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UNIVERSIDAD DEL CARIBE

(UNICARIBE)

ASIGNATURA:
ECONOMIA I

TEMA:
APORTE DE LA ECONOMIA INFORMAL A LA SOCIEDAD DOMINICANA DESDE
EL 2014 A JUNIO 2019

SUSTENTANTES:
ROSA MARCEL GUERRERO 2019-1140
OSCAR AUGUSTO FELIX 2019-0492

FACILITADOR:
LICDO. RICARDO MATEO NINA

SANTO DOMINGO, R. D.
28 de NOVIEMBRE del 2019

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INDICE

INTRODUCCIÓN.............................................................................................................................1

APORTE DE LA ECONOMIA INFORMAL A LA SOCIEDAD DOMINICANA DESDE EL


2014 A JUNIO 2019........................................................................................................................2

¿DÓNDE CREA Y PIERDE EMPLEOS LA ECONOMÍA?.......................................................2

SE HAN CREADO MÁS EMPLEOS............................................................................................4

SE HAN PERDIDO MÁS EMPLEOS...........................................................................................5

CONCLUSION...............................................................................................................................12

BIBLIOGRAFIA.............................................................................................................................13

2
INTRODUCCIÓN

Durante mucho tiempo, diferentes enfoques teóricos han abordado


el fenómeno de la informalidad como un obstáculo al desarrollo que
impide el óptimo funcionamiento de las economías al introducir
distorsiones al mercado que se traducen en bajos niveles de
crecimiento económico.

Este argumento de finales del siglo pasado, se basa en evidencias


que apuntan a que países con mayores niveles de informalidad
presentan menor innovación productiva en relación a aquellos
con menor informalidad. Otros argumentos, como el de la erosión
de las cuentas fiscales, proyectan la informalidad como un mal que
debe de ser erradicado para alcanzar el pleno desarrollo social y
económico de las naciones.

En el año 2016, aproximadamente dos mil millones de personas


trabajaban en la economía informal, representando el 61.2 % del
empleo mundial4. Esta realidad sigue siendo predominante en países
en vías de desarrollo, que a su vez, son los que agrupan la mayor
parte de los empleos precarios. El crecimiento, el desarrollo, la
diversificación económica y la seguridad solo se logran con empleo
inclusivo, estable, productivo y de calidad. La vinculación de la
población en edad de trabajar se asocia en forma armónica con la
sociedad a través del empleo y se constituye en un factor decisivo
para la autoestima personal y familiar.

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APORTE DE LA ECONOMIA INFORMAL A LA SOCIEDAD
DOMINICANA DESDE EL 2014 A JUNIO 2019

El empleo acompañado con las características arriba mencionadas,


hace expandir el mercado interno de la economía nacional, la
inversión, la base monetaria, los ingresos tributarios, los que a su vez
permiten mitigar los eventuales efectos adversos que produce el
entorno internacional turbulento y de no ocurrir inestabilidad externa
potencia aún más la fortaleza del aparato productivo local.

Por el lado contrario, el desempleo se manifiesta de manera negativa


de varias formas sobre la economía: Reduce el circulante, la demanda
interna, desisentiva la inversión, crea más desempleo, resta capacidad
de producción de bienes y servicios, genera deuda monetaria, reduce
la recaudación impositiva y el crecimiento económico, produce
pobreza y, rompe con el círculo virtuoso de la asociación armoniosa
con la sociedad, anidando causales para la inseguridad de origen
social.

Ante la importancia del variable empleo en la economía, resulta de


interés preguntarnos para el caso de República Dominicana:

¿Dónde crea y pierde empleos la economía?.

El mercado laboral nacional está compuesto por una población en


edad de trabajar que asciende a 7,611,012, equivalente a alrededor de
un 74.0% de la población total que es de 10,323,754, según la última

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encuesta continua de fuerza de trabajo correspondiente a marzo que
realiza el Banco Central, de los cuales 4,937,765 pertenecen a la
población económicamente activa.

Por su lado, la población ocupada corresponde a 4,649,282, de ellos


en el sector formal laboran 2,242,559 y en el sector informal
2,145,924, similar a un 51.0% y un 49.0%, respectivamente; por lo que
la tasa de desocupación se coloca en un 61.1%, respecto al total de la
población en edad de trabajar y la tasa de desocupación abierta con
relación a la fuerza de trabajo es de un 5.8% a marzo de 2019.

