su- perimental. Las ventajas consisten en que no se afecta al tiem-
poniendo, naturalmente, que el espiral no esté deteriorado por por medio y que, como con la sujeción central correcta, el ajus-
accidente o por falta de cuidado. te es permanente.
Si la curva de la espira extrema se ha formado para adap- Los dos métodos que acabamos de explicar son ideales y
tarse a alguna curva teórica, los arcos largo y corto deben cum- deberían practicarse siempre que se trata de relojes de calidad
plirse en el mismo lapso de tiempo. Arcos largos son los arcos fina. Un punto importante a recordar es que la curva teórica es
que el volante recorre cuando oscila en su máximo, como cuan-
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214 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO REGULACIÓN A DIFERENTES POSICIONES 215

correcta sólo cuando la curva exacta parte de las espigas de la ajuste puede desaparecer total o parcialmente con el tiempo. La
raqueta y és^a no se ha movido; de otra manera la forma de línea de puntos de la figura- citada muestra la curva aplanada
la curva deberá ser alargada o acortada. Además, las espigas del extremo del pivote.
deben estar muy juntas, ya que no debe existir posibilidad de Generalmente se reconoce que el máximo de perfección con-
movimiento en esta parte. Desde este punto de vista, el muelle siste en que las espigas de la raqueta estén muy cercanas entre
libre, es decir, sin raqueta es lo ideal. sí. El espiral no debería tener ningún juego'entre las espigas,
Se ha comprobado que cuando el reloj está y sin embargo debe estar libre, de modo que si se levanta entre
en posiciones verticales hay más rozamiento, las espigas, vuelva por sí solo a su posición original, y lo mis-
con la consiguiente reducción del arco de vi- mo si se empuja hacia abajo, de manera que si el reloj recibe un
bración del volante; esto se puede aprovechar golpe o una sacudida, el espiral del volante vuelva siempre a su
cuando se ajusta en posiciones. Sea, por ejem- posición correcta. Esta es la condición ideal, y si el ajuste que
plo, un reloj que retrasa CA; si se reduce el ahora vamos a considerar se aparta de ella, es porque está com-
rozamiento cuando está en esta posición, asi- pletamente legitimado por la práctica. Algunos de los más cons-
Fig. 250. — Modi- mismo el error será reducido. O por el con- picuos especialistas suizos en colocar muelles espirales y en re-
ficación del extre- trario, el rozamiento se puede aumentar en gulaciones, usan las espigas de la raqueta como un medio para
mo del pivote del EB para obtener una pérdida relativa del ro- corregir errores en posición.
eje del volante.
zamiento en la posición CA. Hay dos méto- A fin de poder explicar claramente el procedimiento, se
dos para lograr esto: uno consiste en reducir considerará un caso exagerado. Es decir, supondremos qué las
el diámetro de los pivotes del eje del volante y montar rubíes espigas de la raqueta han sido separadas de tal modo que pasan
con agujeros menores. Esto dará mayor libertad al volante por entre ellas tres gruesos de muelle. Ahora el espiral está libre
cuando está en posiciones verticales con reducción y aun elimi- hasta su sujeción extrema, de manera que se apoya sobre una
nación del retraso. Si se hace esta modificación, el ajuste será espiga, no importa cuál, de la raqueta, digamos la interior. El
permanente. El otro método se basa en aplanar un poco los ex- resultado será que cuando el reloj esté horizontal y el arco de
tremos de los pivotes del eje del volante, como muestra la figu- oscilación sea el máximo, el espiral del volante dejará la espiga
ra 250. Esto dará más rozamiento cuando el reloj está hori- de la raqueta en la que se apoyaba y usará, en cierto grado, de
zontal, y hasta cierto punto hará que el rozamiento, en la la parte de espiral de entre las espigas y la fijación extrema.
posición EA, sea igual al de CA. Cuando se coloca el reloj verticalmente, el arco de oscilación
El rozamiento depende de la presión, y, en el caso del vo- no es tan extenso y el espiral no dejará la espiga de la raqueta,
lante de un reloj, depende de su peso; por tal razón, no pode- por lo menos en la misma extensión. En efecto, el espiral del
mos reducir el rozamiento si no aligeramos su peso; pero la volante puede considerarse' como acortado durante los arcos
superficie de rozamiento puede reducirse, o más correctamente, cortos. Esto significa que el reloj está ajustado para retraso en
la adhesión puede disminuirse. En relojería la adhesión se con- posición EA y para adelanto en CA. La extensión de este retra-
sidera como rozamiento. so y de este adelanto depende de la cantidad de presión que el
Esta última forma de ajuste, por aplanado de la punta de espiral ha hecho para apoyarse sobre la espiga de la raqueta y
los pivotes, no es tan permanente como la anterior. El aplana- también de lo que han sido separadas las espigas. Es posible
do de los pivotes del volante puede realizarse en muy pequeña torcer el espiral tan fuertemente sobre la espiga, que no debería
cantidad; todo depende de las exigencias del reloj. Como los abandonarla por nada en la posición CA, y también se pueden
extremos de los pivotes se desgastan con el funcionamiento, el
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216 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO REC-ULACIÓN A DIFERENTES POSICIONES 217

separar tanto las espigas que el espiral no toque la otra espiga jes, pero se hace mención de ellas relacionándolas con el ajuste
cuando esté en posición EA. de la espiga de la raqueta, porque las posibilidades de corregir
Tenemos a nuestra disposición muchos ajustes, pero hay un error son considerables, si bien deben usarse con discreción,
también ciertos límites que no es aconsejable sobrepasar. Qpn recordando otras condiciones. Las ilustraciones de la figura 251
el procedimiento indicado pueden corregirse errores superiores a muestran el ajuste de la espiga de la raqueta en sus varías posi-
90 segundos en 24 horas, pero generalmente no es aconseja- ciones. A) apoyándose en la espiga interior de la raqueta;
ble utilizarlo para errores de más de 30 segundos. Mucho de- B) dejando la espiga interior, y C) tocando la espiga exterior.
pende, con todo, de la calidad del reloj, y en una máquina de La ventaja de este ajuste estriba en que puede hacerse sin
baja calidad no hay inconveniente en emplear este procedimien- quitar nada del reloj y es además muy rápido. Si se usa con
to para un error de hasta 90 segundos. Si en esta forma de
ajuste las espigas se separan excesivamente y el error posicional
,?e corrige cuando el reloj tiene toda la cuerda, hay el peligro de
caer en el error inverso al terminarse la cuerda, o sea, cuando el
arco de oscilación del volante decrezca. Por ejemplo, si se ha
hecho una alteración en las espigas de la raqueta de tal exten-
sión como para corregir un error de 100 segundos. Ello signi- Fig. 251. — Ajuste de las espigas de la raqueta
ficaría que el espiral del volante ha sido ajustado antes fuerte-
mente sobre la espiga, con la consecuencia de que cuando el arco moderación, el tiempo medio no vendrá modificado mucho más
de oscilación del volante es largo, el espiral debería dejar la es- que cuando se rectifica ligeramente en la propia raqueta. La des-
piga, pero no llegar a tocar la otra, por haber sido torcida ex- ventaja está en que el ajuste no es permanente; si, posterior-
cesivamente hacia afuera. mente, se quita del reloj el puente del volante, casi seguro que
Cuando el reloj se coloca verticalmente, el espiral del vo- se pierde el ajuste. Es prácticamente imposible reponer el espiral
lante no abandonará en absoluto la espiga, y el reloj adelantará del volante exactamente donde estaba antes de quitarlo.
considerablemente en esta posición. Supongamos que la marcha Vamos a citar a continuación dos interesantes ejemplos de
antes del ajuste era + 5 segundos en posición EA, y — 95 se- ajuste de la espiga de la raqueta. Un reloj que a primera vista
gundos en posición CA; y después del ajuste, + 10 segundos parecía tener un espiral libre, es decir, sin raqueta o espigas de
en posición EA, y + 10 segundos en posición CA. Puede su- raqueta, en realidad tenía una espiga de raqueta fija en el puente,
ceder, cuando se esté acabando la cuerda y el arco de oscilación cuyo objeto era corregir el error posicional. Otro reloj tenía
decrezca, que el reloj adelante más en EA, digamos por ejemplo una sola espiga en la raqueta montada según es corriente y la
10 segundos, durante las 3 últimas horas, y que en CA se re- otra espiga era solidaria con un resorte que actuaba como una
trase igualmente durante el mismo período, a causa de que pre- pieza de compensación, de un solo metal, acero, y no bime-
domina el error natural vertical; por comparación, la posición tálico. Se hacía el ajuste posicional obligando al resorte que
EA adelantará más que la CA, con respecto a su correspondiente sostenía la espiga, a apoyarse pesada o suavemente en el espiral
retraso en la posición CA. del volante, de modo que cuando el mismo se abría y se cerraba
El arco ideal de oscilación es de i % a i Y\ unidades. Con durante la oscilación del volante, la espiga del resorte daba ca-
menos de i 14 unidades un reloj con espiral Bréguet adelantará mino. Una idea inteligentemente concebida parecía mantener el
en su marcha, y por debajo de i unidad retrasará. Estas obser- ajuste permanente. He mencionado estos dos ejemplos para de-
vaciones de carácter general no son aplicables a todos los relo- mostrar que el ajuste de la espiga de la raqueta no es un tra-
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MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO REGULACIÓN A DIFERENTES POSICIONES 219

bajo de remendería (como puede parecer a primera vista) que permanente, con tal de que al desmontar el reloj no se desarre-
esté en contra de las leyes de la regulación. gle, no es estable. De la misma manera que varía el arco de osci-
Lo ideal en el volante es que esté siempre lo más perfecta- lación del volante, varía el resultado del punto pesado donde-
mente equilibrado; por tanto, deben tenerse en cuenta la posi- quiera que éste pueda estar.
bilidad de desequilibrarlo en los ajustes. No debe olvidarse que Del ajuste posicional por fuerza centrífuga se hace poco
un equilibrado exacto en absoluto es verdaderamente difícil uso hoy en día, y sólo puede aplicarse a los volantes cortados.
cuando se verifica en el aparato de equilibrar. Un reloj puede La fuerza centrífuga
parecer bien equilibrado, sin ningún punto muerto, y no obs- tiende a alejar del cen-
tante revelar inexactitud, después, en la marcha. El funciona- tro, y por lo mismo
miento de un reloj es muy complejo. Si un reloj retrasa en CA, los extremos de los
es posible hacerle adelantar aumentando el peso del volante en brazos cortados del vo-
su punto más bajo. Por ejemplo, ábrase la tapa del reloj y anó- lante son constante- Á ¿ C
tese la posición de la elipse cuando está el reloj en CA y el vo- mente repelidos hacia el Fig. 252. — Equilibrado para el ajuste posi-
lante parado; la elipse estará, o debería estar, en engrane con la exterior durante la os- cional.
entalladura del áncora, pero lo que debe anotarse es la posición cilación y los arcos lar- A. punto pesado eu paro; B, a una unidad;
de la elipse con relación al volante. ¿Está en el fondo, a la de- C, a 1 '/¿unidad.
gos tienden por esta ra-
recha o a la izquierda?
zón a ser más lentos que los cortos, en este aspecto solamente,
Después de esta anotación, quítese el volante del reloj y es decir, sin tener en cuenta otras condiciones. Si los agujeros
llévese al aparato de equilibrar (naturalmente, sin el muelle es- de tornillo (A), uno en cada brazo, se ensanchan con un esca-
piral) . Hemos dicho que cuando el reloj retrasaba en CA, el riador, el volante se debilitará en este punto, y la fuerza cen-
punto más bajo debía hacerse más pesado. Si se anotó que la trífuga le obligará a abrirse aún más (figura 253). Consecuen-
elipse estaba, por ejemplo, a la derecha, con la máquina en CA, temente, el volante tendrá
entonces desequilíbrese el volante, guardando, todavía, la elip- mayor diámetro durante los
se a la derecha. No siempre es posible aumentar el peso de un arcos largos, resultando una
volante, por ejemplo en uno de sencillo, pero se obtiene la mis- marcha más lenta. De modo
ma corrección aligerando el punto más alto, o sea, el opuesto. que si el reloj retrasa en CA,
Si el volante lleva tornillos, puede meterse una arandela debajo los referidos agujeros pueden
de uno de ellos en el punto bajo. El peso que ha de añadirse al
volante para equilibrarlo sólo puede saberse por tanteos. Fig. 253. — Ajuste posicional por agrandarse, lo cual produci-
Esta clase de ajuste tiene algunas desventajas. Si el volante fuerza centrifuga. Las lineas de puntos
rá una regulación retardante
oscila i YH, unidades o más, resultará el efecto inverso, y en vez indican la posición de los brazos de
en EA, con un relativo avan-
llanta durante los arcos largos.
de conseguirse que el reloj adelante en CA, o por lo menos que ce en CA.
no se atrase excesivamente, el defecto se acentuará. Las ilustracio- La verificación del iso-
nes de la figura 252 ayudarán a comprender el motivo; si el cronismo no debe confundirse con la posicional, aunque pue-
reloj oscila i y\ unidades o más el punto pesado debe estar en de ser necesario efectuar algunas correcciones posición ales para
la parte alta del volante para que el reloj adelante en CA; esta rectificar el isocronismo. La palabra isocronismo significa "em-
forma de regulación es conocida por "regulación a la inversa". pleo de igual tiempo" ; recomendando que para comprobar esta
Aunque la regulación posicional desequilibrando el volante es condición en los relojes, se proceda como sigue: Désele al reloj
toda la cuerda y anótese el error después de, por ejemplo, 3 ho-
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220 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO

ras (siempre en posición EA) ; si éste es de -f- 3 segundos, in- se debe recurrir al ajuste de la espira extrema, o al de las espi-
dica que si el isocronismo es correcto, debería ser de -}- 24 se- gas de la raqueta. El caracol ayudaba a obviar el error de iso-
gundos en 24 horas, es decir, el reloj adelanta en la proporción cronismo, pues la fuerza del muelle real era regulada y se man-
de i segundo por hora. Hágase otra observación al cabo de tenía un arco de vibración más o menos constante. La curvatura
3 horas más y el error debe ser de -(- 6 segundos. Conviene de la espira extrema realizada según se ha indicado solucionará
hacer observaciones cada 3 horas, esto es, por ejemplo, a las 9 también el error, e indudablemente el empleo del ajuste de la es-
de la mañana, al mediodía, a las 3 de la tarde, a las 6 de la tar- piga de la raqueta puede ser muy útil.
de y a las 9 de la mañana siguiente; entonces dése cuerda a Un punto importante que conviene tener presente es que
las 6 de la tarde, y obsérvese a las 9 de la mañana, al mediodía todos los relojes deberían ser construidos para funcionar por
y a las 3 y a las 6 de la tarde. Así hemos observado el reloj períodos mucho más largos que los actuales: un reloj corriente
por seis períodos de 3 horas, igual a 18 horas, lo cual es, en debería funcionar por lo menos 36 horas. Este problema es de
general, suficiente. fabricación, ya que en la fábrica es sencillo de resolver. Esto
El tiempo de observación puede repartirse según las conve- haría que el trabajo de la regulación fuera más fácil y de resul-
niencias del encargado de hacerlo. Lo que interesa es tomar la tados más satisfactorios.
proporción en intervalos frecuentes y regulares durante las Otro auxiliar para la regulación es el mecanismo de cruz
24 horas, especialmente en las tres primeras horas y las tres de Malta e,n el muelle real. Se emplea la parte mejor del mue-
últimas. Puede ser que la proporción fluctúe, como, por ejem- lle y se asegura asimismo una distribución más regular de la
plo: primeras 3 horas -f- 3 segundos, en 6 horas + 8, en 9 ho- fuerza.
ras + 14, etc., y finalmente en 24 horas + 46 segundos; un Después de haberse ajustado un reloj en las posiciones EA
total de 22 segundos más (46 — 24 = 22) de. lo que debería y CA, puede ser necesario a justarlo en las CD y CI. Tales ajus-
ser para que el isocronismo del reloj pudiera llamarse correcto. tes sólo se hacen para relojes de máquina fina. En estos ajustes
En este caso puede hacerse un ajuste en la curva de la espira en seguida se pasa mucho tiempo, de modo que la calidad de la
extrema. En lugar de tirar la curva más hacia el centro, debe máquina debe merecerlo. Otro factor muy importante es que
abrirse para que se separe de él. Puede emplearse, asimismo, el la máquina sea capaz de responder a tal tratamiento.
ajuste de la espiga de la raqueta para consegrar el mismo resul- Un ejemplo concreto: supongamos un reloj con una pro-
tado. Las otras formas de ajuste descritas para ajustar en po- porción de + 5 segundos en EA y + 10 segundos en CA. Ve-
siciones no serían convenientes, y si cualquiera de los ajustes rificado en CD hemos hallado que el error es + 15 segundos,
descritos desarregla los ajustes de posición CA, pueden intro- es decir, + 5 segundos más que en CA. Ello puede ser debido a
ducirse otros ajustes posicíonales para corregirlo. Los + 22 se- varias causas y las mismas nos darán una guía para efectuar la
gundos de exceso son demasiados, y en tales circunstancias es corrección. En primer lugar debe observarse cuidadosamente en
recomendable buscar previamente la causa antes que hacer al- qué estado se hallan los pivotes del eje del volante. Si están
gún ajuste. Por ejemplo, obsérvese el arco de oscilación del vo- muy ligeramente ovalados, esta puede ser la causa de la pertur-
lante cuando el muelle real está totalmente cargado y después bación. Cualquiera que sea la misma, el ajuste o corrección no
a las 20 horas de marcha. Si hay alguna gran discrepancia, se debe interferirse con el ajuste en CA.
debe buscar la causa, que puede provenir del muelle real, de un Siguiendo con nuestro razonamiento, debernos asegurarnos
engrane defectuoso en el tren, o de una falsa acción del escape; de que los agujeros del eje del volante son perfectos; la más
todo esto ha sido tratado en otros capítulos. ligera rugosidad en su interior puede tener sus consecuencias.
Si se comprueba que todo está bien en la máquina, entonces Otra causa posible es el desequilibrio del áncora; algunas anco-
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222 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO REGULACIÓN A DIFERENTES POSICIONES 223

ras están hechas de tal manera que es imposible equilibrarlas


bien, pero cuando menos, podremos mejorar su equilibrio. E OOOO
V) OíO iO f— O •* O tOM O t- iO«3(N O 00 t~ tD iC TU CÍS ÍN ^ ^H O
TjH CN i-lO 10 >C5 ^ -* •* (M (N <N CN <M <N <N(N (N (M
0 .<NCO T— I ^H T-t T-H rH CO CO CO WCO
La tabla de la pág. 223, compuesta por C. T. Higginbotham, apareció s
en una revista americana. Permite el cálculo rápido del error diario de un >OCO(N<N
reloj, conociendo el error en un cierto número de días. No- se han tenido en <O lO CO ÍM M -- OO5OS 00
E t/> O r» t- O <* OÍ1Í5 (M O5 ID •«*< (M OCO t-
cuenta las fracciones de segu'ndo, y los resultados se expresan por d número oa Ooiooo CC r-<O »O •*•*« •* co co coeo CO<M <N
<N (N <N <N <N <N CQ TH »H í-t
de segundos más inmediato; con todo, el error acumulado es despreciable. CO rH TJ1
Puede usarse un reloj, supongamos, durante 30 días y encontrar que ha É
•* m •M — i
retrasado 9 minutos, cantidad apreciable, pero cuando se cuenta en segundos
por día, la proporción no es tan alarmante; además el relojero puede estimar en
mejor el ajuste necesario cuando se consideran, por ejemplo, 18 segundos OOOCD O <JS O CO 00 •^1 O t— •* (N O 00 r— o-"* CO <N -H O O5 OO 00 !>• t— CC>
por día que 9 minutos en 30 días. 00
B vH *— f T-H
Para hallar el error diario correspondiente a un error total observado en ••*( <N <N -H

varios días, búsquese la intersección de la línea que empieza con el número


de días que ha estado en observación el reloj (en la columna días de marcha) IÁ
O O lO •* O O <N t* íM oo >a (N o oo 5DIÍ5MÍM —i O O5 00 C- t^ CD CO lO •* Tt<
con la columna encabezada por el número de 'minutos de error total hallado J r- —4 ^

en los días de observación. En este punto de intersección se hallará el tiempo o e


ÍO 'M ^ — <
de error diario.
Para un error total mayor que los 10 minutos comprendidos en la tabla,
2 <
0)
H O O O<N O *- ' »Í3 O íP -i o oo ^ •* S3S822 c- toco 10 •* Til CO CO OT G3
se suman los resultados de dos o más columnas: por ejemplo, para 23 mi- ÍD
E
O
nutos de error total se suman dos veces los resultados de la columna 10 H CO (M — i i-l
minutas y el de la columna 3 minutos, o también los resultados de las
columnas 10 m., 8 m. y 5 m. Para errores totales con 30 segundos, se toma « (O
o o »o o S Ir- 10 CO T-( O osooc-toio
la medía aritmética entre las dos columnas inmediatas; por ejemplo, para W 0
CQ *^H ,— (
CCr^ CO O -* •* CO CO IN Oí r-( — 1 O O

ftí *a ^ CQ CO CO
hallar el error diario correspondiente a un error total de 6 m. 30 segundos
se suman los resultados de la columna 6 m. y 7 m. y se divide la suma w K é
(M H i ^
por dos. a M P vi
O OOOD
o •* o t^- ^ g3 S =° t '£ 10 -* co eo<N — i -i OOO O 5 OJ O S CO C O

-* E
Cuando el reloj está en posición CD, obsérvese la entalla- (Q
(N ^H iH
dura del áncora; la elipse puede estar cayendo en ella, o la en-
talladura puede estar en un lado, por lo que la elipse entra por
í g
VI

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ococjoco CO iO •* COIM 1-1 T-I OO» O5 os op oo r— e- C- C— CO C£> CO

este lado en la entalladura. Puede ser que el impulso de la rue- e-o


é
da de escape por el áncora no sea tan decisivo como debiera y 1- 4 -^
VI O C-uS OT<J1 1-1 os <yj co co t- C- C- ÍD '-O iO O lO O 10 l£ü T^ Tj< ^ ^1
que la elipse toque sólo muy ligeramente cuando entra. é OOO •*
. •* CO U
tN rH *^ r-t t-l
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C^t

Se debe investigar a fondo esta cuestión porque aquí no hay a


*H
ajuste definido, como los ajustes antes enumerados para corre-
gir el error posídonal en CD. Probemos el reloj en posición CI é
V)
OO 0<N
CO CN i-l r-l
O O5 C- t- .5D
i-l >a >c "O-* Tt< TU -ji co co co COCOCOIN £N <N (N <N (M ÍM

y si hallamos que el error es de -)- 5 segundos, en estas circuns-


tancias, corno componenda, puede ajustarse la fijación central
J del espiral; el reloj da + 10 en CA, + 15 en CD y -f- 5 en CI;
tomando la posición CA; como término medio, la diferencia n ¡
•a
entre CA y CD es de + 5 segundos y entre CA y CI de — 5 f P (MCO ^ u3 O C-COO5O r-l (N 515 Ti >C te t- oo en o i-l (N CO -^ UT5
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segundos. Por lo tanto, podríamos arreglar el reloj para dar temperatura conocidos, no debería presentarse ningún otro error
-f 5 en CA, -f- i o en CD y ± en CI. Otro paso más adelante y
como resultado de la prueba en la posición vertical y a varias
podríamos modificar la forma de la curva externa del espiral
temperaturas.
del volante, o la de los pivotes del eje del volante, haciendo
Siempre hemos supuesto que el error en CA es de retraso.
que en la posición vertical principal el error sea nulo (± CA),
es decir, lo mismo que en EA, o ninguna diferencia entre la Pero si sucede lo contrario, es decir, que es por adelanto, enton-
marcha en CA y la de EA. Podemos, entonces, obtener ± en ces debe invertirse el procedimiento. Por ejemplo, se abre la
CA, -f- 5 segundos en CD y — 5 segundos en CI. curva de la espira extrema del espiral, se hacen los pivotes más
puntiagudos (pero aun redondeados), se ajusta un eje nuevo de
Se notará que aun tenemos la diferencia de i o segundos en- volante con los pivotes más grandes de diámetro y con un par
tre CD y CI. La variación del punto de fijación ha modifi-
de rubíes de agujeros mayores, etc.
cado algo el error de la posición CA en las posiciones CD y CI,
Se deduce de lo que antecede que hay siete u ocho modos de
pero no lo ha suprimido completamente. La eliminación del
ajustar si se tienen en cuenta los defectos construccionales men-
error puede conseguirse variando alguna condición construccio-
nal, tal como una ligera falta en el escape, o la forma actual de cionados en la regulación CD y CI. Ello depende tanto del re-
la curva de la espira extrema. El empleo de cualquiera de los loj en que trabajamos como del procedimiento empleado. El
ajustes para corregir el error vertical, o CA, puede afectar al ajuste posicional puede llegar a ser un trabajo muy largo y como
mismo error CA, pero como hemos visto, los errores pueden asi- podría resultar antieconómico invertir mucho tiempo en un re-
mismo anularse por una pequeña vicisitud. loj barato, el mismo relojero debe decidir en cada caso. Y no
De este breve análisis se apreciará que el ajuste de las tres sólo debe de tenerse en cuenta el tiempo, sino que también debe
posiciones verticales es un ajuste largo y además costoso; por considerarse si el reloj reúne las condiciones adecuadas; no ne-
otra parte, cualquier reloj puede marchar sin irregularidades de cesariamente por su valor intrínseco, sino porque no todos los
importancia en las tres posiciones verticales después de un ajus- relojes pueden ser ajustados posicionalmente con seguridad de
te sencillo y rápido. éxito.
Por unos momentos es necesario volver a la regulación por Con todo, si se cree que con un ajuste el reloj es capaz de
temperatura. Muchos relojes que han de someterse a las prue- un mejor rendimiento, procédase a regularlo de la forma que se
bas de temperatura son verificados posicionalmente a alta y baja considere adecuada. Supongamos que el reloj que se va a repa-
temperatura. Por ejemplo, en posición CA a 32° y 5°. rar sea un reloj de máquina fina. Primero mírese si la curva
Cuando son satisfactorios los resultados de las pruebas po- extrema del espiral está situada lo más correctamente posible;
sicionales a la temperatura normal precédase a las pruebas con verifiqúese luego la fijación central del espiral y se corrige, si
calor. es necesario. Durante la prueba puede lograrse un pequeño per-
Si el reloj que se prueba en posición CA lleva el volante feccionamiento aplanando ligeramente los extremos de los pi-
compensado y el error excede del error normal en CA y también votes del volante. El toque final puede darse con un ligero
del error encontrado en calor, en posición EA, será indicio de ajuste de las espigas de la raqueta, hasta obtener el mejor resul-
que el volante se desequilibra con el calor, lo que es posible, tado posible.
como se indicó al tratar de los ajustes en temperatura. En tal El ajuste posicional exacto es una "quimera". Un reloj
caso nada puede hacerse como no sea cambiar el volante. puede ser regulado muy detenidamente y pasar una prueba ofi-
Cuando se trata de un volante sencillo o monometálico, no cial, tal como la "Kew", con excelentes resultados, pero este
puede desequilibrarse y, aparte de los errores posicíonal y de mismo reloj después de un año de funcionamiento y de haber
sufrido alguna limpieza tiene muy escasas probabilidades de
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226 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO REGULACIÓN A DIFERENTES POSICIONES 227

obtener un resultado comparable con el anterior si se le somete 6. Ajústese el equilibrio del volante de modo que se pro-
a la misma prueba. En primer lugar, el reloj fue regulado en duzca un punto pesado en la parte inferior del mismo, para
ciertas condiciones, probablemente para docenas de pequeños hacer que el reloj adelante en posición vertical.
errores; después de doce meses de marcha, unos errores aumen-
tan, otros disminuyen, y aun se presentan otros de nuevos. Re- 7. Abrase la curva de ¡a espira exterior del espiral del vo-
cordemos que la perfección absoluta es imposible en este mundo lante, esto es, hágase de mayor diámetro, o alejarla del centro,
y esto es aplicable también a los relojes; incluso en algunos de para que el reloj atrase en posición vertical.
ellos parece se ha pretendido acumular imperfecciones. 8. Agudizar los extremos de tos pivotes del eje del volante
para producir un retraso relativo cuando el reloj está en posi-
ción vertical.
TABLAS DE CORRECCIÓN
p. Móntese un nuevo eje del volante con pivotes de mayor
A continuación resumimos escuetamente todo lo que se ha diámetro y rubíes con agujeros mayores, para producir un re-
dicho sobre la regulación posicional. Este resumen deberá em- traso relativo, cuando el reloj está en posición vertical.
plearse junto con las tablas de corrección siguientes. En el caso 10. Ábranse las espigas de la raqueta y ajústese el muelle
de un reloj que tenga un error de los comprendidos en las ta- espiral del volante de modo que trabaje igualmente entre ellas,
blas, con una mirada a las mismas y al resumen se podrá saber para hacer que el reloj retrase cuando está en posición vertical.
cómo resolver rápidamente la dificultad. Debe estudiarse cada
encabezamiento de ajuste posicional, y el resumen y la tabla su- 11. Ajústese el equilibrio del volante de modo que el pun-
gerirán al instante lo que conviene hacer. to pesado esté en la parte alta del volante, para hacer que el
reloj retrase en posición vertical, teniendo muy en cuenta la
/. Modificación de la forma de la espira exterior del mue- extensión del arco de oscilación del volante, como se ha ex-
lle espiral del volante. Si la curva se hace más pequeña y ceñida plicado.
al centro hará que el reloj adelante en posición vertical.
2. Obsérvese el punto de fijación central del muelle espiral
del volante, para ver si es correcto.
3. Modificación de la forma de los extremos de los pivotes
del eje del volante. Aplanando los extremos se da un adelanto
relativo al reloj cuando está en posición vertical.
4. Redúzcase el diámetro de los pivotes del eje del votante
y móntense rubíes con agujeros más pequeños para dar el ade-
lanto relativo cuando el reloj está en posición vertical.
5. Ajuste de las espigas de la raqueta: sepárense las espigas
y ajústese el espiral de modo que se apoye en una espiga para
hacer que el reloj adelante en posición vertical.
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TABLA DE CORRECCIÓN DE ADELANTOS
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TABLA DE CORRECCIÓN DE RETRASOS
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en segundos indicados Errores
en
segundos posiciona- Error total Métodos de corrección Observaciones
les en en segundos indicados
segundos
Núm. 7 ó n.° 2 para Puede e4iminarse la tota-
EA+ -5 | = + 10 CA relojes de primera lidad del error por al- = — 10 CA Núm. 2 ó n.° 3 paraCon cualquiera de estos
EA+5 relojes de primera ajustes puede eliminar-
CA + 15 clase. Número 10 ó guno de estos ajustes.
n.° 11 para relojes Debe considerarse la CA-5 clase; n.° 5 ó n.° 6 se todo el error. La ca-
de segunda clase. calidad de los relojes. para los de calidad lidad del reloj es el fac-
inferior. tor que determina el
Núm. 7 y n.° 2 para Núm. 7 y n.° 2 pueden sistema a adoptar.
EA+5 | = + 15 CA relojes de primera conseguir lo que se de-
Núm. 1 y n.° 2 para los relojes finos, para
CA + 20 calidad. Núm. 8 o sea y puede permitirse, EA+5 • = — 15 CA los relojes de pri-Enterminar, se puede apli-
n.° 10 para los de finalmente, un ligero
segunda calidad. toque n.° 5 en relojes CA-10 mera clase, y n.° 3, car ligeramente el toque
de primera calidad. n.° 4, n.° 5 ó n.° 6 número 5.
para los relojes de
Núm. 7 y n.° 2, lue- calidad inferior.
La n.° 8 para corregir el
go n.° 8 y acabar error restante, si no con Núm. 1 y n.° 2, lue-Como el error es más
EA+5 con n.° 10 para re- EA+5 • = - 20 CA go n.° 3 y un ligero bien grande, n.° 1 po-
n.° 10. Para los de se-
| = + 20 CA lojes buenos. Para gunda clase, n.° 10 y/o toque n.° 5, si es dría ser arriesgado, por
CA + 25 los de segunda cali- CA— 15
n.° 11 eliminarán todo necesario, para los lo que debe acompañar-
dad n.° 10 y/o nú- de primera calidad. se de n.° 5 como míni-
mero 11. el error.
N.°5y/on.°6 para mo. En los relojes de
Se usa la misma co- Las mismas observacio- los de calidad infe- calidad inferior núm. 5
EA+5 rior. elimina por completo el
= + 25 CA rrección que en el nes anteriores se aplican
CA + 30 caso anterior. aquí. error la mayoría de las
veces.
Núm. 7yn.°2. Lue- La n.° 9 para corregir el
EA+ 5( go n.° 9 y acabar error restante, y si no la Núm. 1 y n.° 2, lue-Núm. 4 corregirá el error
= + 30 CA con n.° 10. Para los n.° 10 lo hará. Para los go, si el error es restante, pero si no lo
CA + 351 relojes baratos nú- baratos n.° 10 y n.° 11 aún grande, n.° 4; logra lo hará ligero nú-
mero 10 y n.° 11. eliminará todo el error. EA+5 acabar con núm. 5
= — 25 CA para los relojes fi- mero 5. Para los de ca-
EA+ 51 = + 35 CA Se emplea la misma Si el reloj no se prueba en
corrección que en las 3 posiciones vertica-
CA-20 nos. N.° 5 y n.° 6 lidad
minará
inferior n.° 5 eli-
todo el error en
CA + 40 ) para los de calidad la mayoría
el caso anterior. les, podría usarse un li- de los casos.
I gero toque n.° 11. Para inferior.
los baratos n.° 10 o nú- • = — 30 CAN.° 1 y n.° 2, luegoLas mismas observacio-
mero 11, o un poco de EA+5 p.° 4 y acabar con nes anteriores se aplican
ambos, eliminará todo CA— 25 h.° 5. Para los de aquí.
el error. calidad inferior nú-
mero 5 y n.° 6.
EA+5 Se emplea la misma Las mismas observacio-
corrección que en nes anteriores se aplican Corrección igual a laSi el reloj no es para las
CA + 45 = + 40 CA EA+5 = - 3 5 C A anterior. 3 pruebas de posición
, ... | el caso anterior. aquí.
CA-30 vertical puede ayudar
EA+ 5 i Se aplica la misma Las mismas observacio- un ligero n.° 6. Para los
CA + 50 ) = + 45 CA corrección que en nes anteriores se aplican de calidad inferior n.° 5
j- el caso anterior. aquí. o n.° 6, o un poco de
Se aplica la misma Las mismas observacio- ambos.
EA+ 51
= + 50 CA corrección que en nes anteriores se aplican
CA + 55 ) el caso anterior. aquí.
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230 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO

Errores
posiciona- Error total Métodos de corrección
les en en segundos indicados Observaciones
segundos
Corrección igual a la Las mismas observacio-
EA+ 5 = - 4 0 C A anterior. nes anteriores se aplican
CA-35 aquí.
CAPÍTULO XV
EA+ 5 Corrección igual a la Las mismas observacio-
nes anteriores se aplican
• = - 45 CA anterior.
CA-40 aquí.
EJECUCIÓN DE PIEZAS NUEVAS
EA+ 5 Corrección igual a. la Las mismas observacio-
nes anteriores se aplican
= — 50 CA anterior.
CA— 45 aquí. La ejecución de piezas nuevas es una demostración de habi-
lidad por parte del relojero; y hasta nos sentiríamos tentados de
intitular este capítulo: "Construcción de relojes". Los reloje-
ros pueden ser clasificados en tres categorías:
i.a Los capaces de examinar y limpiar bien un reloj.
2.a Los que saben ajustar correctamente un muelle espiral
nuevo de volante y regular y ajustar la marcha del reloj en
temperaturas y en posiciones diferentes.
3.* Los capaces de limar y tornear bien para poder ejecu-
tar piezas nuevas iguales a las originales.
El hombre que reúna estas tres condiciones representa la
mejor adquisición para cualquier taller de relojería. El que está
capacitado para cumplir alguna de ellas de una manera real y
efectiva, puede considerarse un operario de primera clase. Es
de gran valor el dominar las tres y, de entre éstas, el hacer pie-
zas nuevas es la que requiere mayor práctica y, sin duda, la
más difícil. Este trabajo puede ser realmente difícil para algu-
nos, mientras para otros es fácil y agradable al mismo tiempo.
Para trabajos de carácter general la tercera categoría no puede
ser alcanzada sin haber logrado un completo dominio de la
primera. En algunos talleres de importancia puede llegarse a la
división del trabajo, pero desde el punto de vista humano, es
mejor ser un obrero total y completo, que no un especialista:
aquél puede encontrar un buen empleo en muchos sitios; éste
está expuesto a quedar sin ocupación en cualquier momento.
En este capítulo intentaré demostrar con cuánta facilidad
pueden hacerse piezas nuevas. Como en todas partes, hay aquí
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232 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO EJECUCIÓN DE PIEZAS NUEVAS 233

también mucho que aprender, y como esto lo hacemos a base manos. Para árboles cilindricos, tales como partes del eje del
de la experiencia de los demás, frecuentemente lo que se consi- volante y de piñones, se emplea un pulidor de cerca de 150 mm
dera un trabajo muy dificultoso, en la realidad se encuentra de largo, de 3 a 5 mm de ancho y de, 1,5 mm de grueso, cuyo
sencillo cuando ya se sabe hacer. No creo necesario mencionar extremo activo se lima para quedar como se ve en la figura 255.
todas las piezas cuya construcción pueda interesarnos, pero se- Cuando se pulen los pivotes de eje de volante se emplea una
leccionaré algunas que comprenderán todo el campo del lima- varilla redonda de, aproximadamente, 150 mm de largo y un
do, torneado y pulido, con lo que será problema solamente de diámetro de 1,5 a 3 mm, que se lima como aparece en la figu-
aplicación el adaptarse a cada caso particular. ra 256. Tal pulidor puede usarse para todos los tamaños de
Pero, antes de meternos de pivote. Cuando se pule
lleno en ello, trataré en primer una superficie plana con
lugar de los materiales para pu- polvos de esmeril, se
lir, del modo de prepararlos y usa un vidrio plano Fig. 255. — Pulidor de hierro o acero dulce
de cómo se usan. cuadrado de 75 mm de
Los polvos de esmeril para lado. Los alisadores, co-
rectificar el acero son unos pol- mo los pulidores, son
Fig. 254. — Recipiente para el ma- vos finos que pueden adquirirse
Fig. 256. — Pulidor de pivotes
terial de pulir. en las tiendas de suministros
de hierro o de acero
para relojería; los que lo prefie-
suave.
ran pueden usar asimismo el carborundum, que se prepara del
En la revista Horological Journal apareció hace algún tiem-
mismo modo que los polvos de esmeril; puede usarse de una
po un interesante artículo sobre "How the Jewels in Your
manera similar y para los mismos fines. Es conveniente prepa-
Watch are Made" (Cómo se hacen los rubíes de su reloj), que
rar de una sola vez aproximadamente tanto polvo de esmeril
dice así:
como pueda caber sobre una moneda de las más pequeñas. Se
"El material básico para la fabricación de rubíes artificiales
coloca en un bloque (Fig. 254) y sé mezcla con aceite semiden-
es generalmente el alumbre amónico, sulfato doble de aluminio
so de relojería, hasta la consistencia de crema o un poco más.
y amonio, tratado especialmente para obtener la pureza nece-
Es muy importante que este abrasivo no entre en contacto con
saria. Se calcina primeramente en un horno a la temperatura
otros materiales para pulir; a tal fin, se guardan los polvos de
de 1.000° Esta operación elimina el agua de cristalización, el
esmeril en un recipiente separado y no en aquellos bloques con
ácido sulfúrico y el amonio, quedando la alumina pura A12O3
dos o tres recipientes juntos que se venden para este objeto.
en forma de un polvo blanquecino de un grano con extrema
Para coger el esmeril se debe sumergir el pulidor en la pasta
finura. Es interesante notar que la alumina obtenida por el tra-
formada por polvos y el aceite semidenso, excepto cuando se
tamiento del alumbre amónico produce la diamantina, el pro-
usan alisadores u otros métodos similares, en cuyo caso se re-
ducto pulidor indispensable al relojero."
coge con la punta del cuchillo y se desparrama después sobre la
superficie que ha de trabajarse. La diamantina se vende en pequeñas botellas, que deben
guardarse muy bien tapadas para que no se mezcle con el polvo
El pulidor que se emplea para utilizar los polvos de es- del ambiente. La diamantina es un polvo blanquecino y para
meril y aceite £s de hierro o de acero suave. Los pulidores se ser usada se prepara de la siguiente forma: tómese tanto polvo
hacen de varias formas y tamaños para encontrar siempre la de diamantina como pueda cogerse con una moneda de las pe-
herramienta adecuada a la clase de trabajo que tengamos entre queñas y coloqúese en un recipiente similar al usado para los
polvos de esmeril. A esta pequeña porción de diamantina aña-
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234 MANUAL PRACTICO DEL RELOJERO EJECUCIÓN DE PIEZAS NUEVAS 235

dase una gota de aceite ligero, que puede dejarse caer de un des- flota en el aire, el cual es suficiente para producir rayas en la
tornillador de relojero de tamaño mediano. superficie pulida.
Limpíese bien con un afinador de cuero con esmeril fino el Se usan los mismos pulidores para la diamantina que para
bruñidor plano para pivotes y luego quítese el esmeril con un los polvos de esmeril. Por ejemplo, cuando se pule un árboi
trapo de hilo. Después mézclese la diamantina con el aceite, cilindrico, después de haber empleado los polvos de esmeril, sí
ejerciendo bastante presión; para obtener buenos resultados se limpia el pulidor con una lima a fin de obtener un rayado trans-
recomienda usar tan poco aceite como sea posible, aunque des- versal para el retenido del material pulidor. Después se debí
restregar el pulidor con un trapo
de hilo para quitarle todo vestigio
de esmeril y seguidamente se carga
con la diamantina. Para otros tra-
bajos pueden usarse los pulidores
de bronce de campanas. Cuando se
pulen a mano las caras de las ca-
bezas de tornillo, se usa un puli-
dor de bronce de, aproximadamen-
te, 150 mm de largo por 12 mm
Fig. 257. — Modo de recoger Fig. 257 a. — Modo de traspasar la de ancho y por 6 mm de grueso. Fig. 258. — Bloque de cinc para
diamantina. diamantina al bloque de pulir. Los alisadores se hacen de bronce pulir, con su funda de papel.
de campanas. Cuando se pulen su-
pues tal vez sea necesario añadir otra pequeña gota. Al prin- perficies planas a mano — "pulido manual" — lo mejor es un
cipio parece que no se mezcla con la diamantina, pero se puede bloque de cinc de 75 mm por 50 mm y un grueso de 12 mm
lograr esto batiendo y restregando repetidamente con la parte (figura 258). Tanto el bronce como el cinc se usan solamente
plana del bruñidor. Con todo esto se obtendrá una pasta bas- con diamantina y nunca con polvos de esmeril. El pulidor de
tante compacta, de una consistencia parecida a la del mástique. bronce se prepara con un limado que deje una superficie rayada
Algunos entendidos en la materia aconsejan usar una va- transversalmente para la retención de la diamantina.
rilla de vidrio para mezclar la diamantina con el aceite, pues el El bloque de cinc debe limarse de vez en cuando para con-
acero la decolora. Después de mezclada con el bruñidor, la dia- servarlo plano y, antes de usarse, la pequeña parte que se ha
mantina presentará un color gris obscuro, pero esto no le resta destinado para ello se debe rascar con un cuchillo ha'sta dejarla
eficacia. brillante (Fig. 2580). Asimismo, es necesario limpiarlo siem-
Para cargar el pulidor con diamantina se refriega aquél en pre antes de cargarlo. Háganse unas fundas de papel fuerte para
la pasta, recogiendo la cantidad mínima compatible con la efec- tener bien protegidos el bloque de cinc y los pulidores de bron-
tividad. Para traspasar la diamantina a un alisador, o bloque de ce; la diamantina de pulir debe guardarse del polvo a toda costa.
alisar, se golpea ligeramente sobre la pasta con el nudillo del La madera de boj es también útil para acabar el pulido;
dedo pulgar, bien limpio (Fig. 257), y luego en igual forma puede obtenerse de un palillo de limpiar o del mango de un ce-
se golpea el alisador o bloque, con la pasta, quedando dispuesto pillo de relojero. Como retoque final, después del pulido metá-
para ser usado (Fig. 2570). Mientras no se utiliza la pasta lico, el boj produce una bonita tonalidad obscura, muy utili-
debe tenerse tapado el recipiente para preservarla del polvo que zada para árboles y cabezas de tornillo. Los alisadores se hacen
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MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO EJECUCIÓN DE PIEZAS NUEVAS 237

de boj cuando se requiere una superficie perfectamente plana y gado con rojo, primeramente se debe preparar con la piedra
mate. Para prepararlos, rasqúense con un cuchillo y ya puede Montgomerie; esta piedra es para el latón y el oro lo que los
aplicarse la diamantina, como si fuera cinc o bronce. Puede subs- polvos de esmeril son para el acero. Luego se verá cómo estos
tituir perfectamente al boj un palillo de los usados en relo- dos medios de pulir pueden usarse para el acabado. Hemos
jería, cortado verticalmente. El reverso del mango de un cepillo mencionado los principales materiales y pulidores; luego se da-
de relojero rinde también buenos servicios cuando se quieren rán detalles con respecto a su uso en la ejecución de piezas.
pulir las cabezas de tornillo y piezas similares. Con el limado se pretende obtener superficies bien planas,
según se requieran. Durante la reparación de relojes sólo se

