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Rumiñahui nació en 1490 en Quito y sirvió como general para los Incas Huaina Cápac y Atahualpa. Luchó en la guerra civil entre Atahualpa y su hermano Huáscar, apoyando a Atahualpa. Su nombre significa "cara de piedra" y se explica por una herida de batalla. Atahualpa se convirtió en emperador Inca en 1525 pero su ambición llevó al Imperio Inca a una sangrienta guerra civil contra su hermanastro Huáscar.
Rumiñahui nació en 1490 en Quito y sirvió como general para los Incas Huaina Cápac y Atahualpa. Luchó en la guerra civil entre Atahualpa y su hermano Huáscar, apoyando a Atahualpa. Su nombre significa "cara de piedra" y se explica por una herida de batalla. Atahualpa se convirtió en emperador Inca en 1525 pero su ambición llevó al Imperio Inca a una sangrienta guerra civil contra su hermanastro Huáscar.
Rumiñahui nació en 1490 en Quito y sirvió como general para los Incas Huaina Cápac y Atahualpa. Luchó en la guerra civil entre Atahualpa y su hermano Huáscar, apoyando a Atahualpa. Su nombre significa "cara de piedra" y se explica por una herida de batalla. Atahualpa se convirtió en emperador Inca en 1525 pero su ambición llevó al Imperio Inca a una sangrienta guerra civil contra su hermanastro Huáscar.
Rumiñahui nació en Quito, en la fecha de 1490 y falleció en Quito, el 25
de junio 1535 Rumiñahui fue un general quiteño inca, uno de los más hábiles de Huaina Capac, pero luego de su muerte sirvió a su hijo, Atahualpa. Estuvo a cargo de las acciones militares durante la Guerra Civil entre los hermanos Huáscar y Atahualpa, en el bando de Atahualpa. Su nombre significa cara de piedra y se ha explicado de diversas maneras, para algunos se debió a un velo que nublaba su vista, el resultado de una herida en batalla o una catarata. Para otros, sin embargo, serían a sus ojos que infundían dureza y un implacable carácter.
Atahualpa
(Quito, 1500 - Cajamarca, actual Perú, 1533) Emperador inca (1525-1533).
Hijo del emperador Huaina Cápac y de Túpac Palla, princesa de Quito, fue favorecido por su padre, quien, poco antes de morir, en 1525, decidió dejarle el reino de Quito, la parte septentrional del Imperio Inca, en perjuicio de su hermanastro Huáscar, el heredero legítimo, al que correspondió el reino de Cuzco. Aunque inicialmente las relaciones entre ambos reinos fueron pacíficas, la ambición de Atahualpa por ampliar sus dominios condujo al Imperio Inca a una larga y sangrienta guerra civil.