Durante el período 2014-2019 la economía dominicana ha creado


629,586 nuevos empleos, para una composición de un 65.0% en el
sector formal y un 35.0% para el sector informal; evidenciando que
aunque se ha ganado espacio en la formalidad del empleo, el desafío
de la informalidad aún permanece.

La Organización Internacional del Trabajo, así como el Banco Central,


distinguen el desempleo abierto del ampliado, el primero referido a la
población que no está ocupada pero procura buscar ocuparse; en
cambio, la ampliada, incluye a la abierta, más aquella población
desocupada y que no agencia ocuparse. El Banco Central desde 2007
asumió oficialmente el desempleo abierto.

La tasa de desocupación abierta desde que alcanzó un 5.1% al cierre


del 2017 en líneas generales ha venido presentando una tendencia
creciente medida en forma trimestral. Para el primer trimestre del 2018

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aumentó a un 5.3%, para luego terminar el año en un 5.8% y
mantenerse en ese nivel a marzo del 2019; aunque presumiblemente
para la conclusión del primer semestre del corriente año puede
elevarse, dada la contracción que ha sufrido la economía en su ritmo
de crecimiento, como lo atestigua la tasa de un 2.6% en la que creció
el Indicador Mensual de la Economía. (IMAE) en junio y el acumulado
en un 4.7%.

Al construir la respuesta a la inquietud acerca de dónde se han creado


y perdido más empleos en República Dominicana, las cifras revelan
que las ramas de la actividad económica en la que la población en
edad de trabajar ha conseguido más oportunidades de trabajo son el
comercio, la industria, educación y, en la que más se han perdido
empleos son la agropecuaria y electricidad, durante los años que van
del 2014 a marzo del 2019.

Se han creado más empleos

La rama de la actividad económica para los sectores formales e


informales que lidera la mayor absorción de la población en edad de
trabajar (15 años o más) es el comercio, que pasó de tener una fuerza
de trabajo empleada de 835,949 en 2014 a 936,295 al finalizar el
primer trimestre de 2019, para un aumento equivalente a 100,346
nueva ocupación.

La presencia de un 52.0% de creación de empleos en la actividad


comercial por parte del sector informal sobre el sector formal le permite

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situarla en el lugar número 1 del ranking de generadores de puesto de
trabajo; sin embargo, es indicativo de la baja calidad productiva del
empleo nacional, al tiempo de ser menos estable por su naturaleza
informal y estar al margen de los beneficios de la seguridad social,
laboral y de salud.

En orden de importancia en el ranking le sigue con el segundo lugar el


sector industrial, donde la generación de empleo aumentó en 73,280,
al evolucionar de 406,967 a 480,247. El aporte del empleo informal en
la actividad industrial es poco significativo, al registrar solo 4,227
nuevos empleos durante el período antes señalado.

Ocupando el tercer lugar en el ranking de creación de nuevos empleos


está la rama de actividad de la educación, al generar 65,765 nuevos
empleos en los últimos 5 años, al elevarse el empleo en el sector
enseñanza de 209,166 en 2014 a 274,931 en 2019. El incremento del
empleo en el renglón educación, tiene la triple ventaja que es de tipo
permanente, de presencia muy reducida de informalidad (4,654
nuevos empleos) y de gasto público autosostenible, dado que es la
base para la formación de la mano de obra instruida.

Se han perdido más empleos

Del total de las 12 ramas de actividades económicas en la que la


encuesta continua de fuerza de trabajo divide a la población ocupada
dentro de los sectores formales e informales del mercado laboral

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nacional, las actividades agropecuarias, electricidad y agua son las
únicas que a lo largo del período 2014-2019 han perdido empleos.

Como se aprecia en el cuadro 2, en cuanto al sector agropecuario, la


fuerza de trabajo ocupada se ha visto reducir de 429,834 a 407,804
empleos, similar a una pérdida de 22,030 personas menos en edad de
trabajar que dejaron de laborar en la referida actividad; le sigue la
electricidad y agua con una disminución de 1,906 empleados, al pasar
de 61,001 a 59,095 ocupados.

El alto nivel de desempleo prevaleciente en el país y el liderazgo de


sectores de servicios en la absorción de fuerza de trabajo en la
economía local, ayudan a explicar por qué la oferta de bienes y
servicios tiene un alto componente importado que se sitúa en un 29.0
%, al tiempo de evidenciar que el país tiene espacio para poder
expandir la producción y el empleo productivo.