Fig. 258 fl. — El bloque de cinc debe rascarse con un cuchillo antes de usarlo, Fig. 259. — Modo de coger la lima para limar plano
hasta dejarlo brillante.
presentan al relojero piezas pequeñas, y a fin de explicar mejor
Hoy en día el rojo para pulir oro y latón ya no se emplea los rudimentos del limado correcto consideraremos primero la
mucho. La mezcla de rojo se hace igual que la de diamantina, construcción de un puente de reloj; por ejemplo, el puente del
excepto que no requiere el batido. Se usa con pulidores de es- volante. Una vez se dominen las primeras enseñanzas del lima-
taño de forma parecida a los de hierro empleados para la dia- do, nos será fácil limar piezas pequeñas de acero. Para limar la-
mantina y también en bloques de pulir. El modo de cargar de tón, escójase una lima afilada o nueva, y cuando ya no lo corte
rojo los pulidores es parecido al empleado para la diamantina. puede destinarse a los trabajos sobre el acero.
La piedra Water-of-Ayr, de Montgomerie, o de agua, es No es aconsejable limar acero templado por dos razones:
parecida, tanto por su aspecto como por su composición, a la en primer lugar, el metal estropearía la lima y, después, es casi
pizarra. La hay de muchas clases, de las cuales la conocida por imposible obtener un limado satisfactorio.
piedra Montgomerie es la más conveniente para trabajos de Como sea que el puente del volante que suponemos vamos
relojería. Se. vende en las tiendas de suministros en barretas rec- a construir debe ser de latón, usaremos una lima afilada. Pón-
tangulares de, aproximadamente, 150 mm de largo y una sec- gase un pedazo de latón de aproximadamente 13 mm de largo,
ción cuadrada desde 6 mm a 25 mm de lado. Para usarla se 6 mm de ancho y 6 mm de grueso sobre un bloque de corcho
mete en agua unos momentos, y después ya puede frotarse so- sujeto en el tornillo de banco. Clávense dos espigas en el cor-
bre la pieza que se está trabajando, pero se procurará que la cho, como muestra la figura 259, cójase la lima como se ve
piedra se mantenga mojada.
en la misma figura y límese plana la superficie superior. Se
Para pulir una pieza de latón con un pulidor de estaño car- coloca la pieza de latón sobre corcho para que ella misma se
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EJECUCIÓN DE PIEZAS NUEVAS 239

forme su propio asiento, al ceder éste bajo la presión de la mantenga sólidamente, y encima de este trozo de tela clávese
lima. Dense pasadas largas y firmes, y no se olvide que la lima un pedazo de muelle real fuerte, curvado de forma que man-
corta solamente en su movimiento hacia adelanté. tenga abiertas las quijadas cuando estén libres. En realidad
Sujetando la lima como indica la figura, se ejerce una pre- el todo quedará como muestra claramente la figura 261. En
sión constante durante toda la pasada y se tiene un completo virtud de la presión del muelle las quijadas quedarán abiertas
dominio sobre la misma. Si se examina atentamente una lima, cuando estén libres y cerradas cuando se sujetan en el tornillo.
se verá que está forma- Para aprender, el mejor medio es trabajar; pero aun el tra-
da por una infinidad de bajo que se realiza pata apren-
diminutos dientes, to- der implica la necesidad del ma-
dos ellos inclinados ha- nejo cuidadoso de todas las
cia la punta. Cuando se herramientas y del material. Se-
llega al final de la pa- ría una verdadera lástima que
sada, levántese la lima, después de haberse esforzado
separándola del traba- en dejar las dos caras con una Fig. 261. — Quijadas de madera
jo; al retroceder, no se superficie bien lisa, se echaran
ntente sacar i a perder por falta de cuidado. El orgullo de todo operario debe
Fig. 260. — Bloque de latón sujeto en el tor- c . ,.material:
nulo de banco entre quijadas de cobre. fre
8 a r con la lima ade- consistir en hacerlo siempre todo bien, lo mejor, al menos, que
lante y atrás no es li- le sea humanamente posible. Las cabezas de los tornillos, las
mar. Terminada la pasada, llévese de nuevo suavemente la pun- superficies pulidas, las agujas del reloj, para mencionar sólo
ta de la lima hacia la pieza de latón, para empezar la siguiente unas pocas, son las piezas que más sufren por negligencia. El
pasada, procurando hacer la misma presión en toda la longitud operario bueno y capaz manejará todas las piezas del reloj con
de la lima; esto facilita que la lima esté en pleno contacto con un respeto rayano a la superstición; no podrían comprenderse
el latón y evita la formación de facetas. Se continúa limando la los sentimientos de un operario que tomara una pieza, ponga-
superficie superior hasta que hayan desaparecido todas las mar- mos por caso, una báscula cuidadosamente acabada, le diera
cas o desigualdades y entonces se vuelve la pieza de latón al unas pasadas con una lima basta y creyera dejarla terminada
revés y se lima la otra cara. con su cara superior imperfecta: esto no es propio de un buen
Cuando las dos caras están perfectamente limpias y planas, artífice, y, sin embargo, cada día nos llegan señales de malos
o sea, libres de rugosidades, etc., para asegurarse de que las tratos por este estilo.
mismas están paralelas, con un micrómetro o pie de rey com- Límense los: cantos planos y exactos, esto es, a escuadra con
pruébese el grueso de la pieza en varios sitios. las caras. Trabajando en piezas pequeñas, algunas veces se ob-
Sujétese después la pieza en el tornillo de banco, protegien- tiene mejor resultado sujetando la pieza con la mano, como
do sus lados con un pedazo de cartón doblado (Fig. 260) muestra la figura 262. Después de todo esto obtendremos un
y escuádrense los cantos y costados. Sí fuera necesario limar paralepípedo regular de metal con sus caras perfectamente pla-
mucho, en vez de cartones se emplean unas piezas a modo de nas, los cantos planos y los ángulos rectos.
quijadas de leño, que se pueden hacer fácilmente con dos pie- Este trabajo, aparentemente tan simple, es más que una
zas de madera de 40 mm de largo, 25 mm de ancho y 6 mm mediana proeza para un principiante. Un nuevo progreso cons-
de grueso, aproximadamente; únanse estas dos piezas por uno tituye el limar un escalón: para ello téngase el paralepípedo
de sus cantos de 40 mm con un pedazo de tela de hilo que las entre los dedos pulgar e índice de la mano izquierda y apóyese
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sobre el corcho sujeto en el tornillo de banco, como muestra la jando el grueso aproximadamente a la mitad. Con todo esto
figura 263. Límese con pasadas firmes y seguras, teniendo el ya tenemos algo parecido a un puente de volante. Para dar otro
canto liso (sin dientes) de la lima, contra la pared del escalón. paso adelante, se redondea el extremo en la forma indicada en
Las limas planas como la que usamos tienen las dos caras y la figura 265. Es una excelente costumbre ejecutar trabajos
como el que se ha descrito, para cultivar la habilidad en limar
plano y seguro.
Debo hacer notar lo importante que es cuando se lima cual-
quier pieza, que ésta, en todo lo posi-
ble, se mantenga siempre nivelada;
trabajando de esta manera se asegura
el logro de una superficie plana y co- Fig. 264. — Forma del
rrecta. Esta es la razón que aconseja el puente acabado.
uso del corcho, el cual cede según la
presión que sufre; cuando no es con-
Fig. 262. — Sujetando el bloque de latón para el limado plano veniente usar corcho, la pieza se man-
un canto con dientes y el otro canto liso. Se debe dar una pre- tiene en la mano, cuya superficie tam-
sión considerable sobre la lima y no perder de vista el canto liso bién se adapta a las presiones. Algu- Fig. 265. — Las flechas in-
para cerciorarse de que se lima bien recto durante la pasada, ya nas piezas diminutas, tales como las dican la dirección del ra-
virolas pequeñas, se ponen en la yema yado cuando se acaba el
puente.
del dedo índice, cuando se lima plano.
Naturalmente, en los trabajos largos o
con piezas pesadas se debe emplear el corcho, pues se necesitan
las dos manos para sujetar la lima.
Cuando se lima en el torno de puntas, en el universal, o
como acabamos de describir, y también cuando se pule, es ne-
cesario conseguir, por un medio u otro, que la pieza que se
trabaja esté nivelada. Aquí está el secreto para obtener buenos
resultados, o al menos, una parte importante del sistema para
lograrlos. El operario perfecto debe poseer el 50 por 100 de
ingenio o arte, pero el resto consiste en ciencia de colocar, su-
jetar y trabajar las piezas; y para esto, únicamente la práctica
Fig. 263. — Sujetando el bloque de latón para limar el escalón constante puede ayudarnos.
Si hubiésemos ejecutado este puente para un fin especial,
que una desviación redondearía la pared del escalón. Se con- ahora deberíamos taladrar los agujeros para los tornillos, pasa-
tinúa limando de esta manera hasta que se ha rebajado cerca de dores fijos, etc.; pero como lo hacemos para practicar, podemos
un tercio el grueso en el escalón. Después se vuelve la pieza y prescindir de ello y proceder a darle el acabado. Hay varios mé-
se hace otro escalón opuesto, como indica la figura 264, reba- todos para conseguirlo. Uno de ellos consiste en acabar las cua-
tro superficies planas con un afinador de esmeril del tamaño
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242 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO EJECUCIÓN DE PIEZAS NUEVAS 243

mediano. Dense las pasadas firmes y seguras, tal como las que si se dispone del resorte roto o inutilizado, precédase como si-
dábamos con la lima, en la dirección que indican las flechas en gue: escójase un trozo de acero plano y de un grueso algo ma-
la figura 265, y conseguiremos un rayado fino y recto. El mis- yor del que ha de tener el resorte acabado; lo mejor es una tira
mo estilo de acabado puede obtenerse con una piedra de esmeril larga, de, por ejemplo, unos 150 mm; luego se comprenderá
en vez del afinador. Es mejor, no obstante, emplear el afinador, el motivo. Limpíese un extremo de la tira de acero con un afi-
ya que la superficie queda primorosamente lisa y la tarea se ter- nador de cuero y esmeril; caliéntese este extremo y desparrá-
mina más rápidamente. Cuando ha de reducirse mucho, con el mese cera de abeja sobre el mismo, de modo que quede
afinador la superficie tiende a curvarse; en este caso es preferible
emplear la piedra esmeril, puesto que puede ejercerse más fuer-
cubierto
la cual
por
se co- r
una película de ésta, sobre

za y asegurarse de que las superficies quedarán planas, pero aun locan los pedazos del recorte del cli- Fig. 266. — El resorte del cli-
así la experiencia enseñará que el afinador no es despreciable. quet roto, en la forma que indica la quet dispuesto para ser «foto-
grafiado» sobre el acero.
Otro modo de acabar las superficies del latón consiste en figura 266. Antes de poner el re-
frotarlas con una piedra Montgomerie o de agua, previamente
humedecida. Se da a la piedra, un movimiento circular, se la quita. Se calienta r
sorte en esta posición, si lleva algún pasador fijo, se le

moja más si es necesario, y finalmente se limpia la pieza con después la tira de acero hasta que el Fig. 267. — Contorno del re-
agua, resultando una superficie mate, apagada y sin rayas. Este extremo «n el que está el resorte to- sorte del cliquet «fotografiado»
sobre la tira de acero por el
acabado es ideal para las piezas que han de dorarse y también me el color azul; se retira entonces calor.
para servir de base para el "moteado". de la llama y se sopla suavemente
Para motear córtese en primer lugar un palillo de boj en para que se enfríe. Cuando está com-
forma de cincel; cargúese la superficie que se ha de motear, con pletamente frío, se quitan los trozos
polvos secos de esmeril, y sobre éstos con el palillo cortado pre- del resorte roto, que ha servido de quet Fig. 268. — El resorte del cli-
limado a la forma y a
viamente se restriega, dando movimientos circulares, hasta que modelo, y encontraremos que éste punto de ser separado del res-
el cincel de boj toque al latón. Aparecerá entonces un rosetón ha quedado como "fotografiado" so- to de la tira de acero.
sobre la superficie, y si se repite indistintamente la operación bre la tira de acero.
sobre toda la superficie, se tendrá un efecto decorativo mate, La forma del resorte quedará en color blanco, exactamente
muy agradable. Algunos moteados, como los de las platinas como se ve en la figura 267.
de los cronómetros, se hacen a intervalos regulares, pero para Limando, empezaremos a darle la forma; para ello emplea-
esto se requiere una máquina especial, con un moteador de mar- remos limas algo gastadas: las más útiles son las redondas y las
fil para trabajar con los polvos de esmeril. de media caña. Es recomendable no cortar el resorte de la tira
Después de haber aprendido a limar el latón de la forma de acero, ya que ésta hará perfectamente de mango para suje-
indicada, con un cierto grado de perfección, podemos ya aden- tar el resorte mientras se lima hasta que casi esté acabado. La
trarnos en el limado del acero, para conseguir un resorte de figura 268 indica en qué momento es aconsejable separar el
cliquet; por regla general, es más lento trabajar el acero que el resorte del resto de la tira de acero que le ha servido de man-
latón; la lima no debe ser tan afilada. Por lo tanto, es nece- go. Cuando el resorte ya casi tiene las medidas requeridas, se
sario saber refrenar la impaciencia. No se intente limar con lima transversalmente el contorno; el limado transversal ase-
profundidad el acero templado con revenido alto; puede hacerse gura un grueso uniforme y en realidad es equivalente al limado
alguna pequeña modificación, pero para ejecutar una pieza nue- normal, ya que no es posible limar en plano una superficie cur-
va el acero debe ser blando. Para realizar el resorte de cliquet, va. Para el limado transversal, la pieza debe apoyarse sobre
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244 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO EJECUCIÓN DE PIEZAS NUEVAS

madera, el mango de un afinador, por ejemplo. En la figu- Después ha de ajustarse el agujero para alojar la cabeza del
ra 269 las flechas indican la dirección que debe seguirse en el tornillo; si es avellanada o cónica, el agujero debe avellanarse
limado. con un escariador para que no
Cuando se ha conseguido que el resorte esté bien perfilado, sobresalga la cabeza por enci-
ma de la superficie plana del
resorte (Fig. 272). Si el tor-
nillo tiene la cabeza cilindri-
ca o cuadrangular, se rebaja
en forma de cilindro parte
del agujero, con una fresa
adecuada (Fig. 273). Con
todo esto el resorte quedará
listo para ser templado. Fig. 271. — La flecha muestra el pa-
sador clavado para mantener fijo el
Por ser delgado y relati- resorte del cliquet durante el acabado.
Fig. 269. — Limado transversal del resorte del cliquet vamente largo, hay peligro de
que se deforme cuando se templa en aceite; este riesgo se reduce
se separa de la tira de acero cortándolo con una lima de cuchi- considerablemente si se envuelve el resorte con varias espiras de
llo, y luego se pule el punto en que se ha cortado, sosteniendo un alambre delgado como el "alambre
el resorte con unas tenazas. Luego se taladra el agujero para de atar" que corrientemente se encuentra
el tornillo — o dos si lleva dos tornillos en las tiendas de suministros (Fig. 274).
— y asimismo los correspondientes a los Cuando todo el resorte está al rojo
pasadores fijos, si hay alguno. Para ha- cereza o al rojo sombra, sumérjase la pie-
cerlo, se mantiene el resorte por medio za en aceite durante unos momentos; des-
de unas tenazas junto con una plancha pués quítese el alambre y pruébese el
de latón, para evitar que la broca se temple con una lima: Si el resorte está
rompa, cuando ya ha hecho el agujero Fig. 272. - Avellanando
con una herramienta de bien templado, la lima no debe morder-
(Fig. 270). Después se lima para dejar achaflanar para alojar la le; téngase la precaución de efectuar la
el resorte exactamente al grueso que ha cabeza del tornillo. prueba en un punto que no sea vital con
de tener; para ello se coloca en el tor- una lima de aguja para no estropear la
nillo de banco un pedazo de madera blan- pieza; si la lima muerde, ha de repetirse
Fig. 270. — Modo de da, que también puede ser el mango del
sujetar el resorte del el temple hasta que quede lo suficiente-
cliquet con un respaldo afinador. Clávese en la madera un pasa- mente duro. Entonces debe precederse al
de latón, en las entena- dor corto de latón y coloqúese encima el
llas, para taladrar los resorte con el agujero metido en el pasa- revenido y para ello se mete la pieza den-
agujeros. Fig. 273. — Fresa de re- tro de aceite hirviendo. Procúrese un pe-
dor (Fig. 271). Una o dos pasadas, con bajar para los tornillos queño pote, por ejemplo un viejo barri-
una lima fina, serán suficientes para dejarlo plano y casi al de'cabeza cilindrica. lete con el agujero central taponado, y
grueso requerido. Hágase bastante presión y realícese el trabajo
despacio, con firmeza y seguridad. Inviértase la cara del resorte ccn un alambre resistente se le sujeta bien y se forma una asa.
y hágase lo mismo para dejar las dos caras planas y paralelas. Métase el resorte dentro de este pote y cúbrasele con aceite den-
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246 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO

so de maquinaria; con una llama de alcohol se calienta el

"I pote
hasta que el aceite desprenda un humo negruzco, que será se-
ñal de que puede retirarse el resorte del aceite, por estar ya re-
venido. Si el aceite llegara a encenderse, el resorte quedaría más
blando.
Otro método para revenir consiste en abrillantar un lado EJECUCIÓN DE PIEZAS NUEVAS

dar la misma apariencia a todas las piezas; la máxima


perfec-
ción consiste en reparar un reloj sin que pueda reconocerse en
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dónde se ha hecho la reparación. En otras palabras: toda pieza


nueva ha de tener las mismas características y la misma aparien-
cia que la pieza original.
Para obtener un rayado recto y fino en los lados se dan en
primer lugar unas pasadas con una barreta Arkansas; cuando
esto no sea posible, se trata con un pulidor de hierro cargado
con polvos de esmeril y aceite, terminando con polvos secos de
esmeril en un palillo de boj para darle el brillo satinado del
acabado. No veo el motivo del acabado de la cara interior de
forma que hermane con las otras piezas de acero; los lados se
acaban con un grano recto. Durante el acabado de los mismos
el resorte se sujeta de igual modo que cuando hicimos el limado
transversal, siendo asimismo similar el movimiento de la mano.
Para acabar la cara inferior del resorte se coloca también, como
para el limado, sobre un bloque de madera con un pasador, y
en vez de la lima se usa una piedra esmeril; jamás un afinador,
porque podría redondear la superficie. Dos o tres pasadas enér-
Fig. 274. — El resorte de cliquet envuelto con un alambre de hierro, para gicas darán rápidamente el acabado que se desea. La finura del
ser templado sin peligro. grano depende de la piedra, pues la piedra fina da grano fino.
de la pieza templada por medio de un afinador de esmeril; luego Antes de acabar la cara superior, si lleva pasadores fijos, se
se coloca en el calentador de azular y se le aplica calor hasta le montan; límese el extremo de un alambre de acero suave con
que tome un color entre rojo y azul; entonces se retira inmedia- una ligera conicidad y se monta el pasador por la cara superior;
tamente el calentador, pues si el resorte se calentara más sobre- luego se frota con un afinador de esmeril del número i, en su
pasaríamos el grado de revenido conveniente. sentido longitudinal, arriba y abajo, para darle un grano recto;
Existen varios procedimientos para el acabado del resorte esto hará que el pasador se fije mejor en el resorte y que tenga
del cliquet, y, para conocerlos, trataremos de todos ellos. El que un buen acabado. Se debe matar el canto de los agujeros del pa-
se adopte en cada caso particular depende de la calidad del reloj sador por la cara inferior, antes de meterlo. Esto se hace para
a que deba colocarse el resorte, pues el acabado se hace para quitar las rebabas y al propio tiempo facilita que el resorte se
asiente plano sobre la platina cuando se atornilla en posición.
Se montan todos los pasadores fijos tan fuertemente corno se
pueda, estando éstos aún en las mordazas, y se cortan, después,
con unas tenazas, dejando un saliente de i mm. Se coloca el
resorte (cliquet) sobre un yunque y con un martillo se introdu-
cen los pasadores todo lo que se pueda, luego se lima y se amóla
el metal sobrante. La parte inferior, que es el actual pasador, se
corta a la medida exacta y el canto se redondea con una piedra
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EJECUCIÓN DE PIEZAS NUEVAS 249

Arkansas o valiéndose de alguna herramienta especial. Ésta debe pedazo de vidrio, de 75 mm aproximadamente de lado. Ajús-
ser como una herramienta de achaflanar, invertida, que se pone tense los tornillos para que sobresalgan del herramental exac-
sobre el extremo del pasador y se hace girar, con algo de presión, tamente igual al grueso del resorte; para comprobarlo mantén-
entre los dedos pulgar e índice, ladeándola un poco por todos gase prieto contra el vidrio y mírese si todo el resorte se apoya
los lados mientras se gira. en él (Fig. 278). Quizá tendrán que ajustarse más los tornillos
Se invierte después «1
resorte y se amóla con una
p
iedra de esmeril, como se
Fie. 275. — El resorte de chquet acabado. ,. ,
hlz antes sobre una ma
Obsérvense los cantos biselados. ° ' '
dera blanda en la que se
clavarán los pasadores fijos, y, por último, se da una larga
pasada para asegurar un rayado fino, recto y continuo.
Completamente aparte de la apariencia de la pieza, se acon-
seja que en todos los resortes, si el acabado es con rayado recto,
Fig. 276. — Herramien ta s para
sea éste en el sentido longitudinal. Si se hiciera transversal, se achaflanar. Izquierda, cortante; de- Fig. 277. — Herramental para pulir
produciría una tendencia a la rotura: el rayado no es más que recha, bruñidora. a mano el resorte de cliquet.
una serie de ranuras superficiales y por lo tanto en una pieza de
para lograrlo. Durante este tiempo
metal existe el riesgo de que se rompa por allí.
Después del acabado de los costados y las caras, ha de bise- la laca se habrá solidificado.
larse el canto superior, lo cual se hace cuando se puede con una Así tendremos una especie de trípode, cuyas tres patas son los
barreta Arkansas, y si no con un pulidor de hierro y polvos de dos tornillos y el resorte.
esmeril (Fig. 275). Se esparce sobre el vidrio un poco de polvos de esmeril y
El bisel se bruñe con un bruñidor ovalado, y el canto su- aceite, y con el herramental y el resorte pegado en su parte infe-
perior del agujero del tornillo se achaflana con la herramienta rior háganse sobre la super-
adecuada y se bruñe de la misma manera. Las herramientas de ficie del vidrio toda clase de
achaflanar con disco son muy útiles y pueden adquirirse tam- movimientos: pasadas lon-
bién con disco bruñidor del mismo tamaño que el achaflana- gitudinales, largas y cortas
dor (Fig. 276). en todos sentidos, movi- <
Si la cara superior del resorte ha de pulirse a mano, debe mientos circulares y elípti-
pegarse con goma laca en el extremo del herramental represen- cos, etc., manteniendo el he- Fig. 278. — Nivelando el herramental
tado en la figura 277. Si el resorte lleva pasadores, deben hacer- rramental como indica la sobre una placa de vidrio.
se unos agujeros en el herramental para que aquéllos queden figura 279. Es muy impor-
libres. Para pegar el resorte en el herramental caliéntese el ex- tante el modo de sujetarlo: el dedo índice oprime donde está
tremo de éste por el lado opuesto al que están las cabezas de los el resorte y los dedos pulgar y medio son los que mueven el
tornillos, y úntese con goma laca el mismo en una superficie herramental. Para no sobrepasarse, examínese varias veces la
por lo menos igual a la que pueda cubrir el resorte. Mientras superficie que se está acabando, después de limpiarla con medu-
está caliente la laca, se oprime sobre ella el resorte bien plano e la; si se ve que no queda pulida por igual ajústense nuevamente
inmediatamente se invierte el herramental, colocándolo sobre un los tornillos, hasta lograr que el resorte establezca contacto so-
bre el vidrio. Continúese puliendo hasta que desaparezca todo
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MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO EJECUCIÓN DE PIEZAS NUEVAS 251

vestigio del limado y rayado, y luego limpíese perfectamente, adherida al resorte algo de goma laca, en cuyo caso para qui-
primero con un cepillo y después con medula para que no que- tarla se mete éste en un bote con alcohol metílico y se calienta
de la más pequeña partícula de polvos de esmeril. por el centro al calor de una lámpara de alcohol. Hay peli-
Cuando se pule acero, lo primero a recordar es: que la su- gro de que se inflame el contenido del bote a una determina-
perficie que ha de pulirse debe estar absolutamente exenta de da temperatura, en previsión de lo cual debe tenerse preparada
toda materia extraña; sólo después de haberse logrado esto, pue- alguna pieza de madera dura para tapar el bote, en el caso de
de pulirse con diamantina que se produzca la inflamación.
en un bloque de cinc. Pre- A continuación deben biselarse los cantos, para lo cual el
párese la superficie del blo- bisel debe pulirse y no bruñirse. Para hacerlo se carga con dia-
que con diamantina, como mantina un pulidor de hierro de tamaño pequeño. Téngase el
ya se ha explicado, y colo- resorte con los dedos sobre el bloque de madera y a un ángulo
qúese sobre la misma el he- tal que el pulidor pueda abarcar rocío el bisel. El pulidor debe
rramental con el resorte pe- moverse en pequeños movimientos circulares, arriba y abajo, en
gado de idéntica forma que todo su largo, pues haciéndolo así se obtiene un biselado re-
cuando trabajábamos sobre gular.
el vidrio, y háganse tam- Para el acabado gris o sombreado, se pega con goma laca el
bién los mismos movimien- resorte sobre el herramental de pulir a mano y se amóla sobre
tos; para asegurarse dé que la placa de vidrio. El acabado final se obtiene colocando sobre
toda la superficie entre en el vidrio un pedazo de cartulina espolvoreada con polvos secos
Fig. 279. — Modo de sujetar el herra-
mental de pulir a mano. contacto, si es necesario, se de esmeril, y se trabaja igual como se hizo con el esmeril y
ajustan nuevamente los tor- aceite. Bastarán una o dos pasadas para lograr el efecto deseado
nillos. Puede ser que el blo- de un bonito gris brillante, haciendo luego todo el biselado.
que de cinc no tenga la superficie tan perfectamente plana como Tanto si se ejecuta un resorte de cliquet, como una báscula,
el vidrio. Cuando se ha logrado que toda la superficie esté en un resorte de retorno, o cualquiera otra pieza pequeña en ace-
contacto con el bloque, se continúa puliendo, ejerciendo bas- ro, se emplea siempre el mismo procedimiento.
tante presión al principio y aminorándola poco a poco, hasta Si una pieza de acero se ha pulido cuidadosamente hasta
no ejercer ninguna. Se necesita cierta práctica para pulir bien, dejarla blanca y se somete después al calor, cambiará de color
pero con la experiencia se llega a poder determinar, por la sen- desde el blanco metálico al amarillo paja, al rojo y al azul; los
sibilidad, cuándo una superficie está completamente pulida. colores que siguen a éste último no interesan a los relojeros. El
Cuando se nota que la superficie está lisa por completo, como color no determina necesariamente la dureza o temple del metal,
si no rozaran las superficies de la pieza y del bloque entre sí, pero si partimos de una pieza de acero completamente templa-
entonces es señal de que el pulido ha terminado. Luego se lim- do (que la lima no pueda morder) y la -sometemos al calor, el
pia la superficie del resorte con medula; seguidamente aparecerá primer color que aparecerá será el paja, que indica un buen
esta cara de un color negro aterciopelado apagado, con un per- temple aplicable a herramientas de corte, como las de torno o
fecto acabado obscuro y casi sin brillo. buriles. El rojo, que indica también una buena dureza aunque
Para quitar el resorte del herramental se deja caer plano so- no la suficiente para herramientas de corte, se destina a otras
bre el banco desde una altura de 8o a roo mm, con el resorte herramientas, como son destornilladores, por ejemplo; también
para arriba, y al dar el golpe el resorte saltará. Puede quedar se aplica como acabado final de tornillos por algunos fabrican-
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EJECUCIÓN DE PIEZAS NUEVAS 253
252
tes, Longines, uno de ellos, y también para el acabado de
naturalmente conserve la plancha del calentador; cuando se
las
pon-
agujas. El azul es un revenido muy útil para los relojeros: to-
ga azul, quítese inmediatamente el tornillo del calentador, ya
dos los muelles, resortes y la mayoría de las piezas de acero son
que si no sobrepasaría el color azul para llegar al verde. El azu.
más "seguras" si se han llevado al azul; también es conocido
que se necesita viene inmediatamente después del rojo, y por
para el acabado de tornillos, agujas y otros trabajos de acero.
esto se aconseja retirar el calentador del fuego cuando aun está
Cuando se colora un acero dulce que no ha sidoi cementado
al rojo, a fin de poder sacar el tornillo a tiempo.
ni templado previamente, quedará siempre blando. Si se pre-
tende solamente un acabado de un color determinado, los me-
jores resultados se obtienen si previamente el acero ha sido tem-
plado. Para azular con éxito, supongamos una cabeza de tor-
nillo, precédase de la manera siguiente: témplese el tornillo, y
póngase después en el herramental para pulir tornillos, a fin de
pulir la superficie de la cabeza y también el contorno con una
barreta Arkansas; luego se limpia con bencina y se cepilla cui-
dadosamente, dejando la ranura asimismo perfectamente lim-
pia. Después se pule la cabeza del tornillo con un pulidor de
bronce y luego con un palillo de boj o con el mango de un
cepillo de relojero, como se explicó anteriormente. Cuando el
pulido precede al azulado se aconseja usar la diamantina algo
más líquida que si se utilizara para otra finalidad cualquiera;
también la operación de pulido debe tener menor duración. Si
la diamantina es seca, predispone a la superficie de la cabeza del
tornillo para un azul lechoso y no el claro que se desea. Des-
pués del pulido se limpia con bencina, se cepilla muy bien y
se mira que la ranura esté igualmente limpia. No se debe tocar
para nada el tornillo con los dedos, porque es muy importante
para el éxito del azulado que la superficie del tornillo esté
completamente exenta de grasa.
Se coloca después el tornillo verticálmente, con la parte ros-
cada en uno de los agujeros del calentador de azular, que se ca-
lienta con una llama de alcohol; luego con unas pinzas o un
destornillador dense unos pequeños golpes sobre el mango del
calentador de azular cerca del plano en donde está el tornillo.
Esto hará que salte ligeramente el tornillo y que el calor se re-
parta mejor. Vigílense cuidadosamente los cambios de color del
tornillo: primero será color paja y después rojo. En este mo-
mento se debe retirar el calentador del fuego; la coloración se-
guirá su mutación, aun sin adición de calor, tan sólo por el que
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nos de relojería se hacen en el torno de puntas. En las escuelas


suizas se empieza también con éste, y por tanto no podemos
despreciar tan excelente ejemplo, a pesar de los primitivos prin-
cipios en que se basa dicho torno.
Primero apréndase a tornear bien; ya vendrá después el ha-
CAPÍTULO XVI cerlo con rapidez. Naturalmente se tratará
también con extensión del torno universal.
Es corriente comprar ejes de volante de se-
TORNEADO rie en los almacenes de suministros (Fig. 281).
Se les llama "ejes esbozados". Están ya tem- Fig. 281. — Ejes
Para aprender a tornear es recomendable empezar por el plados y revenidos al color azul; para apren- de volante «esbo-
torno de puntas (Fig. 280). Hay dos razones para ello: en zados».
der a tornear escójase uno que sea un poco
primer lugar, el trabajo en el torno de puntas es más lento, re- más largo de lo que se necesite una vez termi-
presentando una ventaja para el principiante, y luego es más nado. No se debe empezar por tamaños pequeños; un 18 líneas
sencillo; sencillo en el sentido de que es más fácil alcanzar la ya es excesivamente pequeño para un principiante.
necesaria exactitud y seguridad. Se empieza por tornear el soporte cónico (Fig. 282) ; para
ello móntese el eje entre las puntas, como representa la figu-
ra 283. Pueden comprarse garruchas o abrazaderas de varios

Fig. 280. — Torno de puntas

Se puede tornear en el torno a puntas, que es trabajar entre ,, Fig. 282. — Torneando el soporte cónico
dos puntas, o en el torno universal, en el que el objeto en que
se trabaja se sujeta invariablemente por alguna forma de man- tamaños; escójase la conveniente, móntese sobre el eje que va-
dril. Para tornear bien deben tenerse en cuenta varios detalles. mos a tornear y arróllese en ella, dándole una vuelta completa,
Si se trabaja entre puntas en el torno universal, el trabajo está el pelo de caballo. Este pelo se vende en madejas en las tiendas
en movimiento por el mismo torno y por ende su realización de suministros y es preferible al hilo de algodón porque no se
es más tapida. Pata empezar estudiaremos el torno de puntas. desgasta; si no se dispone de pelo de caballo, también puede
Incidentalmente diremos que algunos de los torneados más fi- usarse el hilo de algodón, pero encerado para aumentar su du-
ración. El arco con el que se usa el pelo de caballo es de barbas
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de ballena y cuando es nuevo generalmente queda demasiado respecto a la pieza que se trabaja, para evitar las vibraciones
tieso. El arco debe ser fuerte para mantener tirante el pelo de del buril. Si, por ejemplo, el soporte estuviera unos 15 mm ale-
caballo, pero no excesivamente, con peligro de romperlo; asi- jado de la pieza, la parte de buril comprendida entre el soporte
mismo este arco debe dejar y la pieza que se tornea estaría expuesta a la flexión y por lo
cierta libertad al pelo para tanto, se produciría vi-
hacer que éste pueda resba- bración y el buril rechi-
lar sobre la garrucha en el naría (Fig. 286). En
caso de que el operario, por cambio, si el soporte
error, profundice demasiado estuviera casi tocando
con el buril; este deslizamien- la pieza, no sería posi-
to del pelo da una relativa ble sujetar bien el buril
seguridad de trabajo, pues si y observar el curso del Fig. 284. — Posición correcta del buril para
no resbalara, nuestra labor trabajo (Fig. 287). No tornear.
podría malograrse. El eje de- obstante, hay que con-
be montarse entre las puntas venir en que sólo la experiencia puede enseñar la distancia co-
sin juego axial, pero al mis- rrecta a que debe estar el soporte.
mo tiempo ha de poder girar Antes de empezar a tornear, examínense cuidadosamente
libremente. los buriles; es muy importante que estén bien afilados y sin
Apriétense los tornillos
de los soportes de las puntas,
y dése un toque con aceite en
cada pivote.
La posición del soporte
de la herramienta es muy im- Fig. 286. — Soporte de la herramienta dema-
portante;, debe estar a una siado alejado del trabajo.
altura tal que, apoyándose el
buril en él, la punta cortante
del mismo esté ligeramente
por encima de la línea de
centros de las puntas (figu-
ra 284). Si cortara por de- Fig. 285. — Buril dema-
bajo de esta línea, se corre- siado bajo y demasiado
ría el riesgo de descentrar o alto. Fig. 287. — Soporte de la herramienta dema-
siado cerca del trabajo.
romper la pieza; si se corta
más arriba no se saca todo el rendimiento de corte. El buril en
rebabas. Para afilarlos o aguzarlos, precédase como indica la fi-
realidad se mete entonces en el metal, pudiendo ver en las ilus-
traciones de la figura 285 el inconveniente que ello represnta. gura 288, trazando curvas ovaladas sobre la piedra de afilar,
También debe procurarse que el soporte esté bien colocado con ejerciendo regular presión. Para afilar bien un buril se necesita
bastante práctica: para afilar los utilizados para el torneado
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ordinario, se emplean las piedras de aceite empastadas con algo práctica y de habilidad, la presentación del buril al trabajo sólo
de aceite o con carborundum muy fino en seco; para torneados durante la carrera descendente del arco llegará a sernos comple-
finos, es decir, para dejar superficies completamente lisas, se tamente natural. Para empezar a tornear téngase el arco en alto,
pasa antes el buril por la piedra Arkansas con aceite. Después

Fig. 288. — Afilando el buril


Fig. 290. — Suavizando el canto
que se ha afilado la cara cuadrangular del buril se da solamente
una pasada sobre la piedra en cada uno de los cantos A y B apliqúese el buril contra el trabajo, presentando la parte más
(figura 289) del buril, manteniéndolo plano sobre la misma, próxima a la punta. Sujétese el buril muy firmemente contra el
como se ve en la figura 290. Finalmente, clávese la punta del
soporte, teniendo en cuenta que el buril no debe poder moverse
buril en madera blanda para que se despren-
ni ceder, sino que ha de ser la
dan las rebabas. Como comprobación del afi-
pieza que se tornea la que ceda
lado, rasqúese con el buril la uña de un dedo y
si ésta queda rayada es señal de que está afilado más o menos. La figura 292
correctamente (Fig. 291). Importa mucho qui- muestra cómo debe usarse el bu-
Fig. 289. - Se tar bien todas las rebabas y partes melladas, ril para cilindrar bien.
mata el canto en
pues de lo contrario, en vez de arrancar metal, Para comprender lo que en
A y en B.
lo que haríamos sería bruñir el trabajo, y tén- realidad es el torneado, fijemos
gase en cuenta que una superficie bruñida es reacia a dejarse una pieza grande de metal en-
trabajar. tre las puntas, con la fuerza ne-
Cuando se tornea con el arco, el corte se hace solamente en cesaria para hacerla girar; su- Fig. 291. — Prueba del afilado del
su carrera descendente, pues la pieza que se tornea gira hacia pongamos dicha pieza ovalada y buril.
el operario. Después de cumplida cada cañeta descendente del que tenemos que hacerla cilin-
arco, el buril se mantiene fuera de trabajo, y como el arco hace drica. Veremos que es imposible cilindrarla bien sosteniendo
su carrera ascendente, la pieza gira al revés. Con un poco de el buril con la mano, pues al pasar las porciones más salientes
de la pieza rechazarán la herramienta; es decir, podrá rebajarse
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260 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO TORNEADO 261
la pieza, pero conservará siempre su sección original. En tal es aconsejable retirar el pulidor de la pieza mientras se pule;
caso la herramienta debe sujetarse sólidamente en un carro mó- continuaremos, pues, sin interrupciones hasta que desaparezca
vil y sólo entonces la pieza podrá ser sometida a la operación toda huella de raya o señal de torneado, y también hasta que la
de cilindrarla. línea generatriz del cono sea enteramente recta, es decir, hasta
Volvamos a nuestro eje de volante. Si la pieza que se tra- que el pulidor haya estado en contacto con toda la superficie
baja es elíptica, el buril cortará solamente en dos puntos, hasta que ha de pulirse. Cuando la superficie es perfectamente lisa,
se limpia con medula para quitar cualquier partícula de polvos

Fig. 292. — Torneando con el canto del buril a un ángulo oblicuo

que, después de haber torneado bastante, se llegue a una dis-


tancia del eje central de la pieza igual a su radio mínimo, y en
este momento se empezará el corte en toda la periferia, siendo
entonces cuando se puede rebajar hasta el diámetro deseado.
A continuación tornearemos el asiento cónico del eje hasta
que quede perfecto, y también el cono, de forma que su super- Fig. 294. — Puliendo el asiento cónico
ficie esté limitada por líneas rectas y no curvas (Fig 293). Mon-
tado aún entre puntas el eje del volante de esmeril; para hacerlo eficazmente, se hace girar el eje del vo-
por razones que explicaremos más ade- lante y se mantiene rozando con él un pedazo de medula, que
lante, haremos el acabado del asiento có- se corta de vez en cuando para presentar frecuentemente una
nico y al mismo tiempo lo puliremos; nueva cara limpia: es esencial una limpieza absoluta. Se limpia
para esto se usa el pulidor (Fig. 255, después el pulidor frotándolo con un trapo limpio de hilo y se
Fig. 293. — Generatriz página 233), cargado con polvos de es-
lima nuevamente la parte activa del pulidor a grano basto y
recta del asiento cónico. meril y aceite. Muévase rápidamente el también ligeramente su parte biselada (Fig. 295).
arco arriba y abajo y al mismo tiempo Cargúese ahora el pulidor con un poco de diamantina; hay
el pulidor hacía atrás y hacia adelante, de modo que la pieza bastante con poquísima cantidad. Púlase seguidamente el asien-
gire contra la dirección del pulidor; es decir, el pulidor no debe to cónico, dando la misma clase de pasadas que cuando se hi-
moverse nunca en el mismo sentido que la pieza que se está cieron las de polvos de esmeril. Al principio se aplicará un poco
trabajando, en este caso el eje del volante. de presión, que gradualmente se irá aflojando; sólo la experien-
Es necesario tener un poco de práctica para realizar bien este cia proporcionará la suficiente- habilidad para "sentir" la super-
movimiento al revés; cuando se baja el arco, el pulidor debe ficie y para saber cuándo ha sido alcanzado un pulido comple-
desplazarse hacía adelante o arriba y viceversa (Fig. 294) ; no to. Limpíese con medula y se obtendrá un rico pulido opaco, sin
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TORNEADO 263
brillo, con profundidad, libre de rayas y rascaduras. Un buen volante ajusta tal como conviene, móntese sobre su eje: no debe
reparador no debe darse por satisfecho hasta alcanzar este re- caer por su propio peso; en resumen, debe ajustar, como se ha
sultado posible y completamente sencillo; todo es cuestión de
dicho, con un juego libre justo y exacto, de forma que con una
un poco de paciencia y perseverancia.
ligera presión entre en posición.
Después de pulido el asiento cónico, se invierte el eje del
Una vez torneado el asiento del volante, se hará lo mismo
volante entre las puntas, se coloca la garrucha o abrazadera al
con el eje en donde se debe ajustar la virola del muelle espi-