A pesar del crecimiento sostenido de la economía en los últimos


años, así como la reducción del desempleo, en la República
Dominicana los avances no se reflejan en una disminución sustancial
de la informalidad laboral, sino que por el contrario, el trabajo informal
se mantuvo en niveles estables desde mediados de 2014 hasta
finales de 2018. Según las estadísticas del Banco Central, el sector
agropecuario y la construcción son los sectores donde el peso
relativo de la informalidad es mayor, seguidos por el transporte, el
comercio, los hoteles, bares y restaurantes, y la categoría de otros
servicios. Como se puede ver en el gráfico 3, el resto de sectores

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tiene un grado de informalidad muy por debajo del 50%. Sin embargo,
se puede destacar que los sectores con mayores niveles de
informalidad son los que sostienen el grueso de la empleomanía
nacional. Eso explica que para el tercer trimestre de 2018, en el país
existían 2.2 millones de trabajadores informales, representando el
58.2 % del empleo total.

Para el año 2017, solamente el 10 % de los empleados informales


contaban con un nivel de educación universitario, mientras que casi
el 50% solamente había alcanzado el nivel primario. Estas
proporciones son inversas en el caso del sector formal en donde la
mayor cantidad de empleados (39%) alcanzaron un nivel universitario
y solamente una quinta parte de los empleados formales tienen un
nivel educativo primario.

El aumento en el ingreso ha incidido notablemente en la reducción de


la pobreza. No obstante, a pesar de que el ingreso medio real por hora
trabajada aumentó en 2018 en 28.4% respecto a 2015, continúa el
reto de mejorar la generación de empleo decente, en ocupaciones de
mayor productividad y remuneración.

La brecha de ingresos laborales entre hombres y mujeres se ha


mantenido alta (entre 0.92 y 0.85) en favor de los hombres, y la
proporción de jóvenes de 15 a 24 años que no estudian y están
desempleados se ha deteriorado (20.6% para 2015 y 25.4% en 2018);
sin embargo, este último indicador, en el rango de edad de 15 a 19

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años, registra mejoría respecto al año 2015, al disminuir de 6.3% en
2015 a 3.7% para 2018.

La mayoría de los empleos son generados en la economía informal, en


ocupaciones de baja productividad e ingreso, con muy limitado acceso
a previsión y seguridad social. La proporción del empleo informal en el
empleo no agrícola se mantiene por encima del 50%. Para 2018, el
empleo informal fue superior en los hombres (58%) al registrado en las
mujeres (52.3%) para ese mismo periodo.

El año 2018 cerró con un crecimiento económico mundial de


3.6%, presentando un crecimiento más moderado en comparación
con el desempeño de 3.8% en 2017 y una disminución de 0.1 puntos
porcentuales con relación a las proyecciones de octubre 2018.1La
actividad económica mundial se debilitó en el segundo semestre del
año, principalmente por la desaceleración del comercio internacional, a
causa de las tensiones en torno a las políticas comerciales, la
desaceleración de la producción industrial y el debilitamiento de la
expectativa de los agentes económicos frente a la volatilidad de los
mercados financieros. Las economías avanzadas experimentaron un
crecimiento de 2.2% en 2018, una reducción de 0.2 puntos
porcentuales en comparación al crecimiento del año 2017 (2.4%). Esto
se debe en mayor medida a la desaceleración de la Zona Euro,
producto de la incertidumbre en torno al resultado del brexit, así como
el debilitamiento de la producción industrial y la demanda interna. Para
las economías emergentes y en desarrollo, el crecimiento fue de 4.5%,
0.3 puntos porcentuales por debajo del desempeño del 2017. La