Fig. 296. — Asiento de volante, Fig. 297. — Las líneas de puntos


indicando la ligera socavadura. indican el corte dentro del asiento
(Ilustración exagerada.) cónico.

ral. El diámetro de este eje ha de


ser más pequeño que el del
asiento del volante y, cuando el volante está en posición, há-
gase una ligerísima señal en el eje, cerca del brazo del volante a
fin de determinar dónde debe hacerse el socavado para acomodar
el remache del volante; para ello esta marca se hará a una dis-
tancia un poco mayor del asiento cónico que el grueso del vo-
Fig. 295. — Limando, a rayado basto, el pulidor

otro lado y se tornea el asiento del volante. Tornéese el eje


exactamente y déjese, al mismo tiempo, perfectamente perpen-
dicular al dorso del asiento del volante, el cual se socavará muy
ligeramente en la forma que indica la figura 296, para que el
volante pueda asentarse plano. Si este dorso o espaldón está algo
bombeado, el volante se tambaleará y no girará en un mismo
Fig. 298. — Desplazamiento del buril a lo largo del eje para alisarlo
plano cuando se haya remachado. Al socavar el espaldón, ase-
gúrese de que se quita parte del cono pulido para lograr el
lante. A continuación se tornea el eje del volante dándole una
efecto de un canto extrafino en el cono (Fig. 297) El eje en
ligera conicidad de modo que la virola del muelle espiral del
donde se ajusta el agujero del volante se tornea primeramente
volante entre en el eje hasta una distancia de la señal anterior-
cilindrico y luego se le da una pequeña conicidad para que el
mente hecha en el mismo, de cerca del doble del grueso de ella
volante ajuste bien; este ajuste debe ser muy preciso, sin tener
misma. Cuando se tornea un eje largo, empléese todo el ancho
que forzarse ni ser demasiado flojo. Si sucede esto último, el
de corte del buril. En el socavado para formar el remache, se
volante oscilará descentrado, y si va demasiado prieto pueden
usa el mismo buril bien aguzado (Fig. 299). Algunas veces,
deformarse sus brazos al apretar para meterlo. Para saber sí el
cuando se le quitan las rebabas en la piedra, es ventajoso ladear
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264 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO TORNEADO 265

un poco el buril para reforzar el filo, pero cuando se prepara rior. Algunas máquinas están proyectadas de tal modo que re-
el buril para socavar, es mejor ponerle bien plano sobre la pie- quieren que el pivote se forme algo más lejos, pero generalmen-
dra, ya que de otro modo la punta de corte eficaz resulta menos te el pivote empieza a formarse exactamente junto a la virola
puntiaguda, como se ve en la figura 300, en la cual se ha exa- del espiral. Desde este punto debemos empezar a tomar las me-
gerado algo con el fin de destacar el resultado de ladear el buril. didas. Si tenemos a mano el eje viejo y es del tamaño correcto
Fig. 800. — Faceta formada al in- podremos utilizarlo como modelo.
Fig. 299. — Socavado para preparar clinar el buril cuando se quitan las
el remache del volante. rebaDas. Si por cualquier razón no es conveniente utilizar el eje vie-
jo según queda dicho, entonces deberemos tomar las medidas
Usando el mismo pulidor que en la máquina del reloj. El pie de rey (Fig. 115) es el calibre
cuando pulíamos el asiento más manejable. Quitaremos primero los rubíes superior e in-
cónico púlase ahora la parte torneada con polvos de esmeril y ferior del eje del volante y atornillaremos en su posición °\
aceite, hasta que la virola del espiral se ajuste a una distancia puente del volante, asegurándonos de que está perfectamente
del remache igual a su mismo grueso. Después se debe limpiar paralelo con la platina; este es el momento preciso para ende-
y relimar el pulidor, se le carga rezarlo, en el caso en que se hubiera torcido para acomodarlo a
con diamantina y se pule hasta que un eje que no se adaptaba bien. Se toma después la medida des-
la virola se ajuste al remache, re- de el exterior de los agujeros de los rubíes superior e inferior,
cordando que Ja virola se fuerza a añadiendo un poco más para el saliente de los pivotes del eje
su posición para dejarla en ajuste del volante. A continuación se mide la posición del volante;
prieto cuando el volante se monte
para ello atorníllese en su lugar el puente del áncora y mídase
finalmente en la máquina. La figu-
desde el exterior del rubí inferior del volante hasta la cara su-
ra 301 muestra estas tres posicio-
perior del puente del áncora, y se añade a esta medida la can-
nes sucesivas de la virola: primero,
a una distancia de la socavadura tidad justa para la necesaria libertad entre el volante y el puen-
para el remache doble de su grosor, te del áncora; esta medida indica la posición del asiento del vo-
lante. Se mide después la distancia entre el rubí inferior del
Fig. 301. — Las tres posiciones después a una distancia igual a su
de la virola. Arriba, eje tornea- mismo grosor, y finalmente casi to- volante y la parte superior de la entalladura del áncora, y se le
do para que ésta pueda entrar; suma algo para la libertad del platillo de impulso al áncora,
en el centro, después del pul'do con cando al remache. añadiendo también el grueso del mismo platillo; esto da la
polvos de esmeril y aceite; de- Mientras se pule con polvos de
bajo, después del pulido con dia- esmeril y después con la diamanti- posición del asiento del platillo. Las indicadas son las medidas
mantina. principales, ajutándose las restantes según las necesidades. La
na, también queda pulida la parte
exterior del remache, cosa que es interesante, porque cuando se parte superior del eje del volante resulta automáticamente por
coloca el volante en posición, la superficie pulida del remache diferencia, viniendo determinada por la altura de la virola, y lo
tendrá ya un buen acabado. restante para proveer el pivote superior.
Después de haber empujado la virola en su posición contra Volviendo al asunto eje del volante, cambíese de lado la
el remache, señálese en el eje el punto en donde la virola ter- garrrucha y móntese de nuevo entre las puntas del torno para
mina; desde esta señal empieza la formación del pivote supe- tornear la parte que ha de recibir el platillo (Fig. 302). Gene-
ralmente se necesitará rebajar la parte estrecha del cono de
asiento del volante para que el platillo pueda montarse en su
posición: incluso diremos que esto es deseable, pues con ello se
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logra un bonito efecto de afilado. En primer lugar, cilíndrese ficies sean perfectamente paralelas. Para realizar esto se necesita
el árbol con el canto cortante del buril cerca de la punta y des- algo de práctica. Ciérrese el ojo izquierdo y con el derecho mí-
pués tornéese a una suave conicidad hasta que el platillo pueda rese si el pulidor se apoya plano sobre la superficie del espaldón;
ajustarse a una distancia del eje igual al grueso del platillo; esto una pequeña desviación motivaría que el espaldón se redondea-
es, suponiendo que el platillo originariamente tocaba en la par- ra (Fig. 304). Cuando el pulidor está separado del espaldón,
muévase el mismo arriba y abajo bastante aprisa, dándole un
ligero movimiento circular y de vaivén; de esta manera se ob-

Fig. 302. — Tomando las medidas para la posición del pivote inferior

te menor del asiento cónico del volante en el eje viejo. Una


vez se ha torneado el árbol, pásese el buril arriba y abajo sobre
su soporte para asegurarse de que resulta una superficie cónica
suave, sin ninguna aspereza (Fig. 298).
El espaldón del asiento cónico debe estar perfectamente a

Fig. 304. — Posición del pulidor cuando se pule el espaldón a escuadra

tiene una superficie lisa sin rugosidades. El arco se mueve a


una velocidad constante, tanto en una dirección como en otra,
conforme se explicó antes. Luego se limpia y se prepara el pu-
lidor, se carga con diamantina y se pule el eje hasta que el pla-
tillo se meta casi en su totalidad, dejando lo justo para el gol-
pe final, que ha de ponerlo prieto en posición.
Fig. 303. — Corte del asiento cónico para poder ajustar el platillo El mismo cuidado debe tenerse cuando se pule con diaman-
tina que cuando se hace con polvos de esmeril, para que el pu-
escuadra con el eje del volante. Para ello, sosténgase el buril lidor ataque bien plano la superficie del espaldón; con la prác-
como indica la figura 303, y procúrese que quede un ángulo tica se verá que es fácil tornear y pulir un espaldón a escuadra,
recto perfecto. Luego se pule el árbol con polvos de esmeril y hasta dejarlo de modo que tenga la apariencia de haber sido afi-
aceite, como antes, hasta que el platillo se ajuste bien en la mi- nado. Una vez aprendido todo esto, puede decirse que ya se co-
tad de su grueso desde su espaldón en el cono. Cuando el pu- mienza a saber tornear.
lidor esté cerca del espaldón se debe procurar que ambas super- Coloqúese la garrucha en el mismo lado del eje en que va
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MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO TORNEADO 269

el platillo (no importa que el árbol se señale, pues lo volvere- indica la figura 308; si hay longitud suficiente, este cono puede
mos a tornear cuando tengamos que hacer el pivote) e inviér- hacerse bastante largo, en cuyo caso se pule primero con polvos
tase el eje entre las puntas de modo que podamos hacer el pivote de esmeril y aceite, y finalmente con diamantina. Cúidese mu-
superior. Se pone después el eje antiguo junto al nuevo para cho de que el espaldón quede limpio y a escuadra. Cuando no
marcar la posición del extremo del pivote superior: mantenien- hay bastante longitud para un cono largo, es costumbre no pu-
lirlo después del torneado; en este caso el buril se aguza sobre
una piedra Arkansas, de
modo que pueda hacerse
un corte muy fino. Antes
de dar la última pasada,
como acabado, se hume-
dece un poco el buril con Fig. 308. — Cono Fig. 309.—Achafla-
Fig. 305. — Determinación de la posición del pivote superior saliva. Achaflánese un po- posterior del pivote. nado dei espaldón.
co el espaldón con el bu-
do el buril en la posición que corresponda, se hace dar al eje ril finamente aguzado; esto no sólo da un buen acabado al ár-
una vuelta que marcará una ligera raya (Fíg. 305). Tornéese a bol sino que también facilita el montaje de la virola del espiral
continuación con la punta del buril para dejar un pivote cóni- del volante (Fig. 309). La flecha indica la pasada final.
co (Fig. 306), que se acaba con una barreta triangular Arkan- Después se tornea la parte cónica activa del pivote. Para que
un pivote sea correcto, su parte activa debe poder subdividirse
aproximadamente en dos
tercios de su longitud de for-
ma cónica y el tercio restan-
te cilindrica (Fig. 310). Se
ha calculado que con estas
proporciones el pivote ad-
quiere la máxima robustez.
Para tornear el pivote, dése
Fig. 310. —Forma Fig. 311. — Forma
correcta del pivo- de la punta del a la punta del buril la for-
Fig. 307. — Vara de torno te del eje del vo- buril para tornear ma especial que indica la fi-
para formar el pivote cóni- lante. los pivotes del eje.
co. Debajo, la flecha indica gura 311. Como sea que no
Fig. 306. — Cortando el eje del volante a la la barreta triangular ameri- es posible tornear el pivote
longitud necesaria. cana. lo suficientemente pequeño con las puntas o varas del torno,
hágase una vara portapivotes especial; procúrese un pedazo de
sas; la claridad con que la figura 307 ilustra el empleo de la varilla de acero de unos roo mm de largo que se ajuste al
citada barreta nos releva de otras explicaciones. portapuntas del torno. Se le aplanan los cantos y se dejan a
Generalmente, tal como ya hemos indicado, el pivote supe- escuadra con el eje del torno. Se sujeta verticalmente la varilla
rior se hace inmediatamente después del asiento de la virola del en el tornillo de banco entre quijadas de cobre o de latón y con
espiral. Tornéese el cono posterior del pivote para dejarlo como un punzón de centrar, bien afilado, se punzonan una serie de
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TORNEADO 271

puntos no muy profundos alrededor del canto (figura 312). no y perfectamente perpendicular a su eje y luego taládrense
Se amóla luego el canto de la vara para quitar las rebabas le- una serie de agujeros aproximadamente a la misma distancia del
vantadas por el punzonado y se tornea a la forma ilustrada en canto exterior de una profundidad igual a un poco más de un
la figura 313, de modo que los agujeros queden algo cercena- tercio de la longitud de la parte activa del pivote. Luego se tor-
dos: luego se apreciará la nea, dejando una serie de asien-
necesidad de ello. Finalmen- tos para pivotes, esto es, unas
te, se cementa, templa y re- ranuras medio cilindricas. El
viene el extremo de la vara, tamaño de los asientos o ra-
se limpia con una barre ta nuras depende del tamaño de
de esmeril y ya queda lista la broca empleada para hacer-
a punto de servir. Para ha- los. Después se cementa, tem-
cer estas varas para tornear pla y reviene el extremo de la Fig. 314. — Agujeros punzonados
pivotes debe emplearse el vara, y se limpia con un afina- en el canto.
torno universal. dor con esmeril, quedando así
Móntese el eje del vo- dispuesta para comenzar a ser-
lante en el torno, escogien- vir. El movimiento del puli-
dor es el mismo que cuando se Fig. 315. — Vara para pulir los
pulió el eje, pero además se pivotes.
hace oscilar un poco, a fin de
Fig. 313. — Vara para tornear que se amolde al cono del pivote. De esta manera queda per-
pivotes. fectamente liso.
El pivote debe pulirse hasta que empiece a ajustarse en el
do, en la vara de tornear
agujero del puente del volante. Se limpia el mismo afinador, se
pivotes, un agujero que de-
relima dejándolo con grano basto y se
je sobresalir lo suficiente el
carga con diamantina; se usa también
pivote, y se tornea a la for-
la misma vara soporte, limpiándola
ma y tamaño; después de
bien primero con un trapo y después
todo esto, el pivote aun no
con medula. Adoptando el mismo mo-
Fig. 312. — Punzonando la vara para debe ajustarse en su aguje- vimiento, se darán varias pasadas con
tornear pivotes. ro de cojinete. Si se ve que
el pulidor, mediante lo cual obtendré-
el pivote queda escondido
mOS el
en el agujero, y por lo tanto no se puede tornear, rasqúese con Pulíd° ne&° deS€ad° ? d PÍVOt€
una barreta Arkansas hasta que el agujero deje libre la parte Fig. 316. - Pivote apoya-
necesaria del pivote para que pueda tornearse (Fig. 314). do sobre la vara de pulir, se ajustará libre pero exactamente en el
Después de torneado el pivote debe pulirse; para ello úsese agujero.
el pulidor de pivotes (Fig. 256) cargado con polvos de esmeril Debe cuidarse mucho, cuando se pulen pivotes de volante,
y aceite, y la vara de pulir pivotes (Fig. 315). Para hacer esta que quede realmente cilindrica la parte que ha de quedarlo, se-
vara se toma una varilla de acero de unos roo mm de largo y gún hemos ya indicado en párrafos anteriores. Cuando se pulen
que se ajuste a los portapuntas del torno. Hágase el canto pla- estos pivotes (Fig. 316) se incurre bastante en el defecto de no
dejar cilindrica la parte que debería serlo, lo cual se debe prin-
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272 MANUAL PRACTICO DEL RELOJERO TORNEADO 273

cipalmente a que no se va girando el pulidor mientras se hace que indica la figura 319. Antes de usarlo úntese con un poco
el movimiento de vaivén, y también a que se usa el pulidor por de aceite la parte activa del bruñidor, el empleo del cual forma
la curvatura estrecha y no por la mayor, que es la que con- una capa dura en la superficie del pivote, lo que le hace más
viene. La figura 317 representa cómo trabaja la curvatura ma- duradero. La punta final del pivote se acabará cuando el eje

Fig. 317. — Tamaño y forma co- Fig. 318. — Un pulidor demasiado


rrectos del pivote e indicación del pequeño forma un extremo de
movimiento del pulidor. «bola» en el pivote.
yor del pulidor en forma
correcta; la figura 318 muestra la
acción de la parte estrecha que destruye la punta cilindrica del
pivote.
Limpíese éste y su asiento con medula y después brúñ'ase

Fig. 320. — Adaptando el remache Fig. 321. — Forzando el remache


cuando se remacha el volante en sobre el volante.
posición.

Fig. 319. — Enderezando el bruñidor de pivote


esté terminado; por lo tanto, más adelante volveremos a ocu-
con los mismos movimientos. El bruñidor tiene igual forma que parnos del pivote.
el pulidor y es muy fácil de hacer: después de limar un pedazo A nn de facilitar el manejo del eje del volante para tornear
de acero a la forma requerida, témplese su parte activa, deján- el pivote inferior, se remacha previamente el volante: para ello,
dolo a todo temple. El costado de trabajo se arregla en un blo- quítese la garrucha y coloqúese el eje sobre un yunque de acero,
que de piedra esmeril de grano medio, dándole el movimiento asegurándose antes de que la superficie del yunque esté bien lim-
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274 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO TORNEADO 275

pia y libre de polvo; se monta el volante en su posición y se le truída especialmente para este fin y fíjese el eje entre las pun-
aprieta hasta que se asiente perfectamente plano; escójase un tas del torno (Fig. 322); también puede emplearse la dispo-
punzón de punta vaciada que ajuste bien sobre el asiento de la sición de Squire (Fig. 323) en un lado y punta en el otro.

Fig. 322. — Garrucha o abrazadera especial y forma de montarla

virola del espiral del volante, para que pueda ensanchar el re-
mache (Fig. 320). Uno o dos golpes con un martillo ligero,

Fig. 324. — Forzando el platillo a su posición


Fig. 323. — Posición del pivote inferior mostrando el montado con la dispo-
sición de Squire. Entremos ahora plenamente en la ejecución del pivote infe-
rior; para determinar en dónde debe formarse este pivote, com-
serán suficientes para ello. Luego se escoge un punzón similar, párese con el eje viejo, si es posible, exactamente como hicimos
pero con extremo plano y pulido para formar el remache (fi- para con el pivote superior; si no se puede, tómense las medi-
gura 321); móntese después en el volante una garrucha cons- das, de acuerdo con lo explicado anteriormente.
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MANUAL PRACTICO DEL RELOJERO TORNEADO 277

El eje del volante está ya casi completo. El platillo se mon- ancho, con un mango de cerca de 125 mm de largo, es el más
ta en su lugar, siendo suficiente un suave golpe con un martillo conveniente para los pivotes del eje del volante.
ligero para meterlo hasta el espaldón del asiento cónico del Úntese la superficie del bruñidor con un poco de aceite; há-
volante (Fig. 324) ; luego se redondean los extremos de los pi- gase girar el volante bastante aprisa hacia adelante y hacia atrás,
votes, lo que puede hacer- mientras se bruñe el extremo del pivote, dando al bruñidor un
se en un torno de pivotar movimiento en sentido circular. De vez en
o con una vara construida cuando coloqúese el bruñidor debajo del
ex profeso para ello (figu- pivote para quitar el borde vivo que pue-
Fig. 325. — Vara para redondear los ex- ra 325); se pone enton-
da quedar, procurando no romper el pi-
tremos de pivote. ces la garrucha al volante, vote por la acción de palanca que hace el
se escoge el agujero que bruñidor al apoyarse sobre la vara lin-
ajusta libremente con el pivote y se monta todo en el torno terna (figura 327). Redondéense así las Fig. 327.—Movimiento
(figura 326). Es muy importante fijar la vara linterna (la de puntas de los dos pivotes y pruébese des- del bruñidor. Es nece-
saria una herramienta
los agujeros) de manera que el eje del volante esté horizontal; pués con la uña si están bien lisos (fi- delgada.
de lo contrario podría romperse el pivote. Se corre un poco la gura 165).
El trabajo al torno con un eje de volante ha sido explicado
con cierta extensión, porque es la base de todo trabajó de torno,
tanto en el universal como en el de puntas.
Es muy importante tener conocimientos profundos sobre
el manejo del torno de puntas antes de entrar en la explicación
del torno universal.

Fig. 326. — En el torno de puntas para redondear los extremos de pivote

vara linterna para que el eje tenga juego axial entre sus apoyos;
la parte del pivote que está a través del agujero no debe poder
trabarse con la superficie interior del mismo: póngase por lo
tanto un poco de aceite en ambos pivotes. Afínese luego el
bruñidor plano sobre un afinador con esmeril de grano medio;
un bruñidor de aproximadamente 40 mm de largo y 3 mm de
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EL TORNO UNIVERSAL Y CÓMO SE EMPLEA 279

fijación: la fuerza de los dedos es suficiente para estos tornillos


en un torno bien atendido. Esto también debe tenerse en cuenta
para la barra interior de fijación de las pinzas o mandriles. Si,
por ejemplo, ha de sujetarse un mandril elástico, no es necesa-
rio forzar la barra de sujeción; si el trabajo no queda bien fi-
CAPÍTULO XVII jado en el mandril, substituyase por otro; así no sólo conser-
varemos el roscado de la barra, sino que también el trabajo será
más exacto. De vez en cuando, por ejemplo cada año, se debe
EL T ORNO UNIVERSAL Y CÓMO SE EMPLEA desmontar totalmente el torno para limpiar los cojinetes y cer-
ciorarnos de que los agujeros de engrase están expeditos y libres
Ha llegado el momento de dedicar nuestra atención al torno de aceite rancio; luego móntese nuevamente y engrásese.
universal y al trabajo que en general puede realizarse con él. •Al montarlo de nuevo téngase presente que el cabezal fijo
Ante todo, es necesario tratar del torno en sí. No hay duda de no debe tener juego axial alguno, aunque ha de poder girar
que es una de las herramientas más rápidas y eficientes de que libremente. Para ajustado, si hubiera juego, se aflojan los tor-
dispone el relojero, no sólo por su trabajo sino por sus acceso- nillos de presión que fijan el cono de poleas y se corre el cono
hacia donde convenga para tener el ajuste correcto. A tal ob-
jeto, se coloca un trozo de madera sobre un extremo — el man-
go de un afinador sirve perfectamente — y se da un ligero gol-
pe de martillo sobre la madera. Si se necesita aflojar el cojinete
del cono cuando el árbol esté demasiado fuerte, se ponen dos
mangos de afinador, uno a cada lado de la polea menor, hacien-
do que los dos se unan en un extremo, y se golpean ambos con
un martillo; esto obligará al canto de la polea a actuar sobre el
interior del cojinete, aflojándolo. Procúrese que el torno no se
caiga, pero si en algún caso ocurriese, compruébese inmediata-
mente por si ha sufrido algún desajuste.
Para comprobarlo, coloqúese en un mandril elástico una
varilla recta de acero con punta cónica; la punta cónica debe
Fig. 328. — Torno universal estar perfectamente centrada con respecto al diámetro de la va-
rilla. Se pone en el cabezal móvil un punto y se corre este ca-
rios y por el modo expedito con que se pone en funcionamiento. bezal hasta que coincida su punto con la punta cónica de la
La figura 328 representa un torno sencillo que comprende: la varilla; si el torno está bien alineado las dos puntas deben coin-
bancada, el cabezal fijo (o motor), el cabezal móvil y el carro cidir exactamente; si no coinciden, no está en nuestras manos
portaherramientas; los accesorios serán descritos a medida que
arreglarlo, por lo que será mejor llevar el torno a su construc-
tengamos que recurrir a ellos para su aplicación. Cuando tenga
tor. Este defecto de alineado puede ser debido a varias razones:
que comprarse un torno, adquiéranse con él todos los accesorios
la bancada no está perpendicular con el cabezal motor fijo, éste
que sea posible y los más adecuados. Manipúlese el torno siem-
no lo es con su asiento, no lo está el cabezal móvil, o éste se
pre con mucho cuidado, sin forzar nunca ningún tornillo de
ha torcido un poco, etc. La reparación de todo esto cae fuera
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del alcance del relojero, y por tanto es mejor no perder el tiem- a pedal, pero aun así su corte es tan rápido que se necesita una
po intentado arreglarlo, pues aun podrían empeorarse las práctica extraordinaria; advierto esto especialmente para los que
cosas. empiezan. El metal se rebaja muy rápidamente, tanto por el
El torno puede accionarse de tres maneras: a mano, a pie torneado como por el pulido, siendo por lo mismo mayor el
o por motor. riesgo de rotura; un ligero desplazamiento, debido a cualquier
Para los principiantes, el sistema del volante de mano es el sacudida, es causa de que se
más recomendable, porque se quiebre o estropee la pieza.
puede regular más estrecha-
mente la velocidad de giro y Torneado de un eje de vo-
se tiene un mayor dominio lante. — Para este trabajo se
del torno (Fig. 329). La rue- usa un mandril elástico, lla-
da de pie requiere mayor ex- mado también pinza.
El mandril elástico aga-
rra sólo por su extremo, co-
mo muestra la figura 332. Si
la pieza agarrada es del mis-
mo diámetro que el agujero
del madril, lo será por toda
la parte de agarre de éste.
Ante todo, si la pieza ajusta
bien en el agujero del man-
dril, entonces un ligero ator-
Fig. 331.- Motor eléctrico con control
nillado de la barra atraerá el por pedal.
mandril contra la parte có-
nica (hembra) del árbol del cabezal y la pieza quedará sujeta
Fig. 329. — Volante de mano Fig. 330. — Volante de pie firmemente y, detalle más importante todavía, la mantendrá
periencia, pero tiene la ventaja de dejar libres las dos manos de tal manera que la presión de corte no le hará mover. Obsér-
(figura 330). Ambos sistemas, sin embargo, son cada día menos vese la figura 333; en ella el mandril ha sido forzado a abrirse
usados, y los citamos aquí sólo como referencia histórica. para recibir la pieza, resultando que solamente la parte poste-
El torno con motor acoplado (Fig. 331) debe de ser el ob- rior paralela de agarre actúa para sujetar, lo que es impropio;
jetivo de todos los principiantes; no hay duda de que entre los la presión del corte hará mover la pieza, con el inconveniente
tres éste es el procedimiento más eficiente. La rueda de mano, de que entonces girará descentrada. Además, un mandril tra-
hasta cierto punto puede hacer vibrar el torno, cuando se le da tado así difícilmente tendrá después una buena actuación en
alguna velocidad. La rueda a pie no hace vibrar el torno, pero otros casos.
requiere bastante práctica para conseguir resultados satisfacto- Asimismo, si después de tornear la parte que sobresale del
rios. El motor no parece tener desventajas: ante todo, no exis- mandril es necesario invertir la pieza en el mismo mandril o,
te fatiga y además es muy rápido; su velocidad puede regularse como suele hacerse, se monta en otro menor, es casi seguro que
girará descentrada.
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282 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO EL TORNO UNIVERSAL Y CÓMO SE EMPLEA 283

Aun trabajando con un mandril de las dimensiones adecua- ra 334, y el otro debajo, como en la figura 335. Puede adop-
das, es bastante difícil conseguir, después de invertir la pieza, tarse, según las preferencias personales, uno u otro método, pues
que ésta gire centrada. Los operarios que tornean entre puntos, son lo mismo. El soporte portaherramientas se quita durante
creen que no es posible obtener un resultado aceptable, mien- el pulido.
tras que los que trabajan con el mandril opinan lo contrario;
de todas formas el trabajo realizado en el mandril es lo sufi-
cientemente correcto para la mayoría de los efectos comercia-
les; supongamos que ya está bien. Volvamos al tamaño co-
rrecto del mandril. Si no es bastante grande, la pieza no queda

Fig. 332. — Mandril elástico o


pinza. Fig. 333. — Mandril elástico for-
zado abriéndose.

firme, lo que obliga a forzar la barra, perjudicando las roscas


de ésta y del mandril. Es de la mayor importancia escoger un
mandril de tamaño adecuado. Vamos a explicar la forma de
hacer un eje de volante: para conseguir una mayor práctica, es Fig. 334. — Trabajando con el pulidor sobre la pieza
mejor no usar un eje ya preparado. Escogeremos un pedazo de
alambre de acero, cuyo diámetro sea ligeramente superior al
que deba tener la parte mayor del eje. Puede emplearse alambre
de acero azul, o sea, templado y revenido ya hasta el azul, o tam-
bién se puede usar acero dulce, que se templa y reviene después,
cuando el eje está ya terminado. Escójase cuidadosamente un
mandril del tamaño correcto, con el que sobresalga el mínimo
necesario de alambre. Primero tornéese el asiento del platillo y
después el asiento cónico del volante; luego púlanse ambos.
Interesan aquí unas pocas palabras sobre la calidad del aca-
bado: éste debe ser el mismo que tendría la pieza nueva. Sí la
calidad del reloj requiere un eje completamente pulido, se aca-
bará así, y si el acabado es gris, el eje se hace con pulidor con
Fig. 335. — Trabajando con el pulidor debajo la pieza
polvos de esmeril. El pulido se realiza según el procedimiento
descrito para el torno de puntas; recuérdese que el universal Después de haber ajustado el platillo y terminado el asiento
gira más aprisa que aquél, y que por lo tanto debe vigilarse muy cónico del volante, se tornea el pivote inferior. Si se tiene a
atentamente para no rebajar demasiado. Hay dos métodos de mano, el eje viejo podrá emplearse como guía para determinar
mantener el pulidor: uno sobre la pieza, como indica la figu- la posición del pivote. Córtese el eje a la longitud correcta y
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MANUAL PRACTICO DEL RELOJERO EL TORNO UNIVERSAL Y CÓMO SE EMPLEA 285

tornéese el pivote con un buril preparado especialmente para extremo del pivote superior. Debe ponerse mucha precaución,
ello. Para prepararlo, se aguza de la manera usual un buril co- pues la parte del eje agarrada por el mandril es débil, aunque el
rriente, se redondea en la piedra el canto del lado izquierdo de espaldón se apoye fuertemente contra la cara del mismo. Ahora
su punta y finalmente se acaba con una piedra americana o Ar-
kansas, de modo que pue-
da hacer un corte fino.
Las cuatro ilustracio-
nes de la izquierda de la
figura 336 muestran las
sucesivas fases en el tor-
neado de la parte inferior
del eje del volante; las
otras cuatro ilustran las
formas de la parte poste- Fig. 3J7. — Torno de pivotar
rior del mismo eje duran- tornearemos el asiento del volante. Se socavará un poco al asien-
te el torneado después de to para favorecer el apoyo bien plano del volante, como ya se
haber invertido la pieza en indicó. Si disponemos del viejo, puede servirnos de modelo. Se
el torno. El pivote puede rebaja luego el alambre hasta que el
ser pulido con el mismo volante se ajuste prieto en su asien-
pulidor empleado cuando to; no es necesario
se pule el eje en el torno pulir este asiento.
de puntas o puede acabar- Señálese la situación
se en el torno de pivotar exacta del pivote su-
(fig. 337), que describire- perior y córtese lo
mos más adelante. restante. Daspués se
Torneando la parte Torneando la parte Una vez completa- debe tornear el eje
inferior del eje del superior del eje del mente acabada la parte in-
volante. volante. para la virola del es-
ferior del eje, inviértase piral del volante y
Fig. 386. — Ocho etapas progresivas del
torneado del eje del volante en el torno éste en el torno. Será nece- se socava bien para
universal. sario substituir el mandril preparar el remache.
por otro adecuado más pe- Se hace el pivote su- Fig m_Corte
queño. Si el eje no gira centrado, aflójese un poco el mandril y perior y se le acaba ¿e segar,
manténgase debajo del árbol un palillo de boj, cuyo extremo
se habrá cortado plano; hágase girar el torno a alguna veloci- totalmente.
Fig. 338. — Centrando el eje
dad y cuando el eje gire centrado fíjese bien el mandril (fi- en un mandril elástico o pinza. Quítese el volante del torno, y
gura 338). suponiendo que los pivotes han sido
Tornéese después todo lo posible la parte sobrante con la pulidos y bruñidos, sólo falta redondear su extremo con el
punta del buril (Fig. 339) y en la posición aproximada del subsiguiente bruñido. Para ello ante todo se debe remachar el
eje en el volante y montarse en el torno de pivotar, como mués-
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286 EL TORNO UNIVERSAL Y CÓMO SE EMPLEA 287
MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO

tra la figura 340. Escójase en la linterna un agujero que ajuste do. Primero se tornea la parte superior del asiento del volante,
libremente con el pivote, córrase la linterna hasta que se meta después el asiento de la virola del espiral y finalmente el pivote.
el pivote en dicho agujero, pero sin que se trabe con su parte Después se tornea la parte inferior. Se necesitará tomar la me-
dida del eje para el platillo: pa-
ra ello nos servirá de modelo el
eje viejo, y creo que la mejor
herramienta para calibrarlo es el
compás de puntas (Fig. 342).
Para tornear la parte inferior
del eje se emplea la herramienta
dibujada en la figura 343; está
Fig. 343.—Herramienta especial para
tornear la parte inferior del eje.

Fig. 340. — Montado en el torno de pivotar

cónica, y póngase aceite en ambos pivotes. Se usa un pequeño


bruñidor plano, y en todo se siguen exactamente las mismas
instrucciones dadas cuando se explicó para el torno de puntas. Fig. 342. — Empleo del compás de
puntas para calibrar el eje.
La figura 341 muestra el so-
cavado del asiento del volante hecha de una vieja lima plana, afilada y aguzada con una ba-
en comparación con la línea rec- rreta de carborundum fino; el filo para tornear el pivote se hace
ta de puntos.
En vez de quitar del man-
dril el eje parcialmente acabado
para tornear el otro extremo,
puede hacerse con una sola fija-
ción con el mandril. El proce-
dimiento es, en principio, el mis-
Fig. 341. — Arriba, el eje del vo-
mo que se emplea en las fábri-
lante acabado; abajo, sección del
mismo mostrando, algo exagerada-
cas para la producción en serie
mente, el socavado.
en tornos automáticos. Este sis-
tema es muy recomendable; un
eje hecho así, ciertamente estará centrado.
El procedimiento es el siguiente: se deja la pieza de acero
— debe ser de acero ya templado y revenido, pues no podremos
hacerlo después — que sobresalga del mandril aproximada- Fig. 344. — Modo de afilar la herramienta especial anterior
mente la misma longitud que ha de tener el eje una vez acaba-
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con piedra Arkansas, por ser esencial un corte fino, ya que se nar o rehacer el bruñidor se usa un bloque de madera forrado
acaba con el bruñidor tan sólo. Para afilarla, se mantiene con de cobre o de plomo, como muestra la figura 348. El bloque se
la mano izquierda y la barreta se usa rectifica con polvos secos, no demasiado granados, de carborun-
como si fuera una lima (Fig. 344).
Por sí solas, las ilustraciones de
la figura 345 explican el proceso com-
pleto de construcción de un eje. Los Fig. 347. — Bruñidor de pivotes para el torno de pivotar; nótense los cantos
pivotes se pulen en el torno de pivo- redondeados.
tar; de hecho, no son pulidos sino
solamente bruñidos. Escójase una ra- dum; se sujeta el bruñidor como se indica en la figura 349, y
se pasa arriba y abajo del bloque con pasadas decididamente fir-
mes; si tiene un canto re-
dondeado, se le da un gire
en los 25 milímetros fina-
les de la pasada, para que
se rehaga la parte redon-
deada.
Póngase aceite en el pi- Fig. 348. — Modo de afinar el bruñidor
vote de la izquierda, úntese de pivotes.
el bruñidor también con
aceite y precédase a bruñir ejerciendo alguna presión. Con esta
forma de pulir pivotes el rebajado es muy rápido, comparado
Fig. 346. — Vara del torno de pivotar, indi-
cándose el asiento correcto para el pivote.

nura de asiento de la herramienta, en


la que el pivote se apoye en una lon-
gitud un poco mayor que la mitad de
su diámetro (Fig. 346) ; córrase la
vara linterna de modo que sólo la par-
te cilindrica del pivote descanse sobre
la linterna, pues el cono debe quedar
fuera. El bruñidor de pivotes para el
torno de pivotar tiene redondeadas las
dos aristas del lado izquierdo y debe •*»-
usarse con el canto redondeado hacia Fig. 349. — Sujeción y movimiento del bruñidor de pivotes, para rehacer
el radío de la raíz del pivote, de modo el canto redondeado.
Fig. 345. — Cinco etapas que dicho radio quede bruñido si-
para hacer un eje sin qui- con el sistema usado en el torno de puntas; por lo tanto, prué-
tarlo del mandril. multáneamente (Fig. 347). Para afi-
bese en el agujero del rubí del pivote después de haberse bru-
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290 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO
EL TORNO UNIVERSAL Y CÓMO SÉ EMPLEA 291
nido un poco y repítase la prueba frecuentemente para asegu-
más centrado posible; se verá inmediatamente si queda algo de
rarse de que no se deja el pivote demasiado delgado. Además de
material en el centro del cono, pues en este caso aparecerá un
la presión hacia abajo, hágase también presión hacia la izquier-
pequeño círculo: si esto ocurre, córrase el buril un poco hacia
da para que se bruña el cono del pivote. Cuando ya se ha bru-
un lado u otro para quitar este material del centro, y profun-
ñido al tamaño, se pone en la vara linterna de agujeros para
dícese lo suficiente para que quepa la parte inferior del eje, como
bruñir los extremos del pivote, como ya se explicó.
se ve en la figura 353. A esta operación se le denomina "cazar
el centro". La necesidad de evitar el cono metálico o rebabas

Fig. 350. — Cómo se —I


empieza el mandril de Fig. 352. — El mandril de pega- Fig. 353. — El mandril de pega-
Fig. 351. — Buscando el centro del mandril de miento, en sección, mostrando el miento, en sección, listo para sn
pegamiento. pegamiento. cono que debe evitarse. uso.

Aun hay otro sistema para torne ar un eje. Después que el en el centro del vaciado cónico se demuestra por las figu-
eje está parcialmente torneado en el mandril elástico, según se ras 352, 353 y 354.
explicó como primer método, se quita del mandril y se pega Se calienta el mandril de pegamiento estando aún en el tor-
en un mandril de pegamiento de modo que podamos terminar no; no debe quitarse del mandril elástico luego que se ha tor-
la parte no trabajada. neado. Si por alguna razón se ha quitado, debe asegurarse de
Pero ante todo debemos hablar del mandril de pegamiento. que está'bien centrado, repitiendo el torneado, si fuese necesa-
Móntese en el mandril elástico una barra de latón algo supe- rio, con el buril, y prestando especial atención al vértice del
rior al mayor diámetro del eje que ha de tornearse (Fig. 350). cono. Llénese de goma laca el vaciado cónico y caliéntese hasta
Tornéese bien la sección circular final de la barra de latón, de- que la laca se ablande; entonces se introduce la parte terminada
jándola plana y perpendicular al eje de la misma y luego repá- del eje y la aun no torneada se sujeta con la yema del dedo
sese su cuerpo para dejarlo perfectamente cilindrico. Hágase índice (Fig. 354), haciendo gi rar bastante aprisa el árbol del
luego un hueco de forma cónica en la citada sección circular torno y al mismo tiempo ejercie nd o un poco de presión sobre
final; es importante que el vértice de este cono esté libre de el eje de modo que el pivote se introduzca bien dentro del va-
rebabas: para lograrlo se lleva el soporte portaherramientas muy ciado cónico. Mientras se haga esto, sóplese sobre el mandril
cerca del extremo de la varilla de latón (Fig. 351), se sujeta el para enfriarlo y hacer que se solidifique la goma laca. El eje
buril muy firmemente sobre el soporte y se empieza a cortar lo debe girar centrado, y para asegurarlo más, si es preciso, se ca-
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lienta nuevamente, lo bastante para que el eje pueda moverse salvándose así el eje; si, por ejemplo, el buril se atasca, hay el
un poco, y entonces se centra, como se explicó para el mandril peligro de romper o descentrar el eje, lo que se evita mediante
elástico, mediante un palillo de boj con un extremo aplanado la polea de seguridad. Este sistema de trabajar entre centros o
(figura 355). Se mantiene el palillo fijo en esta posición mien-
tras gira el torno hasta que la laca se ha solidificado del todo.
Y ahora se podrá tornear la parte superior del eje.
Fig. 855. — Centrado final con
un palillo de boj.

Fig. 356. — El eje de volante montado entre puntos

entre puntos, es precisamente el mismo a que nos referimos cuan-


do se describió el torno de puntas, con la sola diferencia de
que en el torno universal el eje gira siempre en el mismo sentido.
Fig. 354. — Centrando el eje del vo-
lante en el mandril.