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moderación en el crecimiento refleja en parte las tensiones
comerciales en torno al aumento de los aranceles entre Estados
Unidos y China durante el año 2018.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que el crecimiento


económico mundial se modere a 3.3% para el año 2019, disminuyendo
en 0.2 puntos porcentuales con relación a las proyecciones del FMI en
la revisión de enero 2019. Este debilitamiento del crecimiento
mundial en 2019 es un reflejo de la desaceleración de la actividad
económica mundial en el segundo semestre de 2018, proyectando
una contracción del crecimiento para 70% de la economía mundial,
para después retornar a una expansión mundial de 3.6% en 2020. A
pesar de que las perspectivas que enfrentan muchos países son muy
duras, impulsadas por una marcada incertidumbre a corto plazo, el
FMI prevé un repunte para el segundo semestre del año 2019
respaldado por políticas significativamente acomodaticias en las
principales economías (Estados Unidos, Zona Euro, Japón, Inglaterra),
por la continuación del estímulo que China ha puesto con sus políticas
económicas, por la actual mejora de los mercados financieros
mundiales, por la atenuación de ciertos factores que debilitaron la
actividad económica de la zona euro, y por la estabilización de algunos
factores que mantenían en tensión a economías emergentes como
Argentina y Turquía.

La cuenta financiera registró un saldo neto negativo de US$451.5


millones durante el primer trimestre del 2019, la cual indica un monto
mayor en la variación de los pasivos con el exterior respecto de la

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variación de los activos externos. Del saldo de la cuenta financiera,
se destaca el comportamiento de la Inversión Extranjera Directa (IED)
con un monto de US$805.2 millones, para un aumento de 28.3% con
respecto a enero-marzo 2018, impulsado en mayor parte por las
actividades de turismo, comunicaciones y bienes raíces. También
cabe resaltar la Inversión de Cartera con un saldo de US$44.0
millones, la cual presentó una disminución de 97.5% respecto a enero-
marzo 2018, principalmente por la disminución de pasivos que
pasaron de US$1,767.5. Con relación a enero-marzo 2018, el saldo
negativo de la cuenta financiera fue mayor en US$446.8 millones para
el primer trimestre del 2019,producto de un endeudamiento mayor del
país en RD$1,976.8 millones de otras inversiones, principalmente por
la pérdida de activos en monedas y depósitos, y el aumento de
pasivos por préstamos, y por la disminución en US$177.8 millones
de la Inversión Extranjera Directa.

A junio de 2019, la base monetaria restringida está compuesta en un


55.7% por billetes y monedas emitidos, y el restante 44.3% por
depósitos de encaje legal. La base monetaria restringida registró un
incremento de 13.4% respecto a junio 2018, aumentando 16.4 puntos
porcentuales con relación a la tasa de crecimiento. Este crecimiento
de la base monetaria restringida se debe al incremento en 18.4% de
los depósitos en encaje legal y en 9.7% de los billetes y monedas
emitidos. Para el 30 de mayo de 2019, la Junta Monetaria ordenó la
liberalización de RD$29,209.7 millones del encaje legal requerido en
moneda local, llevándolo de 12.1% a 11.1%, para préstamos a 6
sectores productivos. Estos recursos liberados se prestarán a tasas de

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interés fijas de hasta 9% anual y hasta 6 años de duración, una vez
cumplido este plazo, los recursos liberados deberán ser reintegrados a
la cuenta de encaje legal de las entidades de intermediación
financiera. Los sectores más favorecidos por esta medida son
Vivienda con RD$8,400.0 (28.8%), Comercio y PYMEs con
RD$5,083.2 (17.4%) y Manufactura con RD$5,000.0 (17.1%). De
estos recursos, al 28 de junio ya habían canalizado un monto
de RD$8,314.2 millones, beneficiándose 1,761 deudores.

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CONCLUSION

El empleo informal, dada sus proporciones dentro de la economía y


como fuente de sustento para gran parte de la población, es una
realidad ineludible. Factores como las regulaciones para el equilibrio
social, la protección social y el sistema tributario, deben ser inclusivos
tanto para las estructuras de trabajo independientes como para el
empleo informal. Este fin podría lograrse mediante la universalización
del sistema de tributación y aportes a la seguridad social, incluso
fuera de estructuras de trabajo formales.

Para que estas políticas puedan aplicarse de manera efectiva, es


necesario que estas sean llevadas a cabo bajo un marco
institucional sólido y un mercado laboral flexible. Asimismo, los
esfuerzos deben de ir encaminados a desarrollar sistemas de
incentivos y sanciones equilibrados, con el fin de que los cambios no
tengan un efecto contraproducente. En adición, es necesario fomentar
la progresividad del esquema tributario, evitando así socavar la
disponibilidad del ingreso de los trabajadores independientes más
vulnerables.

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BIBLIOGRAFIA

https://www.academia.edu Economía_Informal._Caso_de_estudio

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