Para quitar el eje una vez terminado, se retira del torno


el mandril de pegamiento, se calienta un poco su extremo, algo
lejos del eje, y cuando la laca está blanda, para soltar el eje
se tira de él; así no hay peligro de recocerlo. Para quitar la
laca que haya quedado adherida al eje, se sumerge éste en al-
cohol metílico hirviendo, como se ha indicado antes.
Entre centros es el modo perfecto de tornear. Este sistema
es, quizá, un poco más largo< y debe reservarse para trabajos
de precisión, tales como ejecución de ejes para cronómetros y Fig. 357. — Polea de seguridad
para relojes de calidad fina. Se usa un eje azul y se le fija un
arrastre de torno, como muestra la figura 356. Puede usarse Centrado del volante. — Antes de profundizar más en la ex-
una polea de fricción como aparato de seguridad (Fig. 357). La plicación del torno universal, conviene hablar de la compro-
finalidad es que el bramante pase por encima de la polea de bación del centrado del volante, cosa que en uno corriente no
fricción o de seguridad y esté ajustada de modo que accione la siempre es sencillo. El mejor camino consiste en hacer girar el
polea que mueve el arrastre siendo tal la tensión del bramante, volante entre las puntas de un compás de calibrar, con una
que si una presión excesiva actúa sobre la polea aquél patina, guía junto al canto (Fig. 358). En América del Norte se pre-
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fiere el compás representado en la figura 359, en el que los de encasquillar el agujero descentrado. En relojes de baja cali-
pivotes del eje van montados dentro de agujeros y el eje des- dad no tiene mucha importancia que el volante esté descentra-
cansa sobre el cono de los pivotes; este sistema es muy reco- do, con tal que esté siempre bien equilibrado; con todo, un vo-
mendable. Además, el volante no se quita del compás durante
las manipulaciones para centrarlo; esto
requiere cierta habilidad y práctica sien-
do aconsejable empezar por volantes
viejos, a fin de acos-
tumbrarse a la resis-
tencia de los pivotes.
En todo caso, lo que
debe hacerse en el vo-
lante es lo mismo,
tanto en el compás
americano como en el
inglés; pero con el se-
gundo tipo de compás
debe quitarse el volan-
te cada vez que ha de Fig. 360. — Alargando el brazo del volante
hacerse algo en el mis- lante descentrado es antiestético, y por lo tanto debe centrarse
Fig. 358.—Compás mo. Sí el volante es-
de calibrar y guía. siempre que sea necesario.
tuviera descentrado en Hay otro punto de importancia que debe tenerse en cuenta
Fig. 359.—Compás ame-
ricano. sólo en los relojes de buena calidad: el equilibrado dinámico, que
la posición del brazo, debe alargarse el
lado corto; para ello, póngase el volante
invertido (la parte superior abajo) sobre un yunque, y con un
punzón con punta de cincel y canto redondeado dése un golpe
al brazo corto, como viene indicado en la figura 360.
Asimismo, el descentrado del- volante puede provenir del
descentrado de su agujero central, como muestra la figura 361. Fig. 361. — Agujero central del Fig. 362. - Mandril de esca-
Entonces el único medio de centrarlo es quitar el eje y "cazar" lones.
volante descentrado.
el agujero centrado. Para hacerlo, se toma un mandril escalo-
nado (Fig. 362) en uno de cuyos escalones ajuste bien el vo- es el equilibrado del volante en movimiento; un volante des-
lante. Después de sacar todos los tornillos, si los había, món- centrado, pero estáticamente equilibrado, puede estar desequi-
tese el volante en el torno como indica la figura 363; luego se librado dinámicamente; desde el punto de vista teórico esto
encara el soporte portaherramientas con el volante y se mantiene puede producir vibraciones y desgastar los cojinetes, pero res-
firmemente la herramienta sobre aquél para hacer un agujero pecto a la regulación de la marcha no creo que este desequilibrio
perfectamente centrado. Puede ser necesario hacer un eje nuevo, sea muy perjudicial. El volante es relativamente liviano y el
o por economía, también es aprovechable el antiguo después
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efecto de gastar los cojinetes por desequilibrio dinámico resulta Ahora nos ocuparemos de la horizontalidad del volante: sos-
despreciable, si bien cuando se regula la marcha del reloj en las téngase el mismo en el compás de calibre, como se ve en la figu-
cinco posiciones es necesario tenerlo en consideración. ra 365, de modo que no
tenga juego axial, co-
rriéndose seguidamente
la guía hasta casi tocar
el borde del volante; lue-
go, se hace girar despa-
cio el volante, fijándose
dónde está la irregulari-
dad. Como indica la fi-
gura 366, se sostiene el
volante cerca del brazo,
y se levanta el extremo
de la llanta del volante
un poco más arriba de lo
Fig. 363. — Buscando el centro en un volante
que se desea, ya que des- Fig. 365. — Modo de comprobar si un vo-
Volviendo al centrado, si el volante no es completamente pués, por elasticidad, re- lante es plano. En este caso se ve claramente
perpendicular a su eje, puede, por lo general, torcerse con la trocederá. La fuerza a que no lo es.
uña. Supongamos que uno de los emplear depende d« si el
brazos está torcido para arriba: volante es duro o flojo; de todos modos, precédase con precau-
sujétese como muestra la figu- ción hasta que se sepa el grado de dureza del mismo. Si lo que
ra 364, apriétese con la uña del está torcido es el brazo
dedo pulgar de la mano derecha del volante, puede en-
hacia arriba, y sosteniendo al pro- derezarse con unos ali-
pío tiempo la llanta con la punta cates forrados de cobre
del dedo índice, puede forzarse o latón, como indica la
hacia abajo la llanta del volante. figura 367.
Con un poco de práctica, pronto Para hacer que la
se adquiere noción exacta pata sa- llanta sea perfectamen-
ber dónde y cómo se ha de ejer- te circular, se monta en
cer la presión. el compás de calibres y
Fig. 364. — Aplanando un vo- El volante compensado o cor- se ajusta la guía de mo-
lante no cortado o liso. tado se trata igual que los volan- Fig. 866. — Torciendo hacia arriba el brazo
del volante. do que casi toque la
tes de una sola pieza para alargar llanta del volante (figu-
un brazo o para centrar el agujero de la llanta. El volante
ra 368). Girando poco a poco se comprueba toda la circunfe-
compensado es más susceptible de descentrarse que el rencia. Si la llanta está torcida hacia el centro, puede corregirse
liso, pres-
sosteniendo el volante con la mano izquierda y forzándola cui-
cindiendo de los dos ajustes mencionados en este párrafo.
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298 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO EL TORNO UNIVERSAL Y CÓMO SE EMPLEA 299

dadosamente con la uña del dedo índice de la mano derecha debe tenerse presente que cuanto se diga sobre el piñón de cen-
(figura 369). Si hay un retorcido en la llanta, empléese la he- tro es también aplicable a los restantes piñones (de las ruedas
rramienta representada en la primera y segunda y de escape) con la sola diferencia de la for-
figura 370: supongamos que ma del eje. Primeramente se quita el piñón viejo y se pasa un
el volante está retorcido como "escariador cortante a través del agujero de la rueda de centro,
vemos en la figura 371; man- para quitar todas las rebabas que
téngase plano el volante sobre pueda haber. Se monta el nuevo pi-
un yunque que tenga un agu- ñón en el torno, sosteniéndolo por
jero para el platillo, etc.; se
coloca la herramienta como in- Fig. 370. — Herramienta para enderezar Fig. 371. — Volante re-
el volante. torcido (algo exagerado).
dica la figura 372 y se tuerce
sus alas con un mandril elástico. Si se
ha escogido un mandril
de tamaño correcto, que no requiera forzar para sujetar el piñón,
sus alas no sufrirán.
Se rebaja la cabeza a la longitud aproximada y entonces se
tornea formando un espaldón para recibir la rueda. Cuando se
Fig. 368. — Comprobación de si la
Fig. 367. —' Sosteniendo el volante llanta de un volante es perfectamente
con unos alicates forrados de cobre circular. En este caso se ve que no
o latón. lo es.
hacia la izquierda, conforme
señala la. flecha; luego se hace re-
correr la herramienta, con su ranura cabalgando sobre la llanta,
torciendo a la dere-
cha, para volver la
llanta a su lugar (fi-
gura 373). Puede ne-
cesitarse hacerlo una o Fig. 372. — Primer torcido para Fig. 373. — Torcido final para de-
dos veces, pero éste es devolver al volante su forma volver la forma circular al volante.
el método y só7o la circular.
práctica constante pue- cortan las alas para rebajar la cabeza a la longitud requerida, el
de enseñarlo perfecta- buril se sostiene firmemente sobre el soporte como muestra la fi-
mente. gura 374; los cortes han de ser ligeros, ya que de otro modo la
Piñón de centro. - punta del buril se rompería continuamente. Cuando se ha al-
El torneado del piñón canzado el cuerpo del piñón, las alas pueden romperse con unas
d e cen tro supon e el tenazas (Fig. 375).
ajuste del piñón de ca-
Fig. 369, — Torciendo la llanta del volante ñon. Además de esto,
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300 MANUAL PRACTICO DEL RELOJERO EL TORNO UNIVERSAL Y CÓMO SE EMPLEA 301

Se cilindra bien el eje y alisa, y se tornea el espaldón para la pa ra tornear el eje del piñón de cañón. Si el eje es muy largo,
rueda de centro, manteniendo el buril contra las alas (Fig. 376). se coloca un punto hembra en el cabezal móvil para sostenerlo.
Al asiento de la rueda de centro en el pi- Generalmente los piñones sin acabar se venden con los extremos
ñón se le da una ligera conicidad, de modo cónicos, pero si en este piñón no
que cuando se introduzcan sus alas en el agu- sucede así, se le hace el cono para
el punto de hembra.
Se llama punto macho al que
termina en punta, y punto hem-

Fig. 377. — Colocación de la


rueda.

Fig. 374. — Suje-


ción del buril para
cortar sólo las alas. Fig. 375. — Cortado de alas

jero de la rueda ajusten con ex actitud. Las alas se rebajan en


fo rma de cono hasta que la rueda se in troduzca en el piñón
como una vez y media su
grueso; esto asegura un ajuste
prieto y al mismo tiempo im-
pide que la rueda patine.
A continuación se tornea para \mimnvmw
quitar la porción sobrante del anuí.
piñón y se socava para formar Mil
un remache; luego se quita el
piñón de] mandril y se colo-
ca, con el remache para arri- bra a l que tiene en su punta un v a ciado cónico para dar ca-
ba, en un yunque plano, con bida al punto macho (Fig. 378) . El montaje en el torno apa-
un agujero lo suficiente gran- recerá como muestra la figura 379. Primeramente se rebaja el
Fig. 376. — Torneando el espaldón de para dar cabida al eje, de
eje para formar el pivote inferior, dejando un pequeño espal-
para la rueda. modo que sobre el yunque dón para separar la rueda de la platina. Hágase servir, si es po-
sólo se apoye la cabeza del pi- sible, el piñón viejo como guía para la posición de los diferen-
ñ on. En esta posición la rueda se introduce por medio de u n tes espaldones. Las ilustraciones de la figura 380 muestran un
punzón de punta vacía y extremo plano (Fig. 377) . piñón acabado y ayudarán a conseguir lo que deseábamos.
Rebajaremos después el eje para ajustarse al piñón de ca-
Finalmente se remacha del mismo modo que lo hicimos con
ñón, dejando un espaldón para su asiento. Es aconsejable, para
el eje del volante, volviéndose a montar en el mandril elástico
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Fig. 378. — Izquierda, punta macho; dere-


cha, punta hembra.

Fig. 379. — Mostrando el soporte de punta


hembra.
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facilitar el ajuste, escariar el agujero del piñón y quitar el to-
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sobre el cañón en donde había antes el toque y se da un ligero
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que o toques formados para actuar de corchete; pueden punzo- golpe sobre el punzón para levantar un ligero toque en el in-
narse otra vez más tarde, como diremos más adelante. Se tornea terior del cañón. Si no se dispone de herramental adecuado para
el eje con el buril, a una conicidad suave, para lograr que el pi- fijar el piñón de cañón, se sujeta en el tornillo de banco una
ñón se ajuste cerca de la mitad de su posición definitiva; esta pieza de latón en la que ajuste la
conicidad debe ser aproximadamen- parte cilindrica del cañón (figu-
nuil I I UTUTO te la misma que la de un escariador ra 382) y precédase con un pun-
cónico. Se pule el eje con un puli- zón en forma de cincel de la mis-
dor de hierro cargado con polvos de ma manera que en el caso anterior,
esmeril y aceite, hasta que el piñón sosteniendo el punzón con los de-
se ajuste bien contra el espaldón; dos índice y corazón.
no debe ser un ajuste forzado; la Móntese el cañón en el eje:
seguridad se dará después con los debe ajustar bastante prieto; aprié-
5
toques para fricción dura; si el ca-
L-~* ¿Y *" Fig. 381. — Herramental de fijar
ñón ajusta ya prieto antes que se
'
hagan los toques, tendrá tendencia
a subirse cuando se hayan fijado
r las agujas: esto es debido a que el
efecto de resorte de los toques del
cañón íio es tan fuerte como la fric-
Fig.-380. —Arriba, piñón de
ción causada por un ajuste prieto:
centro acabado; abajo, corte
del mismo para que se veanlos toques no podrían mantener el
los socavados.
cañón hacia abajo y éste subiría
cuando girase. Ante todo, es impor-
tante que el cañón ajuste sin demasiada presión ni excesiva
holgura. Si ajusta flojamente, se ladeará al girar, notándose
acentuado este movimiento si se observa el camino de la punta e\ piñón de cañón.
de la aguja minutera al poner el reloj a la hora. Ahora vol- tese luego el cañón hacia
veremos a dar los toques en el cañón, y para hacerlo se escoge abajo, cuidando de no dar
un alambre de latón que ajuste en el agujero del cañón, se lima ningún movimiento de giro
un plano en un costado y se monta el alambre dentro del pi- al piñón y asegurándonos
ñón, de modo que el plano limado se sitúe donde debemos dar de que se apoya bien apre-
el toque. Si los toques han de ser dos, uno a cada lado, enton- tado contra su espaldón.
ces se liman dos planos y encarados con éstos se disponen los Entonces se mantiene con Fig. 382. — Modo de fijar el piñón
toques. la mano la rueda y con de cañón sin herramientas espe-
Nos ocuparemos primeramente de cuando se requiere un unos alicates forrados de la- ciales.
solo toque. Se sujeta el cañón en el herramental de fijar el pi-
ñón de cañón (Fig. 381), se baja el punzón en forma de cincel
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ton se hace girar el piñón tres o cuatro veces sobre sí mismo. Se ñon en posición y se marca el punto en que el árbol queda al ras
saca después el piñón cuidadosamente en el sentido del eje, sin con la parte superior del cañón. Se aplana el extremo del árbol
darle giro si es posible, y examínese el eje; el toque habrá señala- con la piedra, si bien
do una ranura circular que marca la, posición del corchete. Si el no es preciso que sea
piñón ha girado cuando se montaba o al quitarlo, la ranura un plano absoluto, y
circular no se definirá bien. se pule con un puli-
Se tornea el árbol en la dor de bronce y dia-
posición de la ranura cir- ma n t i n a . La figu-
cular (Fig. 383). Aprié- ra 385 demu estra
tese otra vez el cañón den- cómo se monta en el
tro del árbol y se notará torno para pulir el ex-
que se toca el corchete; si, tremo del árbol de
con todo, la coincidencia centro. En las máqui-
r_J no se nota lo bastante, se
tornea el escote del árbol
nas de buena calidad,
especialmente en las
Fig. 384.-Las li- un poco más arriba, como inglesas, se hallará que
Fig. 383.—Toque en nea s de puntos demuestra la figura 384, el extremo final del
el pifión de cañón que indican donde de- en las que las líneas de piñón se pule vaciado
demuestra donde de- be rebajarse si el
be tornearse para el corchete no es su- puntos indican lo que ha y el árbol de centro
corchete. ficiente. de rebajarse. Puede ser ne- termina en el fondo
cesario hacer los toques del vaciado del piñón:
más salientes en el interior. P ruéb ese el cañón otra vez y ha es un trabajo manual
de poder sentirse como si se viera y tocara el corchete, indican- muy fino (Fig. 386) Fig. 385. — Puliendo el extremo del árbol de
do ello la perfecta coincidencia. El cañón montado de esta ma- y muy fácil de ejecu- centro.
nera no subirá. tar. Es interesante
Si el cañón lleva dos toques, uno a cada lado, la pieza in-
mencionar aquí esta particularidad, pues el procedimiento pue-
ferior del herramental se hace igual a la superior, es decir, tam-
bién en forma de cincel, y si no se tiene el herramental, se in- de servir para otros usos.
vierte el cañón sobre la pieza de latón del tornillo de banco y Se monta el cañón en un torneador, de modo que su extre-
se hace el segundo toque. Empleando un escariador corriente en mo llegue perfecta-
mente al nivel del
vez del alambre de latón, con la ventaja de poder hacer los to-
mismo árbol, sin so-
ques a la profundidad deseada según se introduzca más o menos
bresalir (Fig. 387).
el escariador. También puede substituirse el punzón por unas
Se procura un peda-
pinzas de sacar agujas de reloj, lográndose dos toques, perfecta- Fig. 387. — El piñón de zo de alambre de
Fig. 386. — Acaba-
mente simétricos. La figura 383 representa una sección del ca- do del cañón y del cañón en el torneador; hierro — por ejem-
ñón con el toque o aplastamiento algo exagerado para indicar árbol de centro. no debe sobresalir.
plo, un clavo fran-
el proceso.
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Luego el eje se corta a la medida. Para ello se coloca el ca- no es necesario un redondeado exacto; se le da vueltas entre
y se redondea algo su extremo teniendo en cuenta que
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306 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO EL TORNO UNIVERSAL Y CÓMO SE EMPLEA 307

los dedos pulgar e índice de la mano izquierda, limando la e índice, con lo que se obtendrá un vaciado perfectamente re-
punta con una lima fina para redondearlo (Fig. 388). Luego dondeado. Para pulirlo, se limpia el extremo del alambre y se
se pone el arco en la garrucha del torneador y se sostiene el relima y carga con la mínima cantidad de diamantina. Se lim-
pivote en el agujero de una punta de torno, o en alguno de los pia el cañón con bencina, se cepilla y se frota con medula para
quitar cualquier residuo de polvos de esmeril. Se repite la ope-
ración como antes y se tendrá un vacia-
do bonito y perfectamente pulido.
Volvamos al piñón de centro. Se so-
cava en el cuerpo del piñón en el extremo
del remache, de modo que el eje quede
de forma cónica después del pivote infe-
rior. Este socavado hay que trabajarlo Fig. 390. — Haciendo el
como una obra de arte, pues deberá ha- socavado. Las líneas de
puntos indican las formas
cerse tan estrecho y profundo como sea que se van dando al buril.
posible. Tiene por finalidad, desde el
punto de vista puramente técnico, evitar que el aceite del pivote
se deslice fuera. Para hacerlo se usa la punta del buril que se
Fig. 388. — Redondeando la punta de un clavo debe ir aguzando mientras se profundiza; la figura 390 mues-
tra el procedimiento, indicando las líneas de puntos la forma
que generalmente tienen en el costado las garras del tornillo de que se va dando al buril. Se invierte después el piñón en el
banco. Estos agujeros están hechos expresamente para estos ca- mandril elástico; seguramente será nece-
sos y también para taladrar. Se carga la punta redondeada del sario emplear otro mandril de agujero
menor. Se tornea la parte superior del
eje, se pule y se socava el extremo supe-
rior de la cabeza del piñón de la misma
manera que se hizo para el extremo infe-
rior. Se habrá notado que en cada ope-
ración de torneado el pulido se realiza
inmediatamente antes de dar otro corte
o pasada; esto ya fue indicado antes y
Fig. 391. — La garrucha es conveniente repetirlo: cortando una
Fig. 389. — Montado en el torno universal, o de puntas, para pulir el en posición. superficie pulida se logra una agudeza
interior del cañón.
extra; es una cuestión de orden estético,
alambre de hierro con polvos de esmeril y aceite y se mete en pero que mejora mucho la apariencia de un reloj.
el extremo del cañón, como se ve en la figura 389. Se hace Ahora podemos acabar las caras extremas de la cabeza del
girar el torneador rápidamente, se da un poco de presión al piñón. Se monta una garrucha sobre la rueda (Fig. 391). La
alambre, moviéndolo al mismo tiempo hacia arriba y abajo y herramienta de acabar se hace, sencillamente, de una llave vieja
también se le hace girar unos instantes entre los dedos pulgar de hierro, de una varilla de hierro o de un clavo; las ilustra -
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308 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO EL TORNO UNIVERSAL Y CÓMO SE EMPLEA 309
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ciones de la figura 392 muestran lo que se necesita. El extremo los polvos de esmeril y el aceite. El rectificado quitará toda as-
activo de la herramienta A se lima plano y luego se carga con pereza resultante del remachado, y la herrami en ta pu ede to car
polvos de esmeril y aceite, introduciéndolo en un recipiente con- la rueda de latón, dando a ésta el acabado que se desee. Cuan-
teniendo una mezcla de ambos. Se monta el arco en la garrucha do el aspecto de la cara es satisfactorio, limpíese con bencina
y se mantiene la cara de y frótese bien con medula; no deben quedar vestigios de pol-
n vos de esmeril. Se limpia después la herramienta por fuera y en
:.¡fY ---^-, ^ ' - ' - ' ^ T ? B , la herramienta sobre el
- W ^----^--.---^..^ el interior del agujero para asegurarse de que no hay residuos
/
// --»- \ extremo de la cabeza del de polvos, se lima nuevamente su extremo y se carga con dia-
¡í V ¡ñT ' ~/l piñón,
gura
como
393.
indica
Puede
la fi-
usarse
mantina por introducción en su recipiente. Luego se repite la
! .J!R m operación con diamantina igual como se hizo con el esmeril.
frV un punto hembra en el Para pulir bien la cara del piñón se necesita un poco de
torno de puntas o en el práctica; algún fracaso en los primeros intentos, no debe ser,
Fig. 392. — Herramientas de refrentar.
cabezal móvil del torno pues, motivo de desaliento. Mientras progresa el pulido con la
Arriba, varilla de hierro; en el ceñir o, de una universal. La herramien- diamantina, se va aflojando la presión de la herramienta, siendo
llave; abajo, de un clavo. ta se sostiene con la ma- posible "sentir" cuándo la cara ya está "terminada". Se notará
no izquierda. Se hace gi^ que la herramienta rechina; esto es señal de que el pulido está
rar rápidamente el piñón y ejerciendo un poco de presión con casi terminado. Se continúa aflojando la herramienta aún más
la herramienta, a la que se da al mismo tiempo un movimiento hasta que se tenga la "impresión" de trabajar sobre una super-
giratorio adelante y atrás, manteniéndola lo más firme posible,
ficie de terciopelo; entonces el trabajo está listo. Se limpia con
aunque el plano de la cara no depende de esto; como en todo
medula y aparecerá un bonito pulido "negro opaco" sin brillo,
pero con profundidad. Ahora se invierte la rueda y se pule la
otra cara: se limpia bien y se pule con diamantina, como hemos
explicado. Esta operación requiere más tiempo para ser expli-
cada que para ejecutarla; si se tiene práctica se puede realizar
muy rápidamente.

Tija o árbol "remontoir". — Hay varios puntos a considerar


en lo que se refiere a la ejecución de una tija. Escójase, en pri-
mer lugar, un alambre de acero templado y revenido, cuyo diá-
metro sea un poco mayor que la parte más ancha del árbol;
móntese en un mandril elástico en el torno, primero dejando
sólo que salga un poco, y se tornea un pivote cónico en su
Fig. 393. — Montado para refrentar la rueda extremo; luego se hace salir en una longitud igual a la que tiene
el árbol, midiendo desde la parte roscada a la parte del árbol que
pulido, el trabajo halla su propio nivel si es mantenido de una se ajusta dentro la máquina. Si el árbol es largo, se acerca el
manera correcta. Aproximadamente una docena de impulsos cabezal móvil del torno con un punto hembra, para sostenerlo.
con el arco, serán suficientes; limpíese con medula e inspecció- Cilindraremos el árbol hasta que ajuste prieto en la máquina y
nese la cara: debe ser perfectamente plana y presentar toda la luego formaremos el espaldón que trabaja entre las platinas.
superficie de un acabado gris; si no fuera así, se continúa con
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Antes de rebajar más, se tornea el pivote en el extremo, bien paralelos entre sí y también casi a nivel con su arista su-
puliéndose con polvos de esmeril y aceite, y después con dia- perior. Generalmente la mejor colocación del rodillo es a 6 ó 7
mantina, de modo que ajuste bien en el agujero; déjese tan lar- milímetros de la tija, pero esto depende en gran manera del
go como sea posible, de acuerdo con el agujero en que se aloja, tamaño del árbol que se está construyendo. Se coloca sobre el
para que el pivote no salga de su agujero cuando la tija está en rodillo de soporte una lima plana fina y bien afilada, con el
la posición de mover las canto sin dientes contra la muesca circular ya hecha según hemos
\ agujas del reloj; si la má- explicado (Fig. 395). Se mueve la lima hacia adelante y hacia
quina está a un lado, la
longitud del pivote no es
tan importante. Se continúa
torneando hasta que se ajus-
I ~) — :» te prieto entre las platinas.
Se pule la parte que traba-
~ ~ j - « i - i jará en las platinas con pol-
I - ' vos de esmeril y aceite, y
después con diamantina, has-
ta que esté libre.
Se tornea después la par-
j— | j - 1 _ .[ _ _k te en que debe ajustarse la
rueda de corona y se pule y
Fig. 394. — Torneado de la tija. acaba esta parte solamente;
Desdi arriba: acero azul; primer espal- no es necesario pulir ahora Fig. 395. — Limando el paralelepípedo mediante el soporte de rodillo
dón; pivote; muesca circular; limado
de cuatro superficies en forma de para- toda la tija. Luego se seña-
lelepípedo; ranura para la tireta. la la posición del piñón do- atrás, dos o tres veces, sin tocar la tija, ejerciendo algo de pre-
ble y se hace una pequeña sión sobre la lima para que se ponga bien plana sobre el soporte
muesca circular en este punto. Tendremos ahora el espaldón del rodillo. Cuando se haya adquirido la convicción de que la
para la rueda de corona y desde la terminación de este espal- lima está en su situación correcta, gradualmente se va inclinan-
dón al pivote del árbol se limará, según vamos a explicar, do ésta sobre la tija hasta que la toque y entonces se da una
una parte de sección cuadrada, de manera que el piñón doble pasada firme y segura hacia adelante. Empléese una lima que ya
pueda deslizarse arriba y abajo. Las ilustraciones de la figu- haya sido usada.
ra 394 muestran las sucesivas formas que irá adquiriendo la Recuérdese que la tija es de acero templado y revenido, por
tija o árbol "remontoir". cuyo motivo se debe limar despacio. Se dan dos o tres pasadas
completas con la lima y entonces se gira el árbol del cabezal
Para limar la parte de sección cuadrada, trábese el árbol del
de torno exactamente un cuarto de giro: es conveniente que la
cabezal fijo del torno por medio de la espiga de la pieza elástica
placa de la polea esté dividida en cuatro partes iguales para in-
que ajusta dentro de los agujeros de la cara de la polea mayor.
dicar los cuartos de giro. Luego que se ha fijado nuevamente el
Substituyase el soporte portaherramientas por el soporte de ro- árbol del torno, se procede a limar otra cara, y en el grado en
dillo (ahora consideraremos solamente el de rodillo único). que sea posible límese la misma cantidad que anteriormente; se
Acerqúese el rodillo a la tija y asegúrese de que estén sus ejes
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312 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO EL TORNO UNIVERSAL Y CÓMO SE EMPLEA 313
continúa así hasta que se han hecho las cuatro superficies pla- tremo para ser roscado para la corona.
nas. Esta parte de sección cuadrada debe rebajarse ligeramente Se coloca en el cabezal fijo un punto hembra, se lleva el
hacia el lado del pivote, poniendo a tal fin un pedazo de pa- cabezal móvil con otro punto hembra, se monta la tija entre
pel debajo del asiento del soporte portaherramientas por el lado
del cabezal fijo del torno, antes de fijar el soporte; esto hará
que el rodillo se incline lige-
ramente, produciendo el efecto
que se desea lograr (Fig. 396).
La sección cuadrada de la
tija no debe aún ser perfecta:
las esquinas deben conserva:
todavía la forma cilindrica ori-
ginaria y es tos pequeños pía-

ü- -L
Fig. 396. — La flecha indica el papel
colocado debajo del soporte para fa- Fig. 397. — La tija con el paralelepí-
cilitar el limado con inclinación del pedo sin avivar las aristas.
paralelepípedo.
nos circulares servirán de guía para conocer si se han limado
bien los planos (Fig. 397). Si éstos están bien hechos, las cua-
tro aristas deben presentar todas la misma curvatura; si no
ocurre así han de limarse los planos que se hallen disconformes.
Luego se continúa limando
alternativamente los planos un
poco cada uno, hasta que las aristas
sean vivas. Se prueba el
piñón doble en la tija y, si es
necesario, continúese limando
hasta que el piñón doble se ajuste en
la mitad de
la parte de
sección cuadrada. Aunque las
aristas no hayan sido formadas
en ángulo completamente, el
trabajo puede considerarse ter-
minado cuando el piñón doble
deslizante ajuste donde se ha
dicho; esto depende de las dimensiones del agujero cuadrado
del piñón doble. Ahora se quita el árbol de la pinza y se corta
a la longitud aproximada; se tornea, luego un cono en el ex-
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los dos puntos, quedando libre, y se pulen las cuatro caras con
un pulidor de hierro cargado con polvos de esmeril y aceite (fi-
gura 398). Se sostiene el pulidor con los dedos como si fuera
un lápiz, ejerciendo un poco de presión y dándole un movi-
miento circular hacia atrás y hacia adelante, sobre las superfi-
cies planas de la parte de sección cuadrada. De esta manera se
obtendrá una superficie perfectamente plana. Se hace luego girar
la tija con la mano hasta que se presente otra cara y se pule de la

Fig . 398. — El árbo l libre entre puntas para que cuando se lima se ponga
automáticamente a nivel.

misma manera, continuando así hasta que se hayan pulido las


c uatro. Se hacen tanteos de prueba del piñón doble en la tija y
se pulen con el pulidor un poco todas las caras cada vez, para
conservar perfectamente la sección cuadrada, hasta que se ajuste
a una distancia del espaldón equivalente a su propia longitud.
Al llegar a este resultado, se limpia la tija con bencina y se fro-
ta bien con medula para quitar toda traza de esmeril; se limpia
el pulidor, se le vuelve a limar y se carga con diamantina. Se
coloca de nuevo la tija entre los puntos del torno y se repite la
operación, puliendo las cuatro caras para lograr que el piñón
doble ajuste libremente hasta su espaldón. No es indispensable
que las caras de la parte de sección cuadrada queden perfecta-
mente pulidas y libres de rascaduras, por cuanto después de que
el piñón doble se haya desplazado algunas veces arriba y abajo
para la puesta en hora ya se presentarían nuevas rascaduras.
La siguiente operación consiste en hacer la ranura para la
tireta; para ello se mete la tija tan adentro como sea posible; se
atornilla la tireta en la máquina de modo que su espiga señale
la tija, y dando a ésta una vuelta o dos, quedará la marca en
dónde debe hacerse la ranura, para lo cual usaremos la herra-
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314 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO EL TORNO UNIVERSAL Y CÓMO SE EMPLEA 315

mienta representada en la figura 343, pero aguzándole, ante la polea del cabezal con un movimiento de avance y a la de-
todo, su canto cortante perfectamente en ángulo recto, por me- recha, y al mismo tiempo se. mueve la terraja de idéntica mane-
dio de una piedra de carborundum y no a un ángulo como se ra, empleando siempre mucho aceite. Pronto se notará el roza-
hacía cuando trabajábamos el eje del volante. Al rebajar la ra- miento del roscado y si no se obra con cuidado puede retorcerse
nura, se amplía un poco a fin de que el pasador pueda tener algo el árbol; así pues, póngase mucha precau-
de juego, para lo cual se comienza la ranura algo más adelante ción. Los primeros cinco o seis pasos de
de dodde se hizo la señal. rosca no serán completos y cuando el filete
ya va teniendo toda la profundidad el es-
fuerzo deberá ser mayor. La figura 399

Fig. 401. — Soporte de doble rodillo

F¡g. 399. — Roscando en el torno demuestra el procedimiento. Ahora sólo


falta cortar a la medida la parte roscada, la
Para ejecutar la rosca para la corona, inviértase la tija en el Fig. 400. — La tija cual se establece por la posición de la co-
mandril y sujétese por la parte que trabaja entre las platinas; montada. Nótese el
si se ha partido de acero azul, será necesario recocer la porción juego axial, la posi- rona cuando la máquina está en la caja y
ción terminal del pa- la tija ya terminada. Como siempre en toda
que ha de roscarse. Después de decidir el diámetro de la rosca, ralelepípedo y la liber- pieza nueva, se le da a la tija un acabado
ya sea por el de la tija vieja o por el de la corona, se tornea el tad de la espiga de la
que se conjugue con la calidad de la má-
árbol para ajustar con un agujero de la terraja que esté situado tirela.
quina; de todos modos, el espaldón que
dos espacios por encima del que después usaremos para roscar. trabaja entre las platinas, el de la rueda de corona y el pivote
El árbol se tornea cónicamente para formar una entrada al filete se pulen siempre con diamantina, pero el resto de la tija puede
de rosca. agrisarse con polvos de esmeril. La figura 400 muestra la tija
Las placas de terraja de relojero no cortan el filete, de modo acabada, montada ya en la máquina.
que no se quita metal, sino que el fileteado se imprime. Lo El soporte de doble rodillo (Fig. 401) se emplea de la ma-
dejo consignado porque teniendo en cuenta que el metal es nera siguiente: la lima se mantiene firmemente en contacto con
duro, cuando se hace la rosca se requiere gran cuidado. Se su-
jeta la terraja con la mano derecha; con la izquierda se mueve
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316 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO

ambos rodillos al mismo tiempo; la pieza que lleva los rodillos con la broca que debemos usar. El tamaño de la broca debe ser
se baja y cuando la lima toca el trabajo se baja aún un poco un poco mayor que el nuevo pivote que vamos a ajustar. El
más. En esta posición se puede comenzar a limar, manteniendo punto hembra ajusta con el
siempre la lima en contacto con el rodillo más cercano al opera- extremo plano del eje del
rio; la lima establecerá contacto con el otro rodillo cuando se piñón y como la broca
esté a punto de terminar el trabajo. De esta manera debe obte- ajusta sin juego en el agu-
nerse una superficie plana viva, y como el segundo rodillo ser- jero del punto, ésta se en-
virá de referencia, se limará una cantidad igual en cada cara. cuentra en la posición exac-
Resumiendo: las piezas que hemos hecho en el torno, o sea ta para obtener un agujero
el eje del volante, el piñón de centro y la tija comprenden prác- bien centrado; procedere-
ticamente todas las operaciones que se realizan en un taller co- mos seguidamente a mon-
rriente. Como hemos tratado también del centrado, del pulido tar el eje del piñón en el
y del limado, el resto ya no es más que cuestión de práctica, de herramental con el arco
mucha práctica. La ejecución de piezas nuevas no se aprende so- presto para usarse (figura
lamente en los libros; el procedimiento se explica y al estudiante 404). La broca que ha de
corresponde aplicarlo; como antes he dicho ya, el torneado re- emplearse para el acero es la
quiere mucha más práctica que el limado y de las dos opera- redondeada, con su canto
ciones, la primera es bastante más importante para el relojero cortante amolado a un án-
que la segunda. gulo agudo, con lo cual se pig 402. — Revenido del piñón
aumenta su resistencia.
PivoteSi — En las máquinas de primera clase no se suelen Es muy sencillo hacerse una broca del diámetro conveniente,
montar nuevos pivotes, pero hay circunstancias en que puede en caso de carecer de ella; límese, en la forma que indica la figu-
tolerarse: por ejemplo, cuando debe buscarse la máxima econo-
mía o cuando no pueda obtenerse toda la pieza nueva en bruto,
tal como un piñón; por esta razón es necesario indicar aquí
cómo se hace un pivote nuevo.
Ante todo amólese el pivote antiguo y déjese plano el ex-
tremo del eje con una barreta americana o Arkansas. Es mejor
no rebajar el revenido de la pieza a la que se ha de colocar el
pivote, pero algunos piñones son tan duros que es práctica-
mente imposible taladrarlos: en este caso se rebaja un poco el
revenido. Para ello, sosténgase sobre una lámpara de alcohol el
piñón de modo que sólo reciba la llama la parte que ha de ta-
ladrarse y se deja que se vaya calentando hasta el color azul Fig. 403. — Herramental de pivotar
(figura 402). Esto hará cambiar ligeramente el color del piñón,
pero posteriormente se le puede devolver de nuevo el propio, ra 405, un pedazo de alambre de acero que ajuste al agujero del
según explicaremos más adelante. Se escoge una vara del herra- cabezal del herramental de pivotar; coloqúese el final de este
mental de pivotar (Fig. 403) que tenga un agujero que ajuste alambre sobre un yunque y con un martillo de acero de cara
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EL TORNO UNIVERSAL Y COMO SE EMPLEA 819
plana se chafará el extremo del alambre (Fig. 406) ; si la broca movimiento: cuando la punta
es de un tamaño normal se lima a la forma de la figura 407, está al rojo, como antes, se
pero si es tan fina que no pueda limarse, se dará la forma final quita rápidamente de la llama,
con una barreta americana o bastando generalmente este en-
Arkansas, después de templa-
da y revenida. Para templarla
se pone su punta sobre la lla-
ma de la lámpara de alcohol,
hasta que se ponga de color ce-
reza, e inmediatamente se mete
en aceite. Se prueba con una

Fig. 405

Fig. 406

Fig. 407
Tres fases para la obtención de una
broca.

lima para ver si se ha templa-


do bien y luego se limpia una
de sus caras con afinador con
esmeril. Se mantiene ahora el
cuerpo de la broca en contac-
to con la punta de la llama
que la cara pulida antes se
vuelva de color paja se retira
Fig. 404. — Montaje para pivotar,
mostrando el extremo vaciado en del calor y se mueve en el aire
cono y la posición de la broca. para evitar un revenido exce-
sivamente elevado (Fig. 408).
Si la broca es de las finas, el
temple se hace en el aire con
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friamiento súbito para templarla. Debe ponerse mucho cuida-
do con las brocas finas, pues en seguida llegan al color blanco
con peligro de quemar el metal. El revenido se efectúa del modo
que hemos descrito, pero procúrese que no sobrepase del blanco,
porque entonces la parte final de la broca quedaría blanda e in-
servible. La hoja de la
broca se afila con una
barreta de piedra ame-
ricana o Arkansas.
Estamos ya dispues-
tos para taladrar. Pón-
gase una buena canti-
dad de aceite semidenso
de reloj en el punto de
la broca y también un
poco en el otro pivote.
Se da una pequeña pre-
sión al portabrocas y se
hace girar despacio el
eje del piñón. Es esen-
cial que la broca no de- Fig. 408. — Temple de una broca
je de cortar durante
to do el tiempo de trabajo; se puede sentir si la punta corta o
no, y si la forma en que ésta taladra no es satisfactoria, exa-
mínese su dureza, su forma, etc. El empleo de brocas que no
corten es perjudicial, ya que lo que hacen realmente es bruñir,
y las superficies bruñidas son después muy difíciles de cortar.
Si por cualquier razón el agujero queda bruñido, puede algu-
nas veces quitarse el bruñido, aplanando el canto de la broca;
se usa la broca con el canto aplanado hasta que la superficie
bruñida ha desaparecido, volviendo entonces a dársele su for-
ma primitiva y se sigue taladrando. Mientras se taladra, se da
media vuelta al portabrocas cada vez, con lo cual se consigue
un agujero recto. De vez en cuando retírese la broca para qui-
tar las virutas y poner más aceite y continúese después tala-
drando hasta que el agujero tenga la profundidad de una vez
y media a dos la longitud que requiere el nuevo pivote. Esta
regla no es válida si se hace un agujero para el pivote del piñón
de la rueda segundera.
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320 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO EL TORNO UNIVERSAL Y CÓMO SE EMPLEA 321

Para obtener el pivote nuevo limaremos a una conicidad sua- diamantina y, finalmente, con el bruñido. El pivotar es un tra-
ve, con una lima fina, un pedazo de alambre de acero azul un bajo de poca importancia que no merece un largo proceso de
poco más grueso que lo que ha de ser el nuevo pivote. Se reduce acabado; son suficientes el limado y el bruñido; tanto es así que
para lograr que el extremo se introduzca hasta aproximada- en Suiza generalmente no se emplea otro procedimiento.
mente la mitad del agujero en el eje del pi- . La punta del pivote se termina en la vara a linterna, del
ñón y luego se lima este extremo hasta que mismo modo que se explicó para terminar la de los pivotes para
quede bien sujeto en el agujero. Puede ser el eje del volante; la punta se redondea primeramente con una
necesario, para que el extremo entre bien barreta de piedra americana. El nuevo pivote queda ya termi-
recto en el agujero, amolar un poco este ex-
nado y si fue necesario rebajarle el revenido, para devolverle su
tremo, ya que el limado habrá reducido algo
color propio, precédase como sigue: échese un poco de ácido clor-
el diámetro del mismo; es imprescindible el
hídrico en una vasija de vidrio o porcelana de unos 12 mm de
pleno contacto del cono del pivote con toda
alto y de diámetro aproximado; el ácido debe llenar el recipiente
la pared del agujero. Frótese el interior del
hasta la mitad. A continuación con unas pinzas sosténgase el
agujero con un palillo para que quede bien
limpio. Métase el extremo del alambre en piñón de modo que quede colgando y sumergida en el ácido
polvos secos de esmeril; esto hará que el durante uno o dos segundos la parte que debemos tratar, proce-
nuevo pivote quede bien adherido en los diendo inmediatamente a su limpieza con agua fresca corriente.
Fig. 409. — Cómo se lados del agujero. Se corta el alambre como Luego se introduce en amoníaco disuelto durante uno o dos
coloca un nuevo pi- de unos 6,5 mm de longitud; coloqúese el minutos para neutralizar el ácido, se lava otra vez con agua
vote en posición. fresca y se deja secar bien, manteniéndolo cubierto en serrín de
piñón en un yunque y golpéese ligeramente
el alambre con un martillo para que entre bien en el agujero (fi- boj o cal apagada durante una hora aproximadamente. Los
gura 409) ; sí esto se realiza suavemente no hay peligro de vapores del ácido clorhídrico son corrosivos y, por tanto, hay
rajar el eje del piñón. Cuando el pivote está bien metido, se que tener mucho cuidado; además, si el ácido toca la piel, pue-
corta casi a su medida exacta con unas tenazas y se termina en de producir quemaduras.
el torno de pivotar. Se escoge un Las ilustraciones que muestran el enderezado de pivotes se
apoyo en el disco, de la vara del refieren a los del eje del volante y del tren de ruedas. El pivote
cual el pivote ha de sobresalir algo cilindrico del tren generalmente no puede enderezarse, pero por
menos de la mitad de su diámetro fortuna estos pivotes no se tuercen muy a menudo; el pivote de
(figura 410). Primeramente se re- los segundos (en el que va montada la aguja segundera) es una
baja el pivote con una lima de pi- excepción de esta regla y, por lo general, responde bien, tedien-
votes, hasta que se ajuste prieto en Fig. 410. — El apoyo de tamaño do en cuenta su longitud.
su agujero. Después se limpia el correcto en el torno de pivotar. Procúrense unos alicates planos y límense los dientes del in-
apoyo y el pivote con medula y se terior de las garras, dejándolas perfectamente lisas; se redondean
bruñe éste con el bruñidor luego los cantos interiores del extremo de las garras con una
adecuado para acabarlo, hasta que se ajuste libre en el agujero. lima, y se lima el exterior de éstas para dejarlas más delgadas
Sobre la libertad necesaria para los pivotes hemos tratado ya y más estrechas. Estudíese bien la figura 411, pues la mitad de
en el capítulo IV. las probabilidades de éxito en el enderezado de pivotes depende
Un método más completo para el acabado de los pivotes, de la herramienta; se necesitan unos alicates firmes, sin ningún
consiste en tratarlos con polvos de esmeril y aceite, luego con juego lateral, delicados y muy sensibles al tacto.
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322 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO EL TORNO UNIVERSAL Y CÓMO SE EMPLEA 323

Examínese el pivote torcido con una lupa de doble lente y de escalones, como el que se describió cuando hablábamos del
si se observa un doble torcido (Fig. 412) es ya imposible en- centrado del agujero del volante. El otro método consiste en pe-
derezarlo satisfactoriamente. Si el torcido es sencillo, entonces gar el sombrerete en un mandril de pegamiento (Fig. 414). Si
aun hay probabilidades de éxito; caliéntense un poco las garras el sombrerete es delgado, no hay más remedio que pegarlo, pues
de los alicates, sosténgase el volante con la mano izquierda y necesita apoyarse bien por detrás para resistir la presión de la
cójase con los alicates el pivote de tal manera cuchilla; por otra parte, el pe-
que su punta se apoye sobre el interior de una gado tiene la desventaja de no
garra y la base del cono lo haga sobre la otra. asegurar un asiento bien plano,
El pivote no debe apretarse mucho y se va debido a la posibilidad de un
enderezando con un solo movimiento; con grueso irregular de la película de
cuidado, se tira de él gradualmente, como si goma laca que pega el barrilete Fig. 414. — Mandriles de pega-
quisiéramos arrancarlo (Fig. 413). Hacemos en el mandril. miento.
lo mismo que cuando enderezamos un alam-
Empezaremos por este últi-
bre entre los dedos pulgar e índice. Caliéntense
mo método. Móntese el mandril en el árbol del torno y calién-
de vez en cuando las garras de los alicates y
tese su plato con una lámpara de alcohol. Se reparte entonces
Fig. 411. — Alica- continúese de esta manera, despacio, hasta que
un poco de laca sobre su superficie y se calienta hasta que la
tes para enderezar el pivote esté derecho. El movimiento desli- laca esté casi líquida; en
pivotes. zante de las garras lisas no señala apenas el pi- este momento se coloca el
vote, pero éste debe bruñirse en el torno de sombrerete en posición y
pivotar para asegurar una superficie bien lisa. Es conveniente se le oprime fuertemente
guardar las garras de los alicates en buenas condiciones, lim- contra el mandril, de ma-
piándolas con un afinador de cuero con esmeril, de la decolo- nera que se ponga lo más
ración producida por los calentamientos que hemos dicho se re- plano posible, usando pa-
ra apretar el respaldo del
mango de un cepillo de re-
lojero; mientras tanto, se
hace girar despacio el ár-
Fig. 413. — Cómo se endereza un bol del torno para ayudar
Fig. 412. — Pivote retorcido pivote de eje de volante. a que el sombrerete se pon-
ga bien plano (Fig. 415).
querían para enderezar los pivotes; Antes de que la laca se so-
además, estos alicates espe-
Fig. 415. — Pegando un sombrerete a un lidifique, retírese el mango
ciales deben reservarse exclusivamente para este trabajo. mandril de pegamiento. y póngase el soporte por-
taherramientas paralelo al
Trabajos de torno en el barrilete. — El carro portanerramien-
sombrerete. Afílese un palillo de boj y redondéese su punta para
tas es un accesorio muy apreciable, que puede emplearse para
muchos usos, dos de los cuales vamos a describir. El primero que pueda ajustarse al agujero del sombrerete; sosténgase firme
es alisar una superficie como la cara interior de un sombrerete. el palillo sobre el soporte, con la punta redondeada en el agu-
Si ello es posible, conviene montar el barrilete en un mandril jero, y hágase girar bastante rápidamente el árbol del torno,
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324 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO EL TORNO UNIVERSAL Y CÓMO SE EMPLEA 325

quedando de esta manera bien centrado el sombrerete (Fig. 416). cuando esto se realiza, han de vigilarse dos cosas: la primera,
Si no se dispone de mandril de pegamiento, pegúese con que el canto cortante de la cuchilla esté a la altura correcta,
goma laca el sombrerete sobre una placa de latón, la cual se esto es, un poquitín más arriba de la línea de centro (Fig. 419),
monta después sobre un mandril de garras. Para centrarlo, se. y la otra, que la cuchilla esté sujetada firmemente. Es muy im-
portante también que la cuchilla sobresalga poco, pues de lo
contrario podría vibrar; la vibración se presenta cuando la cu-
chilla no está bien sujeta o sobresale
excesivamente y se nota por el ruido
que produce al cortar y por la super-
ficie irregular que deja, ya que traba- Fig. 418.—Herramienta
ja por sacudidas. Si la cuchilla colo- para tornear.
cada en el portaherramientas del carro
quedara baja con relación a la línea del centro, se le ponen de-
bajo tiras de latón o de otro metal del grueso adecuado (figu-
Fig. 416. — Centrando el sombrerete ra 420). No es probable que sea demasiado alta si se ha amo-
lado correctamente, pues si hay error, será más bien por haber
taladra en la placa de latón un agujero lo bastante grande para sido colocada demasiado baja.
que pueda pasar la varilla de centrar del mandril, que se intro- Córrase el carro a lo largo de la bancada, hasta que casi
duce en el agujero del sombrerete, debiéndose apretar seguida-
mente l.as garras del man-
dril (Fig. 417).
Con esto queda ya to-
do dispuesto para empezar
a tornear. La cuchilla que
mejor se adapta al carro
portaherramientas es la
que se representa en la fi-
gura 418. Los ingenieros
preconizan varias formas Fig. 419. — La herramienta
un poco por encima de la Fig. 420. — Colocación de calces a la herra-
de cuchillas con los corres- línea de centro. mienta para darle la altura correcta.
pondientes ángulos de ata-
Fig 417. — Centrando el sombrerete sobre que y de incidencia, y los toque el trabajo, y fíjese en esta
una placa en el mandril con garras. catálogos de herramientas posición. Como la pieza gira
para torno de relojero lle- hacia el operario, la: cuchilla también debe moverse hacia él, la
van muchas cuchillas de las más diversas formas y tamaños, cual se acerca o separa del centro por la manivela A (Fig. 421)
pero para las necesidades del reparador de relojes la que se re- y puede ya empezarse el corte en la posición exacta, que, en
produce en la citada figura es ya suficiente. La cuchilla se fija nuestro caso, es como representa la figura 422. Se hace girar el
por el tornillo superior que hay en el carro portaherramientas ; árbol del torno y con la manivela B se acerca la cuchilla hasta
que toque al sombrerete y empiece a cortar; entonces se mueve
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326 MANUAL PRACTICO DEL RELOJERO EL TORNO UNIVERSAL Y CÓMO SE EMPLEA 327
la manivela A en sentido opuesto, esto es, contrario al de ro- ciones. Lo más importante es seleccionar un mandril con escalón
tación de las agujas del reloj, de modo que la cuchilla se des- del tamaño adecuado, ya que el sombrerete debe ajustarse en el
place hacia el operario; la manivela A se acciona despacio, mien- rebajado del escalón sin ningún juego o poquísimo. Cuando el
tras el trabajo gira bastante rápidamente hasta que la cuchilla mandril es arrastrado hacia el interior del árbol del torno por
alcance el canto interior. Es imposible hacer una esquina viva la varilla central, un ligero giro de ésta fijará el sombrerete en
en este canto, de manera que se el mandril. Si se siguen estas observaciones, el sombrerete gira-
retira la cuchilla separándola del rá mejor centrado que haciendo para fijarlo mucha más fuerza
sombrerete y con la manivela A con la varilla central. El torneado con el carro portaherramien-
se lleva la cuchilla a la posición tas se hace de la misma manera, en principio, que el torneado
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indicada en la figura 423. Se vuel- con buril para cínlindrar, especialmente en los trabajos ligeros,
ve otra vez la cuchilla contra el como los de relojería.
sombrerete y despacio se la des-
plaza hacia el operario, después de Otros trabajos de torno. — El carro portaherramientas puede
también utilizarse para cilindrar o tornear longitudinalmente,
haber invertido el sentido de giro
Fig. 421. — Carro del torno como, por ejemplo, un árbol de barrilete. El trabajo se monta
del árbol del torno; si la cuchilla
se llevara sólo a tocar tel trabajo
con la posición que tenía cuando cortó en la primera pasada,
del centro hacia el operario, no podría cortar nada por haber
quitado antes el material y sólo quedaría una superficie lisa; en
cambio, si es la arista lateral de la cuchilla la que corta, pode-
mos obtener esquinas vivas, tanto en el centro como al extremo

Fig. 422. — Primer corte Fig. 423. — Segundo corte

del círculo, con una sola estacada de Fig. 424. — Montaje para cilindrar con el carro (en el circulo, arrastrador
la cuchilla, pero como el para el árbol).
corte se hace con la cuchilla, que siempre tiene un poco de elas-
ticidad, las dos pasadas la dejan bastante lisa. en el torno en un mandril elástico con soporte al extremo, en
Otro método de sujeción del sombrerete es el que emplea el el punto del cabezal móvil, o entre centros. En este último
mandril escalonado (Fig. 362). De los dos métodos, quizá caso se monta en el árbol un arrastrador dispuesto como mués-
éste sea el mejor, pero tiene, como se ha indicado, sus limita-
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tra la figura 424. Excepto en la posición del trabajo, el proce- bajo no existiría y la posibilidad de conseguir una superficie
dimiento es similar al explicado cuando se alisó la superficie del plana sería por lo menos incierta.
sombrerete y la cuchilla se desplaza longitudinalmente a lo lar- Cuando se ha obtenido una superficie perfectamente plana
go de la pieza; si se hace avanzar con la punta como indica la se substituye el alisador de hierro por el de bronce y se carga
posición incorrecta de la figura 425, hay el peligro de que la con diamantina; se limpia la cara del tornillo para quitar todo
superficie quede resaltada, por vibración de la cuchilla. El corte vestigio de polvos de esmeril y se procede a pulir, de la misma
debe realizarse siguiendo la otra dirección.
El aparato de alisar cabezas de tornillo es un accesorio del

ixr
//¡correcto Correcto
Fig. 425. — La dirección de la cuchilla es muy importante

torno, pero también puede usarse sin éste. En primer lugar con-
sideraremos su aplicación en el torno (Fig. 426).
Este aparato se usa principalmente' para alisar, y se suminis-
tran con él tres alisadores: uno de hierro, otro de bronce de
campanas y otro de boj. Para el pulido, por ejemplo, de una Fig. 426. — Herramienta de alisar cabezas de tornillo, empleada en el torno
cabeza de tornillo, éste se fija en el árbol del aparato por medio
de su rosca; es conveniente que la cabeza del tornillo esté para- manera y con idénticos movimientos que cuando usábamos el
lela con el mandril del torno. Se sujeta el alisador de hierro en esmeril. El toque final se hace con el alisador de boj cargado
el torno y se carga con polvos de esmeril y aceite, fijándose el con diamantina, procediendo en todo lo demás igual como
aparato muy cerca del alisador. El árbol estará dispuesto para antes.
deslizarse arriba y abajo de su bancada, después de poner un Siguiendo el procedimiento explicado en el párrafo anterior,
poco de aceite en la superficie de la bancada y también en los no solamente pueden pulirse las cabezas de tornillo, sino tam-
cojinetes del árbol. Se hace girar el cabezal del torno mode- bién los extremos del árbol del barrilete y cualquiera otra pie-
radamente y con la palma de la mano el árbol del aparato, al za que pueda fijarse en el mandril del árbol del aparato.
mismo tiempo que se le inclina hacia el alisador para que la Cuando este aparato se usa sin conexión con el torno, tra-
cabeza de tornillo lo toque. De esta manera la cara de la cabeza baja según el mismo principio, pero el procedimiento es algo
del tornillo será rectificada perfectamente plana. El árbol se hace diferente. La figura 427 demuestra cómo funciona el aparato
girar despacio comparado con el giro del alisador, y esto, com- cuando se mueve a mano; se fijan el aparato en el tornillo de
binado con la posición de la cabeza sobre el alisador, rompe banco y el tornillo cuya cabeza se quiere alisar en el árbol del
el grano, asegurando una superficie plana. Si la cabeza del aparato.
tornillo fuera concéntrica con el alisador esta condición de tra-
Se carga el alisador de hierro con polvos de esmeril y aceite
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330 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO EL TORNO UNIVERSAL Y CÓMO SE EMPLEA 331

y se mantiene como se ve en la figura citada en el párrafo ante- dica la figura 427 y se obtendrá una buena superficie. Se man-
rior. Hágase girar el árbol con un movimiento de vaivén, al tiene la barreta sobre el costado de la cabeza para acabar aquella
mismo tiempo que el alisador con igual movimiento, pero más superficie; se logra un rayado fino circular y no se necesita ya
aprisa y empujándolo contra la cabeza del tornillo; de este otro acabado. Para acabar los costados de las cabezas de los
modo la cabeza es rectificada plana. Se pone un poco de aceite en tornillos se hace como con su cara superior. Se limpia bien el
los cojinetes del árbol de la pieza y en los del árbol del alisa- tornillo, se carga el pulidor de bronce con diamantina y se pule
la superficie haciendo un movimiento de vaivén como al utili-
zar la barreta Arkansas. El puli-
dor de bronce tiene unos 175 mi-
límetros de largo, 12 mm de an-
cho y unos 6 mm de grueso. El
toque final se da con el pulidor

de boj, de aproximadamente las Fig. 428. — Soporte incunable


mismas dimensiones y cargado
con diamantina; este pulidor de
boj puede substituirse perfectamente por el dorso del mango de
un cepillo de relojero.
El pulidor de bronce se rehace por limado, dejando un
grano grueso, y el de boj rascando con el cuchillo de banco en
el sentido longitudinal. A la cabeza del tornillo puede dársele
Fig. 427. — La herramienta de alisar cabezas de tornillo, accionada a mano una curvatura completamente redonda, o, si la piedra y los
pulidores se mantienen para que la cabeza quede tan plana como
dor, cambiando el alisador de hierro por el de bronce y prece- sea posible, se obtendrá una superficie ligeramente bombeada,
diéndose como antes. conocida por cabeza en "gota de cera".
El acabado de cabezas redondas de tornillo o de otras pie- Los polvos de esmeril y el aceite se pasan al alisador reco-
zas, tanto en el torno como en el aparato accionado a mano, se giendo un poco con la punta del cuchillo y desparramándolos
realiza según el mismo procedimiento. Si se efectúa en el torno, luego sobre la superficie del alisador con la yema del dedo.
el soporte a rodillo para el pulidor se fija en posición y la pieza La diamantina se transfiere a los alisadores y pulidores con
en un mandril elástico en el árbol del torno. El soporte del el nudillo del dedo pulgar, como se dijo para el pulido a
pulidor en el aparato accionado a mano es el rodillo que está mano.
más cerca del operario en la figura 427. Los accesorios del torno son muy numerosos. Los hay para
Se fija el tornillo en el árbol, como se hizo antes. Gene- multitud de usos, y mientras el verlos causa admiración, son
ralmente es suficiente preparar la superficie que se ha de pulir muchos los que tienen poca utilidad para el reparador relojero
por medio de una barreta Arkansas, haciendo girar el árbol con de mediana actividad, pero a fin de hacer este capítulo lo más
la mano izquierda y manteniendo la barreta sobre el rodillo de completo posible, mencionaremos la mayoría de ellos, expli-
soporte, moviéndola adelante y atrás contra la cabeza del tor- cando su utilidad para el reparador de relojes.
nillo; hágase con la mano un movimiento de vaivén, como in- El soporte incunable (Fig. 428) es útil cuando han de tor-
nearse muchas piezas de varias clases; puede inclinarse para
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EL TORNO UNIVERSAL Y CÓMO SE EMPLEA

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tomar medidas y asimismo cuando se pule, y luego volverse a ra 433 es, virtualmente, el aparato de pivotar, pero para tra-
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tr re la posición anterior sin necesidad de reajuste. bajos pequeños es preferible el herramental a mano accionado tr re
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Hay mandriles para todos los fines: los más útiles son el por el arco, como ya hemos descrito.
plato universal, los mandriles de latón y los de linterna. El Para trabajos de mayores dimensiones es excelente el apa-
plato universal tiene garras reversibles (Fig. 429), pudiéndose rato reproducido. Si, por ejemplo, se desea taladrar un árbol de
sujetar aros, como la caja o el bisel barrilete para la rosca del tornillo que su-
del reloj, cuando las garras están in- jeta la rueda de cliquet, el procedimiento
vertidas ; los escalones será el siguiente:
así formados son útiles Antes de limar el cuadrado para la rue- Fig. 432.—Mandril pe-
para sujetar una plati- da de cliquet se selecciona uno de los agu- queño de linterna.
na de reloj cuando se le jeros achaflanados del disco del aparato,
ajusta un nuevo aguje- que permita el alojamiento del extremo del árbol en su cono,
ro de centro y para Fig. 430. - perb sin que el árbol sobresalga. El agujero debe tener, apro-
otros trabajos similares. Pinza o man-
dril de latón.
ximadamente, el tamaño de la broca que pensamos emplear. La
Los mandriles de idea fundamental de este aparato consiste en que el achaflanado
Fig. 429. — Plato universal latón (Fig. 430) se emplean en los del agujero actúa como resorte o dispositivo centrador, para
mandriles elásticos, hechos especial- que cuando la broca empiece a taladrar lo haga exactamente en
mente a este fin, para sujetar las roscas de los tornillos y otras el centro del árbol. La broca se monta dentro de una varilla y
piezas cuyas superficies han de protegerse. No son convenientes
para tornear ejes de volante, piñones y otras piezas que requie-
ren una absoluta exactitud y un cuidadoso trato.
Los mandriles de linterna
(figura 43 i) son de bronce con
una rosca de acero en el cen-
tro. Se usan para sujetar pie-
zas como una rueda de cliquet
combinada con el árbol del ba-
rrilete, de la que debe pulirse Fig. 433. — Accesorio autocentrante de taladrar
un extremo, o un tornillo
lo primordial consiste en acercarla al árbol de barrilete que está
Fig. 431. — Mandril de linterna grande para que su cabeza pue- sujeto en un mandril elástico en el árbol del torno. El cabezal
da ser pulida. Sin embargo, no móvil se fija con una pequeña presión sobre el disco centrador
sujetan el trabajo bastante rí- para que la pieza esté segura. Proporciónese abundante aceite
gidamente para que pueda servir para el torneado. Los mandri- al agujero achaflanado y coloqúese la varilla portabrocas en su
les pequeños de linterna (Fig. 432) son útiles para sujetar mi- lugar. Después se hace girar el árbol del torno lentamente y se
núsculos tornillos cuyos extremos han de pulirse, o agujas da un poco de presión a la varilla portabrocas, haciendo de vez
segunderas cuyo cubo ha de rebajarse con una barreta Arkansas. en cuando que gire en un sentido y otro. Ahora se taladra,
Ningún torno podrá considerarse completo si le falta un sacando frecuentemente la broca para ver si corta, dando más
dispositivo para taladrar. El accesorio representado en la figu-
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334 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO EL TORNO UNIVERSAL Y CÓMO SE EMPLEA 335

aceite antes de volver a introducirla. Este accesorio puede usarse bien de hecho no puede taladrarse de otro modo, porque de lo
para un gran número de fines, tales como taladrar un agujero en contrario la broca se rompería al llegar el agujero a cierta pro-
un piñón para un pivote de diámetro demasiado grande para fundidad.
el herramental de taladrar con el arco, hacer casquillos, etc. El cabezal de taladrar (Fig. 436) puede usarse para el mis-
Si no se posee el aparato de centrar que acabamos de des- mo objeto, esto es, para taladrar sin placa de centrar. Cuando
se hacen trabajos en serie, el cabezal con palanca es muy útil
(figura 437). Para redondear rue-
das creo preferibles los herramenta-
les a mano, ya que así se puede "sen-
tir" el trabajo que se realiza. Sin
embargo, si hay gran cantidad de
ruedas a redondear, el aparato de la
figura 438 presta excelentes servi-
cios, pero no lo considero necesario
para la mayoría de reparadores de
Fig. 435.—Forma relojes.
del taladro para Asimismo, la mayoría de ellos
Fig. 434. — Taladrado sosteniendo la broc latón. tampoco necesitan tallar por sí mis-
a a mano
mos un engranaje o fresar una rue-
cribir, puede realizarse el taladrado de una manera eficaz por da; por lo tanto, el accesorio que se
representa en la figura 439 no es
el procedimiento siguiente: se sujeta en el árbol del torno la Fig. 437. — Accesorio de ta-
ladrar a palanca. absolutamente indispensable.
pieza que deba taladrarse; si la misma es del tipo de varilla se
Naturalmente, que si el relojero
emplea un mandril elástico, y si fuera del tipo de placas, como
viviera completamente aislado, entonces estos aparatos serían
un sombrerete, entonces usaríamos casi imprescindibles. Además el montaje de algunos de estos
el mandril a escalones. Ante todo- aparatos requiere mucho tiempo y, por lo tanto, no resulta
se busca el centro con el buril, co- económico por un trabajo o dos al año; en cambio, sería otra
mo se explicó cuando lo hacíamos cosa para trabajos en serie. Las mismas razones pueden apli-
en el mandril de pegamiento. Se case al accesorio para alisar, que raramente se necesita (Fig. 440).
conserva el soporte portaherra-
mientas en la misma posición y se
monta la broca en un portabro- Coma se prepara una rueda nueva. — Si no es posible procu-
rarse una rueda de cliquet nueva que sea intercambiable, pue-
Fig. 436. — Broca sujeta en el cas. Se ajusta el soporte de modo de adquirirse una esbozada para adaptarla, que se ajusta y se
cabezal móvil. que la broca quede a nivel con el acaba como vamos a exponer, recordando que tales ruedas se
agujero que ha de hacerse (figu- venden blandas. En primer lugar se lima para dejarla del mis-
ra 434). Se hace girar el árbol del torno y se mantiene la broca mo grueso que la vieja; se clava un pasador corto de latón en
contra el trabajo haciendo un poco de presión. Hágase que la el extremo de un mango de afinador, que sujetaremos en el
broca gire un poco, como alrededor de media vuelta. Cuando tornillo de banco, y se coloca dentro el pasador, a fin de que
se taladra latón se da a Ja broca la forma de la figura 435. La
experiencia nos permitirá conocer cuándo se taladra recto, si
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Fig. 438. — Aparato para redondear y acabar

I
Fig. 439. — Aparato para tallar engranajes

EL TORNO UNIVERSAL Y CÓMO SE EMPLEA 337

la rueda pueda girar libremente (Fig. 441). Se rebaja con


lima
plana, y mientras se va limando hágase girar la rueda, teniendo

Fig. 440. — Accesorio para rectificar

la lima inclinada para raspar alrededor; esto es precisamente lo


que se necesita, porque de esta manera se consigue un grueso
uniforme. Cuando se ha rebaja-
do al grueso deseado, se abre el
agujero cuadrado de modo que
se ajuste fuertemente en la sec-
ción cuadrada del árbol del ba-
rrilete, limando con una lima
triangular cada uno de los cuatro
lados separadamente. Con una Fig. 441. — Rueda sujeta por un
lima cuadrada, ni usando única- pasador mientras se adelgaza.
mente un solo costado es posible
limar un agujero bien cuadrado; en cambio, una de triangular
permite adentrarse en las esquinas, con lo que se consigue un
trabajo limpio (Fig. 442). Cuando la rueda ya está bastante
limada, puede templarse y revenirse.
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338 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO EL TORNO UNIVERSAL Y CÓMO SE EMPLEA 339

Para acabarla, se coloca la rueda sobre la madera con el pa- para arriba, y se pule la otra cara trazando amplios movimien-
sador, y con una piedra esmeril (no un afinador con esmeril) se tos, iguales a los descritos al tratar del pulido a mano. Al prin-
dan una o dos pasadas, de modo que se obtenga un acabado con cipio se ejerce una cierta presión, que se va aflojando a medida
rayado recto y limpio; para hacer esta operación es necesario que el pulido avanza.
asegurar la rueda con otro pasador de latón, que se clava entre Obligúese a la rueda a girar durante el proceso, pues esto
dos dientes para evitar que la rueda gire. Inviértase la rueda, ayuda a romper el grano; para ello, es necesario hacer girar el
quítese este último pasador y amólese la nueva cara, que será palillo ligeramente; además, cuando se ha debilitado la presión,
la superior de la rueda, con la piedra esmeril. Puede ser que la la rueda gira automáticamente. Acabada de esta manera, la su-
perficie tendrá un gris mate apagado. Si se prefiere con mate
brillante para formar conjunto con las otras piezas de acero,
entonces se trabaja con polvos secos de esmeril sobre papel lim-
pio y seco. Después del tratamiento con polvos de esmeril y
aceite, se limpia por medio de bencina, se seca bien y se hace
con el esmeril seco lo mismo que se hizo con los polvos de es-
meril y aceite.

Fig. 442. — Para limar El óxido. — El óxido es uno de los peores enemigos del
un agujero cuadrado,
úsese una lima triangular. reloj. Los fabricantes de relojes lo han combatido por nique-
Fig. 443. — Cómo se logra un efecto radial
lado, cromado, etc., y el procedimiento parece ser bastante eficaz
rueda gire durante este amolado, pero esto no importa, pues lo para evitarlo, pero perjudica la belleza del acabado y afecta a
que interesa es obtener una superficie lisa, de la que haya desapa- la apariencia general de la máquina, si bien desde el punto de
recido todo vestigio del limado. Tómese ahora un nuevo afina- vista estrictamente utilitario este sistema responde a las exi-
dor de esmeril y, haciendo girar lentamente la rueda con el pul- gencias, pues las piezas de acero no se oxidan. Otros fabricantes
gar y el índice de la mano izquierda, pásese el canto del extremo para conseguir lo mismo presentan las piezas de acero inoxida-
del afinador, en línea recta, a través del centro de la superficie de ble, para lo cual tropiezan con dificultades de fabricación; el
la rueda, trazando sucesivos diámetros con pasadas firmes y segu- acero inoxidable ni se tornea ni se taladra bien y, en general, es
ras. Esta operación continúa mientras la rueda da varias vuel- dificultoso de trabajar. Muchos relojes llevan, y sin duda conti-
tas, obteniéndose un agradable efecto óptico, como si sobre la nuarán llevando, piezas de acero que pueden oxidarse; la ma-
rueda se hubiese dibujado un espiral (Fig. 443). La finura del yoría de estas piezas son tan ligeras que no es posible, o no es
rayado, que debe ser igual que la de la rueda de transmisión, de- recomendable, quitarles todos los vestigios de óxido. Tomare-
pende de la finura del esmeril del afinador. mos algunas piezas como ejemplo.
Si la pieza de acero contigua al barrilete tiene un acabado Si el muelle espiral de un volante de calidad fina está oxi-
mate, la rueda deberá acabarse de la misma manera: quítense, dado, no podemos hacer otra cosa que substituirlo por otro
primeramente, todas las señales del limado, con la piedra, como nuevo. Si el reloj no es de muy buena calidad ni se espera de
ya se ha explicado; coloqúese un pedazo de papel corriente, él una marcha muy exacta, las manchas ligeras de óxido pue-
grueso, sobre una plancha de vidrio y encima se desparraman den quitarse, o mejor dicho, casi quitarse. El óxido, sobre todo
polvos de esmeril y aceite. Con el extremo redondeado de un si ha estado atacando por algún tiempo, causa picaduras, y na-
palillo se aprieta contra el papel la rueda con su cara inferior turalmente, es necesario quitar también estas picaduras, pero
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340 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO

esto no es posible con el espiral del volante. Tómese un ins-


trumento afilado, como la punta del cuchillo de banco, y ras-
qúense ligeramente las partes afectadas; es verdad que se deco-
lora el espiral, pero no tiene importancia. Métase la punta de
un palillo en aceite y frótense las partes rascadas. Tan poca cosa
es lo único que puede hacerse. CAPÍTULO XVIII
Cuando se nos presente una raqueta oxidada, ya hay más
posibilidades de conseguir un resultado satisfactorio. Frótese
con una piedra esmeril tanto como se pueda, y si no es posible EL RELOJ INGLÉS
quitar todas las picaduras, se frotan bien con un pedazo de
latón. Utilícese un canto de la pieza y oprímase bien dentro de Cuando se habla del reloj inglés ordinariamente se entiende
las partes afectadas, para llenar los huecos de las picaduras, y el reloj de caracol, pero también los constructores ingleses han
así por lo menos eliminaremos la corrosión posterior. La ra- producido en grandes cantidades relojes con barrilete dentado.
queta se pule con el herramental de pulir a mano, como antes se Con todo, el reloj inglés moderno no se diferencia mucho del
explicó; una vez se haya pulido se notarán los puntos de latón, suizo. Por tanto, todo lo dicho sobre el reloj suizo es aplicable
pero esto es preferible a las picaduras de óxido. también al reloj inglés moderno. Pero este capítulo lo dedica-
Poco puede hacerse para salvar un piñón oxidado, pero si mos al tipo de máquina inglesa típica, especialmente a los de
no lo está mucho, cabe intentar de conseguir algo. Para quitar caracol, y como que la reparación del reloj inglés típico requiere
el óxido de entre las alas, ante todo se rasca con una herramien- todo un libro dedicado exclusivamente a ello, nos limitaremos
ta hecha de una aguja ordinaria de coser, amolada en forma de a lo más preciso.
cincel. Luego se carga un palillo puntiagudo con polvos de es- Debe admitirse que algunos de estos relojes son verdaderos
meril y aceite y se frota arriba y abajo de las alas. Se limpia quebraderos de cabeza incluso para los buenos relojeros, pues
bien con bencina y (después de rascado para quitarle el esmeril) resulta difícil afinarlos correctamente.
se carga el palillo con diamantina; se frota bien arriba y abajo, El funcionamiento del escape, de los engranes del tren, del
con lo cual el palillo tomará la forma de las alas y todas las muelle real y aun de otros mecanismos es, esencialmente, el
superficies se pulirán. El eje del piñón se trata con un pulidor mismo en el reloj suizo que en el inglés. De todas formas, para
de hierro con polvos de esmeril y aceite, efectuando el acabado examinar un reloj inglés, el procedimiento difiere bastante.
con diamantina. Si se trata de una pieza sobre la que no puede
hacerse presión para llenar las picaduras, tal como una rueda de Escape. — En un reloj inglés con platina de 3/4 y barrilete
escape, se usa un pedazo de alambre de cobre en vez de latón. dentado, debe empezarse el examen por el escape. Pruébese el
La finalidad que se persigue, en general, es quitar el óxido juego en el punto muerto y en el volante y quítese a continua-
en lo posible; si no se puede todo, se quita la mayor parte, y ción el espiral. Algunas virolas de espiral de volante son maci-
después, si se ven aún algunos hoyos, se rellenan con latón o zas de acero rectangular y para quitarlas se sostiene la virola
cobre. Finalmente se pulen las partes trabajadas, dejándolas con con unas pinzas fuertes de latón; sosteniéndolas firmemente con
el acabado que tenían originariamente. la mano derecha se gira el volante en la dirección de las agujas
del reloj y las pinzas en dirección contraria, al mismo tiempo
que se tira suavemente del volante hacia fuera de la virola (fi-
gura 444). Después se examinan los pivotes del eje para ver
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si están torcidos; se vuelve el volante a la máquina y se ator-
nilla su puente en posición. súbitamente levantando el dedo pulgar, el cual no debe aban-
Generalmente no puede verse la acción de los dientes del donar la platina, por más que la punta del dedo que ha estado
escape sobre el áncora, porque lo priva el puente de la misma; actuando sobre el volante, ahora queda libre, como indica la
por tal razón para verificar la retención se procede de la si- línea de puntos en la figura 445. Si la retención es buena, el
guiente manera: se mantiene la máquina con la mano izquier- volante oscilará con perfecta suavidad, hasta que la elipse pe-
gue contra el otro lado del áncora, ya que la presión sobre la

Fig. 445. — Modo correcto de sostener la máquina inglesa

Fig. 444. — Manera de sacar la virola del eje del volante rueda segunda habrá dado un impulso suplementario. El vo-
lante retrocederá conduciendo la elipse hasta meterse otra vez
da, como muestra la figura 445, dejando libre el dedo pulgar
en la entalladura. En este momento se acompaña el volante con
para mover el volante. Con un palillo se ejerce una ligera pre-
sión sobre la rueda segunda en la dirección de avance. Se gira el dedo pulgar a la retención contra la otra leva. Se repite esta
el volante despacio con el dedo pulgar hasta que la elipse en- operación hasta que se hayan comprobado los 15 dientes en
grane con la entalladura del áncora y cuando ésta empieza a cada leva. Esta prueba demuestra solamente que la retención es
moverse se ejerce presión con el dedo pulgar sobre la platina de segura, pero no nos indica si es excesiva; de ello trataremos más
fondo para fijarla. Entonces el volante podrá moverse ligera- adelante. Si la retención es floja, es decir, si se desengancha, el
mente en ambas direcciones sin que el pulgar tenga que correrse volante no recibirá su impulso, pues el dardo se traba con el
a lo largo del canto de la platina. De esta manera es posible platillo y esto retiene el volante o retrasa su marcha. Es siem-
comunicar un movimiento seguro al volante. pre interesante comprobar varios dientes sobre la misma leva
Se continúa girando el mismo hasta que un diente del es- antes de aceptar la causa que produce el desenganche. La re-
cape haya caído, y en este preciso momento se suelta el volante tención debe ser muy ligera, y un pequeño movimiento de re-
troceso del volante puede dar la impresión de desenganche.
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EL RELOJ INGLÉS 345
Antes de seguir adelante no estará de más que describamos lado, están recortados por detrás de modo que las levas quedan
cómo se puede corregir el desenganche. En los relojes suizos, que libres inmediatamente (Fig. 449).
llevan las levas salientes, esto es cosa fácil, pero no lo es tanto Volviendo a la retención, los juegos interior y exterior pue-
en los relojes ingleses, en los que las levas están fijadas al ras den revelarnos que la rueda de escape es demasiado pequeña.
con el-material del áncora; así, primeramente se prueba el juego
lateral de los pivotes del eje del áncora y también el del piñón
de la rueda de escape; un rubí nuevo, con el agujero bien ajus-
tado, puede corregir la retención. Si la
rueda se desengancha en ambas levas,
puede corregirse substituyéndola por
otra mayor.
Todo esto no puede asegurarse has-
ta que el escape haya sido examinado
más a fondo. Por el momento, supon-
Fig. 446. — El áncora dremos que la retención es correcta.
retenida con un pedazo Fig. 447. — Herramental para corregir el ángulo del áncora
de corcho. Para verificar el camino a punto
muerto se inmoviliza el áncora colocan- Montando una rueda mayor se corregirá el desenganche en am-
do una tira de corcho debajo de su extremo (figura 446) ; el bas levas, pero si, por otro lado, el escape es correcto en otros
procedimiento para verificar y corregir es exactamente el mis- aspectos y se desengancha en una de las dos levas, ello indica
mo que se explicó para el escape suizo. que las paletas deben, de alguna manera, aproximarse a la rueda
Luego se hace la verificación del ángulo, observando el mo-
vimiento del áncora con referencia al de la elipse después de la
caída del diente de escape sobre la leva, de modo similar al
empleado para con el escape suizo; la corrección, sin embargo,
difiere de la que se emplea en aquel caso, ya que el escape inglés
tiene como levas dos pasadores sujetos al áncora que, general-
mente, son de latón. Para corregir la posición del áncora, se
fijan las paletas en el herramental que muestra la figura 447, y,
utilizando un pedazo de alambre de latón como punzón, se Fig. 449. — Escape de
dientes con talón. La fle-
golpea el áncora-, hacia la posición requerida. Fig. 448. — Rueda de escape con dientes de cha indica la caída.
Muchos de los relojes ingleses tienen la rueda de escape con trinquete. La flecha indica la calda.
dientes de trinquete (Fig. 448), lo que comporta más juego in- de escape. Un modo de hacerlo es montar un nuevo par de pa-
terior y exterior que con los dientes normales con talón. En letas algo más largas, donde lleva sujetas las levas. Esto no
otras palabras, la rueda de escape con dientes de trinquete re- siempre es conveniente y algunas veces tampoco es posible.
quiere más caída que las ruedas con dientes de talón, siendo la
razón de ello el que necesita más espacio para que el respaldo Rubíes. — Entre el escape y los rubíes existe una estrecha
de los dientes esté libre con relación a la parte frontal de las relación. Por eso procede ante todo examinar los agujeros de
levas, pues se meten en la rueda. Los dientes con talón, por otro rubí del áncora, para ver si son del tipo usual inglés, o sea, en-
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EL RELOJ INGLÉS 347

garzados en anillos de latón y éstos a su vez en su asiento. Ge- ción a la profundidad de la retención; cuando el camino al
neralmente se hace una señal en el anillo de latón del rubí del punto muerto no existe o es muy pequeño, no se deben ajustar
volante, dos en el del áncora y tres en el de la rueda de escape. las espigas de punto muerto hasta que se tenga la completa se-
Estas señales se corresponden con otras sobre la platina para in- guridad de que la retención es correcta. Si se tiene alguna duda
dicar en dónde se fija el rubí. Puede ocurrir que el asiento del sobre ello se montan la rueda de escape y el áncora en el herra-
rubí no sea perfectamente circular y que el agujero haya sido mental de comprobar engranes; se ajusta el herramental de
desplazado a una determinada posición que se acomode a la

Fig. 450. — Situación de los rubíes. (Nótense las señales en la platina y sus
correspondientes en los anillos de latón de los rubíes.)
Fig. 451. — Cómo se rebajan los dientes de la rueda de escape
retención; es decir, que a fin de acercar las levas a la rueda de
escape, el canto del anillo de latón ha sido limado parcialmente
modo que entre los dos pares de puntas quede una distancia
en su circunferencia y en la parte contraria ha sido bruñido para
igual a la que hay entre los agujeros de la rueda de escape y los
extender el metal. Esto hace el efecto de trasladar el agujero a
del áncora, y así puede observarse exactamente la retención. Si
un lado y, con todo, es necesario para indicar su posición (figu-
ésta es demasiado profunda, los dientes deben rebajarse en la
ra 450). Los constructores de escapes no admiten tal opinión
punta, lo que no sólo corrige la retención, sino también el cami-
como correcta, sino que dicen que se hacen las señales para ase-
gurar la reposición exacta en sus respectivos asientos. La co- no a punto muerto. Para rebajar las puntas de los dientes món-
rrección que puede obtenerse con ello es muy poca, pero tam- tese la rueda de escape en el torno a puntas, como vemos en la
bién es posible que igualmente sea exigua la que se necesite. figura 451, acerqúese el soporte de la herramienta lo más po-
Otro método consiste en ensanchar un poco la rueda de escape sible y completamente paralelo al eje, sosteniendo firmemente
por los dientes: póngase la rueda sobre un yunque plano en el una barreta Arkansas sobre el mismo. Se hace girar la rueda
herramental de ensanchar y con un punzón de extremo plano despacio, solamente en sentido hacia abajo, y se apalanca la ba-
dense repetidos y ligeros golpes haciendo que la rueda gire con- rreta sobre ella hasta que le toque los dientes; manténgase la
tinuamente mientras tanto. barreta firme y segura sobre la rueda, y no se levante más que
Cuando se verifica el camino al punto muerto préstese aten- en el movimiento de retorno del arco, procurando que sólo to-
que los dientes cuando se mueve en sentido descendente; un
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EL RELOJ INGLÉS

solo impulso del arco hacia abajo generalmente es suficiente para pulida completamente plana. No solamente conviene tratar así
reducir los dientes, pero es recomendable efectuar una compro- los rubíes del escape, sino todos los asientos de rubí y también
bación para asegurarse de que se ha logrado una retención co- el casquillo pivote superior del barrilete.
rrecta. No todos los relojes ingleses son iguales; muchísimos llevan
Afortunadamente, el engrane de retención en un reloj in- los rubíes contrapivote del escape y de la palanca atornillados
glés no exige un ajuste frecuente, pudiendo ser debido princi- sobre los rubíes de agujero, y un casquillo, también atornilla-
palmente al hecho de que es difícil que haya sido manoseado do, para la parte superior del pivote de barrilete. Cuando los
por la audacia de un reparador sin experiencia, ya que no es asientos de los rubíes han sido pulidos, se aconseja volver a co-
tan sencillo corregirlo como en las áncoras suizas, que están locarlos inmediatamente y meter la platina en bencina.
a la vista. Los dientes de trinquete son más frágiles y más ex-
puestos a desgaste que los de talón; aparte de esto, y de que el Tren de ruedas. — Invariablemente el barrilete lleva el me-
agujero del áncora sea demasiado ancho, es poco probable que canismo de cruz de Malta
se presenten otros'defectos en la retención. y muy frecuentemente el
El mejor modo de comparar las diferencias entre el reloj cubo de la pieza del dedo
suizo y el inglés, consiste en pulir una máquina inglesa y hacer forma el pivote superior.
el examen mientras se desmonta. Generalmente el dedo se
Después de examinado el escape las piezas deben prepararse marca con un punto, y de
para su limpieza; la rueda de escape se abrillanta por inmersión la misma manera el cuadra-
en cianuro y el volante se trata como ya se describió; los asien- do del árbol, o bien se hace
tos de los rubíes contrapivote se pulen antes de meterlos en una señal en una esquina del
bencina: afílese un palillo a punta corta, cargúese con diaman- cuadrado y el dedo se mon-
tina seca y frótese bien alrededor de la parte achaflanada del ta coincidiendo con la señal.
asiento; la cara superior se pule por bruñido. Algunos relojeros Esto se debe a que durante
para pulir las caras superiores usan un bloque de estaño con la construcción del pivote se
rojo y lo hacen a mano; se afirma que el pulido dura más que tornea en el árbol en aque-
el bruñido, pero se ha demostrado que el bruñido se fija más
lla posición particular, y
satisfactoriamente.
cambiarla después por otra
Para bruñir se coloca el rubí contrapivote sobre el mango esquina puede hacer que el
de un afinador de madera fijado en el tornillo de banco. Se barrilete gire descentrado. El
limpia un bruñidor plano sobre una piedra de esmeril fino muelle real se monta de la
(del O ó 00), se le frota bien con un trapo limpio, se le da una misma manera que en los re-
gota de aceite y se desparrama sobre la superficie. Se pone a un lojes suizos.
poco de presión el bruñidor sobre el asiento, lo que obligará a Ahora tenemos la má-
éste a meterse ligeramente dentro de la madera blanda del man- quina despiezada y en ben-
go del alisador, quedando así seguro. Se bruñe dando dos o tres
cina la mayoría de las pie-
pasadas fuertes y seguras y luego una o dos aflojando la pre-
zas. Gran número de piezas
sión; se levanta con cuidado el alisador, porque el asiento po-
dría adherírsele, y el resultado debe ser una bonita superficie de las máquinas inglesas van Fig. 452. — Quitando el casquete del ca-
recubiertas de capas metáli- racol. La flecha indica el pasador.
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cas (niqueladas, doradas, etc.), de modo que cuando se quitan un punzón pequeño de punta plana, saliendo así fácilmente
de la bencina y se secan valiéndose de un trapo limpio de hilo, (figura 453). Estos trinquetes, como se verá, sólo tienen un li-
se deben cepillar con un cepillo blando, dándole un movimien- gero remachado. Se lima un pivote largo en el alambre para
to circular para evitar que salten escarnas. trinquetes (Fig. 454), de modo que el pivote venga en la posi-
Aparte del mismo caracol, en las máquinas así designadas ción que se indica en la figura 455; el pivote debe ajustar fá-
no hay nada que se diferencie de las máquinas de barrilete: den- cilmente en el agujero de la rueda de trans-
tado. Por lo tanto, misión. Se corta el alambre para trinquete,
ahora vamos a conside- dejando el trinquete en el extremo del largo
rar el caracol. pivote como en la figura 456, y luego se re-
Los trinquetes del baja y recorta con limas de aguja hasta que
caracol están expuestos se ajusta en posición (Fig. 457). Se lima pla-
al desgaste y necesitan na la cara superior de modo que quede un
ser repuestos frecuente- poco por debajo del reborde de la rueda de Fig. 454. — Alam-
mente. Para hacerlo, transmisión y se acaba con un pulidor con bre para trinquete
antes debemos desmon- de caracol.
polvos de esmeril y aceite (Fig. 458). Se co-
tar el mecanismo de ca- loca el trinquete en posición, se invierte la
racol. Algunas veces se rueda de transmisión sobre un yunque plano de acero y se corta
usa el alambre de cobrí el pivote sobrante tan cerca de la rueda como sea posible (fi-
para el pasador que fija gura 459).
el caracol; sí es así, se Estando aún la rueda sobre el yunque, se lima el extremo
sostiene el caracol con
del pivote casi al ras de la rueda y, finalmente, se le dan uno
la mano izquierda, co-
mo mu estra la figu -
ra 452, y se da al pi-
vote inferior del mismo
u
n golpe vivo con un
Fig. 453. - Manera de sacar el trinquete del mart íu o fo l aton . esto
caracol.
cortara el pasador de
cobre, soltando el casquete, y la parte de dicho pasador que
habrá quedado dentro del árbol del caracol saldrá con sólo em- M^ ijilUPUm» . <o« tu»
pujarla. Se extrae la rueda de transmisión de la fuerza y con
Fig. 455. — Posición Fig. 456. — Trinquete Fig. 457. — Trinquete
ella los dos trinquetes que lleva montados. Si va sujeto con del pivote del trin- en el extremo del pi- casi acabado para ser
pasador de latón, éste se quita empujándolo por su parte estre- quete. vote. montado.
cha con un punzón de punta.
o dos golpes suaves con un martillo de bola para remacharlo.
El trinquete o trinquetes gastados pueden sacarse de la
La rebaba sacada por el limado es casi suficiente para sujetar el
misma manera. Se pone la rueda de transmisión sobre un yun-
trinquete, pero un ligero remachado lo hace más seguro. Se
que con un agujero bastante grande para que quepa en él el
trinquete y se da un ligero golpe al remache del trinquete con prueba para ver si es completamente libre y asegurarse de que
el resorte puede accionarlo satisfactoriamente. Si el trinquete,
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EL RELOJ INGLÉS 353
antes del remachado, se dejó un poco por debajo del reborde, siones, que tenga que quitarse el mínimo de material para limar
debe estar libre. Si se traba, se le aplica un poco de aceitó y se el pivote en su posición. Antes de empezar a limar, el trinquete
será como representa la figura 460 y si la varilla es delgada ello
no presentará dificultades. Los trinquetes, ya sean hechos de
alambre, ya sean los de varilla, jamás se templan.

Fig. 460. — Trinquete ob-


tenido limando una varilla
rectangular de acero. Las li-
neas de puntos verticales li-
mitan la parte original de la Fig. 461. — Reduciendo la rueda
varilla metálica y las otras de trinquete del caracol.
el trinquete acabado.
Fig. 458. — Puliendo la superficie superior del trinquete Algunas ruedas del caracol con dientes de trinquete son de
acero, principalmente en las máquinas de platina de 3/4. Son
le mueve en ambos sentidos con un palillo puntiagudo; si esto solidarias con el cuadrado del caracol y mantenidas en posición
no lo deja todavía libre, se aplica un poco de polvos de es- por tres tornillos roscados en el mis- mo. Si tal rueda se
meril con mayor cantidad de gastara, lo que es raro, la mejor
aceite y se mueve nuevamente,
solución consiste en Fig. 462. — Nueva rueda de
siendo seguro que esta opera- montar otra nueva. Tales piezas ac- trinquete para ajustarse a la
ción le dejará perfectamente li- tualmente ya no se encuentran, por pieza de caracol.
bre. Después de aplicar los pol- lo que nos inclinaríamos a recomen-
vos de esmeril debe limpiarse dar poner una nueva rueda al árbol
bien la rueda con un cepillo antiguo. En primer lugar se quita la
duro de relojero impregnado rueda del caracol y se monta en el
de bencina y frotarse alrededor torno con un mandril elástico. Se Fig. 463. — Rueda nueva de
sujeta el árbol por el privóte supe- trinquete en posición.
Fig. 459. — Corte del pivote del del trinquete.
:. • ,Conviene
, quitar
todo
rior, y se rebaja cerca de un tercio
trinquete. vestigio de abrasivo. de su diámetro y a la mitad de su grueso (Fig. 461). Se busca
Aun se encuentra alambre una rueda con dientes de trinquete del tamaño correcto y se
para trinquetes de caracol en algunas tiendas, pero en caso con- la rebaja de modo que ajuste prietamente (Fig. 462) al rebajado
trario puede utilizarse una varilla rectangular, siguiendo el pro- que hemos hecho antes, asegurándonos de que la rueda está
cedimiento explicado antes. La varilla debe ser de tales dimen-
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bien centrada. Se reduce la nueva rueda al grueso correcto, se
taladran los agujeros y se remachan juntas las dos piezas (fi- dril elástico en el torno y se refrenta la superficie superior de la
gura 463). rueda al grueso correcto, que viene determinado por el reborde
Las ruedas de latón se gastan más aprisa, pero también son de la rueda de transmisión; debe ser un poco más baja por la
de más fácil reposición. Se quita la vieja por apalancado con el

Fig. 466. — Montaje de la nueva


rueda de trinquete.

Fig. 467. -~ Pasadores para sujetar


el nuevo trinquete. Aparte, detalle
Fig. 464. — Separando la rueda de trinquete de latón del extremo plano del pasador.

cuchillo de banco (Fig. 464). Quítense los dos pasadores qu<:


la sujetan; algunas veces pueden arrancarse, pero si ello no es
posible, se rebajan al torno dejándolos a ras. Se hace una señal
en el caracol cerca del canto exterior, a ángulo recto con los pa-
sadores originales (Fig. 465). Se escoge una
nueva rueda y se ensancha el agujero de cen-
tro con un escariador cortante hasta que se
ajuste prieta en el árbol del caracol. Se qui-
Fig. 468. — La nueva rueda de trin-
tan las rebabas con una lima y se mete la quete montada.
rueda en el árbol hasta que se asiente perfec-
Fig. 465.—La fle-
misma razón que se dio cuando tratábamos del ajuste del trin-
quete. El centro de la rueda de trinquete se tornea para liberar
tamente plana (Fig. 466). Después hay que el cubo de la rueda de transmisión. No se necesita remachar los
posición de los cha indica el pun- asegurarse de que todo está bien pasadores. En la figura 468 se ve el trabajo acabado.
nuevos pasadores.centrado. Lue-
to para señalar la go se taladran dos agujeros diametralmente Limpieza^ — Ahora vamos a ocuparnos de la limpieza del
opuestos en la línea de la señal; como hemos caracol y de cómo se vuelve a montar. Si se han lastimado los
marcado el caracol, estaremos seguros de que pivotes pueden repulirse. Los costados del cuadrado se pulen con
los nuevos agujeros no van a coincidir con los antiguos. Se un pulidor de hierro cargado con polvos de esmeril y aceite y
hacen los pasadores de latón que ajusten bien y se meten en se dejan grises. Para quitar las rebabas producidas por una llave
los agujeros, dejando los extremos planos y a escuadra para demasiado larga o gastada, se mantiene el cuadrado sobre un
que agarren en toda la longitud (Fig. 467) ; con unas tenazas
se corta la parte sobrante de los pasadores; se ponen en un man-
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356 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO EL RELOJ INGLÉS 357

yunque plano de acero y se golpean sus costados con el mar- go lateral. Ahora se invierte la dirección del caracol para cer-
tillo de cara plana, a fin de rehacer el cuadrado sin reducirlo ciorarnos de que actúa el resorte de la rueda de transmisión:
demasiado; para quitar las rebabas es mejor hacerlo así que con esto puede comprobarse observando el pasador que opera en el
la lima. Se acaba gris, como antes. La parte terminal del cua- agujero coliso de la cara inferior de la gran rueda (Fig. 471).
drado se pule con diamantina. Se sujeta el caracol en el herra- Si el caracol está demasiado prieto el resorte no podrá hacerle
mental de pulir cabezas de tornillo, se toca el extremo del cua- retroceder. Esto puede
drado con una barreta Arkansas para quitar las rebabas, se corregirse sosteniendo
el caracol como se ve en
la figura 452 y dando
en el pivote inferior un
ligero golpe con el
martillo de latón; al-
gunas veces es sufi-
ciente un toque con el
respaldo de un cepillo
de relojero. Se ajusta

Fig. 469. — Suavizando los cantos superiores del cuadrado del caracol hasta que el caracol Fig. 470. — Cortando el pasador del caracol
retorna por la fuerza
pule con un pulidor de bronce cargado con diamantina, y se del resorte de la rue-
termina la operación con boj y diamantina. Los cuatro cantos da de transmisión; el caracol debe estar libre, exento de juego
superiores se eliminan, es decir, se achaflanan ligeramente con lateral y axial con la gran rueda, pues de otra manera habría
una barreta Arkansas (Fig. 469), dando el acabado vivo que dificultades con el fiador de la rueda de transmisión cuando la
interese. Se limpian todas las partes con bencina. máquina estuviera montada.
Se pone un poquitín de aceite en cada trinquete, un poco El resto de la máquina se limpia de la manera usual. La
más «n la rueda de trinquete y muy poco en el árbol en donde cadena se limpia dándole una vuelta so-
se mueve la rueda de transmisión. Se colocan en posición esta bre un palillo sujeto en el tornillo de
rueda y luego la gran rueda, y se aplica un poco de aceite en el banco (Fig. 472), al que se ha aplicado
rebajado donde trabaja el casquete y otro poco en el centro un poco de aceite donde indica la flecha,
donde gira la gran rueda. Se pone el casquete en posición ase- y tirando de ella a derecha y a izquier-
gurándonos de que está bien centrado; el agujero que lo atra- Fig. 471. — La flecha da hasta que esté bien flexible; luego se
viesa debe coincidir con el agujero del árbol. Se lima un pasa- indica el pasador del limpia con bencina y se cepilla bien hasta
dor de cobre a una conicidad suave y se mete prieto; luego se resorte de la gran
rueda. que esté seca, y sosteniendo la cadena
corta el pasador junto al casquete con el cuchillo de banco como indica la figura 473, se pasa rápi-
(figura 470). damente a través de una llama de alcohol para destruir si hay
Se sostiene el caracol con la mano izquierda por la gran algún pelo o pelusilla. Esto es muy importante, especialmente
rueda y se hace girar la parte cónica del caracol por el cuadra- con los de platina de 3/4, porque el volante oscila cerca de la
do; es importante que esté completamente libre sin ningún jue- cadena y un pelo tocando el volante varias veces puede ser la
causa de una falta difícil de hallar cuando se regula.
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358 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO EL RELOJ INGLÉS 359

Una forma de gancho para el muelle real que puede ser ne- figura 474 — y finalmente se limpian las cuatro caras con una
cesario adoptar es el llamado gancho cuadrado. Fuera de esto, barreta Arkansas. Se mantiene la varilla en posición en el ba-
el procedimiento de poner gancho en el muelle es el mismo que rrilete y con una punta de
grabar se marca una línea en
el interior y otra en el exte-
rior del acero, que indicarán
el grueso del gancho. Se re-
tira la varilla y se sujeta en
unas entenallas, de modo que Fig. 474. — Indicando el ángulo de
«enganche» del acero antes de hacerlo.
sólo sobresalga de las garras
la parte que queda dentro del barrilete. Limando esta par-
te, se hace una espiga como indica la figura 475. Es impor-
tante la posición de esta espiga, que debe estar hacia la parte

Fig. 472. — Limpieza de la cadena

se explicó cuando de ello tratábamos al ocuparnos de los relo-


jes suizos.
Se escoge un pedazo rectangular de acero suave, un poco
mayor que el tamaño del agujero >en el barrilete. En las tiendas
Fig. 475. — Limando
el pivote para el gan-
cho cuadrado.

Fig. 476.—Forma del


terminal del muelle
real y agujero para
el gancho cuadrado. Fig. 477. —
Fig. 473- — Llameando la cadena Remachando el gancho en el
muelle
de suministros se venden varillas de acero llamadas "acero para
anterior del gancho para que no tenga propensión a soltarse.
ganchos", que son muy útiles para este fin. Se lima el extremo
Dése su forma al terminal del muelle real y taládrese en
para que se ajuste bien en el agujero del barrilete — es impor-
el mismo un agujero como vemos en la figura 476. Se remacha
tante que ajuste en él a un ángulo como el que se indica en la
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360 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO EL RELOJ INGLÉS 361
el gancho, parcialmente acabado, en el muelle (Fig. 477), de- ayudarle un poco. Cuando el muelle está en posición, se sujeta
jando un remache algo redondeado, no limado a nivel; se ne- el barrilete con la mano izquierda y se golpea con el respaldo
cesita un pequeño soporte en este sitio. Luego de un cepillo de relojero, cerca del gancho, lográndose entonces
se corta un poco por encima de la raya trazada que el gancho se acomode bien en su sitio. Se rebaja mediante
como señal, que indicará la porción que sobre- una lima fina, procurando no tocar con ésta el barrilete y final-
saldrá del barrilete. Se lima el extremo del gan- mente con una barreta Arkansas se quitan las rebabas. Ahora
se saca el muelle del barrilete para acabar el extremo superior
Fig. 478. — El cho y se quitan las rebabas de los cuatro can-
muelle real torci- tos.
Se tuerce el muelle con los alicates forra-
do a la curva inte-
rior del barrilete. dos
de latón a la curvatura aproximada del
interior del barrilete (Fig. 478). Se arrolla el
muelle en el aparato adecuado para ello, que
se representa en la figura 479, poniendo en acción la palanca
para retener el gancho. Se lleva el barrilete al muelle con el

Fig. 480. — Pulido del extremo superior del gancho cuadrado

del gancho. Se mantiene el terminal del muelle plano sobre el


mango de un afinador de esmeril, sujeto en el tornillo de ban-
co, y con el pulidor, polvos de esmeril y aceite, se pule la su-
perficie superior (Fig. 480) ; luego se limpia y se pule con dia-
mantina. Y después de esto el muelle puede ya colocarse definiti-
vamente en el barrilete, como se hizo antes.
Con todas sus piezas limpias la máquina puede ya montar-
se. El caracol, el resorte, el barrilete, ruedas de centro, primera
y segunda, se colocan en su sitio, pero no se hace lo mismo con
la cadena. Se coloca la rueda de trinquete del barrilete y el
trinquete en posición y se vuelve el barrilete y el caracol de
Fig. 479. — El muelle real en el arrollador, preparado para introducirlo en
modo que el gancho de la cadena se encare con el canto exte-
el barrilete. rior. Engánchese la cadena primero en el barrilete, asegurán-
dose de que se hace con el gancho correspondiente (Fig. 481) ;
agujero opuesto al gancho, se suelta con cuidado el trinquete y se coloca el dedo índice de la mano izquierda de modo que la
se deja que el muelle se desarrolle despacio. El gancho debe en- cadena se apoye en él y descanse detrás del mismo. Se sujeta
trar en el agujero del barrilete, aunque algunas veces sea preciso
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H62 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO EL RELOJ INGLÉS 363
el otro gancho de la cadena en el caracol, con el dedo se tensa cuando se desarrolle el muelle real levante exactamente el
la cadena (Fig. 482) y se arrolla en el barrilete. Si la máquina peso
se sujeta con el trinquete sobre la rueda de trinquete éste caerá de la varilla. Si se levanta demasiado aprisa, se corren los pesos
dentro de un diente. La ilustración corresponde a una máquina hacia afuera. La fuerza del muelle debe levantarla justamen-
de platina completa, te cuando está arrollado por completo. Cuando tenemos el peso
pero el procedimiento ajustado se deja al muelle que se desarrolle, y a cada revolu-
es el mismo para una ción del caracol, el peso debe levantarse con la misma facilidad,
Fig. 481. — Ganchos de la cadena del caracol. de platina de 3/4.
Izquierda, gancho para el barrilete; derecha,
gancho para el caracol. Se retira el dedo y
se continúa haciendo
rodar el barrilete hasta
que toda la cadena esté
arrollada sobre el mis-
mo y la tensión de la
cadena haya hecho gi-
rar el caracol. Para em-
pezar se da al muelle
real tres cuartos de
vuelta y se aprieta el
— Modo de sostener la cadena
Fig. 482. mientras se monta.
trinquete del barrilete,
Luego se ajusta la cade-
na sobre éste de modo que las espiras estén equidistantes, lo Fig. 484. — Empleo de la varilla de ajuste
que se consigue fácilmente con un palillo en punta. Se sujeta
la varilla de ajuste (Fig. 483) en el cuadrado del caracol y se o velocidad, hasta que la cadena esté otra vez toda sobre el
arrolla completamente. barrilete. Si el muelle no tiene bastante fuerza para levantar
Se da cuerda muy despacio y se observa cuidadosamente si el peso en la última vuelta, se corre éste un poco, y si la última
la cadena se aloja bien en la ranura del caracol. También hay vuelta fuera más fuerte que la primera, el muelle ha sido de-
masiado arrollado desde el principio. Si la curva del caracol
es incorrecta el ajuste exacto tal vez no sea posible; en tal caso
Fig. 483. — Varilla de ajuste
hágase el ajuste lo mejor que se pueda.
El procedimiento con las máquinas de platina entera es
que observar si actúa satisfactoriamente la pieza de retención. exactamente igual que para las de 3/4, con la única excepción
La cadena levanta el dedo de tope de modo que la pieza de de que cuando se hace el montaje se omite de momento la pri-
retención del caracol esté a escuadra con el extremo cuando toda mera rueda.
la cadena está arrollada en el caracol. Se sostiene firmemente la El escape se monta sobre la misma platina que el tren, y
máquina (Fig. 484) y se permite al tren que gire despacio, lo Qo puede funcionar si no está todo el tren montado. Después
que obligará a la varilla de ajuste a girar, siendo lo ideal ajus- que se ha hecho el ajuste del caracol, se coloca la i .a rueda en
tar los pesos corredizos de la varilla a una posición tal que Posición, quitando el puente como indica la figura 485. Cuan-
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364 MANUAL PRACTICO DEL RELOJERO EL RELOJ INGLÉS 365

do está montado con el escape en posición, tanto en las máqui- pues con ello podría estropearse. Entonces se afloja el tornillo
nas con platina de 3/4, como con las de platina entera, se ob- del trinquete de la rueda de este nombre, se mete la llave en el
serva atentamente la rueda de transmisión en el punto donde cuadrado del barrilete y se deja caer la pieza que sujeta el re-
opera la retención. Se arrolla el muelle real dos o tres dientes de sorte. Con los de platina entera se quita ante todo el volante,
trinquete y se suelta la llave; si la transmisión está montada se acuña la segunda rueda, se quitan los pasadores de la platina
correctamente, se verá que ésta se descarga haciendo correr tres superior (o los tornillos si los lleva) de cerca del áncora sola-
o cuatro dientes la rueda de mente, se apalanca la platina lo justo para quitar el áncora y se
transmisión. De modo que vuelve a asegurar la platina. Se deja al tren que gire, usando la
cuando se ha dado toda la astilla como freno, igual que antes, y que el muelle real pierda
cuerda, el tren de engranajes su fuerza.
no girará al revés y el resorte
cuidará que el tren gire ha-
cia adelante durante el tiem-
po que se da cuerda.
Fig. 485. — Puente de una máquina de Cuando el reloj de cara-
platina entera sin la rueda i.a. col está completamente mon-
tado y se desea ponerlo a la
hora, después que se ha quedado sin cuerda, se hallará que el
tren no empezará a moverse al acto de dark cuerda. El tren de
un reloj con barrilete dentado se pone en marcha así que se da
algo de cuerda, pero para lograr esto en un reloj de caracol es
necesario arrollar en sentido opuesto al de dar cuerda, de modo
que se cargue el resorte de transmisión; para ello basta con un
ligero movimiento de la llave. El resorte de la transmisión toma
sólo de 3 a 5 dientes de la rueda de transmisión para montarlo.
Generalmente las llaves de reloj recogen polvo, pudiendo
éste transmitirse al agujero superior del caracol y perjudicar
el movimiento regular del pivote. Para evitar sus efectos per-
judiciales es conveniente montar un sombrerete o tapadera en el
cuadrado del caracol.
Cuando se desmonta una máquina con caracol no se puede
dejar que descargue el muelle real como se hace con las máqui-
nas con barrilete dentado. El procedimiento para ello en las
máquinas de platina 3/4 es el siguiente: quítese el escape y dé-
jese que el tren se descorra, trabando antes la rueda segunda
con una astilla de madera y quitando luego la rueda de escape
y el áncora. Úsese con cuidado la astilla para frenar la rueda se-
gunda, de modo que el tren no se descorra instantáneamente,
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FIJACIÓN DE RUBÍES 367

ferencia exterior exacta y los costados bien paralelos al eje, de


modo que suponiendo que el agujero de la platina corresponda
al tamaño del rubí, éste no puede dejar de colocarse bien res-
pecto al plano de la platina.

CAPÍTULO XIX

FIJACIÓN DE RUBÍES

Uno de los mayores adelantos en la construcción de relojes


se hizo cuando se descubrió que un rubí podía recibir la forma
exacta exterior de una circunferencia y su agujero ser concén-
trico con ella, de manera que con un ajuste cuidadoso con la
platina podría, por sí sólo, mantenerse en posición por forza-
miento; ello significaba que el reloj podía ser de construcción
más sencilla, más exacta y más económica y, lo que es mucho
más importante, más fácil de reparar, pues con los métodos an-
tiguos del anillo atornillado o la fijación por remache la exac-
titud del ajuste, por intervenir mayor número de operaciones,
no era tan segura.
Las modernas prácticas de la ingeniería aceptan realmente la
teoría de sujeción por forzamiento o fricción, refiriéndose inva-
riablemente a los ajustes de encaje forzado. En el caso del rubí
es un ajuste a encaje forzado en la platina; es decir, el agujero
de la platina es un poco más pequeño que el diámetro exterior
del rubí, siendo la elasticidad del metal de la platina o puente
lo que agarra al rubí. La presión del rubí contra las paredes del
agujero en el metal es suficiente para retenerlo en posición por
un tiempo indefinido, particularmente cuando no hay presión
axial sobre el asiento del rubí. Como se necesita una presión de
unos 7 Kg para quitar un rubí ajustado correctamente por
encaje forzado, es muy improbable que sea desplazado por des-
gaste ordinario o durante una reparación de la máquina, cuan- Fig. 486. — Equipo para el ajuste de rubíes por encaje forzado
do se le limpia con un palillo.
La gran ventaja que tiene un rubí encajado a presión sobre En la mayoría de casos, cuando se fijan los rubíes por fro-
los demás sistemas de sujetarlo, es que resulta más fácil colocar- tamiento en su agujero, la pieza en la que ha de colocarse el
lo perfectamente recto. Los rubíes se suministran con su circun- rubí se pega con goma laca al mandril de pegamiento y se tornea
el asiento del nuevo rubí. En. esto se puede errar por varias
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mandril, y probablemente no lo estará, como se demostró al ejemplo, 109 significa que tiene 1,09 mm.
tratar de este mandril; aunque sólo esté muy ligeramente fuera Algunos escariadores marcan o,oí mm por sobre su verda-
del plano, ello ya obligará al rubí a situarse inclinado. Además dero tamaño; el usuario deberá comprobarlos, midiéndolos an-
no hay el mismo control sobre el juego axial como con el rubí tes de emplearlos.
A medida que nos precise para el ajuste de algún rubí, des-

Fig. 487. — Prensa de montar rubíes

a encaje forzado. Otra considerable ventaja de este sistema es


la rapidez de la montura y ajuste del rubí.
El aparato para montar rubíes La Favorite es muy popular Fig. 488. — Montaje de los punzones en el árbol de la prensa
en Suiza, suministrándose con gran número de accesorios, como
yunques, punzones, etc. cribiremos los demás accesorios: la figura 490 muestra los su-
La figura 486 muestra el equipo completo, del cual la pren- ministrados con cada aparato de los citados. Los rubíes para
sa (Fig. 487) es la pieza esencial. Los yunques, algunos de los el tren se suministran con agujeros cilindricos o hiperbólicos, y
cuales son planos y macizos, contrariamente a otros que son siempre con estos últimos los de eje de volante. También es
huecos, se ajustan en el pie de la prensa. Los punzones de va- posible obtener casquillos o aros de latón, de modo que puede
rios tamaños, planos o huecos, se ajustan al árbol del cabezal operarse en los agujeros hechos en latón que no llevan rubí,
de la prensa (Fig. 488) .'El que se representa en la figura 489 es como el agujero de centro, de la misma manera que hacemos
para montar el rubí del volante; es hueco y del tipo autocen- para montar los rubíes.
trante. El aparato lleva asimismo escariadores para abrir el Lo primero que ha de hacerse antes de colocar un rubí es
agujero en el metal antes de ajusfarle el rubí, que están perfec- disponer la herramienta de modo que sea correcto el juego axial
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370 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO FIJACIÓN DE RUBÍES 371
de la pieza que se mete en el agujero del rubí; para hacerlo se ta un escariador dentro del árbol del cabezal y se ensancha el
procede de la siguiente manera: se coloca un yunque plano en agujero para borrar el asiento y sujeción del rubí viejo. Cuando
el pie de la prensa y se pone la pieza en la que se desea colocar el escariador ya no corta, no por ello dejará de adelantar hasta
el rubí — supongamos el puente de las ruedas i .a y de centro — que toda su parte cilindrica haya actuado en el agujero: sólo así
sobre el yunque, de modo que la cara inferior del rubí mire podremos asegurar que se ha abierto al tamaño exacto, que es
hacia arriba. Móntese luego un lo más importante. Para borrar completamente el asiento anti-
punzón de punta plana, de los guo asegurando que todo el agujero1 está repasado y obtener un
utilizados para presionar el rubí
en su alojamiento, en el árbol de
la prensa. Ajústese el tornillo mi-
crométrico de la parte superior de
la prensa de modo que el punzón
cuando se baja sólo toque ligera-
mente la superficie del rubí; este
ajuste limita el movimiento del
punzón, asegurándose así de que
el nuevo rubí sea presionado hasta
la misma profundidad que el ori-
ginal. Ahora sería el momento de
Fig. 489. — Punzón autocen- corregir el juego axial, si fuera ne-
trante. cesario; si el rubí original no está Fig. 490. — Accesorios que acompañan a la prensa
aplastado y tiene solamente raja-
duras o el agujero demasiado grande, será posible verificar el perfecto montado del rubí, puede ser necesario substituir el es-
juego axial, y de necesitarse, por ejemplo, aumentarlo, se ajus- cariador por otro mayor en uno o más números, y al hacerlo
ta el tornillo micrométrico, a fin de que el punzón pueda des- se aconseja reemplazar, cada vez, el escariador usado por el del
cender algo más; para hacerlo, deberemos retirar el puente del número mayor siguiente, para evitar la posibilidad de hacer un
yunque, y con ello se comprenderá la utilidad de este ajuste agujero descentrado.
micrométrico, ya que permite estimar la cantidad de juego que Puede ocurrir que después de ensanchar el agujero, para
se aumenta. Si, por el contrario, el rubí está aplastado o roto, borrar el asiento original no se encuentre un rubí de suficiente
diámetro. En tal caso, se procede como sigue: existen aros de
puede tirarse, y si se ha perdido, ajústese el punzón de modo
latón graduados lo mismo que los rubíes, es decir, con diáme-
que su cara corresponda a la posición estimada del rubí origi-
tros interiores y exteriores variables de centésima en centésima
nal. Hay varios procedimientos para fijar un rubí; algunos son
de milímetro; tómese nota, pues, del tamaño del último esca-
montados por el exterior y otros remachados por el interior;
riador empleado y escójase un aro de latón de un diámetro ex-
debe saberse decidir el método a seguir según la posición de la
terior aproximadamente una centésima de milímetro mayor;
cara del rubí. Con todo, una vez ajustado el tope para el juego móntese el rubí en este aro y precédase luego como se hace co-
axial, fíjese por el tornillo moleteado y después quítese con un rrientemente con el rubí solo. Puede ser necesario abrir el agu-
palillo el rubí inservible. jero del puente bastante más que si fuera para el rubí solo; de
Luego se vue'lve a colocar el puente sobre .el yunque, se mon-
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372 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO FIJACIÓN DE RUBÍES 373

otro modo la pared del aro tendría que ser tan delgada que no y una vez hecho esto el trabajo ya no requiere acabado alguno.
podría trabajarse con él. La figura 492 muestra el remachado de fijación del rubí; en
La siguiente operación consiste en achaflanar ligeramente este caso es un rubí de eje de volante, pero el procedimiento no
ambos lados del agujero para quitar las rebabas que pueda ha- varía para los distintos rubíes.
ber. El achaflanado del lado interior actuará como una guía Las figuras 493, 494 y 495 muestran las diversas fases en
para cuando se introduzca el nuevo rubí; món- el escariado de un agujero para un rubí. La
tese la herramienta de achaflanar (Fig. 491) en figura 496 muestra un punzón hueco pre-
el árbol del aparato y utilícese para quitar las sionando el rubí en su agujero; para un rubí
rebabas, especialmente las de la cara inferior, de cara plana sirve igualmente un punzón Fig. 492. — Rubí
haciéndolo con preferencia a mano para asegu- sin ser hueco. Si el rubí tiene la cara bom- remachado.
rar que el achaflanado sea concéntrico con el beada, es indispensable un punzón hueco,
agujero. pues con él la presión se ejerce sobre el diámetro exterior y se
Anótese el tamaño del último1 escariador usa- evita el peligro de aplastar el rubí; en este caso el punzón ade-
do, dato que se encuentra en su costado, y escó- cuado es el que representa la figura 496; también hay punzo-
jase un rubí de agujero adecuado para el pivote, nes autocentrantes cuya descripción no consideramos esencial.
de diámetro una centésima superior al del esca- Las figuras 497 y
riador. Por ejemplo, si el último escariador mar- 498 muestran el
caba 70 (0*70 mm), el rubí se tomará de la mandrinado o esca-
botella marcada con 70, que significa 0,70 mm. riado del agujero en
De hecho, si se mide el escariador del número 70, el aparato.
seguramente se comprobará que sólo tiene 0*69 Cuando se desea
Fig. 491.—He-
rramienta de milímetros, esto es, una centésima de milímetro substituir un rubí
achaflanar. menos que el diámetro del rubí. Los constructo- por otro, el proce-
res del aparato y los escariadores hacen -esto adre- dimiento es similar
de para facilitar la labor del reparador, pero de todas maneras al descrito; téngase
éste .deberá siempre asegurarse de que cumple lo que indicamos en cuenta el juego
al principio de este párrafo. Coloqúese el puente sobre un yun- axial y fíjese el tope
que que tenga un agujero de diámetro superior al exterior en consecuencia.
del rubí, de forma que éste pudiera sobresalir libremente, en Quítese luego el ru-
caso que fuese necesario, por el otro lado de la platina; este re- Fig. 493. — Escaria- Fig. 494. — Escariando bí viejo, y como pa-
salto del rubí debe de ser muy limitado, a fin de que el metal dor a punto de cortar. el agujero. ra ello ha de ejercer-
circundante soporte el máximo esfuerzo; se necesita una presión se una presión de
de unos 15 Kg para insertar el nuevo rubí, debiendo procurarse 7 Kg, es aconsejable hacer la operación en el aparato; emplée-
que el metal no se tuerza. Se coloca el rubí sobre el agujero del se un yunque que tenga un agujero que pueda recibir cabal-
puente, con su cara inferior para arriba, y en seguida se aprecia- mente al rubí viejo, y con un punzón largo montado en el
rá la necesidad del achaflanado. Bájese el punzón de punta pla- árbol se hace actuar la palanca hasta extraerlo. Así se consi-
na sobre el rubí, ejerciendo con la palanca una presión mode- gue una firme presión vertical, y como el metal que circunda
rada, constante y firme hasta que el tope impida descender más, el rubí tiene buen soporte en el yunque, no se corre el riesgo de
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MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO

374 FIJACIÓN DE RUBÍES 375

que el agujero se deforme por la fuerte presión. Ahora escoge-


remos un escariador que ajuste prieto en el agujero y lo pasa-

Fig. 495. — El escariador


actuando

Fig. 496. — Colocación de un rubí


en su agujero.
Eig. 497. — Escariado del agujero Fig. 498. — Parte cilindrica del esca-
riador actuando.

remos a través del mismo; si el escariador queda libre, se toma


el del tamaño mayor siguiente para que ensanche ligeramente el
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Fig. 500. — Accesorio para sujetar piezas pivote, y como éste casi
agujero a fin de ase- pequeñas, toca al rubí cojinete en
gurarnos de que le da-
mos un determinado
tamaño. El secreto del
éxito coasiste en que
el diámetro del aguje
ro sea o.oí mm me-
nor que el del rubí
El ajuste del rubí se
efectúa igualmente que
antes.
Ahora vamos a
poner paralelo el eje
de un agujero con e]
eje de la platina. Con-
sideraremos el aguje-
ro de rubí de volante; Fig. 499. — Accesorio para verticalizar provisto
el procedimiento es el de garras.
mismo para los de
rubí del tren, excepto la situación del tope. Es
mejor verti-

calizar desde el rubí inferior y colocar nuevo el


superior. Pri-
meramente se quita el
puente del volante y se
deja sobre el yunque
del aparato con su cara
superior para arriba; se
ajusta el tornillo mi-
crométrico de modo
que el punzón — que
esta vez debe ser hue-
co, especial para rubí
de volante — toque li-
geramente la cara supe-
rior del rubí. El juego
axial viene determina-
do por el rubí contra-
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376 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO FIJACIÓN DE RUBÍES 377

la cara superior, desde allí tomaremos nuestra medida. Quítese cuando se ajustaba para el tren. De esta manera se consigue
el rubí viejo, atorníllese el puente sobre la platina inferior, qui- un juego axial correcto.
tando también el rubí contrapivote inferior del volante. Se Para la montura de un rubí de volante bastan las instruc-
monta en el aparato el accesorio representado en la figura 499 ciones dadas para verticalizar un agujero. En el montaje de un
y se dispone la platina entre las garras de modo tal que el punto rubí en una pieza pequeña, tal como el puente del áncora, o
interior del punzón se
ajuste en el rubí inferior
del volante, y cuando se
ha logrado se aprietan
las garras.
Se escoge un escaria-
dor un poco menor que
el agujero del puente, se
monta en el árbol de la
prensa y se baja hasta
dentro del agujero para
ver si puede empezar a
cortar.
Como el agujero su-
perior no está vertical, o
en línea con el inferior,
el cortado posiblemente
empezará por un solo la-
do del agujero; se conti-
núa de está manera, subs-
Fig. 501.—Juego de yunques y punzones
útiles para muchos usos. tituyendo el escariador
por el de diámetro inme- Fig. 502. — Remachando un eje de volante
diatamente superior, hasta que se obtenga el corte completo en
un rubí contrapivote en su pieza, se usa el accesorio represen-
todo el círculo del agujero, lo que será indicio de que éste ya
tado en la figura 500, que suponemos no necesita explicación.
está en línea con el inferior. Se retira la platina del aparato y
Se sigue exactamente el mismo procedimiento para montar un
se coloca en lugar del accesorio a garras un yunque plano con
rubí contrapivote que para un rubí con agujero. Si se posee un
un agujero, se desatornilla el puente de la platina y se pasa el
juego de yunques y punzones como el reproducido en la figu-
mismo escariador a través del agujero hasta que actúe toda su
ra 501, la prensa La Favodte puede emplearse como herramien-
parte cilindrica.
ta para remachar y para presionar; cuando se la hace servir
No hubiera sido posible hacer esto con el puente atorni- como tal se desmonta la palanca (Fig. 502). También puede
llado, porque no había bastante profundidad para el escaria- servir para montar agujas {Fig. 503.) y cristales irrompibles
dor. Se achaflanan ambos costados como antes y se presiona un (figura 504)
nuevo rubí desde el exterior, es decir, en sentido contrario de Hay dos métodos para montar un rubí por remache: uno
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empleando el torno y el otro usando a mano una herramienta usa la misma herramienta de bruñir, pero por su cara redon-
especial. Nos ocuparemos en primer lugar del procedimiento que deada, pudiendo ver en la figura 507 el procedimiento a seguir.
se funda en el uso del torno. Algunos rubíes se fijan por bruñido del metal
Por este procedimiento, para substituir un rubí viejo se circun- dante al asiento y
quita ante todo este rubí, empujándolo para fuera con un pa- no por
pestaña previamente hecha.

Fig. 505. — Aper-


tura del asiento
del rubí. Fig. 506.—El asien-
to preparado para
recibir el rubí.

Fig. 503, — Montaje de una aguja de reloj empleando la prensa, La Favorite


Fig. 507.—Rema-
lillo; esto hará que se levante la rebaba que lo mantenía; se che por bruñido Fig. 508. — Bruñi-
pega luego la pieza en un mandril de pegamiento en el torno y Fig. 504. — Accesorio para de la pestaña so-
bre el rubí. dor de remachar.
se la centra; para abrir la rebaba de sujeción con un bruñidor montar cristales irrompibles.
^-
(figura 505) se mantiene esta herramienta primeramente a án-
gulo y luego se va elevando gradualmente para levantar el me- En este caso se emplea la misma herramienta de la figura 505,
tal de remache del rubí, haciendo que el árbol del torno gire para abrir el asiento, pero para sujetar el rubí se utiliza el
despacio mientras tanto. Cuando el asiento del rubí está libre
y abierto (Fig. 506) se escoge un rubí de agujero adecuado para
el pivote y que al mismo tiempo ajuste por el exterior con el
asiento abierto; se pone un poco de aceite sobre la superficie del
rubí, de modo que cuando esté colocado en posición se man-
tenga fijo mientras se remacha por bruñido. Para hacer esto se

Fig. 509. — Remache por bru- Fig. 510. — Fases de la construcción de


ñido del metal del puente. la herramienta de montar rubíes.
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.c otro extremo del bruñidor, completamente redondeado (figu-

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ra 508) en la forma que indica la figura 509.
Para la fijación a mano se emplea un juego especial de herra-
mientas (Fig. 511). El rubí viejo se extrae como se ha explicado
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antes y con la herramienta se abre el asiento de la siguiente for-


ma: se sostiene la herramienta (del tamaño correcto) bien ver-
tical en el asiento y mientras tanto, por medio del tornillo, se

CAPÍTULO XX

RUBÍES PARACHOQUE

El reloj resistente a los choques no puede considerarse como


una novedad, pues representa el resumen de lo que se ha estado
estudiando durante mucho tiempo. Parece extraño, pero Bré-
guet (1747-1823) usó ya una disposición resistente al choque,
el "paracaídas", no obstante lo cual
Fig. 511. —Herramientas especiales para el montaje a mano. Arriba, para después de él muy poca atención se
cerrar la pestaña; abajo, para abrirla. prestó a dicha disposición.
Durante los últimos 25 años re-
van abriendo las mordazas hasta que deje el asiento expedito, nació la idea y buen número de relo-
y se las hace girar con los dedos alrededor (Fig. 512). Cuando jes suizos tienen alguna forma de
se nota que la herramienta queda libre, se abren las mordazas disposición parachoque. El eje del vo-
un poco más y así lante y sus rubíes son las partes más
hasta que se ha vulnerables del reloj y las que se estro-
abierto todo el pean más fácilmente por un golpe o
asiento y está libre una caída; así, pues, estas piezas me-
para recibir el rubí. recen la máxima atención.
Luego se coloca el Es verdad que en relojes con dis-
rubí y se usa la he- posición parachoque se han hallado Fig. 514. — El «Incabloc»
rramienta comple- también ejes de volante rotos, pero se distingue por la forma
del resorte que sostiene el
mentaría para cerrar j cuántas veces estos mismos ejes habrán rubí contrapivote.
_____ nuevamente el sido salvados por la disposición para-
me- choque! Y no sólo es útil para la protección de los pivotes' del
512. — Apertura Fig. 513. — Cierre del tal; se ajustan las eje contra la rotura, sino también contra otras averías menores:
siento con la he- asiento con la berra- mordazas de modo
rramienta a mano. mienta a mano. , un reloj sin disposición parachoque puede, como resultado de un
que se apoyen sobre ligero golpe o sacudida, averiarse en los pivotes del eje del vo-
la pestaña, y se las hace girar, aplicando un poco de presión lante, de forma que quizá no llegue a pararse el reloj ni a re-
hacia abajo, hasta que el metal ha sido adaptado o bruñido portar grandes perjuicios para la regulación, pero el usuario
para ceñirse sobre el rubí (Fig. 513). Para facilitar la opera- notará que la exactitud no es la de antes. Tal vez no necesite
ción y obtener un resultado más perfecto es aconsejable untar
ligeramente con aceite las superficies que se trabajan.
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repararse, pero la máquina ya no es lo que era: si se examinan
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.c reloj recibe un golpe el resorte cede por un momento, pero en

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cuidadosamente los pivotes del eje del volante de este reloj con
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una lupa doble, descubriremos una ligera faceta en su parte seguida vuelve a su posición primitiva. El eje está proyectado
cilindrica, y si verificamos el volante entre las puntas de un de forma que si la fuer/a del choque excede de ciertos límites, el
espaldón situado cerca de cada pivote en el eje del volante esta-

Fig. 519. — Disposición inferior del


«Parechoc».
A, armadura; B, rubí en su aro; C. rubí
contrapivote; D, resorte de sujeción.

Fig. 515.—Componentes del«Incabloc»


A, armadura o asiento; B, rubi contrapi-
vote; C, resorte fijador; D, rubí cojinete;
G, eje del volante; /¿'."pivote.

Fig. 517. — El «Parechoc» se dis-


tingue por tener apartable el resorte
de sujeción.

Fig. 516. — La disposición «Incabloc»


montada, mostrando los rubíes supe-
riores e inferiores.
C B
Referencias como en la figura anterior y
E, resorte fijador; F, puente del volante; Fig. 518.—El «Parechoc» con el re-
/, montura inferior del «Incabloo. sorte de sujeción apartado a un lado. Fig. 520. — Disposición superior del
«Parechoc».
compás de calibre veremos que A, resorte de sujeción; fi, rubí contrapi-
uno o los dos pivotes están algo vote; C, rubí en su aro: D, armadura; B, re-
sorte fijador.
torcidos. Seguramente si el reloj hubiese tenido alguna disposi-
ción amortiguadora de los cheques la avería no se habría pro-
ducido. blece contacto con la parte fija del dispositivo parachoque y la
presión del golpe se transmite a la pieza amortiguadora.
Actualmente hay varios tipos de disposición parachoque en
uso, pero en lo esencial el principio fundamental es el mismo: Los fabricantes de dispositivos parachoque suministran las
los cojinetes del eje del volante se mantienen en su posición por piezas siguientes: rubíes del eje de volante fijados dentro de
un resorte y la montura tiene tal dispositivo que cuando el aros o "casquillos" especiales, rubíes de contrapivote, resortes
para mantener los rubíes en la posición correcta y los salientes
sobre los cuales se apoyan los espaldones del eje de volante si
el choque excede de ciertos límites.
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El "Incabloc" (Fig. 514) está construido por la "Universal
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El relojero debe asegurarse de que todas las piezas están es-
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Escapement Ltd.", de La Chaux-de-Fonds (Suiza). La figu-
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ampulosamente limpias y de que la copa dentro de la cual va k e r- s o ft w a

montado el rubí con su re- ra 515 muestra las piezas que componen este sistema y la fi-
sorte está exenta de aceite, gura 516 nos presenta el sistema montado.
polvo, rebabas, etc., de mo- El "Parechoc" (Figs. 517 y 518) está construido por la
do que no deba temer que el
rubí esité fuertemente agarro-
tado. Una vez se han mon-
tado todos los componentes,
se toca ligeramente con las
Fig. 521. — El «Parechoc» montado
A, eje del volante; B, armadura; C, aro del
pinzas la cara inferior del
rubí; D, rubí contrapivote; E, resorte de rubí, haciendo un poco de
sujeción.
presión, tanto lateral come
longitudinalmente, y al ce-
Bi Ai A der la presión el rubí ha de
volver vivamente a su posi-
ción original; si no retorna,
se desmonta y se examina
con cuidado por si hubiera
rebabas, rugosidades o pol-
Fig. 522. — Un choque de arriba abajo vo; para que la disposición
(según indica la flecha) lleva el espal- sea eficaz, el rubí, con su
dón del eje A, contra el saliente A-¡ de
la armadura «Parechoc». montura, debe estar libre pa-
ra actuar suavemente. Fig. 524. — En la disposición «Shockresist» el rubí cojinete va sujeto en una
C) A2 El aceite se aplica sola- montura elástica A, colocada horizontalmente por la arandela D. El rubí
mente a los rubíes-cojinete y contrapivote es retenido por la arandela elástica B. Estas piezas van montadas
dentro de la armadura C. Por tener los rubíes movimiento lateral y los con-
de la manera normal, como trapivotes movimiento vertical, un golpe en cualquier dirección llevará los
se explicó en el capítulo so- espaldones especiales del eje contra la armadura C, quedando así los pivotes
bre limpieza y engrase. Apar- protegidos de choques fuertes.
te de las principales ventajas
"Parechoc. S. A.", de Le Sentier (Suiza). Las figuras 519
Fig. 523. — Un golpe lateral (según características de la disposi-
y 520 muestran las piezas que lo componen y la figura 521 lo
indica la flecha) lleva el árbol A contra ción parachoque, otra tam-
la pared del agujero A2 de la armadura. bién importante consiste en representa ya montado. En la figura 522 vemos el espaldón del
El aro del rubí se desplaza como mues-
que no son necesarios los pe- eje del volante chocando con el saliente, de la armadura en el
tran Q y C2, pero la disposición có- acto en que el reloj recibe un golpe en el sentido del eje de su
nica exterior del mismo, y por la pre- queños tornillos de rubí.
sión del resorte de sujeción, hacen que A continuación vamos a volante, y en la figura 523 cuando recibe el golpe transversal-'
eí aro se centre automáticamente. mente.
sistemas de dispositivo para-
Finalmente tenemos el "Shockresist" (Fig. 524). de la "Fa-
describir brevísimamente los tres el "Incabloc", el "Parechoc" brique Ericmann", de Schinz Neuville (Suiza). Este sistema
choque más usados en Suiza: son
y el "Shockresist" 25
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386 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO

cuenta con el asiento elástico del rubí-cojinete (Fig. 525) y del


bonete elástico del rubí contrapivote (Fig. 526).
Como en los dos sistemas anteriores, también en éste cuan-

CAPÍTULO XXI

MAGNETISMO Y DESIMANTACIÓN
Fig. 525. — A, montura elástica del
rubí cojinete; B, arandela e'ástica de Fig. 526. — C. vista en planta de la
retención del contrapivote. armadura; D, arandela de retención. Interesa mucho al relojero reparador saber quitar el mag-
do debido a un choque más o netismo de un reloj, o sea, desimantarlo. Los relojes modernos,
menos violento se excede del lí- cuyo escape está formado por piezas amagnéticas, no son afec-
tados por el magnetismo, pero las piezas de acero, como el mue-
mite normal de juego, el espaldón del eje del volante se apoya
lle real, los mecanismos de dar cuerda y poner en hora y los
en los salientes de la armadura, evitando el golpe fuerte al
piñones, pueden magnetizarse considerablemente, aunque es
pivote. muy dudoso que ello perjudique la regulación del reloj. El mue-
lle real es la pieza que puede ser más afectada, y aun así el
freno debido al magnetismo es pequeño si se compara con la
fuerza del mismo; incluso cabe dudar si el freno por magnetis-
mo es mayor que el debido al aceite espeso.
El magnetismo influye notablemente en la regulación de un
reloj con muelle espiral, platillo y áncora de acero; entre todas
las piezas de una máquina el espiral del volante es la más vul-
nerable al magnetismo. Un espiral de volante sólo ligeramente
magnetizado puede representar un defecto perjudicial y difícil
de eliminar; cuando el reloj está gastado y sujeto a la vibración
externa, puede adelantar de golpe unos pocos segundos debido
a que las espiras del espiral se tocan de vez en cuando, pero si
el espiral del volante está más o menos imantado las espiras se
atraen permanentemente y el reloj, mientras no se desimante,
adelanta considerablemente. Si la imantación del espiral del vo-
lante es muy ligera, a veces cuesta trabajo de descubrir, ya que
ordinariamente no afecta a la brújula más sensible y, por tanto,
no se nota fácilmente. Para esta investigación es más adecuada
una brújula pequeña, del tipo casi de juguete, ya que la aguja
de este tipo de brújula es muy ligera y para piezas pequeñas
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MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO MAGNETISMO Y DESIMANTACIÓN 389

suavemente imantadas responde mejor que una brújula robus- el reloj no está imantado, la aguja continuará señalando la mis-
ta del tipo de instrumento científico. ma dirección, esto es, al polo magnético terrestre. En el caso en
Por regla general, debe inspeccionarse ej magnetismo de to- que la aguja siga el movimiento del reloj, tampoco esto indica
dos los relojes que vayan a manos del relojero, con la única que haya necesariamente magnetismo en el escape; en estas cir-
excepción de los antimagnéticos. Tómese por costumbre, aun- cunstancias puede girar rápidamente y señalar al norte; si no
que se tenga el reloj sólo para corregir una pequeña alteración lo hace, levántese la brújula del puente del volante y vuélvase
de la raqueta, verificar en primer lugar esta prueba con la brú- a poner. Si la aguja aun parece atraída, es posible que el meca-
nismo de dar cuerda y el muelle real estén imantados y sean la
causa de la atracción, tanto más que un ligero magnetismo en
el escape no es bastante para influir sobre la aguja.
Para comprobar la magnetización de estos últimos órganos
de la máquina déjese la brújula sobre el banco, acérquesele el
reloj por el lado de la corona y obsérvese si la aguja se mueve.
Si hay magnetismo atraerá o repelerá las puntas de la aguja. Si
la aguja sólo es atraída y no se logra que sea repelida acercando
el reloj por la corona a la otra punta de la aguja, es indicio de
que no hay magnetismo, y es señal de que lo hay si la punta
de la aguja puede atraerse acercando por ambos lados la máqui-
na a la brújula. Hay que tener muy en cuenta, por otra parte,
que la aguja de la brújula es un imán con polo norte y polo
Fig. 527. — Comprobación del magnetismo con una brújula sur, y por lo tanto, un material de hierro, aunque no esté iman-
tado, atraerá la aguja.
jula, pues el magnetismo puede ser la causa que perturbe la Cuanto mayor es la dureza de un metal, más difícil es que
marcha del reloj sin nada que tenga que ver con la regulación se imante, pero también es más difícil desimantarlo; el hierro
mecánica. virgen no puede retener el magnetismo. Es muy conveniente,
Arróllese fuertemente un pedazo de alambre de latón, alre- después de desimantar, probar otra vez en el puente del volante
dedor del cuerpo de la brújula y tuérzase un cabo del alambre con la brújula, ya que en raros casos el magnetismo se quita al
para arriba; de este modo se puede poner la brújula donde con- primer intento.
venga sosteniéndola con unas pinzas (Fig. 527). Póngase sobre
Otra prueba para asegurarnos de que el espiral del volante
el puente del volante, dése cuerda al reloj para que el volan-
— la pieza más importante de la máquina — está completa-
te oscile y obsérvese atentamente la aguja de la brújula; si el
reloj está imantado, ésta también oscilará hacia adelante y ha- mente, desimantada, consiste en acercar suavemente con un pali-
cia atrás y algunas veces dará una revolución completa a cier- llo puntiagudo las espiras del espiral hasta que se toquen (fi-
ta velocidad. Que la aguja permanezca estacionaria no quiere gura. 528), y si no hay señales de atracción puede tenerse la
decir que el reloj no esté imantado, ya que la brújula puede completa seguridad de que el magnetismo se ha eliminado. Sin
sufrir una atracción; para contrarrestarla, dése a la brújula un embargo, si las espiras, tienen tendencia a adherirse, es señal de
ligero golpe con las pinzas, y si ni así oscila con el volante, que conservan el magnetismo; esta adherencia también puede
gírese despacio la máquina, conservándola horizontalmente; si ser originada por el aceite, y para evitar el error limpíese bien
el espiral con bencina y repítase la prueba.
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390 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO MAGNETISMO Y DESIMANTACIÓN 391
En algunos relojes es muy difícil quitarles el magnetismo, retirar rápidamente el objeto de la bobina, pero por lo general
especialmente en el espiral del volante; el mejor modo de ha- el movimiento lento da resultados más satisfactorios. Es reco-
cerlo en el espiral, es quitarlo del volante, colocarlo en una mendable mantener la pieza dentro de la bobina por un mo-
bolsa de papel seda (Fig. 529) y desimantarlo, según luego ex-
I plicaremos. Otro mo-
do consiste en derra-
mar un poco de vase-
lina sobre un cartón,
como una tarjeta de
visita, pegar sobre ella
el espiral y luego pa-
sarlo por la bobina de
desimantar; una vez
logrado se limpia con
bencina. Si el espiral
se mete sin protección
en la bobina, corre- Fig. 529. — Desimantando el muelle espiral del volante
mos el riesgo de que mentó, con la corriente dada (se podrán sentir los efectos del
sus espiras se enreden, magnetismo, ya que el objeto vibra ligeramente) y después sa-
porque, antes de des- carla despacio. En las páginas siguientes, debidas a la. amable
imantar, debe iman-
tarse y el movimiento
brusco causado por es-
ta magnetización pue-
Fig. 528. — Las espiras del espiral del volante de superar la resisten-
se aproximan con un palillo para comprobar el cia del espiral y enre-
magnetismo
dar las espiras.
Generalizando, los aparatos de desimantar pueden dividirse
en tres clases: los que funcionan con corriente alterna, los que
trabajan con corriente continua que transforman en alterna y
los movidos a mano o por pedal. La parte activa del aparato, en
lo que concierne al relojero, es la bobina, en cuyo interior se Fig. 530. — Después de conectar la corriente, se separa el reloj despacio hasta
mete la máquina que se ha de desimantar. El procedimiento es una longitud como la del brazo y luego se corta la corriente.
el siguiente: coloqúese la pieza de que se trate dentro de la bo-
bina y manténgase allí sin que la toque por sus lados, dése la colaboración de Mr. Hillyard T. Stott, describimos los tres
corriente y vayase apartándola despacio de la bobina, y cuando procedimientos de desimantar:
se ha recorrido aproximadamente una distancia de 50 cm, quí- I.° CAMPO MAGNÉTICO ALTERNATIVO OBTENIDO DE LA
tese la corriente (Fig. 530). Algunas veces resulta más efectivo CORRIENTE ALTERNA DE LA LÍNEA GENERAL. — Necesitamos
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una bobina, cuyo efecto puede hacerse más enérgico por medio
de un transformador a bajo voltaje; para ello es apto un
392 trans- MAGNETISMO Y DESIMANTACIÓN 393
formador de "timbre", pues la potencia que se requiere es
muy arrollan al armazón 345 g y su resistencia es un poco más
poca. Un transformador con un secundario de 4, 5 ó 6 Volt, de
puede también obtenerse de un transformador de receptor de 9 Ohm, así que pasa de 0,5 Ampere a 4,5 Volt; y aproxima-
radio, que incluso cabe utilizar sin quitarlo del receptor, pues damente 0,675 Ampere a 6 Volt. Es suficiente un transforma-
sin tocarlo de donde se halle pueden conectársele los conducto- dor que pueda suministrar un Ampere, aunque sea por cortos
res que alimentarán la bobina. períodos. La bobina puede ser alimentada por 8 ó 12 Volt por
minuto, poco más o menos, la cual dará un campo regular más
fuerte, y se verá luego que con un minuto aproximadamente
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Fig. 531. — Armazón para la bobina de desimantar. El mejor material es la
madera delgada de roble o el tablero contrachapeado. Únanse las diferentes
partes solamente con cola o con clavos de latón. Puede colocarse una base de
la misma madera pero sólo después de haber arrollado el hilo de la bobina.
Todas las dimensiones están expresadas en milímetros.

Ya que en el interior de la bobina el campo es más intenso,


Fig. 532. — La bobina desimantadora conectada a un transformador que su-
debemos proveer el espacio suficiente para poder introducir ministre 4, 6, 8 ó 12 Volt y cuyo primario se ajuste a las características de
bien todas las piezas que puedan presentarse. Para producir el la corriente de que se disponga.
campo requerido he utilizado frecuentemente, con buenos resul-
tados, una bobina de tono, de 100 espiras, obtenida de un es suficiente. El consumo de energía es insignificante. Arróllese
receptor viejo de radio. Pero para aquellos que deseen hacerse liso el alambre, dejando unos 50 mm fuera por el agujero de
una bobina apropiada y permanente, la figura 531 da detalles entrada; después de hacer aproximadamente 6o espiras, puede
de construcción para una de 4-6 Volt que resulta muy prác- comenzarse otra capa, haciendo un total de capas menor de 10.
tica y económica. La armazón de la bobina se hace de plancha Las espiras deben quedar bien apretadas. Al final del devanado
delgada de madera: sirven bien trozos de contraplacado uni- se dejan otros 50 mm que asoman al exterior por el agujero de
dos por enco lado o con clavos de latón. Como se verá por salida. Si se desea, toda la bobina puede impregnarse con bar-
el dibujo, se necesitan cuatro planchas, dos de 50 X 100 mm niz a la goma laca (laca disuelta en alcohol.metílico a la con-
cada una, y dos d e 50 X 25 m m, todas de pnos 3 mm de sistencia de la leche), pero siempre es preferible barnizar el apa-
grueso. rato y cubrir la bobina con una cinta de papel o de seda, y
Se hace la bobina con hilo de cobre con dos capas de algo- barnizarla también. Es muy conveniente el barniz a la celulosa
dón, de 0,5 mm de diámetro. Se necesitan aproximadamente o a la laca.
unos 130 m y tiene un peso de unos 320 g. En la práctica se Móntense terminales o pernos con tuercas para.actuar como
tales, limpíense y conéctense los extremos del hilo de bobina.
Puede montarse una base de madera aproximadamente de 125
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394 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO MAGNETISMO Y DESIMANTACIÓN 395
por 8o mm, lo que permite fijar la bobina en posición perma- podrán, sin duda, proporcionar el transformador especial de-
nente por medio de tornillos. seado. Pueden obtenerse, para suministro de corriente continua
La bobina se conecta como índica la figura 532 y funcio- de alto voltaje, vibradores de alto voltaje y así obtener la co-
nará sin calentarse, excepto si se utiliza por largos y repetidos rriente alterna necesaria.
períodos de tiempo. Puede unirse a la línea general con un
enchufe o un interruptor, empleando hilo flexible corriente.

lorn/y/o de fres ion


I
flernoytt/erc3/
Fig. 533. — Cuando no se dispone de corriente alterna, podemos obtenerla
con una batería de acumuladores de 6 Volt con un vibrador, que alimenta
a un transformador especial para proveer a la bobina desimantadora de co-
rriente alterna a bajo voltaje. R es una resistencia de 100 + 100 Ohm o de
los que aconseje el fabricante del vibrador.

2.° CORRIENTE ALTERNA SIN LÍNEA GENERAL DE


CORRIEN- ffeífl <?/ s
TE ALTERNA. — A falta de línea general de corriente eléctrica Pernofytuerce defajojprietos
Cutes aff fotón
alterna, si tenemos medios para generar energía, servirá un pe- »fXKADl/RA

queño alternador de corriente alterna, y si produce la corriente Fig. 534. — Cuando no se


dispone de ninguna clase de corriente, puede obte-
de un Ampere a un potencial entre 4 y 12 Volt, puede alimen- nerse mecánicamente el campo magnético alterno que se necesite.
tarse directamente la bobina. Pero si el alternador produce la (a), muela a mano en cuyo árbol se monta el imán que debe producir el campo mag-
corriente a mayor voltaje, será necesario intercalar un trans- nético alternativo, con un imán de barra montado; (b), montaje de un imán de barra;
(c), montaje de un imán de herradura y perfil del mismo.
formador.
Si no hay modo de obtener corriente alterna, y solamente 3.° CUANDO NO SE DISPONE DE CORRIENTE ELÉCTRICA DE
es asequible la corriente continua — y ésta a bajo voltaje — o NINGUNA CLASE. — Aun así podemos tener un campo magné-
se dispone de una batería de acumuladores, podemos convertirla tico alterno, haciendo girar rápidamente un imán. En igualdad
en corriente alterna por medio de un vibrador. Éste necesita un de peso, es mejor un imán en herradura que nos producirá un
transformador especial con un doble arrollamiento primario y campo más intenso que un imán en barra. Este desimantador
el correspondiente secundario. La figura 533 muestra las cone- se puede obtener utilizando un aparato de amolar a mano, del
xiones. Los fabricantes de radios o comerciantes de vibradores que se retira la muela, y se monta en el árbol una abrazadera
de latón o de madera, con pernos o tornillos de latón, tal como
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396 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO MAGNETISMO V DESIMANTACIÓN 397

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muestra detalladamente la figura 534, tanto si se emplea un
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que deben guardarse alejados, situándolos a cierta distancia del
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imán de barra como si es de herradura. Gran parte del éxito
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tr re área principal de trabajo, aproximadamente a 1,80 ó 2 m. Las tr re
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depende del imán que utilicemos: el de una magneto vieja nos brújulas y herramientas imantadas también deben tenerse en
sería de mucha utilidad. La firmeza del montaje debe asegu- cuenta, y, en consecuencia, todas las herramientas se conser-
rarse bien por medio de cuñas de madera y es esencial que que- varán libres de cualquier traza de magnetismo. Teniendo pre-
de perfectamente equilibrado. sente lo antes expuesto, ello no será difícil.

fíocrn.

Fig. 535. — Desimantando con campo magnético producido a mano. No debe


pararse hasta completar la operación.

Para lograr una corriente alterna de 25 períodos por se-


gundo son necesarias velocidades de por lo menos 1.500 r. p. m.
(de 3 3 5 vueltas de manubrio por segundo, dada la ampliación
que proporcionan los engranajes). La fuerza centrífuga que se
desarrolla es muy fuerte y puede causar la rotura de alguna
pieza si el aparato no está sólidamente construido (Fig. 535).
Como se puede comprender, si se posee una combinación
para accionamiento a pedal, o cualquier otro procedimiento me-
cánico, no debe desperdiciarse, siendo fácil encontrar la manera
de acoplarlo al árbol de la manivela.
Finalmente, unas palabras de advertencia con respecto del
banco de relojero y de los imanes. Cualquier imán permanente
que esté en el banco o cerca de él puede fácilmente causar serios
perjuicios que deben evitarse, sin que sea una excepción el
imán rotativo desimantador, aun cuando esté parado. Así es
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k e r- s o ft w a 399 k e r- s o ft w a
CAJAS RESISTENTES AL AGUA

nocido, a ambas pruebas. En ciertos aspectos, la prueba a poca


profundidad es más completa que la de profundidad, a causa de
que bajo la presión ciertas clases y formas de cristales mejoran
las condiciones de
precinto; se han en-
contrado cajas que
CAPÍTULO XXII habiendo salido
airosas de la prueba
de profundidad no
CAJAS RESISTENTES AL AGUA han resistido la de
pequeña profundi-
Durante los últimos 25 años se han presentado muchos dad. La comproba-
proyectos ingeniosos de cajas de reloj protegidas contra la pe- ción en la cámara de
netración del agua en caso de inmersión, mientras que lo que presión (Fig. 536)
realmente se necesita es una protección eficaz contra la hume- está más conforme
dad atmosférica. Las diferencias constructivas entre una caja con la realidad por-
para resistir la humedad atmosférica normal y la que debe re- que cuando la caja
sistir la penetración del agua bajo una inmersión a profundi- está sumergida en
dad, son realmente enormes, siendo conveniente estudiar los agua está sólo suje-
métodos de probar su efectividad, a fin de enfocar la atención ta a la presión. Se
en lo que requiere un reloj para ser completamente impermeable. admite que la pro-
Es impropio usar la palabra "impermeable" en relación con fundidad de 3 me-
las cajas de reloj. Hay grados de impermeabilidad del mismo tros es un buen tér-
modo que los hay de resistencia; con todo, nos parece mejor mino medio, equi-
seguir la conducta americana, que prescinde de dicha palabra. vale a 0,3 Kg por
Por experiencia puedo asegurar que poquísimos relojes me- centímetro cuadra-
recen el calificativo de impermeables, por lo que juzgo más do, o a 4,3 libras
acertada la designación de "resistentes al agua". Las cajas re- por pulgada cua-
sistentes al agua han sido proyectadas para proteger la máqui- drada.
na contra la humedad en el uso cotidiano y también contra una Para hacer la
inmersión accidental; nunca para inmersiones deliberadas y prueba, la caja debe
prolongadas que con el tiempo ciertamente dañarán la máqui- estar Ipien cerrada, F¡g
na si no se toman excepcionales medidas en la construcción y 53g _ Aparato para comprobar ks cajas
en el montado de la caja. montada la corona a presión. (Constructores: La Céntrale.)
La resistencia al agua prácticamente se prueba de dos ma- y suspendida de la
neras: por sumersión a profundidad y por inmersión a poca manera indicada en la figura 536, en el aparato de probar a
profundidad. Esta última se realiza hasta una profundidad de presión. Atorníllese el tornillo a mano de la base, con lo que
i metro, y la de profundidad hasta 10 metros, pero lo normal sube la presión del agua con la que se hace la prueba; en el caso
es hacer una prueba a 3 metros, que equivale, como está reco- de que se desee una presión de 3 m (10 pies ingleses) el manó-
metro debe marcar 0,3 Kg por cm2 (4,3 libras inglesas por pul-
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400 CAJAS RESISTENTES AL AGUA
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k e r- s o ft w a MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO k e r- s o ft w a

gada cuadrada), Generalmente las cajas a prueba se dejan den- mará hasta que el vacuómetro marque el vacío requerido. Por
tro de la cámara de presión durante un intervalo de 6o minu- supuesto, los aparatos ingleses marcan en medidas inglesas.
tos; si aguanta una hora, aguantará lo mismo 12 ó 24 horas. Para datos y equivalencias consúltese la tabla de la presión que
No sería suficiente sumergir la caja en el agua y sacarla inmedia- acompañamos.
tamente, aunque se Cuando el vacuómetro señale el vacío que deseamos, obsér-
llegue a la profun- vese atentamente la caja. Si pierde, aparecerán burbujas en los
didad o presión re- sitios defectuosos y luego éstas subirán. Si aparece una burbu-
querida; muchas ca- ja, pero no crece y eventualmente se desprende de la caja y sube
jas ordinarias con a la superficie, la caja no pierde por donde ha aparecido. En
tapa y bisel fijados esta prueba el aire interior del reloj está a una presión superior
a presión, sin tener al de la cámara e intenta salir de la caja. Esta prueba es muy
pretensiones de ser rápida; si no aparecen burbujas en tres o cuatro minutos, la
resistentes al agua, caja puede considerarse resistente al agua en las condiciones de
resistirán perfecta- la prueba.
mente esta rápida A continuación vamos a establecer las diferencias prácticas
prueba. Upa vez entre los dos métodos: si se hace la prueba a presión con la
transcurrido el tiem- máquina dentro de la caja, es necesario después abrir ésta para
po señalado, se des- asegurarnos de que no haya entrado agua. La experiencia ha
enrosca el tornillo a probado, por verificación de millares de cajas, que debe cam-
mano para quitar biarse la arandela de junta cada vez que se abre la caja, pues
presión y después se de lo contrario nunca puede asegurarse que la misma sea resis-
quita la caja. El tor-
tente al agua. Parecerá exagerado montar una nueva junta cada
nillo a mano de la
vez que se abre la caja, pero la construcción de las cajas de este
parte superior sirve
tipo lo requiere así.
para fijar la tapa de
la cámara, que se Esta dificultad puede superarse empleando el método de
quita para poner y vacío, con lo que esta prueba demuestra su valiosa utilidad. Si
Fig. 537. — Aparato para probar al vacio. (Cons- sacar las cajas. Lue- se prueba el reloj completo en la cámara de vacío y no aparecen
tructores: La Céntrale.)
go de retirada la ca- burbujas, puede asegurarse que la caja es resistente al agua. Si
A, válvula para el va cío; B, ma ng o para b aja r los
ja, se seca bien por se presentaran burbujas, se debe quitar el reloj en seguida y
relojes a la cámara.
el e xterior hasta secar bien la caja. Puede ser que no haya entrado agua, pero la
estar seguros de que no queda la más mínima cantidad de agua, caja se ha hecho sospechosa y, por tanto, debe probarse de
se abre y se examina su interior para comprobar si existen se- nuevo. Si se hubiera dejado el reloj dentro del agua hasta que
ñales de humedad. ya no se formaran burbujas, el agua se habría introducido in-
Asimismo, se realiza otra prueba, llamada "de vacío", para mediatamente después de la desaparición de las burbujas por
la cual la caja se prepara y sumerge en la cámara de la misma los mismos sitios donde .éstas se habían formado.
manera que se procede con la prueba a presión (Fig. 537). En A juzgar por lo que se ha dicho, puede parecer dudosa la
esta prueba se acciona una bomba de vacío para reducir la pre- utilidad de la cámara de presión. Generalmente si una caja sale
sión del aire de entre la superficie del agua y la tapa de la cá- airosa de la prueba de vacío, también pasará bien la prueba a
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402 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO

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.c presión, pero hay casos en que esto no sucede así. La cámara

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k e r- s o ft w a TABLA DE LA PRESIÓN DEL AGUA k e r- s o ft w a
de vacío prueba en condiciones opuestas a la de presión, es de-
Libras cir, la de vacío tiende, diríamos, a hacer explotar la caja, y la
Profundidad Pulgadas Milímetros
por de de de presión a forzar la entrada del agua dentro de la caja.
del agua pulgada mercurio mercurio
cuadrada Estas pruebas se han analizado con cierta extensión. para
demostrar la dificultad de poder garantizar el que una caja sea
1 pie 0,30 m 0,43 0,8776 22,29

2 pies 0,61 » 0,86 1,7552 44,58 B A


3 » 0,91 » 1,29 2,6328 66,87
4 » 1,21 » 1,72 3,5104 89,16
5 » 1,52 x, 2,15 4,3880 111,45
6 » 1,83 » 2,58 5,2656 133,74
7 » 2,13 » 3,01 6,1432 156,03
8 »> 2,44 » 3,44 7,0208 178,32
9 » 2,73 » 3,87 7,8984 200,61
10 » 3,05 » 4,30 8,7760 222,90
11 » 3,34 x, 4,73 9,6536 245,19
12 » 3,65 » 5,16 10,5312 267,48 Fig. 538. — Corona roscada «Rolex». Izquierda, cerrada; derecha, abierta para
13 » 3,95 » 5,59 11,4088 289,77 dar cuerda o para mover las agujas.
14 » 4,25 » 6,02 12,2864 312,06 A, resorte helicoidal; B, arandela de junta
15 » 4,55 » 6,45 13,1640 334,35
resistente al agua en todas condiciones, particularmente si el re-
16 » 4,87 » 6,88 14,0416 356,64
loj está en reparación.
17 » 5,18 » 7,31 14,9192 378,93 El agua puede introducirse por el mecanismo de remontoir,
18 » 5,49 » 7,74 15,7968 401,22 por las uniones de la tapa y por las del bisel con la caja.
19 ». 5,80 » 8,17 16,6744 423,51 Hay tre's tipos populares de corona y pendan resistentes al
20 » 6,10 » 8,60 17,5520 445,80 agua. Uno es el de corona roscada al pendan, inventada por
21 » 6,40 » 9,03 18,4296 468,09 A. L. Dennison en el año 1871 y empleado aún en la actua-
22 » 6,71 » 9,46 19,3072 470,38 lidad de varias maneras; en este sistema es muy importante que
23 x> 7,01 » 9,89 20,1848 512,67 el usuario del reloj esté bien acostumbrado a roscar a fondo la
24 » 7,31 x> 10,32 21,0624 534,96 corona después de dar cuerda; o de haber puesto las agujas a la
25 » 7,61.» 10,75 21,9400 557,25 hora. Si la rosca de la corona se ha desgastado por el uso, el
26 » 7,90 x, 11,18 22,8176 579,54 único remedio está en devolver la caja al constructor para que
haga una nueva corona y un nuevo pendan (Fig. 538).
27 » 8,20 x, 11,61 23,6952 601,83
28 » 8,50 x. 12,04 24,2528 624,12 Otro tipo muy usado es el de .prensa-estopas de material
29 » 8,81 » 12,47 25,4504 646,41 plástico. En este sistema se pone dentro del pendan un casquillo
SO x, 9,14 » 12,90 26,3280 668,70 de material plástico con elasticidad; para este fin es muy prác-
tico el plástico llamado "Neoprene". El prensa-estopas de pías-
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404 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO CAJAS RESISTENTES AL AGUA 405

tico está apretado entre el exterior del tubo de la corona y el La mayoría de las cajas resistentes al agua llevan cristales
interior del pendan, con lo cual se intercepta el paso al agua de un plástico irrompible, pero algunos de ellos se encogen a
(figura 539). El rozamiento entre la corona y el casquillo de medida que envejecen. El ajuste forzado en los del tipo a pre-
plástico hace un poco dura la acción de dar cuerda, pero es acon- sión depende mucho de la fuerza que la periferia del cristal
sejable no intentar disminuir el rozamiento porque también re- ejerce contra su asiento en el bisel (Fig. 540). Estos cristales
sultaría rebajada la eficacia de la junta. Sin embargo, si fuera tienen el inconveniente de que cuando se encogen quedan algo
indispensable rebajarla, nunca debe tocarse el casquillo de plás- libres y, por tanto, de-
jan paso al agua. Una f~ —
A B C D tenue película de cola
de caucho colocada al- ( 1 !
rededor del asiento del
cristal antes de asentar- '
1

lo aumenta la protec-
ción contra el agua. Es
aconsejable comprobar
Fig. 539. — Prensaestopas dentro del Fig. 540. Prensaestopas dentro siempre el estado del
cuello de la corona. de
cristal cuando se repara
A, resorte de aro para mantener la má- A, junta de material plástico sobre metal un reloj, para cambiar-
quina en posición; B, junta de material blando; B, prensaestopas.
plástico sobre metal blando; C, tija; D, lo si es necesario.
prensaestopas.
La figura 542 mues-
tico, sino el tubo de la corona. Para suavizar la dureza en la tra un sistema de ajuste Fig. 541. — Cristal irrompible asegurado por
acción de dar cuerda, se pone un poco de vaselina o lanolina del cristal muy eficaz. un aro metálico que hace de junta.
en el exterior del tubo de la corona. El cristal se mantiene
En este sistema debe tomarse la precaución de desenroscar en posición por un aro roscado que le presiona contra una
ligeramente la corona después de haber dado cuerda, porque arandela de material plástico compresible, que a su vez está en
ésta puede haberse adherido tanto que hiciera imposible el re- contacto con la caja. Este sistema tiene la ventaja de que si el
troceso del cliquet. Si teniendo el muelle real fuertemente arro- cristal se encoge, su reborde sigue siendo una protección contra
llado se le obliga a permanecer en este estado, presionará el el agua mientras mantenga el contacto con la arandela de ma-
gancho del barrilete y obligará al volante a pegar contra la es- terial plástico.
piga de punto muerto, produciendo el adelanto del reloj. Existen varios sistemas de ajuste del cristal por medio de
El tercer sistema consiste en el ajuste de un casquillo plás- un aro de retención. La figura 541 muestra uno de ellos: es
tico entre el interior de la corona y el exterior del pendan (fi- eficaz y no le afecta el encogimiento del cristal. También con-
gura 540). viene para los cristales de forma, y el tipo a presión de la caja
En las cajas más modernas se suele utilizar este último sis- es independiente de la tapa roscada.
tema, por ser la operación de dar cuerda menos dura que con
En lo principal, los procedimientos de fijar la tapa de la
el sistema anterior.
caja pueden reducirse a tres: por roscado de la tapa, por tor-
nillos y por presión. La figura 542 muestra una caja en la que
la tapa va roscada hasta un tope, que es una arandela de metal
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406 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO CAJAS RESISTENTES AL AGUA

blando o de material plástico, para actuar como junta. Con- caja que contacta con la arandela de junta, con un poco de vase-
forme ya hemos indicado antes, si se quiere una protección se- lina y cera de abejas (dos partes de vaselina por una de cera,
mezcladas por derretido). La lamentable carencia de una nor-
malización y uniformidad en los tipos de cajas, obligará a tener
muchas herramientas para abrirlas, pero puede salirse del paso
empleando un herramental universal, como el reproducido en
la figura 543, que nos ser-
virá para abrir la mayoría
de cajas. La figura 544
Fig. 542. — Cristal irrompible montado de forma especial para excluir el agua muestra otro herramental,
aún cuando se encoja. Asimismo, la tapa va. roscada hasta un tope de mate- Fig. 545. — Caja resistente al
rial plástico o un metal blando que hace de junta. agua del tipo a presión.

gura, esta arandela no debe utilizarse más de una vez. No siem-


pre es posible, cuando se repara un reloj, obtener una arandela

Fig. 544. —Abridor universal de cajas, marca


«De Vries», de procedencia americana.

construido en América, que parece también muy eficaz para tal


objeto.
La figura 545 da idea de uno de los muchos tipos de mon-
taje a presión. Se abre la caja sosteniéndola de modo que los
dos dedos pulgares puedan presionar sobre el cristal; ejerciendo
bastante presión, la caja se separará. Manipúlese muy junto al
banco a fin de que cuando se desprenda la caja, caiga de la mí-
nima altura. Para abrir una caja cuya tapa esté fijada por pre-
sión debe tenerse mucho cuidado. Si se mete demasiado la hoja
del cuchillo, se puede estropear la arandela de junta. La ma-
yoría de estas cajas tienen su tapa con un pequeño labio sa-
liente, debajo del cual debe actuar la hoja del cuchillo, sin me-
Fig. 543. — Abridor universal de cajas, marca «Bergeon», de fabricación suiza
terla dentro de la ranura de unión entre la caja y la tapa, y
haciendo palanca tomando como punto de apoyo el asa de la
nueva del mismo tipo. Hay centenares de tipos y tamaños de
correa, la arandela no saldrá perjudicada (Fig. 546).
cajas y sería imposible tener repuestos de todas ellas. Sin em-
La disposición de fijar la tapa con tornillos tiene muchas
bargo, lo mejor que puede hacerse es untar la superficie de la
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408 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO
CAJAS RESISTENTES AL AGUA 409

variantes, siendo las más utilizadas las que se representan en


saldrá fácilmente y con toda seguridad no sufriendo daño ni
las figuras 547 y 548. No deben observarse precauciones espe-
ésta ni la caja. Si la corona sobresale de la caja y no se puede
ciales, pero sí los cuidados generales; si los cantos están abo-
apalancar con un solo grueso de gamuza o trapo, se pone en
doble. Existe otro sistema en el cual la corona va forzada di-
rectamente en el árbol, que es de
una sola pieza; en este sistema,
úsese para quitar la corona el mis-
mo procedimiento que acabamos
de describir.
Una vez fuera la corona, em- Fig. 549. — Corona a corchete
pújese la caja frontalmente, de
modo que se suelte de la armazón que la sujeta (Fig. 551).
Luego retiraremos el cristal irrompible, apalancándolo con la
Fig. 546. — Modo de quitar la tapa hoja del cuchillo; se levanta el aro distanciador de la esfera y
la máquina saldrá de la caja (Fig. 552).
liados, o mellados, el agua puede penetrar en la caja por donde
presenta tales defectos.
En algunas cajas resistentes al agua es necesario, antes de
sacar la máquina, retirar la corona. Este sistema consiste en una

Fig. 547. — Caja montada con


tornillos. Fig. 548. — Modo de abrir una caja
montada con tornillos. Fig. 550. — Forma de quitar de la tija la corona a corchete. Nótese el almo-
hadillado entre la corona y las tenazas.
corona con un vastago que, por efecto de corchete, se fija a pre-
sión en la tija (Fig. 549) y antes de intentar sacar la máquina
Para montarlo de nuevo se invierte el procedimiento, termi-
de la caja, es preciso quitar la corona. Para hacerlo se pone una
nando por introducir nuevamente la corona en el árbol. Asegú-
protección (gamuza o trapo de hilo) sobre la corona y con unas
rese de que la cuña del árbol encara bien con el corte del vastago
tenazas corrientes, se aprieta con cuidado entre la corona y la
de la corona, antes de ejercer presión. Se tendrá la seguridad de
caja (Fig. 550), como si se fuera a cortar el pendan. La corona
haber encontrado la posición correcta, cuando puedan hacerse
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CAJAS RESISTENTES AL AGUA 411
410 MANUAL PRACTICO DEL RELOJERO

correr las agujas por medio de la corona, ya que el árbol se dejó un poco al revés la corona, después de haber dado cuerda. Antes
en posición de poner a la hora cuando se quitó la corona. de entregar un reloj, asegúrese de que está bien roscado o bien
prieto, según su sistema. Recuérdese siempre al cliente que su
Ésta, que va sujetada por fricción dura, se fija mediante un
ligero golpe seco con el mango de un cepillo de relojero; quizá reloj, resistente al agua o no, es un precioso instrumento de
esto parezca algo" rudo, pero resulta eficaz. Por otra parte, si precisión que necesita constantes cuidados si se quiere obtener
la corona es de las que deben introducirse con un pequeño giro de él servicios apreciables.
hasta sentir que se ha enganchado, puede hacerse apretando con-

Fig. 551. — Quitando la caja del armazón Fig. 552. — Se retira el aro
para permitir la salida de la
máquina.

tra el borde del banco. Pruébese si está sujeta, tirando de ella


como para mover las agujas.
Repetimos: no se deberá garantizar nunca una caja como
impermeable; puede ser resistente al agua, contra salpicaduras e
inmersiones momentáneas, pero disuádase al cliente de la posi-
bilidad de que un reloj pueda ser estanco, metiéndolo en el
agua por largo tiempo. Nunca debe hacerse esto deliberada-
mente.
Resumiendo, después de reparado un reloj, siempre que sea
posible, es conveniente poner nuevas arandelas de junta en la
caja. Si no pueden obtenerse, apliqúese la mezcla de cera y va-
selina en el asiento. Cambíese el cristal si es del tipo de presión
elástica, aplicando antes de montarlo una pequeña película de
cola de caucho en el bisel. En el prensa-estopas de material plás-
tico del pendan, póngase lanolina o vaselina, para suavizar la
acción de dar cuerda si ésta es dura, pero nunca es aconsejable
rebajar el grueso del plástico. Recomiéndese al cliente que gire
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APARATOS PARA VERIFICAR LA MARCHA 413

La información siguiente ha sido suministrada por la casa


"British Watch Timers Ltd."-, la cual proporciona los apa-
ratos visuales y asimismo los registradores.
El tipo visual, que fabrica "Furzehíll Laboratories Ltd."
(figura 553), comprende tres partes esenciales:
CAPÍTULO XXIII 1. Un estabilizador de la frecuencia, que puede ser un osci-
lador de cristal de cuarzo o un diapasón controlado por
APARATOS PARA VERIFICAR LA MARCHA temperatura, que genera impulsos constantes con los que
se compara el reloj que se está verificando.
2. Un micrófono y un amplificador para recoger los tic-tacs
En todo taller moderno de relojería debe disponerse de un del reloj.
aparato de verificar rápidamente la marcha de las máquinas. 3. Una lámpara de rayos catódicos como indicador.
Según mi leal entender, estos aparatos tienen, con todo, algu-
nas limitaciones en su rendimiento. Cuando un reloj se ha re- En las formas primitivas del aparato, se obligaba a un
gulado con la ayuda de este aparato, es decir, se le ha ajustado punto de luz a moverse, a través de una lámpara de rayos ca-
de modo que marche al unísono con el aparato, no supone ne- tódicos en una proporción exacta de 5 recorridos por segundo
cesariamente que funcione regularmente durante un período (o un pequeño múlti-
de 24 horas; entiéndase la palabra "regularmente" con las plo de la misma). Con
reservas necesarias. El reloj se ha regulado para que marche un reloj dando 5 osci-
bien durante un corto período solamente y no para las 24 ho- laciones por segundo
ras. Esta afirmación es sólo parcialmente cierta, porque el reloj (18.000 por hora) y
que se prueba puede haber sido ajustado por isocronismo, esto un tiempo base obli-
es, en igual tiempo durante cada hora de las 24 horas. En tal gando al punto lumi-
caso, el reloj podría verificarse en un aparato durante, ponga- noso a moverse a tra-
mos por caso, 30 segundos y hallarse perfecto y también dar vés de la pantalla, en
el mismo o parecido resultado después de 24 horas. la misma proporción,
Existen, en lo esencial, dos sistemas: el visual y el regis- este punto aparecerá C0atri>/\
trador. Para expresar mi opinión personal, diré que prefiero siempre en la misma ¿Cro/v-
el visual; con éste puede hallarse rápidamente el error del reloj fnfft
uc,mu. rona,,u , ................................................... -•-/- , \,
que se verifica, lo cual es la más importante ventaja de este • •' i • 1
aparato. ™¿n yi^ón" í° r &*¿ r '\
Se afirma que mediante un estudio cuidadoso de la tarjeta Interruptor
registro del aparato registrador, pueden descubrirse determina- posición relativa sobre /7W7 <" y° f/csdón genera/
dos fallos del escape. Los micrófonos del aparato son muy sen- la pantalla, mientras micrófon que si el tic-tac del re- foto
sibles y cualquier ruido es denunciado debidamente, por lo que loj no fuera exacta- o mente en el tiempo co-
si el registro se emplea como medio para descubrir los fallos rrecto, el impulso de la Fig. 553. — Regulador electrónico de relojes,
del escape, deben tomarse precauciones que nos aseguren que se oscilación aparecería construido por «Furzehül Laboratories, Ltd.».
registran sólo los ruidos del reloj y no los de otra procedencia. moviéndose de un lado a
otro, según que
el reloj adelante o retrase.
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.c por un tipo perfeccionado en el cual el punto luminoso sobre

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414 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO APARATOS PARA VERIFICAR LA MARCHA 415

la lámpara de rayos catódicos gira en una circunferencia a ra- Además, los tiempos de las semioscilaciones del volante
zón de 20 veces por segundo. El brillo del punto sobre la lám- nunca son iguales, de modo que se notan dos clases de impul-
para de rayos catódicos puede modificarse muy fácilmente por sos, uno para el tic y otro para el tac. Estos dos impulsos apa-
la aplicación de un voltaje sobre la rejilla de la lámpara. Sin recerán en posiciones ligeramente distintas sobre la pantalla,
embargo, los mandos están ajustados de tal modo que normal- separados como de 6 a 19 mm en un reloj normal. Los dos
mente el punto no es visible, pero el voltaje producido por el girarán juntos, según el adelanto o atraso del reloj, pero de-
tic-tac del reloj es aplicado a la lámpara dándole un aumento ben permanecer aproximadamente separados en una misma dis-
momentáneo de brillo que lo hace visible. tancia. Si la distancia entre
Al igual que antes, si el reloj marcha exacto guardando el ellos varía continuamente es
tiempo correcto, el punto luminoso aparecerá siempre en la señal de que la máquina está
misma posición y permanecerá estacionario, mientras que si el en error. Sin embargo, si se
reloj adelanta o atrasa, el punto luminoso aparecerá errante en quiere, cada impulso puede
una dirección o en otra alrededor de la circunferencia. analizarse en sus tres com-
La ventaja de esta disposición es que el usuario ve sola- ponentes, y, después de una
mente el tic-tac.actual del reloj, que así es más fácil y definiti- breve experiencia, el reloje-
vamente visible. Además, el movimiento circular tiene alrede- ro reparador podrá diagnos- Fig. 554. — Registrador de la marcha del
reloj, marca «Lepaute», suministrado por
dor de tres veces más de longitud efectiva que el recto, lo que, ticar el estado del reloj. Le «British Watch Timers Ltd.». A la de-
por otra parte, aumenta la proporción de recorrido del punto ayudará a ello, en gran ma- recha está el micrófono especial con
control de volumen y con giro de 90°.
luminoso para un error dado. nera, el tic-tac del mismo,
La longitud incrementada del recorrido tiene otra ventaja que es reproducido y ampliado a la vez por el altavoz. Éste
que sirve de ayuda al reparador de relojes para diagnosticar los puede desconectarse a voluntad, si se cree innecesario su empleo.
fallos, y así aumenta considerablemente la utilidad del apa- El aparato normal está adaptado para relojes de 4, 5 ó 6
rato. El tic-tac de un reloj no es un sonido simple; en reali- tic-tacs por segundo. Los relojes que dan un número no co-
dad son tres los sonidos audibles, correspondientes a las tres rriente de tic-tacs por segundo, pueden regularse por substitu-
funciones principales del escape, que son: ción del cristal para la frecuencia normal por otro que actúe a
1. DESPEGUE DEL PUNTO MUERTO : El golpe del platillo o una frecuencia un poco diferente. Es una manipulación senci-
de la elipse contra el costado de la entalladura del áncora, lla y no se requiere otro ajuste en el aparato.
al entrar en ella. Éste es el más exacto y definido sonido El registrador de sonidos del reloj Lepaute (Fig. 554), im-
del tic-tac. prime permanentemente en el papel el curso de la marcha del
2. IMPULSO: La primera acción ha soltado la leva del áncora reloj; impresión que se verifica sencillamente por una chispa,
y la rueda de escape toma fuerza y empujando la cara de que lo chamusca, y así se evita el empleo de una cinta entintada
impulso de la leva lleva el otro costado de la entalladura con todo el mecanismo inherente.
contra la elipse. Este segundo sonido se distingue menos. El sonido del escape del reloj bajo verificación, es recogido
3. RETENCIÓN: La rueda de escape continúa su movimiento por el micrófono y convertido en impulsos eléctricos, que son
y la otra leva se lo intercepta, creándose así el tercer so- ampliados y transmitidos al registrador. Éste se acciona por un
nido, que generalmente es el más fuerte. motor sincrónico que obtiene su potencia a través de un diapa-
són (o cristal de cuarzo), siendo así su velocidad regulada con
Esta secuencia de actos se repite en cada tic-tac. un alto grado de precisión.
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416 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO APARATOS PARA VERIFICAR LA MARCHA 4

El árbol alargado del rotor lleva un disco giratorio patrón electrónico de muy alta exactitud y marca el resultac
con de esta comparación sobre una cinta de papel, de modo que '.
cierto número de pequeños salientes; esto es, un electrodo mó- marcha puede obtenerse por referencia con una esfera calíbr;
vil. El otro electrodo, fijo éste, lo forma una placa ajustada da de cristal (Fig. 555).
muy cerca de la periferia del disco, y entre ambos pasa la cinta El aparato completo consta de un micrófono que recoj
de papel, que se mueve lentamente. Los impulsos eléctricos los tics del reloj en estudio, los cuales son aumentados por u
creados por los tic-tacs del escape producen una chispa entre amplificador, que activa un
los dos electrodos. Esta chispa perfora ligeramente el papel de- solenoide del mecanismo re-
jando una marca claramente visible; como es natural, la suce- gistrador, una vez por cada
sión de impulsos produce una línea continua a lo largo del pa- tic del reloj. El solenoide
pel. Si la máquina que comprobamos está regulada correcta- impele una barra impresora
mente, la línea será una recta continua a lo largo del papel, contra un a cinta entintada
mientras que si adelanta o atrasa, la línea discurrirá diagonal- y una tira de papel que se
mente a la derecha o a la izquierda respectivamente, porque la apoya ligeramente sobre un
chispa saltará en el momento en que la proyección apropiada tambor con un saliente en
en el canto del disco ha llegado a una posición justamente an- espiral. El tambor va mon-
terior o exterior al punto que índica la regulación correcta. Una tado en el árbol de un
máquina defectuosa producirá una línea curva o irregular, la motor accionado por un Fig. 555. — Registrador de la marcha
cual indicará inmediatamente al experimentador práctico la na- oscilador de cristal, a una
turaleza de los defectos. Cuando se está reparando una máquina, velocidad exactamente sin- ja medición fácil del error.
la lectura de la línea impresa nos indicará si son efectivas o no cronizada con la marcha de
las correcciones que realizamos. un reloj que da el tiempo perfecto. Cada tic señala un punt
Un juego de seis discos fácilmente cambiables, cada uno en la tira de papel, cuya situación depende de la parte del e¡
con diferente número de salientes, sirve para amoldarse a los piral que está debajo de la barra impresora en el momento di
varios tipos de tren en uso. La fijación de la máquina, sin la contacto. Esto significa que un reloj dando el tiempo perfe<
caja, en el micrófono permite tenerla en posición mientras se re- lamente produce una línea de puntos paralela al borde de 1
gula o se ajusta; esto facilita la observación inmediata de los tira de papel.
resultados de tales operaciones, ahorrando estos registradores Una máquina que adelante o atrase produce una línea in
gran cantidad de tiempo. diñada, cuyo ángulo nos da directamente la cantidad de per
El micrófono normal no es utilizable en ciertos tipos de re- dida o ganancia de tiempo. Un reparador hábil puede determi
loj de sobremesa o de pared, pero por un poco más de precio nar, por esta línea sobre el papel, la naturaleza y localizado]
puede adquirirse un micrófono auxiliar para este fin. Éste su- exacta de la falla.
jeta la máquina que ha de inspeccionarse y tiene un hilo con- Las constantes del Registrador "Dawe" han sido escogida
ductor que se enchufa en la base del micrófono normal. de tal manera que un error de un segundo por día dará sob
Un par de auriculares ayudarán al experimentador a oír el la tira de papel un desplazamiento de 1/8 de pulgada (3,17 m
sonido ampliado del escape, lo que facilita el diagnóstico de las límetros) en una longitud de 12 pulgadas (304,8 mm). A
faltas del reloj. una línea registradora que se haya desplazado en un trayecl
La firma inglesa "Dawe Instruments, Ltd.", posee un re- de i 1/2 pulgada (38 mm), 1/8 de pulgada (3,17 mm)
gistrador de la marcha del reloj, el cual la compara con un 27
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MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO
APARATOS PARA VERIFICAR LA MARCHA 419
dica un error de 8 segundos por día. La proporción puede
calcularse por la fórmula siguiente:
Oscilaciones N.° de líneas Proporción indicada
por hora registradas
T, A x 96
1
•„;,.,-,.: B 21,600 2 0 segundos
Siendo R = Proporción de marcha del reloj en segundos 20,940 4 153 » adelanto
por día. 20,222 1 119 » retraso
A = Desplazamiento transversal en pulgadas o milí- 20,160 1 384 » »
metros. 19,800 5 192 ». »
í B = Recorrido longitudinal en pulgadas o milímetros. ó 11 0 »
19,440 3 0
Calcúlense siempre A y B sólo en pulgadas o sólo en mi- 19,333 3 476 » retraso
límetros. 16,320 1 640 » adelanto
Este cálculo es para relojes de 5 oscilaciones por segundo, 16,200 1 0 »
o sean 18.000 por hora. Algunas máquinas muy pequeñas y 14,400 4 0 »
algunos relojes de pulsera suizos dan 21.600 por hora (6 por
segundo); algunos de los modelos Gruen tienen 20.160,
20.222 ó 20.940 oscilaciones por hora; relojes grandes y cier- tura, alinearla con la cuadrícula y así leer el error por la escala
tos relojes económicos oscilan 14.400 veces por hora (4 por graduada circular.
segundo) ó 16.200 por hora (4 1/2 por segundo) ó 16.320 Para realizar una verificación, se coloca el reloj en posición
por hora. sobre la cara del micrófono; esfera hacia arriba, o hacia abajo,
Puede saberse la proporción de marcha de estas máquinas quedando sujeto por un resorte. El interruptor general se pone
con un número anormal de oscilaciones, por la línea registra- en "ON" (da la corriente), siendo recomendable dejarlo en
dora, aunque ésta, en muchos casos, con una proporción de esta posición por un intervalo de medio minuto. Así el apa-
cero segundos, no consistirá en una sola línea ni discurrirá recta rato está conectado, pero el mecanismo registrador permanece
a lo largo de la tira de papel. La tabla de la página siguiente inactivo. Hay algunas razones para dejar este intervalo. En
nos da la forma de la línea registradora correcta para un núme- primer lugar las lámparas han de calentarse para que se pongan
ro anormal de oscilaciones. en las condiciones estables de trabajo y en segundo lugar el
En todos los casos, la actual proporción del reloj que se mismo reloj necesitará varios segundos para reprender su os-
verifica en segundos por día, es la diferencia entre la propor- cilación corriente después de haber sido manipulado. Además
ción señalada y la dada en la tabla. es posible oír la actuación del reloj a través de los auriculares
La línea trazada en el papel constituye un registro perma- sin la interferencia de la barra impresora, ajustándose al nivel
nente del comportamiento del reloj en el tiempo de la prueba, conveniente el control de volumen.
pero para facilitar un diagnóstico inmediato, mientras se re- Después de unos 20-30 segundos, o más, si los auriculares
gistra el comportamiento actual, hay una ventanilla redonda se usan bien a este propósito, -el interruptor se gira a "READ"
giratoria, 'en la caja del aparato, junto y delante de la barra (lectura) y entonces el mecanismo registrador se pone en mar-
impresora. El cristal está cuadriculado y graduada su montura cha. Una ojeada a través de la ventanilla, y si es necesario un
para poder observar la línea registradora y, girando la mon- reajuste del control de volumen, nos dará una idea general del
comportamiento y regulación del reloj, de modo que proba-
blemente será suficiente un minuto, o medio, de registro. Para
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420 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO

una verificación completa del reloj, es esencial la verificación en


las cinco posiciones fundamentales (esfera arriba, esfera abajo,
corona arriba, corona a derecha y corona a izquierda). Cuan-
do se cambia la posición del reloj, o invirtiéndolo o girando
el micrófono, se desconecta el interruptor, y no se conecta nue-
vamente, siguiendo el proceso explicado, hasta que se haya
efectuado el cambio de posición. Para tener las pruebas de las APÉNDICE I
cinco posiciones se repite tres veces más y se comparan las lí-
neas de registro. Naturalmente, no es indispensable quitar la ALGUNAS DE LAS CAUSAS QUE PUEDEN
corriente para cambiar la posición del reloj, pero no se olvide
que las oscilaciones del reloj pueden quedar afectadas momen- PROVOCAR EL PARO DEL RELOJ
táneamente por el movimiento.
Este aparato puede también emplearse con gran ventaja en
SUCIEDAD Y DEJADEZ
la fabricación de relojes, tanto para 'el ajuste del muelle espiral
como para la verificación final y la regulación. En una fabri- 1. La existencia de polvo y suciedad.
cación en serie de relojes se da cuerda a un lote de ellos, regu- 2. Un pelo metido en alguna pieza de la máquina.
lados en el aparato registrador y luego se ponen aparte para 3. A veces una ligera oxidación en los. piñones, especial-
subsiguientes verificaciones a intervalos de unas pocas horas. Es mente en relojes pequeños.
bien notorio que haciéndolo así los relojes defectuosos quedarán 4. Oxidación general.
separados con gran rapidez. 5. Costumbre de no dar toda la cuerda (las mujeres son
La conservación del aparato es cosa sencillísima, consistien- especialmente propensas a ello) o haberla forzado.
do sólo en invertir la cinta entintada cada 24 horas de servicio 6. En la tija: la parte de sección cuadrada para el piñón
y en lubricar el motor una vez cada seis meses. doble deslizante corta la platina permitiendo al pivote que se
Todos los aparatos indicadores para la regulación son úti- salga y que toque al piñón de centro o a otra pkza, que debe
les tanto en manos del reparador como en las fábricas de re- estar libre.
lojes. En ambos campos realizan varias funciones: aumentan 7. El piñón doble toca a la rueda intermedia, debido a la
la exactitud, reducen el tiempo a una fracción del que- se nece- acción de freno de la tija por ser incorrecta.
sitaba antes, y facilitan la detectación de una gran variedad de
defectos, incluidos los que escapan a nuestros sentidos.
AGUJAS Y ESFERA

8. Las agujas no están libres entre sí, rozan con la esfera


o con el cristal.
9. El mecanismo de movimiento, incluyendo la rueda in-
termedia, no está perfectamente libre.
i o. La esfera está suelta; j>uede correrse a un lado y fre-
nar las agujas.
11. Las agujas están sueltas de modo que resbalan; puede
causar intermitentemente un paro aparente.
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422 CAUSAS QUE PUEDEN PROVOCAR EL PARO DEL RELOJ 423
MANUAL PRACTICO DEL RELOJERO

12. El eje de la rueda mínutera está suelto. 32. Agujero del rubí rajado o roto.
13. El piñón de cañón se ha subido y frena el mecanismo 33. Piñones gastados.
de movimiento. 34. Agujeros demasiado grandes.
35. Algún piñón está suelto en su rueda.
MUELLE REAL 36. Alguna ala de piñón está rajada; el piñón de centro
sufre de esto cuando el muelle real se rompe.
14. El muelle real no está libre dentro del barrilete. 37. Pivotes gastados, lo cual causa retenciones o irregulari-
15. El muelle está seco o sucio. dades en ciertas posiciones.
1 6. Rotura del muelle.
17. Falla el resorte del cliquet.
1 8. El barrilete está inclinado; defecto que se acentúa cuan-
do se tiene toda la cuerda dada. ESCAPE
19. El gancho del barrilete sobresale, rozando con algu- 38. Juego insuficiente del áncora en el punto muerto.
na pieza.
39. Falta de juego en el áncora.
20. Los extremos de gancho en T del muelle son demasia- 40. El platillo roza con la palanca del áncora.
do largos y, al sobresalir del barrilete, interceptan la rueda de 41. Los rubíes contrapivote están sueltos.
centro o rozan contra la platina. 42. Una leva, o las dos, están sueltas.
21. El muelle resbala, de modo que el reloj se para antes
de tiempo. 43- La elipse está suelta.
44. La elipse está demasiado alta y toca al dardo.
22. Son excesivos los espaldones o cubo del centro del in-
terior del barrilete, causando el trabado del muelle. 45. Demasiado aceite en el pivote superior del
23. El sombrerete está suelto debido a una caída o a mon- áncora, lo
taje defectuoso. que ocurre en los relojes muy pequeños.
46. Platillo suelto.
24. El extremo curvo del resorte de la báscula toca el cos-
tado del barrilete. 47. El platillo doble está fuera de alineación.
48. La rueda de escape sé desengancha de las levas del
TREN áncora.
49. El platillo de seguridad toca el asiento del rubí infe-
25. Falta de juego axial en las ruedas del tren. rior del volante o el tornillo del portarrubí.
26. Rubíes o agujeros, sueltos. 50. Eje roto.
27. Un tornillo mal puesto que traba alguna pieza. 51. Dardo suelto.
28. Dientes torc idos en las ruedas o en el barrilete. 52. No hay juego axial en el volante.
29. Un pivote con ajuste demasiado prieto en su cojinete. 53. Exceso de goma laca en las levas o en la elipse.
Est o puede causar el paro intermi tente. 54. El eje, o sus pivotes, están torcidos.
30. Engranes defectuosos, especialmente entre la rueda se- 55. Los extremos-del eje están aplastados debido a sacu-
gunda y el piñón de la rueda de escape. didas.
3 1 . El pivote de algún eje torcido, especialmente de la rue- 56. El rubí contrapivote está roto, especialmente si el pi-
da segunda sí lleva aguja segundera, la cual roza con el corres- vote gira en, o sobre, una raja.
pondiente agujero de la esfera.
57. Algún tornillo suelto en el volante, rozando con otra
oieza.
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424 MANUAL PRACTICO DEL RELOJERO CAUSAS QUE PUEDEN PROVOCAR EL PARO DEL RELOJ 425

58. Falta de libertad del muelle espiral, que puede tocar diato, pero cuando el aceite se altera, entonces puede causarlo,
el volante en la posición EB. especialmente por la adhesión de la rueda minutera.
59. El extremo libre del espiral sobresale, rozando el vo-
lante.
CAJA Y OTRAS CAUSAS
60. La sujeción fija del espiral del volante está demasiado
alejada y loca el volante en la posición EA. 82. La caja toca al puente, cuando se cierra.
61. La virola del espiral está suelta. 83. La tapa de la caja toca al puente del volante.
62. La sujeción fija del espiral está suelta. 84. Un tornillo desprendido, o una cabeza rota, se mete
63. El espiral del volante está mal fijado. dentro de la máquina.
64. El espiral roza con la rueda de centro, perjudicando la 85. Mal ajuste de la caja, que violenta la máquina.
marcha del reloj. 86. Caja delgada, o demasiado ligera, que protege insu-
65. El espiral está fijado con exceso de libertad. ficientemente.
66. La virola del espiral está demasiado alta o fuera de 87. Cristal irrompible suelto, que toca las agujas.
posición y toca el puente del volante. 88. Reparaciones anteriores mal acabadas.
67. Las espigas, o la misma raqueta, tocan el volante. 89. El reloj está imantado.
68. El volante roza con el puente del áncora o con un tor- 90. Diente roto en alguna rueda del remontoir o en la rue-
nillo del mismo. da del cliquet, impidiendo dar cuerda.
69. Los pivotes del eje del volante son demasiado cortos. 91. Posición falsa del remontoir, que dificulta la puesta a
70. La elipse es demasiado corta. la hora.
71. Juego excesivo en el platillo. 92. Corona suelta, que imposibilita el dar cuerda.
72. Las espigas de punto muerto, o una sola, están sueltas. 93. Las agujas se traban entre sí, dando una apariencia de
73. La elipse está rota o estropeada. paro.
74. La raqueta está desplazada en exceso; y la horquilla
roza con la rueda de centro.
75. Los dientes de la rueda de escape no tienen juego in-
terior ni exterior.
76. Uno o varios dientes de la rueda de escape tocan el
abultamiento de las paletas.
77. La elipse se traba con la entalladura.

ACEITE Y ENGRASE
78. El aceite se ha espesado.
79. Falta de aceite en alguna o en todas las piezas.
80. Evaporación total del aceite en algunas piezas, produ-
ciendo dilataciones y calentamientos, siendo los pivotes de la
rueda de centro los más propensos a ello.
81. Sobreengrase general. Esto no es causa de -paro inme-
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No cambies el aspecto interno del reloj; si te ves obligado
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color y acabado que los primitivos. Igual debes hacer con las
demás piezas de acero. Si es necesario, se pule plano el centro,
esto es, el cubo de la aguja minutera.
APÉNDICE II
Al montar agujas nuevas, procura ponerlas del mismo esti-
lo que las antiguas, y si puede ser, procedentes del mismo fa-
DECÁLOGO DEL RELOJERO bricante; si solamente has de cambiar una, procura que su estilo
sea el mismo que las demás. Asimismo, cuida que la nueva agu-
1. Manten siempre un noble afán de prestar un buen ser- ja tenga el mismo peso y contrapeso que la antigua. En un
vicio a tus dientes. Tu buena reputación depende de todos y reloj inglés, por ejemplo, no pongas una aguja que no sea del
cada uno de tus trabajos; puede ser que un descuido de tu par- tipo inglés, ya que hacerlo sería demostrar pésimo gusto. La
te tenga muy buenas excusas, pero puede también que no segundera inglesa es maciza toda ella y en alguno de los tipos
tengas oportunidad de presentarlas. Las reputaciones se consi- antiguos tiene el centro dorado, pero ello no se acostumbra ya
guen y se pierden por lo que otros relojeros comenten sobre tu en la actualidad. El estilo de las agujas es lo que da carácter a
trabajo; no proporciones, pues, nunca oportunidad de que el los relojes.
comentario pueda serte desfavorable. 4. Limpia bien el interior de la caja, especialmente en las
2. Lo más importante para que tu trabajo sea siempre es- uniones, y no te olvides de flamearla como expliqué en el ca-
merado y agradable, y que al mismo tiempo pueda realizarse pítulo IX. Tambié n debe s pulir la parte exterior de la caja,
rápidamente, lo constitu ye e l ambiente que te rodea, el banco por ser ésta la que más ve el cliente. En los relojes de bolsillo,
de trabajo y tus herramientas de más uso. Relee cuidadosamen- comprueba sí su anilla está bien segura, y en caso negativo, el
te el capítulo I y observa sin falta las instrucciones que se dan apretarla con unos alicates adecuados sólo te representará unos
en cuanto a la altura del banco, iluminación, ventilación, or- breves instantes.
den, etc. No olvides de cuidar tus herramientas más usuales, 5. Antes de entregar el reloj al cliente, asegúrate de que la
como destornilladores, pinzas, etc., y ten para ello muy en máquina está realmente limpia, sin marcas ni señales de haber
cuenta todas las advertencias que se hacen en el capítulo II. sido manejada con los dedos. Cerciórate, asimismo, de que la
Finalmente, procura tener apartadas del banco de trabajo esfera y el cristal están también perfectamente limpios y sin se-
todas las herramientas imantadas y los imanes permanentes, ñales de ninguna clase.
pues en determinadas circunstancias y en momentos de distrac- 6. Una vez el reloj terminado y dispuesto para ser entre-
ción podrían ponerte en situaciones de verdadero compromiso. gado al cliente, estando la máquina bien regulada, la raqueta
En cuanto al orden, es absolutamente imprescindible que cada debe estar en el centro. El reloj debe entregarse con la cuerda
pieza o herramienta tenga su lugar bien determinado y que dada y las agujas marcando la hora exacta. Si los relojes han
nunca deje de ser colocada en el mismo. de manejarse siempre con gran cuidado, cuando se está en pre-
3. Los relojes, después de reparados, han de quedar como sencia de su propietario, los cuidados deberán ser extremados.
cuando eran nuevos. Sí ha de substituirse alguna pieza, y no No debes olvidar que para su propietario el reloj es una joya
es posible poner otra de intercambiable, construye la nueva de y apreciará tus deferencias para con su reloj. Si, por el contra-
forma que hermane tan bien con las restantes de la máquina rio, éste no lo ha considerado anteriormente como una cosa de-
que hasta a su mismo constructor le sea difícil reconocerla. licada, como realmente es, indúcele a ello con tu ejemplo y tus
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428 MANUAL PRÁCTICO DEL RELOJERO DECÁLOGO DEL RELOJERO 429

palabras, que al fin y al cabo saldrás ganando un cliente segu- Los médicos modernos explican al paciente el funcionamiento
ro. En presencia del propietario, limpíalo con una gamuza, ma- del cuerpo humano de una manera sencilla, para que éste se dé
nejándolo como si fuera una cosa de gran valor y estuvieras cuenta del tratamiento a que está sujeto y colabore consciente-
especialmente interesado en aquel reloj en particular, que para mente a su curación; esto hace feliz al enfermo, y lo mismo
ti, sin duda, será uno de tantos, pero para su propietario se- debe hacer el relojero en su campo. Que el cliente vea las difi-
guramente es el único. cultades técnicas que han tenido que superarse, pero de forma
Finalmente, ruega al cliente que tenga la bondad de volver que.no le entren ganas, luego de llegar a su casa, de abrir la
con el reloj dentro de una semana para comprobar su marcha caja y emprender unas manipulaciones que, por pequeñas que
y, si fuera preciso, hacer los ajustes necesarios. Tus sentimien- sean, siempre serán perjudiciales. Asimismo no debe darse la
tos, en estos momentos deben ser de legítimo orgullo de tu tra- sensación de que el trabajo ha sido una gran carga para el re-
bajo, y naturalmente, necesitas saber si el reloj responde a tu parador, ya que entonces lo más fácil es que el cliente se forme
reparación; debes hacerte cargo de que eres el mejor reparador la idea de que ha sido realizado de una forma chapucera e in-
de la región, y si haces lo que puedes en este sentido, induda- completa.
blemente cada día aumentarán tus clientes. 9. Debes tener siempre el máximo interés en estar al co-
7. Es de tu absoluta responsabilidad que el reloj sea com- rriente de los últimos adelantos de la técnica relojera. Aprende
pletamente hermético al polvo. En los relojes con trabajos de todo lo que puedas, leyendo todo lo escrito sobre relojería y
joyería es una buena costumbre pasar alrededor de los engar- manten frecuente contacto con tus colegas. Y sobre todo, pon
ces de las piedras un poco de cera blanca (una cantidad como el en práctica todo lo que hayas aprendido y contrástalo con tu
tamaño de una cabeza de alfiler) recogida con la punta de un experiencia personal. El pasar el tiempo que podría ser perdido,
cuchillo. Aplícala alrededor, no debajo, de la piedra, dando el el tiempo de distracción o de falta de trabajo, frente al banco,
calor absolutamente preciso para que la cera tape todos los hue- haciendo pruebas, es lo que mayor experiencia y práctica da al
cos circundantes; si se diera demasiado calor a la caja, la cera se relojero, y en realidad vale la pena de encontrar frecuentemente
derramaría sobre la piedra y le restaría brillo. momentos de éstos para emplearlos así.
Si dudas de si el cristal quedará bien ajustado, pon en su i o. Finalmente, no desprecies nunca el trabajo realizado
asiento una tenue película de cola de caucho, especialmente si por otro relojero, auncjue en realidad haya sido pésimamente
el cristal es de forma. También pueden utilizarse otras colas, ejecutado. Ello daría al cliente la impresión de que tratas de
como la Seccotine o Le Page, etc., rebajadas con agua para que perjudicar a un colega tuyo, y difícilmente el cliente quedará
no den mal aspecto al reloj. convencido con los argumentos técnicos, incomprensibles gene-
Si la caja presenta un ajuste defectuoso, que pudiera permi- neralmente para él, que puedas exponer en favor de lo que dices.
tir la entrada de polvo, dése una película de cera en todo el Tu prestigio debes fundamentarlo en la bondad de tus repara-
canto antes de cerrarla. La película de cera estará formada por ciones y en la calidad de las máquinas y accesorios que vendas,
una parte de cera de abejas y tres de vaselina o parafina, calen- pero nunca intentando desacreditar a tus colegas, ya que de esta
tadas hasta formar una pasta de la consistencia de la mer- forma sólo conseguirías desacreditarte a ti mismo.
melada.
8. Al hablar con los clientes debes emplear términos a su
alcance, no voces ni conceptos técnicos excesivamente elevados.
Por ejemplo, al referirte a los pivotes del eje del volante puedes
hacer resaltar que son más finos que la aguja más delgada, etc.
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ÍNDICE ALFABÉTICO

Aros de latón para agujeros de rubi,


369. 371. 372
Abridor de cajas Bergeon, 406, 407 Aparato de desimantar, 390 a 396
— — — De Vries, 407 — para alisar cabezas de tornillo,
Abrir una caja (cómo), 20, 21, 406, 228, 229, 230
407, 408 — — comprobar oscilaciones del es-
Acabado del acero, 251, 252, 253 piral, 187
------- latón, 241, 242 ------ — las cajas a presión, 399
Aceite (recipiente para), 142 ------ probar las cajas en el vacío,
Achaflanar (herramientas para), 97, 400, 401
248, 249, 372 -------- redondear y acabar ruedas,
Aguja horaria (juego de la), 35 335. 336
Agujas (cómo montar las), 147 -------tallar engranajes, 335, 336
— (cómo quitar las), ai, 22 -------verificar la marcha, 412 a
Agujeros de los rubíes, 43 420
Ajuste de temperatura, 169, 171,
172. 173 B
— posicional, 205 a 230
Alicates, 12, 13 Balanza equilibradora de tornillos de
Alineación de las espigas de la raque- volante, 173, 174
ta, 202, 203 Banco de trabajo, 4, 5, 6, 396
Alisad ores , 2 33, 235 -------------- (iluminación del), 5
Alisar cabezas de tornillo (aparato pa- — —• — (asiento para el), 5, 6
ra), 228, 229, 230 Barrilete, 34, 112
Ancora, 45 — (árbol del), 114, 115, 116,
— (corrección de la longitud del), 117
6o, 61, 62, 63 —i (desmontado del), 32, 33
— (equilibrado, del), 72 — (montaje del), 139, 140
— (escape del), 43, 44, 45, 46, 47 —. (poner plano el), na, 113»
— (limpieza de l), 134 114
— (lubricación del), 142 —' (puente del ), 30
— (puente del), 30 — (torneado del), 322 a 327
Ángulo de las levas, 54 — (torneado del árbol del), 327,
— del esc ape, 56, 57 328
corrección, 58, 59, 6o Báscula, 33
Árbol del barrilete (torneado del), — (rebajado de la), 162
327, 328 — (resorte de la), 33
— de centro, 39 Bastidor de relojes, 209, 210
----------- (enderezado del), 87, 88 Bergeon (abridor de cajas), 406, 407
Arco circular (dentado en), 100, 101 Berilio (aleación de), 181, 182
— de oscilación, 205, 206, 216 Boj (madera de), 235, 236
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Bote de bencina, 131 D Equipo para engrase, n Garruchas, 255, 256, 274
Bréguet, A. L., 193 Dardo, 63 Guardapolvos, 15, 26
Brocas (cómo hacer las), 317, 318, Error diario (tabla del), 222, 223
— (acortado del), 64 — natural, 209 28
3i9 — (ajuste del), 65
Bruñidor de pivotes, 272, 273, 288, — (colocación de un nuevo), 65 Escape de áncora, 43, 44, 45, 46, 47
289 Decálogo del relojero, 426 a 429 — --------- (ángulo del), 46, 47
Buril (afilado del), 257, 258 Desimantación, 389 a 397 ----------- (camino a punto muer-
— (cómo s ujet ar el), 256, 257 — a mano, 395, 396 to), 51, 52
— para tornear los pivotes del eje, Desmontaje de la máquina, 26 a 35 ----------- (diagramas del), 49, 50
269 Destornilladores, 7, 8 —•---------• en fase (verificación), 69
De Vries (abridor), 407 ----------- (levas del), 45, 47, 48
Diamantina, 233, 234 — ---------• (platillo doble del), 71
Dientes (repasar los), 107, 108, 109, ----------- (puente del), 30
Cadena del caracol, 357, 358, 362 no; ni ----------- (revisión del), 70, 71,
Caja del reloj, 17, 18, 1.9 Dificultad de dar cuerda (causas de 72, 73
---------- (cómo abrir la), 20, 21, la), 159, 16o — inglés, 341, 342, 343, 344,
407, 408, 409 345
------------ (nomenclatura de las pie- E — de paletas con espiga (revisión
zas de la), 18, 19, 20 del), 74 a 84
Ebosa (máquina), 81 Escariadores para fijar rubies, 368,
C aja para polvos de boj, 132, 13 3 Eje de volante, 286
Cajas resistentes al agua, 18, 19, 398 369
3411
----------- "esbozado", 255 Escurrido del mecanismo "remontoir",
—----------(partes del), 70 154. 155- 156
Cálculo de engranajes, 85, 86 ----------- (pulido del), 261, 264,
Calentador para revenir al azul; 14 266, 282, 283, 284 Esfera esmaltad» (modo de rebajarla),
Camino a punto muerto, 51, 52. ----------- torneado en un torno de 36, 37
Cara de impulso, 45, 46 puntas, 255, 256, — metálica (modo de rebajarla), 37
------- retención, 43, 44, 45 260, 261 — (modo de quitarla), 21
Caracol (reloj d«) , 3 41 a 365 Esmeril (polvos de), 232
—----------torneado en un torno
— (limpieza del), 350 a 359 universal, 281 a 293 — (pulidor para polvos de), 232,
2
Carborúndum (barritas), 36 ----------- (verticalidad del), 40, 41 33
Carga (piezas del mecanismo de), 33 Elinvar (muelle espiral de), 181, 182, Espigas de áncora con paletas (monta'
Centrado del volante, 293 a 298 185 je), 79, 8o
Cepillos de relojero, 133, 134 Elipse (ajuste de la), 65, 66, 67, 68 — — la raqueta, 215, 216, 217,
Cinc (bloque de), 235 — (verticalizar una), 73 218
Cliquet, 29, 33 Emery, Josiali, 53 . --------punto muerto, 52, 53
Compás de calibrar, 294 Encasquillar la rueda de centro, 88, Espira Bréguet, 193 a 204
Corona a corchete, 409 89, 90, 91 Espiral del volante (ver muelle).
— roscada, 403, 404 ----------- segunda, 91, 92 Estufa, 170
Corrección posicional, 207, 208, Engranajes, 93 a 111 Envolvente, 99, 100, 101
209, 210 — (nomenclatura de los), 95
Cristal irrompible, 405, 406 Engrane teóricamente perfecto, 97,
Cruz de Malta, 113, 114, 221 98, 99 F
Cuchilla de torno, 324, 325, 328 Engrasar (punta de), 11
Curva de Lossier, 193, 194, 195 Engrase de la máquina, 141, 142, 148, 149
------- Phillips, 195, 196 143, 144
—i epicicloidal, 94, 95 — (tabla del), 147, 148
— hipocicloide, 96 Ensanchar ruedas, 106, 107
Epicicloidal (curva), 94, 95
Equilibrado del volante, 177, 179, Foguear una caja,
CH Fuelle, 15
18o
Choque (disposiciones resistentes al), Equipo para ajuste de rubíes, 367,
381 a 386 368

361,
Gancho de cadena de caracol,
362.
------- muelle real, 117, 121 122,
123, 124, 125
hange E hange E
XC di XC di
F- t F- t
PD

PD
or

or
!

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Haüy (abate), 181
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k

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C

C
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Herramental de comprobar
w

w
tr re tr re
.

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k e r- s o ft w a k e r- s o ft w a
engranajes,
105
--------ensanchar ruedas, 106, 107
— — equilibrar, 179
------- fijar el piñón de cañón, 303
—• redondear ruedas, 107, 336
— para arrollar el muelle real,
118,
121
-------pivotar, 317, 318
-------pulir a mano el resorte de
cliquet, 248, 249
------ para quitar peso a los torni-
llos del volante, 17$
------ romper el centro del espiral
del volante, 187
------ sujetar la virola del espiral
del volante, 188
Herramientas para achaflanar, 97,
248, 249, 372
—- —; enderezar el volante, 299
------ montar rubíes a mano, 380
Hipocicloide (curva), 96
Hooke (Dr. Robert), 167
Hora exacta (poner a la), 164, 165
Horizontalizar una rueda, 88, 89,
90, 91
I
Impermeabilidad del reloj, 398, 410
Impulso (corrección del), 54, 55
—- del escape (verificación), 53, 54
Incabloc, 381, 382, 385
Ingersoll (máquinas), 8o, 81, 82
Isocronismo, 219, 220

J
Juego axial, 39
—• de la aguja horaria, 35
-------los pivotes del eje del volan-
te, 41, 42, 43
------ un eje, 39
•— del tren de engranajes, 92, 93
— en el punto muerto, 63
— lateral, 39

Lámpara Terry graduable, 5


Latón (acabado del), 241, 242
— (limado del), 237 a 241
hange E hange E
XC di XC di
F- t F- t
PD

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.

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ac ÍNDICE ALFABÉTICO ac
k e r- s o ft w a
434 ÍNDICE ALFABÉTICO 435 k e r- s o ft w a

Levas, 45, 47, 48 Muelle espiral del volante (cómo lim- Puente del volante circular, 2 1 0
— de paleta (montaje), 51 piar el), 138 ---------- construcción, 237 a 242
----------- — (cómo quitar el) , Paladio, 181 P ulido del acero, 248, 249, 250
Limado de la sección cuadrada de la Palancas para quitar las agujas, 14
tija, 311, 31 2, 313 57- 58 — — eje del volante, 261, 264,
Palmer, 102, 103 266
— del acero, 237, 242, 243, 244, — --------------- (espira superior del), Papel tapete de sobrebanco, 15, 16
245 196, 197, 198, — de pivotes, 271, 272
Parachoque (rubíes), 381 a 386 Pulidores, 232, 233, 235
------- latón, 237 a 241 199 "Parechoc", 382, 383, 384, 3 8 5 Puntas de engrasar, 11
Limpieza a mano, 130 a 141 --------------- (fijación a la virola P arelinvar (muelle espiral de), 185
— a máquina, 150, 151, 152, 153 del), 187, 188, Punto de fijación central (tabla), 212
Paro del reloj (algunas causas del), — pesado, 218, 219
— de la esfera, 130, 131 189, 190 421 a 425
Linterna (mandril de), 332, 333 — — — -—• (limpieza del), 135 Punzones para montar rubíes, 368,
Pasador del espiral del volante, 203, 369, 370
Lossier (curva de), 193, 194, 195 punto correcto de su- 204
Lupas, i i , 12 jeción, 208, 209
Luz para el banco de trabajo, 5 ----------- — retorcido (arreglo d«
Pendan, 18, 20 Q
Phillips (curva de), 195, 196 Quijadas de madera, 238, 239
M un), 204 Pie de rey, 103, 104
------ r--------- (sujeción fija del), Piedra Montgomerie o de agua, 236 R
Magnetismo, 387, 388 203, 204 Piezas nuevas (ejecución de), 231 a
Mandril de escalones, 295, 296 --------------- (tablas del), 184, Raqueta, 29
— •—• garras, 324 253
185 Pinza elástica, 281, 282 — (aju ste de la), 164
latón, 332 --------------- (p érdida de la elasti- — (esp igas de la), 215, 216, 217,
—• — linterna, 332 , 333 Pinzas, 9, 10
cidad), 168 — con pitón para curvar el espiral, 218
— — pegamiento, 290, 291, 292, Muelle real (arrolladores para el), 117, Rebajar la esfera (modo de), 36, 37
323 201, 202
118 — especiales para curvar el espiral, Redondear ruedas (herramental de),
— el á stico, 281, 282 ------- (causas de rotura), u8, 129 107, 336
Máquina (cómo manejar la), 21, 22 200
------- de sección bombeada, 128 — para curvar el espiral, 198 Regulación de un reloj, 164
—• para limpiar relojes, 150, 151, —• — (descarga del), 28, 30, 31, Regulador electrónico de relojes, 413,
152. 153 Piñón de cañón, 29, 36
33. 34 ----------- (cómo quitar el), 28 414
Martillos, 13, 14
Mec a nismo "remontoir", 33, 154 — — (dimensiones correctas del), ----------- (examen del), 86, 87 Registro de observaciones, 165, 166
Medana (máquina), 81, 82 115, 116 ------ centro, 302 Registrador de marcha Dawe, 417
Medio tiempo (marcha a), 72, 73 —• — (disposiciones deslizantes), ----------- (torneado del), 298 a ------ sonidos Lepante, 415, 416
Melior (muelle espiral de), 185 125, 126, 127 309 "Remontoir" (mecanismo), 33, 154 a
Metelinvar (muelle espiral de), 185 ------ (ganchos del), 117, 121, — doble deslizante, 33 163
Melius (muelle espiral de), 184 122, 123, 124,- 125 Pivotes, 316 a 322 Resistentes al agua (cajas), 398, 399
Micrómetro (lectura del), 102, 103 Muelles espirales de volante compensa- — (acabado de los), 320, 321 Resorte del "clíquet", 29, 33
Míkrón, 100 do (tabla de), 184 — (bruñidor de), 272, 273, 288, ---------- (acabado del), 246,
Minutería (mecanismo de la), 35, 36, --------------- monometálico (tabla 289 _247, 248
ni de), 185 — (del eje del volante), 268, 269, ---------- (cómo hacer el), 242 a
M ontg omerie (piedra de), 236 270, 271 246
Moteado, 242 — del eje del volante (aguzado de Resorte de la báscula, 33
Movado Watch Co., 126 N los), 8o, 81 Retención (verificación de la), 75, 76
Mudge (Tomás), 53. — (enderezado de), 321, 322 Revenido, 245, 246
Muelle espiral del volante, 29, 31 Nivarox (muelle espiral de), 182, — (montaje de), 320 Reloj de caracol, 341 a 365
— — — — Bréguet, 193 a 204 183, 185 Platillo de impulso, 71 — — — corrección del desengan-
• -- (desimantado del), — — seguridad, 71 che, 344
389 a 396 O Platina inferior, 25, 26, 29, 30 ------------- escape, 341, 342, 343,
— • ------- • — (dimensiones del), — superior, 25, 26, 29 344, 345
129 Polvos de esmeril, 232 ------------- (limpieza del), 348, 355
------ — — (centrado del), 191 , Observación (tiempo de), 220 .
Oscilación (arco de), 205, 206, 216 Poner a la hora exacta, 164, 165 a 359
192 Posicional (ajuste), 205 a 230 —---------- (montaje del), 361, 362,
•—- — — — (c ómo contar la s os- — isócrona, 213
Prensa de montar rubíes, 368, 369 363, 364
cilaciones del), Oscilaciones (aparato para comprobar ----------- (retención), 245, 348
l a s), 187 Presión del agua (tabla de la), 402
t86, 187 Puente del volante, 31 ---------- (rubíes), 345, 346, 347,
Óxido, 1181 129, 339, 340
348, 349
hange E hange E
XC di XC di
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436 ÍNDICE ALFABÉTICO ÍNDICE ALFABÉTICO 437

Reloj de caracol (tren de ruedas), 349 Tabla de espirales para volantes mo- U Virola, 188, 189, 190
a 355 nometálicos, 185 Volante, 31, 167
------------(verificación del ángulo), — del error diario, 222, 223 Universal (plato), 332 — (arco de oscilación), 205, 206,
344 punto de fijación central, — (torno), 278, 279, 280, 281 216
----------- (verificación del camino a 212 — (centrado del), 293 a 298
punto muerto), 344, — de presión del agua, 402 — (cómo se quita el), 26, 27, 28
Taladrado, 319 — compensado, 168
346, 347 Vacío (prueba de), 400, 401 — (comprobación del equilibrio del),
Revenido al azul (calentador para el) — (accesorios para el), 332, 333,
334. 335 Vacuómetro, 400 177. 179. 18o
¡4 Vara para pulir pivotes, 271 — (construcción del puente del),
Rojo para pulir, 236 Tapa de la caja, 18, 19, 405, 406 ------ redondear los extremos de
Temperatura (ajustes a), 169 a 173, 237 a 242
Rolex Watch Co., 125, 126 los pivotes, 276, 277 — (equilibrar un), 180, 181
Roscado en el torno, 314, 315 224, 225 —- — tornear pivotes, 270 — (horizontalidad del), 297, 298
Rozamiento de embrague, 94, 95 — (tabla de los ajustes a), 178 Varilla de ajuste para relojes de cara- — (montaje del), 145, 146
------ desembrague, 94 Temple y revenido del acero, 246, col, 362, 363 — (limpieza del), 144
------ rodadura, 94 247 Vernier o pie de rey, 103, 104 — monometálico, 169, 181
Rubíes artificiales, 233 Tenazas, 12 Verticalidad, 40, 41 — (puente del), 31
— (fijación de los), 366 a 380 Tija, 22, 23, 33 Verticalizar (herramental de), 375 — retorcido (reparación de un),
— parachoque, 381 a 386 —- (encasquillado del agujero de la), — un agujero, 375, 376 298, 299
— (punzones para montar los), 160, 161
368, 369, 370
Rueda de cliquet, 29, 33 —- montada, 315
-—• — corona, 29, 33 — (torneado de la), 309 3 3 1 6
------ escape (juegos de la), 55, 56 Tren de ruedas, 34
------ transmisión, 33 ----------- (cómo desmontar el),
------ transmisión (cómo quitar la), 28, 30, 31, 32
32 ----------- (examen del), 86, 87,
------- trinquete, 29, 33 88
— horaria, 29, 35, 36 ----------- (relación del), 85, 86
— intermedia, 29, 33 Trinquete de seguridad, 127
— minutera, 36 — del caracol inglés, 350, 351,
352. 353
— deslizable, 126, 127
— (rueda de), 33
Sector, 100, 101, 102 Toques en el cañón, 302, 303, 304
Shockresist, 385,. 386 Torneado de un eje de volante en el.
Silla para el banco de trabajo, 5 torno de puntas, 255,
Sombrerete (torneado del), 323 256, 260, 261
327 ----------- eje de volante en el torno
Soporte de rodillo, 311 universal, 281 a 293
------------ doble, 315, 316 --------una tija, 309 3 3 1 6
— en T incunable, 331, 332
— para máquinas, 140, 141 — — un piñón de centro, 298 a
309
— del sombrerete, 323 a 327
Tornillos (aparato para alisar cabezas
Tabla de ajuste de temperatura, 178 de los), 228, 229, 230
------- corrección de adelantos, 226, — de cuarto, 172, 173
227, 228 ------ volante (reducción del peso),
— -------------- retrasos, 226, 227, 174, 175, 176
1229, 230 Torno de puntas, 254, 255
— — espirales para volantes com- — Jacot de pivotar, 284, 285
pensados bime- — (motor para el), 280
tálicos, 184 — universal, 278, 279, 280, 281

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